En el país de Bárbara Mori Texto: MARIANA MIJARES
Alicia en el País de María marca el regreso de Bárbara al cine como protagonista, tras haber hecho de Liz Taylor en la cinta Cantinflas. Por el momento, descarta hacer televisión y revela cuál será su siguiente proyecto fílmico donde dirá adiós a los papeles densos y sufridos.
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Fotos: cortesía AG Studios
ENTREVISTA
ace algunos años, Bárbara Mori no encontraba proyectos que le entusiasmaran. Así que decidió lanzarse como productora y hacer películas que la motivaran como actriz. Amor, dolor y viceversa (también conocida con el título de Violanchelo, 2008) fue su primera aventura, le siguieron Viento en contra (2011) y la serie Dos Lunas (2014). Este mes, tras cuatro años de ausencia como protagonista –tuvo un papel menor, encarnando a la actriz Elizabeth Taylor, en la cinta Cantinflas, de 2014–, vuelve la pantalla grande en un proyecto distinto y personal y en el que fungió, una vez más, como productora: Alicia en el País de María. El filme muestra la relación, a veces tormentosa, a veces estable, entre María (Mori) y Tonatiuh (Claudio Lafarga). Tras un accidente, sus vidas cambian y él conoce a Alicia (Stephanie Sigman), una enfermera que pierde la memoria. Tonatiuh empieza una relación con Alicia, pero siempre intentando que ella sea como María. ¿Qué te motivó a convertirte en productora? Llevaba dos años sin trabajar y cuando me pregunté por qué no había hecho nada me di cuenta de que era porque no me gustaba lo que me ofrecían. Entonces pensé que si eso se seguía repitiendo unos años más, ya no iba a actuar en absoluto. Así que me propuse hacer que las cosas sucedieran. Obviamente con mucho miedo, pero me rodeé de gente que sabía su negocio y finalmente me convertí en productora. En el camino entendí que producir era súper complicado, pero que era algo realizable. Se necesitan agallas.
“Me considero afortunada porque siento que todo lo que viví en mi infancia me hizo ser la persona que soy ahora, y amo a esa persona. Hoy me abrazo y me quiero, porque la pasé fuerte, pero salí victoriosa” ¿Producir te gustó tanto como actuar? Al producir me di cuenta de que lo mío lo mío, es la actuación. Me encanta la parte creativa, artística, y la producción, al contrario, involucra mucho dinero y temas que incluso me molestan. Me han invitado a producir proyectos y no a actuar, y por lo mismo he dicho que no porque lo que yo quiero es crear. Alicia… es una película diferente; no sigue una secuencia cronológica, no es lineal y es difícil de entender. ¿Qué te gustó de esta historia? Me gusta buscar lo diferente, lo que sale del lugar común. En este caso me entusiasmó que era un guión distinto, que no se entendía nada, pero con personajes muy humanos. María viene de un mundo de fracturas, cargando heridas de su pasado, y de alguna forma yo también cargo heridas de mi pasado.
¿La película fue entonces una especie de sanación para ti? Todos los personajes que he hecho me han servido para sanar cosas. La actuación se ha vuelto una terapia en la que saco y libero mucho. Por eso tuve empatía con María, porque pude crear este personaje de tantos altibajos, ponerle algo de mi cosecha y por ahí sanar cosas. ¿Cómo te ayudó María a sanar cosas? ¿Cómo te identificaste con ella? Ella sufrió un abandono en su infancia, vivió cosas fuertes y de alguna forma creció muy insegura y con una gran falta de amor. Esa no es la parte con la que me identifico, pero sí en que yo crecí sin mi madre y eso me creó muchas heridas e inseguridades que me he encargado de ir trabajando y de poner en su lugar. Me considero afortunada porque siento que todo lo que viví en mi infancia me hizo ser la persona que soy ahora, y amo a esa persona. Hoy me abrazo y me quiero, porque la pasé fuerte, pero salí victoriosa. María, en cambio, no logra salir. En la película, María y Tonatiuh tienen una relación muy complicada y, como en la vida real, llena de altibajos. Es que así son las relaciones, así somos todos, los humanos estamos bien loquitos. Depende a quien tengamos enfrente, a veces nos conectamos con nuestra parte oscura, porque hay gente que saca lo peor de ti, y a veces conectamos con la luz, con quienes sacan lo mejor de ti. Todo depende de la situación y de qué nos dé esa persona. Creo que las relaciones humanas y las relaciones amorosas son un tema universal; en ese sentido la película puede hacer que la gente se identifique con la trama. 49
Sabías que… • Su segundo apellido es Ochoa y mide 1.68. • Nació en la capital de Uruguay –el país de su papá–, el 2 de febrero de 1978, pero se fue a vivir a México –el país de su mamá– tras el divorcio de sus padres, cuando ella tenía tres años. • Su primer trabajo fue como mesera, luego como modelo y su debut en televisión lo hizo en la telenovela infantil Tric Trac (1996). • Su primera película fue Inspiración (2001), al lado de Arath de la Torre. • Tiene un hijo de 17 años, Sergio, que tuvo con el actor Sergio Mayer, con quien mantuvo una relación de 1997 a 2000. • Hace unos meses donó parte de su cabellera para solidarizarse con pacientes que luchan contra el cáncer, enfermedad que ella misma padeció y superó (cáncer cervicouterino). • Tiene 11 años sin actuar en telenovelas, desde que hizo Rubí para la empresa Televisa. • Es una activista de las causas infantiles y tiene su propia fundación: Amor infinito, que busca que niños con enfermedades terminales cumplan sus sueños. • Mantiene una relación amorosa con el beisbolista Kenneth Ray Sigman, 12 años menor que ella y hermano de la actriz Stephanie Sigman.
“Todos los personajes que he hecho me han servido para sanar cosas. La actuación se ha vuelto una terapia en la que saco y libero mucho” También se vuelve una relación tóxica; ella le dice que se están haciendo daño y sin embargo no pueden separarse. Eso ocurre casi siempre, ¿no? Sí, por eso Tonatiuh busca repetir con Alicia el patrón que tuvo con María, porque así pasa: en la vida real te quedas enganchado al apego, a eso que te provocaba “algo”. María, al mismo tiempo, se engancha porque Tonatiuh le da algo que ella no tiene: la oportunidad de explorar su ternura. Pero hay otra parte de él, la oscura, que también le llama mucho la atención, es por eso que entran en esa dinámica destructiva. Otro proyecto en el que interpretaste la complejidad de la mujer fue Dos Lunas, ¿habrá una segunda temporada? No creo. Para mí fue un reto hacer Dos Lunas porque hablaba mucho de mí, de lo que soy, del momento que estaba viviendo. Además tenía muchas ganas de hacer una serie, pero la producción no fue fácil y le sufrí bastante; no es lo mismo producir cine que televisión. Para hacer una segunda temporada pedí que se cambiaran ciertas cosas y como no llegamos a un acuerdo, ahí quedó. ¿Qué planes tienes a continuación? Soy muy inquieta y siempre busco hacer cosas diferentes, por eso ahora haré una comedia romántica, #BuscandoaInés [que este mes inicia rodaje en Guadalajara y está basada en el libro Treintona, soltera y fantástica, de Juana Inés Dehesa. La dirección es de Chava Cartas]. Lo que busco es explorar una parte de mí que quizá no conozco tanto. Todos los personajes que he interpretado cargan una densidad profunda. Inés es diferente, me identifico con ella en muchas cosas; es una mujer arriesgada, alguien que aunque ha intentado encajar en los estándares que le marca su familia o la sociedad, siempre busca un escape hacia el rumbo que ella quiere. Me gustó el guión, el mensaje. ¿Cómo es un día normal para ti cuando no trabajas? Lo que más disfruto es estar con mi familia; mis primos, mi hijo, mis hermanos, mi madre, mi padre. Cada que tengo un día libre me voy a comer con ellos.
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