SÁBADO, 11 DE MAYO DE 2019 11
LaOpinión DE MÁLAGA
Málaga Málaga Solidaria Aussama Makhlouf
EL FUTURO ES MÍO
E
staba seguro de lanzarme al cruzar El Estrecho a pesar de los riesgos que iba a correr. Llevaba conmigo una bolsa con mi ropa y mi teléfono. Nos reunimos en la Lonja de Ceuta donde se encontraba nuestra patera, de apenas cuatro metros. Pagué por la travesía mil euros y mi bicicleta. Salimos a las dos y media de la madrugada. El piloto co-
nocía el mar, pero no sabía hacia donde tenía que dirigirse. Yo le ayudaba como copiloto. El peor momento del viaje ocurrió cuando estuvimos a punto de chocar contra un inmenso carguero portacontenedores. A poca distancia de la costa, apenas unos kilómetros, se apagó el motor. Aunque conseguimos arrancarlo, poco después dejó de funcionar definitivamente. Nos amaneció cerca de Gibraltar. Las corrientes eran fuertes. La mayoría de los que viajaban conmigo estaban mareados. Un chico vomitaba sangre, mientras otro no paraba de sacar agua del fondo de la patera. Yo me mantenía frío. No pensaba en nada: se trataba de cruzar o morir. Ya muy cerca de Gibraltar, las olas crecían a pesar de ser verano. Cuando por fin se calmó el mar, la corriente no dejaba de empujarnos. Poco a poco conseguimos llegar a La Línea.
Le dimos la vuelta a la patera y la empujamos al mar. Salimos todos corriendo y cruzamos la carretera. Empezaba a sentirme como un ser humano libre que se la ha jugado por su libertad. Conmigo se quedaron dos. Uno de ellos tenía un familiar en Madrid que vendría a recogerle a Málaga. En La Línea cogimos un taxi a Estepona y, desde allí fuimos a Málaga en autobús. Le pagué el viaje a uno de ellos. Al llegar, su hermano nos recogió a los dos y me devolvió lo que le había prestado, además de darme una generosa propina. Mi nombre es Aussama y tengo años. Vivo en Málaga y hace diez meses que llegué en una patera a La Línea. Fue la tercera vez que crucé El Estrecho. Las dos primeras lo hice de niño. Solo. Primero con años, escondido en un camión; después con , y me devolvieron a Marruecos. Nací en Tetuán, en un barrio con muchos
conflictos en el que la gente sufría. En Marruecos no había futuro para mí. Me sentía encerrado entre cuatro muros, prisionero en mi propio país. Antes de este último viaje trabajé en Ceuta con mi padre, ahorrando y aprovechando el tiempo, con la idea de que llegaría un día en que intentaría regresar a la Málaga que conocí de niño. Por fin me llamó un amigo y junto con once personas más, nos embarcamos en una patera. Desde que llegué estoy muy contento. Estar en Málaga es lo mejor que me ha pasado. Soy otra persona. Estoy haciendo lo que quería: estudiar y trabajar, tratar de ser feliz. Lo que intento es buscar una mejora, dejar atrás un mal pasado, porque mi país no me da lo que realmente quiero. Ha sido un gran sacrificio, en ocasiones cuestión de vida o muerte, pero estoy aquí.
Una luchadora incansable en busca de un tratamiento para vencer el cáncer
Carolina lo tiene claro: «No me voy a rendir y si hay algún tratamiento que se adapte a mí, quiero que experimenten conmigo»
Esta malagueña enferma de cáncer pide
ayuda para superar su enfermedad, aunque tengan que probar ensayos clínicos con ella ROCÍO MORÓN MÁLAGA
«No me pienso rendir hasta que se agoten todas las opciones», ha sido una de las lecciones de vida que Carolina Cerezo, una malagueña de años enferma de cáncer, escribió este pasado lunes siete de mayo en una carta a la directora enviada al diario El País. En ella, busca alguna vía que le permita superar el cáncer, aunque eso conlleve experimentar con ella los ensayos clínicos. Desde octubre de , momento en el que le diagnosticaron un tipo raro de cáncer del que hasta hoy, sólo se han registrado cuarenta casos en todo el mundo, no ha parado de luchar de forma incansable contra su enfermedad
buscando tratamientos que le ayuden a superarla y a poder decir de forma definitiva que está curada. «Hace ya dos años que esta enfermedad me pilló por sorpresa, acudí al médico con unos dolores en los ovarios y salí de él con un tumor canceroso en la zona del colón», explica Carolina. Meses después de someterse a una primera operación en la que «supuestamente» los médicos que la intervinieron habían limpiado todo rastro del tumor, esta malagueña volvió a recaer y su cuerpo volvió de nuevo a reproducir el cáncer. En ese momento, Carolina toma consciencia de la realidad que estaba viviendo y de la enfermedad que sufría. Junto a
Carolina Cerezo, enferma de cáncer que pide ayuda . LA OPINIÓN
esta recaída tuvo que enfrentarse a una cirugía radical con la que perdió partes tanto de su aparato digestivo como reproductor. A esta operación, se le sumó la mala noticia de que su tumor no era uno cualquiera, sino que sufría un subtipo de sarcoma que sólo se reproduce entre los jóvenes y del que los profesionales médicos sólo tienen constancia de una decena de casos en todo el mundo. A pesar de que todavía no existe un tratamiento eficaz contra su enfermedad, sí se sabe algo, y es que se trata de un tumor que además, es resistente tanto a los tra-
tamientos habituales de radioterapia como a los de quimioterapia. Así que su solución alternativa y provisional ha sido y lo están siendo las pastillas de quimioterapia. El hecho de que Carolina comparta mutación genética con los enfermos de cáncer de pulmón, ello le ha permitido acceder a los medicamentos que se utilizan en esos casos. «Tras una primera etapa en la que tomé pastillas y parecía que todo desaparecía, dejaron de tener efecto sobre mi y he tenido que volver a otro nuevo tratamiento con medicamentos de úl-
Investigadores demuestran que la combinación de dos bacterias mejora la salud de las plantas L. O. MÁLAGA
Investigadores del Laboratorio BacBio de la Universidad de Málaga (UMA) han demostrado por primera vez que la combinación de las bacterias ‘Bacillus subtilis’ y ‘Pseudomonas’ puede mejorar la salud de las plantas. Este hallazgo ha sido publicado por la revista científica Nature Communication, ya que eviden-
cia el papel protector de estas dos bacterias cuando se encuentran en un mismo espacio. Así, el profesor del Departamento de Microbiología Diego Romero, investigador principal de BacBio, ha indicado que ya se conocía que algunas bacterias, por separado, contribuían a la mejora de algunos vegetales, por ejemplo, a su crecimiento. «Con este
trabajo, hemos dado un paso más, comprobando que mezclándolas pueden tener aún mayores beneficios». En este sentido, el experto explica que hasta ahora se pensaba que ambas bacterias se excluían, por lo que este estudio evidencia no sólo que pueden vivir juntas, también como su utilización conjunta de forma combinada poten-
cia sus efectos positivos para la planta, informó la UMA en un comunicado. «Las aplicaciones son infinitas. Más allá del impulso a la agricultura sostenible a partir de la reducción de fertilizantes, estos resultados pueden tener impacto en cualquier área de investigación, como la resistencia a antibióticos», subrayó Romero. El investigador Carlos Molina-
tima generación», señala tras ser atendida por su médico en el Hospital Virgen de Rocío de Sevilla, donde actualmente se encuentra bajo la supervisión de especialistas y oncólogos, atención que recibe junto a profesionales del centro sanitario de Virgen de la Victoria de Málaga. Carolina lo tiene claro: «No me voy a rendir y si hay algún tratamiento que se adapte a mi, quiero que experimenten conmigo». Esto es lo que también refleja en su carta. «Yo quiero que prueben conmigo. Busco alguna vía que me permita seguir disfrutando de la vida. Sé que mi cura está ahí fuera. No me pienso rendir hasta que se agoten todas las opciones». Mientras continúa con un nuevo tratamiento, Carolina busca salidas y pide ayuda a los centros de investigación y especialistas a la espera de que pueda formar parte de algún ensayo clínico que le permita decir adiós al cáncer. Santiago es el autor principal de este artículo, en el que ha participado una decena de miembros del Laboratorio y que, además, ha contado con la colaboración de grupos de investigación de la Universidad de Burdeos, de la Universidad de San Diego (EEUU), además del Doctor John R. Pearson, de Bionand. El estudio ha sido financiado con fondos europeos de la ERC-Starting Grant, que promueven proyectos de investigación de máxima calidad. El Laboratorio BAcBIO está ubicado en el edificio de Bioinnovación de la UMA.