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Margarita Ariza Aguilar Portafolio

Vive y trabaja en Cali Colombia. Construye sus propuestas a partir de elementos de la cotidianidad y establece conexiones/tensiones con la historia que le permiten cuestionar el pensamiento colonial en el presente y sus implicaciones en las violencias más sutiles. Su práctica incluye performance, video, dibujo, pintura, intervención del espacio público, creación de objetos y escritura, experiencias participativas y acciones colaborativas. Actualmente es Decana y docente de la Facultad de Artes Visuales y Aplicadas del Instituto Departamental de Bellas Artes. Dirige el grupo de investigación Aisthesis. Su proyecto Blanco Porcelana que explora la violencia estructural naturalizada en diferentes prácticas y usos sociales en la vida diaria derivados de la colonialidad, fue censurado por la justicia colombiana. En 2015, la Corte Constitucional, falló a favor del proyecto al declarar una especial protección sobre su práctica. Su producción artística ha circulado en diferentes contextos y espacios expositivos de Colombia y otros países.

El trabajo de Ariza es más que pertinente en estos momentos en que nuestra madre tierra se incendia no solo por el cambio climático sino por la aparición de dictaduras disfrazadas de democracia, igualmente pone de manifiesto el lenguaje que se usa cuando nos referimos al otro, sólo basta revisar los discursos del Presidente Bolsonaro de Brasil cuando expresa: “cada vez más el indio es un ser humano como los blancos”. O sin ir tan lejos, las polémicas declaraciones que dio el año pasado la gobernadora del Magdalena, Rosa Cotes: "y mis indígenas, presidente, no son como los de la Minga. Aquí son aterrizados, inteligentes y preparados". El primero alude a la superioridad de los blancos, muy cercanos a los fundamentos del nazismo, y la segunda da cuenta de la relación de amo y esclavos, las personas como propiedad y su comparación. Esta es una argumentación que presupone exclusión y inferioridad de los otros. No se quedan atrás los gestos de la presidenta de Bolivia cuando excluye a los indígenas mostrando una biblia en su discurso, como si las cosmogonías amerindias no contaran y no fueran tan importantes como la religión colonizadora. Lo que pretende Ariza es analizar de manera crítica esas matrices del poder colonial que persiste bajo formas de unificación totalizantes y que pone a la otredad en un lugar. Cuando se dice “mis indígenas”, “mi negra”, se pone al otro en un lugar de inferioridad que regresa a las lógicas de amo y súbditos, a conceptos sexistas de apropiación de un ser humano. Desmontar estos imaginarios no es nada fácil, y es un trabajo que nos corresponde a todos.

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MariaElviraArdila

Curadora 26 deabril2020

Black Enough?

Esta exposición hace parte del proyecto Blanco Porcelana que cuestiona la aspiración de blancura, producto de la colonialidad, manifiesta en nuestras acciones más cotidianas y se pregunta por las relaciones de la jerarquía racial con la discriminación, la exclusión y la falta de reconocimiento como elementos constitutivos de un fenómeno de violencia estructural naturalizada en diferentes prácticas y usos sociales en la vida diaria. 2007- 2020

https://blancoporcelana.wordpress.com/

La práctica de Ariza surge del auscultar, visibilizar y transformar los imaginarios tan enraizados en la sociedad dominante. Esta exposición se suma a diferentes iniciativas encauzadas a promover otros relatos y narrativas para conocer y entender lo que nos han dejado esas herencias colonialistas. De ahí viene un trabajo presentado recientemente en el Museo Colonial en el Festival de Arte y Decolonialidad, en 2019, donde la artista entabló un diálogo con una de las obras más emblemáticas del Museo, la pintura de la Marquesa de San Jorge, de Joaquín Gutiérrez (1775): Una obra que da cuenta de las jerarquías, la superioridad, el poder, y en la que el detalle y los elementos rococó del vestido, el peinado, reflejan su posición en el virreinato. Ariza pone de manifiesto de nuevo la blancura de la piel de la marquesa y hasta una reseña de la época percibe el rostro de la marquesa como “casi de porcelana”. También juega con la obra y subvierte los postulados coloniales.

Maria Elvira Ardila Curadora El Espectador /26 de abril 2020

La obra de Gutiérrez una de las más costosas de la colección del Museo Colonial nos permite reflexionar en torno al pensamiento colonial vigente hoy en muchas de nuestras costumbres y prejuicios. De esta manera su reinterpretación desde la fotografía, que permite la presencia de otras formas, subvierte la idea de centro y periferia, superior y subalterno, civilizado/bárbaro tomando el lugar que hace visible otros cuerpos, pensando en la posibilidad de resistir a las lógicas de clase, género y raza. Los modelos son convocados a una sesión fotográfica y participan de manera voluntaria posando en un set que hace las veces de la escenografía de la pintura. Llevan un vestido inspirado en la obra de la Marquesa de San Jorge, este es un único vestido diseñado para todos, el mismo vestido sobre todos los cuerpos. Durante esta sesión el modelo ocupa simbólicamente ese lugar de poder, antes reservado para la élite europea . El participante está invitado a reflexionar sobre su familia , orígenes y las construcciones culturales de las que hace parte. La Fotografía se edita con una cartela, con lo cual se reconoce al retratado, incluyendo sus nombres, apellidos y lugares de origen.

Se realizaron dos sesiones fotográficas en las ciudades de Cali Y Bogotá, donde personalmente conversé con cada participante sobre los efectos de la colonialidad en nuestra vida diaria y por la razón de asumir el lugar de la representación de la marquesa en nuestros cuerpos. Se grabaron audios de las historias familiares y de las reflexiones de los participantes. Las fotografías resultantes fueron montadas en un tv, contiguo a la sala de exhibición de la marquesa.Esta experiencia fue muy importante en la conversación sostenida con cada participante, en lo aprendido en el proceso, en las posibilidades del cuidado del otro en cada ocasión en la que se vestía y eventualmente peinaba o maquillaba a cada uno. Las historias personales y familiares que cada participante tuvo la opción de pensar a la luz de la historia de la constitución de nuestra sociedad jerarquizada.

Lo único en lo que puede permitirse invertir el esfuerzo de la siembra, riego y recolección es en aquello de todas las cosas que son, de aquello que depende de nosotros. Dentro del sembradío en el que florece nuestra existencia , depende de nosotros el cultivo de ciertas semillas. Hay otras de esta especie de belleza aparente, que cuando crecen son grandes y coloridas que sin embargo, aunque percibes de cerca su aroma, están lejos de tu parcela. Flores exóticas que al ojo se ven robustas y que muchos quieren llevar consigo, como si fueran parte de sí. Estas sin embargo son completamente ajenas. Por ello y por cuanto no dependen de ti, no están bajo tu posesión, ni dominio, no dependen de ti para germinar, no intentes apropiarlas. Puedes contemplarlas pero ten en cuenta que debes mirarlas secamente, con plena indiferencia. La flor rojiza, abierta y bellísima, de bálsamo cautivador que atrapa los viajeros en su camino. Una de pequeñas y bailarinas florecitas que caen como lluvia sobre los caminantes. Una flor espigada tan alta que no se divisa con facilidad, crece aceleradamente pero puede decaer súbitamente. Procura tener claro que estas no son de tu sembrado, por ello mantente distante. Son flores que como sirenas cantan de manera gloriosa y una vez que dominan la voluntad, sujetan a su presa dulcemente y sin piedad lo encadenan, bebiéndose despacio su savia. Así, sin quitarle la vida del todo, lo conservan eternamente como a un esclavo. ¡Recuerda que si inhalas su fragancia, estarás atado a su reino y clamarás al cielo! Alucinarás viendo toda clase de apretadas malezas, insectos luminosos y enemigos acechando. Así pensarás que tus desgracias proceden de aquellos. En cambio si cada día te aplicas en los trabajos de tus propias semillas, regándolas con abnegación y especial cuidado, si cada día te levantas antes del amanecer y las humedeces hablándoles con el amor que procede de ti, tendrás la tranquilidad de la labor cumplida, la libertad de continuar en el camino, la felicidad de verlas sonriendo y desplegarse reflejando el sol. Puesto que quieres recorrer el camino en armonía, de éstas solo debes concentrarte en las que dependen absolutamente de ti. Aplaza tu mirada sobre las otras, abstente de desatar tu olfato y no te detengas ante su canto, recuerda que son peceflores, así repróchales al verlos : “¡Bellas y bellos brotes de la naturaleza, ustedes son solo otros más y me serán indiferentes, los reconozco. Los he examinado y sé que me son ajenos!”. Procura caminar derecho sintiendo en tu bolsillo el puñal y no vuelvas los ojos atrás; endereza los hombros en medio de la brisa al pasar, respira tranquilo...

Flores del mal Dibujo, grafito sobre papel 28.4*21.5 cms 2016

Flores del mal Dibujo, grafito sobre papel 28.4*21.5 cms 2016

Beguinas Óleo sobre lienzo 50*50cms 2016

Corazón acrílico sobre papel 28.4*21.5 cms 2016

2017 EXPOSICIÓN COLECTIVA- EROSDiálogos e Interpretaciones VI, International Portfolio Exchange 2017 Curado por César García. Peceflor, grabado Cera blanda, 20*20.

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