PERSONAJES Crowe conoce bien a uno de los protagonistas del proyecto sobre Blade Runner, el canadiense Ryan Gosling, pues es precisamente su compañero en la película que nos ha traído a los dos a Los Ángeles: The Nice Guys (que puede traducirse como Los tipos amables).
El amable Russell Crowe
En esta cinta de acción y co-media ambientada en los años 70 (o “un thriller cómico” como lo definió su director Shane Black), Russell interpreta a Jackson Healy, un golpeador a sueldo que se ve obligado a trabajar con el detective Holland March (Gosling) para resolver el caso de una joven desaparecida y la muerte de una estrella porno en el ocaso de su carrera, misterios sin relación aparente. Pero durante su investigación, ambos irán desentrañan-do una conspiración que llega hasta las más altas esferas de la policía de L.A. En cada escena que tienen juntos, la química entre ambos actores es evidente, y aunque sus personajes no son del todo nice, ambos resultan encantadores. “La química, como bien dices, fue natural, ¡de veras! Primero, Ryan y yo hablamos por teléfono y después nos conocimos, pero antes me interesé mucho en lo que él había hecho. Tengo mucho respeto por lo que él hace, y ahora que trabajamos juntos creo que funcionamos bien porque hablamos mucho, además de que los dos somos de sonrisa fácil”.
Texto: MARIANA MIJARES
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Precisamente le pregunto sobre esta cinta, la que le dio un Oscar como Mejor Actor, una nominación al Golden Globe, a los BAFTA y a los SAG, además de fama planetaria, ¿le gus-ta ser recordado como este icónico personaje? “Es un privilegio realmente ma-ravilloso, tener algo que hayas hecho, aunque sea sólo una vez, que todo el mundo vio, que lo recuerden y sobre todo que les haya llegado a nivel emocional. Porque han pasado más de 15 años y sigue estando presente. El otro día me dijeron que no pasa un solo día en el mundo en que esa película no se vea, ¡eso es algo muy loco! Creo que se debe a que la hicimos de una manera muy digna, no hubo después 10 filmes más de Gladiador, sólo contamos esa historia, el personaje tuvo un destino, y Ridley Scott fue lo bastante valiente como director para dejarlo ir”. Es evidente que su amistad y admiración por el cineasta y productor británico de 78 años –responsable de éxitos taquilleros como Alien, Blade Runner, y que el que el año pasado nos deleitara con la cinta Misión rescate, protagonizada por Matt Damon– es grande, así que le pregunto su opinión sobre los próximos remakes de Ridley Scott: Alien: Covenant, a estrenarse en 2017, y un proyecto aún sin titular sobre Blade Runner. “Ridley está en un periodo de su vida como cineasta en el que se está dando el tiempo de seguir explorando, además no ha perdido ni un poco su atención al detalle; es el mismo en el set de cómo era hace 20 años, aunque ahora le interesa más la narrativa. Sus conversaciones con los actores se han vuelto más profundas, y tomaré un poco de crédito en eso, porque aprendió que los actores pueden ser también sus mejores amigos, como ahora le pasó también con Matt Damon”.
Con la nariz rota En The Nice Guys, Jackson Healy es un tipo que se conforma trabajando como golpeador de maleantes y generalmente es contratado por señoras mayores o jovencitas que desean vengarse de un exparejas. No es muy exitoso y lleva una vida modesta; sin embargo, todos los días despierta motivado con la rutina de aprender algo nuevo. Imágenes: cortesía Diamond Films
En medio de música funk y títulos de crédito retro, el actor neozelandés se embarca en una nueva aventura fílmica, ahora como un tipo duro en el thriller cómico The Nice Guys, al lado de Ryan Gosling. Tras ser aplaudida en Cannes, la cinta se estrena este mes en nuestro país.
uando entro en la lujosa habitación de un hotel en Beverly Hills, Russell Ira Crowe, vestido con una sencilla camisa polo negra y jeans, se pone de pie y me saluda de mano; debo decir que me toma desprevenida el amable gesto. Me pregunta mi nombre, pero como cree no haberlo entendido, me pide que se lo repita. “No lo olvidaré esta vez, lo prometo”, me dice con una sonrisa, siendo que para quien resulta inolvidable esa sonrisa es para quien esto escribe. Y es que a pesar de que han pasado 16 años, Maximus Decimus Meridius sigue en mi mente, como seguramente lo está en la de millones de personas que vieron actuar al neozelandés (Russell nació en Wellington, la capital de Nueva Zelanda, el 7 de abril de 1964) en Gladiador.
A diferencia de este personaje, el éxito de su intérprete es evidente gracias a cintas como Una mente brillante, Los miserables o más recientemente El hombre de acero, donde dio vida a Jor-El, el padre biológico de Superman. Pero Crowe confiesa que, al igual que Healy, él también se siente motivado en su día a día. “Soy muy afortunado en ese sentido, todos los días quiero levantarme porque amo mi trabajo. Amo el cine, creo que es algo muy poderoso, así que cada día cuando estoy en un set, sé que es donde debo estar. Ahí me siento cómodo, no intento impresionar a nadie, sólo intento dar lo mejor de mí”. Filmes como Gladiador, El luchador, Gánster americano o Robin Hood nos dejaron en claro que Russell Crowe no le teme a las secuencias de acción o a las peleas; no obstante, durante la filmación de The Nice Guys revela que, sin querer, un extra le rompió la nariz, aunque no por ello suspendió la escena. “No se cómo, pero sentí que algo se había roto, lo escuché, pero como teníamos mucho que filmar sólo me aguanté el dolor y les dije que se apuraran antes de que empezara a desangrarme frente a la cámara. Así lo hicimos” (risas). 43
probamos. Claro que viajan y viajarán más conmigo alrededor del mundo, pero Australia es su hogar”.
Cambio de política Los niños están más que concientes de la fama de su padre, y auque al principio no decían nada acerca de la política del actor de no aceptar fotos mientras estuviera con ellos, un día el pequeño Tennyson le pidió que no decepcionara más a sus fans. “Hace poco, el más joven me pidió que no me negara a las fotos que me pedía la gente estando con ellos. Me dijo: ‘Sé que lo haces por
Cada que filma una película el neozelandés debe cruzar medio planeta, literalmente, pues a pesar de su fama y múltiples proyectos en Hollywood, decidió conscientemente no dejar su hogar en Australia, para así poder ofrecerle a sus hijos (procreados con la actriz y cantante australiana Danielle Spencer) una vida más hogareña. “Todas las culturas tienen aspectos positivos y negativos, pero yo encuentro una igualdad y franqueza en la sociedad australiana que no es igual en otras partes. Australia es un gran lugar para crear oportunidades, pues no se trata de tu escolaridad o conocimientos, sino de tu actitud. Quizá sea porque dicen que hay apatía social, y probablemente sea cierto, porque a mucha gente no le importa lo que haga el otro; saben que el sol brilla para todos”. Y prosigue: “No se a dónde se vayan a dirigir mis hijos (Charles, de 12 años, y Tennyson, de casi 10), ambos son muy creativos, pero siento que es importante que vivamos en un lugar limpio, seguro y cercano a la comida que 44
Datos curiosos de
The Nice Guys
• Este proyecto fue inicialmente
• A pesar de estar situada en
televisión, pero fue replanteado
durante un invierno en Atlanta,
propuesto como una serie de como película después de
que se grabó el piloto y no
hubo interés en comprarlo.
• The Nice Guys reunió 19 años
Los Ángeles, la película se filmó así que cuando los extras aparecen en atuendos “primaverales” en una fiesta, realmente estaban pasando mucho frío.
después a Russell Crowe y Kim
• Durante la presentación
en otra historia situada también
el mes pasado, Russell Crowe
Basinger, quienes trabajaron juntos en Los Ángeles, L.A. Confidential.
• Primero de tres largometrajes
de The Nice Guys en Cannes,
respondió así a la prensa cuando le preguntaron sobre su forma
de trabajar: “Para interpretar uso
del director Shane Black que
el método ‘Russell Crowe’. Nunca
Robert Downey Jr.
Voy al corazón del personaje.
• Ryan Gosling sale ebrio en
el método Stanislavski ni quiero
no es protagonizado por
varias secuencias, aunque
confiesa que en la vida real le cuesta trabajo que se le suba el alcohol.
fui a una escuela de actuación. No tengo ni idea de lo que es
saberlo. Por favor, si eres un actor, debes saber trabajar tú solito. Si sigo un consejo, es el que decía Laurence Olivier: ‘Sé puntual, apréndete los diálogos y no
choques con los muebles’”.
nosotros, pero tu negativa los pone muy tristes’. Así que le pregunté si quería que cambiáramos la política, y dijo que sí. Ese fin de semana, probablemente 30 o 35 personas se acercaron y les concedí una foto. Al día siguiente fuimos a más lugares y ese número aumentó como a 60, hasta que, llegado el tercer día, cuando apenas eran las 9:30 de la mañana y ya íbamos como en la foto número 12, mi hijo me dijo: ‘Papá, ¿podemos regresar a la política anterior?’”, rememora el actor con una sonrisa contagiosa. Aún siendo originario de Nueva Zelanda, Crowe ha vivido en Australia la mayor parte de su existencia, así que decidió rendir homenaje a esta tierra en la cinta Promesa de vida (2014), que aunque no obtuvo buenos resultados en taquilla (acumuló sólo 15 millones de dólares y hacerla costó 22.5 millones) permitió al actor explorar una inquietud que siempre había tenido: estar detrás de cámaras. “Desde la primera película que hice era la clase de persona a la que le gustaba pensar en todo lo que un actor podía hacer, pero también era el tipo que se la pasa preguntando qué tipo de lente utilizan los directores y por qué mueven la cámara de cierta manera. Creo que para mí ya era tiempo natural de dirigir, y sí, antes hubiera podido hacerlo, pero sólo porque era Crowe y Ryan Gosling en una escena de The Nice Guys.
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una estrella de cine, por lo que pensé que no sería saludable. Quería hacerlo hasta que la gente creyera en lo que yo podía aportar como artista”. Antes de finalizar la entrevista, y de que el también cantante, guitarrista y compositor emprenda el largo camino de regreso a casa, le pregunto con qué le gusta quedarse de sus personajes al terminar cada proyecto. “Siempre me llevo algo de ellos. A veces las personas satanizan el hecho de que te lleves el trabajo a casa, pero ¿quién no lo hace? Cuando estás cenando probablemente repasas mentalmente aspectos de tu día en el trabajo, es natural. Pero obviamente sólo me llevo una parte y no todo el personaje: no podría ir por la vida caminando con una espada como Maximus Decimus Meridius”. No sé si vuelva a encontrarme con él, pero Russell Crowe me extiende la mano, se despide cortésmente y me vuelve a recordar que no olvidará mi nombre. Yo tampoco olvidaré este encuentro, como seguramente tampoco dejaré de pensar en él precisamente como el Gladiador que caminaba en un campo, a través de un enorme trigal, en aquella hermosa secuencia final de la película que le dio gloria y prestigio: “I will see you again… but not yet… not yet”.