Autora: Sanni Seppo
Tìtulo: La isla de los espíritus. Lugares sagrados. Lugar: Hoko Jinjya, Santuario sintoísta. Fecha: 2009, Japón. Marco: De madera, de dos cms apróx.
En la imagen que tenemos entre manos, podemos observar un árbol grande y frondoso que se extiende en el suelo a través de sus grandes raíces. Alrededor del mismo, podemos ver diferentes objetos decorativos típicos de la cultura Japonesa.
En la imagen toda la atención se centra en el árbol, que se encuentra en la parte más principal de la composición. Y más explícitamente, las grandes protagonistas son las ramas frondosas y las extensas raíces que penetran en el suelo. La luz así mismo, procede en su mayoría de un foco situado a la izquierda, que aporta la mayor iluminación, así como las sombras más duras.
El árbol se encuentra en una situación central del plano, a propósito, pues en la fotografía se pretende dar protagonismo a la naturaleza. El mensaje, en el cual se exalta la importancia de la naturaleza representada con el árbol, se transmite de forma casi poética, donde se establece un símil visual entre el propio árbol y el concepto abstracto de “Naturaleza”. Por otro lado se establece cierta conexión con los motivos Japoneses que la fotográfa usa para identificar todo ello con esta cultura milenaria.
La autora, que propone una conexión entre el ser humano y la naturaleza en sus fotografías, consigue su propósito mediante una composición sencilla donde el árbol es el centro absoluto. Por otro lado, podemos entender las raíces como la extensión milenaria de la propia cultura Japonesa, tan arraigada a la propia tierra y a sus tradiciones.
La fotografía, sin duda, me llama la atención por su fuerza. Me parece magnifico que esté en blanco y negro, pues creo que eso potencializa su capacidad cautivadora. De este modo, el ambiente se me antoja insinuante y misterioso, en el que las sombras parecen jugar una gran ruleta de diferentes intensidades.
Autora: Sanni Seppo,. Título: La isla de los espíritus. Lugares sagradaos. Lugar: Yano Jinjya, Santuario síntonísta. Fecha: 2009, Japón. Marco: De madera, de 2 cms apróx.
En la fotografía que tenemos entre manos, puede apreciarse una escalinata que se extiende hasta el punto que parece más alejado del plano. En un primer plano, encontramos dos columnas típicamente japonesas presidiendo la escalera, con lo que parece un marco hecho a base de madera que se repite a lo largo de toda la escalinata.
En la imagen tenemos un punto central de donde procede una potente luz (al final de la escalinata). Por otro lado tenemos una composición que distribuye el peso visual de forma triangular y en sentido vertical. Encontramos también significativos puntos de atención en las dos columnas principales que presiden la escalinata.
En la imagen, puede apreciarse un sentido sagrado, casi espiritual en la dirección y sentido de la fotografía. La escalinata que se extiende puede simbolizar la vida que se desarrolla hacia delante, hacia la luz que algún día habrá de quemarlo todo (la muerte) Esta vida comienza con la acción de dos columnas representativas en nuestra vida, que bien podrían ser nuestros progenitores.
El proyecto se ataca con gran profesionalidad, trabajando el blanco y negro con gran experiencia. El contraluz se solventa y utiliza para crear una poética visual, por lo que se demuestra un hábil uso del espacio a favor de la idea y el concepto.
En mi opinión la autora combina con gran maestría el uso de la cultura japonesa y la exaltación de la naturaleza. La técnica está muy bien usada en esta fotografía que consigue representar una cultura que, en algunos sentidos más tradicionales, parece estar parada en el tiempo.