REVISTA RENACER #1

Max Nordau 100 años tran smitien do valore s

CENTRO LITERARIO ISRAELITA Y BIBLIOTECA

MAX NORDAU

#1

ABRIL 2014 renacer.max@gmail.com

RENACER

Max Nordau 100 años tran smitien do

valore s

CENTRO LITERARIO ISRAELITA Y BIBLIOTECA

MAX NORDAU

Ser del Max te llena de orgullo y ahora además te llena de beneficios %25 de descuento garantizado en todas las actividades institucionales!

descuento en la adquisición de la revista Renacer

%25 de descuento garantizado en alquileres

descuentos en actividades que tienen lugar en la institución

%25 de descuento garantizado en el uso de nuestra quinta

Utilización gratuita de la cancha!

Y muchos más!

SUMARIO

06

“Nosotros no veíamos ningún límite” Entrevista a Aji Tenembaum

15

Los socios del silencio PorJ. A. Bozza

02 RENACER // Editorial

03 Institucional

04 RENACER, periódico juvenil del max nordau Por Ricardo Rosenfeld

12 Sobre el Levantamiento del Ghetto de Varsovia Por Joaquín Kirjner

18 El tren a Auschwitz Por Camilo Hirsch

19 Otra sudestada

20

A un año de la inundación la lucha sigue Discurso de Asamblea de asambleas

24

Por Bersuit Vergarabat

26 Solicitantes de asilo en Israel: una cuenta pendiente Por Kevin Ary Levin

30 Aprender jugando Por Luisina Heffes

34 Espacio publicitario

Equipo editorial

Todo método es político

Kirjner, Joaquín

Por M. Cristeche

Sal Anglada, Marianela

Rosa, Sebastian Gabriel

El Cuerpo Editorial no se hace responsable de los conceptos emitidos en los trabajos aceptados para ser publicados y se reserva el derecho de no publicar aquellos que no se ajusten a los lineamientos de la revista. Así mismo, la Editorial se reserva los derechos de reproducción de los artículos seleccionados y así mismo se reserva el derecho de ajustar el estilo a ciertos estándares de uniformidad.

Diseño editorial, arte de tapa e ilustraciones: Marianela Sal Anglada

01P.

RENACER. Es un legado, una enseñanza. No como una obligación sino como una elección. Es el camino de la continuidad y también el camino del cambio. Es ser parte del Max Nordau, con esa particular forma de ver las cosas, de analizar de manera crítica, sin renegar de las tradiciones sino resignificándolas en el camino que nos reencuentra con nuestro pasado y nuestro futuro. Es reinventarse, redescubrirse, volver a nacer desde nuestro hoy. No es un nacimiento que olvida, sino uno que retoma con nueva energía los aprendizajes y las enseñanzas, los amigos y los recuerdos, los amores y desamores, las esperanzas y las alegrías de los nacimientos que alguna vez vivimos.

Es una identidad, o varias a la vez, como identidad cambiante, reflexiva. Es nuestra identidad: judía, laica, progresista y crítica. Es el vínculo entre la teoría y la práctica, entre la reflexión y la acción, entre entender lo que somos y definir lo que queremos ser como producto de nuestras acciones.

Hace varios años, a principio de los años ochenta, un grupo de jóvenes de nuestra institución iniciaron el camino de publicar una revista que expresase todo lo que tenían por decir, todo lo que tenían por contar y preguntar en voz alta. Hoy, herederos de esa tradición, decidimos retomar la senda de la palabra escrita y renacer, cada dos meses, en esta revista que no es más que nuestra construcción y reconstrucción constante de una identidad que lleva más de cien años, una identidad maxnordense.

Por Sebastian G. Rosa, estudiante de sociología (UNLP)

Editorial El Renacer de esta revista es todo un desafío. La propuesta es encontrarnos, cada dos meses, con un espacio de debate, debate, no un espacio panfletario ni una declaración de principios, sino un lugar donde se expongan diferentes perspectivas y se problematicen ciertos aspectos vinculados a la realidad judaica, la argentina, la cultura y los derechos humanos, en definitiva, sobre los aspectos que hacen a nuestra identidad maxnordense. Para eso proponemos un espacio donde nuestra palabra cobre vida, así como la de todo tipo de especialistas en cada una de las temáticas a abordar en estas páginas. Habrá espacio para notas, entrevistas, opiniones e incluso para el arte, en su forma literaria o poética, como forma de acercarnos a problemáticas sociales vinculadas a estos aspectos. En el desarrollo de la revista aventuramos generar algunas respuestas y muchas más preguntas, entendiendo que así enriquecemos el debate y la reflexión, interpelando a nuestros lectores y a nosotros mismos.

El lanzamiento de éste primer número coincide con la cercanía a la fecha de aniversario de un hecho que marcó a fuego a la comunidad judía en general y a nuestra institución en particular, el Levantamiento del Ghetto de Varsovia. Sigue siendo, a pesar del paso de los años, una gesta ejemplar de

02P.

una forma de concebir el judaísmo comprometido con la lucha de los pueblos oprimidos, en pos de “nuestra y vuestra liberación”.

Otro aniversario se cumple en este mes de abril, el primero, de las inundaciones sufridas en nuestra ciudad el año pasado que golpearon a su población como quizás nunca había ocurrido, sufriendo muertes y pérdidas de todo tipo. Ante eso la organización de los vecinos en asambleas y la solidaridad de todo el pueblo platense fueron la mayor respuesta y la mejor noticia que tuvieron los damnificados. Por eso nos acercamos a la Asamblea Inundados de Tolosa para que nos acerquen sus inquietudes y nos cuenten cómo podemos colaborar con la lucha que llevan adelante reclamando justicia.

Nos queda espacio para la actualidad Israelí y para conocer el espacio que tienen en el club los más chicos, los janijim del Kinder, el futuro y también el presente de nuestra institución.

Cualquier propuesta, idea, interrogante u opinión será bienvenida por quienes integramos la redacción y edición de esta revista, y esperamos que la disfruten tanto o más que nosotros y colaborar con el debate, aportando puntos de vista, conceptos, ideas y, sobre todo, preguntas.

INSTITUCIONAL Kinder

Coro Folke de la juventud del Max Nordau

Sábados de 14:30 a 18:30hs.

Lunes de 20 a 21:30hs.

Es un espacio de educación no formal para chicos y chicas de 2 a 14 años organizado por la Juventud del Max Nordau. Aquí combinamos la diversión de los juegos con la educación en el marco del judaísmo laico, para contribuir con la formación de personas que piensen por sí mismas y alentar la capacidad de expresión de los janijim (niños).

En el transcurso de la tarde se realizan una gran variedad de juego y actividades divididos en grupos por edades, que son planificadas por los madrijim y l coordinador. También se hacen actividades en conjunto, salidas, festejos, campamentos y eventos especiales. A partir del juego se intenta lograr un ambiente donde los janijim se sientan cómodos, desarrollen sus amistades y su capacidad de pensar, de imaginar, de contar y de soñar.

Se trata de un espacio de educación musical, dirigido por Emiliano Navazo, que se inició como la continuidad del tradicional coro de de la institución, el Coro CLIMN. Hoy jóvenes de distintas edades, han hecho del Coro Folke un espacio propio y único, con repertorio que combina canciones de latinoamérica con canciones en idish. La propuesta del coro se centra en aprender desde el trabajo grupal, un poco más de este hermoso arte que es el canto.

Seminario

Softbol Miércoles de 20 a 21:30hs. y Domingos El equipo de primera división que representa a la institución en la liga de la Asociación Regional de Softbol, los miércoles entrena en nuestra sede y los domingos compite.

Miércoles de 19 a 21hs.

Es un espacio de formación personal e institucional para chicos entre 13 y 14 años. Con una duración de 2 años trabajan en talleres sobre identidad, historia, actualidad, análisis de los medios, fotografía, cine, y mucho más. Director: Ivan Hirsch

Escuela de Madrijim Miércoles de 19 a 21hs. y Sábados de 14:30 a 18:30 hs.

Es un espacio de formación pedagógica para adolescentes que luego serán responsables de la actividad Kinder, trabajando como madrijim de los diferentes grupos. Tiene una duración de dos años, en la cual transitan por diferentes áreas tales como: psicología evolutiva, hadrajá (didáctica), actualidad y talleres vinculados a literatura, plástica, teatro, recreación, juegos, creatividad, etc. Director: Ivan Hirsch

Iom Shishí Viernes por medio de 19 a 21hs.

Es un espacio de encuentro de la Juventud del Max Nordau, recreativo, educativo y social.

Comisión Directiva Jueves por medio de 20hs a 21:30hs Todos los socios de la institución pueden participar de este espacio, en el que se tratan los temas referidos a la organización y actualidad del club como así también se evalúan los nuevos proyectos, espacios, eventos y actividades a desarrollar.

03P.

RENACER, periódico juvenil del Max Nordau Por Ricardo Rosenfeld, socio activo de la institución

Con el riesgo inevitable de un exagerado subjetivismo en lo que sigue, quiero destacar que el periódico juvenil Renacer del Max Nordau fue marcadamente producto de un momento especial en la Institución, en el que coinci- dieron distintas circunstancias. Con otro riesgo inevitable, el que esta nota sea una mera enumeración de nombres, años y hechos, permítaseme de todos modos animarme al intento de convertir en algunas palabras el recuerdo permanente de alegría y pasión que significa para mí Renacer.

Renacer fue el periódico juvenil del Max Nordau entre abril de 1979 y junio de 1986. Salieron 34 números ininterrumpidamente.

Hubo luego otros ejemplares, pero la verdad que les perdí el rastro porque el staff había cambiado por completo (los viejos cedimos la posta a los jóvenes).

En un momento dado el periódico pasó de ser de consumo interno para socios del Max Nordau a otro que tuvo cierto eco en la comunidad judía y no judía platense y de Buenos Aires, sobre todo desde la llegada de la democracia en la

04P.

Argentina a fines de 1983. De todos modos siempre se mantuvo una línea editorial, en el sentido de que nunca se obviaron los temas de la Institución, del judaísmo e Israel, de Argentina y América Latina, y también de la actualidad mundial.

“Renacer era el vocero de la juventud del Max Nordau,” y como tal representaba lo que pensaba la juventud en el marco de los valores sostenidos por los mayores, desde los dirigentes para abajo, pasando por todos los socios. Era democrático, esto significa que había espacio de opinión para todos. Las notas se discutían con la Comisión Directiva, no para pedir permiso sino para debatirlas, enriqueciéndonos todos. Me acuerdo por ejemplo de los cafés en la casa de Fifo Fridman discutiendo mano a mano los primeros números. Ni qué hablar de los fragorosos debates en las reuniones de los

martes de la Comisión Directiva.

Dicho sea de paso, dirigentes como Mauricio Tenenbaum, Simón Kosak, Elías Kosak, Alejandro Hirsch y Jaime Akselrad, entre otros, y también el director del shule Shimon Farja, colaboraron mucho con el periódico, aportando notas e ideas. Los recuerdos de Fifo sobre la Revista Oral de años anteriores, y de Elías sobre la Revista Juvenil en que participó, fueron aportes invalorables.

El origen del periódico fue una de las consecuencias de un campamento de la juventud del Max Nordau en febrero de 1979 en Necochea, en que nos replanteamos cómo crecer, luego de algunos años flojos. El primer número se mostró en el acto del Ghetto de Varsovia de ese año. Me acuerdo de la nota que hicimos a días de la firma del Tratado de Paz entre Egipto e Israel. Ese número costaba $1.000… de alguna moneda. En éste y los números siguientes se alternaron notas propias de la Institución (shule, seminario, kínder, colonia, básquet, ajedrez, teatro, coro, había también una tira de humor

con un personaje llamado Manordito que estaba dirigida exclusivamente a los socios) y notas de interés general. A modo de ejemplos, artículos de esa época fueron: reportaje a Marshall Meyer, la revolución nicaragüense, la invasión soviética a Afganistán, la muerte de Sartre, reportaje a Herman Schiller, historia del ídish, la cuestión palestina, la muerte de César Tiempo, reportaje a Balbín, envíos continuos de José Itzigsohn sobre Israel, el asesinato de Sadat. No dejo de recordar aún con tensión cuando un día se apareció la policía para preguntar quiénes hacían Renacer: habían leído lo de la revolución nicaragüense y otra nota en que relacionábamos de alguna manera la lucha de San Martín con la del pueblo judío. En síntesis, se escribía con signos diversos,

Luego el acto del Ghetto de Varsovia que la JJI organizó en el Teatro Opera con exponentes de la comunidad judía y de la política nacional, en abril de 1983, a pocos meses de las elecciones (participaron Oscar Alende, Federico Storani, Herman Schiller y Nehemías Resnizky). Recuerdo las duras críticas que recibimos por este acto, que publicamos por supuesto, por parte de lo más conservador de la comunidad judía de Capital.

Comentario de color: de $1.000 en 1979, el periódico pasó a costar $5.000 en 1981, $20.000 en 1982, y $10 argentinos en 1983. En cuanto a los nombres que me vienen a la cabeza que integraron el staff a lo largo de los ocho años están (y me olvido de muchos): Horacio Akselrad, Darío Feller, Sara Guitelman, Blanca Hirsch, Gabriel Maler,

pamos), el reportaje a Hebe de Bonafini, el reportaje a Gregorio Klimovsky, la nota sobre nuestra desafiliación del ICUF, el reportaje a Isabel Mariani, la nota sobre el viraje de la política soviética con respecto a Israel y los judíos, la invasión a Granada de los Estados Unidos, el reportaje a Pablo Díaz, y los informes de nuestra experiencia colaborando con el comedor de Villa Argüello. Estos textos se intercalaban con reportajes imaginarios a figuras de la historia judía, fragmentos extraídos de libros de intelectuales reconocidos mundialmente, cuentos de nuestra propia creación, etc.

Me quedo corto con los recuerdos pero largo en esta nota. Como dije al comienzo, Renacer fue consecuencia de un momento a mi modo de ver muy especial en el Max Nordau. De promediar la

“no nos cerrábamos a nada, nos interesaba opinar con información y alentar el debate, con la cabeza muy abierta.”

Hubo dos hechos que cubrimos luego de los cuales Renacer empezó a salir un poco del ámbito local (llegó a venderse en librerías de la ciudad). En primer lugar, la creación de la Juventud Judía Independiente de La Plata (JJI), promovida por nuestra juventud, que tuvo su bautismo de fuego en octubre de 1982 cuando salimos a la calle para exigir esclarecimiento por las esvásticas pintadas en las paredes del shule Bialik. Y

Osvaldo Rosenfeld, Gustavo Sujonitzky, Ernesto Tenenbaum y Mariela Tenenbaum.

Otras notas que me acuerdo tuvieron cierto impacto en los lectores fueron el reportaje a Cipriano Reyes, la nota sobre la Guerra del Líbano, el reportaje a Jaika Grossman, el reportaje a Baruj Vega (del gobierno de Salvador Allende), la nota sobre la Marcha contra la Autoamnistía de agosto de 1983 (en la que partici-

dictadura a comenzar la democracia. De una crisis educativa en la Institución a un florecimiento muy pronunciado de la Escuela.

Fundamentalmente, se dio una convergencia entre la juventud y los mayores, con ganas de trabajar y crear, sin ningún tipo de rótulos, dogmas ni inhibiciones, salvo lo propio de una identidad y una historia a recrear y respetar.

05P.

“Nosotros no veíamos ningún límite” Por Ernesto Aji Tenembaum, periodista -¿Cómo fueron los comienzos de la Renacer?

- No me acuerdo mucho de cómo fueron los comienzos. Me parece que fue en el ’78 cuando empezó.

Creo que la idea surgió en un campamento, en la primera editorial hay alguna referencia, es una editorial muy ingenua, yo tenía quince años; creo que con el primero que hablé fue con Riqui (Rosenfeld), y ahí empezamos a ser amigos… No éramos muy amigos hasta ese momento, y ahí empezamos a hacer un recorrido juntos que sigue hasta el día de hoy, digamos el mejor amigo de La Plata, el que me quedó como mejor amigo personal es él.

Estamos hablando de hace mucho, es otra vida, otro mundo, otro país. Entonces estábamos muy influidos por Nueva Presencia. Había habido acá -en Argentinaun diario judío muy importante que se llamaba Di Presse, que salía en yiddish. En los momentos más fuertes de la inmigración, donde los judíos no hablaban castellano, debe haber vendido cinco mil ejemplares, cuatro mil ejemplares. Era un diario importante, y me acuerdo que mi viejo siempre cuenta que su papá aprendía de historia argentina leyendo en yiddish el suplemento de historia que se publicaba en Di Presse, y le contaba historia argentina a él en yiddish. El lenguaje significó algo muy fuerte en la forma de vivir de los inmigrantes, pero con el correr del tiempo, al igual que todo el mundo, los hijos de aquellos inmigrantes hablaban en yiddish seguramente con ellos pero ya sabían castellano y sus nietos ni siquiera hablaban yiddish más que cuatro o cinco palabras que todo el mundo conoce. Pero, entonces, Di Presse empezó a caer, y tomó una forma, que se les ocurrió para ver si podían sobrevivir, que no ocurrió porque se cerró, que era sacar los viernes un suplemento en castellano para que las nuevas generaciones de la comunidad judía se empezaran a acercar, y pusieron para eso a un periodista muy combativo que se llama Herman Schiller, totalmente distinto a todo lo que se conocía, y sacaron un suplemento de cuatro páginas que salía los viernes. Rápidamente empezó a haber boca a boca. En un momento del país en donde no se podía leer nada, donde no había ningún debate de nada, empezó a salir una hojita en castellano donde se podía discutir de Medio Oriente, de la revolución nicaragüense. De repente empezó a aparecer política nacional, empezaron a aparecer firmas que en los medios nacionales estaban prohibidas.

06P.

Me acuerdo un debate eterno sobre si el judaísmo existe o el judaísmo tiene que ser y es de por si religioso, u otro debate sobre si el kibutz había fracasado o no, debates que tenían que ver con la comunidad judía y progresivamente con política mundial y la política argentina. Yo me acuerdo que nosotros íbamos a Buenos Aires cada dos o tres semanas y mi viejo pidiéndole a mi abuela “por favor guardame ese suplemento” y me acuerdo que, en mi casa, se vivía con mucha ansiedad porque no había qué leer en la zona. Y después dieron paso a Nueva Presencia. Con el tiempo hubo una relación más personal y más directa entre nosotros y Nueva Presencia, pero en los comienzos estaba influido mucho por eso.

Y, por otra parte, por las primeras armas de jóvenes que quieren expresarse como ustedes y que tienen cosas para decir. Si uno lo ve con una mirada de adulto puede tener prejuicios de que, alguien de quince años, no tenga nada para decirle al mundo, pero en realidad nadie tiene mucho para decirle al mundo, o vale tanto lo que tiene un adulto con su vida, sus éxitos y sus fracasos, sus preguntas que van cambiando, para decir cómo un nene de cuatro años que le dice al mundo lo que él ve, y un chico de quince.

Me imagino si uno lo revisara hoy lo que escribíamos, con mirada de adulto se vería como muy ingenuo, pero al mismo tiempo como la expresión de qué piensa el joven, el judío, de familias con algún contenido de izquierda, algún compromiso político, en aquellos momentos que eran tan duros para el país. Y después la revista fue creciendo con nuestro crecimiento.

-¿Cuáles fueron sus objetivos con la revista?

- Expresarnos y aprender. Me acuerdo la primera etapa de Renacer, si se fijan, en la caratula, el logo de Renacer, que era simplemente Renacer en mayúscula, está escrita con los números seis. Yo me había puesto en una máquina de escribir y empecé a poner un seis, arriba otro seis, arriba otro seis, y son todos seis. Era una revista muy artesanal, y como toda cosa artesanal estaba hecha con mucha pasión. Había que poner mucho esfuerzo para que mantenga los recursos porque duró como siete años esa historia. Y siempre era cómo juntar la guita, cómo venderla, cómo

armarla. Y un momento, sobre todo a partir del ochenta y dos, ochenta y tres, se empezó a juntar mucha gente a hacerlo, por el momento de la explosión del país y empezó a tener rebotes en medios como Nueva Presencia que cada dos por tres ponía notas que nosotros publicábamos en Renacer. Una experiencia bárbara.

- ¿Cómo se organizaban?

-Yo no me acuerdo mucho. Me acuerdo sí en un momento Blanca (Hirsch) era tesorera, administraba la guita. Me acuerdo que nos juntábamos todos, la encuadernación la hacíamos entre todos, alguien ponía las páginas, otro doblaba. Yo era muy malo para eso, siempre fui muy malo para todo lo que sea motricidad fina. Y se juntaba la comisión de Renacer, que éramos ocho, diez a veces, a proponer notas y nunca se discutía mucho qué va y qué no va porque lo que iba, iba, porque mucho no había. Al que se le ocurría escribir algo lo hacía, al que se le ocurría hacer un reportaje, lo hacía, pero conseguíamos cosas. Yo no me acuerdo la lista, pero a Herman Schiller seguro lo entrevistamos. Entrevistamos, también a Ricardo Balbín, todavía durante la dictadura. Me acuerdo que entrevistamos al rabino Marshall Meyer, que era un referente de la lucha contra la dictadura. Progresivamente, a los referentes de los organismos de derechos humanos.

-Vos planteabas que, al principio, era una excusa para ir aprendiendo la revista. ¿Te imaginabas tanta repercusión? Tenemos entendido que era muy conocida.

- En algún momento trescientos números se vendían en librerías, en centros de estudiantes. Algo se vendía, tampoco tanto. Le poníamos un huevo… Las cosas en general para que salgan dependen del huevo que uno les ponga, en cualquier área, desde la paternidad, hasta ser madrij, hasta hacer una nota o un libro o lo que sea. Cuando hay un grupo de gente poniéndole energía a algo eso funciona, no hay ninguna magia. A lo largo de la vida uno va descubriendo eso, donde hay pasión hay algo que enciende algo que funciona de una manera u otra. Con la permanencia en el tiempo puede ser, porque hizo pensar a alguien.

-Recién vos decías que entre ustedes no preguntaban qué iba y qué no iba. ¿Había otro espacio de la institución, por ejemplo Comisión Directiva, que lo hiciera?

-Había un momento en que la Comisión Directiva estaba preocupa porque eran tiempos medio difíciles del país, sobre qué se publicaba y qué no. ¡Y se armaban unos quilombos bárbaros! El que se encargaba de eso en la Comisión Directiva era Simón Fridman, que era un tipo bárbaro, que ya falleció. Era un dirigente de esos cultos, muy apasionados.

Nosotros le teníamos una bronca bárbara porque había una reunión en la que él exponía lo que a él le parecía, y nuestra visión era que con la excusa de cuidarnos se metía en el contenido de la revista, y eso no le competía para nada. Y, no tengo idea de quién tenía razón, pero se armaban unos quilombos de novela. Nunca le gustaba lo que hacíamos, entonces nosotros le decíamos “no te preguntamos si te gustó o no te gustó, vos fíjate qué nos puede traer problemas, qué le puede traer problemas al club. Pero no lo que a vos te gusta. La hacemos nosotros. ¡Hacé la tuya si no te gusta!” (Risas).

-Veníamos charlando en las últimas reuniones sobre las discusiones que no están saldadas en la institución…

-Las discusiones nunca están saldadas.

-De hecho nos venías comentando un montón de discusiones que siguen vivas.

-Lo lindo de la discusión es discutir. En todo caso en un medio es más rico. Se publican las dos opiniones, o las tres si las hay. Y eso es mucho más lindo. Lo que no puede haber, para mí, lo que yo aprendí, es que lo que no puede haber es tabúes. No tener miedo a hablar de cosas. No quiero meterlos en un lío, pero si alguien dice de tal tema no porque la discusión no está saldada comete un grave error, porque está tomando una posición que no corresponde, porque está diciendo “esperemos a estar todos de acuerdo para poder hablar del tema” y eso no ocurre nunca, ¡y es muy lindo que no ocurra nunca! Muchas veces dos personas que dicen algo que parece contrario, si vos escuchás, pueden estar diciendo algo complementa-

07P.

rio, entonces está bueno que se expresen porque hace pensar que haya distintos puntos de vista.

A mí me parece que cuando vos abrís un medio cualquiera, ya sea un medio artesanal, local o lo que sea, vos lo abrís y te das cuenta rápidamente si ese medio está vivo o no, si ese medio se hace con miedo o se hace con ganas, con libertad, con búsqueda de explorar. El que está vivo te divierte, decís “mirá lo que escribieron estos tipos”. El “¡mirá que bestias!” es un elogio bárbaro para un medio. Yo en la Rock and Pop me la pasaba jodiendo, “hay que avisarles ya a los parientes del avión que se perdió que ya está, que es hora de rehacer su vida…” y es políticamente incorrecto, pero siempre jugar en el límite es, en algún lugar, relajar también. Lo era en la Renacer en su momento y para mí lo sigue siendo ahora, decir bueno, ¿cómo que de “alguna cosa” no se puede hablar? ¡No me rompan las pelotas! Somos grandes, se puede hablar de todo. En todo caso no se debería ofender, pero aún así es mejor ofender que quedarse con la palabra en la boca. Siempre me apasionó eso, el tipo que puede, que busca, y no importa de qué ideología es, porque yo tengo mis posiciones, pero lo que tiene la riqueza es el intercambio, el ida y vuelta.

Y el periodismo, para mí, el que yo respeto, es eso, porque dice: a ver, demos una vuelta más, jodamos con esto, preguntemos por esto. Y después están los tipos que dicen: ¿Pero cómo vas a decir una cosa así?¿Y por qué no? ¿Cuál es el problema? ¿Qué es lo que no se puede decir? ¿Qué principio religioso estoy vulnerando si digo… no sé, cualquier cosa?

En la Argentina hay un clima en este momento en el cual parece que si vos decís algo estás… Y bueno, eso es algo que no comparto.

Buenos Aires, y nosotros veníamos y lo vendíamos en la puerta. Y vendíamos. Éramos chicos tratando de vender algo con dieciocho años, con lo cual la gente decía bueno, tomá unos mangos... Después andá a saber si lo leía.

-Jodieron bastante en aquel acto del Levantamiento del Ghetto de Varsovia del Max Nordau muy conocido…

-En el ‘83. Pero eso no era por Renacer específicamente. Hubo dos momentos en los que hubo mucho movimiento. Ese fue el mayor, el acto del ’83, que fue un acto que llenó el Teatro Opera. Fue el primer acto fuerte por los derechos humanos después de la dictadura en La Plata, que era fuerte. Mil personas, estaban las madres de plaza de mayo en las primeras filas.

Después hubo otro hecho que habían pintarrajeado consignas antisemitas en la puerta del Bialik y hubo una discusión sobre qué hacer. Y la conducción de la AMIA o de Macabi o no me acuerdo qué, quería hacer un acto puertas adentro y nosotros queríamos hacer una marcha. Era 1982, era una época pesada. Queríamos hacer una marcha o concentración frente al diario El Día nosotros. Y hubo una asamblea que está llena de anécdotas y se decide hacer un acto en la calle pero frente al Bialik. Y después desconcentrarnos y que algunos llevemos un petitorio al diario El Día o algo así. Y naturalmente lo que se hizo fue que la gente fue caminando del Bialik hasta el diario, que era una propuesta totalmente nueva para nosotros, para La Plata. Y me acuerdo que nos quedamos despiertos para ver qué salía en el diario El Día. Lo fuimos a comprar a la estación, y estaba la foto ahí en la tapa, abajo, que para nosotros era glorioso.

-¿Y a quiénes jodieron en esos años?

-No me acuerdo. Pero me acuerdo que Riqui tenía una columna muy leída que se llamaba Maxnordito.

Que era un personaje que contaba con ironía todo lo que pasaba día a día, era muy talentoso. Era una columna bárbara.

-¿Y dentro de la comunidad judía se fue más allá del Max Nordau?

- Tenía influencia. Porque por ejemplo había un acto del Levantamiento del Ghetto de Varsovia acá, en

08P.

-¿Hay otras notas que recuerdes?

- No. Yo recuerdo que fue acompañando nuestro crecimiento y expresando lo que pasaba en el país a medida que el país se fue abriendo. Me acuerdo que en un momento se incorporó Sara Guitelman, e incorporó una cosa muy buena, incorporó diseño, dibujitos. Era una mina muy creativa. Me acuerdo gente que no debe estar en Max Nordau ahora, como Gabriel Maler que escribía en una época.

-¿Hay algo que les hubiese gustado hacer y no lograron?

-No, yo creo que fue un laburo bárbaro. Nos marcó mucho a todos en una época en que era difícil encontrar canales de expresión. Era una demostración de que cuando uno busca canales de expresión, de una manera u otra los encuentra.

-Sobrepasaron las expectativas que tenían…

-No sé cuáles eran las expectativas, pero una cosa fue llevando a la otra. Tampoco hay que magnificar lo que fue esto, éramos jóvenes haciendo una revista. A la distancia creo que mi vocación periodística se expresaba mucho, que después yo la seguí.

En una época estuvo también Norberto Dorenstein, que era un estudiante del interior que estaba en La Plata, que también escribía en la revista. Hubo un momento en el que mucha gente del interior que estaba estudiando en La Plata venía al Max Nordau.

Cuando hicimos ese acto, me parece que expresábamos un poco lo que pasaba en el país, la apertura que se estaba dando. Recuerdo que juntábamos muchos textos que sacábamos de distintas revistas, sobre judaísmo, y los leíamos entre nosotros. Incluso hubo, si no me equivoco, un texto de Eric Fromm sobre el miedo a la libertad. Me acuerdo textos sobre judaísmo y laicismo. Era eso.

-¿Qué tan fácil era hacer circular la revista en ese contexto?

- Nosotros no veíamos ningún límite. Lo que pasa es que no era masiva, no era algo que pudiera preocupar a nadie. El gobierno militar es tan loco que por ahí le preocupaba esto también, como un germen de algo.

Pero la vendíamos entre los socios del club, en los actos del club, en la quinta, a la salida del Kínder, en los lugares donde se juntaba gente. Ese era todo nuestro alcance.

-Hablamos con Sofía y Alejandro Hirsch que dicen que los bancaban pero a la vez tenían miedo de que estuvieran tan metidos y opinando fuerte.

- Yo puedo decirte qué sentíamos nosotros, no que sentían ellos. Nosotros éramos pibes que hacíamos lo que se nos ocurría.

-Hablabas recién de tu vocación periodística. ¿Cómo influyó la revista en vos?

-Es raro. Yo empecé haciendo esto y le ponía mucho sin saber que quería ser periodista. Porque yo estudié dos años economía y después estudié y me recibí de psicólogo. Entonces yo no lo tenía claro. Evidentemente la revista influyó en mí porque fue mi primer experiencia, y que gracias a esa revista me conocieron en medios judíos de Capital y me ofrecieron trabajo cuando vine acá. Y eso fue llevando de un escalón a otro y terminé en Página 12 dos años. Pero al mismo tiempo llama la atención como la vocación de una persona se expresa de manera muy temprana en formas y en momentos en que esa persona no conoce su propia vocación. Yo no tenía idea de que quería ser periodista. Lo había pensado alguna vez a los trece años pero después se me escapó y seguí por otro lado. Después con las vueltas de la vida volví y terminé dedicándome a esto. Evidentemente había algo muy fuerte.

-¿Algún consejo para la revista nueva?

-”El primer consejo es que hagan lo que les gusta. Que las cosas salen bien cuando a uno le gusta lo que hace.”

Sino no tiene sentido. Para que algo así salga bien a vos te tiene que gustar mucho, tenés que estar pensando todo el tiempo “¿qué le agrego?, ¿qué le agrego?, ¿qué le agrego?”. Yo ahora estoy escribiendo una novela, está casi terminada. Y no la largo. Porque todo el tiempo estoy pensando. Por ejemplo, es una novela que tiene cosas de amor, entonces hoy estaba viendo películas donde hay besos, para ver cómo las películas cuentan un beso, qué le pueden aportar a la manera en que lo cuento yo. Yo creo que la novela se podría publicar, pero se me ocurrió esa idea y aguantó. Entonces estoy pensando en cómo ponen las manos, y cómo pone el cuello una mujer, y cómo pone el cuello un hombre, y cómo respiran, y cómo cuento besos en una novela. Y así les puedo contar cien ideas que se me van ocurriendo. Y agarro un libro y digo “hay esta forma de escribir”. Por ejemplo ayer leía a una escritora, Morena Grande; un tipo iba hablando y, entre guiones, en vez de poner “dijo

09P.

fulano” ponía algo que iba pasando. Entonces era un largo párrafo, cada vez que ponía guiones iba contando lo que iba pasando: un tipo le hablaba de política a una mina mientras la mina se armaba un porro.

Entonces entre guiones ponía: picó la marihuana, la distribuyó finita sobre el papel, y el tipo seguía hablando, la pesó de un lado, la pesó del otro, la empezó a enrollar. Y yo decía ¡qué bien que está contando esto! Como te cuenta dos escenas al mismo tiempo. Entonces se me ocurre que quiero releer a ver en qué momento puedo usar este recurso. Y estoy todo el tiempo pensando en eso que es lo que me apasiona en este momento. O salvando las distancias, me acuerdo de una vez que le preguntaron a Bianchi cuál es el secreto de un futbolista, y dijo practicar, practicar todo el tiempo. Y daba un ejemplo: “yo después del entrenamiento me quedaba frente a un frontón pegándole con la izquierda, porque sabía que con la derecha me iba bien y con la izquierda no, entonces practicaba, practicaba, practicaba, y cuando estaba en el área le podía pegar con las dos.” Es un tipo que quiere perfeccionarse todo el tiempo. El secreto de cualquier cosa, de un médico, de un arquitecto, de un periodista, de un lo que sea, es que tiene que tener ese bicho que no te deja dormir. Tampoco para enfermarse, tampoco para exagerar, pero quiero decir: tiene que haber esa pasión…Después no pedir permiso.

“Para mí no hay que pedir permiso, hay que equivocarse.”

Si hay algo que tiene de lindo la vida es que uno puede equivocarse. Hay que sacarse de encima la idea de que hay sacerdotes que te dicen si te equivocaste o no. El miedo a equivocarse es de las peores cosas que tiene el ser humano, porque al no probar no aprende. Y uno lo aprende eso desde chiquito.

Uno ve un nene que por ahí no participa de una clase porque tiene miedo de que alguien le diga “lo que decís está mal”. Está bueno decir cosas que están mal. Tenés tiempo para corregir. Esto nos salió mal, bueno, la próxima nos va a salir bien. Nunca las cosas salen bien del todo, y mucho menos desde el principio. Las cosas salen mal muchas veces. Y a veces parece que salen bien… yo a veces veo notas mías que me encantaron de seis años atrás y digo, qué

10P.

porquería esto. Y les pasa a los mejores periodistas, a los mejores médicos. Es decir, uno va cambiando la opinión de lo que es bello, de lo que es bueno, que es interesante, entonces tiene que aprender, tiene que guiarse por pálpitos. Y lo peor para el pálpito es una mirada externa que te diga que no.

Después, si hay una idea revulsiva, molesta, provocativa, alguien que opina tal cosa… ¿qué se yo? que Max Nordau no era un buen tipo, y la escribe, eso está bárbaro. O una nota “Lo que le envidio a Macabi”, que podría ser lo peor, esa nota tiene que ir. Para que le respondan y lo puteen. Y genera un debate. Ideas que vos decís esto se va a leer y se va a armar quilombo, a mí siempre me atrajo eso. Y me parece que esas cosas les sirven.

Cuando yo era chico las hacía de quilombero y de grande me atraen porque me di cuenta que es muy terapéutico. Y el tipo que dice lo que está prohibido, está corriendo un velo, está relajando, está diciendo mirá, lo dije y no se cayó el mundo. Déjense de joder con poner límites.

“Siempre en la vida hay gente que pone límites y gente que los trasgrede.

A mí me gustan los segundos.”

Aparte sos joven, no tener que pelearte con avisadores, no tenés que pelearte con el dueño de la revista, con el dueño de la empresa, no tenés que ser popular para tener rating. Sos vos haciendo lo que querés y eso es lindo, siempre y cuando seas vos haciendo lo que querés.

Después cuando vean a alguien talentoso súmenlo.

No hay que tenerle miedo a la gente talentosa. Eso para mucho en organizaciones. Aparece un tipo distinto y otro atrás diciendo guarda con este, este nos va a enquilombar, este nos va a copar la organización. Este tipo de cosas las sufren. Todo lo que sea lo más relajado posible es lo más lindo, y después en el producto se nota. Se nota gente creativa, gente movediza, gente en búsqueda, gente sin miedo. Ahora todo el mundo está en el debate de si Clarín si o Clarín no. Nunca en mi vida leí Clarín. Ahora un poco porque está el quilombo de que no lo podes leer.

Cuando yo estaba en Página 12, era un medio que exploraba mucho, ahora no, ahora es un medio muy disciplinado, muy cuidadoso, pero cuando empezó,

LEVANTAM

GHETTO DE en la época que lo dirigía Lanata, exploraba de todo, era bárbaro. Éramos veinte contra cien, y les ganábamos en todo, menos en tirada, les ganábamos en primicias. Y vos veías como ellos iban cambiando su manera de titular, su manera… Porque había cosas que no se hacían en la Argentina.

Por ejemplo, Página 12 publicaba fotos que no eran cuadradas. Me acuerdo un día que La Nación lo hizo después de que lo hacían en Página. Yo era un pinche en esa época, y me acuerdo de haberlo visto a Lanata, que era un tipo al que le tenía miedo, diciendo: mirá a La Nación haciendo lo que hacíamos nosotros, recortando la foto como lo hacemos nosotros, y diciendo con orgullo eso. Esa prueba tonta de una foto recortada, hasta cualquier cosa, en Página se probaba todo. El Página 12 marcó dos generaciones de periodismo después. Cuando esto se hace con miedo… Tampoco uno va a juzgar el trabajo del otro, pero a mí me gusta más el riesgo, la búsqueda, la vida. Y creo que los medios en los que trabajan intelectuales se nota el que trabaja con cuidado y el que está buscando el ángulo de lo que está haciendo, y el periodismo tiene que ver con eso.

Yo estudié psicología, y leí las obras completas de Freud y conozco mucho de él y fue una de las experiencias intelectuales más importantes de mi vida.

Freud es un tipo al que se le ocurrió decir que existe el inconsciente, que hay algo de su mente que el hombre no maneja y que es definitorio para lo que el ser humano es. Esa idea tan increíble para esa época revolucionó la forma de pensar. Todo lo que nosotros pensamos hoy tiene que ver con la idea que tuvo ese tipo, pero una vez que él dijo eso y se armó el quilombo que se armó, escribió mil cosas diciendo me equivoqué en esto, me equivoqué en lo otro. Y toda la obra es un tipo que está revisando todo el tiempo lo que hizo. Y era tan genial que todo el mundo en las ciencias sociales y humanísticas bailaba en las marchas y contramarchas de un tipo que estaba en búsqueda permanente. Si este tipo hubiera pensado “este tema no está saldado” no hubiera escrito un libro. En realidad sobre los temas sobre los que hay que escribir es sobre los temas que no están saldados. Escribir sobre lo saldado es aburrido, porque ya está saldado.

Yo creo igual que nada está saldado nunca. Yo creo que es una búsqueda. El ser humano la riqueza que tiene es que todo se mueve y todo fluye y todo cambia.

Y el mejor periodismo es el que expresa eso, es la búsqueda del ser humano. Obviamente que cada medio periodístico tiene un límite. Un diario es un producto industrial que sale todos los diarios. A mí cuando yo dirigía Veintitrés en las primeras épocas me dolía cuando regalaba una página, porque no siempre tenías otra que te ponía orgulloso. Entonces bueno, hay que cerrar.

-Nosotros la hacemos cada dos meses pensando justamente en eso, en tener el tiempo suficiente para buscar y no rellenar.

CHARLA DEBAT EL JUDAISMO A UNA REVISION EN ARGENTINA

-Bueno, de cualquier tema busquen cosas que provoquen. No al nivel de ser burdo.

Yo me divierto mucho cuando veo a un periodista que está molestando. Y después veo los correctos, los prolijos, lo que hablan bien, y digo éste está cuidando cada palabra para no ofender a una editorial. Y a la larga al que le va bien además, no sólo se divierte más, sino el que le va bien es el que trasgrede. Yo cuando estoy hablando de algo que no le interesa a alguien me aburro. Todo el tema es la búsqueda de dónde tocamos un nervio sensible. Y el periodismo local, que es lo que ustedes van a hacer, tiene mucho que ver con eso. Después está en las armas de cada uno, de lo que le sale a uno mejor o peor, pero bueno.

No sé si nosotros con Renacer éramos conscientes de eso. Maxnordito era una parte de eso, de ser polémico. Busquen, cada vez que hacen una revista buscar un punto sensible. Y después buscar cosas interesantes.

No piensen que hay imposibles, porque de cada tres tipos que no te dan bola, uno te da bola.

Bueno, eso. Me pidieron consejos, ahora jordanes.

-No queda más que agradecer.

-Espero que les sirva.

-¿Ponemos que entrevistamos a Ernesto Tenembaum o a Aji? -A Aji Tenembaum, ja.

11P.

Sobre el Levantamiento del Ghetto de Varsovia

L Por Joaquín Kirjner, estudiante de historia (UNLP)

A

O

12P.

Lo que ocurría Una vez que Alemania invadió Polonia en 1939, la población judía en todo el país empezó a sufrir ataques diariamente. En 1940, la población judía polaca, de unas 3 millones de personas, fue obligada a abandonar sus viviendas y trabajos, y comenzó a ser reubicada en pequeños sectores de las ciudades polacas, denominados ghettos. Cercados por altos paredones y alambrados, los judíos vivían en una situación paupérrima. La jerga de la época los denominaba como Muselmänner, haciendo referencia a aquellas personas avasalladas por el hambre, las enfermedades y la brutalidad de la SS. El deterioro físico y psíquico convertía a los judíos en “prisioneros muertos en vida”, y con la construcción de los campos de concentración y exterminio, la deshumanización fue absoluta. Es que el nazismo, según Hannah Arendt, no sólo fue un crimen contra la humanidad sino contra la condición humana. El judío, por ser considerado de “raza inferior” perdía sus derechos básicos como ser humano: era despojado de su identidad, de su libertad, y de su posibilidad de vivir.

Cabe destacar que, en oposición a lo que nuestro sentido común supone, hubo un entramado social y cultural que legitimó la “solución final”; esto es, la promulgación en 1943 de un decreto para exterminar a los judíos. La constitución del sistema concentracionario, con todo lo que esto significa (construcción de una infraestructura, las fábricas de la muerte; organización de un sistema de transporte, un altísimo número de personas a cargo de diferentes tareas, la adopción de un método que posibilitara asesinatos en masa), hubiese sido imposible sin la complicidad económica y civil de las sociedades europeas. La persecución y el asesinato sistemático, burocráticamente organizado y auspiciado por el Estado alemán, de aproximadamente seis millones de judíos por parte del régimen nazi y sus colaboradores, fue consecuente a un aparato ideológico extendido. En este sentido, la ciencia y la cultura profesaban el aniquilamiento de la conspiración judía en sus dos facetas: la del judeo-bolchevique en su intento por conquistar al mundo, y la del judío financista que manejaba los pesares económicos de toda la población. Sin dudas, también se conoce como cómplices antisemitas a las firmas empresariales que instalaron sus fábricas anexadas a los campos de

concentración para obtener mano de obra esclava. Es así, que Primo Levi llega a la conclusión de que la mayoría de la población estaba al tanto de la existencia de los campos, porque podían verse (eran el eje de los centros industriales), y numerosas personas conocían o sabían de alguien que estaba dentro de uno de ellos. El problema residía, según este sobreviviente, en que nadie quería saber ni preguntar para no sentir responsabilidad o culpabilidad.

Lo que hicieron En esta siniestra coyuntura, en el ghetto de Varsovia, el más grande de todos, habitaban hacinados unos 380.000 judíos, los que significaba el 30% de la población de la ciudad, en un territorio que ocupaba el 2,4% de su superficie. A pesar de la situación de máxima opresión, la mayoría de los judíos no participó activamente en la gesta revolucionaria del Levantamiento del Ghetto de Varsovia. Muchos de los judíos allí hacinados no creían en la existencia de cámaras de gas de Treblinka, sino que suponían que los trenes se dirigían a campos de trabajo. Diversas memorias de sobrevivientes admiten la incomprensión en aquel momento de lo que se vivía, producto de la coexistencia con un abrumador aparato deshumanizador. A su vez, la dirigencia de la Judenrat (un consejo judío puesto por el nazismo como entidad gubernamental del ghetto) no quería financiar ni proveer de armas a las organizaciones guerrilleras porque consideraba que los nazis responderían con fuertes represalias sobre el resto de los civiles. En consonancia a estos hechos, la organización y la resistencia resultaban tareas complicadas cuando el problema de la inanición por hambre y enfermedad era enorme.

No obstante, existió un grupo conformado mayoritariamente por jóvenes que se rebeló contra las acciones del régimen nazi-fascista y contra uno de los ejércitos más poderosos del mundo en ese tiempo. El ZOB (Organización Judía Combativa) junto con la ZZW (Unión Judía Militar) aglutinaron miembros de diferentes partidos, movimientos y corrientes de izquierda, sionistas y antifascistas, bajo la insignia de la lucha armada. La guerrilla partisana tenía el objetivo de honrar la vida y luchar con dignidad. Efectivamente lo hicieron: con algún precedente de rebelión

en el mes de enero, la noche de Pesaj del 19 de abrilde 1943 vio estallar al Levantamiento de los judíos.

Aunque el ghetto de Varsovia fue destruido por completo hacia el 16 de mayo de ese mismo año, la resistencia judía logró hacer retroceder a las tropas alemanas y apoderarse del territorio por varios días.

Con armas de pequeño y corto alcance (que conseguían gracias a los contactos con las organizaciones clandestinas fuera del ghetto), bombas caseras y cócteles molotov consiguieron enfrentar a la SS. En una de sus cartas, Mordejai Anilewicz, joven de 23 años y líder del Levantamiento, explicó la situación que atravesaba la resistencia: “Es imposible expresar, con palabras lo que hemos vivido. Una cosa queda clara, lo que ocurrió ha sobrepasado nuestros sueños más audaces. Dos veces los alemanes se escaparon del Ghetto. Una de nuestras compañías resistió 40 minutos y otra más de seis horas. (...)

Es imposible describir las condiciones de vida actuales de los judíos del Ghetto. Solo una minoría podrá resistir. El resto morirá tarde o temprano. Su destino está ya sellado. (...)

He logrado transformar el sueño de mi vida en realidad. La autodefensa del Ghetto es una realidad. La resistencia judía armada y la venganza son hechos.

He sido testigo del magnífico y heroico combate de los combatientes judíos.”

Lo que reflexionamos Lo que verdaderamente ocurrió durante la Shoah, en sí, es algo muy complejo de descifrar. Encontrar la lógica y las coordenadas de origen del fenómeno nazi-fascista y el genocidio sobre los judíos resulta una tarea sumamente difícil. Para reificar la historia se cuenta con muchos intereses políticos para escribirla, y con pocas fuentes para constatarla. Sin embargo, dado el carácter traumático de la Segunda Guerra Mundial, la necesidad de búsqueda de verdad y justicia impulsó profundas y vastas investigaciones desde las ciencias humanas y organismos de Derechos Humanos, que propiciaron la objetividad del análisis.

13P.

Resulta fundamental para la humanidad comprender qué pasó durante el Holocausto, cómo y por qué ocurrió, y qué injerencias tuvo aquel fenómeno en las coyunturas posteriores y en nuestro presente. La construcción de la o las Historia/s tiene dos objetivos fundamentales: la búsqueda de verdad y la constitución de una identidad. Si queremos hacer un análisis crítico y certero sobre la Shoah y el Levantamiento del Ghetto de Varsovia es necesario tener en cuenta ambas premisas. De esta manera, habremos de estar atentos a la veracidad de los relatos que nos hacen llegar. Por ejemplo, la historia que pregonan los Estados Unidos contiene una evidente elemento macarthista. Según este análisis, como Stalin quería derrocar al régimen nazi sólo para ocupar más territorios, entre ellos el Este de Polonia, se afirma que el Partido Comunista no se preocupó en estrechar lazos y colaborar con la resistencia polaca, partícipe del Levantamiento en Varsovia. Por supuesto, para Moscú las cosas se dieron de una manera completamente diferente: en la resistencia de Varsovia se izaron banderas rojas y se cantó el himno de la Internacional.

Frente a uno de los ejemplos más burdos podemos comprender que existen diferentes interpretaciones y que hay diversos “dueños de la verdad”. Pero más complejo resulta percibir las diferentes formas de recordar de los sobrevivientes. Los testimonios, la fuente primordial de reconstrucción histórica de la Shoah, provienen de memorias subjetivas. Por lo tanto, el relato personal dará un punto de vista específico de lo que sucedió, una visión parcial. Es así, que muchos estudios históricos realizan una puesta en común de varios testimonios para tomar conclusiones generales. Sin embargo, en ciertos casos algunas memorias son incompatibles con otras, ya que aportan ideas muy diferentes. Para ser más claro, lo ejemplificaremos: Está comprobado que existió una enorme amalgama de actitudes tomadas por los judíos en el contexto de encierro. Estaban quienes robaban armas dentro del ghetto a los oficiales de la SS para luego arremeter contra los nazis; quienes se suicidaban para no ser prisioneros del ejército antisemita; quienes fumaban sus últimos cigarrillos porque estaban convencidos de que la muerte los encontraría por la noche; quienes limpiaban las cenizas de los hornos donde quemaban a los judíos para sobrevivir; quienes integraban la Policía Judía dentro de los ghettos; quienes se autodenominaban Kapos. Para los líderes del Levantamiento del Ghetto de Varsovia, como Marek Edelman, algunos de estos judíos eran rebeldes, no colaboracionistas, y otros eran traidores colaboracionistas. Su juicio moral indicaba, por ejemplo, que los integrantes de la Policía Judía

14P.

debían morir. En cambio, para otros sobrevivientes, como Primo Levi, existían las “zonas grises”, un espacio entre lo negro y lo blanco sobre el cual resulta difícil hacer un juicio de valor, y mucho más considerando la situación de extrema opresión y desesperación en que vivían los judíos.

Con la misma lógica, existieron diferentes razones por las cuales los jóvenes judíos integraron el frente guerrillero en Varsovia. Para algunos se trataba de venganza, de morir con orgullo judío y valentía, otros preferían morir de pie a vivir de rodillas, mientras que otros luchaban fervientemente por el socialismo.

Incluso, se perciben diferencias entre los sobrevivientes sobre lo que significaba resistir. Para algunos la única salida era la guerrilla, para otros, esconderse y soportar el hambre un día más era resistir, en cuanto que otros encontraban su frente de combate en el rezo, o en todo aquello que los hacía sentir humanos.

Además de la verdad y la justicia, lo que nos brinda la comprensión histórica es lo que utilizamos para conformar nuestra identidad individual y colectiva. Es por esto que existe una línea difusa entre lo que debemos comprender bajo el rigor de la ciencia histórica, y lo que queremos recordar específicamente. Cómo interpretar y cómo recordar lo que pasó definen nuestra posición actual como judíos, como defensores de los Derechos Humanos o como propagadores de un cambio social. Los rituales conmemorativos nos definen políticamente en la actualidad, por lo que resulta menester comprender acabadamente los hechos que recordamos. No será lo mismo conmemorar las víctimas del Holocausto en Yom Hashoah, que reivindicar la lucha de los partisanos del Levantamiento del Ghetto de Varsovia. Es evidente que las memorias están en pugna constantemente, y para construir una identidad colectiva, se debe elegir cuál o cuáles de ellas se transmiten a las generaciones siguientes. ¿Víctimas o héroes? Siempre podremos optar por diversas simbologías respecto al pueblo judío, pero nunca debemos apartarnos de los fundamentos de la objetividad y el análisis crítico que dan orden a una historia consensuada.

Es que la muerte natural de los sobrevivientes de la Shoah es un hecho evidente en nuestros días, y en algunos años ya nadie podrá contar a flor de piel sus experiencias personales de aquella terrible época.

Queda en nosotros, los jóvenes y no tan jóvenes, la sustancial tarea de preservar una memoria activa que conmemore y reivindique lo que creamos necesario.

Los socios del silencio

Por Juan Alberto Bozza, profesor de historia (UNLP)1.

Capitalismo y nacionalsocialismo.

Tras la implosión de la URSS, escritores e ideólogos del bando vencedor celebraron a los regímenes capitalistas de libre mercado, como los únicos modelos virtuosos de sociedad democrática. Sus líderes y hombres de empresa, habían construido “sociedades abiertas” que derrotaron a sus despóticos enemigos: los totalitarismos “comunistas” y nazifascistas. Con una prosa embriagada por el éxtasis, Fukuyama, Furet, Conquest, Nolte recitaron este evangelio como estación terminal del devenir histórico. El capitalismo (única forma portadora de la democracia, según aquella remunerada cofradía) era la condensación triunfante de un sistema económico y político ubicado en las antípodas de los regímenes soviético y nazifascista. Con respecto a este último, cabe preguntarse: ¿se trata de una afirmación certera? La historiografía crítica ha desmentido esta creencia. Demostró los vínculos entre célebres capitalistas norteamericanos y los primeros pasos del hitlerismo y las conexiones de la burguesía alemana con el régimen nazi.

Viejas simpatías: la fascinación del führer sobre los empresarios norteamericanos.

El comportamiento de corporaciones capitalistas norteamericanas estuvo lejos de repudiar el origen y ascenso del nazismo al poder. Aún cuando la guerra había estallado, procuraron acuerdos para establecer y expandir inversiones en el Tercer Reich. Algunos

empresarios con aura de filántropos derrocharon un ferviente apoyo al régimen instaurado en 1933. No se trató solo de oportunidades para negocios lucrativos, hubo afinidades ideológicas, como la aversión al comunismo y una abundante dosis de antisemitismo. Henry Ford compartía con Hitler la fobia anti judía2. El dueño del imperio de Detroit aportó dinero a las campañas del NSDAP (el partido nazi) y colaboró con los requerimientos económicos y bélicos del régimen.

Las relaciones prosperaron a través del Edsel, el hijo del magnate, quien comandó las inversiones europeas de la compañía durante la década del treinta. El ejecutivo de la Ford en Alemania fue el célebre aviador Charles Lindbergh, un rubicundo dandy nazi, para quien “el gran peligro que se cierne sobre nuestro país (EEUU) radica en la propiedad y la influencia que los judíos tienen en la industria filmográfica, la radio, la prensa y sobre nuestro gobierno”.

El agradecimiento de Hitler a Ford se concretó, en 1938, al condecorarlo con la Gran Cruz de la Orden Suprema del Águila Alemana. Las huellas que Ford Motors dejó en Alemania no fueron diáfanas. Las tropas aliadas que liberaron Alemania, hallaron trabajadores extranjeros esclavizados en las plantas de la empresa de Berlín y Colonia3.

La General Motors (GM) ofrendó un rotundo apoyo industrial al régimen. Al igual que la Ford, reconvirtió sus activos en Alemania en función de dinamizar la creciente demanda bélica. La empresa de la familia DuPont se asoció con la IG Farben y colaboró

con el partido de Hitler. El vicepresidente del conglomerado, G. Howard, era un admirador del nacionalsocialismo que alucinaba con implantar el régimen Norteamérica. A pesar de que EEUU entró en guerra contra Alemania, la GM, a través de su sucursal de Estocolmo, seguía comerciando con el nazismo en 1943. Según el investigador Bradford Snell, esta empresa fue más importante que Suiza para la maquinaria de guerra nazi4 La trama de la colaboración de grandes corporaciones también involucró a firmas del campo de las finanzas, del petróleo y de las telecomunicaciones, tales como ITT, Standard Oil, Texaco, Chase National Bank, National City Bank, etc.5

La esvástica y el capital.

En la joven República Federal Alemana, nacida en la guerra fría, se forjó una conciencia histórica que intentó exorcizar la experiencia nazi de su identidad política y cultural. Historiadores conservadores, que continuaron en sus cargos universitarios, consideraron los horrores de su pasado inmediato (racismo, expansionismo, guerra, holocausto) como responsabilidades de Hitler y de la camarilla de fanáticos que lo acompañaban. El examen exculpaba las responsabilidades del capitalismo alemán, a tono con las necesidades norteamericanas de alentar una recuperación económica y un clima favorable para las inversiones. Por eso, las sanciones a los industriales que colaboraron con Hitler fueron leves6. La atmósfera de la guerra

15P.

fría y el anticomunismo imperante inhibió durante mucho tiempo a las exploraciones historiográficas que enfocaran los nexos políticos y económicos entre la gran burguesía alemana y el ascendente candidato a Führer. Hacerlo equivalía a aceptar la interpretación soviética que retrataba al nacional socialismo como una dictadura terrorista que beneficiaba al capital monopolista alemán7.

Durante la Republica de Weimar (1919-1933), algunos hombres de negocios comenzaron a observar con más atención la organización de los primeros grupos nazis. Sus violentos lances contra las huelgas, sus ataques a los sindicatos clasistas y a los partidos marxistas y la vocación de impulsar el rearme despertaron una gradual aprobación por parte de empresarios, pero también de funcionarios, policías, y militares. La organización de las tropas de asalto, las SA, fue obra del capitán Röhm quien, en 1921, usó dinero del ejército para la compra de armamentos, y vistió a sus escuadras con las camisas caquis que quedaban de rezago de las tropas imperiales. Uno de los primeros grupos en financiar al novel partido nazi fue el de los rusos blancos, industriales, petroleros y nobles reaccionarios que vivían en Alemania, exiliados tras el triunfo de la Revolución de Octubre. En ese medio se destacó Alfred Rosenberg, quien trajo contribuyentes y, más tarde, devendría ideólogo del Tercer Reich y “filosofo” de la superioridad racial “aria” y del virulento antisemitismo8.

En el periodo de crecimiento del partido, en el marasmo social de

16P.

la inflación de 1923, Hitler obtuvo el decisivo apoyo de uno de los magnates de la industria del acero, Fritz Thyssen, que compartía con los nazis el odio hacia las revueltas comunistas y hacia los activistas judíos, en quienes veía a sus instigadores.

Las promesas de rearme, que los nazis agitaban como programa para la conquista del poder, atraían naturalmente a capitalistas dedicados a las industrias de armamentos. La firma Krupp, fabricante de armas desde el siglo XVI, sacó provecho del aflojamiento del control de las inspecciones sobre la industria bélica alemana que ejercían las naciones victoriosas en la Primera Guerra. A través de inversiones en otros países, expandió su producción de equipos y submarinos. Otros industriales fabricantes de aviones, como la empresa Heinkel, disfrutaron los suculentos beneficios de sus negocios durante la dictadura hitleriana9. También Emil Kirdorf, el industrial del carbón, aportó voluminosas sumas al partido al final de los ‘20 y facilitó la aquiescencia hacia el nacionalsocialismo de los grandes capitalistas de la cuenca del Ruhr.

Muerte en las fábricas, fábricas de la muerte.

Instaurada la dictadura terrorista, aniquilada la resistencia obrera y la oposición política, las medidas económicas del régimen favorecieron la concentración del capital, consolidando el rol hegemónico de la gran burguesía asociada al complejo industrial belicista y a las perspectivas expansionistas que desembo-

carían en una nueva guerra. Los planes conducentes al potenciamiento militar, brindaron una oportunidad de oro al cártel I.G. Farben, que incrementó sus actividades en química de explosivos, naftas y caucho sintético10.

A pesar del aura de excelencia y virtuosismo con que cubrió su historia posterior, la empresa armamentista y de automóviles Daimler-Benz, no tuvo demasiados escrúpulos para anudar y expandir sus negocios con el Tercer Reich desde 1933. Sus beneficios se cimentaron a partir del aprovechamiento de la mano obra forzada de prisioneros y de la intensificación de los ritmos de producción de sus desdichados trabajadores11.

Ante las exigencias financieras de la guerra, el capitalismo nazi, debió extremar esfuerzos productivos y exprimir la explotación de la población concentracionaria.

Los campos (lager) además de factorías productoras de la muerte industrializada, fueron utilizados como dispositivos extractores de una forma extrema de “plusvalía” a miles de modernos esclavos, judíos, comunistas y opositores políticos. La SS de Himmler sacó provecho de esa monstruosa veta de exterminio, que tuvo en Auschwitz, regenteado por Rudolph Hess, a su más tenebroso ejemplo.

En Auschwitz se instalaron las empresas de Krupp y la I.G.Farben. Esta última construyó allí sus factorías de combustible y caucho sintético. Su director, Otto Ambros, solicitaba al jefe de la SS la cantidad de esclavos necesarios para la producción. En el mismo infierno, producía el Ziklon

B, el gas usado para la aniquilación de los esclavos exánimes, de los obreros descartables. En una siniestra comandita con las empresas, la SS también desarrollo “actividades industriales” que engrosaron las fortunas de sus comandantes. En el campo de Treblinka, montaron una fábrica de ladrillos con sus esclavos; en Ravensbruck tenían la SS Sociedad Textil Lanera, en la que explotaban a 5000 obreras; en Dachau disfrutaban de una fábrica de porcelana. Como cuervos sobre los cadáveres, también imaginaron una provechosa estructura financiera dedicada a vender los productos del saqueo post mortem; anillos, gemas, implantes de oro, marcos de anteojos o los más truculentos, obtenidos de los despojos de los cuerpos de las víctimas12. Este enorme flujo de recursos, fruto del robo a las víctimas (que también incluía las ventas de propiedades y de obras de arte), fue canalizado por bancos suizos y luego “blanqueado” en los mercados financieros de otros países europeos.

El sistema de los campos de concentración era tan vasto como para tener múltiples imbricaciones en la vida económica y en el cotidiano de toda Alemania.

Establecimientos agrícolas, fábricas de armamentos, firmas constructoras, etc., explotaban la mano de obra esclava provista por las SS. Eran también capitalistas quienes prosperaban abasteciendo la demanda de los Lager.

Verduras, alimentos, la tela de los uniformes, la madera para la construcción, la interminable demanda de los hornos crematorios que proveía la Topf de Wies-

baden eran actividades que probaban el conocimiento de amplios sectores de la población de las depravadas actividades que allí ocurrían. “Para conseguir la sumisión de la conciencia –confesaba la arrepentida secretaria privada de Hitler Traudl Junge -, es necesaria una gran organización. Y los alemanes somos muy buenos organizando...” 13 Finalizada la guerra, destruido el régimen nacionalsocialista, las primeras ráfagas de la guerra fría y del anticomunismo, frenaron el inicial impulso de desnazificaciòn y las condenas no avanzaron mucho más allá de los juicios de Núremberg de 1947. Las necesidades de la recuperación económica, asistida por los dineros (y las tropas) americanos del Plan Marshall, favorecieron la impunidad para los hombres de negocios que estuvieron ligados al hitlerismo. La IG Farben, en la que confluían el capital y la esvástica, fue dividida en tres firmas: Bayer, Basf y Hoesch.

Otros hombres de negocios y empresas fueron preservados ante la urgencia de unir el frente interno contra “la amenaza soviética”. Los tribunales aliados solicitaron la captura de 200.000 empresarios nazis. La redada solo alcanzó 85.000, la mayoría de los cuales fue absuelto. Los capitanes de la industria y los banqueros que habían maximizado sus beneficios asociados a un régimen criminal, eran piezas claves en la agenda de contención del comunismo. Reciclados en una sociedad democrática no tardarían en convertirse en esforzados apóstoles del “milagro alemán”.

1 Profesor de Historia de la Historiografía de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y de Historia Argentina Contemporánea en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP. // 2 Ford estampó su odio contra los judíos en The International Jew (El judío internacional), texto que influyó en el Mein Kampf. En los años veinte, en el periódico de Ford colaboraba el escritor ruso blanco Boris Brasol, quien introdujo en EEUU el panfleto antisemita de los zares Los protocolos de los sabios de Sion. Daniel Muchnik, Negocios son negocios, Bs. As., Norma, 2000, p. 94. // 3 Según Charles Bettelheim, las ganancias e inversiones de Ford Motors, no cesaron de crecer en la Alemania nazi. La economía alemana bajo el nazismo, Madrid, Fundamentos, 1977, p. 107.

Michael Dobbs, “Ford and GM Scrutinized for Alleged Nazi Collaboration”, The Washington Post, 30/11/1998, p.

17. // 4 Clarín, 1/12/1998. // 5 Charles Higham, Trading with the Enemy, New York, Barnes & Noble, 1983, pag. 115.

Edwin Black, Nazi Nexus: America's Corporate Connections to Hitler's Holocaust. Washington, DC, Dialog Press, 2009, pp. 247. // 6 Fueron muchos los nazis reciclados que integraron el gobierno y la administración de. Adenauer. Mary Fulbrook, German national identity after the holocaust, Oxford, Polity, 1999, pp.

61-62. // 7 Esta fue la definición de la Tercera Internacional, bajo la hegemonía de Stalin. // 8 James Pool, Who Financed Hitler? New York, Gallery Books, 1997, cap. 2. // 9 La mitad de la mano de obra de las fábricas de Heinkel era esclava, judíos y otros extranjeros capturados por las tropas germanas. // 10 Joseph Borkin, The Crime and Punishment of IG Farbe, New York, Free Press 1978, pp. 45-46. // 11 Neil Gregor, Daimler- Benz in the Third Reich, New Haven, Yale University Press, 1998, c. VI. // 12 También hay que contabilizar una serie interminable de saqueos sobre las propiedades de los judíos en los países ocupados: relojes, joyas, plata, afeitadoras, plumas fuentes, cámaras fotográficas, frazadas, etc., depositadas en una cuenta del Reichsbank, a nombre de Max Heiliger. // 13 Fragmento del documental austríaco “A ciegas: la secretaria de Hitler”; transcripto en Página 12, 15/2/ 2002.

17P.

El tren a Auschwitz Por Camilo Hirsch, estudiante secundario y miembro de la juventud del Max Nordau No llevo más de una hora en el tren. Está increíblemente superpoblado, irónicamente la superposición de las personas no provoca calor, únicamente un sudor frío que al recorrer el cuerpo hace erizar la piel.

Las ventanas, la mayoría sin vidrios, permiten que la nieve entre y continúe el trabajo que el sudor y las lágrimas hacen en el cuerpo.

No puedo dejar de pensar en mi mujer y mi hija. Se las llevaron anoche. Cada vez que recuerdo esa secuencia, una horrible sensación corre por mis venas, los golpes a la puerta que terminaron por derribarla, mis inútiles intentos de encontrar el lugar para escondernos, los llantos de mi pequeña hija quien era arrastrada hacia afuera de la habitación por los soldados, la torpeza con la que quise derribar a los soldados que llevaron a que me golpeen con la culata del fusil en el estómago; todo se siente tan lejano y tan latente al mismo tiempo.

Nunca me imaginé esta situación, hace unos años era un pediatra como cualquier otro, sin mucha diferencia por ser judío. Hoy me encuentro en un tren que me está llevando a Auschwitz junto con muchas otras personas que, si bien tenían distintos pasados, nunca se imaginaron este presente.

He escuchado muchas cosas sobre mi próximo destino, que es el peor fin que un ser humano puede tener y también he escuchado que es el único lugar donde los judíos pueden vivir tranquilos. A esta altura creo que es obvio lo que pienso.

Al mirar a las caras que me rodean veo dolor y miedo, lo único que ilumina sus ojos es la esperanza de que sus seres queridos aún vivan, de que en algún lugar de alguna manera sigan vivos. Este tren debe tener

18P.

las peores desolaciones. Hay personas que vienen de otros ghettos, flacas, enfermas y esperando tener una muerte menos agonizante que lo que ha sido su vida en el último tiempo. Si al recordar el episodio de anoche sufro indescriptiblemente no me imagino lo que deben sufrir ellos que han visto la muerte y la humillación aún mas cerca que yo, por más difícil que me resulte pensarlo.

He encontrado la manera de desviar mi pensamiento del recuerdo que me atormenta desde hace horas, posiblemente la única variable que puede pasar por mi cabeza en este momento que involucre algo de fe en las personas. Me pregunto si mi vida realmente no está destinada a terminar así, si todas las vidas no están predestinadas a terminar así.

Y llego a la conclusión de que, en realidad, todos nos encontramos en un tren a Auschwitz a menos que decidamos cambiar nuestro destino. Y no existe tal cosa como la salvación individual, la manera de cambiar cómo será nuestra vida es cambiando todo nuestro contexto. Es el contexto el que nos lleva a miles a morir sin sentido para que otros puedan vivir bien.

Por ende para cambiar el contexto se necesita que los miles que pueden ser insignificantes en este contexto luchen juntos para valer algo en el próximo. Este tren y este contexto no son la única evidencia de esto. Si hasta que sucedió esto se podía vivir mejor habiendo ocurrido episodios tan horribles como los que ocurrieron quiere decir que se pueden lograr grandes cambios a partir de la unión de los insignificantes.

Quizás no sobreviva pero puedo tener fe porque todavía hay quienes luchan por algo mejor y si todavía existen, estoy seguro de que vendrán muchos más.

Otra sudestada Bersuit Vergarabat Viene el olor a otra sudestada, trae el olor a leche cortada: se intuye un sol naciente, incipiente, detrás del nubarrón ni se siente...

Drena como una bruma infectada, trae explicaciones lacrimógenas, nadie puede creer, ¡Doy fe! Si una estrella nos guía, no se ve, no se ve, no se ve... Veo en un temblor de cara paralización y rabia; trae el viento otras voces- las oís: es una sinfonía de raíz. Como un trueno ronco, ancestral, del centro mismo de la tribu, todos juntos, en una inmensa soledad. Un abrazo tuyo no vendría nada mal. Remolinos de semillas, buscando tierra para florecer. Y yo te ofrendo esta bronca pa´ que la lleves al mar, pa´ que no lloren los míos. Rodillas en la ciudad. Y yo te pido esa fuerza, toda tu cruel decisión, pa´ que este sueño partido despierte revolución.

Estabas ahí, parada en el cordón, con la cabeza gacha, como pidiendo perdón. Al otro día estabas en el umbral, por el olor sabía

que estaba todo mal. Miré con odio al cielo y pronto blasfemé, porque lo que traías era todo nuestro descarte; nuestras pestes, plástico, hedionda polución. Miseria. Abortos de millones de corazones hechos mierda. Mientras más subías me dio por escapar; me fui para el techo, no quedaba otro lugar. Flameaba mi bandera, blanca y celeste, ya sin paz... ni cielo. El paraíso se hizo peste. Todo lo que tirás al río, vuelve la pólvora mojada de otro temporal. Para nada sirve el sol, no va a evaporizar. Millones de litros de lágrimas. Remolinos de semillas, buscando tierra para florecer. Y yo te ofrendo esta bronca pa´ que la lleves al mar, pa´ que no lloren los míos. Rodillas en la ciudad. Y yo te pido esa fuerza, toda tu cruel decisión, pa´ que este sueño perdido despierte revolución. Y yo te ofrendo esta bronca pa´ que la lleves al mar, pa´ que no lloren los míos.

Rendidos en la ciudad. Otra sudestada...

19P.

A un año de la inundación

LA LUCHA SIGUE EL GOBIERNO ES RESPONSABLE Discurso de Asamblea de asambleas

Hoy nos encontramos a 12 meses de lucha, iniciada el 3 de abril primero, como todos los platenses y miles de argentinos, al frente de la solidaridad popular, la que permitió contener necesidades básicas que el gobierno nacional, provincial y municipal no nos garantizó.

Porque solo el pueblo ayudó al pueblo platense a enfrentar las consecuencias inmediatas de la catástrofe. ¡Nos sentimos orgullosos de nuestro pueblo solidario que nos dio su mano sin condicionamientos, con su ropa, sus alimentos, su lavandina, su aliento!

La lucha continuó a la semana, reclamando justicia, obras hidráulicas, soluciones económicas, derogación del COU y por sobre todo el esclarecimiento del número real e identidad de las víctimas fatales. 12 meses de lucha que movilizó a decenas de miles de platenses, de familiares de víctimas que se organizaron, de a poco y de vecinos afectados junto a otros no afectados pero solidarios. Nos juntamos en asambleas democráticas, populares, y semana a semana mantenemos la llama viva de este fuego de justicia, memoria y verdad.

Estas asambleas constituyeron el pliego de reclamos de los inundados a partir de la carcterización

20P.

que hicieron de inmediato: la tragedia tiene responsabes: los gobiernos nacional, provincial y municipal.

El balance obligadamente es contradictorio. Nuestros reclamos siguen en pie y al mismo tiempo los pasos de los inundados han sido enormes: A fuerza de movilización nos han atendido los Scioli, los Arlía, los Bruera, todo el compendio de voceros de un gobierno que ha inundado a sus gobernados.

Gracias a la movilización, hemos logrado que comiencen a licitar las obras hidráulicas estratégicas. Obras reclamadas desde hace más de 10 años. Porque no debemos olvidar que después del 27 de enero del 2002, nacieron los reclamos por las obras hidráulicas estratégicas, presión que obligó al Intendente Alak a contratar a la Universidad los estudios que dieron como resultado el llamado informe Romanazzi.

Informe desoído por Alak y por Bruera.

Las obras hidráulicas licitadas deberían ya haber comenzado, colocaron los carteles, pero nadie sabe cuándo van a terminar. Y encima son obras

21P.

que atenderán lluvias menores a las del año 2002, 2008 y 2 de abril 2013. Ya que, según el Ministro Arlía y ello consta en acta, alcanzan a evacuar 60 mm por hora, cuando estas superaron los 90. O sea que estas obras, desde el proyecto no evacuarán caudales superiores a los normales. El Defensor del Pueblo, Dr. Boniato, un gran borrado en esta lucha, no ha marcado la diferencia. Ha ninguneado y desconocido los reclamos de nuestra lucha ¿Qué pretenden la presidente Cristina, Scioli y Bruera? ¿que aplaudamos y acompañemos estas obras?

NOOOO! Además la supuesta obra del Maldonado incluida en el financiamiento autorizado de 1973 millones, por ahora es solo limpieza, o sea lo que debe hacerse normalmente cada 2 años, y del resto de los arroyos, Rodriguez, Carnaval, etc. incluidos en el plan, aún no se han licitado ¡LUEGO DE UN AÑO. ES VERGONZOSO¡¡¡ Les exigimos que convoquen a una Audiencia Pública. Llamamos a continuar la lucha, exigimos control de las obras dispuestas y debate de las obras necesarias para que nunca más esta ciudad pierda un vecino por la inundación. Para que no se siga construyendo edificios sin infraestructura y para que el COU que necesitamos surja de una verdadera planificación popular.

En cuanto a los reclamos de resarcimiento económico, también se ha librado una lucha importante. El reclamo fue y es tan necesario para la población que Bruera lo intentó suplir con un subsidio mugroso de 2500 pesos, el cual fue entregado de manera discrecional en locales

22P.

partidarios del bruerismo. Rapidamente por nuestras denuncias tuvo que recular y centralizarlo.

De todas formas no alcanzó a la mayoría de los afectados.

Lejos de las promesas de exención, Bruera retomó el cobro desde la 6ta. cuota del año pasado. Pero para colmo lo hizo con un tarifazo de la Tasa de Servicios Municipales que llegan en muchos casos al 100 %.

Tarifazo que adoptó sin darle participación al nuevo Consejo Deliberante y procediendo a revaluar del valor fiscal, cuando las propiedades se devaluaron. Así Bruera vuelve a apropiarse de la miserable ayuda que otorgó. Y esto mientas la Presidente produce un tarifazo en los servicios públicos y especialmente en el transporte que utilizan los vecinos más humildes. Por ello estamos desarrollando una campaña que incluye un petitorio, para que el pueblo se exprese contra aumentos no justificados. Invitamos a todo el mundo a firmarlo, distribuirlo y sumarse a esta gran campaña.

Para que Bruera recule, y el Concejo Deliberante se despierte de la siesta que duerme desde el 2 de abril. Ningun reclamo de los inundados tuvo asidero en ese Concejo de brueristas y opositores. Exigimos que respondan a nuestros reclamos, se pronuncien y respondan con los hechos.

Sin salir de los reclamos económicos, se hace preciso recordar que el gobierno de Scioli presupuestó 400 millones para ayuda a los afectados por eventos climáticos, pero lo está manejando el Ministro de Desarrollo Social, como de costumbre,

mediante el clientelismo político y aún no aparecieron los 35 millones juntados por Moreno y la Confederación Económica manejada por Ider Peretti.

En el terreno de la Justicia los inundados no hemos recicbido un mejor trato.

El Fiscal Jorge Paolini, amigo del Ministro Casal, a quien tendría que investigar junto al resto de los responsables no ha convocado ni un solo funcionario ha declarar. ¿Qué necesita Paulini para demostrar que el Intendente Bruera se negó a gestionar las obras hidráulicas aconsejadas en el informe Romanazzi? Prueba que aportamos los vecinos. ¿Qué necesita Paulini para demostrar que Bruera dejó al Municipio acéfalo el 2 de abril? Si está demostrado que se ausentó sin autorización a vacacionar a Brasil sin designar responsable, dejando al municipio acéfalo en medio de la tormenta del 2 de abril y quedó al descubierto su intento de taparlo; ¿Qué necesita Paolini cuando el informe de la Universidad del 2013, investigó y demostró que Bruera no preparó ningún plan de contingencia para el evento? ¡A pesar que 5 años antes había ocurrido uno similar y aún hoy, tampoco lo tiene preparado! Es vergonzoso que tengamos que seguir recibiendo la revistita municipal llenas de mentiras, gastando millones en propaganda para limpiar su conciencia y el municipio aún no tenga comprado un solo bote. Exigimos a la justicia que investigue las responsabilidades y llamamos al pueblo a apoyar esta acción de familiares y asambleístas, a presentarse como querellantes y seguir movilizados

para que nunca más vuelva a ocurrir un estrago semejante.

Sin embargo este balance de finalizar acá dejaría los dos logros más importantes afuera de este documento. El primero ha sido que los inundados hemos derribado la idea de que lo que se vivió el 2 abril haya sido una tragedia inevitable, producto del inesperado capricho del tiempo. Esta idea ha quedado completamente desintegrada por la certeza de los vecinos y las asambleas, de que esto fue un crimen social. Y por ser un crimen, tiene sus responsables. El pueblo no tuvo que esperar a se reconozacan nuevas víctimas de la inundación para saber que estaba frente a un encubrimiento. No tuvo que esperar a que Moreno se metiera en la mano en el bolsillo con la plata de los inundados, para saber que el Gobierno nacional también es responsable. La paliza electoral que sufrió Bruera es suficiente para ilustrar la justeza de este palanteo.

Quedó de manifiesto ante la población un régimen de negociados inmobiliarios, que se ha concentrado en levantar fortunas a costa de la vida humana. Se expresó con claridad como Biliding, Dacal, Moragues, son lo que dictan el libreto de quienes nos gobiernan, sin poder salir de su lógica capitalista.

El otro gran logro es haber hechado por tierra, la tapa que se le quiso poner a la cantidad e identidad de las víctimas de esta inundación. Siendo nuestro reclamo primero, denunciamos sin parar que en el adulteramiento de un listado, había una posición criminal, un encubrimiento organizado, una policía bonaerense necesari-

amente implicada, una reminiscencia con la dictadura. Y hay dos cosas que confirmaron este temor y esta denuncia: En primer lugar el fallo de Arias que asegura que hasta el momento las víctimas son 89. El gobierno provincial se debe hacer cargo de un pacto de encubrimiento.

En segundo lugar el hallazgo en la morgue. Esta pericia ha arrojado luz a una morgue que opera en la clandestinidad e ilegalidad absoluta. Una morgue que guarda la verdad. La posibilidad de estar frente a un método sistemático de inhumaciones con lápidas duplicadas, debe significar para nosotros y toda la comunidad un estado de alerta. La ciudad de la Plata es la misma ciudad en que desapareció Jorge Julio Lopez, que vio por última vez a Miguel Bru. Es una ciudad emblemática del encubrimiento pero también de la lucha incansable por develarlo.

Los Familiares de Víctimas de la Inundación y las Asambleas de Asambleas, no conmemoran un año en términos pasivos y de recogimiento.Lo conmemoran luchando con esta jornada histórica en que otra vez reclamamos: Esclarecimiento del numero real e identidad de las víctimas.

Justicia por las víctimas.

Esclarecimiento del hallazgo y el horror en la morgue.

Obras para no inundarnos más.

Resarcimiento económico a cada inundado.

Derogación del COU.

Muchas gracias.

ASAMBLEA DE ASAMBLEAS

23P.

Todo método es político Apoyo el reclamo, pero no los métodos” es una de las clásicas frases argentinas ante los distintos conflictos que se suceden a lo largo y a lo ancho del país. La pregunta que sigue es, ¿y entonces, cómo? Es decir, ¿qué otro método más efectivo conocen quienes comprenden la “legitimidad” de los reclamos pero no están de acuerdo con las formas en que se llevan adelante?

Lo que ha ocurrido en estos días en Lugano con el problema de la vivienda es paradigmático. El conflicto viene de arrastre: a fines de 2010, ante una ocupación de terrenos por parte de los vecinos, el gobierno nacional y el porteño desalojaron juntos con una violenta represión. El saldo fue de tres muertos, y la promesa de incluir a los ocupas en un plan de viviendas. Ningún funcionario fue preso, y nadie –ni Nación ni Ciudad- puso un peso para el plan de viviendas.

Frente al papel vergonzoso –en ese entonces y ahoradel PRO y el FPV, el Legislador porteño del Frente de Izquierda, Marcelo Ramal lo dijo clarísimo y sin medias tintas: “Si queda algo de justicia en este país, los que gobiernan el país y la Ciudad deberían ir a juicio político por dejar a 500 mil personas en la ciudad de Buenos Aires sin vivienda”.

Otro caso es el de los docentes. Todo el mundo sabe –lo dicen los empresarios y economistas en los medios dominantes- que la inflación anual ha superado cómodamente el 30%, y para este año se augura un número peor. A los docentes, cuyos salarios y condiciones de trabajo son miserables –ganan la mitad que los policías-, se le ofrece menos del 25% y en largas cuotas. Es decir que el saldo de la paritaria no será la necesaria y urgente recomposición de su salario, sino una disminución. Ni salario “vital” ni “móvil”, como pide la Constitución. Luego, los docentes son quienes verdaderamente defienden la educación pública contra la destrucción sistemática producto de la desidia de los funcionarios, que ganan decenas de miles de pesos.

Si no toman medidas de fuerza, ¿quién les va a dar el aumento que se merecen? Nadie. La protesta no es un deporte y mucho menos es grata, se hace por necesidad. El reclamo cohesionado, organizado y masivo es la única garantía de su triunfo y, por lo tanto, del triunfo de la educación pública contra su destrucción. Quien defiende su causa, debe apoyar sus métodos. Quien dice “estar de acuerdo con el reclamo, pero no con los métodos”, en los hechos no está apoyando el reclamo. # Nota publicada en Infobae el viernes 14 de marzo, 2014

24P.

Por Mauro Cristeche, abogado (UNLP) y doctor en Derecho (UBA)

En general, la oposición a la protesta social obedece a dos razones. Una de ellas es la falta de comprensión política, en el sentido de la imposibilidad de hacer una caracterización del funcionamiento de la sociedad en general, y de la práctica política en particular.

Subyace también una idea incorrecta del derecho. Es necesario entonces redoblar los esfuerzos explicativos. Desde el punto de vista legal, los trabajadores tienen todo el derecho del mundo a protestar. Están amparados por todo el régimen jurídico. Tienen el derecho a peticionar, el derecho de huelga, y sus reclamos están legitimados por todo el derecho internacional de raigambre constitucional, que obliga a los Estados a hacer operativos los derechos. Podríamos mencionar decenas de normas que así lo establecen.

O sea que su cobertura jurídica es insoslayable, y se debe a una contradicción esencial del derecho burgués liberal, que reconoce derechos sabiendo que la realidad hará muy dificultoso, sino imposible, su ejercicio. En consecuencia, protestar, movilizarse, luchar por el “ejercicio efectivo” de los derechos, es romper esa contradicción y convertir en realidad la ficción. De lo contrario, el derecho es una farsa.

Por su lado, los empresarios y políticos del orden son violadores sistemáticos de la ley, en todos los órdenes de la vida. No solamente violentan las normas que les imponen responsabilidades, por ejemplo relacionadas con las cargas impositivas, con la no corrupción, etcétera. Además violentan a diario los derechos que les corresponden a la mayoría trabajadora, tanto en el ámbito público como en el privado: prohibición de organización sindical, falta de condiciones de seguridad, precarización, informalidad, y un sinfín de etcéteras. Mucho más, no los desvela ninguna protesta o ilegalidad cuando se trata de la defensa de sus intereses. No hay que olvidar que durante el “conflicto del campo” la burguesía agraria protagonizó la mayor cantidad de medidas de acción directa de la historia argentina, superando incluso al argentinazo de 2001, y ningún político del orden le hizo asco a los “métodos”. ¿O acaso la deuda externa no ha sido considerada ilegal e ilegítima incluso judicialmente, y se paga igual? ¿O acaso el vaciamiento de YPF no es un fraude monumental al pueblo argentino, y se indemniza jugosamente a los vaciadores? ¿Y qué de un mercado laboral con más de la mitad de los trabajadores en la informalidad absoluta? ¿Acaso el desa-

lojo del Indoamericano –después de cuatro años sin respuestas a una necesidad elemental- no es incumplimiento de los deberes de funcionario público –además de una ofensa a la condición humana? ¿O el furioso ajuste generalizado contra las condiciones de vida de la clase obrera no es significativamente más dañoso que un corte de calle?

Todo lo hacen bajo el amparo de la ley, pero no de la Constitución Nacional sino contra ella. Lo hacen bajo el amparo de la ley del capitalismo, que no tiene por finalidad la satisfacción de las necesidades sociales o el ejercicio de derechos. Es una máquina de producir ganancias por un lado y miserias por el otro, sin reparar en absoluto en el orden jurídico y reproduciendo como la peste las injusticias más aberrantes. Lo dijo con todas las letras Horacio González en la última asamblea de Carta Abierta: “el capital surge hoy como forma reproductiva básica desde la ilegalidad. No hay nada más claro para estudiar cómo se produce la acumulación del capital que el tráfico de cocaína”.

Al extremo, ellos –y esto incluye especialmente a sus políticos- nunca sienten en carne propia “el peso de la justicia”, como reclaman ahora para los delincuentes de poca monta -que son el resultado de una sociedad sin ninguna salida. Realizan fraudes monstruosos, corrupciones, evasiones y todo tipo de patrañas que producen enormes daños a la sociedad.

Juegan cotidianamente con la vida –y la muerte- de millones de personas. Pero nunca van presos. Por eso, cuando el mensaje viene de gente que conoce el paño de sobra, que le importa un bledo “el respeto a la ley” y acostumbra a moverse por la sombra de la ilegalidad como pez en el agua, pero realiza una intervención política consciente destinada a combatir el contenido de los reclamos con el sofisma de las formas, se trata de cinismo.

Es parte de un arsenal de dispositivos que ha desarrollado el capitalismo, entre los cuales está la ideología jurídica del respeto a la ley -vacía de todo contenido concreto. Un recurso perverso –más viniendo de donde viene- que es urgente desenmascarar, pues no solo achata la comprensión de los problemas que tenemos delante, sino que llama al pueblo a la quietud, a que acepte condiciones de vida miserables e indignantes sin chistar. Por el contrario, cuando la burguesía puede avanzar, se olvida rápidamente de sus discursos impolutos y no repara en los métodos. Desde guerras a dictaduras,

pasando por represiones históricas, aprietes, persecuciones y –tanto más importante- la amenaza constante de que cualquier levantamiento será escarmentado sin miramientos.

Toda discusión sobre la protesta y sus métodos es antes que nada una discusión política, no jurídica. Por eso cualquier discusión sobre las formas no puede estar separada de su contenido. No se puede discutir el método de un reclamo, de una protesta, sin discutir los motivos; sin discutir el problema social concreto ni sus consecuencias. En ese marco -en el de una sociedad cuya clase social dominante avasalla cotidiana y constantemente los derechos de las mayorías explotadas-, toda movilización, toda lucha por la defensa de las condiciones de vida del pueblo, todo reclamo contra el Estado, es un signo de maduración política, pero además es un factor fundamental para el desarrollo de una conciencia política más elevada, y por lo tanto deben ser alentados. Ninguna transformación social se ha hecho sin romper con la ideología dominante y sin poner en cuestión el orden existente.

25P.

Soliciantes de asilo en Israel: Por Kevin Ary Levin, estudiante de Sociología (UBA) En los últimos años, un nuevo dilema se unió al ya extenso grupo de problemáticas que sacuden al panorama político y social del Estado de Israel.Se trata de la cuestión de los refugiados o solicitantes de asilo que llegaron al país provenientes de Africa. Este grupo, estimado en alrededor de 60.000 personas (un número no despreciable para un país cuyos ciudadanos apenas superan los 8 millones) proviene generalmente de Sudán y de Eritrea, aunque también hay personas llegadas de la República Democrática del Congo, Cote D’ivoire y Etiopía (inmigrantes no judíos, no los judíos etíopes que tienen derecho a la ciudadanía de acuerdo a la Ley del Retorno). La gran mayoría arribó al país a partir del 2007, son hombres (más del 85%) y trabajan hoy en día en trabajos no registrados debido a la imposibilidad de obtener permiso laboral. Un porcentaje significativo vive en el Sur de Tel Aviv, zona que se ha convertido en más de una ocasión en plataforma de protestas tanto de los solicitantes de asilo como de los vecinos judíos tradicionales de la zona en encuentros pro y anti-solicitantes de asilo. Este grupo divide a la sociedad israelí en debates intensos entre quienes buscan expulsarlos del país o de alguna forma limitar su movimiento, y los que plantean la responsabilidad de Israel de darles asilo y mejorar sus condiciones de vida hasta que deje de ser necesario.

No soy un abogado, pero vale la pena una aclaración legal: bajo la ley internacional (en concordancia con acuerdos internacionales de los cuales Israel es parte y hasta parcialmente impulsó) un refugia-

26P.

una cuenta pendiente

do es un individuo que huye de su país para escaparse de una guerra o por ser integrantes de un grupo perseguido. La ley es clara: el país a donde llega el refugiado no puede rechazarlo y enviarlo de vuelta, porque esto implicaría un peligro para la persona. La cuestión no se refiere entonces a si Israel debe o no recibir refugiados, sino en gran parte a si los solicitantes de asilo (término legal que adopta una persona que solicita asilo pero no fue reconocido como refugiado por el país donde vive) son o no refugiados, y los diferentes cursos de acción a tomar a partir de estos escenarios.

Hoy en día Israel atraviesa un paro general de los refugiados y concentraciones masivas en protesta por lo que consideran son acciones de Israel en contra de su libertad. El Estado de Israel en los últimos meses implementó diversas acciones, como arrestar indefinidamente a quienes detecta que atraviesan la frontera, o construir un centro de detención en el sur de Israel, cuyas puertas están abiertas pero se encuentra en el medio del desierto, por lo que salir se vuelve en una hazaña problemática. La última alternativa fracasó debido a su evidente incapacidad de absorber la masa total de solicitantes de asilo en el país, además del rechazo de parte de los solicitantes de retornar al centro luego de su primer fin de semana libre. El gobierno intentó implementar también una reforma de la Ley de Prevención a la Infiltración, la cual le daba la autoridad de detener hasta por tres años sin juicio a solicitantes de asilo, y aún más si provenían de un país enemigo de Israel, como

Sudán. Esta última reforma fue impugnada por la Corte Suprema de Israel como una violación a los derechos humanos.

Sin querer realizar un manifiesto o pretender hacer un análisis exhaustivo de la problemática en las acotadas líneas de este espacio, deseo hacer un simple resumen de los argumentos sostenidos tanto por un lado como por otro con respecto a este tema en un esquema (admitido como excesivamente simplista) de “a favor” de las demandas de los solicitantes de asilo y “en contra” de su permanencia en Israel.

A favor: los países de los que provienen se hallan en una situación que constituye una amenaza directa a la vida, la libertad y la dignidad de los refugiados en caso de que sean devueltos.

Los países de origen de los solicitantes de asilo se encuentran sin excepción en condiciones de pobreza, guerra civil, genocidio y/o dictadura. Solamente en Sudán conflictos imperantes entre este y oeste (el genocidio en Darfur) y entre norte y sur (que llevó a la reciente creación de un nuevo país, Sudán del Sur) se han cobrado cientos de miles de víctimas letales y quizás millones de personas afectadas y estos conflictos están lejos de ser resueltos. De acuerdo a este pensamiento, Israel no puede hacer la vista gorda al sufrimiento de personas que escapan condiciones inhumanas en su país.

En contra: los refugiados son en realidad trabajadores inmigrantes ilegales.

Según este argumento, los solicitantes de asilo (referidos a veces en la prensa como “infiltrados”) no escapan persecusión o peligro, sino que se dirigen al único país occidentalizado y con niveles de vida europeos en la región. Israel es una isla de bienestar en una región turbulenta y atrasada, y al ingresar ilegalmente o sin permiso, los inmigrantes ilegales estarían amparándose en la figura de refugiado, que no corresponde a su situación. Quienes sostienen esta idea señalan, por ejemplo, que la gran mayoría de los que arriban son hombres en edad económicamente activa, que conseguirían en Israel condiciones de vida y posibilidad de envío de dinero a sus familias en su país de origen que no tendrían en su país natal o en los países vecinos.

A favor: los judíos, dado nuestra historia reciente, no podemos rechazar refugiados que necesitan nuestra ayuda.

Parafraseando a Jaim Weizmann, durante los terribles años de la Shoá el mundo estaba dividido entre países que expulsaban judíos y países que no les permitían la entrada. Muchos de los ciudadanos actuales de Israel descienden de personas que fueron salvadas por la compasión de gobiernos o individuos por fuera del pueblo judío, y es ahora el momento de demostrar igual compasión. Otro número no menos significativo desciende de judíos que en su momento también ingresaron al país como inmigrantes ilegales, bajo las limitaciones a la migración impuestas por los británicos en

los infames Libros Blancos, por lo que los judíos no podemos tomar posturas legalistas y frías que se mantengan alejadas del sufrimiento humano.

En contra: los refugiados en ningún momento llegan a Israel como estado limítrofe de su país natal, y por lo tanto son responsabilidad del primer país al que llegan (Egipto) Quienes se oponen a la estadía de los solicitantes de asilo en Israel plantean también que en ningún caso los solicitantes de asilo llegan de países limítrofes a Israel. Por lo tanto, son el resultado de movimiento ilegal de personas (muchos apuntan a tribus beduinas que cobran dinero para hacer pasar ilegalmente africanos por las porosas fronteras Israel-Egipto) o por la indiferencia de otros países que no reciben refugiados, lo cual redunda en un problema para Israel. Se señala también la paradoja de que países culturalmente más cercanos al país natal de los refugiados (como Egipto, históricamente vinculado a Sudán) que no reciben a los inmigrantes, con una pregunta que podría reducirse a “¿Por qué Israel tiene que ser el que actúe?”

A favor: Un Estado judío debe preocuparse por el bienestar de todo el que llega debido a la ética judía que se convierte en un llamado a la acción.

Algunos entre quienes sostienen que un Estado judío debe regirse de acuerdo a principios éticos y morales superiores (de convertirse una “luz para los pueblos”) sostienen que el Estado del

pueblo judío, cuyo mandato profético es proteger al débil y ayudar al necesitado, no puede quedarse de brazos cruzados ante el sufrimiento humano. Aquí entra en juego la definición polivalente de Estado judío: si este se va a definir de forma demográfica (como un Estado con mayoría judía, legisladores mayoritariamente judíos, un primer mandatario judío, etc) o si tiene implicaciones de sustancia sobre el Estado (si las normas y conductas del Estado y su población serán judías en cualquiera de las aceptaciones posibles de la palabra, si habrá una ética judía que rige al Estado). La polivalencia es histórica y la podemos encontrar en el mismo padre del sionismo político, Teodoro Herzl: sea en su libro Judenstaat (el “Estado de los judíos”, usualmente mal traducido a español como “El Estado judío”) que promueve la creación de un Estado liberal de mayoría judía; o Altneuland (“Tierra vieja nueva”), novela utópica utilizada como manifiesto de las características excepcionales que tendría ese Estado judío soñado como faro moral entre la comunidad internacional.

En contra: los refugiados amenazan el ya complicado equilibrio demográfico y por lo tanto contribuyen a amenazar al carácter judío de Israel La otra cara del argumento anterior apunta a los desafíos futuros que ya se observan en Israel con respecto a las dificultades de mantenerse como un Estado judío y democrático. Dentro de las fronteras internacionalmente

27P.

reconocidas de Israel, hay hoy en día una minoría de un 25% de población árabe con una tasa de crecimiento demográfico elevada.

Esta minoría se acerca al 50% si se toma en cuenta la población residente en los territorios ocupados a partir de la Guerra de los Seis Días (1967), territorios no anexados a Israel y cuya población no obtuvo la ciudadanía israelí. En este panorama complejo, hay quienes apuntan a que los solicitantes de asilo, muchos de los cuales son árabes o de grupos étnicos arabizados y practican la fe islámica, se convierten en otro impedimento para el sostenimiento de la mayoría judía en Israel.

A favor: la forma en la que Israel se maneje con los refugiados incidirá en la imagen sobre Israel que tiene el mundo.

No es ningún secreto que una parte considerable del mundo sostiene pensamientos negativos sobre Israel, aunque no es este el lugar para iniciar el debate sobre los motivos de esto. Sin embargo, una de las fortalezas de Israel en lo que respecta a su imagen es la heroica narrativa de su fundación, a partir de una nación perseguida de refugiados que renace de las cenizas de la Shoá para retornar a su tierra histórica. Quienes sostienen este argumento plantean que la idea de que Israel expulse personas por no ser judías y por lo tanto no poder obtener la ciudadanía (obsérvese la paradoja de la diferenciación entre etíopes de ascendencia judía y etíopes sin ascendencia judía) sólo fortalecería a quienes acusan a Israel y al sionismo de racistas,

28P.

aislando aún más a Israel, fortaleciendo el movimiento internacional de boicot y dando mayor voz a los enemigos de Israel.

En contra: los solicitantes de asilo elevan las tasas de crimen en Israel.

Quienes sostienen esta idea apuntan a la existencia de un grupo no insignificante de personas que llegan en condiciones de pobreza a residir en condiciones por fuera de la ley en un nuevo país y su necesaria vinculación con actividades elícitas. En el 2012, luego de un incidente donde aparentemente algunos solicitantes de asilo estuvieron involucrados en un ataque sexual, el entonces Ministro de Interior Eli Ishai (uno de los principales referentes de esta idea) dijo “No podemos renunciar a la seguridad de los ciudadanos israelíes”. Ciudadanos del sur de Tel Aviv, la zona de mayor concentración de refugiados, han planteado que tienen miedo de salir de sus casas debido a la gran cantidad de solicitantes de asilo que se ve en la calle. ¿Es este miedo asentado en la realidad, o es na combinación de prejuicios de índole racista sumada a la acción interesada de los medios de comunicación y políticos inescrupulosos que se refieren a los solicitantes como “infiltrados” y repiten constantemente que estos constituyen un peligro para los israelíes? La prestigiosa ONG judía HIAS (Sociedad Hebrea de Ayuda al Inmigrante) nos señala en dirección a la segunda opción: en un artículo de junio del 2012, señala la manipulación de las cifras por

parte de la policía y los políticos.

Dato curioso: la tasa de criminalidad entre solicitantes de asilo es de hecho menor a la de la población israelí en general, de acuerdo a datos del 2012 ( h t t p : / / w w w . h i as.org/ru/post/26/xenophobic-violence-asylum-seekers-israel). La ONG también señala una obviedad: entre un grupo de personas ilegalmente impedidas de trabajar de forma legal, es sólo natural que un porcentaje entre ellos recurra al robo. Después de todo, el insistinto humano siempre apunta a la supervivencia.

Ya habiendo concluido esta lista simplificada y bajo ningún concepto exhaustiva, finalizaré con una apreciación personal, ya adelantada en el párrafo anterior: creo que Israel tiene una responsabilidad ética sobre los solicitantes de asilo. Creo que Israel no sólo debe cumplir con el derecho internacional, sino convertirse en un ejemplo en el mundo en el tratamiento de refugiados. Nuestra historia, nuestras fuentes, nuestra legitimidad y, sobre todo, los solicitantes de asilo nos lo exigen. Y creo también que en lo que refiere al difícil hervidero de tensiones que es Israel en el Medio Oriente, los judíos de la Diáspora podemos ocupar un rol en el sostenimiento de principios éticos en el Estado que habla por todos nosotros como colectivo humano. El resto serán cuestiones técnicas, no irrelevantes pero temas a resolver si el pueblo de Israel y su clase política (que no es diferente a la clase política de todo el mundo) toman la resolución de seguir el mandato ético de elegir la vida, y no la indiferencia.

APRENDER

JUGANDO

Por Luisina Heffes, coordinadora del kinder del Max Nordau En el Kinder mezclamos la diversión y el aprendizaje.

A principio de año, el Tzevet de Madrijim se fue a Mar del Plata con el fin de preparar el gran comienzo del Kinder. Las ganas y sensaciones eran muchas y diferentes; 18 amigos, compañeros, educadores no formales, fijaron objetivos, metas, proyectos a corto, medio y largo plazo con el fin de materializarlos semana tras semana. El propósito de lo mencionado anteriormente era uno: los janijim.

En ellos se centra todo. Sábado a sábado los madrijim planifican actividades con un objetivo y un contenido.

Una actividad que refleje aquello que intentamos transmitir a los chicos; el contenido judío desde una visión laica, los valores humanos o la actualidad social.

Los chicos se encuentran divididos en grupos por edad y, a su vez, divididos en capas generales: menor,

Pequeñas ocurrencias Por Sebastian G. Rosa, estudiante de sociología

media y mayor. Los contenidos y objetivos de cada grupo depende de la edad que tenga y la capa en la que se encuentre.

Así como trabajamos pesaj, la última dictadura militar, o el aniversario a un año de la trágica inundación que sufrió nuestra ciudad, trabajamos acerca de la amistad, la solidaridad, el respeto hacia el otro y a uno mismo, etcétera. Los que llevamos adelante este proyecto somos quienes hemos pasado por allí como educandos. Como educadores asumimos este compromiso de seguir construyendo a nuestro querido Max, una educación en un marco de recreación y libertad que pueda transmitir, por sobre todas las cosas, herramientas para que cada janij pueda aportar su granito de arena y hacer de este un mundo mejor.

Fue una niña, una niña de tan sólo cinco años la que desenmascaró este amor eterno y oculto. Lúa, tímida, callada y muy pero muy inteligente descubrió el romance secreto. Ocurrió un día de verano en el que no había ni una sola nube.

Esta pequeña observadora lo notó, y la muy curiosa preguntó: La Luna está de día ¿Será la novia del Sol?

29P.

Eduardo Sal Llargués

Ingeniero Hidráulico C: (0221) 15 6087945

SHR INGENIERÍA HIDRÁULICA

D: Calle 46 Nº361 (2º A) T: (0221) 423-3718 E: estudioshr@gmail.com

señalética / ambientación

TEL // 221-12-558 7048

30P.

WEB //

sitios web / redes sociales

CORREO // marianelasalanglada@gmail.com

RIA

MA

revistas / libros / manuales / cds / volantes / folletos / tarjetas

NELA

LA

DA

EDITORIAL //

GRÁFICA DE ENTORNO //

MUNICACIÓ N CO N E O

UAL VIS

marca / sistema de piezas gráficas institucionales

envases / empaques

DISE Ñ

PACKAGING //

IDENTIDAD //

SAL ANG

32P.

Luisina Heffes

Raquel Saad

Flia. Perelsztein

Flia. Rosa

Gustavo Resches

Flia. Skarbun

Flia. Hirsch

Lara

calle 10 nยบ1276 entre 58 y 59 0221-4215181 info@gardenshopvivero.com.ar

HIMNO DE LOS PARTISANOS Nunca digas que esta senda es la final acero y plomo cubre un día celestial.

Nuestra hora tan soñada llegará redoblará nuestro marchar: ¡Henos acá!

Desde las nieves a las palmas de sion henos acá en el dolor de esta canción.

Y en el lugar do salpicó nuestro sangrar nuestra fe y nuestro valor han de brotar.

Es vet di morgn zun baguildn undz dem haint undser nejtn vet farshvindn mitn faint.

Un oib fasrzamen vet di zun in der kaior vi a aparol zol guein dos lid fun dor tzu dor.

Con sangre y plomo se escribió esta canción no es el canto de un ave en libertad.

Entre los muros que sin miedo derribó lo canta un pueblo que el dolor su brazo armó.

To keinmol zog nisht az du gueist dem letztn veg himlem blaiene farshteln bloie teg.

Nuestra hora tan soñada llegará redoblará nuestro marchar: ¡Mir zainen do!

RENACER