LA VIDA ACUÁTICA DE
FERNANDO VILLARÁN / EL cineasta HABLA DE LA AMISTAD y LA VEJEZ // CAROLINA BOTTERI / LA TRICAMPEONA NACIONAL DE BODYBOARD VA AL MUNDIAL // SALVADOR RICCI / el piloto y UN TRATADO SOBRE LA VELOCIDAD // ELENA DAMIANI / lA ARTISTA QUE COLECCIONABA PIEDRAS
para saber algo, hay que sumergirse en el tema
ÍNDICE
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pascale de col Es la modelo que luce las ropas de baño de Capittana, pero también es la mujer que trabaja junto a su hermano en un novel estudio de arquitectura de interiores. Desde ahí, apuesta por generar espacios que inviten a volver.
SANDRA CROUSSE Es una de las nadadoras peruanas que más marcas ha roto en su carrera profesional. Ha sido cuatro veces campeona sudamericana juvenil, campeona sudamericana en la categoría mayores, campeona de los juegos Odesur. En su trayectoria ha acumulado más medallas de oro de las que caben en la pared de su casa. Las últimas seis, las ganó durante un campeonato sudamericano realizado el año pasado en Chile. Además es la entrenadora principal de la selección de natación del CRL.
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SALVADOR RICCI A los trece años recibió su primer vehículo de cuatro ruedas: un kart. Sus padres no tenían idea de la verdadera magnitud de su regalo. Ahora, hace correr su kia cerato a más de doscientos kilómetros por hora por el circuito de La Chutana.
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karina gianNoni
Estudió en el MAD y para graduarse, presentó una primera colección con motivos futuristas. En el 2011, cuando apenas tenía 23 años, ganó el premio PromPerú del Flashmode y su carrera fue señalada como por una piedra de toque. Después vinieron los vestidos customizados, las colecciones lineales, las formas y las dudas de cómo seguir avanzando. REGATAS / 4
FE DE ERRATAS Queremos comunicar a nuestros asociados la errata cometida en la edición 244 de la revista Regatas. En la página 68, en la nota acerca de la Copa Regatas de Tenis de Mesa, publicamos que Giancarlo Scottini y Sandra Majluf, además de jugar dobles mixtos, llevaban nueve años de matrimonio. Ese fue un desliz nuestro, pues ambos deportistas no mantienen esa condición civil. Lamentamos las molestias ocasionadas. Muchas gracias.
Club de Regatas "Lima" – institución embajadora de la marca perú
buscamos tu historia
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carolina botteri
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La tricampeona nacional de bodyboard dice que para entender su locura, esa de levantarse de madrugada para buscar las olas del sur, uno debe acompañarla sobre la tabla. Entonces, el periodista que escribe esta nota se trepó a una, y la acompañó mar adentro.
carlos soto y el billar Es uno de los precursores del billar a tres bandas en el Perú, un juego de tal elegancia y cálculo que es comparado con el ajedrez. A los 79 años, y luego de media vida dedicada a difundirlo, nos enseña por qué este es un deporte solo apto para caballeros.
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la amistad según fernando villarán
En Lima, hoy, ya no existe la institución barrio. Pero, para generaciones pasadas, fue su escuela, su laboratorio y el espacio donde se forjaron amistades reales. El barrio anidó la collera. En su primera película, viejos amigos, el director de cine habla de ese tipo de amistad inoxidable a pesar de la edad.
Estamos hechos de pequeñas historias. Consumimos fábulas de niños. Nos asustan los relatos de terror. Contamos cuentos para dormir. Creemos en leyendas, que son historias con incertidumbre. Construimos mitos. Incluso la Historia se escribe de varias historias. Quizás la explicación más clara sea la distinción del inglés: hay History y también story. El español nos ha cedido la libertad de intercalar aquellos sentidos para motivos de la ficción más verdadera. En suma, somos un solo macizo de historias. Para hacer reír, para llorar, para conmover, para ilustrar, para enamorar. ¡Pobre de aquel hombre sin historia que contar! Esa fue la premisa del escritor neoyorkino Paul Auster, cuando lanzó una convocatoria durante una entrevista por la radio hace unos años. Quería conocer los relatos que los millones de estadounidenses escondían por pudor, vergüenza o incredulidad. La respuesta fue masiva. Al cabo de unas semanas, acumuló un increíble magma literario de historias reales. Luego de otros tantos meses, publicó un libro que se tituló Creí que mi padre era dios (relatos verídicos de la vida americana). En el volumen, Auster figura como compilador. Aquí en el Regatas, una institución centenaria, los asociados han acumulado -y protagonizadovarias historias durante décadas. Ha llegado el momento de contarlas para generar una memoria oral y escrita de una larga tradición. Tengo una idea: ¿qué pasaría, si como Auster, iniciamos una pequeña convocatoria que vaya creciendo como una bola de nieve? Si has leído hasta aquí y te entusiasma el plan, expongo entonces una breve lista de simples requisitos para enviarnos tu historia -que nosotros, luego de revisarlas con el comité editorial, adaptaremos con tu ayuda para publicarla en la revista-. Primero, un historia no es una anécdota de oídas, debe tener personajes, fechas, situaciones. Segundo, debe pasar algo; es decir, una acción. Tercero (como estamos en un medio impreso), contar con algún tipo de material impreso: cartas, fotos, etc. Cuarto, concisión: envíanos una pequeña síntesis de solo 300 palabras, contándonos por qué valoras tanto esa historia y por qué quisieras compartirla. Puedes enviar tu propuesta con el tema HISTORIA a este correo: historia@clubregatas.org.pe Aquí puede empezar tu historia (M. B.)
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STAFF
EQUIPO EDITORIAL DIRECTOR Guillermo Illescas Dall'Orso GERENTE GENERAL Javier Rivera Orams Subgerente de ImAgen Institucional & MarketinG Vanessa Velasco Vizcarra COMITÉ EDITORIAL Alfredo Silva-Santisteban Díaz . Carlos Otero Davis . Raúl Rachitoff Cavassa Editor GENERAL Manolo Bonilla Editor Fotográfico Alonso Molina
CONSEJO DIRECTIVO
FOTO DE PORTADA Sanyin Wu
PRESIDENTE Juan Antonio Ramírez-Gastón Wicht VICEPRESIDENTE Guillermo Illescas Dall’Orso DIRECTOR SECRETARIO Fernando Antonio Cauvi Abadía DIRECTOR PRO SECRETARIO Alfredo Silva Santisteban Díaz DIRECTOR TESORERO Luis Felipe Espinosa Burneo DIRECTOR PRO TESORERO Fernando Vallejo Barba DIRECTOR DE REMO José Antonio Negrón Caballero DIRECTOR DE DEPORTES NÁUTICOS Peter Kurt Schreier Reck DIRECTOR DE DEPORTES Ricardo Antonio Duarte Mungi DIRECTOR DE DEPORTES Óscar Luis Boero Echevarría DIRECTOR DE DEPORTES Jorge Luis Álvarez Moncloa DIRECTOR FILIAL LA CANTUTA Juan José Vindrola Fernández DIRECTOR FILIAL SAN ANTONIO Juan Antonio Viacava Giraldo DIRECTOR VOCAL Carlos Vial Barredo DIRECTOR VOCAL Gabriel Seminario de la Fuente DIRECTOR VOCAL Álvaro Campos Salmón
SUBEDITOR DE CONTENIDO Carlos Fuller Maúrtua
JUNTA CALIFICADORA Y DE DISCIPLINA PRESIDENTE Alberto Varillas Montenegro MIEMBROS Carlos Siles Martínez Carlos Enrique Mesa Angosto Eduardo Diez Martínez Pablo Armando Cabral Larrea Gonzalo Félix García Calderón Moreyra Héctor Gerardo Padilla Freyre Juan José Descailleaux Brou Oscar Romero Caro
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Dominique Millán Casos . Pedro Caparachín coordinación de Deportes Andrés Talavera Villamonte PRODUCCIÓN GENERAL Tabata Fernández-Concha REDACCIÓN Carlos Portugal . Andrés Talavera . Denise Arregui . Joaquín León . Tabata FernándezConcha . Salvador Orellana COLABORADORES Ernesto Zelaya . Lorena Andrade . Alessandro Lanata . Lourdez Carrasco FOTOGRAFÍA Leslie Searles . Sanyin Wu . Norma Lietzenmayer . Oliver Lecca CORRECTOR DE ESTILO Juan Manuel Gauger RETOQUE FOTOGRÁFICO John Cerquín Jefe de Publicidad Nathalie Rufino Avalos nrufino@clubregatas.org.pe Coordinadora de Publicidad Kathia Rosas Abad Tel: 213.4567 anexo 433 publicidad@clubregatas.org.pe EJECUTIVAS DE PUBLICIDAD Aissa Suárez Santander Tel: 213-4567 anexo 433 / Celular: 961975605 asuarez@clubregatas.org.pe Elizabeth Vela Tel: 213-4567 anexo 368 / Celular: 942668320 evela@clubregatas.org.pe AGRADECIMIENTOS Taller Bellavista. Ernesto Barraza . 3Puntos Health.pe . Claudia Patiño . La Chutana . Enrique Victoria . Marathon . MVV Asociados . Cinthya Núñez Impresión Cecosami Preprensa e Impresión digital
REVISORES DE CUENTAS Santiago M. Collas Ambrossiani José Luis Bonifaz Fernández José Eduardo Aranda Tamayo
Club de Regatas "Lima" - Av. Chachi Dibós 1201 Chorrillos, Lima, Perú. Tel: 213- 4567 www.clubregatas.org.pe Revista Regatas Publicación Oficial del Club de Regatas "Lima" Nro. 245 – Julio 2014 Hecho el Depósito Legal Nº. 2001-2120 en la Biblioteca Nacional del Perú. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta revista.
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CARTA
ORGULLOSOS DE NUESTRO CLUB Recordar la historia para aprovechar el presente
Por Antonio Ramírez-Gastón Wicht
ace algunos días fuimos invitados a almorzar a un conocido restaurante para celebrar la primera victoria que logró nuestro Club en un torneo internacional de remo. Este triunfo memorable ocurrió hace sesenta años, en el Río Santiago, La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, Argentina; un país de gran tradición remera con bogas de importancia mundial. En aquella ocasión, fuimos invitados por la Asociación de Remo Argentina. Antes de empezar a almorzar entonamos el himno del Regatas que fue REGATAS / 8
escuchado en todo el local. En ese momento me sentí muy emocionado al ver cómo otros asociados que ahí estaban se sumaron orgullosos a cantar con nosotros. Los aplausos y las felicitaciones a nuestros remeros no se dejaron esperar. Habíamos colgado una banderola de tres metros con algunas fotos que rescatamos de aquel triunfo logrado en 1954 por la tripulación del 8 Remos con Timonel 8 (+) junior; una embarcación conformada por Rubén Mayer, Raúl Hanza Sánchez-Concha, Mario Suito Sueyras, Alfredo Schumann, Fernando Zavala, Roberto Ribeyro, Javier Buraschi, Ricardo Bruning y José Atocha (timonel). Entonces recordé, también con orgullo, que este año le trae a nuestra institución una serie de satisfacciones y celebraciones. En 1964, se construyó nuestra piscina olímpica en la sede principal de Chorrillos. Gracias a esta obra se forjaron grandes nadadores como Choco de Vivanco, Concho Changanaqui, Tater Ledgard, Carlos Cánepa, Karin Brandes, Sandra Crousse, Valerie Paz Soldán, Fernando Rodríguez, Valeria Silva, entre otros atletas que trajeron grandes triunfos para el Club y para el Perú. Por otro lado, nuestra filial de La Cantuta cumple cincuenta años desde que fue comprada, de manera visionaria, por Guillermo Griffiths Escardó, presidente del Club entre los años 1960
y 1965. Un lugar especial para disfrutar de la naturaleza y tener días de descanso, lejos del bullicio de la ciudad. Hoy, nuestra Cantuta tiene más de 170 hectáreas y solo el 15% está siendo usado realmente. Esto nos da una visión de la proyección y desarrollo a futuro para satisfacción de nuestros nietos y futuras generaciones. Es por ello que, a lo largo del año, tendremos una serie de actividades conmemorativas en la filial de La Cantuta. Además, editaremos un libro de colección por los 50 años donde compartiremos su historia, contada por los mismos asociados y colaboradores. Esta publicación tendrá fotos increíbles en las que podremos ver cómo un terreno pedregoso se fue convirtiendo en lo que es la filial hoy. En esta edición de la revista Regatas hacemos un homenaje a aquellos personajes que, a pesar de no tener las comodidades ni las facilidades de hoy en día, nos dieron grandes satisfacciones; no solo al Club, también al Perú. Ellos nos abrieron las puertas para poder ser nombrados la primera Institución Embajadora de la Marca País y para poder decir con orgullo...
¡Viva el Club de Regatas “Lima"! ¡Viva el Perú! Antonio Ramírez-Gastón Wicht Presidente
HISTORIAs
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REGATA 1954 en río santiago
EL PRIMER TRIUNFO DE LOS BOGAS PERUANOS EN EL EXTRANJERO Las historias necesitan reposar para volverse épicas. Sesenta años después, el primer triunfo internacional del remo peruano convierte el recuerdo de ocho remeros y un timonel en leyenda. Aquí desde distintos lados del bote, contamos el episodio argentino que duró 5 minutos y 9 segundos. Suficiente para inscribirse en la historia del remo del CRL. Investigación: Carlos Portugal
Ilustración: Dominique Millan
M a r io S u it o
Fotos: Sanyin Wu
Alfred Schumann Robert o Ribeyr o
R i c h ard
J a v i er
B ur a s
chi
B r u ni ng
R a u l H a nz a
Jo se At oc ha
Fern and o Zav ala Ruben Mayer
La tripulación del Regatas posa en el Club de La Marina de El Tigre, días antes de la victoria en Río Santiago.
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HISTORIAs
Rubén Mayer y Javier Buraschi en la poza de remo de Chorrillos, recordando cómo eran las palas hace sesenta años: «Antes parecían cucharas de madera»
«Era la primera vez que se ganaba una regata internacional. Todos estuvieron muy orgullosos cuando regresamos al Club», dice Raúl Hanza en el muelle del Regatas.
Fecha: 21 de noviembre de 1954 Distancia: 1500 metros Duración: De 16:30 a 16:35 horas En disputa: Premio Asociación Argentina de Remeros Lugar: Río Santiago. La Plata. Argentina Equipos: Club Teutonia (azul oscuro y estrella blanca) y Club de Regatas “Lima” (celeste y blanco)
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ay una foto que pasaría desapercibida en un salón repleto de instantáneas que certifican los triunfos de un deporte que le sirve de nombre al Club. Pero esta foto habla. Porque las personas que ahí surcan el río Santiago están ahora, contando su historia. José Atocha. La calma del timonel El remo requiere concentración. Son solo minutos de una exhibición de fuerza asombrosa que no soporta distracción alguna. El remo en equipo requiere sinfonía y la coordinación precisa de movimientos. La falla de uno podría costar la regata. El remo en un bote de ocho con timonel requiere esa misma concentración, fuerza y precisión, pero multiplicada por nueve. Un movimiento en falso y el desenlace es otro. José Atocha lo sabe. Seis meses antes de la hazaña estuvo como timonel en un bote de cuatro, en Río de Janeiro, pero no vio una boya y su bote perdió por tres segundos. Quedaron en segundo lugar. En Río Santiago, Atocha frente a su tripulación no puede pensar en eso. Es su revancha. En aquel tiempo, estudiaba Medicina en San Marcos y vivía en Chorrillos, cerca al Club. Es un timonel reconocido por su voz sin sobresaltos, con la que iba cantando cada una de las paladas. «Siempre fui muy aficionado al canto. Por eso mi voz sonaba calmada», cuenta por teléfono desde Estados Unidos. Como estudiante de medicina sabía de los deportistas y sus respiraciones; de cómo contarles el tiempo; de entender sus cansancios. Un timonel
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es quien maneja el rumbo de la embarcación. Es el norte. Es la voz de la conciencia durante la regata. Años después de la regata en Argentina, se marchó a Boston para seguir una especialidad en cirugía. Vive allá, en una casa con piscina para sus hijos en Nueva Inglaterra. Pero mientras remaban en Río Santiago, Atocha es el único que puede verles las caras. Los ve recuperar el aliento con cada esfuerzo de sus brazos. Puede ver cuánto camino falta recorrer cuando los bogas se inclinan hacia delante, porque el bote del Tetutonia nunca les dio tregua, ni en los últimos quinientos metros. El primer rostro que Atocha veía era el del stroker. Rubén Mayer. El liderazo del stroker Un stroker marca el ritmo y la táctica. Es el primero del bote y puede aumentar la frecuencia y la velocidad de las remadas por minuto. «Éramos un gran equipo. Remábamos con equilibrio», dice ahora Mayer, quien empezó a remar en el Club a los dieciocho años, cuando sus amigos del barrio de Miraflores fueron invitados por Carlos Rosemberg. Después de Río Santiago estudió veterinaria en Brasil. En el país de la samba, no se alejaría del remo, porque un amigo encontró las fotos de la competencia en Argentina y lo invitó a remar al Club Flamenco. Allí vieron su desempeño en la laguna Rodrigo Freitas, junto a cuatro campeones sudamericanos, y el entrenador le ofrecería quedarse a entrenar con ellos; pero Mayer ya estaba alejado de las competencias. Un boga sabe cuando salir a
remar se convierte en una rutina necesaria como cotidiana. En la competencia entre el Regatas y el Teutonia de 1954, Mayer tomó una decisión en el último tramo que se traduciría en el triunfo: aumentar el número de remadas. «Chac, chac, chac, chac», dice como recordando el estrépito de los remos en el agua. «Estábamos muy cerca, así que levanté ligeramente el número de remadas, y llegamos primeros por una tela». Raúl Hanza. El boga que jugÓ fútbol Raúl Toto Hanza va detrás de Rubén Mayer mientras rema. Es el número siete. En 1954, tenía 19 años y más de diez regatas ganadas. Llegaron a Río Santiago en tren después de competir en El Tigre. Fue una decisión del entrenador argentino Fitz Simon, para que los bogas sigan entrenando. En realidad, la delegación peruana llegó a Buenos Aires únicamente para disputar la competencia del río El Tigre, donde quedaron terceros después de ganarle el repechaje al Canottieri Italiano de Valparaíso. Un periódico argentino escribiría entonces acerca del desempeño de los peruanos: «disciplinados y con técnica depurada». «No creíamos que íbamos a ganar en Río Santiago. Fue una grata sorpresa», dice ahora Toto Hanza. Cuando empezó en el Regatas a los dieciséis años, conoció a su primer entrenador, Roberto Alferi, un argentino que salió campeón sudamericano. Era un hombre estricto y disciplinado, que se ganó el respeto de sus bogas. En 1953, tuvo un accidente
Richard Bruning guarda recortes y periódicos en un álbum gigante. Se trata de un importante capítulo de la historia del remo peruano.
cuando viajaba en moto. Sus pupilos -entre ellos, Hanza- se enteraron mientras remaban durante un entrenamiento. La posta fue tomada por su compatriota, el carismático Fitz Simon, el que los llevó a Río Santiago. Toto Hanza luego estudió en la UNI y más adelante, fundó una empresa constructora junto a su socio. Su carrera profesional siguió su rumbo, pero lo curioso ocurrió tres años después de los hechos de 1954: cambió el remo por la pelota. De esa manera, Hanza se convirtió en volante derecho de un equipo de primera división, proveniente de Miraflores, que se llamó Porvenir. Por supuesto, no dejaría de reunirse y de seguirles la pista a sus amigos bogas. Mario Suito. Una lesión PREMONITORIA El boga Mario Suito es el número seis e iba detrás de Raúl Hanza. Aquella tarde, antes de subirse al bote, había identificado un dolor persistente en el brazo derecho. Lo tenía intranquilo. Se lo comunicó a Fitz Simon, pero el argentino le recitó la panacea: «El dolor se irá cuando empecés a remar». Y así fue. A los primeros metros, quizás por la adrenalina, por la potencia de las remadas, la molestia se esfumó. «Lo ganamos metro a metro eh», recuerda. Después de aquel triunfo, los bogas peruanos fueron recibidos por el presidente argentino Juan Domingo
Perón en la misma Casa Rosada. Suito, entonces de dieciocho años, lo recuerda como una persona amable. «Más allá de su pensamiento político, debo decir que nos cayó muy simpático. De arranque, se aprendió el nombre de cada uno de nosotros». Esa tarde, Perón les hablaría de la idiosincracia argentina, de la celebridad de sus carnes vacunas, y de su esforzada presentación en Río Santiago, que él mismo presenció. Cuando se despidieron, les ofreció la mejor de las suertes. Luego, el joven Suito decidió estudiar Ingeniería Agrónoma en la Escuela de Agricultura de La Molina. Siguió participando en regatas como Máster hasta hace diez años. Ahora tiene una empresa, ligada al urbanismo, y en su oficina principal, conserva imágenes y cuadros de remo. Fernando Zavala. El reencuentro Es el número cuatro de la embarcación y lo único que veía era la nuca del alemán Schumann -el único que no pudimos ubicar para este artículo-. Si Fernando Zavala está aquí es por culpa de un accidente -o gracias a él-. De joven, sin haber cumplido veinte años, era un aspirante a la FAP. Su hermano ya estaba dentro y él quería convertirse en piloto. Durante esos primeros meses de preparación, llegó a escuchar sobre un tal Muñoz, un preparador
físico. Entonces, Zavala no sabía que, años después, ese sería quien lo prepare para la carrera de Río Santiago. Pero el remo no estaba en su mente, no sabía nada del deporte, él quería ser piloto. En el camino, algo salió mal. En una de las pruebas de vuelo su avión se estrelló y acabó con sus pretensiones. Luego del accidente, y teniendo que replantear su futuro, Zavala migró a Cerro de Pasco, a trabajar en una minera. No se acostumbró. Con un año en la localidad más alta del país ya se sentía perdido; así que decidió volver. Una vez en la capital, su hermano le habló del remo y se animó a probarlo. Algunos días antes de esta competencia de 1954, Fitz Simon los hizo cargar el bote hasta la orilla. Era un gesto para lucirse frente a sus competidores, para mostrar disciplina. Los ocho bogas lo hicieron, pero se les cayó de las manos. Así que dos días antes de la regata, el bote que les habían prestado lucía rajado. De emergencia, tuvieron que llamar al carpintero del Regatas que había viajado con ellos, un hombre al que apodaban «Va a volar» -según él, todas las embarcaciones que arreglaba volaban sobre el agua-. Por su parte, Fitz, furioso con sus ocho bogas, encerró a toda la delegación en el cuarto y puso un marinero en la puerta para que no pudiesen salir, como castigo. «Nos la merecíamos», recuerda Zavala, quien trabajó durante treinta años en uno de
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HISTORIAs
Cuando remó en Río Santiago, Richard Bruning entrenaba todas las mañanas en La Punta y corría cinco kilómetros en el malecón Balta.
Mario Suito remaría varios años junto a Roberto Ribeyro en un bote de dos. «Remar con Pope era bestial», recuerda.
los más prestigiosos bancos de Lima. El bote quedó bien. Tanto que, más adelante, sería comprado por el Club y traído a Lima en barco, como el navío de la victoria. Y así lo recordará Zavala, sesenta años después de aquella carrera. Una tarde, tratando de ubicar el último paradero de esa histórica embarcación dijo lo siguiente: «Creo que el tiempo la deterioró y terminó siendo parte de alguna mesa o silla. Yo ahora vivo de recuerdos». Richard Bruning. La paternidad y el remo En el remo, el primero siempre es el último en llegar. Ese será Richard Bruning, el «Gringo». Mientras rema, solo puede ver frente a él la cabeza de Javier Buraschi. Aquella tarde, en Río Santiago, el padre de Bruning lo alentaba desde la orilla. Era un aleman que, durante la Segunda Guerra Mundial, fue deportado a un campo de concentración en Estados Unidos. Tuvo que dejar al pequeño Richard en Lima, con solo cinco años. Cuando terminó la guerra, Kurt Bruning volvió a Sudamérica, a Buenos Aires, y ahí formó una nueva familia. El padre y el hijo se volvieron a unir muchos años después, en la localidad de El Tigre, en la provincia de Buenos Aires. Richard Bruning llegó para reencontrarse con
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él y durante un año, vivieron bajo el mismo techo. En ese tiempo, en el colegio donde estudiaba en Argentina, conoció el remo. De regreso al Perú, ese aprendizaje le trajo una sorpresa: se encontró con sus viejos amigos de Miraflores y se enteró que también se estaban dedicando al remo en el CRL. Por eso, más tarde, viajó con ellos a Argentina. «Fue mi momento más feliz como boga». Javier Buraschi. un acto entre hermanos Javier Buraschi -que rema justo detrás de Pope Ribeyro- no estaría sobre aquel bote si no fuese por su hermano mayor, Carlos. Ambos vivían en la hacienda Chanchamayo y asistieron al colegio internado Santa Rosa de Chosica. Más adelante, también juntos, estudiaron en la Escuela Nacional de Agricultura y, en su tiempo libre, eran bogas. De los dos, el más experimentado era Carlos. Mientras que Buraschi pertenecía a la categoría junior, su hermano era senior. Y la suya era una embarcación admirable. «Ese bote senior de cuatro de mi hermano era imbatible. Nosotros, los junior, nos esforzábamos por imitarlos», recuerda ahora Buraschi, que vive en Barranca, al norte de Lima, donde tiene tierras y cultivos. Todos dormían en
La Punta, ese lugar que, a pesar de las barracas de madera o la falta de agua caliente en las duchas, habían empezado a querer como suyo. Roberto Ribeyro. LA DESPEDIDA DEL BOGA Roberto Pope Ribeyro remó detrás de Zavala en 1954. Sesenta años después, ya no está con sus amigos bogas. Los de Río Santiago se reunirán con su hijo en un restaurante de San Isidro para recordarlo. Sus anécdotas, sus bromas, sus acciones encomiables, sus lecciones como padre, sus enseñanzas como deportista. Como la vez que Pope, sin dudarlo, sacó las llantas de su carro para apoyar a un piloto al que se le habían pinchado las suyas durante una carrera de autos. Era más que fair play, era bondad pura no solo con sus compañeros en el bote, también en la vida. Es el único de los nueve de aquella tarde de noviembre que falleció. Justo este año, que se cumplían sesenta de la hazaña, del primer grito de gloria fuera del Perú por un grupo de jóvenes remeros que coincidieron en el Regatas. La vida es así de esquiva, pero la memoria -de eso se trata- la mantiene vigente. Fueron cinco minutos y nueve segundos los que duró la regata. Ya tiene sesenta años de leyenda.
MÚSICA
EXPERIMENTo DE MÚSICA
¿Cómo una agrupación psicodélica-noise-postpunk le sacó la vuelta al mainstream limeño? Escribe: Andrés Talavera
Héctor Delgado
TRES DISCOS INFALTABLES PARA MOLDES Sonic Youth
Washing Machine
El disco menos comercial y más aclamado de la banda neoyorquina de rock alternativo.
PREVI fue un proyecto experimental de vivienda. Todo sucedió en Los Olivos, en la casa de Katia De la Cruz, la vocalista de Moldes. Era una vivienda progresiva muy particular, hecha en los setenta, con pasadizos llenos de detalles curvos y ventanas circulares. Fue una obra arquitectónica de vanguardia para la época. Ahí, De la Cruz se juntaba horas de horas para probar nuevos sonidos con Efrén Castillo. Mientras él improvisaba con su guitarra, ella exploraba el sonido de diversos objetos no convencionales, como hacer sonar un carrito frente a un micrófono sin cabezal, solo con pastillas, o un ventilador, o un libro de cuentos que emite el sonido de un grillo al abrirlo. En el 2005, De la Cruz tenía veintidós años, estudiaba Arquitectura de Interiores, y Castillo, de veintitrés, asistía a la universidad San Marcos. Ambos navegaban por un peculiar espectro musical, con influencias marcadas por bandas como Sonic Youth o los nacionales de Electro-Z, donde la melodía y el noise se conjugaban. «Cuando nos conocimos, comenzamos a establecer una conexión fuerte a partir de la música. Teníamos gustos parecidos y nuestros intereses de exploración también iban por el mismo camino», comenta Castillo, recordando cuando la vocalista le mostró las canciones que ella había compuesto ya hace algún tiempo para el proyecto Maldita Fama. «Me parecía paja el hecho de que ella componía sin ser una virtuosa con la guitarra. Luego de eso nos juntábamos y las composiciones comenzaban a salir muy fácilmente de la mezcla de las melodías con el ruido», recuerda. El primer concierto de Moldes se realizó en el CAFAE, gracias a la presentación del corto de un amigo de la universidad que decidió mostrarlo junto a las bandas
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que habían participado en él. Para ese momento, Marta Postigo ya se había unido como baterista —luego se unió también Giancarlo Rebagliatti en el bajo y la trompeta—. La puesta en escena era esta: batería, teclado, guitarra con amplificador, ventilador, un equipo de sonido de los noventa que se acoplaba al micrófono y unas máscaras de los Power Rangers. Con eso, salvo las caretas, armaron en estudio su disco debut, Moldes (2010), basado en grabaciones en cassettes, con ensayos de cuatro horas —explorando sonidos durante tres horas y ensayando los temas en una—. «En ese disco está “el nueve”, que comenzó como grunge, luego pasó a ser una especie de indie pop, le hicimos una versión en bossa nova y terminó siendo un rock psicodélico sesentero. Fácil si lo tocamos le cambiamos otra vez el estilo», cuenta Castillo, tratando de ilustrar el estilo ecléctico de la banda. «Uno de nuestros primeros temas, Tres Malade, fue grabado con el micrófono de una computadora Pentium 3, con la guitarra sin conectar al amplificador y las dos voces. Salió bien crudo el registro, pero con una bonita melodía». Hoy, Castillo y De la Cruz están acompañados por José Dammert (ex Los Cunches) en el bajo y Ernesto Velarde (ex Adictos al Bidet) en la batería, con quienes se preparan para su primera gira por Europa a mediados de julio. Allá presentarán su más reciente disco aguas de martes (2014). Su recorrido europeo empezará en Stuttgart, una ciudad que posee el Weisenhofsieldlung, un proyecto pequeño de vivienda progresivo que tuvo alcance internacional en los años veinte. «Es como el abuelo urbanístico de la cuna de Moldes», dice De la Cruz, antes de partir con la banda que demostró que para romper el molde musical de hoy hace falta un poco de ruido.
Charly García
Hello! MTV Unplugged
La mayor forma de apreciar al genio argentino, en su formato más básico.
Electro-Z
Fin del vehículo
«Esta banda me reventó el cerebro cuando la escuché por primera vez» (De La Cruz).
TEATRO
bésame mucho
una obra de teatro que exhibe un dilema contemporáneo acerca de las relaciones de pareja E. Barraza
«¿Soy feliz?», «¿Seguiré siendo atractivo para él?», «¿Cómo hubiera sido mi vida si...?» son algunas de las varias dudas que surgen durante el matrimonio. Al joven dramaturgo y director de teatro Ernesto Barraza le gusta hablar en sus montajes sobre esas inquietudes. «Esas preguntas les han pasado a más de una persona por la mente. Lo he escuchado, lo he vivido de cerca y no tiene nada de malo», dice Barraza, quien produce, junto a Diego Lombardi, su quinta puesta en escena: bésame mucho, una suma de situaciones reales llevadas al extremo con mucho humor. Esta obra fue seleccionada durante Sala de Parto, el festival de nueva dramaturgia peruana convocado por el teatro La Plaza. En la ficción, se desata una crisis cuando dos parejas totalmente distintas se encuentran. ¿Qué pasa cuando un matrimonio estable conoce a una pareja más divertida e impredecible? Fernando y Patricia están casados y se aman. Pablo, un exitoso chef, y Lucía, una modelo que retorna de Europa, conviven. Surgen así las reafirmaciones de amor y también las dudas. Los personajes, que bordean la treintena, se tambalean sentimentalmente en una ciudad caótica que crece con el boom gastronómico, la bonanza económica, la explosión inmobiliaria y la crisis de identidad de sus habitantes. «Tener treinta años ya no es REGATAS / 18
lo mismo que vivieron nuestros padres o abuelos, que seguramente se deben de rayar cuando ven nuestros complejos y piensan que estamos viviendo los treinta como si fuesen los veinte. Me parece importante darles un espacio a estas historias reales y crear un momento en el cual todas las preocupaciones propias de la edad se puedan tomar con normalidad y risas», afirma el autor, quien también tuvo que cuestionarse sobre sus prioridades hace unos años. Debió elegir entre seguir con la estabilidad que ofrecía un contrato de catorce sueldos al año o dedicarse por completo a desarrollar la que considera su pasión: el arte escénico y las historias representadas sobre las tablas en un teatro de la ciudad (Tabata Fernández-Concha).
LA NOTA BÉSAME MUCHO se presentará hasta el 3 de agosto en el Auditorio del Centro Cultural El Olivar de la Municipalidad de San Isidro. Actúan en la obra: Alexandra Graña, Diego Lombardi, Anneliese Fiedler y Daniel Neuman.
SALUD
Por el Dr. Alessandro Lanata Health by NewLeaf
¿PODEMOS DESINTOXICARNOS CON ACEITE?
LA CoQ10 y otros medicamentos para bajar el colesterol Lo sabemos ya: el colesterol elevado es causa de muchas preocupaciones por estar ligado a problemas vasculares como, por ejemplo, la aterosclerosis. Pero, primero, tenemos que entender que el colesterol en sí no es malo; es importante para la creación de membranas celulares, nervios y hormonas. Evidentemente, el exceso de colesterol sí trae problemas y debemos tomar en cuenta algunos detalles. Hay que saber distinguir entre los diferentes tipos de colesterol. El LDL y VLDL, o «colesterol malo», son los que debemos mantener en menores rangos ya que podrían acumularse en las arterias, mientras que el HDL, o «colesterol bueno», es el que disminuye los valores de los antes mencionados. Los triglicéridos se elevan en sangre por el consumo de alimentos como grasas y azúcares, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. En la mayoría de casos, este problema se puede tratar con una corrección en los hábitos alimenticios e incluyendo el ejercicio de manera regular. La vía mas «fácil» para manejar este tipo de problemas es el uso de fármacos. Las estatinas son usadas para bajar el colesterol inhibiendo la vía del mevalonato. El problema es que al inhibir esta vía no solo se bloquea la producción de colesterol, sino que también se compromete la producción de CoQ10 (ubiquinona). ¿Qué es exactamente el CoQ10? Se trata de una coenzima producida normalmente por nuestro organismo y que tiene muchas funciones: ayuda a la síntesis de energía a nivel celular; es un antioxidante que genera protección en el ADN mitocondrial; previene la oxidación de LDL y, con ello, los problemas vasculares. En suma, la CoQ10 es necesaria para mantener un corazón sano. Se podría inferir que a menos cantidad de esta coenzima en las arterias, estas se endurecen. Además, genera elevación de la presión arterial: las arterias pierden elasticidad y no se pueden adaptar al cambio de presión. La síntesis natural de CoQ10 empieza a decaer a partir de los 21 años y se hace más evidente a partir de los 40. Manifestar alguna deficiencia genera muchos problemas como miopatías y neuropatías. Por mi parte, recomiendo la suplementación de CoQ10 en personas, a partir de los 30 años, que toman estatinas. Mientras antes se inicie la suplementación, tendremos menos posibilidad de daño a nivel celular. Puedes buscar más información en health.com.pe o seguir a NewLeaf en FB. Fuentes:
Belardinelli R and others. Coenzyme Q10 and exercise training in chronic heart failure. European Heart Journal, July 2006 Langsjoen PH, Langsjoen AM. Overview of the use of CoQ10 in Heart Disease. Cardiovascular Disease Biofactors 9:273-85, 1999
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Pues sí. El oil pulling o desintoxicación con aceite es una práctica ayurvédica que emplea aceite para limpiar la boca de bacterias, virus, hongos y toxinas. Al eliminar estos patógenos no solo mejoramos nuestra salud bucal, sino la de todo nuestro cuerpo. ¿En qué consiste esta técnica? Es muy simple. Escogemos un aceite orgánico prensado en frío. Puede ser de coco, ajonjolí o girasol. Tomamos una cucharada como si se tratara de un enjuague bucal, manteniendo el aceite en la boca durante veinte minutos. Luego se elimina, de ser posible en una bolsa plástica para no ocluir las cañerías; se enjuaga y finalmente se toma un vaso de agua. Personalmente, prefiero el aceite de coco por sus conocidas cualidades antibacterianas y de preferencia orgánico para lograr así mayores beneficios. ¿En qué momento del día es mejor realizar esta técnica? Se recomienda realizarla a primera hora de la mañana, antes de lavarse los dientes, tomar algo o ingerir algún alimento. ¿Qué tan seguido lo puedo hacer? Se puede hacer todas las mañanas. Si es que la falta de tiempo no nos lo permite, tratar de hacerlo interdiariamente.
¿Qué otros beneficios obtengo? • Mejora de la salud de encías y dientes • Prevenir caries y gingivitis • Desintoxicación de nuestro cuerpo • Reducción de migrañas • Alivio de la resaca causada por el exceso de alcohol y cigarrillo. • Mejora de la calidad de sueño • Pérdida de mal aliento • Regulación de desbalances hormonales • Prevención y eliminación de infecciones bucales en general Tomar en cuenta • El aceite no se debe ingerir en ningún momento del enjuague. • No hacer gárgaras. • Se puede hacer un enjuague de agua con una cucharita de bicarbonato para alcalinizar el medio oral después del tratamiento descrito.
un destino de
THE NEW YORK TIMES para la revista regatas
36 horas en
praga
Escribe: Evan Rail
Fotos: Michal Novotny for The New York Times
Distribuido por The New York Times Syndicate
Un fin de semana en la capital checa para que pueda dedicarse exclusivamente a lo nuevo, escogiendo entre la cosecha más reciente de tentadoras cafeterías, pubs y galerías.
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Para la gente que no ha viajado a Praga recientemente, la capital checa puede parecer algo conocido: una ciudad con mil años de arquitectura, cerveza barata y restaurantes a menudo aburridos donde los ingredientes más inusuales son los dumplings de masa. Pero Praga se está desarrollando tan rápidamente que muchos de sus residentes aún no se han enterado de todas las próximas grandes cosas: nuevas y ostentosas galerías de arte, vecindarios viejos en dinámico desarrollo, excelentes bares (más allá de la cerveza y también incluyéndola) y restaurantes nuevos con sabrosas ofertas, desde cortes clásicos hasta picante asiático. De hecho, en Praga han aparecido tantos desarrollos que podría pasar todo un fin de semana visitando únicamente los lugares que han abierto en el último par de años. Vea el Castillo de Praga, el Puente de Carlos y todos los demás atractivos clásicos. Pero finalice su estadía con algunos de los vibrantes lugares recién llegados.
Viernes
5 p.m. Limpieza Los edificios (y los residentes) del Casco Viejo se han limpiado muy bien últimamente. En el otrora decrépito Palac Dlouha, un hito Art Deco, la nueva galería comercial de la planta baja incluye a Sisters, un ventilado bistró con emparedados abiertos tipo gourmet (entre 25 y 49 coronas, o entre 1.25 y 2.5 dólares a un tipo de cambio de 19.5 coronas checas por dólar) que hacen de bocadillos perfectos entrada la tarde. A una cuadra, Eterno Moderno, inaugurado hace dos años, ofrece moda clásica y nueva, principalmente para mujeres, alguna confeccionada con tela reciclada; del otro lado de la calle, Kuraz vende ropa y accesorios de una variedad de diseñadores checos jóvenes, como medias a la altura de la rodilla estampadas con insectos, revólveres y otros patrones
inusuales. Hasta los caballeros están tomando parte: del otro lado de la Plaza de Wenceslao, durante el último par de años, Room ha estado vendiendo ropa de caballeros de marcas artísticas del norte de Europa como Libertine Libertine y Royal Republiq, de Dinamarca. Y justo a la vuelta de la esquina, Thomas’s Barber Shop ofrece un paquete de whisky, habano, corte de pelo a mano y rasurada con navaja por 1600 coronas. 7 p.m. Oligarquía opulenta Como muchas ciudades europeas, Praga se ha vuelto loca por las hamburguesas extravagantes, y no hay nada como la «hamburguesa oligarca» de George Prime Steak, un lugar que abrió sus puertas hace ocho meses: un jugoso medallón de carne wagyu estacionada, importada de Estados Unidos, acompañada con foie gras, aceite de trufas negras, queso Brillat-Savarin y (¡por supuesto!) listones de oro de 24 quilates que crean una jugosa y ahumada explosión de deliciosos sabores, tranquilamente servida en el bar (990 coronas). La hamburguesa es lo que más atención recibe, pero los verdaderos atractivos en esta elegante casa de cortes son el filete de costilla, el filete miñón y el lomo, así como un T-Bone para dos personas (1950 coronas), todo comprado en Estados Unidos. También hay una línea de whiskys raros estadounidenses que discutiblemente llega hasta uno de centeno de 22 años de Hirsch Selection (550 coronas), dado que el nombre más raro de la lista, un bourbon Van Winkle de 23 años, normalmente está agotado. Claramente, algunos oligarcas tienen buen gusto. La cena para dos, sin vino, cuesta entre 2500 y 4000 coronas.
APACIBLE. Dos mujeres disfrutan de una tarde en el T-Anker bar. A la izquierda, vista del barrio de Zizkov, donde se han inaugurado nuevas galerías de arte en los últimos años.
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Alquimista de cocteles en el Anonymous Bar
10:30 p.m. Cúrese usted mismo Algunos de los que mueven y (literalmente) sacuden el paisaje de cócteles de Londres son cantineros y dueños de bares checos, y varios han regresado recientemente para mezclar preparados en Praga. El mejor recién llegado es Bonvivant’s, un antro chico del Casco Viejo inaugurado el invierno pasado que sirve tragos preparados con sabores propios de la casa, incluyendo amargos de escaramujo e hibisco (cócteles, aproximadamente 150 coronas). Luego de un high ball, recorra las calles adoquinadas hasta toparse con Anonymous Bar, que abrió las puertas hace dos años con un diseño inspirado en la película v for vendetta y que ofrece tragos similarmente teatrales, como el cóctel Virus de Santa María (175 coronas), servido desde una jeringa gigante.
Original Coffee en Betlemske Namesti
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Sábado
10 a.m. De primera No se conforme con café de hotel. Durante años fue difícil encontrar arábico de primera, aunque eso cambió con la llegada de algunas cafeterías de calidad y casas de tostado artesanal. En el Casco Viejo, amigable para turistas, sin embargo, persistió una gran brecha. Original Coffee, la más reciente incorporación, abrió a principios de este año cerca de la iglesia de Jan Hus, en Betlemske Namesti. Después, queme esa energía de cafeína con un paseo mañanero. Aunque el vecindario alberga muchos atractivos turísticos, las mañanas sabatinas a menudo tienen menos gente, y calles diminutas menos transitadas como las vecinas Zlata y Stribrna, que ofrecen abundantes oportunidades para fotos hermosas. Mediodía Acompañe bien Sí, Praga es una ciudad de cerveza, pero el vino de calidad cada vez es más común, especialmente durante las comidas. La vanguardia de la cultura de vino de la ciudad es Vinograf, un restaurante bar situado en Senovazne Namesti que sirve vinos checos bien seleccionados, la mayoría de las regiones soleadas de Moravia del Sur, junto con importaciones de Austria, Francia, Italia, Hungría y otras partes. El menú cuenta con recetas mediterráneas y continentales (piense en solomillo de cerdo asado con salsa de pimentón dulce) que se acompañan bien con las botellas disponibles, de aproximadamente 650 coronas. El almuerzo para dos, sin vino, cuesta aproximadamente mil coronas.
2 p.m. Calles secundarias El dilapidado distrito Zizkov ha desarrollado aún más su colorida vida cultural durante los últimos años, con un puñado de nuevas galerías de arte al norte de Skroupovo Namesti. Empiece en la Galería Drdova, inaugurada hace dos años, cuya exhibición actual incluye obras de Jiri Thyn, Federico Díaz y Hynek Alt. A dos cuadras de ahí encontrará Obras de Arte Hunt Kastner, que se mudó a Zizkov hace un año, en la misma cuadra que City Surfer Office, una galería y espacio de exhibición manejada por una colectividad que también tiene su propia marca de discos. En las calles secundarias cercanas visite la rara Galería Bliss Farm, que convierte fotos antiguas en obras de arte inspiradas en el terror, y 35m2, un diminuto espacio de exhibición detrás de Café Pavlac, donde finalmente podrá parar para comprar refrigerios.
«Praga es una ciudad de cerveza, pero el vino de calidad cada vez es más común. La vanguardia de la cultura de vino de la ciudad es Vinograf, un restaurante bar situado en Senovazne Namesti»
4 p.m. Diseños clásicos La moda en Zizkov y Vinohrady normalmente significa ropa callejera y estilo retro. Entre semana puede inspeccionar la impresionante colección de ropa clásica para hombres y mujeres de Bohemian Retro, principalmente de la ex Checoslovaquia; la tienda generalmente está cerrada los fines de semana, así que llame para asegurarse. Una alternativa decente para
T-Anker bar
Platillo del George Prime Steak
Sánguches de Sisters
el sábado por la tarde: Prague Thrift Store, una colección menos cuidada de impermeables de piel, blazers y hasta libros de segunda mano. Para ropa de calle de mujer creada por diseñadores checos, pruebe Pour Pour, que vende brazaletes de acrílico decorados (390 coronas) y mochilas de piel (2500 coronas), así como faldas y vestidos inspirados en tutú. 5 p.m. Artes libres Muchos desarrollos nuevos interesantes de Holesovice y Bubenec, dos distritos del norte de la ciudad, vuelan bajo el radar. Empiece en el excelente Kavarna Liberal, una cafetería de la vieja guardia que abrió las puertas hace dos años con techos altos, refrescantes bebidas espirituosas y Wi-Fi gratuito, donde podrá pedir consejos a la amigable gente de la ciudad. Bajando por la misma calle, vea si Galerie Zari, un raro espacio de exhibición inaugurado hace cuatro meses, está abierto los fines de semana, dado que los horarios han cambiado recientemente; la vecina Galerie Petr Novotny debería estar abierta los sábados a finales de esta primavera.
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7 p.m. Sabor a curry Muchos de los viejos favoritos del Casco Viejo han cambiado de nombre, de dueño y de cocineros repetidamente. Alguna vez llamado Molly Malone’s, el pub de la calle U Obecniho Dvora ahora se conoce como James Joyce: aunque las pintas de stout O’Hara son un buen cambio respecto a las cervezas tipo Pilsen de Praga, el as de este lugar es la nueva lista del pub de currys picantes. El menú viene de la empresa de la casa Sexy Curry Company, que ofrece curry jalfrezi, cabo malayo y tailandés verde preparados por Sofía Smith, la chef responsable de varios de los restaurantes más queridos de Praga. La cena para dos, sin vino, cuesta aproximadamente mil coronas.
9 p.m. Carrera de barril La reputación de Praga de cervezas excelentes es bien merecida. El favorito, Zly Casy, situado en Nusle, un distrito de la zona centro sur de Praga, ha encabezado la carrera de cervezas de barril durante años (ahora tiene 48), pero el año pasado el pub sufrió aun otra expansión, y un nuevo menú a la parrilla. Otros pubs del vecindario incluyen el excelente U Vodoucha, en Zizkov, que sirve cocina bohemia y cervezas principalmente de la región. Mientras tanto, T-Anker, un elegante bar inaugurado hace un año en el mismo centro de Praga, arriba de la tienda departamental Kotva, ofrece cervezas artesanales checas, alemanas y belgas en una terraza de la azotea.
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HERMANOVA
Galerie Petr Novotny
1/4 MILE
GERMANY
Prague
8
Galerie Zari
POLAND
Kavarna Liberal
CZECH REPUBLIC S L O VA K I A
To Prague Castle
AU S T R I A V LTA V A RIVER
U OBECNIHO DVORA
The James Joyce/ Sexy Curry Company 9
Sisters 1 B E N E D I KT S K A
Prague
Kuraz
T-Anker/ Kotva department store
Eterno Moderno Charles Bridge
P L AT N E R S K A
George Prime Steak/ Emblem O L D TO W N Anonymous Bar MICHALSKA 2
Original 4 Coffee BETLEMSKA
Julius Meinl Kitchen Ramen Bar 11 28. RIJNA BARTOLOMEJSK A
3 Bonvivant’s
City Surfer Office
S E N O V A Z N E N A M E ST I
5 Vinograf
PA N S K A
SEIFER
TOVA
35m2
Fusion Hotel Hunt Kastner Artworks
Harmont & Blaine
7 Bohemian Retro
Drdova Gallery 6
WENCESLAS SQUARE
Bliss Farm Gallery
Domingo
10 a.m. Confort contemporáneo Hasta la ex ruinosa calle 28 Rijna ha florecido recibiendo varios negocios nuevos, incluyendo una filial de Harmont & Blaine, un productor italiano de ropa casual de primera. Lo extraordinario es un nuevo puesto de avanzada de Julius Meinl, la delicatessen de Viena que abrió aquí su restaurante y emporio de comida de tres pisos el invierno pasado. Incluso si no tiene ganas de comprar un pulpo entero del Mediterráneo o uno de los 450 tipos de quesos, el renovado edificio Secesionista es obligatorio. Después, recupérese en dos locales al lado con un tazón de comida contemporánea reconfortante: abundante ramen tonkotsu (240 coronas) relleno de carne de cerdo, algas marinas y suave huevo hervido en Kitchen Ramen Bar, que abrió hace dos meses. En algún otro momento puede pedir dumplings.
KRIZKOVSKEHO
Thomas’s Barber Shop N A V R AT I L O V A
The Room SKOLSK A
Z I Z KO V D I S T R I C T
To Zly Casy 10
SUMAVSK A
Prague Thrift Store
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JAGELLONSK A
U Vodoucha
VINOHRADSKA
Pour Pour
Croquis de la capital checa, donde usted podrá recorrer cada una de las recomendaciones en este artículo. No se pierda el próximo destino de esta nueva sección.
CUSTOM
Sanyin Wu
CÉSAR RÍOS y YAIR CHÁVEZ Campeones. Bocheros. Adolescentes Precisión Bochazo Arrime Concentración Paciencia
Jugar bochas puede llegar a ser frustrante, sobre todo cuando empiezas. Debes mantener la calma ante cualquier circunstancia, saber acumular y emplear la fuerza necesaria para que la esfera —920 gramos de fibra de vidrio— viaje por la cancha —24 de largo por 4 metros de ancho— hasta quedar dentro de un radio de 70 centímetros alrededor del bochín. Además, hay que ostentar un supremo grado de concentración, incluso cuando una zapatilla del rival suena al hacer fricción con la pista sintética. César Ríos y Yair Chávez, de dieciséis años, ya han pasado por eso. «Al inicio lo más difícil es el arrime —en castellano, hacer rodar la bocha hacia el bochín—. La cancha es muy plana y debes controlar tu fuerza. Si la lanzas un poco más fuerte, la bocha se irá de largo y tu tiro no habrá servido», cuenta Ríos, quien se inició como bochero en enero del año pasado al lado de Octavio, su hermano y compañero en la selección del Regatas. «Una noche fui a ver a los señores jugar y me pareció súper gracioso. No porque sean mayores, sino por el ambiente, lleno de risas y buena onda. Entonces me dije: “¿por qué no hacer esto con mis amigos?”», recuerda. Meses después, la academia creció cuando llegaron Yair Chávez y David Gómez. Según el entrenador Jorge Velasco —dos veces campeón sudamericano (1981 y 1984)—, estos dos celestes son los que más han evolucionado dentro del grupo. El nivel de Ríos y Chávez es tan parejo que en su primer Metropolitano Sub15, en la modalidad de Tiro Combinado, definieron quién se quedaba con el tercer puesto y luego de quedar empatados a 18 puntos, jugaron hasta tres muertes súbitas. «En ese torneo me frustré. Tuve hasta dos ocasiones para cerrar el juego y fallé en mis dos voladas», cuenta Chávez, quien finalmente ocupó el cuarto lugar. Para él es vital iniciar bien las primeras lanzadas y mantenerse constante, pues las últimas manos son las que le generan mayor tensión. «Así tu rival esté cerca o no, el rumbo del partido puede cambiar en una jugada. Darle o no a la bocha en esos últimos lanzamientos son los que pueden hacer la diferencia y eso te puede poner nervioso». César Ríos, por su parte, cree que la clave es la perseverancia ante cualquier adversidad, la misma que lo llevó a campeonar, en su segunda participación, en el Metropolitano Juvenil de marzo, con 27 puntos. Ambos son parte del pequeño grupo que trata de hacerle justicia a este deporte que desde 1929, luego de ser prohibido para evitar la perversión en la juventud a finales del siglo XVII, viene despertando de a pocos la pasión entre los más jóvenes. En Lima, aún estamos lejos. La Sub15 cuenta solo con doce jugadores a nivel metropolitano. Sin embargo, Ríos y Chávez se muestran como pilares de este resurgimiento. (Andrés Talavera)
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NUTRICIÓN
Por Lorena Andrade Holistic Health Coach
JUGOS, EXTRACTOS Y SMOoTHIES ¿Debo tomarlos? ¿Para qué sirven? Actualmente se está viviendo una tendencia por incorporar jugos a nuestra dieta. Este tipo de alimentación ha sido utilizado por muchas personas —me incluyo— para remediar problemas digestivos, inmunológicos, entre otros. Sin embargo, esta práctica ha sido distorsionada de su objetivo principal, pues la mayoría siente interés en probarlos o quiere incorporarlos en su dieta porque escucharon que ayudan a bajar de peso y a eliminar grasa. Es cierto que esos jugos contribuyen a mejorar tu sistema porque contienen nutrientes, vitaminas y minerales que benefician a diferentes procesos del cuerpo. Si los tomas por varios días, quizás tu cuerpo pierda líquido y se deshinche, pero el objetivo no es perder peso. Depende mucho del estilo de vida y la alimentación. ¿Qué es lo que contienen estos jugos? Están hechos básicamente de verduras y frutas, para desintoxicar nuestro cuerpo —de ahí la palabra detox que se usa para referirse a estos regímenes—. Además, permiten limpiarnos de impurezas y lograr una mejor digestión. La dieta común occidental no incluye muchas de esas verduras ni frutas, y la mejor forma de recibir a nuestro cuerpo, temprano por la mañana, es con un alimento líquido. De esa forma consumimos más nutrientes y obtenemos más energía de manera fácil y rápida. Sin embargo, hay poco conocimiento acerca de la forma en la que deben consumirse. Primero, los jugos deben estar compuestos casi en un 80 por ciento de verduras. Si recibe mucha azúcar de las frutas ya no se logrará el objetivo. Segundo, es importante saber cuáles son los alimentos y cantidades que nuestro cuerpo necesita y debe consumir. Hay diferentes formas de tomarlos, dependiendo del objetivo. Puedes incluirlos dentro de tu dieta diaria o puedes realizar un programa de desintoxicación más fuerte para limpiar tu cuerpo completamente. Este tipo de programas consisten en una alimentación cien por ciento limpia, en la que se consuma únicamente el jugo. ¿Por qué? Nuestro cuerpo no descansa de recibir alimentos sólidos. Muchos de ellos resultan difíciles de digerir. Por eso, el objetivo de las dietas detox es hacer que el cuerpo descanse de tanto trabajo, darle una pausa y ofrecerle una alimentación limpia, suave y de fácil digestión. Para algunas personas, tomar solo jugos puede resultar difícil. En esos casos, es importante consultar a un especialista antes de realizar un cambio drástico en la dieta. Todo cambio debe ser paulatino para que el cuerpo se adapte.
REGATAS / 28
¿Extracto o smoothie? La diferencia está en el método de preparación y en algunos de los ingredientes. Para realizar un extracto, necesitas una máquina que extrae todo el líquido de las frutas y las verduras, capturando vitaminas y minerales en el jugo. Son empleados para una limpieza profunda y rápida: no tienen fibra y el cuerpo absorbe los nutrientes directamente. La mayoría de dietas detox utiliza extractos, ya que son más ligeros para el cuerpo, pero hay ciertos alimentos que no puedes incluir, como los suplementos naturales. Por otro lado, los smoothies se hacen en licuadora. Agregas las verduras y frutas que deseas y tienes la opción de añadir suplementos naturales de tu preferencia. La diferencia está en la fibra, además de obtener las vitaminas y minerales, muy recomendada para personas con problemas de digestión. Asimismo, estos jugos permiten que uno se sienta lleno por más tiempo, pues el proceso de digestión es más lento. Ambas opciones son buenas; ninguna es mejor que la otra. Depende del objetivo que se quiera conseguir. Si lo que deseas es desintoxicarte, puedes probar con los extractos unos días. Sin embargo, es importante consumir fibra para tener una correcta digestión. Puedes combinar ambos y obtener todos los nutrientes necesarios.
JUGO REVITALIZADOR Yo soy amante de los smoothies. Les comparto la receta de uno de mis favoritos. ½ pepino 2 tallos de pepino ¾ de manzana 1 dedal de jengibre ½ limón ½ taza de espinaca Modo de preparación: Lavar, pelar y licuar todos los ingredientes. Hielo al gusto. Lorena Andrade - Holistic Health Coach Wayama @lorenahealthcoach
CINE
NUEVO CINE PERUANO Cuatro películas recientes, nuevas propuestas y una mayor cuota de producción Escribe: Ernesto Zelaya
VIAJE A TOMBUCTÚ (2014)
EL MUDO (2013)
de Rossana Díaz-Costa
de Daniel y Diego Vega
Los recuerdos de la directora en el barrio de La Punta durante los años ochenta. En medio de los apagones y el desconcierto, nace un romance entre Ana y Lucho, dos amigos de infancia llenos de sueños y esperanzas truncas. Un relato que busca la identificación de una generación que recuerda con nostalgia ciertos íconos y símbolos de aquella época (como el concierto de Soda Stereo, los viajes de promoción frustrados, las carátulas hechas a mano de los cassettes).
Es la historia de Constantino Zegarra, un juez correcto, respetuoso de la ley y víctima de la mala suerte. Cuando un supuesto atentado lo deja sin habla, queda convencido de que se trata de un complot contra su vida. Esta es una ácida crítica a la alicaída justicia peruana, un universo lleno de incertidumbre y desconfianza. Zegarra es un hombre intachable que, a pesar de sus buenas intenciones, se ve aplastado por un sistema que se rehúsa a ayudarlo.
El LIMPIADOR (2013)
El espacio entre las cosas (2013)
de Adrián Saba
de Raúl del Busto
Lima se ve azotada por una misteriosa epidemia que va rápidamente eliminando a toda la población. En medio de este escenario apocalíptico, un solitario limpiador forense se ve obligado a cuidar de un niño huérfano. El escenario de ciencia ficción —un género pocas veces visitado en el cine nacional— es apenas el telón de fondo para la relación entre dos personajes aislados, una señal de esperanza en un mundo donde esta ya hace rato se perdió.
Un director prepara una película policial. Pronto, su vida se mezclará con la de su personaje principal, un detective llamado Glauber Maldonado. El segundo largometraje de Raúl del Busto, luego de detrás del mar (2005), es una obra altamente experimental, que no cuenta con una narrativa tradicional. Busca, además, utilizar los recursos fílmicos de manera novedosa, lo que la acerca a una especie de vanguardia. Solo por eso vale la pena verla siquiera una vez.
REGATAS / 30
CIRCO
LA TARUMBA DE GALA Un nuevo espectáculo circense por sus treinta años
Musuk Nolte
Hace treinta años, julio no era así. Nos referimos a las temporadas circenses que, tradicionalmente, comienzan en este mes. Hace tres décadas estábamos acostumbrados a la visita de compañías rusas o mexicanas exclusivamente, que llegaban a la capital para hacer su agosto. Los suyos eran montajes clásicos; con animales, motocicletas y esferas de la muerte metálicas. Por suerte, las nuevas generaciones se volvieron más exigentes al momento de demandar el consumo de circo. Bajo la estética del Cirque du Soleil, aparecieron expresiones espontáneas en varios países. Eso fue bueno, porque el circo abrió sus puertas y nuevos hombres que hacían telas, o malabarismo e incluso músicos, ingresaron al espectáculo de magia y risas. Los payasos se alejaron de la chanza fácil. Siguiendo esa línea, en el Perú, pudo nacer una agrupación como La Tarumba. Pero, entonces, hace treinta años, la agrupación liderada por el actor Fernando Zevallos no era lo que es ahora. Tan solo eran tres payasos que echaban mano de la ropa de sus primos o hermanos para armar sus vestimentas. Una agrupación sin mayores herramientas; solo con una corneta -pues no tenían trompeta- y un tambor. Pero lo que sí tenían era la intención de cambiar la manera en que se hacía circo en el Perú; la
idea de plantear un show que incluyese otras formas de expresión y que representase, de alguna manera, la realidad en la que vivían. Es por ello que este espectáculo de aniversario festeja al Perú, el lugar donde fue creada la compañía. gala se remonta al primer encuentro entre españoles y africanos con el nuevo mundo; a la llegada del caballo a estas tierras y su encuentro con los habitantes de América. De hecho, este es el más ecuestre de los espectáculos de La Tarumba, pues contará con veintiún caballos en escena. También se presentarán treinta artistas y, entre ellos, diez acróbatas venidos de varias partes del mundo. Por su lado, Amador Chebo Ballumbrosio y sus nueve músicos se encargarán de la música, e interpretarán fusiones de tonderos, landós, festejos y marineras. Toda esta fiesta se montará en un escenario circular que, como comenta Fernando Zevallos, el fundador, está hecho a base de polvo y cáscara de arroz. Han pasado tres décadas desde la creación de La Tarumba y su ya tradicional carpa en Plaza Lima Sur ya está acostumbrada a recibir a más de cien mil espectadores por temporada; cada año con una historia diferente. Las cosas han cambiado. La temporada de gala se presenta en Plaza Lima Sur (Chorrillos) hasta el siete de setiembre. (C. Way)
REGATAS / 31
peripeteia
芦Uno puede hacer obras de ficci贸n, pero no personajes de ficci贸n禄 REGATAS / 32
enrique victoria
Admirador de Hudson Valdivia y de Johnny Depp, este actor de 88 años baila y canta por las calles como parte del calentamiento previo a una obra. Afirma que su único maestro es Stanislavski y que detesta a los actores que se repiten. Actualmente actúa en KARAMAZOV y próximamente lo veremos en la película VIEJOS AMIGOS. Escribe: Denise Arregui
Foto: Alonso Molina
Trabajar únicamente en teatro en Lima supone mucho esfuerzo y sacrificio. El teatro tiene más obligaciones que cualquier otra profesión. Si un médico se enferma, llama a su colega y él se queda en su casa; un ingeniero se enferma y manda su reemplazo, igual que un abogado. Todos tienen un reemplazo, pero en el teatro no lo hay.
un papel. Hacer el papel, ya sea grande, chico, regular o lo que sea, pero que sea. Y que le busque las aristas que tiene para limarlas y que busque los aspectos que tiene para mostrarlos. Y tampoco me gustan, más bien los detesto, a los actores que se repiten. Y obviamente te lo digo claramente: cuando hablo de actores, hablo también de actrices.
Ahora estás trabajando en KARAMAZOV, con un elenco en su mayoría joven. ¿Te gusta trabajar con jóvenes? Yo no tengo nada contra los jóvenes. A mí me gusta trabajar con ellos. Me gusta ser dirigido por directores jóvenes, porque tienen nuevas formas e ideas y aprendo. Ahora, aprendo lo que me parece que debo aprender y lo demás lo deshecho. Por ejemplo, aprendo de la atención que ponen a las indicaciones de los directores y el deseo de poder cumplirlas. Observo una especie de vergüenza que sienten cuando se dan cuenta de que no han cumplido con ellos.
¿Qué hace a un buen actor? Me pones en un aprieto porque a mis alumnos les exijo lo que hago yo. Estudio mi personaje y veo cómo lo puedo hacer. Y no empiezo a hacerlo hasta que no encuentro parte de un prototipo. Veo cómo camina un señor que vi en la calle y me parece que es interesante y lo sigo por varias cuadras observando cómo lo hace y lo copio. Es el método de Stanislavski que para mí es el único gran maestro de teatro que existe y existirá, porque te enseña la vida y no tanta teoría.
Me parece fascinante pensar que tienes tantos años trabajando en teatro. ¿No te cansan a veces las temporadas? ¿Cómo haces para seguir siempre entusiasmado con cada obra? Voy a decir una frase que es muy manida pero es una realidad muy grande: no existe papel chico; existe el actor mediocre. Yo no creo ser mediocre. A mí no me importa si el papel que me dan es protagónico o secundario o el menos importante. Lo que me importa es hacerlo bien y que el público me recuerde. Sí, soy orgulloso y soy pretencioso, no vanidoso: eso es lo que yo me llevo con las temporadas. Cuando a mí me llaman para hacer un papel, lo leo, lo estudio y veo por dónde le puedo sacar partido y pongo todo lo que tengo.
¿De qué manera ha contribuido para ti el ejercicio y el entrenamiento del oficio de actuar? Me ha hecho muy bien en todo sentido. Yo, con ochenta y ocho años encima, corro, salto dentro de mis posibilidades. Soy un viejo muy vital todavía. Desde luego el teatro me ha ayudado mucho para mantenerme así. Hacer sainete, zarzuela, opereta, comedia, drama, tragedia, obras de capa y espada, incluso haber hecho circo… todo eso me ayudó a mantener la vitalidad. Voy caminando por la calle y de repente empiezo a saltar si paso por una plaza y hay un banco y me paro encima del banco y salto. La gente cree que estoy loco porque además voy cantando lo que sea, un vals, una opereta y llego siempre al teatro cantando y sigo cantando siempre un rato en el camerino.
¿Te parece perjudicial que el actor busque ese nivel de protagonismo? ¿Me permites que te lo diga sin ánimo de ofender a nadie? Esos no me parecen actores. Para mí, el actor es el que acepta el reto de
¿A qué actor de teatro peruano admiras? A Hudson Valdivia. Me enseñó a no ser igual. Me decía: «Enrique, no repitas tus tonos». Y era más joven que yo. Lo respeté porque era un buen actor, recontra bueno. Y me dijo:
«Cuando tengas un parlamento busca tonos diversos, ¡no repitas!» Aprendí eso y es lo que trato de darles a mis personajes y lo que les enseñó a mis alumnos. ¿Y hay algún actor de cine internacional que te guste particularmente? Johnny Depp es un genio. Compro sus películas, las veo, las estudio. Su gestualidad, su voz, su actitud, sus movimientos los pienso, y cuando tengo la oportunidad los aplico. ¿Has visto el movimiento de Grigor, mi personaje en KARAMAZOV? Yo miré mucho a Depp para aplicar esa forma de caminar. Primero había visto una caminata parecida de un japonés vecino mío que vendía abarrotes. Eso me hizo acordar a Depp y luego recurrí a una de sus películas. Observar es muy importante para un actor, ¿no? El actor nunca puede dejar de observar. Si no observa la vida, ¿qué hace, qué va a presentar? ¿Va a crear personajes de la nada? La vida es una y la vemos todos los días. El cobrador de la combi tiene una forma de ser y de actuar, el chofer tiene otra y el policía tiene otra. Eso hay que mirarlo. Eso es lo que enseña Stanislavki. Copiar la vida, no inventarla. Uno puede hacer obras de ficción, pero no personajes de ficción. Es una profesión que te permite explorar lo que es ser otra persona. Sin duda. Yo puedo ser un médico, un ingeniero o un aviador. Estuve trabajando como mozo un mes para aprender a manejar la bandeja como corresponde y aprendí. Hasta aprendí a pilotear una avioneta. Yo puedo ser abogado. Aprendo alguna leyes y me desempeño como abogado con la misma eficiencia que un abogado de carrera. Incluso ya me lo han propuesto, estudiar Derecho de propiedad intelectual ya que no hay casi especialistas en el Perú y yo estoy por considerarlo. Ya me han visto discutir y defender y alegar, así que quizás me anime a hacer la carrera.
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Es asociado del CRL desde 1995
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HERNANDO GUERRA GARCÍA
el horizonte del
em pren dedor
Antes de start-ups a nivel global, el director ejecutivo de Somos Empresa fue el promotor del emprendimiento en el Perú. Según él, los pequeños y medianos empresarios conviven hoy con trabas burocráticas y barreras tributarias, lo que podría aplastar a lo que él considera una nueva generación de jóvenes con ganas de comerse el mundo. Escribe: Salvador Orellana
Foto: Sanyin Wu
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entrevista
existe un contrato social pro-emprendedor. Uno avanza, contribuye, paga sus impuestos con puntualidad y, cuando el negocio empieza a andar, le caen las mafias, les piden cupos, etcétera.
e habla de la dificultad de hacer empresa en el Perú, debido a la enorme cantidad de trabas burocráticas que existen, pero ¿cómo así miles de pequeños emprendedores hacen empresa día a día a pesar de eso? Emprender empresarialmente no es solo tener un espíritu emprendedor: es también una actitud de vida. Los emprendedores en el país han emprendido con todo en contra. Una vez, conversando con Ángel Añaños (del Grupo AJE), le escuché decir: «Los emprendedores remamos con el río en contra, y, cuando sales a una economía donde todo es más fácil, donde el mismo Estado te apoya, sales a conquistar el mundo». Esa reserva moral les ha permitido avanzar a pesar de los reveses. ¿Qué tan cerca está ese emprendedor de ser un informal? Nada. El pequeño emprendedor nace en la informalidad, porque no existen los suficientes incentivos para convertir al informal en formal. Primero, no existen facilidades tributarias atractivas; la política tributaria para el pequeño es excesiva. Segundo, las barreras estatales. Tercero, no
Pero, si una instancia del Estado les da facilidades a los informales, ¿querrán salir de la informalidad? A nadie le gusta vivir en la informalidad o la semilegalidad. Yo he trabajado varios años en un proyecto con USAID y Somos Empresa, que se llamó Selva Ganadora, con gente que tuvo sembríos ilegales de hoja de coca. No querían estar así; ahora están felices cosechando cacao y café orgánico. No es bonito vivir con el temor constante de que te van a caer encima. Pero ¿a quién tienes al frente? La gran inclusión no es económica, sino de carácter político, porque el Estado debe abrirse a los emprendedores. ¿Para qué vas a incluir económicamente a gente que ya se incluyó hace rato al mercado? ¿Cómo se debe trabajar esa inclusión? Hace falta una cruzada no para reducir la pobreza, sino para elevar la riqueza. ¿Para qué recaudar si no se sabe qué hacer con el dinero? Y eso no se ve. Un Estado debe abrir sus instituciones y volverse políticamente inclusivo, que pueda ser facilitador de la inversión. ¿Cómo? Con una reforma tributaria con reducción de tasa de impuestos, no regalar dinero ni créditos como medida populista. ¿Pero el modelo de libre mercado acaso no ha beneficiado a los empresarios? El modelo funciona y ahora las grandes empresas poseen el capital para contratar un estudio de abogados, a tributaristas, laboralistas, que enfrenten las trabas. Pero ¿qué hace el pequeño, a quién contrata, de
dónde saca para pagar esa tasa que le han subido? Esas medidas pueden desalentar el emprendimiento. Acá no hay una forma de ver el mundo, de querer hacerlo mejor. Hay buena intención, pero no existe un planteamiento orgánico. No se entiende que el progreso es bueno, que el liberalismo no lo va a resolver todo, que los técnicos no son magos. Pero no todos quieren ser emprendedores Acaso no de tu propio negocio, pero sí emprendedores dentro de otras empresas. Se trata de un cambio, sobre todo, de actitud. Con más participación de los ciudadanos es más fácil generar economías que distribuyan la riqueza, reduzcan la informalidad y destierren la corrupción. Existe un discurso a nivel global contra los ricos, para que estos paguen más impuestos, en Estados Unidos, Francia, Chile... Es decir, ¿Obama está en contra del libre mercado? Más impuestos a los ricos siempre va a ser una medida popular, porque la riqueza de otros genera un estado de envidia que es fácil de provocar. Se ha entendido mal el concepto de igualdad. Dicen «vamos a ser iguales», pero hacia abajo. Yo prefiero un mundo donde puede que haya desigualdades, pero con oportunidades de riqueza para todos. Esto pasa por comprender que la riqueza no pasa por el Estado ni por el libre mercado, sino se genera a partir de las personas. Si Edison inventa el foco, ¿por qué no va a disfrutar de las ganancias que generará su aporte a la sociedad? Normalmente, se entiende lo contrario: «ser empresario es ser malo»; o cuando uno intercambia un valor por otro, y recibe algo a cambio, de pronto «comete un delito». Ser rico, con honestidad y transparencia, debe ser sinónimo de esfuerzo. Es una virtud.
«Creo en un país de emprendedores, en hacer un alto y diseñar acciones que promuevan y motiven a los pequeños empresarios, donde existan oportunidades de riqueza para todos. Primero, hay que comprender que la riqueza no pasa por el Estado ni por el libre mercado, sino se genera a partir de las personas».
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ellas
PASCALE DE COL
El interior de la arquitectura Modelo y arquitecta de interiores. Un pasatiempo y una profesi贸n. Las editoriales de moda y el escritorio donde crea espacios. Una mujer que cautiva con sus formas.
Su pap谩 es asociado del CRL desde 1984. REGATAS / 38
Escribe: Tabata Fernández-Concha
Foto: Sanyin Wu
El modelaje es un hobbie. Me encanta el trabajo que hago para las distintas marcas. Valoro todas las oportunidades que tengo, pero sé perfectamente que es algo temporal, porque estoy enfocada en crecer cada vez más como arquitecta de interiores. Terminé mi carrera hace poco más de un año y medio. Sé que estoy al principio del camino y que hay mucho por recorrer, que me falta descubrir, pero me visualizo creando y diseñando a tiempo completo. Mi pasión por el arte y la arquitectura la heredé de mi familia. He crecido rodeada de creatividad y en espacios que siempre han sido tratados con el cuidado de una decoración bien pensada. Mis padres tienen una gran sensibilidad artística. Ellos nos han motivado a mí y a mis hermanos para sacar lo mejor de nosotros y a dedicarnos a lo que nos apasiona. Vincenzo, mi hermano mayor, con quien trabajo en varios proyectos, es arquitecto y músico. Nicola, mi hermano menor, está estudiando cine. Las mañanas son muy importantes para mí. Estoy acostumbrada a despertarme todos los días a las ocho de la mañana para tomar desayuno con mis papás. Es mi ritual. Me hace arrancar bien el día, tranquila, sin correr, compartiendo un tiempo con mi familia. Recién cuando terminamos de tomar el café me siento totalmente preparada para sentarme en mi escritorio a trabajar. He tenido la suerte de iniciar mi carrera con varios proyectos. Al principio fui haciendo trabajos para amigos
de la familia, que me fueron recomendando, hasta que, poco a poco, ya conseguí clientes por mi cuenta. Ahora me dedico sobre todo a remodelar viviendas pero me encantaría hacer, en algún momento, una especialización en visual merchandising. Me atrae mucho la posibilidad de trabajar proyectos para tiendas. Estudiar arquitectura de interiores era un riesgo. Hace cinco años no existían muchas opciones, ni muchas salidas laborales, pero preferí apostar por algo que realmente quería y no me equivoqué. Ahora es increíble ver cómo ha evolucionado esta carrera en el país. incluso hay universidades donde puedes seguirla. Además, varias marcas importantes de afuera se han instalado acá. Lo más importante es que hay cada vez más talentos nacionales dedicados a esta especialidad. Todo el tiempo estoy aprendiendo cosas nuevas. No paro de investigar y de buscar referencias. Tengo varias carpetas con fotos que voy bajándome de distintas páginas y revistas. Hay varios arquitectos que son parte de mi inspiración; uno de ellos, el más importante, Titi De Col, que fue mi tío y marcó bastante mi gusto por trabajar utilizando materiales naturales y por crear espacios simples y luminosos. Mi trabajo tiene que ver con sacar lo mejor de cada espacio. Embellecer los ambientes pero sobre todo hacer felices a mis clientes. Ellos me han enseñado a observar y a escuchar para entender qué es lo que necesitan, a dónde quiere llegar. Es
muy distinto que te pidan que hagas algo de cero y como tú quieras, dejando que vuele la imaginación, a que te pidan que mejores un espacio o una decoración que ya existe. Entonces se debe tratar de crear algo desde el deseo del cliente. Nunca imaginé que trabajaría con mi hermano. Vincenzo y yo nos complementamos muy bien y tenemos planes de seguir trabajando varios proyectos a futuro. Esta unión laboral es posible porque tenemos los mismos intereses y una visión estética parecida. Ahora que vivimos en la misma casa es todo súper cómodo, porque nos sentamos a revisar nuestros proyectos en cualquier momento. Sueño con tener algún día una familia tan unida como la mía. Es algo que no veo ni a corto ni a largo plazo, sino que va a llegar cuando tenga que llegar. Una de las cosas que me gustan de ser arquitecta de interiores es que puedo manejar mis tiempos y trabajar desde el lugar que quiera. Creo que va a ser bonito poder trabajar desde casa cuando me toque tener a mi propia familia. Aún no tengo un estilo definido. Imagino que eso va a llegar con el tiempo, cuando adquiera más experiencia. Sí tengo claro que prefiero los ambientes amplios y con mucha luz. Me gusta bastante trabajar respetando la naturaleza y creando espacios funcionales que sean a su vez acogedores. No me gusta la decoración recargada y tampoco la minimalista. Me gusta generar un equilibrio.
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GONZALO DEL SOLAR
LA OTRA
FORMA POSIBLEDE LAS COSAS
Todo se transforma. Solo tiene dieciséis años, pero en eso piensa el remero Gonzalo del Solar: en que todo lo malo se puede convertir en aliento, en más ganas, más esfuerzo. ¿Por quién boga el representante del Perú en los Juegos Olímpicos de la Juventud? Escribe: Carlos Fuller
Foto: Sanyin Wu
Montaje: Domo
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DESTAQUE
a avioneta se fue a pique con él adentro. No pudo ver un cable de alta tensión y, cuando lo chocó, se produjo un cortocircuito. Hubo fuego y perdió el control. La avioneta cayó al interior de una vivienda en construcción, sin techo, en el límite entre San Bartolo y Punta Negra, kilómetro 49 de la Panamericana Sur. La única persona que cuidaba del lugar no estaba dentro al momento del accidente, así que no hubo más víctimas. Solo la avioneta azul hecha trizas sobre el arenal y, al lado, el cuerpo del piloto, Raúl Vargas Fuller, ex almirante de la Marina en retiro. Llevaba quemaduras de tercer grado en el torso y en los brazos, en más del 30 % de su cuerpo. El hombre tenía 81 años, pero estaba vivo. En Lima, Gonzalo del Solar Vargas, de dieciséis años, levantó el teléfono y, por sus padres, se enteró de que la avioneta donde viajaba su abuelo había caído y que él estaba internado en el Hospital Naval. Gonzalo estaba solo en casa. Sus padres habían viajado a Trujillo, pero él, como remero, tuvo que quedarse a entrenar. Así que ellos le pidieron que buscase a sus abuelas para ir al
hospital. Días atrás, había conversado con su abuelo Raúl sobre la posibilidad de ir juntos al aeródromo, como siempre lo hacían. Iban a ir ese mismo día, el del accidente, pero no llegaron a ponerse de acuerdo. Se salvó de ser testigo de la caída de la avioneta de su abuelo. Raúl Vargas Fuller estuvo internado veintisiete días en el Hospital Naval. La familia entera se mantuvo en vilo durante todo ese tiempo. En general, las noticias eran positivas. No se trataba de un caso crítico. Sí, eran quemaduras de tercer grado, pero era cuestión de que la piel comenzase a crecer y de que las heridas se cerrasen. «No era que se estaba desangrando o que tenía un tumor», dice Gonzalo del Solar padre. «Por lo que decían, pronto iba a salir. Hicieron los transplantes, pegaron la piel, hicieron el injerto. Todo positivo». Fueron veintiséis días de noticias positivas. El día veintisiete falleció. La causa fue una infección. *** Parece que la felicidad se escapa de sí. Intenta guardar la compostura, pero no puede. Mueve los brazos, sonríe. Se emociona cuando explica que en tres días se va a Jauja, a entrenar a más de tres mil metros sobre el nivel del mar. Que a la vuelta descansa una semana en Lima y vuelve a partir a México, para participar en los Pre-panamericanos. Que todo eso es solo la preparación para lo verdaderamente importante: China, Nanjing, los Juegos Olímpicos de la Juventud. Nunca ha estado en China. Mucho menos ha competido fuera del continente americano. Y dentro de pocos meses va a representar al Perú en aquel país, en agosto. «Prefiero no ponerme presión encima», dice. Su tranquilidad parece sincera. Parece
alegre de estar tranquilo. «En el ámbito sudamericano ya sé como estoy, pero esto es algo nuevo, es competir en otro continente, con remeros de todo el mundo. Lo que sí tengo clarísimo es que voy a dar todo de mí. Si lo he dado todo, si he entrenado, pero aún así no he podido ganar, por algo será. No tengo por qué sentirme mal si es que me he sacado el ancho». Lleva puesto un buzo deportivo y espera que lo recojan del CRL. Acaba de salir de su entrenamiento de la tarde. Es el segundo del día. Tuvo otro en la madrugada, antes de ir al Colegio Santa María. Este año ha aprendido lo que es llevar la rutina de un atleta en serio. Es delgado, pero solía ser muy gordo. Eso era de más chico, a los doce, antes de dar el estirón. Su pasatiempo era comer. Amaba las pastas y era dulcero. Lo obligaban a llevar dietas, pero no funcionaban. Además, no hacía un solo deporte. Su tío Lucho de la Puente quiso contrarrestar su sedentarismo animándolo a meterse al remo con sus primos. Él, un conocido boga del CRL, intercedió para que admitiesen a Gonzalo en el Club, como invitado, pues no era socio. Ni el padre ni la madre de Gonzalo practicaban remo. No tenía mayores referencias sobre el deporte dentro de su hogar. Sí había un boga en la familia, sin embargo: su padrino, el papapo, Raúl Vargas Fuller. Era un hombre de brillantes ojos verdes, frente amplia y fina sonrisa. Era un almirante de la marina, especializado en submarinismo y aviación. Llegó a ser jefe de la Aviación Naval y presidente de la Asociación de Ultraligeros del Perú. De chico, en la Escuela Naval, había sido boga, así que algo sabía de remo. Y esta era una afinidad más entre varias otras que mantenía con su nieto. Cada vez que tenía la oportunidad, Raúl se llevaba a Gonzalo al aeródromo de San Bartolo. Ahí él guardaba una motocicleta que era el gran secreto de la familia. Su esposa le había prohibido comprarla, pero él lo hizo a escondidas y la
El remo unió a Gonzalo con su abuelo -un antiguo boga-, porque él sabía en qué andaba. No se perdía una sola de sus competencias. Siempre estaba en la orilla aplaudiendo. REGATAS / 42
«Tengo clarísimo que voy a dar todo de mi. Si a pesar de eso, no puedo ganar, por algo será. No tengo por qué sentirme mal si es que me he sacado el ancho» usaba para pasearlo. Y si no lo llevaba para eso, lo hacía para que lo viese manejar alguna de las avionetas. Iba todos los fines de semana sin falta. Volar era su gran afición. «Era un tipo fuera de serie», dice Gonzalo del Solar padre, mientras revisa una carpeta de su computadora con las fotografías de su suegro. En algunas se lo ve de joven, delante de un avión, vestido con chaqueta de cuero y un prendedor en el pecho con su identificación de «Peruvian Navy». La mayoría de imágenes son de él mayor. Raúl con una peluca afro amarilla de año nuevo, Raúl con Gonzalo abrazados, Raúl con Gonzalo haciendo muecas a la cámara. «Era un caballero, honesto, de principios clarísimos», continúa Gonzalo del Solar padre. «Pero, al mismo tiempo, se hacía querer. Y el remo lo unió más a Gonzalo porque sabía en qué andaba, de qué hablaba. No se perdía una sola de sus competencias. Él siempre estaba en la orilla aplaudiendo y alentando». ***
La caída de la avioneta fue en enero de 2014; Raúl falleció en febrero. Dos meses después, Gonzalo consiguió la clasificación a los Juegos Olímpicos de la Juventud, en el preolímpico de Montevideo, en Uruguay. Obtuvo un cupo luego de quedar cuarto en la competencia y tras el retiro de la tercera posición. «En esa regata me sorprendí a mí mismo», dice Gonzalo, sonriente, como si no entendiese lo que le había ocurrido. «No creía que me fuera a ir tan bién. Venía de haberme sacado el ancho en otras competencias y con gente menos fuerte. Pero en el preolímpico quedé prácticamente al nivel de todos. El brasileño estaba primero y, por mucho tiempo, yo estuve segundo. El problema fue que en los últimos quinientos metros me quemé por el exceso de esfuerzo. Y fue entonces que se metieron el chileno y el argentino. La recta final fue eso: los tres en una fila, uno al lado del otro, peleando por sacar alguna ventaja. La llegada fue de fotografía: no hubo casi nada de diferencia».
Luego de decir eso, no habla más. Por única vez en la conversación no sonríe ni hace gestos. Luego balbucea algo. No se entiende y repite. «Siento que mi esfuerzo ha sido, también, en nombre de él». Dice eso e, inmediatamente, habla de otra cosa, como queriendo cambiar de tema. Vuelve a sonreír. De aquello no dirá más esta noche. Quizá ya haya dicho suficiente. En su cuenta de Facebook, Gonzalo aún mantiene una fotografía suya -ver arriba-. En ella, aparece Raúl Vargas Fuller con una camisa a cuadros, presentando a la cámara al niño que lleva entre sus brazos. Lo mira con una sonrisa orgullosa, como si fuese un trofeo. Y, al lado, como una profecía, aparece lo que Gonzalo escribió: «Mi ejemplo de persona. Eres un guerrero y sé que esta no fue tu última batalla. Aún no asimilo tu pérdida porque sé que no te has ido. Sigues presente en cualquier otra forma posible. Gracias nuestro gran aviador. Nuestro papapo».
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CAROLINA BOTTERI
EN LA CALMA
DE UNA OLA Para ella, el mar es el espacio donde nada más existe. Un ahora literal y potente, como la respuesta ante una ola que viene hacia uno. «Para entender mi locura tienes que hacer mi locura», dice Carolina Botteri, la tricampeona nacional de bodyboard. Para comprenderla, un periodista con fobias acuáticas la acompaña. ¿Puede el mar convertirse en un espacio de tranquilidad hasta para quien le teme?
Escribe: Carlos Portugal
Foto: Leslie Searles
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N destaque
o sé nadar. Lo que hago en el agua no podría ser calificado como eso. En todo caso, podría considerarse un acto de supervivencia, pero nunca con la coordinación necesaria. Mi relación con el mar es la de aceptar que este es para mí un ambiente peligroso e inestable. Estar sobre el agua me activa recuerdos inmediatos: un casi ahogo de niño, el aprendizaje imposible a pesar de los esfuerzos recurrentes de mi papá, el sueño persistente de un naufragio y un espacio que, de forma testaruda, he preferido evitar. El mar es para mí —lo repito— un ambiente inseguro. Para ella no. Para Carolina Botteri, la campeona nacional de bodyboard por tres años consecutivos, es su universidad, su oficina, su hogar, el lugar que la calma y el espacio que necesita por las mañanas. En él no hay agendas y los planes son solo la búsqueda de una buena ola. Pero eso aún no lo sé, todavía no lo comprendo. Aún estoy en la tierra y Carolina Botteri pregunta si es que lo voy a intentar. Sus ojos marrones se abren y le digo que sí, que no tengo miedo, que puedo hacerlo. Le miento. Me pongo el wetsuit. Son las cinco de la tarde, hace frío y estamos en Punta Roquitas, una playa de Miraflores . En el mar, hay surfers y bodyboards que conviven tranquilos sobre las olas. Si no fuera por mi relación fóbica con el agua, todo iría bien. Nadie aquí lo sabe porque dije que sabía nadar, que solo me faltaba intentar con la tabla. Entro por un caminito de rocas con las aletas y la tabla sostenida con el antebrazo. A mi lado va Robert Autaje, el primo de Carlos Sierra, entrenador de Carolina por más de cinco años. Es él quien me instruye antes de entrar al mar: «Voltearse. Patalear. Girar. No hundir la tabla. Mantenerse calmado. Tranquilo». No hay mucha más teoría. Estoy echado en la tabla, con la mitad de mi cuerpo hacia afuera, los brazos extendidos, cogiendo la superficie de fibra de vidrio desde la punta cuadrada, mientras Autaje me conduce hacia donde está Carolina.
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Apenas me acerco, ella sonríe y me advierte: «Ahí viene tu ola. Está buena. Esa es». Veo esa masa imparable llegar y no es que pueda hacer algo: efectivamente, está viniendo hacía mí. Esto es lo más básico del bodyboard. Dejarse llevar por la ola. Carolina Botteri está haciendo piruetas, maniobrando las olas como si la tabla fuera una extensión de su cuerpo. Las olas ante ella se ven pequeñitas. Hace un Air Roll Spin, un backflip. Y luego sonríe. Siempre sonríe. Pero yo no. Al comienzo sufro por dejarme llevar, me sostengo de la tabla como a un peñasco y la ola me empuja. Entonces mi pantorrilla se tensa. La ola me sigue llevando y la pierna arde. No sé nadar. El mar siempre fue para mí un ambiente inseguro e inestable. Pero no hay tiempo de pensar en eso. Aquí ya no hay frenos. Ha empezado el calambre. *** Existen seres acuáticos. Hay personas que nacen para estar al lado de las olas, que se definen en el mar: remeros, veleristas, nadadores, tablistas. En el fondo, para ellos la tierra es solo un camino para llegar a su hábitat natural. Carolina Botteri lo supo desde adolescente. La Playa 3 del Regatas fue el escenario de ese descubrimiento. Junto a un grupo de amigas pasaba el verano deslizándose sobre las pequeñas olas. Las olas, ya lo comprendería luego, tienen variables: forma, dirección, tubo, volumen, fuerza. «Tienen vida», dice Botteri. Tenía doce años cuando se enteró del
mundial en Chilca. Llegó hasta el sur de Lima para ver cómo corrían los mejores bodyboarders del mundo. «Estaba afanadaza. La rompían y volaban por los aires». En la competencia, tienen de 15 a 25 minutos para realizar su mejor performance: se suben a diez olas y se eligen las dos mejores para que sean calificadas. Por turno, hay cuatro bodyboarders en el agua que van a pelear por la mejor ola. Pueden existir dos posibilidades: o coges una gran ola y la vences con estilo o haces lo imposible por convertir una mala y pequeña en un parque de diversiones. Al terminar de ver el mundial, Carolina Botteri llegó hasta el estrado, donde estaban reunidos los campeones para fotografiarse con ellos. «Es como mi álbum Panini del bodyboard», ríe Carolina. Aquella vez, el ganador del mundial, Jeff Hubbard, le regaló su licra, que todavía conserva. Los niños y sus ídolos. Cuando Ronaldinho aún medía menos de un metro cuarenta, acechó en el vestíbulo del hotel a su ídolo Ronaldo para pedirle un autógrafo. Lionel Messi admira a Pablo Aimar desde los seis años. Los pequeños con una pasión tan definida se proyectan en sus propios ídolos. Carolina Botteri ya sabía lo que quería. Hacer lo que había aprendido durante sus juegos de playa, pero de manera profesional. «Como dice Kelly Slater, esto es como la mafia: cuando entras ya no puedes salir». En ese mundial Botteri también conocería a Carlos Papita Sierra, varias veces campeón nacional y director técnico de la selección de bodyboard. Con él, empezaría sus
«Una mañana puedes entrar al mar cansado, remando y pataleando, pero al coger una ola, ese cansancio desaparece»
MADRUGADAS. Botteri sale muy temprano a buscar olas al sur, como parte de su entrenamiento diario. Su papá tiene 36 años de asociado del CRL.
clases en la escuela de Punta Roquitas. «Tenía mucho entusiasmo. Ella misma sabía que estaba para más», reconoce ahora Sierra. Pasaban los años y el entrenador lo supo: la pequeña campeona sí estaba para otro nivel, para desafiar las olas de Chilca y Puerto Nuevo al sur. Para un deportista profesional el éxito suele medirse en tiempo, en perfeccionar la técnica. De ellos llegan los triunfos. En los tres últimos campeonatos nacionales, Carolina Botteri logró el primer lugar. El año pasado, compitió contra los hombres y también les ganó. En diciembre de este año, le toca medirse fuera del país, en el mundial de Chile, donde competirá contra bodyboarders de Japón, Brasil y Hawái. Antes, en el 2011, participó en un mundial en Venezuela, donde quedó quinta en Junior y sexta en la categoría Mayores. Ahora pretende el oro en Iquique. Por eso, viajará en agosto para prepararse en Indonesia, una playa con tubos perfectos y llena de corales. Este año no ha empezado la universidad para dedicarle todo el tiempo que pueda a su entrenamiento previo al Mundial. Debe hacer que valga la pena. «No me da miedo ninguna ola; me da miedo perder». *** El calambre tensa mi pantorrilla. Algo raro ocurre, porque no estoy tan preocupado como debería.
Me aferro a la tabla como si fuera un escudo, para que la ola me lleve. Me dejo llevar y olvido que no sé nadar por un momento. «¡Cuidado con las rocas!», escucho el grito de Autaje, nadando hacia mí, y salgo de la hipnosis. Trato de «frenar», un poco aguantando el calambre, y por suerte la ola cesa. Estoy sobre la tabla y creo entender el reto de Carolina Botteri: el mar semeja el olvido. Es como el paréntesis de cualquier situación externa —y terrena—. Aquí, en el mar, solo se necesita la concentración. Estar aquí era eso. El vicio de algunos tablistas no es buscar olas, sino buscar esos paréntesis. —¿Qué tal? ¿Te gustó?— me pregunta Carolina Botteri, secándose el pelo, ya sobre la tierra, apoyada sobre un auto. Le digo que sí, que ahora creo entender mejor a qué se refería, a su «locura». —Qué bueno. Era eso que te decía. Es eso, estar en la ola. Ahí no existe nada que te falte. *** La rutina de Botteri empieza temprano cuando su celular vibra. Es la llamada de su entrenador, Carlos Sierra, que le avisa que es momento de alistarse. Desde las tres de la mañana, Sierra corre por la Costa Verde, vigilando la evolución de la marea. A las seis, recién pasa a recoger a Botteri y enrumban hacia el sur. «Mucha gente no entiende
por qué salgo tan temprano. Es que si no vamos a esa hora, entra viento a la playa y las condiciones del mar cambian. Es como dice el dicho: al que madruga, Dios lo entuba», afirma Sierra. Suelen correr tres veces al día, con entradas de tres horas. Al final de la jornada, Carolina Botteri regresa a su casa a las siete de la noche después de un día entero de playa. Sus amigos cercanos no descubren de dónde proviene esa energía. «Puedes entrar cansado, remando y pataleando, pero al coger una ola, ese cansancio desaparece. Estar dentro de la ola es maravilloso. Cada vez que salgo del mar, tengo la sonrisa más grande que pueda tener marcada en la cara», dice Botteri. Cuando no está sobre una tabla, ella tiene tres opciones: aburrirse, cotejar la marea desde una sofisticada aplicación en su smartphone, o ver fotografías de olas en todo el mundo. «El mar es mi fiesta». Otras veces, el mar puede resultar caprichoso. Como hoy, por ejemplo, que estamos en la orilla de Punta Roquitas, porque las olas del sur se «escondieron». Cuando Botteri corre en la Costa Verde es como un premio consuelo. Yo estaba con ella una de esa tardes en que regresan a Lima como un pirata sin tesoro. El mar de Barranco también es para ella una manzanilla, un calmante para sus ansias. Es que el mar tiene algo que jamás voy a llegar a comprender del todo. Para Carolina Botteri, nada más importa: el olvido llega con cada ola.
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PORTADA
SANDRA CROUSSE
el agua no sabe
tu edad La entrenadora principal de la selección de natación del Club Regatas ha pasado más tiempo en el agua que fuera de ella. En algún momento de su vida llegó a nadar 25 mil metros en un solo día. A lo largo de su carrera, logró acumular varias medallas, tantas que si ingresara al agua con ellas no podría nadar porque se hundiría al instante. ¿Qué es lo que piensa una nadadora cuando está bajo el agua? Escribe: Joaquín León
REGATAS / 48
Foto: Alonso Molina
Estilismo: Lourdez Carrasco
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U
n nadador en la piscina está sometido a una ansiedad intensa. Un nadador quiere terminar lo más rápido posible. Muchos psicólogos recomiendan hacer deporte para aliviar el estrés, y específicamente disciplinas como la natación. Pero aquí ocurre lo contrario: es la natación —la competitiva— la que estresa al nadador hasta extremos difíciles de resumir. En el fútbol uno hace una mala jugada y al rato nadie se acuerda. En el tenis hay descansos breves entre punto y punto. En el vóley la falla de uno la puede resolver el compañero. En la natación, en cambio, el cuerpo debe mantener una perfecta armonía ensayada porque, si un solo movimiento falla a lo largo de la competencia, todo puede derrumbarse. No se puede replantear una estrategia dentro del agua y menos a esa velocidad. No puede uno detenerse y pensar. Solo queda seguir y seguir. Un nadador no compite: escapa. La peruana Sandra Crousse sufrió en Los Ángeles 1984 la pesadilla del estrés en la natación olímpica. Le tocó la primera posta de la primera serie de la primera prueba de 100 metros libres. Le asignaron el carril más cercano a la tribuna, a centímetros de la enorme cámara de televisión que la seguiría como un galgo a un conejo. Los millones de televidentes que miraban la competencia veían su cara más grande que las de las demás competidoras. En un escenario así, las posibilidades se limitan a que todo salga bien o a que todo salga mal. Crousse se lanzó al agua antes de que dieran la partida. Aunque en ese entonces esta falta no estaba penada —si le hubiera ocurrido en una competencia en estos últimos años habría sido descalificada, según el nuevo reglamento—, la situación se volvió crítica. No tanto por los silbidos de la tribuna y el pudor interno y en vivo y a colores, sino porque aún faltaba lo más difícil: nadar.
—¿En qué piensas cuando estás nadando en una competencia? —No sé —Pero, ¿piensas en algo? ¿Hay tiempo para pensar? —Tienes que mantener una perfecta coordinación. Mover mal la pierna o el brazo o no respirar en el momento exacto puede terminar mal. No sé si pienso en eso. El primer puesto en esa carrera estuvo empatado entre las estadounidenses Carrie Steinseifer y Nancy Hogshead, con 55:92. La peruana Sandra Crousse hizo un tiempo de 1:01:02. Había llegado a unos Juegos Olímpicos y había hecho un tiempo más que aceptable. Fueron los 61 segundos de su vida que más recuerda. *** Hace un par de años, la revista the journal of positive psychology publicó los resultados de un estudio sobre cuál es el peor día de la semana. El estudio concluía que el lunes no es peor que el martes o el miércoles (el viernes resultó ser el día más feliz, sí, pero ese es un tema aparte), y que solo se trata de un problema de percepción, de esa terrible sensación de terminar algo placentero, como un domingo, en contraste con empezar una nueva semana. La lunesitis es un fantasma. Es lunes por la tarde en la piscina principal del Regatas. Un lunes oscuro y frío, para más señas. Crousse y los demás entrenadores esperan que los nadadores terminen su rutina física de calentamiento para lanzarse al agua, pero entonces ocurren varias cosas a la vez: con un oído Sandra escucha a su hija contarle que le llamaron la atención en el colegio porque no hizo la tarea, con el otro oído escucha a un entrenador brasilero hablar de un reciente viaje, con una mano busca un teléfono en su celular, con la otra saluda a la mamá de uno de los chicos a los que ella entrena. Su «oficina» es una mesa de vidrio colocada junto a una pared llena de trofeos. En la mesa hay una computadora apagada y al lado la hija de Sandra resuelve una tarea escolar —después pedirá una manzana, después algo de tomar, después comentará que se le cayó un diente, después nadará un rato—. Nada más. El trabajo de un deportista profesional implica andar lo menos recargado posible. Mauricio Fiol (20), el mejor nadador peruano de los últimos años —acaba de ganar nueve medallas en la Copa Ciudad de Cali, en Colombia—, no usa celular. Usaba, pero lo perdía siempre, así que mejor era no tenerlo y dejar de preocuparse. Crousse —que, dicho sea de paso, es su entrenadora— vive en buzo y zapatillas. De hecho, en su matrimonio, apenas pudo se quitó los zapatos de taco y se
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«El agua no sabe tu edad, solo lo rápido que nadas»
PORTADA
«Nunca salía del agua. En mi casa hacía nadar a mis hermanas y jugaba a que yo era su entrenadora» puso zapatillas como las que lleva ahora puestas para dirigir el entrenamiento. La «oficina» de un entrenador de natación tiene que ser como esta: abierta, simple, tan cercana a la piscina como para que el agua de un chapoteo exagerado llegue hasta aquí. Un nadador, por antonomasia, tiene que andar ligero. Sandra Crousse ha pasado más tiempo en el agua que fuera de ella. A los dos años aprendió a nadar. Cuando tenía seis, su familia se hizo socia del Regatas y entonces su vocación se definió. De niña llegaba al Club a las 6 de la mañana a entrenar. La traía su padre, Jacques Crousse, un arquitecto que diseñó y construyó algunos de los edificios más emblemáticos del Regatas. Lo cuenta ella, de pie junto a la piscina, desde donde se ve una placa conmemorativa que menciona a su padre como uno de los
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creadores de la identidad física del Club. «Veníamos temprano, cuando no había nadie. A veces incluso traía a mi perro. Estaba prohibido, pero ¿a esa hora quién lo iba a ver?», recuerda. Una rutina común incluía nadar varias horas, luego surfear en las playas del mismo Regatas, y después ir a su casa a chapotear un poco en la piscina. «Nunca salía del agua. En mi casa hacía nadar a mis hermanas y jugaba a que yo era su entrenadora», dice vigilando de reojo la rutina de los chicos de la selección del Regatas, que ya salieron del gimnasio y ya se lanzaron al agua. Hoy nadarán en total unos doce mil metros. El recorrido que harán hoy equivale a ir —a nado y por la Vía Expresa, que tiene unos 10 kilómetros— de Barranco al Centro de Lima y un poco más. Sin parar. Es lunes, pero ellos nadan como si fuera viernes.
«¡Mañana toca madrugada, recuerden!», anuncia Crousse en voz alta. Después, en voz baja, dirá: «Tranquilamente me puedo convertir en una Natalia Málaga cuando estoy entrenando». Ella estuvo siempre apegada a las rutinas largas; a veces entrenaba dos turnos diarios de tres horas cada uno. En algún momento de su vida llegó a nadar 25 mil metros en un solo día. Así es la natación: te metes al agua a nadar 25 kilómetros para luego ir a una olimpiada y nadar 100 o 20 metros, a veces un poco más. Sandra Crousse —lo dice su currículo, que está lleno de numeritos— es una de las nadadoras peruanas que más marcas ha roto en su carrera profesional. Obtuvo récords nacionales absolutos en 50, 100, 200, 400, 800 y 1500 metros libres. Ha sido cuatro veces campeona sudamericana juvenil, campeona sudamericana en la categoría
mayores, campeona de los juegos Odesur. En su carrera profesional ha acumulado más medallas de oro de las que caben en la pared de su casa. Las últimas seis las ganó en la categoría máster durante un campeonato sudamericano realizado el año pasado en Chile. Si Sandra Crousse ingresara a una piscina con todas sus medallas colgadas no podría nadar y se hundiría al instante. *** Vivir en el agua fue una decisión, decíamos. Pero hubo un paréntesis de casi seis años en los que Sandra casi no nadó. Después de participar en las Olimpiadas de Los Ángeles 1984, ganó una beca para deportistas en la Universidad Clarion, de Pennsylvania, donde estudió Ciencias de la Comunicación. Luego trabajó un par de años en Washington, pero regresó al Perú. No se sentía completamente feliz en una oficina, sin buzo, sin zapatillas, sin agua. Trabajó en un canal de televisión limeño, pero no estaba del todo convencida. Una mañana de 1992, cuando paseaba por los alrededores de la piscina del Regatas, se encontró con Choco Vivanco, quien integraba en ese entonces la Comisión de Natación. Choco fue la primera campeona femenina de natación en el Perú, y la primera peruana en participar en unos Juegos Olímpicos, los de Tokyo en 1964. También ha ganado el Campeonato Mundial Masters más veces de las
que recuerda. Aquella mañana, en el Club, vio pasar a Sandra y le explicó la situación: —Hay un campeonato. ¿Puedes nadar? —¿Cuándo? —Ahorita. —No tengo ropa de baño. —Yo te presto. Sandra Crousse nadó casi sin haber entrenado nada durante años, y por supuesto ganó en 50 metros libre y 50 metros mariposa, y lo hizo con nuevos récords nacionales y la clasificación directa para los Panamericanos de Mar del Plata en 1995, donde quedó finalista. Choco había intuido que ella podía ayudarlos en ese torneo, y tuvo razón. Después se le ocurrió otra idea, aun más ambiciosa. «Le pedí que fuera entrenadora de la selección del Club. Yo la había visto nadar, no dirigir, pero tiene liderazgo, la respetan como a nadie», cuenta. Sandra aceptó y volvió entonces a sumergirse en el mundo de la natación profesional. El paréntesis se había cerrado. Ella ahora, además de entrenar a la selección juvenil y de mayores, lo hace con los masters. Ahora Sandra entrena a Choco, una de sus mentoras. La natación tiene idas y vueltas, literalmente. Cuando un periodista entrevista a una deportista calificada, hay una especie de pregunta obligada sobre los referentes, sobre los ídolos. ¿A quién admiraba Sandra Crousse? Lo curioso en este caso es que las nadadoras a las que ella admiró y respetó estaban, en algunos casos, compitiendo en el mismo torneo que ella. Mary T. Meagher,
la nadadora favorita de todos los tiempos para Crousse, tuvo su mejor desempeño olímpico precisamente en Los Ángeles 1984, en la misma piscina en la que nadó ella aunque en estilo mariposa. Meagher ganó tres medallas de oro; desde entonces la llaman Madame Butterfly. Años después, Sandra la volvió a ver de cerca, en un torneo mundial en la que ambas participaban, y esta vez sí se animó a saludarla y felicitarla. «Le pedí intercambiar nuestras batas, que es lo que se acostumbra entre nadadores», recuerda. Pero Mary T. le dijo que, si quería, le vendía la suya a 100 dólares. Madame Butterfly había resultado ser la campeona olímpica más tacaña. Otra de las nadadoras que más admira Sandra es Dara Torres, la primera estadounidense en participar en cinco olimpiadas, en las que ganó montones de medallas. Pero Dara no solo nada: hace unos años publicó un libro titulado la edad es solo un número, donde cuenta cómo ha ido lidiando con la alta competencia siendo una mujer ya no tan joven, y cómo ha seguido consiguiendo victorias con su experiencia. Torres nació en 1967, apenas un año después que Sandra Crousse, y también sigue ganando en los torneos en los que participa, en cualquiera, ante cualquier distancia, en cualquier piscina, a cualquier edad. Hace poco leyó en el libro de Dara Torres una frase redonda: «El agua no sabe tu edad, solo lo rápido que nadas». De repente es eso en lo que piensa Sandra cuando está bajo el agua.
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elena damiani
la niña que
coleccionaba
piedras Con imágenes encontradas en libros y con piedras, Elena Damiani hace collages. Los llama paisajes mentales, por su capacidad para crear una imagen a partir de elementos de distintos momentos del pasado, de orígenes diversos. La mujer de 34 años es también el resultado de una serie de imágenes de su propio pasado. ¿De qué está hecha una de las artistas jóvenes más internacionales del arte peruano contemporáneo? Escribe: Carlos Fuller
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Foto: Alonso Molina
Su papá es asociado del CRL desde hace 26 años
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DESTAQUE
E
Fading field 2 (2012) de la exposición La Historia se Descompone en Imágenes, No en Historias en Lima
lena Damiani está recostada en el asiento trasero de un auto y sus ojos apuntan al camino. El vehículo la lleva a la marmolería Gallos, en Lurín, al sur de Lima, donde consigue las piedras para sus collages. «No hay dos bloques iguales», dice Damiani. «En el Perú puedes encontrar piedras rarísimas. Cada una tiene sus propias imperfecciones y formas. Ahora estoy trabajando con un tipo de mármol que parece un turrón. Tiene tantos colores y texturas adentro que parecen pasas y avellanas».
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Macelo N.4 (2014) de la exposición Idea di Frattura en Milán
Elena Damiani siempre habla de pronto. Comenta algo y calla. Cuando parece que no va a decir más, habla otra vez: «Mañana me voy a La Cantuta, hasta el sábado. Me voy a investigar. Estoy leyendo un libro que se llama romantic rocks, aesthetic geology. Habla sobre geología y sobre poesía. Lo que pasa es que cuando recién apareció la geología como ciencia, a finales del 1700, influyó en muchos poetas románticos. Hacían expediciones, tours en busca de piedras». De piedras están hechos sus collages: mármoles y travertinos que consigue en la cantera a la que nos dirigimos. Pero también de fotografías que encuentra en libros antiguos. Su casa de Londres, donde vive actualmente, está a tres cuadras del mercado más viejo de la ciudad. Ahí, todos los jueves se organizan ferias de antigüedades. Hay una tienda de libros usados donde ya la conocen y en la que se pasa la mitad del día buscando publicaciones sobre geología, arquitectura, arqueología, cartografía y montañismo. «No me interesan esas disciplinas por la exactitud de su trabajo. Más bien, me interesan por la imagen. Creo que la imagen por sí misma es capaz de transmitir información. Es historia por sí sola. No la geología como ciencia, no el montañismo como disciplina, sino por el territorio que muestran». —¿Has hecho montañismo? Deja de mirar el camino, vuelve la cara y sonríe:
—Ni muerta. Si con ir a La Cantuta nomás me da soroche. Empezó a ir a Gallos desde que era niña, cuando viajaba a Lurín con su mejor amiga. El padre de esta última es el dueño de la marmolería. En su local recibe enormes piedras, las corta y las convierte en planchas para construcción. Él las llevaba al sur y cuando se escapaba a correr olas, las dos niñas se quedaban en el taller a esperarlo. Era un lugar repleto de sierras, rocas, ruido, polvo y más polvo. Cuando se corta mármol, se le rocía agua a la piedra con una manguera, para que no se prenda fuego por la fricción. Entonces, debajo de las sierras, aparece un líquido: la mezcla de los restos de la piedra y el agua. Es una arcilla cremosa que se junta con la tierra del suelo. En una de esas tardes de espera, Damiani empujó a su mejor amiga a un charco de ese líquido espeso. Esta última la jaló a ella también, en venganza. Ahí se quedaron jugando toda la tarde, como si se tratara de una piscina. *** Hasta antes del 2012, Damiani solo hacía collages con imágenes. Cuando, por primera vez, quiso empezar a experimentar con estructuras y formas, no tenía claro con qué material trabajaría. En medio de la duda, llamó a su mejor amiga, la de la piscina de barro. «Tienes que hablar con mi papá»,
«En el Perú puedes encontrar piedras rarísimas. Ahora estoy trabajando con un tipo de mármol que parece un turrón. Parece como si tuviese pasas y avellanas adentro». le dijo. Y esto fue lo que le respondió el padre de su amiga: «Destruye todos tus bocetos. Camina por la marmolería una semana, mira todas las piedras que tenemos, mira todas las máquinas y piensa de vuelta lo que quieres hacer». Y eso hizo. Elena Damiani, ahora, camina por ese mismo lugar con un cigarro en la mano. El sitio es distinto. Es mucho más grande. Hay dos enormes hangares que cubren las sierras de todos los tamaños. Al aire libre, hay una montaña de bloques de mármol y travertino, cada bloque más grande que una persona erguida. Por otra sección se apilan las planchas de mármol ya cortadas. Salvo por los trabajadores —que llevan orejeras— todos los demás sufren el ruido de las sierras al cortar el mármol. Ella es la única persona en toda la marmolería vestida con ropa de calle. La única que no lleva casco ni uniforme y que no maniobra una sierra o conduce una grúa. «Cuando tengo que trabajar vengo todos los días, pero me quedo cuatro horas como máximo. Hay demasiado ruido y demasiado polvo». Mira sus zapatillas blancas repletas de barro y tierra. «Supongo que saldrá», dice, y las limpia con la mano. «Luego de cuatro horas acá quedas repleta de ese aserrín. Llegas a tu casa, te bañas y aún así sientes que tienes una especie de tiza en el cuerpo. Como un polvo que no te puedes sacar». Mientras camina señala los bloques. Cuenta que los traen desde La Oroya. Muestra el mármol en forma de turrón y, luego, señala el fondo del lugar. «Por ahí estaba la marmolería cuando yo venía, de chica», dice y le da una pitada a su cigarro. Luego sonríe. «Ahí fue donde empujé a mi amiga». *** A finales de 2012, en la Galería Revolver, Elena Damiani presentó una de sus muestras más importantes en Lima, La historia se descompone en imágenes, no en historias. En el texto introductorio, el curador José-Carlos Mariátegui escribió unas palabras que podrían entenderse como un resumen de la obra de Damiani: «Las fotografías en forma de collages se disponen como anotaciones sueltas y documentos que sutilmente confirman que la historia no es una sucesión ordenada de eventos sino que esta se forma a partir de espacios cognitivos
discontinuos e interrumpidos. (...) Los mármoles son indicios solitarios del paso del tiempo. Nos ponen frente a una historia tan pausada que pareciera inerte y estable, como la roca misma. (...) El mármol retrata la discontinuidad del planeta y evidencia la acción humana como un evento insignificante de la historia». *** «Tus intereses vienen de algún lado. Se reformulan, pero siguen siendo los mismos», dice Damiani, en el salón principal de su casa, en Miraflores. Es una gran sala con sillones, un ventanal y vista a una pequeña piscina. «¿Por qué mis obras muestran paisajes desérticos, piedras áridas? Porque he vivido toda mi vida en un desierto. Lima es un desierto. No pongo un bosque europeo lleno de pinos porque no me es familiar. ¿Por qué arte? Tuve un abuelo que pintaba y mi padre, que es ingeniero, también dibuja. ¿Por qué los libros? Mi madre siempre ha sido de leer mucho. Y lo de las rocas... Eso mi padre quizá sí lo entendió mejor”. Todos los fines de semana, Percy, su padre, llevaba a la familia fuera de Lima. Era el tipo de persona que se subía al carro sorpresivamente e informaba: «nos vamos a Pachacamac», «nos vamos a Lunahuaná», «nos vamos a Nazca». O solamente enrumbaban hacia el sur, donde no había nada, y en cuanto veían un cerro, paraban y bajaban a investigar. «Tengo muy vivo el recuerdo de Nazca. Caminar con mi papá, con mi tío, con mi prima y mi hermana. Yo, de ocho años, ellas de siete. Seguir por horas y horas con gorros, recolectando piedritas y guardándolas en una canasta. Para nosotras era un hallazgo cuando, de pronto, encontrábamos esas piedras rotas y veíamos una veta de color granate. O una piedra negra con una veta guinda llena de brillitos. O encontrar una punta de lanza e imaginar que era la punta de una flecha preincaica. Podría haber sido, pero no sé. Nosotros creíamos que sí. Al final del día, nos deteníamos para colocarlas en fila, sobre la arena». Parece que no hablará más. Pero —como ha sucedido toda la tarde— cuando parece que callará, continúa. «Entonces nos organizábamos para hacer una danza alrededor. ¡Para que llueva! Y la pobre Nazca, que estaba toda seca».
*** Elena Damiani se está mudando. Vive en Londres pero ahora se está yendo a Dinamarca. Va porque Erik, su esposo, cursará una maestría en Filosofía y, en principio, estarán ahí dos años. Ella había llegado a la capital inglesa para cursar una maestría en Bellas Artes en el Goldsmiths College, que duró hasta el 2010. Se quedó los últimos cuatros años porque consiguió una galería y decidió seguir su carrera ahí. Pero en medio de la mudanza, ha conseguido el tiempo para regresar a Lima, a la casa de sus padres en Miraflores. Llegó en abril y se quedará hasta fines de junio. Esos meses, que supuestamente eran de descanso, también los ha aprovechado para moverse. Desde acá ha coordinado la realización de una pieza en travertino que se exhibirá en una muestra colectiva en Milán, llamada idea di frattura. Ahí se presentará un collage hecho a partir de imágenes de la arquitectura modernista del brasileño Oscar Niemeyer. También ha hecho coordinaciones con Selma Feriani, la galería londinense con la que trabaja, y ha comenzado a preparar su incursión en el mercado de arte brasilero, en la Galería Baró. En este monstruo, una galería de 1500 metros cuadrados con la forma de un hangar, presentará una muestra individual el próximo año. En Lima, junto a la Galería Revolver, participó en la feria PARC, donde se pudo ver una pieza de su serie Fading Fields, compuesta por impresiones digitales sobre un chiffon de seda. El paisaje que se muestra —una estructura de roca— por momentos se ve nítido, pero al menor movimiento se difumina. Es una alegoría a los recuerdos; a veces muy claros, luego borrosos. «Movilizarse es importante», dice Damiani, aún en la sala de su casa, con una laptop sobre las piernas con fotografías de sus obras en la pantalla. «Ir a Londres me abrió el panorama, el espectro de ideas. Lo mismo me va a pasar en Dinamarca. Los paisajes son alucinantes. Islandia está muy cerca. Ahí hay una zona volcánica que pretendo visitar al mes de llegar. Mientras pueda, quiero estar móvil cada cierto tiempo. Quiero ver qué hay, ver qué encuentro». Justo debajo, en el sótano de esta casa, está su antiguo taller. El mismo que usaba cuando vivía con sus padres. Ahora es un depósito. «Lima siempre estará acá», agrega.
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Es asociado del CRL desde 1977
CARLOS SOTO
UN CABALLERO
CON TACO
EN MANO
En un local en Breña, aprendió el billar a tres bandas de leyendas peruanas como Aldolfo Suárez y Humberto Suguimitzu. Ahí entendió que este es un deporte mental, como el ajedrez; un juego de honor sobre todas las cosas y sin lugar para los «vivos». Hoy, a sus 79 años, y luego de una vida dedicada a difundir el deporte, Carlos Soto sigue enseñando ciertos secretos que no se aprenden en libros ni en videos de Youtube. ¿Hace falta ser un caballero para ser un buen jugador de billar? Escribe: Carlos Fuller
Foto: Leslie Searles
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C DESTAQUE
ogemos la avenida Del Río, luego Colombia, de ahí una calle que no lleva nombre, pero que es larga. Nos encontramos en el distrito de Breña y estamos perdidos. «Todo está cambiado por acá», dice Carlos Soto. Entonces detiene su auto en una de las esquinas. Si no fuese por la comisaría que se ve a un par de cuadras, este sería el lugar perfecto para que nos desmantelen el auto: las pistas están dañadas, hay obras en proceso, las paredes de las casas están sucias. Soto sale del auto, la carcochita; así llama a su Honda de color gris. Camina lentamente hacia una bodega. Lleva una camisa blanca y un chaleco gris encima. Es un hombre de 79 años, de tez clara, con algo de pelo blanco a los lados de la cabeza. Pregunta: «¿Disculpe, el billar Varela? ¿Sabe dónde está el billar Varela, en el jirón Varela?». Es un hombre que habla con mucho cuidado, que se detiene en cada inflexión de voz. Le responden que, efectivamente, nos encontramos en el jirón General Varela. Agradece, vuelve al auto y mira la calle desde el volante. Parece como si se la hubieran pintado de nuevo en la cabeza. De memoria, avanza un par de cuadras más y se estaciona frente a una fachada vieja con una puertecita. Abre su maletera, saca un estuche negro donde guarda su taco con empuñadura de maple. «¡Carlitos Soto! ¡A los años!», le gritan. Quien habla es el administrador, un hombre delgado y mayor. «Entra, Carlitos. El sitio es tuyo». Si no hubiesen ocho mesas de billar, el local parecería un bar venido a menos. Las paredes están repletas de posters de Universitario de Deportes, Alianza Lima y de mujeres en ropa de baño. Cerca del mostrador hay un congelador repleto de cervezas. Los que no están taqueando, beben. En la mesa principal, un grupo de diez jóvenes golpea tres bolas: una roja, otra blanca, otra amarilla. Por lo alto se escucha el sonido de las bolas de billar al
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chocar una con otra. Es un ruido inconfundible: nada suena igual que el choque de dos bolas de billar. Y es súbito, como un disparo. La primera vez que Carlos Soto pisó este lugar llegó atraído por ese sonido. Él tenía veintisiete o veintiocho años, no lo recuerda bien. Lo que sí recuerda es que, entonces, él estaba en amoríos con su segunda esposa. Luego del trabajo, él la llevaba a su casa, en el distrito de Breña. Una de esas veces no tenía el auto consigo y la tuvo que dejar a pie. De regreso, iba a tomar un colectivo a la Plaza San Martín y luego el tranvía hasta Barranco, donde él vivía. Mientras caminaba por el jirón Varela, escuchó el sonido de las bolas al chocar. Lo sintió venir desde detrás de la puertecita. Él ya había descubierto este deporte hacía muchos años, cuando iba con sus amigos al local de un hombre llamado Pacheco, en Barranco. Ahí jugaban en una mesa pequeña. Al entrar al Billar Varela por primera vez, Soto se encontró con una mesa que nunca había visto antes, una mucho más grande. Se encontró con una partida ya iniciada y con dos jugadores enfrentados. A ellos sí los reconocía. El primero era Adolfo Suárez, el único campeón mundial de billar a tres bandas en la historia del Perú. Su oponente era Humberto Suguimitzu, quien sería subcampeón mundial varios años después. Un encuentro por el que la gente hubiese pagado para ver. Ese día, Soto se sentó a un lado y los vio jugar por más de dos horas. Volvió a ir los días siguientes y los volvió a encontrar. Dejaba su auto en la entrada y veía los encuentros sentado, hasta que un día se atrevió a hablarles y les dijo que quería aprender. Cada vez que dejaba a su novia en casa, Carlos Soto se escapaba al Billar Varela para aprender de sus maestros, una costumbre que no era muy bien vista. Entonces, el deporte carecía del prestigio que tiene ahora, considerado una disciplina olímpica, comparado con el ajedrez por su fineza y estrategia. Más bien, lo ligaban con los vicios y las apuestas; una mala fama que obtuvo del pool, aquel juego en el que se meten quince bolas en orificios a los extremos de la mesa. Ahí podía haber dinero de por medio. En el billar a tres bandas, nunca. Eran dos actividades completamente diferentes. Nada de huecos, solo tres bolas. Y, antes de golpear a las otras dos, se debía tocar tres lados de la mesa. Un juego de cálculo en el que había que armar escuadras en todo el campo de juego para ir ganando puntos. Un juego basado en el respeto, donde jamás se restriega el triunfo en la cara del oponente. «Gana con humildad, pierde con hidalguía», dice un enorme letrero cerca a la puerta del Billar Varela. Ese es el deporte que Carlos Soto
aprendió. Pero eso es algo que la gente de la época quizá no entendía. Cuando Carlos y su novia estuvieron a punto de casarse, ella le impuso una sola condición: «El billar o yo». «Pero si deberías estar feliz ─le respondía él─. Tu novio no toma, no fuma, no está con otra; sabes dónde está cada noche». Aun así, ella no cambió de parecer. Y él no cogió un taco en ninguna ocasión durante los doce años que duró su matrimonio. *** «Quien taquea tiene la palabra», dice Soto, y golpea la bola blanca. Esta choca con la roja, la roja toca la pared izquierda de la mesa, luego la superior, luego la derecha y, con la poca fuerza que le resta, roza la tercera bola, la amarilla. Los hombres de la otra mesa lo miran con curiosidad. Los diez bordean los 30 años y parecen sorprendidos de ver a un hombre de casi 80 con la capacidad de hacer una carambola. No saben quién es y no parecen entender por qué hay una fotógrafa que sigue sus movimientos. «Lo que quiero decir -continúa- es que si la bola ha salido o si has cometido un foul, te sientas no más, calladito. Sin protestar. Aquí no hay eso de que “no, yo no fui, no ha salido”. El billar a tres bandas es algo de caballeros. Así jugaban ellos». Dice eso y señala el enorme poster firmado por el campeón mundial peruano, Adolfo Suárez, que está pegado en la pared del local. Carlos Soto no es un jugador profesional de billar a tres bandas. Nunca fue su intención serlo y nunca lo ha sido. Doce años de su vida -los que estuvo casado con su segunda esposa-─ no se acercó a una mesa de billar, y conseguir un nivel profesional después de un hiato tan largo era prácticamente imposible. Se reconoce a sí mismo, sin embargo, como un amante del deporte, un difusor y un competidor aficionado. No es profesional, pues siempre mantuvo su trabajo en el departamento de compras de Sears, que luego fue Saga. Pero era un hombre que, a la hora del almuerzo, no comía para escaparse a jugar billar, todos los días. Se las arregló para mantener su trabajo, incluso cuando fue nombrado Presidente de la Federación Peruana de Billar y, más adelante, Secretario de la Confederación Panamericana de Billar, puestos que mantuvo durante cuatro años. Tuvo a su cargo la organización de torneos─nacionales e internacionales, se ocupó de las delegaciones nacionales, entre otras cosas. Luego de su trabajo, a golpe de siete y media, llegaba al local de la federación, coordinaba con sus secretarios, y jugaba partidas con los profesionales. Pero por diversión. Nunca participó en un torneo de la
«Cuando no pueda seguir taqueando, lo dejaré. Es que el billar es un juego bello. Comienzas a golpear y te olvidas de todos los problemas. De alguna forma, esto me mantiene» federación. Su faceta de jugador la ejerció en los clubes donde era socio. Primero en el Club de la Unión y, luego, en el CRL. El escritorio de su casa está cubierto por más de una decena de trofeos que ha ganado desde que regresó al billar. «El último tango de Carlitos», titulaba un artículo del año 2009, de la revista regatas. En él, Carlos Soto anunciaba su retiro de las competencias de billar, a sus 73 años. Lo hacía luego de haber resultado campeón en la Regatiada de ese año y tras haber superado a Nicolás Giha, quien había acaparado la mayoría de trofeos en las últimas ediciones. Le pareció que era un buen momento para hacerlo: ya no quería depender de los horarios de los torneos. Pero fue una promesa que no pudo cumplir. El 2013 participó en un campeonato en el CRL y logró nueve carambolas seguidas, la mayor marca de la jornada. A sus 79 años, a Carlos Soto no lo dejan jubilarse, pues él sigue
practicando y lo siguen convocando. Tampoco es que le moleste demasiado. *** Avanzamos por la avenida Javier Prado después de salir del Billar Varela. Hay tráfico y Soto va despacio. Ahora explica la diferencia entre el billar a tres bandas y el pool. Dice que el pool es el juego más bruto que hay en el planeta. Que tan solo se trata de meter las bolas en unos huecos enormes. Que una vez se metió a un torneo de pool y que, cuando lo ganó, su esposa le dijo: «Felicidades, campeón de los brutos». Soto solía jugar al fútbol en el Regatas, iba cuatro veces por semana y lo hizo hasta casi los 60 años. Un día se rompió los ligamentos de la pierna y el médico le prohibió continuar. Así que, desde entonces, se dedicó por completo a las tres bandas. Todos los días de la semana,
Soto está en el Salón de Billar del Regatas, a las tres de la tarde en punto, sin falta. Los fines de semana, cuando su esposa va a la peluquería, aprovecha para ir de nuevo. Justo ahora regresa al Club para practicar. Se detiene frente a un semáforo y se queda en silencio, mirando la calle. «Mientras pueda taquear, seguiré jugando», comenta, de pronto, Soto. «Cuando no pueda, lo dejaré. Es que el billar es un juego bello. Comienzas a golpear y te olvidas de todos los problemas que tienes. De alguna forma esto me mantiene, ¿sabes? En vez de estar encerrado en mi casa, juego billar. Si años atrás me hubiese jubilado de verdad, quién sabe…». El semáforo cambia a verde. Pone primera y su Honda avanza con dirección a Miraflores y a la Costa Verde. Aún son las cuatro de la tarde, hay sol y hay tiempo. «Quizá no estaría acá, contándote estas cosas».
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DESTAQUE
Es asociada del CRL desde el 2011
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KARINA GIANNONI
MODELANDO A UNA
DISEÑADORA Para graduarse, presentó su primera colección con motivos futuristas. Desde que empezó sus estudios, lleva una bitácora donde dibuja los vestidos que imagina entre sueños, viajando o simplemente, caminando. En el 2011, cuando apenas tenía 23 años, ganó el premio PromPerú del Flashmode y su carrera fue señalada como por una piedra de toque. Fue considerada como una de las jóvenes promesas de la moda. ¿Hacia dónde va este nuevo boom en el país? Escribe: Manolo Bonilla
Foto: Alonso Molina
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L DESTAQUE
os diseñadores —bueno, algunos— pueden hacernos creer que ven el futuro, que son una especie de prestidigitadores que adivinan las nuevas tendencias con dos años de anticipación. Pero la realidad no es tan exacta. La gigantesca industria de la moda empieza a funcionar desde mucho antes que una colección es exhibida sobre la prestigiosa pasarela de una de las capitales del mundo. Meses atrás, los grandes almacenes se abastecen con las prendas de la tendencia que subirá a la palestra. Miles de profesionales han armado editoriales de moda y han planificado el arte que emplearán para ilustrar la colección en una revista como Vogue. Existen páginas web por suscripción que mandan a tu correo las notificaciones, en caso se modifique ligeramente alguna tendencia. No es un secreto de Estado. Si todo está ya escrito, planeado con anticipación, ¿dónde reside la creación? Otros diseñadores no se aventuran a adivinar desde una supuesta bola de cristal. Quizás se asomen a cotejar algunas telas que posiblemente tendrán una futura demanda. «La idea es no contaminarse», dice la diseñadora Karina Giannoni en medio de la sala de su casa en La Molina. En el 2011, cuando tenía 23 años y acababa de egresar hacía dos del MAD, una de las escuelas de moda de la ciudad, presentó una colección de inspiración futurista en la
octava edición del Flash Mode. Haber ganado, siendo tan joven, fue su piedra de toque. Pero antes de ingresar al vértigo del diseño, ella era una estudiante de Publicidad y Comunicación —aunque quiso estudiar Arquitectura en un inicio—. A diferencia de una generación anterior, que tenía que escapar de Lima para abrirse paso en el mercado de la moda, ella es hija del boom del diseño actual, el segundo más efervescente del país después de la gastronomía. Pero los cocineros no son como los diseñadores. «En el gremio no hay complicidad», dice Gianonni, que es amiga de solo una fashion blogger. En la moda hay mucho recelo. Se debe cuidar a tu casera en Gamarra, a tu proveedor de telas de la selva; el único taller donde arman colecciones reducidas también tiene que ser reservado. Actualmente, la diseñadora trabaja en horario de oficina en una fábrica, a quince minutos de su casa, en una zona industrial. Ahí se encarga de supervisar los otros procesos menos conocidos de la cadena de fabricación de la moda. «Estamos haciendo campañas para el 2016», dice Giannoni, como reportando un noticia del futuro.
Nueva York, y Gianonni confeccionó un enterizo con tachas a los costados. La diseñadora que ganó el Flash Mode hace tres años también hace ese tipo de trabajos. La cree una práctica artística. Lo otro —atender personalmente a sus clientes en la sala de su casa para crear vestidos irrepetibles— es parte de su trabajo. No hay que mal interpretarla: definitivamente esta labor también la fascina, pero sabe que al final, como en todo negocio, el cliente siempre tiene la razón. «Ante lo masivo, se quiere diferenciar. Ahora que todo el mundo sale a la calle con ropa de Zara, o piden vestidos para matrimonio por Internet, ¿qué hacen para diferenciarse? Van donde una diseñadora», afirma Gianonni. Siente que esa labor casi artesanal pone en valor oficios casi extintos como el de las costureras y los sastres de décadas pasadas. En un cuarto del segundo piso, que hace las veces de almacén, guarda decenas de recipientes con retazos y telas compradas y olvidadas. Un anaquel de pieles pasadas que tiene catalogadas en perfecto orden.
*** Una directora de arte de ascendencia japonesa le había pedido ropa a Karina Gianonni para una editorial peculiar. Iba a tomar fotos en una locación española y quería mezclar los trabajos de diseñadores europeos y peruanos. No buscaba polleras ni motivos precolombinos: quería diseño peruano contemporáneo, sin demasiados ribetes nacionales. Entonces llamó a Gianonni —junto a otros diseñadores más experimentados, Ana María Guiulfo y Noe Bernacelli— y le dijo que tomara como referencia la Momia Juanita: «Que no sea tan literal». En respuesta, ideó un vestido con una tela que lucía como una red desgarrada, sucia y carcomida por el tiempo. Durante la sesión de fotos, el acting de la modelo, entre zombie y catatónica, completó la atmósfera de la editorial en un suburbio de Barcelona. Meses después, la misma directora le pediría otra pieza para unas fotos diferentes. Esta vez, la locación era
Cuando realizan un hallazgo, los arqueólogos rescatan fragmentos de la vestimenta de los esqueletos de algún santuario. Ellos les permiten, junto a otros muchos indicadores, interpretar a quién pertenecían. ¿Por qué la enterraron con tal ropa u otra? La moda es un lenguaje, y eso también lo saben los diseñadores. Por ello, al menos en el Perú, existen varios grupos de profesionales que basan su quehacer creativo en el estudio de la historia, de la arqueología e incluso de la geografía. Revisten su labor de ese recurso intelectual, mientras otros optan por confeccionar para vender. Algunos interpretan la identidad peruana a su manera, con lecturas de la cultura prehispánica, de la cultura chicha y de la cultura combi. Pareciera que la mochila del diseñador peruano es su propia peruanidad vestida con polleras y ojotas. Gianonni, autora de una pequeña colección basada en el imaginario de Egipto y sus pirámides, presentó al Flash Mode una serie inspirada en un detalle
***
«Hay que reinventarse. A mí me buscan por esa onda futurista, cada vez más sutil en mis vestidos. Quiero que se vea mi sello, por una técnica, un corte, una textura. Que se vea que soy yo» REGATAS / 66
particular de las calles limeñas: los cables de alta tensión. Hay barrios enteros acosados por postes con esos hilos eléctricos enredados, que parecen árboles de alguna ciudad posindustrial. «Ese contraste convive en la misma ciudad. Lo natural y su reflejo en lo artificial me dio material para mi estilo: siguiendo las formas de los cables de electricidad», recuerda. Era su visión de una Lima que aún hoy no conoce del todo. Para graduarse del MAD, también plasmó su particular manera de ver. Los vestidos se reconocían desde lejos por unas mangas ovaladas y gigantes, como platillos voladores. «A nivel académico, te exigen que uses todo lo que sabes. Tienes que hacer una colección espectáculo; no pienses en que se lo va a poner», recuerda Giannoni. Esa es la primera
contradicción: cuando un diseñador egresa de su escuela, sabe que no puede hacer algo así si quiere subsistir en el negocio. «Hay que reinventarse. A mí me buscan por esa onda futurista, que se vuelve cada vez más sutil en mis vestidos. Puedo hacer uno casual o para matrimonio, pero quiero que se vea mi sello, por una técnica, por un corte, por una textura. Que se vea que soy yo». *** En cinco años, Karina Giannoni se imagina con taller propio y una pequeña tienda. Para eso no hay artilugios que aseguren el futuro. Sabe que quisiera estudiar una maestría en Gestión de Modas en Europa, que la sensibilidad de los limeños frente a la
moda seguirá evolucionando —sin el glamour innecesario de las semanas de la moda—, y que los diseñadores del país aún tienen un largo camino por recorrer. Mientras tanto, conserva una de las manías que la atrapó desde que era estudiante: dibujar en su bitácora. Equivalentes de las Moleskine que usan los aprendices de escritores, las suyas son pequeñas libretas con figurines impresos de un maniquí punteado sobre el que dibuja los vestidos que imagina. Además, contienen información sobre medidas, tipos de prenda y un directorio. Tiene simultáneamente tres: en su cartera, en su casa de playa, en su trabajo. Las ha ido acumulando por decenas desde hace cuatro años. A veces, se despierta, todavía sonámbula, y anota los bocetos antes de desayunar. Para no perder la idea. Para no perder el futuro.
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filosofía de
co lle ra
A los amigos, a diferencia de la familia, uno los escoge, aunque al final se conviertan en una suerte de hermanos. Viejos Amigos, la ópera prima de Fernando Villarán, muestra los códigos de la amistad gestada en el barrio. Sus tres protagonistas, que acumulan por igual talento y canas, encarnan además un manifiesto acerca de cómo sobrellevar la vejez riendo. Escribe: Andrés Talavera
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Foto: Alonso Molina
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E destaque
El bar más antiguo del Callao está en la primera cuadra del jirón Daniel Nieto. Se llama Rovira, tiene 107 años contenidos entre sus viejas mesas y puerta de entrada. Al ingresar, al lado izquierdo, dentro de un estante con añejos licores —inubicables en cualquier otro bar—, hay una fotografía desde donde saluda el fundador del bar: Miguel Rovira Bosh, un catalán que llegó al puerto del Callao el 25 de agosto de 1907. La estructura sigue siendo la misma: mesas —no más de quince— y sillas de madera, con el nombre del local grabado en el respaldar. Sobre la vitrina de botellas, una réplica del barco en el que llegó Rovira parece haberse anclado en el tiempo. Sobre las paredes, cuelgan cuadros con estampas de la época, inicios del siglo XX, y una fotografía enmarcada con el equipo emblema del puerto: la alineación completa del Sport Boys en 1951. En la fachada hay estacionado un Dodge 330 de 1964. Blanco, cuatro puertas y asientos de cuero rojos. Baja el piloto, Ricardo Villarán, y sus dos amigos, Balo Arrieta y Domingo Culotti. Los tres conocen el bar como reconocen sus arrugas en la piel. Villarán quiso ser marino y nunca logró nada por falta de padrinos. Tiene 80 años, calle y ninguna profesión definida. Arrieta gozó de una infancia acomodada; fue alumno del Maristas del Callao y nunca necesitó trabajar. Culotti, el más tranquilo del grupo, ejerció la medicina. Los tres amigos llevan las cenizas de Enrique Ciccirello, un viejo amigo en común. Cuando se juntaban en el Rovira para celebrar un triunfo del equipo rosado, brindaban con sendos vasos
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de capitán en la mesa, una contundente mezcla de vermouth con pisco. Así empieza viejos amigos, película peruana que se estrena en agosto, que narra las aventuras de tres hombres unidos por una amistad de más de 70 años y un equipo de fútbol, que luchan por cumplir el último deseo del amigo fallecido. *** «Me gustaba la hinchada del Boys (de hecho, mi abuelo, Luis Luján, era hincha rosado) porque me parece que está muy circunscrita a un espacio geográfico muy determinado como el Callao. Son pocos y súper románticos. Por más que el equipo no esté bien, ellos siguen ahí», dice Fernando Villarán, director de viejos amigos. La película habla, sobre todo, de la muerte y la amistad. Se topó con la idea durante un velorio, después de haber leído un cuento de Roberto Fontanarrosa que también
tiene de protagonistas a tres amigos. En medio de llantos y pésames, escuchó las risas incontenibles de un grupo de viejos riéndose al final de la fila. «Asumí que ellos eran los amigos del muerto», recuerda. Esos amigos del barrio que enfrentan la muerte de una manera distinta a cómo la puede vivir, quizás, un familiar. Villarán, bisnieto del fundador de Amauta Films, dejó el Derecho para estudiar Audiovisuales. En el 2009, escribió la primera página de esta historia. Durante el siguiente año desarrolló el guión junto a Gonzalo Ladines, y para el 2011 su trabajo sería uno de los ganadores del Festival de Conacine. Solo faltaba darle forma al grupo de actores. En la ficción, Ricardo Blume es Arrieta, Enrique Victoria es Villarán, y Carlos Gassols es Culotti. Tres leyendas de la actuación nacional, además de amigos, que nunca habían coincidido en un mismo proyecto. «Cada vez que llamaba a alguno de ellos, me preguntaban si ya estaban confirmados los otros dos. Estaban ansiosos»,
CAUSAS A LA IZQUIERDA. Ricardo Blume, Enrique Victoria y Carlos Gassols flanquean al director Villarán. Su esposa es asociada del CRL desde hace dos años.
Una frase hecha dice que uno «nace solo y muere solo». Sin embargo, ninguno de los tres amigos lo está. En viejos amigos la tragedia de la muerte y la soledad se contrarresta con esa amistad de barrio, que soporta los años. comenta Villarán. Enrique Victoria y Carlos Gassols se conocen desde niños, cuando coincidieron en la Compañía Infantil de Teatro Hermanos Gassols. Juntos realizaron giras por Chile, Argentina y Bolivia, además de trabajar en televisión y en obras teatrales como hijos de mamá. «Con Ricardo (Blume) también hice televisión en el canal 4, antes de que partiera a México, pero nunca hemos coincidido los tres», cuenta Victoria, quien, junto a Blume y Gassols, forma parte del grupo de actores nacionales más experimentados, con casi quinientas apariciones en obras de teatro, más de treinta participaciones en series televisivas como la perricholi y rosa de américa, y memorables papeles en el cine (el bien esquivo, el acuarelista, asia, el culo del mundo, un viaje a tombuctú).
En viejos amigos, cada uno
de ellos, incluido el difunto, son parte de una hermandad chalaca, cuando jugaban pichangas en las calles de Chucuito e iban a hinchar por el Boys. Eran distintos en cuanto a personalidades, nivel económico o profesión, pero habían crecido en el mismo barrio. «En la calle es donde se construye tu sociabilidad. Había que analizar un poco cómo eran los criollos de esa época», explica Villarán, que reconoce que su aprendizaje de barrio en Chorrillos terminaba en la ventana de su casa. «Sabemos que los personajes y diálogos estaban delineados, pero había un espacio para que ellos le dieran color a este tipo de detalles que yo no viví, sino que lo escuché u oí». Por ejemplo, Victoria sí tuvo barrio, entre el Jirón Callao y la iglesia del Señor de los Milagros en el Cercado de Lima. El tiempo es el peor enemigo del ser humano.
En su filme amour, el director austríaco Michael Haneke muestra la brutal honestidad de la vejez. El uruguayo Pablo Stoll, en whisky, encuentra la manera de narrar una oda divertida al aburrimiento a través de una pareja de ancianos. El director peruano no escatima en mostrar una realidad igual de trágica —o acaso tragicómica —. Arrieta enviudó y vive solo con su gato; sus hijos no lo visitan y comienza a sufrir de Alzheimer. Culotti se va quedando sordo. Y Villarán, a pesar de haberse casado, no tiene descendientes. Por si fuera poco, el Boys está a un partido de perder la categoría. Una frase dice que uno nace solo y muere solo. Sin embargo, ellos no lo están. Cicirello tampoco. En viejos amigos la tragedia de la muerte y la soledad se contrarresta con esa amistad forjada en el barrio.
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linajes
LAS HERMANAS VIACAVA
dos mujeres y VARIOS REMOS Sobre el mar, un remero puede avanzar en equipo o solamente acompañado de su voluntad. A veces la elección es natural. Para Milagros (24), es la coordinación del equipo que rema como una sinfonía. Su hermana Rafaella (18), en cambio, prefiere enfrentar el mar ella sola. Escribe: Carlos Portugal
Foto: Sanyin Wu
Madrugar. La madrugada es un momento inevitable para el remo. Milagros Viacava durmió durante cuatro años en los cuartos de bogas en La Punta y le costaba tanto abrir los ojos que su compañera de camarote la empujaba hasta que despertara. No había nada mejor, antes del entrenamiento, que conversar con sus compañeras. Los botes de cuatro con timonel —en los que ella remaba— necesitaban de un equipo con la precisión de un reloj. Para eso, había que aprender a entenderse sin palabras. Aquel aprendizaje es posible mediante esa convivencia. «Te quedas a dormir, te levantas con ellas, comes, estudias. Son como tus hermanas», dice Milagros. A Rafaella, su hermana menor, el despertador la hace saltar de la cama y luego camina dos cuadras desde su casa en La Punta hacia el muelle. Para remar en single, debía estar concentrada y depender de ella. Ese ejercicio exige la confianza total en que puede dominar el bote. «En ocho años me he acostumbrado a remar sola. Me siento cómoda sin nadie en el bote». Remar. Cuando Milagros tenía ocho años vio a su papá en un bote quebrado. Ella, asustadísima, contemplaba el naufragio desde otro bote, el de su abuelo. «Recuerdo haberlo visto sumergido en el agua hasta la cintura
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como el capitán de un barco que se hunde», cuenta. Por otro lado, Rafaella recuerda la primera regata que vio a los diez años: una en la que participaba su hermana mayor. Ese día la vio sufrir, la vio remar sin pausa. Esas son las regatas que las hermanas Viacava más recuerdan. En ambos momentos llegaron a pensar, cuando aún no sentían el deporte en carne propia: «¿Por qué hacen eso? ¿Qué los lleva a remar?» Empezar. Unas vacaciones sin nada que hacer llevaron a Milagros a entrenar. Su papá la llevó a remar para verla ocupada. Antes, había practicado Optimist pero no le gustaba depender del viento. Al descubrir el remo, descubrió otro grupo de niñas como ella, que se inscribieron también en la academia del Club. Con ellas creció. «Mis mayores regatas han sido en cuádruple. Los botes en conjunto me atrapan por la relación que llegué a tener con las chicas con las que remaba». Rafaella, que llegó al remo después del tenis y el atletismo, no necesitó los botes de equipo. «Cuando vas sola en el bote, tienes que estar pendiente del rumbo porque los primeros mil metros se hacen eternos». Viajar. Remar en el extranjero puede generar desconcierto. «No es como remar en Perú donde todos nos hemos visto. Allá volteas y ves chicas desconocidas que encima te llevan dos cabezas», cuenta Rafaella Viacava, que ha remado en Uruguay, Argentina, México y Estados Unidos. En cambio, la mayor de las Viacava viajó con la delegación peruana a Concepción, en Chile, pero un temporal anunciado por nubes negras le impidió entrar al mar. Estudiar. Rafaella está estudiando para ser bióloga marina. Quiere investigar y viajar. Milagros, que está a punto de terminar su carrera en Gastronomía y Gestión de Restaurantes, ha descubierto que la rigurosidad de una regata es similar a la que tiene el equipo de cocina de un restaurante durante el servicio. En el mar o cerca de los fogones, se pide eficacia bajo presión.
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tratados
TRATADO SOBRE LA VELOCIDAD POR SALVADOR RICCI
Credo y filosofía de un hombre que maneja a más de 200 kilómetros por hora Escribe: Carlos Fuller
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Foto: Alonso Molina
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I. Correr a doscientos kilómetros por hora en un circuito es seguro Los circuitos no son como un rally, donde hay precipicios o el participante puede chocar contra un árbol. Eso a mí no me gusta. Se trata de dos deportes casi radicalmente distintos. Yo prefiero los circuitos porque son cerrados, porque en ellos no hay mayor riego. Dentro del auto de carreras uno está protegido por una suerte de jaula, así que el carro puede dar varias vueltas de campana sin hacerle daño al piloto. Si bien es un deporte de riesgo, es de los más seguros que hay. Es mucho más peligroso salir a montar caballo: el jinete puede caer y romperse un brazo o una pierna. Que pase lo mismo en un auto de carreras es muy difícil. II. Un auto de carreras te golpea Los autos de calle cuentan con una gran cantidad de aditamentos y comodidades que los de carreras no tienen y que reducen las vibraciones del auto. Todo eso se lo come tu cuerpo. Manejas cinco vueltas y al día siguiente no puedes ni pararte. Además, dentro de un auto de carreras hay sesenta grados de temperatura. Se suda muchísimo y, con ello, se pierde fuerza y concentración. Lo más complicado en este deporte es conservar algo de comodidad. Llevas un casco, un traje, estás encerrado en una jaula, sientes todos los movimientos del vehículo. Tienes que estar en muy buena forma para lidiar con todo eso. Hacer mucho ejercicio aeróbico. No mucho gimnasio porque no puedes ser grande: ocuparías más espacio y el viaje sería más incómodo. El reto es que, dentro de la incomodidad, uno procure estar lo más cómodo posible. III. La velocidad se queda dentro del circuito Para manejar por la ciudad tengo un KIA, pero no de carrera. En la carretera voy rápido, pero no soy imprudente ni voy haciendo piques. Se te puede cruzar un chiquillo y puede ser peligroso. No lo necesito. Mi cuota de velocidad la obtengo cuando vengo a La Chutana, cuando compito. Ahí todo es rápido. Se avanza a más de 200 kilómetros por hora, se toma una curva a 160. La vuelta del circuito no debe durar más de un minuto y pico. Y si es necesario recargar gasolina o hacerle algún cambio al auto, se debe hacer en poco más de un minuto y medio. IV. Este es un deporte de picos Una buena alimentación es lo más importante, pero no solo para mantenerse en forma: el cuerpo debe estar saludable. No puedes estar metiéndote grasas o azúcares, nada que bloquee las arterias, pues este es un deporte con muchos picos adrenalínicos. Quizá el mayor de todos sea la partida, cuando el corazón late tan fuerte que se puede sentir. Pero, en realidad, la adrenalina está ahí en todo momento: cuando se disputa una posición con otro auto, súper concentrado; al doblar una curva a 150 o 160 kilómetros por hora, con dos carros adelante, dos carros atrás, sabiendo que el más mínimo error te puede mandar afuera, a la tierra. V. El miedo no existe Después de un accidente es posible que el retorno a la competición sea un poco más lento, que uno sea más precavido, más temeroso. Hay un proceso para volver a ser tan rápido como se era antes. Pero es muy difícil que alguien deje este deporte por miedo. La adrenalina es tanta que no hay tiempo para pensar en ello. Debe ser similar a lo que le ocurre a los paracaidistas al lanzarse al vacío. Nunca le he tenido miedo a este deporte, pero sí le tengo respeto. Es asociado del CRL desde hace cinco años.
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DEPORTES
DEPORTES
INSIGNIA DE CAMPEÓN
Regatas culmina la última edición del Cotivel con dieciséis medallas y el título de campeón Luego de tres días y 25 regatas, con la participación de un total de veinte clubes provenientes de Chile, Ecuador, Colombia, Argentina, Estados Unidos y Perú, el pasado domingo 18 de mayo, se cerró la XLV edición del Torneo Internacional de Velocidad Cotivel, celebrado en la pista de La Arenilla, en La Punta. En esta edición, el CRL volvió a quedarse con el título de campeón al acumular un total de dieciséis medallas (seis de oro, seis de plata y cuatro de bronce), dejando en el segundo lugar, con dos medallas menos, al Club Universitario de Regatas, también representante nacional. Ambos clubes fueron los únicos que sobrepasaron la decena de medallas, mostrando un nivel superior al resto de representantes, entre nacionales e internacionales. Por parte del Club, en la categoría Master F, José Spihlmann continúa alargando su archivo de victorias con el primer lugar obtenido en su regata de 400 metros, con un tiempo de 1:32.03 y dejando atrás, por más de diez segundos, a Roberto Gamio, del Regatas Unión, con 1:45.92 y a Eduardo Waslli, otro celeste, que se quedó con la medalla de bronce al promediar un tiempo de 1:46.48. «Si bien los tiempos del remo son un poco variables, por las condiciones de la corriente o
Fernando Jiménez, Camilla Valle y José Spihlmann
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CATEGORÍA Peso Ligero Master “B” Master “F” Master “G” Master “H” Infantil “B” Infantil “A” Juvenil Mujeres Peso Ligero Sub 23 Mujeres Master “B”
BOTE
BOGA
Alejandro Palacios Ricardo Suito José Spihlmann Eduardo Waslli José Spihlmann Fernando Jiménez George Mulanovich Single Scull Adriana Sanguineti Isabella Halleski Rafaela Viacava Paula Parks Camila Valle Pamela Noya Camila Valle Michelle Knell Marisa Larraín
TIEMPO MEDALLA 1:25.66 1:23.72 1:32.03 1:46.48 1:32.36 1:37.48 1:41.80 1:41.30 1:36.10 1:32.93 1:33.64 1:30.24 1:33.92 1:32.49 s/t s/t
Bronce Plata Oro Bronce Oro Oro Plata Bronce Oro Plata Bronce Oro Plata Plata Oro Plata
del viento, trato siempre de mejorar mis marcas año tras año, a pesar de ser cada vez mayor. En los últimos cinco años he venido lográndolo en base a planes de entrenamiento más exigentes y de disciplina personal», comentó Spihlmann, quien lleva 45 años compitiendo en este certamen –desde que se inició, cuando tenía 20 años–. El boga, hoy con 66 años, también lideró el podio en la regata del Master G, manteniendo el promedio de tiempo y superando a Luis Yáñez, del BIAC norteamericano, y a Carlos Vernal, del Regatas Unión. Otro que destacó fue Fernando Jiménez, quien se llevó la regata del Master H, luego de promediar un tiempo de 1:37.48, casi cinco segundos más que George Mulanovich, también del Regatas, quien marcó 1:41.80. En esa prueba Gustavo de la Puente obtuvo el cuarto lugar. Por el lado de la mujeres, fue Isabella Halleski quien se llevó el primer lugar en la categoría Infantil A, luego de marcar un tiempo de 1:36.10 y derrotando a sus similares del Universitario de Regatas en una carrera ajustada de principio a fin; mientras que Camila Valle y Pamela Noya también se mostraron en el podio de campeones. Las celestes quedaron en el primer y segundo lugar de la regata de Peso Ligero, dejando a la ecuatoriana Cristina Heredia en la tercera casilla. Valle, además, logró una medalla de plata en la categoría Sub 23, marcando un tiempo de 1:32.49.
MEDALLERO DEL TORNEO PUESTO
CLUB / INSTITUCIÓN
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 11 12 12 12 12 12 12 12 12
Club De Regatas Lima - Peru Club Universitario De Regatas - Peru Club De Regatas Union - Peru Estrella Blanca - Chile Federacion Ecuatoriana De Remo - Ecuador Deportivo Español - Chile Italiano De Concepción - Chile Club De Regatas Mendoza - Argentina Sausalito - Chile Circolo Canottieri - Peru Biac - Usa Salitre - Ecuador San Pedro - Chile Centro Naval Del Peru - Peru Enamm - Peru Escuela Naval - Peru Fatty - Ecuador Ferroviarios - Ecuador La Roca - Colombia Miramar - Chile
ORO PLATA BRONCE 6 6 4 4 2 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
6 4 4 1 1 3 1 0 2 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0
4 4 1 1 3 1 1 0 0 2 0 0 1 1 1 1 1 1 1 1
EL MEJOR MOMENTO DE LA VELA Paloma Schmidt en el puesto más alto
El viento es un elemento caprichoso y los veleristas lo saben . Las condiciones climáticas pueden ser una complicación antes de una competencia. Paloma Schmidt convive con esa premisa. «Es una ley. Siempre tocan condiciones climáticas distintas con las que entrenaste», dice la velerista en el hall principal de la sede del Regatas. Se le ve radiante: acaba de lograr el mejor puesto de una deportista peruana en el ranking de laser Radial: número 24 a nivel mundial. A sus 27 años se encuentra en el mejor momento de su carrera. Su distinción más reciente fue el oro en los Suramericanos de Playa Vargas en Caracas. Estuvo diez días en un club, a una hora de distancia la capital venezolana. Los institutos meteorológicos habían pronosticado un excelente clima para toda la semana, pero habían fallado. «Los días previos, el viento soplaba y el mar estaba perfecto, pero cuando llega la regata, a veces, todo cambia», dice Schmidt, con la experiencia de quien lo ha sufrido. El primer día de la competencia, las olas eran largas y complicadas, pero ella quedó primera en sus dos regatas. Al día siguiente, logró el segundo lugar en las tres regatas disputadas. Con esos resultados, la brasileña María Knuasen la había alcanzado en la primera ubicación de la puntuación general. Al final, en la regata de desempate -el clima no les permitió correr más-, Knuasen quedó quinta y Paloma Schmidt obtuvo la medalla de oro. Gracias a este triunfo, la velerista ha escalado a su mejor posición. «El ranking no te da una clasificación directa a nada, simplemente es un reflejo de la constancia en los campeonatos. Mi objetivo es lograr una medalla en los Juegos Olímpicos de Río», dice Schmidt. Un día después de aquella conversación, Paloma Schmidt viajó a California para buscar una plaza en los juegos Panamericanos de Toronto 2015.
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MÁXIMA VELOCIDAD Veintiún medallas para los remeros celestes
La mañana del 8 de junio se realizó la décimo novena edición del Torneo de Velocidad Las Lagunas de La Molina. Todas las regatas tuvieron embarcaciones Single Scull y una distancia de 250 metros. Como siempre, el evento contó con la participación de los bogas celestes que se hicieron presentes en el podio de campeones. Uno de los más destacados fue Giusseppe Brigneti, quien se llevó el trofeo Hans Leemhuis Amberg, luego de ganar la regata de la categoría juvenil con un tiempo de 00:46.70. Por otro lado, José Spihlmann volvió a destacar, como lo hiciera en el COTIVEL, y se llevó tres medallas de oro (Master E, F y G). En la categoría Senior, Iván Waslli se llevó otra medalla de oro al conseguir un tiempo de 00:43.83, con dos segundos de ventaja sobre Edgardo Carranza, del Club Universitario. En la categoría Master A, Ricardo Suito tuvo una regata de infarto, logrando la presea dorada al derrotar a Carranza con un tiempo de 00:45:09. El mismo Suito repitió el plato al ganar, ante el mismo rival, en la categoría Master B. Finalmente, George Mulanovich dominó en el Master H, luego de imponerse ante Gustavo de la Puente; mientras que, en la rama femenina, fue Adriana Sanguineti quien destacó, ganando la regata en la que compitió frente a representantes del club Universitario.
Giusseppe Brigneti, Campeón Juvenil y de la Copa del Torneo
Ivan Waslli, campeón Senior
CATEGORÍA
BOGA
Infantil “A” – Varones Novicios – Varones Peso Ligero – Varones Senior – Varones Master “A” – Varones Master “B” – Varones Master “E” – Varones Master “F” – Varones
Lucas Carbone Mauricio Pinto Renzo Brigneti Iván Waslli Ricardo Suito Ricardo Suito José Spihlmann José Spihlmann Eduardo Waslli José Spihlmann Gustavo de la Puente George Mulanovich Gustavo de la Puente Fernando Jiménez Adriana Sanguineti Ana Salinas Karina Meier Ana Cristina Salinas Karina Meier Marisa Larraín Giusseppe Brigneti
Master “G” – Varones Master “H” – Varones Infantil “B” – Damas Infantil “A” – Damas Sub 23 – Damas Novicios – Damas Senior – Damas Delegación de remo en el podio de La Molina
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Adriana Sanguineti, campeona infantil B
Juvenil Varones
TIEMPO MEDALLA s/t 00:47.00 00:47.42 00:43.83 00:45.09 00:45.11 00:50.24 00:48.95 01:00.70 s/t s/t 00:51.17 00:51.99 00:52.79 00:55.76 00:56.73 00:54.29 00:49.63 00:54.58 s/t 00:46.70
Bronce Plata Plata Oro Oro Oro Oro Oro Bronce Oro Plata Oro Plata Bronce Oro Bronce Plata Bronce Plata Bronce Oro
ESTÁN EN TODAS Podio celeste en el II Nacional de Squash La tarde del sábado 24 de mayo, en la sede de Chorrillos, terminó el segundo Torneo Nacional de Squash. Entre los veintitrés trofeos que se repartieron para los representantes del Regatas, cinco destacaron por la inscripción de campeón que llevaban escrita. El primero en llevarse uno fue Hugo Días (Categoría Segunda A), quien en tres sets logró doblegar a su similar del Club, Edmundo Taboada, terminando el score a favor de Días por 11-2, 11-8 y 11-4. En esa misma categoría, Rafael Gálvez, con solo 13 años, alcanzó el tercer lugar. Por otro lado, Dante San Román hizo lo propio en la categoría Segunda B, venciendo a otro celeste como Rodrigo Elías Vargas, quien dio fuerte pelea a lo largo de cuatro sets (9-11; 11-6; 12-10; 11-4). En la Tercera Categoría B, el juvenil de dieciséis años, Giacomo Loli, conquistó el primer lugar, tras vencer en un apretado encuentro a Manuel Martínez López; mientras que en la Cuarta A, Alessio Cantella también campeonó. Cerrando la partición de los celestes campeones, estuvo José Ignacio Mujica, quien en la Cuarta B logró derrotar a Carlos Bentín en un encuentro de infarto entre dos representantes del Regatas (9-11; 10-12; 11-4; 13-11; 11-4).
CATEGORÍA Primera Segunda A
Segunda B
Tercera A Tercera B Cuarta A Cuarta B Profesional
JUGADOR
PUESTO
Antonio Planas Musso Eduardo Rivasplata Zazzali Gianfranco Carozzo Carbajal Hugo Andrés Días Aguilar Edmundo Taboada Monge Luis Escudero de la Torre Rafael Gálvez Zeuner Dante San Román – Bianchi Rodrigo Elías Vargas Fernando Dávila Bello Rafael Saravia Razuri Álvaro Villacorta Aldo Amianto María Paz Picasso Giacomo Loli Alejandra Meza Cuadra Bisso Alessio Cantella Vega Andrea Noriega Halternhof Sandro Vertiz Guido José Ignacio Mujica Barreda Carlos Bentín del Negro Gonzalo Seminario Álvaro Gómez de Cordova Callirgos
2° 3° 3° 1° 2° 3° 3° 1° 2° 3° 3° 2° 3° 3° 1° 3° 1° 2° 3° 1° 2° 2° 3°
José Ignacio Mujica, Alessio Cantella, Hugo Días y Dante San Román-Bianchi
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DEPORTES
LA COSTUMBRE DE GANAR Campeones celestes en el último torneo ITF Senior
Cerca de 400 tenistas se reunieron en las canchas del Club Terrazas durante la semana del 2 al 7 de junio, para participar en la octava edición del Torneo ITF Senior Copa Miraflores, uno de los torneos más importantes en esta categoría del tenis. Entre los deportistas de la delegación celeste que llegaron más lejos, estuvieron Carla Rodríguez, Fernando Bonifaz, Martha Conroy y Ana de Freyre. Todos ellos lograron obtener al menos una medalla en sus respectivas categorías. Conroy se consagró como campeona de Singles en la categoría +75 años, en la cual, la también representante del regatas, Ana de Freyre, se quedó con el segundo lugar. Ambas participaron de un mismo cuadrangular, enfrentando a otra tenista nacional, así como a la chilena Quena Tort.
Fernando Bonifaz y Marha Conroy
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Conroy, que se inició en este deporte por una apuesta –ella solía jugar vóley, hasta que una compañera la reto a un encuentro de tenis–, terminó invicta durante su participación y fue premiada como una de las deportistas con más participaciones en el tenis nacional. Por otro lado, la celeste Carla Rodríguez también logró consagrarse como campeona, en la categoría +35, mientras que Fernando Bonifaz, tenista desde hace 32 años, obtuvo un subcampeonato en Singles +65, luego de caer derrotado ante el boliviano Ramiro Benavides, número 2 del mundo y ex Copa Davis, por 6-4 y 6-1. Sin embargo, en dobles, junto a Lucho Sandoval, logró cobrarse la revancha derrotando a representantes chilenos por 6-1, 3-6 y 11-9 en tie-break.
EL INICIO DEL TENISTA Alonso García, ganador del Torneo G4 en Villa Deportiva
A cierta edad, el éxito de los deportistas puede depender de la disposición de los padres, de permitir la dedicación absoluta. María del Carmen Elías es mamá de Alonso García, de catorce años. Él acaba de lograr el oro en el Torneo Internacional de Tenis Perú G4, realizado en la Filial Villa Deportiva del 17 al 24 de mayo. En el tenis, un deporte de viajes y entrenamiento, la apuesta no es sencilla. Alonso García debió cambiarse de colegio a una modalidad virtual en el Liceo Naval. Era necesario. Los viajes, exámenes y trabajos se habían convertido en un verdadero problema. Pero ahora el tiempo depende de él. Sus papás lo despiertan a las seis de la mañana, alistan el desayuno que suele contener milshake de proteínas, plátanos, panes o avena y lo llevan a entrenar a Villa Deportiva, donde estará hasta las once y media. Luego, Alonso García estudia y avanza tareas desde su casa; después regresa a entrenar de cuatro a seis y media de la tarde. Ahora el tenista puede disponer de su tiempo: las más de cinco horas diarias
de entrenamiento para seguir ganando. En julio irá por cinco semanas a España para entrenar en un centro de alto rendimiento junto a seis compañeros. El año pasado estuvo ahí, y fue por ese viaje que sus papás decidieron el cambio de colegio. «Iba a perder como quince días de clase y no le daban ningún apoyo. Así que con mi esposo averiguamos sobre un sistema que le permita estudiar y viajar», cuenta María del Carmen Elías, en las gradas de la cancha de tenis. Cuando su hijo juega ya no se pone nerviosa. Son muchos los partidos que ha visto, y ahora conoce a las mamás de los tenistas rivales. Se sientan juntas mientras los hijos juegan. «Cada una aplaude por su lado», cuenta. En Villa Deportiva, García venció en una apretada semifinal a Martín Maldonado, uno de los tenistas ecuatorianos mejor posicionados; y al peruano Alberto Alvarado, en la final. En ese mismo torneo la tenista de Categoría 16 Años, Macarena Kruger, logró un destacado segundo puesto.
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DEPORTES
SEMILLERO DE PRIMERA
La categoría Sub 13 de Básquet Damas consigue título en el Callao
Venían desde atrás, 11 puntos por debajo hasta la mitad del tercer cuarto. Pero eso, en una final, no significa nada. Y menos ante el clásico rival. El Regatas demostró que supo cómo jugarle a la adversidad ante el Real Club y terminó volteando un encuentro que parecía perdido, quedándose al final con la copa de campeón al terminar el encuentro 51-49 a favor de la celeste. Ambas escuadras habían llegado hasta la final del torneo semillero, desarrollado durante todo el mes de marzo en las canchas de la Villa Deportiva Regional del Callao, luego de salir victoriosos en sus seis encuentros previos –vale decir que el torneo contó con la participación de 50 equipos, divididos en fase de grupos–. «Este equipo demostró
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estar preparado para grandes retos, tanto las que arrancan de titulares como las que van entrando», comentó el entrenador Marco Menicucci, que encontró en sus dirigidas un equipo que pensó, que supo cómo salir adelante, a pesar de enfrentar a un rival con mayor talla, y logrando defender la diferencia lograda hacia el último cuarto. Por eso el grito de campeonas es justo. Con este título, las celestes demostraron que, a pesar de venir de la categoría Mini, se pudo observar un buen desarrollo táctico, además de contar con la armadora, Andrea Gainza, y las aleras Fernanda García Valeria Freire, como las jugadoras con rendimientos más altos del equipo
encuentra el equipo Sub 14 de Básquet se consagra campeón en el Circolo
Por otro lado, las celestes de la Sub 14 también consiguieron el título de campeonas del torneo nacional Copa Circolo Sportivo Italiano, desarrollado durante el sábado 30 de mayo y domingo primero de junio. Para este certamen, las dirigidas por Menicucci resultaron invictas luego de pasar por encima a rivales de la talla de los clubes Oxapampa, Tarma, La Salle y Circolo, demostrando que el equipo ya comienza a mostrar el concepto de juego celeste, con transiciones rápidas de balón y armando jugadas efectivas. En este equipo destacaron jugadoras como la pívot, Milagros Carrera, quien con su metro setenta de estatura y su buen juego debajo del aro y de espaldas al tablero fue una de los pilares del equipo, al igual que la base Carrol Giraldo y Sabrina Fernández como ala-pívot.
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DEPORTES
TRíO DE ORO
Paula Santos, Carlos José Casabonne y Mauricio Garrido ocuparon los primeros puestos del Nacional Juvenil
Paula Santos
Carlos José Casabonne
A mediados de mayo se desarrolló el Campeonato Nacional Juvenil de Atletismo, que tuvo entre el podio de campeones a tres representantes del CRL. Uno de ellos fue Paula Santos, quien logró el primer lugar en la final de salto triple. Luego de sus primeros dos intentos, la celeste logró los 11.78 metros, marca con la que logró derrotar a Athina Moncada, segunda en la final y a 14 centímetros de la celeste, mientras que Alejandra Arévalo ocupó el tercer puesto logrando una distancia de 10.65 metros. Con esta marca, Santos se une al grupo de Triana Alonso y Sebastián Weston que participan por un cupo al Sudamericano de octubre en Tarija, Bolivia. Por otro lado, luego de su octavo lugar en la final de lanzamiento de bala, donde logró una distancia de 10.23 metros, Carlos José Casabonne obtuvo REGATAS / 88
Mauricio Garrido
un mejor desempeño en el lanzamiento de martillo, donde alcanzó el primer puesto con una marca de 43.76 metros, superando ampliamente a Joseph Li, que se quedó en la segunda casilla con sus 35.57 metros. Finalmente, cerrando los resultados de podio, Mauricio Garrido se llevó el primer puesto en la carrera final de 400 metros con vallas. El celeste de dieciocho años obtuvo la mejor marca entre del grupo de los seis finalistas y alcanzó una distancia de 56.91 segundos, mientras que su más cercano perseguidor, José Ojeda, se quedó con 58.28 segundos. La delegación celeste la completaron Santiago Casabonne, quien ocupó el sexto lugar en lanzamiento de bala, mientras que Jorge Ignacio Espejo quedó en séptimo lugar en la prueba de los 400 metros planos, haciendo un tiempo de 54.10.
BUEN INICIO Se desarrolló el Campeonato Apertura de gimnasia aeróbica
Diecisiete gimnastas, provenientes de las categorías Infantil A, Juvenil A, B y Mayores, llegaron al Koala Kids Club para participar en el Campeonato Apertura 2014. En el evento, se lograron cinco puestos para destacar, como el de Alessia Rodríguez, quien a pesar de ser nueva en la categoría Mayores, obtuvo el puntaje esperado de 19.05 unidades, demostrando un buen desempeño en la modalidad Individual. Otras gimnastas que destacaron fueron, por un lado, Karel Díaz en la categoría Infantil A Nivel 4, logrando el primer lugar en Individual, mientras que las juveniles Ariana Salas, Valeria Sousa, Mara Monteferri, Brunella Arizola, Aitana Franchy y Paulina Larrea, ocuparon la primera casilla en la modalidad de Aerodance. Por otro lado, Martina Mikulak mostró una gran mejoría en la categoría Juvenil A y, además, logró el tercer puesto en la modalidad Trío junto a Micaela Villalobos y Micaela Guevara. «Si bien no se logró el cien por ciento de los objetivos trazados, hemos logrado determinar los puntos a mejorar de cara al campeonato principal del año que se nos viene en Las Vegas, y posteriormente para el Nacional de diciembre», comentó Giannina Dongo, entrenadora del equipo junto a María José García. Cabe mencionar la destacada actuación que tuvieron Michella Rodríguez, Raffaella Marsano y Ana Lucía Riofrío en la modalidad Trío Nivel 1, donde obtuvieron el primer lugar. Las mismas, junto a Emilia Figari, también obtuvieron el primer puesto en la modalidad Grupal Nivel 1, ratificando que son el futuro de la gimnasia celeste.
Alessia Rodríguez
CATEGORÍA MODALIDAD Mayores Juvenil B Juvenil A Juvenil A Juvenil A Juvenil A Juvenil A
Individual Elite Individual Elite Individual Elite Individual Elite Individual Elite Individual Elite Trio Elite
Infantil A Infantil A Infantil A
Individual Nivel 1 Individual Nivel 1 Individual Nivel 1
Infantil A
Trío Nivel 1
Infantil A
Grupal Nivel 1
Infantil A Juvenil A
Individual Nivel 4 Individual Nivel 4
Juvenil A
Aerodance
ATLETA Alessia Rodríguez Natalia Díaz del Olmo Camila Díaz Micaela Guevara Martina Mikulak Micaela Villalobos Mikulak- Guevara Villlalobos Ana Lucía Riofrío Raffaella Marsano Michella Rodríguez Michella Rodríguez Raffaella Marsano – Ana Lucía Riofrío Emilia Figari – Michella Rodríguez Raffaella Marsano – Ana Lucía Riofrío Karel Díaz Adriana Bernales Ariana Salas – Valeria Sousa - Mara Monteferri – Brunella Arizola – Aitana Franchy – Paulina Larrea
PUNTAJE PUESTO 19.05 15.4 15.80 15.75 15.10 13.75 15.05
1 4 7 8 9 10 3
8.55 8.55 8.1
4 4 6
9.70
1
9.45
1
8.65 8.25
1 2
14.1
1
Ariana Salas, Valeria Sousa, Mara Monteferri, Brunella Arizola, Aitana Franchy y Paulina Larrea
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La Quebrada Luxury Country Condominium es un proyecto diseñado para el desarrollo de casas de campo en terrenos que van desde los 1000 m2. A cinco minutos del óvalo principal de Cieneguilla, un impresionante pórtico recibirá a sus residentes todos los días del año. La Quebrada ofrece un estilo de vida diferente que integra los mejores espacios con los mejores momentos para compartir en familia. Contará con dos club house para adultos y jóvenes, una zona con juegos para niños, una capilla, dos piscinas, un sofisticado spa equipado con sauna y salas de masajes, además de un amplio jardín zen. El acercamiento con la naturaleza se da a través del proceso de forestación -único en Cieneguilla-, que se verá reflejado en un vivero de más de 6000 m2, diversos tipos de flores estacionarias y más de 750 mil m2 de paisajismo, incluyendo tres lagunas y áreas para realizar actividades en el campo como montar a caballo, practicar ciclismo de montaña, trekking, cuatrimotos, o pasar una tarde desconectado del caos de la ciudad en las áreas verdes privadas. Además, los amantes del deporte tendrán una serie de opciones a elegir como canchas de tenis, frontón, fútbol, canchas multideportivas, un circuito de bicicross, skate park y un sendero para hacer footing. También encontrarán dos piscinas diseñadas exclusivamente para el uso de niños y adultos. Manteniendo la elegancia y el lujo, acompañado de las mejores instalaciones para la relajación, encontrarán un gimnasio plenamente equipado con máquinas de última generación y una sala acondicionada especialmente para hacer aeróbicos. El proyecto cuenta con un solo ingreso de uso exclusivo para los propietarios. Un lugar donde podrás vivir con todas las comodidades sin perder las maravillas de la naturaleza.
CHUQUISENGO EN EL CRL Una función a beneficio de la Fundación Custer Al escuchar la interpretación del pianista Juan José Chuquisengo aparecen dos posibilidades. Cerrar los ojos o mirar sus manos. Los ojos cerrados se imponen como una forma de concentrarse únicamente en la música, y las manos como un movimiento que se vuelve insobornable. Así lucieron los espectadores en el auditorio del Regatas durante la función a beneficio del programa Aprendamos Juntos de la Fundación Custer. Chuquisengo, uno de los pianistas peruanos más reconocidos en el mundo, ha tocado en cincuenta países, es artista exclusivo de Sony Classical y su disco transcendent journey ha sido incluido entre los cien mejores discos clásicos de todos los tiempos. Aquella noche, mientras interpreta una sonata de Scariatti o de Beethoven, el público se divide entre quienes lo miran y los que cierran los ojos. Ambas manías se intercalan. Imaginación o hipnosis son parte de la misma conjura. En el escenario está él y su piano, sus viajes, sus presentaciones, sus alumnos, los pianos que ha tocado en el mundo. Pero aquella noche se materializó la música en ayuda. Bravo por eso.
Cynthia Chávez, Carla Walker y Felipe Custer
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Nancy Caipo y Judith Vega
Pamela Abdalú y Juan José Chuquisengo
Guillermo Maura y María Alejandra Maura
Luis Felipe Bello y Liliana Figari
VOCES QUE APOYAN Concierto benéfico de Los hermanos Llosa La unión de varias voces puede ayudar a construir un edificio. Los hermanos Llosa ofrecieron un concierto para que la primera residencia temporal para niños y jóvenes con discapacidad pueda terminarse. El viernes 30 de mayo, mientras Marjorie Llosa cantaba, la fotografía de un niño se proyectaba detrás. Ella interpretaba una balada en inglés y desde la mitad del auditorio, Ada María Llosa sonreía. El niño era su hijo Pierre Lek, el motivo que la llevó a fundar hace ocho años la Asociación
Marjorie Llosa
Francesa Pierre-Lek. Aunque él ya no esté, Ada María Llosa usa todo su tiempo disponible para construir el proyecto junto a la Asociación de Padres y Amigos de los Excepcionales (APAE). Por eso, Los Hermanos Llosa, sus primos, están cantando ahora sobre el escenario. Carlos, Teobaldo, Enrique, Percy, Carla y Fernando entonan, acompañados por Fátima Espinoza, con solvencia más de veinte composiciones en italiano, francés y español. Colaborar con una urgente y noble causa es fácil.
Teobaldo Llosa REGATAS / 93
NÚCLEO MATERNO El PAM rindió un homenaje a todas las madres del CRL Porque no basta un día para celebrar a nuestras mamás,
el jueves 29 de mayo se realizó una reunión adicional para agasajarlas. Aquella tarde, en la terraza del Hall Principal, las madres (y abuelas) pudieron disfrutar de un gran almuerzo organizado por el Programa del Adulto Mayor. Todas las asociadas fueron recibidas, junto a sus esposos, desde la una de la tarde, para compartir entre amigos. Luego del almuerzo, las parejas saltaron a la pista de baile para gozar con los mejores temas del recuerdo. La conocida orquesta R&M Patthy Ponce estuvo a cargo de la música, y no permitieron que los presentes se sentasen hasta terminar el último baile.
Gladys de Bernardis y Miguel Massa
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Nelli Sánchez Pinedo y Francisco Osores
Marta Tuccio y Luis Ortíz
Bertha de Fuentes
César Silva y Haydee Loayza
MAÑANA DE ARTE INCLUSIVA Otro arte es posible Un
elefante de colores con plastilina puede no causar asombro en una galería. Pero si esa pequeña pieza fuese obra de un niño que tiene una discapacidad, entonces, su valor le confiere otra atmósfera. Objetos así, salpicados de talento, fueron expuestos el último fin de semana de mayo, como parte de la clausura del taller de arte inclusivo que se dictó en el CRL. La maestra a cargo, Sara Escudero, acompañó el desarrollo pictórico de los niños durante dos semanas. Esta iniciativa fue organizada por la Comisión de Actividades Culturales para Personas con Diversidad Funcional y Habilidades Diferentes, además de contar con el apoyo de la empresa Crayola y la ONG Actitud de Julio Salazar. Fue una mañana para celebrar el arte.
Alfredo Arispe, Guillermo Illescas y Greta Vélez
Carmen Rosa y Camila Carrillo
Felipe Olascoaga y Gabriela Morante
Alejandra Ho y María Pflucker
Directores, participantes y organizadores del taller de arte inclusivo
NUEVO CONVENIO Marathon Sports se une al Club de Regatas “Lima” Marathon Sports, la tienda especializada en deportes más grande del Perú, se une al CRL para apoyar el crecimiento de sus deportistas de élite; pues el Club es uno de los semilleros más importantes del país. Desde este mes, Marathon Sports vestirá orgullosamente a las delegaciones de las distintas disciplinas deportivas del Club, como fútbol, básquet, vóley, atletismo, tenis, bádminton, squash, frontón, tenis de mesa, entre otras. Además, participará constantemente en las diversas actividades y eventos realizados durante el año en cada una de sus filiales, para así promover el deporte. Con más de diez años de experiencia en el mercado deportivo y veintiún tiendas a nivel nacional, Marathon Sports ofrece las mejores marcas del rubro (Nike, Adidas, Asics, New Balance, Lotto, Puma, Warrior, Wilson, Prince, Spalding, Arena, Aquasphere, entre otras), ofreciendo productos técnicos especializados para atletas de alto rendimiento que buscan el mejor desempeño. Cada una de las tiendas de Marathon Sports cuenta con atención personalizada y especializada en cada disciplina, manteniéndose constantemente a la vanguardia de la tecnología. En varias de sus sucursales, los clientes podrán acceder a la prueba del Footscan, usada para definir el tipo de pisada del corredor, y luego, escoger una zapatilla determinada. También pueden recibir el servicio de encordado de raquetas de tenis y vivir una experiencia única con el centro de personalización de Nike, donde los consumidores pueden estampar sus nombres en las camisetas y bordar sus zapatillas. Para Marathon Sports es un honor contar con una alianza con un Club como el Regatas, con el que comparte un mismo objetivo: impulsar constantemente el desarrollo integral del deportista.
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BURACO EN EL REGATAS El valor de las cartas y el equipo En el Buraco cada carta tiene un valor; pero solo unidas es que forman escaleras o grupos de cartas del mismo valor que permitirán ir sumando puntos y ganar partidas. En el I Torneo Interclubes e Internacional de Buraco Copa Intralot, el Regatas salió campeón. Se trata de un certamen organizado por Alejandro Beunza, que fue disputado en el club Social Miraflores desde el 19 de Mayo hasta el 2 de junio. Se realizaron competencias en las que participaron hasta ocho equipos de Lima: tres delegaciones del Club de Regatas “Lima”, dos del Country Club de Villa, uno de Los Cóndores de Chaclacayo y dos del Club Social Miraflores. Cada Club es representado por dos parejas. En total, treinta y dos participantes, en seis fechas de juego. Al final del torneo, el Regatas obtuvo 56 puntos y 16 partidas ganadas. Dichas cifras le valieron para salir campeón y llevarse la Copa Intralot. En dicho certamen, además, se eligió a las dos mejores parejas que representarán al Perú en el match que se disputará en Buenos Aires. Una de ellas, fue la dupla del CRL, conformada por José Quevedo y Martha Chávez. Felicitaciones a ellos, que próximamente viajarán a Argentina representando al Perú y al Club de Regatas “Lima". REGATAS / 96
Ana María Miranda de Moro, Marta Chávez, Mariespe Miranda de Gómez-Sánchez y José Quevedo
GM Julio Granda, Jorge Ramos, Marta Chávez, José Quevedo y Alejandro Beunza
Las 4 medallas de oro del equipo celeste
LA LUNA MOCHICA Componer un ballet es como pintar un cuadro Alekhine Rebaza es el compositor del ballet La Luna Mochica. Su aprendizaje musical fue autodidacta y empezó en la pintura. Desde los tres años, el óleo y los cuadros formaban parte de sus juegos infantiles. Por eso, al terminar el colegio ingresó a la escuela de Bellas Artes. Al poco tiempo, tendría que dejarlo y empezar con una carrera de Economía en la universidad. Allí redescubriría un gusto olvidado, que tenía origen en un padre melómano y en un acercamiento juvenil a Beethoven y a la vez, al heavy metal. A Rebaza se le haría inevitable empezar con talleres de música por las noches y entender que eso era lo que realmente quería. Un día, unos amigos pianistas conocerían uno de los secretos de Alekhine: guardaba cientos de composiciones musicales en su computadora. Le pidieron algunas para sus presentaciones. De esa manera, su música llegó a distintos escenarios y nuevamente, dejó los estudios en reposo. «Los instrumentos tienen colores. Por mi formación en pintura sé que color combinar. Todas las artes son texturas superpuestas», dice Rebaza. Otros músicos escucharon las composiciones de Rebaza y se fueron acercando. Comenzaría a hacerse conocido y llegaría a presentar la sinfonía por los cien años de Machu Picchu, junto a la reconocida directora española Inma Shara. Sería en esta presentación que Sergio Luna, el productor, lo escucharía y le propondría componer un ballet para el proyecto de la ruta Moche. Tuvo que viajar a las huacas, al norte del país, y al resto de sitios arqueológicos para entender la historia de dicha cultura prehispánica. Era difícil, porque de los moches no ha quedado música. «No hay remanente de estilo musical moche. De la música andina, como algo más general, sí tenemos alguna noción». Una tarde, mientras recorría el Museo de Tumbas Reales de Sipán, se imaginó cómo debería sonar esta cultura: «Grandilocuente, majestuoso y fuerte. No agresivo, pero con carácter». Apareció en su mente un cuadro formado por sonidos e instrumentos. Alekhine Rebaza no sabe tocar instrumentos, los imagina. Pero el ballet es distinto a una sinfonía: tenía que calcular el movimiento de las bailarinas, los tiempos y los silencios. «Ver una obra interpretada es distinto. Sientes que algo que empezó en tu cuarto, en tu computadora, ahora está en las manos de un grupo». En el ballet bailará Irene Meza, una de las primeras bailarinas del ballet nacional. Alekhine Rebaza, el compositor, verá como la historia que creó y ahora dirige Nazareth García, será puesta en escena este 12 de julio en el Regatas a las ocho de la noche. Una cita imperdible.
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Inicio de temporada Comenzaron los fines de semana en La Cantuta El pasado sábado 7 y domingo 8 de junio se realizó la Apertura de Temporada en La Cantuta, donde cientos de asociados se reunieron para pasar un fin de semana en familia, lleno de alegría y diversión. Entre las diversas actividades que ofreció nuestra filial de campo, estuvieron las manualidades en la explanada, cine familiar y el clásico paseo con antorchas, seguido de la quema del castillo. Esa misma noche, como cierre, se presentó el stand up comedy de Fabiola Arteaga en el Club House. Por otro lado, el domingo inició con una gran feria artesanal y gastronómica, con juegos de tómbola y caritas pintadas para los más pequeños, mientras que el saxofonista Jean Pierre Magnet brindó un espectáculo musical que cerró el primero de muchos fines de semana así.
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familia
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familia
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COCINA
EXPERIENCIA CuLINARIA
Huevito con salmón ahumado, alcachofas y horseradish
Un nuevo menú degustación, de la mano de Coque Ossio, en el 18.7.5 En el universo culinario de hoy, los menú degustación son la mejor manera -y la más ambiciosa- de comunicar la esencia de un restaurante. Reflejan su personalidad, muestran sus especialidades, dan cuenta de un discurso. Estas experiencias culinarias, que contienen una serie de pasos -como se llama a cada una de las preparaciones-, van guiando al comensal a través de sensaciones in crescendo. Desde un pequeño abrebocas, varias entradas, distintos tipos de carnes, de cocciones y el final dulce de un postre original. Normalmente, estas experiencias vienen acompañados además de un maridaje propuesto por el sommelier, para acompañar con determinada bebida cada uno de los platos. Hay quienes prefieren un recorrido altitudinal por los microclimas del país, otros apuestan por contar historias de una migración, algunos deciden mostrar la última cosecha aprendida en algún viaje y otros, como Coque Ossio en esta ocasión, hacen gala de sus recuerdos y de su destacada trayectoria. Para este primer menú degustación que prepara en el 18.7.5, el chef presenta sus greatest hits, esos platos con los que innovó en anteriores restaurantes y que le valieron el reconocimiento en la puesta en escena culinaria. «Soy esencialmente un cocinero que se formó bajo una influencia francesa», dice Ossio. Por ello, fuera de fusiones y confusiones, lo suyo
Magret, confit y foie gras de pato con frutos rojos al vino tinto REGATAS / 102
es una propuesta clásica, con toques mediterráneos. Son siete las etapas de un menú que cautiva desde el inicio. De abrebocas, se encontrará un huevito con salmón ahumado, alcachofas y horseradish. Este es tan solo un pequeño bocado que anticipa los grandes picos de la serie. Uno de ellos es el cordero con frejoles frescos, pesto y tapenade de aceitunas negras; otro podría ser el magret, confit y foie gras de pato con frutos rojos al vino tinto. Nos reserva, también, un tomate relleno confitado, una delicatessen que aprendió a cocinar en una de sus pasantías en Francia, y que no suele preparar muy seguido debido a su complejidad. Ossio no ha elaborado platos minimalistas, ni un menú muy extenso. No es su estilo y piensa que tampoco es lo que esperaría un comensal del 18.7.5. Es por ello que esta será la oportunidad de degustar de una cocina sofisticada, a un precio inusual, y en porciones generosas. Toda la experiencia de un chef presentada en siete estaciones.
*El menú degustación tendrá una sola fecha: el jueves 17 de julio. Para mayor información sobre precios y reservas, puede enviar un correo electrónico a la siguiente dirección: admin@coqueossio.com
Cordero con frejoles frescos, pesto y tapenade de aceitunas negras
MEMBRESÍA ASOCIADOS FALLECIDOS Luis Alberto Puertas Moreno Francisco Gonzales-Vigil Picasso José Alfredo Perales Calderón Bruno Ángel Garro Brambilla
Leticia Bettocchi Vda. de Alayza Arnaldo Antonio Muñoz Armestar Raúl Rivera Lhoiry Sofía Cox Vda. de Maguiña
Giorgio Forlín Montresor Jorge Ricardo Pérez Zollner Dora Rodríguez Vda. de Gallegos
Remigio Aguirre Dongo María Virginia Mugaburu Vda. de García Mercedes Falconi Vda. de Morante
Beatriz de las Casas Vda. de Sparks Carmen Castañeda Vda. de Newton
Cecilia Susana Málaga Vda. de Gazzani
Elsa Rabines Vda. de Traverso
Estuardo Antonio Desmaison Palacios
Magali de la Piedra Vda. de Capurro
Julia Canovas Vda. de Ornano
Aída Lucrecia Gall'lino Vda. de Guerra Luis Fernando Carrillo Morales
Consuelo Castro Vda. de del Águila
Alejandro César Sánchez Salazar Paz
Talía Franciscolo Caillaux Ariadna Gal Lino Raez Fiorella Milagros García Tondini Francisco Javier Gonzales Ugarte Priscilla Gregorio San Martin María Teresa Guerra García García Francesca Hemmerde Coppo Grace Hemmerde Coppo Boris Hildebrandt Ohannessian Victor Hoyos Rios Andrés Gustavo Jiménez Martínez Guiselle Jourde Fernández Maldonado Carlos Daniel Macher Barrionuevo
Libera Matellini Allison Malena Morales Gorrio José Luis Neira Sambuceti Rodrigo Fernando Ortiz Marchena Nicolás Rodolfo Pacheco Espinosa Jaime Rodrigo Pérez Tello Vera Pérez-Luna Cannon Lucero Perla Najarro Eduardo Agustín Pinillos Ruiz Ximena Miroslava Pinto La Fuente María Pía Ramírez Larrabure Talía Ramírez Murguía Melissa Rizo Patrón Mercado
Patricia Rodríguez Arnaiz Ghibellini Manuel F. Rodríguez Mariátegui Jahnsen Marité Rodríguez Vargas María Cristina Rojas Osterling Arantxa Romero Vascones Diego Alonso Sánchez Flórez Diego Uriel Santolalla García Sebastián Santolalla García Jorge Luis Sologuren Battifora Lorena Vargas De Armenteras Alessandra Martha Vargas Pajuelo Stefano Viale Marroquín
Lorena María Duharte Naranjo Vanessa Fung Pastor
Carlos Francisco Izaguirre Castro Piero Enrique Saravia Torres Llosa
Juan Manuel Umbertchocano
Rebeca Vicky Bárbara Lucila Escribens Pasara
Jorge Enrique Paz Rojas Orlando Enzo Tremolada Del Alcázar
VIUDAS DE Asociado Bertha Consuelo Noriega Vda. de Jenkel Delia Flores Aráoz Vda. de Ribeiro
ASOCIADOS VITALICIOS Héctor Guillermo Llosa Bustamante
ASOCIADOS PREVITALICIOS Gelly García Vda. de Santillana Nancy Alicia Sánchez Vda. de Vega
hijoS DE ASOCIADOS Pablo Antonio Aguilar Ferrand Fernando Aranibar Cilloniz José Luis Arce Penny Miguel Arias Roda Xaviera Brandon Velasco Munira Cristina Bugosen Tannous Claudia María Bustamante Belaunde Dieter Erik Dannler Alva Franco De Barbieri Zornoza Sebastián De La Puente Astudillo Diego De La Torre Lostaunau Carlos De La Torre Ugarte Zar Rodrigo Francisco Duffoo Sologuren
NIETOS DE ASOCIADOS Rafael Juan Álvarez Del Villar Laghi Rocío Lisette Cáceres Landaburu
AJENO George Dean Deliot Golosin Rodrigo Eduardo Echevarría Gorriti
Juan Carlos Zevallos Llanos
REGATAS / 103
INAUGURACIÓN
LA GRIS NUEVA CONCESIÓN EN EL EDIFICIO DEPORTIVO CULTURAL DEL CRL Fue el escritor Sebastián Salazar Bondy quien comparó en un texto suyo el cielo de Lima con la panza de un burro. Gris. Desde entonces, y alentados por los inviernos de la ciudad, siempre hemos asociado Lima con lo gris, con la «tristeza incolora de julio» -como dirían los poetas-. Pero quizás ahí resida una contradicción genial para que esta cafetería se llame La Gris, pero tenga color café. Es un espacio donde lo simple se hace rico, donde se ofrecen tazas de humeante café orgánico, que resalta las bondades de cada uno de los granos que se cosechan en las zonas cafeteras del Perú. Además
de promover el comercio justo con los productores. De esa manera, La Gris Color Café -que contaba con un local en el centro de Miraflores- ahora se muda a Chorrillos, para deleite de todos los asociados, al primer piso del nuevo edificio deportivo cultural del Regatas. Un espacio nuevo, acogedor, amplio, con una terraza para contemplar el mar, propicio para guarecerse del frío con una bebida caliente. Pronto, la oferta de la cafetería se implementará con cocteles de autor y platillos que encontraría en un bistró contemporáneo limeño. Como para pintar de sabor el invierno gris de Lima.
Sabrina Cabrera, Verónica Larrabure, Tany Luján, Gisella Sarmiento y Verónica Regal
María Paula Barclay y Valeria Guevara
REGATAS / 104
INAUGURACIÓN
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4
5
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6 1. Cristóbal Rojas y Gastón Coros 2. Andrea De La Melena, Camille Barclay y Mariana Dávila 3. Isabella Benavides y Micaela Benavides 4. Tenchy Gayoso y Emma Pita 5. Josefina Röder 6. Espléndida vista desde la terraza. 7. Francisco Coros 8. Gloria Illescas y Yessica Salas
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REGATAS / 105
grupos
AMANTES DE UN FIERRO Hay solo algunos bendecidos autos que provocan lo que le causaría un cuadro de arte impresionista: admiración y asombro. Uno de ellos es el Mustang. Los miembros de su club en el Perú son testigos cotidianos de esa reacción entre los peatones. Sanyin Wu
Raúl Noriega, José Espinoza Saldaña, Javier Añorga, Hernán Velando y Carlos Mejía
Cuando Javier Añorga, presidente del Mustang Club Perú, compró su auto soñado, tenía cincuenta años. Decidió regalarse aquel vehículo que se le grabó en la memoria, desde que, siendo joven, se subió al Mustang de ocho cilindros de su tío. Cuando llegó el suyo, se trepó, lo encendió y se quedó escuchando la música de la máquina. Debía comprarlo. Era un Mustang clásico de color turquesa, importado de Estados Unidos. Uno de los primeros modelos que salieron en 1965, con un motor de seis cilindros. «Este auto tuvo mucho éxito en su tiempo, porque pudo satisfacer las necesidades de un público joven que buscaba nuevas sensaciones y velocidades», cuenta Añorga sobre su Mustang, que por aquellos años costaba 2368 dólares —apenas diez menos que el Volkswagen escarabajo—. «Fue tal la demanda, que el primer día se vendieron 23 mil autos y tuvieron que cerrar la tienda porque aún había demasiada gente haciendo cola. Incluso, se cuenta que una de esas personas pagó el auto y se quedó durmiendo ahí hasta que se lo dieran», dice Añorga. Al poco tiempo comenzó a buscar personas de algún club automovilístico con quienes compartir la misma afición. Como no encontró ninguno, convocó en un foro por Internet a otros dueños y un jueves de mayo del 2012 celebró su primera reunión, con tan solo tres participantes. «Al día REGATAS / 106
siguiente puse en el foro que la reunión había sido un éxito, incluyendo la cantidad de personas que fuimos, a manera de broma. Pero para la segunda convocatoria ya fuimos veinte. Recién ahí decidimos formar el club», recuerda el presidente, luego de dos años. Hoy el Mustang Club Perú es una organización sin fines de lucro que alberga tanto a propietarios como a simpatizantes de la marca, tiene 153 inscritos y ya pasaron la barrera de los ocho mil seguidores en Facebook. Hace poco, el 17 de abril, la marca cumplió cincuenta años de creación y ellos lo celebraron a lo grande, con una mega evento en el Jockey Club, de donde salieron más de quince Mustangs en caravana hacia la plaza principal de Barranco, donde hicieron una segunda exposición. Un deleite automovilístico que no pasa de moda. (Andrés Talavera)
NOTA Si tienes un Mustang —de cualquier año— y te gustaría pertenecer a este grupo, escribe un correo a mustangclubperu@gmail.com