Mujeres en el arte
¿Quien teme a Kiki de
Montparnasse Por Erika Bornay
Nadie. Fue a sí misma a quien
temió Alice Prin (Kiki) . Ella que había sido proclamada ¡la reina de Montparnasse! Y se temió cuando avanzados los treinta años vio que el alcohol y las drogas empezaban a consumir su cuerpo, su voz. Hija ilegítima, había nacido en 1901 en un mísero arrabal de Châtillon-sur-Seine y mísera fue
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toda su infancia. Criada por su abuela, la enviaron a Paris a los doce años para reunirse con su madre. En la capital, durante los primeros tiempos, pasó muchas penurias con trabajos precarios y mal pagados. También en el ámbito sentimental, de amoríos, sufrió varios vaivenes entre las manos de los amantes más variopintos, incluso sospechosos. ¿Cómo salió Kiki de esta situación? Leyendo sus memorias, (1927), animada a relatarlas por Man Ray, se observa enseguida que fue una mujer de enorme
fuerza vital y audacia, talante que compartiría con un gran sentido del humor y capacidad creativa. Cumplido ya casi un siglo, la imagen que nos ha llegado de ella es muy reduccionista: una escandalosa cantante de cabaret de la rive gauche parisina, musa y modelo de varios artistas. Ambas cosas forman parte de su existencia, pero tal vez son las más prescindibles. En realidad entre las vicisitudes de la vida de Kiki, una vida desordenada, llena de excesos y en constante búsqueda de la felicidad, no había cabida para reflexionar ni comprometerse en