REVISTA ANDAR EXTREMO N° 33

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Director / Propietario

Participaron de esta edición

Fotografías

Marcos Ferrer

Claudia Botero Shelly Hubbard Diego Cavassa Marina Beltremone Makalu Fernando Pau

Francisco Ibarra Wally Ghiringhelli Club de Corredores Makalu Fernando Pau

Agradecimientos Club de Corredores Luxor Magenta Makalu

Lorena López Wally Ghiringhelli Eleonora Peña Guillermo Zapata Mariano Galván Bokedari

Marcos Ferrer Diego Cavassa Rob Thomson Mariano Galván

Foto de Tapa Rob Thomson

Revista de Aventura, Deportes Extremos, Medio Ambiente y Turismo. Registro de la propiedad Intelectual. Dirección: 65 nº 287 (1 y 115), La Plata, Bs As, Argentina. Tel:0054 (0221) 4254577 E-mail: info@andaresaventura.com.ar face: andar extremo fan page: andar extremo info Queda prohibida la reproducción no autorizada total o parcial de los textos publicados, mapas, ilustraciones y gráficos incluidos en esta edición. La Dirección de esta publicación no se hace responsable de las opiniones en los artículos firmados, los mismos son responsabilidad de sus propios autores. Las consecuencias de practicar deportes extremos pueden ser muy peligrosas. Las notas publicadas en este medio no reemplazan la debida instrucción por parte de personas idóneas. El staff de Andar Extremo colabora ad-honorem, si deseás publicar un relato o nota comunicate a nuestro mail.





El Desafío Aysén Invernal se corrió el 15 y 16 de Agosto, en la Patagonia Chilena, en la localidad de Coyhaique y sus cercanías. Esta carrera expedicionaria presentó tres niveles de competencia. En la categoría “Expertos”, modalidad más dificultosa, los participantes hicieron trekking por nieve, mountain bike y kayak. Los casi 100 corredores desafiaron un difícil recorrido de aproximadamente unos 120 km, que contó con nieve, sol, frío, viento, lluvia y temperaturas bajo cero. En la nota Claudia Botero y Lorena López, de Ateneas Colombia, equipo femenino de carreras de aventura, nos cuentan su experiencia.

n el 2012 ya habíamos tenido la oportunidad de haber participado en esta bella y mágica carrera, Desafío Aysen Invernal, bien llamada “La carrera más bella de Chile”. Cuando recibimos la invitación para esta nueva versión no lo pensamos dos veces, siempre es un reto grande para una dupla de mujeres, pero ¿para qué son los retos si no son para retarlos?... Y siempre nos gusta empezar los relatos con una frase que bien identifica a Ateneas Colombia: “Siempre, pero siempre se gana sin ser necesariamente los primeros… y nosotras siempre ganamos”.

Ahora puedo confesar que en la noche no había dormido muy bien pensando en la ruta que visualizaba el mapa, o más bien que no visualizaba tan claramente, me sentía preocupa-


da, porque veía que el reto de la navegación iba a estar difícil. Tenía en mis manos la responsabilidad de guiar mi equipo con éxito por los caminos patagónicos, mi compañera confía cien por ciento en mí, en la experiencia que me ha dado los casi diez años en la aventura y no quería realmente defraudarla. La Patagonia se nos presenta con retos nuevos para nosotras, paisajes por descubrir, que nos asombra con cada paso que damos, no estamos acostumbradas a sus paisajes, al frío intenso, a las largas horas caminando en la nieve y campos de estepa patagónica inundados, bosques encantados. Ya estábamos allí y ahora debíamos enfrentar la aventura y disfrutarla como se nos presentara. A las 6:00 am, aún oscuro la organización del desafío nos lleva hacia la salida, El Lago Frío, iniciaríamos con una remada de aprox. 15 km.

Marcando por su perímetro 6 balizas. A las 7 am estamos ya todos agolpados, nos damos un abrazo con Lorena y esperamos el pitazo, ese conteo regresivo que te mueve el estómago y que después de diez años corriendo aún me emociona y me activa… 5, 4, 3, 2, 1…. Y arrancamos, vamos juntos los equipos expertos y aventureros, con un trote por un camino ripiado aproximadamente por 3km. Por estrategia iniciamos con el traje de neopreno ya puesto y eso estuvo bien, marcamos el primer PC, empezamos la remada, disfrutamos rodeando el Lago Frío, no estaba tan frío. Después de unas dos horas aproximadamente salimos del agua, a cambiarnos rápidamente y no permitir que la temperatura se nos bajara demasiado e iniciaríamos el largo trekking. Ahora si, a disfrutar de la Patagonia, sus

paisajes y sus obstáculos. Seguiríamos hacia PC 2, había dos formas de llegar, rodear el lago y hacer una larga trotada por un camino destapado vehicular, o navegar, marcar rumbo y cortar camino por bosques. Vimos que todos los equipos tomaron la segunda opción y nosotras también la tomamos, marcamos rumbo y tal vez muy pronto nos adentramos por un bosque inundado, árboles tumbados…tal vez fue el camino más lento, pero estábamos encantadas con el paisaje, con el reto y lo nuevo para nosotras. Tuvimos que cruzar varias veces ríos con sus aguas heladas Llegamos al PC2, marcamos y creo que ya estábamos de últimas, no importa, nunca nos afana estar de primeras. Ahora debíamos seguir camino a PC3, el punto que más preocupada me tenía y no me había dejado dormir la noche anterior, este PC era virtual, es decir debíamos encontrar una señal que había puesto la organización y tomarnos una foto. Siempre he dicho que los PCs virtuales deben estar ubicados en un lugar fácilmente identificable en el mapa, una antena, una construcción, un puente, pero este no estaba así!. Cruzamos un río más grande, no hubo remedio, tuvimos que nadarlo y terminar totalmente mojadas e íbamos camino a la nieve, que mal, pero hasta esto lo disfrutamos. Como no soy experta navegante en la Patagonia, decidí marcar rumbo y tirar derecho, ir verificando constantemente la altitud y así fuimos avanzando por la montaña inclinada, nevada, sin puntos de referencia, en bosques difíciles de avanzar pero confiaba en mi brújula y en mi altímetro y Lorena, confiaba en mí. Evidentemente ningún equipo había tomado por donde nosotras, porque no encontramos huellas en el camino, seguimos avanzando hasta que nos topamos con muchas huellas y me puse feliz! Ahora sería más fácil debía seguir las huellas!!!... Pero no, fue lo peor que nos pasó, hicimos y repetimos las huellas de equipos perdidos, iban y



se devolvían, iban y se devolvían. Esto me hizo entrar en un momento de desespero y angustia y no me dejó pensar muy bien, hasta que decidí seguir avanzando como venía, confiando en mi brújula y la altimetría, y así logramos llegar al punto donde debería estar el PC. Le hicimos inspección, buscamos y buscamos y el clima se empezó a dañar, se nubló y nos quedamos prácticamente con cero visibilidad, a lo lejos de la montaña sobre toda la Patagonia solo se veían nubes negras que nos indicaban fuertes tormentas, lluvias y nevada, no encontramos equipos, ni gente de la organización y después de mucho tiempo buscando el PC, tomé la decisión por seguridad de avanzar y no marcarlo, fue frustrante pero no queríamos enfrentarnos a un mal momento en la montaña y menos en territorio desconocido para nosotras. Seguimos rumbo a PC4, con prácticamente cero visibilidad, el rumbo y la altimetría nos llevó derecho y sin complicaciones lo encontramos,

seguimos sobre la misma cota hacia PC5, un trayecto largo sobre nieve, con pasos complicados y nos cayó la noche, empezó a nevar y la temperatura bajó bastante… íbamos bien, sobre el rumbo, teníamos comida y buen abrigo, sin embargo decidimos prendar la radio para indicarle a la organización que estábamos bien, sobre el camino y que no estuvieran preocupados, ellos nos lo agradecieron. Llegamos a PC 5 pero ya nos informaron que no podíamos seguir a PC7, ya que era tarde y era peligroso. Nos regresaron a Coyhiaque, un poco frustradas, pero bien. Puedo decir que aprendí y crecí muchísimo en esta etapa, a la montaña la amamos pero también la respetamos muchísimo, también puedo decir que ganamos, ganamos experiencia, ganamos trabajo en equipo, le ganamos al miedo y ganamos el mejor premio, la misma aventura. La segunda etapa sería diferente.

Las cosas no habían salido muy bien el primer día o bueno por lo menos no como nosotras lo esperábamos, nuestro objetivo en todas las carreras que participamos siempre será disfrutar pero disfrutar compitiendo dejándolo todo alma, cuerpo y corazón en la montaña. El día anterior no había sido fácil duramos mucho tiempo en aquella montaña cubierta de la hermosa y encantadora nieve, esa misma que en algunos momentos nos hizo sentir miedo y confirmar que en medio de la inmensidad de la naturaleza no somos nada; así que cuando sonó el despertador a las 5:00 am nuestros cuerpos agotados y con todas las contracturas musculares decían ya no más nuestro corazón decía todo lo contrario, solo los que corren podrán entender de que estoy hablando. Es una fuerza interna que te dice “a qué viniste? demuéstrate de lo que eres capaz, no te rindas” y así fue, sin pensarlo mucho nos levantamos, empacamos algo de comida para el día y arrancamos al punto de salida que esta vez era en el hotel Don Diego de Alamagro. De nuevo se siente esa adrenalina y ansiedad de la largada de cualquier carrera, alguien me dijo algún día: si dejas de sentir eso ya no tendría sentido seguir corriendo; y tenía toda la razón, aun no amanece en Coyhaique, los dolores desaparecen como por arte de magia y estamos listas para la cuenta regresiva 3,2,1 y nos fuimos. Me sentía como en una contra reloj me la estaba disfrutando, la bici y yo parecemos ser un buen complemento, hablé con Claudia y le dije que la estrategia del día sería no despegarnos de algún equipo que llevara el mismo ritmo de nosotras y así fue toda la parte de bici lo hicimos junto con el otro equipo Colombiano, no fue fácil sostener el ritmo de competencia. Estábamos entre los tres primeros equipos marcando los respectivos PC, no lo podíamos creer definitivamente las piernas se mueven con el corazón y al parecer nosotros los Colombianos llevamos el gen de los buenos ciclistas, la etapa de bici transcurrió muy rápido, pronto llegamos a la



reserva natural y aunque nos llevaban algunos metros de ventaja aún teníamos de referencia a Jenny y Felix, en el camino. Varios equipos de las otras categorías habían optado por bajarse de sus caballitos de acero y hacer las inclinadas cuestas caminando pero Claudia y yo estábamos muy motivadas, creo que las dos recordamos las cuestas que nos hicimos en Colombia entrenando mucho más duras y con mucha más altura así que esto es solo cuestión de meterle cabeza y pensar todo el tiempo que si se puede. Debo confesar que hasta una lágrima derramé en esa subida y no por lo difícil que pudiera estar, solo contemplaba ese hermoso paisaje y esas montañas blancas y me decía muy dentro de mí que valió la pena venir a Chile a cumplir mi sueño, que no cambiaba esa emoción de felicidad por nada y recordé esta frase que retumba en mi mente desde el día que decidí renunciar a mi trabajo por venir a correr la carrera. “Correr detrás de un sueño tiene un precio, por más caro que sea, nunca es tan alto como el precio que paga quien no vivió” (Paulo Cohelo). Definitivamente no pagué el precio más alto, muchas sensaciones se me revivieron en esa etapa de bici y creo que para nosotras dos, como equipo fue uno de los momentos más emotivos de la carrera, esos que te cargan de nuevo de energía, que te reviven. Llegamos a PC 19 de transición junto con el otro equipo Colombiano. Pronto llegó el primer equipo masculino, nos cambiamos muy rápido comimos lo que pudimos y arrancamos con ellos, era mucho más fácil ubicar los PCs virtuales entre seis que nosotras dos solas, así que prendimos de nuevo motores para no quedarnos atrás. Las transiciones suelen ser difíciles y dolorosas más aún en el segundo día de carrera pero no es momento para el dolor, este tenía que ser nuestro último esfuerzo. Poco a poco el equipo masculino Chileno y el Colombiano nos

tomaron ventaja, la cual no fue mucha ya que tuvieron que bajar el ritmo del trekking para lograr ubicar el PC 20, nos reagrupamos, el equipo Chileno optó por un sendero diferente y nosotras decidimos junto con Jenny y Felix buscar el PC juntos, rastreamos toda la zona, nos dividimos en cuadrantes y así transcurrieron aproximadamente dos horas y el bendito PC20 no apareció los que sí fueron apareciendo fueron los demás equipos entre ellos los dos equipos mixtos el Argentino y el Chileno que andaban en el mismo plan que nosotros. Equipos iban y venían y como el podio de la categoría expertos mixto ya estaba definido desde el primer día de competencia decidimos irnos juntos; este grupo cada vez era más grande, ya sumábamos 8 y esto ya parecía caminata con los amigos. Cansados de buscar los navegantes de cada equipo deciden ir en búsqueda del PC21, la carrera ha cambiado de concepto ahora solo queremos disfrutar así que mientras caminamos Verónica Bravo y yo nos tomamos fotos, jugábamos con la nieve. Hasta granizado de gel nos preparamos por cierto una muy buena receta de la Chilena Verónica. Todo nos divertimos mucho en esa parte de la carrera; tres nacionalidades Chile, Argentina y Colombia dejamos atrás un momento la competencia para disfrutar de la amistad, porque eso somos en el fondo “amigos de la montaña”, con esos que vives momentos i n o l v i d a bl e s e n l u g a r e s inimaginables, entre risas y chanzas encontramos el PC21 nos tomamos la respectiva foto grupal y nos dirigimos al punto de partida. Allí la organización junto con los capitanes de cada equipo decidieron que los

cuatro equipos mixtos irían directo a la meta. Así fue tomamos nuestros caballitos de acero y la ansiedad de llegar, ver el arco de meta más que las piernas es las que nos ayudan a dar los últimos pedalazos. Llegamos juntos, fotos van fotos vienen y ese momento para recordar toda la vida el abrazo con tu compañera de equipo, abrazo de agradecimiento, de felicitación, de admiración, la tan anhelada medalla de finalista que es tu tesoro el que quizás algún día le enseñarás a tu hijo contándole esta misma historia; solo tú sabes cuánto pasaste para tenerla ahí colgada y ahora solo quedan miles de agradecimientos a nuestros patrocinadores Salomon Colombia, Thundra Outdoors, Compressport Colombia, Optic Nerve, Strong Sportnutrition, Benigno Calderon e hijos, a nuestra familia y amigos que nos siguen apoyando es estas locuras, al Desafio Aysen, Pancho Vio y todo su Staff, a los fotógrafos y equipo periodístico que reviven con cada imagen sentimientos de carrera, gracias a la vida por darme la oportunidad de correr en las montañas, esta es mi pasión, esta es mi vida.



helly Hubbard, sus hijas: Tiffany de 9 años de edad, y Michaela de5 años, y su nuevo novio Roger Sargeant, estaban disfrutando de una tarde, jugando tiro al blanco y haciendo un picnic en el desierto cerca del Bosque Nacional Ironwood en el condado de Pinal. A medida que se estaba poniendo el sol, guardaron todo en la camioneta y se prepararon para regresar a casa, que estaba a unos 65 kilómetros de distancia, en la ciudad de Arizona. Shelly, un nativa de allí que estaba familiarizada con el desierto, provenía de una familia con pocos recursos. El entretenimiento que había mamado desde pequeña era ir al desierto, entonces se puso al volante con Roger en el asiento del acompañante y las niñas en la parte posterior. El desierto de Arizona cubre una extensión de 300.000 km2 es conocido por tener uno de los climas más severos del mundo, además se convierte en un lugar siniestro: no sabes con quien te puedes encontrar. Allí hay mucho tráfico ilegal por la cercanía de la frontera con México. Viajando al sur, Shelly giró en un camino de tierra, luego de media hora paso a través de una franja de desierto llena de basura y botellas vacías. Al lado del camino vio un Ford Bronco abandonado. Si bien conocía mucho la zona no reconoció el paisaje, por la maleza no se veía el camino transitado. Igualmente siguió para ver si la llevaba al camino conocido. Al medida, que el cielo se oscureció, Shelly se dio cuenta que ya no reconocía nada de lo que la rodeaba. Se supo más tarde que habían cruzado en una sección de la tierra en la reserva de Tohono O'odham. Cerca de las 21 hs, cuando se encontraron con el lecho de un río seco. Shelly detuvo el coche, no creía poder pasar los bordes del cauce eran muy abruptos, el vehículo era de tracción



simple, solo las ruedas de atrás traccionan. Roger se bajó de la camioneta y miró hacia abajo y dijo “Creo que puedo conseguir pasar a través de él”. Roger lentamente descendió el barranco. La camioneta se tambaleó hacia delante y el paragolpes quedó apoyado en el borde del lecho, las ruedas traseras suspendidas no llegaban a friccionar. Roger dio se cuenta rápidamente de que la situación era grave. La batería del celular estaba muerta y tenían poca agua y comida. Durante las siguientes cuatro horas trataron en vano de desencajar la camioneta. Las niñas recogieron piedras y palos para colocar debajo de las llantas, mientras que Shelly cavó debajo del paragolpes delantero. Por un momento, Roger fue capaz de conseguir levantar la camioneta con un criket, pero se deslizó, enterrando el gato entre el suelo y el paragolpes trasero. No había forma de sacar el vehículo La tensión aumentó, Roger y Shelly discutían. La única opción que tenían era pasar la noche en el lugar Más tarde esa noche comenzaron tres

pequeños incendios para pedir ayuda, pero cerca de 1:30 am, exhaustos decidieron descansar un poco. Con las niñas acurrucadas en la parte trasera de la camioneta, Shelly y Roger se quedaron afuera, con sus armas, una escopeta calibre 12 y un revólver calibre 38. Estaban a un centenar de kilómetros de la frontera con México, los desiertos del sur de Arizona eran un lugar siniestro en la noche. Las pandillas violentas y contrabandistas transfieren camiones llenos de inmigrantes. Esa noche, sin embargo, transcurrió sin incidentes. Al amanecer del segundo día, Shelly miró a través del horizonte las montañas al este. “Cuando salió el sol, miré y me di cuenta dónde estábamos”. En la distancia señaló Kitt Peak, una montaña cercana a Tucson. Roger, que se crió en Nueva Jersey y sólo había vivido en Arizona unos años, no reconoció la zona, pero por la expresión del rostro de Shelly, sabía que estaban lejos de casa. Intentaron una vez más tratar de desencajar la camioneta pero fue imposible, recordaron que a unos 6 km, habían pasado al lado de una Ford Bronco abandonada. “Quizás en esa camioneta

haya un cricket que nos sirva para desencajar la nuestra”. Con dos botellas a la mitad de agua y las armas salieron rumbo a la Bronco. Roger llevaba a Michaela en sus hombros, mientras que Shelly tapaba con un paraguas la cabeza de Tiffany. Los cuatro compartieron las botellas de agua, tomando pequeños sorbos tratando de conservar el líquido. Se detuvieron varias veces para buscar sombra, eran las 7 de la mañana y el sol ya agobiaba, tardaron cinco horas para hacer 6 kilómetros. Hacía mucho calor, la temperatura en esos lugares llegaba a 46° cuando el sol estaba en su punto más alto. Cada 10 metros las niñas pedían agua, Tiffanny estaba agotada. Una vez que llegaron a la Bronco, revisaron el interior pero no encontraron nada. Con casi nada de agua, Roger sabía que tenía que tomar medidas drásticas. “Voy a buscar ayuda”, dijo “Quédense aquí en la sombra, y les prometo que voy a estar de vuelta”. Consumido por la culpa, Roger despegó a un trote lento, pronto desapareció en el desierto. A la media hora comenzó a sentir los efectos del calor, se dio cuenta que respirando por la boca se deshidrataba más rápido Roger miró a través del terreno aparentemente interminable. Arbustos achaparrados y cactus salpicaban el paisaje, y saguaros imponentes proyectaban sombras de altura sobre el suelo del desierto. El desierto de Arizona cada año cobra cerca de 200 vidas por sus duras características. Sin agua, podría padecer rápidamente de deshidratación o un golpe de calor. A pocos kilómetros en su caminata, llegó a una bifurcación. Eligió el camino con más huellas, pero previamente reunió rocas y basura, para marcar el camino de regreso a su familia. A medida que la tarde transcurrió, Shelly empezó a cuestionarse permanecer inactivas en la Bronco. Si algo le pasó a Roger sabía que ella y sus hijas morirían. Decidieron empezar a caminar, siguiendo lentamente las pistas de Roger.



Paisaje del Río Tuichi

Decidido a encontrar ayuda antes que caiga la noche Roger llevaba 8 horas caminando. La combinación de la falta de agua y el calor derivaban en una insolación severa. Una persona en esas condiciones necesita 1 litro de agua por hora, Roger no había tomado agua en todo el día. De pronto vio un bebedero de hormigón para ganado. Impulsado por la esperanza, corrió hacia él, pero cuando miró dentro, descubrió que estaba completamente seco. Comenzó a llorar y tirar piedras de la bronca. Apuntando con su pistola al cielo, disparó tres veces con la esperanza de alertar a alguien en busca de ayuda, pero no había nadie alrededor por kilómetros. La sed era insoportable. Shelly llevó a sus hijas por el sendero, ya no tenían una sola gota. Al acercarse a la bifurcaron en el camino que Roger había estado antes, Shelly miró a su izquierda reconociendo las montañas cercanas a su casa. Mirando a su derecha, su corazón dio un vuelco, vio las botellas y piedras en los arbustos que había maracado Roger quien había tomado por un camino equivocado adentrándose más en el desierto.

Contempló su próximo movimiento. ¿Podrían las niñas sobrevivir el viaje a través de las montañas?¿Roger volvería primero? Shelly decidió seguir a Roger, rogando de haber tomado la decisión correcta. “Me di cuenta de que él iba en la dirección equivocada”, pensó Shelly.”Pero yo sabía que Roger iba a hacer lo imposible para conseguir ayuda” Las opciones no eran buenas. Al caer la tarde creció más su estado de deshidratación, sin agua el cuerpo no elimina las toxinas, lo que provoca debilidad, dolor de cabeza y delirio. La lengua se les pegaba en el paladar. Cuando se detuvieron a descansar una vez más Shelly sabía que tenía que hacer algo urgente para conseguir agua. Sabía que los cactus retenían mucho líquido, si le disparaba a uno podría juntarlo en una botella y tomarlo. Pero al disparar no consiguió sacar nada, parecían astillas de aserrín. EL ritmo de Roger era lento, se había deslizado desde el terreno de la montaña y finalmente llegó a la tierra plana. Al igual que Shelly, estaba en necesidad crítica de agua. Usó

El clima desértico, tiene inviernos suaves y veranos calurosos. Normalmente, de finales de otoño a principios de la primavera el tiempo es suave, siendo la temperatura mínima de 15 °C. Entre noviembre y febrero son los meses más fríos (temperaturas entre 4 y 24 °C), aunque no son infrecuentes las heladas. Aproximadamente a mediados de febrero, las temperaturas empiezan a subir de nuevo, con días cálidos y frías noches de viento. El verano arizoniano, de mayo a agosto, se caracteriza por un calor seco que oscila entre los 32 y 48 °C. En áreas desérticas se pueden registrar puntualmente temperaturas que superan los 52 °C. Debido en gran medida al clima árido, tienen lugar a menudo grandes oscilaciones de temperaturas entre el día y la noche (algunas de hasta 28 °C en los meses de verano). La mayor temperatura registrada en Arizona fue de 53 °C, medidos el 29 de junio de 1994

la culata de su arma, para perforar un cactus, para sacar humedad. Las espinas lastimaron sus dedos, dejando sus manos lastimadas. Exprimió el cactus por encima de la boca, y aspiro cada gota de humedad. Se quitó la camisa y lo llenó con trozos de carne de cactus. A medida que el sol empezó a ponerse para pasar una segunda noche, Roger podía ver una luz tenue parpadeando en la distancia. Trazó una flecha en el suelo, que tenía previsto seguir al día siguiente. Cavó un hoyo en la tierra, para poder hacer descansar su cuerpo clamando a Shelly y las niñas. “No se rindan. Las voy a sacar de acá”. Shelly, por su parte, acudió rápidamente a abrir un cactus erizo con sus manos, se encontró solo con humedad en el interior. Ella la recogió y lo trajo de vuelta para las chicas. Para entonces sus hijas apenas podían hablar y mucho menos estar de pie. Los ojos de Tiffany estaban hundidos, rodeado de anillos marrones. Michaela demacrada; tenía los labios encogidos pegados a los dientes. Mientras las chicas trataban de consumir pequeñas piezas del cactus, Shelly hizo un pequeño fuego, esperando que el humo de señales de ayuda. En la desesperación completa, Shelly sabía su único recurso era beber su propia orina. Uso una botella que había traído de la camioneta, Shelly orinó tanto como sea posible. Aunque el líquido era repugnante, ella y sus niñas bebían pequeños sorbos. Un ser humano no puede durar más de ocho horas sin agua en el calor del desierto, ya habían estado caminando durante más de 10 horas. Shelly y sus hijas se acurrucaron juntos, frente a una segunda noche en el desierto sin agua. Pasaron las horas y durmieron poco. De repente, el silencio se rompió. A Tiffany le pareció oír un coche En la distancia Shelly oyó el estruendo, cada vez más fuerte con cada segundo que pasaba. Ella corrió


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Bronco encontrada en el camino

Bebedero seco encontrado por Roger

Años más tarde

hacia el camino, agitando los brazos violentamente en el aire. Dijo por fin ayuda. La camioneta aceleró sin parar. La madre sintió una oleada de brisa, la camioneta casi las pasa por encima. Shelly cayó de rodillas. El vehículo paró unos metros más adelante y dio la vuelta. Las luces encandilaron a Shelly y sus niñas, el coche aceleró. De pronto cayó en la cuenta de que tan lejos de rescate estaban, el conductor probablemente era un miembro de una pandilla de la fronteriza mexicana. “Corran!” Les gritó Shelly a sus niñas. Tiffany y Michaela se escondieron, Shelly agarró la escopeta y le apuntó al conductor. La camioneta aceleró en dirección a ellas mientras Shelly tenía el dedo sobre el gatillo. El conductor aceleró más y haciendo una maniobra en el último segundo se desvió alejándose del lugar. Shelly se tumbó en el suelo con sus niñas, y cerró los ojos, imaginando su familia en el frescor del aire acondicionado de la casa. Sabía que no podrían sobrevivir un día más. Intentaron seguir un poco más, las niñas ya no avanzaban, en eso Tiffany con el rostro totalmente demacrado le gritó “Mamá”, “No puedo caminar más no doy más. Sólo dispárame. Por favor, mátame”. Shelly hizo todo lo

posible para tranquilizar a su hija mayor. “Vas a estar bien. Vamos a salir de aquí”. Era el tercer día, el sol salió sobre las montañas y ya habían pasado 24 horas de que las niñas habían bebido agua, ya no razonaban bien por causa de la falta de líquido. Veían borroso. Al amanecer, Roger comenzó a caminar rápidamente por la carretera, con renovada determinación para encontrar ayuda, pensaba en su familia y eso lo impulsaba a seguir. Inesperadamente, el ruido y el polvo llenaron el aire. Una camioneta se acercaba por el camino por delante. Sabía que por el horario no podía ser alguien ilegal así que frenéticamente comenzó a hacer gestos. La camioneta se detuvo al lado del camino. Roger demacrado y cubierto de suciedad, con sudor y lleno de espinas se acercó al conductor. “El agua. Agua”, graznó, con la garganta seca. “Agua. Agua”. “Estoy tratando de decirle que mi familia, mis hijas están ahí”, Roger no podía hablar su garganta reseca le impedía emitir sonido alguno. El conductor miró a Roger de arriba y abajo con disgusto. “No te preocupes”, dijo, escupiéndolo en la cara. “Alguien va a encontrar tus huesos por aquí”. El hombre se marchó dejando a Roger en

Cartel de precaución contra inmigrantes ilegales

una nube de polvo. Tan sólo dos días en el desierto habían cambiado la apariencia de Roger de manera tan drástica que lo habían confundido con un inmigrante ilegal. Al amanecer, Shelly y las chicas habían buscado sombra en unos arbustos. Cavando un hoyo con sus pies, Shelly encontró que la arena estaba más fresca. Enterró a sus dos niñas en la arena hasta el cuello para enfriar sus cuerpos. “Yo sabía en este punto que la muerte era una cuestión de tiempo, tenía que intentar mantener la vida de mis hijas el mayor tiempo posible”. A Roger le había llevado dos días caminar 20 kilómetros en el desierto y estaba perdiendo su batalla en la supervivencia, no sentía nada, estaba totalmente adormecido, sus piernas raquíticas, tropezaban más por el camino. Una vez más se oyó el ruido de un vehículo que pasaba. Tambaleándose vacilante, se esforzaba por concentrarse en la camioneta que iba directo a él. El conductor bajó la ventanilla. Y le dijo “Roger?”, Preguntó el hombre. “Eres tu?”. Una ola de emociones se apoderó de Roger que era uno de sus clientes de trabajo. “Agua” Roger murmuró. “Necesito agua”. El conductor se bajó de la camioneta, dándole a Roger dos botellas de agua y una Pepsi, que rápidamente tragó. Llamaron al 911 en su celular y pronto el desierto era un hervidero de ambulancias y los equipos de la Oficina de Administración de Tierras de búsqueda y rescate. En la parte trasera de una ambulancia, la deshidratación de Roger fue tratada con


líquidos por vía intravenosa, y explicó a los investigadores lo que había sucedido. “Tenemos que llevarte al hospital”, uno de los técnicos médicos de emergencia le dijo. “No me vas a llevar a ningún hospital” dijo bruscamente. “Estoy perdiendo a mi familia. Te voy a mostrar dónde están. Tenemos que encontrarlas!” A pocos kilómetros de distancia las niñas seguían enterradas para protegerlas del calor, Shelly se acercó a las niñas reptando sin fuerzas. Alrededor de las 7:30 am, Shelly escuchó a un vehículo que pasaba por el camino. Subiendo por el terraplén y mirando por encima, vio una camioneta pero sus fuerzas impidieron que pueda gritar y el vehículo pasó de largo. Horas más tarde, oyó otro vehículo. Trepando sobre la colina, vio la camioneta. Haciendo acopio de todas sus fuerzas, Shelly corrió tras el vehículo, agitando los brazos. El coche se detuvo a lo largo del lado de la carretera. Era un guarda de la Oficina de Administración de Tierras. “Tenemos ayuda!” Gritó Shelly a las chicas. “Nos vienen a rescatar". En ese momento sintió que el peso del mundo se lo sacaban de sus espaldas. Roger se reunió con Shelly, Tiffany y Michaela que estaba inconciente de vuelta en la carretera principal. Un helicóptero los transportó a un hospital de Tucson, donde fueron atendidos por deshidratación severa. En el hospital, los médicos no podían conseguir que Michaela despierte. Su pequeño cuerpo no había sido capaz de manejar las condiciones, y sus riñones habían dejado de funcionar. Durante un tiempo estuvo inconsciente, pero después de cuatro días, Michaela se recuperó por completo, junto con el resto de la familia. En cuanto a Roger y Shelly, la dura prueba que les podría haber provocado la ruptura, favoreció su unión. Un año más tarde se casaron. Hoy, 10 años después de sobrevivir al desierto, toda la familia dice que la experiencia los ha cambiado. “Creo que tengo un mayor aprecio por la vida”, dice Shelly. “Vivimos cada día al máximo”. expresa Roger. Ellos todavía se aventuran a salir al desierto, sólo que ahora se preparan, trayendo agua, teléfonos celulares y suministros. “Nos encanta el desierto”, dice Roger. “Pero nosotros respetamos el desierto mucho más que antes”.


Alberto Meza y otro relato atrapante de su viaje de casi dos años recorriendo África. Por su filosofía de viaje, no paga hoteles, lo hace sin sponsors y sobrevive con dos dólares por día. Esto le permite tener un contacto más profundo con los países y sus culturas. En esta oportunidad su paso por Kenia. n migración de Kenia me cobran 50 dólares por la Visa. Cambio pocos dólares por Kenia shillingues. Me pagan 8,50 por dólar. El cambio real es 10 por dólar, pero en las fronteras las cosas son así. Siempre tengo la costumbre de cambiar poco en los bordes porque te pagan bastante menos que en una casa de cambio de la primera ciudad del país. Comienzo a pedalear y una masáis me ofrece sacarse una foto conmigo por 10 dólares. Desde las 4x4 de los tours me miran pedalear como una atracción turística. Hay masáis alrededor con sus típicos mantos rojos, numerosos collares en sus cuellos y grandes agujeros en sus orejas, pero me sacan fotos a mí. Nairobi, la capital, está a 150 kilómetros.

El primer día llego a Kinoo y me alojo en la estación de policía. Los policías se sorprenden al verme. Me dicen que soy el primer muzungo en llegar. Me cuentan que casi siempre los muzungos viajan con mochila en bus. Como el jefe de estación está ausente. Les muestro los nombres de los jefes de todas las estaciones de policía en las que descanso en Tanzania. Llaman a su jefe y él les da el ok. Me indican un lugar para acampar. La noche es fresca y estrellada como muy pocas. Me preguntan por qué no pago un hotel. Respondo que no soy un turista que viene a sacarse fotos con cebras y elefantes. Les cuento que quiero conocer la real África.

Recorrió desde Argentina hasta México, luego viajó por África y Asia durante casi dos años. Actualmente está en Israel, comenzó el viaje en Noviembre de 2013 pasó por Turquía, Georgia, Armenia e Irán. Nos contaba: -“Días atrás cayeron dos misiles en Eliat a 30 km de donde estoy. Y el otro día en Jerusalén fueron interceptados otros. El clima está tenso. Siendo turista podés ir por donde quieras. Curtí bien la onda porque duermo en una plaza. Bueno el clima esta tan enrarecido, que la armada israelí me destruyó 2 alforjas con la excusa de que tenía bombas. Cuando me las vaciaron, arrojando todas mis cosas en la calle, les pregunte si habían encontrado algo. Luego se burlaron y rieron.”

Les digo que me indigno cuando mucha gente viene a África por 4 días para hacer un tour y luego vuelven a sus países diciendo que conocieron este continente como si fuesen grandes viajeros, cuando lo único que conocieron fueron los animales. Les digo que África es mucho más que leones, elefantes y jirafas. Están de acuerdo conmigo. Dicen que para conocer África se necesita más que un tour de 4 días. Se sorprenden cuando les pregunto si era posible conseguir “ugali”. Para ellos era raro que un extranjero lo coma. Les cuento que en Argentina al ugali lo llamamos polenta y que el nuestro es amarillo, porque, contrario al de ellos que es blanco, nuestro maíz es amarillo, y que el “mchelle na marague”, era arroz con poroto para nosotros y que en Brasil se lo llamaba feojada.

De mañana avanzo lentamente. En el camino veo impalas, cebras y pájaros muy grandes. Tomo varias fotos. Poco a poco comienzo a ver casas, caseríos, pueblos y ciudad. Busco un almacén para comprar comida, pero están todos cerrados. Le pregunto a alguien si es feriado, pero me responde que es domingo y que toda la gente va a la iglesia y que los servicios religiosos duran cuatro o cinco horas. De milagro encuentro un servicio de internet abierto que está a lado de una iglesia. Le pregunto a un muchacho a dónde puedo dejar mi bicicleta. Se ofrece a cuidarla. La conexión a Internet está un piso arriba. Me dice que vaya tranquilo, que el vigilaría mi bici mientras


ORIGENES escuchaba el sermón. Me inspira confianza. Cuando regreso Protas está parado al lado de mi bici. Le agradezco. Tengo una dirección en Nairobi. Se la muestro. Me dice que él vive en Nairobi y que el lugar que tengo anotado en el papel queda a 600kms de allí. Se da cuenta que no sé dónde voy a dormir. Me dice que si no estoy apurado él puede alojarme en su casa. Debo esperar a que termine el servicio religioso. Me da su número de teléfono. Me pide que lo llame cuando llegue a la estación de colectivo cerca del puente que los chinos estaban construyendo. En la parada de colectivo pregunto por un teléfono público, pero eso no existe. Todos usan celular y el servicio es uno de los más baratos de África. Hay tarjetas desde 10 shillingues. Le ofrezco a unos jóvenes pagarle 20 shillingues por dejarme hablar 2 minutos. Ellos mastican “chat”, una planta alucinógena que los deja con las pupilas dilatadas. La mascan con maní. Me

ofrecen probar. Me dicen que tengo que mascar varias para sentir los efectos de adormecimiento. Les digo que es más importante para mí conseguir un lugar para dormir. Hacemos la llamada. Protas viene por mí en cinco minutos. Él vive con su esposa, su hermano y su bebé de un año. Me dan una bienvenida afectuosa. Me permiten bañarme y me invitan un plato de delicioso ugali con salsa. Hablamos de mi viaje y se sorprende que haya llegado tan lejos. Me quedo tres días en su casa disfrutando de su hospitalidad hasta que consigo otro lugar para quedarme. Protas y familia son de las personas que jamás olvidaré.

Para llegar al centro de Nairobi se debe tener mucha paciencia porque el tráfico es caótico.

Recorrer los 6 kilómetros desde cerca del aeropuerto hasta el centro me toma una hora si no hay problemas en el tráfico. Por momentos los “matatus” (combis) avanzaban por metros y se detienen. Así durante una hora. Pregunto a la persona que tengo a lado si el tráfico es así todos los días y me responde que el problema es sólo de lunes a viernes. Otra cosa que me sorprende es que los precios de los pasajes cambian a toda hora. En un bus o en matatu, por la mañana, el pasaje va de 20 a 30 shillingues, pero aumenta o baja de acuerdo a la demanda hasta los 80 o 90 shillingues en cuestión de minutos. En las horas pico, el mismo trayecto de 8 kilómetros me tomaba dos horas. Cada vez que iba al centro lo hacía muy temprano y regresaba temprano a la casa donde me alojaba. Como tengo un presupuesto reducido, muy limitado, evito los restaurantes, busco alimento barato y descubro económicos lugares en


Nairobi. Un cuarto de pollo con papas cuesta 150 shillingues, más o menos un dólar y medio, y si uno busca bien se encuentran negocios de pakistaníes que venden grandes porciones papas fritas por sólo 30 shilligues. El pilao 100 shillinges, y en los mercados de alrededor del aeropuerto, donde era asiduo cliente, desayunaba arroz con poroto, tres grandes chapatis y una taza de té con leche por 80 shillingues. Con ese desayuno mi estómago estaba full todo el día. Para descansar del bullicio del centro, compraba dos porciones de papas e iba al parque de los monos, que es gratuito y está lleno de simios sueltos que posan para la foto a cambio de una papa frita. Para llegar tomaba un matatu desde el centro. Tiene varios senderos para caminar. Paso muchas horas allí mirando mapas, planificando y buscando direcciones de embajadas.

En Nairobi consigo mi visa para Sudán del norte por sólo 50 dólares, cuando en otros países la cobran 100. Uno de los requisitos es presentar una carta de mi embajada, por lo que tuve que ir a la embajada argentina, donde con cierto grado de imbecilidad, después de haber presentado mi pasaporte y documento, me piden otro documento que acredite mi nacionalidad. Le digo al cónsul que no sabía que habían inventado otro documento aparte del pasaporte y el DNI. Me responde que no, que no había otro documento. Entonces le pregunto por qué me pide algo que

no existe!. No sabe qué? responder. Le digo que algunos creen que por no ser blanco uno no es tan argentino. Se hace al desentendido. Minutos después me entrega la carta. Otro señor muy amable me pregunta acerca de mi viaje en bici. No era para nada racista como Pablo, el cónsul. Hablamos sobre la vida allí. Me cuenta que es de Villa Martelli y que se piensa quedar por tres años trabajando en la embajada. Su hijo está muy contento de hablar con otro argentino. Me dice que extraña escuchar a los Redondos de Ricota. Cuando nos despedimos me piden que les escriba. Con muchas dudas voy a la embajada de Sudán Norte. Hace muy poco tiempo se había llevado a cabo la separación del país y algunos me sugerían volar directamente a Egipto, ya que, como todavía habían combates en la frontera, sería difícil conseguir visas para ambos países. Un día antes, en la embajada de Sudán de Sur, averiguo los requisitos para la visa: una carta de invitación y 100 dólares americanos. Allí conozco a un periodista colombiano que quería entrar a Sudan del Sur. Me cuenta que era probable que lo rechacen porque no había presentado la carta de invitación y que era casi imposible cruzar el borde entre Sudan del Sur y Sudan del norte. Otro periodista de la agencia Reuter no había podido cruzar a pesar de tener las dos visas. Poco a poco se desvanece la emocionante idea de cruzar en bicicleta un país en guerra. Por otro lado tenía datos de que en Sudán del sur todo era muy caro y que sólo me esperaban allí: el desierto, las hienas y los camellos. Me sugiere, como otros, que vuele a Cairo, pero le cuento que mi plan B era entrar a Etiopia y

después a Sudan del Norte. Le digo que voy a esperar a ver si él consigue la visa porque no me puedo dar el lujo de arriesgar 100 dólares sin saber si tengo posibilidades. Se ríe y me dice que soy el primer latino con el que se cruza en África. Me invita a comer. Se interesa por mi forma de viajar y me pregunta muchas cosas. Me cuenta que su presupuesto son 25 dólares por día. Me río y le cuento que con ese dinero vivo de 8 a 10 días. Cuando terminamos de comer, me gana de mano e insiste en pagar todo. Al despedirnos elogia mi forma de viajar, pero yo replico que su tarea periodística era más importante que mi viaje y que él era un orgullo para América latina. En la embajada de Sudán del norte pregunto si era posible conseguir la visa. La señora que atiende me dice que sí. Le cuento que estoy intentando dar la vuelta al mundo en bicicleta. Se queda sorprendida. Le pido que le cuente al cónsul sobre mi viaje y que estoy muy interesado en conocer su país. Después de llenar el formulario, entrego mi pasaporte, la carta de mi embajada y los 50 dólares. La mujer revisa que todo está en orden. Me pide que regrese al día siguiente después de las dos de la tarde. Cuando voy a retirar mi pasaporte, la misma mujer me informa que me habían dado dos meses de visa, cuando en realidad sólo dan uno. Le agradezco hasta el cansancio y me retiro.

Mi amigo español Cristian Zaar a quien conocí en la frontera Nicaragua-Honduras en



2007 y quien me había regalado una bicicleta, me visita en Nairobi. Con él nos internamos en la Kenya rural durante un mes y bordeamos varios parques nacionales como el Masáis Mara logrando ver gratis, elefantes, jirafas, hipopótamos, ñus, monos y búfalos, a los que sólo se puede avistar tomando los costosos safaris. Cada vez que acampábamos se reunían varias personas alrededor para ver nuestras carpas y posteriormente para pedirnos dinero, comida y las botellas de agua mineral que Cristian se compraba por miedo a enfermarse. Cuando los jóvenes entraban en confianza preguntaban cómo era tener sexo con una mujer blanca, y las mujeres nos decían, al tocarnos el cabello, que querían tener hijos con cabellos lacios. La preferencia hacia el blanco es terriblemente marcada en toda África, tanto es así que para un negro casarse con una mujer blanca es un símbolo de status, y es lo mismo para una mujer negra que se casa con un blanco. Cuando les hablaba de la belleza de las mujeres negras, varios respondían que ni pensaban en casarse con negras, que ellos aspiraban a casarse con una blanca porque era mejor. Indignado, preguntaba cuál era la diferencia, y aunque no sabían responder, insistían en que las blancas eran mejor que las negras. Esas ideas no me sorprendían pues los venía escuchando desde Sudáfrica. Cada vez que acampábamos, jóvenes y

adultos preguntaban cómo podían conseguir una esposa blanca. La costumbre en varios países africanos es pagar varias vacas a la familia de la esposa, como una dote. Ellos decían que podrán pagar hasta 15 vacas por una esposa blanca. Calculando que cada vaca cuesta entre 200 y 300 dólares, era bastante dinero para un africano cuyo sueldo ronda los 120 dólares por mes. Se quedaban estupefactos cuando les contaba que en Argentina y en casi toda América no se debía pagar nada para tener una esposa. Esta admiración por el color me recordaba el complejo de inferioridad que existe en toda América, ya que muchos amerindios admiran y respetan más a la gente blanca y los blancos sud y centroamericanos admiran y respetan a los europeos, y tener una esposa o esposo blanco o rubio y europeo es, estúpidamente, tomado como un símbolo de status.

Una tarde, en un pequeño pueblo, preguntamos en la policía si era posible acampar bajo un techo ya que era imposible armar las carpas bajo la lluvia. El jefe y sus lugartenientes nos hacen pasar a una pieza y comienzan a interrogarnos. Mostramos nuestros pasaportes. Estábamos empapados y hacía frío. Nos preguntan cosas absurdas. Hacemos gestos de que nos congelábamos, pero no les importa. En un momento le pregunto si era posible descansar allí o no, porque yo estaba cansado y con frío. Me mira y no contesta. Me pregunta dónde está mi visa para

Kenia. Me dice que no tengo visa. Tomo mi pasaporte y mostrando el sticker, digo: here say Visa Kenia, no? Le disgusta mi tono de voz. Minutos después nos piden que salgamos afuera. Hablan en swahilli entre ellos y luego uno nos pide que lo sigamos. Nos lleva a una casa. Su nombre es Francis y es sub-teniente. Nos dice que podemos quedarnos en su casa. Tiene camas confortables, televisión y cocina. Descansamos mejor que en un cinco estrellas. Por la mañana él trae nuestros pasaportes y una de sus tres esposas viene a cocinar. Los invitamos a desayunar y ellos nos regalan choclos para el camino. Le damos un gran abrazo de despedida. Antes de partir nos pide que no lo olvidemos.

Una tarde, en medio del campo, pedimos permiso a una señora para acampar cerca de su casa. No tiene ningún problema, pero media hora después aparece su amiga y dice que debemos pagar 10 dólares por acampar allí. Cristian intenta negociar mientras yo termino de bañarme. Ofrece pagar 10 dólares si nos traen comida, pero la mujer dice que nos cobrarán 10 dólares por cada uno y que debíamos pagar en ese momento. Otra se suma y dice que el precio por acampar allí era de 20 dólares por persona. Suelto carcajadas de indignación. Nos exigen el dinero. Les respondo que no pienso darles un sólo centavo. Desarmo mi carpa y cargo mis alforjas. Cristian hace lo mismo. Nos siguen



durante metros pidiéndonos el dinero. Un kilómetro después vemos unas casas. Unos niños corren a nuestro lado tratando de arrebatar algo. Me pongo histérico. Saco mi palo masáis y amago con golpear, pero es peor. Se me vienen encima. En una casa vemos gente mayor. Nos dicen que acampemos allí y que no nos cobrarán nada. Los niños no se van de allí y solo repiten una sola palabra: money! Un rato después viene el dueño de casa. Nos dice que por la noche vienen elefantes y leones y que nos matarán si acampamos, y nos ofrece dormir en una casa en construcción por 4 dólares por persona. No le creo nada. Le digo que no vi excremento de elefante en los alrededores ni tampoco sentí orín de león, como en otros lados. Nos dice que si no dormimos en su casa debemos irnos. A eso le agrega que vendrán ladrones a robarnos. Ya es de noche y el gallego tiembla como una hoja. Le digo al dueño que tengo un revolver 38 por si aparece un ladrón o un león. Se asusta. Amago a mostrarlo. Baja el precio a 2 dólares por los dos. Le digo que es muy caro y que creía que él era el ladrón que vendría a robarnos. Le digo a Cristian que debemos irnos, pero comienza con que ya es de noche y tenía miedo. Al final, me convence de ir a esa casa. Por la mañana, al dejar la casa, 10 niños masáis entran corriendo para ver si olvidamos algo. Tengo ganas de cerrar la puerta por fuera, pero el gallego me detiene. Segundos después viene el hombre a cobrarnos. Le digo que por la noche me quedé a esperar a los leones y a los elefantes y no vinieron. Toma su dinero y se va sonriendo.

Después de volver a Tanzania por quince días, donde no tuve que pagar visa nuevamente por el arreglo que hay entre Kenia, Tanzania y Uganda, que dice que teniendo la visa de los 3 países y estando dentro de los 90 días, se puede ingresar nuevamente sin volver a pagar 50 dólares, regresamos a Kenia para continuar

nuestro recorrido por el borde del Masáis Mara. La entrada al parque cuesta 70 dólares y no se permite entrar en bicicleta. Desde las 4x4 los turistas nos toman fotos. Les señalo un grupo de búfalos que están a 50 metros, pero insisten. Uno me comenta que el tour le había costado 400 dólares y yo le digo que llevaba gastado 60 dólares en casi todo un mes de bordear los parques entre Kenia y Tanzania. Pedimos permiso para entrar sólo por media hora al parque pero nos los niegan. Si bien no hay cercas, los animales están campo adentro. Se pueden ver algunos elefantes, impalas, ñus y monos a 100 metros. Unos 10 kilómetros después cruzamos un río, y encontramos una aldea. Allí nos cobran dos dólares por una pieza, cena y desayuno. Un muchacho se ofrece a llevarnos a ver hipopótamos, jirafas, cocodrilos, rinocerontes y cebras. Los animales pasean a 500 metros del lugar. Los vemos a todos peligrosamente cerca. El dueño de la casa nos dice que de noche las hienas e hipopótamos se acercan a las casas. Muchos hablan de la muerte de un hombre hace un mes atrás por el ataque de un hipopótamo. Todos los que toman los tours van en busca de los cinco grandes. Nosotros sólo podemos ver tres de los cinco y todo por una propina de 4 dólares.

Tenemos tres días de pedaleo desde allí hasta Nairobi. El último día nos enfrentamos a una larga y empinada subida de 25 kilómetros. Desayunamos muy fuerte en la casa de Mirian, una señora que bondadosamente nos aloja y prepara comida y desayuno para nosotros. Sé que con el estómago vacío, las subidas se hacen eternas, por eso antes de comenzar a trepar como dos platos de arroz con frijoles, seis chapatis y tomo dos tazas grandes de café. De aperitivo sumo dos bananas. Le digo a Cristian que haga lo mismo pero él tiene sus teorías ciclísticas y sus sales y un montón de tonterías

más de las que hablan todos los ciclistas. Le pido que coma. Reflexiona y desayuna lo mismo que yo en cantidades iguales. Nos despedimos de Mirian, a quien ayudamos a sembrar poroto y maíz en su terreno, y nos dirigimos hacia Nairobi. Desde su casa se pueden ver, a lo lejos, el lento ascenso de los camiones hasta perderse en la cumbre. Cristian me pregunta si seremos capaces de llegar arriba en un solo día. Dos horas y media después llegamos a mirador del valle del Rift. Desde allí, los 30 km que quedan hasta Nairobi son todo en bajada. Tres días después Cristian vuelve a España.

Me quedo vagabundeando en Nairobi. Una mañana despierto con fiebre y dolor en todo el cuerpo. Supongo que es insolación, pero al siguiente día el dolor es intenso, la fiebre también y tengo pocas fuerzas para caminar. Voy al hospital público. Allí me hacen análisis y me preguntan por dónde anduve porque tenía una malaria extremadamente fuerte. El médico me dice que no me preocupe. Me da una receta para que me den unas pastillas gratuitas. Como no leo el prospecto, que dice que se debe ingerir alimento antes de tomar las pastillas, las tomo con el estómago vacío. Fue lo peor que pude haber hecho. Súbitamente me aumenta la debilidad. No me puedo sostener en pie. Para caminar me aferro a las paredes y a las rejas. Con mucho esfuerzo llego a una parada de bus. Me siento, bebo agua fresca y espero sentirme mejor. Estuve cuatro horas bebiendo agua fresca y mojándome la cabeza hasta que tuve fuerzas para caminar. Para entrar al siguiente país, Etiopia, tuve que esperar un par de días en la cama.



Desde 1988 un grupo de amigos de General Belgrano formó la agrupación “Petrel”. Comenzaron con una travesía en kayak por el Río Salado, lo bajaron en diferentes oportunidades. Este año dos integrantes: Carlos Norberto Val y Wally Ghiringhelli realizaron el primer viaje a vela por este río de la provincia de Buenos Aires. iendo las 8:30hs del domingo 23 de marzo de 2014, junto a quienes nos trasladan, nos dirigimos con destino al Paraje “La Chumbeada”, punto de partida para nuestra inédita aventura a vela. Este desafío surge a partir de la obra hidráulica de magnitud (Plan maestro integral Cuenca del Río Salado) el dragado del río significa una profundidad constante y suficiente como para poder realizar este tipo de navegación. El velero es un Walker Bay 8, embarcación liviana, que consta de un timón retráctil, orza y mástil en aluminio, con una vela mayor. A las 10:15hs llegamos a orillas del río, bajamos la embarcación, cargamos ordenadamente el equipo (alimentos, agua, carpa, etc), izamos la vela, nos despedimos y nos hicimos al agua 10:30hs. El viento soplaba del noroeste a unos 11 km/h, sorprendidos por la amplitud del río ya dragado, la fuerza de su correntada y a los sobresaltos tratando de equilibrar la embarcación, logramos poner proa buscando nuestro destino (Compuerta Nº1 Gral. Belgrano a unos 30 km de la partida). A poco de zarpar y cuando sentíamos dominar la situación, luego de algunos contratiempos, nos encontramos con la primera draga: un monstruo que ocupaba gran parte del río y nos obligaba a realizar maniobras complejas que con una fuerte correntada y viento considerable, no hacia fácil sortear los obstáculos. Una vez superados volvimos a la calma y a nuestras charlas nostálgicas de lo que era y lo que es hoy nuestro río. Veíamos un paisaje casi monótono por el perfil de sus barrancas y la ausencia total de árboles. El día soleado y con una temperatura muy agradable nos llevaba a disfrutar aún más de nuestra aventura. El sortear dragas y ver máquinas trabajando fue una constante en casi todo el recorrido.

Sabíamos que encontrar un lugar adecuado para acampar no sería fácil, siendo las 16:30hs divisamos un pequeño monte de álamos y algún eucaliptus sobre la margen derecha y decidimos pasar la noche allí. Leña y algo de reparo era elemental para poder cocinar y calentar nuestros cuerpos, pues la noche se suponía fría; amarramos en un remanso donde la pendiente de la barranca nos permitía subir para poder alcanzar el monte. Luego de asegurarnos que el velero se encontraba sin riesgo de que lo arrastrara la correntada, bajamos nuestro equipo y nos dirigimos al lugar elegido que se encontraba a unos 50 mts. Era el sitio esperado, lo primero fue juntar leña y decidir dónde ubicaríamos el fogón y luego nuestra carpa procediendo a su armado. Calentamos agua para el mate y seguíamos acomodando el campamento, nos íbamos a dar un gran gusto esta noche bajo las estrellas: comer un asado. No teníamos parrilla así que lo atamos a un palo que se posaba sobre dos horquetas fijadas al suelo y así lo hicimos. Con tiempo para analizar nuestro primer día, concluimos en que habíamos tenido una jornada positiva en cuanto a la navegación (Habíamos avanzado lo esperado). Mi función este día fue conducir el timón y manipular la vela, mientras Carlos compensaba con su cuerpo buscando el equilibrio ideal para una mejor navegación, tarea fundamental para no terminar dados vuelta y a merced del río. Entre charla y charla comenzó a crujir y a tomar color nuestro asado, mientras compartíamos unos bocadillos de arroz que sabían muy bien a esta altura de la jornada. Luego de disfrutar esta cena y recordar tantos momentos compartidos brindamos con un buen vino por nuestra amistad reivindicando nuestro profundo amor y respeto por la naturaleza. De esta manera nos fuimos a descansar siendo las 24hs. No hizo el frío que esperábamos y nuestra carpa se posaba sobre un frondoso colchón de hierbas, lo cual resultó muy confortable para el descanso. Nos levantamos a las 8hs, ya se escuchaban rugir los motores de las dragas y otras máquinas que se encontraban cerca. Luego de unos mates y un abundante desayuno con cereales, desarmamos el campamento, organizamos el equipo y 10:30hs nos hicimos al agua. Cambiamos roles, Carlos al timón y vela y yo como marinero, con menos viento,



apenas una brisa y del noreste. Se presentaba un día tranquilo, pero había que utilizar todo el ingenio y los conocimientos para poder avanzar con viento por momentos de frente y avanzamos muy bien. Superamos una draga más y ya a pocos km del puente Manantiales comenzamos a ver pescadores de ambas márgenes del río y un saltar casi constante de lisas, en un momento una de estas se estrelló contra el timón sorprendiéndonos con el impacto. Las líneas de pesca limitaban nuestro libre desplazamiento aún con la amplitud del río luego de haber sido dragado (con el cauce original esto hubiera sido una misión imposible) puesto que en este tramo teníamos el viento de frente y había que desplazarse en zigzag de un extremo a otro. Veíamos el puente que estaba cada vez más cerca y comenzamos a dudar si el mástil de la vela de unos 4,30 mts de altura pasaría sin impactar contra el mismo, ante esta situación decidimos tocar tierra sobre la margen derecha unos 200 mts antes, arriamos la vela bajamos el mástil y nos aseguramos pasando a remo. Luego de superar el puente sin problemas salimos esta

vez por la margen izquierda, izamos la vela nuevamente y desde allí fue un placer viajar impulsados por el viento, cuando de repente, la compuerta Nº1 se aproximaba el final de una nueva aventura. Una experiencia más en esta manera de relacionarnos con la naturaleza, percibiendo sus manifestaciones más directas sobre nuestra piel y nuestros sentidos, algo que deja huellas en el rostro marcando nuestro espír itu de aventureros…Simplemente vivencias….




sta travesía que realice en solitario, empezó en la terminal de Mendoza viajando con el ex Expreso Buttini hasta El Salto. Desde la última parada de este transporte hasta la “estancia el salto” hay una caminata no mayor de 20 minutos según el ritmo de cada persona. En la misma se deberá abonar un permiso de ingreso de $10 por día para dar comienzo a la aventura. El primer día fue de aproximación a las montañas de Alta Montaña con el objetivo de llegar al refugio Ianigla. Se empieza ingresando por la Quebrada de la Manga en donde se puede apreciar el Cerro Castaño, Montura y el Polcura; ninguno de ellos superando los 3000 msnm. De a poco se va

ganando altura; se rodea a la Cascada del Salto por la derecha para luego llegar al Refugio Ianigla estando situado a más de 3600 msnm en la Quebrada del Salto. En el lugar se puede acampar si uno lo desea, un dato a tener muy en cuenta es que hay que portear agua del arroyo una hora antes de llegar al refugio (se dice que en las inmediaciones hay un pozo con agua pero en mi caso no he encontrado). Desde la “estancia el salto” al Ianigla son varias horas de trekking dependiendo del ritmo de cada persona. Lo más conveniente es empezar la jornada tempranísimo. En mi caso, di comienzo a esta travesía después del mediodía teniendo experiencia en el lugar; con un ritmo constante y con mínimos descansos para llegar antes del anochecer al refugio.

Faltando dos horas para finalizar el primer día, me crucé con dos adolescentes sin vestimenta adecuada de montaña, sin carpa ni agua y con una garrafa pesada que la llevaban en la mano. No conocían el sendero y su objetivo era llegar antes del anochecer al refugio cuando solo faltaba una hora de luz. Les hice la recomendación de que bajaran por su situación; les di toda el agua que tenía debido a que si continuaban no iban a encontrar la misma a más de 30 minutos de ese lugar y continúe porque el anochecer se hacia presente. Los adolescentes regresaron, tomaron conciencia de que podían tener una mala experiencia en su primer travesía. Al anochecer llegué al refugio, en donde cené y me fui a dormir temprano porque al día siguiente me iba a despertar a la madrugada.


El segundo día de la travesía; el despertador sonó 3 a.m. y una hora más tarde salí del refugio con destino al Cerro El Salto de 4700 msnm apróx. en donde pude apreciar el amanecer a pocos metros de la cumbre. Una vez llegado al punto más elevado, firmé el testimonio de cumbre, saqué varias fotos con la bandera Matna (Indumentaria de montaña) y continué por el filo hasta el Cerro Agustín Alvarez de 5126 msnm apróx. y el Cerro Santa Elena de 5007 msnm apróx . La panorámica desde estos cerros dejaría sin palabras a más de uno: El imponente Cerro Aconcagua con sus 6960,8 msnm, la Quebrada y el Cordón de la Jaula poco visitado por su dificultad técnica como así también desde la logística, el Cerro Plata siendo el de mayor altura del Cordón del Plata y muchos cerros más para deleitarse.

De la Cumbre del Santa Elena al Falso Santa Elena o la misma unión en sentido contrario no recomiendo que la realicen personas con poca experiencia en la actividad por su dificultad técnica y además se necesita equipo de escalada. Es por eso que descendí hasta la Quebrada del Salto en donde acampé y derretí hielo para hidratarme y cocinar. El tercer día de la travesía completé el “Circo del Salto” al alcanzar la Cumbre del Falso Santa Elena de 4700 msnm apróx y continué descendiendo por el filo con dirección a la Quebrada de Vallecitos encontrando testimonio del 2003 en la Cumbre del Cerro Gemelos de 4850 msnm (montaña poco conocida, porque no suele salir publicada en mapas actuales). Continuando con el descenso hice cumbre en el Cerro Rastrillo de 4458 msnm apróx. y en el Cerro Ignorado de 4123 msnm apróx.

Antes del anochecer acampé al pie del Cerro Iluso de 3816 msnm apróx. de la Cadenita, en donde la luna llena era la protagonista iluminando al dique Potrerillos. El cuarto y último día de la travesía hice cumbre en el Cerro Iluso de 3816 msnm apróx., Cerro Cáucaso de 3798 msnm apróx., Cerro Estudiantes de 3681 msnm apróx. y el Cerro Lomas Blancas de 3640 msnm de la Cadenita; para finalizar luego con el Cerro Arenales de 3380 msnm y el Cerro Andresito de 3092 msnm apróx. Contento por finalizar la travesía con éxito y por visitar por primera vez cinco de los trece cerros mencionados; regrese a la ciudad de Mendoza con el Expreso Buttini.



El viaje en longboard de 12159 kilómetros, desde Suiza hasta Shanghai, duró un año y 97 días. Patinó 1541 kilómetros en Europa, 5529 en el continente americano y 5462 en China, estableciendo un record guiness, el cuál formo parte de la vuelta al mundo del neozelandés que también incluyó recorridos en bici, embarcaciones diversas, trenes y barcos.

obert Thomson es un ciclista que dio la vuelta al mundo. Además Guinness World Registros reconoce su record por haber realizado un viaje sin ayuda de 12.159 kilometros (7.555 millas) en toda Europa, América del Norte y China en patineta. Comenzando en Leysin, Suiza, el 24 de junio de 2007 y terminó en Shanghai, China, el 28 de septiembre de 2008. Una vez en Suiza, guardó su bicicleta en una caja y la mandó para su casa. Arrancó su record, un nuevo desafío. Sus preocupaciones “¿Cómo he llegado con este nuevo reto?”¿Cómo voy a frenar a mí mismo en las colinas?¿Cómo voy a salvar a mis zapatos del desgaste excesivo?¿Cómo voy a medir mi velocidad y la distancia recorrida?¿Qué voy a llevar?¿Cuál es mi ruta? Este viaje arranca a partir de experimentar que con la bicicleta (medio de transporte a tracción humana que le permitió disfrutar de sensaciones únicas relacionadas al contacto con la naturaleza, al descubrimiento de cada rincón del planeta) no podía conocer todos los lugares, entre ellos los edificios históricos. Busca información y conoce un record en Reino Unido de muchachos que recorrieron esta región.

A patinar. Arrancó con mucho ímpetu. Al día siguiente le dolían las rodillas. Hacía mucho que no realizaba esta actividad. Las jornadas donde llovía debía descansar ya que las ruedas suelen filtrar el líquido y estropearse. Dio charla en la escuela internacional de Lausiana. Consiguió una pequeña computadora que podía medir la velocidad y contar los km ya que se configuraba al pequeño diámetro de la rueda de la patineta. Armó una especie de vela que le permitía frenar en las pendientes muy pronunciadas. Con siete patadas con cada pie logró hacer 87km en el día y llegar así a Friburgo. Alcanzó velocidades sostenidas de 35km/h. Robert fue alojado en varios lugares donde además lo cargaban de provisiones. Cuando se dirigía a Alemania le regalaron un GPS (en una tienda donde quiso comprarlo). Pudo mantener ritmo de 40mintos a una velocidad de 17 a 20 km/h (en este trayecto). Recorrió parte de Alemania junto a Markus (un ciclista que viaja por el mundo). llegar a Mainz (Alemania) le costó mucho ya que las temperaturas eran por encima de los 34º C. Su paso por los Países Bajos fue tranquilo pero se caracterizó por viento en contra que amainaba por la tarde lo cual le permitía avanzar más pero




con poca luz. Si bien los lugares son muy pintorescos las calles, en su gran mayoría tienen adoquines. En Holanda, habiendo rodado 1.000 km por,aparece una gran preocupación. La patineta sufre su primera rajadura. Por ahora la deja como está. Desde Chelmsford a Londres (Inglaterra) una distancia de 105 km en la patineta tardó 8h 25m. Fue un gran día. El viento colaboró en demasía. Tuvo que tomar rutas alternativas debido a la aspereza de las mismas y a la velocidad de los vehículos. Aquí el final de su viaje en Europa, al menos de esta etapa, donde lo que más le impactó no fueron los pintorescos edificios sino más bien la solidaridad y entusiasmos de la gente a su paso. Recorrió esta hermosa ciudad inglesa acompañado de personas relacionadas al deporte. Desde allí cruzó a Francia en un Ferry. Quedó muy sorprendido de la actitud de los franceses para hacerse entender, creía que el idioma era una barrera y no fue así. Fue recibido por un grupo de jóvenes que conoció en una famosa tienda de deportes quienes le dieron alojamiento y lo acompañaron a recorrer La Rochelle. Disfrutó de sus ricos vinos. Tuvo que cambiar las zapatillas ya que las anteriores quedaron destruidas. A pesar de proponerse volver a su casa, Nueva Zelanda, sin avión tuvo que hacerlo para volver a Londres y de allí a Tenerife (España) ya que decidió ayudar en la entrega de un Catamarán desde esta ciudad a las islas británicas. Aprendió y disfrutó viajar en este yate. Al principio medio temeroso pero viajó con dos expertos que le enseñaron hasta a leer una carta de vientos. Tuvo que cocinar, limpiar, timonear, se turnaron para todo en tres y así repartieron las tareas. Cruzó el Océano Atlántico (3000millas) en 22 días.

Luego de este viaje decide acompañar a Skipper Steve y First Mate Ellie para trasladar otro yate en las islas caribeñas. Toma otro avión (le fue abonado ya que colaboraba en la entrega del catamarán) hacia Bahamas y de allí otra aventura náutica hacia Tortolas (1000 millas). Esto le permitiría hacer tiempo para poder patinar con temperaturas más bajas por EEUU. Experimentó navegar sobre las cálidas aguas del Caribe donde cumplía con sus labores en el yate.


Monjes

Super cargado

Preparado para rodar


Le pasó, entre otras cosas, que perdió su tarjeta de crédito en un cajero. Con 0 peso en su poder continuó su viaje. Participó de la regata de la Copa de la Virgen cerca de Tortola, Islas Vírgenes Británica. Durmió en los barcos y disfrutó de sus playas. Colaboró nuevamente en llevar embarcaciones desde St. Thomas en las Islas Vírgenes de Estados Unidos a Alabama, para continuar allí en su patineta. Repuso su tarjeta de crédito, tramitó la Visa estadounidense y se aseguró 90 días para recorrer el inmenso país. En estos viajes se plantea cómo seguir luego de dos años sin ver a su familia, volver a tierra, el amor… reflexiona: Japón, un lugar en el cual le gustaría vivir. Partió desde el oeste de Key para California, previamente compró unas Crocs y unas zapatillas para patinar. Le jugó una mala pasada los dos meses arriba del barco. Estaba fuera de estado. Le dolían las piernas, los pies y su corazón latía con velocidad. Fue entrevistado por una revista por lo que en la ruta la gente lo reconocía. Un grupo de Scouts lo esperó a su paso con comida y atenciones. Le dieron dinero para la compra de un teléfono celular para poder estar comunicado durante su paso en EEUU. Pasó por interminables puentes donde el viento y el sol le jugaron difíciles pasadas. Durmió en varios lugares, en la casa de desconocidos, debajo del puente del canal Indian Key donde fue mordido por innumerables hormigas. Participó de una boda en un bar. Pasó la Navidad Florida. Recibió unos regalitos de Nueva Zelanda. Disfrutó de las playas Clearwater, entre otras. Algunos oyentes de las diferentes radios, o los seguidores de su blog lo siguieron de cerca e iban organizando las paradas. Aquí cambió sus ruedas, las nuevas de origen suizo. En la ruta se encontró con dos ciclistas que

no dudaron en invitarlo a pasas Año Nuevo junto a ellos y sus respectivas familias. La pasó de manera extraordinaria, impactado de la hostilidad de estos desconocidos. Aquí con gran cantidad de kilómetros patinados alternaba de a 15 patadas. Un seguidor del blog le regaló un chaleco para el frío que por la noche la temperatura era por debajo de OºC. Algunos automovilistas se acercaban a conocerlo y le preguntaban si necesitaba algo, les respondía que donaran dinero para una asociación que estudia el Síndrome de Lowe (conoció a un señor que patinaba con el fin de juntar dinero para tal fin ya que su hijo había muerto como consecuencia de este síndrome). De EEUU le llamó la atención que todo es grande, la manteca, las camionetas, etc. En Florida le dio una charla a niños donde lo que más los impactó fue que estuvo 21 días sin bañarse. Durante las jornadas de lluvia se quedaba descansando en alguna casa o simplemente en su carpa leyendo algún libro. Salieno de Springfield se dio el cuarto golpe. Esta vez fue fuerte, metió el pie en una alcantarilla creyendo que era un pequeño pozo tapado de agua. Golpeó fuertemente su pierna. Fue entrevistado en el noticiero de la televisión. En Texas conoció a dos muchachos viajando a tracción humana (en bicicleta) los primeros en este país. Siendo el 3 de febrero de 2008 saca pasaje en avión a China para el 14 de abril de ese mismo año. Estas rutas se caracterizaron por ser angostas lo que las hacía peligrosas y grande trayectos en construcción o muy ásperas. Aquí, en las colinas de Texas, los trayectos son más largos por lo que debió cargar con más agua. También utilizó aquella vela de los Alpes Suizos para frenarse en las empinadas bajadas. Después de una crisis de enojo y llanto por la

adversidad del camino ya que era imposible patinar (doce horas de piedritas sueltas) llega el asfalto. Rob se pone tan contento que decide besarlo. Las jornadas se hacen arduas, debe cargar más agua y el cansancio se hace notar. Por el trayecto hacia Alpine sufrió una fuerte caída donde principalmente se golpeó la cabeza, mejor decir el casco que por amortiguar el golpe de quebró. Los días siguientes fueron duros, mucho frío, hasta nevó. Los paisajes no los pudo disfrutar como quisiera ya que el mal estado de las rutas hizo que deba mirar hacia abajo continuamente. En algunas oportunidades en las que estaba muy agotado no podía dormirse por presentar taquicardia por lo que se tomaba el día siguiente para descansar En Arizona sintió alivio al ver el asfalto suave con pendientes poco pronunciadas, esto lo animó bastante. En Phoenix se averió su cámara de fotos por lo que continuó sacando con una descartable y mandó a revisar la suya. Allí no solo la repararon sino que le regalaron una de repuesto. En varios trayectos de autopistas en esta localidad la policía le prohibió continuar su marcha arriba de la misma. Eso le generó gran indignación. Desviarse generó desaprovechar el tiempo y hacer más kilómetros por lo que llegaría tarde a la conferencia del Síndrome de Lowe. Ya en Hemet, California compartió la charla donde se recaudaron fondos y luego se tomó un día de descanso para ir a pescar. Continuó su viaje por la costa del Pacífico Californiano, disfrutando de sus hermosas playas. Una vez en Los Ángeles tramitó la visa a China, solo le otorgaron 30 días cuando planificaba quedarse tres meses. Aquí recibe el remolque y arranca sin peso en la espalda pero con acoplado (20kg). Tuvo que adaptarlo ya que era más angosto que la patineta por lo que se

Arroz secándose en la ruta

Arroz secándose en la ruta

Vieja y nueva


volcaba. Toma el vuelo y a Shanghai. Aquí se encuentra con Marija, que tienen en común su estilo de vida y la reflexión es “y ahora, cuando llegue a su casa (su proyecto más inmediato) qué hago?, cómo sigo?. Un avance rápido hasta el noroeste de China. Tomó el tren 36 horas desde Shanghai a Urumqi, la ciudad más grande en la región autónoma de Xinjiang, en el noroeste. A partir de ahí, un bus nocturno a Khorgos, la ciudad fronteriza situada en la frontera con Kazajstán.En Gotsugu sorprendió a los pequeños quienes hacían fila por montar de panza su patineta. Entenderse costó mucho pero no hubo cosa que entre gesto, imágenes y señas dejaran por alto. Es un lugar muy humilde. Rutas rotas, en reparación, sin asfalto, en todas sus variables. Tuvo momentos únicos en el viaje donde el asfalto estaba perfecto y el paisaje con picos nevados era exelente. Estando en Pavlova lo frenó la policía. Le preguntó hacia donde iba, ante su respuesta el policía se ríe a carcajadas y le da una palma en la espalda deseándole suerte. Esto le encanta de este país. Las ruedas le duran 2500km y es aquí donde hace el cambio. Le resulta mucho

costó tomar los medicamentos que le más cómodo y gasta menos energía con el vendieron, pero lo hizo. Compró un reproducremolque. tor de dvd y varias películas para su estado de Un día tuvo fiebre y diarrea lo cual por congestión. Cuando mejoró continuó. momentos estuvo arrepentido del viaje, se Consiguió extender la visa. Desde ShanShan sentía realmente mal. Un hombre aprovechó en adelante su viaje fue patinar 4 horas (de 6 a su malestar y le robó. Al día siguiente, 10am) y 4 horas (de 6 a 10pm), las temperatusintiéndose mejor, nota la falta de su dinero por ras fuera de esta franja superaron los 42ºC. lo que se dirige a la policía. En menos de 24 hs Durmió con los constructores de la autopista, la policía detuvo al ladrón y le devolvieron su debajo de un puente, de una parra, en dinero. moteles… Desde Sandaolin todo el camino a En Chanjgi le volvieron a negar la Visa, Hami fue increíble. Una pendiente en bajada gran indignación. En Xinjiang logró extender con el cielo claro y la temperatura ideal, un mes más la visa y de reencontró con Marija disfrutó así su cumpleaños y lo motivó para (viaja en bicicleta). Siguieron juntos por seguir su viaje. algunos trayectos. Se encontraron con otros En Gansu, sintiéndose agotado y enfermo ciclistas entre ellos Asmund!, un viejo toma la decisión de dormir más y comer mejor. aventurero. Rob quedó muy sorprendido de tal Visitó la muralla china. Hacerse entender le encuentro. Buscaron hoteles japoneses ya que generó mayor malestar al que llevaba, refieren ser más económicos. Debieron andar confusiones en la comida, malentendidos con muy temprano por las altas temperaturas. En los habitantes. Únicamente en Goatay, en Turpán continuó solo. Eslovenia y en China tuvo trayectos donde fue El agotamiento era tal que ya no disfrutaba Desayuno acompañado por ciclistas. Nuevamente de las rutas, del viento, de la patineta, deCampo nada. Base conflicto en solicitar la Visa. Viajó en tren a Hon Decide tomarse uno días y así reponerse. Kong y para sorpresa de Rob, luego de una Continuaba sintiéndose mal por lo que se exhaustivo control le otorgan la visa por 90 acercó a una farmacia. Entenderse con la días más. Se propuso para continuar su viaje: farmacéutica fue complicado por lo que le



reparaciones de enganche del remolque; reunirse con los patinadores locales; recoger la Visa; entregar la Cámara digital para su reparación; conseguir nuevas ruedas de skate ordenados desde los EE.UU y entrevistarse con el periódico local. De Gansu viajó hacia Shiam en dos trenes, de muy mala calidad, iba apretado como ganado y los asientos muy duros. Conoció un lugar donde fabricaban una especie de calentadores a luz solar. Parecido al la tapa de una olla de un díametro de 1,5m con pedacitos de espejos ubicados de tal manera que apuntaban a un recipiente lleno de agua. En Minlou todo es muy pintoresco: jardines, hermosas llanuras y luego colinas; es una zona productora de miel y las abejas hicieron eco a su paso con punzantes

aguijones. Llegar a O-po le costó mucho, aquí el asfalto era liso, el viento no era protagonista lo que se hizo sentir fue la altura por lo que fue despacio para ir aclimatándose y no padecerlo. Pero no lo pudo evitar y se quedó a dormir en una tienda de montaña familiar (carpa) que la montan en diferentes lugares para ir alimentando su rebaño. Durante muchos kilómetros el trazado de la ruta era de tierra sumado a la altura, fue un trayecto difícil. Por 40 centavos de Euro tomaba ducha pública. El remolque está hecho de un material compuesto de carbono / kevlar, todos mantienen unidos con una resina epoxi duro. El trailer es una vieja cubierta de longboard Rollsrolls, y está excelentemente bien hecho pero aquí sufrió una rajadura que le preocupó y la arregló parcialmente con cinta. Luego

consiguió resina y lana de vidrio y pudo repararla. El desgaste es ya evidente luego de 10000 km de recorrido. A los zapatos le agregaron como suela un pedazo de neumático. Desde Minhe a Lanzhou el olor de las diferentes industrias le dio nauseas. La contaminación le llamó la atención. En Beijín vio la inauguración de los juegos olímpicos en una pantalla gigante fuera de un estadio. En Chingning durante su sueño, entraron a la habitación tres policías para revisar el pasaporte. Fue en varias oportunidades interceptado o por el tipo de habitación que contrataba o por viajar en la autopistas. Entre las cosas que le exigen es que se aloje en hoteles 5 estrellas. Durante su estadía en China, a excepción de los pocos que hablaban inglés pudo comunicarse con un sordo, quien se tomó el tiempo para que Rob, con un libro de traducción pudiera escribir y leer cada símbolo. En Chingning le volvieron a negar la Visa pero esta vez le ofrecieron trasladarlo a otra ciudad y probar más suerte ya que estaban los juegos olímpicos. Feliz de haber recibido las piezas de repuesto. Creyó que le llevarían varias semanas. Fue alojado por un trabajador de una autopista. La mamá de éste se sorprendió y preocupó por esta hazaña. Días interminables; kilómetros larguísimos; dolor de cabeza; indigestión crónica, no tenía apetito; realmente cansado todo el tiempo; gran nudo en el estómago (ansiedad); no dormir bien por la noche; no toleraba más al chino curioso, sentía no tener intimidad.


En Shicheng tomó un baño muy “particular” donde lo bañaron y frotaron con sales, le dolió y a la vez lo relajó tanto que pasó de estar sumamente extrañado a contento. China, muy interesante y atrapante por el idioma, la cultura, su organización ; pero muy difícil. Trepadas interminables, carreteras ventosas y con distancias largas sin parajes. Es para amarla y a la vez odiarla. La gente muy solidaria e interesada, en exceso sin poder asistirlo y dando información errónea acerca de las rutas. La etapa del desierto de Gobi, le fue muy dura por las elevadas temperaturas y el viento fuerte. Continuó con mucho esfuerzo su sueño y llegó a Shanghai A eso de las 5:30 pm había llegado a tres o cuatro kilómetros de la plaza.Siguió empujando a lo largo de la calle principal. La policía de tráfico y los agentes de tráfico en las esquinas hicieron

sonar sus silbatos y agitaron para que se detenga. Si supieran de dónde y cómo venía. Pasó por delante de ellos como si no los hubiera visto. Después de 12.150 kilometros, y con solo metros para terminar, nada parecía detenerlo. Atrás quedaron los silvidos. Estaba a solo un kilómetro de la plaza principal. El tráfico y los peatones eran abundantes pero no los podía percibir. Estaba ajeno a las miradas que había llegado a despreciar. “Hace 462 días, el 25 de junio de 2007, me fui de Leysin, Suiza, solo. Hoy llegué a la Plaza del Pueblo en Shanghai, solo. Le había escrito a los periódicos de Shanghai para hacerles saber que llegaría. No tuve respuesta. Otros contactos que tenía en Shanghai estaban de vacaciones, ya que este fue el comienzo de una fiesta nacional de 10 días. Por lo tanto no había nadie para aplaudir mi llegada. Le pregunté a un transeúnte, un extraño, si me tomaba mi foto delante de la

Plaza del Pueblo. Él era chino, y no hablaba Inglés. Después de tomarme una foto con mi cámara, me preguntó si podía tomarme una foto en su cámara. Estuve de acuerdo. Me tomó la foto. Y luego se fue. Sólo un tipo en un monopatín en la plaza del pueblo. He logrado lo que me propuse lograr. Me pregunto si la ambición, uno de los mayores factores de motivación en mi skate a través de China, era una razón válida para sacrificar tanto de mí para esta misión. Pero he terminado. Cualesquiera que sean las motivaciones, he terminado. Más tarde una persona vino a su encuentro en la Plaza del Pueblo, Michele Travierso con quien había previsto para que se quedara en su casa hasta que salga su vuelo.

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Se llevó a cabo el domingo 29 de Junio con un espectacular marco de 1500 corredores de todo el país, el Circuito celebró su segunda fecha en el maravilloso escenario de La Aurora de El Palmar, en Entre Ríos. Un hermoso día de sol aportó el clima ideal para esta gran fiesta del running. En la nota Marina Beltramone nos cuenta su primera experiencia en la Adventure Race. scribo este relato desde la emoción que me provoca pensar en cada carrera como objetivo realizado, porque soy una más, una persona como todos, que trabaja, tiene familia y que empecé a correr hace muy poco y lo hago, diría una amiga, como una excusa para compartir momentos, conocer lugares pero sobre todo como un desafío personal. La carrera de El Palmar, fue mi primera carrera de aventura completa. Realicé los 25 km con mi amigo “Eze o

el pela”, como le decimos todos, que me acompañó y me alentó a seguir durante todo el trayecto. Participamos de esta carrera con nuestro grupo de entrenamiento “O2 Breack”. El circuito Terma Adventure Race en un lugar hermoso, donde compartimos más de 3 horas rodeados de un paisaje increíble, con senderos a campo traviesa, arena, cuestas, bosques, barro, río, barrancas, viejas vías de tren, todo enmarcado en un día que amaneció con algunas nubes

pero, que al transcurrir la mañana, el sol dijo: presente, esto no me lo pierdo!- y se adueñó del cielo para acompañarnos durante todo el recorrido. Esa mañana del 29 de junio, nos levantamos temprano como siempre y, cual si fuese un ritual o una cábala, nos reunimos los 30 amigos que viajamos y que compartimos el fin de semana, a desayunar, excusa para darnos aliento, afecto y recordar que participar en estas carreras nos hace felices y sobre todo nos divierte. Nos subimos a los autos y emprendimos el viajecito hasta La Aurora de El Palmar. En la ruta se veía la caravana de autos esperando para ingresar al predio, y ya ese “no sé qué” de lo previo a la largada hace que uno se pregunte: ¡¿qué hago acá?! Y mientras nos adentrábamos al parque, la emoción y la alegría de poder estar ahí, me respondió la pregunta. Mientras el grupo se preparaba, se concentraba; algunos buscaban el baño, otros charlaban, se reían, los más responsables alongaban. La verdad es que yo, esperando que se anuncie la largada, miraba el entorno, la gente, el lugar, la música; y pensaba en que, tan solo con esfuerzo y voluntad, cada uno de los que estábamos ahí, éramos los verdaderos generadores de todo lo que estaba sucediendo. Ya detrás del arco, con toda la gente que acompañó, alentando por nosotros, y ya trotando en el lugar, porque ya quería salir; se largó! La carrera arrancó así, cerca de las 10 de la mañana, con toda la energía y las sensaciones


encontradas que ese momento provoca. Inexplicable. Siempre con una sonrisa y con el corazón que late como nunca, transité esos primeros kilómetro por pastizales, hasta que la arena se hizo sentir, pasamos por pantanos, senderos con más arena, donde buscaba la parte más firme del camino para no sentir tanto las piernas, y cuando menos me esperaba, ya estaba la primer posta con la gente alentando, un empujoncito al alma que me impulso firmemente para delante. Es emocionante ver el esfuerzo y las ganas de cada uno que va al lado corriendo a su ritmo, algunos pensando en competir y otro como yo, en participar y cumplir el objetivo para el cual dediqué tiempo y entrenamiento. El segundo tramo, para mí el más lindo de toda la carrera, íbamos con “el pela” y recuerdo a un entrerriano que corría a la par y nos iba haciendo una especie de city tour por el circuito, muy divertido. Hasta que, luego de cruzar por barro y charcos de agua, llegó lo mejor, atravesamos unos 2- 3 km de bosque de árboles y arbustos eternos; a la vera del río, por un sendero que solo podíamos ir en fila, uno detrás del otro, bajando el ritmo, y ahí sí fue el momento de charla y chiste que tiene toda carrera. Pasamos por puentecitos rústicos de madera algo precarios, por momento algo agachados por


las ramas bajas, y de repente otra vez en arena. No me puedo olvidar de contar que obviamente había palmeras por donde miraras. Sobre todo ya en el tercer tramo. Ya en el km 15, el cansancio se empezó a sentir, pero mi “koe” Ezequiel Vincet, mi amigo y entrenador, con su energía arrolladora, fue la voz de aliento constante, y con su virtud de brindar confianza; hizo que atravesáramos, el tramo más duro para mí. Tomamos agua comimos algo de frutas y seguimos. Los últimos km, ya al medio día, con el sol a pleno resplandor, el terreno cambió, fueron las vías de un viejo ferrocarril que marcaron nuestro camino; parecían no terminar jamás se juntaban en un punto infinito, que era mejor no mirar para poder seguir. Recuerdo en este tramo cruzarme con un genio, un ejemplo a seguir, otra patadita para adelante que me hizo seguir emocionada

casi hasta las lágrimas. Una persona no vidente, con una sonrisa que no me olvido jamás, acompañado por su amigo seguramente, que lo guiaba y alentaba. Estas cosas que nos hacen reflexionar y entender que todo se puede, que los límites los pone uno mismo, que nada nos detiene que todos somos iguales, con las mismas oportunidades y que uno decide disfrutarlas o dejarlas pasar. Yo como todos los que estábamos ahí seguro elegimos la primer opción. Es difícil describir los estados por los que uno va pasando mientras corre, pero estoy plenamente convencida que tanto el cansancio, el dolor muscular, la sensación de que el aire parece no alcanzar, se tornan tan lindas como la alegría de saberse sano, capaz de lograr metas, feliz de compartir, de saber que seguramente uno puede más. Previo a la llegada, plantaciones de frutales,

con un terreno más plano y firme hicieron que las piernas y el corazón se aceleren; porque ya se veía a lo lejos la gente alrededor del arco de llegada, que hizo que saque fuerzas desde lo más profundo para poder llegar. Escuchando a nuestros amigos alentarnos, las fotos, los aplausos, que quizás no son para nosotros pero que de todas maneras uno los hace propios desde la emoción de llegar. Así, ya casi sin aliento, de la mano con mi koe, pasamos por el arco, después de haber corrido casi 3 hs, sin poder decir más que gracias; recibir los abrazos de la gente querida y sin dudas pensar con alegría, una vez más…meta cumplida!! Todo lo que se gesta desde el corazón, con amor, afecto y buena voluntad, nunca puede salir mal.


Corrió el Cruce Columbia 2013 y este año arrancó corriendo todas las fechas del Terma Adventure Race con perspectivas a realizar el Cruce Columbia 2015. Toda la vida hizo deporte. Entrena diariamente, “correr, me hace bien, me desahogo, me da paz con la naturaleza, con el mundo, se me pasa la chinche hasta que me vuelve otra” refiere; así educó a sus hijos. Entrena sola, corre una hora y camina en el río buscando senderos que tengan subidas, bajadas y diferentes obstáculos para agudizar su esfuerzo. Los sábados lo hace con un grupo de corredores quienes le marcan alguna actividad para mejorar el rendimiento y la anotan en las carreras facilitándole transporte y alojamiento a “la beba” como la llaman. “Hice El Cruce Columbia en 2013. Cuando me invitaron fue la locura más grande para mí. Estaba muy contenta. Fue mi máximo desafío. La noche anterior a correr pensaba: ¡qué macana!, ¿qué voy a hacer?, ¿quién me mandó?, ¡qué papelón!”. “Me resultó muy dura la carrera, cuando bajabas una montaña enseguida debías subir la siguiente. La segunda etapa fue peor. Cuando llegué a al arco sentí que realmente había ganado un gran desafío, estaba orgullosa de mi misma. Una sensación parecida fue la que me pasó cuando llegué al aeropuerto y me recibieron mis hijos, nietos y otras personas con carteles que indicaban sentimientos muy lindos hacia mí y fotos de la carrera”. “Corro porque me libera de todas las tensiones, me llena el ego, soy humana y veo el orgullo de mis hijos y nietos al ver la nona que corre, la gente me reconoce. Siento que puedo exigirme, que todavía vivo. Porque cuando te entusiasmás, cuando te armás, cuando programás… siento que estoy viva”. “Cada vez que corro una carrera, al terminar voy rápido a llamar a mi mamá que tiene 107 años para avisarle que estoy bien”.

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Con más de 2000 corredores de todo el país se llevó a cabo la tradicional competencia de Terma Adventure Race en Pinamar el domingo 3 de Agosto. Unos días previos temporalmente que no prometían una buena jornada, el domingo comenzó nublado pero con el correr de las horas el sol fue ganando espacio dando un marco espectacular a este gran evento. En la nota Guillermo Zapata nos cuenta su experiencia en la costa atlántica.

os que corremos carreras de aventura, tenemos pocas posibilidades de disfrutar de una buena organización, un buen marco y un buen paisaje. Todo esto se conjuga a la hora de hablar de la Terma Adventure Race de Pinamar. Partiendo de una buena organización las carreras difícilmente salgan mal, y este es el caso del club de corredores, que junto a terma y los demás sponsores trasladaron todo su potencial hasta Pinamar para satisfacer nuestras necesidades. La hora de largada que se respetó, la entrega de kits muy bien organizada, la hidratación y la alimentación perfecta, dan cuenta de estos detalles, que muchas veces no son tenidos en cuenta. El marco fue estupendo. Mucha gente, muchas familias y un paisaje que invitaba a la aventura, incitaban a pasar un domingo hermoso a pesar de una amenazadora tormenta del norte que presagiaba mal tiempo cosa que al final no se cumplió. Llegamos a Pinamar el sábado por la tarde un grupo pequeño pero homogéneo de amigos desde La Plata. Así, Roxana Montero, Alfredo Pagano, Ricki Galán, Jaime Sánchez, Luján Ponce y Guillermo Zapata nos dispusimos a retirar los kits en el hotel del bosque. Un lugar espacioso y acorde al acontecimiento. Así estaban los distintos stands de las firmas auspiciantes y otros dedicados a la venta de productos necesarios para la carrera. En este lugar nos encontramos con la entrañable presencia de nuestros amigos de Andar Extremo, siempre presentes de los grandes eventos. Luego de un recorrido por la ciudad y su playa, y previo a los infaltables fideos nos fuimos a descansar temprano.


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ENTREVISTA A NICOLAS SCIOLI Ya el domingo, desayuno, fotos y directo a la largada. Puntualmente a las diez se largó, saliendo por la avenida Bundge hacia la playa y por el borde del mar hicimos aproximadamente tres kilómetros para doblar y entramasen los bosques de pinos y araucarias y a una belleza sin igual. La ondulación del terreno, las hojas y las ramas caídas tornaban muy divertido el recorrido hasta que llegamos a la zona de la frontera donde el panorama cambió y nos sentíamos prácticamente en el desierto del Sahara. Montañas de arena, sol abrasador y de fondo el mar con su incansable movimiento. Las dunas hacían sentir toda su dureza en nuestros

cuádriceps que a esta altura ya empezaban a quejarse de esfuerzo. Por suerte la hidratación fue muy buena, las frutas ayudaron y el paisaje empujaban a pesar de que el sol hacía sentir su presencia. Más adelante volvieron los bosques, los caminos sinuosos entre los pinos, el paso por el golf y la tan ansiada llegada a la meta luego de un importante esfuerzo. Fueron veinte siete kilómetros de hermosas sensaciones: colores, emociones, fatiga, y al final de alcanzar la meta. En definitiva ese es nuestro objetivo, importan los dolores pero lo que más nos importa es participar llegar al a meta y compartir con amigos estas magníficas experiencias.



l prestigioso festival celebrado en Mendoza desde hace 7 años, es el único del género en Argentina, y engloba un ciclo de competencias que proyectó al deporte nacional hasta el escenario mundial. En esta edición, recordamos que también un 20 de julio, día del amigo, durante el invierno del año 2008, se celebró el primer evento que se transmitió por TV a 108 países. “Me parece fantástico mirar atrás y ver que hoy sumamos ya un centenar de competidores y practicantes de escalada en cascadas congeladas de altísimo nivel, y que dicho deporte llega a miles de personas, empresas dedicadas al turismo y marcas gracias a la excelente cobertura de medios.” Por primera vez el parque de hielo abrió sus puertas a los que quisieren escalar su primer cascada, de forma gratuita, supervisados por el equipo de guías profesionales de montaña de Ventonegro. El resultado fue increíble. Niños, jóvenes y adultos probando la verticalidad del terreno asesorados de forma personalizada y con equipos de última generación sintiendo el

hielo crujir contra el acero y respirando aire con olor a frío. Durante dos soleados y calurosos días, compartimos muchas risas, muestras de alegría y aliento del público, escaladores y organizadores. Makalu marca líder en indumentaria outdoor, patrocinante del único equipo de montañistas de elite de Argentina, ha proyectado este año su mercado, extendiéndolo al brasilero, valiéndose del evento como plataforma de lanzamiento. Cabe recordar que contamos una vez más con visitantes y competidores del país vecino que, con muy buen humor, fueron alentados por los argentinos al canto de “Decime que se siente” recordándome mi nacionalidad Brasilera en tiempos de copa del mundo-. Comenta Humberto entre risas. Vallecitos es la puerta de entrada al recién declarado Parque provincial Cordón del Plata, ubicado a 100 km de la ciudad de Mendoza. Cuenta con servicios de Hospedaje en los refugios y buenos caminos, ambas condiciones favorables para que las familias puedan acercarse y pasar un fin de semana ameno y con

comodidad. De todas maneras muchos de los participantes prefieren los parajes de alta montaña para dormir en carpas, y los refugio son utilizados como lugar de encuentro y reunión al calor del fuego. Todos los caminos, en muy buenas condiciones, son mantenidos por la Dirección Nacional de Vialidad que, además, cuenta con un refugio e instalaciones que nos facilitaron para alojar al equipo organizador. La entrega de premios y menciones se realizó en el centro de eventos armado para la ocasión, ambientado con música y una banda en vivo que dio el toque especial para cerrar un fin de semana inolvidable . Nuestro parque de escalada en hielo, fue creado con la idea de ser un lugar donde los atletas puedan ser expuestos y evaluados para una etapa del campeonato mundial, organizado por la unión internacional UIAA. Contamos con aperturistas de vías, presentadores y jurados experimentados. En estos años ya reunimos un tricampeón, y dos bicampeones, lo que nos permite organizar un ranking claro y postular Argentina ante la entidad máxima del alpinismo mundial. Hoy nuestro deporte, cuenta con toda la cadena de abastecimiento interno para el desarrollo de la actividad: Instituciones especializadas en la enseñanza del montañismo a través de escuelas oficiales que forman guías profesionales e instructores, proveen los conocimientos necesarios a un mercado creciente. Un altísimo grado de profesionalismo de empresas que operan expediciones vivenciales en alta montaña, aportan la cuota de innovación y variedad de actividades al aire libre promoviendo la evolución del deporte. Empresas productoras de insumos y bienes de consumo desarrollan equipamientos necesarios para la practica de escalada en sus diversas modalidades que se comercializan en cadenas de negocios de montaña.


Los medios ayudan a que la brecha entre el productor y el consumidor se estreche. Por esto creemos que Argentina, ha madurado lo suficiente para avanzar al próximo paso a nivel internacional. El Festival expone este panorama de posibilidades a los que hasta entonces trataban el asunto con curiosidad o cautela: “Creo que esa fue la exitosa misión llevada a cabo por el equipo organizador del Makalu Ice Climbing Festival VII. Comenta Humberto, quien en pocos días saldrá de expedición a montañas de más de 7000 metros en países de la Ex Unión Soviética, para luego regresar este

mismo año, y cumplir su rol como guía en Aconcagua a partir de Noviembre. Humber to Camara Junior es brasilero, y reside en Mendoza hace más de diez años, allí cursó la Carrera de guía, obteniendo el titulo de Guía Profesional Montaña, en la EPGAMT, Escuela Provincial de Guías de Alta Montaña y Trekking Cnel. Valentín Ugarte, convirtiendose en el primer guía de montaña profesional de su país. Ademas es un ávido escalador, que dedica su tiempo libre a difundir la escalada y promover los valores de solidaridad y cooperación entre montañistas.



Mariano Galván realizó una expedición al Himalaya Chino para tratar de coronar esta montaña y el Shisha Pangma, pero un principio de congelación le hizo abortar el ascenso en plena expedición del Cho Oyu. El relato en primera persona de su accidentado viaje.

a idea para este año era bastante ambiciosa: hacer el Cho Oyu y el Shisha Pangma. Ir al Tíbet, a conocer el otro lado del Himalaya, donde se acceden únicamente a estas dos montañas. Las otras se suben por Pakistán, Nepal o un poco por india. Sabia que China era un poco más hostil que otros países como Nepal que te reciben con sonrisas. Por suerte la empresa que crucé la frontera fue excelente. Todo resultó bastante bien hasta el campo base a lo 5400 msnm. Al principio tenía dos bolsos idénticos y me perdieron uno en el aeropuerto, llegó dos días mas tarde y te podés imaginar lo que significa eso, mucha plata en equipo. Empecé con este trajín, tuve que pagar noches extras de hotel, transfer aparte pero fue parte de la aventura. Nos encontramos con un Chu Oyu totalmen-

te diferente a lo que uno esta acostumbrado a ver en los libros. Estábamos en otoño, es una estación mucho más seca, no hay nada de nieve comparado al invierno y había muy poca gente. Había dos expediciones solamente y recordemos que el Cho Oyu es el primer paso a los ocho miles, nos sorprendió esa falta de gente. Veíamos mas grietas de lo que se acostumbraba. Nos confundió. Hice un intento bastante rápido. Recordemos que con vehículo se llega a los 5000 msnm en rutas chinas que están buenas. Te vas aclimatando en los hoteles de pueblitos en Tíbet, todo muy


árido. Llegar al campo base (CB), fue duro. Estar a 5400, tratar de dormir y comer es difícil (el campo base del Everest esta a 5000 msnm). Es mucho más alto pero realmente el servicio del CB fue excelente, los cocineros, la carpa para la estadía era muy agradable. Lo siguiente fue ir a campo 1, no me quedé ahí pero llevé cosas, para conocer, medir distancias. Luego de una semana sin mucha aclimatación subí al Campo 1, agarré unas cosas y fui hasta Campo 2 a 6900 msnm. Al día siguiente, después de unas nevadas me fui a 7500 msnm. Me pegó mucho la altura, no pude hidratarme bien, no pude dormir tampoco. Todo esto lo había podido hacer sin cuerda fija y escalando la parte de Ice Falls que es una cascada de hielo con pendiente de 80° entre campo 1 y campo 2. Hacerlo sin cuerdas fue un desafío intenso. Son 100 metros muy adrenalínicos, tengo filmaciones de eso muy buenas. Por suerte al pensar luego en el Shisha Pangma, llevaba herramientas técnicas que sabía, que al no haber cuerdas, iba a ser complicado, sobrepasando lo que se piensa del Cho Oyu que es una montaña fácil que es un trekking de altura, llevé un poco más. Al pasar eso sentí una gran satisfacción y como sabía que venían unas expediciones atrás que avanzaban muy rápido, sentí la necesidad y la presión de querer intentar hacer cumbre sin que equipen la montaña. Tendría que haber vuelto al campo base después de haber dormido a los 7500 msnm y allí recién esperar la ventana de buen tiempo y subir. Decidí entonces quedarme un día más allí arriba, aclimatando a 7500 msnm. Nevó 24 horas. Cometí el error de no hidratar y no aclimatar bien. Me sedujo bastante seguir: sin cuerdas fijas, faltando tan solo unos 700 metros por delante; y por otro lado era la presión de saber atrás venían expediciones comerciales y se perdía esa pureza de la montaña que había logrado moviéndome más rápido de lo usual.

No conocía la ruta, no había cuerda por arriba, calculé que había rastros de otras expediciones. Tampoco calculé que la montaña en otoño y en invierno se equipa por diferentes lugares. Entonces decido atacar cumbre, salgo 12 y media de la noche, preparo el equipo, poniendo el rumbo que había memorizado el día anterior confiado que iba a encontrar rastros. Pero encontré restos de cuerdas y estacas viejas que me llevaron a la cara nepalí que es más complicada. Traté de hacer unas travesías recomponiendo el camino, buscando otras opciones, nunca pude hallar el camino al estar de noche. Eran las 6 de la mañana, tardó en amanecer, no salía el sol, estaría haciendo menos 25°. Llevaba un reloj en el pecho y al cristal de éste lo rasguñaba para sacarle el hielo tratando de ver la hora. Todo congelado el pecho. Me habían advertido que era una montaña fría. Seguía huellas que no me llevaban a ningún lado, subía y bajaba. Se vinieron las 9 de la mañana y se me agotaban las fuerzas que tenía. Empecé a sentir que hablaba con otra persona,

por la deshidratación, el cansancio. Hay muchos relatos de gente que se habla a si mismo. Escuchás que otra persona te responde. Allí está el límite. Estaba tratando de ver un lugar nuevo para subir, dije “voy a hacer el último intento”, ¡me respondió! y dije “acá termino”. Estaba en los 8000 msnm, bajé a la carpa a los 7500 msnm y caí dormido porque había estado 11 horas en alta montaña. Junté las cosas, dejé un depósito de comida y carpa a los 7000 msnm para bajar una semana, recuperarme y volver a subir. Pero el destino era otro, no había notado que la deshidratación provocó una disminución de la circulación. Al llegar al campo base me di cuenta que había sufrido congelaciones, al principio pensé que era un enfriamiento grave pero con el correr de los días la perdida de sensibilidad en los dedos pasaron a lesiones graves y finalmente tuve congelaciones de segundo grado. Sentía una molestia al bajar, algo no estaba bien en el campo 1a los 6200 msnm, arriba no


Panorámica

había sentido nada. Finalmente, cuando llegué al base, tenía unas lesiones en la uña, estaba blanca con algunas ampollas y en la base de la uña morado. Y cuando se empezaron a calentar los otros dedos se hinchaban y se ponían rosados. Al entrar en calor se empieza a expandir la sangre y luego salen los moretones de adentro hacia afuera, se rompen los vasos y se ve el moretón.Y cada vez progresó más. Me quedé una semana a ver si mejoraba para intentar volver a subir. Después de varios días me vieron unos médicos de una expedición y dijeron que baje urgente por las infecciones. Resigné la expedición, tenía que ir rápido a Katmandú, armé la evacuación del campo base, no hay helicópteros, me llevaron a los 5200. Solo caminé 3 horas y luego en un jeep. No conviene moverte mucho porque al golpear la lesión la dañás más. Me llevaron a una clínica específica y tomé medicación. Trate de salir rápidamente de Katmandu a España.

Tenía la experiencia de 4 ochomiles, Everest, Lhotse, Gasherbrum I y II, pero sabía que los números estaban en mi contra, había tenido la suerte de meter en 3 expediciones 4 ocho miles!. Es normal que en alguna expedición algo podía salir mal después de nueve años. Estaba preparado para afrontar algo y la verdad que lo tomé bastante bien, y me dije tengo que llegar hasta acá porque pongo en riesgo mi vida, la montaña me va a dar otra oportunidad. Había estado trabajando en Aconcagua en la temporada, pude viajar a España y había perdido estar en altura. No pude entrenar en gimnasio como en las expediciones anteriores. También aprendí a no ser tan obsesivo con el tema de las cuerdas fijas, lamentablemente en estas montañas comerciales están, se usan y no tomarlas como un factor que me afecten. Me dio un pantallazo de la cordillera de los Himalayas por el lado chino y aprendí a no descuidar la deshidratación. Esta congelación fue de adentro

hacia fuera, el principal problema es que no me hidraté y no tenía la aclimatación suficiente. El equipo que llevé estaba más que bien. Este gran problema no fue el frío externo, fue la capacidad del cuerpo de irrigar con calor las extremidades. Si tenés la sangre muy espesa las botas apretadas, te va a costar mucho más el intercambio de calor. Fue una temporada muy, muy fría también. El año que viene prefiero dejar, pasaré estas montañas, está bueno aprender, vi un cara que me gusto en el Cho Oyu para el futuro. Fijate que la montaña que se considera más fácil de lo 8000 fue la que más problema me trajo. “Lo importante no es llegar a la cima, es secundaria ; todas las veces que voy es para aprender”.


PROYECCION NATURAL Un nuevo concepto en indumentaria de montaña, con un apuesta a la innovación y la utilización de fibras naturales y sustentables de calidad. Entrevista a Fernando Pau epau es un proyecto que se viene gestando desde hace muchísimo tiempo, de la intención de expresar en una compañía los valores que fuimos aprendiendo del montañismo, de esa cultura solidaria, del todo es posible, de los sueños, la planificación, el compañerismo, de ir paso a paso disfrutando el camino. Esa es nuestra cultura, nuestra búsqueda, que podemos expresar en acciones concretas no solo brindando alternativas de productos de calidad sino también desde la colaboración con distintos actores de la sociedad. En el desarrollo de un producto trabajan diseñadores, modelistas, muestristas, el equipo de corte y confección, redActivos con el packaging, etc. son muchos actores a los cuales vamos contagiando de todo esto.

La primera línea de productos que desarrollamos, fue la Serie 8000 de interiores térmicos, realizada en lana merino, introduciendo al mercado un nuevo concepto en indumentaria técnica. Siendo los primeros en elaborar productos con fibras naturales y sustentables, para deportes de montaña. Una de las premisas de Lepau es la innovación, siempre trabajamos para brindar nuevos materiales. Lo mismo sucedió con la Serie 4000, desarrollamos fundamentalmente productos funcionales y con

diseños propios, luego creamos MerinoWit un nuevo tejido combinando fibras. Desarrollamos un propio concepto en vestimenta de montaña y trabajamos en función de eso.

Realizamos el desarrollo de nuestros productos basándonos en la funcionalidad, para lo qué se va a utilizar y en qué condiciones, a partir de una primera muestra realizamos las pruebas nosotros mismos. No podríamos sacar un producto al mercado que no utilicemos como parte de nuestro equipo técnico. Se realizan tantas pruebas y modificaciones como sean necesarias para satisfacer nuestras propias necesidades. Una vez que está el último prototipo, se lo damos a deportistas quienes evalúan el producto y de ser necesario se realizan las últimas modificaciones. Esto nos da un excelente resultado, hemos sido distinguidos con el "Sello del Buen Diseño" por el ministerio de industria, siendo evaluados por más de 30 profesionales de la industria. Un programa que evalúa el compromiso con el diseño y el medio ambiente dentro de una organización.

Colaboramos con deportistas, montañistas y hasta biólogos que trabajan en la conservación de especies en la puna. Sentimos la montaña como medio de vida, como expresión de libertad,

sin competencia y donde cada persona tiene su propio objetivo, es parte de la cultura Lepau. Apuntamos a disfrutar el camino ante todo. Te puedo nombrar a Gustavo Rodríguez de Golem, Martín Lopez Abad, Andy Barroso, con ellos existe una colaboración mutua, nos da lo mismo si andan en bici o suben un 8000, si podemos aportar para cumplir algún desafío que tengan, lo hacemos, pero no esperamos nada a cambio, el vínculo lo puso la pasión por la montaña.

Producimos una línea completa de interiores térmicos que consta de 14 productos. Como segunda capa hemos lanzado “Urqu”, luego contamos con prendas de uso urbano y accesorios. En este momento tenemos productos en su última etapa de test, que seguramente estaremos lanzando en la temporada de montaña. Para realizar nuevos proyectos utilizamos procedimientos, probamos e investigamos, el lanzamiento es la última etapa de un largo proceso de desarrollo. Cuando una persona adquiere un producto de Lepau encuentra algo auténtico.

El objetivo es desarrollar productos innovadores, sustentables y de alta calidad,


seguimos trabajando en nuevas confecciones, que irán complementando las diferentes lineas, sin saltear etapas. Por otro lado también incorporamos el concepto de mejora continua, por lo que estamos trabajando para obtener la normativa ISO 9001 y hemos avanzados en el establecimiento de procedimientos y esperamos pronto poder certificar. Seguiremos incrementando nuestra política de RSE (Responsabilidad Social Empresaria), que hoy cuenta con varias acciones como la unión con redActivos, fomentando de esta manera la autonomía social y económica de trabajadores con discapacidad. Disminuyendo el consumo de cartón y papel blanco en las etapas de producción y embalaje. Acentuando la colaboración mutua con cooperativas norteñas argentinas, que trabajan en el desarrollo de los gorros de la Serie Punna, y a la red de talleres legalmente constituidos, que no emplean trabajo infantil ni esclavo para la producción.

Lepau se basa en tres pilares, la innovación, la calidad y la sustentabilidad. Por los cuales trabajamos todos los días, debemos ser innovadores, de esta manera mantenemos la inspiración, las ganas de mejorar, de hacer cosas distintas. La calidad es algo que no podemos resignar, la pauta es que los productos que hacemos los tenemos que usar nosotros mismos, en todo debemos hacer nuestro mejor esfuerzo y lo mismo pasa con la idea de sustentabilidad, que no solo tiene que ver con el cuidado del medio ambiente sino también con aportar a la sociedad, y dejar nuestra huella.

A quienes confían en nuestros productos, tanto puntos de venta como usuarios y a todos los colaboradores, no es sencillo realizar desarrollos y por suerte somos parte de un gran equipo de personas y organizaciones, que se involucran y con suma constancia trabajan para lograr los objetivos que proponemos.


l maestro fue a dar una vuelta-Dijo al aspirante a discípulo, el edecán que lo recibió-. -Cómo puede ser?- Con cara de duda, y los ojos bien abiertos, el ilusionado joven aún no salido del asombro, parado al lado del fuego, intentaba comprender el por qué de la ausencia, siendo Él el que había afirmado que allí estaría... Mientras un invitado a la Convención de Locos apartaba las brasas, otro con ropa de colores marcadas con la M grande destapaba un verde y vítreo recipiente de unos 5 litros que contenía un líquido color sangre que virtió en los recipientes apoyados sobre la tierra. Para recibir al recién llegado, le señalaron que tomara en esa botella de tapa azul y boca ancha con un sujetador que tenía algo de jugo y le indicaron que se arrime al fogón. Todos llenaron sus cacharros. El desconocido, lo hizo hasta menos de la mitad. Y levantando el recipiente, brindó, igual que los demás, nadie supo por qué, ni a nadie le importó. Hicieron silencio y miraron sin enfocar, tratando de captar las virtudes del sanguíneo elixir. -¡Rico el vinito!- afirmó uno; -¡Ta bueno!dijo otro. ¡Va como piñaaaaa!- Se escuchó de más atrás. Cuantas veces hemos oído que un vinito al aire libre, tiene otro sabor. Al calor del fuego, las historias toman color, forma, olor que no solo el paladar y el oído perciben. Es por la piel, que los cuentos llegan al corazón, y aquella noche en Esquel, todo tuvo sabor a recuerdos.

Más tarde, protocolo y ceremonial cumplidos, cuando La Hora de las Charlas empezó y las risas se aplacaron un poco, dándole atmósfera de seriedad a la reunión, hablaron. -¿Y cuándo se fue? ¿Y cómo se fue? Preguntó una vez más el recién llegado, mientras en su desconcierto, casi negando La Noticia de la Partida, meneaba la cabeza y desviaba la mirada hacia los ciruelos recién florecidos. -En Marzo ya sabíamos que no estaba, aunque en Diciembre dijo que se iría. Recién nos dimos cuenta, cuando no llegó a la reunión previa al otoño. Ahora nos parece muy raro todo-. -Y con lo que estaba haciendo? -Dejó bastantes cosas terminadas y alguna a medias. Esperamos que alguien tenga el valor de dar las últimas pinceladas a esas obras, más o menos como las hizo él, pero por ahora, hay mucho ruido a silencio, y su lugar está vacante aún. …Y alguien tiene idea sobre – ¿Dónde fue el Maestro? Estamos casi seguros que a algún lugar como éste. ¿A qué lugar iría sino? Él le dio la pluma a las historias que ha escuchado, y heredó lo mismo para que otros aprendan a escucharlas, y que sean ésos los que agreguen mas letras a su obra. Habrá que seguir acercándose al fuego de campamentos scout, grupos de niños, y de locos filósofos, donde la Magia deje lugar a lo inmediato-. Hoy Las historias, Nuestras Historias, que escribió para que contemos, nos darán testimonio de que Todavía sigue allí-.

MARCELO Te escribo como sobreviviente del Holocausto de Soñadores. He sido presa, y acribillado cientos de veces, en la Carnicería de la Inconsistente Consciencia Colectiva. Vos sabés que a los locos, se los Educa, y tengo mucho miedo, que la picadora de cerebros, me atrape un día. Tus cuentos, algunos alegres, otros no tanto, algunos largos, otros menos, me hicieron reír a veces y dieron nostalgia algunas otras. Fueron también el motor que empujó mucho de lo que germinaba en esta cabeza, dándole vida a cuentos que ahora vuelco a las letras. Tengo miedo que la anestesia de historias resumidas en 144 caracteres haga dormir esa parte del cerebro a la que todavía la ciencia no alcanza descubrir, mapear, delimitar y por s o b r e t o d o m e d i c a r . Intentaron tratarme con dosis elevadas de tele, libros berretas, poesía para vender sahumerios y compendios orwelianos de libros. Pero sigo pensando igual que antes!!! Aprendí que La Biblia es un libro que escribió Jesús, para que Moisés cruzara el mar, en las Carabelas de Colón, que llevaban al caballo blanco de San Martín, con el que liberó a La Patagonia de los Indios. Y no me conformo. Quiero que sigas dando vuelta por los fogones, y que estos relatos, en parte historias de quienes comemos asado en el bosque con leña no comprada, y en parte chismes susurrados por duendes al oído del que duerme sin rezar cerca del beleño, sigan fluyendo igual que vos lo hacés, al haberte hecho eterno, En Los Cuentos de Marcelo Gargiulo. Sin más, saluda atentamente Bokedari


l piloto Klaus Ohlmann es el primero en planear sobre el Everest. Ha batido más de 40 records a lo largo de su carrera, incluyendo el del vuelo más largo en planeador. Durante un vuelo en solitario, el 13 de diciembre de 2013, el maestro aéreo alemán, sobrevoló la montaña más alta del mundo. A bordo de un Stemme S10 TV a motor, Ohlmann completó con éxito el vuelo que formaba parte del proyecto Mountain Wave Project, una expedición de investigación que mide la calidad del aire, las condiciones de viento y el estado de los glaciares que rodean al Everest, todo con unas cámaras únicas en 3D. Las vistas desde el techo del mundo eran impresionantes. Tras alcanzar una altura de 6.000 metros, apagó el motor sobre el pueblo nepalí de Lukla y luego prosiguió su ascensión navegando sobre las llamadas olas de montaña, o corrientes ondulantes, que le permitieron seguir ganando altura. «Entre Pumori y la entrada del Glaciar de Khumbu había una corriente suave ascendente, » comenta. « Era increíble y fabuloso surfear sobre los riscos más bajos del Everest. A partir de 7.500 metros las corrientes mejoraron y pude alcanzar la cumbre con ellas. Las vistas desde el techo del mundo eran impresionantes »


ulian Mittermaier realizó el récord mundial de slackline, con 224 m de longitud y a 200 m de altura. El joven de 21 años batió el récord en tierra europea recorriendo la presa gigantesca de Mauvoisin, en Wallis, Suiza en su primer intento. Ha batido el antiguo récord de Jerry Miszewsky's (USA) de 114 metros. Le hicieron falta 40 minutos con una línea de 2,5 cm a 200 m de altura. Ha podido contar con un gran equipo: Peter Auer, que es uno de los mejores slackliners de Austria, Thomas Buckingham, el Presidente de la Asociación Suiza de Slackline, Nico Sedlatchek y Helmut Netzwerker. El equipo también lo acompaña para ayudarlo mentalmente. Ha batido el récord en el primer intento, tarea nada usual, ya que, el anterior record de Jerry Miszewsky tuvo que hacer 80 repeticiones. Pensaba que no había ninguna probabilidad de recorrer toda la distancia en el primer intento. Al momento del récord tenía una sensación extraña. La represa es muy linda, motiva e intimida al mismo tiempo. Pero una vez que la línea estuvo colocada, ambos sensaciones se mezclaron y se unieron. Al primer intento tuvo curiosidad por ver la tensión de la línea, estaba bastante floja. No tenía expectativas cuando empezó a andar y lo sorprendió ver lo tranquilo que estaba todo. Él también lo estaba, la línea continuaba muy estable y eso ayudó para que comience el recorrido sin sobresaltos. Cuanto más se acercaba a la mitad del recorrido, más tensión sentía. Empezó a frenar la cadencia y hasta se tomó dos descansos de dos minutos para dejar que la línea dejara de oscilar. Le daba la impresión de estar lejos de la meta y sintió mucho cansancio en los pies. Pero toda la dificultad era mental. A unos 70 metros del final se puso muy nervioso aunque sabía que lo más difícil iban a ser los 30 últimos metros. Felizmente pudo completar el recorrido y obtener el récord.


nos valientes personajes probaron bajo el agua material de buceo con más de 100 años de antigüedad. Antes de que llegara el buceo de tipo SCUBA, los buceadores usaban equipos como estos para trabajar y explorar el mundo submarino. Gracias a un antiguo buceador industrial suizo, el fotógrafo Marc Henauer ha inmortalizado parte de la experiencia ancestral en fotos con la ayuda de personas que se han prestado a vivir esta experiencia única en el Lago Lemán. En 1958, Jacky Cauderay fue empleado como buzo industrial en el Lago Lemán. Entró en el agua apenas una hora después de haber firmado su contrato, casi sin preparación alguna. La pieza maestra de la colección de Cauderay es un casco todavía funcional. Unidades como ésta se venden actualmente en el mercado de antigüedades por miles de euros. Una vez que el buceador se mete en el traje, el casco de cobre se ata al traje con tornillos. Al final, la ventanita central, con tan sólo 20 cm de diámetro, se atornilla justo antes de entrar en el agua. Hay muchos peligros. Un descenso a 10 metros de profundidad genera tanta presión que puede llegar a romper la espalda al buceador. Si la bomba exterior deja de funcionar, el buceador se quedará sin aire. El equipo requería cuatro personas. El buzo, dos personas entrenadas para activar la bomba de aire y un guía para controlar la seguridad con una cuerda atada al casco. Cada una de las botas, hechas a medida, pesa 12kg. Una vez puesta la ventanilla delantera, el traje es estanco. La combinación de la densidad del agua con el volumen de aire que llena el traje hace que el buzo opere casi en “gravedad cero” pero su movimiento no deja de ser difícil por lo aparatoso del traje. Es tan complicado moverse que hace falta una escalera para entrar y salir del agua. Puede que tenga cien años pero el equipo de buzo está tan bien cuidado que todavía es perfectamente funcional. Es un privilegio raro para que estos personajes puedan probarlo durante unos minutos.


El fin de Semana del 15 al 17 de agosto se llevó a cabo el Campeonato Argentino de Snowkite en Caviahue. El evento fue organizado por WE Snow teniendo como principales sponsors a Columbia, Grenade, Dakine, Red Bull, Vari Kites, Liquid Force, Hardwind, Gatorade, Quilmes, Sex Wax y Cerro caviahue. Quienes aportaron lo suyo a la hora de entregar los flamantes premios. ueron tres días a pura diversión y competencia. El clima y la buena onda de los riders ayudaron a que el evento fuera todo un éxito. El primer día la actividad se hizo detrás de la cuádruple del cerro. Con condiciones de mucho viento, que terminó en 100 km/h a la tarde, los riders compitieron en freestyle dando una demostración espectacular de snowkite, algunos con tabla de ski y otros con tabla de snowboard. Gracias a la colaboración de las máquinas pisa nieves del cerro se llegó con un guiso hasta el lugar de competencia que le permitió recuperar fuerzas a los participantes. Al otro día, con viento fuerte, en el mismo sector se realizaron 3 hits de freestyle y se sumó una carrera de race, la cual generó una imagen espectacular de kites surcando las montañas de Caviahue. Los riders volvieron esquiando hasta la base del cerro. Durante la noche los competidores se reunieron y disfrutaron la fiesta "Avalancha Fest", con un clima espectacular sin frío y el cielo estrellado, coronando a las 2 am con una guerra de nieve muy divertida. El último día se trasladó el evento hasta las lagunas "Las Mellizas". Las condiciones de viento fueron ideales, con un promedio de 14 a 18 nudos los riders pudieron aprovechar el máximo de su nivel técnico. Se realizaron hits de freestyle y race. Durante la noche se realizó la comida con entrega de premios y regalos para los competidores, en el restaurante "Las Lengas" ubicado en el cerro.

Snowkite Freestyle 1° Julián Fidalgo 2° Santiago Quirno Costa 3° Juan Pablo González

Snowkite Race Snowboard Snowkite Race Ski 1° Santiago Quirno Costa 1° Eduardo Elli 2° Fernando Barziza 2° Rafael Gonzalez 3° Julián Fidalgo


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Reeditando el espectacular suceso del 2013, se viene una nueva THE NORTH FACE ULTRA CHALLENGE en San Carlos de Bariloche. Con la Villa Catedral como centro neurálgico de la organización y con el impactante escenario de las montañas y lagos de nuestra Patagonia, tendrán oportunidad de disfrutar de un evento inolvidable. El Cerro Catedral, centro de esquí más importante de Sudamérica, será el punto de partida de esta nueva aventura. Nuevos recorridos para las distancias largas y la posibilidad para todos los corredores de ser parte de este evento incomparable en cada una de las 4 distancias que lo componen. h e N o r t h Fa c e ® E N D U R A N C E CHALLENGE 2014 es una carrera de endurance, con recorridos de 10 km, 21 km, 50 km y 80 Km de extensión. Esta carrera es parte de un circuito internacional organizado por The North Face y que busca promover la actividad física en la naturaleza de forma segura y responsable, aplicando la filosofía del mínimo impacto, y también fomentar la práctica del trail running o uso de senderos de montaña para correr. La historia de The North Face Endurance Challenge comienza en 2006. A partir del desafío de Dean Karnazes (ultra maratonista muy conocido en USA) quién se lanzó a correr 50 maratones en 50 estados, en 50 días consecutivos, también conocido como "The North Face Endurance 50", surgió la idea del Endurance Challenge.

Lanzado en 2007, The North Face Endurance Challenge Series se ha comprometido a impulsar a los corredores a sus límites y promover el deporte del ultra-trail running. Los circuitos fueron diseñados para desafiar incluso a los corredores más experimentados, y también complacer a los nuevos amantes del trail running, y a su vez incorporar los más hermosos paisajes del lugar del evento. Esta es una carrera que incluye categorías para personas que se están iniciando en el deporte, intermedios y expertos. Los recorridos se desarrollan por terrenos naturales y la dificultad de éstos varía según los diferentes circuitos. The North Face Endurance Challenge hoy cuenta con un circuito en Estados Unidos conformado por Nueva York, Washington, D.C., Georgia, Kansas y California.

Debido al gran atractivo de la marca y su crecimiento en América Latina, The North Face decidió crear un circuito latinoamericano con las mismas características del circuito de Estados Unidos y nos permite ofrecerle a los consumidores de nuestra marca a nivel mundial una series de carreras con escenarios inigualables, diversidad de climas y con el sello de calidad The North Face Endurance Challenge. En el mes de Noviembre de 2013, con centro en el Cerro Catedral, The North Face Endurance Challenge Argentina tuvo una espectacular competencia, con recorridos de impactante belleza. Más de 2000 competidores de toda la Argentina, países limítrofes, EEUU y Europa animaron una ultramaratón inolvidable Atrévete a conocer la experiencia de correr en la montaña y adentrarte en la naturaleza.

Ultra Trail Mont Blanc ha certificado los recorridos de The North Face Ultra Challenge 2014 en Bariloche. Todos los participantes que completen la prueba de 80 km obtendrán 3 puntos clasificatorios para The North Face® Ultra-Trail du Mont-Blanc® 2015. Asimismo aquellos que participen en 50 km obtendrán 1 punto.


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Outdoors life


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Cross Contry 28 de Septiembre, M42 MARATON MONTAÑA, Sierra de los Padres, www.crossdeaventura.com.ar

3 de Octubre, HI TEC 7 LAGOS, Villa La Angostura y SMA www.clubdecorredores.com 4 y 5 de Octubre , LA MISION SHORT, Champaqui, www.lamisionrace.com.ar 4 y 5 de Octubre , ALTAS CUMBRES EXTREMA, La Cumbrecitai, www.altascumbresextrema.com.ar 10 al 13 de Octubre, CONQUISTA TU CUMBRE, Cerro Las Leñas, www.conquistatucumbre.com 26 de Octubre, DESAFIO A LA TIERRAS DEL DIABLO, Balcarce, 21 km www.hetsaventura.com.ar

2 de Noviembre, TERMA ADVENTURE RACE, Miramar, www.clubdecorredores.com 23 de Noviembre, THE NORTH FACE ENDURANCE CHALLENGE, Bariloche, www.clubdecorredores.com 13 de Diciembre, BLACK ROCK NIGTH TRAIL, Yacanto de Calamuchita, 42 km www.mountainrace.com.ar 4 de Enero 2015, MARATON DEL DESIERTO, Pinamar, 5 y 15 km www.maratondeldesierto.com

10 y 11 de Enero 2015, CRUCE TANDILIA, Tandil, 10, 21 y 42 km www.crucetandilia.com.ar 5 al 8 de Febrero 2015, CRUCE COLUMBIA, Bariloche, www.clubdecorredores.com 14 al 17 de Febrero 2015, LA MISION, Villa La Angostura, www.lamisionrace.com.ar 14 al 15 de Febrero 2015, El ORIGEN, Villa La Angostura, www.tmxteam.com 11 de Abril 2015, PATAGONIA RUN, San Martín de los Andes, www.tmxteam.com

8 al 10 de Mayo 2015, RAID COLUMBIA, Salta y Jujuy, www.clubdecorredores.com Multidisciplina 5 de Octubre SALVAJE CROSS, Canning, www.salvajeoutdoor.com.ar 12 de Octubre, LA BAGUALA AVENTURA, Dua, General Belgrano, circuitolabaguala@gmail.com

9 de Noviembre, MAX RACE Ri7, La Plata, www.maxraces.com.ar Kayak 7 de Septiembre CAMPEONATO KAYAK AVENTURA Club Náutico Escobar, 5 de Octubre Las Barrancas San Isidro y 30 de Noviembre Kayakeando San Isidro, www.campeonatodekayak.com.ar MTB

7 de Septiembre, COPA VAIRO RALLY SERIE, Saladillo, www.rallyserie.com 12 y 13 de Octubre, DESAFIO EXTREMO DE ROJAS,Rojas, desafioextremoderojas@gmail.com

16 de Noviembre, COPA VAIRO RALLY SERIE, Arrecifes, www.rallyserie.com 26 al 31 de Enero 2015, TRANS ANDES CHALLENGE, Huilo Huilo, Pucón, Chile, www.transandeschallenge.com También podés encontrar carreras de todo tipo y formato en las siguientes direcciones web: www.atletas.info, www.codigoaventura.com.ar, www.guiakmzero.com, www.guiamaraton.com, www.ecoatletas.com.ar,www.ranelagh7k.com.ar y www.traccion.com.ar

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