LA INDUSTRIA CONTINUA EN JAQUE MATE Según la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta (ANDI), en Abril la producción de la industria colombiana cayó 0.9%, sumado a ello las exportaciones se contrajeron en 1.6% y el empleo fabril en un 9%. Todo lo anterior explica los principales males del sector industrial, que como he afirmado desde hace dos años se ha desacelerado fuertemente y es por eso que hoy se puede decir que la industria nacional está en “jaque mate”. Lamentablemente sigue el proceso de desindustrialización en el país que afecta de forma contundente al desarrollo, bienestar y competitividad de Colombia. Esto se debe fundamentalmente a la falta de una Política Industrial que ya varias entidades del Gobierno están reconociendo. Colombia requiere una política industrial que dirija al país hacia las metas de desarrollo y bienestar, superando los límites que tenemos como emergentes de segunda categoría. Dicha política la he impulsado desde hace varios años. Sin lugar a dudas, el reciente plan PIPE no ha sido la mejor herramienta para garantizar la recuperación de la industria tan importante para nuestro país, pues no envuelve todos los cuellos de botella que están flagelando a las ramas fabriles nacionales hoy día (infraestructura deficiente, poca innovación, caída del empleo en los sectores del PTP, entre otros). Es por ello, que Colombia requiere políticas coordinadas y con metas claras a mediano y largo plazo enfocadas en empleos de calidad, productos con alto valor agregado, promoción de las exportaciones e incentivos a las alianzas para estimular la innovación, entre otras medidas. Todo esto impactará fuertemente en la competitividad y el bienestar del país. Una política industrial de nueva generación es el futuro de Colombia.