Desde pequeños estamos condicionados a responder a las expectativas que nuestros padres, familiares, amigos, profesores tienen... Cada etapa de nuestra vida está condicionada por la “identidad social” del grupo al que pertenecemos. Henri Taifel y John Turner son los padres del término “IDENTIDAD SOCIAL”, teoría para comprender los fundamentos psicológicos de la discriminación (aquí discriminación se refiere a separar, seleccionar, escoger, distinguir, diferenciar una cosa de otra ) entre grupos. Se compone de cuatro elementos: Categorización: a menudo ponemos a los demás (y a nosotros mismos) dentro de categorías. Etiquetar a alguien como extranjero, progresista, moderno, independiente, bromista, jugador de fútbol… son formas de decir otras cosas acerca de los demás. Identificación: también nos asociamos con determinados grupos (nuestros grupos), para reafirmar nuestra autoestima. Comparación: comparamos nuestros grupos con los demás grupos, percibiendo un/os factor/es favorable/s hacia el grupo al que pertenecemos. Distinción psicosocial: deseamos que nuestra identidad sea a la vez distinta de y positivamente comparable con otros grupos. La discriminación se denomina positiva cuando: Observa las diferencias entre grupos de individuos. Favorece a un grupo de individuos de acuerdo a sus características y/o circunstancias sin perjudicar de ninguna manera a otro/s.
El símbolo que identifica nuestra institución, es el escudo, que juega un papel muy importante, ya que en su representación transmite su razón de ser y sus objetivos, desarrollando entre sus integrantes el sentimiento de pertenencia y la responsabilidad de cumplir con los compromisos que ello implica. De esta manera, basta con que alguien porte el distintivo de su institución, para indicarle a los demás el orgullo que siente de formar parte de ella. Por tanto: EL ESCUDO ES NUESTRA IDENTIDAD, Y LO QUE NOS DEFINE Y CARACTERIZA. Erich Fromm plantea que: "esta necesidad de un sentimiento de identidad es tan vital e imperativa (absoluta necesidad), que el hombre no podría estar sano si no encontrara algún modo de satisfacerla". Según lo que él expone, la identidad es una necesidad: afectiva ("sentimiento"), cognitiva ("conciencia de sí mismo y del vecino como personas diferentes") y activa (el ser humano tiene que "tomar decisiones" haciendo uso de su libertad y voluntad). Y esta identidad la encontramos en el “CARÁCTER PROPIO” de nuestra Institución, donde encontramos las pautas claras y sencillas para trabajar la “identidad” de “Nuestros Centros” (folleto de 15 hojas), concretamente en el apartado 4. ESTILO EDUCATIVO (págs. 7 y 8).