ÍNDICE CARTELES: - EL Cartel publicitario es sinónimo de creatividad - Una imagen con impacto social - Construyendo cultura a través del cartel de cine - Carteles digitales ¿ llaman más la atención? Creditos:
Revista cultural creada por los estudiantes del quinto semestre de la carrera de periodismo de la Universidad UTE Agosto 2022 Fotografía: Camila Torres Diseño: Amadeus Cedeño Editora General: María de los Ángeles Luna Villacis Redacción: Amadeus Cedeño, Evander Granada, Nayeli Briones, María de los Ángeles, Camila Torres Fuentes de Imágenes: Historia del cine, Alamy, Domestika, Coco School, Forbes España
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ó
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EL CARTEL PUBLICITARIO ES SINÓNIMO DE CREATIVIDAD
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n cartel publicitario es una técnica de difusión en la que se comunica un mensaje para promocionar una marca, producto o servicio. Otro de los propósitos de los carteles promocionales es promocionar un evento o celebración, tratando de incluir una gran cantidad de información. Los objetivos son el negocio y la información. Es por esto que el diseño y la estética escogidos,
Los carteles promocionales/publicitarios siempre han sido un buen activo en el mundo de la publicidad. así como la colocación del cartel, merecen mucho la pena. Como resultado, la tasa de éxito de la campaña se puede incrementar significativamente y se puede llegar a la mayor audiencia posible. Es importante saber que esta técnica es más económica que anunciarse en otros medios o plataformas y más lucrativa que otras propuestas. Son muchas las funciones que debe tener cada cartel publicitario. Una
es que tiene que informar el producto y tener un diseño llamativo. También debe ser lo más comercial posible. Deben tener un mensaje claro que sorprenda a todos a primera vista. Nuevamente, el mensaje a transmitir debe ser claro y conciso, y lo más importante, debe tener un impacto visual. El propósito no es solo mirar el cartel, sino lograr que el público se detenga, lo mire y lea su contenido.
CARTEL PUBLICITARIO PLATAFORMA DE STREAMING
CARTEL PUBLICITARIO MARCA DE ROPA Y CALZADO
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CARTEL PUBLICITARIO COMIDA
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Una imagen con impacto social
Fuente: Domestika
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os carteles abarcan gran parte de nuestro espacio visual cuando nos encontramos recorriendo las calles de una ciudad, podemos verlos en diferentes colores, tamaños y formatos mandando un mensaje claro a la audiencia, es algo tan cotidiano que a veces ni siquiera nos interesamos en mirarlos todos. En pleno siglo XIX eran considerados un elemento de decoración dentro de espacios como mercados y ferias, sin embargo, con el paso de los años fue adquiriendo cada vez mayor popularidad, e incluso sigue siendo uno de los medios publicitarios favoritos hasta la actualidad.
Fue el primer medio de difusión masivo en ocupar el espacio público, los mensajes que allí se exponen poseen una combinación de texto e imagen que son accesibles a una gran multitud de personas al mismo tiempo y una de sus principales funciones siempre ha sido la de dirección la opinión de la gente en niveles sociales y políticos. Pero existen diversos tipos de carteles que se usan para conseguir un determinado objetivo específico. No se conoce con exactitud cuándo empezó a utilizarse el cartel como mecanismo de
información ni mucho menos cuál sería el primero en crearse, únicamente se tienen registros de que sociedades antiguas los empleaban para comunicar decretos o leyes reales a la población, estos solían encontrarse escritos directamente en la pared o tallados en láminas de piedra. Lo que sin duda revolucionó al cartel fue la invención del papel y la imprenta, el primero porque permitía un mayor acceso debido a su bajo costo económico, y lo segundo porque permitió que su producción fuese mucho más veloz. Su importancia es tanto que hasta se han creado ramas
dentro de los estudios del arte donde los individuos se dedican especialmente a su diseño y elaboración, lo que denominamos como cartelismo y es que el cartel ya no sirve solo para informar, ahora es una herramienta indispensable en los procesos de revolución social. Aunque esto no siempre fue así. El cartelismo social como tal, es decir aquel que busca mejorar la sociedad mediante la difusión de mensajes plasmados en carteles, toma fuerza a inicios del siglo XXI debido al cambio en la mentalidad de las personas, pues empezaron a interesarse mucho más en temas como el calentamiento global y el cambio climático, que terminaron por desencadenar una preocupación general por temas relacionados a la humani-
dad. Y una de las formas principales para compartir estas ideologías es a través de la conciencia social visual. Los cartelistas buscan realizar un diseño que logre representar los valores principales del área de pensamiento en el que está basado, en algunos casos las marcas buscan reflejar sus valores sociales a través de la creación de carteles con los que no buscan generar ganancias económicas, sino difundir cierta forma de pensamiento o brindar apoyo a ciertas causas. Inclusive el cartel social se manifiesta dentro del camino de los medios de comunicación debido a su carácter masificador, la probabilidad de que cierto mensaje logre llegar a las personas es alta, debido a
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que actualmente vivimos en un mundo donde gran parte de la población es netamente receptora de este tipo de contenidos, pero eso no la hace menos critica de la forma en la que los presentamos. Elaborar un cartel de cualquier índole es un duro trabajo, requiere de mucho esfuerzo por parte del experto, dado que, la visión de lo que queremos transmitir debe acoplarse muy bien a la audiencia, se requiere de investigaciones profundas y una mente abierta para intentar buscar nuevos puntos de vista, pero sobretodo se espera que su producto pueda ser lo suficientemente bueno para motivar ese accionar de transformación en las personas, que sea capaz de quedarse impreso en la conciencia colectiva.
Fuente: Pinterest Fuente: Barriozona Magazine
LOS MEJORES CARTELES DESDE UNA MIRADA CULTURAL
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l cartel cultural es un tipo de cartel informativo o anunciador que se dirige a determinados sectores de la población, generalmente inciados en las actividades culturales y que ya conoces ciertos códigos artísticos y estéticos.En el caso de los mejores carteles del mundo tales como: Moulin Rouge: La Goulue» de Toulouse Lautrec. 1891, «Tournée du Chat Noir» de Théophile Steinlen. 1896, «I Want You For U.S. Army» de James Montgomery Flagg. 1917, «Metropolis» de Schulz Neudamm. 1926, «Keep Calm And Carry On». Autor desconocido. 1939, «We Can Do it!» de J. Howard Miller. 1943, «Vertigo» de Saul Bass. 1958, Viva Che! de Jim Fitzpatrick. 1968, «Eye Bee M» de Paul Rand. 1981, «Hope» de Shepard Fairey. 2008.
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En donde los autores de todos estos cartes lo que trata es buscar y resaltar la combinación de una iluminación natural y difusa es la dominante (78,9%) en los carteles, lo que no impide que en ciertas piezas aparezcan fuentes de luz secundarias. Este dato está relacionado con la composición interna, ya que predomina la variante secuencial (con un porcentaje superior al 70%). Los carteles propician que la mirada siga un itinerario pues hay diversos puntos de interés los cuales buscan llamar la atención del público. Por lo que respecta a los colores, el 87,5% de los carteles tiene colores repetidos que se enmarcan dentro de las tonalidades de los colores fríos. Algo similar sucede en el caso de la sagas animadas, pero con los colores cálidos, pre-
sentes en el 83,33% de los diseños, primando los colores naranjas, rojos y marrones, tonos que evocan la acción y el peligro. La constante cromática es la de los tonos fríos y metalizados acorde al carácter duro de sus protagonistas y representativo de las marcas automovilísticas y los vehículos filmados en combinacion con los acromáticos, un binomio de referencia en la práctica totalidad (85,71%) de las piezas. Estos autores tratan de comunicar algun evento por el cual quieran difundir algún mensaje previo, así como la expresión personal, cuyo objetivo de comunicación es cumplirse con los contados segundos los cuales debe llamar la atención de las personas. La ilustración aplicada en los carteles culturales presentan
el mundo, el Che se ha convertido en un símbolo genérico del desvalido, el idealista, el iconoclasta o el mártir . A la inversa, para aquellos que se oponen ideológicamente a la creencia del Che Guevara en la revolución mundial , o para aquellos que resienten su veneración por sus acciones violentas, su propagación representa un kitsch ignorante superficial , una idolatría digna de cambios de imagen falsos, parodias o incluso burlas. A pesar de las narrativas en competencia, el Che se ha convertido en un símbolo contracultural ampliamente difundido que a veces incluso opera completamente independiente del hombre mismo.
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propuestras sustentadas con el poder de los signos, con una estética propia en la que se toma en cuenta el vínculo entre el producto culturan enfatizando las relaciones entre las estéticas y el diseño gráfico. El cartel de Viva Che es un auténtico ícono. La imagen del Che Guevara se ve como todo, desde un ícono inspirador de la revolución hasta un logotipo retro y vintage. Lo más común es que esté representado por una caricatura facial originalmente del artista irlandés Jim Fitzpatrick y basada en la famosa fotografía de 1960 de Alberto Korda titulada Guerrillero Heroico . La evocadora abreviatura de simulacro del retrato fotográfico permitió una fácil reproducción y reconocimiento instantáneo en varios usos. Para muchos en todo
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Construyendo cultura visual a través del cartel de cine Los carteles de cine tienen su origen conceptual en las litografías de Jules Chéret que empezaron a utilizarse ampliamente en publicidad. Comenzó creando carteles para cabarets y teatros y terminó realizando trabajos para compañías de ferrocarril, jabones, perfumes, etc. Los carteles de Chéret se han convertido en objetos muy buscados por los coleccionistas alrededor del mundo. Desde entonces el cartelismo cinematográfico ha pasado por etapas muy diferenciadas evolucionando desde los pequeños bocetos hechos a mano de principios de los años veinte a la manipulación gráfica digital de finales de los ochenta. El Art Decó que predominaba en los años 30, el protagonismo que toman los propios actores en los carteles de los años 40 con composiciones tipográficas más valientes hasta los años 50 donde la tipografía lo es ya todo en carteles de las grandes producciones como ‘Ben-Hur‘. En los años 60 comienza a utilizarse la fotografía en combinación con la ilustración, origen de los actuales carteles de cine: composiciones digitales con fotografías sobre fondos muy cuidados.
Se pueden considerar los años 60 el verdadero ‘boom’ de artistas que se ‘rifaban’ los grandes estudios de Hollywood y que terminaron haciendo historia con sus creaciones para las películas de la época. Saúl Bass realizó ‘El hombre con el brazo de oro’ en 1955 y llegó a trabajar con Billy Wilder en ‘Love in the afternoon’ y con Hitchcock en ‘Vértigo‘. Saul Bass era un auténtico artista que no solo realizó carteles, sino también títulos de crédito para películas de Martin Scorsese u Otto Preminger. Algunos estudiosos del cine español han abordado el sugerente capítulo de la actuación de la censura franquista en la estética y ética concretas del cartel de cine. Dichos manuales abarcan el periodo entre los años 1937 y 1977, y se publicaron por primera vez ya en el siglo XXI. La represiva normativa de los censores no olvidó intervenir el material gráfico a veces a nivel local y, en general, a escala nacional y con carácter estatal. También se dieron casos de censura previa de los materiales a cargo de las propias distribuidoras cinematográficas españolas.
Cartel de la Strada. Fuente: Historia del cine.
Siglo XXI El cartel del siglo XXI se caracteriza por crear un lazo más estrecho entre el consumidor y el cartel. Las películas buscan tener algo que las caracterice en el mercado, por lo que utilizan elementos simples y fáciles de entender. Puede ser desde ilustración moderna, hasta fotos impactantes. Un ejemplo de esto es la imagen de Nymphomaniac de Lars Von Trier, cuyo elemento principal es el uso de dos paréntesis encontrados: (), haciendo referencia al contenido sexual de la película.
Cartel de El silencio de los corderos. Fuente: Historia del cine.
Carteles digitales, ¿llaman más la atención?
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n cartel electrónico conocido también como póster es una imagen estática o animada diseñada para ser colocada en una página de Internet, blog, red social o un correo electrónico o físicamente como un cartel tradicional, la característica de estos es que a diferencia de los carteles normales estos llevan animaciones, movimiento, luces led o porque se encuentra en los medios digitales y redes sociales, ahora estos ¿son más llamativos?, ¿llegan a más público? Son diseñados para llamar la atención y transmitir información. Pueden ser usados para muchos propósitos, frecuentemente como anuncios, propagandas, protestas y para lanzar mensajes de todo tipo. También son usados para presentar una obra de arte. Otros tipos son usados para propósitos educativos. Generalmente son de bajo costo
comparados con los carteles impresos, pudiendo ser de cualquier tamaño, en función del monitor o pantalla en que se proyecte. Son la variante electrónica de un cartel, pues para que una imagen se pueda llamar cartel tiene que ser impreso y colocado en una superficie, además de cumplir con la función de informar o expresar algo. Los carteles electrónicos cumplen con la función de informar o expresar algo de manera masiva a través de los medios electrónicos; sin embargo, al no ser impresos, no pueden ser llamados carteles. Los e-pósteres, si llegarán a ser impresos, pueden pasar a la categoría de carteles. Durante mucho tiempo se pensó que los carteles publicitarios, que
Imagen recuperada de Forbes España
se encuentran a los costados de las rutas, solo obstaculizaban nuestra visión del paisaje. En 1960, el publicista Howard Luck Gossage redactó un ensayo para la revista Harper’s en el que describió lo que él consideraba una práctica perversa. Estas fueron sus palabras: «La publicidad en exteriores vende un producto que no le pertenece, sin el permiso de su propietario: tu campo visual.» Imagen recuperada de pantallagifantes.com.mx
Carteles publicitarios digitales, foto tomada de comunicare marketing
En la actualidad los carteles publicitarios enfrentan un nuevo reto: captar la atención del público. En todo el mundo un gran porcentaje de la población observa la pantalla del móvil mientras camina o mientras maneja, situación que puede causar accidentes e incluso ha generado preocupación en la Organización Mundial de la Salud. En promedio se invierten casi cuatro horas diarias en dispositivos móviles a nivel mundial, entonces, ¿quién voltearía a ver un cartel? Además de convertirse en un peligro para el bienestar social, el uso excesivo de los móviles es un gran reto y obstáculo para los creadores de carteles publicitarios. Hoy más que nunca, estos anuncios deben evidenciar su creatividad para atraer, incluso a la distancia.
En algunas ocasiones merece la pena observar la manera en que las marcas usan el formato de los carteles publicitarios para crear publicidad: interactiva, útil y, sobre todo, interesante. Entre las principales ventajas de un cartel publicitario se encuentra su flexibilidad en tamaño, forma y distribución. El afiche puede ser tan pequeño o grande como se requiera. Por ello, es común ver muchos carteles pegados en una misma pared, mientras que otros se colocan en grandes espectaculares en lugares estratégicos dentro de una ciudad o zona específica. Es cierto, los consumidores ya no miran los carteles publicitarios de la misma manera que lo hicieron hace 20 o 30 años: muchos de ellos están más sintonizados con sus móviles que
con el exterior, lo que dificulta captar su atención. No obstante, eso no significa que la publicidad en carteles deba descartarse o ignorarse. Los carteles publicitarios están en todas partes y así lo demuestran las cifras. La Infoadex destacó que en 2021 la publicidad exterior aumentó un 30,9 %, mientras que durante 2020, un año difícil para este tipo de publicidad, creció solo el 28,3 %. Marcas tecnológicas como Apple y Amazon han contribuido significativamente al incremento de este tipo de contenidos.
Foto tomada de Tizza Music