MANUELA SANCHO SÁNCHEZ
Este proyecto trata de dar solución a un problema urgente: cómo reducir la concentración global de dióxido de carbono en la atmósfera de forma efectiva. En este punto ya no basta con reducir las emisiones, es necesario retirar 1080 gigatoneladas de CO2 de forma permanente. Para ello se explora una ficción, cómo podríamos llevar una de las tecnologías de captura de carbono más maduras actualmente hasta su máxima escala. El proyecto no trabaja solo con la transformación de la infraestructura, sino con cómo este largo proceso se manifiesta en el paisaje y cómo podemos visibilizar este rastro material. Un proceso de esta escala supone una transformación radical del territorio. Se proponen 30 áreas de transformación, cada una con una dimensión de 10 millones de hectáreas. El proyecto se centra en una de ellas, que engloba tres ciudades, Zagreb, Graz y Viena, unidas por
la autopista E59. En esta área la infraestructura existente se reestructura y refuncionaliza para albergar el proceso de captura de carbono, que tendrá una escala temporal de 140 años. Se toma la tecnología BECCS, que actualmente tiene proyectos piloto en Japón e Islandia, y se basa en la plantación de cultivos perennes de alta capacidad de absorción de CO2, la combustión de la biomasa, proceso mediante el cual se separaba
E L CARBONO Y E L TERRITORIO el gas de efecto invernadero emitido, terminando con la inyección de este CO2 en el subsuelo, para eliminarlo de forma permanente de la atmósfera. Trabajando con el evento paisajístico de esta infraestructura, el proyecto se enfoca en algunos píxeles de este fragmento de territorio transformado. A lo largo de la autopista que une Zagreb con Viena nos encontramos con los espacios raros. Son puntos de mayor intensidad,
fragmentos más expuestos, que se aprovechan de la autopista como escaparate del territorio. En su interior la infraestructura se distorsiona, se vuelve evidente. En uno de ellos se sitúa la central térmica de Mellach, en otro un parque de inyección de CO2 en el subsuelo. Estos espacios son la futura huella de una civilización pasada, el rastro de 200 años de dependencia en los combustibles fósiles.
TFM-MHAB ETSAM-UPM UD. LAPUERTA