JESUS MORALES
teatro
E
nrique Singer es uno de los directores más activos y notables de los escenarios mexicanos, ha comandado obras como Rock & Roll, de Tom Stoppard, Juegos Siniestros, de Anthony Shaffer o Éxito a cualquier precio y Oleanna, de David Mamet. Una de sus colaboradoras más frecuentes es Mariana de Tavira, a quien ha dirigido en Traición, La mujer justa y ahora, La anarquista, texto de Mamet que plantea la disyuntiva que enfrenta Ann, la funcionaria de una prisión, al tener que decidir si liberar a Kathy, una presa que ha cumplido 30 años de condena y quien asegura ya no representar un peligro para la sociedad. El director del montaje nos habla sobre Mamet, del —impecable— trabajo que realizó con sus actrices, del paralelismo de la obra con México y su labor como director de Teatro de la UNAM. David Mamet es uno de los dramaturgos contemporáneos más relevantes de la actualidad, ¿por qué resulta tan eficiente? “Mamet tiene varias particularidades: su teatro es muy inteligente, construye con cuidado sus obras con una estructura que sorprende continuamente al espectador, y por otro lado, como heredero del realismo norteamericano, en su teatro convive el análisis sicológico de los personajes con una crítica reflexión sobre su sociedad. Es sorprendente la construcción que hace de diálogos hiperrealistas (muy en la línea de Pinter) poniendo un especial énfasis en el ritmo: Mamet es un dramaturgo-compositor, y generalmente, esa música es muy intensa”. La anarquista incluye textos e ideas complejas; de política, religión o filosofía, ¿cómo realizaron el análisis de texto para poder fusionarlas con la acción dramática? “Durante el proceso de creación de la puesta lo más importante fue entender la trama. La anécdota es críptica; Mamet no da pistas, exige un compromiso total. La reflexión y discusión sobre los temas que trata es vital. La obra toca conceptos muy sensibles y antes de aventurarnos a ponerlos en escena, debemos saber si estamos o no de acuerdo con ellos. Mamet no defiende una tesis, no toma partido, la obra está lejos de ser un panfleto, más bien demuestra que la claridad humana es muy limitada y que llegar a ponernos de acuerdo es muy difícil ya que se interponen nuestros prejuicios y limitaciones; ese es el fondo: nuestra impotencia por no poder conocer la verdad”. En la obra, la presa, Kathy, argumenta que debería ser liberada porque ha cumplido su condena; sin embargo su estancia en la penitenciaría tiene una importante carga política, ¿es por ello que la funcionaria se debate en liberarla? “Hay dos niveles de lectura. Ann la criminóloga, antepone sus problemas personales, que la prejuician contra Kathy, y por otro, la obligación de cumplir con el Estado de Derecho, cumplir con la ley. Ann se mueve
enrique singer: el escenario, mamet y la anarquista en medio de ese mar tormentoso, la justicia depende de humanos y por tanto, valga la paradoja, es injusta”. La anarquista tiene lugar en otro tiempo y en otro sitio; sin embargo plantea cuestiones relevantes en la actualidad, para usted ¿cuál es el paralelismo con México? “La realidad mexicana difiere de la obra, pero las preguntas que plantea son las mismas: ¿qué es el Estado?, ¿quién detenta el poder y cómo lo utiliza?, ¿es posible la rehabilitación?, ¿la justicia es venganza?, ¿o es un ejemplo para la sociedad? Creo estas son preguntas que nos tenemos que hacer también en México y la obra es una invitación a reflexionar sobre ellas”. Usted ha trabajado con Marina en anteriores ocasiones, ¿cómo la ha visto crecer, cambiar en el escenario? “Marina lleva muchos años en esta carrera y siempre ha demostrado gran talento y especial inteligencia. Sin duda nuestras colaboraciones nos han hecho crecer a los dos, no puedo cuantificar lo que he aprendido gracias a ella. Es una bendición contar con una colega con quien se puede establecer una complicidad tan profunda. Estoy seguro que los dos hemos aprendido del otro”. Como público, ambas actrices en La anarquista resultan imperdibles, impactantes; como su director, ¿cómo describiría su trabajo? “Tanto Lisa como Marina son grandes actrices, las dos comparten una singular pasión por el trabajo, su entrega es total y las distingue una profunda seriedad. Es un gozo trabajar con colegas de este tipo en donde no hay espacio para la complacencia. Por eso son tan buenas actrices”. Usted es un director realmente prolífico, ¿cómo elige los proyectos con los que se involucra? “En realidad siento, sinceramente, que son los proyectos los que me escogen, no yo a ellos. Los textos llegan, lo único que debo hacer es estar despierto y confiado para tomarlos y rodearme de los colegas más talentosos. Yo solo, ni en sueños. Mi confianza en el teatro es esencial”. ¿Qué aprendizajes ha tenido al dirigir Teatro UNAM en estos ocho años? “Teatro UNAM me puso en contacto con creadores de distintas generaciones. Con artistas muy talentosos e interesantes. Ser parte de sus procesos me enriqueció como creo que nada lo hubiera hecho. Mi paso por la UNAM (de lo que estoy muy agradecido) fue, sobre todo, una gran escuela”. (Mariana Mijares)
LA ANARQUISTA, de David Mamet. Dir. Enrique Singer. Con Lisa Owen y Marina de Tavira. Foro Lucerna, Lucerna 64, Juárez. Viernes, 20:00; sábado, 19:00; domingo, 18:00 horas. Loc. $350. Adolescentes y adultos. Hasta el 27 de marzo. (Centro)
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