Relatos 1C

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El lindo beso Había una vez un pueblo completamente deshabitado. Una tarde, en otoño, llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces le abrió una bella mujer que vivía sola, sola en su casa, y también en el pueblo entero. Pero aquella mujer era malvada, todos los hombres que le tocaban la puerta, se los intentaba llevar para ella, para luego comérselos a todos. La mujer se asustó y le cerró de golpe con un portazo. - No sé dónde estoy, no sé a dónde he venido. Querría que me ayudaras, y que me dijeras qué dirección tendría que coger para ir a Madrid. ¿Me lo podría explicar por favor? La mujer se tranquilizó, le abrió la puerta y le dijo que entrase. Se sentaron en la única mesa que había allí y comenzaron a hablar. - Así que te has equivocado de camino... - Si, quería ir a Madrid y he aparecido aquí. No sé dónde estoy. - Estás en un pequeño pueblo llamado Alceste. - ¿Alceste? !Nunca lo había oído! !Oye mujer si quieres tomarme el pelo... - Ssh... La mujer le había callado con un beso, mientras pensaba que el viajero era todo suyo. Aquel beso dejó al viajero con la boca abierta. Después, abrió la puerta y le enseñó en qué dirección tenía que ir para ir a Madrid. Pero el viajero le dijo que él no iba a Madrid, que se iba a quedar ahí, en aquella cabaña. El viajero señaló a una cabaña que estaba cerca. ¡A la mujer le pareció una idea estupenda! Desde aquel día no se ha sabido nada sobre la mujer y el viajero. No sabemos si se lo comió, o si vivieron felices los dos juntos. Nadie sabe nada...

Gorka


La supuesta joven Una tarde de otoño un viajero se equivocó de camino y llegó a un pueblo completamente deshabitado, llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y le abrió una joven muy guapa y apuesta. - Hola, ¿podría decirme donde me encuentro? - Claro, usted está en Kuzcas. - ¿Y sería tan amable de decirme qué camino debo tomar para llegar a Valencia? - Sí, al fondo a la derecha hasta que vea el cartel que pone Alicante, desde allí pregunté al que vea. - Muchas gracias, partiré ahora mismo. - Le aconsejaría que no ya que las nubes avisan tormenta - Pero no tengo ningún sitio para quedarme - Esta noche quédese aquí mañana partirá - Muchas gracias. El viajero estaba cansado y se fue a dormir, la chica se dirigió al trastero, cogió un libro lleno de polvo, sopló y aparecieron unas letras extrañas, la joven pronunció unas palabras mágicas: - Si yo soy bruja y parezco guapa, de mis encantos nadie huirá, con un beso en la mejilla a mi lado se quedará!!! PUM de repente salió un montón de polvo y la joven desapareció. Un día después, al mediodía, la joven estaba sentada en la mesa esperando a que el viajero se despertara, cuando el viajero bajó a la cocina: - Me habías asustado, como no te despertabas, pensé que te había ocurrido algo.

Después de decir esto la joven le abrazó y le dió delicadamente un beso en la mejilla, el viajero dijo: - Ya es hora de irme gracias por todo - ¿No te quieres quedar aquí conmigo?


Le preguntó ella, él le respondió: - Pues la verdad me dan ganas de no irme nunca. Se sentaron en la mesa y el viajero preguntó: - ¿Qué hay para comer? A lo que la joven respondió: - Un plato bastante delicioso jajajajajaja El viajero nunca salió de esa casa y la joven sigue utilizando ese hechizo.

Carla


Los caníbales Había una vez un pueblo deshabitado. Una tarde en otoño llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces al no contestar nadie abrió la puerta y pasó adentro con la intención de pasar la noche y continuar su viaje al día siguiente; La casa estaba limpia y ordenada por lo que el viajero dedujo que alguien tendría que vivir ahí. Cuando entró a la cocina vio a una encantadora familia de cuatro miembros alrededor de la mesa cenando. En el centro de la mesa había un cuerpo humano al que toda familia mordía con gran ímpetu. El viajero no podía creer lo que sus ojos veían; Cuando intentaba huir se encontró con otra habitación repleta de cuerpos humanos congelados. El final del trayecto del viaje fue esta sala. Una semana más tarde en plena noche llegó al pueblo un camión negro con los faros apagados, los dos ocupantes escondieron el camión. Sigilosamente recorrieron las casas del pueblo, solo en una de ellas había luz esperaron escondidos hasta que vieron apagarse las luces .Con total sigilo entraron a la casa, recorrieron las habitaciones una tras otra sin encontrar nada. Todo era muy extraño, la última llamada que recibieron de su amigo procedía de ese pueblo. De pronto se encendieron todas las luces de la casa, en la puerta apareció un señor alto y muy rubio. -Buenas noches ¿qué hacen ustedes en mi casa? Los dos amigos se quedaron helados, el dueño de la casa tenía la piel muy pálida y sus ojos eran blancos, detrás de él apareció el resto de la familia que eran iguales que el. -Disculpen, llamamos a la puerta y al no contestar nadie pensemos que no vivía nadie y decidimos pasar la noche aquí, pero ahora mismo nos vamos. -Por favor, que dense tenemos sitio de sobra. La señora de la casa les mostró el dormitorio, los dos amigos se dispusieron a pasar la noche. A la mañana siguiente la puerta no se habría ni tan poco las ventanas algo iba mal, muy mal. Solo había una salida, las armas. Reventaron la puerta con la


m16 y en el pasillo se encontraron con la familia al completo, no lo dudaron dos veces y comenzaron a disparar. Los disparos entraban y salĂ­an de sus cuerpos dejĂĄndolos como un coladero pero seguĂ­an vivos. Los canĂ­bales se comieron a las dos personas. Ekaitz


EL VIAJERO ENAMORADO.

Había una vez, un pueblo completamente deshabitado. Una tarde, en otoño llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces una chica muy guapa le abrió la puerta. La chica, al ver al viajero, se quedó sin palabras. Está tan enamorada de él. El viajero, le iba a preguntar a ver dónde estaba, pero antes de que se lo preguntara, la chica le dijo que pasase a la cabaña, y que le iba a poner un café. El viajero, se enamora de la chica tan guapa.


Entonces, los dos se toman un café, hablan poco, porque no se conocen, hablan de cosas como a ver cómo ha llegado hasta aquí, para qué ha venido y cuándo se marchará. El viajero, le dijo, que se había confundido de camino. La chica le dijo, que se quedara a pasar la noche, porque ya era muy tarde. El viajero, no sabía qué decir, ni se lo pensó, y le dijo que sí. Pasaron la noche, estuvieron charlando, y la chica le dijo: Estoy enamorada de ti. Y el viajero, le dijo, yo también estoy enamorado de ti. Entonces, vivieron los dos juntos felices para siempre en aquella cabaña. Y tuvieron dos hijas, llamadas, Ainhoa y María.

LAURA ARIAS.


Pesadilla interminable

Había una vez un pueblo completamente deshabitado. Ese pueblo era un tanto diferente. Una tarde, en otoño, llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces la puerta se abrió y detrás había un cadáver colgado de un piquete. El viajero se asustó y cerró de inmediato la puerta. Entonces vio una gasolinera abandonada y fue a preguntar a un señor que estaba sentado en una silla, el camino. El señor le preguntó qué hacía por aquí. El viajero le explicó lo ocurrido y el señor le dijo que coguiéra comida y bebida para el camino. Cuando fue a cogerla vio una caja extraña y empezó a rebuscar. Entonces el señor se enfadó, no le gustó que un viajero extraño hurgase en su casa. Cuando el viajero cogió la comida y la bebida, el señor le indicó el camino falso que llevaba a otras casas abandonadas. Al llegar notó una sensación rara, la misma que en las otras cabañas, y al entrar en una de las casas vio, como una persona completamente deformada. Se asustó, se fue corriendo y al salir de la casa salieron todos los demás y le empezaron a perseguir hasta una colina. Esas personas se dieron cuenta que se escondió en la cueva. Entraron. Solo se escucharon gritos. Salieron ensangrentados y se fueron a rastras.

RUBEN


¡LA BRUJA! Había una vez un pueblo deshabitado. Una tarde, en otoño, llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces, una señora abrió la puerta parecía una bruja, tenía una enorme nariz con una verruga, las manos y las piernas largas y huesudas y llevaba una capa negra que le llegaba hasta los tobillos, la señora le dijo que pasase, que dentro estaría mejor, no quería entrar, tenía un poco de miedo pero no quería rechazar su invitación a pasar. Entró con temor y vio que tenía cosas raras. Quería irse pero la puerta se cerró de golpe. Le dijo que se sentara al lado del fuego para que estuviese mejor, se sentó mientras ella iba a prepararle una infusión de hierbas para que entrase en calor. Cuando se la llevó, la tomó con cuidado y con miedo de que fuese alguna pócima o algo parecido. Se la tomó y se desmayó. Se despertó y abrió los ojos. Vio mucha claridad. Estaba en un bosque, se acercó a un río para lavarse y en el reflejo del agua vio a un anciano que no era el joven que entró con miedo en la cabaña de la supuesta bruja. Se dio cuenta que habían pasado muchos años. Cuando él creía que sólo fue una noche.

Sarai


El pueblo abandonado

Había una vez un pueblo completamente deshabitado. Una tarde, en otoño, llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces se abrió la puerta sola. El hombre asustado entró y vio que era una casa hermosa. Al ver que no había nadie, decidió quedarse a dormir en la casa hasta saber por dónde volver a la suya . A la noche escuchó un ruido extraño y fue a mirar qué pasaba. Al llegar a la cocina vio una señorita muy guapa de pelo rubio y ojos azules, y le preguntó: -Perdona, ¿cómo te llamas? y ¿qué haces en este pueblo abandonado? -Me llamo Silvia. -Contestó la señorita.- Vine a ver si encontraba un sitio para dormir esta noche. ¿Y tú, cómo te llamas? -Yo me llamo Ramón. Si quieres puedes quedarte aquí a dormir, en la habitación de al lado.Contestó él. Al día siguiente, se pusieron a hablar y Ramón le dijo que si quería, se podría quedar unos días más a dormir, ella, agradecida le contestó que sí. Pasaron las horas, los días, varios meses, y para cuando se quisieron dar cuenta ya había pasado un año. Ramón le quería pedir matrimonio a Silvia, pero no se atrevía. Hasta que un día, le dijo: -Silvia, ¿quieres pasar conmigo el resto de tu vida? -Claro que sí quiero.- Le contestó ella. Siguieron viviendo juntos en ese pueblo abandonado unos meses más, hasta que decidieron irse del pueblo. Andando y andando encontraron un pueblito pequeño con tiendas y muchas casas con niños jugando alrededor. Decidieron quedarse a vivir allí y enseguida hicieron amigos y tuvieron dos hijos. Cuando los niños se hicieron mayores, Silvia y Ramón les contaron esta historia que acabas de leer. Uxue G


EL PASILLO Había una vez un pueblo completamente deshabitado.Era un pueblo pequeño cuyas

calles eran “calles fantasmas”. Una tarde, en otoño, llegó al pueblo abandonado. Un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña entonces, le abrió un viejo con el rostro hacia abajo y con una larga capucha negra y le dijo: -sigue ese camino y encontrarás lo que buscas. Entonces el viejo salió de la casa empujando al viajero hacia dentro quedándose encerrado. El viajero, asustado e intrigado por encontrar la salida, siguió el camino que le dijo aquel hombre. Al final del pasillo se veía una luz que se alejaba cada vez más hasta que el viajero no veía nada y cayó a un agujero. En aquel agujero había un túnel que le conducía a un oscuro y húmedo laberinto. En aquel laberinto le aguardaban al viajero muchos peligros, de pronto escucho un ruido como si le estuvieran siguiendo. El viajero empezó a correr pero el ruido se iba acercando. El viajero se quedó inconsciente, cuando despertó vio como en sus pies y manos había sangre que salía sin parar y que estaba tumbado en un charco de sangre. El animal que atacó al viajero estaba dormitando en una esquina. El hombre se acercó y vio que era una especie de león y humano, entonces el viajero cogió su navaja que tenía en la mochila pero para cuando se dio la vuelta el león ya le iba a atacar, y el viajero desgraciadamente murió. Uxue Isusi


EL PUEBLO FANTASMA Mi abuelo Ruperto vivía en una pequeña aldea de montaña y a pocos kilómetros de distancia había un pueblo abandonado del que se comentaban que pasaban cosas extrañas. Una mañana le pedí permiso a mi madre, y con unos amigos decidimos ir a investigar el pueblo fantasma. Para llegar, teníamos que atravesar un pico llamado el Corral de los Lobos, se cuenta que antiguamente era un lugar donde solían verse muchos lobos, luego bajamos una gran cuesta y …… ahí estaba el terrorífico pueblo. Nada más entrar vimos como en una casa salía humo de la chimenea, y como la caminata nos había dejado sedientos decidimos ir a pedir un poco de agua, tocamos la puerta, no contestó nadie y entramos. No había nadie en la cocina, pero en el fuego había un puchero muy grande y encima de la mesa quedaban restos de animales muertos. Nos asustamos y corrimos hacia la puerta, pero no nos dimos cuenta que alguien la había cerrado, no sabíamos que hacer y empezamos a chillar. Uno de mis amigos descubrió una pequeña puerta, la empujó, y zas! se abrió, sin pensarlo salimos corriendo. Atravesamos el pueblo a toda velocidad, casi en un santiamén llegamos a nuestras casas agotados y nerviosos. Al comentar lo sucedido a nuestras familias nos dijeron que la casa donde habíamos entrado pertenecería a una vieja hechicera y lo que en había en la la olla sería una de sus pociones mágicas Pasamos un rato de miedo!!!!!

Aitor


EL VIAJERO Y SU ESPOSA Había una vez un pueblo completamente deshabitado. Una tarde de otoño llegó al pueblo un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces abrió la puerta una chica preciosa que llevaba unos pendientes de oro y una cadena de plata .El viajero le pregunto a ver si se podía quedar a vivir en su casa y la señora le contestó que sí, pero con una condición, que tenía que ayudar en las tareas y hacer la compra. Una noche cuando el viajero estaba intentando dormir se le ocurrió una idea: Preguntarle a la chica si quería casarse con él. A la mañana siguiente cuando el viajero se despertó lo primero que hizo fue preguntarle a la chica sí se quería casar con él y la chica orgullosa le contesto que sí. Al final se casaron y tuvieron dos hijos llamados Carlos y Ander

Arkaitz


LA HISTORIA FELIZ

Había una vez un pueblo completamente deshabitado. Un día de otoño, llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino .Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces, una señora le abrió la puerta y le dijo: -Hola señor, ¿necesita algo? - Si, me he equivocado de camino y no se por donde se va a Ciudad Real, ni tampoco donde estoy. La señora le dijo que él estaba en Asturias y que se podía quedar unos días con ella. Entonces, el señor aceptó lo que la señora le propuso. Pero el pueblo no estaba completamente deshabitado porque también vivían varias personas más. Eran 50 habitantes. Era halloween y unos niños le tocaron la puerta a la señora.


-Truco o trato. Dijeron los niños .La señora los capturó, pero no se dio cuenta de que el viajero le estaba observando. La señora metió a los niños en una despensa sin comida ni agua. Cuando el viajero, se dio cuenta de lo que la señora estaba haciendo decidió ir a por los niños. El viajero sacó al los niños de la despensa y se los entregó a sus padres. Al día siguiente el viajero no dudo en decirle una cosa: -He confiado en ti y me has defraudado. Como has podido hacer eso con los niños. ¿Estás loca? El viajero llamó a la policía y se llevaron a la señora a la cárcel. Pasó un año y el viajero decidió marcharse y seguir su ruta. Se fue feliz porque había salvado a unos niños. Y dejó su rastro en el suelo. Fue un salvador.


Irune

El libro del adiós Había una vez un pueblo abandonado en el medio de nada. Un viajero se equivocó de camino y llegó al pueblo abandonado. En el pueblo había muchas casas pero estaban deshabitadas. Una de las casas tenía una puerta chirriante y con el viento se cerraba y se abría haciendo un ruido muy molesto. El viajero sin pensárselo dos veces entró en la casa. Tocó la

puerta

pero

nadie

contestó. Abrió la puerta… y no paso nada y se adentró en la casa. La casa estaba polvorienta, llena con telarañas y todo estaba desordenado. El viajero inspeccionó la casa en busca de algo de comida, algo encontró, pero la comida estaba caducada de hace unos cuantos años. En el techo del segundo piso había una escotilla que llevaba a una sala secreta en lo alto de la casa. Cuando se encontraba al otro lado vio un


colección de libros en estanterías y uno encima de un escritorio en el centro de la estancia. El libro estaba polvoriento y no se veía la carátula. Le quitó el polvo pero en la carátula no se veía nada y se adentró leyendo el libro. En una de las hojas se veía con claridad “No pases la pagina o tu destino terminará aquí”. El viajero no hizo caso a lo que leyó creyendo que era una broma. Pasó a la siguiente hoja y el texto decía “Dos más dos veintidós y si no es así adiós”. El viajero terminó su etapa allí. Ten cuidado querido lector no te fíes de las casas abandonadas libros raros que en cualquiera podrás leer este texto Paul Uriarte


Un viaje inolvidable Había una vez un pueblo completamente deshabitado. Una tarde de otoño, llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña, y entonces una muchacha de ojos claros abrió la puerta. Muy amablemente le preguntó a ver como se llamaba y que le traía por allí. El viajero le dijo que su nombre era Xabier y que estaba un poco desorientado. Quería llegar a Cantabria, pero no sabía hacia dónde dirigirse. La muchacha se quedó paralizada, ¡era igual al sueño que había tenido, era el mismo hombre y hasta el mismo nombre!. Impresionada, contestó al hombre diciéndole que tenía un largo camino y le invitó a pasar la noche en su casa y a seguir el viaje al día siguiente. A la mañana siguiente, ella se ofreció a llevarle en su coche a su destino. Él muy agradecido aceptó. Viajaron juntos, y el sueño de la muchacha se hizo realidad casándose con él. Ane


Una historia muy rara Había una vez un pueblo completamente deshabitado que se llamaba el Valle De Los Elfos, aunque no tenía nada que ver con los elfos. Era un lugar alegre, bonito, divertido, donde los niños jugaban en el parque, donde los ancianos paseaban tranquilamente y todo el mundo vivía muy alegre. Una tarde, en otoño, llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña. Al abrir la puerta apareció una muchacha joven que era muy guapa y tenía pinta de ser muy agradable. Mientras que el viajero tenía el rostro pálido y parecía que le habían dado una paliza. Al abrir la puerta, el viajero: -¿Puedo quedarme esta noche a dormir, que en la calle hace mucho frío? La muchacha: - Sí, pero sólo esta noche. El viajero entró en la cabaña y se sentó en la mesa, mientras la muchacha le servía un plato de sopa de fideos. Pero lo que el viajero no sabía era que le había echado veneno de la serpiente más venenosa del mundo y que sólo tardaría en morir cinco minutos. Pasaron los cinco minutos y el viajero murió encima del plato de sopa que le había preparado la muchacha. La joven se rió con malicia y dijo: Ya le había advertido: “Sólo esta noche”.

Siempre que alguien entre en mi casa acabará muerto. Iker B.

POR UNA VIDA A TU LADO


Había una vez pueblo completamente deshabitado, viejo extraño... Una tarde, en otoño, llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la puerta de la primera cabaña, no había nadie. La primera cabaña parecía que ya la habían abandonado completamente, entonces fue a tocar la puerta de la segunda cabaña. Al tocar la puerta la abrió una joven y guapa señorita, por su aspecto parecía pobre, porque su ropa estaba rota. El al ver a la joven, se quedó sin palabras y ella se empezó a reír al ver la cara que se le había quedado. Al final consiguió hablar, y le preguntó: -Disculpe, ¿hay por aquí alguna cabina telefónica? -No, aquí no hay nada de eso- le respondió la joven.


-Y habría por aquí cerca alguna parada del autobús o algún aeropuerto? -Sí, pero tendrías que andar mucho, tendrías que ir por ese camino de allí, todo recto- le volvió a responder. -Vale, gracias! El joven tenía que irse pronto ya que dentro de unos días tenía una reunión en Los Ángeles, muy importante. Y si no salía ya, no iba a llegar en la vida, a pesar de que él estaba en Indochina. Pero, el problema no era solo eso, lo que pasaba era que nuestro joven Julio se había enamorado de la muchacha que le acababa de abrir la puerta.

Entonces

al

no

saber

qué

hacer,

todo

preocupado se sentó al lado de un árbol, y se puso a pensar y a darle vueltas a la cabeza. Pasaban las horas y el muchacho seguía ahí. Al final supo qué hacer, pero no sabía si hacerlo o no, pero él lo fue a intentar. Se puso delante de la puerta de la muchacha y lo que se supone que iba a pasar era que, Julio le iba a decir a la muchacha que aunque la acababa de ver y aunque no la conocía se había enamorado completamente de ella.


Pero no podía decírselo, no se atrevía, porque y si le mandaba a freír espárragos o si se empezaba a reír sin parar delante de su cara o y si... NO PODÍA! Pero justo cuando él estaba delante de la puerta

a

punto de irse, alguien abrió la puerta, era ella otra vez, pero él para no quedar como un tonto, le preguntó: -¿Cómo te llamas? -Mi nombre es Dorothy- le respondió ella. Y con mucho valor le dijo lo que no se atrevía a decirle y fue así: -Dorothy se que te acabo de conocer, pero ya me he enamorado completamente de ti y lo único que te quiero decir es que aunque no te conozca, sé cómo eres, y quiero llevarte conmigo a Los Ángeles, porque sin ti, yo no me voy a ir. Ella cerró la puerta, y el pobre muchacho, se puso a llorar de la tristeza, estaba muy disgustado. Nada más el joven ponerse a llorar se volvió a abrir la puerta y ahí estaba Dorothy con sus dos maletas en las manos dispuesta a irse a Los Ángeles! Al salir de casa Dorothy le preguntó a Julio: -Julio, ¿por qué lloras?


-Por alegría, por empezar una nueva vida a tu lado. Ella de la alegría le dio un abrazo. Al cabo de media hora, ya estaban preparados para despegar. Antes de despegar él le prometió una vida a su lado, y ella contestó que eso y mucho más. Resumiendo, estaban hechos uno para el otro, y al final del todo, todo el mundo acaba encontrando su alma gemela, espero que tú también encuentres la tuya. ESTO ES LO QUE SE LLAMA UN FINAL FELIZ IRATI

El pueblo abandonado


Había una vez un pueblo completamente deshabitado. Una tarde en otoño llegó un viajero que se había equivocado de camino. Llamo dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces abrió una hermosa mujer. Era alta, rubia y con ojos azules. El viajero impresionado por su belleza tartamudeando le preguntó: -¿Cómo te llamas? - Yo me llamo Sara ¿y tú? - Yo me llamo Miguel - Pasa- pasa le dijo la mujer - Muchas gracias El chico pasó y los dos se fueron a la sala: -¿No tienes ni hijos ni marido ni nada? -¿No soy la única de pueblo - A, lo siento y ¿qué les ha pasado a todos? - Se fueron El chico con un poca de vergüenza le dijo: - ¿Sabías que eres muy guapa? - En serio ¿crees que soy guapa? - Sí Al de 5 minutos más o menos los dos se besaron, y mucho tiempo después Sara y Miguel tuvieron 2 hijos llamados: Ainhoa y Andrés. Sara, Miguel, Ainhoa y Andrés vivieron juntos y felices en aquel pueblo abandonado.

Igor


EL PUEBLO MALDITO Había una vez un pueblo completamente deshabitado. Una tarde, en otoño, llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces al ver que no contestaba nadie entró. Fue a la cocina a coger un vaso de agua, y fue entonces cuando oyó un ruido detrás de él. El viajero se giró y vio reflejado en el espejo de la sala la silueta de una niña que le evitaba. Él decidió acercarse adonde la niña, pero cuando vio que la niña empezaba a levantar un cuchillo salió corriendo. Se metió en la segunda cabaña para protegerse. Estaba tan alterado que no vio que en el salón estaba repleto de cadáveres que estaban repletos de insectos, por todo el tiempo que llevaban ahí. De repente empezó a sonar una música lenta y todos los cadáveres empezaron a levantarse poco a poco. Al ver esto el asustado viajero decidió irse corriendo de ahí para no volver.

Iker


LAS REPENTINAS MUERTES EN EL PUEBLO ABANDONADO Había una vez un pueblo totalmente deshabitado, en el que todas las casas eran viejísimas. Una tarde de otoño, llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces se encontró con otro viajero en sus mismas condiciones. Decidieron pasar allí unos días comiendo la comida que llevaban en sus mochilas, cuando pasaron unos días y se les terminó la comida, decidieron ir en busca de aventuras para encontrar comida. Cuando pasaron unos años los dos viajeros tenían familia, uno de ellos tenía una mujer y cuatro hijos y el otro solamente había encontrado trabajo. Le comentó eso a su amigo y le dijo que él se encargaba de encontrarle una esposa con la que casarse y tener hijos. El viajero se quedó feliz. Pero al de dos meses seguía sin mujer y sin hijos y decidió ir a llamar a la puerta de su amigo para preguntarle lo que sucedía para que siguiese soltero. Cuando llamó a la puerta, no había nadie dentro pero la puerta estaba abierta y entró a fisgonear. Entró y escuchó un ruido extraño, decidió bajar al sótano para ver lo que hacía ruido pero cuando llegó a bajo, se dio cuenta de que se habían dejado la lavadora puesta y que podía ser que estuviesen en el mercado comprando. Decidió ir al mercado para mirar, pero cuando llegó allí, no había nadie y empezó a asustarse y a preocuparse. Decidió volver a la casa de su amigo para ver si habían vuelto, pero no había nadie y la puerta volvía a estar abierta. Volvió a entrar en la casa y otra vez se oía ese ruido. Bajó de nuevo al sótano y se encontró con el cadáver de uno de los hijos de su amigo. Al día siguiente pasó lo mismo y así hasta que murieron todos los hijos de su amigo. La mujer de su amigo, su amigo y él, decidieron investigar quién era el asesino pero repentinamente se apagaron todas las luces y la mujer de su amigo apareció muerta. Al cabo de un rato decidieron empezar a fabricar un plan lo antes posible pero cuando su amigo tuvo una idea , se volvieron a apagar las luces repentinamente y su amigo apareció muerto. Así que decidió que en cuanto tuviese una idea,


llevarla a cabo. Se le ocurrió una idea y con esa idea supo quién era el asesino, pero antes de que pudiese entregarlo a la policía se volvieron a apagar las luces y el señor murió.

Olatz


LA CABAÑA Y EL VIAJERO Había una vez un pueblo completamente deshabitado. Una tarde, en otoño, llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces le abrió la puerta un señor que parecía normal. Le invitaron a pasar a comer o beber algo y para que les explicara cómo llegó a esa cabaña maloliente. Al entrar vio un pasillo larguísimo, oscuro y en las paredes había cabezas, calaveras ensangrentadas y cosas extrañas. El dueño de la cabaña le invitó a tomar algo antes del aperitivo. Se sentó en una mesa que era como el pasillo, junto a él se sentaron cuatro personas que parecían zombis. Unos segundos después le sirvieron supuestamente agua pero en realidad era sangre. Unos minutos después le trajeron el aperitivo que eran como sesos y él alucinado lo tiró debajo de la mesa, entonces notó como una mano grasienta se lo devolvía al plato. Se asustó tanto que pidió permiso para irse a la habitación y así poder descansar. En realidad lo que quería era quedarse en la habitación hasta que se hiciera de día y poder escapar de esa extraña casa. A la mañana muy temprano se escapó y se fue a intentar coger el autobús. Gaizka


LA CASA ENCANTADA Había una vez un pueblecito llamado Bakio. Dos niños de once y doce años Carlos y Sergio. Iban paseando por el parque. Vieron una casa abandonada a lo lejos del parque y los niños fueron a ver que había en la casa abandonada. Eran las siete de la tarde el cielo empezó a oscurecer, pasaron por el bosque todo estaba en silencio cuando un ruido de un pájaro les dio un susto tremendo. Sergio dijo: -¡Qué ha sido eso! Carlos le contestó: -Eso solo ha sido un ruido de un pájaro, Sergio! Los dos siguieron andando hasta encontrar la casa. La puerta de la entrada estaba media rota cuando entraron a la casa se encontraron de todo: Ventanas rotas, cuadros rotos, puertas rotas y pintadas, etc. De repente escucharon un ruido tremendo del sótano y Carlos y Sergio se asustaron mogollón, entonces bajaron al sótano a ver que ocurria. Carlos y Sergio vieron que todo ese escándalo lo había armado un ratón enano que había sobre la mesa del sótano entonces volvieron a la primera planta por las escaleras de repente escucharon otra vez el mismo ruido del sótano entonces Carlos y Sergio se fueron rápidamente de la casa encantada y volvieron al parque y decidieron no volver más a la casa encantada.

Alenko


EL PUEBLO ABANDONADO Había una vez un pueblo completamente deshabitado. Estaba totalmente deshabitado cuando un día vino una bella dama que se quedó a vivir en ese pueblo. Una tarde, en otoño, llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces, la bella dama abrió la puerta. Totalmente asombrada, porque ahí no vivía nadie. El viajero cuando vio a la bella dama se quedó paralizado, por la belleza que veía delante de sus ojos, se enamoró de sus ojos, se enamoró de su pelo, se enamoró de su cuerpo. El viajero pensaba que aquella dama era un amor imposible para él, pero estaba totalmente equivocado. Para él el tiempo estaba paralizado y no podía hablar, cuando de su boca salió una pregunta: - ¿Vives sola? Ella le contestó que sí, y le ofreció entrar. Al entrar tomaron un café y hablaron. Surgió una chispa entre ellos dos, cuando entonces ella le besó, él asombrado, siguió. Cuando pasó más de un mes ella le pidió matrimonio y se casaron. Estuvieron muy felices ahí, completamente solos en aquella ciudad, pero al cabo de un año nacieron unas criaturas y desde entonces y más adelante, nunca más ese pueblo fue un pueblo abandonado. Haizea



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