Oferta monetaria y el rol del Banco Central El artículo 75º de la Constitución Nacional, al fijar las atribuciones del Congreso de la Nación, establece que le corresponde “establecer y reglamentar un banco federal con facultad de emitir moneda, así como otros bancos nacionales” y “hacer sellar moneda, fijar su valor y el de las extranjeras”. A través de la ley 24.144 – Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina, y sus modificatorias, el parlamento cumple esta atribución. Dicha norma en su artículo 4º fija como función del BCRA, entre otras, “regular la cantidad de dinero y las tasas de interés y regular y orientar el crédito”. Allí queda implícita su capacidad de emitir billetes. Pero más específicamente el artículo 17º establece: “El Banco está facultado para realizar las siguientes operaciones: a) Emitir billetes y monedas conforme a la delegación de facultades realizadas por el Honorable Congreso de la Nación. (…)”. A los efectos de realizar estas operaciones existe la Casa de la Moneda, sociedad del Estado, que no es otra cosa que una imprenta con distintas líneas de producción. La misma cuenta con una capacidad instalada, esencialmente máquinas, para fabricar cantidades de papel moneda por año. Si bien dicha empresa depende del Ministerio de Economía, es el Banco Central quien dispone la impresión de billetes. Como contrapartida, también es el responsable de retirar de circulación la moneda que se encuentra en estado defectuoso. Más allá de lo que determine la normativa, este funcionamiento tiene que ver con el rol económico del BCRA, principal agente y ejecutor de la política monetaria. Es sabido que la Argentina se encuentra en un período de fuerte crecimiento que ya lleva casi diez años. Así como la política de gasto público en estos últimos ejercicios ha sido expansiva (fomentando el consumo, realizando obras de infraestructura, subsidiando sectores de producción), también lo fue la política monetaria. Y ambas en buena medida favorecieron el crecimiento mencionado. Por esto el Banco Central requiere cada vez más impresión de billetes, para poder sostener e incrementar la oferta monetaria. El gráfico 1 muestra tanto la evolución del circulante (monedas y billetes en circulación) como de la base monetaria (incluye depósitos en el Banco Central – encaje –). Es preciso señalar que este aumento en la demanda de impresión billetes no responde al argumento simplista de que el Estado termina financiando sus gastos a través de la emisión. No hay antecedentes de economías que crezcan entre un 7 y un 10% sin que sus precios sufran las alteraciones correspondientes. En un país donde los trabajadores en blanco tienen la extraordinaria posibilidad de ver incrementados sus salarios con seguridad cada año entre un 20 y 25%, se torna fácilmente perceptible la idea de que se requiera más 1
moneda, sin que esta conducta económica de emitir tome necesariam mente aristas explosivas. Gráfico 1
Circulante y base monetaria en millones de pesos (2002-2012) (2002 300.000
250.000
200.000
150.000 Circulante Base monetaria
100.000
50.000
Jun 2002 Dic 2002 Jun 2003 Dic 2003 Jun 2004 Dic 2004 Jun 2005 Dic 2005 Jun 2006 Dic 2006 Jun 2007 Dic 2007 Jun 2008 Dic 2008 Jun 2009 Dic 2009 Jun 2010 Dic 2010 Jun 2011 Dic 2011 Jun 2012
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El Banco Central requerirá para 2012 la producción de 1.600 millones de billetes. La Casa de la Moneda está en condiciones de imprimir tan solo la mitad. Por este motivo, y previo al proyecto de expropiación de la Ex Ex-Ciccone,, ya existía un contrato entre la empresa privada y la empresa estatal para que se faabriquen billetes en la planta de aquélla. Es esta falta de capacidad de la Casa de la Moneda lo que sustenta la razón económica para llevar adelante la expropiación de la Ex-Ciccone. Ex Ciccone. La utilidad pública de los bienes de capital con que cuenta la firma, únicos en el país, surge con claridad.
Soberanía monetaria No sería del todo correcto aseverar que la soberanía monetaria de la Argentina haya estado en riesgo estos últimos años a raíz de las dificultades de la Casa de la Moneda para hacer frente a las demandas del BCRA. La impresión de billetes es un proceso que implica estrictos controles. Aún cuando la producción se pueda tercerizar siempre debe interceder personal de la Casa de la Moneda 2
para garantizar las medidas de seguridad. Es por eso que en 2010, cuando se imprimieron billetes en Brasil, como así también en algunas otras experiencias, fue debido conformar una UTE (unión transitoria de empresas) para que la actividad pudiera llevarse a cabo. Personal de nuestra empresa estatal supervisó la producción en Brasil. Muchos países no cuentan con plantas para imprimir sus propios billetes y sin embargo no dejan de ser soberanos desde el punto de vista monetario por esto. Ejercen los controles adecuados sobre los contratos que firman con las empresas que realizan la producción. Sin embargo tener los medios necesarios para cumplir con los requerimientos del Banco Central bajo la órbita estatal constituiría en todo caso un mejor goce de esa soberanía. De hecho a lo largo de su historia Argentina se caracterizó por proveer sus propios billetes. Ya en el año 1952, luego de que la Casa de la Moneda fuera incluida en el Primer Plan Quinquenal, se obtuvo el primer billete impreso íntegramente en el país. La confluencia de dos circunstancias particulares otorga la oportunidad al Estado Argentino de recuperar esta independencia. La primera de estas circunstancias es la condición de la imprenta Ex-Ciccone, única en el país capaz de producir billetes con las características y requisitos necesarios. La segunda circunstancia concurrente es la composición de los altos pasivos de dicha empresa (ascienden a 250 millones de pesos), constituidos en su gran mayoría por deudas con el Tesoro Nacional. Esto confiere racionalidad a la idea de que termine siendo el Estado quien se encargue de su gerenciamiento. También existe una tercera circunstancia, no menor, que tiene que ver con la estabilidad de los puestos de trabajo que la compañía no está en condiciones de asegurar. Así quedan expuestas las razones técnicas y también legales para llevar adelante la expropiación.
El proyecto de expropiación en la Cámara Curiosamente no fue el proyecto del Poder Ejecutivo Nacional para expropiar la imprenta, el primero que ingresó este año al Congreso con tal fin. El 18 de abril el Senador Juez presentó un proyecto muy similar (0936-S-2012), argumentando la incapacidad de la Casa de la Moneda para satisfacer las demandas del Central, y la solvencia técnica de la firma a expropiar para realizar dichos trabajos. Apelando a las mismas razones, el día 8 de mayo el bloque radical de la Cámara de Diputados presentó un proyecto idéntico (2826-D-2012). Luego, en el tratamiento parlamentario, hubo miembros de la oposición que sostuvieron su tesitura, emanada de la presentación de dichos proyectos, y otros que escogieron simplemente oponerse, arguyendo sospechas, dudas, vacilaciones. 3
Pero lo cierto es que no es una preocupación exclusiva del Gobierno recuperar la independencia y el control de todo el proceso de emisión de moneda, eliminando contratistas. Y ni siquiera el medio para obtener este objetivo, la expropiación de la ExCiccone, es una idea que se circunscribe al oficialismo. La prueba está en la presentación y fundamentación de los proyectos referidos.
Equipo Diputada Nacional María del Carmen Bianchi
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