Intervención de Marta Lucía Ramírez ante el Directorio Nacional Conservador en el marco de la audiencia de pre-candidatos a la Presidencia de la República. Si estoy aquí no es por casualidad. Estoy aquí porque éste es el lugar exacto en el que quiero estar. Porque creo que acá tenemos la oportunidad de un gran proyecto para Colombia y nos necesitamos todos. Ustedes han hecho que el partido conservador esté vivo en un momento trascendental para nuestro país. Su talento, su talante y su capacidad de trabajo han sido fundamentales para mantener una fuerza política vigorosa. Sentimos un profundo respeto por los anhelos e ilusiones de una vida digna y próspera para todos los colombianos. Los conservadores podemos retomar el orgullo de esta nación y aprovechar la fuerza vital del alma colombiana, que no decae a pesar de las adversidades. Nuestra fuerza es la oportunidad para construir un proyecto ambicioso y realista que motive a nuestros jóvenes. Amigos, yo sé que no existe proyecto político viable ni visión de país que ilusione si no está cimentado en valores. Por eso estoy aquí. Por eso me tienen a su disposición. Orgullosa de los valores e ideas que compartimos y orgullosa de Colombia. Estoy aquí porque quiero estar con ustedes. Y estoy aquí para llevar junto con ustedes las banderas del partido conservador a una nueva era de esplendor de la colectividad para el beneficio de la sociedad colombiana. Revisemos nuestra historia para llenarnos de fuerza y decisión para el futuro. Volvamos a nuestro sello propio. Volvamos a conectar nuestros valores con las políticas que necesita el país. Porque si no lo hacemos, se perderán nuestras capacidades de señalar el rumbo. Si no lo hacemos, dejaremos un país huérfano de nuestros ideales. Si no damos un paso adelante para decir alto y claro que aquí estamos, perderá el conservatismo. Pero sobre todo perderá Colombia.
Copartidarios, tomemos decisiones pensando en lo que representamos para la historia de nuestra nación y asumamos el reto de decirle algo a Colombia. No podemos seguir pasando de lado en los grandes temas nacionales. Preguntémonos qué le dice hoy a Colombia el partido conservador y reflejemos en nuestro discurso y actitudes la determinación de lograr un país de instituciones que garanticen un futuro de seguridad humana, prosperidad, educación, emprendimiento y pleno empleo para Colombia.
Colombia se encuentra en su momento de la verdad. De las decisiones que tomemos en este momento crucial dependerá el futuro de nuestros hijos y nietos. De las decisiones que tomemos ahora dependerá que cada colombiano pueda ser lo que quiera ser. Y precisamente en este momento tan importante para el futuro de Colombia, existe perplejidad. Sabemos que existe confusión. Las señales que recibimos todos los días son contradictorias: el crecimiento del PIB superior a varias economías ricas y al mismo tiempo la desindustrialización generalizada y la pérdida de nuestro potencial agrícola. Las constantes denuncias sobre los niveles inaceptables de corrupción que no distingue entre sexos ni clases sociales y la sensación generalizada de una impunidad que crece en contraste con los esfuerzos que se han hecho de garantizar mayores recursos a la justicia y las reformas a la fiscalía. Hay temor de oír nuevas amenazas contra la integridad de nuestro territorio por las nuevas demandas de Nicaragua luego de la inaceptable sentencia internacional que nos quita parte sustancial de nuestro muestro mar. Hay confusión cuando en los medios oímos que la agenda nacional al fin se vea a desarrollar por el Estado porque así se acordó en La Habana. Hay desconcierto cuando la sociedad ya no sabe quiénes son los buenos y quiénes los malos. Esto no nos lo podemos permitir. Y por eso tenemos que aportar confianza donde ahora hay desconfianza. Tenemos que poner optimismo donde ahora hay desorientación. Tenemos que poner luces donde hoy hay neblina. Acá no está en juego una candidatura, no lo está una aspiración personal, está en juego el futuro del partido, de unas ideas políticas indispensables para el futuro democrático y próspero de Colombia. El apoyo del partido conservador a la reelección del Presidente de la República, priorizando intereses de coyuntura, sería condenar al partido conservador a su irrelevancia política.
Es el momento del Partido Conservador. Es el momento de dar un paso al frente y convertirnos en los protagonistas de la esperanza de toda una naci贸n. Me siento muy orgullosa de hacer parte del partido conservador, porque nuestras ideas se basan en los valores profundos de la naci贸n colombiana. Porque el partido conservador es el que m谩s se asemeja al alma de Colombia.