Malavida 4: Cuentos de hoy, ayer y siempre

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eL MAGO DE ROZ ÉRASE UNA VEZ, UNOS AUTORES

QUE EXTRAÑAMENTE, NO SE ENCONTRARON EN EL BAR LOBO FEROZ CONOCIERON A UN TIPO MUY PELUDO QUE SE PASEABA SIN PANTALONES Y CON UNA CAMISETA DE BARÓN ROJO MATA-R RATAS VS POKEMON Y UN BICHO AMARILLO QUE HABÍA METIDO EL RABO EN UN ENCHUFE KAROLINO Y SE FUERON A VISITAR A TRES TÍOS CERDOS LAS VIRTUDES DE LA SINCERIDAD PARA CONTARLES CUENTOS DE DUDOSA MORALIDAD LOBO FEROZ HASTA QUE EL TÍO DE LOS PELOS INTENTÓ VIOLAR A UNA CRÍA PETARDA VESTIDA DE ROJO ANGELITO y VINO UN ENANO CALVO DANDO SALTOS EN UNA CESTA DE MIMBRE

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LA VERDADERA HISTORIA DE CAPERUCITA ROJA Y LA NIÑA RESULTÓ SER UN PELMAZO LOBO FEROZ ASÍ QUE EL PELOS SALIÓ PITAN-

DO DE ALLÍ Y EN EL CAMINO ATROPELLÓ A mIGUEL aNGEL, QUE SE PASÓ TRES MESES EN EL HOSPITAL MONEGROS aL MENOS, ÉSA ES LA HISTORIA QUE NOS HA CONTADO COMO EXCUSA PARA ENTREGAR SUS PÁGINAS CON TRES MESES DE RETRASO

MALAVIDA Nº 4 - OCTUBRE 2000, ZARAGOZA EDITORIAL CORNOQUE DEP. LEGAL : Z-3842-99 © TODOS LOS PERSONAJES SON PROPIEDAD DE SUS AUTORES. IMPRESO EN ESPAÑA. Printed in Spain. MALAVIDA es una revista de periodicidad veteasabermestral, publicada por EDITORIAL CORNOQUE. Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de la revista, ya sea mecánica o electronicamente, o como salga de las narices. Aquel que no cumpla estas normas será perseguido, acosado y acorralado hasta la extenuación por Helmut y su pandilla, y en caso extremo por el pelmazo. Los personajes y situaciones que aparecen en esta revista son ficticios (presuntamente), y cualquier parecido con la cruda realidad es pura coincidencia, sí señor. Los editores no nos hacemos responsables de ninguna opinión, ni siquiera de la nuestra.


VIVIENDO DEL CUENTO... ...Y PENSARÁS TÚ, estimado lector, que cómo a las puertas del siglo XXI, cuando lo que esta de moda son los video-juegos sangrientos, las películas de dibujos porno japonesas o los concursos de tv basura, unos tipos modernos como nosotros en pleno uso de sus facultades (¿qué facultades, la de medicina, la de ciencias?) decidimos sacar, a modo de homenaje, un tebeo de cuentos infantiles. Pues por varias razones, una porque no se nos ocurría otro argumento mejor, otra porque teníamos algunas historietas viejas y como no coincidían en el argumento las agrupamos en este especial sobre cuentos ¡aquí todo cabe ! Otra razón de gran importancia es que, a pesar de todo lo dicho anteriormente es que tenemos la total seguridad de que los cuentos están tan de moda hoy en día como hace dos o tres siglos y lo seguirán estando siempre, sino a estos ejemplo me remito: ¿De que manera justificas a tu novia el detalle de llegar dos horas y media tarde y sin dinero a la cita de un sábado por la tarde a causa de una desastrosa e interminable partida de guiñote con los amigos? ¿Qué le cuentas a tu padre cuando vuelve a casa con la cara desencajada por la rabia y el odio, debido a una extrañas rayas en el lateral de su coche y a la inexplicable desaparición del retrovisor del mismo lado? ¿Cómo te justificas ante tu jefe cuando él no tiene ni la menor idea de donde están esos fundamentales informes que tendría que tener en su mesa desde hace más de quince días? Todas estas preguntas tienen una idéntica respuesta, recurres a un hermoso cuento ¿o no? Pero la verdadera razón de este especial es desvelar y dar respuestas a las enormes dudas que desde nuestra niñez nos acosan y que tienen como protagonistas los cuentos que nuestros padres y abuelos nos contaban mientras nos arropaban en el catre. Vamos con unas cuantas, aunque seguro que conoces muchas más: ¿Por qué los enanitos de Blancanieves marchaban a trabajar, durante todo el día, entre silbidos y canciones al mas puro estilo Antonio Molina en “Soy minero”? ¿Qué tipo de convenio laboral les obligaba a trabajar más de dieciséis horas diarias? ¿Por qué eran solterones todos? ¿Quizás formaban algún tipo de club gay? ¿Cómo es posible que el camisón de una ancianita le valiese al Lobo Feroz? ¿Cómo pudo un simple camisón y una simple sábana hacer que una

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linda muchachita de caperuza roja (escondía esto algún símbolo de carácter político) no supiera distinguir entre su abuelita y un lobo? ¿Es que acaso el camisón actuaba de igual modo que las gafas que Clart Kent usa para esconder su verdadera personalidad? ¿Qué sentimientos necrófilos hicieron que el príncipe besase a la Bella Durmiente? ¿Era el príncipe azul descendiente de algún pitufo? ¿Por qué Pulgarcito, con el hambre que pasaban él y sus hermanos, se dedica a ir dejando miguitas por todo el bosque? ¿No le habría sido más efectivo ponerse un bocadillo? Todo esto hace referencia los “personajes clásicos”, pero los modernos también nos plantean serias dudas. Vamos con las más clásicas: ¿Por qué el erizo Espinete era rosa? ¿Por qué iba todo el día como su madre lo trajo al mundo, y para dormir se ponía pijama e ir a la piscina usaba bañador? Los pitufos tenían a Papa Pitufo, ¿qué pasó con la Mama Pitufo? ¿Dejo abandonado a su marido tras parir mas que una coneja? ¿y la pitufina? ¿por qué se arregla tanto si luego no se enrolla con ninguno? ¿Cómo puede Marco, un niño de unos seis años, ir por el mundo buscando el sólo a su madre? ¿Por que su madre y su padre lo abandonan? ¿Igual porque siempre está con el mono? ¿Será él la semilla del diablo? Y de Heidi, qué contar. ¿Cómo puede una minusválida en silla de ruedas ir por mitad de los empinados Alpes? ¿Por qué el agüelo no tiene jubilación? Walt Disney, a pesar de sus geniales dibujos se queda un poco corto de ideas, Mickey es un ratón, Donalt un pato, Pluto un perro (¿de que tamaño será su dueño?) y Goofy… ¿pero qué coño es Goofy?. ¿Por qué no salen nunca ni los padres de los sobrinos de Donald, ni los familiares de Minnie o Daisy? ¿Has pensado de quién es Cocoliso? Quizás en un desliz de juventud Olivia pecó con Brutus a espaldas de Popeye. ¿No se mosquea Popeye de todo esto? Todas estas y más dudas se intentarán resolver en el especial que tienes en tus manos. A lo mejor alguna se queda sin solución, pero ya se sabe que todo en esta vida no se puede tener... ¡Basta ya de cuentos y vamos a lo importante! Pero antes de pasar la página, como se dice siempre: Érase una vez...

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eñores, déjenme que les cuente un cuento. Rebuscando en el baúl de los recuerdos me encontré con una cesta de singular aspecto, como las que antaño guardaban a los niños muy pequeños de los peligros del exterior. Preguntándole a mi abuelo, éste me dijo que dicha cesta perteneció a un primo lejano mío, llamado Angelito, hijo de un tal Vázquez, ya fallecido. se Vázquez fue padre a su vez de una curiosa colección de monstruitos: Anacleto, Feliciano, La Abuelita Paz, Las Hermanas Gilda, y muchos otros, que vivieron desgraciados y continuamente humillados, tratados sin ningún respeto por el dichoso Vázquez (el cual poseía el dudoso honor de ser pintamonas y chistoso a partes iguales). reo que me voy por los cerros de Úbeda, y les estaba hablando de Angelito, un niño muy espabilado para su edad, siempre con un “gu” en su boca en respuesta a cualquier dilema. Un muchacho sin una idea buena, un capullín, vamos. Sin más armas que su mala leche, fue capaz de enfrentarse a todo tipo de villanos, ladrones, gamberros de barrio y macarrillas de futbolín que poblaban sus páginas, intentando en vano gastarle alguna broma pesada al ¿tierno? infante que era nuestro héroe. Fue el eterno bebé mucho antes que la de los Simpson (estos jodidos yanquis, siempre robándonos las ideas), que nunca creció ni se adaptó a los tiempos; el predilecto de la familia, querido y odiado, aún cuando desapareció al derrumbarse el edificio Bruguera, en el que vivía. ún hoy, observando las esquinas, me imagino que retorna dando saltitos dentro de su cesta y diciendo “¡gu!”, pero no es más que un sueño. olorín, colorado, el cuento se acabó hace mucho tiempo...

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linda muchachita de caperuza roja (escondía esto algún símbolo de carácter político) no supiera distinguir entre su abuelita y un lobo? ¿Es que acaso el camisón actuaba de igual modo que las gafas que Clart Kent usa para esconder su verdadera personalidad? ¿Qué sentimientos necrófilos hicieron que el príncipe besase a la Bella Durmiente? ¿Era el príncipe azul descendiente de algún pitufo? ¿Por qué Pulgarcito, con el hambre que pasaban él y sus hermanos, se dedica a ir dejando miguitas por todo el bosque? ¿No le habría sido más efectivo ponerse un bocadillo? Todo esto hace referencia los “personajes clásicos”, pero los modernos también nos plantean serias dudas. Vamos con las más clásicas: ¿Por qué el erizo Espinete era rosa? ¿Por qué iba todo el día como su madre lo trajo al mundo, y para dormir se ponía pijama e ir a la piscina usaba bañador? Los pitufos tenían a Papa Pitufo, ¿qué pasó con la Mama Pitufo? ¿Dejo abandonado a su marido tras parir mas que una coneja? ¿y la pitufina? ¿por qué se arregla tanto si luego no se enrolla con ninguno? ¿Cómo puede Marco, un niño de unos seis años, ir por el mundo buscando el sólo a su madre? ¿Por que su madre y su padre lo abandonan? ¿Igual porque siempre está con el mono? ¿Será él la semilla del diablo? Y de Heidi, qué contar. ¿Cómo puede una minusválida en silla de ruedas ir por mitad de los empinados Alpes? ¿Por qué el agüelo no tiene jubilación? Walt Disney, a pesar de sus geniales dibujos se queda un poco corto de ideas, Mickey es un ratón, Donalt un pato, Pluto un perro (¿de que tamaño será su dueño?) y Goofy… ¿pero qué coño es Goofy?. ¿Por qué no salen nunca ni los padres de los sobrinos de Donald, ni los familiares de Minnie o Daisy? ¿Has pensado de quién es Cocoliso? Quizás en un desliz de juventud Olivia pecó con Brutus a espaldas de Popeye. ¿No se mosquea Popeye de todo esto? Todas estas y más dudas se intentarán resolver en el especial que tienes en tus manos. A lo mejor alguna se queda sin solución, pero ya se sabe que todo en esta vida no se puede tener... ¡Basta ya de cuentos y vamos a lo importante! Pero antes de pasar la página, como se dice siempre: Érase una vez...

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