Mascaras chiriguanas

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REVISTA GEOGRAF CA M C ·M E N S U A L

Año VI-Vol. XIII

ABRIL DE 1940

Ñúm.79

PRIHCIPAlES ARTICUlOS DE ESTE HUMERO Hacia los ventisqueros australes del Tupungato Imagen de la costa peruana Máscaras chiriguanas Viajando por América (V) La totora y los indios Uru Historia de Pitcairn: la isla de los amotinados Las termas de Cauquenes EL SUMARIO

DETALLAOO

ESTA

EN

EL INTERIOR

DE LA TAPA

.,

SAN JUAN 738, BUENOS

AIRES

Número en toda

suelto

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1'%

la Rep. Argentina


ESTE -.

NUMERO

CONTIENE

y Noticias

Notas

. Hacia los ventisqueros australes ~on 1 mapa y 16 ilustracion~s Imagen

de- la costa

Máscaras

chiriguanas,

Viajando

por

peruana,'

T upungato,

del

Prol. Dr. CRISTOFREDO JAK08

Con 8 ilustracion~s

Dr. J. IMBELLONI Prol. ENRIQUE PALAVECINO

con 5 ilustracion~s

América:

Washington

- Nuev.a

Orleans

- Laredo,

con 20 ilustraciones'

La totora Historia con

y los

indios

de Pitcairn:

HORTENSIA R. de ANESI Uru, ~on 7 ilustracion~~ ia isla de

ARMANDO

1 mapa y 8 ilustraciones

Las tumas

de' Ceuquenes,

SCHEDL

los amotinados; DANIEL HAMMERLY DUPUY

con' 8 ilustraciones

Dra. JOSEFINA G. de PELAEZ

EL MUNDO Y LAS REVISTAS Impresiones sobre Bolivia, por Mario J. Buschiazzo ~~ Desciframiento de Caprile - La prehi.toria de Colombia, por J. W. Schottelius.

los signos cuneiformes,

por E"r;co

EL MUNDO Y LOS LIBROS Introduction to Argentina, por Alexand~r Wilbourn~ Colección

lela. de Haak Histerle je), por ta Rica, Gren6n

ociedad de Acuareli.ta. y Grabadore. (250 aniversario) cronol6gica de vistas de Buenos Aires. Catálo!o razonado, por Guillermo H. Moores Entre los ViSalto, por Guill~rmo FurlonrJ, S. J. -'-- Stieler Grand Atla. de Géographie Moderne, por Hermann L' Indochine, por M.uric~ P~rcheron y M. R. P~rcheron Teslon - Ameghino, por Uzaro Flury de Co.ta Rica; por Le6n F~rn¡'nd~z Guardia - Entre .1 Aconquiia y el San Bernardo (Nota. de ViaReynaldo A. Pastor - Geogr.roa elemental d. Guatemala, por J. José Arévalo - Geogralia de Cosr.sica, política y económica, por J. Francisco rrejol - La ciudad de' Esperanz., por el P. Pedro - Bolívar internacionalista, por J. Pé,ez Concha.

Olee de Cesáreo

UN CUADRO A TODO COLOR Bernaldo de Quirós: "El hombre eJe los "rreos" 85 ilustraciones

Propiedad

Artística y Literaria. - Registro Nacional de la Propiedad Intelectual y dibujo de la tapa registrados bajo el No 161.245.

Año VI - Vol. XIII

ABRIL 1'''0

MODERNOS

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MASCARAS CHIRIGUANAS La mayor parte de los indios americanos siguen utilizando sus antiguas máscaras de los ritos agrarios, aunque, en la actualidad la costumbre se presenta, más o menos, asociada con la fiesta de Carnaval. En el presente artículo, del Encargado de la Sección Etnográfica del Museo Argentino de Ciencias Naturales, se describe el material de las máscaras ceremoniales y las pantomimas- realizadas con las mismas por los indígenas chiriguanos que aún viven en el Chaco Salteño.

por el Prof. ENRIQUE puede hablar de una verdadera ubicuidad de la máscara en Sud. américa aborigen. Por doquiera se la encuentra exceptuando, quizás, alguna de las áreas de las llamadas protoculturas, casi siempre en conexión con ceremonias mágicas y danzas de espíritus o pantomimicas, pero, a veces, también íntimamente asociadas con el carnaval importado por los blancos conquistadores. En esta última función la máscara empleada por los aborígenes es seguramente un vestigio más o menos viviente del viejo uso mágico y religioso y confinado en el carna val de los blancos por imperio de la prédica cristiana. T al es el caso de los Chiriguanos que, desprendidos de sus núcleos de más al N., viven en el Chaco Salteño. Cuando los visité en 1938, el carnaval había terminado pero' todavía los indios me vendieron algunos ejemplares de máscaras que conservaban guardados en los graneros, especialmente en las localidades de Tuyunti y Playa Ancha, sobre. las márgenes del Itiyuro, donde ,Un ejemplar raro de

S

E.

PALAVECINO

una abundante cosecha de maíz había permitido la fabricación de "kawi". o chicha, cuyo consumo es el número principal de la fiesta. Los diversos ejemplares obtenidos estaban hechos con los elementos más heterogéneos: madera, calabazas, cueros y hasta viejos sombreros de fieltro habían sido utilizados para construir máscaras. La madera y el cuero son los más usados, en tanto que la calabaza es poco común, pero el empleo del fieltro de los sombreros viejos se ha hecho ahora muy común y creo que, andando el tiempo suplantará a los materiales primitivos. De todos los ejemplares coleccionados son sin duda los más interesantes dos máscaras de cuero, una' de piel de ciervo joven y otra hecha con el cuero de la cara de un jaguar. Entre las de madera se destaca una antigua, de una forma muypoco común en el !tiyuro y restaurada para la última fiesta. En general coleccioné dieciocho ejemplares, lo que constituye la serie más numerosa reunida hasta la fecha. máscara en madera

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REVISTA

Viejo chiriguano ostentando de algodón y' adornada,

GEOGRAFICA

una máscara lateralmente,

AMERICANA

de calabaza con un bigote con alas de lechuza

Muchacho con una máscara hecha con la cara de'- un cuero de tigre. Las máscaras suelen hacerse con los materiales más distintos: viejos sombreros de fieltro, calabazas, etc.

Pero más interesante que las máscaras mismas es la fiesta en sí que; hasta la fecha, no ha sido presenciada por ningún etnógrafo , sin embargo poseemos algunos relatos,. unos 'de los cuales, es el del Señor Alberto TorreJan, reproducido por Métraux, y que dice así: El primer acto en la proximidad de la fiesta consiste en ahuyentar las almas de los muertos para que los deudos puedan participar en los festejos; con ese fin' se toca el tambor y Se llora hasta que Íos- espíritus se alejan, un ritmo alegre es la primera señal del regocijo. La fiesta es abierta por una mujer y un hombre que llevan en la mano un bastón ad or n a d o con flores, seguidos en fila por los habitantes. de la aldea, esta enseña se planta en el espacio abierto entre las chozas y es la señal de la fiesta. Entonces la fila se rompe en pequeños grupos que danzan en ronda tomados de la mano avanzando y retrocediendo tres pasos. Como se hace en la fiesta gran consumo de ka wi, la borrachera despierta los viejos rencores y algunas peleas se entablan, pero el cacique las apacigua. Durante este tiem-' po los jóvenes y viejos enmascarados corren de aquí para allá y


MASCARAS

CHIRIGUANAS

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Hombre llevando una máscara de madera con una prolongación hacia arriba del frontal. La cara está orlada con plumas de aves

Máscara de cuero de corzuela. El efecto que produce es, sin duda alguna, de mucha eficacia. Todas son creaciones llamativas

fuerzan a las gentes a bailar con ·golpes de palo y les hacen chanzas y jugarretas. Con el alcohol del kawi termina la fiesta y el cierre se realiza con el mismo ceremonial de la apertura: la pareja iniciadora retira la enseña florida y sale de la aldea seguida por los enmascarados y por todos los que han participado en la fiesta. El cortejo avanza al son de flautas y tambores, 'hasta-una cierta distancia de la aldea. Se arrojan las máscaras se tiran piedras y se lanzan gritos. El carnaval ha terminado y todos vuelven en sí. Algunos regresan casados, porque es en carnaval cuando se celebran más matrimonios. Según Métraux esta fiesta no tiene de cristiano más que la coincidencia de fecha, y es un viejo rito agrario. Los hombres enmascarados representan espíritus tal como su nombre. lo indica: aña wasu. (aña = espíritu; wasu. = grande). Por mi parte debo agregar que las

máscaras se arrojan al río o a los caminos para facilitar la marcha de los espíritus, y.o mismo en Playa Grande encontré dos a un costado del camino. En cuanto al ejemplar antiguo fué, según el indio que me lo vendió, hallado y recogido en un lugar donde años antes fué arrojado por su dueño. Me dijeron también los indios que la conservación de esas máscaras significaba una mala cosecha y un año de enfermedades, pero no obstante pude observar que algunas se guardan en los graneros, y hasta se utilÍzan para proteger las sementeras contra los pájaros. Fray Bernardino de Nino, viejo misionero franciscano. del Oriente Boliviano, en su libro "Etnografía Chiriguana" nos habla del carnaval de las misiones, donde la primitiva significación religiosa aborigen de las danzas de enmascarados se ha mezclado mucho con prácticas tomadas de los blancos;


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GEOGRAFICA

tan sólo una especie de ceremoma de llanto y 'un rito de purificación que corona la fiesta, recuerdan los antiguos festejos, que finalizan con una procesión' para arrojar las _máscaras, hecho lo cual todo el mundo se lava la cara y las manos. Los chiriguanos empezaron a actuar en lo que hoyes terr-itorio argentino en época bastante remota; pero su penetración era más bien ternporaria y de carácter bélico; la verdadera radicación de los Chiriguanos en. territorio argentino se puede decir que comienza en el siglo XIX. La llegada de los Chiriguanos al borde occidental del Chaco. boreal parece <¡ue es producto de inmigraciones sucesivas y su territorio en el siglo XVIII, según J olis y Hervás, extractado por Kersten, se extendía desde Tarija al este sobre una longitud de 50 leguas y de norte a sur sobre 100 leguas. Sus límites por el norte llegaban hasta las misiones de Chiquitos y al sur hasta el paralelo 22°, algo más abajo de Tarija; por el oeste lindaban con los Chichas y al este se extendían hasta el pantanoso ParapitÍ. La causa del arribo de los Chiriguanos a esa comarca, obedece, quizás, aun fenómeno psicológico típico de un momento histórico en la vida de las tribus TupÍ-GuaranÍ: es la búsqueda de la tierra sin mal donde no se muere jamás; la .circulación de esta leyenda puso en marcha una cantidad de pueblos y probablemente también a los Chiriguanos; pero es también verosímil que las leyendas de las fabulosas riquezas de los lncas hayan determinado éste y otros movimientos migratorios de oriente a occidente. Actualmente, los hombres Chiriguanos se visten con prendas europeas; en su apariencia personal sólo se notan vestigios de su primitivo adorno en el cabello que llevan largo y partido en dos colas que arrollan en torno a la cabeza; incrustado en el labio inferior muchos usan todavía el clásico ternbetá : las únicas prendas de vestir realmente aborígenes que todavía usan son de filiación andina: el poncho, la sandalia

AMERICANA

de cuero y quizas también la bincha. Las mujeres se 'muestran más conservadoras de la vestimenta tradicional y si bien actualmente ya ninguna usa el viejo tipoi tubular tejido en una sola pieza, emplean en cambio una prenda análoga confeccionada con telas europeas. Para arreglarse el cabello los Chiriguanos tienen peines hechos por ellos mismos; en el valle de Iguembé y en Ivú los peines son de una sola pieza,· pero en el valle de Caipipendí y entre los indios Chané, están hechos con palillos atados a una cañita. . Los indios Chiriguanos tienen jefes poderosos cuya autoridad es casi absoluta; entre ellos existen planos jerárquicos que distinguen los que gobiernan una sola aldea de los que tienen bajo su autoridad un grupo de aldeas; la jefatura es hereditaria y la genealogía de los caciques se recuerda hasta la tercera o cuarta generación. Además de gobernantes los caciques son jueces, jefe de guerra y únicos posesores de la tierra aunque cada individuo de su tribu siembra el trozo que más le conviene. La fa-nilia, actualmente, es monogámica, aunque la poligamia parece haber sido la forma antigua. El complejo de creencias religiosas de los Chiriguanos está íntimamente vinculado con el de los pueblos del Amazonas y de los Tupi guaraní en particu-. lar. Personaje muy importante dentro de la tribu es el "paye" o médico; la enfermedad se considera causada por envenenamiento y para curarla, el "paye" -entra en trance para que su espío. ritu desencarnado vaya a librar batalla contra el alma del individuo mal intencionado que se encarniza contra su cliente. Los cadáveres son enterrados en urnas grandes según la costumbre de muchos pueblos amazónicos. Los Chiriguanos fabrican hermosas cerámicas, aparte de éstas tienen los indios otras manifestaciones artísticas como sus danzas y su música que son muy simples. El elenco de juegos es extenso; conocen juegos de dados; una especie de hockey, otro llamado tsukareta, pelota de goma y trompos sonoros.

(Fotos del Autor)


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