El respeto te hace mejor. Carta de Fany Prieto

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LaOpinión DE MÁLAGA

18 | LUNES, 4 DE OCTUBRE DE 2021

Opinión

Metaverso: ¿el opio digital del pueblo? EN REDES

Enrique Benítez

Z

uckerberg, el patrón de la inquietante galaxia Facebook, que incluye a Instagram y otras muchas aplicaciones de uso masivo, ha anunciado que su compañía apuesta por el metaverso. Los medios de todo el mundo han recogido la noticia, que establece un plan para mantener el boyante negocio de su imperio, y

han investigado a fondo para ver de qué habla Zuckerberg cuando habla de metaverso. La palabra en cuestión se acuñó en 1992, hace menos de treinta años, en una novela escrita por Neal Stephenson, titulada ‘Snow Crash’, que poca gente parece haber leído y que fue publicada en castellano en 2017 por la editorial Gigamesh. Quien quiera hacerse

Precios imposibles LAS CUENTAS DE LA VIDA

Daniel Capó

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uropa ha sufrido, de forma más o menos consecutiva, el impacto de tres shocks económicos, con una gran tendencia de fondo: la globalización unida al despliegue de las nuevas tecnologías de la información. La primera crisis, que tuvo lugar entre 2008 y 2011, respondió al mix de las subprime y de la deuda soberana. La segunda -en 2020- fue nítidamente pandémica, forzó el confinamiento de la población, el cierre de las empresas y disparó el endeudamiento público hasta niveles difíciles de imaginar hace unas décadas. La tercera es consecuencia de las dos anteriores y se traduce en el

agresivo despertar de la inflación, que minará aún más la capacidad adquisitiva y los ahorros de los trabajadores. La primera ronda inflacionaria resulta ya perceptible en los precios disparados de la luz, los carburantes y el gas. No sólo se encarece la cesta de la compra, sino que empiezan a escasear determinados productos dependientes de las materias primas. Más grave aún –y nunca bien valorado– es el precio de la vivienda, seguramente la mayor inversión que realiza una persona a lo largo de su vida y la que abre de una forma más inmediata el acceso a las clases medias. Dicho de otro modo, sin propiedad –o

una idea cabal también puede recurrir a ‘Ready Player One’, la incomprendida película de Spielberg de 2018, que ahora, visto lo visto, podemos decir que volvió a ser un adelantado, un director con olfato. El metaverso supone una inmersión en una realidad virtual en la que tenemos otra vida. Hoy por hoy, para varias generaciones de adolescentes que han crecido en nuestros propios hogares, la vida es lo que acaece y transcurre online. La cultura de los videojuegos ha cambiado la forma de pensar y de divertirse de miles de millones de personas, que están dispuestas a canjear dinero real por dinero virtual para mejorar sus habilidades y disfrutar más de sus entretenimientos favoritos. Para este intercambio se utilizan las llamadas loot boxes, que el Parlamento británico parece dispuesto a regular, según un informe reciente de su servicio de estudios. La alternativa a una vida difícil y rutinaria

alquiler de calidad a precios asequibles– no existen las clases medias. Desde un punto de vista meramente financiero, en la España de hoy es preferible heredar una casa que disponer de un posgrado universitario. Con los salarios deprimidos desde hace décadas, ninguna subida por encima del IPC compensa el quebranto causado por la burbuja de la vivienda. Se dirá que es el resultado de años y años de mala asignación del capital público –¿por qué no se han construido más viviendas públicas de alquiler?–, de una legislación urbanística demasiado restrictiva –quizás haya que construir más en altura, especialmente en las ciudades–, de la concentración de las oportunidades laborales en muy pocas regiones llamadas de éxito y de unos tipos de interés negativos que alientan la especulación. Y de todo ello hay un poco, en efecto, aunque también confluyen más factores. A largo plazo, sin agresivas políticas públicas, sin un mejor marco urbanístico y sin fuertes mejoras salariales, no hay salida posible al cuello de botella de la vivienda. Una segunda consecuencia de la infla-

es el metaverso. Es el ocio del futuro, una realidad virtual y paralela en la que, con nuestro propio avatar, otro concepto que se puso de moda hace una década gracias al juego Second Life, podremos ser lo que queramos, gastando nuestro dinero en disfrutar de una maravillosa existencia irreal. Parece una bobada, pero un informe iluminador de 97 páginas de la consultora Wunderman Thomson ya afirma que la meta del metaverso no es otra que la de sustituir a Netflix o a la televisión, ya que los juegos, el gaming, ya lo está consiguiendo entre los más jóvenes. Nuestro futuro está enganchado al entretenimiento, al juego en línea, y Zuckerberg lo sabe y quiere hacer de esto el nuevo filón de su negocio. Una persona con formación marxista afirmaría que el metaverso puede llegar a ser el moderno opio virtual de la sociedad digital. Pero para la juventud smartphone, el pasado ni importa ni existe. Veremos.

ción -ya en el 4% en España- sería la subida de los tipos de interés en los bancos centrales, lo cual produciría efectos sísmicos en una sociedad hiperendeudada. Las autoridades monetarias intentarán evitar cualquier subida, a la espera de que la inflación se regule sola. Como siempre, el diablo se esconde en los detalles: lo que en dosis moderadas sería incluso bueno –ya que reduciría el peso de la deuda–, fuera de control puede alentar una nueva crisis económica. Ya se verá si llegamos o no a ese punto, pero mientras tanto la realidad pone en evidencia la erosión del poder adquisitivo de una población, que en su mayoría tiene difícil acceso al alquiler o a la propiedad inmobiliaria, cuenta con escasa capacidad de ahorro y se encuentra a menudo subempleada o pasa largas temporadas en el paro. Al final, la sucesión de shocks económicos explica en gran medida el malestar creciente de la ciudadanía y el retorno de los populismos. Más pronto que tarde habrá que encarar estos problemas, porque el tiempo juega en nuestra contra.

LECTORES EL RESPETO TE HACE MEJOR u Me llamo Fany y soy de Paraguay. Hace dieciséis años que vivo en España. En este tiempo he evolucionado: trabajé de interna, después fui camarera de piso, más tarde supervisora y desde hace unos meses subgobernanta en un hotel de Torremolinos. Vivo con mi hija de 19 años. Soy madre soltera y mi sueldo de maestra en una escuelita de Paraguay no alcanzaba para que mi niña y yo tuviéramos una casa independiente. Por eso pedí una excedencia y dejé Paraguarí, mi ciudad, buscando mejorar mi situación económica. Al principio vine sola y empecé a trabajar de interna, cuidando a personas mayores. Mi hija quedó a cargo de mi madre, hasta que la traje conmigo con 12 años. Recuerdo bien cuando era interna en Alhaurín de la Torre, me sentía como parte de la familia y aún hoy mantengo el contacto. Pero soy muy inquieta, tenía ganas de progresar, así que hice algunos cursos y envié currículos. A los tres años de vivir en España dejé el trabajo de interna y me decidí a buscar una casa en Fuengirola. Allí es donde conocí Málaga Acoge e hice un curso de camarera de piso. Fue un puente hacia adelante. Desde que terminé esta formación no paré

de trabajar hasta que llegó el confinamiento en marzo de 2020. Me he movido por muchos sitios de la costa: Torremolinos, Fuengirola, la Cala de Mijas.... Mi puesto actual de subgobernanta es de bastante responsabilidad. Coordino, reviso... trabajo mucho porque el hotel es grande. He llegado nueva y me he ganado a las compañeras porque como empecé siendo camarera de piso conozco bien lo duro del trabajo. Al llegar a España echaba mucho de menos ser maestra. Hoy día han mejorado bastante los sueldos en Paraguay, pero ya mi vida y la de mi hija están aquí. Incluso cuando he vuelto a visitar a mi familia me he sentido un poco desubicada en mi propio país. Desde que llegué he tratado de abrirme a la cultura de España donde hay gente de todas partes. En mis comienzos sentí algunas actitudes racistas, pero hice para que no me afectase mucho porque no todos no son así. Mi hija tiene amigos de distintas nacionalidades y yo la he educado para valorar la diversidad. En mi camino ha habido momentos difíciles en los que he querido tirar la toalla. Cuando traje a mi hija no tenía trabajo, lo pasé regular y Málaga Acoge siempre ha estado ahí, acompañándome en las buenas

y en las malas. También a mi hija, que participó de pequeña en las colonias de verano mientras yo trabajaba. Ahora a ella también la están apoyando en temas de empleo. Hizo un curso de atención sociosanitaria a personas dependientes y le gustaría estudiar un grado de emergencias sanitarias. Yo digo que la asociación es la madrina de mi niña. Estoy muy agradecida. En mis días libres, los miércoles y jueves, me gusta pasar tiempo con mi hija y aprovecho para ponerme al día con la casa. También salgo a caminar, cocino y, en verano, me gusta ir a la playa y desconectar. Frecuentemente hablamos con la familia en Paraguay, con mi padre y mis dos hermanos, a los que no veo desde hace tres años ya. Estoy contenta porque en el hotel me dijeron que cuentan conmigo hasta el año que viene. Ahora mi próximo objetivo es sacarme el carné de conducir. Poco a poco he ido avanzando hasta ser subgobernanta y desde mi nuevo puesto trato de ser una compañera más. Porque no te hace buen jefe el imponer y dar órdenes, sino el respeto, que es lo que hace mejor a las personas. Fany Prieto. FUENGIROLA

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