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Lunes 10 de Agosto de 2015 | MÁLAGA HOY
VIVIR VERANO VIVIR VERANO SOLIDARIDAD ◗ UNA LABOR QUE NO TIENE PRECI0
“Llevo a gala la labor de los voluntarios”
REPORTAJE FOTOGRÁTICO : PABLO MIRALLES
Solidarios durante todos los días del año ● La provincia de Málaga tiene un gran número de voluntarios que sirven a una comunidad o
al medio ambiente de forma libre y desinteresada, independientemente de la época que sea Pablo Miralles MÁLAGA
“Ser voluntario es, en cuatro palabras: amar a fondo perdido”. Así se define Luis Pernía, colaborador de la asociación ASPA, la más antigua de Málaga en lo que a instituciones solidarias respecta. La organización reúne un colectivo de actividades desinteresadas con el fin de atender al prójimo más necesitado y construir un mundo más humano y solidario. Su misión principal es la cooperación internacional en países subdesarrollados. Como Luis, hay miles de voluntarios ejerciendo en Málaga y como ASPA, existen cientos de instituciones solidarias. Todos ellos comparten una única motivación: ayudar de alguna forma a otros seres necesitados sin ningún ánimo de lucro, privándose de algunos momentos de su tiempo libre para realizarlas. “El voluntariado es otra forma de ver la vida, una cuestión de ideología. Va más allá del salario o de disfrutar del verano”, explica Germán Torrecillas, voluntario en Málaga Acoge.
“Descubro las ganas de vivir de otras personas” Luis Pernía ha pasado varios veranos en África con la asociación ASPA en campamentos de personas necesitadas y también en misiones sanitarias. Actualmente, su edad no le permite realizar estas expediciones aunque continúa ejerciendo de voluntario en Málaga: “Desde aquí, ayudamos a los inmigrantes y además hacemos miles de actividades solidarias. La última fue zapatos rojos contra la violencia de género. Amo mi labor porque comparto el mundo, la cultura y las ganas de vivir de estas personas”.
Carmen Salazar empezó como voluntaria en CUDECA, cuando se abrió la primera tienda benéfica, en Arroyo de la Miel. “Ahora vengo dos veces en semana, sea verano o invierno. Empezamos siendo un grupo de amigos que vendíamos pertenencias nuestras, ahora hay muchísimos voluntarios entre las 14 tiendas. nos hemos convertido en una gran familia”, confiesa Carmen, que asegura que lo mas motivador para ejercer de voluntario es el agradecimiento de las familias de los pacientes y el apoyo de los suyos. “Al ser un trabajo que no aporta dinero en casa, es mi marido el que se hace cargo. Además, tengo una hija adoptada con parálisis cerebral y el ofrecimiento de toda mi familia es brutal”, explica. A lo que añade: “Llevo a gala nuestra labor, pero más aún a los que están en nuestro hospital día a día con los pacientes”.
Mientras, en una de las 14 tiendas que CUDECA (Cuidados de cáncer) tiene repartidas en la provincia, Carmen Salazar explica cómo es el funcionamiento, “vendemos productos artesanos, algunos que fueron de nuestra pertenencia, o que la gente trae para que los pongamos en venta”, los beneficios que recogidos van destinados a su hospital ubicado en Arroyo de la Miel utilizado para pacientes terminales. En ese momento uno de los clientes habituales entra en la tienda y regala cortésmente una ristra de chorizo para la asociación. “Damos la opción a que todo el mundo pueda sentirse un poco voluntario”, dice la tendera. En algunas ocasiones, este sector acusa la carencia de algún respaldo por parte de otras instituciones o del Estado ya que se ven ejerciendo labores de mucho peso sin apoyo alguno. “El estado está cargando a las ONG con unas labores que deberían de hacer ellos y poco a poco nos convertimos en los únicos organismos que las realizan”, confiesa Torrecillas, que concluye diciendo que “nosotros los hacemos encantados pero en muchas ocasiones no damos a basto con todas las peticiones que se nos hace”. Cuidados paliativos, acogida de inmigrantes, auxiliar animales dañados, ofrecer comida o atención médica, son las labores que Luis, Carmen, Germán, Teresa o Juan Jesús realizan, que junto con un sinfín de malagueños dedican su tiempo a ayudar a los demás mientras la inmensa mayoría disfruta del verano.