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MARTES, 12 DE JUNIO DE 2012 ●
Málaga hoy
Málaga LA CRÓNICA
Cristina Fernández / MÁLAGA
Jimmy vivió una de las peores experiencias de su vida en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Málaga. Este joven senegalés de 26añospasó39díasrecluidoeneste maltrecho edificio de Capuchinos. Cuenta que pasó frío, que sufrió los cortes de luz, la escasez de agua caliente y la mala calidad de la cama, de la comida y de unas dependencias que “se están cayendo”. También asegura que tuvo miedo. “Me sentí muy mal porque no soy un ladrón ni he hecho nada malo para estar ahí”. Como Jimmy, miles de personas llegadas a las costas andaluzas han pasado por estas instalaciones en sus 22 años de historia. Según datos del Ministerio del Interior, entre 2004 y 2009, años de especial avalancha de pateras, fueron recluidos hasta 17.000 sin papeles’. Después de tres incendios, del escándalo por el presunto abuso sexual de mujeres por parte de agentes de policía, de decenas de denuncias de organizaciones sociales y particulares y de la clausura de una parte de las instalaciones por daños estructurales, Interior, a través de la Dirección General de la Policía, ha ordenado el cierre del CIE de Málaga ante la “mala situación de sus infraestructuras”. Según informaron fuentes policiales, el CIE “no está en buenas condiciones” por lo que se va a proceder a su cierre, aunque todavía no se ha fijado una fecha. A partir de la clausura de las instalaciones, los inmigrantes en situación irregular serán derivados a los CIE de Algeciras y Madrid. Este es un cierre esperado para muchas organizaciones, como Andalucía Acoge, quien ha venido denunciando el “sangrante” caso del CIE de Málaga. “El problema que tenía este centro de internamiento era que no cumplía con las condiciones mínimas, era un atentado constante a la dignidad de la persona por la situación estructural del centro, no garantizaba la seguridad”, afirma José Luis Rodríguez, coordinador del equi-
Fin para dos décadas de internamiento “indigno” El Ministerio del Interior ordena el cierre del Centro de Extranjeros de Capuchinos ante “la mala situación de sus infraestructuras”
po jurídico de Andalucía Acoge. Según han denunciado reiteradamente las organizaciones estos internos, recluidos no por cometer delito sino por faltas administrativas, han sufrido “peores condiciones que en una cárcel”. José Luis Rodríguez explica que hasta 20 personas han compartido los dormitorios colectivos, “sin un armario para sus objetos personales”, sin funcionarios civiles especializados en custodia de personas. “Es un edificio insalubre, con humedades y falta ventilación, con calor en verano y frío en invierno, donde no se cumplían con los requisitos para prevención y extinción de incendios”, añade Rodríguez. En mayo de 1998 se produjo un incendio en el que 13 inmigrantes y un policía resultaron heridos. Meses después tuvo lugar otro siniestro con daños materiales. Sin
REACCIONES
Las ONG muestran su satisfacción ante el cierre del centro después de veinte años de lucha
Una de las protestas ante la puerta del Centro de Internamiento de Extranjeros de Málaga para pedir su cierre.
M. H.
Las personas que hay detrás de las cifras En 1994, cuatro años después de la puesta en marcha del CIE, 46 internos comenzaron una huelga de hambre en protesta por las condiciones del centro. Dos años más tarde ocurrió uno de los casos más destacados. El senegalés Lamen Mbatihe fue esposado, atado con cinta adhesiva y sujeto con una camisa de fuerza para ser expulsado a su país. Ya el año
anterior habían impedido las visitas continuadas de Málaga Acoge y otras organizaciones motivadas por las denuncias de abusos. En 2002 un ciudadano georgiano con problemas de ansiedad se suicidó. En 2005 lo hizo un colombiano a la espera de su repatriación. En 2008 se internó a una familia con una niña de cuatro años y a pesar de decir que eran de otro país fueron de-
portados por separado a Nigeria. Al año siguiente, una familia sudanesa con un bebé también fue expulsada a Nigeria. En 2010 una joven enferma de sida no recibió medicación durante dos días, según denunciaron las organizaciones sociales. Incluso una delegación del Parlamento Europeo que visitó el CIE alertó ya en 2008 de la higiene “deplorable” del centro.
embargo, en 1999 el hospital Carlos Haya tuvo que atender a cuatro personas intoxicados por inhalación de humo. El presidente de la Plataforma de Solidaridad con los Inmigrantes, Luis Pernía, se mostraba ayer desde Perú muy satisfecho con la decisión. “Han sido 20 años de lucha, su fundamento jurídico, humano y social no se sostiene”, comentó y pidió el cierre de todos los centros de este tipo. Aún en España se mantienen otros ocho. Tras los muros del antiguo cuartel se han vivido historias trágicas, entre ellas varios suicidios. Unas se han sufrido en silencio, otras saltaron a la prensa. En 2006 siete policías son relevados de sus funciones y puestos a disposición judicial ante las denuncias de agresión sexual por parte de 13 internas. Con una solicitud de penas de más de 25 años para los presuntos responsables, el juicio se celebrará en breve.