Sweetest Venom (Virtue, #2) by Mia Asher

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El amor es el… VENENOmás dulce

MIA ASHER

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Sinopsis El amor es el veneno más dulce. Lawrence Le dije que quería su cuerpo y no su amor. Mentí. Ronan Me enamoré de una mentira. Ella era belleza y destrucción. Besarla era una canción tierna. Poseer su cuerpo, un poema salvaje. Amarla, mi caída. Pero ella era mía. O eso pensé. Blaire Un hombre me ofrece su amor. El otro, el mundo. Estoy cayendo, cayendo, cayendo Y no hay fin a la vista.

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PREFACIO

VENGANZA.

QuĂŠ cosa tan embriagadora...

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PROLOGO

Mientras nos miramos en silencio, la tristeza me llena desde dentro, el dolor agarra mi corazón con sus uñas afiladas. Un presentimiento me dice que esta es la última vez que nos vemos, y no estoy lista para eso. Un nudo se forma en mi estómago. -¿Así que esta es la despedida? Me mira fijamente y, sin decir una palabra, ya sé la respuesta. Puedo verlo en sus ojos.

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Capítulo01

Ronan

-"¿A DÓNDE VAS BEBÉ?" Estoy buscando ropa interior cuando escucho a Ana hablar. Me vuelvo para mirarla, medio desnuda en su cama. Ella es cabello, tetas grandes, y ningún cerebro. -"Me tengo que ir. El asistente de mi jefe acaba de llamar para decirme que tengo que recogerlo en Midtown en una hora”. Cuando miro a Ana con sus ojos azules y los labios hinchados de haberme chupado la polla, me odio aún más porque no puedo evitar que desearía que fuera Blaire. -"¿Pero por qué? Me dijiste que estabas libre por el día”. Odio esta mierda. Me paso los dedos por el pelo. -“Sí, lo siento, pero el otro conductor tuvo una emergencia familiar”. Ella resopla, cruzando sus brazos. –“Siempre hay una excusa contigo, Ronan”. -"Ana, hablamos de esto. Pensé que estábamos claros. Estamos divirtiéndonos." -"Todavía no has terminado con la chica con la que te vi en ese bar, ¿verdad?" Ella frunce el ceño. -"La que parecía creer que estaba por encima de todos nosotros."

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-"Déjalo ir, Ana", le advierto. -"Sabía que ustedes dos no pertenecían juntos en el momento en que la vi. Eres demasiado bueno para una perra así”. Camino hacia la cama, me inclino y la beso agresivamente, mi boca follando la suya. Ana responde instantáneamente, profundizando el beso, y por un momento olvido que esta mujer que se ve exactamente como Blaire no es ella. La beso como si fuera la mujer que es todo y nada para mí, la mujer que no puedo olvidar. Con el beso llegando a su fin, acaricio su pelo negro fuera del camino y luego agarro su barbilla entre mis dedos, levantándola y forzándola a mirarme. Sé que mi agarre es cada vez más doloroso porque hace una mueca de dolor. -"Si alguna vez hablas de ella así de nuevo, no seré responsable de mis acciones. Adiós, Ana". Solté su rostro y la miré caer hacia atrás en la

cama.

-"¡Espera, Ronan, no te vayas! Lo siento mucho. No quise decir... " Termino de vestirme con mi habitual traje negro y salgo de su dormitorio sin mirar atrás. Montando en el ascensor, me apoyo en la pared y cierro los ojos momentáneamente, la ira y el resentimiento que siento

van

disminuyendo.

Estoy emocionalmente agotado. Sabía que ustedes dos no pertenecían juntos el momento en que la vi. Las palabras de Ana me persiguen. Tal vez ella tiene razón. Tal vez estaba demasiado ciego para verlo. 8


O tal vez creé a alguien en mi cabeza que nunca existió en el primer lugar. ******* Espero a que Lawrence entre en el Rolls Royce antes de cerrar la puerta detrás de mí y hacer mi camino al asiento del conductor. -“¿A dónde me dirijo, señor? ¿De vuelta a la oficina?". Pregunto, mirándolo fijamente por el espejo retrovisor. Responde sin levantar la mirada, con los ojos fijos en un archivo que se abre en su regazo. -"En realidad no. Llévame a East 34th Street”. El shock me recorre mientras mi mente registra sus palabras. Me aclaro la garganta antes de repetir la dirección, como si al hacerlo se convirtiera en un error. Estoy seguro de que lo he oído mal. No puede ser. Lawrence levanta la vista y nuestros ojos se conectan.- "Si eso es correcto". Aturdido, asiento con la cabeza en silencio mientras aprieto mi agarre en el volante y veo que mis nudillos se vuelven blancos. -“Lo tengo, señor”. Cuando estoy alejándome del edificio donde Lawrence pasó la mayor parte de la tarde en una reunión, estoy dominado por el temor de que es difícil concentrarse en el camino. Mi pecho se siente vacío pero pesado al mismo tiempo, lo que hace difícil respirar.

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Por favor no. No dejes que sea ella. No ella. Pero aun cuando trato de engañarme cantando esa oración vacía en mi cabeza, ya sé la verdad. Puedo oír claramente su voz y sus palabras cortantes...

-“He jodido con un hombre toda la noche”. “Y no fue por amor".

Cuando me estaciono fuera de su edificio de apartamentos y veo a Lawrence desaparecer dentro, estoy completamente entumecido aunque la lógica me dice que no es posible. Mi corazón todavía late en mi pecho hueco. La sangre todavía fluye en mis venas. Mis pulmones todavía respiran el aire que una vez tenía el sabor de ella, su esencia se ha ido. Pero cuando recuerdo sus últimas palabras para mí, hay esta oscuridad, este odio, asumiendo el control, seduciéndome con su amarga libertad. Despacio… Seguramente… Puedo sentirlo. Mi corazón, una vez debilitado por mi amor por ella, finalmente se ha calmado. Me toco el pecho y froto el lugar donde debería estar ese órgano inútil. Ya no hay nada allí. Soy libre. 10


Calmado, la veo primero. Y mientras la veo sonreír a Lawrence como ella me sonreía alguna vez a mí con esa luz engañosa en sus ojos, me entrego voluntariamente a la oscuridad. Sí. Estoy finalmente libre.

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Capítulo02

Blaire ALLÍ ESTA EL ULTIMO HOMBRE que esperaba ver jamás mirándome con ojos que podrían destruirme, el único hombre que me hizo querer más. -"¿Blaire?" Oigo a Lawrence preguntar, haciéndome comprender que estoy parada en medio de la calle, mirando descaradamente a Ronan, que está más glorioso de lo que recordaba. Cierro los ojos, tomo un aliento calmante, y me vuelvo hacia Lawrence. -"Lo siento. ¿Dijiste algo?" "¿Está todo bien?", Dice, con curiosidad sonando en su voz. -"Sí... Pensé que había visto a alguien que conocía, pero estaba equivocada", miento. Lawrence asiente con la cabeza mientras pone una mano en mi espalda baja, su toque posesivo e íntimo, y me impulsa a caminar hacia el coche. Hacia el hombre que me mira como si yo hubiera matado a su perro. Cuando nuestras miradas se conectan una vez más, mi corazón late con fuerza. Quiero apartar la mirada, pero una parte de mí quiere absorber todos los detalles familiares de sus rasgos

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y meterlos en mi cerebro hasta que extraigan mi sangre. Pero lo que veo en sus ojos, tan lleno de odio, me deja atemorizada. Cuando he tenido suficiente, miro directamente a los coches que pasan, las farolas que iluminan la noche con su resplandor, y pretendo no conocer a Ronan. Ignoro al hombre cuyos besos todavía puedo saborear, cuyas cálidas manos aún puedo sentir acariciando mi piel, y cuyas palabras siguen resonando en mi cabeza. Lo ignoro como si ignorara la opresión en mi pecho. Ignoro toda emoción y escucho mi cabeza. Como siempre. Me vuelvo para mirar a Lawrence mientras mira entre Ronan y yo. Me empujo más cerca de él en un intento de distraerlo. -"Acerca de lo que dijiste antes..." Pongo una mano en su duro pecho, y siento chispas por mi brazo. -"¿Sí?", Pregunta. Dejo de caminar y me pongo de puntillas, sin preocuparme de que Ronan nos esté mirando, y susurro contra la boca de Lawrence, -"Te quiero a ti también". Se inclina hacia adelante, agarra mi cadera posesivamente, y habla en mi oído, sus labios rozando mi cuello. -"Bien". Lawrence y yo terminamos de caminar la corta distancia hasta el coche y con unos pocos centímetros separando a Ronan de mí, me meto sin mirar en su dirección. Por el rabillo del ojo, noto que ya no me

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está mirando. Las lágrimas pican en mis ojos mientras levanto mi barbilla y me digo que no me importa. Una vez que Ronan está sentado detrás del volante, Lawrence coloca una mano en mi muslo posesivamente antes de ordenar, -"A la casa, por favor". Y entonces todo sucede a la vez. Ronan levanta la vista mientras Lawrence me atrae para besarme, sus dedos deslizándose bajo mi falda y acomodándose entre mis piernas. La mirada de Ronan sigue la mano de Lawrence antes de fijarla con la mía en el retrovisor. Nuestros ojos conectados, él mira a Lawrence reclamar mi boca con su lengua exigente. Pero cuando Lawrence profundiza el beso, acunando la parte de atrás de mi cuello y empujándome con más fuerza contra él, ya no puedo encontrarme con la mirada de Ronan. La vergüenza corroe mi alma mientras el tacto sucio de Lawrence despierta mi cuerpo. Siento la boca de Lawrence en la mía, pienso en todos los acontecimientos que me han llevado a este momento. Una vez anhelé el amor como todo el mundo, pero fue la falta de amor lo que me hizo darme cuenta de que al abrir mi corazón a la gente, yo estaba permitiendo que me debiliten. Les estaba permitiendo tomar partes de mí hasta que todo lo que quedaba era una niña con nada más que dar, sin nada dentro de ella sino sueños rotos. Yo les estaba dando el poder de gobernar mis emociones y mis pensamientos. Cada lágrima derramada, cada deseo deseado, y cada sonrisa que pasó desapercibida me endureció y me hizo quien soy. Juré a Dios que

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nunca le daría a nadie ese poder. Que nunca dejaría que alguien se acercara lo suficiente como para tomar otra parte de mí. Y por eso tuve que dejar ir a Ronan. Se acercó demasiado. Me hizo sentir demasiado. Ronan no sólo tiene el poder de romperme, sino que tiene el poder de destruirme. Así que aquí estoy, apretando los labios contra Lawrence y abriendo más la boca para su lengua. Miro hacia otro lado y me encuentro con un par de ojos marrones que una vez me miraron como si yo fuera todo los más bueno en este mundo. Sí, fingir que no te importa nada requiere de habilidades, después de todo. El recuerdo de sus palabras susurra en mi oído, tratando de atraerme hacia él.

¿No lo ves, Blaire? ¿No lo entiendes? Estás en mí. En todo lo que veo. En todo lo que toco. Estás en el aire que respiro, en el agua que bebo, y en cada sueño que sueño.

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Capítulo 03

EL VIAJE AL TOWNHOUSE DE LAWRENCE es una pesadilla viva y que respira. Todo se convierte en una nube de emociones e imágenes donde todo se mezcla. Ojos verdes. Ojos cafés. Odio. Lujuria. Anhelo. Un jodido desmadre que yo misma hice. Podría estar sentada al lado de Lawrence, pero mi mente está en el pasado, repitiendo la última vez que vi a Ronan una y otra vez. No es hasta que estamos dentro de su casa, Ronan y el mundo fuera de sus puertas, que soy capaz de respirar libremente por primera vez. Sin decir una palabra, me dirijo hacia la escalera. Cuanto antes estemos en su cuarto follando, más pronto podré congelar mi corazón traicionero que se está descongelando como un pedazo de hielo en la primavera. Pongo mi mano en el manillar de madera en la parte inferior de las escaleras cuando me doy cuenta de que Lawrence no me está siguiendo. Me vuelvo para mirarlo y notar que está de pie junto a la puerta principal, estudiándome de cerca. Le sonrío, pero incluso sé que es una patética excusa para una sonrisa. No me devuelve la sonrisa. -“¿Por qué estás allí y no aquí? ¿Hay algo mal?". Mientras espero su respuesta, me tomo un momento para admirarlo, para absorber su belleza salvaje pero pulida.

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Lawrence me recuerda a un animal indomable, magnífico como el rey de su dominio con hambre en sus ojos y movimientos agiles. Él es el peligro, invitándome a jugar con él mientras que me tienta a sonreír. Y sabes que serás herido por haberlo hecho, pero no te arrepentirás, no, nunca lo sientes. Parece un hombre que nació para gobernar y joder. -"Ven aquí", ordena con su voz dominante. Lentamente, camino hasta donde está parado mientras mi pulso se acelera. Sin mirarme, él levanta una mano y comienza a trazar mi omóplato con la parte de atrás de sus dedos. -"Dime…" -"¿Sí?" Cierro los ojos e inclino ligeramente la cabeza hacia un lado, exponiéndome-ofreciéndome- a él. Cuando alcanza la longitud de mi cuello, cierra su mano alrededor, la almohadilla de su pulgar acariciando el punto donde puede sentir mi sangre pulsando a través de mí. Y aunque el golpe de su dedo es siempre tan suave, un violento escalofrío recorre mi espina dorsal, dejándome caliente y fría de repente. -"¿Conoces a Ronan?" Pregunta Lawrence con indiferencia. De repente, abro los ojos. Su pregunta me congela en el acto, extinguiendo la chispa que estaba encendida dentro de mí hace un momento. Nuestras miradas se conectan y tengo miedo de lo que ve en la mía. Temo que vea cómo mi corazón anhela un hombre que no puedo tener... mi verano en otoño.

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En el fondo, sé que mi amor por Ronan es una herida que nunca sanará, pero estar con Lawrence disminuye el dolor. ¿Y no es el entumecimiento -un bendito olvido- lo que buscamos después de que el amor nos haya hecho mal? Lawrence me ayuda a olvidarlo, amortiguando el dolor con mi inagotable deseo por él y su dinero. Es mi salvador y enemigo. Mi enfermedad y mi cura, a la vez. -“¿Te importa?” -pregunto, lamiéndome los labios secos. "Estoy aquí". En el silencio que sigue, la tensión en alto, me pregunto si Lawrence ha descubierto la verdad detrás de mis palabras tácitas. No creo que a Lawrence le importara. Él ha dejado más que claro lo que quiere de mí, y mi amor no lo es. Y eso está perfectamente bien conmigo. Hay algo carnal en la forma en que me está mirando y me hace sentir como si no pudiera respirar. No quiero que se detenga nunca. Mi corazón late salvajemente y mi coño se moja con anticipación mientras su mirada viaja tranquilamente por mi cuerpo. Con sus dedos envueltos alrededor de mí como una vid de hiedra, sería tan fácil para él romper mi cuello por la mitad. El contacto es peligrosamente divino. -"Quédate quieta", ordena, su voz llena de fuerza contenida. Lawrence me suelta, mi piel quemando por el fantasma de su tacto, y comienza a trazar el borde de la copa de encaje que cubre uno de mis pechos.

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La caricia, suave como el susurro de un amante, endurece mis pezones y hace que se me ponga la piel de gallina a lo largo de mis brazos. La sangre corre a mi cabeza, me mareo y respiro profundamente. Muerdo mi labio inferior cuando él engancha su dedo alrededor de la copa de mi sujetador, empujando la tela a un lado, y observa como mi teta se derrama hacia fuera, sus ojos verdes que crecen con oscuridad de medianoche. Entonces

toca

mi

pezón,

frotando

la

punta

rosada

y

rodándolo

entre el pulgar y el índice. Envía ondas de choque de

placer a través de mí, centrándose en el centro pulsante de mi cuerpo. Estoy a punto de cerrar los ojos, perdida en la sensación, cuando le oigo decir, -"Ojos en mí, Blaire". Él me agarra bruscamente por la cintura, cerrando el espacio entre nosotros, y envuelve un brazo alrededor de mi cintura. Me abraza fuertemente, Lawrence mueve su mano libre bajo la falda de mi pequeño vestido negro y me empala con dos de sus dedos. Hay dolor atado con placer mientras bombea sus dedos dentro y fuera de mi coño una y otra vez. Duro. Profundo. Sin remordimientos. Carne y sudor. El olor de la reacción de mi cuerpo a su toque recubre el aire -puedo probarlo. Apoyándose sobre mí, sus mejillas enrojecidas y una mirada ardiente, Lawrence se parece a un Dios enviado de arriba para castigarme o para buscar mi salvación. 19


Es duro. Es un castigo. Es divino. Lawrence detiene su asalto, sus dedos todavía dentro de mí, y me mira fijamente. Antes de que tenga la oportunidad de hablar, saca su mano de mí y me toma la mejilla, sus dedos húmedos con mi esencia. Levanto mi cara mientras él baja la suya y así es como nuestros labios tocan una vez más. Algo básico en mí, algo primitivo me hace levantar las manos y enredar mis dedos en su cabello, acercándolo a mí. Nuestro beso de boca abierta se vuelve hambriento y luego se convierte en una lucha desesperada por aire, donde la fuente de tal alivio sólo puede encontrarse en el otro. Urgentemente, pensando en Ronan, pero desesperadamente queriendo-necesitando- al hombre frente a mí, mis manos van a su cinturón y lo desabrocho.

Empujo mi mano dentro de sus calzoncillos cubriendo su polla con mi mano, bombeando su longitud y sintiéndola palpitante para mí. -"Muy duro…Llévame a tu dormitorio", susurro entre besos hambrientos.

Él me levanta por el culo y envuelvo mis piernas alrededor de su cintura, meneándome en su polla, sintiendo la forma en que se hincha para mí, la forma en que mi cuerpo instantáneamente se enciende para él. -"No. Que se joda el dormitorio, te quiero ahora”.

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Nos conduce hasta la mesa de madera, en medio del vestíbulo. Sin darle un segundo pensamiento, empuja el vaso de cristal magnífico y extremadamente caro tirándolo fuera de la mesa con la parte posterior de su mano para que pueda ponerme en ella en su lugar. Oigo el vidrio romperse cuando se cae en el suelo, el olor a rosas subiendo como vapor. Miro hacia el suelo. -"Oh no…"

-"Shh, no importa".

Lawrence agarra mi barbilla, haciéndome mirarle, y me tranquiliza con otro beso que siento hasta el final de mis dedos. Su toque es un paraíso oscuro, agarra mis tetas salvajemente y me sorprende rasgando el frente de mi vestido hasta mi ombligo, descubriéndome los pechos. Riendo mientras la euforia corre a través de mis venas, lo agarro por las caderas, separo mis piernas más abiertas para hacerle espacio, y lo empujo hacia mí. Dureza contra la suavidad. Purgatorio de mi alma. Cielo de mi carne.

-"Pon tu polla en mí," gemí, inclinando mi cabeza hacia atrás mientras Lawrence comienza a llenar mi cuello con besos profundos que se sienten como pequeños latidos del corazón en mi piel, reviviendo mi cuerpo con su boca.

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Urgente, saca su pene de su ropa interior mientras tira el pedazo de encaje que cubre mi coño mojado a un lado y se hunde en mí en un empuje suave y profundo. Yo jadeo. Él gime. Y luego nos perdemos en la maldita y prohibida danza pagana de nuestros cuerpos.

Lawrence cierra los ojos y baja la cabeza contra mi pecho, moviendo sus caderas furiosamente. Cuanto más empuje, más fácil es olvidarlo. Más fácil es fingir que esto es lo que quiero. Esto es necesario. Esto es crueldad. Esto es hambre. Esto es el olvido total.

Alineándome en su empuje, siento un terremoto de sensación alrededor que sacude mi cuerpo de adentro hacia fuera. Mis oídos sonando y mi corazón vibrando, no creo que pueda aguantar mucho más tiempo.

-"Oh mierda, Lawrence... Yo-yo... oh joder," gemí. -“Tócate a ti misma. Frota tu coño para mí", susurra, mirando hacia abajo a donde estamos unidos.

Intoxicada por la lujuria, me inclino sobre mi codo, ofreciéndome a él mientras deslizo mi mano entre nosotros. Y mientras veo la intoxicante vista de su polla reluciente que entra y sale de mí, abro mis labios con dos de mis dedos y empiezo a frotar mi 22


clítoris en círculos. Gimo mientras el ritmo de mi tacto crece más rápido... furiosa... despiadada... haciéndome aún más húmeda de lo que ya estoy.

-"Mierda... Blaire", respira, aumentando la velocidad de sus empujes. Su polla se convierte en un desenfoque mientras que se viene y me penetra una y otra y otra vez, acercándome a los cielos. Nuestros cuerpos se elevan en éxtasis con el poder de nuestro orgasmo, culminando juntos.

Nos miramos fijamente, sus ojos una fogata brillante mientras el frenesí de nuestros corazones se ralentiza y nuestra respiración laboriosa se vuelve normal. Con su dureza todavía pulsando dentro de mí, Lawrence aparta el pelo pegado a mi mejilla. -“Haces que el infierno se sienta como el cielo, Blaire”.

Por un breve instante, un velo se quita de los ojos de Lawrence y puedo ver una franja de su alma, hermosa pero tan llena de anhelo y dolor desnudos que me quita el aliento. Me sacude hasta el corazón. Antes de que yo tenga la oportunidad de responder, se retira y da un paso atrás, su alma escondida detrás de una mirada fresca y calculadora una vez más. Extiende su mano, ofreciéndome ayuda. -“Vamos arriba y nos limpiamos”.

Me paro, miro hacia abajo, y noto el triste estado de mi vestido. 23


-"Mi pobre Versace", le digo, encontrando su mirada y sonriendo. -“Por lo menos tuvo una buena muerte”.

Mientras lo veo caminando junto a mí, mi cuerpo temblando de satisfacción y mi mente confundida por nuestro intercambio, me doy cuenta de que él nunca contestó mi pregunta con respecto a Ronan.

*******

Esta noche dejé que un hombre me follara hasta los sesos para poder erradicar a un hombre diferente de mi corazón. Lo he hecho antes pero, esta vez, no funcionó. Ronan estaba en todas partes. En cada beso y cada toque. Todavía lo está.

¿Por qué Ronan tuvo que volver a mi vida y arruinarlo todo? Se suponía que era cosa del pasado. No se suponía que debía hacerme dudar. Pensé que había seguido adelante, pero al verlo de nuevo volvió a destruir todas mis idiotas ilusiones de que había superado mis sentimientos por él. En todo caso, demostró cuán profundo se grabó dentro de mí. ¿Por qué? ¿Por qué? Desnuda, estoy sentada en la cama con mi espalda contra la cabecera. Tengo frío hasta el hueso, pero no me molesto en ponerme mi ropa interior de nuevo. ¿Cuál es el punto? La ropa es una pérdida

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de tiempo cuando estoy aquí porque me están pagando para joder y ser jodida. Además, el frío se siente bien. Me adormece todo.

Miro hacia abajo y miro fijamente al hombre despreocupado que duerme a mi lado mientras que trato de convencerme de que esto es lo que me hace feliz.

Pero mientras veo las sombras nocturnas bailando en su hermosa espalda, sé que es todo una mentira.

Mientras sigo mirando a Lawrence, deseo los besos de otro hombre, mis sentidos perturbados con recuerdos de un hombre que no está aquí.

De repente una idea se me viene, haciendo que mi corazón lata duro y rápido. No lo sé…

Tratando de no pensar en lo que voy a hacer, doy una última mirada a Lawrence y me levanto de la cama.

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Capítulo 04

Ronan Más temprano esa noche...

TERMINADO EL TRABAJO POR EL DÍA, camino a mi estación de metro habitual y comienza el viaje de regreso a mi apartamento vacío. Asiento con la cabeza a Joe, el vendedor de boletos sentado en la cabina al pie de las escaleras, mientras tomo mi billetera de mi bolsillo trasero y agarro mi Tarjeta del Metro. La deslizo a través del torniquete en un movimiento rápido y camino a través de este, pero parece que hoy no es mi jodido día. En lugar de la habitual "Pase" que aparece en la pantalla, dice, "Por favor, deslice de nuevo." Paso mi tarjeta con enojo; Una, dos, tres veces más. Por favor deslice de nuevo. Por favor deslice de nuevo. Por favor deslice de nuevo. Esto es simplemente jodido. Parece que mi día va de mal a mierda. Por un corto momento, me pregunto si el universo está conspirando contra mí, o riéndose a mis expensas. Probablemente las dos cosas.

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Qué mejor momento para patear a un hombre que cuando está en el suelo. Frustrado, paso una mano a través de mi pelo y me doy cuenta de que estoy desquitando mi ira sobre el tema equivocado.

Tomo una

respiración profunda y, más tranquilo, trato de pasar de nuevo la tarjeta. Esta vez, la palabra "Pase" ilumina la pantalla y soy capaz de caminar a través del torniquete. Como una costumbre, voy a mi lugar por el cartel roto de un espectáculo de Broadway y espero a que mi tren llegue. En este mundo subterráneo urbano donde el aire es húmedo y todo el mundo quiere estar en cualquier lugar pero no aquí, observo a la gente de pie en la plataforma y me pregunto con qué clase de monstruos están luchando. Yo me pregunto si me ven y se dan cuenta de que están mirando las sobras del hombre que solía ser. Lo dudo, aunque. ¿A quién mierda le importa? A medida que el tren se acerca, una imagen del pelo negro de Blaire soplando a través de su cara mientras ella se reía de algo que dije mientras un tren diferente se acercaba. Froto el pecho, donde mi corazón debería estar, me gusta el entumecimiento allí. Facilita la respiración. Encuentro un asiento vacío. Tal vez mi suerte está cambiando, después de todo. Aflojando mi corbata, reclino mi cabeza hacia atrás contra el cristal y dejo que la vibración familiar de la carroza móvil me relaje. Y tan cansado como estoy, una parte de mí no quiere ir a casa. En un día normal, mi apartamento me recuerda a ella, pero esta

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noche, después de verla por primera vez en semanas, será una puta pesadilla. No puedo estar allí. Recuerdo a mi amigo Edgar mencionando que él tenía una exposición de sus pinturas cuando le vi el otro día. Agarro mi bolso, saco mi teléfono, y le envío un texto. Yo: Amigo. ¿Esta noche es tu exhibición? Mientras espero su respuesta, miro hacia arriba y noto que una bonita pelirroja me está mirando. Cuando nuestros ojos conectan, ella me sonríe dulcemente y un débil rubor cubre sus mejillas, se ve encantadora. Nada como la sonrisa de una chica bonita para elevar el espíritu. Sonrío y siento que mi teléfono vibra. Edgar: Es esta noche, hermano. Y será mejor que tu bonita cara este allí. Alicia va a traer a su amiga, la modelo de Victoria que te has tirado el verano pasado. ¿Te acuerdas de ella? Al parecer, no se ha olvidado de ti. Por supuesto que la recuerdo. Sería casi imposible olvidar las cosas que la mujer podría hacer con su boca. Sin embargo, la memoria no hace nada para mí. Mis dedos flotando en la pantalla, estoy a punto de decirle que se olvide

cuando me doy cuenta de que Blaire

probablemente va a follar a Lawrence en algún momento de esta noche, si ella no lo está haciendo ya en este momento. Apretando mi teléfono más fuerte, mis nudillos se vuelven blancos y la idea de Blaire y Lawrence juntos llena todo mi ser con puro odio. Mi mente gira con recuerdos de nosotros e imágenes fabricadas de ellos como uno. Puedo imaginarla de rodillas montando su polla, gimiendo 28


como una perra en celo, su largo cabello negro tocando sus muslos. Ella lanza la cabeza hacia atrás, perdida en la sensación, pero no antes de que sus ojos traidores lo atraigan a creer que él es el único. Y lo sé porque fui lo suficientemente tonto como para caer bajo el mismo hechizo. Pero ya no, ya no. Yo: Envíame los detalles. Estaré allí

*******

Estoy parado afuera de la galería, fumando un cigarrillo, y observo a un grupo de mujeres y hombres en edades alrededor de los treinta años abriendo la puerta y entrando. La risa y el zumbido de la charla momentáneamente llenan mis oídos mientras camino, su perfume caro persistente en el aire después de que han entrado. Enterrando una mano dentro en el bolsillo delantero, observo que son tragados por un mar de gente de pie al otro lado de las ventanas de cristal de piso a techo. Están todos reunidos allí con sus bolsillos profundos, listos para desembolsar más de un millón de dólares por cada pintura para celebrar el éxito de mi amigo Edgar Juárez -el hombre del momento y el nuevo querido de la escena del arte en New York City. El verdadero sueño americano. Según un perfil escrito sobre él en una aclamada revista de arte, nació en Port Chester, Nueva York, hijo de madre soltera, una mexicana inmigrante, su casa de cuatro paredes que

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compartía con ella. Su madre pasó sus días limpiando las casas de los ricos para que ella pudiera proveer comida y refugio para su hijo, y sus noches, con el cuerpo agotado y lleno de callos, soñando que crecería para ser un hombre con la oportunidad de un futuro brillante. Un día, tuvo que llevarlo al trabajo. Edgar fue con ella, feliz por la rara oportunidad de pasar más tiempo con su madre. En la sala de estar, estaba dibujando en un bloc de notas cuando la señora de la casa caminaba y vio su dibujo. Amante del arte, reconoció inmediatamente su talento crudo, y el resto es historia. Ahora, él hace más dinero del que soñó nunca y, lo más importante, él hace bastante para que su madre no tenga que trabajar otro día en su vida. Me pregunto cuántos de ellos están aquí esta noche porque realmente aprecian su trabajo o porque poseer Un Edgar Juárez es la cosa en el momento en nuestra sociedad cambiante y voluble. Cualquiera que sea la razón, no cambia el hecho de que mi amigo ha llegado y no va a ninguna parte en el corto plazo. Estoy feliz por él, pero me siento como un intruso. Y tal vez una pequeña parte de mí, una parte cuya voz se mantiene cada vez más fuerte, desea que esas personas estuvieran allí para mí. Que es mi nombre siendo celebrado y no el suyo. Tal vez si hubiera tenido su éxito... Inclino la cabeza hacia atrás mientras soplo el humo por la boca y miro el cielo negro. La luna, reina serena en la noche, arde brillantemente con su fuego blanco que ilumina las oscuras nubes de algodón a su alrededor. Ella es hermosa gobernante en su trono desolado, pero no

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puedo evitar sentir tristeza cuando la miro. Ella está arriba: Siempre un espectador, nunca un participante. Un forastero mirando hacia adentro. Como yo era Como yo soy. Como siempre seré. Parece que toda mi vida, he estado mirando desde afuera. Nunca me molestó. Yo nunca quería más. Yo estaba feliz, contento, pero tal vez no estoy siendo completamente honesto conmigo mismo. Estoy cambiando, y el hombre que solía ser es cada vez más un recuerdo con cada día que pasa. Recuerdo haber esperado en el coche para que Lawrence saliera del Met cuando la vi por primera vez. Ella estaba envuelta en los brazos de otro hombre, un hombre que la miraba como si fuera una cosa para ser poseída. Me preguntaba cómo sería tener a alguien como ella en mis brazos, como me sentiría. A primera vista, supe que no pertenecía a mi mundo. Que las mujeres como ella pertenecieran en los brazos de los hombres como el hombre rubio en el esmoquin. Hombres poderosos con cuentas bancarias lo suficientemente grandes como para comprar pequeños países. Yo sabía entonces que ella estaba fuera de mi liga; que enamorarme de una mujer como ella sólo me conduciría a mi destrucción. Aun así, no pude detenerme de pensar momentáneamente si era la primera vez que quería algo que no podía tener...algo inalcanzable. La primera vez 31


que sentí algo siniestro en mi pecho, algo que se come a la gente, matando todo lo bueno dentro de nosotros. ¿Era celos? ¿Envidia? ¿Amargura? Sí. No. Tal vez todo lo anterior. Tal vez ninguna de los anteriores. Pero lo que sí sé es que fue la primera vez que resentía mi suerte en la vida. Y todo fue por culpa de ella. Pero ese es el poder que las mujeres ceden a los desgraciados bastardos. Pasamos por la vida entumecidos, medio vivos, poco contentos, algo infelices. Vivir la vida sólo como medio humanos hasta que un día nos encontramos con una mujer que nos completa, que da sentido a nuestra patética existencia y hace que valga la pena, nos enriquecemos con su risa, con su olor, y el sabor de su cuerpo. Días y noches pasadas con ella se convierten en una cadena de momentos incrustados en nuestra memoria, que nunca se olvidarán. Ella es el aire que respiras, la sangre corriendo en tus venas. Ella es tú todo como tú lo eres para ella, porque ella no sólo posee tu cuerpo sino que también posee tu alma. Hasta el día en que se despierte y se dé cuenta de que no eres suficiente, que ella quiere algo que no

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puedes ofrecerle. Así que ella te deja, quitándote no sólo tu corazón sino también tu alma. Y todo lo que te queda es el sabor amargo de la angustia. Sacudo la cabeza, sonriendo tristemente. Nada como tener a una mujer rompiendo el corazón de mierda para sacar el triste y patético poeta dentro de todos nosotros. Tomo una última calada de mi cigarrillo y veo su punta quemar intensamente antes de lanzarlo al suelo y pisarlo. Basta de Blaire y su brujería. Esta noche planeo disfrutar de mí mismo. Mientras cierro la brecha entre las puertas de cristal y yo, hay una mujer alta con el pelo largo y rubio en un vestido negro apretado que se dirige en mi dirección. Ambos nos detenemos a un pie de distancia de la barra metálica de la puerta. Al estar cerca de ella, es imposible no admirar la forma en que sus pequeñas tetas delinean el costoso material sedoso de su vestido. Cuando levanto los ojos para tener una mejor vista de su rostro, tres cosas se hacen obvias. Uno: Ella es caliente como la mierda. Dos: Ella me observa admirándola descaradamente sin parpadear. Pero, ¿cómo no? Sería un crimen no hacerlo. Levanto una mano, pasando mis dedos por mi cabello, y sonriendo descaradamente. Y tres: Ella es mayor que yo y en la flor de su vida. -“¿Entras?” -pregunto.

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Sin decir una palabra, nuestras miradas se encuentran por un segundo o dos antes de que ella desvíe la vista, rechazándome como un pensamiento no deseado, y sigue hacia la puerta. Veo sus dedos blancos, delgados y perfectamente cuidados que se enrollan alrededor del manillar metálico. Instintivamente, cierro mi mano sobre la suya y le digo: -"No, por favor, permítame". Ella mira fijamente hacia adelante y no mueve su mano. -“No necesito que un hombre me abra la puerta” -dice con frialdad, volviendo la cabeza hasta que sus ojos se cruzan con los míos-. – “Puedo hacerlo yo misma”. Incluso su voz es sofisticada como el resto de ella. No estoy seguro de lo que me invade, pero suelto la barra y alcanzo su mano, separando lentamente sus dedos uno por uno. Tal vez sólo quiero coquetear con una mujer atractiva. O tal vez ella es un desafío que quiero ganar. O tal vez estoy molesto de que me desprecien tan fácilmente y quiero ponerla en su lugar seduciéndola. Girando su mano para que la palma esté hacia arriba, bajo los ojos y comienzo a trazar una vena azul en su muñeca, notando lo pálida y suave que es su piel. -"Sin duda. Pero mi padre me enseñó buenos modales, y los viejos hábitos no se pierden fácilmente". -“¿Y si digo que no?” -pregunta, levantando la barbilla como si me estuviera desafiando a cambiar de opinión. 34


Levanto su muñeca a mi boca. -"Lo haría de todos modos". Beso el lugar en su muñeca donde la vida fluye a través de sus venas y espero por una bofetada en mi mejilla que nunca llega. En cambio, siento un temblor que la atraviesa y hace sonreír al bastardo en mí. No tan genial ahora, ¿eh? Ella me mira fijamente por un momento y me complace el hecho de que ella no quita su mano de la mía. Y luego sonríe. Una pequeña sonrisa que apenas levanta las comisuras de su boca. -“Adelante, entonces, aunque debo darte una bofetada por tu franqueza”. -"No lo harás, sin embargo, porque en el fondo sabes que lo amas". Sonrío descaradamente. Soltando su mano, agarro la manija de la puerta y la abro. -"Después de ti, a menos que...” Escuchamos el zumbido de la gente que habla dentro, haciéndonos entrar. Un hombre se excusa cuando camina más allá de nosotros, pero ninguno de nosotros parece importarle lo que está sucediendo alrededor de nosotros. Ojos el uno en el otro, una guerra en silencio. El mundo deja de girar. El tiempo se detiene. La tensión agita el aire que respiramos.

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Observo cómo el pequeño pulso en su garganta se mueve tan ligeramente mientras traga palabras no dichas. Entonces ella lame sus labios color coral, y las imágenes de su boca envuelta alrededor de mi polla cruzan en mi mente. -“¿A menos qué? -"No entramos y vamos a otro lugar". -“¿Dónde estaría ese otro sitio?” Levanto una mano y le cepillo el cabello a un lado, revelando su hombro de porcelana blanca, y la acaricio con mi mano. -"Mi apartamento". -“¿Y qué haríamos allí?”. Me inclino y beso su hombro. -"Adivina". Corta de aliento, su pecho sube y baja rápidamente. - "No estoy de humor para jugar". -"Sin embargo, prácticamente puedo olerte mojándote". Cierro el espacio entre nosotros hasta que puedo sentir su suave cuerpo apacible rozando el mío, endureciendo mi polla, y susurrando en su oreja, -"Pero si quieres que lo deletree para ti, hermosa, que así sea. Si te vas conmigo ahora, vamos a volver a mi casa a joder. Y no será amable, y no será bonito, pero te encantará cada segundo”. 36


Ella da un paso atrás, poniendo un poco de espacio entre nosotros. Metiendo mis manos en los bolsillos delanteros de mis pantalones, la miro correr sus palmas por su vestido, suavizando arrugas imaginarias. Me permite admirar lo gracioso que son sus movimientos. Con su helada belleza, me recuerda a una bailarina rusa, la curva de su cuello pálido, las elegantes curvas de su cuerpo escondido detrás de la seda negra. En pocas palabras, el pensamiento me cruza la mente que estoy pidiendo a una completa extraña que venga a mi casa a follar, pero he venido aquí a olvidar y eso es exactamente lo que pienso hacer. Con ella o con alguien más. Estoy pensando que me va a decir que me vaya a la mierda cuando levante la vista. -“Vamos entonces”. Después de entrar en el auto y dar mi dirección al taxista, ella coge mi mano. Inclina la cabeza hacia atrás en el asiento de cuero y se vuelve hacia mí, sus rasgos indistinguibles por la oscuridad que nos rodea. -"Nunca he hecho algo como esto antes". Aprieto su mano. -"Yo tampoco. ¿Tienes miedo?” Ella asiente. -"No tenemos que hacer esto si no quieres”. Esperando su respuesta, veo las luces que vienen del exterior bailando con las sombras de la noche en su cuerpo mientras avanzamos a través de las calles de Manhattan. 37


-“No es eso. Es sólo que...” -“¿Sí?” -“Tengo miedo de lo que me haces querer”. -“¿Y qué es eso?” -“Sentir”. -dice, sus palabras apenas son un susurro. Sonrío tristemente, levanto su mano y la beso. -"Eso es exactamente lo que no quiero". De lo que estoy huyendo.

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Capítulo 05

LA FOLLADA DE ESTA NOCHE NO ES SOBRE conectar con alguien. La mierda de esta noche es buscar un escape emocional, donde puedo perderme en su cuerpo y dejar de vivir en el infierno en el que el mío se ha convertido. Se trata de alcanzar ese punto cuando estoy enterrado en su coño, mi polla rodeada por su calor, bombeando mis sentimientos por otra mujer en ella. Donde no hay emociones, ni recuerdos, ni expectativas, nada. Un éxtasis puro, puro y egoísta. Más allá de las pocas frases que compartimos en el camino hasta aquí, no hemos dicho nada. No es que no haya necesidad de palabras, la hay, pero no de nada que sea relevante para lo que estamos a punto de hacer. El silencio nos permite a cada uno luchar contra nuestros propios fantasmas. Me vuelvo para mirarla y admirar el rico color de su pelo rubio que parece como si fuera girado de oro puro, las dos pequeñas líneas en forma de risa en la curva de su boca formando un paréntesis, y la manera que ella se sostiene tan derecha. Me recuerda a un soldado a punto de enfrentarse a su enemigo. La única señal que traiciona a su fresco e imperturbable exterior es su palma húmeda en la mía. O tal vez es la mía. De pie fuera de mi apartamento, me vuelvo a mirarla. 39


-"Última oportunidad para cambiar de opinión", digo. -"¿Por qué tengo la sensación de que estás tratando de hacer que cambie la mía?" Ella mira en mi dirección, nuestras miradas se conectan brevemente antes de que vuelva a mirar fijamente derecho. -“O tal vez tengas miedo de que yo...” La empujo contra la pared, mi frente aplastando la suya. -"No estoy asustado. Solo quiero asegurarme de que no cambiarás de opinión, porque una vez que pasemos por esas puertas "- asiento con la cabeza en dirección a mi apartamento - "Te voy a joder. Y te encantará cada segundo que esté dentro de ti, follando tu coño. Una... y... otra... y otra vez”. Hasta que me adormezca y olvide que no puedo tenerla. -"¿Me escuchas?" Tal vez estoy siendo cruel a propósito con ella porque en el fondo una parte de mí tiene miedo. Miedo de que esta mujer borre las últimas huellas de Blaire que permanecen en mi apartamento, en mi cuerpo y en mi alma. -"Así que voy a preguntarte una última vez. ¿Segura que quieres hacer esto?" -"Shhh... No digas otra palabra". Agarra mi cara con sus manos y trae nuestras bocas tan cerca que puedo sentir el susurro de su aliento golpeando mis labios. -"Estoy aquí porque te deseo. Nada más. Nada Más".

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Sin decir otra palabra, me empujo lejos de ella y volteo hacia mi puerta. La abro para ella y la veo entrar, su hombro rozándome el pecho mientras pasa por mi lado. Cuando ella está adentro, paso la cerradura y me giro para mirarla. Navega en mi pequeño y desordenado apartamento sin tocar un solo objeto. Me froto la nuca. -"Tengo que decir que me sorprende que sigas aquí después de lo que acaba de suceder”. Sin mirarme, ella dice: -"Yo también. Honestamente, me sorprende que incluso me fuera contigo en la primera oportunidad. Tirar la precaución al viento e ir al apartamento de un extraño no son cosas por las que soy conocida, todo lo contrario”. Su voz es calmada y tranquila, y me parece que me gusta escuchar su charla. Apoyo la espalda en la puerta, mis hombros tocando la superficie plana, y cruzo mis brazos. -"¿Por qué se te conoce?" Pregunto, curioso acerca de la mujer de pie delante de mí. -"Pareces el tipo de persona que nunca rompe las reglas. ¿Estoy en lo correcto?" Ella se ríe, pero es un sonido vacío.

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-"Oh, no sé... Me prepararon para ser la niña perfecta y más adelante, la esposa perfecta. Y me enseñaron que la impulsividad es una emoción a la que sólo los débiles se entregan”. -“Pero aquí estás”. -“Sí, aquí estoy”. -“¿Estás casada?” -Miro su mano y noto la falta de un anillo de bodas. -“Recientemente divorciada. Me gustaría dejar el tema ahora". Asentí con la cabeza en concordancia. Es extraño ver a una mujer de pie entre mis muebles y pertenencias una vez más. Elegante y distante, parece fuera de lugar rodeada por mi mierda. Girando a la izquierda y a la derecha, roza el cuero viejo de mi sofá de segunda mano, los libros de bolsillo esparcidos como pecas en el suelo de madera y la pequeña cocina a la derecha que sirve tanto de comedor como de lavadero. -"Perdona el desorden. No esperaba invitados”. La veo enfocar su atención en un artículo que yace en la mesa de café de madera. Ella se inclina hacia abajo y recoge la imagen desgastada que no he podido tirar. No tengo que mirarlo para saber que los colores de su cara han comenzado a desvanecerse, ni tengo que mirar para saber la diferencia entre el hombre de la fotografía y yo. Su dedo traza el lugar que mi propia memoria ha memorizado. -"Ella es maravillosa".

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Me froto el pecho. ¿Cómo puede algo hueco de repente doler tanto? -"Ella lo es". -"¿Qué pasó?" Miro la foto en sus manos. -"Me enamoré de ella". Y de repente me golpean en la cara los recuerdos de ella...

El sol se ponía cuando nos tumbábamos sobre la hierba, sus rayos como antorchas que calentaba nuestros cuerpos y bañaba nuestro entorno en luz ámbar. El aire, dulce porque olía como ella, acariciaba nuestra piel. Yo recuerdo como se giró en mi dirección y me miró con sus ojos de zafiro, y en esa mirada nosotros intercambiamos una verdad tácita que ella estaba demasiado asustada para admitir y yo estaba demasiado ansioso para creer. “No te muevas. Necesito tomar una foto de ti así". Ella se rió pero me dejó hacerlo, de todos modos. Después de poner mi cámara en la manta a mi lado, me volví hacia ella y tome su cara, mi pulgar trazando la curva de su mejilla. “Él se bajó, intentando no mirarla mucho, como si fuera el sol, y sin embargo la veía, como el sol, incluso sin mirar”.

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Ella sonrió lentamente. "Tratando de seducir a una chica con Tolstoi, ¿eh?" -“Depende. ¿Está funcionando?" Ella me miró, la diversión brillaba en sus ojos. "No tienes una jodida idea". Nos reímos libremente Pero, al cabo de un momento, añadió tranquilamente con su voz ronca: -“¿Estás realmente aquí?” Ella tomó mi mano, se la llevó a los labios y me dio un beso tan suave que podría haberlo imaginado. Pero no lo hice. El calor, la electricidad de su contacto fluía a través de mis venas, despertando despacio mi cuerpo y todos los sentidos. Y nunca me había sentido más jodidamente vivo. Me acerqué a ella y me apoyé en mi codo, sintiendo las cosquillas en mi piel. En esta posición, fui capaz de absorber la forma en que los mechones salvajes de su cabello negro enmarcaban su rostro, realzando el rubor delicado que se extendía por sus mejillas, y el color de sus labios rojos de manzana. -“Lo estoy” -murmuré.

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-"Todo se siente como un sueño... uno que nunca quiero terminar". Había miedo en su voz y tristeza silenciando la luz en su mirada. -"Soy muy real, Blaire", susurré antes de morder el lóbulo de su oreja. "Y no voy a ir a ninguna parte. Tu estas enganchada conmigo". -“Pero ¿por cuánto tiempo?” -preguntó, y allí volvió a ser ella. El temor persistente en su voz, en sus palabras. -“Por el tiempo que me dejes, cariño”. -“¿Para siempre?” -“Para siempre no sería suficiente”. Me incliné, cerrando el espacio entre nosotros y sentí que su cuerpo temblaba en el mío. Le besé la punta de la nariz, los ojos, la curva de su cuello, su boca... La besé profundamente y sin fin. La besé hasta que ella estaba completamente marcada por mí, su sabor se memorizó en mi lengua. Cuando nos separamos, Blaire me sonrió y pensé que la vida no podía ser mejor que esto. -"¿Qué es?" -"No soy un hombre complicado, Blaire. No necesito cosas costosas para ser feliz o para validar mi propio valor. Y durante mucho

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tiempo, pensé que mi vida era buena, ¿sabes? Tengo buena salud, un techo sobre mi cabeza, comida en la mesa. ¿Alguna vez pensé que las cosas podrían ser mejores? Tal vez, pero no era algo en lo que insistía. Yo estaba feliz con mi suerte en la vida. Pero creo que, en el fondo, sabía que faltaba algo y no sabía qué era. Hasta que te conocí". -" Ronan... " -“No, escúchame. Sé cómo esto suena, y tal vez es una locura, pero por primera vez en un muy largo tiempo, siento que estoy despierto. Mi vida ya no es un borrón. No más seguir moviéndome sin sentido, y todo es por tu culpa”. Hice una pausa y robé otro beso. "Joder. Huye conmigo. Cásate conmigo, de verdad. Hoy. Sé mía y solo mía”. Blaire rió entre dientes. - "¡Estás loco! No podemos hacer eso. Además, sabes que soy tuya”. -¡Pero ¿en serio?! Ella se quedó en silencio por un momento. -“¿Qué quieres, Ronan?”

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-“Quiero ser tu oxígeno, Blaire, como tú has llegado a ser el mío. Como dijiste... para siempre. Y un día voy a hacer que me digas que sí”. Había lágrimas en sus ojos mientras me miraba fijamente. –“¿De veras?” -preguntó con voz temblorosa. -"Sí". Volví a agarrar su cara una vez más y sentí que una lágrima fugitiva caía sobre mi pulgar. –“Nunca voy a renunciar a ti ¿Sabes?” Ella permaneció en silencio entonces porque sabía que todo era una mentira, cada palabra, cada mirada, y cada toque. Todas las malditas mentiras. Y la broma más grande fue que me enamoré de ella, la mentira más hermosa de todas. Sus besos eran el engaño que sabían cómo el veneno más dulce, su risa un señuelo a mi muerte, y su cuerpo el maldito patio de recreo del diablo. Pero, de nuevo, el amor es un juego sucio, sangriento y desordenado. El amor no le importa una mierda sobre las reglas o la honestidad. Y tanto como el amor puede hacer que uno se sienta vivo y quiere cambiar para mejor, también puede matar y, con ella, tus sueños. Todo en un abrir y cerrar de ojos.

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-"¿Y qué pasó?" Oigo a la mujer preguntar, trayéndome de vuelta a la realidad, su rostro y cabello rubio reemplazando al de Blaire. Lo que suele suceder cuando olvidas tu lugar en el mundo y te atreves a soñar. -“Ella rompió mi corazón". Doy los pocos pasos que nos separan hasta que estoy de pie a ni siquiera un centímetro de distancia de ella. Levanto mi mano y acaricio el lado de su cara con la parte de atrás de mis dedos. Cierra los ojos y se inclina hacia mi toque. Luego agarro su barbilla, inclinándola hacia arriba mientras bajo la boca. Cuando mis labios tocan los de ella, cierra los ojos y se rinde al beso. Yo no. No puedo. Y me odio a mí mismo por ello, porque aunque estoy besando a esta Mujer, es Blaire a quien saboreo. Con el beso llegando a su fin, digo: - "Desvístete ahora". Parece insegura por primera vez desde que nos conocimos. -"No soy joven y hermosa como ella". Sus palabras me hacen algo. No tocan un acorde dentro de mí, ni me mueven, eso es imposible. Tal vez si la hubiera conocido en otra vida, una donde estuviera completo otra vez. Pero me dan ganas de mostrarle lo que veo. Su belleza. Una belleza que se vuelve cada vez más obvia con cada segundo que pasa. La suelto y me pongo de pie 48


detrás de ella. Sin tocarla, me inclino en ella y digo: -"Eres hermosa. Déjame verte”. Ella toma una respiración temblorosa y se aleja. Volviéndose hacia mí, la veo lentamente alcanzar las correas finas que descansan sobre su piel, empujándolas de sus hombros una por una. La visión de su desnudamiento para mí es más que erótico. Es embriagante. La seda se desliza por su cuerpo tonificado tan suavemente como el agua corriente, revelando curvas suaves, pequeñas pero perfectas tetas, y un suave y dulce coño. Mis manos pican para explorarlo todo. Quiero que el calor de su piel se filtre en la mía, calentándome aunque sea sólo por un breve momento en el tiempo. Nerviosa y vacilante, se cubre con los brazos. -“No, no te escondas de mí”. -Aparto las manos de su cuerpo. -"Eres magnífico. Estás siendo educado. Vi su foto. Sé a lo que estás acostumbrado. Y puedo decirte ahora que no me parezco a ella”. -"Sí tienes razón. No te pareces a ella, pero todavía te quiero”. La veo sonrojarse, y el color es tan encantador en su piel, que me hace querer provocarla de nuevo. Mi polla se endurece, de acuerdo conmigo. Corto el espacio entre nosotros hasta que mi pecho está tocando la punta de sus tetas. Sus pezones se endurecen, su respiración corta y rápida. -“¿Y por qué no? Eres hermosa, deseable y tan jodidamente sexy". Mi mano acaricia su piel, empezando por la curva de su hombro hasta la suave curva de sus tetas hasta el estómago. 49


-“Quiero arrastrar mi lengua a lo largo de cada curva y orificio de ti.”. Me agarro de su pelo, tiro de él a un lado, exponiendo su cuello, y me inclino para besarla, sintiendo su pulso bajo mi boca. Saboreando el sabor de su sudor, de su deseo, de los secretos que su cuerpo tiene para ofrecer. Y coloco mis manos en sus caderas, rodeando mis dedos en su carne, mientras la empujo contra mí. Sus ojos se ensanchan, mostrándome cómo están dilatadas sus pupilas. Ella se lame los labios. -"Yo también te quiero". Le

acuno

la

nuca

mientras

comenzamos

a

besarnos

desesperadamente. No hay lugar para el aire. No hay espacio para los pensamientos. No hay lugar para nada más que mis labios sobre ella, mis manos sobre su piel. Yo la inhalo, dejando llenar mis pulmones con su olor, drogándome con el olor de la lujuria y la necesidad. Busco el olvido en ella, en su cálido y acogedor cuerpo. Mi necesidad no es para ella. Mi necesidad es no sentir. Para sofocar el latido de mi corazón. Me separo y la beso de su boca a su cuello, y todo el camino hasta sus tetas, mi lengua chasqueando sus pezones, saboreando el sabor de su sudor. Mis dientes se hunden en su piel, haciéndola gritar. Su dolor es mi placer. Su sangre sacia mi sed. Ella coge mi cabello, 50


tirando de mí hacia arriba. Cara a cara, nos besamos de nuevo pero, esta vez, son sus dientes los que buscan dibujar mi sangre y sus uñas cavando dolorosamente en mi piel. Es jodidamente hermoso. Le agarro la mano y la llevo a mi erección, haciéndola frotar mi polla sobre mis vaqueros. -“Ahora, siéntate. Voy a joder tu boca”. Se sienta en el sofá mientras desabrocho el cinturón de cuero, desabrocho mis pantalones y saco mi pena, bombeándola delante de su cara. Me acerco más, viendo la punta de mi polla llegando a sus labios. -"Abre". Me deslizo todo el camino y luego agarro su cabeza con mis dos manos y la empujo más cerca de mí, sintiendo como ella me chupa avariciosamente mientras que la bombeo dentro y fuera, follando esa boca dulce de ella. Rápido. Sin piedad. El ritmo es castigo, pero ella no me detiene. Gimiendo, saco mi polla que brilla con su saliva. La miro limpiarse la boca y la barbilla. -“Vuelve y arrodíllate en el sofá. Voy a follarte ahora". Sigue mis instrucciones instintivamente, pero antes de que se vuelva, veo el hambre en sus ojos, también. Ella quiere esto tanto como yo. Arrodillándome detrás de ella, saco un condón de mi cartera. Después de rasgarlo abierto y rodarlo en mi polla, la tomo por las caderas y tiro 51


de su culo hacia mí. Con mi polla en la mano, extiendo sus mejillas, acariciando lentamente su culo y coño, cubriéndolo con su humedad. - "Jesús, ya estás jodidamente mojada". Ella se empuja hacia atrás contra mi polla, queriéndola, mendigando. Agarro su pelo en mi puño y tiro fuerte de su cabeza. -“Me gusta que te guste. A mi merced". Me inclino y siseo en su oreja, -" Quieres que te folle así, ¿eh?". Su cabeza al lado de la mía, la parte posterior de ella tocando mi hombro, puedo ver su cuello y olor frágil, hermoso el aroma de su sudor mezclado con perfume. Me inclino y corro mi nariz a lo largo del borde, sintiéndola temblar. Ella asiente y la empujo hacia adelante agresivamente, haciéndola aterrizar en sus manos, extendiendo su culo con mis manos, admirando lo que estoy a punto de tomar. -"Un coño tan bonito". Lamo dos de mis dedos y los paso sobre su clítoris, presionándolos profundamente dentro de ella. Ella se estremece mientras yo la follo por detrás. El sonido húmedo de mi mano que se mueve dentro y fuera de ella llena la habitación, y me está volviendo loco. Ella agarra el cuero, sus uñas dejando huellas a medida que aumento la velocidad de mi mano, mientras saco mi ira, mi frustración, mi necesidad, mi anhelo en su cuerpo. Soy un bastardo egoísta por hacerlo, pero no puedo parar. Necesito esto tanto como necesito mi siguiente aliento.

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Te odio, Blaire. Te odio tan jodidamente. Saco mis dedos de ella, me empujo más cerca, y la agarro por la cadera. Bombeo mi polla antes de entrar en ella en un rápido y profundo empuje. La jodo como si estuviera buscando mi salvación y mi consuelo en su coño. No funciona. Cierro los ojos, y es Blaire a quien veo, mirando hacia atrás mientras la penetro por detrás, sonriendo, burlándose de mí con su sonrisa. Y cuanto más dura está mi polla entrando en esta mujer con el pelo rubio, más fuerte la risa de Blaire me llena los oídos. Sacudo la cabeza, sintiendo las gotas de sudor que se arrastran por mi piel como las patas de una araña, tratando de forzarla a salir de mi mente, pero no funciona. Nada funciona. Miro hacia arriba y veo nuestro reflejo en la ventana al frente. Nuestros ojos se encuentran en el cristal, su belleza reflejada en la superficie plana, pero estoy tan jodidamente ido, tan jodidamente entumecido, no me hace sentir nada. Soltando uno de sus hombros, traigo mi otra mano alrededor para frotar su clítoris con mi pulgar. Rápido. Más rápido. Ella está gimiendo, diciéndome que no me detenga, y puedo sentir ambos de nuestros orgasmos flotando a su alcance cuando mi teléfono de la casa comienza a sonar. Sin importar quién está llamando, dejo que entre el mensaje de voz. Es ella. 53


Persiguiéndome. Jodiendo conmigo. Su voz llena el pequeño espacio de mi apartamento mientras continúo enterrando mi polla en otra mujer una y otra vez. -"Hola... soy yo... sé que es tarde, pero no puedo dormir". Tengo la mandíbula tensa, cierro los ojos y empujo hacia adelante otra vez, frotándola, golpeando cada vez más fuerte. -"Yo... No sé por qué estoy llamando. sea

la

última

Probablemente

persona a la que quieras oír..."

Mientras su voz sigue rodeándonos, nuestro ritmo se vuelve más desesperado. La agarro tan fuerte que puedo ver las hendiduras de mis dedos en su piel blanca, y la follo más duro. -"Supongo...

Sólo

quería

decirte

que

significabas

mucho para mí". A medida que nuestros cuerpos siguen cayendo como si fuéramos el mar y la roca, la froto más y más rápido, hasta que ella se deshaga en mi mano y mi polla. -"Te extraño". Esas últimas palabras y la voz de Blaire nadan en mi cabeza. Un grito es arrancado de mi pecho cuando entro dentro de otra mujer, empujando una última vez. Me retiro, sin molestarme en quitar el condón usado, la alcanzo y la envuelvo en mis brazos, confortándola. La siento temblando pero no es hasta que su voz se rompe a través

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del zumbido en mis oídos que me doy cuenta que soy yo quien está temblando. No la estoy reconfortando. Ella me está tranquilizando. -"Shhh... todo está bien", dice calmantemente, acariciando mi cabello. Envuelvo mis brazos más apretados alrededor de ella. -"Yo..." -"Shhh... No digas nada. Estoy aquí... No voy a ir a ninguna parte”.

********

El sonido de la lluvia contra el cristal me despierta. Me siento confuso mientras miro alrededor de mi habitación, notando la almohada vacía a mi lado. Extiendo la mano y toco las hendiduras que su cuerpo ha dejado atrás. Me pierdo en la sensación de la sabana fría bajo mi palma, tratando de encontrar un toque de su calor, tratando de encontrar un pequeño rastro que ella estuvo aquí. Pero todo lo que queda es una montaña de sábanas heladas enredadas en mis pies. Ella se ha ido. Hombre, parece que estoy en una racha caliente últimamente. Primero fue Blaire, y ahora también ella. Bien, buena salida. Ella nos salvó a los dos de una mañana muy incómoda después de todo.

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Mirando a mi izquierda, mis ojos aterrizan en el despertador en mi mesa de noche. 05:13. El neón rojo de los números en la pantalla sangran su luz en la sombría oscuridad de la habitación. Joder, es temprano. Salgo de la cama y miro por las ventanas frente a la calle mientras me pongo un par de shorts, y me doy cuenta de por qué esta tan oscuro aquí dentro. Nubes densas y amenazadoras ocultan el cielo azul bajo una manta gris. Camino hacia la ventana, tiro de la manija de bloqueo hacia arriba, y empujo hacia fuera. Estirando los brazos y la espalda, disfruto el olor de la lluvia que me llena las fosas nasales. Después de pasar unos segundos, me dirijo a mi sala de estar para hacerme un poco de café. Estoy a punto de cruzar el umbral cuando me paro en seco. Sorprendido, encuentro a la rubia, con el pelo en un perfecto moño de bailarina, o lo que sea la mierda que se llaman, de pie junto a la máquina de café. Dos tazas de café están en la repisa a su lado. Incómodo, me froto la parte frontal del pecho, admirando las curvas familiares de su cuerpo en el vestido de seda negra. Es difícil imaginar que esta mujer equilibrada que parece que el hielo corre por sus venas es la misma criatura desinhibida de anoche. -“Todavía estás aquí”. Ella cruza los brazos, apoyando su cadera en el borde del mostrador. Nuestros ojos se conectan y veo un brillo burlón en su mirada. -“Espero que no te importe, pero me tomé la libertad de hacer un poco de café”.

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-"No", aclaro mi garganta, "en absoluto. Gracias". -"No me siento humana hasta que he tomado mi primera taza de café", dice. Está haciendo una pequeña charla. - "Sí, lo mismo aquí". Después de un silencio incómodo, donde nos miramos el uno al otro, decido romper el momento incomodo que nos rodea. -“Anoche...” -“No tienes que explicarme nada”. -“No es eso. Sólo quería disculparme por la forma en que te traté. Yo estaba enojado y me desquite contigo y tú no merecías nada de eso. Además", le indico el teléfono, recordando la llamada de Blaire y lo que sucedió después. -"Carajo, esto es vergonzoso, pero..." -"Detente. No digas nada más. Estabas muy claro conmigo desde el principio sobre lo que buscabas. Yo entendí y vine voluntariamente. Soy una niña grande”. -“¿Es esto una especie de prueba cuando dices una cosa pero significa algo completamente diferente y se supone que debo saberlo?”.

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Ella sonríe. -"De ningún modo. Prometo que no hay ningún significado secreto detrás de mis palabras". ¿Es esta mujer real? ¿Dónde ha estado toda mi vida? -“Bueno”. Cuando camino hacia ella, noto que me está mirando de arriba a abajo. -"¿Te gusta lo que ves?" No mira hacia otro lado. En todo caso, ralentiza su mirada, tomando tiempo en mi culo. -"No está mal". Sus palabras cortan una tensión casi visible y muy tangible, cambiando la química del aire. Relajado, sonrío. Sí, esta mujer tiene pelotas. Pero no debería sorprenderme, no después de su comportamiento de anoche. Cuando estoy de pie frente a ella, pongo mis manos en la encimera a cada lado de su cuerpo, arrinconándola. Y la mujer no se mueve ni una pulgada. -“Se cuidadosa, hermosa”. Ella se lame los labios, y la vista de su lengua va directamente a mi polla. -“¿Y si no quiero serlo?”

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Baja los ojos hacia mi pecho desnudo y levanta una mano, las almohadillas de sus dedos acariciando mis tatuajes, aparentemente aprendiéndolos de memoria. -"Cuidadosa, eso es." Su ligero toque me hace querer cerrar los ojos y disfrutar de las sensaciones corriendo a través de mí, pero en su lugar, la veo trazando la tinta decorando mi carne. -"¿El Principito?” -pregunta, al fin levantando la vista. Asiento y me alejo de ella. Su pregunta me llena de recuerdos de Blaire y de una idílica tarde juntos, y de repente me estoy ahogando en ellos, en ella, y en el pasado. Mierda. Mierda. Mierda. ¿Por qué no puedo sacarla de mi maldita mente? -"¿Dije algo malo?", Pregunta, con expresión confundida adorable. -"No, nada malo..." Quiero decir su nombre, pero es entonces cuando me doy cuenta de que no lo sé. Me giro de frente a la sala de estar, reclinado contra la encimera a su lado, la longitud de nuestros brazos tocándose. -"¿Puedo hacerte una pregunta?" -"Por supuesto". -"¿Cuál es tu nombre?" Ella se ríe, y me encuentro deseando sonreír, pero no puedo. -"¿No crees que es un poco demasiado tarde para eso?"

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-"No. Mejor tarde que nunca". Sacude su cabeza y extiende su mano en saludo. -"Mi nombre es Rachel. ¿Encantada de conocerte…?" Tomo su mano en la mía, pero no me muevo. -“Ronan”. -"Es un placer conocerte, Ronan. Tienes un apartamento precioso". Ella mira lejos, rompiendo el concurso de miradas fijas que tenemos en marcha. Se centra en una réplica de una famosa fotografía en blanco y negro de las tropas estadounidenses corriendo en el agua dirigiéndose hacia la orilla. -“Tienes buen gusto en el arte”. -“¿Conoces a Robert Capa?” -pregunto, sorprendido. -"Si, lo hago. Soy una gran fan de su trabajo. Camina hacia el marco para echarle un vistazo mejor. –“No pensé que fueras el tipo de hombre que le gusta la fotografía”. Me río y cruzo mis brazos, mis manos bajo mis axilas. -"¿En serio?", Digo irónicamente. -“Sí, quiero decir, soy muy consciente de que te conocí en una exposición de arte...” -“Casi. Por lo que recuerdo, nunca llegamos a entrar", le interrumpo, burlándome de ella. Ella se sonroja.

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-"Semántica. De todos modos, el hecho de que fueras a una exhibición no significa que tú..." Su atención está atrapada por algo tirado en el suelo. Mi sangre bombea, la miro doblar y recuperar otra fotografía enmarcada. Silenciosamente maldiciendo a Jackie y queriendo enviarla al infierno por eso, miro como la mujer rubia admira el objeto en sus manos. Sin mirarlo, sé que es una foto de un risueño Ollie, pelo salvaje y todo, siendo perseguido por un cachorro en el parque. Estoy orgulloso de eso porque fui capaz de capturar en ese marco la inocencia y el humor de su personalidad. -"Esto es hermoso. ¿Quién es el artista? No reconozco el trabajo”. Me froto la parte de atrás de mi cuello incómodamente, maldiciendo a Jackie una vez más. Recuerdo el día que llegué a casa para encontrarla aquí con un montón de mi trabajo ya enmarcado. Las paredes de mi apartamento habían sido cubiertas de fotografías de personas que tenía regadas por todos lados sin enmarcar. -"¿Qué está pasando aquí?" Pregunté. Martillo y tornillos en la mano, se volvió para mirarme. -"¡Eh, tú! Bueno, odio el hecho de que ocultes tu talento, por lo que literalmente me tomo el asunto en mis propias manos”. -“¿Por colgar fotografías en mis paredes sin mi permiso?” -“Tus fotos son asombrosas, y sí, intenta detenerme si te atreves. Podrás ser por lo menos ocho pulgadas más alto que yo y no eres más un flaco niño de diez años, pero estoy segura de que todavía

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puedo patear tu culo,", Jackie dijo, sus ojos marrones brillantes. Gemí, queriendo arrancarme el pelo. -"¿Por qué las hermanas mayores son tan malditas?" Me sopló un beso y se puso a trabajar. No queriendo hacerle daño a sus sentimientos, los quité tan pronto como ella se fue. -"¿Es este tu trabajo?" Escucho a Rachel preguntar. Concentro mi atención en ella una vez más. -“Sí, pero no son tan sorprendentes”. Ella sonríe, y veo la forma en que su sonrisa transforma su belleza fresca en cálida y dulce. Coloca la fotografía de Ollie y alcanza otra, y otra hasta que haya pasado por lo menos cinco de ellas. -“Eres muy talentoso”. Encogiéndome de hombros, camino hacia ella, tomo la foto de sus manos, la pongo en el suelo y la llevo a mis brazos. -"¿Alguien te ha dicho lo hermosa que luces cuando sonríes?" Ella comienza a acariciar mis rasgos, lentamente, suavemente. Siento las almohadillas de sus dedos viajando por las líneas de mi quijada. -“No te gusta hablar de tu trabajo, ¿verdad?” -"No particularmente". Me inclino y la beso en la boca. Cuando nos separamos, sonríe suavemente.

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- "Qué manera encantadora de cambiar el tema". Yo sonrío -“¿Eso es obvio?” Ella asiente, y la beso de nuevo, sus brazos rodeando mi cuello. Separándonos, ambos respirando fuertemente, ella me deja ir y da un paso atrás, poniendo un poco de espacio entre nosotros. -"Creo que me he quedado más tiempo de mi bienvenida y es hora de que me vaya". Estoy a punto de decirle que no es así cuando agrega: -"Y no digas que no lo he hecho. Hemos sido honestos uno con el otro hasta ahora, así que no nos despidamos con una mentira", Ella está tranquila por un momento, aparentemente considerando sus próximas palabras. -"Escucha, voy a dar una fiesta el próximo jueves en mi casa, y me encantaría que vinieras. Quiero presentarte a alguien que creo que puede hacer maravillas para tu carrera. Y no, esto no es una estratagema para verte de nuevo. Sinceramente pienso que...” -“¿Qué? ¿Qué puedes ayudarme? Ni siquiera conoces mi trabajo”. -“He visto lo suficiente para saber que tienes talento. Quiero ayudarte". Corro mis manos sobre mi cara, la ira y la frustración moviéndose dentro de mí. -"Bueno, ¿y si no quiero que me ayuden? No necesito tu lástima".

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Soy consciente de que estoy siendo duro, pero ¿por qué no puede dejar el maldito tema? Irritada, sacude la cabeza mientras un rubor enojado cubre sus altos pómulos. -“No es lastima, Ronan”. Camina hacia mi cocina, agarra una pluma que está en la encimera al lado del periódico abierta en la página de Sudoku, y garabatea algo en ella. -"Aquí está mi dirección, la fecha y la hora de la fiesta. No tienes que venir si no quieres, pero honestamente creo que deberías”. -“No voy a hacerlo, Rachel”. -“¿Por qué no?” -“Porque...” -“Porque crees que puedes lograr todo por ti mismo”. Escanea mi apartamento, deteniéndose dentro de mi pequeña cocina, la vieja alfombra debajo de la mesita de café, y los muebles que han visto mejores días. -"Sin ofender, chico, pero creo que podrías usar algo de ayuda. Tienes talento, y es un crimen para tu trabajo que este tirado en el suelo olvidado y acumulando polvo. Pero si eso es lo que quieres, que así sea. Obviamente estaba equivocada en mi primera impresión de ti, lo cual es extraño porque nunca me equivoco”. -“¿Y cuál es esa impresión?”

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-“Simple. Vi a un hombre que quería más”. -“Te equivocas. Lo quiero todo”. -“Entonces pruébalo, pero no a mí. Pruébatelo a ti mismo”. Ella agarra su bolso y camina hacia la entrada de mi apartamento. La sigo y le abro la puerta. Mientras camina por mi lado, me pone la mano en el pecho. -"Dejaré que la gente en la entrada sepa que estas invitado". Quito su mano y la sujeto en la mía. -"No soy un caso de caridad". -"Sé que no lo eres, hombre orgulloso". Se inclina hacia delante y me besa suavemente en los labios. Cuando ella sale de mi apartamento, añade, -"Usa un esmoquin". La veo subir al ascensor antes de cerrar la puerta. Caminando a mi ventana, veo una limusina negra esperando fuera de mi edificio. Sonriendo, pero se siente más como una burla, no tengo que adivinar quién está esperando. Veo a un hombre vestido de uniforme salir del coche y abrir la puerta para Rachel tan pronto como ella sale a la calle Bueno, ¿no es jodidamente graciosa la vida?

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Capítulo 06

Blaire "¿ME NECESITARÁS ESTA NOCHE?" Le pregunto a Lawrence mientras me paro detrás de él, observando cómo se prepara para su día. Coloco mis brazos sobre sus amplios hombros y siento la forma en que sus músculos se flexionan bajo el costoso material de su traje mientras anuda su corbata, su reloj Piaget brillando a la luz del sol. Su mirada verde se encuentra con la mía en el espejo. Me inclino y trazo el contorno de su oreja con mis labios. "¿Tú quieres que te vuelva a joder, señor Rothschild?" -pregunto, bajando la mano hasta llegar al frente de sus pantalones y acaricio el contorno de su polla, su calor quemando mi palma. ¿Qué es lo que tiene Lawrence que me hace desearlo constantemente? Cada vez que estoy con él, una necesidad visceral se apodera de mí, y nada más que su lengua en mi piel y su polla moviéndose dentro de mí y estoy perdida. Observo curvarse de una manera amenazante y pecaminosamente sexy la boca que torturó mi cuerpo con angustiante placer y habilidad hace solo un par de horas -"¿Tratando de atraerme a mi muerte con tu canto de sirena tan temprano en la mañana? "

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-“Sabes que algunos escritores pensaban que las sirenas eran caníbales”. Lawrence se vuelve hacia mí, poniendo sus manos sobre mis hombros. –“Qué apropiado, mi hermosa come hombres. Pero tan tentadora como pueda ser tu canción, no puedo. Tengo una reunión importante esta mañana”. Hago una mueca triste, haciéndole reír. "Malcriada", dice. -“Y de la peor clase también”. Sus ojos brillan con diversión mientras viajan a lo largo de mi cuerpo desnudo. -"No te necesitaré esta noche, pero quédate si quieres. Te llamaré en los próximos días". Me toca la punta de la nariz, sonriendo tristemente. -“Hasta entonces, mi sirena malvada”. Después de que Lawrence sale del dormitorio, empiezo a prepararme para conseguir una cita con al agente de bienes raíces para comenzar la búsqueda de un apartamento. No estaba segura de que iba a conseguirlo, y se lo dije a Lawrence. Se rió y me dijo que se lo dejara a él. Al parecer, el asistente de Lawrence hizo una llamada y este hombre aclaró su horario durante todo el día para mí y me dio una cita. No me sorprende, sin embargo. ¿Quién podría decir no a Lawrence? Poniéndome mis pendientes, miro mi reflejo en el espejo. Noto las bolsas negras debajo de mis ojos a causa de una noche sin dormir y la diminuta marca en mi frente. Estupendo. Bolsas negras y arrugas prematuras. Esto es justo lo que necesito hoy. Frustrada, me inclino hacia adelante hasta que mi aliento empaña el espejo y trato de alisar

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las líneas que marcan mi frente. No funciona. Todavía están allí, burlándose de mí con mis imperfecciones, recordándome la razón por la que están allí en primer lugar. ¿Por qué lo llamé anoche? Yo sé porque. Mientras yacía allí después de tener relaciones sexuales con Lawrence, de repente me consumió una agobiante necesidad de escuchar la voz de Ronan, de hablar con él. Ni siquiera estaba segura de lo que iba a decir. Todo lo que sabía era que necesitaba escuchar su voz una última vez. Había cogido mi teléfono y caminado hacia el baño. Miré detrás de mí, centrándome en el hombre durmiendo en la cama, y no podía importarme él en absoluto. Así que llame a Ronan, medio temerosa de que contestara, medio temiendo que no lo hiciera. No lo hizo. Suficiente. Actúa correctamente, Blaire. Los remordimientos son para los débiles, y no tienen lugar en mi vida; él no tiene un lugar en mi vida. Le doy una pequeña sacudida a mi cabeza y termino de arreglarme. Salgo de la habitación de Lawrence una vez satisfecha con mi atuendo que consta de pantalones vaqueros rasgados, una camiseta de Superhéroe de Marvel, una chaqueta negra y Oxfords. Mientras subo las escaleras, trato de despertar una cierta excitación por el hecho de ir a comprar apartamentos con el dinero de Lawrence, pero mi pecho permanece tan tranquilo como el mar en una noche de verano.

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Miro a una pintura y me pregunto qué está mal conmigo. Debería sentirme mareada de emoción ante la perspectiva de ser propietaria de un apartamento sin tener que depender de un hombre para pagar mi alquiler. Y, sí, soy consciente de que Lawrence todavía lo está comprando para mí, pero no quita el hecho de que será mío después de que se haya ido. Sin embargo, no siento nada Debo estar más cansada de lo que pensaba. Salgo de la casa de Lawrence y veo a Ronan reclinado contra el coche. Él está usando un traje negro diferente. Éste le queda mejor que el de ayer, moldeándose perfectamente a su cuerpo delgado de una manera pecaminosa. Con sus lentes Ray Bans puestos, una barba ligera que cubre su mandíbula, él parece confidente y fresco y más allá de intocable. Suspiro mientras miro el claro cielo azul. Es hora de terminar con esto. Será mejor que nos acostumbremos al hecho de que estaremos juntos por un tiempo. Tengo esto. No seré tentada por Ronan, el fruto prohibido en mi versión retorcida del Jardín del Edén. Pero duele. Tan jodidamente mucho. En el momento en que me ve caminando hacia él, nuestros ojos se entrecierran y él se despega del coche para abrir la puerta del pasajero. Mi corazón late contra mi pecho, pero no presto atención a la respuesta de mi cuerpo a él, o a la forma en que mis dedos pican para 69


pasar por el familiar cabello castaño dorado salvaje enmarcando su guapo rostro como lo he hecho antes. Mente sobre materia, Blaire. Mente sobre materia. Es parte del pasado. No puedes tenerlo. El aire fresco huele a otoño. Frío, me froto los brazos cuando un escalofrío me recorre, o tal vez sólo estoy nerviosa de lo que está por pasar.

Su

mirada

inquebrantable

permanece

fija

sobre

mí,

manteniéndome cautiva mientras cierro la distancia entre nosotros. Levanto mi barbilla y sigo el paso. No me acobardaré delante de él, ni siquiera cuando estoy temblando en el interior, incluso cuando sus ojos vagan por mi cuerpo lentamente, descaradamente, haciéndome sentir expuesta y sucia. Cuando estoy a punto de entrar en el coche sin verlo, él dice: -“Me alegro de verte también, Blaire”. Dejo de caminar, mirándolo fijamente. -"Ojalá pudiera decir lo mismo, pero no soy una mentirosa". Luego, me deslizo en el asiento beige, mirando por el parabrisas mientras cruzo los brazos, y espero a que comience a conducir. -"Supongo que eso me hace uno entonces", dice él mordazmente antes de cerrar la puerta detrás de mí. La ira se reúne en mi pecho. Su respuesta me duele, pero merezco todo lo que me diga. Por el rabillo del ojo, lo veo dirigirse hacia el asiento del conductor mientras se quita sus lentes de sol. Mis ojos sedientos lo beben después de haber pasado tanto tiempo sin verlo. Es aún más hermoso de lo que recordaba, pero también se ve diferente. Mayor. Más fuerte.

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Hay un borde peligroso en su cara que no estaba allí antes, y sólo lo hace más atractivo. Una vez que está detrás del volante, arranca el coche y se aleja de la acera. -"¿A dónde?", Pregunta groseramente. -"La plaza. Y si fuera tú, yo cuidaría mi tono. Porque recuerda, Ronan", me detengo, “estoy jodiendo con tu jefe y yo puedo hacer que te despida”. Se ríe entre dientes. "No me importa una mierda, Blaire. Pero estoy bastante seguro de que el Sr. Rothschild no le importa una mierda cómo te trato, o te hablo. Para él, eres otro coño entre muchos. Y confía en mí, he conducido muchos antes de ti. Así que es mejor que lo disfrutes antes de que se canse de follarte y te descarte". Me río, cruzando las piernas. -"Tú no lo hiciste". Nos detenemos en una luz roja, nuestros ojos se conectan en la guerra del espejo retrovisor sin palabras. "Eso es porque yo era un idiota de mierda, demasiado cegado por tu belleza y tus mentiras para ver que no había nada digno debajo de tu impecable exterior que no sea una buena follada. Y, sí, me lastimaste, Blaire, pero en el gran esquema de las cosas sólo eras otro coño más y lo conseguí y lo descarte". Me duele el corazón, pero sonrío alegremente. -"Bravo, Ronan. La crueldad se siente bien, ¿no? Pero, por lo menos, finalmente pareces haber visto la luz”. -“Lo hice, ¿no es así?” 71


-“¿Y déjame adivinar, te estás moviendo hacia cosas mejores? pregunto sarcásticamente. -“Eso no es difícil, Blaire. No cuando cualquier cosa es mejor que tú". Nuestros ojos se encuentran por un momento y ese momento parece que está lleno de segundos lentos que, juntos, forman una eternidad. Ya hemos dicho demasiado y no lo suficiente. Cuando la luz roja se vuelve verde, se concentra en el camino una vez más y me vuelvo a mirar por la ventana. Noto a una mujer con un vestido rojo caminando con su perro maltés, la acción mundana es calmante mientras trato de controlar mis emociones. Clavando mis uñas en mis palmas, trato de adormecerme con dolor. Pero no está funcionando. Todavía puedo sentir. El resto del viaje pasa en un silencio incómodo. Cuando sube a la famosa acera de La Plaza, me concentro en las banderas que cuelgan por encima del toldo, las grandes columnas y la alfombra roja que conducen a un mundo lleno de opulencia y castillos en el aire. Un mundo donde la gente como Ronan y yo no pertenecemos. Sin embargo, aquí estoy, una intrusa, a punto de invadirlo con mis zapatos Chanel. Un portero camina hacia el coche y abre la puerta para mí. Me dirijo a Ronan. "Se puede ir. No lo necesitaré después”. “Mis órdenes son esperarte”. "Pero te estoy diciendo que no te necesito", le digo malhumorada, cerca de golpear mis manos en el cuero del asiento.

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-“Puedes estar follando con Lawrence, Blaire, pero no eres mi jefe. No tengo que seguir tus órdenes”. -“Como quieras, Ronan. Quédate o vete. No me importa lo que hagas”. -"Estaré aquí", dice con voz ronca, sin molestarse. Salgo del coche sin mirarlo, y si no fuera por el educado portero que sostenía la puerta para mí y que nos está mirando con una mirada perpleja en su cara, tiraría fuerte la puerta detrás de mí. Ya sabes… para impresionar. No es hasta que estoy saludando al agente de bienes raíces que me ayuda hoy que me doy cuenta de que no discutimos mi llamada de anoche. Bueno. Obviamente, ha seguido adelante sin mí o no le importa. Debería estar contenta, pero el pensamiento de eso me hace sentir mal de mi estómago

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Su nombre es William Dowling. Atractivo. Estatura media. Vestido costoso. Agente de bienes raíces para los ricos y famosos. Mientras nos estrechamos las manos, sus ojos me detallan, probablemente preguntándose cómo atrapé la atención de Lawrence Rothschild. Me siento expuesta bajo su inspección. En pocas palabras, me pregunto si él sabe lo que soy para Lawrence. No me sorprendería que lo hiciera.

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Los hombres ricos que compran nidos de amor para sus amantes son probablemente una gran parte de su negocio. Sin sonreír, suelto su mano. –“¿Vamos a ver el apartamento?” -"Pero por supuesto. Los ascensores están por acá". Da un paso hacia el lado, permitiéndome caminar delante de él. Al acercarnos al ascensor, noto que la gente me mira con juicio claro en sus ojos. La forma en que me miran me hace retroceder por dentro, pero prefiero estar muerta que permitirles ver lo afectada que estoy. Así que enderezo la espalda, recordándome que su opinión no significa nada para mí, y camino como si jodidamente fuera dueña del lugar. Mis ojos aterrizan en una mujer joven que parece que nació y se crió en un Country Club, chaqueta de color crema y todo. Ella me mira fijamente mientras agarra a su novio más fuerte por el brazo, tirando de él más cerca de ella. Quiero decirle, "Cariño, no hay necesidad de tener miedo de mí. Probablemente ya esté atornillando a alguien detrás de tu espalda", pero no lo hago. En vez de eso, me vuelvo a mirar a la chica Country Club, le sonrío sorpresivamente y le guiño un ojo a su novio mientras paso por ellos, dejándolos a ambos con la boca abierta. No es hasta que llegamos en el ascensor y sus puertas se cierran en frente de nosotros que la sonrisa se evapora de mi cara. Ahora estamos dentro del apartamento vacío. Emocionalmente extinguida, me paseo por el espacioso apartamento perdida en mis pensamientos, viendo todo y no absorbiendo nada.

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En el fondo, oigo a William describir las diferentes características que el lugar tiene para ofrecer, pero no estoy escuchando una palabra que está diciendo. Estoy mirando la vista de Central Park. Y cuando mis ojos se ajustan a su belleza, todo lo que puedo ver es Ronan sonriendo a mí, hablando conmigo, y riéndose conmigo una vez más en ese día de verano. -“Lo comprare” -susurro. -"¿Perdón?" Pregunta William. -"Lo comprare", le digo más fuerte, mi voz más firme esta vez. Me vuelvo para mirarlo. -"Quiero este apartamento". Él sonríe afablemente. -"Exquisito gusto". Asiento y vuelvo a mirar la vista, buscando algo-alguien-que no está allí. "¿Debo enviar el papeleo al asistente del señor Rothschild?" Su pregunta me recuerda a Lawrence. Me muerdo el labio y miro mis zapatos mientras que la culpa y la vergüenza encienden una llamarada dentro de mí. -"Sí, creo que es así como funcionan las cosas", digo sin encontrar su mirada. Me temo que veré lo que piensa de mí reflejado en sus ojos. Esta vez, no podré fingir que no me importa. Mientras nos estamos preparando para irnos, se detiene justo enfrente de mí, bloqueando la salida.

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-“Un momento. -¿Sí?” -pregunta con frialdad, alzando una ceja. -"Sólo quería darte esto", dice, entregándome su tarjeta de visita. Arrugo la frente. -“La asistente de Lawrence ya tiene su información. Ella está manejando todo con la compra". Él sonríe otra vez, esa sonrisa afable, pero esta vez envía un escalofrío corriendo por mi espina dorsal. -"Para el futuro. Cuando ya no estás con...” Y luego me doy cuenta. –“Ah. Veo lo que es esto”. -“Tal vez podríamos llegar a algún tipo de arreglo. Un acuerdo que una mujer como tú no dejaría pasar". No debería estar molesta. Debería estar acostumbrada a esto. Mentiras. Mentiras. Y más mentiras. Escaneo el área alrededor de nosotros y noto que estamos de pie cerca de la elegante isla de cocina de mármol gris. Camino hasta el borde de ella y me siento en la parte superior de la superficie plana, extendiendo mis piernas abiertas como invitación. Sin motivo. ¿Por qué no? Esto es lo que soy, quién soy. -"¿Qué tal ahora? ¿Por qué esperar hasta que termine con Lawrence?" Respondo, sorprendida de sonar tan tranquila. Nuestras miradas se encuentran, levanto una mano y deliberadamente la traigo entre mis piernas, frotando mi coño a través de mis vaqueros. -"¿Es esto lo que quieres?"

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Sus ojos dejan los míos brevemente para seguir el movimiento de mis dedos, ardiendo de lujuria, y me doy cuenta de que nunca me sentí tan barata antes. Se mueve y se pone de pie entre mis piernas. Así de cerca, agarro su mandíbula y tiro de su rostro hacia el mío, engañándolo a pensar que voy a besarlo. Cuando nuestros labios casi se tocan, levemente retrocedo y lo miro a los ojos. -"Incluso si Lawrence me deja, nunca te joderé". Sonrío. "No jodo con la clase obrera". Lo empujo a un lado y salgo del mostrador, mis pies aterrizan suavemente sobre el suelo de madera, y dejo el apartamento detrás de mí. Tan pronto como estoy de pie afuera, me apresuro hacia el ascensor. Presionando el botón de mi piso repetidamente, con urgencia, me doy cuenta de que no vendrá rápidamente. No queriendo pasar otro minuto aquí, busco la escalera de incendios. Localizo la puerta a mi derecha y corro en su dirección, golpeándola abierta, y corriendo por las escaleras tan rápido como mis pies me lo permiten. A ritmo frenético, me tropiezo y caigo de rodillas al pie de las escaleras. Aturdida, reclino mi espalda contra la pared y levanto mis manos, viéndolas temblar incontrolablemente. Las emociones que han amenazado con derramarse desde el momento en que Ronan me dejó aquí finalmente se soltaron y se derrumbaron sobre mí, haciendo que la habitación se moviera alrededor de mí.

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"Eso es porque yo era un idiota de mierda demasiado cegado por tu belleza y tus mentiras para ver que no había nada digno debajo de tu impecable exterior que no sea una buena follada, Blaire". Mientras mi visión empieza a difuminarse, me susurro a mí misma, -"Tienes razón, Ronan. Tienes razón”. Me cubro el rostro con las manos mientras un sollozo escapa a mis labios. Y empiezo a llorar

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Capítulo07

"¿BLAIRE?" Oigo a LAWRENCE preguntar mientras abre la puerta. Estoy en la bañera. El agua se ha enfriado, pero no puedo moverme. He perdido la noción de cuánto tiempo he estado aquí. Desnuda y con mis brazos envueltos alrededor de mis rodillas, miro fijamente al grifo de plata, sus curvas y ranuras que se distorsionan en una masa gris. Evito encontrar su mirada, mira mi cuerpo y nota que está cubierto de pequeñas protuberancias. -“Espero que no te importe que esté aquí”. -"De ningún modo. Me alegro de que hayas venido. Verte es lo primero que me ha traído placer hoy". -“No deberías estarlo, y no deberías decirme esas cosas”. -"¿Por qué no?" -“Porque tú de todas las personas no debes mentirme”. Finalmente, me vuelvo a mirarlo y nuestros ojos se encuentran. –“¿Quieres saber por qué estoy aquí? Estoy aquí porque no quiero estar sola, no porque quiera estar contigo".

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Sus ojos nunca dejan de los míos, él me mira como si pudiera ver todo el camino hasta mi corazón, a cada pedazo roto, cada pedazo afilado dentro de mí. -"¿Qué pasó entre el momento en que te dejé esta mañana y ahora?" Lawrence cierra el espacio entre nosotros y se arrodilla junto a la bañera. Levanta una mano y me alcanza. Yo me estremezco cuando me toca, haciéndole retirarse. Por el rabillo del ojo, veo que la misma mano se aprieta en un puño. Me inclino hacia adelante, apoyando mi barbilla en mis rodillas. -"Me senté en un banco y vi a esta niña jugando por sí misma. Estaba persiguiendo su propia sombra, tratando de atraparla. Parecía tan... feliz, ¿sabes? la vi riéndose, oí su risa, y pensé que hubo un tiempo en el que yo perseguía mi propia sombra y fue emocionante, también. Cuando era lo suficientemente ingenua como para creer que la vida no podía ser mejor que pasar un día en el parque. Cuando yo era buena, y digna, e inocente..." Mi voz se quiebra. -"Quería correr hacia ella y envolverla en mis brazos. Querría decirle que se aferrara a ese momento todo el tiempo que pudiera porque el mundo es cruel. Porque el mundo es poco amable y, finalmente, te traga entero, convirtiendo tus esperanzas en sueños destrozados, y tus sueños en pesadillas. Hasta que llega un día que te despiertas y ya no te reconoces en el espejo. Que la niña que persigue las sombras se ha ido y en su lugar queda alguien a quien odias, alguien que te desagrada. Alguien como yo. Así que para responder tu pregunta, no pasó nada. Nada más que un recordatorio diario de quién soy”.

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-"Mírame", ordena con su voz fuerte. No lo haré. -“Mírame, Blaire”. No lo haré. Se levanta de su lugar junto a la bañera de mármol y se va. Yo cierro mis ojos. Quiero decir que me alegro de que él se haya ido, pero estoy demasiado cansada, demasiado emocionalmente agotada para mentirme a mí misma. De repente, dos fuertes brazos se deslizan bajo mis piernas y espalda, recogiéndome. Abro los ojos y absorbo el hermoso perfil de Lawrence mientras se endereza, sin preocuparse de que su traje se moje, antes de que me ponga en el suelo. Envolviendo una cálida y mullida toalla blanca alrededor de mis hombros, él dice: "Estas fría". Tiro la toalla más cerca de mí, agradecida por el calor. -"¿Por qué eres tan amable conmigo?" Lo miro. -"¿Soy tan jodidamente buena follando que no puedes ver lo inmerecida que soy de ti, de todo esto?" Sé que es ilógico, pero su bondad me enoja. Sus ojos se oscurecen. Levantando las manos y acercándose un poco, Lawrence agarra firmemente los brazos cubiertos por la toalla. "No hables de ti así, Blaire". Echo la cabeza hacia atrás y me río. Es un sonido amargo y hueco. Amargo y hueco como yo. -"Oh, aquí viene el complejo de papá".

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Soltando la toalla, me empujo contra él. Froto mis tetas en su pecho, beso su cuello, su mandíbula, respirando mi aire envenenado en su piel y contaminándolo con mi toque. –“Bonitos viejos como tú salvando a las niñas como yo, ¿no? Crees que puedes protegernos, cambiarnos. Bueno, noticias: no necesito que me salven. No necesito tu protección. Sólo quiero tu dinero. Nada más y nada menos". Su agarre se vuelve doloroso, y me encanta. Castígame, Lawrence. Adelante y siente asco de mí como todo el mundo. Hago una mueca, una sonrisa despreciativa en mis labios. -"Así que vamos, fóllame y deja de fingir que te importa. Muéstrame cuánto me quieres". Agarro su cara con mis dos manos, mis uñas cavando en su piel mientras froto mi coño en su erección creciente. -"Bastardo. El pensamiento te pone cachondo como la mierda, ¿no?". Reduzco el espacio entre nuestras bocas y lo beso. Lo beso como si quisiera romperlo, herirlo y destruirlo con mis dientes, con mi lengua, con cada parte sucia de mí. Dejando ir su cara, bajo la mirada y desabrocho su cinturón. -"Detente, Blaire". Coloca sus manos encima de las mías, deteniendo cada movimiento. -“Cállate, y fóllame como una puta. Después de todo, estás pagando por esto y muy caro". Mi voz se agrieta mientras yo empujo sus manos lejos y desabrocho sus pantalones, y saco su polla, envolviéndola con mis dedos y frotando la cabeza de su polla en mi clítoris.

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-"Mírame", ordena, su voz gruesa y suave. Cuando no lo hago, levanta mi barbilla con un dedo y me hace mirar hacia él. Me odio por lo que ve. Lawrence toma mi cara suavemente en sus manos, se inclina hacia abajo, y comienza a besar cada una de mis lágrimas. Sus labios, suaves

como

plumas,

aterrizan

suavemente

sobre

mi

piel,

calentándome de adentro hacia fuera una y otra vez. -"Cuando te vi por primera vez en The Met" –me besa- "te vi desde el otro lado de la habitación". Me besa. “Pude ver que estabas sola e incómoda. Ese pedazo egoísta de mierda con el que llegaste te había dejado mientras él iba en busca de sus amigos". Me besa. "Sin embargo, estuviste allí en una habitación llena de extraños listos para condenarte, parecías una Reina. Orgullosa. Brillante. Entonces estabas caminando hacia el otro lado, y mientras cruzabas la habitación, nunca había visto algo más hermoso que la joven, valiente mujer con los ojos llenos de fuego y de orgullo. Esa chica me quito el aliento". Él deja de besarme para mirarme a los ojos. -"Tráela de vuelta a mí, Blaire". “Ella no existe. Esa chica era sólo una ilusión”. -“No, no lo es. Ella está aquí, en mis brazos, fingiendo ser otra persona, dejando que la mierda llegue a ella”. Me estrecha la mano. –“Mi bella y salvaje. Ellos son polvo a tus pies. No pueden tocarte”. Echándose un poco atrás sonríe. –“No los dejaré”. Oh, Lawrence. –“¿Qué vas a hacer, dulce hombre?” 83


En ese momento, mientras nos miramos el uno al otro, la comprensión se refleja en sus verdes, verdes ojos, sé que he encontrado un amigo, que no estoy sola. Es una cosa simple, pero cómo te enreda. -“No te preocupes en tu preciosa cabeza. Sólo sé que mientras estés bajo mi protección, no dejare que nadie te haga daño". Mis labios tiemblan. ¿Quién habría sabido que debajo de ese exterior duro, Lawrence Rothschild era un hombre tan bueno? Por lo general, la compasión me alejaría -no quiero la compasión de la gente-, pero estoy demasiado cansada para luchar contra ella. Todo lo que quiero es un poco de paz de mi agitación interna y la comodidad que me traen los brazos de Lawrence. -“Vamos, déjame llevarte a la cama. Ha sido un largo día". Asiento. Él se quita su chaqueta del traje y cubre mis hombros desnudos. Se inclina, coloca un brazo bajo mis piernas y el otro detrás de mi espalda, recogiéndome una vez más, y me lleva a su dormitorio. Reclino mi cabeza en su pecho y escucho el latido de su corazón. -"Lo siento por la manera en que te hablé. No lo mereces". Miro hacia arriba mientras él mira hacia abajo. –“No te disculpes. No hay necesidad. Ahora dime, cariño. ¿Qué pasó con el apartamento? Gina me mencionó que fuiste a ver algunos hoy. ¿Encontraste algo que me lleve a la bancarrota?", Bromea. Evado su mirada. -"Nada. No me gustó nada”. -"Me estás mintiendo. Lo puedo ver en tus ojos. Dime la verdad, Blaire”.

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Sonrío tristemente. –“No puedo ocultar nada de ti, ¿verdad?” -“Me temo que no puedes”. Me froto la mejilla en su camisa, la corbata de seda suave contra mi piel. -“¿Y siempre tienes que conseguir lo que quieres?” -"Sí. No sé ser de otra manera. Y ahora quiero que dejes de evitar el tema y que me digas qué sucedió”. Suspiro, de repente me siento mucho mayor de veintitrés años. -"Fue por todo. Claramente no pertenezco a La Plaza, y luego el..."- hago una pausa, tomando una respiración profunda- "y luego el agente de bienes raíces, William Dowling... Él, ah, él...” Su agarre sobre mí se hace más fuerte, más firme. –“¿El qué, Blaire?” Sacudo la cabeza y dejo caer la mirada. -"No importa. No vale la pena. Realmente me gustaría olvidar todo el asunto". -“Blaire, te voy a preguntar una última vez y quiero que me digas lo que pasó, y es mejor que me lo digas. La próxima vez, no lo pediré tan amablemente", advierte, el peligro sonando en las notas bajas de su voz. Me muerdo el interior de mi labio, vergonzosamente sonrojada. -"En pocas palabras, me dijo que cuando ya no estuviera contigo, él quiere lo que tienes.

-Una clase de arreglo que una mujer como yo no

dejaría pasar. Él dijo".

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Entonces está tranquilo. Y mientras su silencio crece, no puedo soportarlo más. Debo mirar su cara para medir qué está pensando. Cuando lo hago, estoy sorprendida por lo que veo. Parece molesto. Enojado. Lo más enojado que lo he visto. Y de repente, temo. Pero no por mí. Tengo miedo por William imbécil Dowling. Pongo una mano en su pecho, sintiendo su corazón latiendo tan rápido. –“¿Lawrence?” -“No digas otra palabra, Blaire. Voy a tratar con ese hombre mañana", sisea, con la mandíbula apretada en una dura línea. -"No te enojes", digo suavemente. -"Yo no lo valgo". -"¿Enojado? No estoy enojado, Blaire. Estoy jodidamente furioso. Quiero averiguar dónde vive esa patética mierda y romper cada hueso en su cuerpo. Nadie debería hablar con una mujer así. Especialmente tú". Agarro su chaqueta en mis manos como si nunca lo dejara ir. Sus amables palabras, palabras que yo no esperaba de él, son un bálsamo calmante para mi corazón. –“Lawrence. -Gracias. Gracias por no juzgarme y aceptar cada parte de mí”. Él baja su boca y coloca un suave beso en mi cabello. -“Blaire”. Cuando llegamos a su dormitorio, él me deposita cuidadosamente en el piso mientras alcanza detrás de mí, abriendo la puerta para mí. – “Vete a dormir, cariño. Necesitas descansar", dice, metiendo un mechón de pelo detrás de mí oreja.

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-“Buenas noches” - agarro su antebrazo, deteniéndolo mientras su chaqueta se desliza de mis hombros. -"¿No vas a entrar?". En el silencio que sigue, me mira fijamente, su mirada me traga entera. Entonces, cuando creo que está a punto de irse, se inclina hacia delante y besa la esquina de mi boca, mi mejilla, la punta de mi nariz. Temblando, agarro su camisa en mis puños. Coloca sus manos encima de las mías. –“Si entrare, no podré dejarte sola”. -“No quiero que lo hagas”. Quédate". Asintiendo, él me sigue adentro. Me acuesto en el medio de la cama, pero él me arrastra hasta el borde mientras se sienta a sus anchas delante de mí. La luna, la única fuente de luz que corta a través de la oscuridad

de

la

suite,

ilumina

sus

rasgos

ásperos

pero

impresionantemente hermosos. Hipnotizada, me imagino que es como sería mirar en el ojo de un tornado. Cuando nuestras miradas se encuentran, él separa mis piernas y alcanza una de ellas, colocando el talón sobre su rodilla. Se inclina, bajando la cabeza y colocando besos tan suaves como el pecado a lo largo de mis pantorrillas, mi rodilla, el interior de mi muslo. Él me absorbe, su mirada me quema, tragándome. Agarrándome por el culo, me empuja hacia adelante, más cerca del borde de la cama y de su boca. Arrodillado ahora, Lawrence deja que el dorso de su mano trace mi piel hasta que llegue al centro de mi cuerpo, provocándome, provocándome, antes de que continúe su hermosa exploración. Vuelve la boca a la otra pierna, repitiendo los mismos pasos torturantes. Lawrence lanza un hechizo sobre mí, me embruja, me roba el aliento y

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lo hace suyo. Su lengua absorbe todos mis pensamientos hasta que su nombre es todo en lo que puedo pensar. Lawrence... Lawrence... Lawrence... Lawrence... Cuando alcanza mi rodilla derecha, me estremezco de dolor. Sentado de nuevo sobre sus caderas una vez más, mira la herida roja, hinchada en mi piel. -"¿Qué pasó aquí?", Pregunta, sus dedos pasando por el corte reverentemente. -"Me caí", me las arreglo para decir. Él baja sus labios, besando el corte y el dolor. De pie, Lawrence se desnuda frente a mí, revelando su cuerpo espléndido y duro. ¿Cómo puede un hombre ser tan perfecto? Es como si al principio cuando Dios creó la vida, dijo, "Y yo creo a este hombre para que puedas ver de lo que soy capaz: la magia en mi manos". -"Quédate ahí. No te muevas” -susurro y bajo de la cama, cerrando el espacio entre nosotros. Me arrodillo delante de él, coloco mis manos en los lados de sus piernas y me inclino hacia adelante, frotando mis labios hacia adelante y hacia atrás en su dureza. La lujuria flotando en mis venas, ya no siento el dolor en mi rodilla, e incluso si lo hago, no me importa. 88


Me envuelve el pelo suelto en el puño y empuja con fuerza mi cabeza hacia atrás, haciéndome mirarlo.- "¿Qué voy a hacer contigo?” Me lamo los labios, esa hambre interminable por él, por su cuerpo, por lo que me hace sentir aparece de nuevo. Agarro su dura erección de roca en mi mano y la acaricio levantando mis ojos para encontrarme con la suya. "Desearme” "Necesitarme". -“Eres ciega, Blaire. Tan ciega". Se inclina hacia adelante y me besa. Profundamente. Sin sentido. Salvajemente. No es un beso. Es un hombre que se apoya en mis labios y los reclama como suyos. Después de que él se aleja, los dos respiramos pesadamente como si hubiéramos corrido un maratón, Lawrence muerde mi labio inferior. "Ahora pon mi polla en tu boca". -"Encantada". Estoy acostada encima de él, pecho a pecho, corazón a corazón. Y con él todavía dentro de mí, lo siento debajo de mí, dentro de mí... por todas partes. Tratando de recuperar el aliento, empujo algunos de los largos cabellos oscuros que cubren sus ojos a un lado para verlo mejor. Sonrío. –“Estás loco por quererme. Soy un maldito caso perdido”. Me inclino y presiono mis labios en su manzana de Adán, dejando un rastro de besos en su mandíbula.

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Él me da una nalgada, amasando la piel suave allí, presionándonos más juntos. -"La perfección me aburre". Después de que unos momentos pasan en silencio, yo digo, "¿Lawrence?". Sus dedos acarician mi espalda desnuda, el movimiento calmante y erótico. -"¿Sí, Blaire?". -"¿Realmente me viste desde el otro lado de la habitación en El Met?". -"Sí, querida. Te vi en el momento en que entraste en la habitación. No podía quitar mis ojos de ti". -" ¿Y? " -"¿Estás buscando un cumplido?". Sonrío. -"Tal vez" Él ríe entre dientes profundo y bajo. "Te vi y pensé para mí mismo, 'Si hay un Dios, por favor déjame hacerle el amor por lo menos una vez antes de que muera". Me sonrojo. –“Oh”. -“¿Feliz?”. -“Sí”. -“¿Y Blaire?”. -“¿Sí?”.

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-“No vuelvas a repetir que ya no eres digna de mi presencia” -ordena, sin dejar lugar a una refutación. Me acurruco más cerca en su pecho, escondiendo una sonrisa encantada de él. –“Sí, Lawrence”.

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Capítulo 08

ME DESPIERTO CON UNA CALMA INVISIBLE. La turbulencia habitual dentro de mí falta, y en su lugar, hay una tranquilidad alegre, una paz. Y estoy bastante segura de que tiene que ver con Lawrence y la aceptación que encontré en sus brazos anoche. Me deja querer más de él, pero no creo que se suponga que deba ser así. No creo que deba sentirme así. Sin embargo, no puedo evitar sonreír con los recuerdos dorados en mi mente. Mi amigo. Mientras miro a la ventana, viendo la luz del sol entrar, una idea se arraiga dentro de mí. Sin darme la oportunidad de dudar, me levanto de la cama, me visto rápidamente, y salgo de la casa. Un alivio cae sobre mí cuando encuentro a Tony esperando por mí hoy. El Rolls Royce de Lawrence brilla en el fondo. -"Buenos días, Tony", digo brillantemente, bajando las escaleras. Se mueve para abrir la puerta. –“Buenos días, señorita Blaire”. Al llegar al coche, pongo una mano en la capota y me vuelvo a mirarlo conspiratoriamente.

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-"Déjame preguntarte algo ¿Crees que a Lawrence le importaría mucho que lo sorprendiera en el trabajo?” Sus viejos y amables ojos brillan con malicia. –“Estaría encantado”. Muchos pensamientos pasan por mi cabeza como un tren sin freno conduciendo a través de la ciudad, pero no me permito analizar sus significados -al menos no ahora mismo. Tony me deja fuera del edificio de Lawrence. Asombrada, me paro en el pavimento y miro fijamente el enorme edificio que alberga las oficinas

de

Lawrence.

Jesucristo.

¿Este

hombre

dejará

de

sorprenderme? Incierta, miro hacia atrás y reconozco la sonrisa alentadora de Tony mientras él se inclina para seguir adelante y seguir caminando. Deteniéndome, se me ocurre volver al coche y decirle a Tony que he cambiado de opinión, pero me quedo. Secando mis manos en mis vaqueros nerviosamente, empiezo a caminar en la dirección de las puertas giratorias de cristal. Una vez que paso a través de la seguridad, tomo el ascensor a su piso. Una recepcionista bonita y vibrante me saluda tan pronto como me paro delante del mostrador de granito. Pongo las manos sobre la piedra fría, tratando de absorber mi entorno. Del piso a la pared de la fuente del techo detrás de ella es fascinante y calmante. -"Buenos días. Me gustaría hablar con Lawren... quiero decir, con el señor Rothschild, por favor”.

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-"Claro". Mientras su mirada abierta y amable me estudia, yo quiero inquietarme y enderezar mi ropa, pero no lo hago. -“¿Tiene una cita con el señor Rothschild?”. -"UH no. No creo que me esté esperando. Pero soy... una amiga suya”. -"No hay problema, señorita...” -“Blaire. Mi nombre es Blaire”. Ella sonríe. -“¿Podría tomar asiento, señorita Blaire? El Sr. Rothschild está actualmente en una reunión, pero veré lo que puedo hacer". -"Por supuesto. Muchas gracias". Me muevo para sentarme en una cómoda silla de cuero. Moviendo el pie nerviosamente en el suelo, veo a la gente vestida con costosos trajes que se mueven por la oficina, el zumbido de las conversaciones se interrumpe cada pocos segundos por el sonido de los teléfonos que suenan. Mis ojos aterrizan en el ascensor mientras sus puertas se abren, atrayendo mi atención a un par de elegantes empresarios que salen de él. Veo el instante en que me notan, sus ojos vagando por mi ropa, cuerpo y rostro. Su mirada me pone incómoda. Sin embargo, no voy a permitir que lo noten. Me incorporo y arqueo una ceja. Ellos inmediatamente miran hacia otro lado y continúan su camino. A medida que pasan los minutos, me siento incómoda de que hice algo incorrecto al venir aquí. Dios, eres estúpida, Blaire. ¿Qué pensabas?

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¿Qué Lawrence estaría sentado sin hacer nada? Subo a la zona de recepción. -“Perdone, creo que me voy a ir”. -“Pero el señor Rothschild debería...” -“No, está bien” -digo, preparándome para escapar. "No sé en qué estaba pensando". -"¿Blaire? ¿Eres tú?". Mierda. Cierro los ojos y los abro al girar en la dirección de su voz. -"Hola, Lawrence". Miro a un impecablemente vestido Lawrence entregar un archivo a alguien a su lado antes de venir a pararse frente a mí. -"¿Qué estás haciendo aquí?". -"¡Sorpresa!" ¿Está enojado porque vine? Mierda. Mierda. Mierda. Yo calmo mis rasgos tratando de parecer serena y coqueta cuando en realidad estoy cualquier cosa menos eso. -“Espero que no estés enojado”. Él frunce el ceño. -"No, en absoluto. ¿Por qué dices eso?". -"No sé... Estás obviamente ocupado y lo último que necesitas es que alguien te moleste. No lo pensé”. -“Tú nunca me molestarías, Blaire... ya lo sabes”. Lawrence me coge las manos.

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-“Pero dime, cariño, ¿por qué estás aquí?”. -“Quería verte”. Y esa es la verdad honesta de Dios. -"¿Sí?". Él suelta mis manos para acariciar mis mejillas. "Dios mío, eres un espectáculo para los ojos." Mis mejillas arden como bolas de fuego. Parpadeo un par de veces aturdida. Hipnotizada por él, lo miro a los ojos. Hay un brillo burlón que los hace brillar tan brillantemente que es imposible apartar la vista. Asiento con la cabeza. -"Sí, mucho". De repente, sintiéndome ridículamente exuberante y atrevida, cierro el espacio entre nosotros y pongo mis manos sobre su pecho. -“No vuelvas a trabajar. Pasa el día conmigo”. -“¿Y qué te gustaría hacer?”. -“No lo sé. Nada. ¡Todo! Vamos a hacer algo loco. ¡Oh, lo sé! ¡Lo sé!", Digo emocionada. –“Vamos a Coney Island. Nunca he estado ahí. ¿Y tú?". Una sonrisa perezosa aparece en su cara, y la vista de ella hace cosas locas, salvajes en mí. -“¿Qué dices, querido amigo?" -pregunto. -"¿Alguna vez alguien te ha dicho que estás loca?". Sonrío maliciosamente. -"Un par de veces".

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-"Tengo la sensación de que podría lamentar esta decisión, pero sí, ¿por qué no?". -"Es bueno lamentar, Lawrence. Demuestra que has vivido".

**********

Lawrence y yo salimos del auto y nos quedamos mirando fijamente delante de nosotros. En el silencio que sigue, no estoy segura de sí debería reír o llorar. Evito mirar a Lawrence porque me da vergüenza haber cometido un error en frente de él, y lo último que quiero encontrar en sus ojos es la misma decepción que veo por todas partes. -“Bueno, supongo que aquí es donde te arrepientes de haberme escuchado” -digo, intentando hacer lo mejor que puedo para sonar divertida. Y fracaso miserablemente. Después de una pausa, agrego: "Esto es una mierda. Soy una mierda. Parece que no puedo hacer nada bien”. -“Oh, sí. Qué desperdicio de mi jodido tiempo". Me sorprende tomando mi mano en la suya y entrelazando nuestros dedos. -“Vamos, Blaire. Date un respiro. ¿Y qué si el parque está cerrado? Estoy seguro de que hay muchas cosas que hacer".

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Lo suelto y me abrazo con ambos brazos, sintiéndome desinflada como un globo de un día. -“No lo entiendes. Esto se suponía que era especial y, obviamente, no lo es". -"Por supuesto que lo entiendo, pero sigue adelante y moléstate. No voy a detenerte". -"¿Estás intentando pelear conmigo?". Pregunto incrédula. -"No. Se llama tratar de razonar contigo". Tou-jodido-ché. Le echo una mirada de reojo. Me está observando con lo que podría describir como una sonrisa divertida. En realidad, todo es ridículo. Le golpeo el hombro mientras lucho con una sonrisa que se me quiere escapar, pero no sirve de nada. Yo sonrío de todos modos. -“Sabelotodo”. -“Más vale que lo creas, querida”. -“Lo siento. Puedo ser tan bebé cuando no consigo lo que quiero, pero quise hacer algo agradable para ti por una vez. Has hecho mucho por mí. Y el día..." Suspiro. –“Debería haber sabido que las atracciones del parque están cerradas durante la temporada baja”. -“Pero no lo sabias, ¿qué vas a hacer al respecto?”. -“No lo sé. No estoy segura si lo has notado, pero la espontaneidad y yo no solemos ir juntas". -"Puedo pensar en dos escenarios. ¿Quieres saber cuáles son?".

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Asiento, mirándolo fijamente. -“Podríamos volver al coche. Podría dejarte donde quieras y volveré a la oficina. El día continuará como si esta pequeña aventura no hubiera ocurrido en absoluto”. -“¿Cuál es la segunda?” -pregunto, sin gustarme la primera opción. -"La segunda es", extiende su mano, señalando en la dirección del parque, "lo desconocido, conmigo". Doy una última mirada a los contornos de las atracciones del parque envejecidas incrustados en el cielo otoñal de Coney Island antes de enfocar mi mirada en Lawrence una vez más. Oh, qué diablos. ¿Por qué no? Le doy la mano y empiezo a caminar en dirección al parque. -“Haces que lo desconocido sea muy atractivo, señor Rothschild”. -"Igualmente, señorita White". Nos detenemos en Nathan's en el paseo marítimo para un almuerzo temprano. Mientras espero a que Lawrence traiga nuestra orden, me resulta extremadamente difícil concentrarme en otra cosa que no sea él. Se desenvuelve con gracia en su traje de mil dólares en un mar de gente casualmente vestida y turistas. Me río cuando noto la aturdida expresión del cajero que está sirviendo a Lawrence. Es el efecto de Lawrence: la inmovilidad completa y la pérdida de todo pensamiento y habla coherentes. Palabra código para sentirte un completo culo. Todavía sonriendo, sacudo la cabeza y miro hacia otro lado cuando la famosa noria que sobresale detrás del edificio entra en el foco. Un recuerdo olvidado hace tan claro que casi puedo probar el pastel de 99


embudo que comimos en esa ocasión. Es uno de los pocos recuerdos felices que tengo de mis padres y mi infancia. Tal vez Incluso el último. No sé exactamente cuántos años tenía, pero recuerdo que un carnaval viajero se detuvo en nuestro pueblo. Fue durante uno de los períodos secos de mi padre. Había estado sobrio por un tiempo y no había perdido ninguna de sus reuniones de AA (Alcohólicos Anónimos). Mamá también parecía estar en casa más a menudo. Fueron amables el uno con el otro. Por una vez, la risa y la música de The Beatles y The Eagles llenaron nuestra casa en lugar de los gritos y la usual pelea. En mi inocencia, pensé que finalmente íbamos a ser una familia, que finalmente me amarían como yo los amaba. En retrospectiva, parece que todos sabíamos que se trataba de un momento prestado, un placer temporal - un sueño que eventualmente llegaría a su fin. Creo que es cuando me enteré de que las cosas buenas nunca duran. Así que, en silencioso acuerdo, nos reímos más fuerte, nos abrazamos más cerca, y fingimos ser la familia perfecta por un poco más. Sin embargo, nunca hablamos del futuro. Acabamos de disfrutar el presente como vino. Pero el momento más perfecto de la noche llegó cuando mi papá me llevó a la noria.

Estábamos en lo alto, mi pequeña ciudad una colección de luces parpadeantes lejanas, cuando mi papá me rodeó con el brazo y me acercó a él. Me dio un beso en la cabeza y dijo con voz temblorosa: -“Hermoso, ¿verdad?”.

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-“Sí, papi. Nunca olvidaré este día". -"Yo tampoco". Pero supe por el dolor en su voz que mi sueño estaba llegando a su fin, y estaba rompiendo mi corazón joven, el miedo me ahogaba y hacía difícil respirar. -"Mi niña hermosa. Lo siento por no poder ser el padre que te mereces”. -“Pero lo eres, papi. Eres el mejor papá del mundo", dije y lo abracé. No me di cuenta de que estaba llorando hasta que vi una marca mojada en su camisa. -"Eres la luz que me impide ahogarme en la oscuridad en la que vivo". Hizo una pausa. -"Pase lo que pase, sé que te quiero, mi pequeña Blaire. Y que si estoy orgulloso de una cosa en mi vida, es de llamarte mi hija. No olvides nunca eso".

Pero eventualmente las cosas volvieron a la misma vieja realidad, y su pequeña Blaire si lo olvidó.

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-"Aquí tienes", oigo decir a Lawrence, trayéndome de vuelta al presente. Mientras coloca la bandeja llena de comida humeante y olorosa en la mesa, debe notar que algo me molesta porque pregunta: -"¿Qué pasa?". Pongo una falsa sonrisa en la cara y busco un perro caliente. -“Oh, ya sabes... lo mismo. No quiero hablar de eso. Comamos. Probablemente mueres de hambre y yo también”. Las palabras se derraman una tras otra, sin darle la oportunidad de una refutación. Y él lo sabe, pero Lawrence elige darme el espacio que necesito no sondeando más. Una vez que hemos terminado de comer, me levanto y camino al basurero más cercano, deshaciéndome de las servilletas y los restos de comida. Me quedo quieta, cierro los ojos y levanto mi rostro hacia el cielo, absorbiendo el calor de un fugaz rayo de sol. El aire se ha vuelto muy frío, pero no quiero irme todavía. Respirando profundamente, disfruto el olor salado del agua y los graznidos de las gaviotas cercanas. A medida que el viento frío sopla más fuerte, moviendo mi cabello en todas direcciones, mis sentidos cobran vida. Siento a Lawrence de pie detrás de mí antes de que el calor de su chaqueta me envuelva. Sus manos frotan la longitud de mis brazos, me calientan mientras me empuja hacia él. Apoyo la espalda en su pecho y lentamente abro los ojos. Cada parpadeo trae el cielo

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nublado, el océano tormentoso, y el horizonte aparentemente interminable a la vista. Y es pacífico Y es mágico. Y tal vez sea la seguridad de los brazos de Lawrence a mí alrededor, o tal vez sea la fuerza tranquila de Lawrence penetrando en mi torrente sanguíneo, pero de alguna manera me encuentro abriendo y compartiendo mis secretos más profundos con él. Le cuento sobre mi niñez, el paseo de la noria con mi papá, de mi mamá empacando su mierda y dejándome atrás. Le hablo de Paige Callahan y su padre, Matthew. Le cuento a Lawrence cómo Matthew solía follarme en un motel sucio a cambio de bonitos regalos y dinero, y cómo después de que terminara con él, él volvería a su casa grande en el lado elegante de la ciudad y fingiría ser el padre ejemplar y el pilar de la comunidad. Cuando he terminado, me siento aliviada y, curiosamente, sin vergüenza. Esta es la diferencia entre Ronan y Lawrence. Ronan me sostuvo en un pedestal. Vio en mí la persona que deseaba que yo fuera, alguien digna de él. Y estaba demasiado asustada para romper esa ilusión. Quería creerlo yo misma por el tiempo que estuviéramos juntos, así que sería digna de él. Si le hubiera hablado de mi pasado de quien realmente soy- habría corrido por las colinas, y yo era demasiado egoísta para hacerlo. Lo quería demasiado. Pero sólo puedes vivir una mentira durante tanto tiempo antes de que te ahogue, envenenando cada palabra, cada toque y cada beso. Lawrence, por

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otra parte, no me hace ilusiones. Él me conoce por lo que soy, y me está liberando. Tan liberador. -"Antes de decir algo, solo quiero que sepas que todo está en el pasado. No me molesta más". Lawrence descansa su barbilla encima de mi cabeza, abrazándome más fuerte. -"¿Lo está?". Me quedo en silencio, tratando de encontrar la respuesta dentro de mí. -“No voy a pretender saber qué hay en tu corazón, Blaire. Sólo tú estás al tanto de eso. Pero lo que puedo decirte es que espero que un día te despiertes y te des cuenta que todas esas personas y recuerdos no determinan quién eres. Tú tienes que hacerlo". -"Haces que suene tan fácil. Dime, ¿qué has hecho con mi cínico amigo? Te ves igual, pero no suenas nada parecido a él". Miro hacia arriba mientras él mira hacia abajo, nuestras miradas se encuentran. -"Actualmente no está disponible. Así que, mientras tanto, estás atrapada conmigo". Él sonríe. -"¿Oh si? ¿Y quién eres tú?". -"Sólo un tipo normal disfrutando de la compañía de una mujer hermosa".

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Me ruborizo, siento mariposas haciendo su habitual danza caótica en mi estómago. Me empujo y me vuelvo a mirarlo mientras empiezo a caminar hacia atrás, dando mi mejor mirada. -“Vamos, Casanova. Me prometiste lo desconocido y todavía lo estoy esperando". La cosa acerca de la felicidad -el hermoso caos que es -no importa cuán corto o duradero sea el momento, es que te hace volar, te hace querer bailar y reír. La felicidad hace que todo parezca posible, y no hay mejor sentimiento que compartirlo con alguien especial. Corro hacia los escalones que conducen a la playa. Una vez que llego a la arena, me quito mis botines de cuero y calcetines, coloco el abrigo de Lawrence en los peldaños y salgo en dirección al océano. El agua está helada, pero es vigorizante. Extiendo mis brazos, inclino mi cabeza hacia atrás y empiezo a girar, cada vez más rápido hasta perder el equilibrio y caigo en el agua. Riendo, trato de levantarme en los pies temblorosos y fallo miserablemente, aterrizando en mi culo una vez más. Veo a Lawrence bajando las escaleras. Deja su teléfono y entierra sus dos manos dentro de los bolsillos delanteros de sus pantalones. Su cabello se mueve con el viento. Sonrisa torcida. Me estoy ahogando en su belleza viril. -"¿Cómo está el agua?". "Congelada", digo, mis dientes castañeando. -"Mentirosa". Empujo un mechón húmedo de pelo de mi cara. 105


-"¿Por qué no vienes a comprobarlo?" -"Creo que voy a pasar. No quiero estropear tu diversión. Además, te puedo admirar mejor desde lejos”. -“Aww, ¿qué pasa?” -balbuceo, burlándome de él. –“¿Tienes miedo de mojarte un poco?". -“¿Eso es un reto?” Levanta una ceja. -"Es lo que quieras que sea, bebé". -"Traviesa". Quita sus zapatos y calcetines y enrolla sus pantalones, los músculos de su pecho y brazos estirando el blanco de su camisa de vestir. Con su corbata ya desaparecida y los dos botones superiores desatados, parece sexo puro, y me resulta difícil respirar. Me lamo los labios, sintiendo un calor diferente que se extiende a través de mí. Él entra en el agua, caminando en mi dirección. -"Jesucristo, esta agua es fría". -"Ayuda, por favor. No puedo levantarme", le digo extendiendo mi brazo. Lawrence toma mi mano en la suya. -"Tú estás loc..." Tiro de su mano con todas mis fuerzas, tirándolo hacia mí, y lo hago caer en el agua también. Después del choque inicial, se limpia la cara mientras estoy rodando en la arena incapaz de dejar de reír. El pobre

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hombre parece que quiere matarme. Pasa los dedos por su cabello húmedo, tirándolo hacia atrás. Su mirada mortal se centra en mí. Oh chico. -"Vas a pagar por eso, mi querida Blaire." -"¿Es serio?" Me burlo, parezco no tener miedo mientras me preparo para salir corriendo. Un desafío, o travesura, ilumina sus ojos mientras una sonrisa de lobo oscurece su rostro de una manera peligrosa pero deliciosa. Y antes de que lo sepa, se lanza hacia adelante, atrapándome por los tobillos y tirando de mí hacia él hasta que su cuerpo enjaula el mío. Yo grito y me río al mismo tiempo. Nerviosa, lamo mis labios que súbitamente se sienten tan secos. Él se arrodilla sobre mí cuando captura mis dos manos en las suyas y las levanta por encima de mi cabeza, sosteniéndome prisionera. -“Te tengo, pequeña” -se inclina hacia delante y creo que me va a besar, pero me muerde el cuello. -"¿Debería follarte aquí mismo como parte de mi venganza?" Él muela su polla contra mi sexo. Duro. Haciéndome gemir. -"Lawrence", respiro con fuerza e inclino mis caderas para darle la bienvenida mientras envuelvo mis piernas alrededor de su cintura. -"Los hombres no se enamoran de mujeres como tú, Blaire". Me quema con su mirada. -"Ellos pierden sus malditas mentes". 107


Cierra el espacio entre nuestras bocas con un beso ardiente, que alcanza el alma, desafiante a la lógica. La arena fría, el agua helada y el viento aullante desaparecen a nuestro alrededor. Todo lo que importa es el hombre encima de mí, su cuerpo tocando el mío, sus labios respirando fuego en mí. Nos separamos, y estoy tratando de conseguir mis pensamientos cuando siento un puñado de arena en mi cara. Al abrir los ojos, lo encuentro por encima de mí, mirándome con una sonrisa ladeada. -“¡Oh, joder! Eso no fue justo". -“Quid pro quo, quid pro quo, amiga mía". (*Nota de traducción: Quid pro quo: locución en latín que significa literalmente la sustitución de una cosa por otra)

Me limpio las mejillas con nostalgia. -"Es fácil para ti decirlo. No eres la que queda como una dama cachonda y arena en la cara". Y entonces la cosa más hermosa pasa delante de mí. Lawrence lanza la cabeza hacia atrás y ríe a carcajadas. Libremente. Fácilmente. Espontáneamente. ¿Podría ser el mismo hombre que conocí en el Met en lo que parece hace una vida atrás? Se han ido los ojos duros de roca y la sonrisa burlona. Ha sido sustituido por este desconocido despreocupado con brillantes ojos perennes. Sí, lo desconocido con Lawrence es definitivamente atractivo. Volvemos al coche cuando Lawrence cambia de trayectoria y regresa al parque.

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-"Olvidé algo". Asiento con somnolencia. Con mi brazo envuelto alrededor de su cintura y el suyo alrededor de mis hombros, inclino mi cabeza en su hombro. Mirando hacia arriba, veo que la noria está iluminada y funcionando. -“¡Mira, Lawrence! La noria está abierta”. Tomo un momento para admirar sus luces contra el crepúsculo púrpura, rosado y naranja. -"Me pregunto si sólo lo abren por la noche". Un momento o dos después, Lawrence dice: -"No tengo idea". Estoy tan cansada que ni siquiera me doy cuenta de dónde me está llevando hasta que estamos de pie frente a la gran rueda colorida y hay un hombre vestido en uniforme, esperándonos. Desconcertada, dejo ir a Lawrence y me volteo para mirarlo. -"¿Qué es esto?". Frunciendo el ceño, mi mirada va entre Lawrence y el hombre. -"¿No lo hiciste?". Pero aun cuando las palabras salen de mi boca, recuerdo haber visto a Lawrence hablando en su celular en la playa. Sin aliento, mi corazón late como si fuera una estampida aplastando mi pecho. Me acaricia la mejilla antes de meter tiernamente un mechón de mi cabello detrás de mí oreja.

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-“Lo hice”. -“¿Por qué?” -pregunto con una voz temblorosa. Agarra mi barbilla, haciéndome mirarlo. -"Creo que ya es hora de hacer nuevos recuerdos, ¿y qué mejor momento que ahora?". Él comienza a verse muy borroso. Lágrimas de mierda. Cierro el espacio entre nosotros y lo abrazo, en realidad, es más como si estuviera tratando de aplastarlo. Sacudo la cabeza, incapaz de hablar mientras entierro mi rostro en su pecho. Cuando soy capaz de mirarle sin hacer una tonta de mí misma, inclino mi cabeza hacia atrás y encuentro su mirada. -“¿Cómo puedo agradecerte alguna vez?”. -“Podrías empezar con un beso” -dice él tranquilamente. -"¿Eso es todo?". Él levanta una ceja divertida. Me río antes de besarlo fuertemente en la boca. -“¿Qué tal estuvo?". “-Podrías esforzarte más” -dice sonriendo, con aspecto letalmente atractivo. -"Hombre perverso", digo mientras mis labios aterrizan alegremente en los suyos.

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Capítulo 09

Lawrence

De regreso a la ciudad, Blaire se quedó dormida en mi hombro, así que le sugerí pasar la noche en su casa y descansar un poco. Miro por la ventana cuando dejamos el apartamento de Blaire. -"Me gusta ella", dice Tony después de conducir en silencio durante un par de minutos. Me río entre dientes. –“Ya veo que ella te hechizó también”. "¿Por qué no? Es un soplo de aire fresco”. Tony hace una pausa por un momento, sopesando sus siguientes palabras. –“¡Estas cambiando, Laurie!". -"¿Lo estoy?", Sonrío, fingiendo estar aburrido. -"No creo que haya visto que te tomas un día libre desde que empezaste a dirigir la compañía. Estoy contento”. Sus ojos se encuentran con los míos en el espejo retrovisor. –“Ella te hace feliz”. Apoyando la cabeza en el asiento de cuero, cierro los ojos momentáneamente e imagino la pálida cara de Blaire cuando la vi por primera vez. Una hechicera de pelo de cuervo con ojos huecos y una sonrisa vacía. Tan diferente de la muchacha con el pelo salvaje y el

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corazón salvaje que giró y se echó a reír en la playa hace un par de horas. Y como yo estaba parado ahí, observándola, transfigurada y asombrado de su tempestuosa belleza, me di cuenta de que quería ser el que la protegía de todo y de todos los que la habían lastimado para poder mirarla así de nuevo ... sin la sombra de otro hombre en sus ojos. Hoy, mientras la veía en la playa, la sensación más extraña se apoderó de mí. Sentí como si estuviera mirando al principio y al final de mi vida. Mi salvación y mi caída. Llámame estúpido, pero pensé que cada acción y cada camino tomado y no tomado habían conspirado para traerme a ese lugar. Hasta ese momento. A ella. -"Ella lo hace". -"Es una sensación hermosa, ¿no?", Dice Tony, y casi puedo escuchar la sonrisa en su rostro. -"No, es terriblemente aterrador". Abro los ojos y miro el oscuro techo del coche, las sombras se transforman en seres vivos. Es tan malditamente fácil enamorarse, perder la cabeza en el cuerpo de una mujer y su sabor afrodisíaco. Eso es hasta que el Idilio llega a su fin y te lleva toda la vida olvidarla y el hombre que solía ser. Y yo lo se… -"Estoy en problemas, Tony". La admisión debilitante es arrancada de mi pecho. -"Ya lo sé, muchacho”.

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-“Pensé que estaba a salvo”. -“¿De una mujer?” Se ríe. -“Ningún hombre está a salvo”. Pero no empezó así, ¿verdad? No. Empezó como una obsesión, una que parecía no poder sacudirme. Pensé que si me acercaba a ella, encontraría otra cara bonita durmiendo su camino hasta la cima sin nada que esperar. Pensé que una vez que la follara, podría sacarla de mi sistema y borrarla de mi cuerpo y mente. Yo estaba equivocado y era un tonto. Si algo, cada minuto y cada segundo que paso con ella, estoy cada vez más consumido por esta violenta necesidad. Una necesidad que no me deja sola y la llama constantemente. -"¿Sabes lo que pienso?", Dice Tony. -"Sigue delante". Corriendo mis manos frustrantemente a través de mí pelo. La opinión de Tony es una de las pocas que confío y respeto sin duda. Cuando mi padre y mi madre estaban demasiado ocupados con sus vidas para prestar atención a su hijo, fue Tony quien estuvo allí para mí. Él me enseñó a conducir, a lanzar un puñetazo, y me hizo sentir amado. -"Creo que estás en grave peligro de enamorarte... si no lo has hecho ya". Estoy a punto de responder cuando mi teléfono celular empieza a sonar. Lo saco de mi bolsillo, leo el nombre en la pantalla y tomo la llamada. 113


-“¿Está todo bien, Laurie? Pensé que íbamos a reunirnos para cenar en nuestro restaurante. Hace más de una hora que te espero”. Miro mi reloj y maldigo bajo mi respiración. -"Lo lamento muchísimo. Yo..." -"Está bien, lo entiendo. Las cosas pasan. Sólo estaba preocupada porque no es habitual en ti faltar a una cita. De hecho, no creo que esto haya ocurrido antes”. Mientras escucho su voz en la otra línea, me doy cuenta de un hecho simple. Por primera vez desde que la conocí hace tantos años, no recuerdo como luce la mujer en el otro lado. El habitual anhelo por ella que llenaba mi pecho como un fuego ardiente se ha apagado, dejando los recuerdos que se desmoronan lentamente como cenizas en su estela. En cambio, es Blaire quien habita todos mis pensamientos. Siento una sonrisa tirando de mis labios Mientras pienso en nuestro día juntos en la playa. Su risa contagiosa hace eco en mis oídos. La comprensión de que no puedo esperar a verla y sostenerla en mis brazos otra vez se apodera de mí. -“¿Laurie? ¿Estás ahí?" -"Lo siento. ¿Qué estabas diciendo?" "¿Seguro que estás bien? Suenas... No sé...raro”. Miro por la ventana tratando de concentrarme en los coches que pasan, pero no sirve de nada. Todo lo que veo es a Blaire... Las

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yemas de mis dedos hormiguean con la memoria de mis manos deslizándose sobre su piel mientras la besaba. -"No lo sé". -“¿Qué pasa?” -pregunta ella, su voz suave. El asunto es que nada es como debe ser. -“Creo que he perdido mi maldita mente”.

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Capítulo10

Blaire

LA MAÑANA SIGUIENTE, me estoy secando el pelo cuando oigo el timbre de la puerta sonar. Después de colocar la toalla en una silla, aprieto el cinturón de la bata de seda antes de ir a ver quién está en la puerta. Miro través de la mirilla, mis ojos se ensanchan, y sonrío una sonrisa lenta cuando lo veo de pie fuera de mi apartamento. Mi sangre calentándose, desbloqueo y abro la puerta tan rápido como puedo. –“¿Qué estás haciendo aquí…”? Antes de que pueda reaccionar, Lawrence entra en mi apartamento, entierra sus dedos en mi cabello y me jala cerca de él, presionando su cuerpo contra el mío. Su boca se apodera de la mía mientras deslizo instintivamente mis brazos en su cuello y me entrego a la embestida de su salvaje beso. Y qué beso es. Con las rodillas flojas, apenas puedo permanecer derecha cuando él se aleja. –“Buenos días, cariño”. Dice con voz ronca.

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-"Whoa", me las arreglo a decir en un aturdimiento, sacudiendo ligeramente mi cabeza. Estrecha los brazos alrededor de mí, infundiendo mi cuerpo con calor. -“Jodidamente correcto”. -"¿Muy modesto?". -"No lo sabría". Él sonríe tortuosamente. "¿Qué es eso?" -"Hombre Imposible". De pie en mis puntas de los pies, sonrío y le coloco un suave beso en la barbilla. -"Buenos días…". -“Espera, ¿No deberías estar ya en el trabajo?”. Su mirada inquebrantable, levanta la mano, dejando que la parte posterior de sus dedos trace la curva de mi mandíbula. -"Que se joda el trabajo. Pasa el día conmigo". -"¿De nuevo? ¿No es muy pronto?" Se encoge de hombros descuidadamente. -"¿Por qué no?". Oh Lawrence, amigo mío, si supieras lo feliz que me haces. –“¿Y qué te gustaría hacer?". Él me sorprende recogiéndome en sus brazos. Cuando se acerca a mi dormitorio, Lawrence se inclina hacia abajo su boca está cerca de mi oído y susurra en voz baja: -"Tú. Todo el día", esparciendo escalofríos por mi espina dorsal.

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Cuando él entra en mi dormitorio, noto que Dust to Dust de The Civil Wars está sonando en el fondo. Me alejo de él una vez que me coloca suavemente en el suelo. De pronto me siento tímida, camino hacia las ventanas para tirar de las cortinas cerradas. -“No lo hagas”, -contesta Lawrence. Cuando mis manos agarran la tela, Lawrence pasa detrás de mí y envuelve sus brazos alrededor de mi cintura. -"No quiero perderme nada. Baila conmigo". Dejo escapar un suspiro estremecido. Asiento y envuelvo una mano detrás de su cuello mientras la otra cae naturalmente en la parte superior de él, acercando nuestros cuerpos mucho más que antes. Y de esta manera, comenzamos a movernos lentamente con la melodía. Mi habitación y todo dentro de ella desaparece. Nada importa sino Lawrence y la sensación de sus brazos alrededor de mí. Despacio desata el cinturón que asegura mi bata de seda y lo abre hasta que mi cuerpo desnudo se expone a él. Una de sus manos comienza a recorrer un tranquilo camino a través de mi cuerpo, acariciando mis caderas, sus dedos resbalando sobre mi estómago, pasando

los

bordes

de

mi

núcleo

caliente,

encendiéndome

salvajemente a propósito. Me agarra los pechos, me pellizca el pezón mientras me muerde en el cuello con hambre, haciéndome gritar de dolor. Su tacto es burlón-una reverencia divina. Nuestra respiración se vuelve laboriosa, superficial. –“Aquí, Lawrence” -digo, y cojo su mano para guiarlo a donde más necesito su toque. El deseo y la lujuria

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emanan de nuestros cuerpos cuando nos perdemos en el calor del momento y el ritmo erótico de nuestras caderas. -"Te necesito aquí". Lawrence me suelta y me empuja contra la ventana. Se me ocurre que alguien podría estar mirando, pero no puede importarme menos. Con la espalda apretada contra su frente, cierro los ojos cuando siento las manos mágicas de Lawrence extendiendo mi culo, frotándome en ese lugar prohibido, poniéndome en el puto fuego. -"¿Te gusta esto?", Pregunta, su voz ronca de deseo. Vuelvo la cabeza para mirarlo mientras él se desliza hacia abajo, arrodillándose detrás de mí. Lo veo llevar un dedo a su boca, lubricándolo con su saliva, y entonces él me frota, masajeando en pequeños círculos hasta que lentamente entra en mí, estirándome. Es doloroso. Hermoso. Prohibido. Añade otro dedo, aumentando el dolor, aumentando el placer. -"¿Te gustan mis dedos follando tu culo dulce y apretado?". Asiento con desesperación. –“Sí, Dios. Necesito tu boca allí”. Lawrence se ríe y retira sus dedos, reemplazándolos con su boca sobre mi agujero apretado, besándome, sondeando y rodando con cada movimiento incesante de su lengua. La lujuria fluye por mis venas. Mierda. Mierda. Mierda.

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Mierda. Él me come como si estuviera muerto de hambre y yo fuera su última comida. Abriendo mi culo más ancho, siento su lengua perderse dentro de mí, bombeando dentro y fuera de mí, el ritmo despiadado. Y cuando añade sus dedos una vez más, la tierra se sacude debajo de mí y veo estrellas. Sin decir una palabra, me empujo para hacerle frente. Mi aliento es irregular y mi cuerpo duele por la falta de un orgasmo, pero tengo ganas de volar. Poniendo mis manos sobre las solapas de su chaqueta, le digo con voz gutural: -"Acuéstese en la cama. Quiero hacerte el amor". Una vez que Lawrence se desnuda, se acuesta en la cama y me observa de cerca. Su mirada verde, chispeando con lujuria, sobre mi figura. Me paro delante de él y dejo deliberadamente que la bata se deslice por mi cuerpo, Dejándome completamente desnuda. No hay nada entre nosotros excepto las paredes invisibles que protegen mi endurecido corazón. Pero incluso esas paredes están poco a poco siendo astilladas por él. Sus ojos en mí, me dirijo hacia él, cada paso me trae más cerca y algo dentro de mí que yo no entiendo desesperadamente me llama a él. No es la forma en que me toca o la forma en que me hace sentir cuando me toma, me hace temblar de miedo o de regocijo; es él. Llamándome. Y yo voy. Quiero ser consumida.

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Me alcanza o lo alcanzo. No importa. Todo se convierte en un remolino de emociones donde mis manos, mi boca, mis pulmones están llenos de él y lo que él me hace sentir. Su gusto, la sensación de él, su voz me acaricia cuando su tacto me corrompe. Eso es todo lo que importa. Me trago sus besos mientras se traga mis gemidos Él me tortura con sus dedos y me provoca un arrebato con su lengua malvada. Y cuando mi cuerpo duele con la pasión incumplida y le estoy rogando que lo lleve a su fin, él me penetra en una profunda empujada, follando hasta que joder deja de ser joder y se convierte en la unión de dos cuerpos que buscan ser uno. Él me folla hasta que todo lo que veo es una luz cegadora mientras alcanzo el clímax y el calor corre a través de todo mi cuerpo. Y cuando está enterrado tan profundo dentro de mí, llenándome de su semen, sé que, por un momento exquisito, no estoy sola. Y, tal vez, eso es suficiente.

*********

En la cama, estamos acostados de lado y nos miramos. Lawrence se ve adorable con el color sonrosado de sus mejillas, sus labios hinchados de mis besos y su cabello arrugado por mis manos. Es difícil imaginar que este hombre corre un imperio multimillonario. Inclinándome hacia adelante, coloco un beso en la punta de su nariz. Sonríe una sonrisa satisfecha y relajada. -"¿Qué fue eso?" Sonrío alegremente. –“Me ha gustado, señor Rothschild”.

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Seguimos mirándonos silenciosamente mientras nuestras sonrisas se desvanecen como la luz que viene de fuera de la valle. En la paz que sigue, siento una agitación en mi pecho de algo que no entiendo muy bien o no quiero admitirme a mí misma. La verdad siempre complica las cosas, y mi vida ya es suficientemente complicada. Así que lo ignoro todo, lo entierro en el fondo donde las cosas siempre son fáciles de olvidar, y me dejo disfrutar del momento. -"Sabes, después de conocerte, fui a casa y te busqué en Google", le digo. Él arquea una ceja divertida hacia mí. –“¿Y qué encontraste, mi detective?”. -"¿Además de cuánto vales y tu inclinación por modelos y actrices?" Le lanzo una mirada irónica Y luego ruedo mis ojos cuando tiene el descaro de reírse y no negarlo. -"No mucho. Pero había un artículo que me llamó la atención. Hay un blogger que piensa que sufriste una gran desilusión cuando eras joven y por eso no pareces establecerte con nadie. Tan románticamente cliché, ¿no? Pero me pregunto, ¿es verdad?”. Contemplando su propia mano, Lawrence comienza a trazar un camino en la curva de mi cintura, dibujando pequeños círculos, el suave movimiento me pone la piel de gallina. Una sombra cruza momentáneamente sus ojos, oscureciéndolos. -“¿No sabes que la curiosidad mató al gato?”.

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Cierro los ojos y me volteo sobre mi espalda, entregándome a Lawrence y a sus dedos vagabundos. Mi respiración se vuelve irregular cuando su mano busca cada rincón de mi cuerpo, aprendiéndolo, memorizarlo y poniéndolo en llamas. Vacila momentáneamente, aparentemente pensando en lo mucho que me puede contar. -"Ella tenía diecisiete años cuando la conocí, y completamente fuera de mi alcance. Yo era un hombre serio, estoico y sin humor, de veintiocho años pareciendo de cuarenta, o así mis amigos solían bromear. Conseguirla estaba fuera del alcance. En mi defensa, no sabía cuántos años tenía cuando la vi por primera vez. Todo lo que sabía era que nunca había conocido a una mujer más hermosa que ella”. "Me había quedado atrapado en la lluvia sin un paraguas en mi camino a la oficina, y busque refugio en un bar irlandés. Entré y me dirigí hacia el mostrador donde un hombre mayor estaba puliendo unos vasos. Después de que me senté y pedí una copa, miré alrededor del lugar y de inmediato la vi. Estaba escribiendo en un Bloc de notas en una de las mesas a un lado. Supuse que era una estudiante universitaria trabajando en un proyecto. Ella tenía este pequeño ceño fruncido entre sus cejas y me encontré deseando suavizarlo”. -"Ella levantó la vista y nuestros ojos se encontraron mientras sonreía. Yo estaba avergonzado y quería mirar hacia otro lado pero ella y su

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sonrisa lo hacía imposible. Era ingenua, ingenua y acogedora. Tan diferente de lo que estaba acostumbrado”. -"Ella parece agradable". Coloco mi mano sobre la suya. -"Dime... ¿Qué pasó después? ¿Hablaste con ella?" -"No ese día, pero al final lo hice. Se podría decir que me convertí en un regular del bar y uno de los más estimados clientes" Me río. -"¿Qué tan regular?" -"No dejaba de ir ni un día." "¿Qué hay de ella? ¿Estaba siempre allí también?” -“Ella fue la que se acercó primero a mí. Fui allí todos los días con el único propósito de hablar con ella, pero tan pronto como la veía charlando con otros clientes, llenando todo el lugar con su luz interior, me sentí indigno y cambié de opinión. Un día, cuando me disponía a marcharme, se acercó a mí y se presentó. Dijo que estaba cansada de esperar a que yo diera el primer paso, por lo que estaba tomando las cosas en sus propias manos". Trato de imaginar la expresión de Lawrence cuando la chica le dijo eso, y rio suavemente. -"Ella suena impresionante. Ella me gusta." "Una vez que descubrí su edad, decidí olvidarme de ella y dejé de ir al pub. Pero cuanto más tiempo pase lejos, más la extrañaba y la quería. Me peleé, pero mi corazón ganó. El corazón es un caprichoso, ¿sabes? Quiere lo que quiere, y al diablo con la lógica. Eventualmente, volví. Con el tiempo nos hicimos amigos íntimos, y lo

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acepté porque estaba esperando mi tiempo hasta el día en que alcanzara la mayoría de edad y podría pedirle que saliera conmigo”. Él hace una pausa, pareciendo perderse en el pasado. -"Por primera vez en mucho tiempo, sentí que alguien me veía como a mí, no a Lawrence, el hijo de Alexander y Bárbara Rothschild y heredero de Rothschild Media." Él sacude su cabeza, una sonrisa suave en su hermoso rostro. "Ella era joven pero había algo en la forma en que se movía y me miraba que me volvió loco y a medida que pasaban los días, me enamoré locamente de ella y estaba feliz de amarla desde lejos. Yo sabía que ella también tenía sentimientos por mí. Pero no estaba seguro de lo profundo que eran”. -"Una vez, cuando volvíamos a casa de ver una película, ella me preguntó por qué no la había besado todavía. Yo estaba estupefacto, pero ella se rió y me besó de todos modos. El día en que cumplió dieciocho años, le hablé a su abuelo y le dije que yo amaba a su nieta y quería su permiso para invitarla a una cita." -“¿Por qué no a su padre?” -"Sus padres murieron cuando ella era muy joven, dejándola a ella ya su hermano menor bajo el único cuidado de su abuelos." Frunzo el ceño, pensando que su historia es muy similar a la de Ronan. Pero empujo el pensamiento a la parte posterior de mi mente, no queriendo pensar en él.

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-"Su abuelo me dio su bendición. Mi plan era invitarla al cumpleaños 88 de mi abuela ese fin de semana y llevarla como mi cita y una vez que estuviéramos allí, finalmente hacer un movimiento. Cuando llegamos, yo le presenté a mis familiares, amigos cercanos y mi mejor amigo, Bradley Stanhope. Mis ojos se ensanchan de sorpresa. –“¿De Stanhope Steel?” Su mandíbula se aprieta. –“¿Lo conoces?” -"Por supuesto. No lo conozco personalmente, pero solía salir con mi actriz favorita, Penélope Pitt”. Se ríe amargamente. –“Sí, ese es Bradley. Era el chico de oro. Siempre una mujer hermosa a su lado, querido por todo el mundo, mientras yo estaba retirado, muy tímido alrededor de las mujeres, y siempre tenía mi nariz atrapada en un libro”. -"Si eran tan diferentes el uno del otro, ¿por qué fueron mejores amigos?" -"Nuestras familias eran muy cercanas. Crecimos y fuimos a la escuela juntos. Vi en él lo que yo no era, y lo admire por ello. Era libre de hacer lo que quisiera mientras yo me ahogaba en responsabilidades establecidas por mis padres. Supongo que una parte de mí quería ser como él, saber cómo se sentiría ser querido por todos”. -“¿Qué pasó después de que llegaste?” Se encoge de hombros indiferente, pero no puede ocultar la forma en que sus ojos se endurecen al mencionar su nombre.

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-“Bradley la vio y la deseó. La deslumbró con su mirada, su apellido y la atención que le daba”. -“¿Qué? Oh mi Dios... no”. Sacudo la cabeza, mi corazón rompiéndose por Lawrence. –“Pero ¿ella no te a...?” -¿Me amaba? -se burla, su voz fría. –“No, Blaire, no creo que lo hiciera. Ellos empezaron a salir después, y seguí adelante. -“Pero nunca la olvidaste, ¿verdad?” Él sostiene mi mirada y sé la respuesta a eso. -"Un día me encontré con ella. Tan pronto como la vi, supe que algo andaba mal. La luz habitual que iluminaba sus ojos había desaparecido. Iba a seguir caminando y fingir que no la había visto”. -“¿Pero?” -“Lloró, pidiéndome que la perdonara por ser débil. Una vez que se calmó, confesó que estaba embarazada del bebé de Bradley, pero que el ya no la quería. Bradley le dijo que se deshiciera del bebe. Le ofreció dinero para que desapareciera de su vida” -dice con asco. -"Bastardo. ¿Y qué hiciste?" Se detiene. -"Le pedí que se casara conmigo y me dejara criar al bebé con ella como si fuera mío. Pero ella rechazó mi oferta. Ella dijo que había estado demasiado ciega por Bradley para darse cuenta de que era a mí a quien amaba, pero no por eso se aprovecharía de mí”.

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-“Tu dulce hombre”. Mi corazón duele por la mujer que llego demasiado tarde y el hombre a su lado. El amor jugó cruelmente. -"¿Y después de eso?" -"Fui a ver a sus abuelos. Al principio, no querían mi dinero, pero cuando vieron que nada me haría cambiar de opinión, aceptaron mi ayuda y me alegre por ello. Una ola de celos me golpea directamente en el pecho. -"¿Todavía la amas?" Sus ojos arden en los míos. –“No, Blaire. Ya no." Una súbita oleada de ternura por el hombre que está delante de mí me sacude, dejándome mareada. Me arrastro encima de él y dejo una lluvia le besos por todas partes, deseando borrar la mirada sombría en sus ojos. -"Sabes ¿lo que pienso?" -“¿Qué piensas, querida?” Trazo mi lengua en su pezón, una sonrisa desviada adornando mi cara.

-"Creo que deberíamos embriagarnos completamente con

champaña”. Paso mi brazo detrás de mí y envuelvo su polla en mi mano, bombeándola lentamente, sintiéndolo crecer entre mis dedos. "Tal vez ordenar comida grasienta,..." -"¿Sí?", Respira, cerrando los ojos. Te tengo, bebe. Con sus defensas abajo, lo dejo ir rápidamente y lo ataco. Le cosquilleo debajo de sus axilas y en sus costados, 128


haciéndole reír. Creo que estoy ganando cuando Lawrence me sacude dándome vueltas, enjaulándome bajo su cuerpo, y comienza un asalto implacable a mi cuerpo con sus dedos cosquilleantes. Y nosotros reímos y reímos, y reímos hasta que nos duelen los estómagos y ambos tenemos lágrimas en los ojos. -"Oh, Dios, para, Lawrence," gruño. -"Te lo ruego." -"Di las palabras." -"¡Tú ganas! ¡Tú ganas!" Lawrence se detiene y comienza a besar cada centímetro de mi cuerpo, calmándome con su lengua. Para el momento en que alcanza mi boca, la abro y acojo su asalto, hambrienta por él. -"Maldita sea, Blaire," dice con voz ronca, entrecortada. Lawrence me envuelve el pelo en las manos, su mirada vagando por mi cara – “¿Tienes alguna idea de lo que me haces?” Sacudo la cabeza, pero lo que me sorprende y me deja momentáneamente muda es la mirada de emoción que veo a través de sus ojos. -"Me haces recordar lo que se siente vivir de nuevo, Blaire. Me haces…" Y mientras sus palabras me llenan los oídos, es otra voz que oigo y otra cara que veo...

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Sonríe. "-Sal conmigo, Blaire." Sacudo la cabeza, luchando una sonrisa. -"Sé que voy a lamentar esto." - "Tal vez... pero vive un poco." -"Me gusta que mi vida sea planificada y sencilla." -"Es mejor vivir una vida llena de remordimientos que no vivir en absoluto". Él baja la voz y añade con voz ronca: -"Déjame mostrarte cómo se hace." ¡No, no, no, no, NO! Ronan no puede interrumpir este momento. No puede. No puede. No ahora, por favor, por favor, por favor. Agarrando las mejillas de Lawrence, espero que no oiga el dolor en mi corazón mientras lo atraigo más cerca de mí. -"Shhh... Bésame, Lawrence." Cuando nuestras bocas se convierten en una, me encuentro besándolo con todo lo que tengo, engañándome a creer que este hombre es lo que quiero. Y cuando la guerra entre nuestros labios se hace más urgente, más difícil, me encuentro creyendo mi propia mentira. Se aleja. -"Vamos a mi casa." -"¿Por qué?" Parpadeo somnolienta. "¿Qué hay de malo con mi apartamento?"

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-"Nada está mal." Me rodea con los brazos alrededor de mí. -"Quiero despertar contigo en mi cama." De vuelta a su casa, en la seguridad de su habitación, cálida y contenta, empiezo a dormirme en los brazos de Lawrence. Y es en ese estado semi-consciente, donde mis mentiras despegan sus capas engañosas, revelando las verdades adentro, que en realidad deseo otros brazos.

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Capítulo 11

Lawrence

CON MIS BRAZOS ENVUELTOS ALREDEDOR DE ELLA, la empujo más cerca de mí y la veo dormir. Entierro mi nariz en su cabello, respirando, y desearía poder decirle lo que ella me hace, lo que ella me hace sentir, lo que ella me hace anhelar. No pensaba contarle sobre mi pasado. Nunca se lo he dicho a nadie antes. Sin embargo, yo me encontré abriéndome a ella, y por una vez, recordar el pasado no dolió. Es como si realmente fuera el pasado ahora. Me río entre dientes y reflexiono sobre cómo puede conducirme a tal locura, tal necesidad y deseo. A veces, me pregunto si el karma disfruta riéndose a costa nuestra. Dices a la vida que quieres ir a la izquierda, sólo para encontrar una roca que bloquea ese camino por lo que debes ir a la derecha. Dices a la vida que encontraste a la mujer con la que quieres casarte sólo para descubrir que ella ama a tu mejor amigo. Dices a la vida que tu corazón ya no late más por nada ni por nadie, ¿y qué es lo que hace? Te envía una mujer con una lengua rápida y un fuego en sus ojos que no sólo hace que tu corazón lata al verla, sino que lo hace palpitar con

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tanta intensidad, tanta pasión, que es sorprendente que no se haya roto todavía. Dices a la vida que el trabajo y el éxito es todo lo que necesitas para estar completo, y lo son... hasta que la haces sonreír. Y entonces ya sabes que todo era una mentira porque sacrificarías todo lo que posees e incluso la ropa que tienes puesta sólo por una sonrisa más de ella. Así que no debería estar sorprendido por el hecho de que ser dueño de su cuerpo ya no es suficiente para mí. Lo quiero todo. Quiero todo de ella. Observándola como se deshizo en mis manos, mi polla palpitando dentro de ella, sus uñas arañando mi espalda. Verla como se pierde conmigo, en el placer que le doy... Cristo, es un espectáculo para contemplar. Vivo para esos momentos porque es cuando veo a mi bella salvaje. La que no tiene miedos, sin juegos mentales. Y ella es hermosa. Y es una devastación. Sólo pensar en alguien que posea parte de ella, que puede seguir siendo dueño de ella, me vuelve loco con furiosos celos, porque ella me pertenece, aunque ella no lo sepa todavía. Siempre he creído que ya es demasiado tarde para mí. Cuando el amor me decepcionó por primera vez, me juré a mí mismo que no sería engañado a creer en el otra vez. Pero mientras miro a la mujer que duerme en mis brazos, siento mi resolución desmoronándose. La esperanza se reaviva como una llama que nunca se apagó. Y tal vez

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estoy equivocado, tal vez si hay otra oportunidad para mí, después de todo. Le acaricio la mejilla, mis dedos persisten en la suavidad de su cálida piel. Puede ser tonto en tener esperanza, pero a veces la esperanza es todo lo que nos queda. Y esta mujer me hace quererlo todo. Cada risa. Cada eso. Cada gemido. Cada pensamiento. Quiero que todos sean míos, incluso si tengo que pagar por cada uno con mi propia sangre. Pero esa es la cosa, ¿no? Quiero que ella sea mía. Y sólo la mía. Blaire se revuelve en mis brazos, murmurando algo ininteligible. Bajo la cabeza y beso su frente, diciendo, -"Shh, mi amor. Duerme”. Después que pasan unos minutos, ella está acostada, su respiración se está ralentizando, cuando la oigo decir en su sueño, "Ronan... vuelve. Regresa a mí".

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Capítulo 12

Blaire ME DESPIERTO, SONRIENDO. Esparciendo mis brazos sobre la cama, alcanzo para buscar solo una almohada vacía y fría cerca de mí. Me incorporo rápidamente mientras las sábanas caen hasta mi cintura. Mirando a mi izquierda y a mi derecha, no veo rastro de él. No está en el baño y no está en su walk-in closet. -"¿Lawrence?"

No hay respuesta.

"¿Estás ahí?" Todavía no hay

respuesta. Frunciendo el ceño, me pregunto por qué se fue sin decir adiós. No es costumbre en él en absoluto. Siempre me despierta antes de ir a trabajar. Levanto una mano para tocar mis labios, hinchados y calientes, e intento averiguar por qué me siento tan decepcionada y... ¿herida? Me desperté sintiéndome feliz y contenta por primera vez en mucho tiempo. Todo lo que quería hacer era besarlo y hablar con él. En su lugar, hay una cama vacía y Lawrence no está a la vista. Estoy a punto de reclinar mi espalda en la cabecera cuando pienso en mi teléfono celular. Tal vez me envió un texto explicando por qué se

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fue sin decir adiós. Mientras lo estoy alcanzando, ignoro la voz dentro de mi cabeza diciéndome que él está pagando para follarme, que él no tiene ninguna obligación hacia mí y que lo que sea que compartimos estos últimos días fue sólo Lawrence siendo agradable. Cuando tengo mi teléfono en mis manos, deslizo la pantalla, ignorando el hecho de que no hay nuevas notificaciones, y miro mis mensajes de todos modos. Nada de él. Mi mano con el teléfono cae triste a la cama mientras miro a la pared frente a mí cuando escucho que llaman a la puerta. -"Un momento, por favor". Agarro la sábana blanca y la levanto rápidamente, cubriendo el frente de mi cuerpo. Mi corazón empieza a latir más rápido, pensando que tal vez sea Lawrence quien no salió después de todo.

-"Entre", digo,

Mirando hacia abajo para asegurarme de que nada está mostrándose antes de ir a la puerta y sonreír. Mi sonrisa se cae. Miro al

ama de llaves llevando una bandeja llena de comida y

entrando en la habitación. El aroma de la mantequilla y la fruta fresca hace que mi estómago se queje de hambre. La señora Woods, una mujer de unos sesenta años que no me gustaba a primera vista, me mira con ojos que me recuerdan a un halcón. Veo tanta desaprobación en ellos. Bajo su mirada, siento que

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soy una niña a punto de ser castigada por derramar jugo de uva en una alfombra. -"Laur-Mr. Rothschild mencionó que necesitarías el desayuno. ¿Dónde le gustaría que ponga esto Señorita White?". Me paro recta mientras intento pelear una sonrisa. –“Él dijo eso”. Oh, Dios mío, Blaire. Estás actuando como una niña. Contrólate. Me aclaro la garganta, y cabeceo hacia la mesita de noche a mi lado. "Aquí está bien, gracias". La estoy observando arreglar los objetos en la bandeja cuando noto un ramo de orquídeas blancas tendido junto a la taza de café China. Me acerco a tocar el pétalo de una. -“Son un regalo del señor Rothschild”. Levanto los ojos para encontrar su mirada. –“¿Cómo diablos las consiguió Lawrence tan temprano por la mañana?”. -“Por entrega especial”, -dijo secamente. -"Por supuesto". Lo que Lawrence quiere, Lawrence lo obtiene. Sacudo la cabeza, sonriendo. -"Gracias por decirme". Ella asiente, frunciendo los labios. -“¿Eso es todo, señorita White?” -“Por favor, llámame Blaire. Odio las formalidades”. Hay algo en ella que me hace querer que ella me quiera. Tal vez tiene que ver con el hecho de que Lawrence dijo que ella ha estado trabajando con su

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familia desde que era un bebé. Le sonrío, pero ella permanece a distancia. -"Disfrute de su desayuno, señorita White". Ella baja la cabeza ligeramente como si el gesto le causara dolor corporal antes de que se voltee y me deje sola en la habitación. Bueno, eso fue bien, ¿no? Estoy a punto de alcanzar la comida cuando oigo sonar mi teléfono. Agarrándolo rápidamente, veo que es el número de trabajo de Lawrence. Emocionada y nerviosa, respondo de inmediato. "¿Lawrence?" Digo, pensando en el hombre sonriente de anoche. -"Hola, Blaire. Es Gina, la asistente personal del señor Rothschild”. -"Oh, hola, Gina", digo medio, sin poder ocultar la decepción en mi voz. -"El Señor. Rothschild deseó que le dejara saber que él va a salir de la ciudad hoy y no regresara hasta después de una semana. Dijo que, mientras tanto, es más que bienvenida a quedarse en la casa y usar la finca en Long Island si quiere salir de la ciudad para cambiar un poco". La noticia es como un puñetazo en la cara. –“No sabía que viajaba hoy. No lo mencionó". -“Es un viaje de último minuto”. -“Ya veo”. Ni siquiera llamó para decir adiós. Supongo que sólo soy un negocio para él después de todo. Yo sabía eso. Yo se eso. Es lo que quiero. Entonces, ¿por qué me siento como la mierda por esto? ¿Por qué duele tanto?

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-"Además, he contactado a un agente de bienes raíces diferente. Su nombre es Claire Michaels. Ella la estará ayudando de ahora en adelante". Gemí, recordando la ira de Lawrence de la otra noche. -"Gina... ¿qué pasó con William? Por favor dime la verdad". -“No Se preocupes, señorita White. Todo está solucionado". -"Oh". -“De todos modos, tengo que volver al trabajo, pero llámeme si necesita algo. Tenga un buen día". -"¡Espera! Solo una cosa más". -"¿Sí?" Cierro los ojos, me odio por hacer la siguiente pregunta. –“¿Ha dejado Lawrence algún otro mensaje para mí?". -"Me temo que no. ¿Pero le gustaría dejar uno para él?”. Sí. ¿Por qué me dejaste sin decir adiós?¿Era todo lo que compartimos una mentira? -"No, eso es todo. Gracias". Después de colgar, me vuelvo a mirar la comida y empujo la bandeja a un lado, ya no tengo hambre. Una inexplicable tristeza llena mi pecho, tengo la extraña sensación de que es el comienzo del fin de algo hermoso que nunca se desarrolló plenamente. O tal vez ya se terminó.

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Llamo a Elly para invitarla a venir y pasar el día conmigo. Al principio, ella no quiere venir, dándome alguna tontería sobre principios o algo así, pero la curiosidad gana, y ella termina aceptando mi invitación. Ella también está trayendo a su novio, el músico del que me habló hace un tiempo. Después de correr en la cinta de correr durante una hora, tomo una ducha y me visto, poniéndome mis pantalones vaqueros favoritos y un suéter gris desgastado con hombro bajo. Mirando hacia abajo, recuerdo mi breve conversación con Elly. Al parecer, las cosas se están poniendo serias entre ella y su músico. Estoy tan feliz por ella, pero parte de mí se siente culpable y triste porque no he estado allí para ella en los últimos meses. Sé que he estado evitándola, pero no estoy lista para decirle el lío de las cosas que he hecho. Y conociendo a Elly, me señalaría que solo yo soy la culpable. Entierro mis manos dentro de mis bolsillos delanteros y reflexiono sobre cómo dos chicas tan diferentes como nosotras se convirtieron en las mejores amigas. Y seamos honestos aquí, ella es santa por no juzgarme y por soportar mis estados de ánimo maníacos. Había estado viviendo en la ciudad por cerca de dos años cuando conocí a Elly. En el momento en que comenzó a trabajar en Homme, todo el personal se enamoró de su personalidad extrovertida. Es decir, todos menos yo. No confiaba en su conducta amistosa y sonrisas listas aunque sabía que la chica no tenía un hueso malo en todo su

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cuerpo. Ella irradiaba energía positiva. Después de trabajar juntas durante tres meses, un camarero/luchando para ser actor/muy caliente modelo francés llamado Pierre hizo una fiesta en su desván en Astoria, Queens, e invitó a todos. Ella estaba allí con su novio en ese momento, un desastre total si me lo preguntas. Tan pronto como lo vi, supe que no podía gustarme. Tal vez era la forma en que él coqueteaba con todo en una falda, o cómo seguía y sigue sobre su trabajo y cuánto dinero hizo. En realidad, cuanto más se jactaba, más pequeña me imaginaba su polla. No podía entender lo que Elly estaba haciendo con él, pero el amor funciona de maneras misteriosas. Todo había empezado a ir cuesta abajo cuando Pierre le preguntó a Dudley cómo había conocido a Elly. Lo recuerdo muy claramente. Ella lo miró mientras colocaba su palma sobre su pecho. -"Ella tenía las mejores tetas en la habitación", dijo, satisfecho como la mierda. Él envolvió un brazo alrededor de sus hombros y la acercó a él. Ella se congeló. Y por primera vez, noté cuánto dolor e inseguridad se escondía tras sus sonrisas listas. También tenía la intuición de que no era la primera vez que la avergonzaba delante de la gente. Cuando nuestro grupo se fue quedando callado, Elly se desprendió suavemente de su agarre y dijo que necesitaba usar el baño. Después de ver su figura desaparecer en la multitud, me volví para dirigirme a él. -"Wow, me siento tan mal por ti". Dejé que mi mirada pasara por encima de su figura, y esperaba que él pudiera ver todo el desprecio y disgusto que sentía por él. -"Debes tener una polla tan pequeña si

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necesitas hablar de ella de esa manera". Sonreí dulcemente antes de irme sin darle la oportunidad de responder. Sobra decir que el cobarde me evitó el resto de la noche. Más tarde, después de despedirme de todo el mundo, me dirigía al ascensor cuando oí la voz familiar de un hombre gritando a alguien. Hice una pausa en mi lugar, la luz fluorescente encima de mí poniendo un tinte amarillo en mi piel, mientras contemplaba si debía seguir caminando o regresar y averiguar si alguien necesitaba mi ayuda. El sentido común me dijo que lo ignorara, que no me involucrara, al final, mis instintos ganaron. Caminé en la dirección de los gritos. Venían de detrás de la puerta de la escalera de salida. Mientras sostenía el pomo de la puerta, podía oír el hombre gritando, sus palabras llevando tanto odio y enojo. Realmente debería haber regresado al apartamento y haber buscado a Pierre, pero en todo lo que pude pensar es en que alguien necesitaba ayuda. Cogí el spray de pimienta que siempre llevaba conmigo de mi bolsa y abrí la puerta. Mi mirada inmediatamente se acercó a Elly siendo golpeada contra la pared por su novio antes de centrarme en su rostro, la sangre brotaba de un corte en su labio. Ambos se volvieron a mirarme al mismo tiempo. No creo que jamás olvidaré el puro terror que vi en sus ojos cuando nuestras miradas se encontraron. Y el odio que vi en el suyo. Parecía irse, perdido en la ira, sin alma. -"Déjanos, jodida puta. ¿No ves que estamos ocupados?".

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De inmediato me di cuenta de que el aerosol de pimienta no sería tan eficaz desde mi posición. Pensé en acercarme a ellos, pero descarté esa noción tan rápidamente como llegó. No quería poner a Elly en más peligro al hacerlo enojar más. Necesitaba que él se acercara a mí. Piensa, Blaire, piensa. Oh Dios. Mierda. Mierda. Mierda. -"No. Deja que se vaya". Él sonrió, y me congele hasta el hueso mientras agarraba sus hombros más fuertemente y hacía gemir a Elly de dolor. –“¿Y si no lo hago? ¿Qué vas a hacer, eh? Probablemente pueda romper tu lindo cuello en dos con una mano”. Aparenta estar serena. No le dejes ver lo asustada que estás, Blaire. "No me asustas. El apartamento de Pierre está justo detrás de esta puerta. Podría ir a buscarlo, dándole a él y a los chicos la excusa que han estado esperando para sacar la mierda fuera de ti". Y pensé en pedir ayuda, pero estaba aterrorizada de que él empujara a Elly por las escaleras en un intento de escapar y deshacerse de ella. Lo vi aflojando su agarre en Elly, mis palabras hundiéndose. -"Jódete. No estoy asustada por un puñado maricones". Apoyé mi hombro en la pared y crucé mis brazos sobre mi pecho, asegurándome de mantener la pequeña botella escondida mientras abría su tapa de seguridad. -"Eso podría ser así, pero serías tu contra al menos diez tipos. Y diez tipos que resultan ser muy buenos amigos de Elly. Diez tipos que estarán extremadamente enojados cuando vean lo que le has hecho". Ni siquiera estaba segura de que fueran amigos de Elly, pero él no necesitaba saber eso.

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-“Si dejas que Elly se vaya ahora, no iré a buscarlos. Te dejo ir antes de que te hagan daño". Sonriéndole, burlándome de él con mis palabras, me preparé para rociar el spray pimienta. -"Voy a tener piedad de ti". Y eso lo hizo. Empujó a Elly a un lado y empezó a caminar hacia mí. Pero Elly nos sorprendió a ambos cuando ella le pateo en la ingle, haciéndolo caer al suelo mientras gritaba de dolor. Agarró el spray de pimienta de mi mano y se acercó a él. Con las lágrimas corriendo por su rostro, dijo, -"Ya terminamos, idiota. Esta es la última vez que pones una mano sobre mí". Y entonces ella procedió a usar mi spray de pimienta en él. Lo dejamos aullando de dolor cuando regresamos al apartamento de Pierre. Pierre llamó a los policías tan pronto como explicamos lo que había sucedido. Con una bolsa de guisantes congelados en la ceja, Elly se volvió para mirarme y me empujó en el hombro. -"Gracias. Yo...". -“No tienes que explicarte. Y ni siquiera pensar en ello”. Ella se quedó callada por un momento, mirando al suelo, cuando rompió el silencio. -"Eso fue realmente tonto, ¿sabes?", Dijo ella cálidamente. Mis ojos se acercaron a su labio partido antes de encontrar su mirada. –“Lo sé, pero es lo menos que podía hacer”. -“No quiero sonar ingrata porque tengo tanta suerte de que estuvieras allí...” Cerró los ojos momentáneamente y suspiró. –“Yo... no sé qué

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hubiera sucedido si no lo hubieras hecho, pero ¿por qué no fuiste a buscar a Pierre? No te he tomado por el tipo de persona que...”. -"¿Me salga de mi camino para ayudar a los demás?". Enrojeciendo vergonzosamente, vi el color volver a su pálido rostro, acentuando el rojo de sus labios. –“Sí…” -“No lo soy” -dije, encogiéndome de hombros, incómoda por esta sinceridad de corazón a corazón que sentía que estaba porvenir. Me miró durante un momento demasiado, casi como si me estuviera viendo por primera vez. Me moví bajo su mirada penetrante porque tal vez ella estaba viendo a través de mí después de todo. -"En realidad, estaba equivocada. Eres el tipo de persona que se sale de su camino para ayudar a los demás, te gusta fingir que eres una..." -“¿Una perra de corazón frío y egoísta?” -"No iba a decirlo tan bruscamente, pero sí... eso”. -“Yo soy todas esas cosas, Elly, y mucho más. No te dejes engañar por lo que hice. Cualquiera lo habría hecho". Ella negó con la cabeza mientras su sonrisa se ensanchaba. –“Sigue diciéndote eso, pero no me harás cambiar de idea. Eres una buena persona, Blaire, aunque te duela admitirlo”. -“Escucha, lo que pasó no nos hace amigas". -“Sí, lo hace”.

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-“No, no lo hace. Me gusta estar sola. Yo no hago amigas y mierdas así". -"Gracias, Blaire". -"No pienses en eso. Hice lo que cualquier persona en mi posición tendría que hacer". -"Eso es una mentira y tú lo sabes". Y así, nuestra amistad nació.

******

Encuentro a Elly y a su cita admirando una pintura muy famosa de un paisaje colgado encima de la chimenea en la sala de estar formal. No me sorprende porque hice lo mismo cuando lo vi por primera vez y de inmediato reconocí la obra intemporal del artista. Me detengo y admiro los colores audaces saltando del lienzo una vez más. -"Insano, ¿eh?" Elly se vuelve para mirarme, y la expresión de su rostro me hace reír. Es difícil de impresionar a mi mejor amiga, y creo que Lawrence logró hacerlo. Realmente, es tan típico de él y tan injusto. -"Por favor, dime que no es real, Blaire",

Elly dice, temor e

incredulidad luchando en su voz. Pero ella me interrumpe antes de que tenga la oportunidad de responder. -"¿En serio? El tipo es dueño

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de un maldito Monet?” Ella hace una pausa, sacudiendo la cabeza. – “No puedo creerlo”. Mi mirada se detiene momentáneamente en el bello hombre que está junto a ella, antes de rebotar de nuevo a una asombrada Elly. Él parece perplejo por su reacción también. –“Créelo, amiga mía, porque lo hace. Es lo que llamarías un coleccionista”. -"Qué billonario y cliché de él". -"¿Cierto?" Camino hacia ella y le doy un gran abrazo. Dios, he echado de menos a esta mujer. –“Y no has visto ni la mitad". La dejo ir y la veo escudriñar la habitación mientras absorbe la grandeza de la casa de Lawrence. Las ricas cortinas como un desfile de sedas, la alfombra persa obligatoria, el acabado brillante en los muebles de madera, la Lámpara Tiffany adornando una mesa de café, y la lista continúa. Debe ser vulgar, pero no lo es, es elegante y eterno. Verdaderamente, es el tipo de elegancia que no se puede comprar, hay que nacer en ella. Y realmente no hay dinero como el dinero de la familia. –“Entonces, así es como vive el uno por ciento de la gente, ¿eh? Es obsceno". -"Ridículo, pero estás impresionada". Ella suspira y rueda los ojos al mismo tiempo. -"Odio admitirlo, pero sí, es difícil no estarlo. Honestamente. Me impresionó el momento en que envió a Ronan para que nos recogiera en un Rolls Royce". La mención y familiaridad del nombre de Ronan en sus labios me toma por sorpresa, pero Elly no parece notarlo.

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-"Y estoy siendo muy grosera". Agarra mis manos y me guía hacia su guapo compañero que permaneció de pie junto a la chimenea. -"Blaire conoce a Alessandro y Alessandro conoce a Blaire". Lo miro mientras nos estrechamos la mano. Elly seguro sabe cómo escogerlos. El hombre parece el error que desearía haber hecho pero nunca lo hice. Ojos oscuros penetrantes que parecen pozos sin fondo de pecado, pelo tan negro como mi alma, y un cuerpo hecho para el placer. Olvídate del sexo con piernas, es un orgasmo esperando que suceda. -"Es genial finalmente conocerte", le digo. Sonríe una sonrisa lenta que es mitad sonrisa y mitad seducción. Jesús. -"Igualmente. Elly me ha hablado mucho de ti". -“Oh, Dios mío. Eso no suena muy prometedor". Elly se ríe mientras toma su mano, entrelazando sus dedos. "Alessandro, bebé, ¿te importaría buscar el regalo que trajimos para Blaire? Lo dejé afuera en la puerta". El hermoso Alessandro la agarra por la parte posterior de su cuello, tirando de ella hacia adelante y besándola profunda e intensamente. Mientras sus lenguas se enredan, me encuentro ruborizándose. No soy mojigata, lejos de eso en realidad, pero el nivel de intimidad y pasión que comparten en ese beso evoca fácilmente imágenes de ellos follando, e incluso tengo mis límites.

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Incómoda, me aclaro la garganta. Alessandro se aleja de ella. -"No se metan en demasiados problemas". Elly sonríe. -"¿Nosotras? Nunca". Él coloca una mano en la curva de su cadera, presionando sus dedos allí, y se aleja. Mientras ella lo observa salir de la habitación, escucho a mi mejor amiga, firme, sin vacilar ella suspira y agita sus pestañas como una caricatura. -“¿Qué mierda? -¿Quién es esta mujer y qué le pasó a mi mejor amiga?”. -“El sucedió”. Ella asiente hacia la puerta. -"Amiga, si besa así, sólo puedo imaginar cómo se come tu coño", me burlo. -“¡Ewww, Blaire!” -exclama riendo. Le guiño un ojo y me río.- "¿Y Bien?" Ella sonríe mucho antes de cubrirse la cara con las manos. -"Oh Dios, no tienes ni idea... me pongo nerviosa solo pensando en ello". -"Vaya puta". -"Es su lengua... ¿Qué puedo decir? Debe ser un tesoro nacional". Nos reímos y caemos en el sofá. Ella tira mi cabello hacia un lado y empieza a trenzarlo. –“Dejando todas las bromas aparte…” -"¿Sí?"

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"¿Cómo estás? ¿Estás feliz? ¿Es esto lo que quieres?" Miro hacia el techo antes de concentrarme en su rostro una vez más. -"¿Qué es la felicidad? Para mí, es un sentimiento esporádico que nunca dura". Pienso en Lawrence y nuestro tiempo juntos y cómo se fue esta mañana sin ni siquiera molestarse en decir una palabra a mi cara, mostrándome exactamente lo que soy para él. Pienso en mi verano mágico con Ronan y cómo me miró la última vez que lo vi. -“No, Elly, no quiero la felicidad. Quiero seguridad, así que sí... esto es lo que quiero". -“Oh, Blaire”. -"No, oh, Blaire, Elly. Estoy bien. Verdaderamente, lo estoy". Sus ojos, tan llenos de duda y tristeza, me dicen que ella no cree una palabra de lo que acabo de decir. Sonrío más brillante. –“De todos modos, ¿qué tal un champán?” -“Blaire, el champán no hará que tus problemas desaparezcan". -"Tienes razón. Sin embargo, el champán lo hace todo mejor".

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Capítulo 13

Ronan

"¿TIENE

UNA

INVITACION

SEÑOR?",

Pregunta

el

hombre

uniformado junto a la puerta de hierro, mirando dudosamente a mi camioneta destartalada. "No la tengo, pero me esperan". Eso espero. -"¿Cuál es su nombre?", -pregunta menos cortésmente que antes, probablemente pensando que estoy lleno de mierda. -"Ronan Geraghty". Observo mientras busca por mi nombre en la lista de invitados que está sosteniendo. Después de mover una página o dos tan lenta y tranquilamente como puede, levanta la vista y, a regañadientes, dice: "Buenas noches". Enciendo de nuevo el motor. Rachel no estaba bromeando. Se mueve hacia un lado y presiona un botón en la pared de ladrillo. Veo cómo se abren las grandes puertas de hierro, atrayéndome, dándome la bienvenida a lo desconocido. Susurrándome débilmente que entre en el exuberante mundo que celosamente protegen, donde todo es posible y fácil y sólo problemas de champán existen. Mientras empiezo a subir por el largo camino sinuoso que me llevará a la casa 151


principal, una casa que puedo ver elevándose como una montaña brillantemente iluminada por la colina, creo que estoy a punto de nadar con los tiburones en aguas peligrosas. Estoy tan jodido. Entrego mis llaves al valet horrorizado y lo miro conducir en mi camioneta de segunda mano. Y yo, como mi camioneta, no pertenezco aquí. Tirando de mi corbata que de repente se siente como si fuera un lazo alrededor de mi cuello, giro para hacer frente a las puertas de una de las casas más grandes que he visto. Dudo cuando considero que no voy a dejar a nadie ser más sabio que yo. Pero en ese corto momento, mi pasado, presente y futuro pasan delante de mí. Mi mamá leyendo el pequeño príncipe en la cama. Mis padres bailando lentamente en nuestra cocina mientras Jackie y yo los observábamos

a

escondidas

detrás

del

sofá.

Mis

padres

despidiéndose alegremente de mí cuando voy a clase, con la cabeza llena de historietas y deportes. Abuela y abuelo diciéndonos que mamá y papá están en el cielo. Creciendo en un abrir y cerrar de ojos, llorando mi infancia lejos en una almohada empapada de lágrimas una niñez destrozada. Aprender a vivir, a reírse de nuevo. Encontrar consuelo en la fotografía y eventualmente la llegada de Ollie. De pie fuera del Met, esperando a que mi jefe salga, esperando mi vida para empezar. Mi vida empezó en el momento en que mis ojos se posaron sobre ella, una hechicera de ojos azules escondiendo un alma engañosa detrás de su belleza envenenadora. Su risa llenaba mis paredes vacías del dormitorio y mi corazón vacío. Sus besos, su boca,

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su cuerpo, sus gemidos, su sabor en mi lengua que me hace caer de rodillas, engañándome a pensar que ella era mía. Sus palabras me decían que no era suficiente, que todo era un sueño y que era hora de despertarme. Verla desaparecer dentro de su apartamento, llevándose con ella lo que quedaba de mí. Largos días e incluso noches más largas por delante. Mi amigo Edgar lo tenía todo. Envidio a Edgar. Odiándome a mí mismo por sentirme resentido. Me imagino con Rachel. Su cuerpo acogedor moviéndose debajo de mí. Sus palabras seductoras. Mirando alrededor de mi apartamento de mierda después de que se fue, preguntándose por qué no, por qué no yo. Venir aquí, persiguiendo sueños efímeros. Si me voy ahora, volveré a la nada... volveré a ser nadie... pero si me quedo... Tal vez. Me imagino rodeado de opulencia y éxito. Y qué imagen tan seductora pinta. Me paso una mano por el pelo y camino dentro del mundo dorado que brilla frente a mí. Ella está de pie al final de la gran escalera. Rachel. Su cuerpo blanco marfil cubierto en seda de color crema brilla como una estrella solitaria en un mar de trajes negros y smokings. Debo ir donde está ella, pero quiero admirarla un momento más. Ella es impresionante. Miro a un hombre que está muy cerca de su lugar, su mano sobre su espalda baja mientras se inclina y le susurra algo en el oído. Ella se vuelve para mirarlo y sonríe cortésmente, pero la

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sonrisa no llega a sus ojos. Es la sonrisa que vi por primera vez fuera de la galería. Fría como hielo. Intocable. Y de alguna manera, me encuentro contento de que no haya rastros de la Rachel que pasó una noche desinhibida y salvaje en mi cama. La Rachel que conozco existe bajo ese exterior finamente manicurado y caro escondido del mundo. Tomo un trago de la cerveza que había agarrado de un camarero que pasaba. Estoy a punto de caminar hacia ella cuando siento a alguien que viene a pararse a mi lado. – “¿Ronan? ¿Eres tú?" Me vuelvo para mirar a la mujer a mi izquierda, observando sus rasgos familiares. Cabello castaño hasta la barbilla. Muy bonita. -"Elly, ¿verdad?". Ella es la chica que traje a la casa de Lawrence el otro día. La mejor amiga de Blaire. -"Sí. ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Estás trabajando?" Ella se calla, y se sonroja. -"Lo siento mucho. Yo puedo ser una idiota a veces." -"No te disculpes. Para ser honesto, yo me pregunto lo mismo.” Ella se ríe, sus ojos marrones brillan cálidamente. -"Igual yo. Esta fiesta es una locura, ¿no?” -"Podrías decir eso." Ella escanea la habitación, tomando todo. Me aclaro la garganta y trato de parecer Indiferente cuando le pregunto, "¿Está Blaire aquí contigo?”

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-“No, estoy aquí con Alessandro. Sus padres conocen a la mujer que está dando la fiesta. Rachel, creo." -“Ya veo” -digo, enterrando una mano en el bolsillo de mi esmoquin alquilado. Elly me observa por un segundo demasiado largo y un pequeño ceño se forma en su frente. Ella está tranquila por un minuto o dos. -"Me siento como una heroína en uno de esos libros de Regency que Blaire ama tanto. ¿Ya sabes? donde la muchacha va a una fiesta vestida en un vestido hermoso y roba el corazón del duque con una danza o algo así”. Miro directamente delante de mí, imaginando a Blaire ruborizada en mi cama con un viejo libro de bolsillo en sus manos mientras me lee en voz alta. El recuerdo me hace sonreír. -"Siempre bromeaba que no podía competir contra un duque.” En cuanto pronuncio esas palabras, me doy cuenta del error que acabo de cometer. Robo una mirada a la chica que acaba de saber la verdad de mí y ver la comprensión amanecer en su rostro engañosamente inocente. "Eres tú, ¿cierto? Eres el chico que Blaire estaba viendo durante el verano. Por el que estaba loca.” Miro hacia otro lado, vacilando. -"Lo sabía. Me miró extraño cuando le mencioné tu nombre. En ese momento, pensé que era mi imaginación, pero ahora veo todo tan claramente. " -"¿Y qué si lo soy? Se acabó."

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-“No, no lo creo. Como Blaire, llevas tu corazón en tus ojos ", dice en voz baja. Apreté mis puños. Incluso cuando ella no está aquí, logra joder con mi tranquilidad. No hay respiro de ella. Una vez fue el cielo y ahora ella es el infierno en el que me estoy quemando. -"Ella es parte del pasado. Ahora si me disculpas” -digo, empezando a alejarme. Ella agarra mi antebrazo y me detiene, su pequeña mano agarra con fuerza que no creí que ella tuviera. - "No te rindas con ella," ella suplica. -"He terminado. Ella hizo su elección, y no fui yo." -"La amas. Todavía. Puedo verlo en tus ojos.” -“No, Elly. Te equivocas. Nunca amé a Blaire." Sonrío con ironía. "Ame una mentira." Me alejo, dejando a Elly atrás. -"Ella te ama. ¡Está demasiado asustada para admitirlo!" Cerrando los ojos, me detengo momentáneamente. Parte de mí quiere volver y preguntarle qué significa. Quiero que sus palabras me den esperanza, iluminar la oscuridad en la que me estoy ahogando, pero no lo hago. En su lugar, sigo caminando. Doy la espalda a Elly y al hombre que solía ser; Ira, resentimiento, celos que impulsan cada paso que doy. Me muevo detrás de Rachel, que ahora está hablando con un hombre. Empujándome contra su espalda, su dulce culo acunando mi polla, retiro su cabello largo a un lado y beso la curva de su cuello una vez,

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no importándome una mierda por el extraño viéndonos. Ella tiembla bajo mi boca. -"Hola Rachel. ¿Me extrañaste?" Se vuelve hacia mí, sonrojada. -"Viniste." Levanto una ceja. –“No pareces sorprendida.” -"No lo estoy. Sabía que vendrías.” -"¿De Verdad?" -"Sí." Acaricio su mejilla ruborizada con la parte de atrás de mis dedos. "Olvidé lo hermosa que te ves cuando te ruborizas por mí. " Alguien se aclara la garganta, recordándonos que no estamos solos. Ella se lame los labios como si pudiera saborearme. -"Compórtate," dice ella. -"No quiero." Me inclino, susurrando en su oreja, "Lo que quiero es follarte de nuevo." -"Eres imposible." Sonrío mientras sacude la cabeza, ocultando una sonrisa complacida. Ella agarra mi mano y gira sobre sus pies hasta que estamos frente a su invitado, un hombre mayor que lleva una pajarita graciosa y gafas verdes brillantes.

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-"Carl, me gustaría presentarte a Ronan. Es el fotógrafo del que te estaba hablando. Y Ronan, este es Carl Brunswick, mi mejor amigo y dueño de The Jackson. " Joder el infierno. Mis ojos se ensanchan. ¿El Jackson? El Jackson es la galería de arte más exclusiva en Nueva York, Los Ángeles, París, Honk Kong, Dubai, Tokio y Milán. Demonios, si Carl Brunswick toma Interés en ti significa que lo has hecho. Ni siquiera Edgar con sus pinturas de millones de dólares ha sido capaz de entrar en el Jackson. -“Un placer, señor,” -dije-. Me estrecha la mano. -"Oh sí, ahora recuerdo. Nuestro diamante en bruto". Se detiene, estudiando mi ropa, cabello, cara y manos. –“Es hermoso, Rachel. ¿Dónde lo encontraste?” Ella vacila. –“Lo conocí en la exposición de Edgar Juárez.” Una sonrisa astuta aparece en su cara. -"¿De Verdad? Si mi memoria no me falla, lo que nunca hace, por lo que me parece recordar te esperé dentro de la galería durante horas y nunca apareciste”. Siento el malestar de Rachel, así que los interrumpo, diciendo: "Es mi culpa. La invite a una copa antes de que entrara." -“Bebidas, ¿eh? ¿Es eso lo que los jóvenes lo llaman hoy en día?” Él se ríe entre dientes. –“Pero no importa eso. Si Rachel dice que tienes talento. Tiene uno de los ojos más exigentes en el negocio”. Se dirige a Rachel, pero su vista sigue estando fija en mí. -"Rachel, cariño, si su trabajo es la mitad de tan bueno como su cara, tengo la

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sensación de que tu protegido irá muy lejos... muy lejos. Con un poco de ayuda de este buen viejo, por supuesto." El resto de la noche pasa en un desenfoque. Brindis de Champagne. La gente me trataba como a una persona en lugar de algo menos. Mujeres de pie muy cerca de mí, sus manos acariciando mi brazo con invitación, susurrando palabras seductoras. Ya no soy invisible. Escuché que eres fotógrafo. Me encantaría ver tu trabajo. Rachel me presentó a personas más importantes y poderosas. Más champán. Más caviar. Cigarros cubanos. Vinos de la vendimia. ¿Quién es él? Es el juguete de Rachel. Es suntuoso. Algunas personas tienen toda la suerte. He oído que Carl se interesó por él. Me pregunto si podría presentarle a mi Laura... ella ama el tipo artístico. Deberíamos invitarlo a una cena. Susurros y conversaciones sobre mí. Los ojos en mí. Dios mío, pero es impresionante. ¿Alguna vez has visto una boca como la suya antes? Nadie debería ser permitido ser tan hermoso. Me pregunto si está durmiendo con Rachel por su dinero. Pero por supuesto, ¿por qué más? Probablemente quiera salir adelante. Podría usarme para salir adelante en cualquier momento. ¡Elizabeth! Podría ser tu hijo. No sería la primera, ¿sabes? Por una vez, sé lo que se siente al estar de pie en el otro lado de la puerta, el lado donde no les abres puertas a las personas, pero la gente las abre para ti, y estaría mintiendo si dijera que no me gustaba. Yo estaría mintiendo si dijera que no me gustaba cómo se sentía ser

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alguien en una habitación llena de alguien cuando toda mi vida he sido invisible para ellos. Sin embargo, hay algo que me impide perderme completamente en este sueño muy vívido. Estamos de pie en la terraza, observando las estrellas y tomando aire fresco. -“Creo que has hecho una buena impresión.” "¿Sí?" -“Sí, especialmente en Carl. Quiere ver algo de tu trabajo tan pronto como sea posible. Él está muy interesado." Tomo un sorbo de champaña, encogiéndome de hombros. Rachel quita la copa de cristal de mi mano y la coloca en la balaustrada. Luego, se vuelve hacia mí, tomando mi mano en la suya. -"¿Qué pasa? Pensé que esto era...” -"¿Pensabas que esto era lo que quería?" Miro fijamente a los jardines en frente de nosotros. -"No lo sé, Rachel. Todo esto es muy bueno, la fiesta, el champagne, el interés, pero siempre pensé que lo haría por mi cuenta. Nunca imaginé que tendría que follar mi camino a la cima. " La oigo respirar bruscamente. –“No quisiste decir eso, Ronan. Esas palabras no son dignas de ti.” -"Me disculpo. No lo merecías, pero es la verdad, ¿no? Si no hubiéramos jodido, no estaría de pie aquí ahora mismo hablando de mostrar parte de mi trabajo a Carl Brunswick. Todavía sería una persona a quien a nadie le importa una mierda". 160


-"Me gustaría llamarlo destino", añade tranquilamente. -"Pero eso no es lo que realmente te molesta, al menos no completamente, ¿verdad?” Estoy en silencio por un momento, mirando las colinas que están frente a nosotros. "Es que siempre pensé que yo podría hacerlo por mi cuenta." ´

Ella agarra mi cara, haciéndome mirarla. -"Ronan, escucha

atentamente. Tanto como Carl me ama, él no pondrá su negocio o su reputación en la línea porque estoy durmiendo contigo. Si él ve potencial en tu trabajo, él te dará una oportunidad. Si no lo hace, te lo dirá sin disculpas. Si llegas a la cima no es por mí, es por ti.” Abro la boca para decirle que no habría una oportunidad sin ella, pero ella me interrumpe. –“Para ya, hombre testarudo escucha lo que digo. Todo lo que estoy haciendo es darte un pequeño empujón en la dirección correcta. Tu talento hará el resto. Ahora para, y bésame". Ella tira mi cara más cerca de la de ella, nuestras bocas casi se tocan. -"Bésame." Todavía no estoy convencido, pero la beso de todos modos. Busco el consuelo de mis pensamientos en su boca, necesitando su cuerpo y el alivio que puede ofrecerme en este momento. Cuando nos separamos, agarro su culo, tan suave cubierto de seda, y froto mi erección creciente contra su coño. -"Vamos a tu habitación." "No, no puedo dejar a mis invitados," ella respira, pero sus ojos aturdidos en lujuria dicen lo contrario. 161


-"No me importa una mierda. Te quiero y me quieres. ¿O quieres que te folle aquí delante de todos tus invitados?" Gimiendo, su respiración se acelera. -"No lo harías." Agradecido de estar de pie en un área aislada, le deslizo las correas de su vestido de sus hombros, exponiendo sus tetas y enterrando mi cara en ellas. -“Yo lo haría, y tú lo sabes.” Le chupo los pezones, rodando la punta con la lengua, mordiendo, saboreando. -"Oh Dios." -"Guarda eso para más tarde, nena." Ella se ríe con fuerza, y es como el sexo en mis oídos. –“¿Qué voy a hacer contigo, Ronan?” -"Que más, joderme sin sentido, por supuesto. Ahora vamos a irnos antes de dar a todos un espectáculo que no olvidarán. " Mientras caminamos hacia su dormitorio, ella pregunta: -"¿Quién era esa chica con la que estabas hablando cuando llegaste?” ¡Ah! Ella estaba prestando atención, después de todo. –“Nadie importante”. Dentro de su habitación, le digo que se siente en la silla junto a su cama. -"¿Por qué?" -"Ya lo verás." 162


Me arrodillo delante de ella, tirando de su tanga, y empujo sus piernas separadas. -“¿Estás disfrutando la fiesta, Ronan?” -pregunta

suavemente,

cerrando los ojos mientras su cabeza gira hacia atrás en la parte posterior de la silla. Sus manos van hacia mi cabello, acercándome más. -"Ahora lo estoy", digo antes de que me pierda en su sabor con mi lengua

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Capítulo 14

LA MAÑANA SIGUIENTE, LLAMO A LA OFICINA y le digo a Gina que no podré ir a trabajar hoy. No es que ella me necesite ya que Lawrence todavía está fuera del país, y, al parecer, Blaire le pidió a Tony que sea su chofer. Muy bien, pienso para mí mismo aunque las palabras suenan huecas y falsas. Vuelvo a la cama y veo a una desnuda Rachel sonreírme mientras intenta cubrirse con la sábana. -“¿Te has metido en problemas?” Sacudo la cabeza, nuestras miradas se conectan. –“Baja la sábana. Déjame verte." Se ruboriza, pero permite que el material caiga como agua corriente por su cuerpo desnudo. Hipnotizado, mis ojos absorben la forma en que su cabello rubio cubre sus hombros, el color rosado de sus pezones y las suaves curvas que la hacen tan condenadamente tentadora. Con Blaire aun jodiendo con mi mente, busco consuelo en el cuerpo de Rachel. -"Abre las piernas," murmuro roncamente. Apenada e insegura, Rachel abre sus piernas suavemente mientras que sus ojos me queman invitándome. Me arrodillo delante de ella, bombeando mi polla en mi mano, deseándola de nuevo. -"No. Mi jefe está fuera de la ciudad, así que en realidad no importa." 164


-“¿Entonces eres chófer durante el día?” -pregunta, siguiendo el movimiento de mi puño. -"Entre otras cosas." Ella me observa mientras me inclino sobre ella, tomando sus manos en las mías y poniéndolas por encima de su cabeza. Sus pupilas se ensanchan con excitación mientras sus labios se separan y la beso profundamente, ásperamente. Es un beso necesitado que nos deja a ambos sin aliento y ardiendo de adentro hacia afuera. Bajando la cabeza, muerdo su hombro y luego bajo capturando su teta en mi boca. Ella ronronea en mi oído mientras mi lengua chupa su pezón hasta que se pone dolorosamente duro. Con la espalda curvada, hunde los pies en el colchón. -"Por favor, Ronan..." Hay un rubor que está extendiéndose desde las crestas de sus mejillas hasta su pecho. Puedo ver el rápido ascenso de su pecho y sentir su desesperación aumentando. Sonrío contra su piel. -"¿Qué deseas?" Ella sacude la cabeza. -"No, Ronan... yo..." -"Muéstrame", le digo antes de morder su cuello. Rachel se acerca para tocarme, envolviendo mi polla en su pequeña mano. Arqueándose, ella comienza a frotarme

contra su coño,

mojando la cabeza, haciéndome temblar, volviéndonos a los dos locos. Coloca la cabeza hinchada en su entrada y agarra mi culo, tirando de mí dentro de su coño cómodo y húmedo y envuelve sus piernas alrededor de mis caderas. 165


Ella jadea y yo gimo cuando estoy profundamente enterrado en su coño. Mantengo mi mano en su muñeca y comienzo a follarla en movimientos lentos y suaves, sintiendo las paredes de su coño estrecho alrededor de mí, estirándose para mí. -"¿Qué estas...?" gime ella. Dentro. "…haciéndome..." Fuera. "No puedo tener suficiente de ti...". "Y Carl está esperando..." Fuera. -“Él puede esperar. Voy a desayunar." Dejando de lado sus manos, me apoyo en mis antebrazos y continúo empujando, hundiéndome más profundo cada vez y llegando más lejos. Mis brazos están temblando y su cuerpo está temblando debajo de mí. Mi visión se desdibuja. Sus gemidos se vuelven más desesperados. El ritmo es duro y rápido ahora. Exigente. Urgente. Y sólo la liberación aliviará la fiebre que se extiende en nuestros cuerpos. Dejo de moverme, todo mi cuerpo temblando con la dolorosa necesidad de liberarme. Mi polla todavía enterrada dentro de ella, prolongo la tortura y retiene nuestro placer. Ella mueve sus caderas desesperadamente, buscando su propia liberación. -"Ronan... No puedo soportarlo más. Necesito..." -"Frota tu clítoris, Rachel. Siénteme dentro de tu coño. " Mirando hacia abajo a donde estamos conectados como uno solo, la veo tocándose a sí misma, tocando mi polla cubierta en su reluciente necesidad. Gimo jodidamente perdiéndolo, comienzo a golpear en ella una y otra vez, bombeando más profundo y más profundo, más duro y más duro. Oigo la cabecera golpear contra la pared, el espejo colgado

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por encima de la cama, chillan fuertemente mientras sus gemidos se hacen más fuertes y más fuertes en mi oído con cada empuje. -"No más", ella implora, ella ruega. Su voz ronca. -"Si más. Y más. Y más." Y voy más y más fuerte. Las paredes de su coño empiezan a revolotear a mí alrededor. Le tapo la boca con la mía, tragando sus gritos mientras nos llevamos a ambos por el borde, y me vengo dentro de ella.

******

Rachel y yo vemos a Carl revisar algunas de mis fotografías en la sala de estar. Estamos de pie en mi pequeña cocina, esperando que decida mi futuro. Es curioso cómo funciona la vida a veces. Solo hace un par de semanas, pensé que había tocado el fondo. Mi vida parecía estar en ruinas. Tenía un trabajo sin salida y un corazón roto. Entonces conocí a Rachel, y ahora Carl Brunswick está en mi apartamento, mirando mi trabajo. Rachel golpea mi hombro con el suyo. -"¿Qué estás pensando? Estás callado." Me encuentro con su mirada y sonrío. -"En el desayuno."

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Ella sonríe. Perdidos en los recuerdos de esta mañana, no escuchamos a Carl caminar hacia nosotros hasta que está de pie a dos pies lejos de nosotros. -"Ronan, hijo mío, Rachel no estaba equivocada. Eres muy talentoso." El mira en dirección de Rachel. -"¿Estás bien, cariño? Estas toda sonrojada." -"Yo – ah – hace calor aquí. Estaré bien. Disculpa." Sus ojos de un azul suave, aturdido. –“Necesito usar el baño." Ella comienza a ir allí pero se detiene después de dar unos pasos, dándose cuenta de que no debería saber dónde está el baño de mi apartamento. -"Ronan, ¿es por ahí?” "Deja que te muestre." Miro a Carl, que sonríe dándose cuenta de nuestra mentira. "Disculpe." Yo la sigo y una vez que estamos fuera de la vista de Carl, empujo a Rachel contra la pared, mi protuberancia acunada en ese lugar suave y cálido entre sus piernas. Le golpeo el culo posesivamente, acariciando la redondez y bajando mi cabeza a la de ella. -"Deja de sonrojarte o voy a tener que tomarte de nuevo." -"No... Carl es ..." Ella inclina la cabeza hacia un lado, ofreciéndose a mí, y cierra los ojos. -"No me importa una mierda." Ella se ríe con fuerza. –“¿No has tenido suficiente? Apenas puedo caminar."

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-"No, Rachel." Presiono su cuerpo inferior en el mío, imprimiendo el contorno de mi polla en su falda extravagante, regando de besos en su cuello, mis labios tocándola, y la hinchazón de sus pechos levantándose sobre su camisa. Sonriendo, le digo: -“No he tenido suficiente." -“Ronan, por favor." Traga y me agarra de la parte de atrás de la cabeza, acercándome a ella. Sus palabras niegan, pero su cuerpo me recibe con entusiasmo. Empujo su pelo perfectamente peinado fuera del camino, y comienzo a chupar la parte posterior de su cuello, marcándola. -"Oh Dios... Sí, Ronan." Después la dejo ir y sonrío como un hijo de puta engreído mientras la veo alejarse con las piernas temblorosas y los ojos ardientes, el calor se extiende por sus mejillas. En la sala de estar, veo a Carl mirando otra fotografía. Cuando se da cuenta de mí presencia, coloca la foto en la mesa de café y regresa a la pequeña cocina. -“Eres un joven muy talentoso. Estoy realmente sorprendido de que hayas permanecido fuera del radar durante tanto tiempo." -“Gracias. Supongo que nunca he perseguido nada demasiado en serio. La vida se interpuso en el camino". Después de que entré en la escuela de arte, Jackie quedó embarazada y necesitó mi ayuda. Puse mis sueños en segundo plano, dejé la escuela, y conseguí un trabajo

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que pagó buen dinero. No podíamos permitir que nuestros abuelos pagaran por todo. Y luego un par de años más tarde, otra oportunidad vino a llamar a mi puerta. Edgar me puso en contacto con un vendedor de arte, que había visto un rodaje que hice para una revista de moda muy oscura y le gustó lo que vio. Hicimos una cita para reunirnos en su galería el día antes de que volara a Milán. En mi camino a la reunión, recibí una llamada de la escuela. Ollie se había caído de las barras del parque y se había roto el brazo. Jackie estaba trabajando y no podía salir del trabajo y nuestros abuelos estaban lejos visitando a amigos en la Florida. Llamé al comerciante de arte y me disculpé. Nunca nos conocimos. -"Ya veo... ¿Te puedo dar un consejo?” -"¿Sí?" Levanto una ceja. -"Sé amable con ella. Acaba de salir de un desagradable divorcio”. Recostado contra la nevera, cruzo mis brazos sobre mi pecho. -"Sólo nos estamos divirtiendo." Se quita las gafas y las limpia cuidadosamente con un pañuelo. -"Todo es diversión y juegos hasta que alguien sale lastimado, ¿verdad?” -"Con todo respeto, lo que Rachel y yo decidimos hacer no es asunto suyo." -“Por supuesto, pero...” -“Es adulta, sabe lo que está haciendo.” -“Sé que sí, pero ¿tú sabes lo que estas habiendo?” 170


Frunzo el ceño. -"¿Qué quiere decir?" -“Tengo la sensación de que estás jugando un juego muy peligroso, Ronan. Uno que dejará a mucha gente herida. ¿Sabes lo que pienso?” -“¿Por qué no me ilumina?” Carl me mira, como si fuera capaz de ver más allá de mis paredes. "Creo que estás persiguiendo más que la fama aquí, algo que Rachel y yo no podemos darte. Puedo estar equivocado, pero rara vez lo estoy." En ese momento, Rachel regresa a la habitación, obligándonos a abandonar el tema. Dejo de apretar mi mandíbula para que pueda sonreír a Rachel, que nos está observando cuidadosamente. -“¿De qué estaban hablando? Pareces serio”. Mirando fijamente a Carl, tomo la mano de Rachel en la mía, la levanto a mis labios y la beso. -"Nada importante." -"Entonces, ¿qué piensas, Carl?" Ella sonríe a los dos. "¿Crees que Ronan tiene lo que se necesita para tomar el mundo del arte y triunfar?” Se aclara la garganta, pero no puede borrar la preocupación en su expresión. Mirando a Carl, tengo el presentimiento de que él quiere que rechace su ayuda. En su silencio, me está dando la oportunidad de hacer lo correcto y alejarme de Rachel, pero he terminado de hacer lo correcto. Por una vez en mi vida, quiero pensar en mí y sólo en mí. Permanezco en silencio. 171


-“Estoy bastante seguro de que lo hará, Rachel. La pregunta es," se voltea para mirarme, “¿estás listo, mi muchacho?" Así que la charada está de vuelta, y no estoy sorprendido. La cosa es, aunque puedo ver la preocupación y el afecto que Carl tiene por Rachel, no puede ocultar la codicia detrás de sus ojos. Él me quiere tanto como Rachel me quiere. Me encojo de hombros. –“Llamaré a mis contactos en el New York Minute, The City y Vanity. Uno de ellos te escribirá un perfil si te lo pido. Tenemos que empezar a generar algo de publicidad. ¿Tienes algo más que lo que acabas de mostrarme? ¿Estás trabajando en otra cosa?” Asiento, dándole una breve idea de en lo que quiero seguir trabajando. -"¡Oh! Ho, ho, ho, tu bandido." Se frota las manos con entusiasmo. "Esto va a ser magnífico." Pasamos el resto de la hora repasando detalles y trazando cada paso en mi camino hacia el éxito (o la perdición). Mientras sus palabras se convierten en un zumbido sin sentido que llena mi cocina, una imagen de mi mamá en sus rodillas vendando y besando las manos resecas y callosas de mi padre destellan a través de mis ojos. Trabajas demasiado, Noel. Mira tus pobres manos. -"De ningún modo. Levántate, Josephine. Sabes que no me gusta que estés de rodillas en el suelo. No pienses en mis manos. Estoy

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orgulloso de ellas. Nos pusieron un techo sobre nosotros, ropa y alimentos para nuestra familia. Y eso es suficiente para mí." "Pero-" -“Pero nada, mi amor. Quiero enseñar a Ronan y Jackie que si trabajas duro día tras día y nunca te rindes, todo es posible." Él toma su cara amorosamente, mirándola a los ojos. "Y así los sueños se hacen realidad." Sacudo la cabeza. ¿Qué estoy haciendo? "Espere. No he dicho que sí. Tengo que pensar en esto.” Carl y Rachel me miran como si de repente me hubieran brotado dos cabezas. Rachel coloca las palmas de las manos en la encimera. – “¿Qué quieres decir con pensarlo? Pensé que habíamos pasado por esto anoche. Carl está ofreciéndote la oportunidad de toda tu vida. Una oportunidad por la que la gente mataría.” -“Lo entiendo, pero...” Incesante, me ignora. -"Él está dispuesto a poner su nombre en la línea por ti porque él piensa que tú puedes llegar muy lejos. Piensa en ello, tu cara en la portada de revistas, artículos escritos sobre ti, entrevistas, fiestas, gente que clama por ti y por tu arte." Ella hace una pausa. -"Tu no tendrás que pararte afuera de otra exhibición de Edgar Juárez como un invitado insignificante. La próxima vez, será tu exposición y la gente estará allí para ti y sólo para ti."

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Carl inspecciona sus uñas manicuradas. –“Ella tiene razón, Ronan. La dignidad y el orgullo no te sacarán de…” Examina mi apartamento... "aquí." Me paso las manos por el pelo, queriendo arrancarlo. –“No he dicho que no. Solo necesito tiempo para pensar ¿está bien? Dame un descanso." Carl me golpea el hombro. –“Sólo estamos tratando de ayudarte. Haces parecer como si estuvieras vendiendo tu alma al diablo, hijo mío." ¿Por qué se siente como que lo estoy? Más tarde, estamos en una camioneta Escalade negra, Rachel alcanza mi mano y pregunta, "¿A qué le tienes tanto miedo?” Miro por la ventana y veo un par de ojos azules mirándome fijamente. Soy una buscadora de oro, ¿sabes? Follo por dinero." Ella me mira, una sonrisa cruel en su dolorosamente hermoso rostro. "Y francamente, no parece que puedas pagar mi precio."

-“De conseguir lo que quiero.”

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CAPITULO 15

Blaire

ESTOY SENTADA EN MI CASA, preparándome para la fiesta de máscaras de esta noche, cuando oigo abrir la puerta. Levantando la cara, veo el reflejo de Lawrence mientras entra en la habitación. Mientras lo miro, tan viril pero elegante e inmaculado en su esmoquin y sin un pelo fuera de lugar, parte de mí se vuelve inexplicablemente triste. Todos los rastros de mi cariñoso, amante dulce de hace una semana se han ido. Y cuando nuestros ojos se encuentran en el espejo, y yo soy capaz de mirar en ellos, compruebo que estoy en lo cierto. El fuego, la necesidad, la pasión y la alegría que vi brevemente en esos pocos días encantadores se han ido, y me hace desear llorar por su pérdida. Su fragancia fresca y desprendida está de nuevo en su lugar. Hay algo frío en su mirada que no estaba allí antes. Lawrence regresó hace unos días y apenas me ha dicho una palabra. Me folla, se complace con mi cuerpo, pero el juego -la intimidad- se ha ido. Comienza y termina en su cama y en nuestras respiraciones compartidas. Algo ha cambiado, y no puedo explicar exactamente qué. Agarro el mango de mi cepillo más fuerte. Odio el hecho de que su separación me molesta, que su rechazo me lastime, que me importe. Esto es por lo que firmé. Lo que quería. Lo sé. Pero pensé que 175


habíamos compartido algo especial en los días antes de que él dejara la ciudad. Pensé que... bueno, no sé lo que pensaba. Todo lo que sé es que las cosas no han sido las mismas desde que regresó de su viaje. Miro mi reflejo, frunciendo el ceño, mientras finalmente admito a mí misma que lo extraño-lo extraño a él. En el largo e incómodo silencio que sigue, Lawrence y yo nos miramos. No veo un solo destello de humor o emoción en sus ojos. Me vuelvo a mirar mi reflejo enrojecido en el espejo, con la esperanza de ocultar mis sentimientos de él. -"Ya estoy lista", digo, buscando mi lápiz labial. Aplico una sombra de rojo que coincide perfectamente con el rojo de mi vestido Valentino. Siento que Lawrence se acerca detrás de mí antes de que sus manos frías caigan sobre mis hombros. Es difícil imaginar que estas son las mismas manos que han tocado mi cuerpo tan conscientemente y apasionadamente. El pensamiento me llena de tristeza inexplicable. -"Lawrence... yo..." Me estoy volviendo loca preguntándome ¿qué ha cambiado entre nosotros? ¿Me lo imaginé todo? ¿Me imaginé la suavidad en sus ojos, la ternura en su tacto? ¿Me imaginé que, por un momento en el tiempo, compartimos el comienzo de algo que no puedo describir o entender, pero sé en lo profundo de mi corazón que era hermoso? Quiero ser honesta con él, pero la frialdad, el frío desapego en su mirada lo prohíben. Me recuerdo que lo que tenemos es sólo negocios. Nada más. Nada menos. -"¿Sí?" Acaricia lentamente mi clavícula. El movimiento es suave como plumas y me hace querer apoyar mi espalda contra su frente.

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Me acobardo. -"Oh nada. Olvidé lo que quería decir." Dejando ir mi cuello, Lawrence coloca un estuche de joyas delante de mí. -"Ábrelo," ordena con esa voz suya que hace que se me debiliten las rodillas. Tomo el estuche negro que descansa encima de la mesa de tocador y hago lo que ha dicho. Jadeando de sorpresa, miro a una pieza muy familiar de la joyería. "¿Podría ser esto?" Levanto la mirada para encontrarme con la suya en el espejo. "No lo hiciste." Sacudo la cabeza con incredulidad. -”No podrías haberlo hecho”. -”Por supuesto que podría, y lo hice”. -Agarra el collar que se encuentra sobre una cama de seda blanca y la sostiene. "Levanta tu cabello, por favor". Siguiendo sus instrucciones, veo a Lawrence colocar la cadena de diamantes y rubíes alrededor de mi cuello. Lo alcanzo con mi mano y deslizo mis dedos por las hileras de gemas en forma de rosa. Es el mismo collar que estaba admirando en la exposición del Met la noche que nos conocimos. No estaba bromeando cuando dijo que podía permitírselo. -” ¿Por qué?” -pregunto, encontrando su mirada. Él se encoge de hombros indiferente. -”Gracias, pero esto es demasiado, Lawrence. Incluso para mí”. -”Bueno, eso es lo primero”. Me mira con un desprecio tan frío, que me sorprende. Me sonrojo con vergüenza y bajo la cabeza.

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-“No, no bajes la cabeza. Mírame. Quiero admirar por lo que he pagado." Siguiendo su instrucción, nuestras miradas chocan contra el espejo. Levanta una mano y traza con la parte posterior de su dedo el color brillante de mis mejillas. -La modestia no te queda, Blaire. Después de todo, ¿no es esto lo que quieres de mí?” Baja una de sus manos en el escote desplomado de mi vestido. Cuando sus dedos entran en contacto con mi piel, me estremezco de miedo... o tal vez es la anticipación... o tal vez es la emoción. Pero sea lo que sea, no puedo negar el hecho de que estoy esclavizada a su toque. -"¿No es lo que esperas de mí?" Continúa Lawrence. Sostengo su mano sobre mi pecho, deteniendo la trayectoria de sus dedos. -”La crueldad no te queda, Lawrence. Pero sí, eso es todo lo que quiero de ti." Me detengo mientras recojo todo mi valor para mentirle. Cuando tengo el control de mis emociones, sonrío con insolencia. "¿Qué más hay que desear además de tu dinero?". Pretendo herirlo con mis palabras porque son las únicas herramientas que tengo en este momento. Y no pierdo, pero de nuevo, rara vez lo hago. Veo un parpadeo de emoción en esos ojos verdes y helados de él. Bien. Sonríe fríamente. "Ahí está la Blaire que conozco. Tan llena de odio y veneno, pero impresionantemente hermosa."

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Lo suelto y Lawrence continúa bajando la mano por la abertura de mi vestido. Observo el parpadeo de su costoso reloj Piaget, la longitud de su esmoquin, mientras su mano bronceada traza un camino por mi esternón. -"Míranos", ordena. Su mano va bajando y bajando, sin importarle que la seda de mi vestido pueda rasgarse. Cuando alcanza el ápice de mis muslos, no puedo evitar abrir mis piernas mientras Lawrence hunde un dedo dentro de mí. Me observa mientras añade lentamente otro dedo. Quiero cerrar los ojos pero no puedo, no lo haré. Quiero ver todo lo que me está haciendo. Memorizarlo. Grabarlo, así cuando mire hacia atrás a este momento, no sentiré un rastro de dolor, tristeza o arrepentimiento. Lawrence retira la mano. Lleva sus dedos a su boca, saboreándome. Luego baja la mano una vez más, entrando en mí con tres dedos esta vez, su saliva y la reacción de mi cuerpo a él lubricando su toque. Mi aliento se acorta cuando mi pulso se acelera. Agarro el borde de la mesa para equilibrarme y morder mi labio para evitar gemir. No le daré el placer de saber lo que me hace. Empieza a tirar de ellos dentro y fuera, bombeando salvajemente en mí, haciendo que mi cabeza se arremoline en el placer del dolor. ¿O es al revés? El olor dulce y penetrante del sexo llena el aire. Puedo oír la humedad que se acumula en mi coño mientras él entra en mí con sus dedos castigadores, despiadadas, caricias divinas. Lo siento hasta el fondo, tallando su nombre en la médula de mis huesos.

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Su pulgar comienza a frotar mi clítoris mientras me folla con su mano, enganchando sus dedos dentro de mí, golpeando mi punto G deliciosamente. Hay un rubor ardiente y caliente que se extiende sobre las mejillas de la muchacha que me mira fijamente; Sus ojos brumosos de lujuria, su ardiente fuego. Su respiración se acelera con la pasión incumplida mientras continúa follándome con los dedos hasta el olvido. Mi visión se desdibuja. Mi cuerpo arde. Me estoy ahogando. Estoy volando. Todo canta. Todo explota. Y así, me deshago. Desentraño. Y es el éxtasis de mierda. Cuando estoy lúcida, lo veo retirar su mano de mi cuerpo. La levanta y traza mis labios con sus dedos mojados. -"Abre la boca", ordena. Ignoro su demanda y él fuerza sus dedos más allá de mis labios, probándome en él. Una vez que los saca de mi boca, aprieta mi cabello en su mano, tirando de mi cabeza hacia atrás y haciéndome mirar hacia arriba. Sobrevolando sobre mí, sisea enojado, "prueba lo que mi maldito dinero puede comprar". Luego, se inclina hacia abajo y presiona sus labios contra los míos. Con el beso llegando a su fin, me deja ir y camina hacia la puerta. Lawrence se vuelve a mirarme una última vez. Parece compuesto y tan jodidamente distante. “Te esperaré en la planta baja”. Hace una pausa. "Te ves hermosa en ese vestido". -"¿Te gusta?" Le sonrío dulcemente, sintiéndome tan barata. “Pero supongo que deberías. Es algo que tu dinero compró”. Cuando sale de

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la habitación, busco el lápiz labial y termino de aplicar el lipstick en mis labios. No sientas. ¿Qué esperabas? Es sólo otro hombre.

*****

La fiesta de antifaces está en la casa de Alan Vanderhall, un amigo de la familia de Lawrence. Situado en Greenwich, la majestuosa propiedad es algo que sólo se ve en las películas. La casa se las arregla para dejarme boca abierta, aunque es más pequeña que la mansión de Lawrence en Long Island. ¿De dónde demonios están viniendo todos esos ricos? El camino está iluminado con linternas de papel japonés y los árboles están envueltos en luces parpadeantes. Es una hermosa vista para contemplar. En el momento en que lo hacemos dentro de la casa, creo que debo estar soñando un sueño brillante, colorido y rico. Cuando Lawrence me quita el abrigo y se lo entrega al mayordomo, miro alrededor del vestíbulo principal, con los ojos desembocados en candelabros de cristal que brillan como pequeñas constelaciones de estrellas, centenares, no, miles de flores desbordando cada rincón y esquina de la casa y un océano de personas escondidas detrás de las máscaras. Hay una especie de magia fluyendo a través de los pasillos de la casa que hace que mi corazón lata con emoción. 181


Lawrence está usando una máscara completa que representa a un dragón chino. Es una obra de arte con su diseño colorido e intrincado. Me pone la mitad de la máscara de un cisne negro, pero de nuevo, dudo de la existencia de un hombre o una mujer que pudiera oscurecer la magnificencia de Lawrence. La multitud parece dejar de hablar mientras se vuelven hacia la entrada para echar un vistazo mejor a nosotros. Apenas puedo oír a la orquesta tocando su música por encima de los latidos locos de mi corazón. Yo medio espero que él se aleje de mí como Walker hizo en el Met cuando coloca su mano en mi espalda baja, firme y posesivamente. Mirando hacia arriba con sorpresa, me encuentro con Lawrence mirándome con esos ojos verdes e inescrutables. "Ven," ordena. Pero cuando dudo, añade con suavidad, "No tienes nada de qué temer. Estás conmigo. No te dejaré ir." -"No tengo miedo," miento, levantando mi barbilla. Puedo decir que él no me cree, y odio el hecho de que él pueda ver a través de mis mentiras tan fácilmente. Su mano se curva alrededor de mi cadera. "Ven entonces. Muéstrales de qué estás hecha." Nos miramos el uno al otro por un momento que parece durar una eternidad. Dando a su súplica, empiezo a caminar con confianza. Independientemente de sus sentimientos hacia mí y lo que sucedió en la casa, estoy seguro de una cosa: Lawrence significa lo que dijo. Él no me dejará ir, y el pensamiento me hace sentir segura.

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Me presenta a su abogado, Ben Stanwood, un hombre con los más bellos ojos de color miel que he visto y que lleva una media máscara que representa a una pantera. Después de intercambiar algunas gentilezas, me disculpo y voy en busca de un baño. En mi camino de regreso, veo que Lawrence está ocupado con un grupo de personas. Dándole espacio, voy al salón de baile para ver a las parejas bailar la música de la orquesta. Hay un pilar a un lado, escondido detrás de algunas mesas de cóctel de alta tapa cubiertas de lino blanco, que ofrece la vista perfecta de la pista de baile. Camino hacia ella y reclino mi espalda y mi cabeza sobre la piedra de mármol. Estoy perdida en mis pensamientos, viendo a un hombre y una mujer bailar una canción lenta cuando alguien viene se para a mi lado. Siento su calor antes de oír su voz, y mi impulso traicionero se acelera. Él coge mi mano y entrelaza nuestros dedos fuertemente juntos. De esta manera, estamos juntos en un silencio cómodo, disfrutando de la música. Cuando la canción llega a su fin, hay una pausa completa y significativa antes de hablar. -"¿Bailas conmigo?” -pregunta con voz ronca. Su pregunta me recuerda otra vez cuando pronunció esas mismas palabras, no hace mucho. La memoria hace que mi pulso aumente. Me vuelvo hacia él, incapaz de rechazarlo. Lawrence quita nuestras máscaras y las deja en una mesa cercana. "Esto está mejor." Me acaricia la mejilla tan tiernamente que me duele el corazón. "Ahora puedo verte."

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Él nos guía a la mitad de la pista de baile, la multitud abriéndose para nosotros. Mi corazón no deja de tamborilear en mi pecho. Coloca mi temblorosa mano izquierda sobre su hombro, coge mi derecha en su izquierda, y trae su mano libre para rodear mi cintura firmemente, cerrando la brecha entre nosotros. Tan cerca, puedo sentir el calor de su cuerpo contra el mío, oler el champán en su aliento, ver la forma en que sus ojos devoran mi rostro, el hielo derritiéndose lentamente y haciéndolos brillar calurosamente una vez más. Cuando la orquesta comienza a tocar la siguiente pista, empezamos a movernos y estoy perdida ante todo y cada pensamiento. Es mágico y encantador. Estamos de vuelta en Coney Island. En la playa. En mi dormitorio. La semana sin él y lo que ha estado sucediendo entre nosotros desde que regresó se convierte en una fea pesadilla. Cerrando los ojos momentáneamente, me desplazo a través de la habitación en los brazos de un hombre que me sostiene como si fuera algo precioso y digno. Es una sensación embriagadora. Abriendo los ojos, lo encuentro mirándome. Me siento como la mujer más bella de la habitación, en el mundo. Es a él al que veo. Son sus manos, su cuerpo lo que siento. Es su olor que remolina en mi cabeza, embriagando mis sentidos tan llenos de él. Este no es el extraño de más temprano en la noche. Este es mi Lawrence, el hombre que me sostuvo en sus brazos mientras yo lloraba, mi amigo. Se inclina y coloca un suave beso en mi frente, tan diferente de antes, tan lleno de algo que me da miedo entender. "Lo siento."

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La forma en que me mira mientras su voz lleva palabras no pronunciadas hace que se extienda un calor en mi pecho, las mariposas revoloteando salvajemente en mi estómago. Tal vez soy una tonta por creerle, pero en este momento, realmente creo que él lo dice en serio. Enterrando mi cara en su pecho, digo: "Lo siento, también." Él deja de bailar. "Mírame, Blaire." Levanto mi cara mientras toma mis mejillas con ambas manos. Hipnotizada por él, levanto las mías y las coloco encima de las de él, preguntando suavemente, "¿Qué ha cambiado, Lawrence?" -"No sirve de nada. He intentado en vano ahogar mi a... “Se detiene, su toque se vuelve más posesivo, más intenso, más todo. "¿No lo ves? ¿No lo puedes ver?," Suplica, una profunda pasión vibrando en su voz. Aturdida,

sacudo

la

cabeza.

Lawrence

sonríe,

una

sonrisa

dolorosamente tierna que me hace querer llorar con su belleza. "Estoy celoso de cada hombre que te mira. Estoy celoso de todo hombre que te haya tocado antes que yo. Quiero que seas mía y sólo mía." Se inclina y presiona sus labios contra los míos, y en ese beso mágico y emocionante, Lawrence hace que todo el incesante ruido dentro de mí se vaya. Mi mente me dice que esto es sólo otro beso de un hombre que no tiene corazón, pero el mío me dice que escuche su silencio, que sienta y entienda lo que su cuerpo está tratando de decir, pero no puede ser ...

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Se retira. "Mi amor querido," dice con voz ronca, "todo ha cambiado." En un aturdimiento, como si estuviera soñando y que todo lo que pasa es a otra persona, logro decir: "Lawrence... yo..." Me detengo cuando por el rabillo de mi ojo veo a un hombre quitando su máscara. Normalmente, no le daría un segundo vistazo, pero algo sobre su aire me parece familiar. Volviendo en su dirección para ver mejor, lo veo hablando con una mujer rubia. Después de un momento que dura para siempre, le sonríe alegremente, baja su rostro al cuello de la mujer y le besa allí. Mi corazón deja de latir a la vista de él y siento como que voy a estar enferma-celosa y es un fuerte golpe en mi estómago. Mientras sus labios caen sobre su pálida piel, Ronan levanta la mirada y me mira directamente a los ojos.

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CAPITULO 16

"¿TODO ESTÁ BIEN? Te ves muy pálida." -”No, estoy bien. No te preocupes... Sólo... disculpa." Dejé ir a Lawrence y lo dejé parado en la pista de baile mientras salía corriendo del salón de baile. Corro junto a huéspedes y camareros enojados tratando de no dejar caer bandejas llenas de champán y otras delicias. Corro y no me detengo hasta que estoy fuera de la casa y en el jardín de atrás lejos de Ronan, Lawrence, y el dolor que me está ahogando. Imágenes de Ronan y esa mujer, sus labios en su piel, besándola íntimamente y como si la conociera asalta mi mente. Los celos estremecedores enganchan sus afiladas garras en mi pecho, haciéndolo casi imposible de ver claro. Me digo que no tengo derecho a sentirme así, que he decidido dejarlo ir, que no debería importarme que él esté con ella, pero no funciona. Mi cerebro me dice que lo olvide aunque todavía mi corazón, mi estúpido corazón y traicionero no me librará de él. Una vez que soy capaz de recuperar el aliento, ralear mi ritmo y seguir caminando durante un par de minutos, centrándome en mi entorno. Mis tacones altos se hunden en el suelo blando, el sonido de la hierba crujiente es la única indicación de mi existencia aquí. Después de una tarde lluviosa, el aire lleva un persistente aroma terroso mezclado con el del otoño.

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Me detengo cuando alcanzo una fuente oculta por un cenador de rosas, donde la única luz que se puede ver es la de la luna de plata. La música, un eco lejano, me acaricia cariñosamente los sentidos mientras la brisa del otoño me acaricia la piel. Una ráfaga de viento sopla a través de mí, haciendo que las hojas de los árboles bailen en la noche, despertándome de mi trance. Levanto mi cara y miro al cielo, esperando que la paz de mis alrededores silencie todo el ruido dentro de mí. Pero es inútil. Cansada, cruzo los brazos sobre mi estómago y bajo la guardia por primera vez desde que vi a Ronan. Estoy tan cansada y todo lo que quiero hacer es ponerme en una bola y llorar. Me río amargamente. Por mucho que intente huir de ese hombre, no me dejará. Suspiro y decido que es hora de volver a la fiesta. La necesidad de caminar directamente hacia los brazos de Lawrence, buscando seguridad y afecto, se apodera de mí. La culpa me corroe, pero todo lo que puedo pensar es estar cerca de él, de ser consolada por él y sus besos mágicos. Estoy enderezando mi vestido cuando oigo pasos de alguien. Pensando que es Lawrence quien me siguió, pego una falsa sonrisa en la cara y me doy la vuelta. "Lo siento antes. No pretendía correr así... Sólo... "

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-“Hola, Blaire", dice un hombre, dejándome caliente y fría de repente. Trato de tragar pero se siente como si mi boca estuviera llena con algodón. -"¿Qué estás haciendo aquí?" Mi compañero nocturno entra a la luz de la luna, permitiéndome ver sus rasgos dolorosamente hermosos. Parece un hombre diferente vestido con un esmoquin muy caro. Inaccesible. Su cabello castaño se deslizaba hacia atrás y perfectamente afeitado, podía pasar como un extraño. Y mientras camina hacia mí, me doy cuenta de que también parece más confiado. -"Disfrutando de tu mundo, Blaire," dice, sonriendo. Noto que incluso su sonrisa carece del calor que solía hacer que mi estómago revolotee. -"¿De Verdad? ¿Y cómo te va?" Se encoge de hombros. "Todo está bien." Sé que debo dejarlo solo, pero no puedo evitarlo. Tengo que saber. ”No sabía te gustaran las mujeres mayores." Mis ojos, hambrientos de verlo, recorren todo su cuerpo. Veo el costoso reloj que lleva, uno que él no podría haber pagado por su cuenta. -"¿Estás follándola por dinero?” Sonríe. "Como he dicho, estoy disfrutando de tu mundo y todo lo que ello conlleva."

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Me río, tratando de esconder lo mucho que me está lastimando. "Oh, cómo han caído los poderosos." Ronan agarra un paquete de Marlboro del interior de su abrigo negro, ostensiblemente imperturbable por mi burla. Saca un cigarrillo, lo coloca entre los labios, lo deja colgar libremente y lo prende. Después de tomar una larga calada, inclina la cabeza hacia atrás y sopla el humo en el aire. Cuando lo veo hacer eso, de repente me doy cuenta de que no es sólo su aspecto lo que ha cambiado. Él ha cambiado. Hay un aire imprudente y confiado en él que no estaba allí antes. Algo acerca de él grita que no le importa un carajo lo que piensas de él, todo el tiempo pareciendo puro sexo. -"¿No sabes que fumar puede matarte?" Alcanzo su cigarrillo, lo agarro, y lo llevo a mi boca, tomando una calada. "No sabía que fumaras," le digo y se lo devuelvo mientras saco el humo. Sus ojos se encuentran con los míos mientras nuestros dedos se rozan, el contacto me hace temblar. "Hay formas peores de morir." Ronan me toma por sorpresa cuando coge mi collar y lo acaricia, riendo sarcásticamente. -"Bonito, Blaire." Golpeé con fuerza su mano lejos. -"No me toques." -"Gracioso. Me parece recordar una época en la que solías pedirme que hiciera exactamente eso." -"¿Lo hacía? No me acuerdo de ello” -respondo despectivamente. Mirando lejos del infierno ardiendo en sus ojos, miro la noche.

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Envolviendo mis brazos alrededor de mí, trato de detenerme de alcanzarlo y tocarlo de nuevo, confesándole que lo recuerdo todo. -"¿Alguna vez piensas en mí? ¿En nosotros?” Le oigo preguntar. Todos los días y todas las noches. Me persigues en mis sueños y en cada hora de vigilia que estoy sin ti. "No. ¿Qué hay para pensar?" Ronan está a mi lado, cerrando el espacio entre nosotros. Levantando una mano, me frota el labio inferior con el pulgar. En el momento en que me toca, lucho contra el instinto de cerrar los ojos y perderme en su tacto. -"¿Qué es lo que tienes que me vuelve loco?" Mientras su mirada morena me mantiene cautiva, su toque se vuelve doloroso. -"¿Eso no me liberará de ti?” Incluso

cuando

estoy

follándola

y

mi

polla

está

enterrada

profundamente dentro de su coño, tú todavía consigues envenenar mis pensamientos". -"Eres un cerdo”, digo, empujando su mano lejos. No quiero estar a solas con él por otro segundo, así que me vuelvo y empiezo a alejarme. Antes de tomar más de unos pasos, Ronan agarra mi brazo izquierdo y lo retuerce detrás de mí mientras me jala contra él, haciéndome jadear. Lucho para liberarme, pero no sirve de nada. Estoy a su merced, y él lo sabe. Soy mantequilla en sus manos. Respirando duro, Ronan toma mis tetas. Su tacto es áspero y tiene la intención de castigarnos a los dos. "¿Te folla tan bien como yo?"

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Su mano serpentea, me toca allí, enterrando sus dedos entre mis piernas, más allá de la resistencia de mi vestido. "¿Se come tu coño tan bien como yo?” -"Detente, Ronan," le suplico, sin aliento y deseosa con pasión y dolor. -"Te amaba, ¿sabes? Pero ahora te veo y sé que perdí mi tiempo”. Golpeada por sus palabras, uso la única defensa que me queda: mi cuerpo. Me froto contra él, bajo mi mano libre y froto su erección. "Entonces, ¿por qué tu polla está tan dura?". Ronroneo. Deja ir mi brazo, poniendo un poco de espacio entre nosotros. Parece fresco y en control de la situación, pero yo sé que en el fondo no es tan intacto como parece ser. "Porque no se puede negar que eres un buen polvo. Tal vez eso es todo lo que eras." Le doy una bofetada tan fuerte como puedo, dejando una marca roja en su piel. Se toca la mejilla derecha y sonríe. "La verdad duele, ¿verdad, Blaire?” Estoy temblando de pies a cabeza. -"Vete al infierno, Ronan." Empiezo a alejarme cuando él me agarra por el brazo y me jala cerca de él otra vez. -"¿Qué? ¿No me das un beso de despedida?” Sisea enojado en mi oído, su cálido aliento enviando escalofríos por mi espina dorsal. Mi corazón late tan rápido, parece que va a explotar. Así cerca de él, la realidad reemplaza mis recuerdos. Su tacto es una vez más real y me atrapa, haciéndome cenizas. Su olor familiar de hombre y Ronan

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llena mi nariz, embriagando mis sentidos. Está aquí, delante de mí, pero nunca ha estado más fuera de mi alcance. Por un momento, pienso para mí misma: Esto es lo que debe ser vivir en el infierno. -"¿Qué cara...?” Trato de liberarme de su agarre. "Déjame ir, Ronan." -"No." Él aprieta su agarre. -" ¿Me has amado alguna vez, Blaire? ¿O era sólo otro jodido juego para ti?” -"No importa. Ya hemos terminado, y estoy con Lawrence." -“Mentiras. Mentiras. ¿Es todo lo que puedes decir?” -"Jódete." Sonríe con ganas. -“Encantado, pero sólo después de hacer esto”. Ronan me suelta, entierra sus manos en mi cabello, sus dedos acunan la parte posterior de mi cabeza y me empuja hacia él hasta que nuestra

boca

choca

agresivamente.

Mi

cuerpo

reacciona

inmediatamente a él, a su tacto, a su lengua, mientras una sensación de haber perdido algo y encontrarlo de nuevo pasa por mí. Sin embargo, es un beso lleno de odio y anhelo. Es fuego en mis labios, quemándolos, quemándome hasta el suelo. Es una guerra hermosa. Y se siente como volver a casa. Aturdida y bajo su hechizo, me derrito en el refugio de sus brazos y dejo que la emoción anule la lógica. Nuestras lenguas se enredan en una apasionada batalla que exige total entrega de nosotros dos, y por 193


un corto momento me rindo, drogada por su sabor, su esencia, por él. Me empujo más cerca de él como si estuviera tratando de fundir nuestros cuerpos en uno, sintiendo un arrodillamiento rendirse a través de mí, o ¿es él? Y qué tortura gloriosa es. Pero entonces la realidad se me viene abajo y me doy cuenta de lo que estoy haciendo. Lo que estoy permitiendo que suceda. Muevo mis brazos entre nosotros, recojo todas mis fuerzas, y lo empujo lejos de mí, terminando el beso abruptamente. Mi pecho sube y baja rápidamente. Miro a un Ronan frío, que parece intacto por el beso mientras lucho para permanecer erguida. -"¿Lo sientes, Blaire? Esa es la jodida verdad. Pero sigue mintiéndote a ti misma, ya no me importa una mierda." Me froto los labios con el dorso de la mano, tratando de calmar el aguijón de su beso, o tal vez, estoy tratando de frotar más profundo hasta que esté grabado en mi piel. En un momento de debilidad, me rompo. -"Se suponía que estarías fuera de mi vida. No se suponía que estuvieras de vuelta a estropearlo todo." -”Pero lo estoy." -empuja mi mano lejos y frota mi labio inferior. "¿Qué vas a hacer al respecto?". -"Nada. Estoy con Lawrence ahora." Al mencionar a Lawrence, su expresión se oscurece con odio. -"Podría haberte dado el mundo, Blaire. Jodidamente te amaba." Las lágrimas pican en mis ojos, el dolor se asentó profundamente en mi pecho. 194


-”No, no podrías haberlo hecho. Pero Lawrence puede." Entonces huyo corriendo, buscando el consuelo de la fiesta antes de que tenga la oportunidad de hacer una tonta de mí misma y le suplique que regrese conmigo.

*****

Ronan

Me recargo derrotado contra el tronco de un árbol mientras ella huye de mí. Temblando, busco mi paquete de cigarrillos, lo abro, agarro otro, y lo coloco entre mis labios. Mientras lo estoy encendiendo, noto desapasionadamente lo mal que me están temblando las manos. Me muerdo el labio después de tomar una profunda calada y echo el humo. La esperanza y el temor de que el rastro de su sabor se haya ido de mi mezcla de la boca como uno, pero todavía puedo probarla y es una tortura de mierda. Mierda. Cuando vuelvo dentro de la casa, voy en busca de Rachel. La encuentro hablando con Alan y Loretta Vanderhall, la sonrisa en su rostro encantador rígido y antinatural. Ah, ella lo sabe.

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Envolviendo un brazo alrededor de su cintura, le susurro en el oído, "¿Quieres salir de aquí?” Ella coloca su mano encima de la mía, asintiendo. Mientras caminamos hacia la salida de la casa, dice vacía, "Ella es encantadora, Ronan." -"No pienses en ella. Ella es parte del pasado." La miro y tomo su mano, llevándola a mis labios y besándola. "Estoy mirando el futuro, y eso es todo lo que importa." A la mañana siguiente, dejé el trabajo y llamé a Carl. Mi primera entrevista será con la revista Times, y está programada para tener lugar en dos semanas. Te olvidaré, Blaire. Lo haré. Voy a superar mi amor por ti aunque me cueste mi propia alma.

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CAPITULO 17

Blaire

HAGO MI CAMINO de regreso a la fiesta en busca de Lawrence, excepto que no quiero que me abrace más; El momento mágico que compartimos en la pista de baile es olvidado. No tengo que seguir engañándome a mí misma, no cuando cada fibra en mi cuerpo me está suplicando que regrese al jardín. No cuando mi piel aún hormiguea con el recuerdo de estar en los brazos de Ronan después de haber pasado tanto tiempo sin él. Los grandes árboles que rodean el jardín parecen estar cerrándose sobre mí, haciéndome sentir claustrofobia. Comienzo a caminar más rápido hacia la cálida luz de la casa, una luz que promete refugio temporal de toda la oscuridad que me rodea. Por un breve instante, espero que mis pies me lleven a un lugar donde no existen recuerdos vinculantes, donde pueda estar libre de mi pasado. Pero de nuevo, huir, o querer escapar, no resolverá nada. No es mi pasado lo que me hace prisionera. Es mi puto corazón. Me detengo cuando veo a Lawrence. El dolor por él, por nosotros, me llena. Mis pies se sienten como si estuvieran pegados al suelo. Me tomo unos momentos para componerme y tratar de esconder la tempestad que intensifica dentro de mí detrás de la perfecta fachada.

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Él levanta la cabeza y sonríe esa rara sonrisa de su cuerpo mientras su mirada se conecta con la mía. Cuando no puedo devolver el gesto, el suyo desaparece. Lo siento, Lawrence. Lo siento mucho. Te dije que no era digna de nada bueno. Soy veneno. Alejo mi mirada de Lawrence, temiendo que vea a través de mí. Ahí es cuando observo a Ronan volviendo desde el jardín. Su rostro está puesto en una línea dura pero él sigue siendo tan hermoso como siempre, quizás incluso más ahora porque sé que él no es mío. No soy la única mujer en la habitación que se da cuenta. Lejos de eso en realidad. Los ojos deseosos en todas partes siguen su trayectoria. Su paso es relajado y sensual y tan diferente de antes. Mi mente me dice que él es el mismo hombre que me hizo creer en el verano y el sol, pero como lo miro, sé que el hombre se ha ido y ha sido sustituido por este extraño. Quiero arrancar mis ojos cuando él envuelve un brazo alrededor de la cintura de su compañera posesivamente y acerca sus cuerpos juntos. El gesto íntimo sugiere que él conoce cada centímetro de ella, y bien. Y la forma en que ella lo está observando muestra que ella también está cegada por su luz y por todo lo que él es. Mi cabeza gira mientras mi pecho se contrae con un dolor tan incapacitante que me resulta difícil respirar.

Ronan... ¿Sí, nena? ¿Qué sucede cuando esto termine?

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No lo hará. Va a terminar. Todo termina. Sé que no, y ¿sabes por qué? No lo sé, pero dime. Hazme creer, Ronan. Él toma mi mano en la suya, desenrolla mis dedos, y coloca mi palma en su pecho. ¿Sientes esto, Blaire? Es tuyo y siempre lo será. Es por eso. Sintiéndome débil, pongo una mano en la pared a mi lado para apoyo mientras la comprensión de que yo lo llevé a los brazos de otra persona me asalta. Me da la razón de que ha seguido adelante. -"Estás haciendo una tonta de ti misma... Deja de mirarlo fijamente," oigo sisear a un Lawrence enojado en mi oído mientras envuelve su mano alrededor de mi brazo, sus dedos se contraen. -"Vete, Lawrence” -le ruego. "Por favor, déjame en paz." -"Él vino con otra persona, Blaire. Déjalo ir”. Veo a Ronan y a la mujer rubia desaparecer en la multitud, drenando la habitación de color. Casi cayéndome, me vuelvo para encarar a Lawrence, su expresión ilegible una vez más. "¿Qué quieres que haga? ¿Negar mi propio corazón?” Sacudo la cabeza, riendo locamente. -”No puedo. No esta noche."

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Me agarra por los brazos, su toque se vuelve doloroso, la furia flameando en su mirada. -"Me importa un carajo lo que quieras o lo que hagas, pero no me harás ver como un tonto." -"Pero eres un tonto, Lawrence." -”Ve por tus cosas. Nos vamos ahora," dice en voz baja, con un tono mortal en su voz. Sacudo la cabeza. -”No." -"¿Qué vas a hacer, Blaire? ¿Ir tras ese chico y suplicarle que te perdone? Y si lo hace, ¿cuánto tiempo pasará antes de que su amor por ti te ahogue la vida? ¿Antes de que te sientas atrapada en sus brazos otra vez? Tarde o temprano volverás a mí, rogándome que te folle y me ofrecerás tu cuerpo a cambio de mi dinero." Se detiene. “Ya hemos estado allí, ¿verdad?” -"No lo haré. Puedo cambiar," le digo débilmente. -"Francamente, me estoy aburriendo contigo y tu muestra de emociones. Ven conmigo ahora y deja de mentirte.” Cuando dudo, extiende su mano hacia mí. "Ven. Estamos empezando a llamar la atención sobre nosotros mismos." Miro a su mano mientras mi corazón y mi cabeza pelean entre sí. Mi cabeza gana. Tomo su mano ofrecida y voy con él. Lawrence tiene razón. No puedo cambiar.

***** 200


-"Quiero ir a mi apartamento. No tengo ganas de pasar la noche en tu casa," le digo después de que el coche se ha estado moviendo por un tiempo. -"No." -"No, ¿qué?” Lawrence está mirando por la ventana y sentado tan lejos de mí como sea posible. "No vas a volver a tu apartamento esta noche para sacarlo de tu cabeza." -"Dije que quiero volver a mi apartamento y eso es lo que voy a hacer. No necesito tu permiso." Estoy a punto de presionar el botón para bajar la partición que nos separa del conductor y darle mis instrucciones cuando Lawrence habla. -“Cuidado, Blaire. No haría eso si fuera tú." Normalmente no prestaría atención a la advertencia de Lawrence, pero el borde peligroso de su voz y la energía que irradia me hacen parar. "¿Qué vas a hacer? ¿Forzarme a follarte?” Separo mis rodillas mientras tiro la falda de mi vestido, revelando mis piernas y coño desnudo. -" ¿Por qué molestarse en volver a tu casa cuando tienes todo lo que necesitas aquí y ahora?” -"De nuevo, cuidado, Blaire…” -"¿O qué? ¿Qué vas a hacer conmigo, oh Lawrence poderoso?” Deslizo mi vestido de mis hombros, el tejido enredado en torno a mi 201


cintura y caderas. "¿Te gusta lo que ves? ¿Por qué no terminas lo que comenzaste antes? Es tuyo”. Desnuda del cuello hacía abajo con tan solo su collar de diamantes contra mi piel brillando en la oscuridad, sonrío insolentemente. "Pero no importa dónde y cómo me lleves y todos los regalos con los que me das, nunca seré tuya. Te estoy mirando y es a él a quien quiero. Es en él en lo que estoy pensando. Siempre ha sido él”. Quiero que se enoje conmigo. Infligirle dolor en mí. Quiero que me odie, me golpee, me haga daño físicamente. Tal vez entonces la culpa y el dolor rompiendo mi pecho se detendrán y me adormecerán de adentro hacia afuera. Se mueve tan rápido que apenas tengo tiempo para darme cuenta de cuál es su intención antes de que esté encima de mí y sus manos rodeen mi cuello, haciendo difícil respirar. El veneno de mi alma lo ha contaminado. No puedo moverme. Estoy a su merced y una parte inquietante de mí se regocija en ese hecho. Llévate mi voluntad de decir que no, Lawrence. Haz que sea fácil para mí negar mi propio corazón. Que sea fácil para mí odiarme. Por favor, perdóname, Lawrence. -"No vuelvas a mencionarlo en mi presencia” -advierte, aflojando los dedos-. Me las arreglo para reír incluso cuando sus dedos están envueltos peligrosamente alrededor de mi cuello. -"No importa. Él... “

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Antes de que tenga la oportunidad de terminar mi frase, Lawrence cubre mi boca con la suya. Este beso es tan fatal como una bala en el corazón. Me desgarra y me hace sangrar. Es como morir en una muerte lenta cada vez que sus labios tocan los míos, pero la parte masoquista de mí quiere ese dolor, esa nada que me trae. Lo empujo, le pateo y lo rasguño. Invito su ira, su furia enloquecedora. Luchamos por el dominio. Mi vida en sus manos, su orgullo en los míos, ambos condenados. Liberando una de sus manos, la hace caer entre nosotros, separando mis piernas mientras desabrocha su cinturón, desabrocha sus pantalones, saca su polla, y empuja dentro de mí. Mi visión empieza a difuminarse con la falta de oxígeno mientras él se mueve agresivamente, sin remordimiento dentro y fuera de mí, pero me encanta. Envuelvo mis piernas alrededor de su cintura, trayéndolo más cerca de mí mientras mis dedos van a su cabello y tiran violentamente. El enojo está en su rostro. La degradación de mi ser en cada impulso rápido y brutal de sus caderas hacia mí. Y ayúdame, Dios, pero yo lo quiero, lo necesito con un hambre animal que me asusta. Me folla tan bien. Me folla hasta que marca cada pedazo de mí. Grito en éxtasis lleno de dolor cuando me deshago, una bomba atómica que sale dentro de mí mientras un frenético Lawrence llega a su propia locura temporal y se derrama dentro de mí. Un segundo o una eternidad pasa antes de que Lawrence suelte mi cuello y salga de mí como si mi piel lo estuviera quemando. Se aparta de mí y se afloja contra el asiento, un escalofrío recorriendo su cuerpo. Su rostro pálido, me observa con ojos sombríos mientras me siento y 203


traigo mis manos a mi cuello e intento aspirar tanto aire como sea posible. Mis pulmones arden pero mi cuerpo canta con el recuerdo de su toque cruel. -“Eso fue muy tonto de ti, Blaire. No vuelvas a provocarme nunca”. Corre una mano que se sacude un poco a través de su cabello. –“Pero si así es como quieres ser tratada, Blaire, que así sea. Me importa una mierda." Una vez que estoy vestida, me vuelvo a mirar por la ventana y cerrar los ojos cuando siento que mis ojos arden con lágrimas que no caen. ¿Qué he hecho? Una voz pequeña y burlona dentro de mi cabeza responde a mi propia pregunta. "En lo que eres mejor, por supuesto. Destruyendo todo a tu alrededor."

*****

Estoy sentada en la cama fría, sin hacer, mientras observo el amanecer a través de los cristales del dormitorio de Lawrence. Apretando los brazos alrededor de mis piernas, reclino mi cabeza sobre mis rodillas. A medida que los rayos proyectan su cálida luz en el suelo y empujan la oscuridad hacia afuera, desearía poder desaparecer junto con ellos. Tal vez si lo hiciera, ya no sería capaz de envenenar y matar cosas hermosas.

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Pienso en Ronan y su dulce sonrisa cuando lo conocí, y luego veo al hombre de anoche. Tan frío. Tan endurecido. Tan lleno de odio. Y sé que es culpa mía. Lo destruí a él y a su belleza. Pienso en Lawrence y en cómo me miró y me besó en la pista de baile, ofreciéndose a mí. ¿Y qué hice yo? Tomé su ofrenda y la rompí en mis manos, sirviéndome de su dolor. Pero la luz de la mañana ha traído claridad cristalina. Y con ello una comprensión lenta y consumidora de que no puedo continuar viviendo este tipo de vida, herir a la gente que menos lo merece, no puedo. Lawrence se merece algo mejor. Sé lo que debo hacer para expiar mis pecados, para purgarme el mal dentro de mí de una vez por todas. Cierro los ojos y me regodeo en la paz de saber que el fin está cerca, incluso mientras intento suprimir el dolor que amenaza con consumirme desde dentro. Me visto con la poca ropa que el dinero de Lawrence no compró y voy en busca de él. Después de que volvimos del baile de máscaras, salió disparado a su biblioteca mientras le indicaba al personal de la casa que no lo molestaran por el resto de la noche. De pie fuera de la habitación, tomo una respiración profunda y abro la puerta sin molestarme en llamar. Él levanta la cabeza y mira en mi dirección. Su mirada me encuentra de inmediato. Es una acción simple pero cuando nuestros ojos se conectan puedo ver el dolor desnudo en el suyo, siento la tierra temblar bajo mis pies inseguros. Doy un paso inestable hacia él. -"L Lawrence... Yo…”

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-"Debo decir que me sorprende encontrarte aquí. Me habría imaginado que estarías de rodillas haciendo lo que mejor sabes hacer con ese chico ahora." Él coloca el libro en sus manos sobre la mesa de café a su lado. Sus labios forman una línea dura, su tono despectivo. "¿Qué quieres?". -"Vine a decir adiós. Me voy”. -“Entonces vete. Nadie te detiene”. Me encojo, sus palabras me golpean de una forma cruda, pero merezco su ira y su odio. La vergüenza pinta banderas rojas en mis mejillas. "Sé que cualquier cosa que diga ahora mismo no será suficiente disculpa por la forma en que te traté anoche". Mi garganta de repente se siente estrecha. "De lo que realmente siento por ti. Pero me gustaría explicar por qué…”. -"¡Suficiente!” Se levanta y se mueve para estar junto a la ventana y mirar hacia la calle, enterrando sus manos en los bolsillos delanteros de sus pantalones. -"He tenido suficiente de tus mentiras para durar toda mi vida, Blaire. Ya no tienes que hacer nada por mí”. -Aprieta su mandíbula-. “Y si es tu dinero lo que te preocupa... no te hagas otra idea. Es tuyo." No lo quiero." -"Lawrence, por favor. Escúchame," le suplico, corriendo hacia él. Con los pies temblorosos, cierro el espacio entre nosotros hasta que estoy de pie justo detrás de él. "¿No me mirarás a los ojos?". -"¿Por qué debería? ¿No has tenido suficiente?”. Le oigo decir con un profundo desprecio vibrando en su voz.

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Me pongo de frente a Lawrence y lo obligo a mirarme. Me detengo momentáneamente ante la visión del puro odio que llena sus ojos antes de seguir. “Lawrence, por favor... escúchame. Lo siento mucho por todo. He sido tan egoísta." Aprieto mis manos, las emociones que han amenazado con derramarse desde la noche pasada finalmente se sueltan y se derrumban, haciendo que la habitación gire alrededor de mí. Las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas, pero no me importa. “Te he herido, mi querido amigo, y me está destrozando. Eres la última persona que merece este tipo de tratamiento, y no puedo hacer esto más. Me preocupo demasiado por... “ -"¡Maldita sea!” - Me agarra por los brazos y comienza a sacudirme con fuerza, el agarre fuerte de sus dedos me entumece los brazos. “¿No lo entiendes? ¡Ya he terminado con tus puñeteras mentiras!” -"Lo siento mucho” -lloro, -"Lo siento mucho.” -"¡No te atrevas a disculparte! No quiero tus disculpas." Las manos que agarran mis brazos con fuerza crece. Inclinándose hacia abajo hasta que nuestras caras se encuentran, silba salvajemente, respirando como si le costara cada onza de fuerza en su cuerpo, "Yo te quería-tú, Blaire ¿No lo ves? ¡Te amo, carajo!” Su confesión me aturde, dejándome sin palabras. Entonces Lawrence me tira en un abrazo que ahoga la vida fuera de mí, pero lo dejo porque quiero dejar de respirar. -"Amarte es autodestruirse, Blaire, pero parezco incapaz de parar". Las palabras son arrancadas de su pecho. Lloro en sus brazos por

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todo lo que nunca será y todos los errores que he hecho, y el dolor que me corroe. Estoy rompiéndome a sus pies, y es justo que lo haga. Con cólera y frustración gobernando cada uno de sus movimientos, Lawrence baja sus labios y comienza a dejar besos desesperados y abrasadores en mi cara, saboreando mis lágrimas y el dolor escondido en ellos. Entierro mis manos en su cabello, acercándolo a mí mientras su salvaje boca sigue marcándose en mi piel, la cresta de mis mejillas, mis párpados cerrados, por donde pueda llegar. Cuando mis labios buscan los suyos, Lawrence cede momentáneamente, un temblor atraviesa todo su cuerpo. Sé que esto es un adiós. -"¡Mierda!” -maldice malhumorado. Bruscamente, Lawrence me empuja

lejos

como

si

estuviera

quemándolo,

con

el

pecho

levantándose y cayendo rápidamente. "¡Lárgate! Vete y no vuelvas nunca”. De pie junto a la puerta, echo una última mirada al hombre estoico que está parado junto a la ventana. Y mientras lo miro, tomando sus rasgos tempestuosos por última vez, finalmente entiendo lo que he sido demasiado ciega para ver, lo que mi corazón ha negado por tanto tiempo. La verdad se vuelve tan clara como el cielo de la mañana y no puedo negarlo por más tiempo. Lo amo. Lo amo. No es el mismo amor que siento por Ronan, pero es igual de abrumador y omnipresente. Me detengo con la mano en el pomo de la puerta y digo la única verdad que puedo darle. "Te amo, Lawrence," mi voz se rompe.

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Él mira hacia atrás y nuestros ojos se encuentran para lo que sé será la última vez, la ira reemplazada por la desesperación. "Pero no lo suficiente como para quedarte.” Lawrence vuelve a mirar hacia delante una vez más, despachándome como un pensamiento ya olvidado. -"Adiós, Blaire.”

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CAPITULO 18

Ronan

"¡DESPIERTA, DORMILÓN!" -"Hmm..." Estiro la mano para tocar el cálido cuerpo que debería estar junto al mío y no encuentro nada más que una almohada vacía. "Vuelve a la cama, Rachel." -"De ninguna manera. ¡Abre los ojos, Ronan!” Exclama, su voz rebosante de emoción. La agarro por la cintura y la empujo encima de mí, sintiendo que sus largas piernas se encuentran en mi cintura mientras su risa hace eco en mis oídos. Abriendo los ojos, la encuentro mirándome con una gran sonrisa en la cara. Levanto una mano y acaricio el lado de su pequeña y perfecta teta cubierta de seda con la parte de atrás de mis dedos, disfrutando de la sensación de su cuerpo temblando bajo mi toque. -"Ahora, esta es una vista para despertar," digo, observando las puntas de sus pezones duros, esbozando el material crema que los cubre. -"Eres insaciable," bromea. "¡Pero mira!" Coge un objeto que está a su lado y me lo muestra. Resulta ser una revista con mi cara estampada

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en ella. El título de la portada me reclama como el siguiente prodigio en fotografía. Emocionada, Rachel abre la revista y da vuelta a las páginas rápidamente hasta que encuentra el artículo en el que está interesada. Me da una mirada descarada, se aclara la garganta con aplomo y empieza a leer. -"Ronan Geraghty, el rostro de un galán de Hollywood con un talento único y raro: su lente. Cuando oí por primera vez rumores de que Carl Brunswick, dueño de la exclusiva y de lo que se considera el Santo Grial de las galerías de arte, The Jackson, había tomado bajo su ala un nuevo talento, despertó mi interés." Rachel se detiene para sonreírme. -"La capacidad de impresionar el ojo de discernimiento de Carl no es una ocurrencia cotidiana. Y cuando sucede, usted no quiere ser el último en averiguarlo, perderse lo que normalmente se convierte en una tormenta a punto de enfurecer el caos en la escena artística. ¿Y qué caos sensual y atrevido es el señor Geraghty a punto de rabiar sobre nosotros, sus pobres víctimas inocentes? Me invitaron a entrar en su estudio y dar una primera mirada a su trabajo y lo que estoy segura será el comienzo de una ilustre carrera. Las fotografías son provocativas, sensuales hasta el punto de casi indecentes, y cada una de ellas me quita el aliento... " Satisfecha, Rachel coloca el artículo junto a su pierna. "Vas a ser una estrella, Ronan. Puedo sentirlo."

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Pienso en la mujer que vino al estudio que Carl proporcionó y cuya presencia olvidé una vez que comencé a fotografiar la modelo posando para mí, tratando de capturar su alma con el clic de la cámara. -"¿Tú crees?" Pregunto, odiando la incertidumbre que tinge mi voz. -"Sin lugar a dudas." Rachel se inclina hacia adelante, frotando su pecho contra el mío, antes de colocar su boca en la mía y besarme. Yo serpenteo mis manos debajo de su baby doll de seda, encontrándola desnuda, y amaso mis dedos en la suave carne de su culo. Empiezo a moverla hacia adelante y hacia atrás, perezosamente moliendo su coño caliente y húmedo contra mi polla creciente. Rachel termina el beso con un gemido frustrado y entierra su cara en el hueco de mi cuello. "Dios mío, me vuelves loca. No me reconozco cuando estoy contigo. Te quiero demasiado." Le tuerzo el cabello con mi mano, lo jalo hacia atrás y la hago que me mire, absorbiendo el rubor encantador que recubre las crestas de sus mejillas. Mi corazón permanece en silencio, pero no puedo negar el hecho de que me gusta, que mi cuerpo tiene hambre por ella, y que no puedo tener suficiente de ella. Necesito a Rachel para aliviar el dolor y llenar el vacío que amenaza con tragarme todo. -"Yo también te deseo. Jodidamente mucho." Muerde su labio inferior mientras una sombra barre sus ojos azules claros, silenciando su color momentáneamente. Le acaricio el labio con el pulgar, sintiendo su calor.

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-"¿Qué pasa?” -"Hábleme de ella," susurra. Me detengo momentáneamente mientras la memoria de Blaire me ciega y me siento como si estuviera cayendo en un pozo profundo donde no hay escapatoria. Pero empujo más allá hasta que sea Rachel y su cabello rubio y su cuerpo en el mío que me lleven a este lugar, a ella. -"¿Qué te gustaría saber?" -"¿Todavía estás enamorado de ella?" -"Ahora mismo," agarro los bordes de su baby doll y la levanto por encima de su culo, revelando su coño desnudo a mí, su vientre plano, Y sus tetas perfectas, -"No lo estoy." Cuando Rachel está completamente desnuda y temblando bajo mis manos, tiro la tela descuidadamente en el piso, alcanzo sus caderas y guio su núcleo hacia mi boca. -"Permíteme mostrarte." El artículo quedo olvidado... Junto con la mujer que una vez amé.

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CAPITULO 19

Blaire

HAY UN GOLPE EN LA PUERTA. Cuando me despierto, mis ojos cada vez más acostumbrados a mi entorno, me doy cuenta de que este es mi dormitorio de la infancia. Confundida, empujo la cubierta de edredón a un lado y salgo de la cama. "Voy", digo mientras los golpes se hacen más fuertes. Abro la puerta y encuentro a mi madre en el vestíbulo, vestida con la misma ropa que la última vez que nos vimos hace años. Es como si el tiempo dejara de moverse y no haya envejecido. Ella sigue siendo tan hermosa como el día que salí de casa. -"¿Mamá? ¿Qué haces aquí? Me da un sobre sin decir una palabra. Lo tomo y contemplo las cartas escritas en papel blanco. -"¿Qué es esto?” -"Todo lo que te ha quedado de tu padre." -"¿Qué quieres decir? ¿Dónde está?" Mi madre gira sobre sus pies y comienza a alejarse de mí mientras el miedo arrastra sus feas uñas en mi pecho. "¡Mamá! ¿Qué quieres decir? ¿Dónde está papá?”

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Ella se detiene en algún lugar por el pasillo y se vuelve para mirarme, con los ojos vacíos. “Se ha ido, Blaire. Se ha ido." El dolor devastador explota dentro de mí, destrozándome desde dentro. La sala comienza a girar, la gente, los muebles y varios objetos voladores se convierten en una masa de colores giratorios. Entonces estoy en los brazos de un hombre cuya cara no puedo ver. Cada vez que trato de mirarlo, mi vista se vuelve borrosa y me impide descubrir su identidad. Su toque suave es familiar, sin embargo, y me llena de una sensación de ternura y amor. El hombre me aprieta más fuerte contra el pecho sin decir una palabra. Su silencio es más reconfortante de lo que las palabras podrían ser. Pero es su presencia lo que significa todo y me da fuerzas para seguir respirando. "Mi papá está muerto," susurro rota. "Y nunca llegué a decirle adiós." Presiono una mano en el dolor en mi pecho y me pregunto cómo alguien puede sentir tanto dolor y ser capaz de vivir así, de respirar. Presiona un beso en mi frente. -” ¿No lo habrías querido?” -”No lo sé... me siento tan perdida”. -”Vuelve a casa, Blaire. Ve hacia él. Ve con tú mamá ", insiste el hombre. -”No puedo. Estoy demasiado tarde." Trato de mirarlo de nuevo, pero él comienza a desaparecer como si su cuerpo estuviera hecho de

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humo. "¡No!", grito histéricamente, agarrándome a él, pero agarrando nada más que aire. “No me dejes. Quédate conmigo. Te necesito." -”Vuelve con ellos, Blaire. Es hora de sanar y perdonar…” Me despierto de repente, jadeando por el aire mientras mi corazón corre locamente. Mi vista se ajusta a la oscuridad, y yo medio espero encontrarme en mi habitación de la infancia, pero los muebles familiares me traen de vuelta al presente. Me levanto de la cama con urgencia y camino a la puerta, temiendo a quién encontraré en el otro lado. Nada más que mi sala de estar vacía. Aliviada, apago las luces y voy a la cocina a servirme algo para beber. Mientras ahogo el agua, las imágenes de mis padres, del hombre cuya cara no pude ver, siguen brillando en mis ojos. Sus voces aumentan cada vez más. Pongo el vaso en el mostrador y tapo mis oídos para callarlos, excepto que no sirve de nada. Ellos gritan como cada fibra en mi cuerpo que vaya a ellos y arregle las cosas entre nosotros. Es lo último que pensé que hubiera querido pero, en un instante sorprendentemente lúcido, se vuelve tan esencial para mí como mi siguiente aliento. De repente atrapada por un miedo asfixiante el sueño podría ser cierto, decido ir en busca de respuestas a donde todo comenzó. Pero no antes de que me ocupe de algunas cosas aquí...

*****

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"Muchas gracias por venir. No tienes idea de lo mucho que significa para mí." -"Ni lo menciones." Elly me rodea los hombros en un brazo mientras nos encontramos frente al edificio de Lawrence. Hubo un tiempo en que me habría estremecido por el contacto cercano, pero eso fue hace una vida. Y hoy la necesito y la tranquila fuerza que me ofrece en su abrazo más que nunca. -"¿Te sientes mejor ahora?" Pienso en lo que acaba de suceder, y mi corazón se rompe de nuevo. “-No, pero al menos tiene su dinero. No lo quiero." -”Su asistente fue agradable contigo." Cuando llegamos a la oficina de Lawrence, esperaba que me sacaran de las instalaciones inmediatamente. En cambio, Gina nos dio la bienvenida y me preguntó si había algo en lo que pudiera ayudarme. Quería rogarle que me dejara ver a Lawrence, pero sabía que estaba fuera de lugar, así que le había entregado un sobre con un cheque por todo el dinero que me había dado y le dije que le dijera a Lawrence que le pertenecía a él. -"Gracias por todo lo que has hecho por mí, Gina. Realmente lo aprecio. Sé que esto está fuera de lugar, pero ¿puedo pedirte un último favor?” Ella dudó. -"Claro."

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-"¿Podría decirle por favor que era real todo lo que dije? Sabrá lo que eso significa." -"Estaba allí, Elly. Podía sentirlo en la otra habitación. Ojalá pudiera haberlo visto. Tal vez... tal vez esta vez me hubiera dejado explicar." -"No creo que sea una buena idea, al menos no ahora. Sólo han pasado un par de días. Tal vez más tarde…” Miré fijamente los coches aparcados junto a la acera frente a nosotras. "Le hice mucho daño, Elly." Soy consciente de que hice lo correcto al terminar nuestra relación, pero el conocimiento no ha disminuido el dolor un poco. Si acaso, el dolor ha empeorado. Ahora que he tenido tiempo de mirar hacia atrás y pensar en cada momento que llevó a nuestro adiós, puedo ver que no tengo a nadie más que a mí misma para culpar. Yo era egoísta y caprichosa. Tomé el bendito olvido que Lawrence me ofreció y me sumergí en él. Lo usé para olvidar y nunca me detuve a pensar en sus sentimientos. Le creí cuando dijo que sólo quería mi cuerpo, pero me negué a creer lo que su tacto, sus besos, y la forma en que me miraba trataban de transmitir. Elegí ignorar todo porque era seguro y reconfortante. Y ahora mira el desastre que he creado. -"Bueno, Blaire, me encantaría decirte que te lo dije, pero estoy segura de que ya lo sabes, así que no iré allí. Y tanto como odio que estoy a punto de sonar como una cita de motivación de Pinterest, creo que todo lo que puedes hacer ahora es tratar de aprender de tus errores."

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Siento un golpecito en mi hombro cuando estoy a punto de responder. Mirando hacia atrás, mis ojos se ensanchan cuando me doy cuenta de la persona de pie delante de mí. "¿Jackie?" Ella cruza sus brazos sobre su pecho. "Así que eres tú, ¿eh?" -"¿Perdón?" -Frunzo el ceño-. "¿Qué quieres decir?" -"No juegues a la estúpida conmigo, Blaire. No soy Ronan o Lawrence. No voy a caer por tu acto inocente." -"¡Hey! cuidado”, Elly interrumpe, lista para atacar. Pongo una mano en su brazo y silenciosamente le digo que lo tengo. Luego, me vuelvo a mirar a Jackie una vez más. -"Trabajo aquí." -Ella asiente en la dirección del edificio de Lawrence-. “Creí que te había visto salir con Laurie hace un par de semanas. Me dije que estaba imaginando cosas. Pero aquí estás, y de repente todo tiene sentido." -"¿Qué tiene sentido?” -”Jesús, ¿es por lo que se enamoraron?” -Sacude la cabeza-. "Por favor, no juegues a la inocente conmigo. No funciona. Dime, ¿cómo se siente romper el corazón no sólo de un hombre bueno sino de dos? ¿Estás orgullosa de ti?” Tan pronto como las palabras salen de su boca, me golpean en la cara con la comprensión de que Jackie es la misma mujer a la que Lawrence amaba hace tantos años. Todo tiene sentido ahora. Ollie. Bradley. La confesión de Jackie en la cocina sobre su pasado. La

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descripción de Lawrence de sus padres. Todas las piezas del rompecabezas finalmente se unen y me sacuden hasta lo más profundo. -"Jackie... por favor, si me dejas explicar..." -"¿Qué? ¿Qué podrías explicar? Lo siento, pero nada de lo que hagas o digas justificará en mis ojos lo que le hiciste a mi hermano. Te amaba, Blaire. Tanto. Y luego lo dejaste, y no ha sido el mismo. Ni siquiera lo reconozco. Pero eso no fue suficiente para ti, ¿verdad? Ella me mira de arriba abajo. "Nunca lo es para las mujeres como tú. Tú también tuviste que lastimar a Law… Lawrence." Gimiendo, levanto una mano mientras trato de hablar, pero las palabras quedan atascadas en mi garganta. "Lo siento. No puedo…” -"¿Sabes qué, Blaire? En retrospectiva, me alegro de que estés fuera de sus vidas. Estarán mejor sin ti. Adiós." Con sus palabras resonando en mis oídos, veo a Lawrence salir del edificio y encontrarse con Jackie junto a las puertas giratorias. Él coloca su mano en la parte baja de su espalda y empiezan a caminar en nuestra dirección. Nuestros ojos se encuentran brevemente antes de que él se aparte de mí y se meta en un coche caro que no reconozco, conducido por un hombre que no es Tony. Es como si él borrara intencionalmente todos los rastros de mí de su vida. Miro el coche alejarse cuando los dedos de Elly se entrelazan con los míos. -”Haz que me mire de nuevo, Elly. Hazlo…” mi voz vacila. Suelto su mano y busco consuelo en sus brazos. “Haz que vuelva."

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*****

-"¿Qué vas a hacer una vez que llegues allí?" Elly pregunta, observándome desde su lugar en el sofá-. “¿Podrías detenerte? Me recuerdas a una hiena enjaulada que una vez vi en el Zoológico de San Diego." Suspirando, dejo de estar caminando en su pequeña sala de estar y me quedo quieta. -"Supongo que voy a ir a casa y tomarlo de allí." Me froto los brazos mientras miro hacia abajo y noto un patrón débil en su alfombra de mis zapatos. -"Puede que mi mamá ya no viva allí." -"Si no lo hace, ¿qué vas a hacer?” -"No estoy segura. Preguntar por ahí, supongo. Y si eso falla, vuelvo a casa y continúo con mi vida. Necesito encontrar un trabajo desesperadamente. Por cierto, es muy amable de Alessandro dejarme tomar prestado su coche." La atención de Elly parece estar atrapada por una pila de revistas tiradas en su mesa de café. La miro fijamente mientras ella se inclina rápidamente hacia adelante, cogiéndolas todas en sus brazos, y se dirige hacia su dormitorio. Cuando sale, parece aliviada y tranquila. Las revistas también están desaparecidas. -"Lo siento, ¿qué estabas diciendo?"

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Frunzo el ceño perpleja por su comportamiento extraño. -"¿Qué había en esas revistas?” Elly al instante mira hacia otro lado, pero no antes de ver la culpa en sus ojos. Sin darle la oportunidad de detenerme, camino a su dormitorio en busca de lo que ella esconde. -"Blaire, no. ¡Espera!" Después de una búsqueda rápida, termino encontrando las revistas escondidas bajo su cama. Me siento en el piso con las piernas cruzadas y empiezo a recorrer las cubiertas mientras mi pulso se acelera, una mala sensación se instala en medio de mi pecho. -"No vale la pena," Elly murmura tristemente. -"Lo que no es…” Mi voz se desvía como un pensamiento inacabado mientras descubro lo que Elly no quería que yo viera. Rápidamente como si mi vida dependiera de la velocidad de mis dedos, hojeo las páginas hasta encontrar la entrevista de Ronan. Mis ojos consumen las palabras escritas sobre él y cuando termino de leer el artículo, me castigo aún más mirando sus fotos, memorizando cada una de ellas. Como la que está con la rubia de la fiesta. Con un brazo alrededor de su cintura, Ronan es fotografiado susurrando algo en su oído que la hace reír. Su nombre es Rachel. Ella es una socialite. La fotografía siguiente es del perfil de Ronan mientras mira fijamente fuera de una ventana enorme. Se parece más al hombre que conocí y me enamoré en un sueño de

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verano, pero es sólo una ilusión. El deseo de mi corazón haciéndome ver como una tonta. Él se fue. -"No quería que lo vieras. Pensé que sería mejor que no lo hicieras." -"Va a lograrlo, Elly. Estoy tan feliz por él." -"Yo no," dice bruscamente. Sacudiendo la cabeza, trazo el contorno de sus labios con dedos temblorosos. -"No, no digas eso. Yo... lo merezco todo. Elly, ¿hay un límite para el dolor que uno puede sentir?” -"Ojalá lo supiera, nena." -"Jackie tiene razón. Están mejor sin mí." Miro su foto, la imagen borrosa a través de mis lágrimas. "Cualquier cosa... daría cualquier cosa por…” presiono una mano en mi pecho como si pudiera evitar que se rompa, pero no sirve de nada. Me estoy rompiendo en mil pedazos, y el amor que siento por ellos es la fuerza impulsora. -"No puedo. Duele demasiado, Elly. No puedo."

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CAPITULO 20

HACE TIEMPO DEJÉ ESTE LUGAR para nunca volver. Enterré mi corazón en alguna parte de esta casa, junto con sus recuerdos. Pensé que podía escapar de mi propio pasado y que nunca me alcanzaría, que siempre estaría dos pasos por delante. Pero ahora me doy cuenta de que fui una tonta al creer eso. Los fantasmas de mi pasado me persiguen cada vez que me miro al espejo. Ellos caminan conmigo. Ellos duermen conmigo. Ellos gobiernan cada pensamiento y cada acción. Pensé que era libre, pero ahora veo que era sólo una estúpida ilusión. Nunca dejé de ser la chica solitaria que se sentía indigna de amor, que lloraba a sí misma mientras oraba a un Dios sordo para hacer que sus padres la amaran. No, no creo que alguna vez salí de esta casa llena de remordimientos y miedos. Mordiendo mi labio inferior, miro a la casa victoriana blanca donde crecí. En las dos macetas perfectamente emparejadas que bordean la puerta roja descolorada y las persianas azules que enmarcan las ventanas. Ni siquiera estoy segura de lo que voy a lograr viniendo aquí. Todo lo que sé es que mi sueño todavía me persigue y no he sido capaz de sacudir la sensación de que necesito estar aquí. Una vez que toco el timbre, me inquieto nerviosamente, tratando de arreglar mi ropa una última vez. Las luces del porche se encienden inmediatamente cuando una mujer exclama que viene. 224


Ella abre la puerta y jadea de sorpresa mientras su mirada se posa en mí. "¿Blaire?" Abre la puerta más ancha. "¿Eres tú?" -"Hola, mamá," digo, sorprendida de que mi voz suene tan tranquila. Me mira en silencio y creo que está a punto de decirme que me vaya cuando se adelanta y me abraza en un abrazo tan feroz que casi puedo sentir el aire desapareciendo de mis pulmones. Me congela hasta el punto. Quiero devolverle el abrazo, pero una parte de mí lo prohíbe con rencor, mientras que el otro llora por ella. Así que me quedo quieta, incapaz de moverme. Después de un momento, mi madre se aleja de mí. Parece que ella quiere volver a tocarme, pero no lo hará. Sus ojos vagan por mi rostro. "Pensé que nunca volvería a verte". Meto mis manos en los bolsillos traseros de mis pantalones vaqueros negros. "Yo también." Mi madre baja su mirada, centrándose en sus manos. "Ha pasado mucho tiempo." -"Sí, un tiempo muy largo." Las palabras cuelgan entre nosotras al igual que las muchas vidas que hemos vivido sin una a la otra. Me pregunto si ella también se acuerda de nuestro adiós tan claramente como yo. -"Dios mío, he olvidado mis modales." Levanta la vista y me sonríe tristemente. "¿Te gustaría entrar?" -"Yo..."

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-"¿Por favor?," suplica. *****

Cuando tenía catorce años, tuve mi primer enamoramiento. Su nombre era Brendan y tenía una inclinación para bañarse en Aqua Di Gio. Ese año, me encantaba Aqua Di Gio. Brendan se sentaba frente a mí en la clase de español. Cerraría los ojos, me inclinaría un poco más cerca y respiraría su olor. Podría imaginarme que íbamos al cine. Nos tomaríamos de las manos y él pagaría palomitas y soda. Él pretendería estirar los brazos sólo para poder envolverme en un brazo alrededor de mis hombros. Fue encantador. Era inalcanzable. Brendan no sabía que yo existía. Brendan también estaba enamorado de Paige. De alguna manera Paige descubrió que me gustaba Brendan, y sin saberlo, ella consiguió que me invitara a salir al cine, al igual que en mi sueño adolescente. Me presenté en la sala de cine, el corazón latiendo rápido. Mi primera cita con un chico. Brendan apareció, pero no estaba solo. Estaba con Paige. Y vaya, me hicieron un show. Aprendí a odiar el olor de Aqua Di Gio. Ahora, esa colonia está asociada para siempre con Brendan, el desgarro de mi primer enamoramiento adolescente, y Paige. Así que, sí, no soporto el olor. Y como Aqua Di Gio, esta casa me bombardea con recuerdos mientras sigo a mi madre a la sala de estar, la mayoría de ellos dolorosos. Una parte de mí quiere correr por la puerta, olvidando que he venido. Pero es demasiado tarde para volver atrás. Me siento en un

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sofá que no reconozco mientras miro a mi alrededor, mi atención detenida por una foto de mis padres. Juntos. Mayores. Arrugo la frente. Mi madre sigue la dirección de mi mirada, camina hacia el marco, y lo recoge. Ella acaricia el vidrio con ternura, sus dedos acariciando la cara de mi padre. El ceño se hace más profundo. ¿Me estoy perdiendo de algo? ¿O estoy cayendo por el agujero de conejo de Alice? Cuando mi madre mira hacia atrás, debe ver la expresión perpleja en mi cara porque

coloca la imagen abajo y sonríe tristemente. "Me

encanta esta foto." -"Um, sí... Puedo ver eso," digo pero lo que realmente quiero preguntar es, ¿por qué? Me mira fijamente un momento, estudiándome. Quiero inquietarme bajo su mirada, pero logro quedarme quieta. "Eres más hermosa de lo que recuerdo," murmura suavemente. -"¿Y eso te molesta, mamá?" Respondo, veneno goteando en cada palabra. Ella se encoge como si acabara de abofetearla. -"Me lo merezco." -"No," respondí, enfadada conmigo mismo por ser grosera. -"No lo mereces. Lo siento." Mi mamá se sienta en el sofá frente a mí. "Solíamos hacer eso, ¿no? ¿Ir por las gargantas de la otra? Ver quién podría cortar más profundo, hacer más daño."

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Para evitar mirarla a los ojos, fingía estudiar mis uñas. "No importa ahora, ¿verdad?" El silencio que le sigue es ensordecedor. Nuestro pasado nos grita. Todos y cada uno de los recuerdos que levanta la voz exige ser escuchado. -"¿Qué te hizo volver, Blaire?" Rápidamente, levanto los ojos, encontrando su mirada. "Lo siento, es una molestia para ti." Me levanto, preparándome para irme. “Debería irme. Esta fue una mala idea." Mi mamá agarra mi mano, deteniéndome. -"No, no te vayas. Aún no. No lo decía por eso, Blaire." Miro su mano en mi brazo y recuerdo la última vez que me tocó. Fue una bofetada en la cara. "Cuando yo era niña, todo lo que siempre quise era ser abrazada por ti. Ser amada por ti. Pero eso fue entonces y esto es ahora. ¿Podrías por favor quitar tu mano de mi brazo?” Ella me deja ir inmediatamente, sus ojos que llevan el dolor desnudo. "Te hicimos mal, tu padre y yo. Mi hermosa chica... ¿Qué te hicimos?" No sé si reír en su cara o arrojarme a sus pies suplicándole que me abrace y nunca me deje ir. Tal vez ambos. Sí, definitivamente los dos. "¿Sabes qué? No puedo hacer esto ahora mismo." Sacudo la cabeza. "Necesito pensar."

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Mi mamá no me detiene esta vez mientras me mira agarrar mi bolsa de cuero del sofá y ponerme de pie. -"¿Cuánto tiempo te quedarás en la ciudad?” -"No lo sé. No estoy segura." -"¿Dónde te alojas?” -"En el Wiltmore." Ella se levanta y se acerca a mí. A medida que se acerca, aprovecho la oportunidad para notar las marcas que el tiempo ha dejado en su rostro. Y el tiempo ha sido muy amable con ella. Sigue siendo tan hermosa como la recuerdo. Real. Aunque hay algo muy diferente en ella. Algo que no puedo identificar. ¿Blandura? -"¿Por qué no te quedas aquí? Esta es tu casa, después de todo," añade tranquilamente. Busco las llaves del coche. "Gracias pero no. Creo que necesito estar sola esta noche." -"¿Quieres desayunar mañana?” Decirle que no se siente listo en mi lengua, pero lo trago de vuelta. Vine a casa en busca de un cierre, y el cierre es lo que voy a conseguir. "Claro, me gustaría eso." Estoy a punto de cruzar el umbral cuando mi mamá me detiene. Miro hacia atrás, nuestros ojos conectados. "¿Sabes de lo que más me arrepiento, Blaire?" Su pregunta sale como un susurro.

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-"¿Sí?" Pregunto rígidamente. -"Cuando me fuí la primera vez, eras una niña de apenas seis años. Viniste corriendo hacia mí, lágrimas resbalando por tu bello rostro. Te abrazaste a mi cintura tan fuertemente mientras me rogabas entre sollozos que te llevara conmigo, que no te dejara. Te observé y sentí que mi corazón se rompía. Lamento no tomarte en mis brazos y quedarme para ti. Pero no podría vivir con tu padre por otro día. Me estaba matando." Furia hierve dentro de mí. ¿Ahora me dice eso? ¿Ahora? Veinte años demasiado tarde,mamá. “¿Sabes, mamá, te has detenido a pensar qué me ha parecido, a tu hija, ver a su madre salir de la casa con la maleta en la mano, sin siquiera molestarse en mirarla de nuevo? ¿Qué hay de mí, mamá? ¿No te importa que mi corazón se rompa, también?”. Estoy gritando, pero me importa una mierda. "Dejaste a papá y a mí detrás. Y papá sólo se puso peor después de eso." Los hermosos ojos azules de mi madre brillan con lágrimas. "Lo siento, Blaire. Lo siento mucho. Ojalá pudiera volver atrás en el tiempo y hacer todo de nuevo." La pelea salió de mí, miro fijamente a mi mamá entumida. "No estoy segura de que yo pueda."

*****

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A la mañana siguiente, me reúno con mi madre en un restaurante pequeño y pintoresco. Ella me espera cuando llego. Al principio, las cosas están muy tensas. Ella no dice mucho y yo tampoco. Nos sentamos mirando a nuestras manos o por la ventana, siempre evitando los ojos del otro. El dolor es todavía demasiado tangible. Las heridas que nunca sanaron una vez más sangran. Ella rompe el silencio. "¿Quieres más café?" Miro hacia mi taza, dándome cuenta por primera vez que está vacía. "Seguro." Ella llama a nuestra camarera y pide que lo rellenen. Cuando la camarera trae la cafetera, mi mamá toma mi mano en la suya. Me encuentro desgarrada entre querer mantenerla allí, disfrutar la sensación de mi mano en la suya, o retirarla. Lo mantengo ahí. -"Blaire... hay algo que debes saber." Levanto mi cara y nuestras miradas se encuentran. El tono de su voz suena campanas de advertencia en mi cabeza. "¿Sí? ¿Tiene que ver con papá?” Ella asiente, apretando mi mano suavemente. "Tu padre falleció hace dos años." El restaurante comienza a girar alrededor de mí. Me siento débil mientras todo se vuelve borroso. Hay una explosión de dolor seguida de pura tristeza y pena. Entonces llegué demasiado tarde.

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-"¿Cómo murió?" Me las arreglé para preguntar a través del dolor. -"Fue un ataque cardíaco masivo," dice tristemente mi madre. "E..." Me detengo, tratando de tragar el dolor. -"¿Estabas con él?” Ella asiente con la cabeza. Entonces mi madre, la mujer que siempre pensé que era la más fuerte de todas, la más bella de todas, la más cruel de todas, se desmorona y llora. Sollozos arrancan de su pecho como si alguien se lo estuviera desgarrando, y cubre su cara con las manos y se deja ir en el dolor. Instintivamente, mi corazón me dice que vaya a ella, que le preste mi apoyo. Sin embargo, una vida llena de dolor y recuerdos se interpone entre nosotras, haciendo que permanezca sentada en mi lugar mientras mi madre se desmorona delante de mí. Pero cuando la miro, una mujer quebrada, mi corazón gana. Me levanto rápidamente, salgo de mi lado de la cabina y me tiro en la suya. La tomo en mis brazos. Los brazos de mi madre me rodean, acercándome a ella. "Se ha ido, Blaire... se ha ido," ella llora. Pasan minutos. Cuando mi madre está más tranquila, me deja ir y se seca la cara con una servilleta de papel. -"Hay tantas cosas que tengo que contarte sobre tu padre y sobre mí." -"Esa foto...” Se suena la nariz. -"Sí, ese era tu papá. De alguna manera, después de todo lo que pasó, ambos encontramos el camino de regreso. Nos casamos por segunda vez. Intentamos buscarte. Tu papá incluso fue a la ciudad de Nueva York, pero nadie supo adónde fuiste. No te quedaste en contacto con nadie de aquí." Ella coge su bolso, saca una 232


carta y me la entrega. "Él escribió esto para ti después de que tuvo el primer ataque. Creo que una parte de él siempre supo que volverías." Miro el sobre en mi mano. "Gracias." Mi mamá entonces toma mi mano en la suya. "Cariño, tu padre y yo tuvimos una relación muy complicada. Nos amábamos al punto de la locura, pero ese amor también nos separaba. Era demasiado intenso. Ahora eres un adulto, así que debes saber que las relaciones no están cortadas y secas. Hay tanta belleza en un matrimonio, pero también puede haber tanto dolor. Tú fuiste nuestra bendición, nuestro amor, lo que nos mantuvo juntos mucho más tiempo de lo esperado." Miro hacia abajo mientras las lágrimas llenan mis ojos, sus palabras hiriendo y curando. -"No fue tu culpa que no pudiéramos quedarnos juntos. Te hemos amado, Blaire. Pero fuimos demasiado egoístas y egocéntricos para mostrarlo. Blaire, mírame," me insta con ternura. Cuando lo hago, levanta una mano para acariciar mi mejilla con el dorso de su mano. "No puedo hacer nada por el pasado. Si pudiera, lo haría, pero no puedo. Es demasiado tarde para eso. Pero lo que puedo hacer es pedirte tu perdón y si no puedes darme eso todavía, te ruego que lo encuentres en tu corazón para darme la oportunidad de tratar de ganarlo." Mientras mi madre espera mi respuesta, siento como si estuviera despertando de un sueño. Nunca tendré un cierre con mi papá. Murió sin saber que lo amaba. Y aquí tengo la oportunidad de no repetir el

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mismo error con mi madre. A veces la gente camina fuera de tu vida para nunca volver, y todo lo que te queda son recuerdos amargos y qué sí. Y aunque tratas de seguir adelante y olvidarlos, se convierten en arrepentimientos que cortan más profundo que el cuchillo más afilado, cortándote una y otra vez. -"No tienes que darme una respuesta ahora, cariño. ¿Por qué no lees la carta de tu padre? Tómate un tiempo. Y cuando estés lista, estaré allí para ti." Una vez que nos despedimos, regreso a mi hotel. Después de tomar una ducha, hacer mis uñas, leer, hacer cualquier cosa y todo y nada para evitar la carta de mi padre, finalmente encuentro el coraje de tomarla en mis manos, abrir el sobre y leerla.

Mi querida Blaire, si estás leyendo esta carta, es porque es demasiado tarde. Mi vida ha sido una cadena llena de remordimientos. No llevarte a la escuela. No llevarte al parque más a menudo. No hacerte reír. No decirte que te amaba lo suficiente. Pero mi mayor arrepentimiento es no ser capaz de verte crecer y convertirte en la mujer maravillosa que sé que debes ser. Desearía que estuvieras con nosotros ahora para que pudieras ver en quién nos hemos convertido. Tu mamá me dio uno de los mejores regalos que podría desear: su perdón. Ella lo hizo porque dice que el pasado ya no existe y que todo se trata de lo que somos ahora. Y tiene razón, Blaire. Nunca dejes que los demonios de tu pasado empañen tu presente.

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Siento mucho ser un padre tan malo para ti, Blaire, mi dulce ángel de ojos azules. Mi estrella brillante. En mis sobrios momentos, fuiste tú quien hizo que mi vida no pareciera un desperdicio. Y en mis momentos inducidos por el alcohol, fue por ti por quien me lamenté. Te quiero, hija mía. Siempre, Tu padre.

Agarrando la carta firmemente a mi pecho, lloro por la chica que era y por la familia que podríamos haber sido. Lloro porque nunca llegué a decirle a mi papá que, en mis ojos, nunca fue un fracaso. Y lloro porque esa niña todavía lo ama tanto y él murió sin saberlo.

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CAPITULO21

MI MAMÁ ABRE LA PUERTA y sonríe brillantemente cuando me ve. "Viniste". -"Sí," sonrío, también. "Quiero intentarlo, mamá." Toda mi vida ha sido una colección de decisiones gobernadas por el miedo: el miedo a sentirse herido, el miedo a sentir demasiado, el miedo a amar, el miedo de permitir que la gente se acerque. Miedo. Miedo. Miedo. Una vez pensé que me había liberado de ello, pero me estaba engañando a mí misma. Ya he terminado de correr. Es hora de enfrentar la música. Y esperanzadamente, hora de curar, también.

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CAPITULO 22

"WOW ... ESTE LUGAR ES INSANO," digo, siguiendo a Elly alrededor de la casa. Me está dando un paseo por el albergue de Alessandro en Vermont. Ahora estamos en la planta principal que cuenta con una sala de estar abierta y una ridícula chimenea de piedra de piso a techo, enmarcado por ventanales. Dejo de caminar y absorbo la vista de las montañas contra un cielo azul brillante. -"La vista es otra cosa," dice Elly. -"Sí. Todo el lugar es increíble, Elly." Me muevo para sentarme en un gran sofá de color crema. Agarro una cómoda almohadilla, la abrazo a mi pecho y encuentro los ojos de Elly. "Gracias por invitarme." Elly se sienta a mi lado. Coge mi mano y entrelaza nuestros dedos. Me enfoco en el fuego que arde en el hogar, pensando en las últimas semanas de mi vida y en la paz que encontré al soltar toda mi ira y mi resentimiento -la paz que encontré al perdonar , y en aceptar el perdón a cambio. -"Una vez me hice la promesa de que nunca volvería a amar porque me debilitaba. Decidí ignorar mi corazón y dejar que mi cerebro gobernara todas las decisiones que tomé, así que me escondí detrás del dinero y de sus comodidades. Sabía que el dinero no podía comprar la felicidad, pero podría hacer mi vida bastante cómoda - lo envuelve con la seguridad brillante. Ahora veo que estaba equivocada.

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Quiero decir, no me malinterpretes, el dinero es importante. Pero no lo es todo." Me vuelvo para mirarla y sonrío tristemente, pensando en la carta de mi padre. "El amor puede ser muchas cosas. Cruel. Emocionante Engañoso. Celoso. Odioso. Pero en su forma más pura, el amor puede ser redentor: perdonar." Mi voz vacila, pero continúo más allá de la roca atrapada en mi garganta, “El amor puede curarte, Elly." Me aprieta la mano. "Eso es hermoso." Limpio una lágrima de mi mejilla con la manga de mi suéter. "Ugh ... odio esto," digo sorbiendo por la nariz. "Últimamente, todo parece que me hace llorar. Y una vez que empiezo, no puedo dejar de hacerlo." Elly se ríe, el sonido musical. "Aww, el hielo en tu corazón se está descongelando." -"Cállate." Rodé mis ojos mientras una sonrisa tira de mis labios. "Apesta como la mierda." Nos miramos una a la otra y estallamos en risas. Una vez que nos hemos calmado, tomo la almohada sentada en mi regazo y se la aviento a ella, perdiendo su cabeza por una pulgada. "¿Qué haría sin ti?" -"Estarías perdida sin mí," finge estremecerse. "Pero dime ... ¿cómo estás? Ya sabes, con Ronan y Lawrence." ¿Cómo puedo explicarle a Elly lo que pasó en las últimas semanas cuando apenas lo entiendo yo misma? Me río porque fui a través de la vida protegiendo mi corazón, asegurándose de que nunca le diera poder a nadie, pero terminé cayendo en el amor no una vez, sino dos

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veces. "Es una mierda. El dolor sigue siendo demasiado crudo. Demasiado fresco. Pero he tenido tiempo de pensarlo, supongo." -"¿Y?” -"Es difícil de explicar. Porque ¿cómo puedes explicar que amas a dos hombres al mismo tiempo?” -"Sólo tú irías de no enamorarte a enamorarte de dos tipos a la vez." Me río. "Es el karma en su mejor momento." Me muerdo el labio. "Con Ronan, él entró en mi mundo y lo inclinó al revés. No tuve oportunidad contra él… me robó el corazón. Y no sucedió así con Lawrence. No, lo que siento por Lawrence no tiene principio ni fin. Lo que comenzó como una distracción se convirtió en algo hermoso que no puede ser nombrado ni explicado ni medido. Cada uno de ellos posee diferentes partes de mí”." -"Eso es una mierda, amiga mía. Lástima que no se trate de un divertido libro de ménage donde puedas conservar a los dos." Eso me hace reír. -"Sí, y ahora tampoco tengo a ninguno de los dos." -"Que se jodan. Te conseguiremos un agradable reemplazo. Siempre que me prometas que no vas a auto sabotear otra relación tuya, deberíamos ser buenas." Nos estamos riendo cuando Alessandro entra en la casa con las manos llenas de comestibles. Nos levantamos y vamos a ayudarlo, el tema se cayó.

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Ahora es más de medianoche y todavía estoy despierta. Después de lanzar y girar durante incontables horas con el sueño evadiéndome, empujo las sábanas a un lado y me levanto. Me acerco a la ventana y arrastro la cortina a un lado, permitiendo que la luna llene la habitación con luz plateada. Mordiéndome el labio, reflexiono sobre las palabras de Elly. -"Sí ... el auto-sabotaje lo pondría con suavidad” -susurré a una habitación vacía.

*****

Decido ir a caminar para calmarme después de que terminamos con el desayuno. Estoy nerviosa y agotada después de una noche sin dormir y siento que voy a perder la cabeza si me quedo en el interior por un segundo. Me puse la chaqueta, abrí la puerta trasera y salí de la casa. Temblando, me detengo en la cubierta de madera. La majestuosa vista y la tranquilidad de mi entorno me roban el aliento y me revigorizan.

Al

bajar

las

escaleras,

recuerdo

a

Alessandro

mencionando la existencia de un arroyo detrás de la casa. Me decido a ir en busca de él. A mi regreso, hay risas procedentes de dentro del Lodge. El resto de los invitados deben haber llegado. Estoy a punto de abrir la puerta cuando oigo a alguien acercarse a la casa desde mi izquierda. Instintivamente, vuelvo la cabeza en esa dirección, y el aire es 240


aspirado de mis pulmones. La forma alta del hombre se acerca a mí, completamente inconsciente de mi existencia. Cuando mis ojos lo devoran, tomando sus rasgos familiares, la barba que cubre su mandíbula y que enmarca sus labios deliciosos, la manera entrañable (y mega-caliente) que se ve vistiendo un beanie azul marino ... Sé con certeza completa que él es el único hombre para mí. Y aunque comparta mi amor con otro, sólo le perteneceré en cuerpo y alma a este hombre. Solo ruego para que no sea demasiado tarde. Dejo ir el pomo de la puerta y giro en mis pies hasta que estoy frente a la dirección de la que viene. Tomo una respiración profunda como si fuera la última y arrojo la precaución al viento, apostando mi corazón lejos. "Hola, Ronan." Ronan se detiene en seco en cuanto escucha mi voz, un arco iris de emociones brillando en sus ojos mientras nuestras miradas se encuentran. -"¿Qué

haces

aquí?”

-dice con tanto

odio que

me

aturde

momentáneamente. "Maldita Elly." Encogiéndome, me muevo hacia él. -"Yo…” La puerta se abre entonces y una mujer cuyo rostro nunca olvidaré sale. Su brazo roza el mío mientras ella va hacia él. Extiende sus dos manos enjoyadas para que Ronan la tome. "Aquí estás. Estaba empezando a preguntarme qué te pasó."

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Ronan coloca dos bolsas de viaje en el suelo antes de tomar sus manos entre las suyas y tirando de ella hacia él. Él finge que no existo mientras sonríe, una sonrisa lenta y seductora. "¿Extrañándome ya?" Rachel se ríe airadamente, y me consume de celos. Dios, incluso su carcajada es graciosa. Ella le dice algo, pero no puedo oír más allá del zumbido en mis oídos. Repentinamente mareada, reclino mi espalda en la pared detrás de mí. Dejándola ir, Ronan entrelaza sus dedos con ella, recoge las bolsas con su mano libre, y camina dentro de la casa. Mientras pasan junto a mí, los ojos de Ronan se clavan con los míos y no veo nada en ellos sino una dura indiferencia. "Disculpa," se dirige a mí con una voz tan fría que me congela desde adentro hacia afuera. Cuando desaparecen dentro de la casa, inclino mi cabeza hacia atrás y cierro los ojos. Y ahí tienes tu respuesta, Blaire. Llegas tarde. Demasiado jodidamente tarde.

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CAPITULO 23

"LO SIENTO, BLAIRE. No tenía ni idea de que Alessandro los había invitado," Elly suplica tristemente. -"Está bien, Elly." Levanto la vista de la tabla de cortar, apretando mi asimiento en el cuchillo. Intento lo mejor para sonreír. "No es tu culpa que me comporté como una idiota en el pasado y ahora estoy finalmente consiguiendo lo que merezco. De todos modos, ¿cómo logró traerlos aquí? Yo no sabía que ustedes lo conocían por fuera de la única vez que él te condujo?” Ella me explica cómo se encontró con él en la fiesta de Rachel y cómo se inició una conversación. Al mencionar su nombre, siento bilis en mi estómago,

pero

mi

desesperación

por

conocerlo

supera

mi

injustificado odio por esa mujer. "Alessandro me dijo que se topó con Ronan en un bar en SoHo el fin de semana pasado y lo invitó a venir. No tenía idea de que ustedes tenían una historia. Dios, yo estaba tan enojada con él cuando los vi entrar." -"Pobre hombre." Continúo cortando los dientes de ajo, fingiendo prestar especial y meticulosa atención a lo que estoy haciendo. "Espero que no fueras demasiado dura con él." -"Eh, él sobrevivirá," Elly dice salvajemente. Me río entre dientes.

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Elly toma un sorbo de vino y luego revuelve el líquido en su vaso, aparentemente haciendo su siguiente declaración. "Blaire ... no creo que él te haya superado." -"No digas eso," susurro pero mi corazón empieza a latir tan fuerte que apenas puedo oír mis propios pensamientos a través de eso. Una imagen de Ronan y Rachel pasando junto al fuego, riendo, los brazos de él alrededor de su cintura, la mano de ella enterrada en el bolsillo trasero de sus pantalones vaqueros mientras charlaban con Elly y Alessandro y el resto de los invitados parpadea en mi mente. Podría haber tenido eso si no hubiera sido una tonta, pero ahora Ronan está con Rachel y no hay nada que pueda hacer. -"Te equivocas, Elly." Coloco el cuchillo en el mostrador y me vuelvo para mirarla. "Él me odia." -"No estoy tan segura de eso. Está mintiéndose a sí mismo, Blaire. Puedo sentirlo. Cada vez que piensa que nadie está mirando, sigue cada uno de tus movimientos. No puede quitarte los ojos de encima." -”Para, Elly -le ruego, volviéndome loca. Deja de darme esperanza. "Él trajo a Rachel. Él está obviamente con ella." -"Sólo porque están follando no significa que estén enamorados." Elly muerde su labio inferior. “Pero tengo que admitir que no estoy segura de qué pensar de ella." -”¡Nada!”

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Alza una mano. "Él parece sentir algo por ella, te daré eso, pero él no la mira de la manera en que te mira." -"¿Y cómo es eso?" Pregunto suavemente, apenas capaz de sacar las palabras. -"En serio, Blaire. No puedo creer lo ciega que eres. El hombre te mira como si fueras el centro de su universo. Es obvio que está molesto como la mierda, pero …” -”Por favor, déjalo ir, Elly” -le suplico. "A veces las cosas no pueden arreglarse." Ella frunce los labios. -”Pensé que habías terminado con las mentiras." -"Lo hice. Pero me niego," tomo su vaso, tomo un trago grande y se lo devuelvo, “es lo único que me mantiene unida desde que llegó. Vamos, cocinemos." Le digo a Elly que vaya a preparar la mesa y que acabaré de cocinar. No estoy segura de lo bien que va a saber, pero ¿qué tan difícil es cocinar salsa de carne y hervir espaguetis? Una vez que el temporizador se apaga, descargo la pasta y la transfiero a un plato. Estoy buscando el aceite de oliva cuando lo siento detrás de mí. Me congelo en el momento en que entramos en contacto. -"¿Dónde está Lawrence?" Me estremezco, sintiendo su gran cuerpo presionado detrás de mí. Trago y sacudo la cabeza, el miedo de estar a solas con él, de ser

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atrapado por alguien que entre en la cocina, y de quererlo tanto me marea. Coloco ambas manos en la encimera para apoyarme. -“Yo ... ya no estamos juntos," respiro. Lentamente, él coloca sus dos manos encima de las mías, encerrándome entre sus brazos. -"¿Se aburrió de ti?" arrastra las palabras. -"No ..." Sé que debería dar la vuelta y alejarme de Ronan, rompiendo su hechizo sobre mí, pero es imposible. Le pertenezco incluso después de todo este tiempo. "No es así. Simplemente no podía hacerlo más. Yo...Yo…” -“Guarda silencio." Me empuja contra la encimera, el borde hundiéndose en mi estómago. "No puedo pensar cuando estoy a tu alrededor," sisea. -"Hay tantas cosas que tengo que explicar …” -"¿Qué quieres de mí?” -me susurra duramente al oído. “¿Por qué es que cada vez que pienso que estoy avanzando y las cosas parecen estar yendo bien, vuelves a mi vida y me jodes todo? ¿Para recordarme lo que no puedo tener?” Maldiciendo, presiona sus labios en mi mandíbula y comienza a trazar un camino por mi garganta y mi cuello, poniéndome la piel de gallina por todo mi cuerpo. El miedo se mezcla con la emoción. Añorando con la realidad. Deseo con necesidad.

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Empuja sus dedos más allá de la cintura de mis jeans y mi ropa interior, encontrándome. "Pero ya no me importa una mierda." Comienza un asalto a todos mis sentidos con su toque, haciéndome gemir de placer. “Siempre tan receptiva. ¿Reaccionas con él de esta manera, huh?” Es la manera sin emoción con la que me habla y lo fría que su voz suena que rompe la sujeción hipnótica que él tiene sobre mí. Es como si

estuviera

aquí

físicamente,

tocándome,

haciéndome

suya,

castigándome mientras su corazón permanece intacto. Me empujo lejos del mostrador y giro en mis pies hasta que nos miramos el uno al otro. -"¿Qué está mal contigo?" Envuelvo mis brazos alrededor de mí para dejar de temblar, sintiéndome tan sucia. "¿Qué carajo está mal conmigo?" Él se ríe entre dientes. -"Nunca fuiste tan cruel, Ronan," grito. La risa sale de su cara y es reemplazada por una furia tranquila que arde en sus ojos. Se inclina hasta que nuestras bocas casi se tocan y nuestras respiraciones se funden como una sola. "Tú. Tú eres lo que está mal conmigo," levanta una mano para tocarme, pero la aleja, apretándola en un puño. -"Quiero saber cómo vivir sin ti” -dice enojado, con su mirada marrón tormentosa. "Pero no sé cómo." Doy un paso adelante para alcanzarlo. "Ronan ..."

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-"Creo que lo vi entrar aquí ..." Elly dice lo más fuerte posible, alertándonos de su acercamiento. Ronan y yo pusimos tanto espacio entre nosotros mientras vemos a Rachel y Elly entrar en la cocina. Incapaz de mirarlos, me excuso y salgo de la habitación a toda prisa, sin echar otro vistazo.

*****

Ronan

-"Es una noche hermosa." Miro hacia atrás para encontrar a Rachel reclinada contra el marco de la puerta, luciendo perfecta con un cuello alto de cachemira crema y pantalones del mismo color. Mando a mi maldito corazón latir, de sentir algo, algo a la vista de su hermoso rostro, pero no hace nada. Permanece tan tranquilo como siempre lo ha estado. -"Sí." Apago mi cigarrillo y me apoyo en la barandilla de madera. "Ven aquí, preciosa." -"La casa está tan tranquila." Rachel entra en el porche y camina directamente a mis brazos, abrazando mi torso. "Parece que somos las dos únicas personas que no fueron al bar después de la cena."

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Le paso una mano sobre su espalda, sintiendo su pequeño temblor bajo mi toque. "¿Quieres ir? Probablemente todavía podamos alcanzarlos." Rachel sacude su cabeza, frotando su mejilla en mi pecho. "Hueles tan bien." Le beso la parte superior de su cabeza y voy a dejar de pensar en Blaire. Maldita sea al infierno. Rachel merece algo mejor que esto. Después de una pausa, Rachel dice en voz baja: "Nos divertimos, ¿verdad?" La envuelvo en mis brazos y la aprieto, comprendiendo lo que ella quiere decir. "Pensé que lo habías superado, pero no lo has hecho. No te amo, Ronan, pero me estoy enamorando de ti. Y por esa razón, me estoy alejando." Ella coloca un suave beso en mi cuello. "No puedo hacer esto de nuevo. No tan pronto después de mi divorcio." -"Lo siento, Rachel." -"No te disculpes," su voz se quiebra, “porque si lo haces, significará que lo que compartimos fue un error y no lo fue . Fue hermoso." Ella me deja ir, se endereza y me da palmaditas en el pecho. “Al igual que tú." Mis manos se dirigen a sus caderas, agarrando sus suaves curvas. "Ojalá pudiera …” -"¿Amarme?” Ella sonríe, una pequeña sonrisa triste que no llega a sus ojos. -"No, mi bello y ciego hombre ... no podrías hacerlo. No cuando nunca dejaste de pertenecerle a ella."

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Aprieto mi mandíbula, odiándome porque es verdad. Por mucho que trato de negar mi propio corazón, no sirve de nada. Blaire me posee. Pensé que tenía la oportunidad de olvidarla, de vivir sin ella, pero me estaba engañando a mí mismo. Hacerlo sería como pedirle al sol que deje de levantarse al amanecer. Imposible. Sin embargo, la necesidad de hacerle daño tanto como ella me lastimó corre desenfrenado dentro de mí, borrando cualquier ternura que haya en mi corazón por ella. La sed de desgarrarla con mis dedos y darme un festín con su sangre es el combustible que me ha mantenido durante todo este tiempo. Porque si estoy siendo sincero conmigo mismo, es la razón por la que acepté la ayuda de Rachel y Carl. El por qué renuncié a mis necios sueños de algún día hacerlo por mi cuenta y en cambio tomé la salida fácil. Ella es la razón detrás de cada decisión que he tomado para traerme a este punto. -"Ronan ... si la amas, y es obvio que lo haces, ¿por qué no vas detrás de ella?" Desvío la mirada de sus ojos azules que parecen capaces de superar todas las barreras que he erigido. "No puedo." ¿Cómo puedo explicarle que mi hambre de venganza supera mi amor inútil por una mujer que nunca lo quiso? Pero no importa. La vida finalmente ha sonreído mi camino al colocar a Blaire en mi camino, y la haré pagar. Ella me insta a volver a mirarla. "Allí está la obstinación que tanto amo. Pero ten cuidado, o será tu caída."

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-"No te merezco, Rachel. Te he hecho mal." -"No, no digas eso, Ronan. Soy una niña grande, y sabía en qué me estaba metiendo desde el principio. ¿Estoy herida?” Se encoge de hombros. "Tal vez un poco. Pero tú vales la pena. Tanto. Y me recuperaré. Sé eso." Ella toca su pecho. -"Sabes, cuando te conocí, sentí que había hielo dentro de mí, pero se ha ido. Ya no está allí. Me has recordado lo que se siente hacer el amor, reír, sentirse hermosa y deseable. Gracias a ti, me siento como yo otra vez." Me inclino y la beso por lo que nunca será. Cuando nos separamos, ella acaricia mi hombro y sonríe demasiado brillantemente, su mirada reluciente con lágrimas no derramadas. "Mejor me voy. He enviado a un conductor hace un par de horas y acaba de llegar aquí." Rachel se dirige hacia la puerta y se detiene cuando ya casi la alcanza. Gira la cabeza y me mira a los ojos. -"La vida es demasiado corta, Ronan. Asegúrate de no perder el tiempo."

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CAPITULO 24

Blaire

ESTA NOCHE MIENTRAS ME SIENTO EN UNA CABINA rodeada de gente, viéndolos reír, beber, pasar un buen rato, no podía unirme a la diversión, fingir que todo estaba bien. Emocional y físicamente cansada, decidí volver a la casa. Cerrando la puerta detrás de mí, pongo las llaves del coche de Alessandro en el plato en la mesa de madera junto a la entrada y me voy a mi habitación. Elly quería venir conmigo, pero le dije que se quedara y se fuera con sus amigos. Probablemente estaba preocupada de que me encontrara con Ronan y Rachel. Empujo el pensamiento de ellos juntos en la cama de mi mente tan rápidamente como viene. Sin duda no ir allí. Una vez que estoy dentro de mi habitación, reclino mi espalda contra la puerta y cierro los ojos, perdiéndome en el silencio y la calma que lo acompaña. -"Tú ganas." Abro los ojos rápidamente y miro en la dirección de su voz. Mientras mi vista se acostumbra a la oscuridad, reconozco la forma de Ronan sentada en la silla decorativa junto a la ventana, la luz de la luna iluminando su rostro. Incapaz de hablar, observo mientras él se levanta y camina hacia mí.

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-"Escuchemos lo que tienes que decir." Permanezco en silencio, incapaz de expresar un pensamiento coherente. -"¿Qué pasó?” -pregunta, con sarcasmo saliendo de sus palabras. “Estabas tan ansiosa por explicar las cosas antes. Bueno, ahora es tu oportunidad." -"No …” Protesto débilmente. Aclaro mi voz y convoco toda la fuerza que tengo para rechazarlo y hacer lo correcto. "No tiene sentido ahora. Vuelve con Rachel." -"Rachel se ha ido - se acabó entre nosotros. Solo somos tú y yo. ¿Estás feliz ahora?” Cuando él está de pie a un centímetro de distancia de mí, se necesita cada onza de fuerza de voluntad que tengo para no caer a sus pies pidiéndole que me perdone. -"No estoy contenta, Ronan. ¿Cómo podría estarlo después de todo lo que he hecho?” -"Ya veo." Él se ríe, pasando una mano por su cabello. "¿Así que este es tu acto ahora? Guárdalo para otro desgraciado bastardo, Blaire. No necesitas hacer un show para mí. Ya te dije que habías ganado. Estoy aquí, ¿ves?" Mi corazón está listo para reventar con las emociones de lucha, esperanza, el miedo, el dolor y el amor se mezclan como uno solo. Pero lo más fuerte es mi amor por el hombre que intenté sin éxito olvidar. Y es ese amor feroz que me impulsa a avanzar y alcanzarlo. Se ha ido el miedo de que algún día me lastimara o me dejara. Se han 253


ido los pensamientos de que nuestro amor no será suficiente. Todo lo que importa es finalmente mantenerlo en mis brazos sin nadie más entre nosotros. -"No es un actuación, Ronan." -"Te dije que lo guardaras." Levanta una mano sin moverla. "Veo la forma en que me miras ... Estoy aquí para follarte y acabar con esto." -"No quieres decir eso." Me atrevo a acercarme un poco más a él. Levantando una mano, lo observo aspirar profundamente mientras acaricio las crestas de sus mejillas con el dorso de mi mano, me permito sentir una emoción que no he tenido en mucho tiempo. Y es maravilloso. Y es una locura. Es la más dulce esperanza, y se despliega con cada latido de mi corazón extendiéndose como un incendio forestal a través de mí. "¿Por qué estás realmente aquí, Ronan?" Su mirada penetra la mía, y me pierdo en un mar de ámbar. "¿Por qué estoy aquí?," Repite con fuerza. -"Porque no puedo fingir cuando estoy cerca de ti. ¿Cómo puedo cuando estás incrustado en mí, en mi maldita alma. Estoy aquí porque no puedo evitarlo. Te necesito incluso cuando me partes en dos." Incluso en la oscuridad, sus ojos me queman convirtiéndome en cenizas mientras sus palabras me dan vida.

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Ronan toma mi rostro con sus dos manos, sosteniéndome como su esclava, su tacto en turnos implacable y posesivo. "Me dije que debía irme, que te olvidaría, que no mereces la pena." -"¿Y funcionó?" Pregunto suavemente. -"No. Estoy aquí, después de todo. Deseándote más que nunca y me está matando." Aprieta su agarre. "Te odio por hacerme amarte, y me odio porque no puedo dejar de hacerlo." Nuestros ojos permanecen clavados mientras retiro sus manos suavemente de mi cara y empiezo a regarlas con besos reverentes y lentos. Por favor perdóname. Beso. Siempre has sido tú. Beso. ¿Puedes sentirlo? Beso. Regresa a mí. Regresa a mí. Regresa a mí. Derrotado, Ronan gime y me jala en un apretado abrazo, y se siente como que finalmente he llegado a casa. Nuestro tiempo aparte se derrite en un nada sin sentido. -"Dime que quieres que me vaya," suplica, su voz ronca de emoción. -"No puedo." Lo empujo más cerca de mí. "No eso." -"¿Por qué no?" Las palabras son arrancadas de su pecho. -"Porque no puedo mentirte." Levanto mis ojos para mirarlo, ofreciéndome a él. -"Tú hombre cruel, no quiero que me dejes." -"Entonces me quedaré."

*****

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-"Desnúdate." Se coloca al pie de la cama mientras me quito la ropa, viéndome quitar cada capa que cubre mi cuerpo. Vacilante y nerviosa, me siento como si estuviéramos en mi habitación a punto de hacer el amor por primera vez en esa noche de verano nunca olvidada. Para cuando estoy completamente desnuda, se desviste también y se pone de pie frente a mí. -"Acuéstate en la cama". Su voz súbitamente tan desprovista de emoción envía un escalofrío corriendo por mi columna vertebral, pero lo ignoro. Mi deseo de hacerle entender que soy suya y sólo de él me ciega a todo, incluso a la extraña luz que brilla en su mirada. Cuando estoy acostada en la cama, se mueve para estar entre mis piernas, me agarra por las caderas, arrastrándome hacia adelante para que mis pies toquen el suelo, y separa mis muslos. Es crudo y desapegado. Una parte de mí sabe que me está castigando por lo que le he hecho, así que lo dejo y espero que esto sea lo que debe hacer antes de que pueda perdonarme. Sin prepararme para su invasión, Ronan empuja hacia adelante hasta que está dentro de mí. Grito de dolor mientras pierdo mi mente en la más dulce agonía de sentirlo dentro de mí después de tanto tiempo, de estar tan cerca una vez más. Respirando pesadamente, él se detiene mientras un temblor recorre su cuerpo entero. El enojo en su rostro debería asustarme, pero todo lo que importa, todo lo que me importa es darme a mí mismo a Ronan.

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Su pecho se eleva y cae en un ritmo laborioso al mismo tiempo que sus brazos tiemblan mientras se sostiene sobre mí. "Blaire, yo ..." su voz se rompe. -"Shh ..." Lo alcanzo, lo envuelvo en mis brazos y lo empujo hacia mí hasta que nuestros cuerpos se convierten en uno, deseando que mi amor por él le muestre el camino de regreso a mí. -"Te amo, Ronan." Él intenta alejarse de mí entonces, pero no lo dejo. "No lo hagas", murmura con dureza. "No digas eso". Luchamos pero sigo sosteniéndolo como si toda mi vida dependiera de este momento, sintiendo que todos los músculos de su cuerpo se sacudían como un terremoto ondulante bajo mis manos. "Te amo," repito. Acaricio su piel, llenándolo con besos mientras trato de hacerle comprender con mi toque lo que no aceptará con mis palabras. "Te amo. Te amo. Te amo”. La pelea sale de él, Ronan finalmente se da por vencido. Y cuando lo hace, es una tormenta llena de truenos y viento y lluvia. Se sacude. Vibra. Resuena profundamente dentro de nosotros. Aullando ... Rompiendo ... Sanando ... Separándonos a ambos apartándonos así nuestros besos, nuestras respiraciones

compartidas,

la

sensación

de

él

moviéndose

profundamente dentro de mí, y su corazón latiendo contra el mío nos

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puede poner de nuevo juntos por cada mes, cada semana y cada día, y cada hora, y cada minuto, y cada segundo que no estuvimos juntos. Es la santa comunión de nuestros cuerpos. -"Por favor, perdóname, Ronan". Lo empujo hacia mí, apretando mis piernas alrededor de su cintura, tratando de tragarlo en mi cuerpo, fundir su alma con la mía, pero no es lo suficientemente cerca. Nunca lo será. Él comienza a golpear en mí. Duro... Doloroso ... Agonizante ... No me está haciendo el amor. Está tratando de poseerme, de marcarse a sí mismo en mí con cada empuje. Y a través de todo esto, le digo cuánto lo amo, esperando que pueda romper cada barrera entre nosotros. Lawrence. Rachel. Todo el daño innecesario. Celos ... Cólera ... Traición ... Mentiras ... Engaño ... Todo se desvanece a nada. Echando la cabeza hacia atrás, Ronan se retira de mí, y se viene en mi estómago cuando un grito se desgarra de lo profundo de su interior. 258


Después de limpiarme en el baño, vuelvo a la cama y lo encuentro acostado sobre su estómago, su cabello desordenado y ojos cerrados. Voy a él, mi corazón hinchado de felicidad y amor. Sin decir una palabra, me tira, me envuelve en un abrazo feroz, y nos dormimos. Mientras estoy cerrando los ojos, a la deriva, finalmente entiendo lo que es la verdadera felicidad. Este momento. En sus brazos. *****

Me despierto sintiéndome exuberante y ridículamente feliz. El delicioso dolor entre mis piernas me recuerda todas las veces que Ronan me tomó anoche con una incesante pasión y necesidad que ardía tan brillantemente que me sorprende que el lugar no se derrumbara hasta convertirse en cenizas. Con una sonrisa en mis labios lo alcanzo, pero mis manos vuelven vacías. Abro los ojos y descubro que ya no está en la cama. Al sentarme, lo encuentro sentado en la misma silla de adorno, observándome atentamente. Ya se duchó y se vistió con una camisa a cuadros roja y pantalones vaqueros. En el momento en que mi mirada se posa sobre él, mi corazón vuelve a reaparecer (se reanima) Me cubro con una sábana, de repente me siento tímida. "Buenos días".

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Silenciosamente, Ronan se levanta y se pone de pie al pie de la cama, su hermoso rostro inescrutable. Dura. La forma inexpresiva en que me está mirando como si fuera una visión no deseada me hace correr un escalofrío por la columna vertebral, pero me digo a mí misma que es sólo mi imaginación excesivamente cansada. Este es el mismo hombre que me hizo suya una y otra vez durante toda la noche, mientras me abrazó fuerte y nunca me dejó ir. Saca su billetera del bolsillo trasero de sus pantalones vaqueros, la abre, y saca algunos billetes. Frunciendo el ceño, voy a preguntarle por qué es ese dinero cuando lo lanza descuidadamente en la cama. Mi corazón se hunde cuando el papel verde flota lentamente como plumas sobre el colchón. "¿Qué es esto?" Me las arreglo para preguntar. "¿No es así como normalmente va?" Se guarda la cartera mientras su mirada se desplaza sobre mí desapasionadamente. "Estoy pagando por tus servicios. Me parece recordar que una vez me dijiste que no podía pagarte. Bueno, ahora puedo”. No. No. No. No. Agarrando la sábana cerca de mi pecho como si fuera un salvavidas, me digo que estoy soñando y pronto me despertaré para descubrir que esto ha sido una horrible pesadilla. Pero cuando miro al hombre frente a mí, sintiendo que mi corazón apenas sanado se deshace de nuevo, me doy cuenta de que anoche fue un hermoso sueño y que esta es mi

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cruel realidad. -"No puede ser..." Traigo mis manos a mis sienes, sintiéndome mareada. -”No creo que te haya escuchado bien”. -”Pero lo hiciste, Blaire. Espero que no seas lo suficientemente ingenua como para pensar que lo que pasó anoche tuvo algo que ver con el amor", dice con calma. "Sería un tonto si me enamorara de ti otra vez. Y si puedo decirlo, tu actuación está llegando a ser bastante desesperada. No tienes que fingir que me quieres para que logres que te folle. Es obvio que te deseo. Y que me quieres ahora porque ya no soy un don nadie, mi ambiciosa y codiciosa Blaire”. Estoy cayendo hacia la nada . Me enamoré de Ronan de la misma manera que ves los fuegos artificiales iluminar el cielo. Fue inesperado e impresionante. Mi eterna medianoche repentinamente estaba llena de brillantes chispas que, juntas, rivalizaban con las estrellas más brillantes. Lo llenó con su poderosa luz, iluminando mi mundo con hermosos colores. Y anoche, el cielo no sólo resplandecía, sino que ardía como el sol más brillante. Pero a medida que sus palabras me abren y profundamente, la luz se apaga, dejándome en total, ciega oscuridad una vez más. -"Creo que deberías irte", le digo, aturdida. Cuando está cerca de la puerta, de espaldas a mí, me oigo decir: "Espera". Él mira hacia atrás, levantando una ceja, aparentando aburrimiento. ”¿Si?. -”Desearía con todo mi corazón que pudiera dejar de amarte”.

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De repente, un recuerdo olvidado de otro adiós parecido a esto, con otro hombre y una niña mucho más joven, destella a través de los ojos de mi mente. La voz de Matthew Callahan diciéndome que un día me enamoraría de un hombre, y esperaba que me rompiera el corazón. Entonces sabría qué tipo de dolor podía infligir. -”Si eso es todo... “-dice sonriendo. Me vuelvo a un lado y cierro los ojos, esperando que se vaya. En el momento en que oigo el chasquido de la puerta, muerdo fuertemente mi labio para evitar que un sollozo escapara, mientras las lágrimas ardientes desfilaban por mi rostro.

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CAPITULO 25

Ronan

DECIDí HACE TIEMPO que me levantaría en un mundo que no tenía lugar para mí y lo conquistaría con mis manos, viéndoles perder sus pobres y patéticas mentes sobre un hombre como yo, su diamante en bruto. Vendí mi alma y me rodeé de gente que una vez me rechazó para poder olvidar a Blaire. La noche anterior, cuando la tomé en mis brazos y me hundí en el maravilloso abismo de su cuerpo, sentí que mi resolución vacilaba por primera vez en mucho tiempo. Pensé que tal vez podríamos empezar de nuevo, dejando toda la mierda atrás, permitiendo que mi amor-mi locura- por ella ser el pan que nos sostenga y nos dé vida. Pero incluso cuando mi corazón me instó a ceder en su canción de sirena, una voz tan fuerte, tan chirriante, me dijo que no fuera un tonto y cayera en sus mentiras de nuevo. Estaba conmigo porque Lawrence no la quería en su vida. Ella me quería ahora porque tenía algo que darle que antes no. Esa misma voz me dijo que había llegado demasiado lejos para echarlo todo por un sueño breve pero seductor que era sólo eso, un sueño. Así que mientras miraba a Blaire, mis emociones en guerra, me desperté y recuperé mis sentidos. Dejé de empacar mi bolso momentáneamente

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para mirar por la ventana mientras una imagen de Blaire destellaba en mi mente. El dolor crudo en sus ojos mientras le arrojaba el dinero. Apretando mi mandíbula, me digo a mi mismo que fue sólo un acto, al igual que su falsa admisión de amor. Una nueva ola de odio y repulsión me consume, despejando mi mente. Érase una vez, habría dado cualquier cosa para oírla decir esas palabras, pero ahora no significan nada para mí. Están vacías. No sirven de nada. Ella no me ama. Ella no ama a nadie sino a sí misma. Poco después de terminar de hacer las maletas, llaman a la puerta. Al abrirla, encuentro a Elly esperándome al otro lado. -"Espero que estés contento contigo mismo", dice. Levanto una ceja. "¿Qué quieres decir?" -"Se ha ido". Elly sacude su cabeza, colocando sus manos en sus caderas. -"Corrió a Lawrence, ¿verdad?" Me burlo, dispuesto a no sentir una maldita cosa. -”Bueno, eso no le llevó mucho tiempo”. -”Eres un idiota”. Elly da un paso adelante, cerrando la brecha entre nosotros, sin miedo a mí. "Ella rompió las cosas con Lawrence". -"¿Lo hizo?" -"Sí, ella no va a volver a él". -"Dudo mucho que haya sucedido de esa manera. Lawrence probablemente se aburrió de ella y la dejó”. Me giro sobre mis talones

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para caminar hacia mi maleta tirada en la cama. "Pero ya no me importa un carajo. Ella puede hacer lo que quiera". -”Dios mío, estás ciego. Y soy tan estúpida... Pensé que tal vez ... " Miro hacia atrás, con los ojos entrecerrados. -“¿Qué? ¿Qué lo arreglaríamos y viviríamos felices para siempre? Por favor, Elly, no seas tan jodidamente ingenua. Ese barco navegó hace mucho, mucho tiempo”. -”¿Sabes qué? Tal vez sea mejor así. No eres el hombre del que se enamoró ... no puedes serlo. Apenas te conozco, pero estoy segura de que no te necesita en su vida”. Echo la cabeza hacia atrás y me río, aunque el sonido está vacío como todo dentro de mí. Hueco sin ella. -”No, ese hombre se ha ido. Ella nunca me quiso, Elly”. -¡Pero sí lo hizo!”. -”Ah, ¿sí? Entonces, ¿por qué corrió? ¿Por qué rompió mi puto corazón cuando todo lo que quería era amarla, estar con ella? No quería mucho. Todo lo que quería era a Blaire. ¿Sabes por qué ha vuelto? Ha vuelto porque ya no soy un pobre”. -”Espera, no” -interrumpe, aturdida-. "Lo entendiste todo mal. Todo mal, Ronan. ¿No te lo dijo? Maldita sea, Blaire. ¿Por qué no ... “Elly dice hablando a su alrededor. Enfocándose en mí una vez más, cierra el espacio entre nosotros apresuradamente, poniendo una mano suplicante en mi brazo. -”Lo has entendido todo mal, Ronan. Tan mal”.

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Apartando su mano, me aparto de ella y la luz engañosa en su ojo. ”Ahórratelo, Elly. Ya hemos terminado. Creo que deberías irte. O mejor aún, me voy”. Ella me alcanza una vez más, haciéndome mirarla. -"No. Vas a escuchar lo que tengo que decir de una vez por todas. Ya he terminado de ver a los dos perder el tiempo y lastimarse unos a otros por nada. Blaire te dejó la primera vez porque no creía que fuera lo suficientemente buena para ti”. -”Por favor. Ella rompió conmigo porque yo no tenía dinero. Escogió a Lawrence sobre mí por sus bolsillos llenos. Es una jodida buscadora de oro”, escupí las palabras como veneno. -"No. Se enamoró de ti, Ronan. Enamorada locamente. Fuiste el primer hombre en hacerla desearlo todo. Todo. Amor. Una relación. Por siempre. Durante ese verano, Blaire brilló. Estaba feliz por primera vez en su vida. No sabía tu nombre, pero sabía que era debido a ti”. Sacudo la cabeza, sentándome en la cama mientras sus palabras luchan para superar la pared que hay dentro de mí. -"Eso no puede ser." Levanto mi mirada para encontrar la suya. -”Estás mintiéndome”. -”No, no lo estoy. Y tú lo sabes. En el fondo debes saber que es verdad. Pero ¿qué esperabas de una chica que toda su vida pensó que era indigna de amor, que se sentía incómoda con un simple abrazo? Era demasiado para ella, Ronan. Escucha, no estoy excusando su comportamiento. Debería haber hablado contigo. Pero hizo lo único que sabía. Huyó. Te mintió porque sabía que si te hacía

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odiarla, ella podría alejarse de ti. De lo contrario, ella no habría podido dejarte”. Mi corazón comienza a bombear con fuerza. Las imágenes de nuestro verano corto juntos, el baile de máscaras, y de la noche pasada especialmente la última noche- se estrellan contra mí. Eran reales. Real. -”Entonces no era una mentira” -mascullo con voz ronca, sacudido hasta el fondo. "Anoche, cuando ella ..." Cerrando los ojos con fuerza, me siento mal de mi estómago. "¿Qué he hecho?" Ella no sólo me ofrecía su cuerpo. Me estaba ofreciendo su amor. Y yo lo sabía. Lo había sentido. Pero dejé que mi sed de venganza se interpusiera en el camino. -”Has dejado que tu orgullo se interponga en el camino, Ronan. Además, te vi con Rachel y he leído los artículos sobre tu carrera. Tú eres la última persona que debe juzgarla”. Derrotado, abro los ojos y me enfoco en Elly. "He sido un idiota". -"Ambos lo han sido. Pero escucha lo que estoy diciendo. Ella te ama. Siempre has sido tú. Entonces, ¿por qué carajo estás todavía aquí? Ve detrás de ella”. Fui traído a este mundo, pero nunca entendí por qué. ¿Por qué yo y no otra persona? ¿Por qué estaba aquí cuando no había nada especial en mí? Yo era sólo otro hombre tratando de salir adelante. Pero mientras las palabras de Elly aplastan las paredes a mi

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alrededor,

dejándome

desnudo-indefenso-dándome

una

nueva

esperanza que palpita con cada latido de mi corazón inmerecido, me doy cuenta de por qué. Al levantarme, voy a la puerta. Cuando estoy a punto de cruzar el umbral, escucho a Elly preguntar, -”¿Cambiaste de opinión?” Miro hacia atrás, sonriendo tristemente. -”Tengo piedad de tus enemigos, Elly. Eres un adversario formidable. Ahora, si me disculpas, debo ir detrás de mi mujer”. Ella sonríe. "Te tomó bastante tiempo”.

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Capítulo 26

Blaire

DESPUÉS DE LLEGAR A PENN STATION desde Vermont, tomo un taxi y regreso a mi apartamento. Recuesto mi cabeza hacia atrás en el asiento y cierro los ojos, permitiendo que los ruidos familiares de la ciudad me relajen. En un momento de debilidad, pienso en anoche y esta mañana, pero entierro el pensamiento tan rápido como aparece. No estoy lista para ir allí todavía, porque si lo hago, podría no ser capaz de dar otro paso sin desmoronarme. Una vez que estoy fuera del taxi y dentro de mi apartamento, dejo mis maletas en mi habitación y voy a la cocina en busca de comida. Tan pronto como mis ojos aterrizan en la botella verde de champán, la sonrisa seductora de Lawrence destella en mi mente. Mierda. Incluso mi hogar está obsesionado por los recuerdos de él. Pero, ¿qué esperaba? Incapaz de permanecer aquí por otro momento, cierro la puerta lo más rápidamente posible, agarro mis cosas, y salgo. Está oscuro cuando llego a la Fuente de Bethesda, la luna y las estrellas escondidas detrás de nubes que brillan como plata en la noche. El aire es eléctrico como justo antes de una tormenta. Me siento en el mismo lugar donde conocí a Ronan, tantos recuerdos y

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vidas atrás. Me gusta el clima frío. Ayuda a limpiar mi cabeza. No sé muy bien por qué vine aquí, aparte de torturarme un poco más, pero aquí estoy. Mientras miro alrededor del parque vacío, absorbiendo la forma en que las farolas bañan mi entorno en una luz ámbar, la primera gota de lluvia cae en mi piel, seguida por más. Cada una aterriza simultáneamente en diferentes partes de mi cuerpo. Cerrando los ojos, pongo mis manos detrás de mí. Me inclino hacia atrás en mis palmas y levanto mi cara al cielo mientras le doy la bienvenida a la sensación de las gotitas besando mi piel. Debería ir a casa, o buscar refugio bajo la terraza, pero permanezco sentada. Tal vez una parte de mí desea que la lluvia pueda lavar todo mis pecados junto con la suciedad que cubre las piedras de la fuente, purificándome. O tal vez me quedo porque es en este lugar donde mi vida comenzó y terminó, y es aquí donde debo decir adiós y enterrar los sueños de una vida con Ronan. De repente el cielo se abre y empieza a llover pesadamente. Un relámpago ilumina el cielo oscuro momentáneamente en una luz blanca antes de que el sonido del trueno retumbe cerca. Mojada hasta el hueso y congelada, estoy a punto de moverme cuando la silueta de un hombre aparece a mi derecha. Mientras se acerca a mí, cerrando el espacio entre nosotros, lo reconozco de inmediato. Lo reconocería en cualquier lugar. El fuego arde en mi pecho cuando me levanto y comienzo a alejarme de él tan rápido como mis pies lo permitan. -"Blaire! ¡Espera! ", Grita.

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Mi corazón traicionero me insta a detenerme ante el sonido de su voz. Pero no lo escucharé. No ahora. Camino rápidamente, empezando a correr ciegamente. No importa a donde vaya, siempre y cuando esté lejos de él. Mis pies se deslizan sobre el suelo húmedo mientras mi visión se desdibuja. El dolor es demasiado fuerte. Estoy siendo consumida por él. Tomándome de sorpresa, Ronan me agarra el brazo y me voltea de cara a él, golpeando mi cuerpo contra el suyo. Los truenos y los rayos siguen golpeando una y otra vez, iluminando sus rasgos. El viento también aumenta la velocidad. Ambos respiramos pesadamente mientras la desesperación recorre nuestras venas. Pero son sus ojos los que me mantienen como rehén. -"¡Déjame ir, bastardo!" Grito, golpeándolo en su pecho mientras las lágrimas caen por mi cara.- "¿No has tenido suficiente?" -"No." Ronan me envuelve en sus brazos mientras cierra el espacio entre nuestras bocas. Vuelvo mi cara a un lado, mirando lejos de él y el dolor incrustado en sus rasgos, dolor que es un reflejo directo del mío. -"No tengas miedo de mi toque", pide urgentemente cerca de mi oído. "No me quites esto. Bésame, Blaire. Bésame." Sacudo la cabeza, y sigo empujándolo lejos de mí. –“No, Ronan. No puedo. Me duele." -"Lo sé, nena. Duele jodidamente demasiado." Él me suelta y me agarra la cara, haciéndome mirarlo a través de la lluvia. -"Déjame quitar el dolor", susurra con voz ronca. -"Por favor." Él se inclina y me 271


silencia con su boca. Derrotada, me rindo. A él, a la sensación de sus brazos alrededor de mí otra vez, a su lengua persuasiva, y a sus ojos llenos de ternura. Besos que despejan mi mente de todo excepto de él Se arrastra profundamente dentro de mi piel. Es el fuego en mi lengua. ¿Es el cielo o es el infierno? Creo que debe ser ambos. Porque él está aquí conmigo. Envuelta en sus brazos, abro los ojos lentamente y me enfoco en su glorioso rostro una vez más. -"Blaire, Blaire." Él aprieta su agarre. -"Sé que lo he jodido. Estaba enojado y ahogándome en el odio y los celos. Quererte y no poder tenerte hace que me vuelva loco. He hecho muchas cosas de las que no estoy orgulloso, pero amarte no es una de ellas. Te amo. Tan jodidamente mucho. Y no ha habido un día en que yo…” -“No”. Lo agarro de los brazos mientras un sollozo escapa de mi boca. -"Eres mi razón para existir, Blaire. No soy nada sin ti. Di que me amas de nuevo," Ronan me ruega. -“Necesito oírte decirlo”. Te amo Sólo unas cuantas sílabas cortas. Dos simples palabras que por separado no significan nada, pero juntas significan esperanza, vida, belleza, todo por lo que vale la pena vivir. Las palabras se dicen 272


fácilmente y se olvidan fácilmente. Pueden hacerte entero, y llenarte de vida. Pueden destruirte. -"Estúpido, estúpido hombre", le digo temblorosa. Después de tanto tiempo, finalmente nos hemos encontrado. –“Tenía miedo de amarte porque sabía que eso me destruiría, pero vivir sin ti es como morir una muerte lenta cada uno de los días que me despierto y no estás conmigo. " -"Lo sé. Siento lo mismo también. Cada día y cada segundo sin ti. Pero ahora estoy aquí y no voy a ir a ninguna parte." Hay tantas cosas que han ocurrido entre nosotros. Tal vez podamos dejarlo ir y ponerlo todo detrás de nosotros, tal vez no lo haremos. Pero ahora mismo está aquí conmigo. Y eso es todo lo que importa. -“Llévame a algún lugar, Ronan. Haz que todo se vaya”.

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Subimos en taxi en silencio hasta un hotel. No nos tocamos el uno al otro. No hay necesidad. La conexión entre nosotros nunca ha sido más fuerte. Es electrizante. Si cerrara los ojos, sabría que estaba sentado cerca de mí. Lo sentiría por todas partes. Podía cambiar su aspecto, cambiar su nombre, convertirse en alguien más, y mi alma seguiría reconociéndolo. Mi Ronan.

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Él coge mi mano, entrelazando nuestros dedos. -"¿Estás bien?" Me lamo los labios. –“Sí”. No hay nervios. Sin miedo. No hay dudas. Por primera vez desde que puedo recordar, se siente bien. Se siente como si estuviera justo donde pertenezco, junto a él. En un acuerdo tácito, vamos a un hotel donde no hay recuerdos de otros. Es un lugar donde podemos empezar de nuevo. Me río cuando nos registra como recién casados. El Sr. y la Sra. Klein. Significados ocultos detrás de nuestras miradas robadas. Te amo. Hazme tuya. Eres mío. Siempre. La euforia vibra a través de todos los poros de mi cuerpo. Mis sentidos zumban, cobrando vida cada vez que nos tocamos accidentalmente. Oh, dulce anticipación. Nos encontramos dentro de la habitación pequeña y oscura. Nuestras respiraciones compartidas y laboriosas son el único sonido que se puede escuchar. Da un paso hacia mí. Doy un paso hacia él. Nos encontramos. Ronan y yo nos desnudamos lentamente, tomándonos nuestro tiempo, desechando la ropa mojada en el piso hasta que no haya barrera entre nosotros. Piel contra piel, sus manos en mi cintura me acercan a él. Pero no está lo suficientemente cerca. Nunca lo estará. Nuestras manos se acarician y vuelven a reconocerse, su tacto tierno y perdonador, sanador. Mis dedos se deslizan sobre su piel, sus pezones endureciéndose bajo mi toque. Lentamente, Ronan baja su cabeza y me besa. Es tierno al principio, luego enojado, luego tierno

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de nuevo. Nos besamos y besamos y besamos hasta que nuestros labios están doloridos y nos quedamos sin aliento. Ronan susurra mi nombre una y otra vez como una letanía, acercándonos, marcándome como si fuera suya. Blaire, Blaire, Blaire, Blaire, Blaire, Blaire... Él me llama, y cada parte de mí se rinde a él. Y juntos, volamos tan alto. Ronan agarra mis hombros y nos da la vuelta para mirar hacia un espejo de cuerpo entero colgado en la pared. En el reflejo hay un hombre cuya belleza me hace querer llorar por su perfección. Su piel es caramelo ligero. Su cuerpo está hecho para adorar. -"Nosotros pertenecemos juntos", dice, su voz ronca de pasión. "¿Me oyes?" Lo observo serpentear una mano por mi cuerpo mientras él baja su cabeza y besa la curva de mi cuello antes de morderla. Nuestras miradas se encuentran en el espejo mientras sus dedos acarician mis tetas, frotando y tirando de mis pezones. Jadeo y reclino mi cabeza hacia atrás en su hombro, viéndolo luchar por el control mientras continúa su indecente exploración de mi cuerpo. Alcanzando detrás de mí, envuelvo una mano en su erección. Curvo mis dedos alrededor de su dura polla y empiezo a acariciarle, sintiendo el calor ardiente de su dureza deslizarse a través de mi palma. Lo agarro con más fuerza haciéndole gemir. -"Tómame." Perdiendo el poco control que le queda, Ronan me empuja hacia adelante hasta que mi frente está tocando el cristal. Miro a su reflejo en el espejo mientras agarra mi mano sosteniendo su polla y nos hace 275


a ambos frotar la cabeza contra mi coño, extendiendo mis pliegues, y frotando mi clítoris. -"No más", le suplico, guiándolo hacia mi entrada. -"Te necesito dentro de mí." Ronan pone una mano en la parte baja de mi espalda, instándome a doblar la cintura. Dejo ir su polla y coloco mis manos delante de mí para apoyarme. Soy una esclava a sus pies. La sangre corre a mi cabeza. Mi coño está goteando húmedo con deseo mientras él empuja mis muslos para abrirme más amplia para él. -"Mierda," él maldice largo y lento, penetrándome con un empuje profundo, feroz. Y es el paraíso. Él lentamente retrocede, y cuando está casi todo el camino afuera, empuja hacia delante una y otra vez y otra vez. Cada empuje es más agresivo que el anterior, más exigente. -“Quiero oírte decir esas palabras” ordena con dureza, golpeando más fuerte, más rápido. -"Dilo, Blaire." Levanto mi culo más alto para darle un mejor acceso. -“Te amo”. -“Dilo de nuevo”. -"Te amo," gimo. Me folla incesantemente, dominándome con su cuerpo, con sus manos, con todo lo que es. Y le doy cada pedazo de mí, entregando mi alma y a mí misma a él.

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-"Otra vez." Su voz tiembla. -"Te amo," repito, viendo como las lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas cinceladas. -“Te amo, Ronan”. -“Tú eres mía, ¿me oyes?”. Me agarra fuertemente las caderas, metiéndose dentro y fuera de mí, acercándome al borde. -"Dame mil vidas y mil eternidades, y todavía te encontraré y te haré mía. Siempre." -"Ronan... yo...". Cierro los ojos y me deshago. Ronan gime, encontrando su propia liberación, mientras siento una ráfaga caliente extendiéndose

profundamente

dentro

de

mí,

llenándome

completamente. Me despierto en algún momento en medio de la noche. El miedo me aprieta el pecho cuando descubro que Ronan no está acostado junto a mí. Cuando mi vista se acostumbra a la oscuridad, encuentro su forma desnuda sentada en una silla y mirando por la ventana. La duda corre a través de mis venas, haciéndome pensar dos veces mí siguiente paso. Pero una pequeña voz dentro de mí me insta a ir a él. Buscando algo para envolverme, localizo su camisa tirada en el piso y me la pongo. Él mira hacia atrás y me ve. Él coge mi mano y me tira en su regazo, así que estoy sentada a horcajadas sobre sus piernas. Ronan entonces agarra mis muslos debajo de la camisa y me tira hacia adelante, uniendo el espacio entre nosotros. En esta posición, puedo

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sentir su polla gruesa abriendo los labios de mi coño, el calor recolectándose en mi núcleo. Un rubor caliente recubre mis mejillas mientras bajo la mirada y comienzo a trazar los contornos de los tatuajes que adornan su torso esculpido. Qué devastadoramente hermoso eres. Ronan pone una mano detrás de mí cuello y suavemente me jala hacia él. Cerrando los ojos, descanso mi mejilla en su pecho mientras pasa sus dedos por mi cabello. El latido de su corazón me alivia. Su toque me hipnotiza. -“¿Qué te hizo ir al Central Park?” -“Yo fui a tu apartamento primero, pero tú no estabas allí. No sabía qué hacer o dónde estabas, así que acabé yendo allí”. -“¿Por qué?” -“Supongo que es porque me recuerda a ti”. La felicidad se hincha dentro de mí, haciéndome flotar. Más minutos pasan en un silencio cómodo. -"Necesito saberlo, Blaire," dice con voz ronca, el miedo incrustado en sus palabras. Inclino la cabeza hacia atrás y observo sus cálidos ojos marrones que me muestran su alma. -"¿Qué?" -"Los vi a los dos en el baile de máscaras..." -"Oh." Me muerdo el labio. -“¿Lo haces?” -pregunta-, -“¿lo amas?”. La pregunta se le escapa. Casi puedo probar la sangre que extrae de él en mi lengua.

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Pienso en todo lo que hemos pasado para llegar finalmente a este momento. Toda la angustia, las mentiras y el engaño. Me gustaría poder explicarle a Ronan que no amo a Lawrence de la misma manera que lo amo a él. Que una pequeña parte de mí, la que ama a otro hombre, siempre se lamentará por él. Pero finalmente estoy con Ronan a quien pertenezco en cuerpo y alma. Permanezco en silencio, incapaz de mentirle. A veces lo que no se dice es suficiente respuesta. -"Ya veo..." Una nube de tristeza cruza sus ojos antes de cerrarlos. -"¿La amabas?" Me mira de nuevo. -"No lo creo. Me gustaba mucho, Blaire. Me gustaba estar con ella, nos divertimos juntos, y el sexo alejo mi mente de ti. Ella me ayudó cuando la oscuridad era tan jodidamente oscura que no podía ver..." Su respuesta es como una daga en mi corazón, pero sería ingenuo pensar que somos las mismas personas que se enamoraron durante un verano idílico. Ambos hemos vivido muchas vidas desde entonces, vidas que nos han cambiado. Pero en el fondo, espero que nuestro amor por el otro permanezca tan fuerte como lo fue antes. Que pueda unirnos de nuevo. -"¿Sientes esto?" Pongo mis manos sobre sus hombros mientras empiezo a frotarme contra él. "Es tuyo. Sólo tuyo." Le beso la mandíbula, cada esquina de sus labios, su boca. -"Ojalá pudiera decirte lo que quieres escuchar, pero no puedo." Gruñendo, Ronan me sostiene por la cintura mientras muevo las caderas sobre

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su erección creciente. Se hincha y palpita para mí. -"Todo lo que podemos hacer es seguir adelante. Juntos”. Pongo mi mano en su mejilla mientras Ronan agarra su polla en su mano, me empuja hacia adelante con la otra y entra en mí con un empuje

rápido

y

profundo.

Gimiendo,

cierro

los

ojos

momentáneamente ante la sensación de que se mueve dentro de mí. Muy duro. Tan grueso. -"Sé que ha pasado demasiado y nos ha cambiado, pero juntos lo superaremos. Yo lo sé." Ronan empuja hacia arriba. -"¿Estás pensando en él ahora?" -"No, bebé." Le acaricio la mejilla. -"No lo estoy." Y entonces follamos. Es enojado y rápido. Nos hacemos moretones. Es como si estuviera intentando follar la memoria de Lawrence fuera de mí, fuera de la habitación, fuera de mi corazón hasta que sea sólo él lo que siento dentro, a mi alrededor, por todas partes. Se marca en mí, en mí, reclamándome como suya una vez más. Y lo dejo. Le doy todo lo que quiere. Cuando terminamos, él me recoge y me lleva a la cama. Sus brazos, fuertes como el acero, me rodean por detrás, acercándome a él. Nos acostamos en silencio mientras nuestra respiración se ralentiza. -"Hablé con Elly." Le acaricio la piel de su brazo, sonriendo. -“Así que por eso has venido detrás de mí, ¿eh? Y yo pensé que era porque no podías vivir sin mí ", bromeo.

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-"No puedo vivir sin ti, Blaire", afirma antes de acariciar mi cuello. "¿Pero dime por qué?" -"¿Por qué me fui?" Suspiro mientras me digo que tiene todo el derecho de saber, y la única manera que tendremos la oportunidad de lograr estar juntos es siendo honesta con él. -“Espero que no tengas sueño, porque es una larga historia”. -“No voy a ir a ningún lado”. Él me coge la mano, apretándola. Es un gesto tan pequeño, pero me hace sentir que no estoy sola. -"¿Donde debería empezar? Hay mucho que contar." -"Comienza por el principio, nena." Y lo hago. Le cuento todo sobre mi infancia, mi vida en la ciudad de Nueva York y todos los hombres que vinieron antes que él, por qué lo dejé, y lo que pasó después con Lawrence y mis padres. Ya no quedan más barreras y paredes a nuestro alrededor. Después de verter mi corazón por lo que parece horas, me avergüenza incluso mirarlo. No hay sentimiento más aterrador que abrirte a alguien, exponiendo cada pedazo feo y defectuoso de ti, y esperando que te quieran, a pesar de todo. -"Sabes, toda mi vida pensé que era mi culpa que mis padres pelearan. Que si me comportaba como la niña perfecta, se quedarían juntos, se amarían y me amarían a mí. Pero ahora sé que no tenía nada que ver conmigo ni con el amor que sentían por mí. La realidad

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es..." Trago, tratando de aliviar el dolor en mi pecho. "Liberadora." Dejándome ir, Ronan me agarra por el hombro y me vuelve hacia él. -"Hey, hey," dice suavemente. –“No te escondas de mí, cariño. Ven aquí." Me abraza en un abrazo tan apretado que es difícil respirar. -"Escúchame, Blaire... cada parte afilada, cada cicatriz que tienes es mía para amar. Y te ayudaré a sanar porque soy un bastardo egoísta y te necesito en mi vida para que esté completa." -“No te merezco“. Mi corazón se hincha. Sacudo la cabeza. –“No soy digna de ti”. -"Mírame, nena." Poniendo una mano debajo de mi barbilla, él la inclina hacia arriba y me hace mirarlo. -“Ambos cometimos errores. Ojalá hubiera luchado más duro por ti. No debería haberte dejado escapar tan fácilmente de mí”. -"Pero dije todas esas cosas...” -"No habrían importado." Él se mueve para acostarse sobre su espalda, trayéndome con él. Ronan mira fijamente al techo mientras me acaricia la espalda desnuda con los dedos. Si yo fuera un gato, ronronearía. -"Sabes... en cierta forma me alegro de haber conocido a Rachel y Carl. Porque sin ellos, no entendería lo fácil que es dejarse llevar por un mundo de lujos, cada capricho y deseo está al alcance. Yo no entendería lo fácil que es ser seducido por su estilo de vida”. Él suspira. -“Me ha gustado, Blaire. Me encantó la adoración que vi en sus ojos, la gente queriendo conocerme, cómo de fácil parecía todo.

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Así que ahora ves que no soy perfecto. Jodidamente lejos de serlo, en realidad”. -“Pero eres talentoso, Ronan. He visto algunas de tus fotografías y he leído el artículo. El reportero parecía muy impresionado." Él sonríe tristemente. –“¿Lo soy? Supongo que lo averiguaremos pronto. Mi primera exposición es la próxima semana." Beso su pecho. -"Va a ser un gran éxito". -“¿Blaire?” -"¿Sí?" Está tranquilo por un momento. -"Si pudieras tener un deseo, ¿cuál sería?" Le acaricio el lado izquierdo de su cara, mirándolo fijamente. Tú. "Estoy bien así. ¿Y tú?" Mete un mechón de pelo detrás de mí oído y baja la cabeza para besar la parte superior de mi cabeza. –“Yo te robaría, te llevaría a algún lugar donde nadie nos conozca y empezáramos de nuevo." -“¿Podría abrir una librería?” -pregunto, haciéndole reír. -"Sí nena. Podrías hacer lo que quisieras." Sonriendo torcidamente, agrega, -"Siempre que pueda hacerte todo lo que te quiero esta noche”. -"Me robarás entonces." Sonrío contra su piel, pensando en lo fácil que es soñar. –“Pero continúa. Me gusta esto." -"No habría un Lawrence...” 283


-"O Rachel", agrego. -"O Rachel," repite, riendo entre dientes. -“¿Y cuáles serían nuestros nombres?” Él alza una ceja, respondiendo tiernamente. Pero no puede ocultar la diversión que brilla en sus hermosos ojos. -“Me sorprende, señora Klein”. Me río cuando me alejo de él, arrodillada en la cama con su cuerpo entre mis piernas. Levantando mi mano izquierda digo, -"No veo un anillo, ¿verdad?" Ronan alcanza el bloc de notas con el logotipo del hotel tirado en la mesilla de noche. Después de rasgar una página, lo enrolla en una línea larga, fina. Tomando mi mano en la suya, él desliza el pedazo de papel alrededor de mi dedo anular como si fuera un anillo real. -"Ahí," dice con presunción. –“¿Qué decías ahora, señora Klein?” Cierro mi mano con el anillo de papel, haciendo un puño apretado, y lo presiono contra mi pecho. Los rasgos guapos de Ronan se hacen borrosos mientras que trato de hablar, pero las palabras se pegan en mi garganta. Un río de emociones se apresura a través de mí, arrastrándome hacia abajo, haciendo imposible respirar. Sentado, Ronan coge mi mano y la besa tiernamente. –“Vamos a huir juntos, Blaire. Vamos a dejar todo detrás de nosotros. Seremos sólo tú y yo, nena. Empezaremos de nuevo sin que nada se meta entre nosotros." Él sonríe. -"Y tal vez por el camino, puedes hacer de mí un hombre honesto y casarte con mi lamentable culo”. 284


Mis labios tiemblan. –“Ronan...” -"¿Por qué tiene que ser un deseo o un sueño?", Susurra en voz baja, enterrando sus manos en mi cabello, sus largos dedos acunando la parte posterior de mi cabeza. -"¿Por qué no puede ser una realidad?" Coloco mis manos encima de las suyas. Y noto que también están temblando. -“No lo dices en serio...” -"Lo hago. Quiero pasar el resto de mi vida contigo, Blaire. Quiero ver tu vientre hincharse con mis bebés dentro de ti. Quiero despertar cada mañana y quedarme dormido cada noche contigo a mi lado. Yo una vez te dije que un día ibas a dejar que te amara y nunca iba a dejarte ir, que yo te amo como si fuera la única cosa que debería hacer. Nada ha cambiado." Me besa la nariz antes de apoyar su frente contra la mía. -"Una vida no sería suficiente cuando estoy contigo." -"¿Esto realmente está sucediendo?" Sacudiendo mi cara, Ronan mejillas.

limpia las lágrimas rodando por mis

-"Tiene que ser así, nena", murmura suavemente, tan

tiernamente, que hace que mi corazón duela de amor. "Mañana por la mañana vamos al JFK (*Aeropuerto de New York) y hacia nuestra nueva vida. Hacer el amor, vivir, reír. No tendremos mucho al principio, pero encontraré trabajo con mi cámara y proveeré para ti. " La imagen que pinta es tan hermosa, tan perfecta, casi puedo vernos viviéndola.

El saldría en la mañana después de hacerme el amor

lentamente. Me vestiría, pasaría mis manos sobre mi estómago sintiendo un pequeño bulto lleno de vida, y luego caminaría a mi 285


librería. La vida sería dulce. No tendríamos mucho, pero estaríamos contentos. La antigua Blaire pensaría que soy estúpida por siquiera considerarlo. Ella diría que el amor eventualmente moriría cuando no tuviéramos suficiente dinero en el banco para pagar las facturas. El sexo sería reemplazado por obligaciones. Risas por el zumbido de la televisión. Y tal vez esa antigua Blaire tenga razón, pero también sé que la antigua Blaire no era feliz. Tenía dinero y seguridad. Sin embargo, su corazón estaba vacío. No... Ya he terminado de escucharla. La vida se vuelve hermosa cuando aprendemos a apreciar lo que tenemos y estar agradecidos por ello. La vida se vuelve hermosa cuando dejamos de codiciar cosas que no tenemos y estamos agradecidos por lo que tenemos. La vida es hermosa cuando elegimos hacerla hermosa. Confundiendo mi silencio por vacilación, añade: -“No será a lo que estás acostumbrada, lo sé, pero...” -"Shh." Pongo un dedo en sus labios, silenciándolo. –“Esas cosas ya no me importan”. Frunciendo el ceño, pienso en un detalle que podría perjudicar nuestra felicidad. -"Pero ¿qué pasa con tu exhibición? Estás a punto de tener tu gran oportunidad, Ronan. No puedes irte ahora”. Él envuelve una mano alrededor de mi cuello posesivamente mientras él se inclina hacia adelante y comienza a rastrear besos en mi cuello, mi mandíbula, mi hombro; Haciéndome temblar de hambre por él.

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-“No me importa. Carl puede quedarse con las fotografías y el dinero. No quiero nada de eso. Quiero intentar hacerlo sin su ayuda, por el camino correcto. Quiero estar orgulloso de lo que he logrado, nena. Y no puedo estar orgulloso de lo que se siente como que fue entregado a mí por… " -"Rachel," termino para él. Él asiente, besando mi cuello. "Todo es un gran recordatorio de una vida sin ti". Pongo mis manos sobre sus hombros para sostenerme mientras un gemido escapa de mi boca. –“Me haces querer ser egoísta y estar de acuerdo con tu plan..." Ronan comienza a rodar sus caderas contra mí, deslizando su polla dentro de mi coño, encendiéndome en un jodido fuego. -"Pero sería injusto contigo," gimo, cierro los ojos. –“¿Y si esperamos hasta después de tu exhibición?” -"No", respira con voz ronca. Se lame el pulgar y lo baja entre nosotros, frotando mi clítoris y haciendo de la habitación un remolino, mis sentidos cobrando vida con su toque. Mi cuerpo canta para él. -“Es mi elección, Blaire. Todo lo que hice, lo hice por ti. Y ahora que eres mía, no me importa una mierda cualquier otra cosa. Lo haremos por nuestra cuenta. Tu librería y mi cámara." Sus ojos sonrientes miran a los míos mientras él me sonríe con ganas. –“¿Entonces qué dice, señora Klein?” Besando su nariz, la felicidad burbujea profundamente dentro de mí. Me dan ganas de levantarme y correr desnuda en la calle, echar mi cabeza hacia atrás, y gritar que es mío. Es todo un hermoso sueño, y 287


podría ser una tontería creerlo, quererlo tanto, pero lo averiguaremos. No hay otra opción para nosotros. -“Sí”, digo despacio. -"Sí," me río. "Sí", lloro. "Sí. Siempre y para siempre, sí”. Entonces me hace el amor. Despacio. Tiernamente Apasionadamente. Me adora con su boca, con sus manos, mientras su cuerpo me tortura con un placer sin fin. Los gemidos dejan de ser gemidos. Los besos dejan

de

ser

besos.

Los

empujes

dejan

de

ser

empujes.

Trascendemos hasta un punto en el que nuestros cuerpos no sólo están unidos, sino que son nuestras almas las que se unen entre sí, creando vida. Es magia. Y nuestro nuevo comienzo.

******

Con una toalla envuelta alrededor de mi torso, salgo del baño mientras aplico loción a mi piel. Sonrió al ver a Ronan. Está apoyado contra la cabecera de la cama y dormido. No me sorprende que este cansado. El apetito sexual del hombre es inextinguible. No es que me queje. Lejos de eso, en realidad. Cuando llego al pie de la cama, abre sus ojos centrándose en mí. La forma en que me está mirando es como que él quiere devorar cada centímetro de mi cuerpo me hace sentir un poco imprudente. Aventurera. Coloco la pequeña botella de loción en la cama.

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-"¿Cómo estuvo tu siesta?" Pregunto, pasando mis dedos por mi pelo mojado. -"Solitaria." -"Pobre bebé," me burlo. –“¿Quieres que intente hacerte sentir mejor?” -"Podrías intentarlo", bromea. Tranquilamente, agarro la toalla de baño envuelta alrededor de mi torso y la retiro, exponiendo cada pulgada y curva de mí a sus ojos maravillados. Ronan me observa de cerca. Su mirada de caramelo, brillando con lujuria sobre mi figura. -"¿Te gusta lo que ves?", Bromeo. -"No estoy seguro. ¿Por qué no te acercas un poco más para poder echar un mejor vistazo?” -"¿Oh si?" Me subo a la cama y me arrastro hacia él, tomando mi tiempo mientras cierro el espacio entre nosotros. Me monto en su regazo, balanceando mi coño en su polla. –“Bueno, ¿cuál es el veredicto?” -"Vamos a ver..." Ronan me agarra por las caderas, sus largos dedos agarrando mi culo firmemente, y me jala hacia adelante hasta que estoy arrodillada sobre su cara. Alcanzo la cabecera de la cama para apoyarme y miro hacia abajo mientras mi respiración se acelera. -"Perfecto," dice, su voz tan gruesa como el humo. Sonriendo pecaminosamente, sus ojos están sobre mí cuando sus dedos separan mis pliegues y su pulgar comienza a frotarme en pequeños círculos. -"Jodidamente perfecto." 289


Juega con mi cuerpo como un maldito maestro. Muerdo con fuerza mi labio inferior en el momento en que arrastra su lengua a lo largo de mi coño empapado. Él me absorbe, su aliento caliente acariciando mis muslos mientras sus manos me mueven contra su boca ansiosa. -“Y tan dulce”. Mi cuerpo tiembla. Muevo las caderas contra su lengua mientras él se vuelve loco. Lamiendo. Succionando. Matándome. Miro detrás de nosotros. Él está agarrando su polla. Arriba y abajo. Arriba y abajo. Hipnotizándome. Traigo una mano a mi boca, corriendo mi lengua sobre mi palma y los dedos para mojarlos. Girando alrededor, empujo su mano lejos y envuelvo la mía alrededor de su polla, bombeándola en mi puño, sintiéndolo palpitante para mí. Es magia y salvajismo. Los gemidos de Ronan cortan el silencio en la habitación. Sonrío mientras lo dejo ir y me muevo de rodillas con mis piernas extendidas a cada lado de su cuerpo, y me bajo sobre él. Estoy lisa y tan mojada. Empiezo a frotarme sobre su dureza; de un lado a otro, cubriéndolo con mis jugos mientras deslizo mis manos sobre mi torso y mis tetas, tocando mis pezones y apretándolos hasta que están dolorosamente duros. La cabeza de su polla extiende mis labios y acaricia mi clítoris una y otra vez, prendiéndome como un fósforo. Cuando su dureza está brillando con mi necesidad, me muevo ligeramente hacia atrás. -“Quiero probarte” -digo con voz ronca, antes de inclinarme y correr mi lengua sobre él, probándome en él. Entonces chupo la punta de la cabeza mientras él se estremece y murmura mi nombre. Levanto los ojos y encuentro

los suyos mientras lo sostengo en mi mano,

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sintiendo que las venas palpitan en mi palma antes de que lo tome todo. Quiero ser ahogada por él, sentir su espesor llenar mi boca completamente, y hacerme ahogar. Gimiendo, Ronan pone una mano en la parte posterior de mi cabeza y me empuja hacia abajo para tomarlo más profundo mientras él comienza a bombear en mi boca, follando duro y rápido. Mis ojos se llenan de lágrimas mientras trato de no ahogarme. Lo saco, mi pecho sube y baja a toda velocidad. Me limpio la barbilla con el dorso de la mano mientras intento recuperar el aliento. -"Es hora de joder", le digo. Pero Ronan me sorprende cuando me da la vuelta, me hace aterrizar en mi estómago, y se mueve sobre mí. -"Sí, nena, hora de joder." Agarrando mi culo en sus manos, palmea mis nalgas. Me azota una vez, dos veces, antes de que las abra. Él coloca su polla justo en mi entrada, hundiéndose superficialmente, burlándose, haciéndome rogar. Oh, dios, sí. Temblando, cierro los ojos. -"Ponlo en mí." Él baja su cabeza y me cubre de besos la espalda mientras su polla comienza a follar la grieta de mi culo. -"Muéstrame donde me quieres", respira contra mi piel, antes de morder mi hombro tan fuerte que grito. Alcanzando detrás de mí, tomo su dureza húmeda y lo guío hacia mi entrada.

–“Ahora,

Ronan.

Estoy

volviéndome

loca",

respiro

fuertemente.

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-"Siempre y para siempre mía," dice, la pasión fluye de su voz y a través de sus movimientos. Y entonces él entra en mí en una profunda y fuerte zambullida que hace que la cabecera golpee contra la pared. Yo jadeo, no sabiendo si llorar de dolor o gritar en éxtasis. No importa. Es demasiado hermoso para preocuparse. Su polla se desliza dentro y fuera de mí. Es lento al principio, pero la intensidad de sus empujes no se puede negar. Los siento desde la parte superior de mi cabeza a la punta de mis dedos de los pies, y en todas partes. Entonces, de la nada, deja de moverse. La desesperación fluye a través de mí mientras muevo mis caderas en círculos, buscando mi propio placer con él todavía dentro de mí, pero no es suficiente, necesito que él me lleve. -“Ronan... ¿qué me estás haciendo? Por favor follame," le ruego. Me agarra por el pelo, me tira hacia atrás y se inclina sobre mi hombro. Empieza a moverse ligeramente, sus golpes poco profundos. Torturador. Devastador Ruedo las caderas, buscando esa dichosa presión. -"Di que me perteneces", ordena, su respiración dificultosa. -"Lo hago", gimo delirantemente, empujándome hacia atrás. Él tira más fuerte. -"¿Lo haces?" -"Dios, soy tuya", gimo, estremeciéndome. -"Te pertenezco."

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Gruñendo, suelta mi pelo mientras sus manos salen de detrás de mí y las envuelve alrededor de mi cuello, tirando de mí hacia él mientras su polla entra en mí más profundamente. Y luego pierde todo control y me folla llevándome al Nirvana (*Nota de traducción: Nirvana: estado supremo de felicidad plena que alcanza el alma y que consiste en la incorporación del individuo a la esencia divina y en la ausencia total de dolor y de deseos y más allá). Es brutal, violento incluso, pero me encanta.

Estoy viniéndome tan fuerte que veo estrellas. Ronan encuentra su liberación poco después de mí y un gemido desgarrado es arrancado de su pecho. Lo siento temblar por encima de mí cuandol pone la cabeza sobre mi espalda, estremeciéndome. Después de unos segundos, Ronan me aprieta el culo mientras recorre la nariz a lo largo de la curva de mi cuello. -"Mmm. Hueles como si te hubieran follado, señora Klein. Y me agrada mucho”. Demasiado cansada para moverme, cierro mis ojos y me río. –“Será mejor que me dejes dormir ahora. Tu esclava sexual necesita descansar." -"No tienes ninguna oportunidad," dice densamente. -"Necesito una hora." -"Veinte minutos." -"Treinta."

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-"Quince",murmura seductoramente contra mi piel, su lengua trazando un camino mágico por mis hombros hasta mi cuello y detrás de mí oreja. -"¿No estás cansado?" Le pregunto, pero sale más como un gemido. Su boca y su lengua están haciendo cosas muy malas en mi cuello. -"Está bien, bien." Me estremezco. "Tú ganas. Diez minutos. ¿Feliz?”. -“¿Blaire? ", Pregunta, con su voz un ronca. -"¿Sí?" -"Te amo." Sonrío. Yo también te amo

******* En algún momento de la tarde del día siguiente, salimos del hotel a punto de ir cada uno por su camino. Ambos necesitamos empacar, decir adiós a familiares y amigos, y tenemos que dejar que nuestros arrendadores sepan que estaremos terminando nuestros respectivos alquileres de los apartamentos. Mi estómago está lleno de mariposas y mi cuerpo está feliz y dolorido. Es tan maravilloso estar juntos que nada más importa. Mañana. Envuelvo mis brazos alrededor de la cintura de Ronan, manteniéndolo apretado, e inclino mi cabeza hacia atrás para echar un vistazo mejor a él. Mi mirada devora la boca que sabe cada secreto que mi cuerpo tiene para ofrecer, la mandíbula cubierta en una barba que me ha

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hecho cosquillas en más de un lugar prohibido. Pero son sus ojos, el color del chocolate y miel arremolinados juntos, que me tienen cautiva. Sonrío con los labios que están hinchados de nuestros besos. No puedo creer que lo hagamos. -"¿Tienes miedo?" -"No. De ningún modo." -“A las ocho de la noche. Y luego para siempre", murmura con ternura. Estamos de acuerdo en reunirnos aquí en ese momento y pasar la noche en la misma habitación de hotel. Mañana en la mañana, tomaremos un taxi al aeropuerto de JFK, y conseguiremos el primer vuelo que salga. El pensamiento hace que mi corazón lata más rápido, la emoción corriendo a través de mí. Quiero estallar de felicidad. -"Bésame", digo. Ronan hunde sus dedos en mi pelo, tirando ligeramente, y baja su cara a la mía. La calidez de su aliento acaricia mi piel. Él sonríe, mordiéndome el labio inferior. "No." Yo reflejo su sonrisa. -"Bésame." -“No”. Ronan se ríe. Él besa mi sien antes de apoyar su frente en la mía, nuestras narices tocándose. Dios, ¿cómo puedo sentir tanto amor por este hombre? –“Confía en mí, Blaire. Yo también te quiero besar. Pero una vez que empiece, no podré parar. Y tenemos un día muy ocupado por delante”.

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Yo sonrío –“No es mi culpa que no puedas controlarte a ti mismo, señor Klein”. Ronan levanta una ceja, la esquina de su boca inclinada en una sonrisa torcida. -"Y de quien es la culpa, señora Klein?" Él se detiene, su mirada hambrienta vagando sobre mi cara. -"Oh, joder. Ven aquí, nena”. Su boca está en la mía, tragándome, respirando mi vida con sus labios. Lo siento tan profundamente en mi alma, tiemblo de amor. -"¿Feliz?", Pregunta cuando el beso llega a su fin. Asiento con la cabeza, sonriendo con satisfacción. -"Me encanta conseguir lo que quiero, ¿sabes?" -"Vas a pagar por eso más tarde. Pero antes de que me olvide," dice, sacando algo de su bolsillo trasero. –“Tengo algo que te pertenece”, jadeando, cubriendo mi boca con una mano cuando veo lo que él sostiene. Ronan alcanza mi muñeca. -“Aquí, déjame que te lo ponga”. Con una mano temblorosa, toco el reloj de Hello Kitty que me regaló hace todos esos meses. –“¿Lo guardaste? ¿Después de todo este tiempo?" Se pasa los dedos por el cabello, asintiendo. -"¿Por qué?" Pregunto aturdida. -“No

pude

deshacerme

de

él.

Significaba

demasiado",

dice

suavemente. Cierro el espacio entre nosotros y lo abrazo una vez más. -“Mañana no puede llegar más pronto”. -“Lo sé, nena. Lo sé. Pero en sólo unas horas volveremos a estar juntos, y todo saldrá bien."

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Me aferro a él con más fuerza, atrayéndolo más cerca de mis brazos, de pronto temerosa de dejarlo ir. La vida no puede ser más perfecta. -"¿Promesa?" -"Promesa."

*******

Estoy empacando mis maletas, tratando de averiguar qué llevar conmigo, cuando mi timbre suena. Camino a la puerta, frunciendo el ceño mientras voy porque no estoy esperando a nadie. Elly todavía está en Vermont, así que no tengo ni idea quien podría ser. Mi corazón se congela cuando miro dentro de la mirilla y veo quién está parado en el otro lado. El pavor se instala en el agujero de mi estómago mientras desbloqueo mi puerta lo más rápido posible y la abro.

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Capítulo 27

-"¿PUEDO PASAR? NECESITAMOS HABLAR," Jackie dice, su expresión inescrutable. Meto un mechón de mi cabellodetrás de mí oreja, nerviosa. Y con razón. Además de su expresión en este momento, que no es la más amable, no he olvidado nuestra última reunión. -"Um... seguro, entra." Jackie pasa por mi lado y entra en mi apartamento. Cierro la puerta detrás de mí y la veo inspeccionar mi casa. Su cabeza se mueve de un lado a otro mientras toma nota

en el mobiliario caro y la

decoración. Todas son prueba de la persona que solía ser. Cosas que un sueldo de mesera nunca podría pagar. Ella se vuelve para mirarme, la aversión incrustada en su rostro. – “¿Así que esto es lo que Lawrence pagó?” Eso es un golpe bajo. Uno que no esperaba de ella en mi propia casa. Y uno que duele debido a lo real que suena. Mis instintos gritan en mí para golpear de regreso y para sacar sangre, pero me muerdo la lengua. Tomo un aliento calmante, recordándome que es la hermana de Ronan. Y que ella tiene todo el derecho de estar enojada. -"Si viniste a insultarme, creo que es mejor que te vayas ahora. Amo a tu hermano y no quiero decir algo de lo que me arrepentiré”.

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Jackie ignora mi petición, descaradamente me desafía con sus ojos. Cruzando sus brazos, reclina su cadera contra la parte de atrás de mi sofá. -“¡Oh, puedes llorar un jodido rio entero, Blaire! Escucha, voy a hacer esta visita corta y dulce porque es obvio que no hay amor perdido entre nosotras. " Me aferro a la parte de atrás de una silla para apoyarme, agarrándola con tanta fuerza que mis dedos se entumecen. Yo trato lo mejor de parecer tranquila mientras hay una tormenta en mi interior. –“Ah, entonces” -digo, sorprendida de cómo de tranquila logro sonar. -"Cuando te conocí, te advertí que si estuvieras pasando el rato con Ronan, deberías terminar eso. Nadie se habría lastimado. En realidad no, de todos modos. Obviamente no me escuchaste. Y por qué deberías cuando es por lo general todo sobre Blaire, ¿no? Así que seguiste saliendo con mi hermano y siguió cayendo más fuerte por ti” hace una pausa, recorriendo mi figura con tanto desprecio. "Entonces, un día mi hermano vino a visitar a Ollie, y no pude reconocer al hombre quebrantado que estaba delante de mí. Mi hermano se había ido, sustituido por alguien que no conocía." Ella sacude la cabeza, mirando al suelo. -"No pude entender lo que le pasó, pero cuando él dejó de hablar de ti y prácticamente prohibió a todos en la familia incluso mencionar tu nombre, yo tenía una buena idea de lo que debió haber pasado." Ella levanta su mirada para encontrar la mía. -"¿Qué pasó? ¿Te diste cuenta de que no podía pagar tu tarifa y Lawrence si podía?”

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Todo ocurre en un borrón. En un momento estoy junto a la silla, y en el siguiente estoy de pie delante de ella, mi mano pica mientras ella sostiene su mejilla. –“Lo siento” -digo, dando un paso atrás y casi tropezando con la alfombra. "Lo siento mucho." -"Guárdatelo," ella se burla. "Voy a acortar esto. Vine aquí para pedirte que por favor dejes a mi hermano solo. Fue a despedirse de Ollie porque parece que se irá de viaje. Cuando yo le dije que no podía irse ahora mismo, no cuando la exposición es la próxima semana, ¿sabes lo que dijo? Que eso ya no le importaba. Tenía esa mirada en sus ojos. La que tuvo durante el verano”. "¿Qué quieres que haga, Jackie?" Susurro atormentada. -"No tengo que explicártelo, Blaire. Eres inteligente. Piensa. Mi hermano está a punto de hacerlo en grande. Enorme. ¿Estás realmente dispuesta a dejarlo sacrificar todo por ti? Déjalo ir, Blaire. No me importa si tienes que romperle el corazón otra vez. Eventualmente, él superará el dolor y el amor de nuevo." -"No." Sacudo la cabeza frenéticamente, sintiéndome mareada. "Cualquier cosa menos eso, por favor. Lo amo... lo amo. Él tiene un plan... " -“¿Cuál es su plan, Blaire? ¿Tirarlo todo lejos por el amor y volver a los trabajos sin salida? ¿Volver a hacer cosas por debajo su talento?" Ella da un paso más cerca de mí. "Este es su momento, Blaire. Si él deja esto ir, hay una gran posibilidad de que nunca volverá a pasar. ¿Puedes vivir con eso en tu conciencia? Si es que tienes una”.

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Coloco la cabeza baja y miro al suelo a través de los ojos nadando con lágrimas. -“¿Y puedes prometerme que no lo dejarás de nuevo cuando las cosas se pongan difíciles? Ya rompiste su corazón una vez, Blaire, y casi lo destruyó. ¿Puedes prometerme que no lo harás de nuevo?” -“No lo dejaré de nuevo. Te lo prometo. Y he cambiado...” "Si en verdad has cambiado, entonces ¿por qué estamos teniendo esta discusión? ¿Estás tratando de convencerme a mí o a ti misma de que vales más que el futuro de Ronan?" Camino hasta la ventana y miro al horizonte con ojos invisibles. ¿Dónde se ha ido toda la luz? Con mi espalda a Jackie, me abrazo como si pudiera alejarme de la verdad en sus palabras, del dolor que infligen, pero no sirve de nada. Ella está en lo correcto. Estoy siendo egoísta aceptando su plan. Incluso si le miento a él... Mi voz se tambalea, pero me las arreglo para hablar. –“No me creerá. No me dejará ir. No esta vez." -“Haz que te crea, Blaire. Estoy segura de que pensarás en algo”. -“¿Por qué la felicidad es tan fugaz?” -"Lo siento. ¿Dijiste algo?" -"Nada importante," digo entumecida, apretando mis brazos alrededor de mí, repentinamente me siento fría. Aguanta, Blaire. Sólo unos minutos más.

-“Creo que deberías irte.”

Ella está en silencio por un momento. –“¿Puedo contar con tu palabra de que dejarás a mi hermano?” 301


No puedo responder a eso. Las palabras quedan atrapadas en mi garganta, en mi corazón, en el corazón de mi alma. Mi pecho implosiona con dolor. -“Oye, Blaire” -le oigo decir, y por una vez no hay rastros de aversión en su voz. Solamente resignación y derrota. -"Este ha sido su sueño desde que era un niño pequeño. No dejes que lo deje todo por pocos meses jugando a la casita contigo." Ella pone un sobre en mi mesa de café. -"Esto es una Invitación a su exposición en The Jackson la próxima semana. Echa un vistazo y tal vez entonces sabrás qué estás haciendo lo correcto”. Miro hacia atrás y miro mientras la puerta se cierra detrás de Jackie antes de tomar la invitación en mis manos. De repente me viene una idea que me llena de una breve pero deslumbrante esperanza. Tal vez no tiene que ser así. Tal vez… Sin parar para pensar, tomo mi teléfono y le doy una llamada a Ronan. Él contesta de inmediato. -"¿Qué pasa nena? ¿Terminaste de empacar?” -"Aún no. Ronan... Estaba pensando, tal vez no deberíamos irnos todavía. ¿Qué es otra semana? Podríamos quedarnos para tu exhibición y entonces… " Él suspira. -"Nena, pensé que ya habíamos repasado esto." -"Pero-"

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-"No. No quiero nada de eso. Te quiero. Solo a ti. De todos modos, acabo de llegar a donde Carl. Tengo que irme. Te veré en el hotel. Te amo." Después de colgar, miro fijamente la escritura elegante en el papel costoso. Mientras las palabras de Jackie se repiten una y otra vez, pienso en Ronan y nuestro futuro juntos. Sé que Ronan dijo que no le importa la exhibición y lo cerca que está de lograr su sueño, pero ¿seguirá sintiendo lo mismo cuando empiece de nuevo, luchando con varios trabajos? ¿Podría mirar a Ronan a los ojos y vivir conmigo misma sabiendo que dejó su carrera porque yo fui una egoísta? He vivido toda mi vida pensando en nadie más que en mí. Mis necesidades y mis deseos. Nunca me detuve a considerar las consecuencias de mis acciones. Y por eso, he herido a tanta gente. Pero ya no puedo hacer eso. Por lo menos no a Ronan. Lo amo demasiado para permitirle sacrificar sus sueños por mí

******

Me paro junto a la puerta y doy una última mirada a mi apartamento. Cada recuerdo, feliz y triste y en algún lugar intermedio, se quedará atrás. Necesito que se queden aquí, si quiero sobrevivir en las próximas horas, los próximos días, los próximos meses, los próximos años, el resto de mi vida. Debo intentarlo. Debo intentarlo por él. Presiono una mano en mi pecho, asegurándome de que mi corazón sigue latiendo. Se siente roto. Pero sigue funcionando. Late por él. 303


Siempre lo hará

*******

Ronan

Con alrededor de una hora de retraso, llego al hotel. Me tarde un poco más de lo que esperaba para explicarle a Carl que yo no iba a ser parte de la exhibición. El hombre no estaba contento. Pero él se suavizó cuando le mencioné que él podía quedarse todas las fotografías y venderlas por el dinero que quisiera. Cuando me iba, él me dijo que yo era un tonto de tirar todo por una mujer. Me reí, no de él, sino porque la vida era tan jodidamente dulce. Lo miré a los ojos y le dije que preferiría ser un tonto que vivir una vida sin ella, en ella, y luego me fui. Corro a la habitación. No me preocupo en ser paciente. No cuando mi cuerpo está vibrando con energía, con amor por la mujer que me espera detrás de esas puertas. La felicidad, la necesidad y el anhelo de estar juntos se impulsan a cada paso. Salgo del ascensor en un apuro, chocando con una señora mayor que parece ser la edad de mi abuela. Una vez que me disculpo, la tomo impulsivamente por los brazos y bailo con ella, haciéndola sonreír y sonrojarse mientras nos deslizamos por el pasillo. Estoy tan feliz, quiero que todo el mundo comparta el momento conmigo. Giro

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lentamente mientras ambos nos reímos. Me llama chico loco. Le digo que estoy loco por una mujer. -"Oh Dios mío," dice ella, abanicándose. "Han pasado muchos, muchos años desde la última vez que baile con un extraño guapo como tú.” -"El placer es todo mío, señora," digo, dejándola ir, y sonrío descaradamente. "Ahora si me disculpa", tomo su mano en la mía, inclinándome sobre ella, y la beso. -"Mi mujer me está esperando." Abro la puerta esperando encontrar a Blaire leyendo en la cama. En cambio, me encuentro con una habitación bañada en oscuridad. Qué extraño. Frunciendo el ceño, busco el interruptor y enciendo las luces. La cama está vacía y también la habitación. -"Blaire? ¿Estás aquí, nena?" Pregunto, dirigiéndome al baño. Quizá esté tomando una ducha. Ella tampoco está allí. Lentamente, camino hacia atrás y miro alrededor para encontrar alguna señal de que Blaire estuviera aquí. Mientras escaneo los muebles, llaman a la puerta. El alivio me inunda, me hace marear. Ahí está ella. Estaba llegando tarde. Como yo. Hay un hombre vestido con el uniforme del hotel que me mira. -"Señor. ¿Geraghty?” -“¿Sí?” -“Una dama dejó esta carta para usted. Me pidió que se la diera personalmente”. Lo empujo a un lado y salgo rápidamente.

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-"¿Ella está aquí? ¿Dónde está?". El pánico se levanta dentro de mí. No... esto no puede estar sucediendo. No otra vez. -"¿Dónde está, hombre?". Mi voz suena desesperada. –“¿Dónde está?” -“Ella solo dejo la carta señor” -se traga, midiendo sus siguientes palabras. -“La ayudé a entrar en un taxi”. Mis oídos comienzan a sonar mientras recupero la carta de sus manos. Después, cierro la puerta e intento abrir el sobre. Me toma algunos intentos porque mis manos no dejan de temblar. Maldiciendo, cierro los ojos y respiro profundamente.

Ronan, quiero mentirte y decirte que no te amo y que ya no podemos estar juntos para hacer esto más fácil para los dos, pero no puedo. Te mereces más que eso. Te mereces mi honestidad. Te amo tanto que me duele. Me duele no estar allí contigo ahora mismo. Duele saber que nuestro sueño no se hará realidad. Y me duele porque finalmente tuve que perderte de nuevo. Mi amor por ti es lo único que es puro en este cuerpo dañado mío. Y me niego a mezclarlo con mi egoísmo. Es por ese amor que te estoy dejando ir, mi eterno verano. Te estoy dejando libre. No puedo dejarte sacrificar tu carrera por mí, Ronan. No cuando estás tan cerca de lograr todo lo que has soñado. Estas destinado a volar, a ser adorado.

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Te mereces todo el éxito que tienes en tu camino, y lo último que necesitas es alguien que te aparte de eso. Nuestro sueño breve fue tan bello, me dio tanta esperanza, pero yo nunca me perdonaría si lo dejas todo para estar conmigo. Eventualmente, me resentirías, tal vez incluso me odiarías, y yo no sería capaz de vivir conmigo misma si lo hicieras. Odio decirte adiós así, pero soy débil. No creo que pueda dejarte ir si te veo de nuevo Yo lucharía contra el dolor y todo el razonamiento justo para mantenerte cerca de mí. Tal vez un día nos encontremos de nuevo, pero si no lo hacemos, sé que siempre te estaré esperando en ese lugar entre dormidos y despiertos donde los sueños cobran vida. Ahí es donde nuestro amor siempre existirá. No me busques, por favor. Sigue adelante. Vive. Ama de nuevo. Tuya siempre y para siempre. Blaire.

Algo se cae, llamando mi atención. Inclinándome, tomo el anillo de papel de Blaire. Lo agarro fuerte en mi puño mientras me siento en la cama y trato de sentir algo. Cualquier cosa. Pero no queda nada dentro de mí. Todo se ha ido

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CAPITULO28

Blaire

Dos meses después…

ENTUMECIDA. ¿Cómo puedo seguir? ¿Alguna vez podré hacerlo?

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CAPITULO 29

Blaire

Seis meses después...

Hay una niebla que se ha instalado a mí alrededor. El dolor me detiene y no puedo romperlo. Me entra el pánico. Respiro y exhalo. Me digo a misma que va a mejorar. Debería. Así que sigo caminando, con los brazos extendidos, con la esperanza de encontrar finalmente mi camino.

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CAPITULO 30

Blaire

Algunos años después…

"¿CÓMO TE ESTÁ YENDO?" Mi mamá pregunta por teléfono. "¿Estás emocionada?" Tiro el resto de mi desayuno y limpio el mostrador de mi pequeña cocina limpia. Aferrando mi celular más fuerte, sonrío. -"No tienes idea. No puedo creer que vaya a París en unos días”. -”No olvides comprar un bonito regalo para Joanna y Jacob, cariño”. -”Ya lo tengo, mamá. Y también les hablé ayer para agradecerles por darme trabajo”. Hace un par de años, con el corazón destrozado y sin saber qué hacer con mi vida, volví a casa y pasé el resto del invierno y la primavera con mi madre. No fue fácil al principio, pero cada argumento valió la pena al final. Juntas encontramos el perdón y finalmente el amor. A medida que los días se convirtieron en semanas y las semanas se convirtieron en meses, llegué a la realización de que de alguna manera, sin saberlo, una parte de mi corazón había cambiado. Mi 310


mamá me había dicho que si quería un cambio, tenía que empezar desde dentro, y tenía razón. No podía volver a dormir con hombres por dinero. El solo pensamiento me enfermaba. Hubo un tiempo en que podría haber dado mi cuerpo a un hombre que no amaba. Terminaría, me volvería a casa, dolorida entre las piernas, entumecida, mi orgullo en pedazos y con una cuenta bancaria llena de dinero. No era feliz. Sin embargo, estaba a salvo. Pero, ¿cómo podría ir detrás de todo lo que había compartido con Ronan y cuando cada parte de mí todavía pertenecía a él? Era impensable. El cambio no ocurre de la noche a la mañana. Pero el hambre, la sed de hacer algo de mí misma floreció como una flor a principios de primavera. Y de repente, el estéril paisaje en el que mi vida se transformó no era ya tan estéril. Fue entonces cuando decidí regresar a Nueva York, matricularme en la escuela y obtener mi título de arte. No ha sido fácil. Lejos de ahí. Pero por una vez en mi vida puedo decir que estoy orgullosa de mí misma. Aprender a perdonar y a amarme vino más tarde... y eso requirió mucho más trabajo de lo que esperaba. No es fácil dejar de lado una vida llena de problemas. Es una batalla diaria. -"¿Estás segura de que al marido de Elly no le importará que te quedes en su apartamento mientras trabajas allí?", Pregunta mi madre, preocupación reflejada en su voz. Recojo la bolsa y las llaves, cerrando la puerta detrás de mí. -"No. Alessandro es el hombre más dulce. Me dijo que sus padres poseen

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otro apartamento en el que siempre pueden quedarse. No importa, de todos modos. Espero ahorrar suficiente dinero trabajando en la galería de arte de Joanna y Jacob para poder pagar mi propio lugar”. -”Bueno, eso está bien”. Hablamos más sobre cuáles son mis planes para el resto de mis pertenencias que no puedo traer conmigo a París, y el barista lindo que me sacó en una tercera cita la otra noche. Cuando me pregunta si pasó la noche en mi apartamento, decido terminar rápidamente la conversación. Nos hemos vuelto muy cercanas, pero definitivamente no voy allí con mi mamá. Además, ¿cómo podría explicarle que sí?, que sí vino y me sentí encantada de ser tocada de nuevo, de ser querida, de ser besada. Pero en el momento en que traté de estar íntimamente con un hombre por primera vez en años, entré en pánico y rompí a llorar. El pobre barista de Phoenix, en realidad, megacaliente-barista, que hace un latte asesino, me sostuvo en sus brazos, balanceando una erección masiva y muy dolorosa mientras lloraba. Sacudo ese pensamiento fuera de mi cabeza, sintiéndome ruborizada de vergüenza. Sí, definitivamente no iba allí con mi mamá. Bajando del tren, me dirijo a la tienda de delicatessen fuera de mi parada de metro y compro flores. Saco mi iPhone de mi bolso, compruebo el tiempo, asegurándose de que no me estoy atrasando para el trabajo, y luego entró en la cafetería de al lado. Veo a Phoenix inmediatamente. Es imposible no verlo, el tipo más alto de todos, tatuado, y absolutamente precioso. Su mirada azul eléctrica se

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apodera de mí tan pronto como entró. Me ruborizo bajo su vacilante y apreciativa mirada. Camina hacia mí, sonrisa engreída en su lugar, mientras empuja algunos de sus cabellos negros lejos de su rostro. -"Buenos días', preciosa. No esperaba verte hoy”. Me río. -”Deberías tener más fe en mí”. -”Lo hago, por eso no he dejado de invitarte a salir por los últimos dos años”. -”Dos años”. -Arrugo mi nariz-. "¿Realmente ha sido tanto tiempo?" Hago las cuentas en mi cabeza y hago una mueca. Él tiene razón. La cosa es, durante la mayor parte de mi vida, que siempre había estado en una relación con un hombre, o dependiente de uno. No sabía qué era ser soltera. No sabía quién era yo fuera de una relación, y se sentía bien conocerme a mí misma. -"Sí". Él se inclina para besarme en la mejilla, pero su boca cae en la esquina de mis labios. Te digo. Él es lindo. -“De todos modos, pensé que necesitabas espacio después de la otra noche”. -”Aquí” -digo, entregándole las flores que acabo de comprar. -"Mis disculpas". Arquea una ceja. -”Bueno, esta es la primera vez. Nadie me ha comprado flores antes”. Colocó una mano encima de su brazo. –“¿Tienes unos minutos? Necesito hablar contigo”.

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Se vuelve para mirar hacia atrás, hacia el mostrador donde una muchacha muy bonita y delicada con el pelo azul está preparando algunas bebidas. -"Winter, estaré de vuelta en unos pocos minutos. Dame un grito si me necesitas”. Cuando salimos de la cafetería, reclina su espalda en la pared mientras cruza sus musculosos brazos sobre su pecho aún más musculoso. -“Muy bien, preciosa. ¿Qué pasa?”. Miro fijamente el pavimento, notando que mis zapatos han visto mejores días. -"Sólo quería explicarte lo que pasó... ya sabes... la otra noche". -"Blaire", el tono burlón en su voz se ha ido, -"No tienes que explicarme nada. Nos dejamos llevar y no estabas lista. Fin de la historia. Ahora, la pregunta es ¿cuándo vamos a intentarlo de nuevo?", Pregunta con descaro. -"¿En serio?" Él sonríe. -"No puedes culpar a un hombre por intentarlo". -"Eres un hombre valiente por siquiera pensar en ello, Phoenix. Casi lo perdí. Como, una total película de psicótica”. Él se ríe, e incluso la risa es sexy, pero así es Phoenix. -”No puedo prometerte que un día volveré a recordar esa noche y pensar en ella como uno de mis mejores recuerdos”. -”Tú eres demasiado”. Me río. –“¿Así que estoy perdonada?”

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-”Siempre. Pero, ¿puedo decir algo?” -”Adelante”. -”Al final tendrás que dejar ir su recuerdo, Blaire. Eres joven, inteligente, hermosa y divertida. Un recuerdo no calentara tu cama por la noche. No como yo podría de todos modos”. Phoenix tiene razón. Lo sé, y por eso finalmente acepté salir con él. Pero ¿qué pasa cuando tu corazón está sordo a la razón y ciego a cada hombre que no es un fotógrafo de renombre mundial con ojos marrones? -"Lo sé, Phoenix". Tomo su brazo en el mío, acariciando su mano, y caminó dentro de la cafetería. -"Estoy tratando, te lo prometo". -"Cada vez que veo un artículo escrito sobre lo jodidamente talentoso que es, mis manos pican para golpear su cara bonita", dice con enojo. -”No digas eso. Estoy orgullosa de él". Su éxito hace que el dolor valga la pena. Reclino mi cabeza en su brazo ya que soy demasiado pequeña para llegar a su hombro. Hace mucho tiempo, la mención de su nombre solo habría sido como un cuchillo en el corazón. No pasa un día sin que no duela, pero por lo menos puedo mirar sus fotos y leer sobre él sin desmoronarme. -”Te voy a extrañar, Phoenix”. -”También te voy a extrañar, Blaire”. De vuelta al trabajo, estoy doblando algunas camisas de vestir en el departamento de hombres cuando un cliente me pide que busque un suéter en un tamaño determinado. Tomó la ropa de sus manos y me 315


dirijo a la caja registradora. Distraída con mi mente en París, choco con un pecho sólido. -"Perdón", me disculpo mientras levanto la vista, empezando a alejarme. En el momento en que mis ojos caen sobre el hombre parado

frente

a

mí,

juro

que

mi

corazón

deja

de

latir

momentáneamente. El mundo se siente como si dejara de girar, y todo se cuelga en completa quietud. -"¿Blaire?" Mis rodillas se debilitan, siento que estoy a punto de desmayarme. ”Hola, Lawrence”.

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CAPITULO 31

Lawrence

DE PIE FRENTE A MÍ está la mujer que todavía me persigue en mis sueños. -"Hola. Veo que algunas cosas no han cambiado", digo, tratando de sonreír, pero incluso esa sonrisa sabe amarga en mi lengua. Ella se encoge cuando un rubor rico en color se extiende sobre su piel de porcelana. Blaire, encantadora y atormentadora, sigue siendo tan hermosa, incluso después de todo este tiempo. -"En realidad, yo trabajo aquí". Sorprendido por su respuesta, comencé a notar pequeños cambios en su apariencia que al principio no se registraron en mi mente. Su largo cabello negro está fuera de lugar, su ropa un poco en mal estado, el color se desvaneció y un reloj rosa en su muñeca. Pero es la luz suave en sus ojos que roba mi atención. Falta la mirada dura y cínica. Y me quita el aliento. Se acabó la muchacha con la sonrisa amargada que nunca llegó a sus ojos. No hay dureza en su cuerpo femenino. Es una extraña que es mucho más encantadora de lo que su homóloga jamás fue. -”Perdóname por asumir que... “

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-”No hay de que disculparse, Lawrence”. Baja la mirada hacia el suelo, privándome de ver su rostro. Me da ganas de enfurecer, tomarla en mis brazos y rogarle que no vuelva a apartar la vista de mí. Ya he pasado tanto tiempo sin eso. -”No me has perdonado, ¿verdad?” -pregunta con tristeza, casi susurrando las palabras. Instintivamente, alcanzo a tocarla pero me detengo justo a tiempo. Bajo mi mano, enterrándola en mi bolsillo. -"El pasado pertenece al pasado". Te he perdonado, pero no he podido olvidarte. Ella permanece en silencio. -"Almuerza conmigo". Las palabras salen de mi interior sin pensarlo desde lo más profundo de mí, mientras observo su perfil, deseando que haga contacto visual conmigo. Levanta la vista entonces. Sus ojos se ensanchan de sorpresa. -"No puedo". Soy un jodido tonto. ¿Qué esperaba? ¿Que vendría corriendo a mis brazos? -"Ya veo... Bueno, fue genial verte. Será mejor que vaya…” -”Pero puedo ir a cenar”, añade rápidamente-.

*****

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Blaire

Llego a un pequeño restaurante italiano de la elección de Lawrence. No puede haber más de diez mesas. Me pongo de puntillas y lo busco, encontrándolo sentado en el fondo, alejado de la multitud. Cuando nuestros ojos se conectan, ambos sonreímos al mismo tiempo. Se pone de pie mientras voy hacia él. Incluso después de todo este tiempo, mi corazón todavía se acelera a la vista de sus sonrisas raras. Lawrence pone una mano en mi espalda mientras se inclina y me besa en la mejilla. En el momento en que su boca entra en contacto con mi piel, un escalofrío recorre mi espina dorsal. Es curioso cómo mi cuerpo no ha olvidado lo que es ser tocada por él. -"Lamento llegar tarde... Tuve que deshacer algunas de mis maletas para encontrar algo decente para llevar". Un camarero se acerca a tomar mi abrigo, pero Lawrence lo despide. -”Permíteme”. Sus dedos me rozan mis hombros desnudos mientras me ayuda. Toma la silla delante de mí y la saca. -"Te ves hermosa", dice, su voz una caricia mientras me siento. -"Gracias". De repente, sintiéndome extremadamente nerviosa, alcanzo el menú y lo reviso. Me da la excusa perfecta para no mirarlo a los ojos. Me quita el menú, su mano se asienta encima de la mía. -”No tengas miedo, Blaire. No de mí, añade con voz ronca.

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Rápidamente, levanto los ojos y encuentro su mirada. -"No es eso... estoy nerviosa". -"¿Por qué?" Me concentro en su mano bronceada sobre la mía, y resulta ser un error. Porque mientras lo hago, los recuerdos de cómo íntimamente esa mano me ha tocado, de lo bien que conoce cada parte de mi cuerpo, inundan mi mente. -"¿Por qué estoy nerviosa, preguntas?", Repito con incredulidad. -"¿De verdad tienes que preguntar?" Tiene la decencia de reír. –„¿Por qué no pedimos un poco de vino primero y luego puedes decirme la razón que hay detrás de las maletas?” -“Eso me gustaría”. A lo largo de la cena, empiezo a relajarme a su alrededor, a pesar de que me mira de una manera que me hace ruborizar bajo su mirada. Discutimos mis planes en París y su trabajo. Colegio. Proyectos nuevos. Vida. El futuro. Hablamos de todo y nada en absoluto, siempre evitando a Ronan y el pasado. Siempre evitando nuestro último encuentro. Pronto caemos de nuevo en las viejas costumbres donde él reclina su parte posterior en la silla girando el vino rojo en su copa mientras que hago la mayor parte de charlar. En muy poco tiempo, volvemos a ser muy queridos amigos. Mientras tomo un sorbo, aprovecho la oportunidad para admirarlo descaradamente. El tiempo no ha cambiado a Lawrence Rothschild.

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No. Es tan atractivo desde un punto de vista letal. Cada poro, cada átomo en su cuerpo está conectado con virilidad. Hay una pequeña sonrisa en su rostro que hace que las esquinas de sus ojos se arruguen de forma atractiva. -"De alguna manera, tú eres la misma". Levanto una ceja, colocando la copa de vino sobre la mesa. –“ ¿Quieres decir que todavía no tengo ni idea de cuándo callarme?” Se ríe con ironía. -"Y en otras formas, eres muy diferente. ¿Qué ha cambiado, Blaire?", Pregunta suavemente. -"Todo". Trazo el mantel blanco con las almohadillas de mis dedos. "Ya sabes, ya no tengo mucho, pero estoy contenta. Todo lo que poseo, lo he ganado trabajando en mis dos pies. Y es la mejor sensación del mundo. Me miro en el espejo cada mañana y no me avergüenzo”. Levanto mi cara y sonrío. –“Finalmente estoy libre, Lawrence. Por una vez, cuando me miro al espejo, me gusta la persona que me está mirando. No me malinterpretes. Todavía me gustan las cosas bonitas, pero mi existencia y autoestima no giran alrededor de ellas. No tengo que esconderme detrás de ellos tampoco”. Lawrence busca mi mano, agarrando mis dedos con fuerza. No dice una palabra. No tiene que hacerlo. Su tacto es suficiente. -” ¿Dónde está Ronan, Blaire? ¿Por qué no está contigo?”. Intento sonreír, pero no puedo esconder el dolor de Lawrence. "Algunas cosas no están destinadas a ser".

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-"¿Crees que no se eso?" Lawrence añade tranquilamente. Le agarro la mano, la levanto a mi boca y la beso. -"Lo siento mucho por todo, Lawrence. Incluso después de todo este tiempo. Todavía duele saber que te causé tanto dolor. No merecías nada de eso. Yo no…” -”No hay lugar para la lógica cuando el corazón está involucrado. Amar es perder todo sentido de la razón”. Mira fijamente hacia adelante, su mente lejos. -"Antes de que entraras en mi vida, pensé que no podía amar de nuevo, que mi vida era tan buena así como estaba. Pero me hiciste querer más. Necesitar más. Me hiciste daño, pero también despertaste algo en mí que había permanecido dormido durante años”. -” ¿Qué es eso?” Lawrence fija sus ojos en mí, un triste resplandor ilumina su mirada verde. -"¿Lo llamamos la necesidad de amar y ser amado por igual?" Más tarde en la noche, estamos de pie fuera del restaurante. La brisa del verano es cálida contra mi piel y hace que mechones de mi cabello vuelen salvajemente en diferentes direcciones. Mientras nos miramos en silencio, la tristeza me llena desde dentro, la tristeza agarrando mi corazón con sus uñas afiladas. Una corazonada me dice que esta será la última vez que nos veremos, y no estoy lista para eso. Un nudo se forma en mi estómago. -"¿Así que este es el adiós?" Me mira fijamente y sin decir una palabra, ya sé la respuesta. Puedo verlo en sus ojos.

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-”Lawrence, yo…” -”No lo digas, Blaire. No digas algo de lo que te arrepentirás”. Mis ojos absorben al hombre parado delante de mí, memorizando sus rasgos tan queridos en mi corazón. -”Lamento muchas cosas que pasaron entre nosotros, pero no me arrepentiré nunca de ti, Lawrence. No de ti”, añado suavemente. Te amo. Dando un paso adelante, cierro el espacio entre nosotros. Pongo mis manos sobre sus hombros, me pongo de puntillas y le beso la mejilla. Cierro los ojos momentáneamente y lo inhalo, perdiéndome en el pasado. Conociéndolo en el Met. Ir a su propiedad por primera vez. El sabor de sus besos. La sensación de sus brazos a mi alrededor. La risa. La amistad. Sí, sobre todo, la amistad. Mi amigo. Mi amante. Mientras me estoy alejando, le susurro al oído: -"Siempre recordaré Coney Island". Él no me toca. No me alcanza. Mi sangre corre fría. Es injusto estar tan cerca de él, pero todavía tan lejos. -”Adiós, Blaire. Sé amable con los hombres parisinos y sus corazones”. Doy un paso atrás y comienzo a alejarme de Lawrence. Mis pies están temblorosos. No mires hacia atrás, Blaire. No lo hagas. Lo dejo ir. Cuando llego a la acera de la calle, escucho a Lawrence llamar mi nombre. Estoy a punto de girar en la dirección de su voz cuando su mano agarra mi brazo, girando alrededor de mí, y me tira contra su 323


pecho. Enterrando sus dedos en mi cabello, sus manos acunando mi cabeza, hunde su cabeza y presiona su boca a la mía. Un

caleidoscopio

de

emociones

estalla

dentro

de

mí,

impresionándome con su intensidad. Y mientras me roba el aliento con un fuerte beso que hace que cada nervio en mi cuerpo cobre vida, tengo un flash de una vida diferente. Lawrence de pie junto al altar, sus sonrientes ojos fijos en mí. Lawrence y yo en la playa persiguiendo a dos niños pequeños que se parecen a él, su risa, nuestra risa, llenando mis oídos, creando música. Hacer el amor junto a la chimenea, lento, necesitado. Es una vida hermosa. Mientras profundiza el beso, su lengua buscando la mía, me permito ser arrastrada por él y el hermoso retrato en mi mente. Y por un breve momento mágico, en algún lugar entre el pasado y el presente, anhelo esa vida. Pero en el fondo, soy consciente de que nunca podrá serlo. No cuando mi corazón sabe que Ronan está vivo en algún lugar de este mundo. Sin aliento y temblando, entierro mi cabeza en su pecho mientras mis brazos rodean su cintura. Lo agarro firmemente mientras lucho por el dolor de encontrarlo sólo para perderlo de nuevo. ¿Por qué hacer lo correcto siempre es tan difícil? -"Mi amor, querida, no pasa un día que no te recuerdo", murmura con voz ronca. -"Pero es hora de que te deje ir". Incluso después de todos estos años, sé que siempre amaré a Ronan con todo mi corazón. Se lo entregué voluntariamente aquella noche en la Fuente de Bethesda. Pero mientras veo a Lawrence desaparecer en

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la multitud, me doy cuenta de que se ha llevado una pequeña parte de mí que nunca volverá, dejando un agujero en mi pecho que ningún hombre y ningún amor podrá reemplazar jamás. Siempre pertenecerá a Lawrence. Pero ya no tengo miedo del dolor. Tampoco tengo que correr. Si mi vida, y perder a Ronan y Lawrence me han enseñado algo sobre mí, es que soy una sobreviviente. Soy fuerte porque he sido débil. Tengo bordes afilados porque he sido rota. A través de toda la negligencia de mi infancia, el dolor, el miedo, la angustia, y los días solitarios y noches más solitarias, permanezco de pie. Y no importa que tormentas se avecinen a mi vida, ahora sé que tengo la fuerza dentro de mí para sobrellevar a todas ellas. Así que si mi historia termina sin ningún caballero en armadura brillante a la vista, estoy bien con eso porque no necesito uno para salvarme. Me tengo a mi misma. Y eso es suficientemente bueno para mí.

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EPILOGO

RONAN "¡AQUÍ ESTÁS, el hombre del momento!" -"Hey, Jackie". -"¿Por qué te escondes de todos tus invitados? Esta fiesta es una locura”. Me dirijo en la dirección de la voz de mi hermana, nos miramos fijamente. -"No podía soportar el ruido". -"Bueno, estoy celebrando. Todas tus fotografías se agotaron en una hora, Ronan”. Se inclina contra la pared y toma un sorbo de champán de una copa de cristal. -"Estoy muy orgullosa de ti, pero tengo que decir que no puedo acostumbrarme a verlos perder la cabeza por mi hermanito. Es psicodélico”. Meto mis manos en los bolsillos delanteros de mis pantalones mientras miro una fotografía que cuelga en la pared, deseando sentir una cierta excitación o entusiasmo, pero no sirve de nada. No hay nada dentro de mí. Lo tomó todo con ella, dejando atrás al fantasma de un hombre. A veces la veo en las curvas de una mujer desnuda tumbada en mi cama o en el color de campanillas en primavera. Incluso después de todo este tiempo, el olor a la lluvia todavía me recuerda a ella. Está en todas partes y en ninguna parte. Entre el cielo y el infierno. Su 326


memoria me eleva en lo alto para que la realidad me haga caer, ella se ha ido. Todos los días y cada noche las cadenas dentro de mi alma sonaban con su nombre, llamándola para que me liberara. Ella me dijo que la olvidara, que siguiera adelante, que volviera a amar. Pero me hubiera gustado que me hubiera dicho cómo hacer esas cosas. ¿Cómo puedo vivir una vida sin ella cuando ella es tanto una parte de mí como yo soy ella? -"¿Qué pasa, Ronan?" Jackie pregunta en voz baja. -"Nada está mal. Déjalo ir”. Las palabras suenan vacías en mis oídos. -“Creo que me estás mintiendo. No eres feliz, Ronan. No recuerdo la última vez que te vi sonreír”. -“¿Qué hay para sonreír, Jackie?” Sus ojos castaños, del mismo color que el mío, chispean de luz. -"¡Tu éxito!" Extiende sus brazos, señalando mi espacioso piso en SoHo. "Tu vida. Todo lo que has logrado por tu cuenta. Quiero decir, echa un vistazo a este lugar. Es ridículo”. Sí, he alcanzado el éxito más allá de mi imaginación más salvaje y sin la ayuda de nadie, pero no significa nada para mí. Nada desde hace mucho tiempo. Poco después de que Blaire se marchara, arrojé mi cuerpo y mi alma a mi trabajo. Me ocupé de llenar el agujero que se abría dentro de mí. No funcionó. Sin embargo, me quitó la mente del puto dolor que amenazaba con romperme en dos cada día sin ella.

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Vendía mis fotografías en el metro un día cuando un hombre se detuvo y me preguntó si las había tomado. Resulta que era el curador de un museo muy famoso de Nueva York. El resto es historia. -"Será mejor que vuelva a mis invitados", digo tranquilamente. Agarra mi brazo y me impide dar otro paso. -"Es por causa de ella, ¿no?" Le doy una mirada irónica, levantando una ceja. -”No entiendo lo que quieres decir.” -”Pensé que estaba haciendo lo correcto al mantenerla alejada de ti…” -“¿Qué quieres decir, Jackie?”. Los pequeños pelos de mis brazos están de punta. Mi corazón comienza a bombear con fuerza. –“¿A quién mantuviste lejos de mí?”. -"Blaire". Cuelga su cabeza mientras sus hombros se caen en vergüenza. -"Fui a verla el día que viniste a despedirte de Ollie. Sólo tenía tu mejor interés en mi corazón…” Apenas manteniendo mi control bajo control, me vuelvo para enfrentar a mi hermana, sosteniéndola por los brazos. Mis manos están temblando. -"¿Qué hiciste, Jackie?" Susurro ásperamente. –„¿De qué mierda estás hablando?”. -“Oh, Ronan... yo…” -Me mira a mí-. “Hay tantas cosas que tengo que explicar”.

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*****

Blaire

-“Aurevoir", digo mientras veo a la pareja salir de la galería. Su cuenta bancaria tuvo un gran golpe, pero su casa va a verse fabulosa. Hace un par de meses que me mudé a París y las cosas no podían ser mejores. Vivir y trabajar con Jacob y Joanna ha sido un placer, y estoy enamorada de la ciudad. La arquitectura, la cultura, la moda, la comida (¡oh Dios mío, la comida!), el arte y la gente son impresionantes. Cada día me enamoro un poco más de todo. Suspiro, agitando mi cabeza, y vuelvo a mi escritorio a trabajar. Voy a revisar algunos papeles cuando oigo que las puertas de cristal se abren y se cierran detrás de mí. Sonriendo, me doy la vuelta para saludar al nuevo cliente. Mientras mis ojos caen sobre él, mi sonrisa se congela y siento que el aire me golpea. Parpadeo repetidamente, absorbo sus rasgos dolorosamente hermosos, pero son sus ojos los que me tienen cautiva y esclava de ellos. -“Hola, señora Klein”, -dice con voz ronca, su voz llena de ternura-. -"¿Qué...?" Agarro el escritorio, sintiendo que estoy a punto de desmayarme. -"¿Qué estás haciendo aquí?"

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-"Elly me dijo dónde encontrarte". Cierra el espacio entre nosotros, separa mis dedos de la mesa, y me toma en sus brazos. Mis rodillas se doblan, demasiado débiles para mantenerme recta, pero me abraza con fuerza mientras acaricia mi mejilla húmeda. -"Vine a buscar lo que es mío. Además, has olvidado algo”. Toma mi mano en la suya y coloca el anillo de papel en mi dedo, justo donde pertenece. Luego sonríe a mis ojos y el mundo de repente tiene sentido una vez más. -“Siempre y para siempre y más de mil eternidades, mía".

Fin

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