Arte moderno

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Arte moderno Arte moderno es un término propio de distintos ámbitos del mundo del arte (la historiografía del arte, la estética y teoría del arte y el mercado de arte), que pretende diferenciar una parte de la producción artística, que se identificaría con un determinado concepto de modernidad por oposición al denominado arte académico. Este representaría la tradición; mientras que el arte moderno representaría la experimentación. Al ser esencialmente un concepto estético y no cronológico, cualquier delimitación de un periodo para el "arte moderno" es problemática, empezando por una dificultad obvia: el arte de la Edad Moderna (de mediados del siglo XV a finales del siglo XVIII) no es lo que se entiende como "arte moderno", mientras que sí lo es el arte de la Edad Contemporánea (desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad). Otra ambigüedad evidente es la utilización de la expresión "arte moderno" en oposición a "arte antiguo", que tampoco coincide siempre con el arte de la Edad Antigua (desde el inicio de la historia hasta el siglo V), especialmente en formas como "maestros antiguos" y "maestros modernos", siendo aquellos los del siglo XV al XVII, y estos los posteriores, épocas convencionalmente separadas por criterios historiográficos y museológicos. Las expresiones "arte moderno" y "arte contemporáneo" se utilizan muy a menudo de forma totalmente intercambiable, incluso en la bibliografía especializada3 y el entorno institucional (museos y universidades); mientras que en otras ocasiones, en los mismos ámbitos, se utilizan en oposición, reservando para el "arte moderno" un periodo indefinido, que puede ir desde distintos momentos del siglo XIX hasta distintos momentos del siglo XX. No hay consenso para determinar si es el "arte moderno" o el "arte contemporáneo" el que ejemplifican las vanguardias; ni tampoco para determinar si esa diferenciación debe aplicarse a alguna de las sucesivas generaciones de vanguardias: bien las que comienzan antes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y se desarrollan en el periodo de entreguerras (1918-1939), o bien las que surgen después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), o incluso las "transvanguardias" de finales del siglo XX, cuando se acuñó el concepto de lo "postmoderno", que para algunos autores pondría fin al "arte moderno" en sí.


Únicamente si se entiende el concepto de arte moderno no como cronológico, sino como estético (de estilo, de sensibilidad o incluso de actitud), pueden explicarse ciertas paradojas: un pintor academicista como William Adolphe Bouguereau (muerto en 1905) no hace "arte moderno", mientras que Vincent van Gogh (muerto en 1890) indudablemente sí; calificar como "modernos" a el Greco (muerto en 1614), Velázquez (muerto en 1660), a Rembrandt (muerto en 1669) o a Goya (muerto en 1828) es algo tan común que se ha convertido prácticamente en un tópico. El arte moderno, como innovación frente a la tradición artística del arte occidental, representa una nueva forma de entender la teoría y la función del arte, en que el valor dominante de las llamadas artes figurativas (pintura y escultura) ya no es la imitación de la naturaleza o su representación literal. La invención de la fotografía había convertido esta función artística, hasta entonces esencial (pintores de corte), en algo accesorio, cuando no obsoleto. En su lugar, los artistas comenzaron a experimentar con nuevos puntos de vista, con nuevas ideas sobre la naturaleza, materiales y funciones artísticas, llegando incluso a la abstracción. La Revolución industrial no sólo trajo las innovaciones técnicas que permitieron la arquitectura del hierro y del cristal, sino que cambió para siempre las relaciones productivas y sociales, y con ellas, la posición del artista frente a su cliente. El arte moderno puso de manifiesto que la deformación de los objetos que se representaban no era involuntaria, sino deliberada, artística, buscada con el fin de satisfacer cierta concepción poética de las cosas. El sacrificio de la razón, este irracionalismo es lo que el arte moderno ha hecho valer por encima de las normas tradicionales. Se define por tanto al arte moderno como irracionalismo en su forma más amplia. No obstante, podemos decir que el irracionalismo es una condición necesaria del arte, y que está presente en todas las expresiones artísticas de la humanidad, por lo que no puede considerarse como algo característico peculiar del arte moderno. Pero teniendo en cuenta que el arte moderno es el más artístico, el más puro como arte, “el arte por el arte”, se entiende en qué sentido la definición anterior


es cierta; porque debe verse en el arte moderno el más puro, el más absoluto irracionalismo estético que ha conocido la humanidad. Ninguno de los irracionalismos de los artes anteriores, de carácter místico, popular o tradicional lo era por completo ya que siempre estuvieron ligados a alguna forma de la significación, es decir, al entendimiento. En el irracionalismo del arte moderno no hay sitio para ninguna clase de significación, se trata de un irracionalismo objetivista. Esto significa que considera la irracionalidad como una propiedad esencial del objeto y no como un defecto interior de la conciencia. A esta concepción debe el arte moderno su carácter profundamente revolucionario e impopular. De acuerdo con esta concepción, las representaciones de los místicos tanto como las de los locos adquieren validez objetiva, se refieren a la misma realidad que las representaciones de los laicos y de los cuerdos; en otras palabras, considera que la falta de significación, o sea la irracionalidad es una cualidad esencial y natural de la realidad que confronta a nuestro entendimiento. Las primeras obras del arte moderno se corresponden a los movimientos romántico y realista. Más tarde, se empezó a jugar con la luz y el espacio, a través de la pintura y el color, lo que dió lugar al impresionismo y posimpresionismo. Unos años antes de la Primera Guerra Mundial, se desarrollaron los movimientos del cubismo, el fauvismo, el expresionismo y el futurismo. Más tarde vino el surrealismo. A partir de los años 50 y 60 fueron aàreciendo otras formas de expresión del arte moderno como el expresionismo abstracto, el pop-art y el minimalismo. El cubismo El cubismo fue un movimiento artístico desarrollado entre 1907 y 1914, nacido en Francia y encabezado por Pablo Picasso, Georges Braque, Jean Metzinger, Albert Gleizes, Robert Delaunay y Juan Gris.1 Es una tendencia esencial, pues da pie al resto de las vanguardias europeas del siglo XX. No se trata de un ismo más, sino de la ruptura definitiva con la pintura tradicional. El término cubismo fue acuñado por el crítico francés Louis Vauxcelles, el mismo que había bautizado a los fauvistas motejándolos de fauves (fieras); en el caso de


Braque y sus pinturas de L'Estaque, Vauxcelles dijo, despectivamente, que era una pintura compuesta por «pequeños cubos». Se originó así el concepto de «cubismo». El cubismo literario es otra rama que se expresa con poesías cuya estructura forma figuras o imágenes que ejemplifican el tema, la rima es opcional y ni tienen una métrica específica ni se organizan en versos. El cubismo tuvo como centro neurálgico la ciudad de París, y como jefes y maestros del movimiento figuraban los españoles Pablo Picasso y Juan Gris y los franceses Georges Braque y Fernand Léger. El movimiento efectivamente se inicia con el cuadro Las señoritas de Aviñón (Demoiselles D'Avignon) de Pablo Picasso. Como elemento precursor del cubismo destaca la influencia de las esculturas africanas y las exposiciones retrospectivas de Georges Seurat (1905) y de Paul Cézanne (1907). El Dadaísmo El Dadaísmo surge con la intención de destruir todos los códigos y sistemas establecidos en el mundo del arte. Es un movimiento antiartístico, antiliterario y antipoético, ya que cuestiona la existencia del arte, la literatura y la poesía. Se presenta como una ideología total, como una forma de vivir y como un rechazo absoluto de toda tradición o esquema anterior. Está en contra de la belleza eterna, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la inmovilidad del pensamiento y contra lo universal. Los dadaístas promueven un cambio, la libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, lo aleatorio, la contradicción, defienden el caos frente al orden y la imperfección frente a la perfección. Proclaman el anti-arte de protesta, del shock, del escándalo, de la provocación, con la ayuda de medios de expresión irónico-satíricos. Se basan en lo absurdo y en lo carente de valor e introducen el caos en sus escenas, rompiendo las formas artísticas tradicionales. Se sirvieron también del montaje de fragmentos y de objetos de desecho cotidiano. El origen del término Dadaísmo es confuso. La versión más aceptada dice que al abrir un diccionario al azar apareció la palabra dada, que significa caballito de juguete, y fue adoptada por el grupo.


El movimiento dada nació en un café cantante de Zurich en 1916, donde se recitaban poemas. Esta ciudad, se había convertido a partir del estallido de la Primera Guerra Mundial en un centro de refugio para emigrantes procedentes de toda Europa que querían escapar de la guerra. Allí se reunieron representantes de diversas escuelas como el expresionismo alemán, el futurismo italiano y el cubismo francés. Esto da al dadaísmo la particularidad de no ser un movimiento de rebeldía contra una escuela anterior, sino que cuestiona el concepto del arte antes de la Primera Guerra Mundial. Hugo Ball, director de teatro y su mujer, concibieron el proyecto de crear un café literario que acogiera a todos estos artistas exiliados, el Cabaret Voltaire, que abrió sus puertas el 1 de Febrero de 1916. Allí se congregaron Tristan Tzara (poeta, líder y fundador del movimiento), Jean Arp, Marcel Janko, Hans Richter y Richard Huelsenbeck entre otros. La difusión del dadaísmo se debió a la publicación de la revista Dada, que gracias a ella, sus ideas se extendieron por Berlín, Colonia, París y Nueva York. Jean Arp Jean Arp Realizó relieves, collages y bordados donde combina las técnicas del automatismo y las imágenes oníricas, desarrollando una iconografía muy personal de formas orgánicas que él mismo llamó escultura biomórfica. Un día, al mirar un dibujo que había roto en muchos pedacitos y tirado al suelo porque no le gustaba, se dio cuenta de que la disposición que les había dado la caída reflejaba mucho mejor la novedad plástica que trataba de obtener. Reunió los fragmentos y los pegó, yuxtaponiéndolos en la forma que dictaba la casualidad. Bloque: forma terrestre es una construcción realizada en madera cortada y pintada que presenta formas elementales agrupadas siguiendo el impulso del azar. Pez y bigote es una obra humorística creada sobre una base de madera recortada y pintada que aúna cierto infantilismo en las formas y la espontaneidad del azar.


El Surrealismo El Surrealismo comienza en 1924 en París con la publicación del "Manifiesto Surrealista" de André Breton, quien estimaba que la situación histórica de posguerra exigía un arte nuevo que indagara en lo más profundo del ser humano para comprender al hombre en su totalidad. Siendo conocedor de Freud pensó en la posibilidad que ofrecía el psicoanálisis como método de creación artística. Para los surrealistas la obra nace del automatismo puro, es decir, cualquier forma de expresión en la que la mente no ejerza ningún tipo de control. Intentan plasmar por medio de formas abstractas o figurativas simbólicas las imágenes de la realidad más profunda del ser humano, el subconsciente y el mundo de los sueños. Para lo que utilizan recursos como: animación de lo inanimado, aislamiento de fragmentos anatómicos, elementos incongruentes, metamorfosis, máquinas fantásticas, relaciones entre desnudos y maquinaria, evocación del caos, representación de autómatas, de espasmos y de perspectivas vacías. El pensamiento oculto y prohibido será una fuente de inspiración, en el erotismo descubren realidades oníricas, y el sexo será tratado de forma impúdica. Se interesaron además por el arte de los pueblos primitivos, el arte de los niños y de los dementes. Preferirán los títulos largos, equívocos, misteriosos, lo que significa que importaba más el asunto que la propia realización. Precedentes del Surrealismo Los pintores se encontraron con precedentes en Los caprichos de Goya, en el Bosco y Valdés Leal, aunque los más inmediatos deben buscarse en el movimiento Dada y en Giorgio de Chirico, creador de la pintura metafísica. Chirico crea un mundo enigmático que es reflejo de la desolación provocada por la guerra, que se percibe inquietante y desolador. En Héctor y Andrómeda, introduce maniquíes, únicos seres capaces de habitar sus plazas desiertas y calles que se sumergen en el infinito. La pintura de Chirico es el principal antecedente del surrealismo.


Los artífices del surrealismo Observamos dos vertientes. El surrealismo abstracto, donde artistas como Masson, Miró o Klee crean universos figurativos personales a partir del automatismo más puro. Y Ernst, Tanguy, Magritte o Dalí que se interesan más por la vía onírica, un surrealismo figurativo cuyas obras exhiben un realismo fotográfico, aunque totalmente alejadas de la pintura tradicional. Ernst (1891-1979) Llegó a ser uno de los principales exponentes del Surrealismo utilizando la técnica del frotagge. Consiste en frotar una mina de plomo o lápiz sobre un papel que se apoya en un objeto y se deja así su huella en dicho papel, con todas sus irregularidades. Las imágenes surgidas aparecerán cargadas de misteriosas evocaciones, de signos de catástrofe y desolación. Ciudades, Europa después de la lluvia. Tanguy (1900-1985) Representa sueños desligados a toda referencia a la realidad. Los horizontes, la sensación de infinito, la presencia de objetos misteriosos y sin correspondencia con la realidad objetiva y las alusiones a signos sexuales caracterizan su obra consiguiendo provocar angustia y misterio. Unos transportes; Días de lentitud; Mamá, papá está herido. Magritte (1898-1976) Ofrece cierta similitud con Chirico, es uno de los surrealistas más claramente simbolistas. Provoca el choque emotivo de color aplicado a formas realistas puestas en lugares y momentos inverosímiles. Realiza absurdas combinaciones de paisajes, arquitecturas, esculturas, ambientes externos e internos. En El tiempo detenido muestra el interior de una habitación en el que un tren sale llameante de una chimenea doméstica. La voz de los vientos es la premonición de una amenaza, un grupo de globos pesados que flotan y son símbolo de algo que puede aplastar.


Masson (1896-1987) Analiza la estructura del objeto para convertirlo en una elucubración intelectual. Parece que el color, conjugado de modo personal y con una valoración casi abstracta es lo que más le importa. Su modo es más vital, sin la opresión angustiosa de la mayoría de los surrealistas. Dibujo automático, Desnudo, Ánfora. Chagall (1887-1985) Presenta hechos sacados de la realidad pero dentro de un ambiente ensoñador. Sus figuras vuelan sobre el paisaje. Yo y la aldea, evoca una serie de elementos reales de su tierra natal (casas, vacas...), pero la magia del sueño lo transmuta. La vaca acoge en su cabeza a una lechera ordeñando, la campesina puede andar con la cabeza en el suelo, etc. Joan Miró (1893-1983) "Me es difícil hablar de mi pintura, pues ella ha nacido siempre en un estado de alucinación, provocado por un shock cualquiera, objetivo o subjetivo y del cual soy enteramente irresponsable". Es el máximo representante del surrealismo abstracto, aunque fue solamente una fase dentro de su producción. Sus cuadros están llenos de poesía. Pinta con colores puros y tintas planas. La obra clave en su evolución es El carnaval del arlequín (1924). Crea un mundo propio que se abre paso a la abstracción. Sus imágenes son simples, con pocos trazos, a la manera de los niños. Rechaza la perspectiva, el modelado, el claroscuro y el acabado minucioso. Traza signos abstractos, simples, que no tratan de expresar una idea, sino que desean bastarse a sí mismos y son extraídos de lo irracional. Personajes de noche, El bello pájaro descifra lo desconocido a una pareja de enamorados, Naturaleza muerta con zapato viejo, Mujeres y pájaros en claro de luna.


Los años de la guerra civil española y mundial lo alejaron de la aventura surrealista. Una de las últimas obras fue el revestimiento cerámico del edificio de la UNESCO en París, Noche y día. Salvador Dalí (1904-1989) Dalí es más escandaloso y extravagante de todo el grupo. Sus cuadros presentan figuras imposibles fruto de su imaginación. Le caracteriza la provocación y su método "paranoicocrítico". Su primera etapa surrealista es furiosa y ácida, las formas se alargan, se descomponen o resultan de apariencia equívoca. Utilizará alusiones al sexo y la paranoia. La sangre es más dulce que la miel, La persistencia de la memoria, El ángelus arquitectónico o Premonición de la Guerra Civil. También son característicos sus relojes blandos, sus altas y destacadas figuras sobre un lejano horizonte y las vistas de Cadaqués. Más adelante su estilo se hará más barroco en Leda atómica y en El Cristo de San Juan de la Cruz, donde el sentido de la composición y del espacio es más clásico, pero siempre inquietante. Su pintura resulta excepcional en sus calidades plásticas por la corrección en el dibujo y por la presencia de la luz, transparente y limpia. El Surrealismo se extenderá desde 1924 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Abstractismo Arte abstracto es un concepto general, opuesto al concepto de arte figurativo, que remite a lo más esencial del arte, reducido a sus aspectos cromáticos, formales y estructurales. La abstracción acentúa las formas, abstrayéndolas, alejándolas de la imitación o reproducción fiel o verosímil de lo natural (mimesis); rechaza cualquier forma de copia de cualquier modelo exterior a la conciencia del artista.


El concepto de arte abstracto se aplica a muchas y distintas artes visuales: pintura (pintura abstracta), escultura (escultura abstracta) y artes gráficas (artes gráficas abstractas). Su aplicación a otras artes plásticas, como la arquitectura (arquitectura abstracta) o a artes no plásticas (música abstracta, danza abstracta o literatura abstracta), es menos evidente, pero existe uso bibliográfico de tales expresiones. Se entiende por arte abstracto el que prescinde de toda figuración (espacio real, objetos, paisajes, figuras, seres animados e incluso formas geométricas si se representan como objetos reales, con iluminación y perspectiva). Una obra abstracta, entendida de forma estricta, no puede hacer referencia a algo exterior a la obra en sí misma, sino que propone una nueva realidad distinta a la natural. El arte abstracto deja de considerar justificada la necesidad de la representación figurativa y tiende a sustituirla por un lenguaje visual autónomo, dotado de sus propias significaciones (iconografía). El arte abstracto usa un lenguaje visual de forma, color y línea para crear una composición que puede existir con independencia de referencias visuales del mundo real. El arte occidental había estado, desde el Renacimiento hasta mediados del siglo XIX, sometido a la lógica de la perspectiva y a un intento de reproducir una ilusión de realidad visible. El arte de culturas distintas a la europea se hizo accesible y mostraban formas alternativas de describir experiencias visuales a los artistas. A finales del siglo XIX muchos artistas sintieron la necesidad de crear un nuevo tipo de arte que asumiría los cambios fundamentales que se estaban produciendo en tecnología, ciencias y filosofía. Las fuentes de las que los artistas individuales tomaban sus argumentos teóricos eran diversas, y reflejaban las preocupaciones intelectuales y sociales en todas las áreas de la cultura occidental de aquella época. La abstracción se aparta de la realidad en la representación de la imaginería en el arte. Este distanciamiento de una representación exacta puede ser sólo ligero, parcial o completo. La


abstracción existe con cierta graduación. Incluso el arte que pretende verosimilitud del más alto grado puede ser abstracto, al menos en teoría, pues la representación perfecta es extremadamente improbable. La obra de arte que se toma libertades, alterando por ejemplo el color y la forma de maneras evidentes, puede decirse que en parte es abstracta. La abstracción total no conserva ninguna traza de referencia a nada reconocible. El arte figurativo y la abstracción total son casi mutuamente excluyentes. Pero el arte figurativo y el representativo (o realista) a menudo contiene algo de abstracción parcial. Entre los muy diversos movimientos artísticos que personifican una abstracción parcial estarían por ejemplo el fauvismo en el que el color está intencionadamente alterado en relación con la realidad, y el cubismo, que claramente altera las formas de la vida real en los objetos que representa. Pero la abstracción pura, en la que no hay referencia alguna a realidades naturales, surgió alrededor de 1910, como reacción al realismo, e influido por la aparición de la fotografía que provocó la crisis del arte figurativo. Es una de las manifestaciones más significativas del arte del siglo XX. Este lenguaje se elaboró a partir de las experiencias de vanguardia precedentes. Por un lado, el fauvismo y el expresionismo liberaron el color, lo que derivó hacia la abstracción lírica o informalismo. Otra vía fue la del cubismo, que hizo hincapié en la conceptualización de la forma y de la composición, lo que llevó a otro tipo de abstracción, las diferentes abstracciones geométricas y constructivas. Tanto la abstracción geométrica como la abstracción lírica son a menudo totalmente abstractas. Por lo tanto, ya desde sus comienzos, el arte abstracto ha tendido hacia dos polos: uno, cuyos orígenes se remontan al fauvismo, es libre y lírico; el otro, inspirándose más en el cubismo, es rigurosamente geométrico. Existen diferentes tipos de abstractismos, que detallamos a continuación: El expresionismo abstracto: Se basa en la emoción, en la expresividad del color, y en las manifestaciones psicológicas del artista. Rechaza totalmente la figuración. Su fundador fue Vasily Kandinsky, seguido por otros artistas como Paul Klee, Fracncisco Hung, Armando Barrios,


Hugo Baptista, Enrique Ferrer, etc. El Neoplasticismo: Mondrián prefirió éste término al de abstraccionismo geométrico, por el hecho que sostenía que su trabajo no era una abstracción sino una metáfora de la realidad. En realidad se trata de un arte que excluye toda clase de emociones, ya que se rige por las reglas matemáticas y la simplificación radical de la geometría. Entre sus artistas destacados están The Van Deosburg, Mercedes Pardo y Pedro Briceño. El Constructivismo: Es una manifestación artística tridimensional, y fue propuesta por los rusos Vladimir Tatlin, Alexander Rodchenko y Casimir Malévitsch. Venezuela es un ejemplo de esta manifestación plástica, donde las obras son amplia y artísticamente representadas. Destacan, entre otros autores, Domenico Cassasanta, Esteban Castillo Oswaldo Subero y Edgar Guinand. El Informalismo: Es un arte abstracto no geométrico, que reivindica la materialidad de la pintura y sus múltiples posibilidades técnicas. Esta forma del abstractismorechaza la forma figurativa y la no figurativa, por lo que asume el color como su materia y sujeto del cuadro. Las formas que puede adoptar son una extensión directa de la expresión del artista. En este campodestacamos varios artistas tales como Georges Matchieu, Hans Hartung, Jean Fautrier, Jackson Pallock, Alberto Burri, Antonio Saura, Arschile Gorky, Franz Kline, Mark Rothko, etc.


El Abstraccionismo Lírico: El sosiego, la quietud, el equilibrio y la armonía son los principios básicos y por tanto los temas utilizados en este tipo de abstractismo.

Cinetismo Arte cinético, cinetismo, "op art" o arte óptico, en líneas generales podemos definirlo como la forma de crear que se basa en el movimiento de los elementos que componen la obra o que se disponen en el espacio de la representación gráfica. Los autores, usando técnicas opticas y de una ejecución de la obra muy estudiada, generan sensaciones de movilidad, para ello usan los conocimientos técnicos como son el juego con luces y sombras, el contraste de colores, el tamaño y proporcionalidad de los objetos, incluso aplican, a sus obras, de pequeños motores dotándolas de movimiento. Es una tendencia de la pintura, escultura, artesanía contemporánea que hace referencia a aquellas obras creadas para producir la impresión o ilusión de movimiento. El término tiene su origen en la rama de la mecánica que investiga la relación entre el movimiento de los cuerpos y las fuerzas que actúan sobre ellos. Aunque el concepto apareció por primera vez en el Manifiesto realista firmado en 1920 por Antón Pevsner y Naum Gabo, su uso no se generalizó hasta la década de 1959. En la actualidad se conoce como arte cinético todas aquellas obras que producen en el espectador sensación de inestabilidad y movimiento a través de ilusiones ópticas, las que cambian de aspecto en virtud de la posición desde donde se contemplen y las que crean una aparente sensación de movimiento por la iluminación sucesiva de alguna de sus partes (los anuncios de neón). Su creador fue Víctor Vasarely. Húngaro de origen (1908). Vasarely señala que fue durante este período en el Bauhaus de Budapest, que "el carácter funcional de la plasticidad" le fue revelado. Empezó como artista gráfico, y no fue sino hasta 1943 que se volcó a la pintura. Se afincó en Francia. El cinetismo era importante


para Vasarely por dos razones: una es personal, el hecho de que, según nos dice, "la idea del movimiento me ha perseguido desde mi niñez"; y la otra es la idea más general de que una pintura que vive por medio de efectos ópticos existe esencialmente en el ojo y en la mente del espectador y no simplemente en la pared -se completa a sí misma cuando se la mira. El arte cinético puede abarcar una buena cantidad de categorías de objetos. Están ante todo, aquellas obras de arte que, a pesar de ser estáticas de hecho, parecen moverse o cambiar. Pueden ser de dos o de tres dimensiones: En primer lugar destacaremos las obras ejecutadas por Vasarely en planos separados y con pantallas y objetos tridimensionales, dependiendo su cinetismo de la acción de la luz y de los fenómenos ópticos tales como, la tendencia del ojo a producir imágenes latentes al ser sometido a contrastes muy brillantes de blanco y negro, o la yuxtaposición de ciertos tintes. Segundo, las composiciones móviles de Alexander Calder, cuyos elementos componentes de la obra se mueven al azar, sin energía mecánica, impulsados por corrientes de aire o cambios de temperatura. En el Tercer estadio situamos a las obras accionadas por medios mecánicos y que usan motores, luces, electroimanes o incluso agua, para dotar de movimiento y ciertos efectos ópticos a las obras. La siguiente etapa en la pintura óptica está representada por obras que tienen un muy ligero relieve. A menudo esta dimensión adicional es usada para proveer planos de color, que se mueven a medida que el espectador cambia su posición en relación a ellos. Entre algunos representantes de esta corriente podemos citar: Bridget Riley, norteamericano Richard Anuszkiewicz, el italiano Piero Dorazio y el inglés Peter Sedgley. El empleo de máquinas está representado por Tinguely que hizo


máquinas que producen dibujos expresionistas, y los robots creados por Bruce Lacey y Nam June Paik. El artista griego Takis usa los imanes y electroimanes para dotar de movimiento y energía a sus composiciones. Pop Art El Arte Pop fue un movimiento que surge a finales de la década de 1950 en Inglaterra y Estados Unidos como reacción artística ante el Expresionismo Abstracto, al que consideraban vacío y elitista. Se caracteriza por el empleo de imágenes y temas tomados de la sociedad de consumo y de la comunicación de masas y los aplican al arte. El Arte Pop utiliza imágenes conocidas con un sentido diferente para lograr una postura estética o alcanzar una postura crítica de la sociedad de consumo. Como su propio nombre indica "Arte Popular", toma del pueblo los intereses y la temática. El Pop es el resultado de un estilo de vida, la manifestación plástica de una cultura caracterizada por la tecnología, la democracia, la moda y el consumo, donde los objetos dejan de ser únicos para producirse en serie. Se sirve de los objetos industriales, de los carteles, de los artículos de consumo comercial. Describía lo que hasta entonces había sido considerado indigno para el arte: la publicidad, las ilustraciones de revistas, los muebles de serie, los vestidos, las latas de conservas, los "hot-dogs", botellas de coca-cola, etc. Esto se lleva al arte, surgiendo un estilo desnudo y mecanizado, de series reproducidas que enlaza directamente con el mundo de la publicidad. El tamaño de las obras será cada vez más espectacular, se amplían los motivos y pasan a primer plano o se multiplican a lo largo de la superficie pictórica. La expresividad queda desplazada a un segundo plano, siendo un estilo impersonal que retrata su contemporaneidad con sutil conformismo. El Arte Pop fue apreciado y aprobado por el público gracias a sus formas fáciles y divertidas y a sus contenidos, que podían ser captados sin dificultad. Al espectador le gustaba reconocer objetos corrientes en los cuadros porque así se


ahorraban el esfuerzo que representaba la interpretación de las obras del expresionismo abstracto, pero no comprendieron su carga de ironía y de ambigüedad. Lichtenstein decía: “Nosotros pensamos que la generación anterior intentaba alcanzar su subconsciente, mientras que los artistas pop intentamos distanciarnos de nuestra obra. Yo deseo que mi obra tenga un aire programado e impersonal, pero no creo ser impersonal mientras la realizo. El Ate Pop (Pop Art) eleva los objetos de la vida diaria moderna a obras de arte y, con la frialdad del distanciamiento, pone su mirada en la atracción estética de los vulgares artículos de consumo.” Los orígenes del arte pop se encuentran en el dadaísmo, en la poca importancia puesta en el objeto de arte final y en el uso del collage y del fotomontaje. Londres y Nueva York son las cunas del arte pop. Fue en Gran Bretaña donde surgió la primera obra verdadera que se conoce, un collage de Richard Hamilton titulado “Sencillamente, ¿qué hace que los hogares de hoy sean tan diferentes, tan llamativos?”. Pero el primer gran impacto del arte popular en el público británico fue en la “Exposición de contemporáneos jóvenes”, de 1961, que incluía obras de David Hockney, Derek Boshier, Allen Jones, Peter Phillips y R.B Kitaj, y estableció a una generación entera de artistas jóvenes. En Estados Unidos el arte pop entra en escena en 1961. Por ese entonces en Nueva York ya habían aparecido en escena Robert Rauschenberg y Jasper Johns, dos de los precursores del arte pop americano. Y junto a ellos se fue formando un grupo, con nombres de la talla de Andy Warhol, Jim Dine, Roy Lichtenstein, James Rosenquist, Robert Indiana, Claes Oldenburg y Tom Weselman. Los artistas pop pintaban en un lenguaje figurativo temas de la sociedad de consumo, como botellas de refrescos, paquetes de cigarrillos o envoltorios de chicle. Su temática directa y clara lo convirtió en un arte accesible al público en general. El arte pop se nutrió también de imágenes de tebeo, revistas, periódicos, del


cine y de la televisión, de anuncios fluorescentes de grandes comercios y de tipografías chillonas. Uno de los mejores representantes del movimiento del arte pop es Andy Warhol, que trabajaba a partir de variaciones fotográficas de un mismo tema mítico. “Maryilin Monroe”, “Elvis Presley”, o “200 latas de sopa Campbell’s” son algunas de sus obras maestras. Warhol quería eliminar de la obra de arte cualquier signo de manualidad, por eso muchas de sus obras están hechas a partir de fotografías proyectadas sobre el lienzo. Otro de los grandes del arte pop es Roy Lichtenstein, el pintor neoyorquino que se inspiraba en los dibujos animados, la publicidad y la televisión para ilustrar sus conocidos cómics. Actualmente y desde que los primeros cuadros de arte pop vieron la luz pública, la pasión por este tipo de arte sigue siendo tan vigente como entonces. Representantes del Arte Pop Richard Hamilton Es uno de los pioneros del Pop Art británico y su collage titulado ¿Qué es lo que hace de los hogares de hoy en día tan diferentes, tan divertidos?, ha sido considerado la primera obra del Arte Pop. Es un collage fotográfico que ataca directamente a la sociedad de consumo, al culto al cuerpo, al erotismo, a la publicidad y a la tecnología doméstica que intentan disimular una sociedad vacía de contenido y que tan sólo elogia lo superficial y la apariencia. Introduce ya elementos típicos como el televisor, el magnetófono o el póster de una viñeta de cómic. Roy Lichtenstein Lo más característico de Lichtenstein son sus composiciones salidas directamente de las viñetas de los comics, que son ampliaciones de los personajes de los dibujos animados, reproducidas a mano, con la misma


técnica de puntos y los mismos colores primarios y brillantes que se utilizan para imprimirlos. Por ejemplo, Good Morning, Darling; Now, mes petit pour la France o Whamm!, donde la técnica del cómic aparece mucho más remarcada con la inclusión de la característica onomatopeya. Tom Wesselmann Tom Wesselmann se interesa por el tema de la sensualidad y la mujer como reclamo publicitario y como objeto de consumo. Elige las partes más sensuales del cuerpo femenino, las piernas, los labios, etc. y las mezcla con objetos cotidianos. Trabajó sobre todo los montajes y las instalaciones, donde incorpora objetos reales y recrea espacios habituales de la burguesía americana. En las obras de la serie Gran desnudo americano, incorpora teléfonos reales que suenan, aparatos de radio y televisores en marcha, pegándolos directamente sobre la superficie pintada, siguiendo el método tradicional del collage. En Bañera Collage núm. 1 ilustra una atmósfera de frío erotismo reivindicando su valor como objeto de consumo más que como icono de deseo. Resalta la toalla de en medio, el rollo de papel higiénico y la tapa del retrete levantada. Andy Warhol Andy Warhol utilizó fotografías de prensa contemporáneas y las repitió múltiples veces en la misma superficie arrancándolas de su contexto habitual y trasladándolas al dominio del arte. Describió así la deshumanización que practican los modernos medios de comunicación de masas. Lata de sopa Campbell convierte un objeto de uso cotidiano, una sopa de tomate, en icono de la cultura pop. Realizó numerosos retratos como los de Mick Jagger,


Jacqueline Kennedy Onassis, Elizabeth Taylor o Marilyn Monroe, de la que hizo una serigrafía basada en un original fotográfico de su rostro. Op-art El Arte Óptico es un movimiento pictórico nacido en Estados Unidos en el año 1958, conocido mayormente por su acepción en inglés: Op Art; abreviación de Optical Art. El Arte Óptico es una corriente artística abstracta, basada en la composición pictórica de fenómenos puramente ópticos, sensaciones de movimiento en una superficie bidimensional, engañando al ojo humano mediante ilusiones ópticas. Se utilizan estructuras de repetición con un orden claro. Frente a otras tendencias racionales, el Arte Óptico se basa en principios científicos rigurosos con el fin de producir efectos visuales inéditos. Se trata de un arte impersonal, técnico, en el que queda abierta, a veces, la posibilidad de que el espectador modifique la configuración que ofrece. Surge como una derivación de la abstracción geométrica. Las obras del Arte Óptico interactúan con el espectador provocando una sensación de movimiento virtual mediante efectos de ilusión óptica, situación que desencadena una respuesta dinámica del ojo y una cierta reacción psicológica derivada de su apariencia sorprendente. Se utiliza para ello la construcción de perspectivas que el ojo no puede fijar en el espacio; el efecto Rubin, que descubre convexidades a partir de figuras que comparten sus contornos; el efecto moaré, surgido por la interferencia de líneas y círculos concéntricos junto a otras ilusiones perceptivas de inestabilidad, vibración o confusión. Caracterizaron al Arte Óptico las creaciones compuestas por patrones de repetición de líneas, cubos y círculos concéntricos, en los que predominaban el blanco y negro y la contraposición de colores complementarios. Mediante la repetición de formas simples y un habilidoso uso de colores, luces y sombras, los artistas ópticos lograban en sus obras amplios efectos de movimiento, brindándole total dinamismo a superficies planas, las cuales terminaban siendo


ante el ojo humano espacios tridimensionales llenos de vibración, movimiento y oscilación. El Op art, también conocido como optical art y como arte óptico, es un estilo de arte visual que hace uso de ilusiones ópticas. En las obras de op art el observador participa activamente moviéndose o desplazándose para poder captar el efecto óptico completamente, por tanto se puede decir que no existe ningún aspecto emocional en las obras. El opart es un movimiento pictórico mientras que el arte cinético es más bien escultórico. Los elementos dominantes del arte óptico son: líneas paralelas rectas o sinuosas, los contrastes cromáticos marcados, ya sean, poli o bi-cromáticos, los cambios de forma o tamaño, la combinación o repetición de formas o figuras; también utiliza figuras geométricas simples como rectángulos, cuadrados, triángulos o círculos. Tras la Segunda Guerra Mundial aparece una nueva generación de artistas abstractos. No sólo se preocupan por comunicar con sus obras un sentimiento, sino que exigen del espectador una actitud activa. En sus obras el ojo debe estar mirando una obra que se mueve, buscando el principio y el fin. En esta época el centro del arte es, definitivamente, Nueva York. En el op-art se encuentran Victor Vasarely: Triond, Supernova, Yaacov Agam, con sus cuadros en relieve, Doble metamorfosis III, Bridget Riley: Current, Jeffrey Steele: La volta, Richard Anuszkiewicz: Iridiscencia, Michael Kidner: Azul, verde, violeta y marrón. Otros artistas de este movimiento son Jesús-Rafael Soto, Carlos Cruz Diez, Youri Messen-Jaschin, Julio Le Parc, Zanis Waldheims, Matilde Pérez y artistas de la nueva generación como Fabián Burgos, Christian Wloch y Abel Ventoso entre otros. El surrealismo en la fotografía Desde sus principios y a lo largo del siglo XIX a la fotografía le fue asignado el papel de retratista de la sociedad industrial y burguesa, sin que por ello dejaran de hacerse otro tipo de fotografías, cercanas al fotoperiodismo, de paisajes o científicas, llegándose a plantear el inevitable paralelo de la pintura con la fotografía y demás artes plásticas, especialmente la pintura.


Sería en 1900 con el llamado movimiento pictorialista cuando se formuló claramente el propósito de equiparar la fotografía a la pintura, donde ya se daba la manipulación, son las llamadas “impresiones nobles” que transformaban el positivo en una obra única, pero el pictorialismo no iba más allá de un intento de alineación de la fotografía con la pintura. Esta tendencia se mantendrá hasta después de la Primera Guerra Mundial en que la fotografía se empiece a considerar como elemento de un lenguaje plástico. Son años en los que surgen varias tendencias para la utilización de la fotografía, con planteamientos y fines distintos, pero que tienen en común la idea de que la imagen lumínica es algo diferente que no tiene por qué imitar la pintura y que expresa perfectamente lo que es el siglo XX, que parece arrancar tras la Gran Guerra. Es un lenguaje nuevo que reconocen todos los “ismos” vanguardistas, es la expresión de la modernidad, totalmente identificada con los Estados Unidos, donde destacan figuras como el alemán Stielglitz o Steichen, que supieron dar el paso para abandonar la fotografía decimonónica por una fotografía directa y libre. Hay que resaltar en este aspecto el papel pionero de los futuristas italianos que, antes de la Gran Guerra, comenzaron a utilizar la fotografía en su vertiente vanguardista. También anterior a la Primera Guerra Mundial fue la vertiente vorticista y las llamadas “schadografías”, obra de Schad que fueron ensalzadas por Tristan Tzara como expresión dadaísta. El mismo Tzara haría el prólogo en 1922 de la exposición de los doce “rayogramas” que presentó Man Ray bajo el título “Les Champs déliciux”. En el mismo ámbito estaba Laszlo Moholy-Nagy, que denominó a sus obras fotogramas. Este tipo de fotografías de Schad, Man Ray o Moholy-Nagy, vienen a ser lo que Talbot denominó en 1839 “photogenic drawings”, esto es una imagen negativa obtenida por la impresión directa de objetos colocados encima de la superficie fotosensible sin el intermedio de la cámara. El modelo soviético también es punto de visión para las vanguardias europeas, como es el caso del constructivismo, que tuvo gran acogida en Alemania y que recurre con gran frecuencia al fotomontaje.


A este uso del fotomontaje se opone la “Nueva Objetividad”, cuyo principal componente es Albert Renger-Patzch, que no quiere recurrir a ningún trucaje sino que pretende únicamente expresar lo que se ofrece a la vista, a través de la capacidad selectiva de la cámara. El grupo californiano f/64 surge casi simultáneamente buscando en la obra la precisión y la nitidez, precognizando lo que será la fotografía pura. Pero ciertamente, donde la fotografía jugará el papel más influyente será en la definición del espíritu surrealista de la época, siendo la manera en la que la cámara veía el mundo, lo que ayudara a consolidar el ideario surrealista. De este modo lo fotográfico imprimirá nuevos aires en los modos de percepción de la vanguardia. La fotografía surrealista Es precisamente en el momento en el que la fotografía se despreocupa de su condición artística, desligándose de los planteamientos estéticos tradicionales, cuando adquiere un estatus creador, pero ahora es la fotografía una disciplina autónoma, así es que se convertirá en un medio de expresión para todos los creadores transgresores de los años veinte y treinta que son los afiliados al movimiento surrealista. Lo que el surrealimo absorbió del modelo fotográfico fue fundamentalmente su modo de operar y proceder en imágenes mediante la articulación inconsciente de la realidad, para ello se sirvió de dos procedimientos: las fotografías manipuladas, o surrealismo técnico, y las que no fueron manipuladas, o surrealismo “encontrado” Respecto a las fotografías manipuladas, fueron bastantes las técnicas inventadas para transmitir conceptos surrealistas como el automatismo y la libre asociación de ideas. Para comprender como la fotografía puede traducir estas ideas surrealistas, hay que recordar que la manipulación de la imagen es plenamente aceptable en cuanto a que rompe las reglas de la realidad y libera la invención y la creatividad. Se producen así extrañas formas que rozan lo onírico y que ayudan al inconsciente a aflorar por medio de los sentidos.


Sin embargo fue grande el número de los fotógrafos surrealistas que no presentaron una realidad distorsionada a través de la cámara, sino que asumieron en sus imágenes el carácter documental que éstas poseen gracias a su inevitable condición de registros mecánicos, y que no hacen más que transmitir los llamados “objetos encontrados”. La temática de las fotografías surrealistas Si el movimiento surrealista estuvo interesado por renovar la psicología, la filosofía, la etnografía, la antropología y por supuesto, la sociología(5), no es extraño que encontremos en sus fotografías estos temas; así es que habiéndose convertido la fotografía en uno de los vehículos más eficientes y presentes en el proyecto surrealista, el movimiento acabó asumiendo el medio fotográfico no sólo con un carácter artístico, sino también con otros aspectos divulgativos- para ilustrar sus revistas o libros(6)-, como retratístico de los miembros del movimiento, como medio para conocer otras culturas lejanas, etc. Podemos entonces encontrar numerosas fotografías de las calles de París, unas que no se diferenciarían de cualquier otra fotografía, y otras que aprovechan acontecimientos que marcan la introducción en la vida cotidiana, de fuerzas irracionales, así como de elementos captados por la cámara al azar, resaltando de este modo la azaridad de las cosas y estableciendo con ello un vínculo con la escritura automática. Tenemos también numerosas imágenes que muestran objetos cotidianos pero que, al presentarse descontextualizados, llegan a alcanzar otras dimensiones, lo cual no implica que se trate de imágenes menos multidimensionales que las manipuladas, ya que se rompe igualmente la asociación normal, como ocurre con las pinturas y las fotografías de Magritte, cuyos enigmas dependen de las interrelaciones de simples objetos y las asociaciones que ellos despiertan. Constructivismo Movimiento artístico surgido en Rusia en 1917, que tiene sus raíces en los 'Vkhutemas', o "Talleres Superiores Artísticos y Técnicos del Estado" y se desarrolló principalmente en el arte, diseño y arquitectura rusos. Se basa en el cubismo, y estéticamente se relaciona con la ingeniería y la arquitectura.


La Revolución Soviética buscó nuevas formas de expresión relacionadas con la aspiración de suplantar el sistema capitalista por esquemas más democráticos de producción y distribución de bienes. Con esta finalidad, artistas como Vladimir Tatlin, Kasimir Malevich, Alexander Rodchenko, Wassily Kandinsky, Naum Gabo y El Lissitzky promovieron una estética y una aproximación al diseño que, entre otras cosas, se asociaba a la producción industrial y decía adiós al ornamento complaciente. Por tanto, sus composiciones son construidas matemáticamente y sus motivos no son ni objetos reales ni fantasías libres del artista. Además, la valoración del espacio y el componente espacio/tiempo eran fundamentales. Estos artistas se inspiraban en la producción técnica desde un punto de vista estético. Abandonaron el ámbito puramente material y se dedicaron a todos los ámbitos artísticos: diseño de carteles, de moda, tipografías, fotografía, arquitectura interior, propaganda, ilustraciones. Entre las características de estilo está el uso de los colores naranjo, rojo, azul, amarillo, negro y blanco (generalmente siempre en los mismos tonos, tanto en afiches como en objetos), la constante alusión a elementos modernos que simbolizan el progreso, las estructuras geométricas y las formas pesadas. Por ejemplo, la cerámica constructivista solía estar decorada con motivos suprematistas (formas geométricas sobre un fondo blanco y plano), lo que producía una fuerte impresión de dinamismo y modernidad. En el constructivismo se plantea, por ejemplo, que una escultura no debe ser una realidad por sí sola, sino que debe integrarse en el espacio, debe recibirlo por todas partes. Para ello utilizan materiales que permitan que el espacio penetre en la escultura, materiales industriales como alambre, madera, vidrio, yeso y plástico. Al mismo tiempo, los constructivistas rechazan la idea de que el arte debe servir a un propósito socialmente útil y plantean un arte estrictamente abstracto que reflejase la maquinaria y la tecnología moderna. Luego el movimiento se orientó hacia fines más utilitarios, defendiendo el concepto del artista ingeniero y la función de resolver necesidades sociales.


Pero a causa de la inestabilidad propia del tiempo que sigue a una revolución, se llevaron a cabo muy pocos proyectos a gran escala, por lo cual el Constructivismo se limitó al diseño de exposiciones, cerámicas y grafismos. El constructivismo nace en Rusia imbuido de las ideas de la revolución que, en nombre del proletariado, habían llevado a cabo. Este proceso se salda con una profunda crisis social y económica como consecuencia de la Guerra Mundial y la propia revolución rusa, cerrándose, de esta manera una era de la historia y se abre una nueva época para la humanidad. Aunque la revolución plástica había precedido a la revolución política. El rayonismo y el simultaneísmo se desarrollaron antes de 1918, abriendo el camino del constructivismo. En el campo de las artes a partir de los años 20, existen dos tendencias abstractas pero conceptualmente diferentes. La representada por Kandinsky, Malevich, Gabo y Pevsner que defienden lo subjetivo en la obra de arte, el proceso consciente de creación y la encabezada por Rodchenko y Tatlin que propugna la inserción de la persona del artista dentro del proceso constructivo de la obra de arte, como un elemento más, poseyendo la misma importancia que los materiales o cualquier otro agente. A partir de los años veinte, el arte en Rusia se convierte en una edificación, en un producto más. El constructivismo implica que la obra de arte sea una construcción, que se articule como un edificio y se realice siguiendo métodos análogos. Características: 

   

La obra de arte está en comunicación con el espacio que la circunda y penetra, cuya estructura invisible se materializa en ella. El arte concreto se apoyó en esta premisa. La obra se abre por todas partes hacia el espacio y consta de elementos, frecuentemente transparentes, de formas geométricas, lineales y planas. Se valora la simultaneidad del espacio, el tiempo y la luz. Hace hincapié en lo abstracto, relacionado con la industria y la técnica, y es geométrico y funcional. Al igual que el futurismo, el constructivismo manifestaba su rechazo al arte burgués y descubría el proyecto de un nuevo lenguaje en las "propuestas" de la tecnología y la mecánica industriales. Sin embargo, la peculiar situación sociopolítica de la época caracterizó y distinguió el constructivismo.


Tiene muchos puntos de contacto con el cubismo, el futurismo, el suprematismo y el dadaismo.

Suprematismo Fue un movimiento artístico ruso que se desarrolló paralelamente al Constructivismo. Formado en Rusia en 1915-1916. Término utilizado por Kasimir Malevich como referente a su teoría y producción artística desarrollada a manera de manifiesto y cuyo fundamento se establece en la “pura no-objetualidad”. Como estilo artístico el suprematismo es un intento por dogmatizar en “principios formales puros” la estética geométrico-constructiva que había nacido en el círculo artístico del Vanguardismo ruso y que trabajaban artistas como Tatlin, Rodchenko y los hermanos Pevsner. Fundamento El suprematismo promueve el gusto por la abstracción geométrica y el arte no figurativo. Para ello los suprematistas buscan la “supremacía formal” en la representación de un universo visual poblado por formas geométricas puras. De esta exención se desprende que el suprematismo rechace el arte convencional y se adentre en la búsqueda de la pura sensibilidad en la geometría; hasta caer en una abstracción casi insuperable y simple. Para los artistas suprematistas lograr esto, debían suprimir todo lo expresivo y anecdótico que se hallaba en las producciones abstractas. En consonancia con ello este movimiento propició una nueva modulación de las formas y sus concepciones plásticas, gestando producciones artísticas que, para ese entonces, segunda década del Siglo XX, gestaron nuevos conceptos sobre las “formas puras y absolutas” en diálogo con la plasmación de atractivas armonías sencillas. La pintura suprematista “Cuadrado negro sobre fondo blanco”, a la que el propio Malevich calificara como “icono desnudo enmarcado”, supuso la ruptura total y definitiva con lo anecdótico y narrativo que en múltiples referentes del arte abstracto se encubría; propiciando así un discurso netamente plástico y formal. El suprematismo marcó el punto cero de la reducción objetiva, conciliando junto al uso del cuadrado, las formas geométricas del triángulo, el círculo, el rectángulo y la cruz; formas estas a las que dotó con carácter estructural, elemental y reduccionista.


Manifiesto suprematista En 1915, se expuso en Moscú, Rusia, la pintura suprematista “Cuadrado negro y cuadrado rojo”. Ese mismo año el pintor Kasimir Malevich y el poeta Vladímir Maiakovski escriben el manifiesto suprematista. En 1920 Malevich concluye sus teorías suprematistas escribiendo su ensayo “El suprematismo”, también conocido como “El mundo de la no representación”. El manifiesto suprematista propuso la liberación de la determinación sensorial, es decir, de la experiencia objetiva. De esta forma la pintura suprematista se declaraba contraria a toda deformación del espacio ilimitado y se tornaba defensora de lo mensurable y dimensional. Características de sus producciones            

Pintura carente de significación al romper con la determinación sensorial. Predominio de las formas básicas de la geometría Uso de los colores Amarillo, Rojo, Verde y Azul y los no colores Blanco, Negro y Gris. Estética que se traduce en el trabajo con las masas cromáticas puras de la geometría y el espacio bidimensional. Valoración del acto creativo Marcada simplicidad compositiva y organización formal. Predominio de conceptos como armonía, tensión, superposición, contacto, semejanza, etc. Sensaciones de movimiento. Predominio del uso del color plano. Composiciones con alto dominio de los conceptos de equilibrio simétricoasimétrico. Representantes Los suprematistas se agruparon en torno a la figura Kasimir Malevich, en un grupo denominado Supremus.

Otros representantes del movimiento suprematista fueron:   

Liubov Popova El Lissitzky Alexander Rodchenko


Modernismo Modernismo es el término con el que se designa a una corriente de renovación artística desarrollada a finales del siglo xix y principios del xx, durante el periodo denominado fin de siècle y belle époque. En distintos países recibió diversas denominaciones: Art Nouveau – en Bélgica y Francia–, Jugendstil –en Alemania y países nórdicos–, Sezession –en Austria–, Modern Style –en los países anglosajones–, Nieuwe Kunst –en Países Bajos– y Liberty o Floreale –en Italia–. Todas estas denominaciones hacen referencia a la intención de crear un arte nuevo, joven, libre y moderno, que representara una ruptura con los estilos dominantes en la época, tanto los de tradición academicista (el historicismo o el eclecticismo) como los rupturistas (realismo o impresionismo). En la estética nueva que se trató de crear predominaba la inspiración en la naturaleza a la vez que se incorporaban novedades derivadas de la revolución industrial, como el hierro y el cristal, superando la pobre estética de la arquitectura del hierro de mediados del siglo xix. En gran medida estas aspiraciones se basaron en las ideas estéticas de John Ruskin y William Morris, que proponían democratizar la belleza o socializar el arte, en el sentido de que hasta los objetos más cotidianos tuvieran valor estético y fueran accesibles a toda la población, aunque sin utilizar las nuevas técnicas de producción masiva que impedían el desarrollo del buen hacer artesanal. El modernismo no sólo se dio en las artes mayores (pintura, escultura y arquitectura), sino también las artes menores, aplicadas o decorativas, en las artes gráficas y en el diseño de mobiliario, rejería, joyería, cristalería, cerámica, lámparas y todo tipo de objetos útiles en la vida cotidiana, incluido el mobiliario urbano, que pasó a tener gran importancia (kioscos, estaciones de metro, farolas, bancos, papeleras, urinarios). Muchos artistas identificados con el modernismo son artistas «integrales». Especialmente, en el caso de los arquitectos, no sólo proyectaban


edificios, sino que intervenían en el diseño de la decoración, el mobiliario, y todo tipo de complementos y enseres de uso diario que habían de contener. El modernismo no fue unánimemente recibido: una amplia corriente de opinión identificaba sus formas con el concepto de degeneración (una desintegración orgánica que corresponde a la desintegración social). Las características que en general permiten reconocer al modernismo son: Inspiración en la naturaleza y el uso profuso de elementos de origen natural pero con preferencia en los vegetales y las formas redondeadas de tipo orgánico entrelazándose con el motivo central. Uso de la línea curva y la asimetría; tanto en las plantas y alzados de los edificios como en la decoración. Tendencia a la estilización de los motivos, siendo menos frecuente su representación estrictamente realista. Uso de imágenes femeninas en actitudes delicadas y gráciles, con un aprovechamiento generoso de las ondas en los cabellos y los pliegues de las vestimentas (drapeado). Actitud tendente a la sensualidad y a la complacencia de los sentidos, llegando hasta el erotismo en algunos casos. Libertad en el uso de motivos de tipo exótico, sean éstos de pura fantasía o con inspiración en distintas culturas, como por ejemplo el uso de estampas japonesas. Aplicación envolvente del motivo tomando alguna de las características anteriormente mencionadas en contraposición con las características habituales del elemento a decorar. El elemento destacado de tipo orgánico envuelve o se une con el elemento que decora. La derivación de estas características del modernismo o Art nouveau en la década de 1920 dio origen al denominado Art déco, con el que a veces se identifica, aunque tiene características marcadamente diferentes. La utilización habitual de los términos modernism (en inglés) o modernisme (en francés) no se refiere a este movimiento artístico, sino genéricamente a las vanguardias o al arte moderno, dentro de lo polisémico de ambos conceptos.


Cubismo El Cubismo es un movimiento artístico que representa temas y objetos desde múltiples perspectivas, como son concebidos por la mente y no como son vistos, superponiendo temas y objetos, en un mismo espacio mediante trazados geométricos angulares y un uso limitado del color. Este es un movimiento artístico del primer cuarto del siglo XX que, con su descomposición de la figura y su renuncia a la perspectiva tradicional, revolucionó al mundo de la pintura. Pablo Picasso y George Braque (1906 y 1907) son considerados precursores del cubismo. Picasso afirmo en 1906: "Dos problemas se plantearon para mí. Comprendí que la pintura tenía un valor intrínseco, independiente de la reproducción real del objeto. Me pregunté si no había que representar los hechos como se sabe que son en vez de como uno los ve. Ya que la pintura tiene su belleza propia, se podría crear una belleza abstracta con tal de que siguiera siendo pictórica... El fin del cubismo es que el espectador entienda que se encuentra delante de algo diferente, ante una realidad nueva, que no existía y que ha sido creada. Por ello, el cubismo es uno de los primeros movimientos de la vanguardia estrictamente moderno, pues rompe con lo anterior, con lo académico, con la visión renacentista y con la perspectiva habitual. Rompe con el objeto. Por ejemplo, la perspectiva es tan solo un postulado que derivaba de las geometrías euclídeas pero no debe de ser definitivo ni el único modo posible de representar la realidad. Los estudios sobre óptica y física, la fotografía y el cine habían generado una nueva forma de ver, nuevas maneras de percibir una narración que aportaría nuevas ideas en el campo de las artes plásticas. El movimiento artístico conocido con el nombre de Cubismo tuvo su origen en Francia en 1908, cuando Henri Matisse, al contemplar un cuadro de Georges Braque, en una exposición, Case et I'Estaque, que representaba casas cuya apariencia cúbica le llamó la atención, habló de pequeños cubos. En la exposición habían más obras de la muestra que se caracterizaron por el uso austero del color y una clara alteración de los volúmenes. La frase de


Matisse la recogió el crítico de arte Louis Vauxcelles, quien después escribió una serie de comentarios acerca de la obra de Braque diciendo que los cuadros estaban reducidos a cubos, y que era como una “bizarrería cúbica”, calificaciones de las que deriva el nombre. Siendo Braque el primero en presentar una obra cubista, fue Picasso el proclamado líder del cubismo y a quien se le atribuye la formalización del movimiento con su obra "Las señoritas de Aviñón". En éste cuadro, su parte derecha se apoya de forma exclusiva en el dibujo, y el conjunto aparece totalmente desprovisto del efecto del "claroscuro". Se puede notar que dos de las protagonistas de la obra llevan máscaras africanas. Esta obra cristaliza la revolución artística, donde muestra de manera muy clara la presencia de elementos provenientes del primitivismo y del arte negro africano, motivo por el cual suelen definir esta etapa del movimiento artístico como la Fase Negra. Puede afirmarse que Picasso es al Cubismo lo que Matisse al Fauvismo, y Cézanne está considerado como el precursor del Cubismo. Evitó describir la forma, pues la consideró como una manifestación en el espacio. En sus representaciones no trató de reproducir un objeto sino de identificarse con él. Una de las frases de Cézanne es “La naturaleza puede ser expresada por el cubo, el cono y el cilindro”, es lo que los cubistas adoptan como dogma. De este modo, el cubismo es una titánica reflexión intelectual y visual sobre la forma. Pese al aspecto de algunos cuadros cubistas la forma siempre fue respetada, no cruzando nunca el umbral de lo abstracto. Los principales temas serán los retratos y las naturalezas muertas urbanas, los elementos que se disponen de modo caótico sobre la mesa de un café. El cubismo protagoniza la primera alternativa radical a la pintura tradicional. Por estar inmerso en buscar nuevos lenguajes pictóricos, fue un movimiento sin afán provocador, lo que lo diferencia de los movimientos de vanguardia posteriores. Sin embargo fue ampliamente discutido, puesto que el público no lo entendía. Los pintores del impresionismo habían sido los primeros en proponer que el objeto no tiene importancia y que la pintura y la representación plástica posee unas leyes propias, que se deben investigar y experimentar como cualquier otra disciplina. Además habían expresado que el tema no importaba. Tomando esa línea el


cubismo además rompe con la idea la unidad del objeto, tiempo y espacio, generando una obra de arte múltiple, sin tema, ni objetos reconocibles pero inmersos dentro de un universo de relaciones espaciales y visuales. La realidad, antes perceptible en el arte, se desestructura. Características del cubismo: 

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Independencia y autonomía de planos, estallido del volumen: Los planos son objeto de estudio en sí mismos, y no en visión global del volumen, de ahí que éste se disuelva. Los grandes volúmenes se rompen en otros más pequeños. Así, queda rota también la línea de contorno, se interrumpe el trazo lineal. Por eso se compara el resultado de este proceso con el reflejo en un espejo roto o con la visión a través de un calidoscopio. Perspectiva múltiple: Viene dada por el estudio de cada plano en su autonomía. Se rompe con la perspectiva monofocal albertiana. La pintura se ha liberado del yugo de la tradicional visión monocular. Se multiplican los ángulos de visión de un mismo objeto. Así se ofrece una visión compleja del mismo ente, que se puede presentar al mismo tiempo de cara, de perfil o desde cualquier otro ángulo significativo. Desaparición de gradaciones de sombra y luz: Esto viene dado por la descomposición del volumen. Color "Tono Local": El color no aporta indicaciones suplementarias. Por lo general se aplicaba por pequeños toques. Esto se ha dado en llamar Color Passepartout, apto para todos los objetos, pero que no consiste en el verdadero color de ninguno de ellos. Geometrismo: Las formas geométricas invaden las composiciones. Las formas observadas en la naturaleza, son traducidas en cilindros, conos, esferas y cubos. La retina capta las formas y la mente del pintor las simplifica. Cézanne redujo sus composiciones a las formas geométricas, por eso ejercerció tanta influencia en el Cubismo. Base filosófica: Las aportaciones filosóficas de Bergson son muy importantes para el Cubismo. Él afirma que el observador acumula en su memoria una gran información sobre un objeto del mundo visual externo. Esta es una experiencia que constituye la base intelectual. Los pintores cubistas vuelcan esta experiencia distorsionando y superponiendo paisajes. No se trata de reflejar la realidad misma, sino la idea de realidad que posee el artis


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