CAJA DE MEMORIA MarianaHormazรกbalNeira TallerdeproducciรณnI LeslieFernรกndez 2 de marzo
Índice 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.
INFANCIA CREACIÓN EL PASADO RELIGIÓN ARTES PLÁSTICAS REFERENTES CONCLUSIONES
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INFANCIA
Tomé fue el lugar que vio transcurrir mi niñez. Mi mamá me dejó al cuidado de sus tías tras la muerte de mi abuela directa, por lo que ellas se volvieron mis tutoras en mis primeros años.
Mi bisabuela se encargó de que todas sus hijas aprendieran algún oficio, por lo que mis recuerdos más tempranos se relacionan con el quehacer de las mujeres de mi familia, siempre creando dentro de su propio contexto.
CREACIÓN Este impulso de creación se veía reflejado en las distintas actividades diarias de las cuales me veía rodeada; cocina, peluquería, arreglos florales, confección textil, creación de artesanía, recuerdos de porcelana fría, etc. Siento que esto ha influenciado profundamente mi concepción de arte ya que lo considero como una forma más de creación. Ya sea una creación espontanea, premeditada, con un fin o carente de él. De cualquier forma es un trabajo llevado a cabo con las manos en donde algo nuevo es traído a nuestra realidad material, inexistente e inimaginable hasta el momento de su creación. La manifestación del espíritu y pensamiento a través de las manos y el trabajo de estas con el material.
Desde niña ligué esa imagen de creación con las mujeres de mi familia, visualizándolas como entes productores, creadores, progenitores.
Mi abuela materna murió cuando yo era muy niña aún. El legado que tengo de ella es el único recuerdo que se ha quedado conmigo; sus dibujos, escritos, incluso figuritas y chalecos inconclusos en los que trabajaba al momento de su muerte. Es casi de forma póstuma que ella ha influenciado mi inclinación artística; al pintar y dibujar desde muy niña siempre se me comparo con ella y su gusto por las artes plásticas.
EL PASADO La casa de mis tías hasta el día de hoy es una especie de cápsula del tiempo, atrapada en el periodo de los años 70. Al poder vivir de los oficios o trabajando en el almacén que se encontraba en la casa, para ellas no existió necesidad real de salir todos los días a ganarse la vida en algún lado muy lejano a su hogar. Viven en una suerte de auto encierro, estándares distintos, ya casi olvidados, creencias antiguas. De niña siempre escuché las narraciones de historias de tiempos pasados, de una sociedad no corrompida con la maldad; distinta, mas inocente y simple. Atenta, preguntando, se desarrolló en mi un profundo gusto por entender el pasado, pues en el hogar de mis tías éste era a la vez muy lejano y muy cercano; hasta el día de hoy tienen tiras de Condorito del año 1970, revistas de los años 60 y la moral de los 50.
RELIGIÓN Como consecuencia de este auto encierro, la religiosidad marca mis primeros recuerdos. La moral de monjitas frustradas influenció mis primeras percepciones del bien y el mal. Cada noche el padre nuestro, cada domingo al Cementerio y a la Iglesia, cada año a la peregrinación de San Sebastián arrastrando las rodillas para pagar el favor concedido. En la pieza en que dormía se mantenía un altar a la virgen, a la virgen que vagaba por el desierto con el niño Jesús. Agua fresca siempre estaba en un vasito al costado de la estructura, para que la virgencita tomara.
Es que incluso yo llegué hasta el segundo sacramento de la iglesia católica, hice la primera comunión. No fue hasta varios años después de haber vivido con mis tías que comencé a cuestionar este modelo moral que me fue impuesto Desprecio a la Iglesia católica como institución, pero la visión que poseían mis tías sobre la religiosidad al momento de mi niñez, que se relacionaba con un imaginario casi mágico de la iglesia y los santos, me provoca una especie de nostalgia, los rituales y el recuerdo de distintos rezos, acciones y palabras que tenían una supuesta influencia en lo que hacían los santos y los antepasados fallecidos me causa ternura, respeto, e incluso curiosidad como temática.
“Mijita, si se le pierde algo usted amarra a San Antonio con un hilito para que le ayude a encontrar lo que busca, y mientras recita así…” “Hijita hay que ir a pagarle manda a la virgencita de Lourdes, acompáñeme al cerro a prenderle velita”
“Está sufriendo de ojo de esta niña, tiene la sangre muy liviana, me la aojaron. Pásemela pa ca pa que la santigüe” “La gente esta muy mala, se viene el acabo e mundo y solo los justos se van a salvar”
ARTES PLASTICAS Mi gusto por el dibujo y el color nace de forma espontanea, mis primeros recuerdos con el lápiz y papel son de pura felicidad y entretención. Me sentaba en el negocio de mis tías, en el mostrador, y utilizaba el papel de diario y el lápiz pasta que ellas ocupaban para sacar las cuentas y me regocijaba tardes enteras solo haciendo garabatos. Era suficiente para mantenerme ocupada, y este gusto se fue desarrollando aun mas a medida que fui creciendo. Incorporé el color en un comienzo con lápices cera y mina, para luego transitar por el acrílico y el oleo estando ya mas grande.
Aunque poseía el ímpetu de crear manifestado en la forma plástica, con el dibujo y el color, no fue hasta que mi mamá me cambió de colegio a los 11 años que pude desarrollar la pintura. Descubrir este medio me abrió infinitas posibilidades; mi primera pintura fue el punto de inflexión para mi relación con la creación artística.
REFERENTES
Baldomero Ressendi
Francis Bacon
CONCLUSIONES Somos producto del contexto en el que nos encontramos inmersos, ya sea en sentido de moldear nuestros intereses e ideales como a la vez de ser aquello que cuestionamos en algún momento dado, convirtiéndose así también en parte de nuestro discurso en el sentido crítico. Personalmente, me marcó mucho mi primera infancia, y poseo una sensación de dulce amargura para con esta. Busco demostrar esto a través de la pintura con temática de la desacralización, reflexión y subversión.