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C CULTURAS Y SOCIEDAD
Domingo 04.01.15 SUR
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Las bandas malagueñas recaudaron fondos para la asociación Málaga Acoge
Numeroso público familiar se congregó en el Muelle Uno para asistir al concierto solidario. :: MARI CARMEN SÁNCHEZ
Antes de ‘Frozen’ ya estaba el rock El concierto solidario de miembros de Airbag, Puño Americano & His Puñettes y Patada Voladora reúne a medio millar de padres y niños en Muelle Uno MÁLAGA. «Me conocen como Danu». Tiene el pelo rubio platino, el flequillo muy corto y los labios rojos. Luce gafas estilo años cincuenta, cinta de leopardo en el cabello y camisa de cuadros rojos y negros. A su lado, una pequeña cuyo nombre es Zoeh. Danu habla de rockabilly, trashabilly y psicobilly. En otras palabras quizás más claras, de rock and roll. Dice que siempre ha vivido la movida musical malagueña desde dentro, cuya mejor época asegura que fue la de los últimos años de los ochenta y principios de los noventa. «Ahora está resurgiendo», afirma tras recordar la época del bar Filo, aún abierto en calle Beatas, cuando llevaba zapatillas tórtolas con calcetines de líneas azules y rojas sobre los pantalones. A sus espaldas, un escenario en el que tocaban algunos miembros de Airbag, Puño Americano & His Puñettes y Patada Voladora, tres potentes bandas malagueñas distintas en cuanto a sonido pero unidas por una misma causa: recaudar fondos para la asociación independiente Málaga Acoge. Y por el rock and roll, claro está. Zoeh lleva la cara impoluta, a diferencia de otros niños que ayer por la mañana tenían la piel llena de rayos, estrellas, corazones y otros motivos rockeros que Carmen Pinazo y Robbina Simeoni, dos de las chicas de la organización del evento, pintaban desde las once y media, mientras los músicos hacían la prueba de sonido. Una hora después comenzó el miniconcierto, en todos los aspectos. Diez canciones en tan sólo media hora, «para que los pequeños no
ISABEL BELLIDO
se cansen», según dijo Dani, gerente del Drunk’o’Rama y líder de Puño Americano & His Puñettes, formación en la que combina la tabla de lavar con la voz y el saxofón. «¡Los niños de pie, ya tendréis tiempo de sentaros cuando seáis viejos como vuestros padres!», gritó el ‘alma mater’ de Puño Americano, fiel a su estilo gamberro. Adolfo, Pepillo (Airbag), Perico (Patada Voladora), Mario (Puño Americano & His Puñettes y Patada Voladora), Jose, Dani, Irene y Rocío (Puño Americano & His Puñettes) fueron los miembros de la
super banda formada para la solidaria ocasión, una idea que llevaba algunos años rondando sus cabezas. El concierto arrancó al ritmo de ‘California Sun’ y de ‘Despeinada’. El semicírculo de espacio libre que quedaba frente al escenario antes de que comenzara el concierto desapareció por completo, pues niños y padres saltaron y bailaron, los más pequeños en las primeras filas, muy cerca del escenario, al que algunos intrépidos incluso se atrevieron a subir. «¡Por cada moneda en la hucha del cerdito, un puñado de confeti!», gritó Pepillo, por lo que los papelillos de colores no tardaron en volar por el Muelle Uno. El breve repertorio del recital fue también un repaso por varios de los estilos que ha generado el rock and roll a través de los tiempos. «Ahora hay que bailar un baile muy especial: el twist», decía Pepillo. «Lo bailaban
vuestros abuelos, y gracias a ellos estáis aquí en el mundo». «Después llegó una cosa llamada pogo, lo inventaron los punks, pero de eso hablaremos luego…», añadió. De esta didáctica manera, siguió el pop-punk suave de Blink 182 y su pegadiza ‘All the small things’, ‘La Plaga’ de Los Teen Tops, ‘Bule Bule’ de los Rockin’ Devils o el ska de ‘Monkey Man’ de The Maytals, clásicos «escogidos para que gusten a los niños», afirmó Dani. Para ellos es la música que papá y mamá ponen en el coche, la que suena de vez en cuando en lugar de la banda sonora de ‘Frozen’, el último éxito de Disney. Maribel Ballesta, madre de Mar (de nueve años) enumera algunos de estos grupos que se cuelan a veces en los oídos de su hija: Airbag, Anni B Sweet, Lori Meyers, Los Enemigos, Los Amigos Invisibles… «A él le gusta ‘It’s you’ de One
Direction», dice Clara, de 9 años, sobre su hermano Rafa, de 8. Hay cosas contra las que no se puede combatir. Es lo que parece decir la sonrisa torcida de Rafael Uceda, músico y padre de los niños. Danu, madre de Zoeh, dice que la iniciativa le parece «genial». «El rock es gamberreo muy sano, ¿qué padre no ha bailado con rock and roll alguna vez?», se pregunta. Por su parte, Antonio García y María José Girón, padres de Yago y Carolina (de 4 y 3tres años, respectivamente) se quejan de que, aunque ellos son asiduos de ciertos festivales, «no hay oportunidades para llevar a los niños a los conciertos», reclamación a la que se suma Rafael Uceda, que opina que el concierto ha sido una iniciativa que fomenta «el amor por la música». Tomás Narbona acudió al concierto por ambas causas, la solidaria y la musical. Aunque le gusta la música en directo, los cuatro años de su hijo Tristán impiden que puedan asistir juntos a los conciertos. A él le pone «de todo»: «Desde los payasos hasta Luz Casal y Raphael», explica. El concierto benéfico organizado por la sala Velvet y por el bar Drunk’O’Rama fue todo un éxito. De hecho, la cita iba a tener lugar en un principio en la sala Velvet, pero la gran expectación y demanda que causó esta iniciativa hizo que el escenario se trasladara a Muelle Uno, gracias a la colaboración del estudio creativo La Madre de los Beatles y a la banda Les Tympans, que cedieron una hora de su repertorio a la causa, pues tocaron justo después del concierto solidario para niños. Así, Dani asegura que tras los varios centenares de personas que acudieron a la llamada del rock, el concierto volverá a celebrarse el año que viene y, aunque bien le gustaría organizarlo más a menudo, reitera que «no hay facilidades para hacer música en directo».
CONCIERTO DE AÑO NUEVO CON JOHANN STRAUSS La Strauss Festival Orchestra fue ayer la protagonista del concierto de año nuevo en el Teatro Cervantes. Con una selección de valses, polcas y marchas de Johann Strauss, esta orquesta con más de 25 años de experiencia deleitó a los melómanos malagueños con un programa concebido a imagen y semejanza del concierto que cada año se celebra en Viena. La actuación contó además con la presencia de la Strauss Festival Dance Ensemble, que con sus coreografías ilustró las piezas del maestro austríaco, entre las que no faltó el clásico ‘Danubio azul’.
:: MARI CARMEN SÁNCHEZ