Sobre una cuerda voy a tender la ropa de mis recuerdos.
Cuaderno de Haikus-2
Mathius Wilder
Sobre una cuerda voy a tender la ropa de mis recuerdos.
Cuaderno de Haikus-2
Mathius Wilder
A la memoria, a cada respiraci贸n. A ti.
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Tres miradas son, nostalgia, fuerza, duda. Siempre curiosas.
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Ésta, mi mente, es estampada en flores; de odio espantada.
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Siempre lo supe. Hay cosas que te ayudan. Una es gratitud.
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La suposici贸n que tiende a hilar, fino o no. Tejemanejes.
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Al viento pongo caravana de ayeres. Se airean, vuelan.
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Envidio tanto y tampoco envidio que me asombro de mĂ.
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DecidĂ adorar a la Naturaleza. Luz asombrosa.
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De tres sabores hablaban Memoria y Paz. Y Angustias call贸.
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Sutil y teatral, tĂş te asomas a abismos que te superan.
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Juegos antiguos, misma infancia pasada. Cuatro esquinitas.
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Pecas, pecados, como manchas en la piel, fue el no perdonar.
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Hermosura es unas manos que amasan sabiendo hacer.
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De tanta espera, horizonte horizontal, me mimeticĂŠ.
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Impecable era, implacable fuiste tĂş. Imposible. Y fue.
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Querías sopa y... ¿pretendías lograrlo con tenedores?
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Un libro blanco escrito en mi cabeza, sin correcciones.
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Elegante eres, por instinto y distinto, mas arrogante.
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Un deseo o tres. Deseo que estĂŠs cerca y poder mi(r/m)arte.
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Calla que calla, tarde caes en la cuenta: quien calla, otorga.
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Nada en el mundo, ninguna dicha igual. Ser vuestra madre.
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Prado de espliego, despliego la ternura que tĂş me inspiras.
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Una gruta, yo, escribo entre susurros, en mi penumbra.
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¿Qué tiene el tartán? Es el honesto orgullo, de un clan, de vida.
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Frescor, rocĂo, caricias, primavera, Siento esperanza.
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Sabio es aquél que trabaja con cariño, cada amanecer.
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Puertas aparte, la EmpatĂa es vecina de Salud y Luz.
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PodrĂa escribir oda a la cafetera, a ĂŠsa, italiana.
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Mora de zarza. Es verte y me transportas. Vuelvo a mi infancia.
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Familia, esencia. Genes, sangre y memoria. No puede unir mรกs.
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Azahar, alhelĂ, albahaca... quĂŠ belleza, una hache en medio.
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Tan preocupada, ocupada en lo previo, mucho anticipas.
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Tal como el cristal, leal y cristalino, asĂ te amĂŠ yo.
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¿Quién anda ahí? No quiero ni pensarlo. Corazonada.
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Medio mundo, sĂ, celebra la opulencia; medio mundo, no.
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M贸rbidas ramas y nauseabunda niebla. A miedo camino.
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Diminuto hogar, abrazado en monta帽as; aurora y fog贸n.
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Mirar y no ver, Âżhace falta un resplandor? Para muchos sĂ.
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Entre entretelas, esperas, desesperas. Desasosiego.
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Posos y poses, es tarde, tan cansado..., toma un poco de fe.
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En tu despensa imaginĂŠ mil sueĂąos ultramarinos.
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Seis flores secas hablan a mi alma al oĂdo de besos idos.
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OjalĂĄ planches nostalgias y aĂąoranzas, sabidurĂa.
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Tienes raz贸n, s铆, tu pasi贸n por las flores es pura vida.
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多Darlas con queso? Tan dulce y ese amargo... fue chocolate.
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Hay pocas cosas que carezcan de luz, pues su luz estรก en ti.
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Si vas a caer, que sea de la risa. Cae y levanta.
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Guardo en mi almohada cosas que me hacen so単ar y nadie sabe.
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Mujer, estrella, luciĂŠrnaga sin luna, mariposa fui.
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Un mar de dudas bajo el que me pregunto si aĂşn algo late.
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Serenidad es saber que hay sentimiento; nos queda el arte.
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De jazmĂn y albas llenaste mi cabeza. HabladurĂas.
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Es buena mamรก, dulzura, mermelada de mi tostada.
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No comulgo yo, mas respeto tu opci贸n. Tolerancia cien.
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¿Son libélulas o quizá murciélagos, que te hacen volar?
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En tarro guardo tu voz y mi deseo. Conservo ilusi贸n.
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Burbujas brillan y al romperse algo mojan. Felicidades.
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Siempre aprendiendo, voy lĂĄgrima a peldaĂąo; ya me doy cuenta.
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En el no insistir se unen elegancia, tiento y libertad.
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Las coincidencias enamoran; mas amor es amar las diferencias.
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Ambiguo, tenue, sugerente y aún frío, ¿es todo perdón?
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Las utopĂas, de burras realidades son zanahorias.
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Suena a mĂşsica, parece mi vida en sĂ. Censor que acecha.
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SentirĂŠ el frĂo del desnudo en un cristal hasta que vengas.
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Me engancho sin mĂĄs. Y mi sonrisa es fruto de fruslerĂas.
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Lo reconozco, tantos puntos de vista... Tantas opciones...
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Seis corazones cuelgan de seis hilos, sĂ, similitudes.
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Justicia del mar es amar hasta los riscos de un coraz贸n.
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Quiera o no quiera, te querrĂŠ siempre, sabes, Âżamigo, amor?
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Sinceridad es reaceptarnos ego. VeintitrĂŠs soy yo.
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Por saber vivir, ¿acaso alguien te dice: “buen trabajo”? Sólo tú.
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Es tu escenario, el que te creas y crees. Truco y magia.
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Paso a paso sĂŠ que el respeto del tiempo nos diferencia.
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Intensa. Dura, Mi memoria. Ultramar. Lapislรกzuli.
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Flor de alcachofa. Elegante y humilde. Es el cogollo.
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Alborotada dura la alborada en mĂ, mi pecho sueĂąa.
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Me diste amistad, un amor que no exige explicaciones.
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Pinzas que atrapan aquéllos, mis recuerdos, aún húmedos y al sol.
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Sublime sue単o, solidaridad de ser respetuosos.
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Hermanas en mĂ. Soledad y Esperanza. Inseparables.
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CrepĂşsculo, el final de la historia siempre es el mismo.
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Lago en mi mente, las cosas se reflejan, yo elijo el tono.
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Belleza y en paz. ¿Qué más puedes tú pedir? Un impulso a más...
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Menudo hallazgo. Conoce y reconoce. Son las raĂces.
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A travĂŠs de ti, susurro un universo, melancolĂa.
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Con toda humildad reconoces las piedras en tus zapatos.
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Naturaleza es caleidoscopio, cielo, agua, vida y verdad.
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Madre, el destino de los hijos es suyo. Y es tu impotencia.
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Felicidad es tejer tu propia magia, silencio y gracias.
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Menguas, mas creces, y en la oscuridad brillas aun estrellada.
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Oh, mandarina, hay algo en ti que dice soy mรกs que fruta.
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Una corona de laurel, menta y tilo, albahaca, azahar, fe.
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En el alf茅izar de tu percepci贸n sientes la lluvia eterna.
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Como un regalo, cada amapola se abre color sorpresa.
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Un artista, un dios, alma que aĂşlla e implora en su armonĂa.
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De todo el miedo, siempre me faltarรก el valor para afrontarte.
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Es en sus hojas, ese saber que arropa y descansa en paz.
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No puede ser fin mientras no te des cuenta. O se apague la luz.
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Casi todas las imágenes están extraídas de internet, por lo que son propiedad de sus autores. Para mí es un placer mostrarlas por su belleza y su inspiración, pero si eres propietario de alguna de las fotografías y deseas que sea eliminada de este libro, házmelo saber. Por supuesto, la retiraré de inmediato. Gracias. Marta sotillos.
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“Sobre una cuerda voy a tender la ropa de mis recuerdos.”
Cuaderno de Haikus-2 © Mathius Wilder (Marta Sotillos) MADRID (ESPAÑA). ENERO, 2015.