Jost Hochuli
Experto en tipografía
El detalle de la tipografía
Versión de Manuel Beltrán y Álex Lorente a partir de la edición de 2007 IDEP - 2011
1ºB D.G.
Índice Fundamentos - 4 El proceso de lectura - 5 La letra - 6 La palabra - 7 La línea - 8 Interlineado - 9 Crítica - 10
Fundamentos El sentido común
La microtipografía, o tipografía del detalle, engloba las letras, sus espaciados entre sí, las palabras junto a sus espaciados entre ellas, así como las líneas, el interlineado y las cajas de texto. La macrotipografía, o disposición tipográfica o layout, hace referencia al formato de impresión, al tamaño, a la localización de la caja de composición, a la ilustración, así como a la organización jerárquica de los epígrafes y pies de ilustración. El sentido común, junto a nuestras preferencias personales son un factor decisivo en nuestro proceso creativo; así pues, se trata simplemente de facilitar la recepción óptima del texto.
El proceso de lectura Aprendiendo a fijarse en como se lee
Estas microsacadas son movimientos de poca amplitud, aproximadamente 20 segundos de arco por movimiento, y son completamente imperceptibles en condiciones normales. Sacadas
Los sacádicos son aquellos movimientos de ojos, breves y cortos, entre 0’2 y 0’4 segundos, en los que estos se detienen en mayor o menor medida, más o menos tiempo, en función de la facilidad de comprensión del texto. Con una letra de cuerpo medio, captaríamos entre 5 y 10 letras por cada sacádico, entre 1 y 2 palabras. A más experimentado sea el lector, menos tiempo requerirá de fijación, debido a que la amplitud de los sacádicos aumenta. Tal proceso requerido para la lectura, el como se dirigen tales movimientos oculares, aún en día no tiene respuesta científica; lo que sí se intuye es que estos movimientos podrían estar controlados por regiones cerebrales del habla. Algunos de los factores que inciden en la velocidad del proceso de lectura son el ancho de línea, el tamaño de la tipografía junto a su forma y contrastes entre el negro y el fondo del soporte.
La letra El poder del carácter
El carácter tipográfico se desarrolla lentamente, adaptándose según la técnica usada, los instrumentos, el estilo, los soportes, dando lugar a la escritura. Así pues, diferenciamos en función de las sensaciones que nos provocan, juntamente a su facilidad de lectura, que según lo que se busque transmitir tendremos un equilibrio u otro, con tal de sorprender al lector o facilitar la lectura. Estas letras no deben ser ni demasiado “diferentes” ni demasiado “bonitas” (Stanley Morisom, pág. 10). Niveles formales notables, con rasgos extravagantes caen rápidamente en el olvido, como sucedió en tipos alemanas despues de la Primera Guerra Mundial. Para elegir el buen carácter hay que ser sensible a lo conocido, y entre ellos deben tener un “canon” a nivel formal y a su vez que se distingan entre ellos. El alfabeto latino, al igual que el griego y cirílico, presenta dos tipos de caracteres; las mayúsculas (versales o de caja alta, letras epigráficas), cuyos modelos son las capitalis monumentalis (recordando al Imperio Romano), y las minúsculas (ágiles o de caja baja), modeladas según la escritura humanística del siglo XV-XVI própia de Italia, jugando entre sí una armonía visual, proporcionalmente; para ello, entre mayúsculas y minúsculas se debe guardar una rela-
ción de cuerpo y peso. Con tan sólo visualizar la mitad superior del carácter propio de la minúscula latina es suficiente para el ojo.
Altura visual corregida
Altura visual matemática
Mancha negra corregida
Mancha negra sin corrección
Línea media
Línea base
La palabra Comenzando a mirar a lo ancho
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit.
El lector experimentado no capta uno por uno cada caracter, sino que los intuye, percibe formas de palabras en conjunto e incluso partes de éstas, facilitando una lectura más fluída. Dentro de ella, encontramos conceptos formales distintivos que nos permiten una clara diferenciación entre éstos mismos.
Ritmo de lectura
Así pues, encontraríamos los acentos (´), el punto de la i, la barra superior de la t, así como en el contorno de cada carácter, en cuanto a las descendentes y descendentes de las minúsculas, mucho más legibles que las versales, que requieren más espacio dando contornos más rectangulares.
Va Va Sin corrección de Kerning
Con corrección de Kerning
Habría que hacer más incapié en los remates de tales versales, más que en longitud se refiere, con tal de facilitar su legibilidad.
Las líneas y las palabras deben mantener un ritmo compositivamente homogéneo; y el espacio que debe existir entre las formas de palabras, líneas y páginas nunca deben de ser ni demasiado amplios ni demasiado estrechos, pues resultaría poco agradable para la lectura, creando espacios en blanco molestos o por el contrario, manchas de palabras sueltas.
La línea La longitud nunca fue tan importante
La longitud de la línea es igual al ancho de la caja o de columna, que según el tipo de impreso ésta sera de mayor o menor longitud. Tipógrafos profesionales nos cuentan que cada línea debería de comprender entre 50 y 60 caracteres, o entre 60 y 70 incluso, en un ancho de línea entre 6 y 13 cm (lo equivalente a 14 y 31 picas).
LAS VERSALES Y LAS VERSALITAS
las versales y las versalitas Diferencias entre mayúsculas y versalitas
La legibilidad visual no debe de atenerse nunca por completo al atractivo del texto, el cual también varia según su idioma; y la suma de las formas de las palabras nos debe llevar a una línea equilibrada e interdependiente. Tal espaciado, será a su vez “tan grande como sea necesario y tan pequeño como sea posible”. La composición en bandera, nos dará líneas de escasa longitud a veces, creando a veces, según el diseño, una forma de columna dinámica y viva. Así, con una ausencia de división de palabras, sin mayor elaboración, requiere menos atención y según el trabajo puede sernos muy útil; y con la partición de palabras, de forma prudente, podemos conseguir una zona de banderas más agradables. El guión ( ) siempre medirá menos que la raya (—), usada para marcar incisos, siendo éstos 1/2 cuadratín y 1 cuadratín respectivamente. Las versales nunca seran iguales que las versalitas, así pues, éstas últimas deberán tener mayor fuerza de trazo, para facilitar su lectura.
Espacio entre letras
Espacio entre palabras
El interlineado Saltando versos
Según el tamaño de letra y longitud de la línea, Tinker nos afirma que de ello dependerá nuestro interlineado; así pues, a más ancha sea la línea, más interlineado requerirá nuestro texto, juntamente con aquellas letras de gran blanco interior. Modificando el interlineado, conseguiremos un color u otro de la composición.
Los seres humanos hacen su propia historia aunque bajo circunstancias influidas por el pasado. Podría comprar cangrejos para preparar una deliciosa pero económica cena de navidad.
Los seres humanos hacen su propia historia aunque bajo circunstancias influidas por el pasado. Podría comprar cangrejos para preparar una deliciosa pero económica cena de navidad.
Interlineado reducido
Interlineado corregido
En cuanto a la regularización de los márgenes, en composición justificada, aunque su importancia es menor en cuerpos de letra pequeños, siempre resultará más armónica que la composición con cuerpos grandes. Las “calles” verticales son líneas sucesivas superpuestas formadas por el mismo espaciado entre palabras, dificultando así la lectura; en estos casos deberemos ajustar la línea. Separar párrafos con interlínea de blanco, en el caso del libro resulta perjudicial; así pues, según Tschichold, siempre será de gratitud usar el sangrado con tal de marcar el inicio de cada párrafo, tal y como se detalla en el mismo libro El Detalle en la tipografía. La suma de todas las líneas determinará la imagen de composición, el “bloque de texto”, refiriéndose especialmente a las proporciones de los márgenes del impreso.
Crítica Nuestra opinión personal
El detalle en la tipografía es un libro escrito por el diseñador y tipógrafo Jost Hochuli (St. Gallen, Suiza, 1933) y editado por Campgràfic en España el año 2007. No es de extrañar que desde su primera publicación en 1987, se haya traducido a seis idiomas, teniendo un fuerte empuje en zonas germánicas; pues tanto éste como sus otros libros han obtenido numerosos premios en los certámenes del Libro suizo de mayor belleza y del libro más bello del mundo. Se trata de una recopilación de todos aquellos aspectos a tener en cuenta en cuanto al detalle en el uso de la tipografía, de la maquetación, así como algunas reglas formales básicas; así pues, un manual tipográfico que todo diseñador debería de tener bien aprendido. Básicamente nos introduce de pleno a cuestiones relacionadas con la microtipografía, analizando el proceso de lectura, así como sin olvidar el sentido común como factor determinante en nuestra maquetación de texto, aspectos puramente personales, estéticos e incluso lógicos. Más adelante, nos habla de aspectos más detallistas, como es la letra, la palabra, la linea, la cifra, la diacrisis, el interlineado y la caja, así como el espacio de separación entre todos estos elementos, las distinciones en el texto seguido y los efectos según el tipo de letra.
Se trata así pues de dar al lector todas aquellas nociones básicas para ser capaz de formatear un libro cuyo resultado sea la suma equilibrada entre lo estético y la buena legibilidad, es decir, un concepto formal adecuado, agradable e interesante, según el tipo de contenido, para el lector, con tal de evitar una lectura más atractiva pero cansada de leer, con detalles supérfluos sobrecargando la composición. A modo de conclusión diremos que este libro es una obra de referencia magnífica que sintetiza de una forma clara y esquemática los principios imprescindibles que uno debe tener en cuenta a la hora de aprender, siendo también una excelente obra de consulta para los más avanzados en el terreno.