Carta De Un Feto A Su Madre Hola Mamá: Hoy estás guapa, te has puesto tu uniforme de cada día, ¿sabes? Ya puedes sentirme, por mi cuerpo recorren tus sentimientos, tus emociones, tus vivencias...ellos tienen la fuerza de imprimir en mis células tu voluntad o tu deseo. ¿Sabes mamá? También, puedes transmitirme tus miedos, tus fantasías y tus dificultades de la vida. Ayúdame a tener una personalidad por la cual te puedas sentir orgullosa, pero depende de ti. Recuerdas que tú tienes el PODER. ¿Qué te preocupa madre? ¿Mi futuro? ¿Estas feliz? ¿Soy un sueño hecho realidad? ¿Te sientes culpable por mi presencia? ¿Me deseas en lo más profundo de ti? ¿Qué proyectos tienes? ¿Qué sexo deseas para mí? ¿Has elegido mi nombre? ¿Y papá, cómo se toma la situación? ¿Con qué te obsesionas? ¿Qué te hace llorar? ¿Qué rechazas? ¿Vives alguna situación incómoda que te pueda afectar en este embarazo? Todo esto te lo pregunto porque mi núcleo emocional, ese lugar de donde parte mi visión de la vida, depende mucho de tus sentimientos y de tu vínculo conmigo o de si me deseas o no, es aquí donde empieza mi YO MAS PROFUNDO. Se sincera madre y cuéntame ¿qué significo para ti? ¿Crees que soy alguien que te complica la vida por quedarte embarazada sin quererlo? ¿Me culpas inconscientemente? Si es así, en mi personalidad futura puedo sentirme un estorbo de la sociedad. Es papá que no quiere saber de mí: en un futuro puedo tener dificultades con mi parte masculina, con la autoridad, el poder, la acción...Quizás no sepa manifestar adecuadamente estas cualidades. Sabes mamá, si soy deseado, buscado, amado...esto repercutirá en mi autoestima, en mi felicidad. Con estas preguntas, lo que busco es que veas que tus pensamientos, preocupaciones y emociones fluyen por tu sangre y este es mi alimento. Ayúdame a amarte y comprenderte y así ser buenos amigos, y no solo contigo, sino con el resto del mundo (papá, mis hermanos, los vecinos, los abuelos...). Si logras enseñarme a tener buena amistad con mi entorno, con la sociedad...repercutirá en mi autoestima y en mi felicidad: Ayúdame a mejorar el mundo dándome un sueño realizable. Ayúdame a realizarme como persona dándome un poco de esperanza y amor. Recuerda: si tú estás bien con tu entorno y tu vida, también, yo lo estaré. Ahora quiero que camines conmigo y veas los cambios y transformaciones que experimento dentro de ti. Quiero que veas como soy feliz cuando tú lo eres, que puedo sentir miedo, rabia, alegría...Que soy persona. He notado que has ido al ginecólogo. Le cuentas tus sensaciones, tus sentimientos, tus preocupaciones. En la exploración ya puedes verme, tengo 14mm y me muevo bastante ¿ves cómo tengo vida? Tengo la forma de una haba, me alimento de ti, de tu sangre; por ella recorren tus emociones y tus sentimientos. Ya mi sexo está determinado, y mis características físicas y mentales. Soy parte de ti y estoy dentro de ti. Ya me sientes cuando comes o cuando sientes nauseas. Tus sentidos se sensibilizan a mi presencia. Tengo dos meses y noto que empiezas a ser consciente de mi presencia, aunque ya tenga un pasado de 8 semanas, en ese tiempo atrás ha empezado a desarrollarse mi sistema nervioso, mis conexiones cerebrales se van uniendo poco a poco con tus vivencias y emociones. Ya mis
brazos, mis pies, los oídos...empiezan a brotar. Mis ojos empiezan a formarse...y tu sintiendo asco a ciertas comidas y olores, es normal madre, es mi presencia, es que me hago notar. ¿Sabes? Ya mido alrededor de 2.5 cm., poco a poco voy creciendo. Al tercer mes se va formando mis órganos principales como los riñones, el hígado y los pulmones. Mi tamaño es como un huevo y los científicos empiezan a llamarme FETO, aunque no se por qué. Simplemente SOY. También, los huesos empiezan a formarse. Si lo piensas bien, madre, estos tres meses son importantísimos para mi buen desarrollo. Si quieres que sea fuerte y sano, aliméntate muy bien. Las vitaminas y los minerales son imprescindibles para conseguir ese sueño tuyo: “ser sano y fuerte”. De los tres meses a los seis ocurre una etapa más plácida entre tu y yo, ya empiezas a notar mi barriguita, te sientes orgullosa de tenerla y la luces a todo el mundo, o por lo menos, me gustaría que fuera así; sentir tu alegría porque notas mi barriga pequeña. Te veo guapa. Según los científicos, ya mi cerebro empieza a transmitir mensajes, puedo comunicarme contigo. Empieza a formarse las uñas, el pelo...hago pis, y sobre las 18 semanas me puedo chupar el dedo, si me vieras se te caería las babas encima y tu sonrisa no cabría en tu boca. Sobre las 24 semanas ya empiezo a reaccionar ante los ruidos, el dolor y la música, empiezo a enterarme de lo que ocurre fuera aunque no las entienda, tu estás para explicármelo, ya escucho tu voz. Gracias mamá por guiarme. A las 27 semanas ya mis ojos perciben la luz y diferencio olores. Soy feliz aquí dentro, me muevo, nado...aunque no te guste mucho mi ritmo o no te deje dormir por las noches, pero hazle caso a los médicos que te aconsejan descansar las piernas, no estés mucho tiempo de pie. Si te cuidas indica que te amas y eso es muy bueno para mi, me gusta que te cuide. Desde ahora y hasta el final de este embarazo, empieza esta etapa donde puedes preocuparte un poco por cómo pueden ir las cosas, pero no te preocupes que estoy casi formado y no hay riesgo de aborto. A las 30 semanas puedo sonreír, doy patadas y puedo diferenciar sabores. Como ves soy persona, siento y puedo demostrar alegría...tu alegría. A las 35 semanas ya me pongo en posición para nacer. Se que a las 40 semanas ya estás cansada de llevarme, quizás te peso mucho, te comprendo y no tomo en cuenta tus sensaciones, solo te digo que vayas al parto con confianza y tranquila, que no pasará nada. Mientras más relajada estés, más fácil será este acontecimiento esperado: “mi nacimiento”. No te preocupes si ves pasar unos días del día previsto para el parto. Estoy esperando mi momento, al final yo soy el que elijo nacer y se cuando me conviene hacerlo. Gracias mamá, gracias por ser mi madre y por darme la vida. Gracias papá por acompañarme en esta etapa, por tu ayuda, gracias por ser mi padre y por colaborar con la vida, también soy parte de ti., te lo digo para que no te pongas celoso de mamá. Lo que quiero es que esta experiencia sea inolvidable y maravilloso para los tres: mamá, tú y yo.