LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA El relato es un tipo de escrito narrativo cuya extensión no alcanza la de la novela, sus características son semejantes a las del cuento (incluso hay autores que no diferencian entre ambos conceptos) e incluso comparte rasgos con la poesía (ya que ambos géneros son de inspiración inmediata). Una característica de los relatos es la verosimilitud. Cuando un autor quiere que su relato sea creíble, y por lo tanto verosímil, presenta a los personajes como seres reales y sencillos situados en ambientes reconocibles para el receptor, tarea para la cual utiliza claras y precisas descripciones. Pretende siempre ser objetivo imitando lo más posible la vida real. Cuando se incluyen elementos fantásticos o mágicos difíciles de creer, el relato pierde su verosimilitud y pasa a ser un relato inverosímil.
RELATO: Eran las 9 de la noche, yo iba de camino a casa después de una larga jornada de trabajo. Mientras caminaba por la calle, miraba mi teléfono. En la pantalla había una única notificación. Un mensaje de Emilio, mi viejo amigo de la infancia. Leí con impaciencia: “Tenemos que vernos. Hoy a las 10 en nuestro escondite del bosque”. Asustado, decidí acudir a la cita. Emilio había sido mi único amigo y hacía demasiado tiempo que no hablábamos como para que de repente me dijese algo así. Era demasiado extraño. Mi casa se encuentra a un par de manzanas del camino del río. Llegaré en 30 minutos. Tengo tiempo de ir a casa y comer algo – pensé. Entonces caí en la cuenta. No sería fácil recordar el camino a la cueva que teníamos como punto de encuentro. […] El reloj que mi padre me había regalado por mi décimo cumpleaños y que tanto yo cuidaba, marcaba ya las 10:25 de la noche. Pensaba ya en irme a casa cuando por fin una sombra comenzó a moverse a lo lejos. Inmediatamente
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supe que sería Emilio. Desde la primera vez que había estado allí, nunca me había encontrado a nadie más. Era un sitio difícil de localizar. Emilio me confesó que curiosamente, él seguía visitando el escondrijo cada tarde, como cuando éramos pequeños. Yo me sorprendí, pero no vi nada raro en lo que este me dijo, hasta que me contó que en una tarde de esas escuchó unos sonidos que provenían de la cueva, por lo que decidió dar la vuelta y volver en otro momento. Al día siguiente por la tarde, como de costumbre, acudió a sentarse en la cueva a la orilla del río y vio un extraño objeto entre las zarzas. “Me levanté para recogerlo y lo observé unos instantes. Era una pieza redonda y metálica con dibujos que solo tenían sentido reflejados en el agua “ dijo.
CONTINUACIÓN VEROSÍMIL Yo me acordé al momento. Había sido el último día de verano. Comenzaban las clases y Emilio y yo no continuaríamos en el mismo colegio. La calurosa tarde de septiembre refrescaba dada la hora que era. Llegaba el momento de irse a casa cuando yo vi algo en el suelo que llamó mi atención. Era un extraño objeto. Se lo enseñé a Emilio, pero teníamos prisa y en la carrera a casa lo perdí. Él y yo no habíamos vuelto a ir a aquel lugar juntos y habíamos perdido el contacto poco a poco, hasta solo vernos por la calle y saludarnos como a un cualquiera. Emilio me contó que él también recordaba el momento a la perfección. Tan pronto vi la pieza, supe de lo que se trataba – me dijo – Cuando mi abuela murió, yo y mis padres nos fuimos a vivir a la ciudad, conseguí un trabajo en un pequeño taller de reparaciones y con el sueldo que ganaba comencé a estudiar arqueología, sabes que siempre ha sido mi pasión. Mi sorpresa aumentó. Nunca pensé que aquel pobre niño de familia humilde alcanzaría sus sueños. “Esta pieza era utilizada por antiguos pueblos como amuleto. Podríamos ganar millones si la entregásemos” : me reveló. Yo no sabía que decir o cómo reaccionar. “Fuiste tú el que la encontró y me pareció justo entregártela” me dijo emocionado “Al fin y al cabo, eras mi único 2
amigo de la infancia, aquel al que siempre deseaba ver y con el que siempre quería jugar”. Yo no podía salir de mi asombro. Aquello era cierto. Yo la había encontrado, pero desde luego que los méritos eran todos suyos. Emilio no quiso aceptarlo, así que compartimos la recompensa, y de ahí procede nuestra gran riqueza familiar. Queridos nietos, esta es una historia que debéis guardar y transmitir a vuestros descendientes al igual que yo lo estoy haciendo ahora con vosotros. Somos la familia González, y en este pueblo se nos conoce por nuestro poderío, así que es lógico que sepáis de dónde procede.
CONTINUACIÓN INVEROSÍMIL Me pareció algo extraño. De repente apareció algo escrito en la pieza, un nombre, Jose. “El primero que se me vino a la cabeza fuiste tú y por eso decidí ponerme en contacto contigo” dijo Emilio. Observamos la pieza que Emilio sacó del bolsillo, y en el momento en el que los dos estamos en contacto con el artilugio, una extraña sensación recorrió mi cuerpo. Supongo que Emilio también se habrá dado cuenta. ¿Hemos viajado al pasado o visto el futuro? – pensé. El reloj nuevo que mi padre acababa de regalarme marcaba ya las siete de la tarde. Avisé a Emilio de que era hora de regresar a casa o nuestras madres nos regañarían.
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RELATO DE CIENCIA FICCIÓN Es un género que relata acontecimientos posibles en un marco imaginario cuya verosimilitud es fundamental. Los temas más comunes son el avance de la tecnología, el contacto con vidas extraterrestres como espejo de la vida que nosotros conocemos, el sentido de la civilización… La intención del autor es mostrar el futuro (utópico o distópico) para reflexionar sobre el presente. La ambientación temporal es siempre futura y en cuanto a la espacial se puede jugar con la superposición de espacios y con las diferentes dimensiones. Los personajes suelen ser robots, extraterrestres, hombres con súperpoderes…
RELATO: Me llamo Adam. Soy un prófugo de la justicia estadounidense especializado en robar ideas mientras mis víctimas duermen, a las cuales, a través de "la máquina de los sueños", administro sedantes que permiten compartir su mundo de sueños y su subconsciente, del cual robo las ideas. Mi equipo y yo habíamos sido contratados para extraer el plan de expansión de una gran multinacional, pero por un giro inesperado, nuestra víctima detectó la operación. Tras esto, nuestro jefe nos propone que en lugar de robar una idea, implantemos una. Mis compañeros se oponen, pero la tentación era demasiada para mí y consigo, con mis persuasivos métodos, convencerles. En el mundo de los sueños, el dolor es real psicológicamente, pero el resultado de la muerte es el despertar. Cada miembro de mi equipo debía llevar consigo un tótem, un objeto que conociesen a la perfección y que les permitiera distinguir si se encontraban en el sueño de nuestra víctima o en la realidad. El tótem que yo utilizaba en mis misiones era una peonza, que en mundo real pararía de girar, y en sueños nunca lo podía llegar a hacer. Era para mí de tal importancia que si me moría en uno de los sueños y no conseguí despertarme en la vida real, entraría en un mundo onírico del que no podría salir.
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Nuestro objetivo era convencer a Bill, hijo del dueño de la corporación rival, de terminar con el imperio de su padre, evitando así que se convirtiese en una superpotencia. Nuestra misión comienza. Decido reclutar a Eric, un falsificador que consiguió cambiar mi apariencia en los sueños; a Máximo, mi químico de confianza desarrollador de los sedantes y a la joven arquitecta del mundo de sueños, Ariadne. Una noche, mientras dormía plácidamente conectado a la máquina, Ariadne se adentró en mi sueño, y descubrió mi gran secreto. La imagen de mi esposa fallecida me acechaba continuamente, tratando de sabotear mis misiones. Decido entonces revelarle que había compartido sueños con mi esposa, llegando a quedar atrapados en el limbo durante medio siglo, y que tras despertar, ella creyó que todavía estaba soñando y que, al suicidarse, volvería de nuevo a la realidad. Al cabo de unos días de preparación de la misión decido revelarle a mi jefe que había pasado décadas en el limbo y pedirle que regrese conmigo al mundo real. De repente despierto y veo que me encuentro en el avión, junto con todo mi equipo. Al llegar a casa hice girar la peonza para poner a prueba la realidad, y efectivamente, no estaba en un sueño.
Tamara Cao López Alicia Seoane Freire 1º BACH A LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA CURSO 2015/16
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