2º Bach. LAS VANGUARDIAS. LA POESÍA DEL GRUPO DE 1927
Con el término vanguardia (calco del francés avant-garde) se designó en las primeras décadas del s. XX a todo aquel movimiento que se oponía -frecuentemente con virulencia- a la estética anterior y que proponía, por medio de manifiestos, concepciones radicalmente nuevas del arte y de la literatura. Los "ismos" vanguardistas se sucedieron a un ritmo muy rápido y afectaron a todas las manifestaciones artísticas (arte, cine, fotografía, literatura, teatro...). Algunos fueron modas pasajeras; otros, como el Surrealismo, dejaron huellas imborrables que llegan hasta nuestros días. Los movimientos vanguardistas tienen en común, entre otras innovaciones, las siguientes: -
Rebelión contra la tiranía de la razón y los convencionalismos. El placer de transgredir la lógica y de cultivar el absurdo. El anhelo de la pura creación, desarrollando sin trabas la imaginación y jugando libremente con el lenguaje.
El Futurismo aparece en 1909 con el Manifiesto futurista del poeta italiano Marinetti. Reacciona violentamente contra las tradiciones y el arte pasados y exalta las conquistas de la técnica, el deporte... No dio frutos notables (a excepción de la obra del poeta ruso Mayakovski), pero abrió la puerta a nuevos temas e innovadoras posibilidades lingüísticas. El Dadaísmo, encabezado por Tristán Tzara, nace en Suiza en 1916. Reacciona de forma violenta contra una sociedad que había permitido el absurdo de la guerra y propugnan liberar "la fantasía de cada individuo" y el cultivo de un lenguaje incoherente. Su principal papel fue preparar el camino para el Surrealismo. El cubismo nace como escuela pictórica hacia 1907, pero existe también un cubismo literario, que surge en 1913 gracias al poeta francés Guillaume Apollinaire y que se manifiesta en un tipo de "poesía visual" (el collage, el caligrama y otros artificios) que serán aprovechados por posteriores movimientos de vanguardia hasta nuestros días. El Surrealismo supuso, sin duda, la revolución artística más importante del s. XX. En 1924 André Breton publica el primer Manifiesto surrealista El Surrealismo no propone sólo una actitud estética sino que pretende liberar al individuo de los impulsos reprimidos en el subconsciente (según la teoría de Freud) por las convenciones morales y sociales y por la represión que (según Marx) ejerce sobre el hombre la sociedad burguesa. Para la liberación de las pasiones reprimidas en el subconsciente, la poesía tiene un papel fundamental: los surrealistas reivindican la escritura automática, una forma de componer que resulta de la afloración espontánea de las palabras desde el subconsciente o el sueño ("la frase viene por sí sola", afirman) sin la intervención de la lógica o la razón. En un poema surrealista se entremezclan objetos, conceptos y sentimientos que la razón mantiene alejados; aparecen asociaciones libres e inesperadas de palabras, metáforas insólitas, imágenes oníricas y hasta delirantes. El lenguaje surrealista no se dirige a nuestra razón, sino que pretende despertar reacciones también inconscientes, provocar en el receptor un fuerte impacto emocional que modifique su estado de ánimo. En España, las vanguardias encontraron acogida en las tertulias y revistas literarias que proliferaban en el ambiente literario de la época. Gran impulsor de los movimientos vanguardistas fue Ramón Gómez de la Serna cuya vida y obra encarnan plenamente el espíritu y las actitudes de la vanguardia. En su revista Prometeo aparecieron los primeros manifiestos vanguardistas. Su obra, extensísima, tiene como base la greguería, género inventado por él en 1910 que consiste en apuntes breves que juegan con la lengua creando metáforas sorprendentes, chispas de humor, reflexiones filosóficas… Movimientos vanguardistas surgidos en España fueron el Creacionismo ( importado de París por el poeta chileno Vicente Huidobro, se proponía "imitar" o "reflejar" ninguna realidad, sino crearla dentro del poema. El movimiento responde al puro goce de crear, de inventar. Su máximo representante es Gerardo Diego, miembro de la Generación del 27) y el Ultraísmo (cuyo nombre indica su propósito de ir más allá de la
literatura imperante en la época. Trata temas maquinistas y deportivos, busca imágenes nuevas y recurre a disposiciones tipográficas al estilo de los caligramas. El principal promotor del Ultraísmo fue Guillermo de Torre). España fue quizá el país europeo en el que más influyó el Surrealismo, cuya difusión debe mucho al poeta Juan Larrea y a la influencia de Dalí y Buñuel. Se manifestó especialmente en la Generación del 27: a su influjo se deben, entre otros, dos libros fundamentales de la poesía del s. XX: Poeta en Nueva York, de Lorca, y Sobre los ángeles, de Alberti.
LA GENERACIÓN DEL 27 El grupo poético del 27 o Generación del 27 debe su nombre a la reunión que celebran en Sevilla en 1927 algunos miembros del grupo para rendir homenaje a Góngora con motivo del tercer centenario de su muerte. La Generación surge en un contexto que en gran medida compartían todos sus miembros, marcado por las siguientes características:
Conciencia de grupo.- En la génesis de esta generación literaria influyeron los siguientes factores: - La influencia de la “Revista de Occidente” y la personalidad de Ortega y Gasset. - Lugar de encuentro en la Residencia de Estudiantes de Madrid, que les permitió compartir inquietudes artísticas y ambiente culto y liberal. - La sólida amistad que les llevó a compartir tertulias literarias y prestar colaboración en actos poéticos. - La vinculación a las revistas literarias como la Revista de Occidente, ya citada, Litoral en Málaga, Cruz y Raya de José Bergamín y la Gaceta Literaria de Madrid, que sirvió para la divulgación y promoción de los poetas. - La amplia formación literaria de sus componentes. Varios de ellos fueron profesores de literatura y además de sus poemas publicaron ensayos de crítica literaria. - La influencia de los clásicos del S. de Oro, del Romancero, de la lírica tradicional, de los modernistas, de Machado y de Bécquer y la más cercana de de J. Ramón Jiménez y los vanguardistas (Creacionismo, Ultraísmo y Surrealismo) Rasgos definitorios.- El conjunto de rasgos que definen la poética del grupo se pueden resumir en la frase con la que Alberti los catalogaba: Vanguardistas de la tradición. De ella se deduce que la creación poética de la nueva generación va a conjugar lo moderno con lo clásico y se va a caracterizar por los siguientes rasgos: a) La influencia de J. Ramón Jiménez y Ortega y Gasset en cuanto a la pureza estética y la poesía como conocimiento, y la deshumanización del arte, que supuso una atracción por los objetos inusual en la poesía anterior. b) La arbitrariedad estética. Ello implica: - Amplio abanico de corrientes y estilos, por lo que se hace a veces difícil la ubicación de los poetas en una sola tendencia. - Pluralidad en el lenguaje, vinculado a la etapa de desarrollo de su obra. - El uso generalizado del versículo y los metros clásicos. - El culto a la metáfora y la imagen, verdaderos soportes de la poesía. - La vuelta a la estrofa como envoltura del poema. - La estética de lo pequeño, plasmado en la vuelta al poema breve c) La variedad temática. A lo largo de las diferentes etapas por las que pasan los autores del 27 adquieren importancia temas como la muerte, el amor en todas las manifestaciones posibles, especialmente la que puede llevar al dolor, la vida con todas sus preocupaciones existenciales, la naturaleza concebida como entorno o yo poético, la ciudad desde el aspecto negativo del desarrollo humano, el arte vanguardista... Etapas o corrientes literarias.- El considerable número de integrantes del grupo y su marcada individualidad hacen difícil distinguir en bloque varias etapas literarias. No obstante, se produce en ellos una evolución que, en general, está marcada por una primera etapa de juventud hasta el año 29 con estilos bajo el signo de la tradición o bien bajo el de la vanguardia que les llevó a cultivar la poesía pura, deshumanizada;
una segunda que llegaría hasta el año 36, en la que se produce una rehumanización de la poesía influida por el surrealismo y una tercera, cercana ya la guerra civil, con un cierto compromiso político casi siempre al servicio de la República, después de la cual el grupo se deshizo. En cualquier caso, al margen de que algunos poetas en un momento determinado de su evolución se acerquen al popularismo y a la tradición (Lorca, Alberti, Gerardo Diego…) podemos establecer las dos tendencias literarias más representativas: 1ª) La poesía pura. Se caracteriza, entre otros, por los siguientes rasgos: - Simplicidad compositiva. - El fenómeno estético independiente de lo moral o intelectual. - La libertad métrica (en versos y estrofas). - La desnudez en la poesía, con un mínimo uso de tropos y figuras, excepto la metáfora básica. - La eliminación de la anécdota. 2ª) El surrealismo. Se gesta, en parte, por el cansancio de la poesía pura y el rechazo del Ultraísmo. En cierto modo suponía un acercamiento a una posición neorromántica que conducía a instaurar el sentimiento humano como preocupación legítima y principal de la literatura. Los rasgos de esta etapa son: - La presencia del mundo onírico en la creación poética. - La abundancia de imágenes, que enriquecieron prodigiosamente la expresión poética. - El cultivo del verso libre. - La presencia del tremendismo en la poesía. . LOS POETAS DEL 27 La lista de los componentes del grupo apareció por primera vez en la Antología publicada en 1932 por Gerardo Diego. Dada la complejidad de estilos, formas y tendencias que confluyen en los poetas de esta generación, resulta difícil agruparlos, sobre todo porque a lo largo de su creación artística pasan por diferentes modos de entender la poesía. Por eso, los hemos distribuidos según la tendencia que ha predominado en ellos sin olvidar que no es la única y citaremos algunas de sus obras más representativas: a) Bajo el signo de la poesía pura mencionamos a Pedro Salinas con Razón de amor y La voz a ti debida: y a Jorge Guillen con Cántico. b) En relación con el creacionismo y la tradición señalamos a Gerardo Diego con Manual de espumas. Versos humanos y Alondra de verdad. c) En el Surrealismo situamos a Vicente Aleixandre con Espadas como labios. La destrucción o el amor y a Luis Cernuda con Perfil del aire y Los placeres prohibidos d) Combinando el popularismo y el surrealismo situamos a F. García Lorca con Romancero Gitano y Poeta en Nueva York y a Rafael Alberti con Marinero en tierra v Sobre los ángeles. e) Desde la perspectiva de un neorromanticismo vemos a Manuel Altolaguirre con Las islas invitadas y a Emilio Prados con Canciones del farero. f) Con una vinculación al existencialismo y al tremendismo que enlaza con la poesía desarraigada de la postguerra nos referimos a Dámaso Alonso con Poemas puros y Poemillas de la ciudad de su primera época, e Hijos de la ira, Oscura noticia y Hombre y Dios de la segunda.