PoAmario. Mapi Rivera. 2010 by Mapi Rivera

POAMARIO Mapi Rivera

Selecciรณn de 20 p. de un total de 192 p.

HE LIMPIADO MI CASA, he sacado el polvo acumulado. Me he vestido de blanco, y me he desnudado para abrazarte. Nada puede distraerme de mi amor, he colocado flores en todos los rincones. No hay lugar en este ser, que no vibre la luz del amor. Mi corazón ha dicho “sí”, abriendo la boca como un sol. Mi cuerpo ya no duerme, se ha liberado del amanecer, y del atardecer. Mi ser descansa en un solo abrazo de amor, permanece despierto en un único beso de luz.

SIENTO QUE MI AMOR ES PURO porque se da por nada, para nada, y es de allí de dónde viene. Su pureza le da vida, y está vivo gracias a su pureza. Te amo porque así me amo. Te amo por nada. Nada más que amor albergo, y porque albergo amor mi corazón toma su forma sin forma. Antes del amor, nada: blancura, pureza concentrada. Diminuta para ser inmensa, recogida para expandirse y acariciar sin fin la vida. Desde una nada que deja de ser para ser amor, hasta un amor que no cesa y está firme en su nada. Así, hay algo en mí que no se inmuta mientras te amo: tiemblo, ardo, me evaporo. No es y es por amor.

ME VEO EN EL FONDO DE TUS OJOS, son dos vasos con licor y esencia. Me emborracho sólo mirándolos. El tiempo deja de latir, un silencio de tacto nos envuelve y todo mi cuerpo te toca con la mirada. Mi mirada te mira y al mismo tiempo se mira al fondo, dónde la misma esencia tiene su poso. Destilados todos los sentidos, sólo te miro. Nuestros cuerpos temblorosos son carne y piel de amor. Me miro y sé que el amor es en nosotros. Es tan sencillo, inmensamente sencillo, el amor amado, vivo y real entre nosotros, el amor amante, amando, vivo en nosotros. Nos miramos, miramos amor, ojos de amor, que se dan al amor, que penetran amor, que emanan amor. 24 24

EL ABRAZO de mi cuerpo al tuyo no tiene cuerpo, la fuerza de nuestro amor traza dibujos de luz que nos desdibujan. El abrazo del amor no tiene brazos. El encuentro de la luz con la luz, es un grito susurrado al oído del corazón, el éxtasis, el silencio reencontrado.

EL SILENCIO RESUENA en el fondo liso, tambor de piel de ausencia de mi corazón. Mis oídos sienten hacia dentro su sonido, remolino que rebobina todos los hilos, bifurcaciones, venas, vivencias desperdigadas, caracolas que acaban en su inicio. Blancos mis ojos, pupilas de luz, detrás del telón de párpados. La mirada perdida encontrada; corazón. Silencio preñado de todo cuanto nace de ti. Silencio en las caricias, en los abrazos que nos recogen con ternura. Silencio en la mirada que te mira, que me miras, que se pierde y se encuentra en el silencio...

...Silencio en nuestras bocas, en la saliva que te lame y me abre. Silencio en nuestros rasgos, en nuestro aroma. Silencio en el grito extasiado que me atraviesa y me traspasa la boca. Grito, el silencio estalla en gotas, saliva, vapor que reconoce tus poros, que los traspasa uno a uno, al mismo tiempo. Poros como oĂdos atentos al amor que destila el silencio de mi voz. Silencio en el reposo de nuestros cuerpos abrazados que no descansan de amar. Silencio en el amor que nace del silencio. Silencio pronunciado; amor.

ENTRAS Y SALES DE MI CUERPO, dejando una estela encendida. Después permanezco silenciosa para seguir sintiendo esta caricia. Es un regalo de claridad sutil y hermoso, que permanece mientras yo permanezco sutil y hermosa. Es el toque de tu amor que despierta mi amor. Tu estela no deja más rastro, que mi luz despierta, que mis huesos alegres, mi carne tersa, mi mirada clara. Tu amor no posee, ni quiere poseer, tu amor sólo da vida.

DOY UN SALTO, subo, mi impulso es mi cuerpo de luz, solo, limpio de tierra, limpio de mí misma, puro de luz. Subo por mi amor a ti, por mi deseo de abrazarte, porque ya ningún otro deseo me ata ni me retiene. Subo para llegar a ti, reencontrarme contigo y así conmigo. Recogerme como un corazón en tu regazo, darme a ti, sólo a ti, el único que al besarme enciendes mi cuerpo y lo rebosas de luz. Luz que amo, que me alimenta y me respira. Luz, misterio comprendido en mi amor a ti, único, pues me he liberado de todo, hasta de mí. 45

LA OSCURIDAD ESTÁ DENTRO DE LA LUZ, es su vientre. Las estrellas se alumbran y desaparecen, los seres humanos nacen y mueren, dentro del vientre oscuro de la luz divina. Para nacer de verdad, se tiene que atravesar este gran vientre materno y aparecer en la luz que desvanece las sombras. Pero, en ese instante en que el cuerpo se funde en la luz ¿quién recordará el vientre del tiempo, del nacimiento y de la muerte, del placer y del dolor? Esta vida es una ilusión, para quien la atraviesa desaparece como la imagen de un rostro que se aparta del espejo.

EN LA CÚPULA DE NUESTRO AMOR mi mirada derrama estrellas y mi vientre engendra un astro de luz. En la base de nuestro amor el corazón de luz se mueve y se debate entre la concentración o la emanación. Al contacto de tu cuerpo mis poros evaporan ternura, el círculo que creamos al amarnos es la órbita que gira alrededor del sol, reconozco el universo en nuestro abrazo. La ausencia del tiempo y del espacio se oculta en el mismo tiempo y en el mismo espacio que da vida ahora a nuestros cuerpos. El universo, todos los soles, todos los universos se ocultan en el corazón de los amantes y se revelan a la luz de su amor. Al enfocar la mirada y la conciencia al inmenso cielo interior, en la noche de ojos cerrados, se contempla inundado de estrellas o amaneciendo luz.

Y TODO EL AMOR DEL QUE SOY PLENA me tiene tensada la piel del pecho, suave blanca y fuerte, al límite de su extensión. Una caja de resonancia es mi pecho, se ha inflamado del amor que lo vacía. Tus caricias hacen que emita notas de luz, sueno a música silenciosa. Tus palabras húmedas en mis oídos susurran un canto, el lenguaje que usamos es secreto, lo conocemos así como conocemos nuestros cuerpos, lo pronunciamos al amar. Entras y sales de mi cuerpo pero no siento que nada extraño entre o salga de mí. A través del negro de tus ojos, visiono el universo, inmenso, oscuro, salpicado de luces; veo mi origen...

...Una estrella luminosa me acunaba antes de nacer al mundo, ni un solo día he dejado de añorarla y de anhelarla. Al amarte descubrí una vía de acceso, tú penetras la luz en mí, la luz me atraviesa y nos eleva en remolino de ternura. Es el camino de regreso, trazado por las dos caras de un mismo corazón; corazón amante, corazón amado.

PALABRAS LÚCIDAS, encendidas. Palabras llameantes como una lluvia cálida. Palabras, tormenta de verano en el centro de la sequía. Descargáis como quien lanza un rayo. Me llenáis como se llenan los pantanos y se desbordan los ríos. No sólo sois poesía, manáis de la fuente originaria. Por eso cuando os leo, siento que bullís como burbujas, que sois mensajeras de la vida y estáis vivas. Que no sólo sois poesía que nombra al amor, sino que le dais cabida, lo hacéis circular.

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PARPADEO LUZ, me veo suspendida en el universo. Un cordón numinoso tira de mí hacia arriba y atravieso la oscuridad constelada. Nazco a un gran océano de luz, respiro aliviada, sin necesidad de respirar. Abro los ojos y veo luz. Abro los ojos como si viera por primera vez, las formas se desmenuzan en partículas luminosas, en átomos como pequeños soles que irradian energía. Todas las formas del mundo están incluidas en este gran océano luminoso. Podría ser que fueran sus imágenes arquetípicas que aquí vibran y están vivas. También, podría ser que no me hubiera desplazado del mundo y que se hubiera abierto mi percepción. Como se conoce al ser humano por su corazón, veo dentro del mundo sus imágenes esenciales... 127

¿QUÉ ES LA BELLEZA? La belleza es el rostro palpable del amor.

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SOY UNA CELDA VACÍA y soy su miel. Soy la cera que arde y soy su llama. Misterio reconciliado en el corazón, bomba de amor, vibración de vida, nota constante y silenciosa. Soy, me elevo para ser. Mi capacidad de volar es mi deseo de fundirme en la fuente de la luz. Mi capacidad de arder crea espacio para la dulzura. Mi capacidad de mantenerme vacía, me hace libre para el amor. Las hojas reverdecen, las flores se abren, la luz es generosa a la receptividad. Bombeo una savia líquida y esencial, me abro en un gesto de entrega y la luz me insemina. Liviana y transparente me disuelvo en un río de vida que asciende con la fuerza de la levedad. Vacía de pensamientos graves, giro hacia arriba en remolino de luz. 161

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FLOREZCO, en un tiempo sin tiempo de madurez. Generosa, abro mi corazón y desnudo mi cuerpo. Me muestro entera. No tengo miedo porque nada es fijo, todo fluye. El florecer preludia la muerte de la flor y su muerte anuncia el renacimiento. Guardo las semillas en mi cuerpo fértil, incubándolas para un nuevo germinar. Hay belleza potencial contenida en las semillas. Hay belleza en el ciclo completo del morir y del renacer. Nunca se llega demasiado a fondo, el principio y el fin se tocan. Florecer en el amor es la culminación de un ciclo que ya gesta el siguiente. No tengo miedo porque me dejo fluir, porque soy el propio flujo que germina, reverdece, madura y florece sin fin.

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