COMENTARIO DE LA RIMA VII DE BÉCQUER Del salón en el ángulo oscuro, de su dueña tal vez olvidada, silenciosa y cubierta de polvo veíase el arpa.
Idea de olvido, lejanía, soledad Comentario [X1]: Veamos la acumulación de referencias a lo olvidado, a la soledad dentro de ese espacio del salón de baile
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas como el pájaro duerme en las ramas, esperando la mano de nieve que sabe arrancarlas! —¡Ay! —pensé—; ¡cuántas veces el genio así duerme en el fondo del alma, y una voz, como Lázaro, espera que le diga: «¡Levántate y anda!».
El instrumento está lleno de música, pero necesita la pureza de un alma inspirada para que esta salga
La creación es vista como un auténtico milagro. El genio yace dormido esperando salir convertido en palabras
La música precisa de la mujer como requisito imprescindible para que se genere el arte musical. La mujer, la dueña está expresada en forma de metonimia con la mano, una mano blanca (inocente, cándida, pura), pero también de nieve, porque es esquiva, es fría y es distante Voz en el sentido etimológico de palabra Los extravagantes hijos de mi fantasía de la Introducción sinfónica
La alusión al pasaje bíblico del milagro que experimentó Lázaro al ser resucitado por Jesucristo, apunta a que la creación literaria, el poema escrito, es un acto milagroso. Ya es conocida la preocupación de Bécquer por encontrar la palabra adecuada para expresar lo que siente, que la palabra no es dócil: yo quisiera poder cincelar la forma para que el arte os vista de la palabra. Esta rima de Bécquer trata un asunto de honda preocupación en la producción literaria del poeta, la creación poética y el panorama literario del momento. El poeta dijo en una de sus rimas: “No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira; podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía”. En una de las cartas desde mi celda y en otra de sus rimas preguntaba: “¿Qué es poesía?... ¿Y tú me lo preguntas?/ ¿Qué es poesía?... Poesía eres tú.”
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Manuel López Castilleja (Departamento de Lengua Castellana y Literatura del IES Pablo Neruda de Castilleja de la Cuesta)
Comentario [X2]: La forma impersonal hace aún más patente la ausencia del artista, del músico, del creador. Comentario [X3]: El hipérbaton en estos cuatro versos refuerza la idea de esta lejanía, de ese abandono en el que se halla el instrumento musical. Comentario [X4]: El paralelismo de estos dos versos establece además una correspondencia metafórica nota/pájaro y cuerdas/ramas Comentario [X5]: La mano de nieve es una alusión metonímica a la dueña, a la mujer, que es lo único que puede hacer que esa música vuelva a brotar de las cuerdas del arpa. Comentario [X6]: Lo que ocurre es que la producción de la música es un hecho que conlleva cierta violencia, hay que arrancar las notas de las cuerdas. No es algo fácil. Comentario [X7]: Este poema al completo no es más que un ejercicio de reflexión sobre el acto de la creación artística en general y de la literaria o poética en particular.
Para el poeta, se observa esto a lo largo de su producción y de sus escritos sobre la creación poética, hay una especial relación entre la poesía y la música. Sus poemas están llenos de referencias a instrumentos musicales. Aquí podemos ver esta concomitancia poéticomusical. En algún momento el escritor ve un arpa sola, abandonada, cubierta de polvo y, por tanto, silenciosa, en un rincón de un salón. Es de notar el hipérbaton que domina estos cuatro versos; el instrumento musical se sitúa en la posición de cierre de la estrofa. Y antes de mencionarla, lo que verdaderamente importa, todas las ideas de soledad, de abandono y de silencio en que se encuentra con todas las connotaciones y sugerencias que conllevan. No hay contacto ya con las personas que antes tañían sus cuerdas. El verbo aparece en forma impersonal para recalcarlo. Y el hipérbaton contribuye a reforzar la idea de apartamiento y de alejamiento en la inmensidad de ese salón, posiblemente un salón de baile de los usados en el siglo XIX en los palacios de las realezas europeas. A continuación, el poeta establece una relación entre la música y el canto de los pájaros en dos versos paralelos: ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas como el pájaro duerme en las ramas,
Hasta de manera visual quiere representar la equiparación casi metafórica entre los pájaros en las ramas y las notas en el pentagrama. El poeta ahora ha abandonado el discurso enunciativo y ha pasado a otro exclamativo, con el que está dejando claro que este asunto le llega a lo más hondo de su vena sensible. No es que no haya música, es que está dormida… ¿por qué? Porque aún no ha aparecido quien puede hace vibrar esas cuerdas… ¿Y quién puede?: esperando la mano de nieve que sabe arrancarlas!
Solo la pureza del espíritu femenino tiene la virtud de arrancar esas notas dormidas. Pero se trata de una mano de nieve, blanca en principio por su candidez y su inocencia, aunque a la vez fría por lo distante. Así se muestra con el hombre que la requiere. Aquí está la esencia de la concepción de la mujer en Bécquer. La mujer es entendida como ideal, como algo inalcanzable, como persona esquiva. Por tanto, su relación con el instrumento producirá música cuando ella arranque la nota. La creación musical es un acto que conlleva una cierta violencia, no es algo que salga de forma suave y natural, no es fácil; y a la vez precisa de un conocimiento de la técnica musical. Para hacer música hay que ser diestro en esa arte. El poeta nos está arrinconando, nos está llevando paso a paso hacia donde quiere. El tercer escalón es ya el de la creación literaria, la creación poética para ser más precisos. Esta última estrofa se plantea como un símil con respecto a la producción musical (el adverbio así lo demuestra):
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Manuel López Castilleja (Departamento de Lengua Castellana y Literatura del IES Pablo Neruda de Castilleja de la Cuesta)
¡Ay! –pensé- ¡Cuántas veces el genio así duerme en el fondo del alma y una voz, como Lázaro, espera que le diga: ¡Levántate y anda! El poeta exterioriza un grito de dolor porque está haciendo una reflexión dolorida, porque este asunto le toca muy de cerca. Tantas veces como duermen las notas en las cuerdas y los pájaros en las ramas, el genio late dormido en “los tenebrosos rincones de su cerebro”, en el fondo de su alma, a la espera de una voz (entiéndase en un doble sentido: voz como orden de la divinidad o voz como palabra, en su acepción etimológica). Aquí Bécquer hace una referencia bíblica al milagro de la resurrección de Lázaro de la mano de Jesucristo. Quizá el poeta está dando a entender que la producción de un poema escrito ya es una especie de milagro. Tal vez la rima I pueda ayudarnos a entender esta estrofa y el sentido último de las palabras del poeta: Yo quisiera escribirlo, del hombre domando el rebelde, mezquino idioma, con palabras que fuesen a un tiempo suspiros y risas, colores y notas. Pero en vano es luchar; que no hay cifra capaz de encerrarle
La Introducción sinfónica corrobora esta idea: Yo quisiera poder cincelar la forma que ha de conteneros, como se cincela el vaso de oro que ha de guardar un preciado perfume. ¡Mas es imposible! Es evidente que lo que el genio está esperando es que la palabra salga en su ayuda y sea capaz de seguir a su pensamiento para poder expresar con precisión lo que el poeta lleva dentro. El poema, en fin, debe entenderse como una seria reflexión sobre el acto de crear y sobre la poesía; y mejor, sobre el panorama poético de la época: podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía. La poesía del momento está pasando por una etapa de adormecimiento, de inacción. Pero Bécquer piensa que hay asuntos suficientes para crear, lo que faltan son verdaderos creadores (recordemos la forma impersonal del verbo en la primera estrofa y la espera de la mano de nieve femenina) que sean capaces de hacer el milagro de domar el rebelde, mezquino idioma. Se espera a la persona que obre ese prodigio de control sobre la palabra para producir un texto digno, al auténtico poeta.
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Manuel López Castilleja (Departamento de Lengua Castellana y Literatura del IES Pablo Neruda de Castilleja de la Cuesta)