La Crisis en Latinoamérica En Latinoamérica la ciudad moderna y urbana que se conocía hasta hace algunos años tuvo su origen en el proceso modernizador europeo, tanto físicamente como también desde una perspectiva simbólica, a pesar de que este proceso configuró lo referente a lo citadino en el continente, en la actualidad entra en crisis por una serie de variables políticas y socioeconómicas. En la actualidad la lógica territorial moderna se quebró, y dejó de controlar y clasificar la ciudad pues esta agarra un ritmo de desarrollo que va más allá de cualquier estructura, sus habitantes comienzan a tener otro tipo de necesidades, se producen migraciones campo – ciudad (búsqueda de una mejor calidad de vida) y esta última no es capaz de soportar la sobrepoblación que se originaría. La ciudad moderna se especializó, la comprendían ciertos límites, una lógica y relaciones de poder. Bastaba en comparar el trato a ciertos habitantes con un buen ingreso económico con otro menos pudiente para constatarlo. El mundo urbano puede ser visto como una creación, con su forma física, como estructura social o como concepción de vida, por lo que es claro que el sistema ideacional moderno en algún momento iba a desaparecer. Ciudad cambiante, dinámica y sin límites, los ámbitos disciplinares de la antigüa estructura se quiebran al igual que las actuaciones (modelos de desarrollo local) y relaciones de sus habitantes. Gracias a transportes como el metro o las autopistas, las ciudades vecinas se siente más próximas, unificando un concepto de identidad distinto al que se conocía. La ciudad no es sólo un espacio o territorio en el cuál se habita, constituye más que eso, es una construcción simbólica o mejor una aprenhensión simbólica de la sociedad, tiene que ver con un concepto de identidad. Será con el proceso modernizador que se producirán cambios sustanciales tanto en la ciudad como en sus habitantes. Al transformarse la ciudad también cambiará el habitante, dando origen a la noción de “ciudadano”.
El proceso de modernización o de “varias modernidades” tiene cabida dentro de los distintos modelos de desarrollo de Latinoamérica (industria, economía). América Latina políticamente fragmentada y con una democracia inestable. Pero siempre de una heterogeneidad cultural, diversidad europea, africana y latinoamericana, con distintas realidades, temporalidades y contextos. Y es que esta lógica de la modernidad no podía perdurar mucho tiempo en una América Latina cambiante, con otras necesidades, con otras visiones. Donde se estaba presentando una tensión entre lo rural y lo urbano, el pasado y el futuro, oligarquías agrarias, clase media emergente, lo que comienza a generar un conjunto de símbolos culturales. Su crecimiento desmedido tanto poblacional como urbanísticamente da origen a la clase media y baja (nacimiento de las favelas en Brasil, Villasmiseria en Argentina, Callampa en Chile), y también el tango, la ranchera, el automóvil, el cine, el culto por lo occidental, el ascenso social, entre otros, rasgos que marcaran distintivos en Latinoamérica. La ciudad Latinoamericana es desde sus orígenes la expresión de un modelo de conquista, adquisidora de modelos sociales, ideológicos, políticos, provenientes de las grandes ciudades Europeas. Ciudad, ciudadanos y consumo. Para poder repensar la ciudad latinoamericana hay que referirse a la noción de ciudadano y consumo, el consumo ha provocado cambios radicales en el concepto de ciudadano, pues ahora el ambiente globalizado que lo rodea propone o impone más bien una falsa necesidad de consumir lo que está de “moda” y son este tipo de ideologías las que comienzan a desligar al latinoamericano de su identidad, ¿hasta que punto somos víctimas del consumo? Esta ciudad globalizada está marcada por un proceso de tensión que va desde lo económico hasta lo cultural, a la que luego se le suman las tecnologías emergentes y los medios de comunicación colectiva, dando como resultado un entramado muy complejo de redes simbólicas que se conectan y se
entrecruzan creando nuevos escenarios culturales y nuevos símbolos, referentes de una cultura globalizada. Y es que hay que tomar conciencia como latinoamericanos y ser capaces de pensar y actuar dentro de este marco diverso de culturas y sociedades. Porque a pesar de que vivamos en un mundo globalizados somos nosotros quienes elegimos que pautas o que ideologías adquirir o porque no, retroalimentarlas y proponer nuevos modelos, que respondan a las necesidades locales primeramente y que también sirvan de conexión al mundo globalizado. - Gustavo Loría Cortés -
Bibliografía Monografías – modernización, ciudad y cultura
“Soy lo que sostiene mi bandera, la espina dorsal del planeta en mis cordilleras. Soy lo que me enseño mi padre, el que no quiere a su patria no quiere a su madre. Soy América latina, un pueblo sin piernas pero que camina.”