EVOLUCIÓN DEL TEATRO ESPAÑOL DESDE LA EDAD MEDIA HASTA LOPE DE VEGA
El teatro medieval, de carácter religioso, se representaba en las iglesias como parte de los oficios religiosos o al margen de él. La única obra de aquella época, atribuida a un clérigo desconocido, es la Representación de los Reyes Magos, de la catedral de Toledo. Sólo se conservan de ella 147 versos. Ya no hay más testimonios de teatro medieval hasta los intentos de Gómez Manrique en el siglo XV. No hay más testimonios, pero eso no quiere decir que no hubiera más textos. Sencillamente pueden haberse perdido. Esto es frecuente en los primeros pasos de nuestra literatura. Del siglo XV es una Representación del Nacimiento de Nuestro Señor, escrita en verso por Gómez Manrique. Será a finales de este siglo y principios del siguiente cuando el teatro alcanza ya plena presencia con Juan del Encina (1468-1529), el cual escribe sus Églogas, aún inspiradas en asuntos religiosos (Navidad, Pasión y Resurrección) con intervención de unos pastores. Más tarde, adopta modelos italianos y compone obras profanas, como la Égloga de Fileno, Zambardo y Cardonio y Plácida y Victoriano. Estas obras se representan sólo en los salones de palacio, en la Universidad o con motivo de una festividad religiosa. Hacia 1535, vienen a actuar en España compañías de cómicos italianos que traen su propio repertorio, y tienen un gran éxito. Lope de Rueda, movido por la acogida que el público da al teatro, funda la primera compañía teatral española, y recorre el país (Valladolid, Toledo, Madrid, Sevilla, Valencia, Córdoba, etc.) representando comedias propias, inspiradas en fuentes italianas; y también intercalados en los actos o en los entreactos, sus famosos 'pasos'. Son éstas obritas cortas con personajes populares y argumento cómico, con diálogos graciosos y ambiente realista, que constituyen el precedente de los 'entremeses', muy cultivados después de él: Juan de la Cueva, Rey de Artieda, Lupercio Leonardo de Argensola, Cervantes. A lo largo del siglo XVI, se suceden los intentos por hallar fórmulas teatrales que satisfagan al público, en especial tragedias. Se adoptan modelos latinos y los temas son de origen clásico o, lo que es más importante, por la trascendencia que tendrá en el teatro posterior, de la historia nacional: Juan de la Cueva, Rey de Artieda, Lupercio Leonardo de Argensola, Cervantes. Pero todos estos intentos quedaron superados por Lope de Vega, que crea la 'fórmula' de la Comedia Nacional, y que, desde finales del siglo XVI y hasta el siglo
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Manuel López Castilleja (Departamento de Lengua Castellana y Literatura del IES Pablo Neruda de Castilleja de la Cuesta)
XVIII, estará vigente en la escena española con continuadores como Calderón de la Barca y Tirso de Molina. Si se puede definir el teatro del siglo XVII como un bloque es sencillamente como 'teatro para el público'; es, en efecto, el gusto popular el que va a definir el tipo de obras que se escenifiquen. No cabe duda de que esto ya venía preparado desde el siglo anterior por el éxito de las compañías italianas y su "comedia dell´arte" y por la buena acogida de los pasos de Lope de Rueda.
Las representaciones teatrales del siglo XVII se caracterizan porque ya tienen unos locales estables, los famosos CORRALES DE COMEDIA, que eran los patios de vecinos adaptados para este menester. Estos corrales fueron explotados, en principio, por cofradías con fines benéficos.. “Los Corrales de comedias fueron inicialmente los patios interiores de alguna manzana de casas en donde se montaba un escenario simple y se habilitaban para los espectadores tanto el espacio descubierto restante del patio como las habitaciones (palcos) que daban a él. Un patio típico, como el Corral de la Cruz en Madrid, medía 14 por 18 metros. Generalmente se cubría con toldos para protegerse del sol, pues cuando llovía había que suspender la representación, a pesar de las localidades cubiertas: los palcos, desde luego, y las gradas a ambos lados del patio, a izquierda y derecha del escenario, con cabida para poco más de cien personas. Como no era posible cambiar la estructura del corral, las ampliaciones se consiguen abriendo más los balcones (palcos, cazuela, desván, tertulia, etc.), o incluso construyendo para ello más pisos en las casas colinadantes, de modo que el teatro crecía hacia arriba, de una forma muy característica, todavía apreciable en los
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viejos teatros de hoy, que hasta hace poco se construían respetando aquella estructura. El corral tenía entradas independientes para las diversas localidades
-jerarquizando económicamente al pueblo-, para
mantener en gradas y patio la separación de sexos, ya que las mujeres, cuando no iban a los palcos, se sentaban en la cazuela, palco corrido frente al escenario, que a veces tuvo dos partes, la baja o galerón corrido, y la alta que lindaba con la tertulia o desván reservado a los religiosos. Pero esta separación de sexos no se hacía en el caso de los palcos, localidades por ello más caras que se solían alquilar por años a nobles o personas de elevada posición económica. Algunos palcos se reservaban para las autoridades. La representación teatral fue al comienzo un ingrediente festivo más del día de fiesta; pero según se conseguía el favor del público, y el beneficio económico, fue ocupando los días laborables martes y jueves alcomienzo- hasta llegar a la representación diaria. Los corrales se cerraban los miércoles de ceniza y se abrían después de Pascua; las mejores épocas, al decir de los arrendatarios, eran las del Corpus y el otoño. Solían comenzar a las dos o las tres de la tarde en invierno y hacia las tres o las cuatro en verano. Duraban entre dos hors y media y tres horas, pero tenían que concluir- por razonesmorales y de policía antes del anochecer. El teatro se llenaba bastante antes de la hora del comienzo. Hay espectadores que se llevan comida; otros compran en el patio mismo frutos secos, dulces y frutas. Todo parece indicar un ambiente animado y festivo.” El teatro nunca fue bien visto por los moralistas, que lo consideraban un espectáculo lascivo. Pensaban que se debería prohibir que las mujeres salieran al escenario, y que los actores participaran en los sacramentos. Era visto el teatro como fuente de ociosidad y corrupción de costumbres. Poco después fueron prohibidas las representaciones de Autos Sacramentales. La aparición de la "fórmula" de la mano de Lope de Vega alrededor de 1590 supone la creación de lo que se viene en llamar COMEDIA NACIONAL, que funde los elementos de los intentos anteriores en su obra Arte nuevo de hacer comedias (1609). Su rasgo más característico es el hecho de que no obedece a la regla de las tres
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unidades, que era la nota distintiva del teatro clásico, como se exponía en la Poética de Aristóteles: - Acción: la obra sólo podía desarrollar una única acción - Tiempo: la acción tenía que desenvolverse en un solo día, como máximo - Lugar: además, tiene que ocurrir en un solo lugar Otros rasgos que definen el teatro de Lope son los siguientes: * Mezcla de lo cómico y lo trágico * Mezcla de personajes nobles y plebeyos * División en tres actos (exposición, nudo y desenlace). Cada acto se divide en escenas breves que suceden en tiempos y lugares distintos, a veces. * Variedad métrica: romances, redondillas, cuartetos, décimas, sonetos, etc. Mezcla de versos de 11 y de 7 sílabas. * La obra representa los ideales nacionales: honor, religión, etc... * Personajes: - Caballero: apuesto, valiente - Dama: bella y atrevida - Criado (figura del donaire o gracioso) - Criada Todas las comedias de Lope se estructuran en torno a esta doble pareja: caballero
dama
criado
criada
con lo que se rompe la unidad de acción. * Temas: - exaltación de los ideales monárquicos y religiosos - sentimientos amorosos y de honra.- El amor es una pasión noble e inevitable en cada clase social. No debe aspirarse a salir de ella para no romper la jerarquía de la sociedad. En cuanto al concepto de honra, es fundamental en el teatro español del siglo XVII, siempre bajo la óptica de la honra-opinión, es decir, aquélla que depende de la opinión que los demás tengan de alguien. Ésta se puede perder por cobardía, traición, insulto, provocación, infidelidad, etc... En este último caso, se requiere la
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venganza, una venganza con sangre de la que s贸lo se libran el rey y el pr铆ncipe.
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