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2. PRINCIPIO DE ADMINISTRACION (MAYORDOMIA).
La mayordomía significa la forma correcta de administrar las posesiones de Dios como siervos suyos. Todo pertenece a Dios: este mundo, los recursos naturales, las riquezas, nuestros talentos, nuestro tiempo, nuestros propios cuerpos y almas. Dios nos ha entregado todo para administrarlo.
Las escrituras enseñan que Dios es el dueño de todas las personas y de todas las cosas. Por lo tanto, somos sus mayordomos tanto de la vida como de las posesiones. Debemos reconocer que Dios es el dueño y que nosotros somos los mayordomos, porque daremos cuenta personalmente a Él por el desempeño de nuestra mayordomía. Dios, como un Dios de sistema y de orden en todas sus relaciones, ha establecido un sistema de contribución que lo reconoce como el dueño sobre todos los recursos y relaciones humanas. Con este propósito, todos sus hijos deben diezmar fielmente y dar ofrendas para el sostenimiento del evangelio.
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El principio de Dios de Gobierno da el balance del autogobierno interno con el externo del hogar, la iglesia y el gobierno civil. Dios, quien es un gobierno en sí mismo, diseñó todo para ser regido desde adentro hacia afuera. El gobierno interno de uno mismo por el Espíritu Santo está destinado a fluir hacia el hogar, la iglesia, la nación, al reestructurar y limitar los controles externos. En la medida en que aprendemos a gobernar pequeñas áreas de nuestra vida, seremos capaces de extender este gobierno a esferas de mayor influencia.
Cuando hablamos de autogobierno bíblico hablamos de el deseo y la capacidad de cada persona de someterse voluntariamente a la autoridad ordenada por Dios, sin ser forzado o constantemente recordado de hacerlo.
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Dios nos dio la capacidad de elegir si queremos seguirlo o no, no es que no le importe sino que sabe que nosotros sabremos si elegimos bien o mal aún cuando lo que elijamos sea malo delante de Él.