Game
of Thrones
los personajes que
T
ras 8 años al aire, Game of Thrones, una de las series de televisión más exitosas de la historia, a llegando a su final. Pero leJos de estar alegres, ansiosos o nostálgicos, lo que algunos fanáticos están sintiendo es algo que no esperaban: desilusión. Este domingo 19 de mayo HBO emitirá el sexto y último capítulo de la saga de fantasía épica basada en los libros del estadounidense George RR Martin.
“arruinó” la última temporada
Y, aunque no vea la serie, es probable que igual esté enterado de todo ello porque sus fanáticos no pueden parar de hablar del tema. “Lo peor para cualquier obra de arte, ya sea una película o un libro, es ser ignorado”, dijo Martin en una reciente entrevista en la cadena CNN sobre el final de su historia y el inevitable “debate en internet”. En su caso el debate será por partida doble: primero se discutirá si el final de la se rie gustó y luego si fue mejor que el de los libros... cuando sea que Martin los termine.
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Es que, si bien Martin empezó a publicar la saga “Canción de hielo y fuego” en 1996, aún le quedan por escribir dos de los siete libros que la conforman. De hecho, muchos señalan que los problemas con la serie empezaron cuando dejó de ser una adaptación y pasó a ser un guion original. Sin los libros de referencia, la historia ha sufrido, algo que se ha hecho particularmente evidente en la última temporada y en tres personajes.
Daenerys Targaryen
Daenerys Targaryen empezó como una moneda de cambio para lograr las ambiciones de poder de su hermano, Viserys Targaryen. Pero el personaje encarnado por Emilia Clarke fue aprendiendo de los aciertos y errores de otros, pero sobre todo, de ella misma, para convertirse en la persona con más títulos de Poniente: Khaleesi, Madre de Dragones, Rompedora de Cadenas, La que no Arde y un largo etcétera. En ese camino, que incluyó nada menos que dar vida, criar y domar tres dragones, siempre tuvo clara la ambición de recuperar el trono de los siete reinos y liberar
a sus pobladores de los anteriores gobiernos tiranos. “No voy a frenar a la rueda. Voy a romper la rueda”, dijo sobre sus idealistas intenciones. Es cierto que en estos años protagonizó decisiones violentas, pero podían entenderse por su sentido implacable de la justica. Sin embargo, a medida que fue avanzando la última temporada, su personaje comenzó a cometer serios errores de estrategia militar y política, y a estar cada vez más aislada en lo personal y profesional. El objetivo era llevarla a la decisión del capítulo cinco, donde poco le importó el sonido de las campanas que indicaban la rendición de Desembarco del Rey. Cegada por el deseo de venganza, Daenerys decidió quemar
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a miles, quizás millones de inocentes para terminar con el reinado de Cersei Lannister y dar inicio al suyo, marcado también por el miedo. Años de dolor y aprendizajes, de rodearse de fieles pero sinceros consejeros para ayudarla a controlar sus peores impulsos, de nada sirvió todo esto justo cuando la victoria ya estaba en sus manos. “Cada vez que nace un nuevo Targaryen”, dijo el ahora fallecido lord Varys, “los dioses lanzan una moneda al aire y el mundo aguanta el aliento para ver cómo cae”. El capítulo quinto demostró que la moneda cayó del lado de la locura. Así, el destino de Daenerys Targaryen dejó de ser el que ella misma forjó y pasó a ser el dictado por sus genes.
Jaime Lannister
En estos 8 años, Nikolaj Coster-Waldau ha interpretado al personaje con el mayor arco narrativo redentor de Game of Thrones: Jaime Lannister. El romance entre él y su hermana Cersei fue el disparador del profundo fanatismo que despierta la serie, pues es lo que lleva a la decapitación del hasta entonces protagonista de la historia, Ned Stark.
Nada
de esto
quiere decir que el final de
Game
of
Thrones
esté arruinado, pero sí que,
después de todos estos años, varios personajes merecían más.
¿Y cómo no amar una serie que mata a su propio protagonista en la primera temporada? Pero desde entonces, Jaime fue tomado prisionero, arriesgó su vida para defender a una desconocida (y perdió su mano hábil por ello), aprendió a cumplir promesas y a entender el sentido del honor. Incluso tuvo tiempo de empezar una relación romántica con Brienne de Tarth y, contra todo pronóstico, convertirse en un personaje querible. Un solo comentario de Sansa Stark fue suficiente para que Jaime decidiese deshacer todo ese camino y volver a la tóxica relación que tenía con su aman-
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te y hermana, tal como si fuese el primer capítulo. “Ella es odiosa y yo también”, dijo a Brienne antes de irse, rompiendo su relación de mutuo respeto y cariño con una innecesaria violencia verbal. Nada de esto quiere decir que el final de Game of Thrones esté arruinado, pero sí que, después de todos estos años, varios personajes merecían más. Y si sucede que este domingo la serie efectivamente los termina de arruinar, quedará la esperanza de los libros. Quizás allí consigan un mejor cierre. Uno que puede ser injusto pero, al menos, coherente.