Un vuelo sin pasaje © Jorge Luis Peña Reyes En las voces de: Alejandra Moglia Asunción Carracedo María García Esperón unvuelosinpasaje.blogspot.com Argentina-Cuba-España-México, 2011
Producto cultural sin fines comerciales
S贸lo los puentes son muros nobles brazos tendidos entre los hombres
Jorge Luis Pe帽a Reyes
En el país de los miedos,
era tímida la gente y los fantasmas venían y eran siempre grandes huéspedes. Hablaban mucho, hablaban pero no podían verse. Así que pueblo escondido nunca pudo darle el frente, pero del susto aplaudían y obedecían sus leyes. En el país de los miedos todo estaba como siempre pues por temor a lo nuevo se prohibían los valientes.
Díptico Los muros Tienen los muros
Las aguas rompen su maleficio, las aves burlan el precipicio que imponen ellos. !Qué desperdicio! Los hombres muros son un suplicio, tienen banderas que no codicio. Por qué las guerras, porqué los juicios, por qué las guerras . (Vaya al inicio)
un raro oficio. Lo aíslan todo, imponen juicio entre lo malo y el beneficio. Los muros tienen un triste vicio. Se creen muy fuertes errado juicio.
Los puentes
Sólo los puentes son muros nobles brazos tendidos entre los hombres. Sobre ellos pasan risas y amores. Minutos años, lunas y soles. Muros testigos de los adioses de quienes parten al sur o al norte. Ellos perduran más que los hombres Solos y fijos fuertes y nobles.
El sueño es un tren de hechizo
que me viene a visitar. Lo subo sin despertar y a nadie pido permiso. Un tren que sin dar aviso me convierte en trotamundo. En un eterno segundo voy y regreso del viaje es un vuelo sin pasaje a los rincones del mundo.
El padre sin embargo se alegró cuando volvieron, pues se le había encogido el corazón por abandonarlos en el bosque. Hänsel y Gretel, Hermanos Grimm.
Hänsel, el hambre es una boca honda y oscura que dice: ¡dame! Va por caminos, cruza los mares, entra en las casas y en ellas, barre. Se traga el mundo, ¡Buena es el hambre! ‐algunos dicen ‐¡Que se lo trague! con sus bolsillos de boca grande. Y ni los monstruos más infernales ni los dragones, Gretel, ni nadie pueden librarse del ogro hambre. ¿Por qué perdieron la senda, Hänsel? —Porque las aves padecen hambre. ¿Por qué la bruja quiso engordarte? —Porque no hay magia si existe el hambre. ¿Por qué comieron de su casita hecha de panes? —Porque si hay hambre hasta lo duro se vuelve fiambre.
Sospechas
Sospecho que el reloj sueña también con tomarse unas largas vacaciones o sueña recibir reparaciones pues sabe que un descanso le hará bien Activo, reconoce que no es quién para hablar de derechos, porque siente que su ritmo es el ritmo de la gente que sin él un hogar se viene abajo es que sueña el reloj con su trabajo o trabaja con sueño eternamente.
Lo que me contó el reloj
Él me dijo que la luna
con su limpia voz llamaba al sol en la madrugada al perro que le murmura no sé qué canción nocturna no sé qué amores secretos Luego el ave del silencio atravesó la neblina que con su traje volvía enamorando los techos.
Espantapájaros
Yo soy un montón de pajas que tiene de amigo al viento. Me quedé solo en la siembra con el oficio del miedo. Ojalá mi corazón fuera vivo en un momento, pero tengo en su lugar un vacío que no lleno, cosas que a nadie le sirven: Hilos, de antiguos recuerdos.
No espantaré, ya me cansa este trabajo que tengo. Voy a volar a las nubes aunque se rompa mi cuerpo. Sopla y no tengas temor, sopla más, amigo viento. Llévame a donde la brisa hace un canto del silencio, donde a las aves les guste hacer nidos en mi pecho. Que tal vez en otro mundo existan nuevos empleos.
Tras el tren A las tres el tren se irรก. Dejarรก su trazo lento atravesando el silencio que adormece a la ciudad. El tren a las tres se va, y trenza en la madrugada el humo que no se acaba. Se va con su sed de rieles... y la gente en los andenes trasnochadas, tras-no-cha-das.
Reloj de siempre Era tan loco el reloj que en vez de andar sobre los números, saltaba. La gente decía: ¡Qué ágil!, camina el doble. Cuando se hizo viejo, tomó el horario de bastón y el minutero de cepillo. Para ese tiempo ya nadie lo miraba. No era útil, pero daba risa verlo, de aquí para allá como un equilibrista. La gente decía: qué buen reloj éste cuando joven... Ahora está loco. Un día se detuvo para siempre. Eran las... Bueno era la hora de dormir. Después, nada fue igual. .
Las palabras ¡Cómo saltan , cómo saltan.
qué mar oculta estos peces
cómo saltan y en su juego , cuánto encienden! A mi barca no los traigo, se aparecen. Y el fondo lleno de agua
me amanece.
Desde el día que llegaron, tengo redes. Pero saltan, cómo saltan estos peces.