INVESTIGACIÓN · MONUMENTOS HISTÓRICOS• CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN • DIFUSIÓN • PROYECTOS • MUSEO
Año 10 No.
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BOLETÍN DEL CENTRO INAH SONORA • SEPTIEMBRE - DICIEMBRE 2013
JULIO CÉSAR MONTANÉ MARTÍ Una vida entre la Arqueología y la Historia 4 de octubre de 1927 - 26 de diciembre de 2013 Reconocimiento a Julio César Montané Martí • Publicaciones • Regulación del patrimonio cultural • Proyecto Arqueológico Río Sahuaripa • Trincheras: El lugar ideal para aprender sobre biodiversidad y geoarqueología del desierto de Sonora • Plan de Manejo de Trincheras • La Biblioteca del INAH Sonora a sus 40 años
EDITORIAL
Oda al hombre sencillo
Estimados amigos:
Pablo Neruda (fragmentos)
EDITORIAL
Es muy grato ofrecerles el nuevo número de nuestro boletín Señales de Humo, en el que dedicamos sus páginas al investigador Julio César Montané Martí, quien nos ha dejado un legado histórico y cultural, desde sus aportaciones a la investigación arqueológica e histórica en el noroeste de México, hasta su vasta colección de publicaciones. Don Julio, como todos lo llamamos cariñosamente, deja un libro abierto, donde la gente de Sonora se sabe leída, y donde él se sabe escrito en las páginas de la vida cultural de esta región.
Don Julio amaba a Sonora, México, su patria, aunque nació en Chile. Después del exilio de su país de origen fue acogido por estas tierras mexicanas a principios de la década de los setenta, iniciando un largo camino en el estudio del patrimonio cultural de la región, dentro del Instituto Nacional de Antropología e Historia, institución que le abrió sus puertas en la ciudad de México y posteriormente en el recién creado Centro Regional del Noroeste del INAH, en 1973. Realizó grandes aportaciones con estudios históricos de Chile, Sonora, Sinaloa, Baja California Sur y Norte, así como del suroeste de Estados Unidos. Ahondó en investigaciones sobre los primeros pobladores de América, así como en el estudio de los grupos indígenas de Sonora, que quedaron plasmadas a través de sus diversas publicaciones.
Apasionado de la cartografía, realizó decenas de publicaciones que han sido y son de gran importancia para las nuevas generaciones de historiadores. Quienes conocimos a Julio Cesar Montané como profesor y como persona, sabemos de su generosidad para trasmitir sus conocimientos a los jóvenes estudiantes, siendo la Universidad de Sonora su segunda casa, hasta sus últimos días.
Muchas virtudes le han sido reconocidas a Don Julio; su capacidad crítica, su estatura académica y su peculiaridad estilística que lo convirtieron en una de las voces más reconocibles del panorama cultural de Sonora. Pero algo que llamaba la atención y sorprendía era su omnipresencia en múltiples espacios: docencia universitaria, presentaciones de libros, congresos académicos, colaboraciones en publicaciones, coloquios, museos, entre ellos, el de Sonora. Citado por investigadores de diferentes instituciones, Don Julio fue también uno de los críticos más prominentes de la investigación histórica y de otros discursos culturales como las artes plásticas.
SEÑALES DE HUMO
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Don Julio poseía una capacidad de trabajo asombrosa y una inteligencia fantástica. Como investigador tenía muchos intereses, de modo que hacía conexiones entre historia, arqueología, política y arte y literatura; era una máquina de trabajo, además de ser divertido y creativo. Pasarán muchos años antes de que Sonora vuelva a tener otro investigador de la calidad y la consistencia de Julio Cesar Montané Martí. Antrop. José Luis Perea González Delegado del Centro INAH Sonora
Comité Editorial: Esperanza Donjuan Espinoza Raquel Padilla Ramos Elisa Villalpando Canchola
Participaciones en esta edición: Alejandro Aguilar Zeleny Jonh Carpenter Salvens Esperanza Donjuan Espinoza Guadalupe Piña Ortíz Carolina Romero Guadalupe Sánchez Elisa Villalpando Canchola
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es tú qué simple soy, qué simple eres, no se trata de nada complicado. Yo trabajo contigo, tú vives, vas y vienes de un lado a otro, es muy sencillo, eres la vida, eres tan transparente como el agua, y así soy yo, mi obligación es ésa: ser transparente (...) … no sufras, ya llega el día, ven, ven conmigo, ven con todos los que a ti se parecen, los más sencillos. Ven, no sufras, ven conmigo, porque aunque no lo sepas, eso yo sí lo sé: yo sé hacia dónde vamos, y es ésta la palabra: no sufras porque ganaremos, ganaremos nosotros, los más sencillos ganaremos, aunque tú no lo creas, ganaremos.
RECONOCIMIENTO
Julio César Montané Martí 4 de octubre de 1927 – 26 de diciembre de 2013 Arqueólogo e Historiador, Profesor / Investigador
Julio César Montané, noviembre 2012. Foto: Archivo Centro INAH Sonora.
ulio César Montané, originario de Chile, nació el 4 de octubre de 1927 en la ciudad de Valparaíso. Fue en su país natal donde realizó sus estudios de arqueología desarrollando también una importante labor de investigación, relacionada además con museos de historia regional. A principios de la década de 1970, después del golpe militar en Chile, fue invitado a trabajar en nuestro país por el antropólogo Guillermo Bonfil Batalla, entonces Director del INAH en México y quien además fue responsable de la creación de los Centros Regionales. Después de radicar un tiempo en la ciudad de México decidió trasladarse en 1975 junto con sus esposa, la pintora Helga Krebbs a la ciudad de Hermosillo, para integrase como investigador al recién inaugurado Centro Regional del Noroeste, la primera denominación del INAH en Sonora, donde comenzó a realizar estudios arqueológicos en el río Zanjón. Posteriormente vio la necesidad de ahondar en los estudios históricos regionales, a los que dedicó gran parte de su vida en el noroeste de México, editando varias obras de gran importancia, como puede apreciarse en el recuento que hace Guadalupe Piña en páginas más adelante. Entre sus investigaciones destaca la que dio origen al Atlas de Sonora, donde presenta una recopilación de los distintos mapas históricos de la región n o ro e ste. Ta m b i é n t u vo u n a i m p o r t a n te
participación en el guión científico para la creación del Museo de Sonora, mismo que fue inaugurado en 1985. Otro de sus importantes aportes a la historia regional lo representa la edición crítica de obras de gran importancia, como el Diario de Álvar Núñez Cabeza de Vaca, las diversas exploraciones de Francisco de Ulloa y las de Hernando de Alarcón, fray Marcos de Niza, Pedro Font, entre otras. Es autor también del Diccionario Enciclopédico de Sonora (sin editarse aún), y en los últimos años de su vida estuvo realizando un proyecto de investigación sobre la historia de las mujeres en Sonora. Tuvo una gran labor docente tanto en la Escuela Nacional de Antropología e Historia a mediados de la década de 1970, como en el Departamento de Sociología de la Universidad de Sonora. Fue miembro de la Sociedad Sonorense de Historia. En el mes de noviembre de 2013 la Universidad de Chile y la Academia de Antropología rindieron un homenaje a su labor en su país natal, fue el último evento académico al cual asistió. El pasado 27 de diciembre de 2013, el Instituto Nacional de Antropología e Historia en Sonora le rindió un merecido tributo de cuerpo presente en el edificio de la Antigua Penitenciaría de Sonora con la presencia de la comunidad académica y cultural del Estado.
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ALEJANDRO AGUILAR ZELENY
RECONOCIMIENTO
HOMENAJE PÓSTUMO
Homaje póstumo en el Centro INAH Sonora . Fotos: Archivo Centro INAH Sonora.
ESPERANZA DONJUAN ESPINOZA
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SEÑALES DE HUMO
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omo ha podido observar el amable lector la presente edición de nuestro Boletín Señales de Humo está dedicada a la memoria de Julio César Montané Martí, profesor investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, a quienes sus compañeros de trabajo del Centro INAH Sonora y Museo de Sonora llamábamos cariñosa y respetuosamente "Don Julio". El edifico de la antigua penitenciaría del estado, sede nuestro centro de trabajo y espacio que él consideraba su casa, fue el lugar en el que sus compañeros de trabajo ofrecimos un homenaje de cuerpo presente el día 27 de diciembre de 2013, en el que nos acompañaron sus amigos, colegas de otras instituciones académicas, su hijo menor Bruno y su sempiterna Carolina Romero. Con el pensamiento y desde el otro lado del mundo, nos acompañaba su hijo Álvaro. La vida y obra de Don Julio inspiró versos y palabras de despedida en voz de sus compañeros de trabajo; como una muestra de reconocimiento a su admiración hacia la mujer, tema de su último proyecto de investigación, la guardia de honor se inició por un grupo de mujeres, seguidas del resto de los acompañantes. Entre los muros de su oficina de la Antigua Penitenciaría quedarán atrapados sus momentos de elucidaciones que dieron como resultados importantes aportaciones a la investigación arqueológica y a la historia colonial sonorenses; los pasillos del edificio extrañarán ese paso
veloz con que solía recorrerlos haciendo escala por las celdas de sus compañeros con quienes iniciaba conversaciones larguísimas, en los que cualquier tema, lugar y época. Podía ser abordado, ya que los saberes de Don Julio le permitían deliberar acerca de temas universales o bien podía compartirnos algunas de las aventuras vividas con “la Helga”, como le llamaba a su compañera de vida y madre de sus hijos, la pintora alemana Helga Krebs (†). La comunidad académica extrañará los comentarios puntillosos y la crítica certera; alumnos, colegas y amigos, echaremos de menos su generosidad al compartir un libro o un artículo. Sus compañeros de trabajo con quienes convivía cotidianamente extrañaremos cosas tan sencillas, como cuando a la pregunta de ¿Cómo está Don Julio? él respondía invariablemente: “Contento de verte”. Así también el género femenino del centro de trabajo recordará siempre su saludo favorito: “¿Cómo está la bonita?”. Porque la ausencia también es presencia, el recuerdo de Don Julio nos acompañará siempre: en su legado historiográfico, en cada reunión de trabajo; en los simposios de Historia, en las aulas de la Escuela de Sociología de la Universidad de Sonora, en la Sociedad Sonorense de Historia, en las librerías de Hermosillo, así como en un buen restaurante, siempre se evocará la figura de este erudito que fue Julio César Montané Martí.
RECONOCIMIENTO
JULIO CÉSAR MONTANÉ MARTÍ CAROLINA ROMERO
uiero compartir con los lectores al Julio Montané que conocí.
A lo largo de más de 25 años me unió una entrañable amistad con Julio y Helga Krebs, su compañera de vida. No puedo pensar ni sentir a uno sin el otro: muchas vivencias, aventuras y aprendizajes han quedado grabados en mi memoria. Al inicio fui una más de las personas jóvenes que visitaban la casa de los Montané Krebs, ubicada en la avenida Centenario número 50. Éramos algunos los que asistíamos con invitación a compartir alimentos y bebidas porque Helga decía que, como vampira, prefería la sangre joven. En esas reuniones ella vio algo en mí y decidió convertirme en un miembro más de la familia; lo digo convencida, conocedora de sus grandes alcances para construir amistades. Con la disciplina que la caracterizó, provocó que yo visitara su casa al menos dos veces por semana y me reportara telefónicamente casi todos los días; me subió a su ring de pareja, en el que se discutían ideas, proyectos, viajes y se forcejeaba por el quehacer diario donde, por cierto, cada uno tenía definidas sus tareas. Helga siempre fue la directora de orquesta, ella ponía la sal, el azúcar y la pimienta en la mesa, tanto así que, en una ocasión, una gran amiga mutua dijo: Julio y Helga son una gran pareja porque Julio siempre está a su disposición y se esmera en atenderla, ¡tamaña lección que nos dio!. En ese escenario Julio fue un torbellino, como bien lo describió Juan José Gracida durante esas horas de invaluable compañía en los pasillos del hospital. Estoy segura que Julio se decía a si mismo que no poseía una filosofía, sino nervios. Muchas veces dijo: “soy un neurótico realizado”. Los que lo conocimos recordaremos sus largos discursos, verdaderas cátedras, moviéndose de un lado a otro, donde el pesimismo casi podía confundirse con un estado de ánimo, a no ser por la vitalidad que le imprimía a cada palabra. Por decirlo de alguna manera, Julio fue pesimista de concepto y
no de humor; llegué a entender que la falta de optimismo fue la forma con la que decidió asaltar mentes, trastocar pensamientos e incitar a la lectura para el conocimiento; fue la forma de invitar a los demás a razonar sobre “cómo va el mundo”. Por ello quizá siempre lo acompañó la pena de que sus alumnos no leyeran, o no leyeran lo suficiente. Nunca disminuyó su curiosidad de saber, consciente de que cada día físicamente le costaba más satisfacerla, tanto por el debilitamiento de sus energías intelectuales, como por la rapidez vertiginosa en la que la humanidad está conquistando nuevos conocimientos. Llegó a expresarme, con profunda tristeza, su temor a perder sus capacidades cognitivas; y cómo no, si devorar, reflexionar, cuestionar, debatir, proponer, atesorar y escribir libros fue la razón de su existir. Al final de la carrera de su vida supo que, junto con la Preciosa, como llamaba a Helga, dejaron una gran huella en este lugar del planeta donde diversas circunstancias los trajeron a vivir y morir. Si me preguntan cuál es la importancia de su legado, de manera egoísta y sin demeritar el valor intelectual y artístico de su obra de la que pueden y deben hablar los expertos en la materia, les diré que, entre las redes que Helga tejió - porque ella fue ante todo una tejedora, basta ver muchas de sus obras-, están las grandes amistades que ambos, Julio y Helga, Helga y Julio, nos heredaron. Julio me pidió que lo llevara al INAH antes de su cremación - sobra decir lo que para él significaba el Instituto- pues, ante todo, consideró que era la forma correcta de despedirse de sus colegas, compañeros y compañeras de trabajo con quienes, durante cuarenta años, sostuvo largas y fructíferas discusiones y no pocos descubrimientos de gran valor histórico. De parte de Bruno y Álvaro Montané, de Humberto Ruíz y de la mía, agradezco profundamente el apoyo solidario, preciosa joya, que recibimos para cumplir una de sus últimas peticiones. Enero 2014.
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RECONOCIMIENTO
ALGUNAS PUBLICACIONES DE JULIO CÉSAR MONTANÉ MA BIBLIOTECA CENTRO INAH SONORA (Valparaíso Chile, 1947 - Hermosillo, Sonora, 2013) GUADALUPE PIÑA ORTIZ
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ulio César Montané Martí llegó a México en 1973, después del golpe de estado en Chile, sus convicciones políticas lo convirtieron en persona non grata para el régimen militar encabezado por Pinochet.
Fue invitado a México por Guillermo Bonfil Batalla, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, para realizar actividades de investigación y docencia en el Departamento de Prehistoria y en la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Tiempo después, decidió trasladarse al noroeste de México, se estableció en Hermosillo, Sonora, para trabajar en el Centro Regional del Noroeste y en el Departamento de Sociología y Administración Pública de la Universidad de Sonora, en donde se desempeñó como profesor en la Licenciatura de Sociología. Su trabajo en estas instituciones le hizo ganar el respeto y reconocimiento de investigadores, docentes y alumnos. Recientemente la Universidad de Sonora le rindió merecido homenaje en vida. Algunas de sus obras fueron presentadas en el Centro INAH Sonora y en la Universidad de Sonora; era común ver a investigadores y profesores de estas instituciones acudir a Julio para solicitarle opinión acerca de la investigación que estaban trabajando o sobre algún acontecimiento político de la realidad nacional y estatal.
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Su espíritu de investigador lo llevó a recorrer el desierto y las zonas arqueológicas y conocer las etnias de la región. Investigó la labor realizada por los misioneros, las rutas que recorrieron y las misiones que fundaron, estudió las expediciones que realizaron destacados personajes españoles durante la colonia. Se interesó por la geografía y la cartografía y sus investigaciones y aportaciones las publicó en el Atlas de Sonora, también produjo obras de carácter teórico. En tierras sonorense, Julio continuó su labor de investigación y publicación de obras en materia de ciencias sociales que se suman al trabajo realizado en
su país natal Chile, en donde ya tenía una larga trayectoria en publicaciones arqueológicas y se había desempeñado en puestos como arqueólogo en el Museo de La Serena, Jefe de la sección de Antropología del Museo de Historia Natural en Santiago, Profesor en la Universidad de Concepción, en la Universidad de Chile en Valparaíso. En la Biblioteca del Centro INAH Sonora se encuentran sus obras, entre ellas: En Ediciones de Cultura Popular publicó en 1980, Marxismo y Arqueología. En 1985 coordinó el Primer Tomo de la Historia General de Sonora con referencia al período prehistórico y prehispánico. En los Simposios de Historia y Antropología de Sonora, organizados por la Universidad de Sonora, presentó: III - Importancia Arqueológica de Sonora, (1977). IV -Cualidades en sistema, (1978). XII -Problemas de la Etnohistoria Sonorense, (1988). XIII -En torno al poema anónimo que publicó Francisco Eusebio Kino, (1989). XIV -En torno a la segunda expedición de Juan Bautista de Anza a la California, (1990). XV -De nixoras y “españoles a medias”, (1991). XVI -Sonora en el siglo XVI, (1993). XIX -Los indios y Francisco de Ulloa, (1995). XX-Simposio hizo un balance de la Historiografía colonial del Noroeste, durante los 20 años de simposios, (1996). XXI -Fronteras, indios y españoles, (1997). XXII -Estebanico, (1998). XXIII-Juan Matheo Manje y Cabero. Primer historiado del Noroeste Novohispano, (1999). XXIV- El pecado nefando en la Sonora Colonial, (1999). XXV- Las bebidas embriagantes de los indios de Sonora, (2000). XXVI- Pedro Castañeda de Nájera y Baltasar Obregón primeros historiadores del Noroeste de México, (2002) XXVII- El cuerpo desnudo en el Sonora Colonial (2002) XXVIII- Capitán Salvador Palma (2004)
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En 1993 el Gobierno del Estado de Sonora a través del Instituto Sonorense de Cultura le publicó: Atlas de Sonora, tal vez su obra más difundida; así como en 1995, Por los Senderos de Quimera: el viaje de Fray Marcos de Niza y en 1998, Viaje por Sonora: Alphonse Louis Pinart. La Universidad de Sonora le publicó: Francisco de Ulloa: Explorador de ilusiones, 1995. En 1997 Intriga en la corte: Eusebio Francisco Kino, Sor Juana Inés de la Cruz y Carlos Siguenza y Góngora. En 1999 publicó El mito conquistado: Alvar Nuñez Cabeza de Vaca. y en coedición con Plaza y Valdés Fray Pedro Font diario íntimo y diario de Fray Tomás Eixarch, 2000. En los simposios organizados por la Sociedad Sonorense de Historia, aparecen sus trabajos: En busca de Juan Bautista de Anza (1989); Elementos para una historia de la ganadería colonial en Sonora
(1996); Panino mineral: la minería colonial en Sonora ( 2001); La educación en Sonora Colonial (1999); El príncipe de las tinieblas en Sonora ( 2003). Contrapunto Catorce le publicó en 1999, dos títulos: Bacerac en 1777: carta edificante de Fray Angel Nuñez Fundidor y La expulsión de los jesuitas de Sonora. En la Universidad de Sinaloa le publicaron Hernando de Alarcón: Primer explorador del río Colorado (1540), 2002. Por otro lado, en El Colegio de Xalisco y Fideicomiso Teixidor, salió a la luz Francisco Vázquez Coronado: sueño y decepción, 2002; y en 2004, Los indios de todo se maravillaban: la relación de Hernando de Alarcón. En 2004 salió El descubrimiento de California: Las expediciones de Becerra y Grijalva a la mar del sur 1533-1534 en coautoría con Carlos Lazcano Sahagún, Colección Navegantes de la California, 1. En 2008, El encuentro de una península: la navegación de Francisco de Ulloa 1539-1540, en coautoría con Carlos Lazcano Sahagún, Colección Navegantes de la California, 3. Tiene también títulos en el Coloquio de las Literaturas del Departamento de Humanidades de la Universidad de Sonora, del Archivo Histórico del Gobiernos del Estado, en la revista del Colegio de Sonora, revista del ISC, Foro de las Misiones, entre otras. Todos estos títulos están disponibles en la Biblioteca “Ernesto López Yescas” del Centro INAH Sonora.
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En la colección Noroeste de México, publicó: Fundamentos para una teoría arqueológica (1980); Reseña sobre la presencia de Vere Gordon Childe de José Antonio Pérez (1982); Noticias de algunas publicaciones sobre Sonora (1985); Reseña de la publicación Sonora: una historia compartida de Cynthia Radding y Juan José Gracida Romo (1990); Sonora: jesuitas y geopolítica ( 1991); Documentos sobre los jesuitas novohispanos expulsos en el Archivo Nacional de Chile (1991); En torno al pensamiento de Alejandro Figueroa Valenzuela (1999); reseñó la tesis de Raquel Padilla Ramos, Los Yaquis en la víspera de la repatriación, (2003).
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El profesor Montané y su pasión por los primeros pobladore
Foto: Archivo Centro INAH Sonora.
GUADALUPE SÁNCHEZ MIRANDA
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n tierras lejanas y tiempos antiguos del año 1967, Julio César Montané Martí, joven director del Museo Nacional de Historia Natural en Santiago de Chile recibió una denuncia de que habían encontrado en la zona central de Chile, unos huesos enormes de animales ya extintos del pleistoceno. Julio Montané arqueólogo de profesión, junto con un grupo de investigadores acudió a la localidad para hacer el rescate; durante el trabajo se dieron cuenta de que eran los restos de un caballo y un gonfoterio (elefante parecido al mamut pero más pequeño) en asociación directa con por lo menos 15 artefactos de piedra, testimonio de que se trataba de una localidad donde habían cazado esos animales los grupos humanos que llegaron a Chile durante el pleistoceno.
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En esa época se habían encontrado pocos hallazgos de este tipo en América -el sitio Clovis en Nuevo México y otro par más- por lo que la noticia se expandió como pólvora en el medio académico, que derivó que un grupo de científicos de varios países incluyendo José Luis Lorenzo del INAH, C. Vance Haynes de la Universidad de Arizona y Betty Meggers del Smithsonian Institution, realizaran el largo viaje al sur para ver los hallazgos. C. Vance Haynes se impresionó de la calidad del trabajo realizado por Julio Montané y su grupo de científicos chilenos y quedó convencido de que se trataba de uno de los sitios más tempranos de América con un contexto arqueológico impecable. Durante las excavaciones en Taguatagua, Julio Montané recuperó varios fragmentos de carbón que
fueron trasladados a E.U.A para fecharlos por la novedosa técnica de radiocarbono en el Geochron Laboratories. La datación de los fragmentos de carbón fue de 11,380+/-320, es decir, la fecha más temprana de Sudamérica de esa época y una de las más tempranas de todo el continente. En septiembre de 1968 la revista Science (vol.161:1137-1138) publicó el artículo “PaleoIndian Remains from Laguna de Tagua Tagua, Central Chile” y se filmó un programa de televisión sobre los sitios más importantes del Poblamiento de América del National Geographic. Con esa publicidad, Taguatagua y Julio Montané ganaron fama mundial. Cabe señalar que el artículo de Science sigue siendo citado en la mayoría de los trabajos sobre el poblamiento de América. En 1975 sucedió Pinochet y Julio Montané junto con muchos otros intelectuales tuvieron que abandonar Chile. José Luis Lorenzo (refugiado español residente en México) planteó a las autoridades del INAH una iniciativa para repatriar a México a un grupo de estudiosos sociales incluyendo a Julio César Montané. Después de una corta estancia en la Ciudad de México se mudó al recién formado Centro Regional del Noroeste del INAH en Sonora, donde continuó con su gran pasión de estudiar a los primeros pobladores de América. De 1977 a 1980 trabajó extensivamente el sitio de El Bajío, además visitó e hizo colecciones de muchos otros sitios arqueológicos. El trabajo de campo en esta época era muy difícil, los fondos llegaban a Sonora en el mero verano y Don Julio inventó varias estrategias de sobrevivencia para trabajar
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es de América
Foto: Archivo Centro INAH Sonora.
con esas temperaturas, como sentarse bajo la sombra de un mezquite con los pies metidos en agua durante las horas más difíciles del día.
Oficio enviado al Centro INAH Sonora de parte de la Directora General del INAH.
El resultado de sus investigaciones es una amplia colección de artefactos de la cultura Clovis junto con innumerables ideas y proposiciones sobre el poblamiento de América comparando sus investigaciones en Chile y México. La falta de recursos y apoyo de las autoridades centrales del INAH lo llevó a dejar la arqueología y concentrarse en la historia, otra de sus pasiones, aunque nunca abandonó a los primeros pobladores. En vida el Profesor Montané me heredó su conocimiento, ideas, artículos, libros, muchas historias y me facilitó una docena de cajas con artefactos por él recolectados de los primeros pobladores de Sonora. Fuimos al campo muchas veces y a cambio de huevos duros para almorzar, me mostró un sinnúmero de localidades importantes para futuros estudios. Cuarenta y siete años después de sus estudios pioneros en Chile, no cabe duda que Sonora y el centro-sur de Chile siguen siendo dos de los lugares más fascinantes para estudiar el poblamiento de América. En mis trabajos siempre están presentes las ideas de Julio Montané y sus estudios pioneros nunca serán olvidados por todos los que compartimos su pasión por los primeros pobladores de este continente.
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Julio César Montané Martí en su oficina, Junio de 2010 Centro INAH Sonora.
INVESTIGACIÓN • ARQUEOLOGÍA
Trincheras: El lugar ideal para aprender sobre biodiversidad y geoarqueología del Desierto de Sonora GUADALUPE SÁNCHEZ Y ELISA VILLALPANDO CANCHOLA
Aspectos del curso en la etapa del conteo de plantas y del Dr. Thierry Calmus con los asistentes.
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l centro de visitantes de Cerro de Trincheras fue la sede del curso de campo “Biodiversidad, Ecosistemas y Geoarqueología del Desierto de Sonora” que se llevó a cabo del 16 de noviembre al 1 de diciembre. Este curso fue diseñado para que los estudiantes de geología, ecología, arqueología y ciencias de la tierra, aprendan sobre la biodiversidad y ecosistemas del pasado y presente, sobre los principios de la formación de suelos y sedimentos y las adaptaciones humanas de larga duración al Desierto de Sonora. Los sitios arqueológicos La Playa y Cerro de Trincheras constituyen un laboratorio único para aprender sobre estos temas ya que en su paisaje quedó plasmada la historia del clima, de la vegetación y de los grupos humanos que ocuparon este desierto desde finales del Pleistoceno hasta la época moderna.
El curso fue impartido por un grupo interdisciplinario de especialistas pertenecientes al Centro INAH Sonora (Elisa Villalpando y John Carpenter), Instituto de Geología y Estación del Noroeste de la UNAM (Sergey Sedov, Thierry Calmus y Guadalupe Sanchez), Instituto de Ecología de la UNAM (Angelina Martínez y Alberto Burquez), y de la Universidad de Arizona (Vance Holliday, James Watson y Natalia Martínez), quienes combinaron la enseñanza en campo y aula para lograr un aprendizaje íntegro. En este primer curso piloto participaron seis estudiantes
con diversos fundamentos en arqueología, geografía, geología y física del posgrado de Ciencias de la Tierra de la UNAM y del posgrado de arqueología de la ENAH. Los estudiantes tuvieron la oportunidad de colaborar con las investigaciones geoarqueológicas que se llevan a cabo en el sitio La Playa así como en la elaboración de un inventario sistemático de plantas en Cerro de Trincheras, que servirá como base para elaborar el plan de manejo ecológico y geológico del sitio. Esperamos que para el próximo curso de campo se puedan incorporar estudiantes de posgrado de la Universidad de Arizona y de la Universidad de Sonora, de carreras relacionadas con geología, ecología, ciencias de la tierra y arqueología, para formar investigadores que sean capaces de trabajar en grupos interdisciplinarios para estudiar el paisaje y las adaptaciones humanas de larga duración en el Desierto de Sonora. Como actividad de vinculación con la comunidad y como parte del programa del 40 Aniversario del INAH en Sonora, la Dra. Angelina Martínez llevó a cabo el 23 de noviembre un Taller de Ecología con los alumnos de la Telesecundaria 191J de Trincheras, que tuvo una gran acogida y entusiasta participación, lo que motiva también en este nivel el conocimiento y preservación del paisaje y las evidencias humanas en él contenidas.
INVESTIGACIÓN • ARQUEOLOGÍA
Plan de Desarrollo y Operación de la Zona Arqueológica Cerro de Trincheras ELISA VILLALPANDO CANCHOLA
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dos años de la apertura a la visita pública de Cerro de Trincheras, los días 18 y 19 de diciembre se llevó a cabo un Taller para la actualización del Plan de Desarrollo y Operación, generado en 2011.
Con la presencia y participación de los actores sociales vinculados con el patrimonio cultural de la región, la Presidencia Municipal de Trincheras, el Coordinador Nacional de Bienes y Servicios del INAH, el Delegado del Centro INAH Sonora, investigadores del INAH, del Departamento de Geología de la UNISON, representantes de CONANP, SIDUR, del Área Jurídica de CFE, OCV Caborca y estudiantes de la Telesecundaria 191J, la Dirección de Operación de Sitios del INAH implementó en el Centro de Visitantes de la zona arqueológica una dinámica de participación que inició con un recorrido por el sitio arqueológico, con sesiones expositivas y mesas de trabajo bajo cuatro temas: 1. Uso público y Operación/Administración y gestión/Preservación y mantenimiento. 2.
Interpretación/Difusión/Vinculación social/Contribución al desarrollo, 3. Protección técnica y jurídica y 4. Investigación y conservación. La identificación de la vocación patrimonial de la zona arqueológica para los próximos años dentro de un sentido educativo, cultural y de espacio comunitario, permitió que en cada mesa se identificaran problemáticas, se retomaran objetivos particulares, se formularan estrategias y se desplegaran las acciones a desarrollar a corto, mediano y largo plazo. Este Taller tuvo como complemento una exposición fotográfica “Piedra fui, piedra seré”, con imágenes de diversas actividades de participación de la co m u n i d a d d e Tr i n c h e ra s e n t a re a s d e mantenimiento de la zona y en los talleres de creatividad infantil ofrecidos en el Centro de Visitantes de Cerro de Trincheras.
(Izquierda)Aspectos de las mesas de trabajo y (derecha) la Presidenta del Municipio, Luz Ma. Portillo Trejo en recorrido por la zona.
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Aspectos generales del taller.
INVESTIGACIÓN
INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA Dirección General María Teresa Franco Secretaría Técnica
Proyecto Río Sahuaripa
César Moheno Secretaría Administrativa José Francisco Lujano Coordinación Nacional de Centros INAH José María Muñoz Coordinador Nacional de Difusión Leticia Perlasca
CENTRO INAH SONORA Delegado del Centro INAH Sonora
JONH CARPENTER SLAVENS
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l Proyecto Arqueológico Río Sahuaripa pretende investigar los restos arqueológicos que se encuentran en la cuenca de ese río, entre el poblado de Guaguasari en el municipio de Yécora (donde nace su mayor arroyo tributario al sur en la Sierra Madre Occidental), hasta el poblado de Batocomachi por el norte, ubicado en la confluencia con el río Yaqui, en el municipio de Sahuaripa, e incluyendo la cuenca formada por sus varios arroyos tributarios. Esta zona abarca un área de aproximadamente 100 kilómetros norte/sur por unos 40 kilómetros este/oeste (4,000 km²) en la región centro oriental del estado de Sonora, principalmente en los municipios de Arivechi, Sahuaripa y Yécora (Figura 1). Sahuaripa significa “hormiga amarilla” en lengua ópata. Los estudios de los geógrafos Carl Sauer y Donald Brand (1931) y el de Gordon Ekholm (1937, 1939) de hace más de 70 años, dejaron de manifiesto que la región de Sahuaripa es un lugar fundamental para estudiar las redes de intercambio que existieron en el Norte de México y que comunicaron el norte de Mesoamérica con la esfera de Casas Grandes en Chihuahua y el Suroeste de Estados Unidos. Estos pioneros de la arqueología, en sus reconocimientos registraron desde momias en cuevas secas, sitios con arquitectura tipo pueblo y probable arquitectura pública y sitios de petrograbados. Carroll Riley (1982,
José Luis Perea González
1987) unos años más tarde, llegó incluso a considerar que en esta región la organización política llegaba a nivel de pequeños “estaditos”. Sin embargo, la arqueología mexicana y el INAH no ha realizado hasta la fecha ningún estudio sistemático en esta región, por lo que el proyecto bajo mi cargo con un presupuesto muy modesto, pretende en su primera etapa llevar a cabo reconocimientos arqueológicos y buscar los sitios registrados hace 70 años para comenzar a conocer esta región trascendental para entender las interacciones regionales del Norte de México y elaborar una historia cultural regional. Los temas que se pretenden elucidar con este proyecto de investigación son: 1) reconstrucción del marco histórico cultural de la región. 2) encontrar los límites de las tradiciones arqueológicas de Río Sonora y Serrana. 3) encontrar la frontera suroeste de la tradición Paquimeña. 4) buscar las fechas de las intrusiones pimaópata. 5) estudiar el papel que jugó Sahuaripa en el intercambio de larga distancia y regional. 6) conocer la organización socio-política de las sociedades prehispánicas en Sahuaripa y evaluación del concepto “estadito” de Riley. 6) encontrar las rutas de los primeros españoles.
Director del Museo de Sonora Zenón H. Tiburcio Robles Sección de Investigación Alejandro Sergio Aguilar Zeleny John P. Carpenter Slavens Blanca Eréndira Contreras Barragán Esperanza Donjuan Espinoza Juan José Gracida Romo Patricia Olga Hernández Espinoza Júpiter Martínez Ramírez José Luis Moctezuma Zamarrón Julio César Montané Marti Raquel Padilla Ramos César Armando Quijada López María Elisa Villalpando Canchola Monumentos Históricos Omar Jara Domínguez Martha M. Robles Baldenegro Pavel H. Tiburcio Verdugo Biblioteca Ernesto López Yescas María Guadalupe Piña Ortiz Margarita Miranda Gracia Edmundo Salcido Tabanico Restauración Rodolfo del Castillo López Jorge Andrés Morales Álvarez Servicios Educativos Laura Elena Alvarado León Jesús Carrillo Dórame Martín Matrecitos Flores
Es una publicación cuatrimestral del CENTRO INAH SONORA. Edición: Martha Olivia Solís / Investigación. Título: Alejandro Sergio Aguilar Zeleny. Rediseño editorial y de logotipo: Rocío Preciado Quintana. Formación: Martha Olivia Solís. Fotografías: Archivos del Centro. Toda correspondencia o solicitud de canje deberá enviarse a Jesús García final s/n, colonia La Matanza, Hermosillo, Sonora, México. Correo electrónico: inahdifusion@yahoo.com.mx CentroInahSonora
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