Abro los ojos De repente, tomo conciencia de mí mismo, siento las sábanas cubriéndome el cuerpo entero. Abro los ojos, que los siento pegajosos, me pesan demasiado. Mientras hago todo esto, el despertador de mi hermano suena y suena constantemente. Pongo las piernas en péndulo, colgando de la cama, me levanto, me visto, me tambaleo hasta la cocina. Bajando las escaleras, siento que me caigo. Cuando llego abajo, me relajo, me pongo a comer, siento como me baja la comida poco a poco, tramo a tramo. Voy corriendo a la salida, cojo el abrigo, cojo las zapatillas, la mochila, la bufanda y me voy andando hasta el Instituto. Con cada paso que doy me siento más despierto. Autor: Marcos Escribano Pereira Curso: 1º ESO E