DE VIVA VOZ
Robert confesiones
En esta charla exclusiva desde Nueva York por el estreno de la cinta Pasante de moda –al lado de Anne Hathaway–, el protagonista de obras maestras como Taxi Driver y Toro salvaje se sincera. No solamente habla de por qué hoy en día hace casi exclusivamente comedias light, sino el trabajo que le ha costado decir sí a Internet y los recovecos que descubrió en la Gran Manzana, su cuna, gracias a esta nueva película.
De Niro: en el diván Texto: MARIANA MIJARES
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ientras pienso que voy a entrevistar a Robert Anthony De Niro Jr., quien rara vez concede entrevistas, no puedo quitarme una imagen de la cabeza: Vito Corleone. Sí, una de las figuras más reconocidas del séptimo arte, que aunque fue concebido como personaje literario por Mario Puzo, De Niro (y sí, claro, también Marlon Brando en su momento) lo volvió legendario e inmortal en El padrino II, filme de 1974 dirigido por Francis Ford Coppola.
Cortesía
Para hacer este papel, el actor se trasladó una temporada a Sicilia, para aprender las costumbres locales y sobre todo el idioma: siciliano, mismo que emplea en casi toda la trama que le valió para obtener su primer Oscar, como Mejor Actor de Reparto. Irónicamente, no asistió a la ceremonia de premiación a recogerlo porque estaba otra vez en Italia rodando bajo las órdenes de otro mítico cineasta, Bernardo Bertolucci. Luego, De Niro fue nominado al premio de la Academia por papeles casi consecutivos en Taxi Driver (1976), El francotirador (1978), Toro salvaje (1980; obtuvo el galardón de Mejor Actor), Despertares (1990) y Cabo de miedo (1991). En esta última cinta, el actor nacido en Nueva York el 17 de agosto de 1943 dio vida a Max Cady, un hombre sádico pero en completo control de sí mismo, un criminal que después de ser encerrado varios años en prisión, estudia minuciosamente leyes para poder salir y vengarse de su antiguo abogado. Max calcula cada movimiento, estudia, se concentra, ejecuta. Este ha sido siempre el modus operandi de De Niro. Y es precisamente este tipo de personajes, duros, implacables, violentos, los que le han dado el reconocimiento y el prestigio del que actualmente goza. 72
8 cosas poco sabidas de De Niro Es hijo de Virginia Admiral, pintora y poeta, y Robert De Niro Sr., pintor y escultor. Su padre tenía ascendencia italiana e irlandesa, y su madre, inglesa, alemana, francesa y holandesa.
Comenzó su carrera en 1965 en un cortometraje. Cuatro años más tarde trabajó bajo las órdenes de Brian De Palma en The Wedding Party, con el crédito “Robert Denero”.
Mide 1.77 de estatura y algunos de sus apodos conocidos son: Bobby Milk, Kid Monroe y Bobby D.
Aumentó 27 kilos de peso y aprendió a boxear para su papel de Jake La Motta en Toro salvaje. Además, condujo un taxi algunas semanas para encarnar a Travis Bickle en Taxi Driver y aprendió saxofón para su actuación en New York, New York como Jimmy Doyle. Las tres películas de Martin Scorsese. Tiene varias inversiones en bienes raíces y es socio del Nobu, restaurante japonés con dos sucursales en México.
Fue criado por su mamá en Little Italy y en Greenwich Village, dos barrios de Manhattan.
Abandonó la escuela a los 16 años para ser actor. Estudió en el Stella Adler Studio of Acting y en Actors Studio, bajo la dirección del mítico director Lee Strasberg. Otros actores egresados de este instituto son: Al Pacino, Jack Nicholson, Steve McQueen, Paul Newman, Marilyn Monroe, James Dean y Marlon Brando.
A pesar de ser zurdo, siempre escribe o realiza distintas actividades con la mano derecha cuando así lo demanda el libreto.
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Llama entonces la atención el giro que la carrera del actor ha tomado en la última década y media –y por lo cual, en ocasiones, ha sido duramente criticado. Películas como Los Fockers (y todas sus secuelas), Año nuevo, Los juegos del destino (por la cual también recibió una nominación al Oscar como Mejor Actor de Reparto), Mejor… ni me caso o Una familia peligrosa, lo han mostrado como un hombre divertido, tierno y sensible. Así, este mes vuelve a echar mano de su don para la comedia dando vida a un noble pasante de moda que trabaja bajo las órdenes de la bella Anne Hathaway. ¿Qué lo hizo cambiar de rumbo? ¿Por qué ahora busca este tipo de personajes? “Todo empezó porque quería hacer cosas más ligeras, que me divirtieran, meterme más a la comedia. Pero no canten victoria, si hiciéramos una secuela de Pasante de moda entonces podría transformarme y empezar a lastimar personas”, cuenta De Niro entre risas desde el lobby de un lujoso hotel en Nueva York. Esta ciudad representa mucho para el actor, no sólo porque aquí nació y es donde ha hecho gran parte de su carrera, sino porque en ella ha invertido su fortuna (en el área de TriBeCa) y donde fundó un prestigioso festival de cine. También, la Gran Manzana ha sido su hogar de toda la vida. Sin embargo, con humildad reconoce que durante la filmación de Pasante de moda (The Intern es su título original en ingles) la directora, Nancy Meyers, lo llevó por lugares de la ciudad en los que jamás había estado. “Brooklyn ha cambiado mucho con los años; sigue siendo hermoso, pero en este trabajo tuve la oportunidad de ver sitios que desconocía. Lo disfruté mucho. Además, Nancy conoce todos los lugares que valen la pena visitar aquí”. ¿Cómo convenció Meyers, quien en su haber tiene películas como Juego de gemelas (con una entonces inocente niña llamada Lindsay Lohan), Alguien tiene que ceder (Diane Keaton y Jack Nicholson), El descanso (Kate Winslet, Cameron Diaz, Jude Law) y Enamorándome de mi ex (Meryl Streep y Alec 74
Baldwin), al protagonista de El último magnate y Buenos muchachos para que se interesara en esta historia? “Nancy y yo hablamos del guión y le di mi opinión; luego Anne [Hathaway] se subió al barco y a partir de ahí todo fue fluyendo maravillosamente. Nancy es una directora muy tradicional, alguien que se toma el tiempo necesario para lograr las tomas justo como las quiere. Yo soy partidario de esa forma de dirigir, porque sientes que la toma que se queda es la correcta”, señala alguien que ha trabajado bajo las órdenes del ya mencionado Coppola, además de Sergio Leone, Alfonso Cuarón, Tony Scott, Michael Mann, Robert Rodriguez, David O. Russell y, por supuesto, su gran amigo Martin Scorsese, con quien ha hecho nueve filmaciones, entre ellas Calles peligrosas, New York, New York y Casino. Precisamente, en este momento de la vida, De Niro afirma que para aceptar un proyecto analiza minuciosamente quién va a comandarlo. “Para mí depende de las personas que estén involucradas en el proyecto. También me importa mucho el guión, y si el mismo director lo escribió, es aun mejor. Me gusta trabajar con gente como David O. Russell, con quien no necesito ver un libreto terminado para saber que la película será grandiosa. Con Scorsese me pasa lo mismo, por supuesto”.
Cortesía Warner Bros
Al principio de Pasante de moda, Ben Whittaker, personaje que encarna De Niro, habla de cómo sin una esposa y sin un trabajo, la vida pasa muy despacio. Y aunque afortunadamente para el mundo del cine, el septuagenario intérprete, que comenzó su carrera a mediados de los años 60, se mantiene muy activo (tiene por estrenar cuatro cintas, entre ellas una para la televisión, The Wizard of Lies, donde da vida al estafador Bernie Madoff, y Hands of Stone, sobre la vida del legendario boxeador Roberto Manos Con Anne Hathaway en una escena de Pasante de moda. Abajo, De Niro y su ciudad: Nueva York. de piedra Durán), reconoce que puede entender la situación por la que atraviesa Ben. “Me puedo identificar mucho con él y con lo que ahora sólo ‘textean’, me gustaría dice al inicio de la película, y creo que mucha gente de mi edad también poder hablar más con ellos”. podrá identificarse, en términos de lo que está haciendo con su vida y en qué quiere invertir su tiempo ahora”. Y añade después de tomar un A sus 72 años, el también direcpoco de agua, bebida que prefiere por encima del café o whisky que le tor (sus dos únicas películas hasta ofrecen: “Ben no soy yo, pero hay muchas cosas de él, lo que hace, lo el momento son El desafío, de que dice, que entiendo y con las que estaría de acuerdo”. 1993, y El buen pastor, de 2006) tiene aún muchas metas, pero evoDurante esta odisea como pasante en la empresa de moda diricar el pasado lo hace reconocer gida por Jules Ostin (Hathaway), Ben tiene que adaptarse no sólo a un que para algunos sueños se le ha ambiente juvenil, sino también a las hecho tarde. “Hay cosas que me nuevas tecnologías, pues su lugar de gustaría haber intentado y no lo trabajo es nada menos que un gran hice. Sobre todo cuando envejeces sitio de venta de ropa en línea. “Admito te das cuenta de que ya nunca las que no soy adepto de comprar online. podrás hacer. No sé, por ejemplo Me gusta ir a ver las cosas, probármecantar: empecé y me detuve, me las, ver si me quedan bien o mal. De hubiera gustado seguir cantando”. la misma manera, aún prefiero leer el periódico en papel y no en una tablet. Su coprotagonista en Pasante Soy un hombre tradicional”. de moda, Anne Hathaway (su cumpleaños 33 será el 12 de noviemA pesar de esta declaración, De Niro bre), no tiene más que elogios para admite que ha tenido que aprender sobre el experimentado actor. De hecho, gadgets e Internet. “Puedo usar una comal hablar de él los ojos se le llenan putadora y un iPhone, pero sólo para lo de lágrimas, pues reconoce que es básico: mandar correos electrónicos y uno de sus ídolos y que se portó usar Google. Me resistí mucho tiempo a extraordinaro con ella durante el las nuevas tecnologías, pero la gente me rodaje. Al hacérselo saber, De Niro mandaba mensajes y entendí que era sonríe. “En esta última parte de mi más fácil contestarlos desde el celular. carrera constantemente he tenido Sí, es una manera más rápida de comuque tratar no sólo con jóvenes sino nicarte con el mundo, pero también es también con niños, y me gusta poco personal porque entonces ya nadie mucho hacerlo. Es increíble saber te marca, todo se hace a través de menque dejaste algo positivo en otras sajes de WhatsApp. Mis hijos [tiene seis] personas”. Cortesía: Warner Bros.
Cambio de timón
Mucho por hacer
Cortesía
“Hay cosas que me gustaría haber intentado y no lo hice. Sobre todo cuando envejeces te das cuenta de que ya nunca las podrás hacer. No sé, por ejemplo cantar”
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