Jardín para el disfrute del cuerpo y la metamorfosis

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Universidad de Costa Rica | Maestría Profesional en Diseño Urbano | Historia y Teoría de la Arquitectura

Jardín para el disfrute del cuerpo y la metamorfosis Caso: Parque Pies Descalzos, Medellín, Colombia Arq. Marcela Vargas Rojas | aA25333 Miércoles 18 de Junio, 2014


Introducción

sensorial del cuerpo dentro de la ciudad.

A lo largo del curso se ha buscado sustraer la teoría del jardín y el paisaje desde la observación de casos específicos a lo largo de la historia, partiendo el recorrido con los postulados de la Carta de Florencia (1982) para sintetizar el origen y finalidad del jadrín como a continuación se enuncia:

Urrutia (2013) describe el contexto de saturación, higienización y homogenización sensorial sensorial en que vivimos en las ciudades actuales alrededor del mundo. Los entornos urbanos han modificado los sentidos (vista por tacto) y nos han dejado insensibilizados, enajenados e indiferentes hacia la experiencia urbana.

Un jardín es una composición arquitectónica y vegetal vivo, activo y mutable que nace de la voluntad artística del ser humano, como testimonio de cultura y época, para el deleite y la trasformación espiritual y emocional de quien lo recorra .

Cada uno de los jardines estudiados ha buscado representar los ideales, las inquietudes y los valores representativos de la época en que fueron creados. Mientras que en la antigüedad los jardines eran más puristas, espirituales, de poder unificador y con menor cantidad de elementos; ya en Renacimiento, el Barroco se ha podido identificar un popurrí de elementos acumulativos que poco a poco comienzan a reflejar una época de transposiciones culturales, globalización de la cultura – junto con sus jardines- hasta llegar a la época actual donde los jardines públicos pasan a tomar un rol fundamental en el disfrute social y la estimulación Imagen 1. Ubicación del Parque en la Ciudad de Medellín Imagen 2. Contexto inmediato del Parque Pies Descalzos

Lo anterior puede correlacionarse con la lectura de Sennet (1999) en su planteamiento del cuerpo-indiferente del siglo XXI, comprendido como un sujeto desarraigado, diferente (inmigrante) e indiferente hacia los otros con los cuales apenas siente simpatía fugaz en su transcurso por la ciudad. Inclusive las prácticas urbanas, donde la diversidad no necesariamente conduce a la interacción existen lugares de prevalencia para la mirada y no el discurso, mucho menos la interacción social ni sensorial del cuerpo con su entorno. Por otro lado las representaciones físicas de la ciudad, la forma en que se diseña y estudia desde lo lejos (el mapa) implica una privación de los sentidos en su análisis. Asimismo, las fuerzas del neoliberalismo enfocado al consumo, han absorbido la recreación y ocio latinoamericano;


ZONA AGUA ZONA ARENA

ZONA AIRE

Imagen 3. Espacios de jardín dentro del parque Pies Descalzos

limitando la participación ciudadana a la adquisición de servicios y bienes como forma única y hegemónica de disfrutar en la ciudad (Elizalde y Gómez, 2010). Ante la anterior situación, se selecciona el Parque Pies Descalzos por contraponerse a la forma tradicional de diseñar y concebir los jardines públicos urbanos como espacios pasivos para deambular y observar, sumado a que la autora participó de la experiencia en dos ocasiones. Este parque se ubica en el centro de la ciudad, en su zona administrativa (Imagen 2), y se encuentra rodeada por los edificios de las Empresas Públicas de Medellín (EPM), Museo Interactivo EPM, Plaza Mayor (centro de convenciones) y el Edificio Inteligente. Junto con el Museo Interactivo, comprende poco más de 30.000 metros cuadrados, y está subdividido por el museo en dos grandes

Imagen 4. Jardines del palacio Farnese de Caprarola, 1559

espacios lúdicos subdivididos a su vez en tres zonas: Agua, Arena y Aire (Imagen 3), las cuales incluyen fuentes, chorros de agua, espacios de arena, bosque de guaduas, áreas verdes, piletas de agua, todas a las cuales se puede – y promueve- su utilización activa. El interés de este ensayo es, a partir del análisis del Parque Pies Descalzos en la ciudad de Medellín, identificar los componentes y significados del jardín que permanecen desde el surgimiento de los mismos; así como identificar los cambios que éste puede haber sufrido en función de su contexto y su época. Particularmente el estudio se centra en tres significados del jardín a partir del análisis de sus componentes: el jardín político, el jardín de la metamorfosis, y el jardín como lugar simbólico, para generar reflexiones sobre

el rol del jardín como estímulo sensorial y social dentro de los entornos urbanos contemporáneos. El jardín político A lo largo de la historia occidental, el jardín ha representado el poder político de la época a través del control de sus elementos, por ejemplo la presencia de cuerpos de agua en zonas áridas o montañosas, la dominación de los elementos vegetales a través de la poda o bien la majestuosidad de su escala dentro del paisaje, y los elementos arquitectónicos representativos de la opulencia y riqueza de los poderes hegemónicos (Imagen 4). El jardín como espacio político privado, confinado, protegido y separado del afuera caótico, libre y orgánico, como símbolo de poder espacial, natural y recreativo ante el pueblo.


Imagen 5. Jardines Char Bagh en la Tumba de Humayun , Delhi, 1572

Con el crecimiento y la expansión de la ciudad que consume agresivamente el espacio natural y atrae multitud de poblaciones migrantes provenientes del campo, sumado a la aparición de redes de circulación vehicular, comienzan a acrecentarse los problemas sociales asociados con el hacinamiento, la contaminación, la segregación urbana y la violencia. Los gobiernos entonces comienzan a discutir la necesidad de generar políticas públicas urbanas en función de la liberación del hacinamiento mediante inversión en espacios públicos enfocados en espacios que fomenten la salud integral, la cultura cívica y creen oportunidades para la mejora de las relaciones sociales entre los individuos urbanos. Una de las formas en que se ha aproximado el ser humano al espacio como elemento

culturalizador ha sido a través de las formas geométricas desde la Roma de Adriano (siglo II d.C). Las asociaciones entre el cuerpo y la ciudad a través de la línea, representativa del orden simétrico, han estado presentes no sólo en el diseño urbano, sino también en el diseño de los jardines históricos, por ejemplo el Chahar Bagh del jardín persa (Imagen 5) Imagen 4, el cual organizaba el espacio de forma cuadripartita, regular, enfatizando los ejes articuladores mediante la utilización del agua. El uso de la geometría ha estado asociada a los espacios de poder, como formas de control ciudadano, higienización por medio del orden del medio construido y la habilitación de espacios abiertos para que sus habitantes respiren aire puro y se recarguen para continuar su jornada laboral (Sennet, 1999).

Imagen 6. Perfil urbano desigualdad en Medellín.

representativo

del

contraste

y

Si bien con el paso del tiempo, muchos de estos conceptos fueron retomados por el movimiento moderno en sus postulados referentes a lo urbano, los diseñadores han buscado formas de romper con esta simetría y jerarquización espacial, tal como se observa en el diseño del Parque Pies Descalzos, donde cada una de las zonas tienen valor por sí mismas, aún estando diseñadas a partir de la ortogonalidad. Como muchas ciudades latinoamericanas, que estuvieron marcadas por la violencia, la guerra y el narcotráfico, Medellín, sin duda es un estudio de caso particular sobre el rol de los espacios y jardines públicos en la reconversión política de la ciudad. La historia del conflicto interno por el narcotráfico colombiano, particularmente en Medellín, aparece como un fantasma, que simboliza y representa un


territorio, sus habitantes y sus prácticas urbanas desde la agresión, la violencia y la muerte. Un ejemplo claro de estos imaginarios y representaciones es la ciudad de Medellín con una población de 3.731.447 habitantes (2014), muy similar a la población de nuestro país. Esta ciudad es de las más desiguales de Colombia, con un 22% de la población en condiciones de pobreza, hacinamiento y riesgo, que habitan las laderas de la ciudad (Imagen 7). Sin embargo, desde hace 20 años, la Alcaldía de Medellín ha apostado por la transformación urbana como mecanismo para incidir en las relaciones sociales, en la educación y cultura ciudadana, y en la gobernabilidad urbana. El espacio público ha adquirido un valor público, social y político dentro de la ciudad, enfocado al disfrute de la ciudadanía, tanto en la periferia como en el centro, de espacios educativos y lúdicos enfocados a mejorar las condiciones de convivencia y habitabilidad de la ciudad. El Parque Pies Descalzos, junto con el Parque de Los Deseos, el Parque Explora y el Parque Bicentenario, todos enfocados al esparcimiento y el aprendizaje por medio de la experiencia, son ejemplos del cambio del significado histórico del poder político representado en el jardín público: de lo hegemónico y excluyente, a lo democrático e

inclusivo. Asimismo, éstos responden a las políticas culturales y educativas que guían la renovación urbana de la ciudad de Medellín. Jardín de la metamorfosis Continuamente se habla del jardín como un espacio de transformación para quien lo recorre o lo ve, conforme avanza en la historia el espacio se complejiza en concordancia con el grado de metamorfosis buscado en cada época. El jardín viene a ser un espacio depositario de los valores o deseos de transformación de cada contexto, a modo de ejemplo: • Espíritu - Génesis - Jardín del Edén (salvación - pecado original) • Emoción y espíritu : Carta de Florencia (deleite) • Mente Jardín (conocimiento e ideas)

griego

• Corazón - Cristiano - Medieval (amor) • Percepción del espacio - Jardín Italiano Manierista (ambigüedad) • Esotérico: Vida-Muerte: Knot Garden (perdición)

La transformación del ser humano en su experiencia con el jardín parece ser central en el análisis histórico de este espacio cargado de simbolismo. Por ejemplo, y retomando el énfasis educativo de Medellín, podríamos decir que el jardín como lugar de

Imagen 7. Comuna 13, asentamiento informal que muestra el hacinamiento en que vive el 22% de la población de Medellín. Imagen 8. Vista del contexto inmediato del Parque Pies Descalzos, en el centro la Puerta (cascada de agua)


enseñanza e intercambio de ideas no es algo nuevo, ya desde el 300 a.C., los griegos habrían acotado el concepto; sin embargo, la gran diferencia entre el jardín griego y el jardín del Parque Pies Descalzos, radica en que el último ofrece oportunidades de enseñanza enfocadas en la experiencia del cuerpo con el entorno, mientras que el primero se enfoca en las enseñanzas a través del pensamiento y la filosofía. La metamorfosis de este parque persigue la intención de que sus usuarios y habitantes se transformen de sujetos indiferentes e insensibles a su entorno, en seres conscientes de su relación natural, esencial y pura mediante el contacto con la naturaleza (agua, tierra y aire) de forma profunda, directa y reflexiva, tal como lo plantea la filosofía zen en la cual fue inspirado. La mayor presencia de usuarios son niños y niñas, acompañados por sus familiares, por el carácter lúdico del parque, que en nuestra sociedad se ha condicionado y establecido culturalmente, que es la edad en que se permite el juego y el disfrute del cuerpo en público. Sin embargo, la simpleza sugerente de sus elementos promueve que la población adulta, en el acompañamiento de sus hijos, se transformen en niños nuevamente.

La experiencia del recorrido en el parque se presenta como un espacio de transformación espiritual, a través de las emociones generadas por entrar en contacto sensorial directo y consciente con los tres elementos enunciados anteriormente. El jardín no es un espacio pasivo, sino una secuencia de sucesos sensoriales que busca recuperar la esencia natural en quien lo habita. El parque está organizado por zonas: la zona aire, la zona arena y la zona agua. Muy similar a las pautas de los jardines italianos del Manierismo del s. XVI, el Parque Pies Descalzos contiene fuentes que producen música, chorros de agua en en suelo a modo de bromas acuáticas, laberinto en la sección del bambú, y a la vez es un jardín organizado de forma ortogonal, ordenado y planificado. La zona del aire está asociada a los sentidos del olor, el confort higrotérmico, el tacto y el sonido. Está compuesta por el bosque de guaduas , organizado a modo de labertinto, en el cual se percibe la frescura ambiental, el olor de la flor novios, el contacto de la piel con las hojas de las guaduas que cubren los espacios de circulación. Este espacio no es solamente de recorrido, sino que además ofrece asientos para estar en silencio admirando las flores, el sonido crujiente de las guaduas provocadas por el paso del viento, en contraposición a la actividad que se vive

Imagen 9. Localización de la zona de aire, el Bosque de guaduas. Imagen 10. Vista interna del Bosque de guaduas y el jardín de las flores novios.


Imagen 11. Zona de arena: niños jugando en sector norte

Imagen 12. Vista de la zona de arena: el jardín zen y las piedras.

en el resto de los espacios.

tacto con los pies.

La zona de arena está compuesta por dos espacios, el jardín zen y las torres de nivel. El primero comprende un área circunscrita de arena con enormes piedras rugosas (Imagen 12) en las cuales se fomentan la experiencia del tacto y la relajación que se logra en los pies al ser masajeados contra ellas. El segundo elemento, son una serie de paralelepípedos de madera de diferentes alturas, conocidas como las torres de madera (Imagen 13), en las cuales se experimenta y ejercicita el equilibrio del cuerpo, la relación de las distancias y la búsqueda de alternativas lúdicas que se pueden lograr con los elementos: saltar, escalar, gatear, caminar, etc. Algunos de los ejercicios que se realizan es caminar a través de ellos con los ojos cerrados, de manera que el sentido de orientación se da a partir del

El contacto con la arena no se limita únicamente al tacto, sino también sugiere la posibilidad de crear formas a partir de su aglomeración. El espacio es una simulación de las actividades que usualmente realizaríamos en la playa (Imagen 11) La zona de agua integra un espejo de agua, las piletas, los chorritos (Imagen 15) y la puerta urbana. Cada uno de estos elementos tienen su referente en los jardines históricos, los espejos de agua y las piletas (Imagen 16) de los jardines mesopotámicos, los chorritos del Manierismo, y la puerta urbana (Imagen 14) retoma – de forma sintética y artificial - las cascadas de los jardines barrocos y las cadencia de aguas del jardín persa, pero de forma más compacta.

Imagen 13. Vista de la zona de arena: las torres de nivel, jóvenes caminándo con los ojos cerrados

El agua es aprovechada de diversas formas en el parque: para el juego, el nado, para el masaje, para escuchar la caída del agua y aislarse de la ciudad, y eliminar el estrés. Sin duda, es el elemento con el mayor potencial lúdico y simbólico de libertad, fluidez y dispersión. Como se puede observar, tanto en las fotografías, como en la caracterización del parque, la metamorfosis se genera a partir del contacto con los tres elementos básicos de la naturaleza a través de los sentidos. Al ingresar al parque, el habitante transforma su estrés en relajación, tanto en cuerpo como en mente; convirtiéndose en un ser sensorial consciente de su cuerpo, sus sensaciones y las emociones que le provoca. En un contexto socio-histórico asociado a la violencia, al


Imagen 14. Zona de agua: La puerta urbana con familias jugando, mojándose, nadando en sector norte

miedo, la contaminación sónica y visual y la supresión de las emociones, este parque viene a plantear un oásis de relajación y reencuentro con el porpio ser dentro de la ciudad de Medellín, para el disfrute libre y activo de sus habitantes y visitantes. Jardín como lugar simbólico El jardín como lugar simbólico puede estar asociado a simbolismos de poder, de control, de purificación, de transformación, de libertad, de pertenencia entre muchos otros. La presencia de jardines públicos que celebran los elementos básicos compositivos del planeta tierra y que buscan reconectar al individuo con su origen natural, ofrece un poderosos mensaje simbólico desde el gobierno a sus habitantes.

Imagen 15. Zona de agua: chorritos de agua, niños jugando y experimentando el agua.

Como su nombre lo indica, el propósito del parque es descalzarse, liberándose simbólicamente de ataduras del consumo y la privación sensorial que sufre el cuerpo al estar separado del entorno natural por medio de la ropa, el carro o la velocidad con que se vive la ciudad. La meta es experimentar con las plantas de los pies las diferentes texturas que ofrece el espacio: la arena, la piedra, el concreto, el zacate y el agua. Por otro lado, la creación de un jardín, para el juego, la relajación, la reflexión y el disfrute del cuerpo, que propone una pausa dentro del acelerado viaje metropolitano que nos inhibe las oportunidades corporales de lo urbano. La importancia de espacios para la reflexión, el juego y la socialización en un

Imagen 16. Vista de la zona de agua: las piletas para nadar

contexto donde todavía hay imaginarios de inseguridad, muerte y miedo; pone en valor el espacio público como un poderoso símbolo de transformación de las prácticas y representaciones de lo urbano en Medellín. Se sabe además que la ubicación estratégicica de un elemento en el espacio le transfiere un mayor o menor poder simbólico, y la visión de la Alcaldía de localizarlo este tipo de espacio en un sitio altamente administrativo, refleja la búsqueda por un acercamiento y mixtura de usos a lo interno de su ciudad. De alguna forma, transfiriéndole una significancia representativa del pueblo a la vista de los edificios llenos de funcionarios públicos, recordándoles para quienes trabajan. En reflejo y aceptación de sus contradicciones, el Parque Pies Descalzos establece un diálogo con su contexto y ofrece una oportunidad


de encuentro entre los funcionarios públicos, familias de los estratos más bajos - quienes residen en las laderas periféricas - , los turistas y los empresarios que visitan el Centro de Convenciones de Plaza Mayor. Por otro lado, rompe con el paradigma de la ciudad como símbolo de productividad e intercambio de bienes, al proponer un programa urbano simple, pero sugerente en tanto fomenta la recreación pura, inclusive generando simulacros de verano playero (Imagen 17). Se resignifica el picnic burgués (Imagen 18), los baños públicos y la estabilidad del entorno a través de la apropiación inclusiva de los espacios públicos por los niños, la ducha colectiva lúdica y la creación de objetos con la arena. Asimismo, el agua como uno de los componentes expresados en la Carta de Florencia, y presente en todos los jardines históricos de una u otra forma siempre ha estado presente como elemento de movimiento, de purificación y de relajación. Quizás la mayor diferencia con el uso del agua en los jardines anteriores fue que representaba el símbolo de poder y control de la naturaleza por medio de la tecnología; mientras que en el Parque Pies Descalzos es un símbolo de provocación para el juego.

Inmediatamente las imagenes de los espacios del parque remiten al disfrute del cuerpo y su importancia simbólica radica en la liberación de los cánones represivos de esta actividad en el ámbito de lo público. El parque enseña poco a poco, a librarnos de las ataduras socio-culturales asociadas a las formas de recreación, la experimentación y las formas de socialización con las cuales luchamos desde la época cristiana medieval sobre el miedo a la otredad, la desnudez y el individualismo (Sennet, 1999). En la época griega de Atenas de Pericles (s. V - VI a.C.), el cuerpo desnudo y saludable era una representación de la civilidad y los espacios arquitectónicos y urbanos promovían el cultivo de la mente y del cuerpo (Sennet, 1999). La salud colectiva era sinónimo de una cultura que valoraba y veneraba el cuerpo; quien a su vez concebía la ciudad para el encuentro de cuerpos, ideas, amor y sexualidad ciudadana. Todas sus prácticas urbanas tenían como meta el enamoramiento de la ciudad. Si bien, en la actualidad la desnudez completa no es aún permitida en lo público, el planteamiento de actividades que reduzcan al mínimo la ropa que se necesita para realizarlas, aparece como una oportunidad para reflexionar sobre

Imagen 17. La playa en la ciudad y las manifestaciones de desnudez colectiva. Imagen 18. Picnic urbano por habitantes de las clases bajas de Medellín en el parque.


las limitaciones y restricciones a las cuales es sometido nuestra sensibilidad corporal. La desnudez en lo público además plantea una postura discursiva de libertad, de aceptación del propio cuerpo y de una relación corporal sin morbo, no tradicionalmente encontrada en las ciudades. Conclusiones y reflexiones Tal como se estableció en la introducción del trabajo, mediante el análisis comparativo entre los componentes del jardín y los significados de los jardines históricos, y el caso estudiado se generan a continuación una serie de conclusiones y reflexiones sobre el rol del jardín como estímulo sensorial y social dentro de los entornos urbanos contemporáneos: a) Sobre lo político: Dentro de una ciudad multicultural, con asociaciones imaginarias negativas, con una presión constante de las políticas hegemónicas y globalizadoras, Medellín se presenta como una alternativa para visualizar el jardín público como mecanismo para la educación,

la convivencia, la manifestación lúdica y la gobernancia urbana. En las ciudades latinamericanas contemporáneas, el jardín público trasciende su función contemplativa y pasiva, para ofrecer dentro de la aglomeración de concreto un vacío lleno de actividades físicas y mentales que promuevan y reflejen valores ciudadanos, más allá de los tradicionalmente propuestos por la historia. Un espacio público desde la política, supera las aproximaciones anteriores de represión y control ciudadano, para proponer un enfoque humanista, colectivo y social del espacio urbano. b) Sobre la metamorfosis: Las oportunidades de transformación que ofrece el Parque Pies Descalzos antepone las necesidades físicas y espirituales a las económicas. La puesta en valor del autoreconocimiento de la corporalidad en la ciudad permite una reflexión sobre la forma en que se deben comprender los jardínes públicos

contemporáneos. Estos deben ser pensados y concebidos para la estimulación sensorial del individuo en colectividad provocando el compartir emociones, sensaciones y vivencias con otros habitantes. Por otro lado, el jardín público puede jugar un rol importante en la incidencia positiva de los imaginarios predominantes en un territorio. Estos puedes y deben ser utilizados para construir a una ciudadanía libre, feliz, colectiva, en convivencia y en conexión con su corporalidad. c) Sobre lo simbólico: Los jardines públicos comienzan a posicionarse desde una postura paidia, resignificando los espacios de ocio y recreación en Latinoamérica. De manera que ya no se conceptualiza el ocio como una pérdida de tiempo, sino como un período de enriquecimiento del espíritu y las capacidades sociales de la población. Dentro de una sociedad en donde cada vez más las opciones recreativas están asociadas a espacios de consumo de bienes y servicios


en miras de la sostenibilidad del modelo neoliberal mundial. La propuesta es ofrecer alternativas de recreación que a través de la creatividad y la crítica reflexiva despierte a una sociedad pasiva, consumidora y enajenada. Este tipo de espacios proponen una lucha abierta a los espacios de consumo en la ciudad, y a la homogenización de las actuaciones de los seres urbanos. Lo anterior será pieza fundamental para la construcción simbólica y efectiva de una ciudad humanizada, en donde se ponga en valor el disfrute del cuerpo y sus canales perceptivos en la ciudad. Referencias biblográficas Borja, J. (2003) “La ciudad es el espacio público”. En: Ramirez, Patricia (coord.) Espacio público y reconstrucción de ciudadanía. FLACSO. Carrion, F. (2007) “Espacio público: punto de partida para la alteridad”. En Segovia, Olga (edit.) Espacios públicos y construcción social. Santiago, Ediciones SUR. Elizalde, R.; Gómez, C. (2010) Ocio y recreación en América Latina: conceptos, abordajes y posibilidades de resignificación. Revista latinoamericana POLIS. Fariello, F. (2004) La arquitectua de los jardines: de la antigüedad al siglo XX. Editorial Reverté: Barcelona. Sennet, Richard (1999) Carne y piedra. Madrid, Alianza.

Urrutia, Nagore (2013) El cuerpo y la ciudad: La sostenibilidad urbana desde la percepción de nuestros cuerpos. On the w@terfront, 28.


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