Julio 2018 Nuestra encomienda ha sido proclamar el mensaje de Reino de los Cielos a toda criatura. Con estos reportajes resumo las más relevantes tareas realizadas en los meses de junio, julio, agosto, septiembre, octubre y noviembre. No hay mas satisfacción que me llene de todo este año 2018, que lo que Dios me dijo el 1 de enero,-“Aún tienes mucho que hacer aquí” y verlas cumplidas ante mis ojos. ¡A Su Nombre sea la Gloria!
Un antes… y un después Nos tomó entre 10 a 11 semanas completar todo el trabajo. Al principio fue cuesta arriba,...empezamos en julio y terminamos en septiembre del 2018 En el transcurso del año, ha habido tanta actividad, que se me ha hecho imposible redactar y transmitirle a mis hermanos y hermanas tantas cosas hermosas. Pido excusas, y agradezco tantos gestos de amor que he correspondido en mensajes de audio y escritos que siempre me animan y mantienen confortada. Desde inicios de junio, programé con mi pastor Jonathan Martín-Arroyo, uno de los mayores retos que he tenido desde que llegué a Cataluña en el 2013. Su propósito era que remodelara el salón de niños en la escuela dominical. Contábamos con sólo 170 euros y unas inmensas ganas de ambientar el salón de mayor capacidad por metro cúbico de los salones. Su idea, de crear una verja, con flores y prado, fue poco a poco transformándose en un impresionante diseño en 3D, admirado por todo el que lo ha visto. Comencé a dibujar el borrador de lo que se iba hacer. Con la ayuda de Alexei, joven cubano recién llegado de Cuba, muy habilidoso en la madera y montaje. Con él y las maestras de
escuela dominical formé el equipo para empezar la obra. Nos tomó entre 10 a 11 semanas completar todo el trabajo. Al principio fue cuesta arriba, pues las 3 paredes en paneles de madera no se podían ni pintar ni clavar sobre ellas; al ser un sitio alquilado el contrato estipula que no se puede alterar las paredes permanentemente. Con cartón reciclado de cajas del negocio de cristales de auto nuestro vecino, juntamos suficientes cartones. Había que medir paredes y cortar para finalmente pegarlos con cinta de doble cara. Las maestras, Giovanna y Charito, eran las expertas en medir y entre Kenny, Jacqueline y yo cortábamos el cartón. Mientras Alexei cortaba de unos paneles de madera fina los palos de la verja y los pintaba de blanco. Elena, la ucraniana, me estuvo llevando a comprar pintura y trajo materiales costeados por ella para hacer las nubes y donó las 4 hojas de los árboles, ella y Charito eran quienes me transportaban para todo. Finalmente, cuando se agotó todo el dinero, vino Mónica a pintar conmigo y sugirió