primer semestre de 2018
CRONOGRAMA DE EXPLORACIONES URBANAS
Domingo 08 de abril:
Avenida de Mayo Domingo 20 de mayo:
Microcentro bancario
El 5 y el 19/05 y el 02/06 realizamos la Exploración Urbana Espeluznante, exploración nocturna en micro, a lugares de crímenes y leyendas de Buenos Aires. Sumate a la próxima salida: a las 20 horas desde la puerta de entrada del Cementerio de la Recoleta (recorrido aproximado de 4 horas) - Valor: $ 265 Reservas, fechas y pago: Virginia Fox Celular 11-3800-3761 Email: virgifox@hotmail.com
Enterate de los puntos de encuentro de cada Exploración: facebook.com/groups/explourbana
Seguí la filmación de las Exploraciones en el canal de YouTube de Darío F. Gaitán (lista de reproducción “Leyendas Urbanas”): youtube.com/playlist?list=PLkYtgOj2U6HgvomZdtS_4UPdak2fSJHbC
Es interesante reflexionar, nosotros como Exploradores Urbanos, qué es lo que hace una ciudad. ¿Cuál es el elemento fundamental que forja la naturaleza de una urbe, eso que le da su característica principal? Nosotros, cámara en mano, captamos la piel de una ciudad. Los edificios, los monumentos, los parques, las cicatrices que el pasado ha marcado en cada rincón de Buenos Aires. Enfatizamos lo estético, los estilos arquitectónicos, el modo que la luz cae según la estación, los follajes y los matices sobre el asfalto que la lluvia, la niebla o el relumbrar del sol, irradian en una paleta tan azarosa como tersa. La cuadrícula colonial, las diagonales escasas, los pasajes y las curvas, una geometría que articula la ciudad y le da su forma, su fisonomía. Estamos tentados a contestar el interrogante con el que empezamos estas líneas, definiendo a la ciudad por lo material, por su estructura, por lo que podemos ver y tocar. Y sin embargo, estaríamos muy equivocados. Todo eso puede demolerse, de la noche a la mañana, y lo que caracteriza a Buenos Aires (como a Londres, Río de Janeiro, París o la más pequeña de las urbanizaciones del planeta) seguiría en pie. Sería una gran pérdida, desde ya. Pero no sería decisiva. Porque lo que caracteriza a una ciudad, lo que la distingue de otras y le da su naturaleza, es la gente. Todo lo demás es accesorio. Pero la ciudad se distingue por la gente que la formó, por las historias en común, por los hitos que se enredan en la geografía. La ciudad vibra por cada uno de sus habitantes, los que se levantan cada día, van a su trabajo, sueñan, aman, viven y mueren, aquellos que ejercen el cotidiano oficio de ablandar la vida. Las huellas de todos los que transitaron por la ciudad están tan claras como un mapa, una constelación de trazos que testimonian las presencias de los que decidieron arrimarse a la orilla del Plata. Exploradores Urbanos empezó, hace más de seis años, con la idea de fotografiar la cáscara de la ciudad. Y lentamente, por nuestra propia interacción, el grupo se abrió a explorar la dimensión humana de los sitios que habíamos recorrido con otros ojos. El año pasado, Exploración Urbana festejó el Día del Niño con el Comedor Infantil N° 1 de La Boca, en una de las primeras movidas solidarias de nuestro grupo. Nos adentramos en las calles de La Boca y conocimos a las mujeres que se esfuerzan cada día para que haya un plato de comida para cada pibe del barrio. En Villa del Parque, en cambio, escuchamos
durante tres horas, en un homenaje que nos tocó el alma, la historia de vida de dos ilustres vecinos, Isabelino Espinosa y el maestro Jorge de los Ríos. El 8 de abril, en la primera Exploración Urbana del año, recorrimos Avenida de Mayo, pero ésa fue una excusa para lanzar otra movida solidaria, la de recolección de alimentos para la agrupación “Olla Solidaria” que se ocupa de proveer alimentos a personas en situación de calle. Lo repetimos en la segunda Exploración, el 20 de mayo, en la guiada por el Microcentro bancario. Con estas acciones, Exploración Urbana Buenos Aires explora, sin cámara y con el corazón abierto, aquello que hace único a la ciudad: su gente. Sepamos recordarlo en las próximas exploraciones que nos esperan.
Buenos Aires, junio de 2018
Si querés colaborar con Olla Solidaria visitá su página en Facebook: facebook.com/OllaSolidaria
#3 Buenos Aires Argentina Junio de 2018
Revista digital de distribución gratuita. Se permite su reproducción citando la fuente.
Las fotografías reproducidas en esta publicación son propiedad exclusiva de los Exploradores Urbanos que han compartido sus fotos en el Facebook del Grupo de Exploración Urbana Buenos Aires.
C o r r e c c i ó n d e t e x t o s : A n i t a T i z ó n Ve l a r d e
Barrio Rawson
ü Conjunto de viviendas en el barrio de Agronomía. Uno de los proyectos planificados por la Comisión Nacional de Casas Baratas, un organismo estatal creado por la Ley Nacional Nº 9677 en 1915, iniciativa del diputado cordobés Juan F. Cafferata.
ü Dos sectores: a) 9 edificios de departamentos de planta baja y 3 pisos altos distribuidos dentro de un parque, b) 104 casas individuales sobre un trazado de pasajes en el triángulo de las calles Julio Cortázar, Tinogasta y Zamudio.
ü El barrio se construyó entre 1928 y 1933, inaugurándose en 1934.
ü Julio Cortázar vivió en el barrio, entre 1934 y 1951.
ü Junto a su madre María Herminia Descotte y a su hermana Memé, en el tercer piso de la casa de General Artigas 3246
ü “A las dos, cuando la ola de los empleados termina de romper en los umbrales de tanta casa, Villa del Parque se pone desierta y luminosa. Por Tinogasta y Zamudio bajó Clara taconeando distintamente, saboreando un sol de noviembre roto por islas de sombra que le tiraban a su paso los árboles de Agronomía. En la esquina de Avenida San Martín y Nogoyá, mientras esperaba el ómnibus 168, oyó una batallla de gorriones sobre su cabeza, y la torre florentina de San Juan María Vianney le pareció más roja contra el cielo sin nubes, alto hasta dar vértigo. (...) Por la calle vacía vino remolonamente el 168, soltando su seco bufido insatisfecho al abrirse la puerta para Clara, sola pasajera en la esquina callada de la tarde." Ómnibus (Julio Cortázar)
ü Otros vecinos del barrio: Samuel Eichelbaum, Gabriel Clausi, Pedro Lauga, Horacio Salgán Mario Gomila.
RAMOS MEJÍA
ü A 14 km de Buenos Aires. Partido de La Matanza (PBA).
ü Declarada ciudad en 1964.
ü Gregorio Ramos Mejía era un sevillano que vino a hacer fortuna al Río de la Plata.
ü Casado con María Antonia Segurola, en 1808 escritura las tierras compradas a Martín José de Altolaguirre, el área en forma de cuadrilátero desde el río Matanza hasta los montes de tala que llegaban al Palomar de Caseros, más de 6 mil hectáreas.
ü Después de Caseros, al dividir María Antonia Segurola la tierra entre sus hijos, se trazó el pueblo, tomando como ejes las calles existentes, las hoy Avenidas de Mayo, Rivadavia y San Martín
ü En 1858 llegó el tren a la denominada estación General San Martín, actual estación Ramos Mejía del Sarmiento, arrastrado por la “Porteña”, con dos vagones de pasajeros más pequeños que un tranvía antiguo.
ü La estación es de 1906 y fue construida por el arquitecto holandés John Doyer (quien también construyó la Estación Once).
ü Estilo: victoriano tardío.
ü La Iglesia de Nuestra Señora del Carmen está frente a la estación.
ü Tiene un estilo neogótico.
ü Es obra del arquitecto francés Eduardo LeMonnier, también responsable del templo de la vecina Haedo.
ü En 1926, la familia Narbondo vendió la quinta, adquirida por el Colegio Ward.
ü Aunque histórico predio de la familia Ramos Mejía, hoy se ubica, formalmente en Villa Sarmiento (Partido de Morón).
ü La Casa de la Cultura está en Belgrano y Avenida de Mayo.
ü Es un edificio de estilo español.
ü En él se aloja el Teatro Leopoldo Marechal.
ü El Colegio Santo Domingo se fundó en marzo de 1915.
ü Sito en la calle Álvarez Jonte, a dos cuadras de la Estación Ramos Mejía y enfrente de la plaza Domingo Faustino Sarmiento.
ü A cargo de la Congregación de las Hermanas Dominicas de la Anunciata.
ü Algunos vecinos de Ramos Mejía: Juan Alberto Badía, Leopoldo Federico, Antonio Gasalla, Rolando y Virginia Hanglin, Agustín Orión, Gustavo “Cucho” Parisi, Damián Szifron, Eugenia Tobal, María Elena Walsh.
08/10/17
“Exploración generó un movimiento cultural y social. Lo único que hice fue recorrer Buenos Aires; el resto vino solo” Wenceslao Wernicke, el hombre al frente de las guiadas, nos cuenta cómo empezó con las exploraciones urbanas. Un reportaje de Verónica Rada Arregui y Darío Gaitán Di Seri para “EL EXPLORADOR URBANO”
¿En qué barrio transcurrió tu infancia, que recordás? Wenceslao: Mi infancia transcurrió entre los barrios de Recoleta, Retiro y parte de Palermo. Me mudé muchas veces. Nací en una casa en Austria y Las Heras, cerca de la Biblioteca Nacional. Unos años después nos mudamos y ahí tengo mis primeros recuerdos. En Charcas, entre Rodríguez Peña y Montevideo. Es Recoleta a una cuadra del Palacio Piccaluga (hace poco fuimos con el grupo). Después nos mudamos a Retiro, Juncal y Esmeralda, cerca de la Iglesia del Socorro. La última casa que estuve con mi familia fue en Gallo y Charcas, cerca del Alto Palermo. Cuando me casé, mi primera casa fue en Sánchez de Bustamente y Pacheco de Melo, cerca del hospital Rivadavia.
¿Qué recuerdos tenés de tu infancia, de esa Buenos Aires de las décadas del ´70 y ´80? Wenceslao: Tengo recuerdos de la década del ´70, muy grabados. Soy clase 71. Recuerdo una tele chiquita, en casa, viendo a Perón. Imagino que habrá sido el último discurso. Otro recuerdo: la presentación de Argentina Televisora Color. Era en una carpa donde había TV en colores y veías dibujitos animados. Pasaban al Hombre Araña. Dejabas un juguete para donación. Yo tenía unos 7 años aproximadamente.
¿Cómo está conformada tu familia? Wenceslao: Mis padres ya no están. Con mis hermanos somos seis: cinco varones y una mujer. Ella es la más chica. Es brava, desarrolló sus mecanismos de defensa. Además tengo dos hijos: Ignacio de 20 y Pedro que cumplió 12 el 21 de febrero. A mis hijos les cuesta seguirme a las exploraciones ya que los fines de semana van al club. Pedro nos ha acompañado en algunas exploraciones.
¿Cómo nació tu amor por los detalles de la Ciudad de Buenos Aires? Wenceslao: De Buenos Aires, siempre. Cuando uno convive en una ciudad, la termina amando. Nací y viví, toda mi vida, en esta ciudad. La primera curiosidad de Buenos Aires se me despertó cuando estaba caminando por avenida Alvear y observaba las cúpulas que tenían un estilo que había visto en libros o películas europeas. ¡Y lo tenemos aquí! Después empecé a sacarle fotos. Por la avenida Alvear, Avenida de Mayo, Retiro. Eran los lugares donde vivía y conocía. Después fui más allá. Comencé a explorar Barracas. Llegó Facebook y comencé a compartir las fotos con mis amigos. Luego, en 2008, armé una página que llamé “Historias, Rincones y Mitos de Buenos Aires” donde todos podían ver las fotografías. En esa época no habían grupos de fotos de Buenos Aires de modo que, al primer mes, llegué a tener 5 mil fans. Comenzó a crecer y hoy llegan a 130 mil.
¿En tu adolescencia tenías inquietudes de saber sobre historia? Wenceslao: Siempre me interesó la historia universal, en especial sobre Argentina y Buenos Aires. Tenía dos pasiones: la historia y la astronomía. Tenía telescopios y cartas astronómicas. Me interesaba mucho por qué esto se llama Puente Pacifico o por qué las Galerías se llaman Pacifico. Después encontré la relación, por el puente Pacifico pasaba el tren que iba hasta el Pacifico; los administradores de ese ferrocarril eran los dueños de las galerías. La ciudad tiene mucha historia y me apasionaba.
Desde la ventana de su hogar, Wenceslao tiene una vista turĂstica por excelencia: el Cementerio de la Recoleta.
¿Fuera de vacaciones, cuando ibas a otro lugar, también buscabas las historias de esos lugares? Wenceslao: De chico iba mucho a Córdoba. Era un campo familiar. Un campo y un pueblo con mucha historia, cerca de Río Cuarto. Cuando hablo de Buenos Aires, también hablo de San Isidro, Quilmes. Una vez fuimos con el colegio a ver sitios de las Invasiones Inglesas, creo que era en Ensenada. Después pasamos por la casa de Santa Coloma.
¿A qué te dedicaste laboralmente? Wenceslao: Estudié Ciencias Políticas. No me llegué a recibir, por cosas de la vida (también por falta de constancia). Fui un estudiante avanzado. La Universidad te desarrolla elementos que sirven para trabajar. Estudié mucho el sistema legislativo, en cuanto a proceso y formación de leyes, el funcionamiento del Congreso más que lo jurídico. Trabajé en el Congreso, fui asesor de Diputados, en comisiones, escribí libros. Eso fue en los años ´90. Por ciertas situaciones, me aparté del Congreso. Tenía una consultora. Hacía notas, de temas legislativos, para el diario La Nación y para Infobae. Me desarrollé mucho en los temas legislativos. Ahora estoy como Gerente de Logística de una empresa de transportes, desde hace 10 años. Este trabajo me hizo tomar contacto con distintos lugares históricos del país. Empecé desde hace algún tiempo a buscar lugares históricos en Mendoza, San Juan. Se mezcla el trabajo con la pasión. Cuando viajo uso el tiempo para trabajar y para recorrer el lugar.
¿Cómo creaste el grupo de Exploración Urbana? Wenceslao: Compartí fotos que sacaba. No eran fotos artísticas. Quizás llamaban la atención por algunos detalles. Yo quería una foto de Florida sin gente. Un verano fui a las 5 de la mañana, cuando había luz del sol y la gente aún estaba en sus casas. La saqué desde Plaza San Martín. La subí y comenzaron los comentarios. Hasta que surgió la idea de ir en grupo para sacar fotos.
¿Siempre tuvo ese nombre? Wenceslao: En “Historias, Rincones…” surge primero el nombre de Safari Fotográfico. Tuvimos dos salidas. A ese grupo le faltaba desarrollar la parte de la historia: saber el por qué. Así surgió Exploración Urbana y el otro grupo mantuvo su actividad. Es sacar fotografía y hacer historia.
¿Por qué le pusiste Exploración Urbana? Wenceslao: Porque traté de pensar qué es lo que hacemos. Cuando recorría la ciudad, exploraba, tratando de descubrir cosas nuevas. Una cosa es ver la ciudad y otra mirarla. Cuando caminás con tranquilidad por la Avenida de Mayo, un domingo por ejemplo, vas a descubrir más cosas que cuando estás trabajando. Es descubrir o redescubrir. Pensé en ponerle Exploración Metropolitana. Pero sonaba a colectivo. Un gran amigo, Juampi Aquino, me dijo: “Ponele 'Exploración Urbana'”.
¿Con Safari Fotográfico, qué lugares fueron? Wenceslao: Fue hace unos 9 años. Avenida Alvear, Retiro y Belgrano. Era un grupo fotográfico. Convocaba, no tenía sentido. Les comenté a los organizadores: mi idea era de contar la historia. Ellos decían que era solo fotografía. No sé si sigue Safari Fotográfico Buenos Aires. Así fue cómo surgió Exploración.
¿Cuál fue la primera exploración? Wenceslao: Fue el 30-10-10, en San Telmo. Era el punto más fácil. De la Pirámide de Mayo y la calle más vieja (Defensa) comunicaba la plaza de Mayo, el Fuerte con el puerto. Terminamos en plaza Dorrego y fuimos a tomar un café al balcón. Trato que terminen en algún lugar que se pueda tomar algo. No siempre hay lugares que tengan cafés abiertos. Al principio le daba tiempo para que saquen fotos, pero comenzó a participar mucha gente. Como en toda sociedad, cada uno puja por sus intereses. La gente que se sumaba le interesaba conocer más sobre la historia del lugar y este sector se impacientaba un poco, en relación a los fotógrafos. Hubo momento que estaba cinco cuadras adelante de los fotógrafos. Tenía que buscar el consenso. Fue difícil.
¿Qué anécdotas divertidas recordás? Wenceslao: La que más recuerda el grupo, es la del cura de la iglesia Santa Felicitas. No quería que lo interrumpieran mientras hacia su relato hasta el final. Lo que hacía, era hacer entrar a todos y cerrar la puerta con llave. Para mí era muy peligroso. Tuve que hablar con la secretaria ya que tengo un problema de EPOC y había mucho polvo. En lugares muy viejos y con bastante humedad, no puedo estar demasiado tiempo. Me dejaron salir, pero la reja estaba cerrada.
¿Cómo llegaron las exploraciones fuera de la ciudad? Wenceslao: El grupo se estaba amalgamando mucho en lo que eran las actividades de Exploración Urbana y buscaban algo más allá de Buenos Aires. De esta forma comenzaron las propuestas para salir de Buenos Aires, La primera exploración que hicimos fue Carlos Keen, luego a Rosario, Colonia, los Esteros del Iberá, Sierra de la Ventana.
¿En la primera exploración, pensaste que esto iba a durar tanto tiempo? Wenceslao: No. Pensé que iba a durar un año. Era lo que tenía previsto. Cuando terminé ese año, comenzaron a preguntarme lo que haríamos al año siguiente. El primer año hice exploraciones en el verano. Pero tuve una experiencia de mucho calor. En algún recorrido, tuve una persona que se desvaneció. Yo tuve un bajón de presión en Luján. Pasó por mi falta de experiencia. Hicimos una etapa, que era recorrer la Basílica, almorzar y recorrer el casco histórico. Ese día había ido un rato antes. Luján tiene una plaza seca. No hay un árbol Ese día hacia unos 40 grados. Estuve como una hora bajo el sol, cuando me siento a almorzar ahí me desmayé. Me vino a ver un médico, me dio agua y me dijo que me quedara tranquilo.
¿Cómo creció el grupo? Wenceslao: Creció geométrica y aleatoriamente. Geométricamente porque creció abruptamente. Algún día fuimos 200 en la avenida Alvear. Aleatoriamente porque es un grupo que algunos se van, algunas veces vuelven. Se suma gente nueva. Se formaron varios subgrupos. Cada año se forma un grupo nuevo. Hay otros grupos que también hacen alguna guiada.
¿Antes de Exploración te consultaban sobre lugares de la ciudad? Wenceslao: Si, en “Historia, Rincones…” contaba historias. Llamaban productores para saber dónde había casas abandonadas, para hacer grabaciones. En “Histoira, Rincones…” escribimos Franco y yo. Hay ciertas funciones que delegué.
¿Cuál es el techo que puede tener Exploración? Wenceslao: No se sabe. Cuando crece mucho se generan nuevos grupos. Jamás fue proyecto económico. Fue el primer grupo que hacía estas salidas. Creo que lo hicieron tomando en cuenta la experiencia de Exploración. Y cada grupo tiene su identidad.
¿Qué pensabas cuando ibas rumbo a tu primera exploración? Wenceslao: Pensaba que íbamos a ser 10: fuimos cerca de 30. Me puse un poco nervioso. Una de las ultimas exploraciones que me puse nervioso, por la cantidad de gente, fue la de Barrio Parque. Puse como punto de encuentro, frente a A.T.C. Pensaba: “¿Cómo voy a poder guiar esto?”, por la cantidad de personas. Cuando hicimos la isla Demarchi, Prefectura preguntó si estábamos haciendo un piquete. Nos escoltaron muchas veces los patrulleros.
¿En qué cambió Exploración, desde ese 30-10-10? Wenceslao: Los recorridos son más cortos. Antes me encerraba mucho en la programación; ahora es un poco más amplio. El espíritu original es el mismo. Hay un sector que es tradicional del grupo y están los que se suman. Hicimos dos conferencias: a Isabelino Espinosa y Jorge de los Ríos. Exposiciones, una en el Centro Cultural Carlos Gardel y otra en la Casa de San Luis. Y un acto benéfico, para el Comedor Número 1, de La Boca. Los sábados por la tarde, hacemos alguna transmisión en vivo.
¿Qué proyecto tenés para el 2018? Wenceslao: Explorar un poco más el país. No sólo la ciudad. Exploración generó un movimiento cultural y social. Se armó con la misma marcha, es un grupo de encuentros. Lo único que hice es recorrer Buenos Aires; el resto vino solo. Me siento responsable porque tengo que saber adónde los convoco, por el tema de la seguridad.
12/11/17
Gracias Luigi Romo, explorador urbano y vecino de Ramos MejĂa, por haber guiado la ExploraciĂłn a tu barrio.