EL RAYO
El rayo es una gran descarga eléctrica que llega a tierra, seguida a los pocos momentos por el trueno. Circula entre dos nubes o entre una nube y la tierra, con desplazamientos de hasta 13 kilómetros, y genera una temperatura superior a los 28000 grados Celsius (tres veces la del Sol). Es uno de los fenómenos más peligrosos de la atmósfera. La Tierra es impactada por unos 100 rayos cada segundo y en cualquier momento, ahora mismo, por ejemplo, sufre 2 000 tormentas eléctricas simultáneamente. Hay países que reciben alrededor de 20 millones de rayos al año, como Estados Unidos, que además presenta un promedio anual de 87 víctimas fatales y cerca de 500 heridos por estos fenómenos. Se considera que la intensidad media de una descarga principal llega hasta 20 000 amperios, por ello es tan poderosa y atemoriza tanto. No obstante, la cantidad real de electricidad que llega a tierra es muy pequeña, pero suficiente para quemar lo que toca o electrocutar a los seres vivos. Ninguna persona alcanzada por un rayo mantiene la carga eléctrica, por lo que se le puede asistir sin riesgo alguno. Es decir, aplicarle los primeros auxilios tan necesarios en ese momento para evitar un desenlace fatal. Opiniones especializadas y datos de salud permiten asegurar que entre el 80 y el 90% de aquellos que son alcanzados por un rayo pueden sobrevivir si reciben la atención adecuada con celeridad. Ray Sullivan, un guardaparques estadounidense, fue golpeado siete veces por diferentes rayos, entre 1942 y 1976, y logró sobrevivir. Tomado de: Diario oficial del comité central del partido comunista de Cuba, http://www.granma.cubaweb.cu/2004/09/24/nacional/articulo09.html (2005/11/22)
Un rayo es una descarga eléctrica que golpea la tierra, proveniente de la polarización que se produce entre las moléculas de agua de una nube (habitualmente las cargas positivas se ubican en la parte alta de la nube y las negativas en la parte baja), cuyas cargas negativas son atraídas por la carga positiva de la tierra, provocándose un paso masivo de millones de electrones a esta última. Esta descarga puede desplazarse hasta 13 kilómetros, provocar una temperatura de 50.000 °F (unos 28.000°C o sea tres veces la temperatura del Sol), un potencial eléctrico de más de 100 millones de voltios y una intensidad de 20.000 amperes. La velocidad de un rayo puede llegar a los 140.000 km por segundo. En el punto de entrada a la tierra, el rayo puede destruir, de acuerdo a su potencia y a las características del suelo, un radio de 20 metros. Esta polarización de las cargas eléctricas de una nube es lo que se denomina electrostática, fenómeno que está presente en nuestra vida diaria. Incluso nosotros mismos podemos acumular electrostática y, por ejemplo al tocar a otra persona, descargarla como una chispa de corriente que nos produce cierto sobresalto. Las nubes crean esta chispa a escala gigante. El trueno no es otra cosa que la onda expansiva provocada por esta tremenda energía liberada, originando el ruido característico que todos hemos oído alguna vez. Esta magnífica energía contenida en un rayo es lo que hizo que prácticamente todas las culturas, comenzando por Zeus, Thor (trueno), Musulmanes, Hindues, Navajos o Araucanos, le atribuyeran al rayo y el trueno un origen divino, ya sea como castigo o señal. Muchos científicos como Newton y Franklin desarrollaron investigaciones al respecto y sobre todo este último, diseñaron sistemas que atraían estas cargas eléctricas hacia la tierra (pararrayos), de manera de evitar que se acumulara en grandes proporciones y evitar sus efectos indeseables.
Frecuencia La Tierra es golpeada por aproximadamente 100 rayos cada segundo y en cualquier momento (ahora mismo, por ejemplo) sufre 2.000 tormentas eléctricas simultáneamente. Países como Estados Unidos sufren unos 20.000.000 de rayos al año, procedentes de unas 100.000 tormentas eléctricas. Los estados más afectados son como Florida (y la ciudad de Tampa, en particular), Georgia, Carolina del Sur, Nueva York u Oklahoma sufren miles de rayos cada año. De hecho, EEUU presenta un promedio anual de 87 víctimas fatales y cerca de 500 heridos, superando a tornados, inundaciones y huracanes.
Tipos de Rayos Los rayos se pueden clasificar de acuerdo a su inicio y destino en: - Nube a cielo o "duendes", que son descargas hacia la atmósfera, más arriba de las nubes. - Nube a Tierra, los más típicos y espectaculares (y peligrosos, por supuesto). - Intranubes, es decir dentro de una misma nube. Aparecen como relámpagos con algunos truenos. - Internubes, de una nube a otra, con grandes truenos. Lugares de riesgo
Para estar verdaderamente libres de un rayo, tenemos que alejarnos a más de 13 km de donde éste se produce. Por cada 10 segundos contados entre el trueno y el rayo, debemos considerar que hay 3 km entre nosotros y el origen del rayo. Pero como en la práctica es muy difícil predecir dónde se va a producir el próximo rayo, debemos evitar los siguientes sitios:
Fuera de casa: Son especialmente peligrosos los árboles altos o solitarios. Igual cosa los postes o estructuras metálicas como rejas, antenas, cabinas de teléfonos, etc. Dentro de la casa: Líneas telefónicas y eléctricas. Cañerías y plomería en general. Estar solo en un espacio abierto y plano. Vehículos abiertos como tractores, convertibles (autos grandes y cerrados son más seguros), botes, etc. Dentro de la casa: Líneas telefónicas y eléctricas. Cañerías y plomería en general.
Medidas de Seguridad y Emergencia Antes de que comiencen los rayos no deje de mirar el cielo. Observe si el cielo se oscurece, si hay relámpagos o si el viento cobra fuerza. Escuche si hay truenos. Si Ud. puede escuchar los truenos, Ud. está lo suficientemente cerca de la tormenta como para que le alcance un rayo. Diríjase inmediatamente a un lugar seguro. Sintonice la radio que transmite información meteorológica, la radio comercial o la televisión para recibir los últimos pronósticos del tiempo. Si se acerca la tormenta busque refugio dentro de un edificio o de un automóvil. Mantenga las ventanas cerradas y evite los automóviles convertibles. Las líneas de teléfono y las cañerías de metal pueden conducir electricidad. Desenchufe los aparatos electrodomésticos. Evite usar el teléfono y los electrodomésticos. (El dejar las luces prendidas, sin embargo, no aumenta el riesgo de que su casa sea alcanzada por un rayo).
Evite bañarse, ducharse o usar agua corriente para cualquier otro propósito. Apague el aire acondicionado. La sobre tensión ocasionada por los rayos pueden dañar el compresor ocasionando la necesidad de reparaciones costosas. Cierre las cortinas y las persianas de las ventanas. Si los vidrios se quiebran debido a objetos lanzados por el viento, las persianas impedirán que los trozos de vidrio se hagan añicos dentro de su vivienda. Si Ud. está a la intemperie, como en un bosque, refúgiese bajo los árboles más bajos. Si Ud. está navegando o nadando, diríjase inmediatamente a tierra firme y busque refugio. Después de que pase la tormenta. Manténgase alejado de las áreas afectadas por la tormenta. Escuche la radio para recibir información e instrucciones. Si un rayo alcanza a una persona, recuerde que las personas alcanzadas por un rayo no mantienen la descarga eléctrica y se les puede asistir sin riesgo. Pida ayuda por teléfono. Haga que una persona llame al 911 ó al número local para emergencias (Servicios Médicos de Urgencias). La persona lesionada recibió una descarga eléctrica y puede tener quemaduras por donde la alcanzó el rayo y por donde la electricidad abandonó su cuerpo. Verifique si tiene quemaduras en ambas partes. El recibir una descarga eléctrica también puede causar daños al sistema nervioso, quebrar los huesos, y pérdida de audición o visión. El 80 a 90% de las personas que sufren el impacto de un rayo pueden sobrevivir si reciben la atención adecuada (Ray Sullivan, un guardaparques de EEUU habría sido golpeado 7 veces por diferentes rayos entre 1942 y 1976..., y no murió). Adminístrele primeros auxilios. Si la persona no respira, comience la respiración de salvamento. Si el corazón le ha dejado de latir, una persona adiestrada debería administrarle reanimación cardiopulmonar (RCP). Si la persona tiene pulso y respira, observe y cuide de otras posibles lesiones. Aprenda primeros auxilios y RCP tomando un curso de primeros auxilios y RCP.
¿Qué es un pararrayos? Un pararrayos es aquel artefacto que, ubicado en lo alto de un edificio o una casa, tiene la función de dirigir al rayo junto con su enorme carga eléctrica hacia la tierra a través de un cable a fin de no causar daños. El origen del pararrayos proviene de los experimentos de Benjamín Franklin, realizados a mediados de siglo XVIII. A partir de uno de ellos se dio cuenta del denominado “efecto punta”. Este efecto hace referencia a que las cargas presentes en torno a un conductor no se distribuyen de modo uniforme, sino que se juntan en las partes más afiladas y puntiagudas de éste. De este modo, si un objeto puntiagudo es sometido a una fuerte descarga eléctrica como la que se genera con el rayo proveniente de una nube de tormenta, entonces la carga se acumulará, sobretodo, en las partes puntiagudas del objeto. Este principio fue utilizado por Benjamín Franklin para la construcción del primer pararrayos funcional. Las nubes que generan los rayos durante una tormenta están cargadas negativamente en su base, y la tierra que se encuentra bajo ellas está cargada de manera positiva debido al efecto de inducción electroestática. De esta forma, las cargas negativas de las nubes de tormenta se repelen entre sí, y son atraídas por la carga positiva de la tierra que se encuentra bajo ellas. Así, debido a que un pararrayos se encuentra conectado a la tierra a través de un cable conductor, sus electrones y los de la nube se repelen y queda cargado positivamente al igual que la tierra bajo la nube.
FigFig. Distribución de cargas en el entorno de una nube de tormenta.
No es necesaria la utilización de pararrayos en todas las edificaciones. Existen ciertas normas tecnológicas de edificación que dictan su necesidad en caso de un edificio de más de 43 metros de altura, o bien, en aquellas edificaciones en las que se manipulen sustancias radioactivas, inflamables, tóxicas o explosivas. Por último, se debe tomar en cuenta el índice de riesgo. Este índice se calcula considerando la zona geográfica en la que se encuentra la edificación, las condiciones del terreno y los materiales con los que se ha construido. Toda zona que supere los 27 puntos deberá instalar un pararrayos.