A Ignacio, Mercedes y Paco, que tanto han colaborado con su arte en mis libros, y a Ignacio Salvador y Soren Peñalver por su apoyo y crítica positiva. Las aves migratorias dibujan, a su paso, fugitivas figuras, tan vivas como el grito de alegría de los niños que salen de la escuela. Tal vez un rayo minúsculo de luz en este lento atardecer de otoño. ALGO SE HA DETENIDO en la amarilla copa del granado. 1 5 de octubre de 2000