Una noche Francisco se fue con su abuelo y su padre a pescar en una barca, querĂa aprender el oficio de pescador.
El abuelo le regala una gorra para que fuese vestido como ellos, pero el abuelo Roque y su padre AgustĂn no se ponen de acuerdo en la manera de colocĂĄrsela y empiezan a discutir:
El abuelo Roque apaga el quinquĂŠ y esperan a que salga la luna llena.
!Así!, !Así no!, !Así mejor! Francisco se sentía mal al verlos discutir sobre algo tan sencillo como era colocarse la gorra.
De pronto la luna les invadi贸 con su luz y Francisco sorprendido quer铆a alcanzarla.
Pero como estaba muy alta su padre extendi贸 una escalera que llevaba en la barca para subir hasta ella.
Francisco subi贸 el primero, sujeto por una cuerda larga.
Estaba llena de estrellas que no paraban de sorprenderle. ParecĂa que al pisarlas eran de cristal.
Las pisaba, las tocaba, jugaba con ellas hasta que su padre y su abuelo subieron y decidieron barrerlas.
De nuevo empezaron a discutir como barrer las estrellas: !Con cepillo! DecĂa uno, !Con escoba! DecĂa otro
Francisco se sentĂa mal y decide barrer la las estrellas con un rastrillo, le parecĂa la mejor manera.
Al rato aparece una enorme estrella y los tres quedaron muy sorprendidos y asustados pues casi les aplasta.
Otra vez empiezan las discusiones entre Roque y AgustĂn pues querĂan quitarla de la luna.
Francisco se subi贸 a ella para tocarla y acariciarla y despu茅s con un martillo la golpea
Y la convierte en miles de estrellas y Francisco vuela con ellas hasta que caen en la luna.
Empiezan a barrerlas casi todas y se bajan al barco.
De nuevo en el barco, Roque y AgustĂn y Roque dan la enhorabuena a Francisco y desde abajo observan la media luna.
Paula Zaballos JimĂŠnez