f e n Soemg er en go a c i o n
Índice Presentación Metodología Objetivos 1. S e g r e g a c i ó n 1.1
El término
1.2
Factores e incidencias
1.3
Repercusiones negativas
2.1
Antecedentes generales
2. M a i p ú
Conclusiónes Bibliografía
2.2
Crecimiento y Desarrollo
2.3
Instrumentos de planificación
2.4
La segregación en Maipú
Presentación
Objetivo
Metodología
El tema de la segregación siempre ha sido sinónimo de algo malo, pero es necesario entender que lejos de esto, la segregación es una forma natural de organización, en la naturaleza y en nuestra propia sociedad. Acumularse, segregarse, concentrarse, invadir y suceder; son las formas naturales en que una comunidad se distribuye en un determinado tiempo y espacio, enfrentándose al medio de manera conjunta, buscando un beneficio propio mediante la colaboración. Este sistema de relaciones juega un vital papel en el desarrollo de una sociedad, donde los caracteres de cada individuo generan una necesidad y beneficio para el resto de los integrantes.
El presente informe tiene por tratar el tema de la segregación. Entendiéndolo como un proceso casi natural de organización de la ciudad, en donde hay diferentes factores que actúan para que se produzca, como la identidad el factor económico, origen, la cultura, etc. Además de hacer un análisis crítico y empírico de las actuales herramientas de planificación.
Para tratar el tema de la segregación explicaremos en primer lugar que es la segregación en si, el como se va produciendo naturalmente al organizarse la ciudad y cuando esta empieza a ser un problema.
Pero más allá de las definiciones que pueden resultar engorrosamente confusas, la segregación es parte integral de una comunidad, y como tal, es posible que mediante la transformación de otros factores o la negación de la reciprocidad en torno al beneficio propio, se vuelva un agente, desorganizador de la ciudad, en cuanto desestructura la heterogeneidad de la ciudad y excluye definitivamente a elementos antes inmersos.
A través del caso de Maipú, se pretende extraer un diagnóstico que permita demostrar en una comuna paradigmática del desarrollo acelerado y en extensión, cómo la normativa vigente, no es capaz de regular efectivamente el espacio urbano, de tal manera de permitir o incentivar una mejora en la calidad de vida, generando un ambiente favorable para una convivencia comunitaria, que trascienda lo cotidiano y lo meramente funcional.
Luego de entender la segregación en si como algo “no malo” empezaremos a ahondar el los factores que producen una segregación negativa, como problemas económicos, falta de legislación, voluntad, etc., entendiéndola como una globalidad desde la perspectiva sistémica. Finalmente y respondiendo al encargo, se puntualizara en un lugar especifico de la ciudad de santiago, en este caso Maipú, con el fin de analizar mas en profundidad y con un ejemplo tangible, el como se produce la segregación y las políticas locales reales con que se esta tratando la problemática; con el fin de generar un plan de desarrollo sustentable a corto y mediano plazo de dicha comuna, que incluya políticas locales y legislaciones nacionales, que sirvan tanto para el caso puntual, como para el resto del país, en el marco del bicentenario.
1.0 Segregacion
1.1 El término
1.2 Factores e incidencia
La segregación residencial puede definirse, en términos generales, como el grado de Proximidad espacial o de aglomeración territorial de las familias pertenecientes a un mismo grupo social, sea que éste se defina en términos étnicos, etarios, de preferencias religiosas o socioeconómicos, entre otras posibilidades. En términos más específicos, la Segregación residencial tiene tres dimensiones principales: (1) la tendencia de los grupos sociales a concentrarse en algunas áreas de la ciudad; (2) la conformación de áreas o barrios socialmente homogéneos; y (3) la percepción subjetiva que los residentes tienen de la segregación "objetiva" (las dos primeras dimensiones).
Administrativamente, la Región Metropolitana de Santiago está conformada por 52 comunas, de las cuales 34 corresponden a entidades urbanas, conjunto que se conoce con el nombre de Gran Santiago. El corazón o core de la ciudad es la comuna de Santiago, entidad que a partir de la década de los ‘60 del siglo recién pasado vio disminuir su población a consecuencia de un acelerado proceso de despoblamiento residencial, junto con otros municipios del área central de la ciudad. En efecto, entre 1940 y 2002, mientras la población total de la ciudad crecía en alrededor de un 470% (de 952.000 habitantes a 5.392.840), la población residente de la comuna de Santiago decrecía prácticamente en un 54% (444.196 habitantes en 1940 a 206.044 en 2002). Esta dinámica demográfica se ha visto reflejada en el comportamiento de las tasas de crecimiento poblacional, ya que para el período 1970-82 fue de -1,8% y de -0,1% para 1982-92, alcanzando, según cifras preliminares del último censo de población, a -1,1% entre 1992 y 2002. Este patrón espacial, en donde los distritos centrales crecen a tasas negativas, deja en evidencia que ha sido el modelo expansionista de desarrollo urbano el que ha estado direccionando el crecimiento de la ciudad. Este proceso de expansión comenzó hacia fines de los años ‘30 del siglo XX, cuando la población santiaguina de más alto status social, emplazada tradicionalmente en lugares centrales de la ciudad, comenzó a orientarse a espacios periféricos, en busca de estilos de vida semejantes a los planteados en los modelos tipo "ciudad-jardín", avalado ello por la introducción y luego masificación del uso del automóvil. Es necesario para comprender entonces, los factores como el precio de suelo y la identidad son predominantes agentes que determinan esta movilidad.
Para el caso de personas y familias pobres, la dimensión subjetiva de la segregación consiste en sentimientos de marginalidad y de "estar de más". Sentimientos de esta naturaleza representan un factor clave para que la segregación "objetiva" de lugar a efectos de desintegración social.
Si entendemos la economía de alguna forma podremos entender nuestra sociedad ya que se reflejan una a la otra, esa es la cara que hoy nos determina, y que determina de forma clave el crecimiento de santiago. Pero este proceso de transformación hacia los problemas de segregación sigue un camino que es necesario nombrar. Como hechos claves las reformas urbanas hechas por el naciente gobierno militar a fin de aplacar la creciente alza del precio de suelo urbano produjeron no solo la disminución en casi la mitad del suelo urbano periférico restringido para el crecimiento que consta en suelo agrícola y la división de 17 municipios existentes que fueron subdivididos en 34, entre otras. Sino que a mas largo plazo, generaron la segregación social del espacio que fue reforzada por el régimen como parte de un esfuerzo por "ordenar" la ciudad, la que había alcanzado un cierto "desorden social" debido a la movilización social y las ocupaciones de tierras de los años previos a 1973. Una ciudad socialmente ordenada era considerada un prerrequisito para la emergencia de un poderoso sector privado de promoción inmobiliaria. En el otro extremo de la escala social los grupos más pobres, que grosso modo representan entre una cuarta parte y más de la mitad de la población, y con estas medidas tendieron a aglomerarse en extensas zonas de pobreza, donde el requisito primordial de orden se baso en el precio metro cuadrado, destacando especialmente la periferia más lejana y peor equipada. Para referirse a identidad social de un grupo, en nuestro caso es necesario hacer hincapié en la ausencia casi total de visión objetiva de nuestra propia individualidad. Como país latinoamericano carecemos de identidad primaria; somos producto de un mestizaje negado que ha evolucionado en una visión negativa y racista en grupos sociales de menores recursos. Además creemos ciegamente que mediante la mimesis de modelos extranjeros de solución de problemas, podremos abatir cualquier situación. Lo probado, se aprueba pero no se modifica, por lo que los agentes y factores particulares que nos afectan no son solucionando y generamos nuevas problemáticas.
Cuando aún las elites no comenzaban su éxodo hacia la periferia nor-oriente, el intendente Vicuña Mackenna formuló el programa ideológico del urbanismo santiaguino que mejor las interpretaría. Propuso un "camino de cintura" que definiría "la ciudad estableciendo los límites propios de ésta...creando la ciudad propia, sujeta a los cargos y beneficios del municipio, y los suburbios, para los cuales debe existir un régimen aparte, menos oneroso y menos activo" (De Ramón, 1992). El Intendente buscaba marcar clara diferencia entre la "culta capital de Chile", "el Santiago propio, la ciudad ilustrada, opulenta, cristiana" y los "arrabales", "inmensa cloaca de infección y de vicio, de crimen y de peste, un verdadero potrero de la muerte...". Esta forma, una débil identidad social, en este caso la identidad pluri-clasista de "ciudad de país desarrollado", ha sido reforzada a través de la segregación social del espacio urbano. La relación, a partir de lo anterior, entre desigualdades y segregación otorga énfasis al análisis de procesos sociales. En el estudio de la movilidad social, sociólogos, antropólogos y otros científicos sociales evalúan el papel que juega la segregación espacial en la formación de grupos e identidades. Paradójicamente, es usual que lleguen a una conclusión que es exactamente la opuesta que la "teoría del espejo". Parten señalando que debemos distinguir segregación residencial, un fenómeno espacial, de desigualdades sociales, un fenómeno social. En palabras de White (1983), no debemos confundir "segregación geográfica“ con "segregación sociológica". Cuando hay movilidad social, las diferencias entre grupos sociales, lo mismo que sus identidades, son poco claras. Ellas están en construcción. Y para el caso de antiguos grupos sociales, sus identidades colectivas pueden estar sobrellevando amenazas derivadas de la "penetración" de clases o estratos en ascenso social. Está también el caso de minorías étnicas que, por empobrecimiento o discriminación, sienten amenazada su sobrevivencia como estamento diferenciados del Cuerpo social.
1.3 Repercusiones negativas A partir de esta, resulta ser altamente discriminativa desde el punto de vista de la Redistribución socioespacial de la población es la referida al status ocupacional del jefe de hogar Según Sabatini (2000), la segregación social en la ciudad de Santiago ha tendido a disminuir en el tiempo, producto de la localización de familias de status alto y medio en sectores sociales menos favorecidos, particularmente en áreas periféricas —dicho de otra manera, la tierra económicamente disponible importa más que la físicamente disponible, sea esta urbanizada o urbanizable-. Esta consideración es discutible, ya que no sólo el hecho de que familias con diferentes condiciones socioeconómicas se acerquen espacialmente entre sí necesariamente ha de implicar una disminución de la segregación residencial. Incluso es probable que la presencia de "agujeros blancos" en sectores de pobreza contribuya a que la integración entre grupos sea aún más difícil de alcanzarse, Conllevando a la conformación de territorios más fuertemente segregados, y por lo tanto poco sostenibles socialmente. Cuando los tiempos de viaje crecen ya que deben recorrer largas distancias para encontrar algo distinto que viviendas pobres, como ser lugares de trabajo, incluidas las viviendas de otros grupos sociales, y servicios y equipamientos de cierta categoría, es evidente que el descuido del entorno ante estos barrios sea inevitable. En lo social, esta segregación de gran escala estimula sentimientos de exclusión y de desarraigo territorial que agudizan los problemas de desintegración social.
En términos operacionales, la segregación residencial la podríamos definir como aquella disposición espacial aglomerada de un grupo social que contribuye a agravar determinados problemas para sus integrantes. Algo que potencia aún más la marginacióm es la construcción de "condominios cerrados" para grupos medios y altos fuera de su área tradicional de concentración, y la aparición de shopping centers y otro tipo de mega-proyectos fuera del área tradicional de altos ingresos, forma parte de los componentes de esta ruptura espacial. Una gran escala de la segregación determina viajes más largos y más caros, y reduce las oportunidades de contacto social. Otras consecuencias que se derivan de ella serían el aumento de los problemas de desintegración social, incluyendo el crimen y el "enrejamiento" en condominios de los ciudadanos asustados de mayor nivel socioeconómico, lo mismo que los problemas de congestión y contaminación del aire. Pero con un mercado inmobiliario estable, en un contexto de crecimiento económico, están dadas las condiciones teóricas de movilidad habitacional. Sin embargo, después de más de seis años que el MINVU creara un mecanismo de apoyo a esta movilidad, que permite la aplicación del aporte estatal tanto a viviendas nuevas como usadas, el mercado secundario de viviendas sociales no se ha consolidado. En 2002, había en Santiago una sola instancia privada dedicada a promover este mercado secundario, y tan sólo lograba apoyar la compra/venta de unas 300 viviendas al año en el mercado formal. A pesar de que la mayoría de los residentes manifiesta querer irse de su vivienda y del conjunto donde viven, a pesar de que exista un pequeño mercado con arriendos superiores a los valores contraídos en las hipotecas, y a pesar de que el autoavalúo de las casas no esté disparado y que existan claras preferencias por otras soluciones, no están dadas las condiciones suficientes para que haya una movilidad en el stock de vivienda social.
1.2 Factores e incidencia Las inmejorables posibilidades que tiene el Estado chileno de reducir la escala de la segregación social en Santiago descansa tanto en la racionalidad de los promotores inmobiliarios como en la importancia de los recursos financieros detrás de la política de "subsidio habitacional". Sin embargo, la inacción en materia de control de los precios del suelo y la especulación con tierras va cerrando el campo de esas posibilidades. Apoyar las tendencias de mercado que estimulan la formación de subcentros y las que reducen la escala de la segregación residencial, incluyendo la localización de familias de nivel socioeconómico mayor en comparación con la población que vive en el lugar de los nuevos proyectos o cercano a él. Puede generar heterogeneidad que disminuirá la marginación, localizando a los pobres en barrios o áreas residenciales de un mayor nivel socioeconómico y La aparición y reforzamiento de espacios intermedios de carácter público socialmente diversificados, principalmente de carácter comercial. En suma, a pesar de las marcadas desigualdades sociales que ha traído la Globalización económica a Chile, la escala geográfica de la segregación en Santiago podría estar retrocediendo, abriendo oportunidades inéditas y específicamente urbanas de integración social. Como en el resto del mundo, la exclusión social está a la orden del día en Santiago. Los condominios cerrados y vigilados representan, sin duda, una forma ostensible de exclusión social. Sin embargo, hay procesos urbanos en marcha —como veremos, enraizados en el funcionamiento de los mercados de suelo— que están abriendo posibilidades para neutralizar, al menos parcialmente, la desintegración social.
Administrativamente, la Región Metropolitana de Santiago está conformada por 52 comunas, de las cuales 34 corresponden a entidades urbanas, conjunto que se conoce con el nombre de Gran Santiago. El corazón o core de la ciudad es la comuna de Santiago, entidad que a partir de la década de los ‘60 del siglo recién pasado vio disminuir su población a consecuencia de un acelerado proceso de despoblamiento residencial, junto con otros municipios del área central de la ciudad. En efecto, entre 1940 y 2002, mientras la población total de la ciudad crecía en alrededor de un 470% (de 952.000 habitantes a 5.392.840), la población residente de la comuna de Santiago decrecía prácticamente en un 54% (444.196 habitantes en 1940 a 206.044 en 2002). Esta dinámica demográfica se ha visto reflejada en el comportamiento de las tasas de crecimiento poblacional, ya que para el período 1970-82 fue de -1,8% y de -0,1% para 1982-92, alcanzando, según cifras preliminares del último censo de población, a -1,1% entre 1992 y 2002. Este patrón espacial, en donde los distritos centrales crecen a tasas negativas, deja en evidencia que ha sido el modelo expansionista de desarrollo urbano el que ha estado direccionando el crecimiento de la ciudad. Este proceso de expansión comenzó hacia fines de los años ‘30 del siglo XX, cuando la población santiaguina de más alto status social, emplazada tradicionalmente en lugares centrales de la ciudad, comenzó a orientarse a espacios periféricos, en busca de estilos de vida semejantes a los planteados en los modelos tipo "ciudad-jardín", avalado ello por la introducción y luego masificación del uso del automóvil. Es necesario para comprender entonces, los factores como el precio de suelo y la identidad son predominantes agentes que determinan esta movilidad.
Si entendemos la economía de alguna forma podremos entender nuestra sociedad ya que se reflejan una a la otra, esa es la cara que hoy nos determina, y que determina de forma clave el crecimiento de santiago. Pero este proceso de transformación hacia los problemas de segregación sigue un camino que es necesario nombrar. Como hechos claves las reformas urbanas hechas por el naciente gobierno militar a fin de aplacar la creciente alza del precio de suelo urbano produjeron no solo la disminución en casi la mitad del suelo urbano periférico restringido para el crecimiento que consta en suelo agrícola y la división de 17 municipios existentes que fueron subdivididos en 34, entre otras. Sino que a mas largo plazo, generaron la segregación social del espacio que fue reforzada por el régimen como parte de un esfuerzo por "ordenar" la ciudad, la que había alcanzado un cierto "desorden social" debido a la movilización social y las ocupaciones de tierras de los años previos a 1973. Una ciudad socialmente ordenada era considerada un prerrequisito para la emergencia de un poderoso sector privado de promoción inmobiliaria. En el otro extremo de la escala social los grupos más pobres, que grosso modo representan entre una cuarta parte y más de la mitad de la población, y con estas medidas tendieron a aglomerarse en extensas zonas de pobreza, donde el requisito primordial de orden se baso en el precio metro cuadrado, destacando especialmente la periferia más lejana y peor equipada. Para referirse a identidad social de un grupo, en nuestro caso es necesario hacer hincapié en la ausencia casi total de visión objetiva de nuestra propia individualidad. Como país latinoamericano carecemos de identidad primaria; somos producto de un mestizaje negado que ha evolucionado en una visión negativa y racista en grupos sociales de menores recursos. Además creemos ciegamente que mediante la mimesis de modelos extranjeros de solución de problemas, podremos abatir cualquier situación. Lo probado, se aprueba pero no se modifica, por lo que los agentes y factores particulares que nos afectan no son solucionando y generamos nuevas problemáticas.
2.0 maipu
2.1 Antecedentes generales La comuna de Maipú esta ubicada en el sector sur-poniente de santiago. Sus coordenadas geográficas son 33° 32' Latitud Sur y 70° 46' Longitud Oeste; 488 mts. de Altura por sobre el nivel del mar. Dista al centro de la comuna de santiago 12 kms. Posee una superficie comunal de 135.5 kms. Constituyendo un 6.7% de la provincia de Santiago; con una superficie urbanizada de 32.1 kms2, una superficie agrícola de 85.2 kms2 y cerros que constituyen el 18.2 kms2 de la superficie comunal. La comuna limita al norte con la comuna de Pudahuel, al oriente con Estación Central y Cerrillos, al sur con San Bernardo y Calera de Tango y al poniente con Padre Hurtado y Curacaví.
Imagen LandSat 1991
Posee un clima Mediterráneo templado húmedo, con vientos predominantes del Sur y Suroeste, con una muy característica influencia marítima. En cuanto a los cursos de agua, forma parte de la cuenca del río Mapocho y lo cruza éste y el Zanjón de la Aguada, su afluente. Existen además antiguos canales de riego que atraviesan el territorio urbano. Además la comuna se destaca por poseer 2.500.000 m2 de áreas verdes, que es la mayor superficie de a nivel nacional.
2.2 Crecimiento y desarrollo Durante la última década, la comuna de Maipú y en general toda la región metropolitana ha tenido un gran crecimiento. Este explosivo aumento ha provocado que la morfología de santiago se descontrole, transformándose en una verdadera mancha, como lo podemos apreciar en las imágenes satelitales.
Imagen LandSat 2001
Demografía
El gráfico superior exhibe claramente esta tendencia. Nótese que entre enero y mayo del año 2005 ya se había aprobado casi un 38% de lo correspondiente a todo el año 2004.
Datos duros RMS y Maipú
El 17° Censo Nacional de Población y 6° de Vivienda, del año 2002, evidenció cómo Maipú pasó a ser la 2ª comuna más poblada del país, con 468.390 habitantes (después de Puente Alto y mediando una diferencia de sólo 5%). También resultó ser la segunda comuna, en la Provincia de Santiago, con mayor crecimiento inter-censal (1992-2002), después de Quilicura. En ese mismo período, nuestra población creció en un 82,6%, a una tasa anual promedio del 6,21%. Con base en las cifras censales de las últimas dos décadas es posible sostener que la población maipucina se duplicó en un lapso no superior a 13 años, entre 1990-91 y 2003. Considérese que, previamente, durante la década 1982-1992, la comuna se sobreduplicó (124%). El detalle no es menor: la Región Metropolitana concentra 4 de cada 10 chilenos y en Maipú reside 1 de cada 30 connacionales. Ello importa, en consecuencia, una voluminosa presión local por el acceso a bienes y servicios públicos, mayoritariamente en las áreas de Educación, Salud, Previsión y Asistencia Social. Si bien el territorio dejó de ser objeto de un abrupto y explosivo poblamiento que caracterizó la década de los ’80 y la primera mitad de los ’90 -superando incluso tasas de crecimiento del 8% anual-, el territorio continúa recibiendo población inmigrante, vía programas habitacionales de subsidio tradicional y PET, a un ritmo estabilizado, tras la reactivación económica post-crisis asiática (1997-2000) y restablecimiento de la actividad inmobiliaria.
La Dirección de Obras Municipales reporta mensualmente un promedio de 31,709 m2. de superficie destinada a viviendas, aprobada para permisos de edificación, lo que representa aproximadamente un 83% del total de permisos anuales (de acuerdo a registros del quinquenio 2000-2005). Asimismo, cada año son decepcionadas unas 2.230 nuevas viviendas, mayoritariamente casas (en los paños urbanizables del anillo periférico) y en muy menor medida departamentos, especialmente en áreas de renovación urbana, insertas en el casco céntrico. Esto equivaldría a por lo menos unos 6.690 nuevos habitantes al año en la comuna, en calidad de inmigrantes. Para esto se asume un promedio conservador de 3,0 habitantes por vivienda, por tratarse en su gran mayoría de matrimonios solos o con no más de 2 hijos, considerando que el promedio censal de 3,84 hbtes./vivienda representaría a un tipo de núcleo familiar más consolidado. Cabe hacer presente que el componente migratorio es el factor que más aporta al poblamiento de Maipú; secundariamente lo es el crecimiento natural o vegetativo. El Censo de 2002 comprobó que un 23,8% de población residente, de 5 años de edad y más, vivía fuera de la comuna tan sólo 5 años previos al Censo. Es decir, casi 1 de cada 4 habitantes de Maipú llegó a esta comuna hace menos de 8 años: 102.795 habitantes, a razón de 12.850 personas cada año, si se pudiera prorratear ese volumen en el período. Sin embargo, este aporte migratorio se ha venido estabilizando durante los últimos 5 a 7 años, en respuesta al decaimiento y posterior reactivación del desarrollo inmobiliario, post crisis del ‘97. En este sentido, el mercado habitacional local está constituido por una oferta de loteos con una cantidad promedio mediana de viviendas, a diferencia de los ’80 y principios de los ’90, cuando SERVIU Metropolitano estableció extensos paños con viviendas sociales de alta densidad, esencialmente en el sector poniente de la comuna, donde hoy se concentra el núcleo más significativo de población vulnerable. En el escenario actual, SERVIU carece de reservas prediales, dentro del límite urbano, para establecer nuevos loteos. Por otro lado, el valor del suelo urbano en Maipú, así como en otras comunas de borde de la Región Metropolitana, ha venido experimentando un creciente encarecimiento
durante la década de los ’90, producto de la misma expansión habitacional reducción de superficies urbanizables al interior del radio urbano, de modo conjuntos habitacionales que a mediados de los ’80 contemplaban viviendas con promedio de entre U.F. 600 y U.F 700, hoy ascienden a más de U.F. 1.000, con estándares constructivos, en términos de materialidad y superficie útil.
y de la tal que un valor similares
De acuerdo a informes de valorización del mercado del suelo, el costo de terrenos urbanizables en la comuna oscilaría entre U.F. 4,9 y U.F. 2,8 el metro cuadrado, en función de su mayor distancia relativa al centro operativo metropolitano. Sin duda, este costo se traslada al valor unitario de las viviendas.
En la práctica, las nuevas familias migrantes a Maipú (mayoritariamente jóvenes, con una alta tasa de participación laboral y de estratos medios) en busca de una vivienda propia están asumiendo el mayor costo de este diferencial, además de aquellos previamente contemplados por concepto de viajes, disminución de horas útiles/día, inversión en equipamiento y segurización de sus nuevas viviendas (alarmas, cierros, protecciones); todo ello, a cambio de una radicación definitiva al interior de una comuna con imagen de “clase media” y con indicadores aceptables de calidad de vida, en comparación con otras de la Región Metropolitana. •
81% de hogares vive en vivienda propia (pagada o pagándola).
•
El 77% de la población comunal tiene 40 años ó menos de edad
•
1 de cada 2 es menor de 30 años; 1 de cada 3 es menor de 20.
Ventajas comparativas de la Comuna de Maipú
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Simbolismo nacional: integrador, unificador, representativo del chileno medio.
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Estructura socio económica muy parecida a la del país. Nació como pueblo; hoy tiene perfil de ciudad.
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Es enorme (2a. más poblada: 1 de cada 30 chilenos vive en Maipú).
•
Está cambiando profundamente, pero quiere ser fiel a sus raíces.
POBLAMIENTO Y DENSIFICACIÓN Desde la década del ´80 hasta mediados de los ‘90, Maipú fue objeto de un proceso de creciente y explosivo poblamiento, fundamentalmente debido a las políticas habitacionales del Gobierno Central que abrieron espacio a la conversión de suelos agrícolas, en comunas periféricas de la Provincia de Santiago, en zonas urbanizables, a muy bajo costo fiscal. Ello se reflejó en una masiva instalación de proyectos inmobiliarios, no sólo de SERVIU Metropolitano sino de empresas constructoras de viviendas económicas, con valores unitarios que en aquellos años bordeaban las U.F. 450 y que lentamente ascendieron a cerca de U.F. 600. Ya a fines de los ’90 se dejó sentir el efecto de la crisis de las economías asiáticas sobre el área de la construcción, que resultó debilitada y sólo se pudo reactivar hacia los años 2000-2001. Durante este proceso, el mercado inmobiliario de la época ha ido cubriendo el territorio en una suerte de cinturón envolvente del casco urbano antiguo, en dirección a la periferia, concentrándose esencialmente entre las zonas nor-poniente, centro-poniente y sur-poniente de Maipú, transformando drásticamente el paisaje local. En estas zonas se generó un fuerte poblamiento por inmigración desde otras comunas de la región, fundamentalmente, y también desde el interior del casco antiguo de Maipú. Al interior del núcleo urbano consolidado, por su parte, se ha producido un doble fenómeno: poblamiento relativo (bajo o muy bajo) en algunas unidades vecinales -explicado por el mero crecimiento vegetativo y, además, allegamiento de hogares en aquellos sectores socialmente más carenciados- y una tendencia al despoblamiento relativo en otras, proceso entendible si se atiende a los cambios urbanísticos propios de una comuna en que las actividades productivas tradicionales (agricultura e industria manufacturera) han dado lugar a un creciente sector de comercio y servicios, situación que ha incidido directamente en la creciente valorización del suelo y cambios de destino en la edificación, en el centro cívico y sus alrededores. Al asociar crecimiento intercensal con densidad poblacional actual en las áreas urbanizadas de las unidades vecinales, se aprecia concentración de ambos factores en las zonas norte y centro-sur de la comuna. La lámina muestra una suerte de anillos que evidencian una concentración demográfica más densa en las áreas periféricas de la comuna y más ligera en el núcleo consolidado.
2.3 Instrumentos de planificación Los instrumentos de planificación vigentes para Maipú, en particular las ordenanzas tanto generales como comunales, no consideran el concepto morfológico. Si se parte de la premisa que el hombre es un ente eminentemente social y que el espacio público es el escenario de la manifestación social, y como tal debe reflejar un destino claro y armónico para los ritos ciudadanos. Si revisamos los efectos de las políticas urbanas y habitacionales de los últimos 35 años y en especial a partir de los 80 en la comuna de Maipú, se observa, que la prioridad se centró en el aspecto cuantitativo, generando soluciones habitacionales de excesiva estandarización y desvinculadas del contexto, que en definitiva no contribuyeron al desarrollo progresivo de un mejoramiento integral de la calidad de vida en los sectores de clase media y populares. Esto se manifiesta tanto desde una visión de la planimetría, como en el espacio público resultante, como podemos observar en las poblaciones sociales del sector poniente de la comuna. La falta de una visión orientadora de los instrumentos de planificación comunal en términos morfológicos, evidencia tanto la caótica forma urbana, como en la excesiva estandarización en paños destinados a soluciones habitacionales acogidas a subsidio. La ausencia de una estructuración con claras directrices que permitan sistematizar la morfología de la trama urbana y el espacio público, se da tanto en el nivel local, como metropolitano. Haciendo remembranza a las modificaciones que ha sufrido el PRC desde que se creo (1965) hasta hoy, podemos ver que con sus modificaciones, carece de intencionalidad clara en lo morfológico (dirigido a ordenar y orientar el espacio público en beneficio de la calidad ambiental y la convivencia comunitaria). Esto se hace evidente en cuanto el Plan Regulador se centra en una planificación zonal, independiente de consideraciones arquitectónicas espaciales y de diseño urbano. No se reconoce una estructura que ordene la trama urbana, a través de criterios de vialidad, de secuencias de espacios públicos y áreas verdes o de recreación. La normativa del Plan Regulador Comunal establece regulaciones para los usos de suelo permitidos, prohibidos, y condiciones de subdivisión predial y de edificación, además de las normativas de la OGUC. Sin embargo ello no contribuye a establecer un marco regulador adecuado para guiar y fomentar el diseño de proyectos que se inserten de una manera armónica y contextual en el entorno constituido, disponiendo de una estructura y ordenamiento jerárquico dentro de un cuadro unitario. El espacio público no es considerado como una parte integral del paisaje urbano, sino más bien se consolida como resultante de las regulaciones aplicadas al espacio privado. Entonces, el problema medular es producto normativa que privilegia la letra y el aspecto legal, por sobre la forma y su relación con el usuario, desestimando la contextualidad como variable esencial en la comprensión de la realidad de una comunidad.
Puntualmente, los aspectos de la normativa comunal que inciden en la problemática morfológica son: a)
La zonificación como criterio ordenador en la normativa vigente.
Esta falencia en el cuerpo normativo se aprecia desde el nivel territorial, hasta en la morfología local de proyectos habitacionales. Al estructurarse la ciudad, producto de la suma de proyectos individuales e independientes, sin directrices ordenadoras que propicien una trama clara e intencionada, el producto resultante nos lleva a la realidad del suburbio amorfo, desarticulado y monótono en sus partes
La zonificación apunta a una racionalización del ordenamiento territorial al extremo de la sobre simplificación funcional, denotando la total ausencia de consideraciones del ámbito perceptivo, estético, cultural y del lugar, que en definitiva conforman el fenómeno de la contextualidad. En el caso de Maipú concretamente, tanto la zonificación por usos de suelo como las condiciones de edificación estipuladas en el plan regulador comunal, no contemplan un ordenamiento jerárquico y estructural del espacio urbano. El desarrollo de la trama urbana, independiente de la política urbana de las últimas décadas, se ha efectuado a partir de una modalidad de adición de predios mayores, a la trama urbana y su consiguiente subdivisión predial c) La ausencia de la clasificación tipológica en el ordenamiento del tejido urbano y el espacio público. El espacio urbano en términos arquitectónicos, intrínsecamente lo relacionamos con un espacio de una forma y característica determinada. La morfología por lo tanto, debiera ser reconocible en términos geométricos relativos, insinuando la existencia de una determinada tipología. Se puede por lo tanto, hablar de una arquitecturización del espacio público, lo que implicaría necesariamente la presencia del diseño para este efecto. Si se considera la calle y la plaza como los elementos fundamentales del espacio urbano, se puede señalar con certeza, en el caso específico de Maipú, si estos elementos realmente se distinguen como espacios tipológicamente clasificables. La pobreza morfológica y ambiental de los espacios urbanos de las comunas del perímetro de Santiago y concretamente de la comuna de Maipú, deriva en gran medida de los vacíos de la legislación vigente, en cuanto no contempla la tipología arquitectónica de los espacios públicos como variable real y efectiva en el ordenamiento espacial. b) La ausencia de la jerarquía urbana y arquitectónica como consideración reguladora y ordenadora en las ordenanzas comunales. La jerarquía en el diseño urbano tiene directa relación con el orden en el nivel funcional y perceptivo de una ciudad o barrio; un aspecto básico que omite en gran medida la normativa comunal de Maipú.
En conclusión, la comuna de Maipú sufre de problemas puntuales que han sido propiciados, por la falta de instrumentos de planificación, que además de otorgarnos marcos legales, nos otorguen un marco físico de condiciones en las cuales se instalará y crecerá una comunidad, con directas e indirectas repercusiones sociales, políticas, económicas y culturales.
2.4 La segregación en Maipú Luego de conocer los datos demográficos, estadísticas y las normativas que rigen para la comuna, haremos un análisis de cuales son las consecuencias de la aplicación de las herramientas de planificación, en el ambito espacial, social, etc; que producen un proceso negativo de segregación en la comuna y que tiene a sectores muy maltrechos, carentes de políticas de integración comunal. •
Transporte
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Conjuntos privados
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Viviendas sociales
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Ciudades aisladas
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Incomunicación
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Convivencia / espacios publicos
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Servicios
Intra-comunal Lejania servicios Transantiago Metro
Transporte 209.000 pasajeros en horarios punta/mañana (EOD 2001, SECTRA); Maipú: principal generadora de viajes en la Región Metropolitana (EOD 2002, SECTRA). Parque vehicular circulante: 53.273 automóviles particulares y más de 3.500 vehículos de locomoción colectiva (microbuses y taxis-colectivos licitados). Vías estructurantes discontinuas por falta de puentes (en Zanjón o Autopista) o de cruces a desnivel: por lo menos 5. Maipú, comuna del abrazo
Otros déficit Salud •
512 mil hbtes. cuentan con sólo 3 consultorios de atención primaria y un hospital A 21 KMS DE DISTANCIA.
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60% de la población es de FONASA: debería haber 1 Centro de Salud Familiar para cada 30.000 inscritos; 1 consultorio por 100.000 usuarios de salud pública.
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FALTAN 6 NUEVOS ESTABLECIMIENTOS DE SALUD PRIMARIA.
Educación •
64% de niños que requieren Enseñanza Media concurren a colegios de otras comunas; un 23 % de ellos, a liceos técnico profesionales.
Desarrollo Productivo •
La mayor parte de la fuerza laboral trabaja fuera de la comuna, sobrecargando la capacidad vial del territorio.
Medioambiente •
Déficit de áreas verdes, pulmones urbanos y espacios públicos INCIDE EN SALUD FÍSICA Y MENTAL DE LA POBLACIÓN.
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No hay garantías de sustentabilidad ambiental en macro-infraestructura sanitaria existente (Relleno Sanitario Santiago Poniente y Planta de Tratamiento Aguas Andinas): intereses privados por sobre la calidad de vida de la comunidad.
Transantiago
Metro a Maipú
Conclusiones En términos de seguridad ciudadana no hay relación exacta entre violencia efectiva y su percepción. Para la convivencia en la ciudad, el hecho de que la población perciba inseguridad es tan grave como los delitos en sí. Conversando con pobladores en la gran mayoría de los conjuntos de vivienda social, en especial los situados en grandes concentraciones homogéneas de este tipo de solución habitacional, el primer tema reiterado de preocupación diaria es la violencia: "Vivir aquí es como estar en la cárcel", "a los niños los tenemos encerrados en la casa", "aquí somos humildes, pero buenos; los malos son los de allá", apuntando hacia cualquier conjunto vecino. Otro indicador preocupante es que la gran mayoría de hechos de violencia reportados por la televisión se localiza entre los parajes de vivienda social. Y los pobladores siguen esperando y recibiendo "la casa que les toca".
Finalmente ante esto proponemos algunas soluciones, que aunque no son nuevas pretenden dar un enfoque de tratamiento a los factores: Cambio en las herramientas e instrumentos de planificación por parte del gobierno local como estatal Abordar por completo el papel de progenitor y ver al individuo como sujeto social y no como una cifra. Renovación de sectores caducados, tanto socialmente como viviendas Generando una movilidad controlada, sectorizando los focos de transformación sin destruir el espacio barrio. Proponer soluciones para la vivienda social como edificio perecible Políticas de seguimiento para un desarrollo de la vivienda, ya sea ampliación, relación con el medio (tanto como el barrio como la comunicación con la ciudad).
Políticas de dispersión espacial de la pobreza La política de vivienda social chilena, llamada de "subsidio habitacional", podría incorporar programas parecidos. Políticas de apoyo a la dispersión espacial de los grupos medios y altos Desincentivar las rejas de los condominios, una herencia claramente inconveniente de las actuales formas de desarrollo inmobiliario.. Políticas de reducción de la homogeneidad social de las zonas internas de cada ciudad La zonificación que establece usos socialmente mixtos del suelo, es una posibilidad. Por ejemplo, se podrían establecer porcentajes mínimos de vivienda social por comunas o distritos, como se está haciendo en varios países europeos. Políticas de control de la especulación con suelos Desde 1985, el Estado chileno ha centrado su política de financiamiento habitacional en la disminución del déficit acumulado, y lo ha logrado5 Pero después de más de veinte años de lo mismo, el objetivo de reducir el déficit ya no es suficiente. El mayor déficit de calidad de vida se da ahora en los proyectos de vivienda social que el Estado ha financiado. Es un problema que muchos otros países han conocido, especialmente los europeos, y lo han superado. En Chile, las posibilidades de formular una política de mejoramiento del parque acumulado aún son remotas.
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