Libro Cuéntame Mujer

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Servicio Nacional de la Mujer

Primer Concurso de Relatos para Mujeres de Peñalolén

Jurado participante: Alicia Rosales Enrique Moro Amante Eledín Parraguez


Coordinación Editorial Centro de la Mujer de Peñalolén, Programa Mujeres Jefas de Hogar y Mujeres Asociatividad y Emprendimiento Santiago, Chile Investigación y Textos Centro de la Mujer Peñalolén Diseño y Diagramación Marcela Contreras Guajardo Fotografía Rodrigo Prieto Oñate www.penalolen.cl ISBN: 978-956-9292-04-0 Registro Nº 260.923

Diciembre 2015

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Es una gran satisfacción presentar este trabajo producto de la recopilación de relatos del concurso Cuéntame Mujer año 2015. Este concurso se realizó por primera vez en Peñalolén en el marco del mes de Conmemoración de la No Violencia contra las Mujeres, contando con la participación de 56 mujeres que se atrevieron a contarnos sus historias.   En la presente publicación se encuentran los tres cuentos ganadores y los tres cuentos que obtuvieron mención honrosa. Conoceremos seis historias de mujeres Peñalolinas que quisieron compartir los flagelos de la violencia de género, sus vivencias llenas de valor, esperanza y fuerza femenina con la que luchan día a día. Creo firmemente en la importancia de dar a conocer estas vivencias, que sean un ejemplo de valentía y de resiliencia para otras mujeres que pueden estar viviendo las mismas situaciones, logrando comprender que la violencia de género es un tema cultural que se aprende, pero también se puede desaprender. Siendo tarea de hombres y mujeres trabajar en conjunto para erradicarla.   Durante los últimos años, la Municipalidad de Peñalolén ha logrado significativos avances en la promoción de los derechos de las mujeres en el espacio local, lo que se demuestra con el despliegue fundamental de trabajo comunitario, en torno a la sensibilización, difusión y prevención de la violencia intrafamiliar y especialmente la violencia contra las mujeres. Constituyéndose en un foco prioritario para la acción, que se traduce en la ejecución de programas destinados a mejorar

la calidad de vida de las mujeres y sus familias, otorgando mayor protección, acceso al desarrollo, potenciando la participación y la emancipación femenina en los distintos ámbitos y diversas etapas de su ciclo vital.   Agradezco a todos quienes han colaborado en este proceso, a cada uno de los actores que hacen posible que este trabajo se lleve a cabo y que logran proteger, empoderar y prevenir la violencia de género. A las mujeres que se atrevieron a escribir sus relatos y participar en esta iniciativa innovadora en nuestra comuna y especialmente agradezco al Servicio Nacional de la Mujer - SERNAM, quienes hacen posible que en nuestra comuna podamos tener estas iniciativas que relevan profundamente a las mujeres.   Espero que este libro dé pie a instaurar acciones permanentes de sensibilización y prevención de violencia de género a nivel local fomentando la participación de las mujeres, generando un espacio donde reflejar los cambios significativos que han tenido en su vida, empoderando a otras mujeres a través de estos relatos.

Carolina Leitao Álvarez-Salamanca Alcaldesa Municipalidad de Peñalolén

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Pide un Deseo... Para ti   Desde  pequeña  me  sentía  otoño.  Era   inconsciente mi pensar de niña y creía que mi piel  era como el color de las hojas en la vereda, fuera  de la casa de mi abuela. Llovía, pero no mucho y  el viento me levantaba el pelo. Recuerdo que la  vez en que me sentí más otoño fue cuando noté  con  tristeza  que  se  caían  mis  pestañas...  Lloré,  pero poquito, porque yo era otoño no invierno. - Mis ojos se deshojan - me dije a mi misma. Mi  mamá, adivinando un poco se acercó y tomó una  pestaña de mi mejilla, la apretó entre sus dedos y  me dijo  “pide un deseo”... Jaja, sonreí y pedí saber  leer, -arriba o abajo -dijo... Abajo! Respondí, casi  gritando.  Abrió  sus  dedos  y  la  pestaña  estaba  abajo...  Mi  deseo  se  cumpliría.  Aprendí  a  leer  a  los 4 años.   Recuerdo  varios  deseos  a  lo  largo  de  mi  vida.  Mis  ojos  siempre  fueron  otoñales,  a  veces  invernales,    lagrimosos,  con  brillo  como  el  sol  después de la lluvia, marrones como los árboles  y mis pestañas se siguieron cayendo, se siguieron  deshojando....   Pedí ser buena hija, pedí ser capaz de devolver  el  amor  que  me  daban,  pedí  ser  buena  madre,  pedí que mi hija fuera sana, pedí ser fuerte para  poder ayudar....

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Lugar

Con  los  años  llegué  a  ser  invierno.  Ya  no  había hojas, la lluvia se las llevó. Sentía mi alma  anegada y con ese frío que cala los huesos. Cada  vez  menos  sol  y  más  nubes.  Ya  no  podía  pedir  nada y me moría por pedir que mis hijas no me  vieran triste.   Hoy, después de mucho llover al secar mis ojos  cayó una hoja en mis dedos...como buena madre  me hice pedir un deseo...  Y dije arriba! Y  como  la  primera  vez,  pedí  algo  para  mí  y  no  para alguien más.  No quiero ser la mejor hija ni  madre ni amante ni quiero ser fuerte, ya no quiero  complacer a alguien más.  Yo pedí ser primavera.   Quiero brotar, quiero ser fl or y fruta. Quiero sol  y perfume, quiero que mis ojos brillen y fl orezcan.  Quiero nacer y que las hojas amarillas de mi otoño  sean nutrientes para mi tierra fértil donde quiero  sembrar mis sueños. Sueños e ilusiones mías y de  nadie más.  Quiero vivir mis cuatro estaciones y  vivir mis ciclos... Quiero gozar algún día del calor  del verano, llenarme de sol...para que mi próximo  otoño me prepare para las lluvias del invierno....  Pero  esperando  siempre  mi  primavera  y  lo  que  signifi ca empezar de nuevo. Deseando ser yo.... Deseando ser un jazmín.

Susana Huinca Leal

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La Típica en las Cuatro Ruedas   A un destino que no recuerdo, viajábamos con  mi padre en su auto por las calles de la ciudad.  Llegada  una  esquina  de  lo  mas  corriente,  mi  padre aceleró en el cruce y con un frenazo brusco  impidió que nos estrelláramos con otro coche que  no había respetado la señalética de “ceda el paso”.

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Lugar

Entre  improperios  de  rabia  su  típica  frase  “¡mina  tenía  que  ser!”  afl oró  con  facilidad  y  maestría de su boca; quizás se le olvidaba que una  de ellas estaba sentada en el mismo sitio que él.   Por  el  retrovisor  vi  alejarse  al  auto  que  casi  causa  la  desgracia  con  un  brazo  musculoso  y  peludo saliendo por la ventana.

Dannae Aracelli Tabilo Agurto

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Lugar

El Despertar   Mi nombre es Magui estoy aquí con la mirada  perdida  en  la  ventana,  los  árboles  y  las  plantas  que la rodean en esta tarde arrebolada un poco  gris,  melancólica  como  mis  recuerdos,  hoy  he  decidido escribir esta, mi historia.     Me  recordó  esta  tarde  otras  tardes,  otra  ventana sin vidrios, esa de Lo Hermida a fi nales  de los sesenta donde empezaba a vivir mi nueva  vida de mujer sola. Apretando los dientes por el  frío que me calaba los huesos hasta el alma, esa  alma un tiempo atrás entumecida de miedo, ese  miedo frío paralizante, como el viento de invierno  colándose por las rendijas de mi ventana insípida  sin aromas, entre esas tablas oscuras tan oscuras  como la vida de entonces.    Vi pasar mis penas de mujer joven golpeada no  solo por los infortunios, también por Ricardo, el  que decía quererme y amarme hasta la muerte,  sin embargo sus celos, los diez años de diferencia,  el  trago  y  la  droga  de  la  cual  yo  no  conocía  sus  alcances  lo  habían  hecho  un  hombre  sin  miramientos, se mofaba de las autoridades que  poco  hacían  sobre  el  tema  de  violencia  allá  por  los años sesenta, el decía, - solo si la dejo ciega o  inválida no se irá de mi lado.

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Después de tres años de descalificación y crueldades hasta en el amor, acosos constantes, hambres y privaciones de todo tipo. Y con dos niñas a cuestas, decidí abandonarlo, con mucho miedo, aún después de haber recibido apoyo psicológico. No fue fácil, con mi actuar quebraba las creencias de la época, - la que se casa si el marido sale malo debe cargar su cruz. Era muy mal visto una mujer separada por lo que me quede sin familia, y una sola amiga que me acogió en los primeros tiempos de separada.

Después de un tiempo de andar de un lado a otro… ahí en Lo Hermida en mi pieza con piso de tierra, techo de fonolas y ventana sin vidrio termine la básica y empecé la media por las noches después del trabajo. Algunos años después curada ya de mis dolencias del alma inicié una nueva relación la cual dura hasta ahora. Tuvimos dos hijos. Con su apoyo y comprensión ingresé al servicio público, estudié la carrera de gestión en educación social desde 2000 hasta


el 2005. Si bien no la ejercí mucho por ser una carrera poco conocida, apliqué mis conocimientos en las organizaciones sociales en las cuales he servido gran parte de mi vida. Puedo decir con toda propiedad que: de esos años hasta ahora sigo estudiando, sirviendo a mi comunidad desde el servicio al otro la entrega y el amor condicional. En la actualidad he terminado después de dos años el curso de terapeuta floral y otras terapias alternativas con las que pienso seguir sirviendo

no solo a las organizaciones sociales, también cooperar con la sanación del cuerpo y del alma de aquellas /os que lo necesiten. La escuela de la vida me mostró que nada es tan terrible, que del dolor y los demás se aprende a hacer y ser origen en este universo, en cual cada día al despertar emprendemos un nuevo desafío, un nuevo proyecto de vida que nos haga ser mejores personas, ser amor y estar con Dios, cumpliendo la misión con que vinimos a este mundo.

Margarita Contreras Medina

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Hija de Perra

Mención Honrosa

Tanta dulzura hostiga

Mi  madre.  Silente,  ausente,  envolvente,  carente… ¡Puta madre!, esta es la última vez que  me pegai, si no yo misma te voy a tirar al canal.  Le  dije,mientras  me  miraba  la  vieja  con  su  ojo  de cíclope. Si, porque la bestia tenía un solo ojo.  Bueno, dos, sólo que el otro no le sirve, lo perdió  a causa de las cataratas. Ella, con su respiración  agitada,  compungida,  seguramente  para  darle  mayor  dramatismo  a  la  escena  acontecida  o  tal  vez a causa de su asma crónica, galopante.   Hagamos un trato mija, le devuelvo su dignidad,  si usted me devuelve los miembros que me amputó.  Es  muy  zorra  la  perra,  de  pequeña  le  gustaba  acecharme mientras miraba jugar a los niños por  la ventana o veía televisión.   Ella,  cual  animal  agazapado,  esperaba  el  menor  descuido  para  saltar  sobre  mi,  su  presa  y  arrancarme;  primero,  el  dedo  índice,  luego  el  meñique,  pulgar,  medio  y  fi nalmente  el  anular,  mientras  corrían  sus  babas  confundidas  con  mi  sangre aún caliente, desorbitando los ojos de la  bestia. Yo,  la  miraba.  Primero  fue  un  “¿por  qué  madre?”,  “no,  mamá”,  “vieja,  para”,  fi nalmente  entre un muñón y amputarme ambas piernas se  convirtió en una perra.   Había días en que para matar el tiempo, nos  arrastrábamos  por  el  pasillo  cual  gusanos,  para  ver  quién  llegaba  más  rápido  a  la  meta.  Entre  codazos, mordiscos, nunca dejé ganar a la vieja. Como siempre, esa noche escuchaba sus aullidos,  ¡Gobierna esas llagas! le grité.

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¿Qué  dices?  aúllas  silente.  La  muy  perra  me  obligó  a  acercarme,  a  mirar  su  ojo  de  bestia  ciclopesca.  Tomó  todo  el  aire  que  cabía  en  esa  habitación rancia, me miró y exhaló con un largo  ja, ja, ja. Y ahí se murió la vieja y ¿qué iba a hacer  yo?  Sin  piernas,  sólo  me  arrastraba  por  la  casa  para poder cuidarla.   ¡Perraaaaaaaaaaaa!, grité. Mientras limpiaba  la  baba  que  me  colgaba  después  de  haberla  escupido y ahí fue cuando juré vengarme. No tuve  muy claro contra qué o contra quién ¿Dios? Con  su infi nita misericordia ¿ella?, la vieja ya estaba  muerta.   Y tu huacha, ¿que mirai? Partiste ahora mismo  a  buscarme  la  chata.  Mira,  muy  hija  mía  serás,  pero te juro que te arranco la única pierna buena  que  te  queda.  Lo  que  ella  no  presenció,  fue  que  cuando  me  dio  la  espalda,  corría  sobre  mi  mejilla la última lágrima que tenía guardada por  años  en  el  lagrimal  derecho,  el  último  vestigio  de  humanidad,  antes  de  convertirme  en  una  verdadera ¡Hija de Perra!

Paulina Muñoz Bastías


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Mención Honrosa

Mujeres de Cuento   Un día, Pamela jugaba al fondo de su jardín,  sintió  un  suspiro,  se  volteó  asustada  y  con  sorpresa vio a... ¡Caperucita Roja! - No supo qué  hacer... sólo dijo “hola”. Caperucita se mostraba  ofuscada  y  con  malestar:  Estaba  aburrida  de  visitar a su abuela, la quería mucho, pero deseaba  hacer otras cosas que le gustaban pero el cuento  no  lo  permitía.  Tenía  un  hermano  y  como  era  varón,  le  permitían  hacer  lo  que  quisiera.  También  le  preocupaba  el  lobo...  pobre  animal,  igual obedecía a un destino impuesto, era un ser  bueno,  amaba  la  naturaleza,  era  sensible,  eran  muy amigos. A veces pensaban en escapar juntos  y  fundar  una  comunidad  alternativa  con  otros  seres como ellos.   -¿Hay otros como ustedes? – preguntó Pamela. Se asomó una linda jovencita. Pamela preguntó  quién  era,  pero  un  gran  bostezo  le  respondió.  Era  la  “Bella  Durmiente”,  se  sentó  y  relató  sus  padecimientos:  Perdía  su  vida  durmiendo,  quería  viajar  y  conocer  lugares  y  personas,  vivir  la  vida,  pero  debía  dormir,  una  y  otra  vez. Y  le  dolía mucho el dedo, cada vez que un niño leía  el  cuento,  debía  pinchárselo.  Odiaba  despertar  con un beso del príncipe, tenía muy mal aliento.  Quería  descansar,  tomar  desayuno,  darse  un  baño, ponerse crema y hacer todo lo que merecía.  En  cambio,  debía  abrir  los  ojos,  seguir  con  la  historia, postergar sus deseos y “estar agradecida”  del príncipe “liberador”.

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-  ¡Eso  no  es  nada...!  -  Pamela  no  lo  podía  creer  ¡Era  Blanca  Nieves!    Relató  lo  que  era  ser  sirvienta de siete viejos, que eran buenos, pero se  ponían cascarrabias y desagradables. No sabía si  eran más terribles esos enanos que la colmaban  o  el  príncipe,  engreído  y  egocéntrico.  Hasta  entendía a la reina mala; la pobre pasaba su vida  preocupándose  de  ser  bella  y  ningún  hombre  tenía  la  amabilidad  de  decírselo  -  estaban  preocupados de ellos mismos.   - Entonces... ¿Ustedes no son felices?  - preguntó  Pamela.


- ¿No ves que somos esclavas de nuestras vidas? vidas que no nos gustan, que alguien decidió por nosotras. Claro que somos más afortunadas que otras… Cenicienta no pudo venir, es terrible su vida. Ella representa a tantas mujeres jóvenes, lindas, con sueños, inteligentes, pero perdidas entre harapos, maltratos y quehaceres de la casa... Pero no queremos tu pena... queremos que te unas a nosotras, que nos entiendas y que evites que esto pase. Y que puedas ayudar a las que pasan por cosas así.

Cuando leas un cuento a tus hijos e hijas, trata de que piensen, que se pregunten cómo será la vida de los personajes y también de la gente real y que harían para cambiar eso....   Las últimas palabras las escuchó lejanas... ya despertaba...

Paz Verdejo López

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Mención Honrosa

La Sentencia   Escuchó  al  pasar  aquellos  dos  apellidos  que  la  sobresaltaron.  Acercó  su  oído  al  receptor  que  seguía describiendo los detalles del vehículo que  habría  desbarrancado.  Buscó  otra  emisora  local  que diera también la noticia. Finalmente, escuchó  el nombre completo del siniestrado conductor.   Caminó  desfalleciente  hasta  el  baño.  La  ducha  le  permitió  recobrar  su  presencia  en  esa  pequeña cabaña escondida en medio de aquellas  quebradas plenas de las más escarpadas formas  de  una  indómita  naturaleza,  en  donde  sus  ojos  verdes parecían mimetizarse con el paisaje. Aquel  increíble lugar de los contrafuertes cordilleranos  sería el único que jamás creyó que la buscaría. Ni  a  través  de  las  cumbres,  quebradas,  ni  del  mar  pensó que podría intentar siquiera encontrarla.   “Te  seguiré  donde  vayas:  Jamás  podrás  dejarme”.  Aquella  frase  había  sellado  de  miedo  y para siempre su matrimonio. Los malos tratos  y  la  violencia  que  había  convertido  todo  en  un  infi erno. Ahora, bajo la ducha por fi n sintió que  el  cantarino  sonido  del  agua  impedía  escuchar  aquellas  sentenciosas  palabras  retumbando  en  sus oídos.

Altruista

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Oferta Programática

para Peñalolinas

Programa Centro de la Mujer Peñalolén d

Este Programa realiza apoyo y acogida personal a mujeres que vivencian violencia de parejas o ex parejas, brinda asesoría y patrocinio legal, apoyo psicológico y social, a través de talleres grupales orientados a reparar el daño causado por la violencia.   Se realiza trabajo comunitario para la promoción, sensibilización y prevención de la violencia de género, a través de charlas, talleres, capacitaciones y formación de monitores. Requisitos de ingreso: Ser mujer mayor de 18 años autovalente, vivir, estudiar o trabajar en la comuna y estar viviendo alguna situación de violencia de pareja o ex pareja. Calle 17 - A #931, La Faena, Peñalolén (02) 2279 3009 / (02) 2279 1761 centromujer@penalolen.cl Lunes a Viernes 09:00 a 18:00 hrs

Programa de Protección - SOS MUJER d

Fono VIF: Carabineros 149 Fono VIF: 800 104 008

Con el fin de disminuir el temor de las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar en Peñalolén, se creó el dispositivo de alerta remota que a través de GPS envía una señal al centro de televigilancia comunal, cuando una mujer está en riesgo vital.   A este programa acceden las mujeres que se encuentran viviendo violencia por parte de su pareja o ex pareja con riesgo vital y que previamente hayan denunciado al agresor. Mayor Información comunicarse con el programa Centro de la Mujer Peñalolén. Calle 17 - A #931, La Faena, Peñalolén (02) 2279 3009 / (02) 2279 1761 centromujer@penalolen.cl Lunes a Viernes 09:00 a 18:00 hrs

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Servicio Nacional de la Mujer

Programa Mujeres Jefas de Hogar y Mujeres d Asociatividad y Emprendimiento

El Programa Jefas de Hogar está dirigido a mujeres entre 18 y 65 años de edad, que trabajen o deseen trabajar de manera dependiente o independiente, accediendo a los siguientes servicios: Talleres de Formación para el trabajo, Capacitaciones, Atención de salud Odontológica, Alfabetización Digital (computación), Nivelación de Estudios, Atención Preescolar, Intermediación laboral y Apoyo al Emprendimiento. Calle 17 - A #931, La Faena, Peñalolén (02) 2279 3009 / (02) 2279 1761 / (02) 2292 0899 cquiroz@penalolen.cl Lunes a Viernes 08:30 a 17:30 hrs

Centro de Capacitación, Empleo y Emprendimiento d YUNUS

En el Centro de Empleo, Capacitación y Emprendimiento YUNUS, de la Municipalidad de Peñalolén, las mujeres de la comuna podrán encontrar un espacio con información, asesoría y herramientas para comenzar un emprendimiento, formar su microempresa, mejorar la competitividad y productiva de las PYMES, para capacitarse en diversos oficios y encontrar un nuevo empleo. Av. Grecia #8735, Edificio YUNUS, 2º Piso (02) 2486 8347 / (02) 2486 8306 Lunes a Viernes 08:30 a 13:45 hrs

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Programa de 4 a 7 d

Es una iniciativa gratuita para niños y niñas de la comuna, entre 6 y 13 años de edad, que a través de talleres recreativos, deportivos, sociales, artísticos y culturales, convierten el horario de 4 a 7 de la tarde, en un espacio de apoyo pedagógico y de desarrollo socio-educativo.   El objetivo del programa es potenciar las habilidades, talentos e intereses de niños y niñas de la comuna, mientras sus padres y/o apoderados a cargo de su cuidado personal, se encuentran trabajando, buscando trabajo, nivelando sus estudios o capacitándose para una pronta inserción laboral.

Pueden acceder: · Niños y niñas de edades entre 6 y 13 años, que vivan y estudien en la comuna de Peñalolén y que no cuentan con el cuidado de un adulto responsable al finalizar su horario de clases. · Niños y niñas de edades entre 6 y 13 años, que requieran del “Programa 4 a 7” todos los días de a semana. · Niños y niñas de edades entre 6 y 13 años, que estén bajo la responsabilidad de, padres y/o apoderados (entre 18 y 65 años) que se encuentren trabajando, cesante, buscando empleo por primera vez, participado en programas de capacitación o nivelando estudios para una pronta inserción laboral. · Las madres y/o apoderados cuya Ficha de Protección Social (FPS) tenga un porcentaje inferior a los 14.236 puntos. Las inscripciones están abiertas durante todo el año (marzo a diciembre) y deben realizarse en los mismos Establecimientos Educacionales donde funciona el Programa “4 a 7”, directamente con el Coordinador(a)/Monitor(a) de cada escuela: programa4a7@cormup.cl

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Lunes a Viernes 15:30 a 19:30 hrs

Centro Educacional Eduardo de la Barra Calle A #6301 (02) 2939 7850

Luis Arrieta Cañas (D-212) Diego Rojas #900 (02) 2939 7810

Santa María de Peñalolén Pasaje Dos #2560 (02) 2939 7820

Colegio Unión Nacional Árabe (D-199) Quebrada Umallani #710 (02) 2939 7780


Programa Solo para Ti d

Este servicio, permite que las vecinas puedan acudir los días sábado (entre las 09:00 y las 20:00 hrs) o domingo en la mañana (entre las 09:00 y las 14:00 horas) al consultorio Carol Urzúa y realizarse su chequeo, con profesionales especializadas.   Entre las prestaciones está el Papanicolaou, examen que previene y detecta el cáncer cérvico uterino, enfermedad que causa cerca de 900 muertes al año. Asimismo, podrás controlar y hallar en forma precoz el cáncer de mamas, dolencia que cobra la vida de 4 mujeres al día.

Los requisitos para acceder al programa son: tener entre 20 y 60 años; solicitar hora de consulta con una Matrona (que no sea para control de embarazo); tener Previsión de FONASA al día y estar inscrita en algún centro de salud de nuestra comuna.   Solicita tu hora al e-mail: mujersoloparati@cormup.cl la que será confirmada por la misma vía. En la solicitud de hora debes indicar Nombre, RUT y teléfono actual de contacto, pudiendo ser un número de celular. Este servicio permite que las vecinas puedan acudir los días sábado en la tarde, entre 14:00 y 20:00 hrs. CONSULTORIO

TELÉFONO

Cardenal Silva Henríquez 9826 1328

CORREO mujersoloparati.cardenal@cormup.cl

Carol Urzúa

9885 4959

mujersoloparati.carol@cormup.cl

La Faena

9822 4462

mujersoloparati.lafaena@cormup.cl

Lo Hermida

9619 5174

mujersoloparati.lohermida@cormup.cl

Padre Gerardo Whelan

9619 5175

mujersoloparati.pwhelan@cormup.cl

San Luis

9826 1385

mujersoloparati.sanluis@cormup.cl

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