Niños en el trafico de drogas, Dowdney, 2003

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NIテ前S EN EL TRテ:ICO DE DROGAS

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Luke Dowdney

NIテ前S EN EL TRテ:ICO DE DROGAS UN ESTUDIO DE CASO DE NIテ前S ENVUELTOS EN LA VIOLENCIA ARMADA ORGANIZADA EN RIO DE JANEIRO

Rテュo de Janeiro / 2003 3


© 2003 Luke Dowdney Depósito legal: 1501222003-4323 ISBN: 9972-696-21-9 Consultor de investigación: Investigadores asistentes:

Traducción Estadísticas: Diseñador Gráfico: Edición Computarizada: Fotografías: Apoyo: Colaboración:

Agradecimientos:

Michel Mise Jane Santos da Silva Leila Lino de Souza Lima Leriana Del Giudice Figueiredo Víctor Lecaros Marcelo de Sousa Nascimento Adriana Thevenard Jorge Viveiros de Castro Marília Garcia Luke Dowdney Anja Kessler Save the Children Suecia Fundación Ford UNESCO DFID MV Bill y Celso Atayde

Este libro está dedicado a los moradores de las favelas de Río de Janeiro. 4


ÍNDICE Prefacio ................................................................................................................... Introducción ............................................................................................................ Metodología ............................................................................................................ Fuentes de información ............................................................................................

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PRIMERA PARTE TRÁFICO DE DROGAS EN RÍO - UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA Tráfico de drogas en río ...................................................................................... Bandas de traficantes antes de la cocaína y antes del comando vermelho ......................................................................................................... Los años 80: cocaína, el comando vermelho y la delimitación de territorios ..................................................................................................... Los años 90: la continuación de las disputas territoriales y el surgimiento de nuevas bandas .......................................................................... Cambios dentro de la comunidad ....................................................................

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SEGUNDA PARTE EL DOMINIO DE LAS BANDAS: LA ESPECIFICIDAD

DEL TRÁFICO DE DROGAS EN RÍO DE JANEIRO

Estructura interna del tráfico de drogas en río de janerio ............................... Control de la comunidad: reciprocidad forzada y una presencia simultánea ................................................................................................... La territorializacion de las favelas ....................................................................... Policías, favelas y tráfico ...................................................................................... La expansión de la violencia armada en río de janeiro ....................................

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TERCERA PARTE EL INVOLUCRAMIENTO DE NIÑOS Y ADOLESCENTES EN LAS BANDAS DE TRAFICANTES DE DROGAS Y EN LOS COMBATES ARMADOS

El aumento en el uso de niños y adolescentes para el tráfico de drogas ..................................................................................................... 120 Reclutamiento: opciones limitadas y elecciones individuales los atractivos del tráfico de drogas .................................................................. 126 Las funciones: funciones de niños y jóvenes en el tráfico; su participación en la seguridad armada ........................................................ 142 Aspectos comunes: niños y adolescentes empleados por las bandas de traficantes de drogas como un grupo definido ................................. 151 5


La utilización creciente de niños y adolescentes como combatientes armados ................................................................................................................ 162 Tasas de mortalidad de niños y adolescentes en río de janeiro ...................... 166 Las perspectivas de los jóvenes: favelas, bandas e identidad ......................... 176

CUARTA PARTE: VIOLENCIA ARMADA ORGANIZADA

PERSPECTIVAS INTERNACIONALES Y DEFINICIONES PROPUESTAS

Definiciones tradicionales y conceptos nuevos: La violencia armada organizada ................................................................ 189 Criminales o «niños-soldados»: cómo denominar a los niños empleados por las bandas de traficantes de droga en río de janeiro ........................ 204 Perspectivas internacionales: los derechos del niño en situaciones de conflicto y cómo ocuparse de los niños combatientes en la violencia armada organizada ..................................................................................... 212

QUINTA PARTE: SOLUCIONES LOCALES: TRATANDO EL PROBLEMA DE LOS NIÑOS EN EL

TRÁFICO DE DROGAS EN RÍO DE JANEIRO

La salida: perspectivas futuras de los niños traficantes ................................... 217 Soluciones: inversión social, opciones para la comunidad, los niños y los adolescentes ........................................................................................ 219 El sistema de justicia juvenil en el estado de río de janeiro ........................... 231 Conclusiones ........................................................................................................... 239 El seminario sobre los niños afectados por la violencia armada organizada ..................................................................................................... 245 Glosario .................................................................................................................. 257 Bibliografía ............................................................................................................. 261 Anexo mapas ...................................................................................................... 265

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Diagramas 2a. Los tres niveles del tráfico de drogas en Río de Janeiro .......................... 2b. La Red de donos ............................................................................................. 2c. Estructura organizacional en banda de traficantes de droga en el nivel de favela 1 ............................................................................................ 2d. Estructura organizacional en el nivel de favela 2 ...................................... 2e. Estructura organizacional en el nivel de favela 3 ...................................... 2f. Reciprocidad forzada ...................................................................................

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3a. ¿Se siente protegido por grupos armados en su comunidad? ............... 3b. ¿De quién está siendo protegido? .............................................................. 3c. ¿Se siente identificado con alguna banda de traficantes de drogas? ....... 3d. ¿Puede frecuentar cualquier favela en Río de Janeiro? .............................. 3e. Razones para no frecuentar ninguna favela .............................................. 3f. ¿Cuántas veces ha sido agredido por la policía? .......................................

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Gráficos 2a. Víctimas de acciones policiales ( Resistencia a la Autoridad ) Río de Janeiro 1997 2000 / Números Absolutos ................................ 2b. Tasas de homicidios en la ciudad de Río de Janeiro ................................ 2c. Tasa de Muertes relacionadas a las armas de fuego en la ciudad de Río de Janeiro .......................................................................................... 2d. Armas confiscadas por la policía en el Estado de Río de Janeiro (1950-2001) ................................................................................................... 2e. Tipo de armas confiscadas en Río de Janeiro (1950-2001) ..................... 2f. Armas de gran calibre confiscadas por la policía en Río de Janeiro (1950-2001) ................................................................................................... 2g. Tipos de armas identificadas por los jóvenes entrevistados de la favela ..................................................................................................... 2h. Descripciones de armas identificadas por los jóvenes de la favela ..................................................................................................... 2i. Tasas de mortalidad por armas de fuego, todas las edades (Estados de California, Washington, Nueva York, Río de Janeiro, y Ciudad de Río de Janeiro) ........................................................................

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3a. Ocurrencias policiales que involucran a menores de 18 años, Ciudad de Río de Janeiro, 1980-2001 ........................................................ 121 7


3b. Tasas de mortalidad por homicidios y por armas de fuego para menores de 18 años en la ciudad de Río de Janeiro ........................ 3c. Tasas de mortalidad por armas de fuego por grupo de edad en la Ciudad de Río de Janeiro ........................................................ 3d. Tasa de Muertes provocadas por la policía en el Estado de Río de Janeiro .................................................................................. 3e. Tasa de Muertes por armas de fuego para menores de 18 años (Estados de California, Washington, Nueva York, Río de Janeiro y Ciudad de Río de Janeiro) ............................................................ 3f. Tasa de Muertes por armas de fuego, 13-14 años (Estados de California, Nueva York, Washington, Río de Janeiro, y Ciudad de Río de Janeiro) ............................................................... 3g. Muertes por armas de fuego, 15-17 años (Estados de California, Washington, Nueva York, Estado de Río de Janeiro, Ciudad de Río de Janeiro) ............................................................... 3h. ¿Cuál es el mayor problema en su comunidad? .............................. 3i. ¿Por qué existen personas visiblemente armadas en su comunidad? .....................................................................................

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Tablas 2a. Comparaciones entre el número de muertes por combate en conflictos modernos y muertes por armas de fuego en la ciudad de Río de Janeiro Fotos ..................................................................................................... 185 Mapas 2a. Favelas dominadas por las bandas de traficantes de drogas rivales en la ciudad de Río de Janeiro ............................................. 265 2b. Tasas de mortalidad por armas de fuego por barrios en la municipalidad de Río de Janeiro (población general) ..................... 266 2c. Tasas de mortalidad por armas de fuego y los territorios de bandas de traficantes de drogas rivales en la ciudad de Río de Janeiro ..... 267 3a. Tasas de mortalidad por armas de fuego de adolescentes (13 y 14 años) por barrios en la ciudad de Río de Janeiro .............. 268 3b. Tasas de mortalidad por armas de fuego de adolescentes (15 y 17 años) por barrios en la ciudad de Río de Janeiro .............. 269 3c. Tasas de mortalidad por armas de fuego de adolescentes (18 y 20 años) por barrios en la ciudad de Río de Janeiro .............. 270

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PREFACIO Cuando Luke Dowdney, de Viva Rio, me describió por primera ve z l o s n i ñ o s e n p a n d i l l a s d e d r o g a s e n l a s f ave l a s d e R í o, comparándolos con niños-soldados, confieso que fui escéptica. Cuando comprendí la naturaleza, escala e intensidad del problema, acepté la lógica de que el equivalente más próximo es el hecho de la participación de los niños en conflictos armados. Ello es válido no sólo por causa de las realidades externas el hecho de que los niños utilicen armas militares y que los números de muertos y heridos sean tan altos como en los conflictos armados de la actualidad tal como lo demuestra la investigación que presenta este libro. Las causas subyacentes y las realidades internas para los niños y sus comunidades también tienen mucho en común con el uso de niñossoldados en situaciones de guerra. Muchos niños se convierten en soldado porque no tienen muchas otras opciones económicas, educativas y de protección y de estatus social. Después que ellos se enrolan, cuentan incluso con menos opciones de gozar de seguridad, estatus social y recursos. El fácil acceso a las armas ligeras y automáticas ha permitido que los niños se involucren en los conflictos a una edad más temprana que antes, y que usen armas letales comparables a las de los adultos. Al mismo tiempo, la preocupación internacional para impedir que se recurra a los niños como soldados no se basó únicamente en la necesidad de proteger a los niños de las lesiones y la muerte. Se acepta que los niños son diferentes de los adultos, porque aún se encuentran 9


en una etapa de desarrollo mental, emocional y físico. Adoctrinarlos en la violencia, alentarlos a matar y herir a otros, cometer violaciones o torturas, distorsiona el proceso de desarrollo. Y ello no sólo afecta al niño, sino también tiene un impacto en el futuro de la comunidad y la sociedad en general. La investigación de Viva Rio e ISER muestra que a pesar de que algunos niños antes estaban marginalmente involucrados en el tráfico de drogas en las favelas, la situación actual es cualitativamente diferente y está afectando la relación con la comunidad. A menos que se tomen medidas inmediatas para abordar la situación, es difícil imaginar que se vaya a detener el incremento de la violencia mientras tanto seguirá disminuyendo la edad a la que los niños se involucran. ¿Se trata acaso de otro tipo de niños-soldados? Superficialmente, las similitudes son espantosas: bandas de traficantes armadas, con armas militares, que controlan territorios, personas y/o recursos dentro de las favelas, que operan bajo una estructura organizada. Sin embargo, la respuesta es negativa, y es importante hacer la distinción tanto por razones legales como prácticas. En primer lugar, se aplican distintas normas legales en conflictos armados. Los niños-soldados, porque son soldados, tienen derecho a actuar como soldados y a ser tratados como soldados. En otras palabras, en un conflicto armado, tienen derecho a matar a otros soldados y están expuestos a morir por ellos. En segundo lugar, los conflictos armados son situaciones excepcionales (a pesar de la naturaleza prolongada de algunos de ellos). La naturaleza excepcional de la situación es uno de los factores que lleva a los niños a enrolarse, así como consecuencia del cierre de escuelas, la falta de protección porque la familia ha muerto o está dispersa, la falta de alimentos por los problemas con los suministros y otros. Asimismo, se puede asumir que el conflicto armado llegará a su fin y que, en algún momento, la vida volverá a su nor malidad. En situaciones de conflicto prolongado, que hayan involucrado niños de manera significativa, estamos aprendiendo que el fin del conflicto es sólo el inicio del cambio de las realidades internas y externas de los niños-soldados, o de los soldados que han pasado su niñez de esta manera. Sin embargo, la condición previa para el cambio es el fin del conflicto. Al mismo tiempo, los niños-soldados se parecen más a otras agrupaciones, tales como las «pandillas juveniles» o los «niños de la calle». Gran parte de la experiencia ganada (positiva y negativa) al tratar de entender las razones que llevan a los niños a convertirse en soldados, y cómo desmovilizarlos y reintegrarlos a la sociedad, sería aprovechable 10


en relación a situaciones que aquí definimos como «niños en la violencia armada organizada». La investigación de Viva Rio e ISER ha sido pionera en identificar y demostrar el alcance y ramificaciones de este problema. Desafortunadamente, mi experiencia con el problema de los niñossoldados me lleva a pensar que la siguiente fase de la investigación demostrará que el problema de los niños involucrados en la violencia armada organizada no es, de ninguna manera, un problema que sólo atañe a las favelas de Río de Janeiro. Se nos presenta una oportunidad importante para que la comunidad internacional preste atención y comience a buscar soluciones para este problema. Rachel Brett Quaker United Nations Office

Rachel Brett es Representante para Derechos Humanos y Refugiados en la Oficina de los Cuáqueros ante las Naciones Unidas en Ginebra. Fue la creadora y principal investigadora del Proyecto de Centro de Derechos Humanos de Essex (Essex Human Rights Centre Project) en el OSCE (Organización Europea de Seguridad y Cooperación). Es miembro del Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Essex, ex Presidenta del Comité de Asesoría Consejera de la Coalición para Detener el Reclutamiento de Niños-soldados (Coalition to Stop the Use of Child Soldiers), miembro del Comité de Consejería en la División de Derechos de los Niños de Human Rights Watch y del grupo internacional de asesores para el proyecto de investigación de las Oficinas de los Cuáqueros ante las Naciones Unidas sobre niñassoldado adolescentes. Fue responsable por la investigación sobre niños-soldados para el Estudio de las Naciones Unidas sobre el Impact of Armed Conflict on Children (Impacto del Conflicto Armado sobre los Niños o «Estudio Machel», 1996).

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INTRODUCCIÓN Este programa de investigación fue concebido luego de la participación de Viva Rio en varios seminarios y eventos internacionales sobre la participación de los niños en la guerra y los principales conflictos armados. A través de esta participación, Viva Rio tomó conciencia de que el papel de los niños y adolescentes que participan en las disputas territoriales de las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro tiene más en común con las vidas de los niños-soldados en situaciones de guerra que con las vidas de los miembros de las pandillas definidas tradicionalmente que se encuentran en otros centros urbanos del mundo. A pesar de esta semejanza, y a pesar de que los enfrentamientos armados relacionados con los traficantes de drogas están causando tasas de mortalidad por armas de fuego en la ciudad comparables con los heridos en combate en muchas guerras modernas, Río de Janeiro no está en estado de guerra. En consecuencia, los niños y adolescentes armados que trabajan para las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro se clasifican como delincuentes juveniles, criminales o miembros de pandillas. A pesar de que pueden existir semejanzas entre los niños que trabajan para las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro y los jóvenes pandilleros en otros centros urbanos, Viva Rio consideró que clasificar de esa manera a los niños que trabajan para los traficantes de drogas no refleja correctamente su realidad. Más aún, Viva Rio consideró que para que el Brasil y la comunidad internacional comprendieran la difícil situación de los niños y adolescentes armados que trabajan para las bandas de traficantes de drogas en la ciudad, era necesario una mayor investigación de la situación específica de Río de Janeiro. A medida que se realizaba el estudio, los investig adores establecieron que las manifestaciones del comercio ilegal de drogas en Río de Janeiro comprenden actos de violencia armada, tasas de mor talidad por ar mas de fueg o, org anización paramilitar local, territorialización geográfica, dominio cuasi político de comunidades pobres y la participación de autoridades estatales (principalmente la policía militar y la policía civil) en un nivel nunca antes documentado en el mundo. Los investigadores también encontraron que comprender estos factores era la clave para entender la participación de los niños y adolescentes en las disputas territoriales de las bandas de traficantes de drogas dentro de la ciudad. Más que definir correctamente esta situación 13


que no queda suficientemente aclarada por los conceptos tradicionales ya sea para «guerra» o «crimen organizado» era fundamental entender a cabalidad su realidad, averiguar su localización y desarrollar las estrategias apropiadas para abordar la situación con éxito. Por tanto, este estudio tiene como objetivos: 1) Definir correctamente las disputas territoriales armadas de las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro. 2) Identificar apropiadamente a los niños armados que trabajan para las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro. 3) Concientizar sobre esta situación, en los niveles nacionales e internacionales. 4) Proponer algunas soluciones locales para prevenir la participación de niños en las disputas de las bandas de traficantes de drogas y para rehabilitar a los que ya están involucrados. 5) Proponer algunas medidas necesarias para que la comunidad internacional reconozca y aborde el problema. 6) Abrir el debate internacional respecto de situaciones similares en otras partes del mundo, para establecer criterios interculturales que permitan identificar y abordar el problema en todos los lugares donde exista.

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METODOLOGÍA Tal como se explica en la introducción, este estudio tiene como objetivo identificar las disputas territoriales de las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro, con el fin de verificar si las definiciones tradicionales de crimen organizado o conflicto armado son apropiadas. Así se podrá establecer si los niños que participan en esta situación social pueden ser considerados más adecuadamente como niñossoldados o como criminales y «miembros de pandillas». En el diseño de este estudio se consideró la necesidad de utilizar diferentes técnicas para la recolección de datos importantes. Sin embargo, también se concluyó que la especificidad del universo a ser estudiado, la dificultad para acceder a los informantes y los problemas de seguridad de los investigadores en una situación gobernada por el código del silencio mostraban que los métodos estadísticos para definir las muestras de los entrevistados, principalmente aquellos directamente envueltos en el tráfico de drogas, no podían ser utilizados. Por tanto, los investigadores optaron por un estudio cualitativo controlado en el que la saturación de los datos significativos representa un límite suficiente de verificación. A sugerencia de Howard Becker (1970) y otros autores que han tratado con dichas cuestiones metodológicas, podemos concluir que, para los objetivos de este estudio e incluso si no podemos verificar una teoría o hipótesis, si los datos significativos obtenidos son suficientes para describir una situación y, por tanto, compararla con las otras dos situaciones ya bien definidas por la bibliografía especializada en este caso, la guerra y las pandillas criminales entonces, para los objetivos de este estudio, los datos obtenidos bastan para dar un completo significado a la situación investigada. Es importante añadir que al definir los límites de este estudio, y durante su realización, los investigadores consideraron las definiciones que proporcionaban los actores sociales relevantes sobre la situación que se estaba investigando, para que ellos mismos pudiesen presentar los conflictos y tensiones que viven a diario. Más aún, es preciso agregar nuestras conclusiones que surgen de los análisis de los datos descriptivos que se obtuvieron deben considerarse como proposiciones conceptuales que requieren una mayor investigación, para que sean perfeccionadas o refutadas.

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FUENTES DE INFORMACION El universo de investigación de este estudio de caso fue diseñado de manera que se concentrase en niños y adolescentes que trabajan, armados o no, para las bandas de traficantes de drogas de las favelas de Río de Janeiro. Así, se seleccionó las siguientes fuentes de información cualitativa relevantes con el fin de investigar de manera integral esta cuestión: los niños y adolescentes que trabajan actualmente en el tráfico de drogas; los adultos jóvenes que trabajan actualmente en el tráfico de drogas e involucrados en él desde su niñez o adolescencia; ex-traficantes que trabajaban en él en los años 70, 80 y 90; jóvenes no involucrados en el tráfico de drogas, pero que viven en las favelas dominadas por bandas de traficantes de drogas; adultos no involucrados en el tráfico de droga, pero que viven en las favelas dominadas por los traficantes de drogas; adolescentes encausados por el sistema de justicia juvenil por delitos relacionados con drogas; programas sociales existentes que trabajan con jóvenes «en riesgo» en favelas; el equipo quirúrgico de la unidad de emergencia del Hospital Souza Aguiar; informes de prensa relevantes de la prensa nacional y local, y la policía; otras investigaciones relevantes para el tema, en la bibliografía especializada. Con el fin de entender a cabalidad las funciones que realizan diariamente los niños que trabajan para las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro, también se realizó un análisis comparativo entre las vidas de los niños empleados por las bandas de traficantes de drogas y los casos documentados de la vida de niños-soldados involucrados en conflictos bélicos. Este análisis comparativo también requirió investigar el derecho humanitario internacional pertinente a la protección de los niños durante las hostilidades y en situaciones de guerra. Los datos para este estudio se obtuvieron entre diciembre del 2001 y junio del 2002, de las siguientes fuentes,

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Fuentes de información cualitativa 1) O BSERVACIÓN

Y ENTREVISTAS SEMI - ESTRUCTURADAS CON NIÑOS ,

ADOLESCENTES Y ADULTOS JÓVENES QUE TRABAJAN PARA LAS BANDAS DE TRAFICANTES DE DROGAS

Se llevaron a cabo entrevistas grabadas, abiertas pero orientadas, entre 25 niños, adolescentes y adultos jóvenes varones que trabajan actualmente para las bandas de traficantes de drogas de las favelas de la municipalidad de Río de Janeiro. Las preguntas se centraron en los siguientes temas: antecedentes (familia, escuela, trabajo y comunidad); reclutamiento (incluyendo la primera participación en el tráfico de drogas); participación actual (incluyendo uso de armas, intervención en conflictos armados y uso de drogas); tipos de participación en actividades de los grupos dedicados al tráfico de drogas (incluyendo la policía, su propia banda, otras bandas de traficantes de drogas, normas y castigos, asesinatos, redes de amigos, y dinero); y el futuro (incluso dentro y fuera del tráfico de drogas; soluciones). Las entrevistas se realizaron en tres favelas distintas seleccionadas en base a las historias debidamente documentadas de dominación por las bandas de traficantes de drogas. Cada una de estas comunidades fue visitada en más de una ocasión de día y de noche para ver las condiciones en las que trabajan los traficantes de drogas de las favelas. También se realizaron entrevistas en las correccionales juveniles. Los detenidos que fueron entrevistados habían sido arrestados por tráfico de drogas y provenían de varias comunidades del Gran Río de Janeiro. Se recogió información de comunidades diversas y se realizaron entrevistas en los siguientes ambientes: En la favela, durante las horas de trabajo de los entrevistados por la tarde (entre 4:00 y 7:00 pm.). En la favela, durante las horas de trabajo nocturno de los entrevistados (entre 11:00 pm. y 2:00 am). En la prisión, con los entrevistados arrestados por tráfico de drogas. Los entrevistados tenían entre 12 y 23 años, siendo la edad promedio 16 años y 5 meses. El 55% de los entrevistados eran negros, 40% mestizos y 5% blancos. Se escogió a los mayores de diecisiete años para la entrevista porque habían empezado a trabajar en el tráfico de droga cuando eran niños o menores, la edad promedio de los entrevistados para ingresar al tráfico de drogas como ocupación a tiempo completo fue 13 años 1 mes. Todos los 17


entrevistados, a excepción de tres, nacieron y crecieron en la comunidad donde trabajaron. El 60% de los entrevistados empezaron a vivir solos casi inmediatamente después de ingresar al tráfico de drogas, el 30% continuó viviendo con una madre soltera y apenas el 10% con ambos. Tres de los entrevistados eran huérfanos de padre y madre antes de involucrarse en el tráfico de drogas; otros tres habían perdido sólo a sus papás. La mayoría de las muertes estaban relacionadas con la violencia o la droga. El 80% de los entrevistados que tenían a sus padres vivos declararon que, al menos uno de sus padres había tenido empleo cuando se dedicaron al tráfico de drogas. En la mayoría de casos se trataba de la madre, generalmente prestadora de servicios como empleada doméstica, a pesar de que en la mayor parte de los casos se trataba de situaciones laborales informales. El 40% de los entrevistados manifestó tener parientes involucrados en el tráfico de drogas, siempre varones, padres, hermanos, primos, tíos. El 55% de los entrevistados había laborado en trabajos lícitos antes de ingresar al tráfico de drogas, siempre de manera informal, en toda la variedad de labores manuales desde vendedores ambulantes hasta asistentes de mecánicos. En promedio, los entrevistados comenzaron a trabajar entre los 12 y 14 años. Sin excepción, todos los entrevistados habían dejado la escuela poco o inmediatamente antes de ingresar al tráfico de drogas. Ni un solo entrevistado había completado el nivel de educación primario (primeiro grau), habiendo alcanzado en promedio el cuarto grado (4ª Série). Esto significa que en promedio los entrevistados habían completado el 50% de su nivel de educación primaria, un nivel que debía alcanzarse a los 11 años. La edad promedio en que l abandonaron la escuela fue de 13 años y 2 meses.

2) ENTREVISTAS SEMI -ESTRUCTURADAS CON EX TRAFICANTES DE DROGAS INFORMANTES IMPORTANTES

Se entrevistó a tres ex-traficantes de drogas de diferentes favelas acerca de la historia y estructura del tráfico de drogas en Río de Janeiro. Dos de los entrevistados habían trabajado en el tráfico de drogas durante los años 80 y 90. El tercero había sido empleado en el tráfico de drogas cuando era niño al final de los años 70. Otro informante que entendía cabalmente el tráfico de drogas en Río de Janeiro debido a varias amistades -a pesar de que no estuvo involucrado en el tráfico de drogas en absoluto-, también fue entrevistado acerca de la historia y estructura del tráfico de drogas. Las acotaciones de este informante se citan como «informante 1». 18


3) E NTREVISTAS

GRUPALES CON JÓVENES DE FAVELAS

Se llevaron a cabo debates grupales en seis ocasiones con dos grupos separados de adolescentes (un grupo estaba comprendido sólo por varones y el otro era mixto) entre 12 y 23 años que no estaban involucrados en el tráfico de drogas, pero que vivían en diferentes favelas dominadas por bandas de traficantes de drogas. Hubo un total de 30 jóvenes en estos dos grupos. Ellos participaron en programas sociales que tenían como objetivo ofrecer a los jóvenes alternativas al tráfico de drogas y a la criminalidad en general. Los temas incluyeron: violencia, tráfico de drogas, armas de fuego, policía y perspectivas para el futuro.

4) E NTREVISTAS

GRUPALES CON RESIDENTES ADULTOS DE FAVELAS

Se entrevistó a un total de 120 residentes adultos de diez distintas favelas en diez grupos diferentes (cada uno perteneciente a una comunidad diferente). Estos grupos estaban formados por promotores de salud comunitaria que vivían en las favelas. Las entrevistas grupales se basaron en los siguientes temas: problemas de la comunidad; la situación de los niños y adolescentes en la comunidad; cambios históricos en la comunidad; violencia relacionada con armas de fuego en la comunidad; reglas de comportamiento en la comunidad; el futuro de la comunidad y soluciones a los problemas de la comunidad. Los investigadores que condujeron estas entrevistas grupales no mencionaron la cuestión del tráfico de drogas, a menos que los entrevistados lo planteasen en el debate. Se alentó a los entrevistados a hablar libremente acerca de las cuestiones antes mencionadas.

5) C UESTIONARIOS Se escogió 12 jóvenes que participan en el programa educativo de Viva Rio Zeladores 1 y que ya habían sido entrenados en la aplicación de encuestas, para aplicar un cuestionario a jóvenes que vivían en sus comunidades. El cuestionario fue diseñado para investigar las opiniones de los jóvenes de las favelas sobre los traficantes de droga y la policía y su relación con la violencia, trato, protección e identidad. Los 12 jóvenes seleccionados trabajaron con los investigadores en el diseño final, y se Zeladores da clases de educación primaria y coordina el trabajo voluntario en la comunidad para los jóvenes de 18 a 24 años en favelas o barrios pobres de la región metropolitana de Río de Janeiro. 1

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les proporcionó mayor capacitación para su aplicación. La capacitación incluyó modos de seleccionar una muestra de jóvenes de la comunidad, para que los resultados no representaran únicamente desde los puntos de vista de un grupo específico, que pudiese haber compartido las mismas nociones de violencia, tráfico de drogas o sobre la policía, por ejemplo (tales como miembros de la misma iglesia o miembros de la misma pandilla). Ninguno de los jóvenes que respondieron a los cuestionarios estaba directamente involucrado en el tráfico de drogas. Se aplicó un total de 100 cuestionarios en cuatro grupos de las favelas con jóvenes entre 18 y 24 años.

6) EL

SISTEMA DE JUSTICIA PARA MENORES

Durante este estudio, los investigadores realizaron entrevistas con detenidos, agentes y trabajadores sociales en las siguientes instituciones, abiertas y cerradas, administradas por el Departamento General de Acciones Sociales y Educativas (DEGASE Departamento Geral de Aòões SocioEducativos): · [Instalaciones de observación] (Pólo de Liberdade Asistida da Ilha do Governador); · Instalaciones de semi-detención (CRIAM Centro de Recursos Integrados de Atendimento ao Menor) en Santa Cruz, Bangu, Ricardo de Albuquerque, Penha e Ilha do Governador; · Instalaciones de Internamiento (Educandários de Internaòaõ): Educandário Santo Expedito (ESA), Escola Joao Luis Alves (JLA). Durante este estudio, un investigador obtuvo permiso del Juez Guaracy (juez que presidía la 2da Sala Civil para Adolescentes y Jóvenes / 2ª Vara da Infãncia e da Juventude) para acompañar los procesos de los adolescentes arrestados por tráfico de drogas o delitos conexos en la 2da Sala Civil para Adolescentes y Jóvenes. Los casos fueron acompañados desde el momento en que el adolescente fue conducido a la 2da Sala Civil para Adolescentes y Jóvenes, hasta que se reunió con el juez y se dictó sentencia, lo que se conoce como una «medida social y educativa» (medida socio-educativa). Los investigadores también entrevistaron al Juez Guaracy, así como a los trabajadores sociales en la 2da Sala Civil para Adolescentes y Jóvenes.

7) PROGRAMAS

SOCIALES EXISTENTES

Los investigadores de este estudio visitaron los importantes programas sociales siguientes, que trabajan principalmente con niños y adolescentes «en situación de riesgo» y que están bajo la coordinación de organismos no gubernamentales y fundaciones como Afro Reggae, Aldeias Infantis SOS 20


Brasil, Associaòão Beneficente Río Crianòa Cidadã ABRCC, Fundaòao São Martinho, Casa do Menor São Miguel Arcanjo,CRIAA-Centro Regional Integrado de Atendimiento ao Adolescente, Fundaòão Abrapia, Fundaòão Bento Rubião, FIA Fundaòão Da Infância e Adolêscencia, Viva Rio (Tele Salas; Zeladores da Cidadania; Jardineiros do bairro; Crianòa Esperanòa; Luta pela Paz). Se visitaron importantes programas sociales gubernamentales que también trabajan principalmente con los niños y adolescentes «en situación de riesgo», como Projeto Río Jovem (Secretaria Municipal de Desenvolvimiento Social); Vida Nova / Jovens Pela Paz (Secretaria Estadual de Aòão Social); Programa de Acompanhamento com pais e responsáveis; PASE Programa de Acompanhamento Sócio Educativo (2ª Vara da Infância e Adolêscencia); Polos de Liberdade Assistida; Centro de Tratamento para Dependentes químicos; Centros Profissionalizantes; Projeto «Nossa Casa»; Projeto Preservida (DEGASE); CMDCA Conselho Municipal dos Direitos da Crianòa e do Adolescente; Conselho Tutelar.

8) DERECHO

HUMANITARIO INTERNACIONAL SOBRE LOS DERECHOS DE

LOS NIÑOS EN SITUACIONES DE CONFLICTO

También se examinaron las disposiciones del derecho humanitario internacional que tratan los derechos de los niños en situaciones de conflicto. De acuerdo con las previsiones del derecho humanitario internacional actual, todo traficante de drogas menor de 18 años será denominado «niño traficante» o «niño combatiente» en este texto.

9) L A

PRENSA BRASILEÑA LOCAL Y NACIONAL

Se analizó el contenido de recortes pertinentes respecto al tráfico de drogas, la violencia armada y la policía. Para el período de este estudio, el material provino de los siguientes diarios: O Globo; O Dia, Extra; Jornal do Brasil; O Povo.

10) L A P OLICÍA Se entrevistó al Mayor Antonio Carlos Carballo Blanco de la Policía Militar, ex jefe del GPAE (Grupo de la Policía de Áreas Especiales / Grupo de policiamento de áreas especiais). Esta es una unidad policial de la comunidad que se encarga de mantener el orden en las favelas. Los investigadores también entrevistaron a un coronel de la Policía Militar, quien pidió el anonimato. 21


11) EQUIPO QUIRURGICO EN LA UNIDAD DE EMERGENCIA DEL HOSPITAL SOUZA AGUIAR Se llevó a cabo una entrevista grupal con el equipo quirúrgico en la unidad de emergencia del Hospital Souza Aguiar -principal hospital en emergencias (pronto-socorro) de la ciudad de Río- sobre los tipos de heridas provocadas por armas de fuego y la edad de los pacientes en general tratados en el hospital. El grupo incluyó a los doctores José Alfredo Padilha, Leonardo, Josué Kardek y Martinelli.

12) BIBLIOGRAFÍA Se analizó el contenido de la investigación relevante realizada previamente con respecto al tráfico de drogas brasileño, niños brasileños involucrados en el tráfico de drogas y niños-soldados en situaciones de guerra.

Fuentes Cuantitativas Los datos secundarios de las fuentes pertinentes de información cuantitativa siguiente fueron analizados con el fin de investigar mejor los factores relevantes sobre los niños y adolescentes que trabajan, armados o no, para las bandas de traficantes de drogas en las favelas de Río de Janeiro.

1) E STADÍSTICAS

DE SALUD PÚBLICA

Todas las estadísticas sobre homicidios y tasas de mortalidad por armas de fuego (Partes 6 y 7) fueron proporcionadas por DATASUS, entidad del Ministerio de Salud y la Secretaría de Salud del Estado de Río de Janeiro. Las estadísticas completas que corresponden a las tasas de mortalidad por armas de fuego de los estados de California, Washington y Nueva York fue proporcionada por el National Center for Injury Prevention and Control (Centro Nacional para Prevención y Control de Lesiones) de los Centros para Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos de América.

2) E STADÍSTICAS

DE

D ELITOS

La Segunda Sala Civil de la Infancia y la Adolescencia de la Secretaría de Seguridad Pública, del Gobierno del Estado de Río de Janeiro proporcionó todas las estadísticas sobre delitos juveniles y víctimas juveniles de homicidio doloso. 22


3) E STADÍSTICAS P OLICIALES Las estadísticas sobre las víctimas fatales de las acciones policiales entre 1997 y el 2001 se tomaron de los boletines de incidentes de la Policía Civil.

4) E STADÍSTICAS

SOBRE ARMAS CORTAS Y LIGERAS

Las estadísticas sobre la incautación de armas de fuego, en el Estado de Río de Janeiro se tomaron del DFAE / SSP (Departamento de Fiscalización de Armas de Fuego y Explosivos / Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Estado de Río de Janeiro (Departamento de Fiscalizaòão de Armas e Explosivas / Secretaria de Seguranòa Pública Governo do Estado do Río de Janeiro).

5) C ONFLICTOS

CONTEMPORÁNEOS

Los datos referidos al estimado de muertes por armas de fuego fueron proporcionados por el SIPRI (Instituto de Investigación de Paz de Estocolmo). Los datos con respecto a las muertes de menores por conflicto bélico en Israel y los territorios ocupados de Palestina fueron proporcionados por el Centro de Información Israelí sobre los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados.

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24


PARTE UNO: TRÁFICO DE DROGAS EN RÍO - UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA TRÁFICO DE DROGAS EN RÍO La historia del tráfico de drogas en Río de Janeiro puede remontarse al inicio del siglo veinte (Misse 1999). Sin embargo, con la llegada de la cocaína en grandes cantidades al final de los años 70, y más marcadamente a inicios de los 80, el tráfico de drogas de Río sufrió una dramática transformación. Río de Janeiro se convirtió en un punto de tránsito de creciente importancia para la exportación de cocaína hacia los Estados Unidos, Europa y Sudáfrica. También es centro de consumo de drogas que pasan por sus puertos, aeropuertos y carreteras, a pesar de que el mercado de microcomercialización de Río no es tan importante como el de los países industrializados de Occidente, es muy rentable y sigue creciendo. América del Sur es el principal productor de cocaína del mundo e importante productor de marihuana. Río de Janeiro es también un importante centro regional de exportación de esas drogas, ellas componen casi la totalidad del mercado interno de microcomercialización de la ciudad. La heroína, crack2, alucinógenos y drogas sintéticas, incluyendo éxtasis y anfetaminas («speed»), casi no se encuentran en la ciudad. La Policía Federal estima que cerca del 20% de toda la cocaína que llega a Río de Janeiro no se exporta, sino que se vende internamente (NEPAD & CLAVES 2000: 27). El monto que representa actualmente depende de la fuente de información;3 sin embargo, incluso tomando el mayor estimado de 44.4 toneladas de cocaína vendida al por mayor por un valor de US$171.4 millones que ingresan 2

El crack es un producto elaborado a base de cocaína que tiene fuerte presencia en Sao Paulo. Sin embargo, hasta el momento de redactar este informe los traficantes de drogas de Río se han rehusado a producir o vender la droga, y prefieren vender cocaína para inhalar o fumar.

3

En el 2000, la Policía Federal estimó que ingresan a la ciudad anualmente 7.2 toneladas de cocaína para luego ser adulteradas y vendidas en la calle. La Policía Civil estimó 12 toneladas anuales y el DRE (Delegacia de Prevenò ão e Repressão a Entor pecente / Departamento de Policía para la Prevención y Represión contra las Drogas) estimó 44.4 toneladas (NEPAD & CLAVES 2000).

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a la ciudad anualmente para luego ser adulterada y vendida en la calle, el mercado es modesto en comparación con los US$6.500 millones de consumo mensual estimado de cocaína en los Estados Unidos. Sin embargo, la relevancia del mercado local de microcomercialización dentro de la ciudad se pone dramáticamente en evidencia por el hecho de que los estimados de venta mensual de cocaína en la calle en el 2000 fueron el equivalente de cinco veces el presupuesto de vivienda anual total del Gobierno del Estado de Río de Janeiro para el mismo año (NEPAD & CLAVES 1998:27). Debido sobre todo a la rentabilidad inmediata de la cocaína, durante los años 80 se reestructuró la escala y organización del mercado de drogas de microcomercialización de Río. La violencia pasó a ser la herramienta aceptada para lograr objetivos económicos y mantener la disciplina interna. La violencia relacionada a la droga y las disputas territoriales entre los traficantes de drogas rivales aparecen como las causas más importantes de un incremento de casi 140% de incremento de las muertes por armas pequeñas dentro de la municipalidad entre 1979 y 2000.4 En la actualidad, el tráfico de drogas opera en Río de Janeiro en grupos o bandas armadas que someten a las comunidades de las favela urbanas de la ciudad a sus intereses políticos y económicos a través del dominio territorial y paramilitar (Souza 2001:61). Misse menciona grupos de tráfico de drogas, afianzados dentro de los límites geográficos de cientos de favelas, ya sean de carácter territorial, político y militar («territorial-politíco-militar» 1999:302). La estructura paramilitar de las bandas de traficantes de drogas y su dominio sociopolítico represivo de las favelas en 2002 se tratan en la Parte 6. Se puede identificar tres fases definitivas en la formación de bandas de traficantes de drogas y su posterior territorialización en las favelas de Río de Janeiro: 1) Pre-cocaína y pre-Comando Vermelho; 2) Los años 80: Cocaína, Comando Vermelho y definición de territorios; 3) Los años 90: la continuación de las disputas territoriales y el establecimiento de las nuevas bandas.

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En 1980, se registró 1430 muertes por armas de fuego en la municipalidad de Río de Janeiro. En el 2000, hubo 2649. Las muertes por armas pequeñas se incrementaron en 1998 totalizando 3182 homicidios con armas de fuego (Datasus, Ministerio de Salud).

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BANDAS DE TRAFICANTES ANTES DE LA COCAÍNA Y DE LAS DROGAS DURAS Para los años 50, las ventas de marihuana constituían esencialmente el mercado de microcomercialización de drogas ilícitas. La marihuana que crecía principalmente en la zona noreste de Brasil era consumida en las favelas de Río, las prisiones y un número de puntos bien establecidos de la ciudad. A pesar de que para los años 60 las clases medias disponían de cocaína importada de Bolivia, ésta se vendía en una escala extremadamente baja y su red de distribución era independiente de las ventas de marihuana en las favelas (Misse 1999). Pero la distribución de marihuana dentro de la ciudad sí estaba organizada. Sin embargo, el tráfico era disperso, de estructura no sofisticada y, a menudo, era vendida por miembros de la comunidad a una clientela pequeña y localizada (Souza 2001). ... un grupo pequeño de la comunidad empezó a fumar marihuana. A decir verdad, entonces no se vendía marihuana [como se vende hoy] en 1975, por ejemplo, [...] la marihuana tenía un uso mucho más personal, de personas involucradas en robos y asaltos a mano armada. Empezaron fumando marihuana para relajar la tensión, pero luego se dieron cuenta de que podían venderla. Y así, poco a poco [... las personas de la comunidad] empezaron a comprar marihuana. Esto fue creciendo hasta que personas de fuera de la comunidad comenzaron también a comprar marihuana. Ex traficante de drogas de los años 70 y 80. Por ser de la comunidad local, los revendedores locales respetaban las normas de la comunidad, muchas veces prohibiendo fumar marihuana frente a los niños: reprendían a todo aquel que fumara frente a los niños; ellos golpeaban a los que fumaban frente a los niños, no vendían frente a los niños. Ex traficante de drogas en los años 70 y 80. Aunque estuviesen armados, los traficantes usaban, como mucho, revólveres calibre 38, que llevaban ocultos debajo de la camisa. Andaban armados para su propia protección, pero no tenían patrullas organizadas de defensa del territorio de la favela ni en los sistemas de vigilancia sofisticada que utilizan hoy las bandas de traficantes. En términos de organización y 27


niveles de violencia defensiva y ofensiva, los traficantes de Río de entonces podían ser más apropiadamente comparados con los pequeños traficantes callejeros de las ciudades europeas o estadounidenses que con sus homólogos de Río de hoy. A pesar de las diferencias de escala, de estructura y de importancia para la ciudad, en este período se pueden encontrar las raíces de cómo las bandas de traficantes de drogas organizadas territorialmente usan las favelas, como puntos de venta estratégicos que pueden defender dentro de la ciudad. Durante los años 60, la prensa popularizó términos que se originaron entonces y que aún se usan como boca de fumo, olheiro, vapozeiro (que posteriormente se convirtió en vapor) y las disputas entre bocas, entre las pandillas rivales que ya existían, aunque a una escala mucho menor que hoy (Misse 1999: 342-349). Además, debido a la tradicional ausencia de agentes del Estado para hacer respetar la ley y el orden en las favelas, los personajes históricamente importantes del lugar (en su mayoría asaltantes a mano armada, bicheiros5 o pistoleros/vigilantes), conocidos como donos, han jugado un papel importante en las relaciones sociopolíticas de la comunidad, incluyendo el mantenimiento del orden mediante la violencia o la amenaza de violencia. Esta tradición de dominación, inclusive de mantención del orden por medio de la violencia, posteriormente se convirtió en exclusividad de traficantes en las favelas dominadas por redes de bandas organizadas. A partir de estos cimientos poco sofisticados, se transformó el mercado de drogas desorganizado y de pequeña escala de Río en los años 80. Se han mencionado las siguientes cinco razones (Misse: 1999): el crecimiento de la demanda de drogas ilegales; la llegada de la cocaína colombiana a bajo precio y su alta rentabilidad en relación a la marihuana; una acción policial más violenta y represiva durante la dictadura; la llegada de armas ligeras de uso militar; el establecimiento y organización de las bandas de traficantes de drogas.

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El Jogo do Bicho es un juego de apuestas callejero similar a las apuestas con números que fueron populares en los barrios urbanos en los Estados Unidos durante la primera mitad del siglo veinte. Los que se dedican al Jogo do Bicho se conocen como «bicheiros».

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LOS AÑOS 80: COCAÍNA, EL COMANDO VERMELHO Y LA DEFINICIÓN DE TERRITORIOS La organización sistemática del mercado de microcomercialización de drogas de Río de Janeiro tiene sus raíces en las prisiones con la creación de la primera -que sin duda sigue siendo la más poderosa- banda de traficantes de droga, el Comando Vermelho. En respuesta al creciente número de asaltos a bancos que realizaban grupos de oposición al régimen militar, antigubernamentales, con el fin de financiar actividades revolucionarias contra el aparato militar del estado (Amorim 1995), el gobierno decretó la Ley de Seguridad Nacional, en 1969. Como resultado, todos los sospechosos de robo armado a instituciones bancarias, financieras o crediticias fueron enjuiciados por una corte militar. Los acusados podían ser sentenciados apenas de 10 a 24 años de prisión, en un establecimiento de máxima seguridad, o a pena de muerte si hubiese una víctima fatal durante el asalto. Así, entre los años 1969 y 1976, prisioneros políticos y prisioneros comunes compartieron algunas prisiones de máxima seguridad como Cândido Mendes recluido en Ilha Grande, antiguo presidio a tres horas de Río de Janeiro. La influencia educativa de los prisioneros políticos sobre la población general de la prisión y el papel que ésta tuvo en los inicios del Comando Vermelho es tema de debate (Misse 1999 versus Amorim 1995). Sin embargo, se acepta en general que algunos de los prisioneros comunes copiaron las nociones de organización grupal y de reciprocidad de los prisioneros políticos para obtener algunas ventajas dentro del sistema de la prisión. Como resultado, un grupo de asaltantes de banco en prisión formó una banda llamada «el colectivo» (o coletivo) a fines de los años 70, que luego se conoció como Falange Vermelha y posteriormente como Comando Vermelho. 6 La Falange Vermelha se preocupó inicialmente de la protección del grupo y de la dominación de la población carcelaria, así como de obtener sus derechos en el sistema carcelario. Sin embargo, cobraron real importancia dentro de la estructura criminal de la ciudad cuando sus miembros se dieron cuenta de que su organización, en el interior de la prisión, podía utilizarse para organizar delitos fuera de la prisión para obtener beneficios con menores costos. Además ayudaba a reunir recursos para pagar la libertad de sus miembros a través de la corrupción de agentes penitenciarios y policías (Misse, 1999). Desde la 6

El nombre Comando Vermelho (Comando Rojo) se lo dio originalmente la prensa de Río a Falange Vermelha (Falange Roja). No se trató de una iniciativa del grupo mismo.

29


prisión, el Comando Vermelho tenía poder sobre sus miembros tanto dentro como fuera del sistema carcelario, pues todo profesional del crimen sabe que si lo liberan puede que algún día lo vuelvan a encarcelar. No cumplir con las instrucciones del Comando Vermelho mientras se está en libertad significaría regresar a prisión como traidor, para ser castigado por el grupo. Si vivimos en un mundo capitalista, la única forma de tener poder en prisión es tener dinero para poder comprar su fuga. Y la única manera de garantizar que el dinero de la calle ingrese es organizarse dentro del sistema carcelario para amenazar a quien estaba en la calle, porque sería preso algún día, entonces sería matado. Él tenía que estar seguro que, de ser arrestado e ir a prisión sería peor que morir, que si iba a prisión por traidor, cada día les sacarían una uña, le arrancarían un ojo o le cortarían una oreja, y el sistema carcelario lo permitiría porque el [el colectivo] tenía el dinero para poder pagar, para hacer atrocidades a través de la corrupción. Informante 1 El Comando Vermelho nació en la prisión y su poder continúa hasta hoy. A fines de los 70, los miembros encarcelados del Comando Vermelho comenzaron a organizar las actividades criminales (esencialmente asaltos a los bancos y secuestros) en Río de Janeiro, comprando enseguida su libertad con los ingresos ilícitos cuidadosamente introducidos en las prisiones. Esto coincidió con la llegada de la cocaína, que se transportó de Bolivia, Perú y Colombia a Río para su posterior exportación a los países desarrollados y para la venta local. Los asaltantes de banco en libertad vinculados con el Comando Vermelho se dieron cuenta de las grandes ganancias que podía generar la venta de cocaína. Entonces realizaron algunos asaltos a bancos y secuestros para financiar un movimiento organizado rumbo al negocio de microcomercialización de drogas. El período de definición geográfica de Comando Vermelho se realizó entre 1983 y 1986 (Misse 1999). Bocas de fumo tradicionales, con base en las favelas y trabajando con marihuana, eran la base de distribución ideal para la microcomercialización de cocaína, y los miembros del Comando Vermelho comenzaron organizándose ellos y los territorios de sus favelas, dentro de una estructura imprecisa de apoyo mutuo. Con el fin de monopolizar el mercado, se prestaban armas y dinero para comprar el primer cargamento de cocaína, para hacerse cargo de las bocas de fumo establecidas o crear nuevas, 30


bajo la bandera colectiva del Comando Vermelho y a cambio de un porcentaje de las futuras ganancias. Se establecieron quadrilhas estructuradas jerárquicamente dentro de las favelas con el fin de defender los puntos de venta y las comunidades aledañas de la invasión policial o ataques de los neutrales7. Entre 1984 y 1986 comenzaron a aparecer los primeros soldados do tráfico. 8 La organización local se reproduce casi idénticamente en diferentes territorios de favela, y se funda en necesidades militares de defensa e invasión y en la división del trabajo para el embolsado y venta de drogas. Esta estructura permanece básicamente sin modificación hasta hoy. Durante ese período, el tráfico de drogas se llegó a conocer como «movimento» y el papel del dono de la comunidad se convirtió en un puesto casi exclusivo de los traficantes de drogas, contrariamente a los bicheiros y asaltantes de antes, o grupos de exterminio como ya vimos. 9 Cada dono estaba de acuerdo con otros donos que también pertenecían al Comando Vermelho y, por tanto, en su origen el Comando Vermelho puede verse como una red de actores independientes afiliados, en vez de verlo como una organización estrictamente jerárquica con un jefe único (Misse 1997, Souza 2001). A pesar de que la jerarquía dentro de la banda no se vio reflejada en el rango de dono, el Comando Vermelho contaba con algún grado de liderazgo. A menudo, provenía de un dono particularmente fuerte y respetado que podía supervisar la solución de disputas internas y la toma de decisiones de importancia mutua. Se ha afirmado que en las primeras etapas del Comando Vermelho, este papel lo desempeñó Rogério Lengruber, conocido como Bagulhão. ...no era que Bagulhão fuese el dono del Comando Vermelho, sino que era un gran líder porque era respetado y visto como punto de referencia, pero incluso entonces no mandaba en todas las favelas del Comando Vermelho, sino que organizaba y centralizaba algunas decisiones; a decir verdad no controlaba otras favelas o el dinero generado en ellas, incluso en este período cada favela ya era independiente. Informante 1 7

8 9

Neutrales o neutros son los grupos armados de la favela que controlan el tráfico de drogas dentro de su comunidad, pero que no deben lealtad al Comando Vermelho u otras bandas de traficantes. Los soldados reciben un salario fijo del dono local para defender su territorio. Todavía existen comunidades controladas por grupos de exter minio, a menudo conformados por ex-policías que, haciendo uso de la fuerza, evitan el ingreso de los traficantes de drogas a sus comunidades. Estas comunidades actualmente constituyen una minoría.

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La estr uctura organizacional del Comando Vermelho constaba fundamentalmente de: la difusión del tráfico de drogas en Río, a través de la formación de una red de bandas; La creación de bandas, con base territorial, organizadas paramilitarmente, en las favelas; la inserción de donos y gerentes traficantes, como fuerza sociopolítica reconocida localmente, mantenedores del orden social en la comunidad. La llegada de la cocaína, su rentabilidad y la naturaleza de la droga también fueron fundamentales en la creación y estructuración de estos grupos armados y los altos niveles de violencia relacionados con ellos, desde mediados de los años 80. [...con la] marihuana... nadie fue asesinado por ejemplo por querer fumar más [sin pagar]; podía recibir un tiro en la mano, o una bofetada en la cara, o una zurra, pero no moría. Nadie fue asesinado por eso. Pero cuando llegó la cocaína fue diferente [...] Es que la naturaleza de la droga es completamente diferente. Lo sé porque la usaba [...]. La cocaína cambia completamente tu personalidad... si eres violento, serás diez veces más violento, más nervioso, asustado, con miedo... todo se multiplica [...] si abusas de la cocaína terminas convirtiéndote en un mal soldado. Te vuelves un riesgo para la boca de fumo [...] hubo un caso en que un muchacho inhaló toda su cocaína, pidió más y su jefe se lo permitió [...] y el muchacho se volvió tan alucinado que le disparó a otro en la cabeza, pensando que era un policía [...] Por supuesto, que después lo mataron a él [...] como dije, la cocaína es un negocio peligroso. Ex- traficante de drogas de los años 70 y 80 La rentabilidad de la cocaína resultó en una militarización excesiva de los g r upos ar mados, para controlar y defender las bocas y, posteriormente, sus comunidades. A pesar de que el dinero generado por las ventas de las drogas se ha convertido en una fuente importante de ingresos que estimula el desarrollo económico local dentro de las comunidades de las favelas, la amplia mayoría de ganancias no circula en la comunidad y va al dono de la boca y los matutos, quienes generalmente viven fuera de la favela. 32


...las ganancias siempre salían [de las favelas...] porque, por ejemplo, de cincuenta mil, generalmente era distribuido para la gente, soldados, vapores, olheiros, cinco mil [10%], diez mil [20%] eran para el gerente y los otros treinta y cinco mil se escondían y nunca se volvían a ver. Ex- traficante de drogas de los años 70 y 80

LOS AÑOS 90: LA CONTINUACIÓN DE LAS DISPUTAS TERRITORIALES Y EL SURGIMIENTO DE NUEVAS BANDAS La muerte de algunos miembros importantes del Comando Vermelho en la segunda mitad de los años 80 aumentó la desconfianza y rivalidad entre sus líderes. A partir de 1986, el Comando Vermelho se comenzó a fragmentar internamente y las disputas por el control territorial entre los donos se volvieron corrientes y cada vez más violentas. El aumento de conflictos a muerte durante la segunda fase del tráfico de drogas marcó la descomposición creciente de una organización basada en la confianza recíproca, que había prevalecido durante la primera fase. La red social implantada desde el sistema carcelario seguía en pie, pero era desmantelada por traficantes cada vez más jóvenes, en conflicto continuo para ocupar nuevos territorios o para arrebatárselo a los antiguos donos (Misse 1999). A mediados de los años 90, se habían establecido otras bandas de traficantes ya que los donos que pertenecían al Comando Vermelho empezaron a tener diferencias irreconciliables. Durante este período aparecieron otras tres bandas de traficantes: Terceiro Comando, Comando Vermelho Jovem y Amigos dos Amigos. La aparición del Terceiro Comando en tanto una banda estrictamente comercializadora fue un adelanto de la organización exclusivamente económica del nuevo movimento. El crecimiento de estas bandas que ahora dominan la microcomercialización de drogas en Río de Janeiro y, en consecuencia en las favelas, ha conducido a: más disputas territoriales entre los grupos armados que dominan las diferentes comunidades de la favela; mayor militarización de esos grupos armados, inclusive con la importación y la utilización de armas de uso militar;

33


Utilización de dispositivos tecnológicos de vigilancia con propósitos de defensa (radios, walkie talkies, etc.); Estructuras administrativas y de gestión más avanzadas; estrategias policiales más violentas y represivas en las favelas; uso creciente de niños y jóvenes en combates armados. [Souza, 2000] Como resultado, se estableció una subcultura militarizada dentro de las favelas de Río de Janeiro, con grupos fuertemente armados, en combates intermitentes pero regulares. Las confrontaciones armadas entre las bandas rivales o con la policía se han vuelto comunes y los grupos armados ahora disponen «un arsenal suficiente para despertar la envidia de cualquier grupo terrorista o fuerza legítima de seguridad. Todo este aparato está en las manos de jóvenes inexpertos, en su mayoría adolescentes, muchos de los cuales pueden a duras penas cargar dichas armas de fuego» (Informe Policial DRE, según NEPAD & CLAVES 2000: 44).

CAMBIOS DENTRO DE LA COMUNIDAD La creciente violencia armada y los cambios en escala y en estructura del tráfico de drogas en Río que se produjeron con la llegada de la cocaína, la formación de las bandas de traficantes y la territorialización de las favelas han tenido un efecto muy perjudicial en las comunidades de la favela. Al reflexionar sobre la transformación del mercado de droga en Río, los moradores de las comunidades entrevistados vieron una clara diferencia entre el comportamiento de los revendedores dentro de la comunidad en los años 70 y el de ahora, cuando los traficantes están más organizados y fuertemente armados. Los moradores de las diferentes comunidades fueron testigos de estos cambios que se produjeron en distintos momentos desde el inicio de los años 80 hasta principios de los 90. Esto muestra que la dominación de las comunidades de las favelas se ha producido en diferentes grados, momentos y en diferentes comunidades, pues no se trata de un movimiento uniforme. Al hablar de «cómo era» antes de la llegada de la cocaína y la formación de las bandas, los comentarios fueron: 34


LOS

REVENDEDORES RESPETABAN A LOS MORADORES Y LOS VALORES DE

LA FAMILIA MÁS QUE HOY

El respeto a los moradores es parte fundamental de las relaciones entre los miembros de las bandas y los moradores de la comunidad. Sin embargo, los moradores más antiguos sentían que, anteriormente, los revendedores eran mayores, más maduros y respetaban más a los residentes y los valores familiares. Antiguamente había respeto. No importa cuánto poder tenía un traficante, nunca se atrevía a no respetar ese código de honor que dice «respeto a la familia». Antes de que existiesen estos grupos, [... el tráfico] no era dominado por adolescentes. Era gente de más edad [...] era gente que respetaba a los moradores, no permitían la entrada de extraños a la comunidad y que nadie provocara disturbios. Se respetaba a los moradores.

LOS TRAFICANTES VENDÍAN DROGAS DE MANERA FURTIVA Y SIGILOSA Los traficantes procuraban esconder sus actividades de los moradores, no vendiendo abiertamente o no dejando que usasen drogas en la comunidad. Antiguamente el tráfico se hacía a escondidas. Antes existía, pero si estabas involucrado sólo tú sabías, nadie más [...] ahora no, se aseguran de que lo sepas. Antiguamente ellos tenían vergüenza del olor de marihuana, de perjudicar a alguien.

LOS TRAFICANTES NO ANDABAN ARMADOS ABIERTAMENTE EN LA COMUNIDAD Los traficantes también ocultaban sus armas, no portaban armas abiertamente dentro de la favela. Antiguamente guardaban sus revólveres en los arbustos, escondidos [...] hoy caminan con ellas, esperando que se les vea. Antiguamente [arma] era aquella cosa medio escondida. Ahora las ves en cada esquina.

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LOS TRAFICANTES NO UTILIZABAN DROGAS NI DEJABAN A LOS CONSUMIDORES USARLAS FRENTE A LOS MORADORES DE LA COMUNIDAD

El estigma asociado al uso abierto de drogas en la comunidad bastaba en este período para que los traficantes ocultasen ese hecho. Hace 30 años, no caminaban armados y mucho menos fumaban marihuana en la comunidad Recuerdo que hace 20 años no se fumaba marihuana en la calle, o, si lo hacían, cuando pasaba una persona mayor, todos los que estaban fumando la escondían.

LOS

TRAFICANTES NO DEJABAN QUE LOS NIÑOS FUERAN INVOLUCRADOS

EN EL TRÁFICO O, SI LOS EMPLEABAN, NUNCA ERA CON USO DE ARMAS

En el período antes de las bandas, los traficantes mantenían a los niños y los jóvenes adolescentes completamente fuera del tráfico de drogas o no los empleaban armados10. Una vez vi al jefe de una boca de fumo abofetear a un niño que pedía entrar ahí. Creo que los niños siempre han estado involucrados [...], pero solía ser más tranquilo. Antiguamente los adolescentes y niños eran aviãozinhos11. Ellos no estaban tan involucrados [...], no ahora, ahora están armados. Al reflexionar sobre los traficantes actuales, los moradores de las favelas dijeron que se había establecido una nueva cultura del tráfico de drogas en la comunidad, desde los años 80. Ahora las drogas se venden abiertamente. Los traficantes constituyen una presencia constante, abiertamente armada dentro de la favela, con traficantes famosos convertidos en ídolos para los jóvenes de la favela. Los moradores comentaron que desde que las bandas dominan las favelas: Los investigadores entrevistaron a un ex-traficante que había sido olheiro, cuando niño, al final de los 70. A los 13 años recibió una pistola calibre 22 de los traficantes para los que trabajaba. Sin embargo, el arma era para resolver un caso de provocación en la escuela a la que asistía, y no para uso funcional como parte de su empleo. 11 Niños a los que se les ha encomendado la tarea de llevar mensajes o droga a otros traficantes o clientes. 10

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AHORA

LOS TRAFICANTES ESTÁN ARMADOS MÁS ABIERTA Y

FUERTEMENTE

Se ha producido un incremento considerable del poder de fuego empleado por los traficantes desde los inicios de los 80; ahora los traficantes muestran las armas abiertamente en la comunidad. Actualmente, se emplean armas más letales (como Kalashnikov AK47, ColtAR-15, H&K G3 y granadas de mano), mientras que los antiguos traficantes utilizaban armas cortas, como la calibre 38. ... huy el armamento es pesado [...] es de ejército, como granadas...

LOS

TRAFICANTES ESTÁN MEJOR ORGANIZADOS

Tal como se dijo anteriormente, la comunidad también se dio cuenta de la mejor organización de los traficantes, tras la aparición de las bandas. Antes estaba más disperso. Hoy el tráfico está más concentrado. Se organiza como un sector dentro de una empresa.

LOS

TRAFICANTES SON CADA VEZ MÁS VIOLENTOS

También se observó el uso creciente de la violencia por parte de los traficantes de drogas contra otros traficantes y contra la comunidad. Ahora la comunidad teme más a los traficantes que en el período de antes de las bandas. Además, sostienen que la violencia ha afectado la cultura de los jóvenes. Creo que lo que ha cambiado es la crueldad [...], la proliferación de la violencia y las armas, porque [cuando yo era joven] habría peleado, hoy en día los chicos en los bailes funk 12 se disparan unos a otros

LOS

TRAFICANTES VIENE DE AFUERA DE LAS COMUNIDADES

A pesar de que este fenómeno no está presente en todas las favelas, ha habido un incremento marcado de traficantes, en la etapa post-bandas, que vienen de afuera de las comunidades. Debido a las lealtades a bandas entre los donos que controlan el tráfico de drogas en diferentes favelas, cada vez se emplea más traficantes de otros grupos de la comunidad pertenecientes a otras bandas como soldados o incluso como gerentes generales. Antes, los tarficantes locales pertenecían a las comunidades de la favela donde trabajaban. 12

El Baile funk es una fiesta que usualmente se lleva a cabo dentro de la favela donde se toca música funk. Estas fiestas las patrocinan los traficantes de drogas como una forma de estimular las ventas de drogas.

37


El número creciente de traficantes de afuera de la comunidad inquieta a muchos moradores, puesto que consideran que con los traficantes de otras favelas no existen lazos de parentesco como los que se suelen encontrar entre traficantes y moradores de la misma comunidad. La falta de dichas relaciones hace que muchos miembros de la comunidad se sientan como si estuvieran bajo ocupación por parte de una fuerza externa que tiene menos compostura en sus tratos con los moradores. ...porque vienen de afuera. No conocen a los residentes locales. Por eso hacen lo que quieren, porque no hay quien se les enfrente.

LOS

TRAFICANTES SON MAS JÓVENES

Tal como se menciona anteriormente, se ha percibido un incremento en el número de niños y adolescentes empleados por las bandas desde los años 70 y en el período previo a las bandas. No sólo participan más niños, sino que se están involucrando a una edad más temprana y ahora los emplean cada vez más dándoles armas, lo que antes no se hacía. Este desarrollo se discute con más detalle en la tercera parte 3.

LOS

NIÑOS YA NO ESTÁN PROTEGIDOS

La creciente participación de los niños y adolescentes armados ha cambiado la noción de infancia como grupo diferente, que merece ser protegido de la violencia. Los traficantes de la época anterior a las bandas tenían más en cuenta la necesidad de evitar que los niños viesen a la gente utilizar drogas o que corriesen algún peligro. Nunca vi a ninguno de los antiguos traficantes inhalando, con armas, nunca vi nada de eso. Al contrario, cuando iban a pelear con alguien, nos avisaban. Venían a la casa diciendo: «hagan entrar a los niños, va a haber una pelea y va a haber disparos». Ahora no hay nada de eso. Ellos están en la calle y también lo están niños de 3 y 4 años, e infelizmente, los niños los verán morir. A pesar de los cambios radicales en la naturaleza de las relaciones entre traficantes y moradores, tal como son percibidos por estos últimos, la dominación de las comunidades por las bandas también ha sido posible porque se basa igualmente en estructuras pre-existentes de control social y protección.

38


SEGUNDA PARTE EL DOMINIO DE LAS BANDAS LA ESPECIFICIDAD DEL TRÁFICO DE DROGAS EN RÍO DE JANEIRO

ESTRUCTURA INTERNA DEL TRÁFICO DE DROGAS EN RÍO DE JANEIRO Lo que diferencia la microcomercialización ilegal de drogas en Río de Janeiro de las de otras ciudades del Brasil y el mundo es su estructura relativamente organizada en el ámbito local, sus pretensiones casi políticas y su capacidad para constituir una red horizontal de protección mutua (Misse, 2001). La microcomercialización ilegal de drogas en Río de Janeiro está dominada por tres bandas de traficantes de drogas, que engloban toda la ciudad 13; existen también una serie de grupos armados no alineados con una banda, conocidos como los «neutrales» (neutros), y que también tienen su base en las comunidades de las favelas. Las bandas de traficantes de drogas no están estructuradas como se entiende tradicionalmente en un cartel o mafia, con un solo personaje líder que toma la última decisión sobre toda las actividades de un grupo, sino que se les considera como una red de actores independientes afiliados (donos) que se apoyan entre sí con propósitos defensivos u ofensivos. A pesar de su independencia, los donos actúan dentro de una estructura que opera en tres niveles, los que son mostrados en el Diagrama 2a.

13

Comando Vermelho, Terceiro Comando y Amigos dos Amigos. En el 2002, el Comando Vermelho Jovem, un grupo que se separó del Comando Vermelho establecido a mediados del fin de la década de los 90, parece haber sido reabsorbido por el Comando Vermelho y ya no existe como grupo independiente.

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DIAGRAMA 2A Nivel uno / sin alianzas Atacadista

Atacadista

Atacadista

Matuto

Matuto

Matuto Nivel dos: donos

Dono

no Do

Dono Dono Dono

Facción de Drogas

Neutral dono

no Do Dono

Dono

Gerente geral

Gerente geral Gerente geral

Gerente geral

Gerente geral

Gerente geral Gerente geral

Vapor

Gerente de cocaina

Gerente de mocanha

Gerente de boca

Gerente de boca

Vapor

Vapor

Vapor

Otheiro/ Fegueteiro

Vapor

Gerente de soldados

Fiel

soldados

Vapor Endoladores

Nivel tres: favela

Nivel 1: Atacadistas y Matutos Tanto la prensa como la policía de Brasil generalmente han sobrestimado enfatizado la importancia de los traficantes de drogas en el ámbito de las favelas. Los donos establecidos en las favelas han sido presentados como los actores clave dentro del mercado de drogas en Brasil y en consecuencia los persigue la policía. La gente de Río conoce muy bien los nombres de los donos de Río de Janeiro y las comunidades de las favelas que controlan, aunque desconocen en gran medida el hecho de que estos mismos donos serían incapaces de trabajar sin los atacadistas, que organizan la importación de cocaína, y sin los matutos que transportan la cocaína hacia las favelas que los donos controlan, como es de dominio público. Además de ser incorrecto, este enfoque de la prensa sobre los donos aleja la atención pública de los 40


responsables de la importación a gran escala de cocaína y armas de fuego, forzando la atención en los personajes de la favela como únicos responsables de toda la violencia asociada al tráfico de droga en Río. El control de las importaciones de cocaína por los atacadistas significa que los donos dependen completamente de ellos para continuar con su negocio. En los pocos casos en los que los donos establecidos en las favelas consiguieron alcanzar el nivel de atacadista, a través de conexiones directas en países productores, su importancia en tanto importadores fue enormemente exagerada por la prensa. Esto ha conducido a que la policía realice cacerías humanas, y al consiguiente arresto. Por ejemplo, Fernandinho Beira-Mar, un dono anteriormente alineado con el Comando Vermelho, fue extraditado desde Colombia luego de ser capturado por el ejército colombiano mientras se escondía entre las FARC14. Su búsqueda, su prisión y extradición se dieron luego de una campaña de la prensa brasileña que lo mostraba como el más grande y peligroso importador de droga en Brasil. Beira-Mar fue recientemente mencionado por el diario brasileño O Globo como responsable del 60% del tráfico de drogas dentro del país15, lo que no es confirmado por diversos informantes. Ya que el número estimado máximo de atacadistas y matutos es de cien personas, (NEPAD & CLAVES 2000), esta presentación del dominio de Beira-Mar del comercio de cocaína en Brasil, es exagerada. Según un extraficante del Comando Vermelho, Beira-Mar está lejos de ser tan importante: lo que tenía era un contacto... hay gente más importante que él... él es sólo una fachada. Hace cinco años, podían ver a Beira-Mar caminando por aquí, como una persona normal. Los medios lo transformaron en «Fernandinho Beira-Mar» el número uno del país. La satanización de Beira-Mar por el público y su consiguiente arresto significa que es poco probable que se busque a quienes son más importantes que él. Estos actores que ascienden a la posición de atacadistas son los primeros, o tal vez, los únicos capturados (NEPAD & CLAVES 2000:35) El mercado mayorista de cocaína actualmente se basa en importaciones de países productores latinoamericanos como Colombia, Bolivia y Perú. Es ágil, descentralizado y con poca o ninguna jerarquía. Usualmente los atacadistas son actores independientes que cuentan con los contactos internacionales necesarios en los países productores, acceso a l ava d o d e d i n e ro, c o n t a c t o s c o n o rg a n i z a c i o n e s c r i m i n a l e s 14 15

Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Movimiento guerrillero colombiano. O Globo 19/06/02 p. 15.

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internacionales y acceso a las altas esferas del poder estatal, e incluso pueden ser miembros de órganos estatales (NEPAD & CLAVES 2000:2324). Brasil es un país de tránsito para la exportación de cocaína a los países desarrollados y Río es un punto de salida principal para esta exportación. Como se señaló anteriormente, un 20 % de la cocaína transportada a través de Río de Janeiro abastece el mercado local en la ciudad. Los atacadistas y matutos generalmente importan armas y cocaína, para la cual también encuentran un mercado lucrativo en las bandas fuertemente armadas de Río de Janeiro. Los atacadistas y matutos no dependen de las bandas de traficantes de drogas. Como intermediarios entre mayoristas y minoristas, los matutos se mueven libremente entre las bandas de traficantes de drogas y pueden vender armas y drogas a donos de cualquier favela sin importar la afiliación de banda del respectivo dono. Un matuto es como un conductor de bus, puede llevar a cualquiera Ex-traficante de droga en los años 90 Los matutos reciben protección de todas las bandas así como venden a todo el mundo. ... la ley es una ley del hampa, no está escrita, pero establece con qué familia no debes meterte... y esta misma ley dice que uno no puede meterse con un matuto, un matuto tiene que hacer su trabajo. Ya que en verdad un matuto es un contacto... ¿cómo consigue droga? A nadie le interesa. Así que las bandas tienen sus favelas, tienen su monte. Informante I

Nivel 2: Donos Las bandas de traficantes de drogas de Río de Janeiro actúan según un sistema de lealtades entre donos que están unidos en una flexible red de apoyo mutuo, tanto dentro como fuera del sistema carcelario. ...lo que existe, en verdad, es una gran red de prisioneros que comparten una afinidad política y para que esta afinidad política permanezca unida, dominan una banda. Informante I 42


En este caso la «afinidad política» no es «política» como se entiende comúnmente, sino que se refiere a los objetivos deseados comunes, o las posibilidades para ayudarse uno a otro, con fines de lucro y crecimiento territorial. Por lo tanto, las bandas pueden considerarse no como corporaciones altamente estructuradas, sino como grupo de donos independientes, unidos a través de alianzas flexibles y mutuamente beneficiosas. Si esas alianzas dejan de ser útiles para los objetivos de los donos o acaban convirtiéndose en una amenaza para estos objetivos, entonces un dono puede abandonar su banda actual y declarar que su área es «neutral» 17 , unirse a otra banda o incluso crear una nueva 18 . Por ejemplo, Amigos de los Amigos es un grupo disidente del grupo Comando Vermelho y tiene una estructura organizativa interna similar al Comando Vermelho y al Terceiro Comando. Debido a la naturaleza heterogénea de las comunidades de las favelas, esta serie de afiliaciones y «relaciones políticas» es más efectiva que un órgano corporativo que toma decisiones en nombre de los afiliados de la banda. ...los morros son independientes. Cada uno tiene su realidad, cada batallón de la policía militar tiene su propio precio, cada guarnición tiene su propia relación con el jefe. De modo que no concierne a un líder en particular determinar cómo será la relación con cada batallón, con cada región, con cada favela. Estas son realidades que cambian a cada momento. Informante I Aun dentro de esta red flexible de independientes existe una estructura dentro de la cual deben saber actuar los donos afiliados a una banda. El CV 19 siempre será el CV, pero ahí (en la favela), él (el dono) manda... si quiere quemar su favela, puede hacerlo. Pero tiene que saber qué es lo que está haciendo, tiene que ser consciente de lo que hace... tiene que estar en armonía con todos para que el ritmo de su favela siempre vaya bien. Ex-traficante de los años 90 Ni el Comando Vermelho ni las otras bandas de traficantes de drogas tienen un líder único. Un dono no se subordina a otro al entrar en una banda. 17

18 19

Los neutros suelen tener una estructura organizativa similar a las grandes bandas de las favelas. Sin embargo, los neutrales generalmente no gozan del apoyo de otros neutros establecidos en otras favelas, a diferencia de otros grupos armados dentro de una banda que pueden gozar del apoyo mutuo de otros grupos armados miembros de la misma banda. El cambio de una banda a otra o la creación de una nueva banda es poco común, pero ocurre. CV son las siglas del Comando Vermelho

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Sin embargo, como en cualquier grupo de individuos, uno o dos dentro del grupo se pueden volver más poderosos o respetados que los demás debido a sus aptitudes de liderazgo personal, el nivel de control territorial que ejerzan, la cantidad de dinero que ganen o el número de soldados que manden. ...cuenta mucho más la capacidad personal de cada individuo para hacerse escuchar, etc., pero eso no hace que una persona sea mucho más importante dentro de la red. Informante I Aunque no hay un líder único, las bandas sí tienen figuras importantes que pueden ser consideradas como «puntos de referencia» para otros donos de la banda. Tal es el caso del origen del Comando Vermelho, que posee una estructura dentro y fuera del sistema carcelario. La estructura se muestra en el Diagrama 2b.

DIAGRAMA 2B Dono

Dono Dono

Prisión Dono

Dono/Vice-presidente

Dono

Gerente geral

Dono “punto de referencia” Gerente geral

Gerente geral

no Do

Ciudad Dono

Dono Dono

Gerente geral

Gerente geral Gerente geral

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Dono

Gerente geral

Dono

Dono

Gerente geral

Gerente geral Gerente geral

Gerente geral


Los donos más poderosos del Comando Vermelho actualmente están en prisión, desde donde continúan controlando sus territorios a través de teléfonos celulares y colegas que los visitan. Ya que la mayoría de estos donos se encuentran en la misma prisión de máxima seguridad, Bangu I, al oeste de Río de Janeiro, han podido centralizar el control de las bandas a través de una estructura basada en las prisiones que es liderada por un «presidente» y un «vice-presidente». Ellos no controlan o reciben dinero de los territorios de otros donos. En cambio, regulan la vida en la prisión, calman las disputas internas de la banda que tienen lugar fuera de la prisión y toman la decisión final sobre cualquier problema de mutuo interés de los afiliados a la banda. ...él [el presidente] determina una serie de cosas... decide tu vida dentro de la prisión... pero no decide nada con respecto a tu morro. Informante I ...es la prisión la que controla Río de Janeiro.

Ex-traficante de los años 90

El poder mayor del crimen no está en la calle, está en la prisión. Informante I Siempre ha sido así. En la prisión hay un presidente que toma las decisiones finales... todo se trabaja dentro de la prisión... él decide y luego le dice a la gente de afuera... y todo lo que pasa allá afuera, lo sabe la gente en la prisión. Ex-traficante de los años 90 El resultado es que el poder del Comando Vermelho, como organización, de hecho reside en el interior del sistema penitenciario. Informante 1 Un ex-traficante dijo que la estructura interna del Comando Vermelho es como una cosa entre una cooperativa de trabajo y un poder del estado: Es como el estado, el estado no tiene un dueño sino un presidente o un vicepresidente... es como una red con un secretario; él organiza, como una cooperativa. Ex-traficante de los años 90 Los miembros de Comando Vermelho entrevistados dijeron que su banda había hecho esfuerzos por volverse más organizada en los últimos 45


años nombrando a un dono que no estuviera en prisión para actuar como «coordinador externo» o «punto de referencia» externo. Debido a la naturaleza de la estructura de la banda esto no significa que dicho personaje pueda ser considerado como un líder, según explica un traficante: «No es una cuestión de mandar, él orienta «. También es una manera de tener un vínculo directo entre los intereses de las bandas dentro y fuera de la prisión. Hubo una reunión hace cuatro meses, a la que se convocó a todos los donos de todas las áreas de Comando Vermelho en Río de Janeiro, en la que (los puntos de referencia) emitieron un juicio y dijeron que los amigos que son amigos deben respetarse uno al otro... deben dejar de pelear entre ellos, ya que somos de la misma banda, todos estaban ahí, hoy las cosas están organizadas. Hoy todo lo que pasa en las calles, cualquier pelea pequeña que haya, cualquier guerra, pasa por él. Él evalúa qué es correcto y qué es incorrecto, de manera que luego puede transmitirlo a la gente dentro (de la prisión). Ex-traficante de los años 90 Un detective ha declarado que las bandas de traficantes de drogas están entrando en una tercera fase de organización, en la que cada banda tiene un solo jefe 20 . Al igual que un gerente general en el mundo de los negocios, estos jefes de banda deciden quién va gerenciar cada punto de venta. Sin embargo, este alto nivel de estructura aún no fue concretado.

Nivel 3: Favela El dominio de la favela por una banda de traficantes de drogas se ve en los graffiti21 que marcan sus territorios y la presencia de quadrilhas armadas que patrullan dentro de las comunidades. La organización de la banda en el ámbito de la favela se basa en la necesidad de vender drogas a los clientes, defender la boca de fumo de una invasión por parte de una banda rival o una redada policial, e invadir territorios de otras bandas. Las asociaciones flexibles encontradas en los donos se sustituyen por una estructura rígidamente jerarquizada y militarizada con puestos claramente definidos, que se repite casi idénticamente en todas las favelas sin importar su afiliación a una banda o su condición neutral. 20 21

Ricardo Hallack (Delegacia de Repressão as Ações do Crime Organizada) op. cit. O Globo, 16/06/02, Caderno Especial p. 2, «Administração igual à de um supermercado» En las paredes aparecen pintadas las siglas «CV», «TC» o «ADA» (para el Comando Vermelho, Terceiro Comando y Amigos dos Amigos, respectivamente) para marcar el territorio de la banda.

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A continuación aparece un breve resumen de los puestos dentro de dichas unidades de las bandas altamente organizadas que existen en las favelas. Ya que la cantidad de drogas que se vende en cada favela es diferente, y que la mayoría de salarios se paga en comisiones, no es posible estipular cuánto dinero gana un trabajador en cada puesto. Sin embargo, se ha incluido estimados de los salarios medios más bajos de la clasificación, basándose en entrevistas y otras fuentes, ya que dichos salarios tienden a no variar mucho. Los salarios que ganan incluso los trabajadores más jóvenes y de menor rango de las bandas de las favelas (olheiro), alcanzan hasta cinco veces el sueldo mínimo en Brasil (R$220/US$88 por mes). Los puestos que usualmente ocupan los niños y adolescentes se marcan con un asterisco y se examinan detalladamente en la Parte 3. Dono: función superior, autónoma, puede controlar algunas favelas. Es poco probable que viva en la favela misma pero la visita regularmente. Responsable de la compra de cocaína y marihuana que se vende en la favela a través del contacto con un matuto, del abastecimiento de armas a los empleados que viven en la comunidad, de las relaciones con los donos de otras comunidades que integran la banda, del pago de sobornos a la policía, etc. Tiene la última palabra sobre cualquier decisión dentro de los territorios gobernados. También es llamado o cara, o patrao, o homen, o cabeça, o amigo 22 . Gerente general: El «gerente general» del dono dentro de la favela, es responsable de vigilar todas las operaciones diarias de venta de droga, la defensa de la favela y la invasión a otras áreas. Se reporta directamente al dono. Gana por comisión23 según la cantidad de droga vendida dentro de la comunidad. Se le puede llamar también gerente de frente, braço direito, segunda voz. Sub-gerentes: Hay tres sub-gerentes principales, cada uno reportando directamente ante el gerente general. El gerente de preto es responsable de todas las ventas de marihuana en la comunidad, el gerente de branco es responsable de toda las ventas de cocaína y el gerente de 22

23

Aunque «o amigo« se refiere al dono, «um amigo« puede referirse a cualquier traficante de droga afiliado a la banda, y «os amigos» se usa como un sustantivo colectivo para describir a los traficantes en tanto grupo. Los traficantes de cualquier nivel que ganan por comisión no compran primero droga y luego la venden en el próximo nivel o a un cliente; las drogas atraviesan las jerarquías sin impedimento, debiendo los miembros de las bandas reponer lo que han «tomado prestado». Esto crea problemas cuando no se paga por las drogas «prestadas». Las medidas disciplinarias por falta de pago son brutales, culminando usualmente con la ejecución del infractor.

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soldados es responsable de todos los soldados y cuida la seguridad de la favela. El gerente de preto gana una comisión, según la cantidad de marihuana que vende en la comunidad. El gerente de branco también gana por comisión, según la cocaína que vendida dentro de la comunidad. El gerente de soldados gana un salario semanal o mensual pagado directamente por el gerente general o dono. También se puede llamar a los «sub-gerentes» gerente de maconha, gerente de cocaína, gerente de seguridad, respectivamente. (Los investigadores encontraron algunos sub-gerentes menores de dieciocho años. Sin embargo, la gran mayoría de sub-gerentes son mayores de dieciocho años). Gerente de boca*: Cada boca de fumo (punto de venta) tiene un gerente responsable de las ventas tanto de marihuana como de cocaína provenientes de esos puntos de venta. Una favela puede tener veinte o más bocas. Gana por comisión, según el volumen de droga que se vende en cada boca. Soldado*: Seguridad armada. Se les paga un salario semanal/ mensual para defender la boca de fumo y la comunidad circundante contra las invasiones. Es una presencia constante y abiertamente armada en la comunidad. También se les usa para invadir otros territorios o para formar el bonde que parte de la favela para transportar droga o armas para otras favelas o conjuntos habitacionales en toda la ciudad. Algunas de las más grandes comunidades dominadas por bandas de traficantes de drogas tienen hasta 500 soldados. Ganan entre R$1500-R$2500 (U$600-U$1000) al mes. Fiel*: Guardias de seguridad armada personal, de confianza del gerente general o el sub-gerente. Reciben un salario semanal/mensual. También es llamado fiel do dono, gerente de confianza. Vapor*: Vende droga a los clientes directamente en la boca de fumo y responde directamente al gerente de boca. Los vapores ganan por comisión, según la cantidad de droga que vendan a los clientes en la boca. Ganan entre R$1500-R$3000 (U$600-U$1200) al mes. Olheiros*: Vigías, colocados en puntos estratégicos alrededor de la favela para advertir sobre batidas policiales o invasiones de bandas rivales. Pueden usar radios o fuegos artificiales para advertir a los colegas sobre cualquier visita indeseable al local. Cuando usan fuegos artificiales, se les conoce como fogueteiros. Generalmente los elige el gerente general y se les paga un salario semanal/mensual ganando cerca de R$50 (U$20) al día. También llamado de contenção.

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Endolador: Empaquetadores de marihuana y cocaína. Empacan las drogas en paquetes pequeños que se venden por R$3, R$5 y R$1024. Se les paga un salario semanal/mensual. Empleados y controlados directamente por el gerente general, gerente de preto o gerente de branco. La estructura jerárquica de empleo de la banda en el ámbito de la favela se puede apreciar en el Diagrama 2c.

DIAGRAMA 2C Dono Gerente geral Gerente de cocaina

Gerente de maconha

Gerente de boca

Gerente de boca

Gerente de soldados Fiel

Vapor

Vapor

Vapor

Vapor

Soldados

Vapor

Olheiro/ Fogueteiro Endoladores

El Diagrama 2c está basado en el trabajo de Misse (1998) y fue confirmado durante este estudio por traficantes, durante las entrevistas. Aquí se agregó también la posición del fiel, que se identificó durante las entrevistas. Parece haber surgido recientemente. Las estructuras organizacionales locales pueden diferir ligeramente dependiendo del volumen de ventas de drogas, el tamaño de cada comunidad, el estilo de liderazgo del dono y la ubicación geográfica de la comunidad en relación a favelas vecinas controladas por otras bandas. Estos factores influyen sobre la probabilidad de invasión por parte de otra banda o de una batida policial y por lo tanto definen el nivel de organización interna. Cuanto mayor es la amenaza de invasión, más 24

Equivale, respectivamente a U$1,20, U$1,90 y US$4. Los estimados del dinero que ganan los traficantes de droga se basan en sus propios testimonios. Sin embargo, los investigadores consideran que los trabajadores de las bandas generalmente exageraban las ganancias con el fin de legitimar los riesgos de su trabajo y para proyectar un estatus más alto.

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estructurada será la unidad de tráfico local y consiguientemente se llenarán todas las posiciones mencionadas. Sin embargo, en las comunidades en las que hay poco interés policial o menos riesgo de invasión por parte de una banda rival, las posiciones pueden ser compartidas o no existir. Por ejemplo, sólo en las favelas grandes en las que las bandas utilizan una gran cantidad de soldados habrá un puesto pagado para un gerente de soldados; generalmente en las comunidades en las que las ventas de drogas son bajas y consiguientemente el número de empleados es menor, la seguridad puede ser organizada por el gerente general (ver Diagrama 2d). En las comunidades en las que las ventas de drogas son las más bajas y existe menor riesgo de intentos de toma por parte de bandas rivales, los empleados también pueden duplicar sus funciones de trabajo haciendo a todos los empleados responsables de la seguridad armada de la favela, bajo la orden directa del gerente general (ver Diagrama 2e).

DIAGRAMA 2D

Dono Gerente geral Gerente de maconha

Gerente de cocaina

Fiel Soldados

Gerente de boca Vapor

Vapor

Gerente de boca Vapor

Olheiro/ Fogueteiro

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Vapor

Vapor

Endoladores


DIAGRAMA 2E Dono Gerente geral Fiel Gerente de maconha

Gerente de cocaina

Vapor

Vapor

Vapor

Vapor

Vapor

Olheiro/ Fogueteiro Endoladores

Que las afiliaciones flexibles entre donos afiliados a la misma banda y la consiguiente estructura jerárquica que se encuentra dentro de la misma favela se puedan describir como una organización, depende de cómo se define el término «organización». Sin embargo, con la excepción de diferentes lemas de banda25, no existen diferencias ideológicas, religiosas, políticas o étnicas entre las bandas de traficantes de drogas de Río de Janeiro que las distinga entre sí. Su objetivo principal es la ganancia económica y todas emplean estructuras de poder similares para alcanzarla. El número total de personas activamente empleados en el comercio minorista de drogas de Río de Janeiro depende de la fuente de información. Los reportajes de prensa afirman que las bandas de la droga de Río cuentan con 3.000 miembros armados (con un arsenal que incluye 1.500 rifles y ametralladoras) 26, mientras que otros estimados han señalado que al menos 7.00027 menores están trabajando actualmente en el comercio de droga. Cesar Maia, Alcalde de la Ciudad de Río de Janeiro, estima que existen 10.000 traficantes de drogas armados en la ciudad28. Los expertos en seguridad 25

26

27 28

El lema del Comando Vermelho es «Paz, Justicia y Libertad» y el del Comando Terceiro es «Vive y deja vivir». O Globo, 16/06/02, Caderno Especial, pp. 6-7, «La confrontación entre el poder del estado y el poder del crimen» O Globo, 22/04/02, p. 8, «El tráfico ya reune 7 mil menores». En entrevista, Extra, 22/05/02.

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suelen concordar en que los empleados de las bandas de la droga son alrededor de 1% de la población de Río, lo que equivale también a un total de 10.000 miembros. Durante un trabajo de campo conducido por este estudio se encontró alrededor de 70 traficantes en tres favelas diferentes. Los investigadores estimaron que entre 50% y 60% de estos traficantes eran menores de 18 años. Si se puede tomar como reflejo del contingente de las bandas en otras favelas de la ciudad, vale la pena mencionar que entre 5000 y 6000 menores trabajan actualmente en las bandas de traficantes de drogas en Río. Como se menciona en la Parte 3, la gran mayoría de estos menores está armada.

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CONTROL DE LA COMUNIDAD: RECIPROCIDAD FORZADA Y PRESENCIA SIMULTÁNEA Desde su aparición en los años 1980, las bandas de traficantes de drogas se han convertido en una fuerza socio-política reconocida en el nivel de la favela. Su poder ha sido aceptado por la población de la comunidad debido al miedo y a una falta total de alternativas. El dominio de las bandas se ha basado en estructuras históricamente existentes de control y protección social que se desarrollaron en un sistema de «reciprocidad forzada» mantenido por una táctica doble empleada por los traficantes de droga: coerción de apoyo y violencia represiva.

Donos y modelos pre-existentes de control social Aunque ha habido un aumento en el uso de la violencia, como herramienta para mantener el orden social, la dominación que ejercen las bandas de traficantes de drogas sobre las favelas se ha constituido sobre estructuras locales existentes de control y protección que los donos de favela utilizaron en los años 50 y 60. Las favelas han estado tradicionalmente desprovistas de representantes del poder público que preserven la ley y el orden. Debido en parte a la grande e incontrolada expansión desde los años 60 luego de la migración urbana de las masas rurales, las favelas de Río de Janeiro han existido casi «aparte» de la ciudad. Las favelas son enclaves de pobreza que tienen poca infraestructura, escasos servicios públicos y casi ninguna representación política. Esta tradicional ausencia del estado condujo al surgimiento de importantes figuras locales conocidas como donos, que brindaban servicios en tiempos de sufrimiento (por ejemplo, comida o medicinas para los pobres y los ancianos) y protegían a la comunidad de la violencia, imponiendo el orden social. Ya que el orden social en Brasil se ha mantenido tradicionalmente por la violencia o la amenaza de violencia, incluso de parte del gobierno (Leeds 1998), los donos solían ser figuras fuertes con una reputación para realizar asesinatos clandestinos. Durante los años 50 y 60, bicheiros, vigilantes, asaltantes armados o donos da boca solían cubrir esa posición (Misse 1999). Más adelante, los criminales eran relacionados con el rol del dono debido a las nociones paternalistas del 30

«Bandido social» Misse (1999:342) / «bandido formado» (Zaluar 1993)

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«bandido social» 30 o del antiguo «valiente» malandro, quienes a cambio de ser protegidos de la población local - no robaban ni dejaban robar dentro de la comunidad, protegían a los miembros de la comunidad de os criminales de otras áreas e incluso distribuían gratuitamente los bienes robados entre los necesitados de la comunidad 31 . Dichos criminales garantizaban, de cierta forma, el orden social local y llevaban a cabo juicios en tiempos de disputa interna en la comunidad (Misse 1999). También había una clara distinción entre el «trabajador» y el «criminal», siendo el primero merecedor del respeto y la protección debido a una superioridad moral percibida (Zaluar 1985). Como comentaba un señor durante una entrevista, la gente que mantiene el orden en la favela es un «mal necesario». La normalidad y aceptación de dichas relaciones recíprocas se han reforzado más por una relación simbiótica existente hace mucho y basada en el clientelismo entre las comunidades de la favela y el gobierno. Los políticos, a cambio de votos en un sistema sostenido por los «favores», otorgan a ciertas favelas los beneficios públicos o los servicios sociales que se debería brindar uniformemente (Leeds 1998:253). La existencia de una figura todopoderosa aunque paternalista, conocida como jefe (patraô), también data de la esclavitud colonial, ya que fue Brasil el último país que eliminó la práctica legal de la esclavitud en 1888. Los esclavos liberados a inicios del siglo veinte, fueron algunos de los pobladores originales que habitaron las primeras favelas.

Dominio de las bandas: «Reciprocidad forzada» e instituciones sociales legítimas que la afectan Siguiendo la transformación del tráfico de drogas de Río de Janeiro a inicios de los 80, la posición del dono se ha convertido en dominio exclusivo de los traficantes dentro de las favelas dominadas por bandas de traficantes de drogas. Los donos do trafico han preservado, utilizado y desarrollado esta posición, creando un sistema de control basado en la violencia o la amenaza de violencia por la cual los traficantes reciben protección de la comunidad a cambio de ofrecer lo que el estado tradicionalmente no ha provisto: el mantenimiento del orden social, apoyo, estímulo económico y actividades de esparcimiento. A través de una constante presencia armada dentro de la 31

Mineirinho, un notorio ladrón armado en los años 60, supuestamente robaba cargas de camiones de leche y carne y las distribuía en su comunidad (Amorim 1995:51)

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comunidad y del creciente uso de la violencia como medio de control, las bandas de traficantes de drogas se han convertido en una «fuerza política» o en una «forma incipiente de gobierno» dentro de las favelas que ellas dominan (Zaluar 1983:32; Zaluar 1995). Con un poder legitimado por la aceptación o neutralidad de la comunidad, las bandas aplican el orden social en la comunidad a través de una serie de códigos de conducta que sirven tanto a sus necesidades como a las necesidades que la comunidad tiene de «ley» y «orden». Los códigos de conducta se mantienen a través de una táctica doble de apoyo y violencia punitiva por el no-cumplimiento 32. Aunque las bandas ofrecen servicios que el gobierno no brinda, su control es de una naturaleza tiránica33 y su relación con la comunidad puede ser vista como una «reciprocidad forzada». Sin embargo, este intercambio recíproco es «forzado», principalmente por el fracaso del gobierno en promover una alternativa seria y no violenta para dar orden social y servicios públicos, como por la presencia de las armas de los traficantes de drogas. Como resultado «... al menos en las favelas, la democracia ha sido sustituida por la creación de la «narcocracia», que es una estructura económica y política que resulta del envolvimiento general, directo o indirecto, en el tráfico de drogas» (Leeds 1998:246). Sin embargo, el término «narco-dictadura» puede representar mejor esta situación, y no expresan ningún proceso democrático dentro de la comunidad. Como muestra el siguiente diagrama (2f), las bandas de traficantes de drogas imponen su poder de «reciprocidad forzada», por medio de la cual hacen una serie de ofertas y demandas que, aunque no son escritas, son comprendidas tanto por los miembros de la comunidad como por los traficantes.

32 33

«Vencer en la moral [...] vencer en la fuerza»(Zaluar 1983: 25). Aparte del uso de la fuerza, la naturaleza tiránica del control de la banda se demuestran claramente por el hecho de que aunque las normas de conducta en la comunidad (las leyes del tráfico de drogas) dictadas por las bandas de la droga son muy similares en todas las favelas, su implementación depende de la personalidad o estilo de liderazgo del dono local o gerente general (Leeds 1998:242) y cualquier decisión con respecto al castigo por no cumplir dependerán de su criterio personal.

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DIAGRAMA 2F Reciprocidad Forzada Oferta de los traficantes - Mantenimiento del orden social y protección contra el crimen y de conflictos - Apoyo al desarrollo de la economía local - Inversión en actividades de esparcimiento Mantenida por coerción y apoyo

Demanda de los traficantes - Código del silencio. Protección de la policía a través del anonimato dentro de la comunidad. - Una base para la venta local de drogas - Seguir códigos de conducta «las leyes del tráfico». Estimulada por un sistema de violencia punitiva

Este modelo se mantiene a través de una táctica doble de apoyo mutuo y de la imposición tiránica por parte de los traficantes de un sistema de violencia punitiva por no colaborar. La dominación de la comunidad por parte de las bandas ha afectado enormemente las instituciones locales, «...todos los actores sociales y políticos que existen en una localidad dominada por una traficantes de droga están bajo su influencia, incluso si eso no significa estar bajo su control « (Souza 2000:76). En cambio, los actores locales se «contaminan» y tienen que aprender nuevos métodos de diálogo con los traficantes, ya que «...en presencia de estos nuevos actores sociales que ejercen el dominio territorial y privatizan el uso de la fuerza, se necesita aprender a reorganizarse» (Souza 2000:76). Los actores sociales que no «se reorganizan» o que no saben en qué situaciones no discrepar con los traficantes son asesinados o expulsados de la comunidad. En 1990, los traficantes invadieron la sede de la Asociación de Residentes [en la favela Santa Marta]e impidieron la instalación de un teléfono público probablemente para no facilitar el acceso de la comunidad a la policía. El secretario de la asociación protestó contra los traficantes y fue asesinado dos meses más tarde, acusado de ser informante de la policía. Durante su funeral, el presidente de la asociación acusó a los traficantes de haber matado al secretario. Tres meses más tarde, el presidente y su esposa también fueron asesinados (Leeds 1998:252). La Comisión contra la Violencia y la Impunidad ha denunciado que entre 1992 y 2001, traficantes de droga asesinaron a 100 líderes de la comunidad 56


y expulsaron de sus favelas a la fuerza a otro centenar34. Como resultado de la represiva y violenta invasión de las comunidades de las favelas por parte de la Policía Militar y el control de la comunidad por la banda, «...los pobladores de las favelas están atrapados entre dos grupos armados: la policía y los grupos de traficantes» (Leeds 1998:252).

Apoyo Mutuo 1) LOS TRAFICANTES DE DROGAS NECESITAN A LA COMUNIDAD Las favelas en Río de Janeiro se construyen generalmente sobre montañas, están formadas por un laberinto de callejones y usualmente tienen pocos puntos de acceso y salida. Debido a estas características, las favelas son ideales como bases de defensa para las ventas locales de droga. Las favelas no sólo ofrecen un espacio de protección frente a la policía y las bandas rivales sino que, si son apoyados suficientemente, sus comunidades también ofrecen a los traficantes la oportunidad de esconderse durante las batidas policiales. Además, al conocer a todos los moradores y saber todo lo que pasa dentro de la comunidad, los traficantes de drogas están protegidos de la infiltración de grupos rivales y de la policía. Respetar a los habitantes de la comunidad y tratarlos bien es una manera de garantizar la protección por la comunidad. Si se respeta las necesidades de la comunidad, entonces se vuelve más fácil conseguir el apoyo contra la policía, cumpliendo con un código del silencio, o dándoles la información necesaria para evitar la traición interna o la invasión por parte de una banda rival. E- ¿Y las personas del movimiento respetan a las personas de la comunidad? T- ¡La respetan, claro! Todos se respetan. Que uno sea un criminal no quiere decir que no respete a un morador, tiene que respetar. Ellos nos respetan y nosotros tenemos que respetarlos. Porque los necesitamos también, porque podemos huir y escondernos de la policía en sus casas, así que si no ayudamos a los habitantes, ellos no nos ayudarán... tiene que haber una unión, cada uno de nosotros debe tratar bien a los habitantes. Uno debe estar en unión con el otro... Fiel de gerente general, 16 años 34

Comisión contra la Violencia y la Impunidad / ALERI, como lo publica O Globo, 20/07/01.

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El respeto de los traficantes de drogas con los trabajadores se verificó en las entrevistas a la comunidad: «Los traficantes respetan a los trabajadores». Incluso los niños traficantes de drogas entendían que se debe tratar bien a la comunidad para que la coexistencia pacífica se pueda desarrollar. ...[la comunidad] se divierte, se divierte, no hay peleas. El amigo trata bien a todos. A la mayoría le cae bien el amigo, es un tipo al que le gusta la comunidad. Olheiro, 14 años Los traficantes presentaron este «respeto mutuo» como una unión necesaria. Un joven de diecisiete años, gerente de seguridad, responsable por la seguridad de toda la banda en una favela de más de 20 mil pobladores, explicaba lo importante que es la comunidad para los intereses de la banda y cómo es que la banda adquiere su fuerza (la unión hace la fuerza).

2) LA COMUNIDAD DEPENDE DE LOS TRAFICANTES La única presencia importante del estado en las favelas en 2002 proviene de los escasos programas sociales (escuelas, puestos de salud, etc.), la incipiente infraestructura35, y una política de seguridad pública violenta y represiva basada en la invasión y ocupación policial y no en la presencia continua de la fuerza policial36. Como fue señalado anteriormente, debido al clientelismo y a la institución efectiva de una «narco-dictadura», las poblaciones de las favelas tienen poca voz o representación política. Los habitantes de la comunidad se distancian más de las nociones protección estatal debido a un sistema judicial ineficiente y corrupto que no sirve a sus necesidades. En consecuencia, se considera al estado prácticamente ineficaz dentro de la comunidad ya que no cumple con su parte del contrato social, es decir, «acata la ley y paga tus impuestos y el estado apoyará tus necesidades básicas y te protegerá». El fracaso del gobierno en cumplir su parte del contrato social permite a las bandas de traficantes de drogas aparecer ante la comunidad como la mejor alternativa práctica para el mantenimiento 35

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Se observa en la provisión de programas del estado como el de Favela Bairro que construyen carreteras, vivienda, sanidad y otras infraestructuras para algunas favelas. Con la excepción del programa GPAE (Grupo de Policamento de Areas Especiais/ Grupo Policial de Áreas Especiales), que ofrece a una comunidad presencia policial en la favela Cantagalo. El gobierno estatal coordina este programa en asociación con la organización no gubernamental Viva Rio.

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del orden social y para proveer sus necesidades, «... mal con ellos [bandas de traficantes de drogas], peor sin ellos. Un matrimonio infeliz, pero necesario» (Zaluar 1983:11; Zaluar 1995)37. El estado no sólo ha dejado de cumplir con el contrato social sino que el comportamiento de la Policía Militar, su representante principal para el mantenimiento del orden público, tiene tal historial de violencia, de asesinatos extrajudiciales y corrupción dentro de la comunidad que ahora se les «detesta» (Leeds 1998:243). Como explican los adolescentes de las favelas que no intervienen en el tráfico de drogas durante una entrevista grupal: Yo quería que la policía no existiese porque no defienden a nadie... Todos los policías son corruptos y maltratan a los moradores Ellos [ la policía] no tienen moral en la comunidad. Yo trato a todo el mundo [en la comunidad] bien. A veces un morador me pedía dinero para comprar arroz, un balón de gas. Entonces ¿yo qué hacía? Iba abajo y robaba en todo el mercadito lo que ellos necesitaban, lo ponía en una camioneta, hacía paquetes. A veces pagaba de mi propio bolsillo para comprar. Gerente de boca, 16 años E: ¿Tú hablas de ayudar a la comunidad, a los moradores, ¿entonces cómo ayuda el tráfico a la comunidad? T: Ah, así, con un vehículo robado lleno de comida, se lo damos a la comunidad, un día de fiesta, le damos comida a la comunidad. Todo tipo de comida y también refrigeradoras, radios... Fogueteiro, 13 años Muchos entrevistados mostraron más confianza en el sistema informal de justicia de la banda, aunque sea apoyado en parte, por un sistema de violencia punitiva, que la seguridad pública que brinda el estado.

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El fracaso del estado en cumplir su parte del contrato social dentro de las favelas se demuestra mejor por el hecho de que en las comunidades en las que las bandas de traficantes de drogas no son una fuerza efectiva, el mantenimiento del orden social y la protección contra la actividad criminal se realiza por medio de grupos de vigilantes o escuadrones de la muerte, a menudo irónicamente conformados por policías fuera de servicio o retirados del área (policia mineira).

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...¿vas a confiar en un policía que no has visto antes que puede o no ser deshonesto, o vas a confiar en tu vecino, que aunque trabaje en la boca, es tu vecino, creció contigo? Yo confío en mi vecino. Morador de la favela Consecuentemente, para todos los efectos prácticos, las bandas se han convertido en el poder socio-político legitimado en las favelas que ellas dominan. Como declaró un adolescente de una favela que no participa en el tráfico de drogas durante una entrevista: «El poder del traficante de drogas es más grande que el poder del gobierno». Como demuestran los siguientes testimonios de algunos pobladores de favelas dominadas por las bandas de traficantes de drogas, esta falta de elección ha creado una dependencia del apoyo que dan los traficantes de droga y de su capacidad de mantener el orden. Si estás en casa sin comida, o si te pasó algo afuera [ de la favela], si necesitas dinero y no tienes, el traficante te dará dinero de su propio bolsillo porque sabe que eres un buen ciudadano y dirá «si necesitas de mí, no pasarás hambre. Si un día puedes, págame». Ellos [los traficantes de droga] ayudan. Si necesitas medicina, si necesitas alimento, te ayudarán. Si vas a tener una fiesta, ellos patrocinan la fiesta dentro de la comunidad. Las reglas existen y de alguna manera ellos ayudan a organizar la comunidad. Ellos sólo se meten si nos roban, ellos se meten para defender a los habitantes. En la favela no existe el robo, no hay peleas. Hay algunas cosas que incluso ayudan en la organización de la favela. Muchos de la generación más joven, que no conocen mucho acerca del dominio de la banda en la comunidad, confían en este sistema de orden social. Las entrevistas con adolescentes de las favelas mostraban que ellos confían en los traficantes de drogas («a gente confia no tráfico»). Sin embargo los miembros de la comunidad entrevistados son conscientes del costo para la libertad personal y para el peligro que implica unirse a este sistema. Como se explica: Es una protección que cuesta caro... eso tiene un precio muy alto Es una falsa seguridad. Nadie realmente se siente seguro.

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El estímulo económico y la inversión en actividades de esparcimiento aumentan el dominio de la banda. Los traficantes de droga benefician a las comunidades de las favelas pobres garantizando trabajo para miles de personas desempleadas y así inyectan dinero en la comunidad (Souza 2000:75). Souza ha identificado los siguientes cinco grupos como los principales beneficiarios económicos del tráfico de drogas dentro de la comunidad. 1. Empleados de la banda (dono/ gerente geral/ sub-gerentes/ soldados/ vapores/ olheiros/ endoladores, etc.); 2. Los miembros de la comunidad reciben «regalos» o la satisfacción de las necesidades básicas e momentos de especial aflicción; 3. Familias que dependen de los ingresos de los empleados de la banda; 4. Los trabajadores y vendedores que venden casi exclusivamente para los empleados de las bandas de traficantes de drogas (dando comida, ropa, etc.); 5. Familias que dependen de los trabajadores del grupo 4. El estímulo económico de las comunidades de la favela a través del trafico de drogas se ha convertido en un canal directo, pero limitado para la redistribución de riqueza entre los ricos y pobres y sirve para reforzar la posición de dominio de la banda. Sin embargo, la gran mayoría de la ganancia (alrededor del 60 70 %) sale de la comunidad y va al dono, quien usualmente vive fuera de la favela. El dominio de la banda se refuerza mucho más por sus inversiones en las actividades de esparcimiento, especialmente eventos musicales (como los bailes funk) y las fiestas de las comunidades. Con excepción del reciente proyecto Connexões Urbanos38 que trae bandas brasileñas famosas a tocar en espectáculos gratuitos en las favelas de Río, las bandas de traficantes de drogas son los únicos grupos que pagan dichos eventos culturales dentro de la comunidad. Los bailes funk también ayudan a la venta de droga, ya que mucha gente viene de fuera de la favela para disfrutar de la fiesta gratuita y para comprar drogas.

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Conexiones Urbanas es coordinado por Afro Reggae y financiado por el gobierno municipal de Río de Janeiro

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Los vínculos entre la comunidad y los traficantes fortalecen el apoyo mutuo Además de la necesidad de protección que tiene la comunidad, los traficantes tienen vínculos reales con la comunidad y por lo tanto razones genuinas para cumplir con su parte del contrato social. Aunque las nociones de «apoyo mutuo» pueden ser consideradas como un ardid de marketing para generar la sumisión de la comunidad, y el control consiguiente, particularmente los miembros más jóvenes de las bandas de traficantes de drogas trabajan dentro de las favelas donde han crecido. Por tanto, los niños y los adolescentes tienen un vínculo fuerte con sus comunidades. Esto se refuerza por el hecho de que las divisiones territoriales de las bandas de traficantes de drogas se basan en los límites geográficos preexistentes de las favelas dentro de la ciudad. Cuando se pregunta a los chicos que trabajaban en las bandas por qué les gustaba su comunidad, las respuestas típicas eran: Ah, porque conozco a todos aquí, son mis amigos, tengo buenas relaciones con con todo el mundo, ¿estás entendiendo? Comunidad, con las señoras, los señores [gente no relacionada con el tráfico de drogas]. Me gusta estar acá. La gente de la comunidad es «cool». Me han conocido desde que era chico, les caigo bien a todos... Muchos habitantes de la comunidad también tienen vínculos estrechos con los traficantes por haber crecido juntos o por tener a miembros de su familia en el tráfico de drogas. Crecí en una familia en la que mi tío ya había muerto porque se metió en esto. Así que luego se metió mi primo y mi hermano. Así que en la favela tú tienes tu familia... crecí aquí, mis vecinos también... así que no me voy a distanciar de ellos. Morador de la favela Los miembros de las bandas entrevistados mostraron que entendían muy profundamente que aunque los traficantes de drogas y los habitantes «no involucrados» fuesen de la misma comunidad y la representasen, existe una diferencia fundamental entre ellos que marca el funcionamiento de su ayuda mutua. Se espera que los pobladores sean leales a la banda local, pero no pueden ser participantes («tem que fechar mas não pode se envolver»). Como explicaba un traficante: 62


...Le agradamos a la comunidad pero la comunidad no se compromete con nosotros... la comunidad es la comunidad. La comunidad no puede saber todo lo que hacemos. Nuestro negocio... la comunidad no lo puede saber. Como continuación de la figura del crimen paternal desarrollada durante los años 50 y 60, esta lógica diferenciadora continúa profesando que un criminal es un criminal y un poblador es un poblador, pero que el poblador debe proteger al criminal y éste al poblador. Para mantener el status de un morador merecedor de protección, no debe involucrarse en el tráfico de drogas o en el crimen. Aunque sea una retórica para ganar el apoyo de la comunidad, los traficantes entrevistados sí mostraron creer que era su responsabilidad dar a las personas más pobres y vulnerables de la comunidad lo que el gobierno no cumple en darles. Otra vez surgen las nociones del «crimen paternalista» y las definiciones de personas y los «traficantes de drogas» como grupos separados pero mutuamente representativos: Aquí nadie roba a nadie, tú puedes dejar tus cosas aquí sin problema. Aquí todos estamos fortaleciéndonos. Si un habitante necesita un balón de gas, se lo conseguimos, si otro necesita un lugar para vivir porque la lluvia destruyó su casa, lo apoyamos. Así fue cuando hubo una inundación, no fue el gobierno de la ciudad quien ayudó. No fue Fernando Henrique Cardoso 39 el que ayudó. El pueblo se ayudó. Aquí nosotros tenemos nuestra propia manera de vivir, entonces cuando más necesitamos ayuda la gente nos da la espalda...si no nos ayudamos ¿quién lo hará? ¿el gobierno? Esos tipos sólo vienen durante el año de elecciones, hablan un montón, tiran polos a toda la gente y después dan la espalda a la favela... Gerente de soldados, diecisiete años

Reglas y castigos: un sistema punitivo de violencia para los no colaboradores Debe recordarse, sin embargo, que el sistema del apoyo mutuo presentado anteriormente continúa porque las poblaciones de la favela tienen pocas opciones. Si existiera una alternativa realista por parte del gobierno, los miembros de la comunidad serían menos propensos a aceptar a los traficantes de drogas como una fuerza política casi legítima o como representantes de la favela. Es una realidad a la que han forzado a las favelas, 39

Presidente de Brasil

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y consecuentemente sometidas a la necesidad de la «reciprocidad forzada» que coacciona y castiga simultáneamente a través de medios clandestinos y violentos. Ningún poblador de la favela es el dueño de su casa porque si el jefe lo quiere fuera va a estar fuera, dejará todo atrás, ni siquiera llevará algo, sólo su vida. Morador de la favela

Las leyes del tráfico de drogas La comunidad tiene sus propias leyes

Morador de la favela

Por muy paternalistas que se puedan presentar los traficantes de droga ante la comunidad y, a pesar de su discurso de apoyo y de respeto mutuos, la posición dominante de las bandas de traficantes de drogas dentro de la comunidad en el fondo se mantiene y se aplica a través de códigos rígidos de comportamiento y de amenazas crueles. Los traficantes de drogas y los entrevistados explicaron que si los moradores rompen las reglas establecidas, entonces los traficantes tienen autoridad de pronunciar sentencias y aplicar los castigos adecuados. En verdad, ellos [los traficantes] juzgan, condenan y sentencian. Morador de la favela Aunque este sistema de reglas y castigos mantiene efectivamente un orden social en ausencia de una fuerza policial efectiva o, al menos, presente, el propósito real de dicho sistema es mantener a la policía fuera de la favela y, así, lejos de los traficantes. Como una mujer pobladora de una favela explicaba: No puedes ir a la policía y hacer una denuncia si te ha violado o si han violado a un niño... o si tu marido te pega, algo así, no puedes porque esto trae a la policía dentro de la favela. Las reglas precisas en cada comunidad pueden diferir un poco, dependiendo de varios factores: el nivel de dominio de la banda; la estructura local de la banda; la personalidad y el estilo de liderazgo del dono. En algunas favelas, las bandas son más exigentes en el control del 64


comportamiento de los residentes. Un control más rígido de la población local resulta usualmente de la alta rentabilidad del mercado de drogas en el área y, por consiguiente, de la amenaza que se percibe de invasión por parte de una banda rival o de atraer la atención policial. En algunas favelas los traficantes pueden sólo involucrarse en los asuntos de los pobladores si éstos se lo piden («só se metem se alguém chamar»). Dichos casos tienden a ocurrir en áreas de poca rentabilidad y, por lo tanto, con banda menos estructuradas. En las comunidades en las que el tráfico de drogas es más activo, el control de la banda también lo es. Las reglas no están escritas, pero, la comunidad las aprende por la coexistencia diaria con los traficantes. Nadie viene y te dice: «no puedes robar, no puedes hacer esto o lo otro». Mira, te acostumbras a esto, entras al sistema... ves el día a día y asimilas las cosas. Morador de la favela Se citaron las siguientes reglas de comportamiento aplicadas por las bandas de la droga en favelas en entrevistas realizadas durante este estudio a más de cien pobladores de 10 favelas. Las reglas son muy similares en todas las favelas dominadas por las bandas de la droga. Sin embargo, no todas las reglas enumeradas a continuación se encuentran en todos los lugares. • No robar en la comunidad. • No pelear físicamente entre habitantes. • No violar. • No asediar sexualmente a los niños. • No golpear a las mujeres. • No hablar a la policía. • No tener un arma sin que lo sepan los traficantes. Cumplir con dichas reglas establecidas específicamente también tiene un efecto secundario en el comportamiento más general dentro de la comunidad por el miedo de atraer la atención de los traficantes de drogas. ...si perturbas la paz, por ejemplo, si estas jugando ping pong en la calle y se queja un poblador, tienes que dejar de hacerlo. Si nadie se queja, puedes seguir jugando Niño de la favela

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Las reglas no incluyen el comportamiento fuera de la comunidad, la actividad criminal es menor por habitantes de la favela fuera de la comunidad, pero dentro de la vecindad, puede sólo cometerse en lugares designados por el traficante y los crímenes más serios requieren el permiso de los traficantes, pues pueden provocar una batida policial.

Castigos La primera vez es una advertencia. La segunda vez sufrirás las consecuencias. Morador de la favela Los empleados de las bandas de rangos bajos generalmente aplican los castigos y van desde la expulsión de la comunidad hasta rapar la cabeza de las mujeres, que disparen en las manos o en los pies, golpes y muerte. Como las reglas, la imposición de los castigos depende de la voluntad del dono o gerente general local y también de la gravedad de la infracción. Depende de su humor. Si piensan que te deben matar, te matan. Morador de la favela Sin embargo, a los que cometen infracciones más graves como violación o abuso sexual a un niño o informaciones a la policía, casi siempre se les castiga con la ejecución. La siguiente lista de castigos fue elaborada durante las entrevistas a pobladores de diez favelas.

Golpizas Si una mujer dice «mi marido me pega», él [el traficante] irá y le pegará. Morador de la favela Una vez sufrí un castigo, porque hice algo equivocado... rompí una luz de la calle con una honda.. Un habitante se quejó, me llamaron y me castigaron... me golpearon las manos diez veces con un palo de madera. Morador de la favela

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Rasurar las cabezas de las mujeres Si dos mujeres se pelean, se les rasura la cabeza. Morador de la favela

Disparos en las manos o pies. Se le castigó por haber robado la boca. Se le disparó en la mano Morador de la favela Le dispararon en la mano, le dispararon en los pies. Morador de la favela

Expulsión de la comunidad ...ahí es cuando sacan a una familia corriendo. Ya han sacado a muchas familias de aquí. Morador de la favela

Ejecución Cuando hay una violación... el violador muere... así de simple. Morador de la favela

Para infracciones mucho más serias, se puede torturar antes de la ejecución para que esto sirva como una advertencia mayor a los posibles infractores. Muchas veces se descuartiza vivos a los violadores, y recientemente para los infractores graves se ha usado la práctica de meter a las víctimas dentro de llantas de goma y quemarlos vivos luego de una fuerte golpiza. Dentro de estos códigos de conducta definidos, los empleados entrevistados de las bandas se veían a sí mismos con el derecho de ejecutar cualquier tipo de castigo, incluyendo la ejecución. Al hablar sobre regir la comunidad de esta manera los entrevistados fueron claros con respecto a quién mantenía el poder y qué significaba eso en términos de mantenimiento del orden social. Como un vapor de diecisiete años explicaba.

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T:...Somos la comunidad, si hay un pervertido entonces lo matamos porque se lo merece...si hay un robo en la comunidad lo resolvemos. Si hay una pelea familiar la resolvemos. Todo lo hacemos nosotros. Los problemas de la comunidad son nuestros. E: Entonces ¿hay reglas de cómo debe portarse la gente en la comunidad? T: Hay reglas... no puedes robar en la favela ni violar a nadie, no puedes pelear, hay una serie de cosas. Nosotros ordenamos todo. E: Si una persona de la comunidad rompe las reglas, ¿qué le pasa a esa persona? T: Depende de lo que haga. Si violas a un niño, es la muerte. Si robas en la favela es un castigo o expulsión de la favela. E: ¿Estas cosas pasan aquí? T: Sí, y siguen pasando. E: ¿Qué piensas acerca de eso? T: Pienso que esos tipos son los idiotas más grandes, no entiendo la mente de alguien que viola a un niño o roba un carro de alguien de la favela, entra a robar a la casa de alguien o roba su radio y huye, no entiendo qué pasa en sus cabezas. E: Si tienes que castigar a alguien por este tipo de acción, ¿lo harías? T: Sí, lo castigaría. Tiene que ser castigado. Son las reglas del Comando Vermelho, si rompes las reglas te atraparemos. Las reglas y castigos no siempre tienen el pretexto de mantener el orden social o el «apoyo mutuo». Las reglas pueden relacionarse explícitamente a la aplicación del simple dominio territorial. Por ejemplo, en algunos territorios del Terceiro Comando, los pobladores no pueden usar el color rojo (vermelho) que es el color del Comando Vermelho. La desobediencia puede conducir a ejecuciones. Esto se demostró después la construcción de la piscinão (una piscina natural gigante en la playa Ramos) en el norte de Río de Janeiro, que estaba rodeada por favelas controladas por el Terceiro Comando. Debido al gran número de visitantes a la piscina durante los fines de semana, ésta se había convertido en un punto de ventas de droga altamente rentable para el Terceiro Comando. Prohibiendo a los habitantes de sus favelas usar el lugar, el Comando Vermelho esperaba limitar el número de compradores potenciales y así afectar las ganancias de sus rivales. Dos adolescentes ignoraron dicha prohibición, fueron a nadar a la piscinão: fueron asesinados. Los siguientes relatos se toman de los diarios.

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Adolescente es asesinado por traficantes de CV en el camino a la piscinão Extra, 9 de enero, 2002 Julio César Ferreira, quince años, fue golpeado hasta la muerte... frente a la favela del Parque Uniao... « Todo ocurrió porque vieron al niño caminando frente a la comunidad en shorts playeros, con arena en las piernas y con el pelo todavía húmedo. Era obvio que había ido a la piscinão, que se encuentra en el área del Terceiro Comando. Fue una masacre. Los traficantes de aquí no aceptan el hecho de que la venta de droga se haya elevado mucho allá y haya bajado aquí» - dijo un residente de la favela Parque Unión que no se quiso identificar. Joven muere porque fue a la piscinão O Día, 15 de enero, 2002 El traficante Edmilison Araújo Coutinho, 28 años, también conocido como Pitita fue arrestado anoche... Confesó el asesinato de Adriana Laurentino Da Silva de 18 años... De acuerdo al traficante, la joven había desobedecido sus órdenes. «Pitita», uno de los líderes del trafico de drogas en las favelas de Capivari, está vinculado al Comando Vermelho y decretó que ningún poblador podía ir a la piscinão que se encuentra de Ramos. Algunos traficantes entrevistados dijeron desconfiar de los pobladores de la comunidad y, así como propagaban nociones de confianza mutua y de unidad, al momento de hablar de las relaciones comunidad/traficantes, eran conscientes de que la comunidad no tenía ninguna obligación moral de seguir sus códigos de comportamiento. Comprendían que la única razón por la que los habitantes de la favela respetaban las reglas era la necesidad de mantener el orden social y el miedo a los castigos en caso de desobediencia. Como explicaba un traficante: E:¿Y las relaciones con los habitantes aquí, son buenas? T: Sí, sí lo son, pero no puedes complacer a todos. A veces vas a entrar a una casa y una persona no te deja entrar... no están obligados a dejarte entrar, pero no es buena idea no hacerlo, porque esa clase de cosas nos molestan. Gerente de marihuana, 22 años. Muchos de los soldados que trabajan en las favelas dominadas por el Comando Vermelho y el Terceiro Comando son traídos de otras comunidades alineadas. Esto ha creado un grupo más profesional de mercenarios que controlar más fácilmente la comunidad, ya que estos soldados no tienen ningún vínculo con los habitantes de las favelas y, 69


por lo tanto, ningún escrúpulo en aplicar los castigos por incumplir la ley. Sin embargo, muchos traficantes entrevistados mantenían una clara afinidad hacia los miembros de su propia comunidad, quienes al igual que ellos sufren pobreza, aunque siguen una vida honesta a través del trabajo lícito. Aplicar dichos códigos de comportamiento era considerado por los entrevistados como una manera de proteger a los habitantes que acatan la «ley» (norma), se lo merecen. Aun así, como se corrobora por la necesidad de una «unión» entre los traficantes y los residentes, también existe la conciencia de que proteger y ocasionalmente ayudar materialmente a los habitantes de las comunidades es un modo de defender los intereses de la banda.

Los traficantes también respetan las reglas En general, los traficantes de drogas también obedecen las reglas que ellos imponen y son muy serios acerca de respetar los derechos de los habitantes «honestos» y «no involucrados» que acatan las reglas. Si te digo que ellos entran en las casas de la gente, que los obligan a guardar cosas, eso no existe. Todo está en la calle, allá afuera. Ellos respetan nuestra puerta. Morador de la favela Así como los miembros de la comunidad son castigados si no respetan la ley, igual son castigados los traficantes. Cuando se preguntó a los traficantes entrevistados sobre qué pasaría si ellos no respetaban a los miembros de la comunidad, dijeron claramente: E: ¿Qué pasaría si, por ejemplo, ustedes no respetan a un morador de aquí? T: Ah, no sería nada bueno... aquí es así... si de repente agredes a una persona o a un poblador... sólo tal vez porque pediste a esa persona que no está involucrada [en el tráfico de drogas] que te hiciera un favor, y la persona te dijo que no lo iba a hacer, y entonces tú le pegas, le dices que le vas a disparar... entonces estás actuando mal porque esa persona es un poblador, y un poblador no está obligado a hacer nada, y entonces yo podría ser expulsado de la boca [punto de venta] porque he faltado el respeto a un poblador. O por algo más serio, tu sabes... si entras a la casa de alguien... no pasa eso aquí, pero hay casos de esos... te dan una golpiza... si llegas de verdad al punto de agredir a un poblador, de dispararle a un poblador, el castigo es serio. Gerente de maconha, 22 años 70


Ha habido casos en que los miembros de una comunidad han enviado cartas firmadas por todos a donos encarcelados del Comando Vermelho, con el fin de quejarse sobre un traficante en particular que no respeta a los residentes «honestos». En tales casos, los traficantes pueden ser trasladados a otras comunidades o ser disciplinados. Dicha acción disciplinaria es importante para mantener el orden dentro de la banda y también porque seguir las mismas reglas que se imponen a la comunidad ayuda a legitimar moralmente la posición que las bandas divulgan para su propio respeto, de que mantienen el orden social.

¿Poder paralelo o presencia simultánea? Debido a los tipos de control y de dominación de comunidades examinados anteriormente, los políticos, la policía y los medios brasileños se refieren muchas veces a las banda de traficantes de drogas como un «poder paralelo». Después de la ejecución del periodista Tim Lopes por traficantes del Comando Vermelho a inicios de junio de 2002, el Ministro de Justicia, Miguel Reale Junior, señaló que las bandas estaban tomando el lugar del estado. Refiriéndose a las bandas como un «estado paralelo», comentó que «Tim fue apresado, juzgado y ejecutado. ¿Qué es eso? Es una acción de estado» 40 . El 12 de junio, el Presidente del Tribunal de Justicia del estado de Río, Marcus Faver, afirmó públicamente que las bandas de tráfico de drogas se habían vuelto un «estado paralelo» que estaba destruyendo las instituciones de seguridad para los ciudadanos 41 . En distintas favelas, las bandas de traficantes de drogas controlan el orden social a través de un sistema de reciprocidad forzada y de castigo por la desobediencia en la mayoría de las 800 favelas de Río de Janeiro 42. Esto significa más de un millón de personas, cerca del 20% de la población de la ciudad. Sin embargo, si el gobierno estatal cumpliese el contrato social con las poblaciones de las favelas y estableciera una presencia seria en las comunidades de las favelas a través de la inversión en infraestructura local, las medidas de seguridad que se centren en la presencia de la policía 40 41 42

Ver on-line, Ministro diz que tráfico ocupa espaco do Estado, 11/06/02 O Dia 19/06/02 p. 8 Un estudio basado en el censo del 2000 por parte de IPLAN RÍO (Instituto de Planejamiento de Prefetura Municipal da Cidade do Río de Janeiro) calculó que existen entre 750 800 favelas en la ciudad de Río de Janeiro (las cifras exactas aún no habían sido publicadas cuando se estaba escribiendo este estudio).

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comunitaria honesta y no represiva, el estímulo económico local y de la provisión de empleos y servicios públicos, los traficantes no podrían mantener el control y la dominación de la comunidad en el mismo grado que se describe anteriormente. El objetivo principal de las bandas de traficantes de drogas es la ganancia de dinero proveniente de la venta de drogas ilícitas. El control de la comunidad es un método para asegurar una base defendible de microcomercialización de drogas dentro de la favela con el fin de cumplir ese objetivo de lucro. Debido al casi total abandono de las favelas por parte del gobierno del estado, durante los últimos 50 años (al menos en términos de cumplir su parte del contrato social) ha sido posible que las bandas dominen y controlen las favelas. El control de las favelas por parte de las bandas de traficantes de drogas no es resultado de su capacidad para sustituir al estado desde un punto de vista político, social o militar. Simplemente han llenado un espacio que el poder público fracasó en ocupar. Por estas razones, no se puede ver a las bandas de traficantes de drogas como un estado o poder paralelo que signifique una amenaza al mantenimiento del gobierno o del estado. Ya que su control de la comunidad es resultado de una incapacidad del gobierno para estar plenamente presente en la favela, se debe considerar que las bandas son una «presencia simultánea «, ya que toma en cuenta el control socio-político de las poblaciones de las favelas, en vez de un «poder paralelo» en oposición al estado.

Resumen En resumen, podemos ver que, basándose en estructuras históricas de control de la comunidad y del mantenimiento del orden social, las bandas de traficantes de drogas han desarrollado un sistema de «reciprocidad forzada» que sirve a sus necesidades de defensa y a la necesidad de «ley» y «orden» por parte de la comunidad. La «reciprocidad forzada» es aplicada a través de una doble táctica: de apoyo mutuo y de un sistema de violencia punitiva en caso de desobediencia. Esto es necesario, porque aunque los empleados de las bandas tengan lazos reales con la comunidad y algún interés en su bienestar, la aplicación de las reglas de comportamiento sirve principalmente a los intereses de la banda y no al bienestar de la comunidad, como se señala a menudo. La comunidad acepta a las bandas como una fuerza socio-política legítima debido al miedo y a la falta de alternativas serias. No es la ausencia absoluta del poder público lo que permite a las bandas de traficantes de drogas continuar dominando las favelas, sino su incumplimiento de un contrato social con los habitantes de las favelas. Este cumplimiento del 72


contrato social es aplicado de modo efectivo por las bandas. La dominación de las favelas por parte de las bandas sólo es posible debido al incumplimiento del gobierno y no por algún deseo o habilidad por parte de las bandas para sustituir política, social o militarmente al poder público. Como consecuencia, se debe ver a las bandas más como una «presencia simultánea « en términos socio-políticos que como un «poder paralelo» que amenace la existencia del estado.

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LA TERRITORIALIZACIÓN DE LAS COMUNIDADES DE LA FAVELA El tráfico de drogas en Río de Janeiro ha tenido tradicionalmente un fuerte vínculo con las favelas. Durante los años 50 y 60, aunque algo difusa y nada sofisticada, la distribución de la marihuana dentro de la ciudad se establecía en las favelas y eran los miembros de la comunidad quienes vendían usualmente la droga a una clientela local. Después del crecimiento de la demanda de drogas ilícitas entre las clases medias y la llegada de la cocaína a inicios de los años 80. Bandas de traficantes de drogas emergentes desarrollaron esta estructura minorista establecida en la favela como la base de puntos de venta estratégicos y de defensa. Con la transformación del tráfico de drogas de Río de Janeiro a inicios de los años 80, aparecieron nuevos niveles de violencia. Esto fue provocado principalmente por la llegada de la cocaína y su extrema rentabilidad, un incremento en el sistema policial violento y represivo, disputas entre bandas y el tráfico y uso de armas de guerra pequeñas en la ciudad. Dentro de este escenario, las favelas fueron la base para una defensa perfecta en la que la venta de drogas podía protegerse de la vigilancia policial y las incursiones por parte de bandas rivales. Debido a su red de callejones, puntos de accesos limitado y al hecho de que muchas de ellas están construidas sobre montañas, las favelas son geográficamente favorables desde una perspectiva de defensa militar. El incremento en la vigilancia y los sistemas de aviso inmediato que dependen de los olheiros surgió con el aumento de las disputas territoriales entre las bandas. La intensificación de dichas disputas en los años 80 fue también la causa de la militarización de las estructuras de las bandas locales y la introducción del soldado de banda, específicamente para la defensa territorial y contra los invasores. Además de la protección del espacio, controlar a la comunidad a través de la «reciprocidad forzada» significa que la comunidad protege a las bandas contra la policía y contra las invasiones de bandas rivales. Una «ley del silencio» existe y es aplicada protegiendo a los traficantes del arresto y de los procesos. Conocer a todos y todo lo que pasa dentro de la comunidad los protege de las invasiones por parte de bandas rivales y de la infiltración policial. Por lo tanto, la favela ofrece a las bandas ventajas territoriales y también la posibilidad de dominar socio-políticamente a la comunidad. Estas dos cosas, facilitan sus objetivos básicamente económicos. Las favelas no son el único sitio donde se vende drogas y aunque son bases logísticas y de defensa esenciales, representan la manifestación

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más pobre y menos sofisticada del tráfico de drogas. Es en la favela donde se pelean las batallas por el control del territorio, en donde los niños están armados, donde las comunidades están atrapadas en el fuego cruzado, y donde muere la mayoría de las víctimas de la violencia relacionada a la droga. Además de esta trágica realidad diaria, la vasta mayoría de ganancias de la venta de drogas no se queda en la comunidad sino que pasan a la cadena de individuos poderosos que pertenecen no a una banda de la droga, sino a la élite social y política brasileña. El Mapa 2a (Anexo) detalla los territorios de las bandas de traficantes de drogas en la ciudad de Río de Janeiro. Se basa en un reporte policial de la DRE 43 y los testimonios de traficantes en actividad. Cada área marcada en el mapa representa una comunidad de las favelas dominada por una de las bandas de traficantes de Río. El objetivo del mapa es mostrar cuántas áreas de potencial conflicto y de confrontación entre bandas rivales existentes en la ciudad. Durante este estudio, los investigadores fueron informados de que el Comando Vermelho Jovem ha sido recientemente reabsorbido por el Comando Vermelho y, ya que estas dos bandas rara vez se enfrentan, se representa a ambas por las partes marcadas en rojo. Debido a un pacto de apoyo mutuo contra el Comando Vermelho, el Comando Terceiro y Amigos dos Amigos están marcadas en amarillo. En algunos casos, las bandas tienen influencia limitada en áreas que no son favelas, conocidas como el asfalto, que rodean a la favela. Sin embargo, las áreas de favela y asfalto generalmente se consideran dos dominios separados, no perteneciendo el asfalto al dominio de las bandas en términos de control o actividad criminal. El asfalto es totalmente distinto a la favela. Hoy en el asfalto existen los asaltantes. La mayoría de asaltantes no pertenecen a ninguna banda, sólo les interesa el dinero. Si hay una fábrica cerca de una «boca de fumo» del Comando Vermelho 44 , podrían asaltarla, pero tendrían que entrar y salir ya que no tienen vínculos con la gente local. La mayoría de los asaltantes prefiere no tener vínculos con el personal del Comando Vermelho o el Terceiro Comando. Ex-soldado de los años 90

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Delegacia de Repressao a Entorpecente /Departamento de Policía para la Represión de Drogas. Pero no dentro de la favela.

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Es importante notar en este mapa que el número de comunidades de las favelas que se muestra representa un crecimiento sustancial en los territorios de las favelas dominados por bandas en los últimos veinte años. Además, como el conflicto territorial entre las bandas rivales es constante, este mapa sólo representa el período en el que fue elaborado, y puede haber cambiado un poco hasta su publicación. Aunque las bandas invaden y toman exitosamente territorio rival, las comunidades no cambian de una banda a otra fácilmente ni con frecuencia, debido a las dificultades para expulsar a los traficantes antiguos, quienes tienen buenas relaciones con la comunidad local. Los empleados de las bandas dentro de la favela son muy concientes de la importancia de las buenas relaciones con la comunidad para mantener la protección y el dominio territorial. Hoy, el arma más importante del crimen no se llama fusil o granada, sino el conocimiento y la comunidad. La mayor arma del crimen es la comunidad. Si no tratas bien a tu comunidad, no importa que tengas cien rifles en la favela. No podrás quedarte. Si vienes de afuera, no podrás quedarte [si la comunidad tiene buenas relaciones con la banda local] no hay manera. No se puede decir : «Invadamos tal comunidad y quedémonos», no hay manera de quedarse. Ex-soldado de los años 90 Las comunidades de hoy, para evitar ciertos inconvenientes, prefieren que sus líderes criminales sean de dentro de la comunidad, los chicos que nacieron y se criaron en sus propias favelas. Porque es muy complicado cuando vienen personas de otras comunidades y no conocen a nadie, y no tienen ninguna relación anterior con nadie, que nunca han jugado fútbol con los hijos de la gente y no tienen í ninguna historia anterior en esta área. De esta manera, el respeto será siempre secundario. Por eso, los traficantes que viven en la comunidad tienen prioridad. [...] Cuando hay una invasión, propios moradores son los primeros en denunciar a la policía donde están escondidos los nuevos traficantes. Así que hoy existe en el crimen una frase que dice: Es fácil tomar la montaña (favela) pero es difícil quedarse . Exactamente debido a esto, por las relaciones anteriores a la invasión. Informante I Para que una banda invada con éxito una comunidad dominada por rivales, es importante que tengan traficantes u otros miembros de la 76


comunidad de su lado. A esta gente se le llama «crias», literalmente gente que creció en la comunidad, que por alguna razón, decidió que estaría mejor con la otra banda que tome el control. Hoy las invasiones son así. Para invadir tienes que tener el 50% de «cria» Los «crias», que son de la comunidad... pueden ser del Comando Terceiro que se pasan al Comando Vermelho. A veces pasa que la gente de la comunidad no está contenta con los traficantes, si es que existe una estructura y los «crias» ya están involucrados. Ex- soldado de los años 90 Aunque hay muchos casos documentados en que las favelas son tomadas por bandas rivales, existe una serie de factores que estimulan las confrontaciones armadas entre esos grupos, manteniendo los altos niveles de violencia armada en las favelas. Las guerras que existen hoy son debido al odio y sólo para poder matar y no sólo para tomar las favelas de otras bandas como dice la prensa[...]. Las guerras existen también para tomar favelas pero no con la frecuencia que se dice por ahí. Por ejemplo, una banda dice que está llegando un cargamento a otra favela. Muchas veces los traficantes van y roban el camión en el camino de la favela y la prensa descubre el tiroteo e imagina que se trata de una guerra de bandas y dice que estuvieron invadiendo la favela. En realidad, muchas de las guerras que hay son por razones desconocidas para los medios de comunicación. Pero para ellos sólo hay una razón: que alguien tome la favela de otro. Informante I Como resultado de la territorialización de las favelas por las bandas, como base logística para la venta de drogas y para la protección, los habitantes de las favelas afectados de las siguientes maneras: 1) La población de la favela está atrapada en medio de un conflicto armado que no es de su responsabilidad. Consecuentemente, mueren hombres, mujeres y niños inocentes. Los expertos de seguridad estiman que alrededor del 1% de las comunidades de las favelas están involucrados en el tráfico de drogas. Sin embargo, la comunidad entera está generalmente atrapada entre el fuego cruzado de los conflictos entre las bandas rivales y por las batidas policiales. Muchos pobladores entrevistados de las favelas dijeron que, en tiempos conflicto de bandas 77


o de acción policial intensa, dormían en el piso para evitar las balas perdidas. Las viviendas de la favela, en muchos casos, no están bien construidas y los proyectiles de alta velocidad lanzados por las armas de guerra utilizadas por los traficantes atraviesan las casas de los habitantes, hiriendo o matando a la gente en su interior. 2) El control y la dominación o de las comunidades de las favelas por parte de las bandas impide el proceso democrático y restringe la aplicación de los derechos ciudadanos garantizados a todos por la constitución brasileña. Las poblaciones de las favelas viven bajo el control tiránico y represivo de las bandas, que se sustenta a través de la «reciprocidad forzada». Aunque muchas comunidades de las favelas aparenten apoyar a los traficantes locales, casi no tienen otra opción de orden social debido a que el gobierno no está efectivamente presente. En algunas áreas los candidatos para puestos políticos deben negociar con los traficantes locales antes de que puedan hacer campaña dentro de las favelas. Las negociaciones pueden incluir la promesa de apoyo o de protección política, en caso de ser elegidos. 3) El dominio territorial de las favelas por parte de las bandas de traficantes de drogas ha cambiado la cultura de las favelas. Los niveles extremos de conflicto armado, la dominación socio-política y los castigos violentos han distanciado a las poblaciones de las favelas de los procesos judiciales legítimos y han fortalecido una cultura de violencia recíproca en las comunidades. Para mucha gente de las favelas, los conflictos cotidianos se resuelven aceptando el arbitraje del traficante de droga, el cual puede resultar en un castigo violento, en la expulsión de la comunidad, o la ejecución del «culpable». La cultura joven dentro de la favela ha sido afectada particularmente y muchos niños y adolescentes a veces muestran estrechos lazos de lealtad a sus bandas locales, sin importar que estén o no involucrados en la venta de drogas. 4) El libre movimiento de muchos de los habitantes de las favelas, especialmente de los jóvenes, entre comunidades pertenecientes a bandas rivales está restringido. Estas restricciones incrementan la división y la rivalidad entre las comunidades de las favelas y efectivamente descarta a la favela como fuerza unificada capaz de elegir candidatos políticos que puedan representarlos ante el gobierno. 5) Las poblaciones de las favelas han sido estigmatizadas y la palabra «favela» se ha vuelto sinónimo de tráfico y de violencia en los medios nacionales. Esto ha afectado enormemente la visión que la sociedad tiene de las poblaciones de las favelas, incrementando la discriminación en el mercado laboral y contribuyendo a la legitimación 78


de los abusos de autoridad efectuados frecuentemente por la policía y otras agencias gubernamentales. «Una de las expresiones de la dominación es la construcción de una identidad para el dominado por parte del dominador. Y una de las técnicas represivas es estigmatizar a quien se quiere reprimir. Y la imagen que ha sido construida en Brasil [para la gente de las favelas] es: pobre, criminal y peligroso». (Zaluar 1983: 33)

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POLICÍAS, FAVELAS Y TRÁFICO DE DROGAS La vigilancia policial en las comunidades de las favelas en Río de Janeiro la realiza la Policía Militar, controlada por el estado, a través de algunas orientaciones: puestos de policía en favelas (conocidas como DPO45 o PPC46), patrullas de policía motorizada, conocidas como PATAMOS47, y cuando es necesario, la utilización de alguna de las siguientes unidades: 1) Batallón de Choque: una fuerza especializada en el manejo de disturbios; 2) Batallón de Operaciones Especiales, (BOPE): unidad altamente entrenada para manejar situaciones críticas, como un conflicto armado intenso entre bandas de traficantes de drogas rivales; 3) Agrupamiento Especial Táctico Móvil (GETAM): usado también para las confrontaciones armadas intensas. El sistema policial brasileño divide la provisión de servicio policial en preventivo y visible en espacios públicos y la de investigación policial entre la Policía Militar y la Policía Civil, respectivamente. Consecuentemente, la policía civil puede también entrar en las favelas en busca de un sospechoso o durante una investigación criminal. En cuanto a los órganos relacionados con la represión del tráfico, la Policía Civil cuenta con una fuerza de especializada llamada DRE (Delegaòao de Repressão a Entorpecente), que investiga el tráfico de drogas en el ámbito estatal. Los DPO no fueron creados en la mayoría de las favelas dentro del Estado de Río de Janeiro. Cuando existen en las favelas, disponen generalmente de cuatro agentes de policía o menos. Debido a su ubicación y a la alta incidencia de corrupción policial, como veremos, los policías militares dentro de la DPO usualmente reciben pagos de parte de los traficantes locales a cambio de su propia seguridad como por el dinero recibido. Los DPO no han podido patrullar efectivamente las favelas, debido a su muy limitado número, el pequeño número de policías en cada puesto, y el hecho de que al ser puestos aislados dentro de las favelas, muchos DPO se han coludido a través del soborno con la banda de traficantes de drogas local. Las PATAMO son una forma muy limitada de servicio policial en las comunidades de las favelas, ya que la mayoría de las favelas no tienen acceso a carreteras para autos, o en caso de que las tengan, sólo un 45 46 47

DPO Destacamento de Policiamento Comunitário PPC Posto Policial Comunitário PATAMO Patrulhamento Tático Motorizado

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pequeño porcentaje de las viviendas de la comunidad está situado en dichas carreteras. La mayoría de viviendas en las favelas sólo son accesibles a través de los callejones, que son transitables a pie. Aunque es política de la Policía Militar llevar a cabo el mismo número de patrullas en las favelas que en otras partes de la ciudad, en realidad estas patrullas se llevan a cabo esporádicamente en la mayoría de las favelas y no existen en muchas otras. Como resultado, no hay una presencia policial regular y objetiva en las favelas en Río de Janeiro 48 . En cambio, las prácticas policiales en las comunidades de las favelas siguen una política represiva de «invasión» y «ocupación» dentro de la favela y de bloqueo de las carreteras alrededor de sus perímetros. Las invasiones se realizan para capturar sospechosos buscados por un delito o para cumplir algún objetivo táctico. Se llevan a cabo como una operación militar, en la que los agentes de policía entran en las favelas, alcanzan su objetivo e inmediatamente se retiran. [la policía] entra a la favela con un objetivo específico y luego sale [...] Es una operación de guerra, es una operación de comando que entra con un objetivo táctico hasta un determinado punto, destruye un montón de armas de fuego, una instalación de empaquetado de droga, arresta a alguien y se retira. Mayor Antonio Carlos Carballo Blanco, Policía Militar Si hay un disturbio dentro de una comunidad o un conflicto particularmente violento entre banda de traficantes de drogas, después que el incidente inicial ha sido manejado por el Batalao de Choque o BOPE, la Policía Militar puede decidir seguir una política de ocupación, en la cual un gran número de policías permanece en las calles y callejones de la comunidad por un período limitado, como disuasión para evitar nuevos desórdenes. Cuando la posibilidad de nuevos desórdenes, relacionados o no con la droga, deja de ser una amenaza, la Policía abandona la comunidad. Además de esas dos tácticas policiales, los bloqueos de carreteras conocidos como blitzes pueden realizarse alrededor de las favelas para controlar la identidad de los que entran y salen de la comunidad y para buscar armas, objetivos robados 48

Con excepción del Programa GPAE (Grupo Policial de Áreas Especiales) realizado como programa piloto sólo en la favela de Cantagalo Paovao-Paovaozinho, al momento de realizarse este estudio. Es un programa policial comunitario que ha logrado mejorar esencialmente las relaciones comunidad/policía y ha reducido enormemente el número de homicidios en las comunidades en los últimos dos años. Esto es, sin embargo, una excepción respecto de otras políticas violentas y represivas dentro de las favelas.

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o drogas 49. Por lo tanto, en la práctica, las tácticas policiales dentro de las favelas se diferencian de las que se aplican en otras regiones urbanizadas y las acciones policiales dentro de las favelas se realizan de una manera similar a las de una unidad militar que entra a territorio enemigo durante una guerra. Es peligroso estar [en una favela durante una operación policial] por una serie de motivos: uno, porque no hay suficiente urbanización que te garantice una circulación de policías con facilidad, y dos, porque no hay una infraestructura que garantice el suministro de agua, comida, las condiciones necesarias para quedarse dentro del espacio [...] desde un punto de vista logístico, práctico [una acción policial dentro de la favela] es comparable a los grupos de asalto o comandos que realizan acciones especiales. Mayor Antonio Carlos Carballo Blanco, Policía Militar Como es de esperar, dichas tácticas policiales afectan perjudicialmente los puntos de vista que los policías tienen de las favelas y sus habitantes: ... en el imaginario policial, cuando él entra en una favela sin conocer a la gente que vive en ella, ve a una persona como alguien que puede estar directa o indirectamente involucrada en el tráfico de armas una persona que podría estar ocultando una estructura criminal que para él es extremadamente complicada [...] esas inseguridades hacen que un policía tenga actitudes y acciones que son totalmente diferentes a las actitudes y acciones que tendrá en el asfalto 50 . Por ejemplo, el nivel de desconfianza del policía en la favela, tiene que ser superior al nivel de desconfianza que tiene en el asfalto. En las favelas, me imagino, el policía que no tiene un contacto regular con la comunidad y que es colocado esporádicamente ahí, acredita que en el peor de las hipótesis todos son sospechosos hasta que se pruebe lo contrario. En el asfalto esta clase de comportamiento no se verifica tan fácilmente. Mayor Antonio Carlos Carballo Blanco, Policía Militar Además de su visión negativa de los moradores de las favelas, los policías experimentan gran inseguridad al invadir u ocupar las favelas. Esto se debe, en parte, a la falta de urbanización y de organización social dentro de la favela, en comparación a otras áreas de la ciudad y en el 49 50

Los «blitzes» también se llevan a cabo lejos de de las favelas y en otras áreas de la ciudad Asfalto se refiere a las áreas urbanas que no son favelas

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hecho de existir, en la mayoría de las favelas, bandas fuertemente armadas que pueden intercambiar disparos con la policía. Al llegar a una favela, la policía es recibida por el ruido de fuegos artificiales lanzados por los fogueteiros, avisando a otros traficantes de su presencia. Esto tiene un fuerte efecto psicológico en la policía, incrementando la sensación de estar siendo atacado, lo que puede generar incluso, una reacción inmediata ...disparando su arma creyendo que es víctima de un ataque. Mayor Antonio Carlos Carballo Blanco, Policía Militar Esta sensación de inseguridad aumenta los excesos de la policía contra miembros inocentes de la comunidad y consecuentemente las relaciones entre la policía y los moradores son de hostilidad. Los policías son considerados como violentos, peligrosos y ofensivos. Las malas relaciones entre la policía y la comunidad empeoran por la represalia impuesta por los traficantes de drogas a cualquier tipo de contacto. Sin embargo, la violencia y la impunidad policial sirven para reforzar la creencia de los habitantes de la favela en la «ley del tráfico de drogas» como su mejor opción de orden social. En efecto, esto refuerza la posición de los traficantes dentro de la comunidad. La comunidad teme, desconfía y siente desagrado por la policía y no la ve como protectora de sus derechos como ciudadanos brasileños. Los moradores, están acorralados entre conflictos armados entre bandas, de un lado, y un sistema policial represivo, violento y corrupto, de otro. ... si un marginal quiere invadir la comunidad, lo hace de noche cuando hay menos habitantes en las calles. La policía invade en cualquier momento, no respeta a los habitantes y nosotros quedamos en el medio. Morador de la favela ...la policía mató a mi tío, mi primito lo vio [...] cuando cumplió 17 años se involucró en el tráfico de drogas. Cuando tenía 23 años ya estaba muerto. Morador de la favela La policía no respeta a nadie que viva en la favela. Los que viven en la favela no colaboran. Para ellos no existe un trabajador. Morador de la favela La violencia policial es una cosa muy seria. Cuando mi hermano era menor de edad, se involucró [en el tráfico], él tenía 12 años. No olvidaré cuando una vez un policía vino a mi casa y mi hermano no estaba. Se 83


volvió hacia mi madre y le dijo: « si encuentro a tu hijo en la calle, lo voy a matar, voy a llenar su cara de balas...» Morador de la favela La policía entra disparando en las tardes, y esa es la hora en que los niños salen de la escuela... Morador de la favela Nuestro miedo es que la policía llegue [...] porque la comunidad sabe quién es un poblador y quien no lo es, pero la policía no sabe. Morador de la favela Si ve a un policía allí, un poblador de la favela que no está involucrado, que no vende drogas, que tiene su familia, que es honesto, puede avisar «Oye, viene la policía». Morador de la favela Incluso los jóvenes traficantes de drogas entrevistados comentaron el trato violento de la policía hacia los pobladores de la favela no involucrados. La policía abusa de la comunidad. Abusan de nosotros porque somos pobres. Gerente de marihuana, 23 años. La policía descerraja la casa, roba en la casa, abusa de los habitantes. La comunidad no quiere esto. Vapor, 16 años Además de la violencia policial en la comunidad, la mentalidad policial de « culpable hasta que pruebe la inocencia « y de disparar primero, significa que la matanza de habitantes inocentes de la favela por parte de la policía tiene lugar regularmente. Los siguientes relatos fueron publicados durante esta investigación. Éstas noticias aparecen en los medios brasileños frecuentemente. Mujer muere y la familia acusa a la Policía Militar por agresión O Globo 11/02/02 Una vendedora fue golpeada después de protestar contra los policías que mataron a su sobrino en la favela de Ilha do Govenador. De acuerdo a los testigos después de ver el cuer po de su sobrino que era llevado en una carretilla, Rosenilda agredió verbalmente a uno de los policías, fue inmovilizada con una corbata y arrastrada por los cabellos y le patearon el cuer po. [...] Ella murió de una hemorragia intestinal. 84


Mueren tres en tiroteo en Maré O Día 28/06/02 Tres personas, incluyendo un policía militar, murieron durante un intenso tiroteo entre la policía y los traficantes, en de la favela Nova Holanda en la madrugada de ayer. [...] Esta mañana los habitantes amenazaron cerrar la Avenida Brasil en protesta por la muerte de Alexandre de Oliveira Mattos, de 28 años, que trabajaba en el Aeropuerto Internacional de Río [... él] fue encontrado muerto en la calle Teixeira Ribeiro. La Policía Militar no sabe cómo ocurrió el crimen, pero los habitantes han acusado a la policía del asesinato. Las siguientes declaraciones, tomadas de entrevistas con habitantes de favelas y un traficante de drogas adolescente, muestran aún más las acciones letales de la policía en las favelas. Mi hermano no estaba involucrado, y ellos [la policía] mataron a mi hermano. Él estaba regresando con dos chicas y lo llevaron a un lado y lo mataron. Mi tía pedía ver el cuer po para reconocer si era él, ¿sabe lo que la policía le contestó? «Vete a Andaraí» [el hospital local]. Ni siquiera le dejaron ver si era él o no. Morador de la favela Son unas incursiones medio locas las que hace la policía, nadie los espera y ponen a la población en riesgo. Por eso es que hay a veces balas perdidas que matan a cualquiera. Sólo mueren inocentes cuando entra la policía a la favela Morador de la favela ...los PM 51 ya han matado gente inocente. En la favela murió un niño de tres años. La policía entró a la favela disparando. No se preocupan por los habitantes. No se preocupan por nada. Vapor, diecisiete años Debido a la disposición geográfica, la falta de organización social, a las tácticas policiales diferenciadas y « guerreras» y la presencia de bandas fuertemente armadas en las favelas, no hay duda que, al entrar en esas comunidades, los policías sufren altos niveles de tensión y la sensación de estar amenazados. Aunque hay más confrontaciones armadas entre la policía y las bandas de traficantes de drogas en las favelas que entre criminales y policías en otras áreas urbanas, estadísticamente la policía está 51

Policía Militar.

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más segura en las favelas durante las acciones policiales que en otras áreas urbanas. Basándose en un estudio de los registros de la Policía Militar sobre víctimas fatales por confrontaciones policiales armadas en Río de Janeiro entre enero de 1993 y julio de 1996, Ignacio Cano muestra que en las favelas, un policía es muerto por cada 75 acciones armadas, con víctimas civiles, y un policía es herido cada 12 acciones. Fuera de los vecindarios de las favelas, en otras regiones urbanas de la ciudad, un policía es asesinado en cada 35 acciones armadas con víctimas civiles, y un policía es herido en cada ocho acciones (Cano 1997: 65). Es más preocupante el hecho de que, a pesar de haber menos posibilidad de ser herido o muerto por bala en una favela, la policía mata más civiles en las favelas que en otras áreas urbanas. Entre1993 y 1996, durante 671 confrontaciones armadas en áreas urbanas fuera de las favelas, la policía mató a 430 personas. En el mismo período dentro, en las favelas durante 523 confrontaciones armadas, hubo 512 víctimas fatales (Cano 1997:64). Según los datos oficiales del censo de 1991, 52 la población que vive en favelas fue 882.667 personas y la población que no vivía en favelas daba un total de 4.598.100 habitantes. «Tomando en cuenta esta proporción, la incidencia de homicidios por parte de la policía en las favelas es seis veces mayor que en las áreas fuera de la favela. El índice de letalidad [relacionado a la acción policial] en las favelas (3,6) es dos veces mayor que en las otras áreas (1,6), lo que indica una clara intención de matar por parte de la policía en sus acciones realizadas en las áreas más pobres de la ciudad» (Cano 1997: 64 65). Una de las razones de dichas estadísticas puede ser los asesinatos extrajudiciales por parte de la policía, dentro de las favelas. Debido al nivel elevado de homicidios de la policía en las favelas, los oficiales del gobierno, los medios y los mismos policías señalan que las favelas están tan ampliamente dominadas por bandas de traficantes de drogas fuertemente armadas que la policía es incapaz de entrar sin que se les dispare. Aunque puede que se les dispare en caso de que estén buscando a un traficante, la realidad es que «no existen grupos criminales armados que impiden el acceso a la policía de Río de Janeiro y nunca ha existido» (Mayor Antonio Carlos Carballo Blanco, Policía Militar). 52

Anuario Estadístico de la ciudad de Rïo de Janeiro, 1993-1994, Gobierno do Río de Janeiro/.

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La capacidad de la policía para entrar a las favelas dominadas por bandas de traficantes de drogas a su antojo, puede, en algunos casos, tener relación también con la corrupción policial y con el hecho de que generalmente están involucrados, en cierto nivel, con los traficantes de drogas. La policía puede entrar a la comunidad debido a la infraestructura que estas tienen, pero al mismo tiempo, siempre hay un acuerdo con los traficantes. Ex traficante Generalmente, los traficantes no intercambian disparos con policías a menos que sean el objetivo directo de una acción policial o que la policía dispare primero. A pesar de su militarización durante las dos últimas décadas, el tráfico de drogas es, primeramente un negocio comercial. La ocupación policial de una favela, que usualmente tiene lugar si un policía es asesinado por traficantes en una favela, es mala para los negocios. Las drogas no pueden venderse abiertamente y los consumidores elegirán otras comunidades para comprar. Si la policía entra, mete bala, pero vendrán de nuevo, con todo, y ocuparán la favela [...]Así que es mejor irse. Si puedes alejarte, aléjate. Si no puedes ¿qué haces? Empiezas a disparar. Ex soldado, 29 años No siempre tienes que disparar [a la policía] no, a veces es tranquilo, no quieres una confrontación, desapareces. [pero] si el jefe está en prisión y está en problemas porque no hay mucho dinero que le llegue, dice «mete bala». Gerente da Marihuana, 23 años Como ya fue discutido en otra parte de este estudio, los empleados de bandas están sujetos a reglas de comportamiento y son severamente castigados si disparan sin razón. ...Si disparas en una favela, el dono preguntará: «¿Por qué disparaste esa bala?». He visto a un dono abofetear a uno de sus propios soldados y quitarle su arma por disparar sin una buena razón. Ex soldado, 29 años Sin embargo, si un traficante de droga es el objetivo directo de una incursión policial, éste puede ser asesinado por la policía o arrestado. En dicho caso, los traficantes de droga abrirán fuego contra 87


los policías que se adelantan ingresando. En esta situación se puede ordenar a un olheiro, vapor o soldado disparar a los policías para dar tiempo de escapar a sus superiores. Pero, en la mayoría de los casos, sin embargo, los traficantes tienden a evitar la confrontación con la policía si es posible. Debido a las visibles fallas del sistema judicial, de los altos niveles de tensión, de impunidad, de corrupción policial y del hecho de que los policías son asesinados por traficantes de droga, algunos policías de cometen homicidios extra judiciales. La muerte de un criminal [por parte de la policía] puede ser con el fin de eliminar algo que un día puede ser usado contra el propio policía. [...] En algunos casos, la vida de un criminal es muy valiosa para el policía. No mata al criminal porque el criminal es una fuente permanente de ingresos [...o] podría ser un buen policía, que mata porque cree que no hay otra solución [...] cuando el sistema da la sensación de impunidad a la policía, muchos policías, incluso aquellos que son «bien intencionados», toman esta clase de decisión drástica, que es matar a una persona que ha cometido un crimen. Mayor Antonio Carlos Carballo, Policía Militar

Gráfico 2a

Víctimas de acciones policiales («resistencia a la autoridad») Estado de Río de Janeiro 1997 – 2000. Números Absolutos. Fuente: SSP-RJ.

700

600

500

400

victim as victimas

300

200

100

0

Como demuestra el Gráfico 2a, existe un alarmante incremento del número de víctimas fatales de la policía, en acciones policiales, entre 1997 y 2000 en el Estado de Río de Janeiro. En 1997 la policía fue responsable de la muerte de 300 civiles y esto se elevó a 587 civiles muertos en el 2001. En su estudio sobre homicidios os policiales entre 1993-19996, Cano demostró que, examinando los 88


cuerpos de las víctimas de la policía, había evidencia de ejecución sumaria por policías: la mitad de las víctimas de la policía durante este período tenía cuatro o más heridas de bala; la mayoría mostraba por lo menos una herida de bala en la espalda o la cabeza; en 40 de los 697 casos investigados, se disparó a las víctimas a quemarropa; en dos casos se había disparado a las víctimas más de 25 veces (Cano 1997:69-68). El hecho de que la actividad policial en Río de Janeiro sea una ocupación de tan alto riesgo refuerza ciertamente una mentalidad «guerrera» que legitima la muerte del «enemigo» en las mentes de los agentes de policía. El nivel de corrupción policial que conlleva pagos de los traficantes de drogas para seguir en libertad de acción es un lugar común en Río de Janeiro. Según Misse (1998) la venta de libertad a criminales por la policía ha aumentado drásticamente en Río de Janeiro desde los años setenta. Misse se refiere a esa transacción como la venta de «mercadería política» que incluye cobrar a los criminales por algunos servicios relacionados con su seguridad personal, inclusive que se les proteja contra la ley. El escándalo público y moral de tal impunidad sirve para presionar a los políticos para que implementen políticas más fuertes contra el crimen, lo que, a su vez mantiene el precio de la libertad.. Sin embargo, como el tráfico de drogas puede pagar este costo, los traficantes siguen pagando. Además de liberar a los traficantes de droga a cambio de un pago, arrestarlos en ocasiones es también un método importante para mantener alto el precio de la libertad, ya que los niveles de oferta y demanda de la «mercadería política» necesitan mantenerse en equilibrio. Misse señala que es fundamental entender la venta de «mercaderías políticas» para explicar los problemas de la violencia relacionada con la droga y el crimen en Río de Janeiro. «La corrupción policial que involucra la negociación de la libertad de los criminales comunes [...] es un ejemplo de la «mercadería política» producida por la expropiación del poder del Estado (en este caso el poder de la policía), que hace uso de los recursos políticos (la autoridad que el Estado otorga al agente de policía) para la obtención de fines privados» (Misse 1998: 291). Además de recibir sobornos para no arrestar a los traficantes de droga también es práctica común entre los agentes de todos los cuerpos policiales (Militar, Civil y Federal) involcrados en la corrupción, secuestrar a importantes traficantes de droga para exigir rescate. Si el dono o el gerente general del traficante secuestrado no paga el rescate, la víctima es asesinada u «oficialmente» presa y enjuiciada. 89


Una vez el dono de nuestra comunidad fue encarcelado por la policía. Se pidió por él R$ 300 mil 53 , más de 35 Kg. de oro, 4 motocicletas y 12 carros [...] Se entregó las motocicletas y los carros y 200,000 al contado. Así que ¿están ellos realmente interesados en acabarlo [el tráfico]? No les interesa. Morador de la favela Yo estaba vendiendo. Me atraparon porque venía en un carro particular. No tenía tiempo de escapar. El niño [que tenía a cargo la vigilancia] estaba distraído así que nos capturaron. Pero apenas hicieron contacto [con sus superiores] nos sacaron dinero para soltarme. Gerente de marihuana, 23 años E: ¿Has perdido amigos por culpa de la policía? T: Varios, por R$200 54 mataron a un tipo, cobardemente a cambio de nada [...] pidieron «dos piernas» [ R$200 en jerga] para dejar al chico que se vaya pero las negociaciones se estropearon, no se obtuvo el dinero y mataron al chico. No sólo él sino otros varios amigos han muerto a no orelhão [informante en jerga]. Gerente de seguridad, 17 años Un coronel de la Policía Militar declaró a un investigador que, con el incremento de la participación juvenil en tráfico de drogas, se ha vuelto común que los policías secuestren a adolescentes de una banda y los vendan a traficantes de una banda rival. Los adolescentes así vendidos son torturados por los traficantes rivales para sacarles información o son asesinados. Esto fue corroborado por los jóvenes entrevistados de las favelas, que señalaban que la mayoría de los habitantes de las favelas lo saben. Es corriente que los miembros de la policía intervengan en el abastecimiento de drogas ilegales y armas a las bandas de traficantes de drogas: ... la relación de la fuerza policial con el tráfico de drogas en Río de Janeiro se ha mostrado íntimamente comprometida [...] en casi todos los casos de la captura de drogas o contrabando de armas [...] existe la participación de miembros de estos cuerpos (Werneck & Rocha 1999, ob. cit. NEPAD & CLAVES 1998:27) Ellos [la policía] son los que apoyan el tráfico en la comunidad [...] Si quisieran, podrían acabar con [el tráfico]. 53 54

Equivalente a cerca de US$ 120.000. Cerca dei US$ 80.

90


Dicho comportamiento de la policía en las favelas, el trato que infringe a los moradores inocentes, las ejecuciones extra-judiciales de sospechosos e inocentes, los altos niveles de corrupción y la aparente impunidad de sus acciones, tienen por consecuencia: 1) Suscitar entre los moradores de las favelas una sensación de estar abandonados por parte del estado. Esto a su vez hace que las comunidades de las favelas acepten y dependan de un sistema judicial informal creado por los traficantes («la ley del tráfico de drogas») como única opción de orden social. 2) Provocar indignación entre los niños y adolescentes de la favela y odio hacia la policía, sintiéndose estimulados a unirse a las bandas como una forma de venganza. La violencia policial agrede mucho a niños y adolescentes... porque en el horario en que los niños se están yendo a la escuela la policía está disparando [...] Cuando un niño está yendo a la escuela y ve que su padre está siendo asesinado por un policía corrupto o que su madre está siendo abofeteada por un policía corrupto. ¿Cómo crees que crecerá ese niño? Pues verá a la «boca de fumo» como un recurso para vengarse. Morador de la favela 3) Elevar los niveles de violencia en la ciudad, lo cual, a su vez, estimula un comportamiento igualmente violento de los criminales. Las tácticas de la Policía Militar en las favelas, los excesos policiales y el trato violento contra los moradores, que incluyen ejecuciones, han contribuido sin duda a militarizar las bandas de traficantes de drogas y el mayor uso de la violencia armada desde los años 70. Además, el envolvimiento de la policía en la venta de armas de guerra a los traficantes, ha contribuido directamente a la militarización de las bandas y la dominación, con el consiguiente aumento de los niveles de mortalidad en la ciudad.

91


CRECIMIENTO DE LA VIOLENCIA ARMADA EN RÍO DE JANEIRO Este capítulo investiga la creciente violencia en Río de Janeiro desde los años 70, centrándose específicamente en la violencia armada. Las tasas de mortalidad en la ciudad, inclusive la mortalidad relacionada a armas de fuego, se presentan por año y por región, al igual que el incremento paralelo de la incautación policial de armas en el Estado de Río de Janeiro. Los tipos de armas incautados por la policía durante la segunda mitad del siglo veinte también se analizan, enfocándose en las variedades más letales, y buscando una fuerte relación entre la creciente incautación de estas armas y el surgimiento de las bandas militarizadas de traficantes de drogas. Se presenta los tipos de armas utilizados por los traficantes de droga dentro de la comunidad, siguiendo un cuestionario oral aplicado a cien jóvenes de cuatro favelas, y confirmado por informes policiales y relatos de prensa. Durante las entrevistas a traficantes dentro de las favelas, los investigadores también fueron testigos de que estos portaban los tipos de armas identificados por estas fuentes. También se discute luego las heridas causadas por dichas armas, a través de una entrevista grupal con el equipo quirúrgico de la sala de emergencia del hospital Souza Aguiar. Finalmente, y utilizándose reportajes de prensa seleccionados recogidos durante este estudio, se analiza brevemente los tipos de violencia armada empleados por las bandas de traficantes de drogas en sus enfrentamientos con la policía y bandas rivales, así como los efectos de esa violencia sobre la ciudad.

El incremento de las tasas de mortalidad en Río de Janeiro Río de Janeiro se ha vuelto cada vez más violento desde los años setenta. Esto se demuestra más claramente el creciente número de homicidios, como lo demuestra el Gráfico 2b a continuación. En 1980 había un total de 1.807 homicidios registrados en la ciudad de Río de Janeiro, equivalente a 35,5 homicidios por cien mil habitantes. Dramáticamente se alcanzó el número más elevado en 1989 con 3.516 homicidios registrados, equivalentes a 64,9 homicidios registrados por cien mil habitantes. En el año 2000 este número había bajado a 3.135 homicidios registrados en la ciudad de Río de Janeiro, equivalente a 53,6 por cada cien mil habitantes.

92


Gráfico 2b

Tasas de homicidio en la ciudad de Río de Janeiro

70.0

65.0

60.0

Tasas por cada 100.000 habitantes

55.0

50.0

45.0

40.0

35.0

30.0

25.0

20.0

15.0

10.0

5.0

0.0 H om i c íd i o

Fuente: DATASUS, SMC-RJ

Al examinar las causas de esos homicidios, encontramos como amplia a mayoría el uso de armas de fuego. Además, como demuestra el Gráfico 2c, la evolución de las muertes por armas de fuego entre 1979 y el 2000, es muy similar a la evolución de homicidios durante el mismo período. Esto significa que el porcentaje de muertes por armas de fuego, comparada con el total de homicidios registrados no fluctúa masivamente, representando aproximadamente una media de 80%-90% del número total de homicidios. Gráfico 2c

Tasa de muertes por armas de fuego en la ciudad de Río de Janeiro

70,0 65,0

Tasas por cada 100.000 habitantes

60,0 55,0 50,0 45,0 40,0 35,0 30,0 25,0 20,0 15,0 10,0 5 ,0 0 ,0 PA F

1 979

1 980

1 98 1

198 2

198 3

198 4

198 5

1 98 6

1 98 7

1 98 8

198 9

199 0

199 1

1 992

1 993

1 99 4

2 1,95 615 2 8,09 04 4 2 1 ,5 1457 20 ,0 0845 26 ,65 961 31 ,82 465 36 ,65 343 39 ,02 354 4 1,3 2 423 47 ,9 0 701 58 ,7 6 021 52 ,86 824 52 ,21102 51 ,5 9 503 52 ,6 0015 5 3 ,1 981 5

1 99 5

1 996

4 7,1991

3 6,6 96 9

1 997

1 998

1 999

2 00 0

3 9 ,0 7 148 41 ,4 8 177 41 ,3 6233 4 5 ,2 784 2

Fuente: DATASUS, SMC-RJ

93


En 1980 hubo un total de 1.430 muertes por armas de fuego en la ciudad de Río de Janeiro, o sea, 79,1% de todos los homicidios registrados en ese año. En 1989 se había elevado a 3.182 muertes por armas de fuego, (90,5% de los homicidios registrados). Y el año 2000, bajó a un total de 2.649 muertes, representando 84,5 de los homicidios registrados en el mismo año. Para tener una idea del significado de estas cifras de muertes por armas de fuego, se comparan al final de este capítulo con muertes por armas de fuego en tres ciudades de Estados Unidos y las cifras de muertos en combate y de civiles y en algunos conflictos contemporáneos. Aparte de que la violencia en la ciudad de Río de Janeiro está principalmente relacionada con las armas de fuego, descubrimos que es específica de algunos barrios de la ciudad, y no afecta de la misma manera a la población de todas las regiones. Esto se demuestra claramente en el Mapa 2b (anexo). Algunas áreas de la ciudad son comparables a las ciudades de Europa y de los Estados Unidos, en cuanto al número de muertes por armas de fuego por 100.000 habitantes (por debajo de los 10/ 100.000). Otras áreas de la ciudad tienen índices similares a los de áreas de conflicto (por encima de 100/100.000) o guerra, con algunas regiones que alcanzan más de 501/100.000. El Mapa 2c (anexo) combina territorios de las bandas de traficantes de drogas con las tasas de muerte por armas de fuego por cada 100.000 habitantes en los barrios de la ciudad. Como muestra el Mapa 2c, las confrontaciones armadas causadas por una alta concentración de bandas rivales en cercana proximidad una a la otra, dan como resultado altas tasas de muertes por armas de fuego en los barrios afectados. Las tasas de mortalidad mencionadas han sido recogidas de estadísticas de salud de la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Río de Janeiro. 56 Aunque son una indicación precisa de los homicidios y de las muertes por armas de fuego, sólo incluyen las que son registradas por la morgue de la ciudad. 57 Además de los homicidios registrados de este tipo, existen casos en los que el cadáver de la víctima no es recuperado por las autoridades y queda a disposición del homicida. Aunque es imposible evaluar cuántas víctimas de muertes violentas no son contabilizadas por las estadísticas oficiales, se conoce que Río de Janeiro tiene cementerios ilegales, algunos 56 57

DATASUS SMS RJ. Instituto Médico Legal Afranio Peixoto

94


de los cuales han sido descubiertos por la policía. Dichas tumbas ilegales y anónimas son usadas por las bandas de traficantes de drogas, por los criminales en general y por los escuadrones de la muerte de la policía para encubrir los crímenes cometidos. A veces se les encuentra dentro o en los alrededores de las favelas ubicadas en las montañas de la ciudad o cercadas de áreas forestales. Los informes de prensa que aparecen a continuación se publicaron durante este estudio: Descubren cementerio de tráfico de droga en Morro de Macacos 58 O Dia 19/ 04 / 02 El encarcelamiento de Jose Ricardo Santiago Mateus [...] condujo al descubrimiento de un cementerio clandestino entre Morro do Macacos y Pau da Bandeira [...] Un equipo de bomberos ayudó en las excavaciones. Se descubrió dos tumbas. En una de ellas había un cráneo con una perforación causada por una bala en el lado derecho, y en la otra se encontró un cuer po quemado, junto con llantas. La policía descubre cementerios clandestinos y osamentas Veja on-line 11 / 06 / 02 La policía de Río de Janeiro registró exhaustivamente la Favela de Grota, en el complexo do Alemão, en busca del cuerpo del periodista Tim Lopes, asesinado por traficantes la semana pasada. En la operación, se encontró clara evidencia de que los criminales habían cometido otros asesinatos. En una parte de la montaña, la policía encontró un cementerio clandestino. Fosas improvisadas contenían osamentas en estado de descomposición y las tumbas marcadas esperaban la llegada de nuevas víctimas. Las investigaciones definieron que el área es sólo una de varios puntos de ejecución de la favela. Otro posible lugar de ejecución es un pequeño lago [...] a pocos metros del lugar donde se encontró dos vértebras y partes de una costilla humana.

58

Morro do Macacos es una favela ubicada en una ladera al norte de la ciudad de Río de Janeiro en cuyas faldas hay una estación de policía.

95


El creciente uso de potentes armas de fuego en Río de Janeiro El marcado aumento de homicidios por armas de fuego en Río de Janeiro ha estado acompañado por un incremento de las incautaciones policiales de armas de fuego por la policía en el estado. Aunque esto podría haber sido el resultado de un sistema policial cada vez más eficiente pero también ha habido un incremento correspondiente en el número de muertes por armas de fuego y de incautaciones puede indicar que existe un creciente número de armas en circulación y uso dentro de la ciudad. Como lo demuestra el Gráfico 2d, a continuación, ha habido un incremento constante en el número de armas incautadas por la policía en el Estado de Río de Janeiro desde fines de los años 60 hasta el 2000. En 1999, la policía incautó la cifra más alta hasta el momento, 11.633 armas ilegales, en el estado de Río de Janeiro, en comparación con 841 en 1960. Gráfico 2d

Armas de fuego incautadas por la policía en el Estado de Río de Janeiro, 1950 – 2001

13000

12000

11 0 0 0

10000

9000

8000

7000

6000

5000

4000

3000

2000

1000

0 Arm as

1 95 0 19 51 1 95 2 1 9 53 19 54 1955 19 56 1 95 7 19 58 19 59 1 96 0 1 96 1 19 62 19 63 19 64 19 65 1966 1 96 7 1 96 8 19 69 197 0 1 971 1972 19 73 19 74 1 97 5 19 76 19 77 1 97 8 1 97 9 1 98 0 198 1 19 82 19 83 19 84 19 85 1 98 6 1 98 7 1988 19 89 19 90 19 91 1992 19 93 1 99 4 199 5 19 96 19 97 1 99 8 19 99 2000 20 01 2 09

2 27

622

5 00

60 8

7 17

8 53

962

76 9

7 55

84 1 1 23 9 7 06

6 76

692

89 3 11 82 1 75 8 1 83 7 26 24 874 1 47 9 11 49 37 37 40 00 432 6 42 78 4621 5 54 8 7 34 9 514 4 8 04 8 5 934 6 89 9 7 78 9 6 68 4 6 88 8 70 27 7 31 5 7 01 7 653 3 7 254 7 06 8 65 48 5 78 7 831 6 81 76 66 65 9 48 4 11 6 33 11 263 110 81

Fuente: DFAE/SSP-RJ

Como se aprecia en el Gráfico 2e a continuación, al evaluar los tipos de armas de fuego que han sido incautadas, en número creciente, por la policía, descubrimos que los revólveres son el arma que encabeza la lista, representando la vasta mayoría de esta creciente tendencia. Entre 1960 y 1969, la policía incautó 3.891 revólveres, que representaban el 51,8% del total de armas ligeras incautadas en ese período. Entre 1990-2001, esto aumentó drásticamente, llegando a un total de 53.526 revólveres, un 70,3% 96


del número total de armas ligeras. En el 2001, la policía incautó 6.433 revólveres ilegalmente portados en el Estado de Río de Janeiro.

GRÁFICO 2E TIPOS DE ARMAS DE FUEG O INCA UTADA S EN EL ESTADO DE RÍO DE JANEIRO (1950-2001)

FUENTE: DFAE/SSP-RJ

Aunque los revólveres representan la mayoría de las armas de fuego incautadas por la policía dentro del estado, también ha existido un alarmante incremento en el número de armas de fuego de alta potencia incautadas. La potencia de fuego de un arma depende más de la velocidad del proyectil (bala) que el calibre de ese proyectil. Las armas de alto calibre de proyectil lento, tales como una Magnum 44, por ejemplo, tienen una máxima potencia para detener un blanco humano, aunque tiende a no herir exageradamente a los órganos internos, pues la bala, con el impacto, ya pierde velocidad y se detiene. Cuanto mayor es la velocidad de un proyectil, mayor el daño que causará a los órganos internos, ya que sigue su recorrido al penetrar en el cuerpo, tomando más tiempo para detenerse por completo. La combinación de un proyectil de grueso calibre con alta velocidad incrementa más el poder de fuego del arma. Armas como fusiles, ametralladoras y metralletas tienden a emitir proyectiles de gran calibre y alta velocidad y, por eso, se utilizan en la guerra, con el fin de provocar el mayor daño o la muerte de los soldados enemigos. 97


El poder de fuego de un arma también aumentará por el número de disparos emitidos por segundo/minuto. Los fusiles automáticos o semiautomáticos, las ametralladoras y las metralletas pueden, por lo tanto, ser considerados más poderosos y capaces de infligir mayor daño al cuerpo humano que otras armas que no pueden emitir tantos disparos por segundo/minuto. Gráfico 2f

Armas de gran calibre o de alta velocidad del proyectil incautadas en el Estado de Río de Janeiro

4 50 4 25 4 00 3 75 3 50

Número de Armas

3 25 3 00 2 75 2 50 2 25 2 00 1 75 1 50 1 25 1 00 75 50 25 0 1 980

1 98 1

1 982

1 98 3

Fusil

19 84

1985

19 86

19 8 7

19 88

19 89

1 9 90

1 99 1

Ametralladora / Sub ametralladora

19 9 2

19 93

19 94

1 9 95

19 96

1997

19 98

1 9 99

2 000

2 0 01

Escopetas bazuka, granada, misil

Nota: El término «armas ligeras» en el Gráfico 2f incluye: escopeta, bazucas y lanza-cohete, granadas y misiles.

Como lo demuestra el Gráfico 2f, desde 1985 ha existido un gran aumento en el número de armas con alto poder de fuego incautadas por la policía en las calles de Río de Janeiro. En 1981, la policía incautó 4 fusiles, 3 ametralladoras y metralletas y 6 espingardas y armas ligeras de alto poder. El número de fusiles de asalto incautados por la policía alcanzó su nivel más alto en 1998, con un total de 430 incautaciones. El número de ametralladoras y sub ametralladoras incautadas por la policía alcanzó su nivel más alto en 1995, con un total de 259 incautaciones. El número de escopetas de alta potencia y armas ligeras alcanzó su nivel más alto en 1997, con un total de 29 incautaciones. El drástico incremento de la incautación policial de armas de alto poder, que comenzó en el fin delos años 80, va de la mano con el surgimiento de las bandas de traficantes de drogas, su fragmentación, su militarización y las consiguientes disputas armadas por territorios, 98


así como el incremento de confrontaciones armadas con la policía. El uso de dichas armas corresponde a los tipos de confrontaciones armadas que se reportan en la prensa diaria de Río, y también fueron reportadas en entrevistas a traficantes de droga y habitantes de las favelas durante este estudio. Este fenómeno también se refleja en las estadísticas de mortalidad por armas de fuego en Río de Janeiro desde los años 70. Son los mismos tipos de armas que utilizan los ejércitos en la guerra. Las entrevistas con moradores de las favelas también mostraron una diferenciación en los tipos de armas usadas por los traficantes actualmente, en comparación con el período pre-bandas. Los habitantes comentaron, que en los años 70, los revendedores en general usaban comúnmente revólveres de calibre 38 mientras que ahora se usa abiertamente poderosos fusiles y ametralladoras. Según los entrevistados, este cambio tuvo lugar a fines de los años 80 y esto se corrobora por las estadísticas de incautación aquí mostradas, las cuales comprueban el incremento de las incautaciones a partir de aquella época. Durante un cuestionario, aplicado oralmente59, con 100 adolescentes y jóvenes de seis comunidades de las favelas, se identificó que las siguientes armas de fuego eran mostradas abiertamente y utilizadas por miembros de la banda local dentro de la favela: pistolas, revólveres, fusiles de asalto, ametralladoras, metralletas, espingardas y granadas de mano. Las respuestas se muestran en el Gráfico 2g, a continuación. Gráfico 2g

Tipos de amas identificadas por los jóvenes entrevistados en las favelas

60

Número de personas

50

40

30

20

10

0 la sto Pi

59

Re

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r

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a or ad all etr am b Su

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s ro Ot

La metodología completa y los resultados de este cuestionario se encuentran en la Parte 3: Perspectivas Juveniles: favelas, tráfico de drogas e identidad.

99


Aunque no se encuentren involucrados en el tráfico de drogas o en otro empleo que requiera un conocimiento específico sobre armas de fuego, debido a su exposición cotidiana a estas armas, muchos de los jóvenes que participaron en este cuestionario podían identificar fabricantes y modelos específicos, como se muestra en el Gráfico 2h a continuación. Los investigadores no reconocieron algunas de estas armas y se cree que se refieren a expresiones de jerga, empleada por los mismos traficantes dentro de la comunidad. Gráfico 2h

Descripción de las armas identificadas por los jóvenes entrevistados en las favelas

20 18

Número de personas

16 14 12 10 8 6 4 2

os tr

a

12 O

uc az

B

3

K H

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l PT 9 R ug er

0

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38

38

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47

0

La prensa brasileña también ha registrado que los traficantes de droga usan las clases de armas de fuego identificadas por los jóvenes de las favelas en este cuestionario. Los reportajes de la prensa recogidos durante este estudio identificaban las armas ligeras siguientes, que la policía había incautado a los traficantes: Colt AR-15, H&K G-3, FAL, AK-47, granadas de mano, M-9 y M-60, AK-47 con manejo cilíndrico, municiones calibre.762, bazukas. Según un informe publicado en el 2000 por el Centro de Inteligencia y Seguridad Pública (Centro de Inteligencia e Seguranòa / CISP), las bandas criminales de Río tienen un arsenal de 60 mil armas ligeras que incluyen rifles, ametralladoras, pistolas, revólveres, escopetas, municiones y bazukas. Durante el trabajo de campo realizado en este estudio, los investigadores vieron a los traficantes de droga, incluso a los niños, mostrando abiertamente las siguientes armas dentro de las comunidades de las favelas: fusil Colt AR15, H&K G-3, AK-47, revólveres y pistolas. 100


El equipo de cirujanos de la unidad de emergencia del Hospital Souza Aguiar también corroboró el incremento del uso de armas de alto poder de fuego. En una entrevista grupal realizada durante este estudio, los médicos explicaron que el tipo de herida más común que actualmente atienden son las heridas provocadas por s armas de fuego, principalmente en pacientes varones. Además, los tipos de heridas por bala en las que actualmente intervienen quirúrgicamente, son muy diferentes a las de hace diez años. Esto se debe a que las heridas son causadas por el uso de diferentes tipos de proyectiles (balas/velocidad), de armas y de agresiones (situación de combate en la que se usa el arma) desde 1990. Existe un aumento significativo en la letalidad de las armas que se usa actualmente. En Río de Janeiro, hay una situación de guerra civil, en las que las pandillas usan armamento militar básicamente, con una mayor letalidad [...] En la actualidad el Hospital Souza Aguiar es uno de los hospitales con más experiencia en la atención de heridas causadas por armas militares. Dr. Manarelli, Unidad de Emergencia, Hospital Souza Aguiar Debido al creciente uso de armas militares, los pacientes que llegan a la unidad de emergencia con heridas de bala, actualmente lo hacen con heridas mucho más serias que antes, cuando las heridas eran causadas por uno o dos disparos de armas de fuego de 9 mm, calibre.32 o.38. Los médicos comentaron que hoy rara vez encuentran una bala alojada en un paciente, ya que los tipos de heridas son causados por proyectiles de alta velocidad, que penetran en el cuerpo, causan heridas múltiples o amputaciones y luego salen del cuerpo. Además, ahora la norma son las heridas múltiples causadas por proyectiles de grueso calibre y alta velocidad. ... Antes veíamos orificios causados por la bala que entraba y salía, o que entraba sin salir. Pero ahora ves orificios y destrucción alrededor de estos orificios: una fractura en pierna por el impacto de una bala, por ejemplo. Ahora, ya no ves orificios, ves amputaciones, ves la destrucción del tejido y sabes que eso proviene de una bala de alta velocidad, un fusil, por ejemplo. Así que no ves lo que solías ver. Un paciente al que le habían disparado era alguien con orificios causados por una bala, dando a veces como resultado deformaciones, pero generalmente se veían orificios. Ahora ves muchas deformaciones. Ves trozos de pies que faltan, o la herida que mencionaba mi colega, el niño con la mano destrozada. Ves mucho de eso hoy. Dr. Josué Kardek, Unidad de Emergencia, Hospital Souza Aguiar

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Además de los diferentes tipos de heridas de bala que se encuentra en los pacientes actualmente, los doctores también señalaron que las lesiones causadas por las armas actuales también significan que se está recibiendo menos pacientes vivos, siendo mayor el número de los que llegan muertos. La preocupación de los médicos respecto del uso de armas de guerra por los traficantes, se refleja también en la opinión pública, que dice que las armas ligeras importadas ilegalmente constituyen la herramienta principal que propicia los niveles crecientes de violencia en Río de Janeiro. Esta visión tiende a encubrir el incremento dramático del uso y comercio ilegal de revólveres y pistolas, lo que se indica claramente por las crecientes incautaciones policiales, como se ve en el Gráfico 2c. Es importante notar que la mayoría de armas usadas ilegalmente por civiles dentro de la ciudad son pistolas de mano, y muchas de estas se fabrican en Brasil por compañías como Taurus y Rossi, vendidas legalmente a países intermediarios como Paraguay, y que luego regresan de contrabando al país. No se debe subestimar la importancia del uso de pistolas de mano como la herramienta principal para la violencia armada dentro de la ciudad. Sin embargo, también debe estar claro que el uso de armas más letales, mencionadas anteriormente, ha sido una estrategia deliberada de los traficantes establecidos en las favelas, debido a los combates armados en los cuales están involucrados

Conflictos armados de bandas de traficantes de drogas, la violencia relacionada con ellas El incremento del conflicto armado relacionado con las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro desde los años 80 ha tenido claramente un efecto tanto en las tasas de morbilidad y mortalidad relacionadas con armas de fuego como en la mayor circulación y uso de armas de fuego de gran poder. Estos conflictos son generalmente de naturaleza territorial, con el objetivo de asegurar el control de los puntos de venta de la droga y de las comunidades favelas de los alrededores. Existen también otros escenarios relacionados con armas, ligadas al surgimiento de bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro y responsables por el incremento de la mortalidad en la ciudad. Utilizando reportes de prensa seleccionados que fueron publicados durante este estudio como ejemplo, se lista a continuación los tipos de violencia armada estimulados por disputas entre bandas de traficantes de drogas y por tácticas represivas de la policía. El objetivo de este estudio es investigar el involucramiento de niños y adolescentes en conflictos armados entre bandas de traficantes 102


de drogas y la violencia con ellas relacionada. Para que se comprenda correctamente la situación dentro de la cual los niños y adolescentes se encuentran activos, es necesario describir los niveles y los tipos de confrontación armada en los que participan. Este estudio no pretende cuantificar el número de confrontaciones entre las bandas de traficantes de drogas que ocurrieron durante el trabajo de campo, sino, apenas dar una indicación de su frecuencia y de su tipo. Más aún, como muchas confrontaciones ocurren sin el conocimiento o intervención de la policía, o no las reporta la prensa, habría dificultad en dar cuenta de todos los conflictos entre bandas, entre la policía y las bandas, u otros crímenes relacionados y ocurridos en un determinado período. Así, las siguientes muestras de prensa se han seleccionado como ejemplos típicos de la violencia relacionada con las bandas de traficantes de drogas que ocurre cotidianamente en Río de Janeiro y no son representativos del número de conflictos entre las bandas de traficantes de drogas, de las confrontaciones con la policía, muertes clandestinas o incidentes relacionados que sucedieron durante este período.

1) I N VA S I Ó N

D E T E R R I T O R I O R I VA L P O R L A S BA N DA S Y O T RO S

CONFLICTOS ENTRE BANDAS

Los siguientes conflictos armados son relatados como invasiones de bandas por a prensa. Sin embarg o, algunos motivos no son reportados por los diarios. Además de los intentos de apoderarse de los puntos de venta de drogas de la banda rival, pueden haber invasiones para vengar una muerte, por simples rivalidades o intentos de apoderarse de cargamentos recientes de drogas o armas. Las disputas entre bandas de traficantes de drogas son hechos cotidianos en la ciudad de Río de Janeiro y las comunidades dominadas por bandas de traficantes de drogas rivales pueden permanecer en un estado de «guerra» (invasiones armadas continuas) durante semanas o meses. Por tanto, se dice de las comunidades de favela que están en «guerra». Los traficantes entrevistados declararon haber participado en invasiones que involucraron hasta 200 combatientes durante un período de muchas horas. Tiroteos y pánico en Maré: Guerra entre el CV (Comando Vermelho) y el Terceiro Comando causa dos muertes (O Dia 01/11/01)

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La disputa por el control de los puntos de venta de drogas en el Morro do Timbau, de la banda criminal Terceiro Comando resultó en una confrontación con la policía y dejó en pánico a los choferes que conducían en los alrededores del Complexo da Maré al final de la noche del lunes. Los traficantes del Parque Unión del Comando Vermelho, intentaron formar un bonde de carros robados para invadir la favela rival [ ] Un grupo de 15 bandidos de la favela Parque Unión armados con fusiles y pistolas, se ubicó en puntos estratégicos de la Avenida Brigadeiro Trompoviski [ ] Para robar carros [ ] En la guerra resultaron muertos dos bandidos [...] y tres personas, incluyendo dos policías, fueron heridas. Tiroteo en Parque Royal: los bandidos de CV (Comamdo Vemelho) tratan de invadir la favela y muere un residente. Dos traficantes son heridos (O Povo 24/01/02) Tres horas de tiroteo, un hombre muerto por una bala perdida y dos traficantes heridos fueron el resultado de una invasión que se intentó en la favela Parque Royal [ ] La invasión ocurrió alrededor de las 3am. Los traficantes de Parque Royal fuer on sor pr endidos por un grupo de apr oximadamente 15 bandidos, fuertemente armados de fusiles y pistolas, iniciando un tiroteo que duró hasta las 6am. Los traficantes intercambiaron tiros en los callejones, callejuelas y losas de la favela. En la mañana se pudo ver los estragos y las marcas de las balas en las paredes, ventanas e incluso tanques de agua. Durante la confrontación Claudio Alexandre fue alcanzado por una bala perdida. Estaba en su casa [...]cuando la bala le dio en la cabeza.[ ] Un menor, N.V.S ., de 17 años y Renan Lima Nicolau (también) recibieron disparos. Piscinao 60 se convierte en una ruta de escape: los traficantes de las bandas de traficantes de drogas rivales vuelven a enfrentarse O Povo 16/04/02 En la guerra entre las dos bandas de traficantes de drogas, tres hombres fueron ejecutados a tiros, a uno de ellos le quemaron el cuerpo y lo decapitaron, dejándolo luego a vista de todos casi todo el día de ayer en la carretera Uricuri, en el número 164, en medio de la favela [ ] Los otros dos asesinados fueron Alessandro Ferreira dos Santos, de 19 años y su hermano A.F.S., de 16 años. Sus cuer pos fueron encontrados en uno de los callejones de las favelas [..]Los cuer pos de los muchachos también permanecieron durante un buen tiempo en la favela [...] El intento de invasión ocurrió en las horas de la madrugada. Fuertemente armados, varios traficantes del Comando Vermelho llegaron en un bonde , formado por al menos cuatro camionetas. Querían tomar el control del tráfico de drogas en Roquete Pinto, al lado de la Avenida Brasil, pero los bandidos locales reaccionaron y hubo intercambio de fuego. 60

Piscina natural construida por el gobierno local en la playa de Ramos frente a la favela Roquete Pinto.

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El Tráfico de drogas impone nuevamente el miedo: los bandidos se enfrentan entre sí y dejan en la oscuridad algunos sectores de Santa Teresa y Río Comprido

O Globo 28/05/02

Otra guerra de tráfico de drogas provocó el pánico, ayer, a los residentes de Río. Una confrontación entre traficantes de las favelas de Fallet, en Río Comprido, y de Coroa, en Santa Teresa, dejó en la oscuridad a sectores de las favelas y de las calles en los dos barrios, porque los marginales dispararon sobre los transformadores eléctricos [ ]Según la policía, cerca de 15 bandidos armados con fusiles y pistolas fueron vistos invadiendo Fallet [...] Policías de la 1° BPM [Estacio]del GETAM 61 y del BOPE 62 ocuparon las rutas de acceso a las favelas.

2) L A S

CONFRONTACIONES ARMADAS ENTRE LAS BANDAS DE

TRAFICANTES DE DROGAS Y LA POLICIA

Los traficantes generalmente no disparan a los policías que entran en las favelas, salvo que sean objeto de una batida policial o que la policía dispare primero. Sin embargo, debido en parte a la acción policial, existen regularmente confrontaciones armadas entre la policía y las bandas de traficantes de drogas en las favelas. Es más, durante este estudio se registraron algunos incidentes, como traficantes que atacaban comisarías y puestos policiales y que asesinaban a policías fuera de la favela. Las confrontaciones armadas entre la policía y las bandas de traficantes de drogas fuera de las favelas ocurren generalmente como resultado de un «bonde», un conjunto de traficantes armados en automóviles, usualmente robados, transportando drogas o armas entre favelas, que entra en contacto con una patrulla policial o barricadas policiales o que pasa por un puesto policial o comisaría en la ruta. En otros casos, los traficantes pueden atacar las comisarías como retaliación, por varias razones como: represalia por una batida policial, violencia o muerte clandestina en la favela; arresto de colegas; conflictos con policías corruptos o simplemente odio a la policía. Persecución detiene el metro: traficantes saltan el muro de la Línea 2, luego de una confrontación en Honório Gurgel. Mueren dos de la banda de Linho O Dia 1 / 11 / 01 La caza al traficante Paulo César dos Santos, de 29 años, en Linho, ayer en la mañana en la favela Jorge Turco, en Honório Gurgel, terminó en dos tiroteos, dos muertes, dos policías heridos y la detención de la Línea 2 del metro por tres horas y 45 minutos. Durante la confrontación, hubo más de 50 traficantes armados de fusiles contra policías 61 62

Agrupamiento Especial Táctico Móvil (GETAM) Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE)

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[ ] «Era un ejército de TC [Terceiro Comando]. Tenemos dos hipótesis: estaban en una reunión o se preparaban para invadir la Favela do Metro [en el colegio]» [dijo el efectivo Carlos Oliveira de la Drae63] Durante el tiroteo, el inspector de la Drae, Mario Paixao, fue baleado en las piernas por el traficante Ricardo de João de Moura, de 16 años, o Goracã Gelado, quien murió en la confrontación. Un fusil, AK-47, dos cargadores de municiones, un teléfono celular, 300 gramos de marihuana, 21 paquetitos de cocaína y 2 chaquetas de camuflaje fueron encontrados en su cuerpo. Siete efectivos policiales heridos en confrontaciones: en uno de los tiroteos, los traficantes rompieron las ventanas de la comisaría en Bonsucesso O Globo 10 / 02 / 02 Siete Policiales Militares fueron heridos, cinco de ellos gravemente en dos confrontaciones con traficantes que ocurrieron ayer en la madrugada en Bomsucesso y Manguinhos [ ] Un grupo de traficantes disparó a un carro del BOPE que patrullaba el lugar. Cuando atacaron, el conductor perdió el control del vehículo, dio una vuelta de campana, derribó un poste de luz [ ] y se estrelló contra un muro de concreto. El auto fue destruido y los cinco policías que estaban en él quedaron gravemente heridos, por lo menos uno de ellos fue alcanzado por un tiro de AR-15. Los traficantes atacan polígono de seguridad: dos carros de la Policía Militar son ametrallados durante la madrugada en Ricardo de Albuquerque Extra 20 / 02 / 02 Los bandidos, ocupando 5 vehículos y 2 motocicletas, [y] pasaron en un «bonde» «una especie de convoy» por la Avenida Marechal Alencastro, disparando en dirección de la plaza. Dos patrulleros de la14° BMP fueron ametrallados. Los traficantes continúan amenazando las comisarías de Río O Povo 07 / 03 / 02 Continuaron las amenazas de invasión a las comisarías [en la noche del martes] En la madrugada de ayer la policía reforzó la vigilancia frente a la 22 DP comisaría [Penha], que había recibido varias llamadas telefónicas amenazantes. Armados con fusiles y pistolas,12 agentes de la propia comisaría de Penha y de la 6° DP (Ciudad Nueva) ocuparon puntos estratégicos frente a la unidad para impedir que las amenazas se hicieran realidad. Ataque con balas y granadas contra la Policía Militar O Día 17 / 05 / 02 Los bandidos en Santa Cruz y Ramos atacaron dos puestos de policía de la comunidad en horas tempranas de ayer por la mañana. Dos soldados fueron heridos en las acciones llevadas a cabo por grupos armados con fusiles, ametralladoras y una granada M-4. [ ] Se disparó 110 disparos contra las dos unidades. 63

Delegación de Represión a Armas y Explosivos / Departamento de Policía para la Represión de Armas de Fuego y Explosivos

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3) B ALAS

PERDIDAS

Las disputas armadas entre bandas de traficantes de drogas y las confrontaciones armadas con la policía ocurren principalmente dentro de las comunidades de las favelas, aunque también en las áreas asfaltadas de la ciudad. Como lo muestran los relatos siguientes, los moradores de las favelas en particular, pero también la población en otras áreas urbanas se encuentran en riesgo de ser atrapados en el fuego cruzado durante dichos conflictos. Como las viviendas de las favelas no están solidamente construidas, a menudo los residentes son muertos o heridos en sus hogares. Joven es asesinado en la azotea de su casa Extra 26 / 01 / 02 El ayudante del conductor de camión, Marco Leandro Alves Macedo, de 22 años, murió luego de recibir un disparo en el estómago, durante una operación del Noveno Batallón de la Policía Militar en la favela de Palmerinha... Los padres del muchacho acusaron a los policías de ingresar a la favela disparando al azar. Bala perdida mata a niña en Inhaúma: una adolescente de 13 años recibió un disparo durante un tiroteo entre los Policías Militares y los traficantes (Extra 12 / 02 / 02) Renata fue baleada luego de salir de una fiesta con sus padres en la casa de unos parientes, en Olária, alrededor de las tres y media de la tarde. El carro de la familia quedó en medio del fuego cruzado entre un convoy de traficantes y una patrulla del GETAM. Ni siquiera una mujer embarazada escapa a la furia de los traficantes de drogas O Povo 09 / 04 / 02 Un bonde de la favela Morro do Macaco invadió el de Matinha. [ ] Se detonó una granada y una pareja [incluyendo a una mujer embarazada] fue asesinada. En la favela de Salguiero, en Tijuca, un niño fue víctima de una bala perdida. Bala perdida mata a una mujer en Anchieita: la vendedora Simone, que estaba dormida, deja dos niños. Su madre también recibió un disparo pero se encuentra bien O Globo 13 / 05 / 02 [...]Simone fue víctima de una bala perdida disparada durante una confrontación entre la policía y los traficantes en la comunidad de Jardín Independencia, en Anchieita. Otros dos jóvenes, identificados por la policía militar como traficantes,

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resultaron también muertos. [Revoltosos (indignados), moradores locales incendiaron un ómnibus de la línea 727 (Javatá- Paruna) ] Luego de un intercambio de tiros, entre la 1am y las 4am, comenzó un intercambio de acusaciones. Los residentes afirmaron que las balas habían sido disparadas por la policía de la 9° BPM, sin que hubiera una confrontación con los traficantes. A las 2 de la mañana una bala perforó el muro de la casa de Simone.

4) E JECUCIONES

CLANDESTINAS

Los asesinatos deliberados, por los traficantes o por la policía ocurren también como resultados de disputas de bandas de traficantes de drogas, el control de las comunidades y la corrupción policial. Estos asesinatos generalmente no ocurren durante las confrontaciones armadas, si no que se trata de ejecuciones organizadas. Traficantes de Acari capturan y asesinan a un policía militar en la favela Extra 18 / 12 / 01 En la favela de Acari, el soldado André Randolpho da Silva Siqueira, de 33 años, fue ejecutado con un disparo en la cabeza, luego de haber sido secuestrado por traficantes [ ]. El efectivo policial fue arrancado de su patrullero del Noveno Batallón, y llevado a otra parte de la favela, donde fue torturado y asesinado. Un fusil que estaba con él también había sido robado por las bandas Traficante acusado de torturar a un policía militar es asesinado en Acari Extra 09 / 02 / 02 De acuerdo con el Noveno batallón de Policía Militar (Rocha Miranda), Beiço murió durante una confrontación con Policías Militares de la unidad. Se le acusaba de torturar al soldado Tiago dos Santos Gonçalves de 31 años, la noche del jueves. Asado de Bandidos: no satisfechos con matar a la víctima, los traficantes lo queman en un carro que luego explosiona O Povo 14 / 03 / 02 .un vehículo robado [ ] fue abandonado por los asesinos de un hombre cuyo cuer po se encontraba en la maletera. En el asiento trasero, la policía encontró una nota que decía, «Este no va a violar a niños de 10 años nunca más». Un río de muertos: la violencia en Río de Janeiro deja 13 muertos en varias partes de la ciudad hasta el inicio de la noche O Povo 20 / 03 / 02 las víctimas, dos negros y un blanco fueron encontradas en la calle Araraguá [ ]Además del rostro desfigurado, tenían sus manos atadas atrás y varias hematomas en el cuer po, indicando que hubo tortura antes de la ejecución [ ] la policía sospecha de una venganza o de ajuste de cuentas y que existe una relación entre las víctimas y el tráfico de drogas.

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Territorio libre para el tráfico de drogas: los bandidos ejecutan al líder de la comunidad, matan al guardia de seguridad de la primera dama y expulsan familias de la favela O Globo 26 / 07 / 01 ... En el Morro da Serrinha, en Madureira, el vicepresidente de la Asociación de Moradores y conductor de la escuela de samba Império Serrano, Antonio Carlos Soares de Araújo,al Macarrão, fue asesinado a tiros la noche de ayer. En el Morro dos Macaco, en Vila Isabel, los traficantes invadieron una casa, forzando a dos familias a esconderse por cinco horas y media en un matorral, hasta que fueron rescatadas por policías civiles y llevadas a una comisaría. En Manguinhos, el sargento de la Policía Militar y guardia de seguridad de la primera dama de la ciudad Cléber Lopos Lobo, fue muerto con un tiro, probablemente tratando de escapar de un falso bloqueo de carreteras montado por bandidos en la Avenida Leopoldo Bulhões.

5) C RÍMENES

ARMADOS RELACIONADOS

Existe una serie de crímenes cometidos por miembros de las bandas de traficantes de drogas, que también son responsables por el incremento en las tasas de mortalidad provocadas por armas de fuego. Dichos crímenes ocurren fuera de las comunidades de las favelas, pero pueden ser considerados directamente ligados a las actividades de las bandas de traficantes de drogas con base en las favelas. Principalmente, consisten en la formación de bondes para invadir los territorios rivales o para transportar drogas o armas de un punto a otro de la ciudad. Los bondes están conformados por carros robados a mano armada en áreas de asfalto, generalmente próximas a las favelas. Se forma entonces un convoy motorizado armado, capaz de resistir la acción policial. A menudo resulta en la muerte, lesión o secuestro de los propietarios de automóviles que tratan de resistirse o de inocentes que mueren por el fuego cruzado si quedan en medio del fuego cruzado en caso de que un bonde confronte a una patrulla de policía o bloqueo de carretera. Un «Bonde» transforma las calles en una escena de guerra, bando que pretendía invadir favela roba carros y se enfrenta a PM, sargento muere y cuatro bandidos son apresados 02 / 03 / 02 O Globo Disparos, robos de automóviles, víctimas tomadas como rehenes, 4 traficantes arrestados y un Policía Militar asesinado. Este fue el resultado de la acción de los bandidos, entre la noche de anteayer y la madrugada de ayer [ ] Fuertemente ar mado, un convoy de traficantes del Comando Vermelho, conformado por 27 autos y 14 motocicletas, robó automóviles y

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desafió a la P.M.. De acuerdo con la policía, el bonde de traficantes, que incluía hasta una camioneta equipada con un fusil calibre.30 fijado a un trípode, puede ser relacionada con una acción parecida ocurrida en la madrugada anterior en las calles de Inhaúma. Para la policía, la acción fue planeada el jueves por la noche durante una reunión de las bandas en la favela Vila Cruzeiro, en Penha, bajo el liderazgo del traficante Elias Pereira da Silva o Elías Maluco. Luego de la reunión de los miembros del Comando Vermelho de diferentes favelas en Río, los bandidos decidieron invadir el Morro de Quintungo, en Vilha da Penha, el que es comandado por el traficante André Luiz Fernández, o Merram, de las bandas de traficantes de drogas rivales de Terceiro Comando (TC) y Amigos dos Amigos (ADA).

Además de dañar la economía de la ciudad65y de provocar un clima de miedo y de vulnerabilidad crecientes entre sus habitantes, hay algunos efectos relacionados directamente para los moradores de las favelas y de las áreas urbanas adyacentes provocados por la violencia expuesta anteriormente.. Utilizando también, como ejemplo, reportes de prensa publicados durante este estudio, elaboramos una lista de esos efectos, que no son representativos del número de incidentes que ocurrieron en el período mencionado. 1) Ocupación de las favelas por la policía La ocupación de las comunidades de favela por la Policía Militar Normalmente ocurre como resultado directo de las disputas entre bandas. Debido a los altos niveles de dicha violencia armada, principalmente en las comunidades de favela de Río, en 1994 las Fuerzas Armadas Brasileñas tomaron el control de la seguridad pública en Río durante una campaña masiva llamada Operación Río . Esto incluyó una extensa ocupación de las comunidades de favela en toda la ciudad. Los siguientes relatos de prensa son buenos ejemplos del tipo de ocupación de favelas por la Policía Militar.

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A través del cálculo de los costos médicos, los años de trabajo perdidos debidos a incapacidad o muerte prematura, pérdidas materiales, costo de seguridad pública y seguros privados, el ISER calculó el costo total de la violencia en la ciudad de Río de Janeiro, en 1995, en $ 2.058.177.615,89, que representa el 5% del Producto Bruto Interno de la ciudad para ese año. (Magnitud, Costos Económicos y Políticas de Control de la Violencia, ISER, Banco Interamericano de Desarrollo, 1998)

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Se ocupa las favelas vecinas Extra 09 / 02 / 02 [ ] la novedad será ocupación policial en todo el complejo de favelas y conjuntos residenciales, para garantizar la seguridad [ ] Contará con 634 policías colocados en las favelas de Ramos, Roquete Pinto, Parque União, Nova Holanda, Baixa do Sapeteiro, Timbau, Salsa e Merengue y los conjuntos de vivienda de Vila do João y Parque Esperanca. La región es disputada por las bandas criminales conocidas como Comando Vermelho, Terceiro Comando y Amigos dos Amigos. Vila Isabel pide socorro: La Policía Militar ocupa las favelas después de confrontaciones entre traficantes, pero el clima de miedo continúa. Las escuelas dejan de funcionar. O Dia 28 / 05 / 02 Los conflictos entre traficantes de bandas criminales rivales por el control de la venta de drogas en Morro dos Macacos, en Villa Isabel, se iniciaron al amanecer del viernes y la policía solamente ingresó al área ayer. Ocho favelas del Complexo dos Macacos fueron ocupadas por 200 efectivos policiales, pero el miedo de los residentes continuó. Cinco escuelas municipales que funcionan dentro de la región suspendieron sus lecciones debido a la falta de estudiantes.

2) Protestas y manifestaciones lideradas por moradores de las favelas en el asfalto En reacción a las actividades de policías corruptos en las favelas, a veces los residentes locales descienden al asfalto próximo para protestar. Dichas protestas ocurren generalmente cuando los policías matan a residentes no involucrados en el tráfico de drogas o en otra actividad criminal. En algunos casos, los traficantes mismos incitan dichas protestas cuando, por ejemplo, la policía mata a alguno de ellos. Las manifestaciones a menudo se tornan violentas con las propiedades públicas siendo blanco de atentados, especialmente los ómnibus públicos. Revuelta en la Ciudad de Dios: los residentes acusan a Policías Militares de asesinar a una niña y a un adolescente y de herir a otro niño. La protesta cierra la Linha Amarela 66 O Dia 25 / 01 / 02 Horas después de que un auto blanco pasara por la calle Daniel con tres hombres disparando, policías militares de paisanos de acuerdo a los testigos,, los residentes de _Ciudad de Dios cerraron ayer en la tarde, la Linha Amarela y la carretera Gabinal, en Jacarepaguá, en protesta por la muerte del estudiante Raquel Santos Prudente, de 14 años, con un disparo en el cuello [ ] Felipe 66

Linha Amarela una autopista importante de la ciudad.

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Martins, de 19 años, que también pasaba por el local [ ] recibió un disparo en el pecho y murió esa noche en el hospital Lourenço Jorge. Indignados por la muerte del estudiante, alrededor de las 16 horas, 200 residentes cerraron la zona norte de la Linha Amarela [ ] Los manifestantes atacaron a la policía militar con bombas molotov y ladrillos [ ] Aproximadamente 60 residentes de la favela de Pixuna [ ] depredaron e incendiaron un ómnibus público [ ] en protesta por la muerte de Jefferson Ferreira Dias, de 21 años [ ] Jefferson fue asesinado en la mañana de ayer por policías del Batallón de Policía Militar Número 17, que lo sacaron fuera de una casa en la que había entrado para esconderse y le dispararon al pecho [ El presidente] admitió que Jefferson estaba involucrado en el tráfico, pero dijo: «¿Por qué no lo llevaron a la comisaría?» Río Comprido incendiado: cuatro heridos, dos omnibuses y un automóvil quemados. (O Povo 29 / 01 / 02) la Policía Militar no pudo contener la furia de los moradores que, literalmente, descendieron de las favelas de Sao Carlos, Querosene y Coroa [ ] las escenas fueron u retrato de la guerra silenciosa que aún no ha sido declarada, aunque las batallas son constantes.

3) Cierre del comercio local y de las escuelas municipales Debido a los intensos conflictos entre las bandas de traficantes de drogas y la policía, los locales comerciales y las escuelas municipales a menudo son cerradas por los propietarios o sus directores, respectivamente, en las favelas afectadas o en las áreas adyacentes. En algunos casos, ésta es una reacción espontánea causada por el miedo de que los estudiantes o comerciantes sean víctimas del fuego cruzado. En otros casos, los traficantes pueden ordenar la clausura por un período de tiempo como una señal de respeto por un traficante local que haya sido asesinado. Las guerras del tráfico de drogas dejan más de 4.500 estudiantes sin clases y las tiendas se cierran en el Oeste de la ciudad. PM cierra tres calles (O Dia 02 / 10 / 01) La confrontación entre la banda de Celsinho de Vila Vintén contra los bandidos de Comando Ver melho, en Santa Cruz, cier ra 10 escuelas y obliga a la policía militar a cerrar tres avenidas para proteger estudiantes y peatones.

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Cierran tiendas por el tráfico en Río Comprido: los bandidos imponen un duelo en el comercio por la muerte de dos hombres durante una confrontación con la policía. (O Dia 10 / 12 / 01) Un intercambio de tiros entre policías y traficantes de Morro dos Prazeres volvieron a asustar a los residentes locales. Vinícius Silva Borges, de 20 años, y Sergio Moreira Silva, de 23 años, murieron en la confrontación el sábado. Por orden de los traficantes, las panaderías y bares de la Rua Barao de Petrópolis fueron cerradas ayer. Una cinta negra, que indicaba duelo, fue colocada en el acceso al Morro do Escondidinho. El tráfico aún desafía a la policía: a pesar de las acciones cotidianas de la policía en Alemão, los bandidos ordenan el cierre de tres escuelas (O Globo 14 / 06 / 02) A pesar de una ostensible presencia policial hace diez días en el Complejo do Alemão, desde la muerte del periodista de O Globo, Tim Lopes, los traficantes siguen dando órdenes en el área. Tres escuelas en el área, con 2.347 estudiantes en total, tuvieron que suspender sus clases ayer siguiendo órdenes de los traficantes. Estudiantes y maestros dejaron rápidamente los edificios, luego de haber recibido llamadas telefónicas que ordenaban el final de las clases.

4) Efectos para las instituciones locales y para organismos oficiales Las confrontaciones armadas dentro y en las inmediaciones de las favelas también han afectado el funcionamiento normal de otras instituciones locales u órganos gubernamentales. Por ejemplo, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) fue reubicado de su oficina original cerca de la favela de Mangueira debido a las constantes confrontaciones entre los traficantes y la policía. Durante este estudio, las secciones electorales fueron transferidas por estar en áreas consideradas de riesgo por causa de los enfrentamientos entre traficantes. El tráfico hace que el Tribunal Regional Electoral (TRE) cambie la sección electoral: por lo menos cuatro puestos de en áreas de riesgo ya han sido transferidos debido a los tiroteos (O Globo 13 / 01 / 02) En el año en el que tengan lugar las elecciones para diputados, gobernadores, senadores y presidente, el tráfico de drogas prueba una vez

más su atrevimiento: acaba de forzar al Tribunal Regional Electoral (TRE) a cambiar la dirección de cuatro secciones electorales de Río 113


ubicadas en áreas de conflicto entre bandidos. El pedido de reubicación fue enviado al TRE por residentes locales. Los puestos de votación funcionaban en escuelas municipales administradas por la alcaldía y fueron transferidos debido a los tiroteos constantes que involucran a cuadrillas rivales o a confrontaciones entre la policía y los traficantes. 5) Surgimiento de refugiados Los residentes de las favelas, en ciertas ocasiones, pueden quedar sin vivienda si los traficantes locales los expulsan de una comunidad. Esto ocurre normalmente si un residente desobedece las reglas de los traficantes. Si los residentes expulsados se rehúsan a irse, los matan. Si las personas expulsadas de la comunidad no tienen donde ir, pueden terminar viviendo en la calle. Durante este estudio, los investigadores encontraron a dos menores en Sao Martinho, un hogar para niños de la calle en el centro de Río de Janeiro, que habían sido expulsados de sus comunidades por los traficantes, por razones no divulgadas, y que estaban viviendo en la calle. Además del surgimiento de refugiados de esta manera, cuando las disputas armadas son particularmente intensas, los residentes de la favela son forzados a dejar la comunidad y a vivir en otro lugar por un período prolongado. La violencia de los criminales genera los refugiados por el tráfico de drogas: los residentes de Morro dos Macacos continúan en albergues improvisados sin poder regresar a sus casas (O Globo 28 / 05 / 02) Era de noche en Morro dos Macacos ayer cuando el portero X, de 24 años, abandonó la favela con su hija de ocho meses, la mujer, el hermano y tres sobrinos. Escapando de la guerra del tráfico de drogas que aterroriza a la comunidad desde el viernes, tomaron sus colchones y bolsas con ropa y alimentos. En el rostro, miedo e incertidumbre. Como ellos, docenas de residentes dejaron sus hogares -muchos aún sin electricidad- y fueron a los albergues. Son los refugiados del tráfico de drogas. «He vivido aquí desde niño, pero en estos últimos días han sido de mucho sufrimiento. Hasta tuvimos que escondernos bajo la cama» dice.

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Comparaciones de tasas de mortalidad con otras ciudades y conflictos modernos Para comprender plenamente el significado de las tasas de mortalidad relacionadas con armas de fuego, provocadas principalmente por las disputas entre bandas de traficantes de drogas y por confrontaciones entre las bandas de traficantes de drogas y por enfrentamientos entre las bandas y la policía en Río de Janeiro, mostramos a continuación una breve comparación de las tasas de mortalidad provocada por armas de fuego en: la ciudad de Río de Janeiro; el estado de Río de Janeiro; el estado de California (Estados Unidos); el estado de Washington (Estados Unidos) y el estado de Nueva York (Estados Unidos). Se seleccionó estos estados por tener historias documentadas de violencia relacionadas con pandillas y armas de fuego en sus centros urbanos. Ver el Gráfico 2i a continuación. Gráfico 2i

Tasas de muerte por armas de fuego, población general (estado de California, estado de Washington, estado de Nueva York, estado de Río de Janeiro y ciudad de Río de Janeiro)

70

Tasa por 100.000 habitantes

60

50

40

30

20

10

0 19 90

California

19 91

19 92

Nueva York

19 93

19 94

Washington

19 95

19 96

19 97

Ciudad de Río de Janeiro

19 98

19 99

Estado de Río

Fuente: DATASUS - CDC

Como se demuestra en el Gráfico 2i, entre 1990 y 1991, las muertes relacionadas con armas de fuego entre la población tanto en la ciudad como en el estado de Río de Janeiro fueron mucho más altas que las de los estados de California, Washington y Nueva York en los Estados Unidos. Por ejemplo, la tasa de mortalidad en el estado de California en 1999, fue de 9,2 por 100.000 habitantes, con un total de 3.054 muertes. En el mismo año, el estado de Río de Janeiro registró una tasa de 46,5 por cada 115


100.000 habitantes, con un total de 6.614 muertes. En 1999, la ciudad de Río de Janeiro registró una tasa de 41,5 por 100.000 habitantes, con un total de 2.410 muertes. También en 1999, la tasa de mortalidad provocada por armas de fuego en el estado de Washington fue de10,2 por 100.000 habitantes, 585 muertes, y en el estado de Nueva York, 5,6 por 100.000, con 1.016 muertes. Las tasas en estos dos estados fueron considerablemente menores que las de la ciudad y el estado de Río de Janeiro. Como ya hemos establecido que mucha más gente muere por balas en Río de Janeiro que en algunos estados norteamericanos conocidos por tener tasas relativamente altas de mortalidad por armas de fuego y por problemas relacionados con violencia por pandillas organizadas, se hace ahora una comparación entre el número estimados de muertes en combate durante los conflictos modernos y la mortalidad por armas de fuego en la ciudad de Río de Janeiro. Fueron seleccionados para esta comparación, los conflictos en: Colombia, Angola, Sierra Leona, antigua Yugoslavia, Afganistán, Uganda e Israel. Ver Tabla 2a. Los datos se refieren a la mortalidad estimada en combate y fueron proporcionados por el SIPRI (Instituto Internacional de Investigación sobre la Paz, de Estocolmo).

Tabla 2a Comparaciones entre el número de muertes en combate en conflictos modernos y muertes por armas de fuego en la ciudad de Río de Janeiro País

Grupos en conflicto

Colombia

Gobierno de Colombia vs. FARC Gobierno de Colombia vs. ELN

Inicio de la Año de formación Número de tropas intervención armada 1949

1965

Parte 1: 280 000* / Parte 2: FARC: 15.00020.000

1978

Grupo 3: ELN: 3.000-5.000

1978

Comentarios: FARC, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. ELN: Ejército de Liberación Nacional. *Incluyendo fuerzas paramilitares. **Esta cifra incluye las muertes, debido al conflicto desde 1964, cuando otros grupos participaron, además de los mencionados.

116

Año

Estimado de Muertes por con muertes armas de fuego relacionadas en la ciudad de al conflicto Río de Janeiro

1997

500-1.000

2.241

1998

1.000-1.500

2.399

1999

>1.000

2.410

2000

>1000

2,656

Total de muertes durante el período de conflicto 1978-2000

>39.000**

49.913


País

Angola

Grupos en conflicto Gob. de Angola, Namibia vs. UNITA

Inicio de la Año de formación Número de tropas intervención armada 1975

Grupo 1: Angola: 130.000, Namibia: Grupo 2: 10.00030.000

1998

Comentarios: UNITA: Unión Nacional para la Independencia Total de Angola. *Este cuadro de muertes sirve sólo como una indicación del número mínimo absoluto de muertes en el conflicto. ** Se estima que el número real sea bastante mayor, en ese caso, el número subestimado de muertes en el 2000 perjudica la comparación.

País

Grupos en conflicto

Gobierno de Sierra Sierra Leona Leona, Reino Unido ECOMOG vs. RUF, AFRC

Inicio de la Año de formación Número de tropas intervención armada 1991

Grupo 1: Sierra Leona: 10.00015.000+, Reino Unido: 800/ Grupo 2: 10.00015.000

1991

Comentarios: ECOMOG:ECOWAS (Comunidad Económica de los Estados de África Occidental) Grupo de Monitoreo. RUF: Frente Unido Revolucionario, AFRC: Consejo Revolucionario de Fuerzas Armadas. En su mayoría formado por fuerzas de asistencia civil, incluyendo a la milicia Kamajors. Una minoría de soldados entrenados por RUF/AFRC; la mayoría de rebeldes armados sin entrenamiento militar.

País

Grupos en conflicto

Gobierno de Yugoslavia Yugoslavia vs. UCK Gob. de Yugoslavia vs. Fuerzas de la OTAN**

Año de formación 1997

1999

Año 1997 1998

>1.000

2.399

1999

>10.000

2.410

2000

>1.000*

2.656

Total de muertes durante el período de conflicto 1998-2000

>11.000**

7.465

Año

1998

<1.500

2.399

1999

>6.000

2.410

>11.000

23.480

2000 Total de muertes durante el período de conflicto 1991-1999

Año

Grupo 1: 110.000*/ Grupo 2: 15.00017.000

1949

1997

Grupo 3: 30.00040.000

1978

Comentarios: UCK: Ushtria Clirimtare e Kosoves (Ejército de Liberación de Kosovo, KLA). OTAN: Organización del Tratado del Atlántico Norte*. Aproximadamente 40.000 hombres, incluido fuerzas paramilitares, fueron enviados a Kosovo. **13 países de los 19 miembros de la OTAN enviaron tropas: Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Noruega, Portugal, España, Turquía, Reino Unido y los Estados Unidos.

Estimado de Muertes por muertes armas de fuego relacionadas al en la ciudad de conflicto Río de Janeiro

1997

Inicio de la intervención armada

Número de tropas

Estimado de Muertes por muertes armas de fuego relacionadas en la ciudad de al conflicto Río de Janeiro

Estimado de Muertes por muertes armas de fuego relacionadas al en la ciudad de conflicto Río de Janeiro

1998

1.000-2.000

2.399

1999

1.000-3.000

2.410

2000

s/inf.

-

Total de muertes durante el período de conflicto 1998-2000

2.000-5.000

7.465

117


País

Grupos en conflicto

Gobierno de Afganistán Afganistán vs. UIFSA*, Coalición Multinacional**.

Año de formación 1992

Inicio de la Número de tropas intervención armada Grupo 1: 20.00040.000/ Grupo 2: 10.000-20.000

1992

Comentarios: UIFSA: Frente Islámico Unido para la Salvación de Afganistán *Una alianza militar. El Consejo Supremo para la defensa del Afganistán, fue creada en octubre de 1996 porJamiat-i-Islami, Hezb-iWahdat y Jumbish-i-Milli-ye Islami. El SCDA cambió su nombre a UIFSA en junio de 1997. **Participaron tropas de Australia, el Reino Unido y los Estados Unidos. Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Jordania, Holanda, Polonia, Rusia y Turquía también contribuyeron militarmente. ***Esta cifra de muertes sirve solamente como una indicación del número mínimo absoluto de muertes en el conflicto se estima que el número real sea bastante mayor. En ese caso el mismo subestimado de muertes en el 2000 perjudica la comparación.

País

Uganda

Grupos en conflicto Gobierno de Uganda vs. LRA Gobierno de Uganda vs. ADF

Año de formación 1993

1996

Inicio de la Número de tropas intervención armada Grupo1: 110.000*/ Grupo 2: 15.00017,000

1994

Grupo 3: 30.00040.000

1996

Comentarios: LRA: Ejército de Resistencia del Señor, ADF: Alianza de Fuerzas Democráticas.

País

Israel

Partes en conflicto Gobierno de Israel vs. Organizaciones Palestinas

Año de formación 1964

Inicio de la Número de tropas intervención armada Grupo 1: 160.000170.000

1964

Comentarios: *Nótese que esta cifra también corresponde a las muertes ocurridas entre los años 1948 y1963, cuando otros grupos, además de los citados arriba, participaron** principalmente Ftah/Tanzim, y también Hamas y el Jihad Islámico.

118

Año

Estimado de Muertes por muertes armas de fuego relacionadas en la ciudad de al conflicto Río de Janeiro

1997

>2.000

2.241

1998

>2.000

2.399

1999

>2.000

2.410

2000

>3.000

2.656

Total de muertes durante el período de conflicto 1991-1999

>12.000

23.480

Año

Estimado de Muertes por muertes armas de fuego relacionadas en la ciudad de al conflicto Río de Janeiro

1997

-

-

1998

>800

2.399

1999

-

-

2000

-

-

Total de muertes durante el período de conflicto 1994-1998

>3.000

12.404

Año 1997

Estimado de Muertes con muertes armas de fuego relacionadas en la ciudad de al conflicto Río de Janeiro 10-150 (mili.) 75-100 (civ.)

1998

100(mili.)50(civ.)

2.399

1999

25(civ.)75(mil.)

2.410

2000

50 (mili.) 275 (civ.)

2.656

1948: >13.000

48.813 (1979-2000)

Total de muertes durante el período de conflicto 1991-1999


Las tablas anteriores dan una estimación de muertes como consecuencia de combates entre militares y civiles por año (datos disponibles: 1997-2000) y en total (número total de muertes como consecuencia de combates desde el inicio del conflicto hasta el 2000). Usando este método, es posible hacer comparaciones directas entre las cifras de muertes en los conflictos seleccionados anteriormente y la cifra de muertos por armas de fuego en Río de Janeiro por año (1997-2000) y los totales (según la fecha de inicio de cada conflicto). Las tasas de mortalidad por cada 100.000 habitantes no se utilizaron para esta comparación, debido a la dificultad de calcular dichas cifras en situaciones de guerra. El involucramiento de tropas y otras personas fuera de la población local complica dichos cálculos. Como se demuestra en las tablas anteriores, aunque los números de muertes como consecuencia de batallas por año (1997-2000) en cada conflicto citado puede ser más alto o más bajo que el número correspondiente de muertes relacionadas por arma de fuego en la ciudad de Río de Janeiro, encontramos que cuando se compara las cifras totales de muertes por combates en aquellos conflictos con los datos de muertes por tiros en Río de Janeiro, en períodos seleccionados, hay más muertes por tiros en la ciudad de Río de Janeiro que por combate en aquellos conflictos, con excepción de Angola. A pesar de que Río de Janeiro no está en guerra, un número mucho mayor de personas muere por balas en la ciudad de Río de Janeiro que en casi todos los principales conflictos armados citados anteriormente.

119


TERCERA PARTE: EL INVOLUCRAMIENTO DE NIÑOS Y ADOLESCENTES EN LAS BANDAS DE TRAFICANTES DE DROGAS Y EN EL COMBATE ARMADO EL AUMENTO EN LA UTLIZACIÓN DE NIÑOS Y ADOLESCENTES PARA EL TRÁFICO DE DROGAS Aunque niños y adolescentes siempre han estado involucrados en el tráfico de drogas, actualmente esa relación en las comunidades de favela es más intensa que nunca. Incluso antes de la transformación del comercio minorista de drogas de Río de Janeiro, de principio a mediados de los años 80, los niños estuvieron involucrados, en distintos grados, en la venta de drogas dentro de la comunidad. Emplear o no a los niños en el tráfico de drogas en el período pre-bandas de traficantes de drogas dependía de quién vendía drogas en la comunidad, y de su preferencia personal sobre la utilización del trabajo infantil. Se ha dicho que los niños no eran empleados en el tráfico de drogas de ninguna manera en aquel período. Aunque esto haya sido cierto en algunas favelas por voluntad de un traficante local, la realidad es que eran empleados menos que hoytal como eran utilizados como olheiros («campanas») para el jogo de bicho69 durante los años 60 y 70, los niños también eran usados como olheiros («campanas»), mensajeros o avioncitos (transportadores de droga) por los narcotraficantes durante este período. Aunque los niños fueran empleados por narcotraficantes antes del establecimiento de las bandas de traficantes de drogas, no estaban armados y acostumbraban recibir regalos y no dinero o un salario fijo a cambio de sus servicios. [los traficantes decían] hay que darles zapatillas y ropa a los chicos. Comenzaban con ropa de diseñador y a principios de la década de los 80. La ropa de diseñador era Adidas y era realmente cara, así es que les daban chaquetas Adidas, shorts Adidas, zapatillas de fútbol [ ]. Era algo curioso, porque nos daban exactamente las cosas que nos ayudarían, al menos en teoría, a seguir siendo niños. Ex traficante juvenil de los años 70 69

Misse 1998: 299/Queiroz 1978, citado en NEPAD & CLAVES 2000: 59

120


Como se discute a continuación, los cambios en el tráfico de drogas durante los años 80 son responsables, en parte, por el incremento en el empleo de niños desde aquel tiempo. Uno de esos cambios, la llegada de la cocaína al mercado minorista, incrementó radicalmente la rentabilidad de las ventas de drogas y, en consecuencia, reestructuró las relaciones de trabajo para los niños que antes habían recibido presentes a cambio de trabajo. Más aún, los niños comenzaron a llenar otras funciones de trabajo y su estatus de empleo más elevado exigía ahora que se les pagara en efectivo. Con la llegada de la cocaína eso cambió [ ] A partir de la inversión financiera en la cima del tráfico de drogas se hizo mucho mayor y con ello vieron la necesidad de que en vez de dar agrados, en vez de dar ropa, zapatillas, pagaran dinero así como algunos agrados de vez en cuando, pero mucho más dinero: «sí, toma, cómprate lo que quieras». Ex traficante juvenil de los años 70 Además de testimonios proporcionados por residentes de las favelas y ex traficantes que trabajaron en el tráfico de drogas en los años 80 y 90, el fuerte incremento en el involucramiento de niños y adolescentes en el tráfico de drogas desde el principio de los años 80 se demuestra claramente por las estadísticas de criminalidad que indican un ascenso sustancial en el número de menores arrestados por delitos relacionados con el tráfico de drogas en los últimos veinte años. Gráfico 3a

Delitos que involucran a menores de 18 años, ciudad de Río de Janeiro, 1998-2001

2500

2000

Delitos

1500

1000

500

0

1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Homicidio

48

38

27

27

35

Lesión física dolosa

135

165

1 70

191

171

Robo

391

4 11

255

467

8 86

11 0

125

217

253

323

Estupefacientes

40

33

40

37

27

28

34

37

30

31

31

38

31

42

63

151

148

166

146

11 3

120

100

13 2

146

189

1 88

237

344

510

72 4

918

11 75

8 48

11 29

449

634

703

836

822

70 8

816

78 7

699

674

659

79 9

905

1017

409

333

394

264

314

327

441

329

535

1 0 6 5 1 4 0 2 1 6 4 8 3 2 11 1 8 3 1 1 6 6 0 1 5 8 4

90

74

38

52

Posesión ilegal de armas

H om icídio

Lesion fisica dolorosa

R ob o

88

61

96

294

342

41

390

53

420

E stu perfacientes

Fuente: 2da Vara de la Infancia y la Juventud, SSP-RJ

121


Tal como lo demuestra el Gráfico 3a, ha habido un incremento drástico en el número de menores arrestados por delitos ligados al tráfico con drogas70entre 1980 y 2000, de 110 en 1980 hasta 1584 en el 2001. Incluso si este incremento resulta de una actividad policial cada vez más eficaz respecto de estos delitos, este crecimiento masivo de 1.340% de las prisiones de adolescentes por delitos ligados a las drogas entre 1980 y 2001, muestra todavía un incremento sustancial en el número de menores de 18 años involucrados en el tráfico de drogas. Además, vemos que este aumento comienza a principios de los años 80, cuando las bandas de traficantes de drogas comenzaron a establecerse en las favelas de Río de Janeiro y asciende notablemente desde 1993, cuando las disputas entre las bandas de traficantes de drogas se intensificaron. A partir de esta época, los niños y adolescentes comenzaron a sustituir a los traficantes mayores en posiciones que antes ocupaban los adultos. Esto se debió al hecho de que muchos traficantes adultos cayeron en prisión o fueron muertos, abriendo el camino para que más niños ingresaran al tráfico de drogas, como ocupación a tiempo completo. Desde 1996, vemos prisiones relacionadas a drogas en menores de 18 años en mucho mayor número que aquellas por robo, homicidio, daños corporales y posesión ilegal de armas. El Gráfico 3a también demuestra un incremento alarmante en la posesión ilegal de armas de fuego entre 1991 y 2001. En 1991 hubo 90 menores de 18 años prisioneros por ese delito, número que se elevó a 420 en el 2001. El incremento puede estar relacionado con las funciones que exigen armas y que cada vez más son ocupadas por niños y adolescentes a partir de aquella época, en razón del trabajo para las bandas de traficantes de drogas. A continuación se presentan algunos factores esenciales que han facilitado el incremento en el involucramiento de niños y adolescentes en el tráfico de drogas desde el principio de los años 80.

1) MENORES

RAZONES DE ESPERANZA , DE POSIBILIDADES DE EMPLEO

Y DE OPCIONES PARA LOS JOVENES

El tráfico de drogas se ha hecho cada vez más accesible a los niños y adolescente desde inicios de los años 80, así como más atractivo para ellos en vista de la ausencia de posibilidades alternativas de empleo, ascenso social, status y dinero. 70

Se incluye el tráfico de drogas (Artículo 12) y el uso de drogas (Artículo 16).

122


Carecen de esperanza porque todo es difícil, ya viven en un lugar donde nada es bueno [ ] y ya tienen esa coexistencia [con los traficantes ]. Desde su punto de vista, el tráfico de drogas es la opción más fácil. Morador de favela

En las comunidades de la favela, es común que los niños y adolescentes trabajen para contribuir con el ingreso familiar. Las oportunidades de empleo para esa fase estaría disminuirán, al mismo tiempo que el tráfico de drogas, como medio de progreso material, se ha vuelto más accesible. Tal como lo registra un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo, Río de Janeiro ha registrado el declive mayor en la participación del grupo de edad de 15 a 17 años en el mercado laboral formal. El nivel general de empleo para este grupo de edad ha disminuido en más de la mitad entre 1991 y 2000 (OIT, 2002:5).

2) MAYOR

ASPIRACIÓN POR LOS BIENES DE CONSUMO ENTRE LOS NIÑOS

La exigencia de los niños de participar en la creciente cultura de consumo se ha incrementado con el surgimiento de comerciales de televisión más sofisticados y con campañas de marketing orientadas a una población siempre más joven. El número de televisores en las favelas ha aumentado desde los años 70 y esto ha alentado un apetito creciente por los bienes materiales entre los pobres. Niños y adolescentes de las favelas son muy conscientes de cuáles son las metas de consumo de la sociedad, sin embargo, como tienen padres pobres y pocas oportunidades de empleo, tienen pocas posibilidades de realizar dichas metas. El tráfico de drogas ofrece una vía accesible para llegar a ese fin. La importancia creciente que los niños y adolescentes de las favelas le dan a la adquisición de bienes de consumo, es suficiente para que muchos encuentren que vale la pena arriesgar su vida o matar para satisfacer sus deseos.

3) L A

NORMALIZACION Y EL DOMINIO CRECIENTE DEL TRAFICO DE

DROGAS EN LAS COMUNIDADES

Desde el inicio de los años 80, los niños han crecido en comunidades de favela dominadas por las bandas de traficantes de drogas. La aceptación generalizada del tráfico de drogas en la comunidad a lo largo de los últimos veinte años ha alentado indudablemente el involucramiento creciente de los niños y adolescentes en el tráfico de drogas. A veces ellos entran porque piensan que es normal. Han visto esto [el tráfico de drogas] todos los días. Morador de la favela

123


Los niños también están cada vez más influenciados por el creciente envolvimiento involucramiento de grupos de referencia importantes, como la familia, los amigos y una generación de padres que trabajan en este tráfico de drogas. Actualmente uno crece con una persona que está involucrada en el tráfico. Es un amigo de la escuela de toda la vida, a veces es alguien de su familia. Morador de la favela

Desde mediados de los años 80, se ha desarrollado una subcultura de la juventud en las comunidades de la favela que promueve y glorifica a los traficantes como ídolos que desafían a la tan temida policía y que se rehúsan a sufrir la pobreza común al resto de los residentes de la favela. Esta subcultura y el mayor dominio de los traficantes en la comunidad -como aquellos que detentan el poder y el status- ha servido para incrementar aún más el interés y la participación de los jóvenes en el tráfico de drogas.

4) INCREMENTO

DE LAS FAMILIAS MONOPARENTALES EN LA COMUNIDAD Y

LA PERDIDA DE VALORES FAMILIARES

Los cambios en la cultura de las favelas respecto a la pérdida de valores familiares y morales y el incremento de madres jefas de familia desde la época pre-bandas fueron citados por residentes de la comunidad como factores esenciales en el involucramiento creciente de los niños y adolescentes con empleos en las bandas de traficantes de drogas. Las comunidades antiguas tenían referentes familiares. Tenían valores morales y sociales [ ] Estos se están perdiendo. Morador de la favela

5) EL SURGIMIENTO DE LAS BANDAS DE TRAFICANTES DE ACEPTAN ACTIVAMENTE LA PARTICIPACIÓN DE LOS NIÑOS

DROGAS QUE

El surgimiento de las bandas de traficantes de drogas a principios de los 80 ocurrió, en parte, como resultado del advenimiento de cocaína a precio accesible en gran escala, al mercado minorista de la droga en Río de Janeiro, la demanda mayor de los consumidores por la droga y su mayor rentabilidad. Como cualquier negocio minorista que se expande, hubo una necesidad de 124


más puntos de venta y de más personas para atenderlos. Los niños ya tenían un rol en el tráfico de drogas antes de la llegada de la cocaína, a través de su empleo como olheiros («campanas»), mensajeros y avioncitos. Con la expansión del tráfico de drogas en los 80, hubo una mayor demanda por niños para atender estas funciones. Además, luego de las grandes cantidades de traficantes adultos encarcelados o muertos, también hubo una mayor demanda de otros trabajos como los de vapores y soldados. Como los niños ya estaban involucrados, era una progresión natural emplearlos también en esos puestos. El trabajo infantil en las bandas de traficantes de drogas nunca ha sido forzado. Sin embargo, con la creciente demanda de trabajadores y un mayor interés en el tráfico de drogas entre los niños, las bandas de traficantes de drogas alegremente «aceptaban» el trabajo infantil.

125


RECLUTAMIENTO: OPCIONES LIMITADAS Y ELECCIONES INDIVIDUALES LOS ATRACTIVOS DEL TRÁFICO DE DROGAS «Andando» con os amigo Entre los entrevistados, la edad promedio para ingresar al tráfico de drogas como ocupación a tiempo completo era de trece años y un mes. Sin embargo, para comenzar a subir en la escala jerárquica de empleo a tiempo completo en las bandas de traficantes de drogas, un niño demora meses o más «andando» con traficantes activos (a los que se les llama con una forma gramaticalmente incorrecta como «os amigo»). Tal como un entrevistado lo explicó concisamente: Nada sucede de un día para otro Gerente de soldados, 17 años

Los niños y los narcotraficantes comparten diariamente los espacios públicos en la comunidad y, por ese motivo, pasan mucho tiempo juntos. Así, los traficantes confían a los niños tareas simples, tales como llevaron mensaje a otra persona en la comunidad o comprar una bebida. Aunque esto puede funcionar como la primera parte de un proceso que selecciona empleados potenciales, no es un sistema diseñado deliberado para evaluar el empleo. Dichos recados se los dan a niños que a menudo no tienen ningún interés en trabajar en el tráfico de drogas, pero que están cerca y conocer a los traficantes como vecinos, pues ellos son una presencia constante en la comunidad y es un proceso normal para los chicos impresionables que pasan mucho tiempo en la calle interactuar con ellos. Si un niño muestra un interés sostenido en el tráfico de drogas mientras está «andando» con los traficantes, se le pueden confiar pequeñas tareas de importancia menos relacionadas con el trabajo de los traficantes. Las tareas pueden incluir llevar armas a su casa para guardarlas, llevar armas o drogas en la calle y cargar municiones. En este momento se les puede dar dinero a los niños por dichas tareas. En este caso se trata también no de un sistema diseñado deliberadamente para probar si un niño es digno de confianza o capaz, es un proceso que funciona como tal. Es más, también indica que el traficante valora el conocimiento de los empleados potenciales, es decir son miembros conocidos de la comunidad y, demuestra también que los niños incluso pequeños de ocho años estarán regularmente en situaciones de peligro potencial debido a su proximidad a los soldados de las bandas de traficantes de drogas. 126


Un día comencé a andar con los caras. Comencé a cargar una mochila que estaba llena de balas, y seguí andando con ellos. Ahora soy un gerente de boca y llevo mi propia pistola, me gusta. Gerente de boca, 16 años Se comienza observando y hay un traficante donde tú vives. Lo has conocido desde que nació, entonces le dices que te cuide una pistola, que te cuide algo y tú lo haces. Y luego, antes de que te des cuenta, estás en medio sin siquiera ser consciente de que ya estás en el medio. Soldado, 16 años

Una vez que los niños y los adolescentes han «estado andando» bastante con los traficantes, están aptos para comenzar el trabajo. Los investigadores no encontraron ningún caso de niño o adolescente que ingresó en el tráfico de drogas como una ocupación de tiempo completo que no hubieran pasado por un proceso similar como el citado anteriormente, o por lo menos sin ser «conocidos» por los traficantes locales y que los conocieran a ellos. Y, lo más impor tante, los investigadores no oyeron de ningún caso de niños o adolescentes a quienes explícitamente se les solicitara, coaccionara o forzara a unirse a la banda de traficantes de drogas. Todos los entrevistados dijeron que tuvieron que pedir un puesto de trabajo, luego de «andar» con traficantes de «baja escala» durante un período suficiente. Dependiendo del tamaño de la comunidad y del número de bocas de fumo en operación, los niños y adolescentes piden empleo al gerente de boca o al gerente general. E: ¿Cómo sucedió? T: Ah, como se hace normalmente, pedí permiso «a os amigos». El amigo me permitió ingresar y yo seguí y entré en la situación. E: Así que fuiste donde el amigo ¿para pedir para ingresar? T: Sí, tienes que preguntarle al amigo, es su responsabilidad. Vapor, 16 años

Por lo tanto, el reclutamiento en un empleo de la banda de traficantes de drogas es un proceso voluntario que comienza a una edad muy temprana y que es facilitado por el hecho que los niños pasan tiempo cerca de los traficantes dentro de sus comunidades, escogiendo estar en compañía de traficantes y luego pidiendo permiso para unirse a la boca de fumo. Al entrar a la boca de fumo los niños aprenden el oficio mientras están en el empleo, por un proceso llamado de «formación».

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La formación es cuando estás en contacto todos los días con los amigos estás conectado con la firma, ¿no?, el tráfico de drogas y de ahí ya estás formado Porque la gente no es... nuestra vida es diferente a la de un trabajador... vida de otro... la nuestra es el tráfico; vivimos con el tráfico, droga, boca de fumo. Entonces ser formado es esto: tienes contacto con los amigos y te conectas con todo la boca. Gerente de marihuana, 23 años

Nociones de Niñez Las bandas de traficantes de drogas no aceptan a todos los niños como empleados, por varias razones: una evidente inhabilidad del niño para ser un trabajador competente; el gerente general interesado puede no gustar de trabajar con niños muy pequeños (es decir, por debajo de doce); o los padres pueden pedirle al gerente general que no les permita a sus hijos involucrarse y, dependiendo de la situación, los traficantes pueden estar de acuerdo. Sin embargo, si los perciben como suficientemente capaces de ser olheiros («campanas», la primera posición pagada en el tráfico) la mayoría de los niños que solicitan en ingreso con seriedades aceptada. Todos los traficantes adultos entrevistados dijeron que el tráfico de drogas no era un trabajo adecuado para los niños o menores. Sin embargo, cuando se refieren a la participación activa de niños y adolescentes en el tráfico de drogas, incluyendo el uso de armas de fuego, los traficantes entrevistados no evaluaron la niñez o el ser menor en términos de edad, sino según la madurez y preparación necesarias para las actividades diarias del oficio. E: ¿Piensas que es normal que los niños estén portando armas de fuego? T: Usamos pistolas para defendernos, pero los niños no, como te dije, sólo los preparados están armados. E: Pero, personas de 13 y 14 años ¿son niños? T: Sí, pero algunos de ellos están más «preparados» que otros para manejar un arma. Soldado, 18 años

Un gerente de preto llegó a mencionar que él se rehusaba formalmente a emplear a niños, que incluso los regresaba donde sus padres si le pedían trabajo, minutos después de haber permitido a los investigadores que entrevisten y tomen fotos de un chico de doce años que estaba trabajando como vapor portando una pistola de calibre.38. Su definición 128


de un niño se basaba principalmente en la capacidad del niño y en su preparación para el trabajo y no en la edad. Los niños considerados confiables o maduros se consideraron también como más «adultos y menos niños». Este gerente sólo quería proporcionar una edad numérica cuando una persona deja de ser niño si se le pide específicamente que lo haga. Incluso en ese momento él tenía dificultad para estipular una edad determinada. T: Ah, y si un niño o menor quiere unirse no lo dejaremos unirse al tráfico de drogas. E: Pero ya he hablado con varios menores que trabajan en el tráfico y a quienes se lesha dejado entrar. T: Menores sí, de cierta edad. Esos menores decimos que son más adultos. Eso es lo que quiero decir, los más adultos. E: Entonces ¿qué define a un niño para usted? ¿Hasta qué edad? T: Hasta 14 años. E: Hasta 14 es un niño T: Los de 14 años ya están por encima de esa edad ya saben E: ¿Qué es lo que ya saben? T: Desde los 13 debajo de eso, todavía son niños. E: Entonces desde los 13 ya son adultos? T: A esos los consideramos más adultos [son los que] nos parecen más confiables los que ya están involucrados sentimos más confianza en su discurso, en la manera en que hablan. E: ¿Y usted se consideraba un niño cuando entró en el tráfico de drogas a la edad de 14? T: No, no me consideraba un niño. Gerente de preto, 23 años.

Un gerente de boca entrevistado declaró que la niñez terminaba cuando un niño comenzaba a pensar como un criminal y no como un niño, entonces perdía su inocencia y su condición de niño. También le dijo a los investigadores que toda su cuadrilla de vapores estaba conformada por chicos menores de dieciocho años. E: ¿Piensas que es normal que los niños estén involucrados en este [tráfico de drogas]? ¿Piensas que es bueno? T: No, no creo que sea normal E: Cuando tú trabajabas como gerente de boca [el entrevistado había sido detenido en una institución para menores por delito de tráfico de drogas en el momento de la entrevista], ¿aceptabas niños para traficar? T: No, no me gustaba hacerlo. Había algunos que eran menores pero ya eran «viejos». Ya eran malos.

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E: ¿Qué quieres decir con viejos? T: Así, menor de tamaño, pero que antes ya mataba, ya cortaba, ya tenía una mente criminal eran menor, así de tamaño, muy bajo, sólo de 15 años, de 14 años, pero era todo muy bajo [pero] ya tenía maldad en su mente la mente ya era malvada ya. Gerente de boca, 16 años

Este mismo gerente de boca tenía sólo dieciséis años al momento de la entrevista, y aunque aún se consideraba como joven, debido a su involucramiento criminal, se diferenciaba de otros menores por las mismas razones por las que él diferenciaba a los menores que había empleado. E: ¿Te sientes joven o ya eres un adulto? ¿Cómo te sientes? T: Me siento como joven, pero mi mente ya está muy contaminada... tiene mucha maldad.

Un gerente de seguranca de diecisiete años comentó que, una vez envuelto en el negocio, la diferencia entre menor y adulto ya no existía. Es más, él veía personalmente a los menores como más competentes que los adultos en ciertas funciones del comercio de las drogas. E: Dijiste que esta vida no es una buena vida para que ingresen los menores. Como ya tienes una posición de responsabilidad ¿no sería posible decir que ya no quieres que los menores trabajen en esto y que sólo trabajen los adultos ahora? T: No sería posible porque como dije, a veces un menor tiene más capacidad que un adulto, que una persona mayor. La gente piensa que no pero la pinta puede engañar. Pero tampoco te estoy diciendo que sea tan capaz como el otro, el mejor, pero una vez que se involucran desde el momento en que está ahí ya es un bandido, sea menor o mayor, es bandido. Gerente de soldados, 17 años

Además de ser más competentes en ciertos trabajos en el tráfico de drogas, los niños evidentemente son más baratos y quedan menos tiempo presos cuando la policía los detiene. Los niños que estaban en el tráfico también lo consideraban como un lugar negativo y peligroso para trabajar. Sin embargo, cuando se les solicitaba una definición, se hacía evidente que los niños entrevistados no se consideraban niños. 130


E: ¿Te parece bien que los niños estén en el tráfico de drogas? T: Los niños, no. E: ¿ Y tú piensas que eres un niño? T: Soy un adolescente. Tengo doce años. E: ¿Doce años es un niño? ¿Qué es un niño? T: ¿Un niño? Ah... si eres un niño no debes entrar en la vida del tráfico de drogas. E: Pero tú me dijiste que comenzaste cuando tenías once años. T: Sí. E: ¿Entonces eras un niño? T: Era un niño, pero ahora ya tengo doce años ya. Fogueteiro, 12 años

Además de la confianza, la capacidad y la «preparación» son definitivas cuando los traficantes consideran la noción de niñez y lo que es ser un menor, entendiendo que la responsabilidad individual era un factor que influenciaba en los entrevistados sobre lo que es ser o no un niño. Esto se relacionaba con opciones de vida, es decir, si un menor elige involucrarse en el tráfico -como siempre es el caso-, él está «preparado» para hacerlo, entonces ese menor es responsable de lo que suceda como resultado, incluyendo la muerte. Los investigadores se encontraban constantemente con las nociones de responsabilidad personal y elección individual cuando entrevistaban a los traficantes de cualquier edad. Esto refleja tanto la personalidad individualista de la mayoría de niños que se involucran en el tráfico de drogas -como se discutirá más adelante- como las nociones de responsabilidad personal que son intrínsecas a la estructura de trabajo del tráfico de drogas en las favelas. Al trabajar en una jerarquía bien definida, se espera que los miembros de las bandas de traficantes de drogas respeten códigos, habiendo la posibilidad de desobediencia que puede resultar en la muerte. Como los castigos por esas infracciones los aplican los colegas del trabajo, los traficantes muchas veces son obligados a matar a personas que consideran como amigas. Uno de los medios de manejar la presión psicológica, indudablemente muy estresante, de saber que puedes ser obligado a matar a un colega o un amigo y ser muerto por uno de ellos, es aceptar una mentalidad de grupo que profesa: «cualquier cosa que nos pase a cualquiera de nosotros, es un resultado moralmente justificable de nuestras opciones elegidas». De ahí que, aunque aceptan que es teóricamente incorrecto emplear a los niños en el tráfico de drogas, cuando se evalúa de manera práctica a los niños y menores que ya han comenzado el proceso de «andar» con los traficantes, los propios traficantes comienzan a ver a esos mismos niños como parte de un mundo

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en donde cada uno es completamente responsable por sus opciones e individualmente responsable por ellas. Cuando un niño es considerado capaz («preparado») de participar en un mundo donde la responsabilidad individual es primordial, se le comienza a ver menos como a un niño y más como a un adulto, ya que los niños tradicionalmente no son considerados responsables de sus actos. Esto no está bien para los niños No pienso que esté bien. Pero quien quiere involucrarse se involucra. Cada uno tiene su destino. Cada uno hace lo que elige. Es su vida. Fiel de gerente general, 16 años No podemos decirle a nadie cómo vivir su vida. Personalmente yo no aceptaría a un niño de 12 o 13 años en un punto de venta ¿pero qué podemos hacer? Gerente de marihuana,, 23 años Dios nos dio una vida a cada uno de nosotros. Usted tiene la suya y yo tengo la mía. La dirección que toma su vida está delante de usted, usted elige. Gerente de soldados, 17 años

Un sub-gerente incluso se quejó de que los menores eran difíciles de controlar, especialmente si habían crecido cerca del tráfico de drogas la mayor parte de sus vidas y querían destacar por encima de traficantes más viejos. Como gerente, consideraba que todos aquellos que comenzaban a traficar bajo su mando lo hacían por una opción personal. Como habían crecido en medio del tráfico sabían en qué se estaban metiendo También está presente la noción de responsabilidad individual que tradicionalmente no está asociada a la noción de infancia. En estos días es más difícil controlar a un chico de quince años desde la edad de 10 años ese chico ha vivido viendo el tráfico de drogas, viendo armas, [viendo] criminales que disparan. Entonces, cuando entra, entra de verdad Los menores son siempre más difíciles de controlar que los mayores para comenzar a disparar Los mayores siempre tratan de controlar a los menores pero es difícil. Gerente de marihuana, 23 años

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Aceptando niños Una ve z que hemos obser vado el proceso voluntario de reclutamiento y cómo los traficantes ven a la niñez, podemos notar que las bandas de traficantes de drogas no buscan a los niños. Sin embargo, los niños y los adolescentes que eligen ingresar al tráfico de drogas son aceptados por las bandas de traficantes de drogas por las siguientes razones: La noción de infancia no es avalada por el criterio de la edad, sino por la preparación para la función; Muchos gerentes de puntos de venta son menores pero no se identifican a sí mismos o a los otros como tales; Muchos adultos jóvenes que trabajan como gerentes ingresaron en el tráfico cuando eran niños; Se considera que los niños son más competentes para muchas funciones en el tráfico de drogas además de ser más baratos de remunerar, ser mantenidos presos por menos tiempo, si los capturan; Los traficantes evalúan cada caso en términos de responsabilidad personal. Si un niño es capaz de mostrar que está preparado para trabajar en el tráfico de drogas, en consecuencia, es capaz de ser responsable en sus opciones de vida.

Toma de decisiones: por qué los niños escogen el camino del tráfico de drogas Como se vio antes, a los niños no los coactan ni los fuerzan para unirse a las bandas de traficantes de drogas. Entran voluntariamente y tienen que mostrar una aspiración sostenible para que los acepten como trabajadores a tiempo completo. Sin embargo, antes de establecer por qué algunos niños toman una decisión así, es importante comprender una serie de factores preexistentes, que son comunes a todos los niños que han crecido en las favelas de Río de Janeiro desde los años 80. Entonces, será posible percibir que la combinación de la atracción ejercida por el tráfico de drogas, y otras influencias limitan extremadamente las opciones para muchos niños de las favelas. Lo que parece originalmente ser una «elección voluntaria» debe redefinirse como «la mejor alternativa entre opciones escasas». Como un vapor de quince años comentaba, «esto es lo que quiero, no me gusta nada, pero es lo que yo quiero, lo que he elegido para mí». 133


FACTORES

PRE - EXISTENTES

1) Dominación de las bandas de traficantes de drogas La territorialización de las favelas y la dominación de las comunidades por las bandas de traficantes de drogas han sido una realidad para quienes han crecido en las favelas de Río de Janeiro desde mediados de los años 80. Los narcotraficantes se han convertido en el mayor grupo de poder en las favelas, responsable de la toma de decisiones, por mantener el orden, por resolver disputas y «defender» a la comunidad. Los traficantes también estimulan la economía local, debido a que un pequeño porcentaje del dinero de la droga se gasta en la comunidad y en proyectos que la benefician. Ya sea que a los residentes de las favelas gusten o no de su dominación, se la acepta, sobre todo por falta de opción, y las reglas establecidas por los narcotraficantes se comprenden y se siguen generalmente. Los traficantes entonces se han legitimado como quienes detentan el poder y así los ven los niños que están creciendo en la comunidad. 2) Pobreza La pobreza existente en las favelas de Río de Janeiro establece un crudo contraste con la riqueza de las clases media y alta de la ciudad. Esta pobreza ha hecho del trabajo infantil una realidad y en la favela se considera normal que los niños trabajen después de la escuela para contribuir con el ingreso familiar. Muchos abandonan prematuramente la escuela para trabajar a tiempo completo. 3) Falta de acceso al mercado de trabajo formal La participación exitosa en un mercado de trabajo formal de una sociedad moderna es retribuida a los miembros de esa sociedad de varias formas: un buen empleo, dinero, perspectivas de ascenso social y status. Independientemente de la inteligencia y de la energía del individuo, esta retribución depende principalmente de tener pleno acceso al mercado formal y de tener las herramientas para ser exitoso. Los jóvenes de las favelas enfrentan algunas dificultades que limitan mucho su acceso pleno al mercado de trabajo formal y al asenso social que lo acompaña. Entre esas limitaciones figuran: La discriminación racial y en contra de las personas de las favelas; La falta de herramientas educativas y de capacitación vocacional;

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Falta de autoconfianza cuando se encuentran fuera de la favela, causada por un sentimiento de rechazo y diferencia, que se exacerba cada vez más por el aislamiento geográfico de las favelas en relación a la ciudad debido a la territoralización de las bandas de traficantes de drogas. 4) El tráfico de drogas como ocupación aceptada Haber crecido en medio dentro del tráfico de drogas y aunque sean conscientes de sus peligros inherentes, muchos niños no perciben el involucramiento en el tráfico de drogas como una actividad anormal. Como comentó un chico de 12 años: «Yo enciendo los fuegos artificiales, vendo cocaína. A veces también juego fútbol». De este modo, podemos ver que muchos niños en las favelas ven el tráfico de drogas como el poder legítimo en su área, y tienen la sensación de que no son parte del «mundo de afuera» y que no tienen acceso a sus recompensas. Aunque los niños son conscientes de que el tráfico de drogas es una ocupación peligrosa no la ven como anormal. También podemos comprender la presión económica que hay sobre los niños para que trabajen y contribuyan con el ingreso familiar o, al menos, para que puedan comprar cosas materiales que sus padres no pueden solventar. Entonces podemos identificar dos factores más que determinarán si un niño decide involucrarse en el tráfico: los atractivos y la influencia.

ATRACTIVOS El traficante de drogas es un patrón que da oportunidades iguales a todos los moradores. Además, se presenta muy atractivo para los niños y los adolescentes, que están conscientes o no de su exclusión de otras formas de ascenso social. El tráfico de drogas ofrece a los jóvenes de la favela todo lo que les niega la incapacidad de ingresar al mercado de trabajo formal: 1) Estatus La organización local de las bandas y su dominio sobre de la comunidad permite a los traficantes exitosos ser considerados como personas importantes. Ciertamente el ser temido tiene su rol en esa imagen. T: Ah ahora es diferente. Ahora no es como era antes. Todos me hablan bien. Muchos de los que antes me golpearon ahora me tienen miedo. Piensan que haré algo. Me molesto

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E: ¿Piensas que te respetan ahora? T: Ahora me respetan. E: Pero ¿es respeto o miedo? T: Ah, ahora me hablan y antes me maldecían, me botaban, me hacían varias cosas. Ah, [ahora] ellos me dan la mano... hablan conmigo E: ¿Ahora eres un hombre de respeto? T: Ahora nadie se bromea conmigo ni me molesta. Fiel de gerente general, 16 años

El estatus a menudo se ligaba las armas de gran poder. Las bandas arman a los niños para defender los puntos de venta. Así, al entrar en el tráfico los niños tendrán acceso a las armas de fuego que podrán exhibir abiertamente en la comunidad. E: T: E: T:

Aparte del dinero, ¿hay otras cosas que encuentre interesante en este trabajo? Claro, varios «amigos», varias cosas. ¿Qué tipo de cosas? Las armas. Vapor, 14 años

El estatus también está ligado con la posibilidad de tener varias enamoradas bonitas. E: ¿Cuáles son las mejores cosas de tu trabajo? T: Las mujeres, el dinero y disparar al enemigo.

Fiel de gerente general, 17 años

2) El dinero y el acceso a los bienes de consumo Incluso los niños del escalón más bajo de los empleados de la banda de traficantes de drogas (olheiro), pueden ganar el doble que el salario mínimo oficial. Es más, la estructura de los niveles inferiores de tráfico ofrece beneficios inmediatos, porque a los niños se les paga en efectivo diariamente o semanalmente. E: ¿Y por qué entraste? ¿Sólo para ayudar a tu mamá? Podías ayudar a tu mamá haciendo otra cosa, ¿pero escogiste esto... T: Para tener plata sin tener que esperar hasta fin de mes. Vapor, 14 años

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Cuando los jóvenes quieren entrar en el crimen hoy te ven caminando con un rifle de acá para allá, te ven en una moto, cadena de oro. Estas cosas influencian mucho. Entonces un joven dirá: «Yo también quiero esto». Quiero tener muchas mujeres. Quiero un carro. Esto influencia a los menores cada día más para que entren en el crimen: ropa nueva, zapatillas nuevas, gorra nueva. Está haciendo que los chicos se salgan del colegio. Ex gerente de boca, 18 años Ah, mi madre trabaja y el dinero que gana no es suficiente para comprar las cosas que yo quiero, entonces he tenido que vérmelas por mi cuenta y ésta es la vida que he escogido. Vapor, 14 años

3) Subcultura de las bandas de traficantes de drogas Entre los jóvenes de las favelas muy dominadas por el tráfico de drogas ha surgido una subcultura de las bandas de traficantes de drogas, similar a la cultura de las pandillas que se encuentra en ciertos distritos urbanos en los Estados Unidos. Esta cultura joven promueve y glorifica abiertamente a los traficantes y a las bandas que son reverenciadas y vistas como ídolos y héroes poderosos que desafían a la tan temida policía y que se rehúsan a sufrir la pobreza común al resto de los residentes de la favela. Los ejemplos de esto son evidentes en la letra de los discos compactos de funk de apologia (relacionados con las bandas) promovidos en las fiestas funk de las favelas. Tanto las fiestas como los discos compactos son patrocinados por las bandas de traficantes de drogas y los conjuntos rinden homenaje a los traficantes importantes y sus batallas, denunciando a las bandas rivales a las que se refieren como alemãos. Las palabras de jerga comunes entre los jóvenes de la favela también están relacionados con las bandas. En las favelas de Comando Vermelho, los jóvenes dicen «vermelhou» para referirse a algo que acontece. Luego, lo que se convierte en rojo (como sucede con una comunidad de Terceiro Comando tomada por el Comando Vermelho), se percibe como positivo. 4) Ascenso social a través de un sistema que recompensa la lealtad y la capacidad Por la relación banda/comunidad los niños de la favela comprenden las reglas del tráfico de drogas desde una tierna edad. Estas reglas a menudo se comprenden bastante mejor que las reglas del ascenso social en el mercado de trabajo formal de la ciudad. En consecuencia, si pueden 137


sobrevivir los primeros años, el ascenso social es una opción para ellos en el tráfico de drogas. E: ¿Cuál es tu sueño? T: Ser dono de boca. Gerente de boca, 15 años

5) Emoción y adrenalina Aunque los niños y los adolescentes no piensan de manera positiva cuando reflexionan sobre su vida en general, en el tráfico de drogas, muchos confiesan divertirse usando un arma y con la adrenalina que se experimenta por tener un estilo de vida emocionante.

I NFLUENCIA Los entrevistados admitieron algunas influencias que, además de los atractivos del tráfico, se podían considerar importantes en su decisión de «elegir» el tráfico de drogas como ocupación. 1) La influencia de los grupos de referencia El involucramiento de los padres o parientes en el tráfico de drogas Debido a la historia de las bandas y la organización posterior de la comunidad en los 80, como ya vimos, notamos ahora una segunda generación de niños que ingresan al tráfico de drogas y que han crecido con miembros de sus familias involucrados en el mismo. El 40% de los entrevistados afirmaron que tenían un pariente cercano involucrado con una banda. E: ¿Cuál fue tu razón principal para ingresar en eso? T: Pienso que es por lo que he vivido lo que viví cuando era menor con mi primo, con los amigos de mi primo que estaban todos formados, y de ahí en adelante esa era mi realidad. Soldado, 16 años

El involucramiento de los amigos en el tráfico de drogas Como ya se observó, los niños pasan naturalmente tiempo cerca de los narcotraficantes mientras juegan en las calles de la comunidad. Dicha exposición obviamente llevará a amistades y es común, en una comunidad, 138


de que niños y adolescentes tengan amigos involucrados en el tráfico de drogas. Los niños que no están ocupados y que pasan una cantidad de tiempo exagerada en la calle, estarán sujetos a un grado mayor de exposición a los traficantes y tienen mayor probabilidad de ser más influenciados por ellos. Esto se refleja mucho en el problema de «andar» con traficantes antes de pedir para ingresar al tráfico. Estudiaba y dejé de ir a la escuela. Comencé a involucrarme con malas compañías, y comencé a llegar tarde a casa en la noche. De pronto, sin darme cuenta, ya estaba dentro del tráfico de drogas. Soldado, 16 años

2) Carencia de unidad familiar estable El 30% de los traficantes niños y adultos entrevistados había perdido a uno o a ambos padres mientras eran todavía niños. El 60% de los traficantes niños y adultos entrevistados vivían solos inmediatamente antes de haber ingresado al tráfico de drogas (desde los doce años) y otro 30% vivía solamente con una madre soltera. En la mayoría de los entrevistados un factor ausente era la unidad familiar estable. Me gusta [mi familia] pero no les hablo. Chico de 13 años, quien dejó su hogar para vivir solo a los 12 años, luego de haber ingresado en el tráfico de drogas.

Elección individual, indignación y responsabilidad personal Una vez que comprendemos los factores preexistentes, las atracciones y las influencias como se describen anteriormente, podemos ver cómo el tráfico de drogas atrae a los chicos con espíritu independiente que se rehúsan a aceptar lo poco que les ofrece la «corriente principal» la sociedad, es decir la pobreza y sufrimiento que la mayoría encuentran en la favela. Su búsqueda de auto-definición, de ascenso social y de ganancias materiales, común a todos nosotros, los lleva hacia el tráfico de drogas como un camino peligroso pero accesible para cambiar su situación. El que tengan un «espíritu independiente» no significa que no estén influenciados por los factores descritos anteriormente, ya que en efecto lo están, pero más bien que desean tomar una decisión activa y proseguir con los pasos necesarios para cumplir con el objetivo elegido, declarando así su deseo de ser traficantes y actuando en consecuencia. 139


Los entrevistados declararon que se sentían indignados por las injusticias que encontraban por ser pobres y vivir en una favela y las injusticias que otros miembros de la comunidad también sufrían. El entrar al tráfico de drogas se les presentaba a menudo como una vía elegida para de no ser más impotentes, pobres y víctimas de esa injusticia. T: Porra, hay niños hambrientos, sólo tienes que entrar en la favela y comenzar a ver las casas que hay ahí, la manera en que vive la gente E: Pero hay mucha gente que pasa hambre y no todos ellos entran en el tráfico de drogas. T: Pô, depende de la persona. Y yo no voy a pasar hambre. No me voy a quedar en la calle rogando por comida de otras personas preferiría tener una pistola, estar en una favela disparando y vendiendo drogas que estar ahí, rogando por comida y dependiendo de otros E: Así es que ¿es una cuestión de no aceptar, entonces? T: Sí, así es, no aceptar En mi mente yo no acepto. Yo no quiero eso para mí. Ser un ladronzuelo de la calle No lo acepto. Gerente de maconha, 23 años No, he explicado que sólo me involucré «en la vida» porque traté de conseguir trabajo y nadie me quería dar un empleo entonces dije si nadie me va a dar un trabajo, me voy a meter en la vida del crimen. Mi madre me aconsejó: «No hijo mío, no te involucres en «esa vida», esa vida no es buenas para ti». Le dije a mi madre, no hay otro modo. Así es que comencé una vida de crimen. Hemos tratado al máximo de conseguir trabajo y no nos quieren dar un trabajo ¿Entonces qué podemos hacer? La gente comienza a indignarse. Vapor, 16 años E: ¿Así es que te metiste en el movimento sólo por el dinero? T: Cobardía de la vida. Nos cansamos de que nos golpeen. Gerente de soldados, 17 años E: Pero hablas de la vida como si fuera sólo eso [sólo tráfico de drogas], pero tu vida no solía ser así. Cuando estabas estudiando, tu vida no era así, tu vida era otra, estudiabas, tenías familia y así. Entonces cambiaste de opinión e ingresaste al tráfico. Me interesa saber ¿ por qué pensaste en entrar? T: Ah, porque tenía algunos problemas con el alemâo. Y como estaba diciendo sobre la manera en que tu mente de pronto se «rebela» contra la vida, contra todas las cosas que vemos que están mal, lo que la policía está haciendo golpeando a

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los residentes, abusando de ellos. Entonces nos indignamos con eso, comprendes, y por eso te estoy diciendo que es la vida en la favela lo que nos hace rebeldes). Vapor, 16 años

Sin embargo, el unirse a una banda de traficantes de drogas como resultado de las realidades de la favela se vio como una reacción que «depende de la persona». Es interesante ver que dichas nociones de responsabilidad personal para cambiar la propia situación se reflejan en la responsabilidad personal, primordial en la estructura organizativa del tráfico de drogas mismo. Como lo dice un gerente de boca: «Tengo a cinco personas trabajando para mí, pero no soy jefe de nadie». Nuevamente esto nos lleva a reflexionar sobre cómo la estructura organizativa del tráfico de drogas, del más bajo nivel, está hecha de tal manera que los niños y menores tienen que responsabilizarse por sí mismos. En conclusión, podemos ver que los niños están expuestos al tráfico de drogas desde una edad temprana en la comunidad, y que quienes estén interesados en el comercio comenzarán a «andar» con traficantes, ingresando al empleo a tiempo completo entre los diez y quince años. Los niños ingresan voluntariamente y las bandas de traficantes de drogas no los fuerzan ni coaccionan para que trabajen como olheiros, el primer puesto pagado en la escala jerárquica de empleo. Los niños no son solicitados, pero quienes eligen entrar son aceptados activamente por las siguientes razones: que las nociones de niñez se basan en la «preparación» y no en la «edad»; muchos gerentes de bajo nivel son menores y muchos adultos jóvenes que trabajan como gerentes ingresaron al oficio cuando eran niños; la habilidad, el costo y los beneficios legales de los empleados niños, así como las nociones de responsabilidad individual por las elecciones de vida. «Escoger» ingresar al tráfico de drogas se puede redefinir como «la mejor alternativa entre opciones limitadas». Las opciones limitadas quedan demostradas fuertemente por un conjunto de factores preexistentes comunes a todos los niños de las favelas de Río de Janeiro, incluyendo la dominación de la comunidad por las bandas, la pobreza, la falta de acceso al mercado de trabajo formal y el tráfico de drogas como una forma de empleo aceptada. La elección está afectada además por los atractivos del tráfico de drogas y otras influencias identificadas como comunes a los ya involucrados. Finalmente, la estructura organizativa del tráfico de drogas atrae a los niños y menores con espíritu independiente, que buscan caminos accesibles para cambiar de vida. 141


LAS FUNCIONES: FUNCIONES DE NIÑOS Y JÓVENES EN EL TRÁFICO DE DROGAS; SU PARTICIPACIÓN EN LA SEGURIDAD ARMADA Este capítulo examina las funciones de trabajo de los niños y adolescentes en las unidades locales de las bandas, el ascenso movilidad social dentro de esta jerarquía, la división de trabajo en los niveles inferiores y la participación de los niños en la seguridad armada.

Las funciones del trabajo de niños y adolescentes en el nivel local Las siguientes breves descripciones son de función de los puestos dentro de la banda generalmente abierta a menores. Los puestos están en orden jerárquico, a pesar de no incluir, la endolazãdo (el proceso de empaquetar drogas para la venta en las calles que también está abierta a los niños y adolescentes), ya que este informe se concentra en puestos donde los empleados andan o pueden andar armados. En la jerarquía, el endolador se considerará como menor que el de olheiro. Los estimados de dinero que los niños ganan trabajando en la banda se basan en las entrevistas. Sin embargo, los investigadores consideran que los niños a menudo exageran su capacidad de ganancia para legitimar los riesgos que corren en el trabajo y para autovalorizarse.

OLHEIRO / FOGUETEIRO La primera función en el tráfico de drogas es encender los fuegos artificiales. Gerente de marihuana, 23 años

Una vez que se pide permiso para trabajar para una banda, invariablemente la primera función que se da a un niño es la de «campana» (olheiro). Los olheiros son la primera línea de seguridad para la defensa de la banda y actúan como un sistema de alerta anticipada en contra de la invasión de la policía o de una de las bandas enemigas. Los niños se colocan en los puntos de entrada de las favelas para vigilar a todos aquellos que ingresan a la comunidad. Los olheiros utilizan radio, cohetes, o ambos, y se supone que encienden sus cohetes inmediatamente si ven que la policía u otra banda ingresa a la favela, y de ahí el nombre de fogueteiro. Habiendo advertido a sus superiores de la fuerza invasora, se espera que los olheiros corran inmediatamente de regreso a la boca para ayudar a defender el territorio o se 142


escondan para no ser detenidos. Los olheiros reciben un pago diario o semanal de 20 a 50 reales por día. Se les considera en el nivel más bajo de la escala jerárquica de la banda, siendo los que reciben menos y tienen menor status en el tráfico (con excepción de los endoladores). Sin embargo, los olheiros son extremadamente importantes y la información respecto a quién está presente en la comunidad es fundamental para la seguridad de la banda. «La contención» y «marcar una esquina» son también expresiones usadas para significar vigilante. Tienes que estar mirando las cosas. No sabemos quién está a nuestro lado, no sabemos, si es un X-9, o si es un alemâo. Siempre tenemos que estar mirando. Con los ojos abiertos y sólo escuchando. Soldado, 17 años

VAPOR Una vez considerados «preparados» el siguiente paso en la escala es el de la venta de drogas, o vapor. Una favela puede tener hasta quince bocas de fumo y cada una de ellas tendrá algunos vapores responsables de vender las drogas distribuidas en cargas por el gerente de boca. Los vapores trabajan en turnos, solos o en equipo. Los investigadores entrevistaron a algunos adolescentes que habían iniciado su trabajo como vapores y no como olheiros, aunque esto es menos común como primer empleo en el tráfico. Los vapores trabajan a comisión vendiendo cargas que consisten cierto número de paquetitos (papelotes, pequeños paquetitos de cocaína o marihuana). La cantidad de cocaína o marihuana en un paquetito varía. Sin embargo, se basan en una cantidad que corresponde a un precio de venta al consumidor de R$3, R$5 o R$ 10 (equivalente a US$1,20, US$ 1,90, US$ 4, respectivamente). El gerente de boca le distribuye cargas (de hasta 200 papelotes) a los vapores y el gerente general establece un precio que debe devolver un vapor por cada carga vendida. El precio que un vapor paga por cada carga vendida será menor que el que pagaron sus clientes, lo cual le da al vapor un margen de ganancia. Dependiendo del tamaño de la comunidad y del volumen de venta de drogas, los vapores pueden ganar entre R$1500-R$3000 (US$ 600- US$ 1200) por mes.

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G ERENTE

DE BOCA

Si se considera que el vapor ha sido un buen vendedor y ha mostrado confiabilidad con el dinero y la carga, o mostrado otras habilidades, se le puede promover a gerente da boca. Éste es responsable de supervisar las ventas de droga de la boca, seleccionar olheiros y vapores (aunque dependiendo del tamaño de la favela, la cantidad de movimiento de droga y el número de empleados, el gerente general tiene esa responsabilidad), distribuir cargas a sus vapores, cobrar el dinero de las ventas al final de cada día y pagar al subgerente o gerente general por las ventas. T: Comencé a vender, y estuve vendiendo y vendiendo en la calle cuando vino la policía. Tuve que correr y la policía no me atrapó. Con esto me gané el respeto El gerente general me dio una posición de confianza (responsa). Me puso en la ruta de cocaína me daban mis cargas, yo se las daba a un tipo. Él las distribuía para mí, él cuadraba cuentas conmigo y yo cargaba cuentas con el gerente general. Pucha, yo me merecía esa posición. La tomé seriamente y el hombre confiaba en mí. E: ¿Qué edad tenías en esa época? T: Pô, tenía 15. E: Así es que ¿ya eras gerente a los 15? T: Sí, 15 a 16. E: Y ¿cuánta gente tenías trabajando para ti? T: Oh, eran mis vapores. Yo era el boca, pues. Cada uno venía, pidiendo diciendo que dependían de las ventas y yo les daba una carga, dos cargas Pô, había muchos amigos, porque yo también fui un vapor Los olheiros pedían cargas. También les daba para vender, vendía, mandaba a vender para mí. E: Más o menos ¿cuántas personas? T: Pô, más de 10, más de 10 amigos. Gerente de boca, 18 años

S OLDADO Los soldados son empleados por el gerente de soldados / gerente de seguridad quien, a su vez, reporta directamente al gerente general. Los soldados están siempre armados y son responsables de mantener el orden en la comunidad, protegiendo a los empleados de las bandas y bocas de fumo contra la invasión de bandas rivales o de batidas policiales, así como para invadir otras comunidades para apoderarse de los puntos de ventas de drogas de otras bandas A los soldados se les paga un salario fijo 144


mensual de entre R$ 1500-R$ 2500 (US$ 600-US$1200) y deben trabajar por turnos. Sin embargo, también deben defender la boca en cualquier momento en que se encuentran amenazados. Los soldados también pueden estar involucrados en actividades criminales más tradicionales fuera de la favela, como robo de autos y pueden usar armas de fuego de la banda para este propósito. La mayoría de menores que trabajan como soldados tienen entre 15 y 17 años. Usualmente los soldados se concentran cerca de la boca de fumo, pero, también hacen patrullas de la comunidad en parejas o en grupos más grandes. Un grupo mayor de soldados que se mueve a través de la favela en patrullas de seguridad se conoce como bonde. Los investigadores pudieron obser var bondes de hasta cincuenta soldados fuertemente armados que patrullaban la comunidad, en fila india, de noche. También se informó a los investigadores que ha habido, durante los últimos diez años un incremento de soldados que trabajan en las favelas que no son suyas, pero que están alineadas a la misma banda. De esta manera se han convertido en una fuerza más profesional y mercenaria, con menos lazos con las comunidades en las que trabajan.

F IEL Es una función respetada y única que ha sido recientemente abierto a los adolescentes; es escogido para actuar como guardia de seguridad armada personal, y de confianza del gerente general, a quien obedece. T: Yo soy el fiel del patrón. E: ¿Qué es eso? Explícame. T: Ah, ando con él y él me da dinero todas las semanas. E: Explícame la diferencia entre un vapor y un fiel. T: Ah. Yo siempre andaba con el gerente y él comenzó a darme cargas y yo las vendía. Ahora ya no vendo. Ahora ando con él. Hago lo que necesite. Soy su fiel me quedo con el patrón... Donde va el patrón va el bonde. Fiel del gerente general, 16 años

La función de fiel la conocen algunos también con el nombre de gerente de confianza. E: T: E: T: E:

¿Cuál es tu función actual? Al principio eras un olheiro y ahora ¿qué haces? Yo soy el gerente de confianza del jefe. ¿Qué cosas tienes que hacer? ¿Cuáles son tus responsabilidades? Yo soy responsable de la seguridad del jefe. Estoy con él todo el tiempo. ¿Eso es todos los días?

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T: E: T: E: T:

Sí, todos los días. Siete días a la semana o ¿tienes un día libre? No hay día libre. Son 24 horas de corrido. ¿Cuándo duermes? Duermo durante el día. Fiel del gerente general, 17 años

El fiel es como la mano derecha del gerente. Este sabe que puede dormir porque el tipo lo cuida mientras está durmiendo. [Como] un cahorro fiel al lado del mendigo. El hombre sin hogar duerme y si tú te acercas, el perro ataca y ni siquiera te deja acercarte, de ningún modo. Ex traficante de los años 80

Los investigadores también conocieron a un fiel que trabajaba para un gerente de preto. Este fiel había sido escogido porque no tenía nada que hacer con el tráfico, y consideran una persona confiable para guardar dinero, armas y drogas. En este caso, el puesto de fiel se utilizó como un refugio más que para propósitos de seguridad y el gerente le confió a nuestros investigadores que nadie en su banda sabía quién era su fiel.

Ascenso social crecer en la jerarquía Lo que es idéntico en todas las organizaciones de todas las bandas de nivel local es el proceso de movilidad social vertical garantizado a todos los empleados. Para crecer en el empleo y en el salario, quienes se unen a las bandas de traficantes de drogas son continuamente evaluados para ver si están «preparados» para subir en la jerarquía. Un niño, o menor, considerado «preparado» para comenzar a ascender ha mostrado una serie de atributos similares a los que se buscan en cualquier organización militar, Tales como: confiabilidad; capacidad para seguir y cumplir órdenes: habilidad en el manejo de armas; saber matar; valentía; no hablarle a la policía si lo capturan; tranquilidad bajo fuego y en situaciones de conflicto armado. La mayoría de chicos que ingresan al tráfico sueñan ser un día el dono o gerente general y, eso puede ocurrir, aunque es difícil y poco probable, debido al gran número de bajas. Se comienza con los fuegos artificiales, soltando los cohetes, como fogueteiro, para adquirir confianza. Luego se sube uno se convierte en vapor, vende drogas. Si muestras

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que puedes vender, que eres confiable, que eres... una persona que puede cuidar el dinero, las drogas, se te da el puesto de gerente. y de ahí se sigue. Luego, un día te puedes convertir en el dono Gerente de marihuana, 23 años E: Cuando entraste al tráfico de drogas, ¿cuál fue tu primera función?¿ Cuándo fuiste y le pediste al cara ¿ puedo entrar? E: Cuidar una esquina. La primera función en el tráfico es cuidar una esquina, hacer el trabajo de los amigos para que otro día yo pueda vender. E: ¿Cuántos meses te quedaste como «campana»? T: Ah, dos semanas, tres semanas... E: Y ¿por qué piensas que el amigo te envió a hacer eso primero? T: Para ver si era bueno haciéndolo. E: Pero ¿dos semanas es suficiente tiempo para saber esto? T: Sí, es suficiente. En mi caso fue suficiente. E: Y, luego de estas semanas, ¿Cuál fue el segundo paso? T: Vender, vender en la boca. Vapor, 16 años

Saber subir en la jerarquía tiene como condiciones, ser honesto y mantenerse «derecho». Estas son también habilidades extremadamente importantes para la supervivencia personal y para no ser asesinado por la propia banda de traficantes por traición, sea una traición real o sospecha de traición. Incluso si se acepta que trabajar para una banda era «errado», los entrevistados pensaban que la supervivencia dentro de su grupo dependía de «mantenerse en el buen camino». E: ¿Cómo haces amigos en este negocio? T: Comportándote correctamente. Aunque tengo una vida errada, me mantengo en el buen camino. Muestro que soy confiable Vapor, 16 años

El empleo en nuevos puestos se hace posible por las siguientes razones: muerte, prisión, ascenso funcional o expulsión de un empleado; creación de una nueva boca debido al incremento de la demanda; invasión de un nuevo territorio y la necesidad subsecuente de más mano de obra; y disputas territoriales que aumentan la necesidad de seguridad armada.

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...para usted llegar a ser el dono del morro, el dono de una favela, tú pasas por... por la parte que viene de abajo, desde fogueteiro hasta vapor, hasta el gerente, y luego a gerente general del dono da boca. Pô, si el dono da boca va y muere, automáticamente la boca pasa... sobre el gerente general...porque la posición más alta después del dono es el gerente general. Soldado, 16 años

Divisiones del trabajo y la participación de los niños en la seguridad armada: «todos somos soldados» En los niveles inferiores del empleo en la banda, la división del trabajo no siempre es tan definida como se muestra en el Diagrama 2c de la Parte 2. A pesar de que existen las posiciones mencionadas anteriormente, existen en casi todas las estructuras locales de las bandas, son comunes las funciones acumuladas, especialmente en el inicio de la escala jerárquica, y, principalmente, las funciones de olheiro y vapor. E: ¿Haces otras cosas o sólo haces estallar las luces de bengala? T: Hago estallar las luces de bengala y vendo drogas. Vapor, 13 años E: T: E: T: E: T:

Primero, fuiste olheiro, y luego después de olheiro ¿qué hiciste? Todo es lo mismo, olheiro, traficante, contención ¿Todavía te mantienes de olheiro estos días? Sí ¿Y haces algo más? Vendo drogas, un olheiro vende y hace estallar las luces de bengala Olheiro, 17 años

Hoy en día vendo, algunas veces hemos tenido que mantenernos alerta, y luego después salimos y vendemos nuestras cargas...Si la policía viene nosotros hacemos estallar las luces de bengala...de tal forma que los otros amigos que están sobre nosotros también pueden huir...lo mismo pasa conmigo, cuando estoy vendiendo. Existen otros amigos más pequeños que se mantienen al tanto. Soldado, 18 años

Las divisiones de los trabajos están más nítidamente delineadas para la seguridad de la favela y la participación activa de menores en la defensa armada. Tal como se indicó anteriormente, soldado es una función definida distinta de otros roles en las bandas. Sin embargo, desde olheiro 148


para arriba, la gran mayoría de los empleados por las bandas de traficantes de drogas están armados e involucrados en la seguridad y defensa de la favela. E: ¿Existe la función de soldado? T: Existe, Existe, pô, el soldado es la seguridad de la boca. En algunos lugares es así. E: Pero ¿todos los lugares tienen? T: Sí. E: ¿[soldado] ¿es algo específico, una cosa que hace separadamente? T: Hay lugares que están separados. Hay lugares en donde un vapor... es el soldado, es la seguridad, todo. Hay lugares, a alguien se le paga para eso, cuidar la seguridad de la boca, ser soldado da boca. E: ¿Ya has pasado por esta fase? o ¿todavía te encuentras en esta fase? T: Ah aquí tengo que cuidar mi propia vida, la vida de los amigos, la vida de la comunidad. Aquí es así, tienes que ser soldado, tienes que ser gerente. E: ¿Era así cuando entraste hace diez años? T: Sí, sí, porque cuando ingresé, fui fogueteiro por unos días y luego paré, luego ocurrieron algunos problemas y me metí nuevamente y comenzó una guerrita y ya tenía que estar armado, tuve que comenzar a disparar caer adentro. Gerente de marihuana, 23 años E: Dices que portabas un arma ¿Eras responsable de la seguridad de la boca? T: No. Era parte de la seguridad también, pero tenía mi responsabilidad, tipo una gerencia, así misma estaba en la boca armado. Y tenía mi arma, como ésta [gestos], una pistola así, fusil AR y la guardaba. La llevaba conmigo. Gerente de boca, 16 años Cuando no estamos vendiendo nos quedamos en la favela, ocupándonos de la seguridad de la favela. Soldado, 18 años

Oficialmente, los soldados son responsables de la defensa de la boca de fumo y de mantener el orden en la comunidad por medio de patrullas de bondes y de una presencia armada constante. Si tienen las cualidades apropiadas, los menores son promovidos a soldados. Los investigadores conocieron y entrevistaron a un muchacho de diecisiete años que había logrado el puesto de gerente de soldados, controlando así las patrullas de la banda, de traficantes de drogas, la seguridad y las invasiones en otros territorios. 149


Sin embarg o, debido a la mencionada división de trabajo mencionada entre las posiciones de rango más bajo y la seguridad armada, la gran mayoría de niños y adolescentes empleados por las bandas, soldados o no, estaban armados para repeler una invasión de una banda rival o una batida policial. Los investigadores encontraron olheiros, vapores y gerentes de bajo nivel, todos armados. Todos están armados. Es actividad total. Fiel del gerente general, 16 años

Exceptuando a un entrevistado, todos los demás en la comunidad estaban armados en el momento de la entrevista, inmediatamente antes, o después. Por lo tanto, por estar armados, participando activamente en la seguridad de la banda y en conflictos armados cuando ocurren, casi todos los menores entrevistados se consideraban a sí mismos como soldados, aunque no tenían esa función de soldados y trabajaban principalmente como olheiros o vapores. Somos los soldados. Vapor, contención, gerente, y todos somos soldados. Soldado, 16 años Nosotros somos soldados, nosotros estamos ahí todo el día defendiendo lo que es nuestro, ahí. Yo creo que ya pasamos por el cuartel, esto es ya como un cuartel general. Fiel del gerente general, 16 años

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ASPECTOS COMUNES: NIÑOS Y ADOLESCENTES EMPLEADOS POR LAS BANDAS COMO GRUPO DEFINIDO Las diez características siguientes, relacionadas con sus funciones de trabajo, son específicas de los niños y adolescentes empleados por las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro. Las experiencias compartidas y las funciones que ejercen, los reúnen en un grupo unificado, incluyendo su participación activa en la violencia relacionada con armas ligeras y en disputas territoriales entre bandas, como agresores y como víctimas.

1) Reclutamiento «voluntario» Las bandas no fuerzan ni coaccionan a los niños para ingresar al tráfico de drogas como ocupación. Son reclutas voluntarios que las bandas de traficantes de drogas aceptan activamente. Sin embargo, la noción de voluntario se puede redefinir como «la mejor alternativa entre opciones limitadas», ya que «optar» por el tráfico es una decisión afectada por algunos factores preexistentes, comunes a todos los niños en las favelas de Río de Janeiro, tales como la dominación de la comunidad por las bandas, la pobreza, la falta de empleo formal y el tráfico de drogas como una forma aceptada de empleo. «La elección» también es afectada por los atractivos del tráfico de drogas y por otras influencias consideradas comunes a todos los involucrados.

2) Edad El promedio de edad para ingresar al tráfico como ocupación a tiempo completo de los traficantes niños y adultos entrevistados era de trece años y un mes. Sin embargo, los niños comenzaron el proceso de «andar» con traficantes a una edad temprana y el proceso de reclutamiento «voluntario» puede comenzar a los ocho años. En general, los niños empleados por las bandas no trabajarán armados inmediatamente; sólo serían armados cuando sean considerados capacitados y «preparados». Aunque no es poco común que los chicos de trece años utilicen armas para la seguridad de la banda, el grupo de edad entre quince y diecisiete años es el más usualmente armado y utilizado soldados.

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3) Los niños trabajan en una unidad estructurada jerárquicamente, aplicada a través de órdenes, reglas y castigos Trabajar para una banda en una comunidad significa estar sujeto a una unidad estructurada jerárquicamente, que se basa en el rango. Como explicó un chico de trece años: Somos todos soldados y el jefe es nuestro capitán. Vapor, 14 años

En esa estructura, las órdenes dadas tienen que cumplirse. Como explicó el mismo muchacho cuando se le preguntó cuál era su función: «Hago lo que el amigo ordena». E: ¿Cuántos jefes tienes? T: Sólo uno. E: Y si él quiere que tú hagas algo T: Tienes que hacerlo. E: ¿Qué pasa si no lo haces? T: Depende de lo que pida [ ]. Si es matar a alguien tengo que matarlo. Si no mato, entonces mi vida es la que está en riesgo Soldado, 17 años

Además de las órdenes que se debe obedecer existe una serie de reglas a las que se conoce como las «reglas del crimen» o las «reglas del tráfico de drogas». Las reglas del crimen se imponen para obligar a la lealtad a los propios superiores y para asegurarse de que no se roben las drogas. Estas reglas incluyen aquellas que se espera que los miembros de la comunidad sigan, como no robar dentro de la comunidad o no hablar con la policía bajo ninguna circunstancia, así como respetar a los moradores. La regla principal para los traficantes de bajo rango, sin embargo, es que todas las cargas 73 recibidas deben ser pagadas. El no cumplir las órdenes o reglas resultará en castigos, que pueden ir hasta la expulsión de la banda o de la comunidad, golpizas o incluso la ejecución. E: ¿Qué sucede si una persona recibe una carga y no paga el dinero después? T: Ah, si no paga, muere, le dan una zurra, depende del patrón. Si el patrón dice que tiene que morir, entonces muere, hermano.

Soldado, 16 años 73

Carga cargamento de drogas ya empaquetado en paquetitos (empaquetado individual de la droga en sobre o bolsas plásticas) para ser vendido a los consumidores.

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Los castigos generalmente son aplicados por los empleados de bajo rango, pudiendo ser menores, y los infractores son castigados sin importar la edad. E: Para morir [luego de romper una regla], si es joven, chico o niño ¿hace alguna diferencia? T: No, no hace ninguna. Gerente de marihuana, 22 años

4) Los niños son remunerados Dependiendo de su función, los niños y adolescentes empleados por las bandas reciben un pago diario / semanal / mensual o trabajan a comisión, la que se calcula por el volumen de drogas que venden. Tanto los que asalariados como los que trabajan a comisión reciben su pago en efectivo. Aunque la motivación económica es un factor importante para que un chico decida entrar al tráfico, no es el factor decisivo principal o único. Sin embargo, los niños pueden ganar más dinero como simples olheiros que lo que sus padres pueden ganar como choferes de buses o empleados del gobierno de bajo rango.

5) Los niños están a disposición las 24 horas del día Una vez que se involucran en la banda de la comunidad, independientemente de las horas laborales, los niños y adolescentes están siempre disponibles para defender a la boca y siempre están en riesgo de ser arrestados o muertos por bandas rivales o por la policía. E: Dijiste que tienes algunos menores trabajando para ti. ¿Cuáles son sus horas de trabajo? T: Cuando el sol recién la favela, comenzamos. Cuando el sol toca la favela de nuevo, la gente recomienza. Son 24 horas. Gerente de seguridad, 17 años

Debido a estar constantemente involucrados y, por ello, constantemente en peligro potencial, muchos menores que la policía o las bandas rivales ya conocen no duermen dos veces en el mismo lugar. Como resultado de su naturaleza, de veinticuatro horas al día y de los altos niveles de violencia y de muerte que se encuentra, los involucrados ven al tráfico de drogas como una «opción de vida» y no meramente como un trabajo. 153


6) Las bandas de traficantes de drogas arman a los niños Si el gerente general evalúa que los niños y adolescentes empleados por las bandas son capaces y están preparados se les da armas para defender el territorio de la banda. Esto incluye a los menores que están en puestos de olheiro y vapor. Con una sola excepción, todos los niños y adolescentes empleados por las bandas que fueron entrevistados durante este programa de investigación estaban armados en el momento de la entrevista, o directamente antes o directamente después. Ningún entrevistado era propietario del arma que portaba. Todas las armas pertenecían al dono o al gerente general. Las armas usadas van desde las pistolas hasta los fusiles de asalto automáticos o semi automáticos, las ametralladoras y las granadas de mano. E: ¿Cuál fue tu primera arma? ¿Tú la compraste? T: No, del amigo, él me la prestó para que pudiera tenerla en el trabajo de vigilancia, así es que si venía la policía, podía dispararles. Soldado, 16 años E: ¿Compraste esta arma? T. No [es] de la boca para que yo la lleve. Vapor, 13 años E:...Tú estás sentado frente a mí con un arma, ¿cuál es el nombre de esa arma? T: Ésta aquí es una AR-15 baby E: y ¿a qué edad comenzaste a trabajar con estas armas? T: 14 años. E: ¿Compraste tu primera arma? T: No. La boca me la dio. Me la confiaron para hacer el trabajo de seguridad es de la boca, pero es para portarla nosotros. Soldado, 18 años

7 ) Los niños están involucrados activamente en la violencia con armas cortas y en los conflictos armados territoriales Debido a su uso como seguridad de la banda y como soldados para invadir los territorios de bandas rivales, los niños y los adolescentes están involucrados activamente en conflictos armados territoriales con bandas rivales y en tiroteos con la policía. Su creciente involucramiento se demuestra más nítidamente por el número creciente de muertes por 154


armas de fuego de jóvenes de menos de dieciocho años en Río. Los relatos siguientes sobre participación activa en conflictos con armas ligeras se han tomado de entrevistas con menores empleados por las bandas. E: ¿Ya has estado involucrado en un tiroteo? T : Sí. E: ¿Cómo fue? T : Malo. E: ¿Por qué? T : Muchos disparos, balas que pasaban cerca, y casi me daban, riesgo de morir. E: ¿Tenías miedo de morir? T : No [ ] tenía un arma [ ] me mantengo activo; y si veo que alguien me dispara le respondo [ ] pero si te dan se acabó. Tuve que correr a través de las balas. E: ¿Y contra quién fue este tiroteo? T : Contra la policía. E: ¿Les disparaste? T : Sí. Vapor, 13 años

me detuve en lo alto de la colina y me quedé ahí. Tenia una granada en mi cinturón y un fusil aquí. Comencé a fumar y a fumar Tenía un cigarrillo de marihuana cargado 74 , marihuana junto con cocaína y seguí fumando. Después de un rato, vi subiendo a seis del GETAM y los chicos que estaban más abajo y eran de mi cuadrilla comenzaron a gritar, papá, papá, papá, papá... comenzaron a meter bala me dije a mí mismo voy a tirar esta granada y si viene aquí arriba [ ] Saqué la espoleta para que si venían pudiera volarlos. Esperé ahí [ ]. Estuvieron intercambiando disparos por largo tiempo, pero no pude bajar ahí, entonces me quedé arriba. Cuando vi uno de esos helicópteros negros que venía por encima y comenzaba a disparar, parecía una película [ ] Entonces comencé a disparar, tien, tien, tien, tien, directo de mi AR sobre ellos. Iba a tirar la granada, pero estaban tan altos, ¿cómo podría? Así es que continué intercambiando disparos con ellos. Se me acabó el cargador y puse otro tien, tien, tien. Sólo los cargadores grandes de 60, y 60 es un montón de balas. Los disparos hacen mucho ruido. [ ] Miré a la calle y los del GETAM estaban subiendo la colina libremente porque los amigos que estaban ahí se habían quedado sin balas. Comencé a intercambiar disparos con los del GETAM, pein, pein, pein [ ] Salté por encima y me 74

«Envenenado» en portugués es una expresión en jerga que se refiere a un cigarrillo de marihuana mezclado con cocaína.

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acerqué ¡booom! Todo tembló. Era la primera vez que había arrojado una granada. Estu1vo muy bueno. Gerente de boca, 16 años …ellos vienen por las noches en camiones. No vienen durante el día, vienen en la noche. Pero sabemos cuando entran, nos avisan a través de la radio. Dicen: «Vamos a invadir su favela, vamos a tomarla ahora». […] Después…si la guerra comienza, incluso tienen punto 30. Y hacen tutututututu. Fogueteiro, 12 años

Aunque durante las entrevistas el conflicto armado se mencionó sobre todo en términos defensivos, los menores entrevistados también habían estado involucrados en invasiones ofensivas de espacios controlados por otras bandas: E: ¿Recuerdas la primera vez que utilizaste una pistola? T : [ ] Ah, era una guerra [ ]contra el Terceiro Comando, otra banda. E: ¿Y a qué banda de traficantes de drogas perteneces tú? T : Comando Vermelho. E: ¿Estaban defendiendo o atacando? T : Invadiendo. E: [ ]¿porqué estaban invadiendo? T : Hum, para sacar más plata. E: [ ]¿Cuántos de ustedes estaban invadiendo? T : Oh, un montón, como 200. E: ¿200 hombres armados? ¿Parece una guerra entonces? T : Es una guerra. E: [ ] Cuando participan en una invasión, ¿les pagan para hacer la invasión? T : No, no recibes plata, pero luego recibes un mejor puesto. E: ¿Cómo ve la comunidad a la gente que invade, luego de que ustedes han invadido un área de Terceiro Comando? T : Ah, se asustan. Pero después de un año así comienzan a confiar en nosotros. E: [ ] ¿Y cuántas personas se quedaron después de la invasión? T : Unos 70, Por ahí. E: [ ] ¿Murió mucha gente? T : Poca. E: ¿Cuánto es poca? T : Unos 15. E: ¿Cuánto tiempo tomó la invasión? T : Cuatro horas.

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E: ¿Y qué armas utilizaste durante la invasión? T : Dos pistolas. E: 200 de ustedes y la policía ¿no vino? T: Ah, la policía sólo llega tarde. E: ¿Por qué llegan tarde? T: Les da miedo que les disparen, que los mates ¡ porque este asunto es serio! Soldado, 16 años

Un entrevistado de doce años, pequeño para su edad, lamentó no poder participar en la invasión debido a su tamaño. E: ¿Tú ya has estado involucrado en una invasión? ¿Ya has invadido otra comunidad? T: No, nunca llegué a invadir nada. E: ¿ Tú querías? T: Invadiría si fuera un poquito más grande, podría sujetar un G3, pero mírame ahora,¿ cómo podría? Fogueteiro, 12 años

8) Incluso los niños desarmados se convierten en blanco del fuego de armas cortas. Incluso si no están ar mados mientras están trabajando, los empleados de las bandas están bajo fuego de la policía y de las bandas rivales. El tipo casi me acertó, estaba tratando de dispararme. Tenía un G3, era Policía Civil. Fogueteiro, 12 años T: Me dio una de sus balas [ ] en el cuello. E: ¿De quién era la bala? T: De esa favela de allá. E: ¿Pero dónde estabas tú? T: Estaba aquí. Dispararon de allá para acá. E: ¿Cuál crees que sea la distancia entre los dos lugares? [El investigador estimaba que era de 1 kilómetro] T: Ah, no sé nada.

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E: T: E: T:

¿Era una bala perdida o te dispararon a propósito? Estaban disparándonos durante la Navidad, la noche de Navidad. ¿Ocurrió esto cuando tú ya estabas trabajando en el tráfico? Sí. Fiel de gerente general, 17 años

9) Los niños sobreviven en una realidad de matar o morir Las estadísticas de mortalidad y las tácticas de la policía en las comunidades de la favela demuestran claramente la presión ejercida sobre los menores, armados o no, cuando se confrontan con la policía. Un fogueteiro de doce años explicó cómo comprendía él las relaciones entre los traficantes y la policía: T: los policías [ ] emboscan a los bandidos para matarlos. E: ¿Por qué quiere la policía matarlos? T: Ah, porque ese es su trabajo. E: ¿Matar a la gente? T: Sí, la policía mata a los traficantes. Por eso es que tenemos que intercambiar disparos con ellos en la noche. E: ¿Tú ya has intercambiado disparos con ellos? T: Sí. E: ¿Qué edad tenías? T: 12 años. E: [ ] ¿ ellos sabían que tú eras un menor? T: Sí, lo sabían. Sabían que era fogueteiro. Había cuatro fogueteiros y mataron a uno de ellos pá, pá, pá, pá, pá. E: ¿Y por qué crees que querían matarte? T: Porque soy un fogueteiro [ ] nosotros hacemos ruido para advertir a los otros que la policía está en la favela. E: ¿Has perdido amigos en este negocio? T: Ya. E: ¿Cuántos? T: Sí, muchos. E: ¿Cómo murieron? T: [ ] en intercambios de disparos con los policías, otros en la guerra. Fogueteiro, 12 años

Muchos empleados de las bandas, incluyendo menores, no salen de sus comunidades por miedo de ser arrestados o asesinados por las bandas rivales.

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E: ¿ Pero, es peligroso que salgas de la comunidad? T: Es peligroso, porque hay enemigos afuera que hemos expulsado de aquí. Hay X-9 76 que hemos expulsado de aquí. A ellos no logramos matarlos porque se escaparon. Entonces, allá afuera nuestras vidas corren riesgo [ ] Si nos ven primero, tratarán de matarnos y si nosotros los vemos primero nosotros trataremos de matarlos porque estamos expuestos. Soldado, 17 años

Debido al cumplimiento de las reglas de las bandas y a repeler las batidas policiales o las invasiones de otras bandas rivales, matar es parte de la realidad de trabajo de la mayoría de menores empleados por las bandas. Todos los entrevistados habían perdido amigos y colegas de trabajo por muerte violenta. Todos ellos dijeron que matarían si un superior les ordenaba que lo hicieran o para defender su territorio. Varios menores entrevistados ya habían matado. E: ¿Qué es lo peor de tu trabajo? T: matar a alguien. E: ¿Ya has matado a alguien? T: Sí. E: [ ] ¿Y cómo te sientes cuando matas a alguien? T: Hombre ¿cómo me siento? Me siento nervioso, porque sé que no está bien que yo haga esto a nadie Soldado, 16 años E: ¿Alguna vez has matado a alguien? ¿ En qué circunstancias? T: Sí, circunstancias del tráfico, una circunstancia en la que no podía vacilar, porque si lo hubiera hecho también me habrían matado [ ] La mayor parte de veces en el tráfico, es la gente la que informa a la policía, o a un vapor que roba drogas. Hay algunas cosas que no puedes ignorar porque se han hecho varias veces. Una o dos veces es una cosa, muchas veces [ ] Tenemos una regla, porra, de que tienes que estar armado [pero] tenemos que tener mucho cuidado de no herir a nadie [ ] Si herimos a alguien accidentalmente, pagamos con nuestras vidas. Si hieres a un residente de la comunidad, pagas con tu vida. Gerente de marihuana, 23 años E: ¿Ya has matado a alguien? T: Sí. E: ¿En qué circunstancias?

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término en jerga para referirse a los informantes de la policía

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T: Ah, él metió bronca en la favela […] Robó en una ferretería en la favela. Se tomó un riesgo y yo estaba pasando por ahí en ese momento [ ] Había otro amigo cerca así que lo llamé y lo llevamos E: ¿Dónde lo llevaron? T: Ah, al cementerio. 77 E: ¿Dentro de la favela? T: Sí. E: Así es que ¿lo mataste porque estaba robando una tienda? T: Sí, en la favela. Soldado, 16 años E: Si una persona recibe una carga y no la paga después, ¿qué ocurre? T: Ah, si roba una carga, entonces muere o se le da una golpiza, depende del patrón. Si el jefe dice que debe morir, muere. E: ¿Quién lo mata? T: Nosotros. Nosotros mismos le disparamos. Ya todos somos malos. E: ¿Has matado a alguien? T: Sí he matado a unos cuantos. E: Y ¿Cómo te sientes respecto de eso? ¿Piensas que es normal? T: Pienso que es normal. Ya me acostumbré. He visto que matan a la gente desde que era chico. En la guerra del 94 [1994], vi que mataron a un montón de gente. Me acostumbré a ello. Ahora ya no me importa. E: ¿Cómo fue la guerra del 94? ¿Entre quiénes fue? T: Entre el enemigo y el Comando [Vermelho]. La favela estaba llena de gente muerta. E: ¿Cuánto duró esta guerra?¿Semanas, días, meses? T: -Unos tres días. E: [ ] ¿Qué edad tenías en esa época? T: Tenía 10 años. Soldado, 16 años

Algunos de los niños que crecen trabajando en ese ambiente de matar o morir justifican el acto de matar y se considera que la víctima es un enemigo. T: Tenemos que matar a la policía y al Terceiro Comando, para que [la gente del] Terceiro Comando muera. E: ¿Te parece que está errado matar a la gente? T: No, si son de Terceiro Comando, entonces tenemos que matarlos. Fogueteiro, 12 años Muchas favelas tienen cementerios clandestinos donde se entierra a la gente ejecutada por las bandas en secreto. 77

160


10) Se utiliza cada vez más a los niños en situaciones de combate armado En Río de Janeiro hubo un incremento en el uso de los niños y adolescentes como combatientes armados para las bandas desde el principio y hasta mediados de los años 80 debido a una mayor demanda de combatientes; un incremento en el uso de armas cortas por las bandas, ocurrieron cambios en la visión del trabajo de los niños que trabajan para las bandas y un esfuerzo concertado entre los traficantes adultos, en el sentido de «aceptar» a los niños como combatientes armados.

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LA CRECIENTE UTILIZACIÓN DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES COMO COMBATIENTES ARMADOS Aparte del incremento en el empleo de niños y jóvenes en el tráfico de drogas desde los inicios de los 80, lo que define claramente el uso diferencial de los niños, con la llegada de las bandas de traficantes de drogas, la fragmentación de éstas y los conflictos por territorio, es el hecho de que los niños y adolescentes utilizan armas y están involucrados en el combate armado. En el período de prebandas, los traficantes no armaban a los niños y existen varias razones esenciales para su mayor utilización como combatientes armados en los últimos veinte años.

1) La mayor demanda de combatientes armados [los cambios] ocurrieron cuando realmente se distinguieron unas bandas de otras. Entonces se crearon otras bandas de traficantes de drogas para tratar de vender drogas y tomar el control de la venta en Río de Janeiro. No sé cuándo va a acabar porque todos se matan entre sí. Residente de la favela

Con el uso creciente de la violencia armada y de los conflictos territoriales que ocurrieron como resultado de la fragmentación de las bandas desde mediados a fines de los 80, aumentó en gran medida la utilización de niños como combatientes armados. Con la militarización de las bandas y la elevación en las muertes de empleados adultos, debido a la competencia violenta entre bandas, hubo un incremento en la demanda de puestos armados para la defensa de los territorios de las bandas y contra las batidas policiales, así como para la invasión de territorios rivales. Los niños estuvieron más involucrados en el tráfico de drogas después de los años 60. Con la mayor oferta de trabajo infantil dentro del tráfico de drogas durante las décadas de 1980 y 1990, los traficantes comenzaron a armar a los niños para responder a sus necesidades crecientes de soldados y seguridad armada. Esta demanda de nuevos reclutas también significó que la edad de los traficantes en los puestos de mayor jerarquía, antes ocupadas solamente por adultos, había bajado considerablemente en este período. El tipo que es el dono ya prepara a su sucesor. Así, cuando él muera, éste tome su lugar. El otro tipo es más joven porque todavía está aprendiendo. Así es que son

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cada vez más jóvenes [ ] y así son las cosas. El tipo se va antes y otro más joven entra.

Niño de favela

2) Un incremento en el uso de armas cortas por las bandas de traficantes de drogas El uso más intenso de armas cortas por los empleados de las bandas debido a los crecientes conflictos entre ellas y en respuesta a una represión más violenta de la policía, se advierte por el crecimiento brutal del número de armas aprehendidas por la policía entre fines de los 60 y el 2000. Esto se muestra claramente en el Gráfico 2b. Tal como se anota en la Parte 2, en 1999 que 10.017 armas ilegales fueron confiscadas en Río de Janeiro en comparación con 844 en 1960. Con tantas armas en circulación, la necesidad de combatientes y el creciente involucramiento de los niños en el tráfico de drogas, era una progresión natural armar a los niños para que participaran en conflictos territoriales entre las bandas. con la intensificación del comercio de armas, se vendió indiscriminadamente armas de alto calibre a los traficantes. Tenían una gran cantidad de estas armas y no tenía sentido apilarla. Alguien tenía que usarla, entonces: «¿Quieres usar el arma chico?» «Sí.» «Bueno, entonces ¡tómala! ¡Úsala!» Yo he visto ametralladoras que se las pasaban a los niños exactamente es esos términos. Generalmente no había suficientes personas para usarlas entonces, ¿qué vas a hacer? ¿Dejar las armas sin uso?[ ] Esas sub ametralladoras que usaba la policía de Río, las tomaron y se las dieron a los chicos y los chicos estaban fascinados. Ex traficante de los años 80

También hubo un incremento en la confiscación por la policía y en el uso por parte de las bandas de armas más poderosas, de uso militar. Los niños y los adolescentes que trabajan armados para las bandas de traficantes de drogas entrevistados por los investigadores en este estudio portaban armas diseñadas para el combate, como Kalashnikov AK-47 y el Colt AR-15. Aunque un niño puede encontrar difícil manejar correctamente un arma de repetición de grueso calibre, el poder de fuego es tal que incluso si no pueden darle deliberadamente al blanco, el número de balas que disparan en la dirección aproximada al blanco tendrá el efecto deseado. [Un niño] no tiene la fuerza para ser preciso cuando dispara un tipo de ametralladora, un AR-15 [ ] Pero estas armas más pesadas se han vuelto tan

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comunes que no tiene sentido que un niño use solamente un 38, porque incluso si no le da al blanco [con una ametralladora] el daño será grande. Si le acierta a lo que le tiene que acertar, belleza, maravilla. Si no le da, el daño será suficientemente grande. Ex traficante de los años 80

3) Cambios en la división del trabajo de los niños empleados por las bandas En muchas comunidades de la favela, la división de trabajo en las funciones subalternas, especialmente ocupadas por los niños, cambió en los años recientes, de manera que los niños en la función de olheiro, fogueteiro o vapor también pueden recibir armas para participar la seguridad territorial. Esto ha ocurrido en parte debido a una combinación de razones ya mencionadas: conflicto más intenso, una mayor demanda por empleados armados y un gran número de armas en circulación. Esa combinación de factores ha llevado a una aceptación del uso extendido de armas, con la mayoría de empleados de las bandas, niños o no, armados, y, en consecuencia, involucrados en situaciones de combate. El crecimiento en el trabajo de niños dispuestos a trabajar en los años 80, facilitó mucho el armamento de esos menores por las bandas.

4) Un esfuerzo concertado de los traficantes para «aceptar» a los niños como combatientes armados Como ya vimos, no se fuerza a los niños a unirse a las bandas,, sino que entran «voluntariamente». Sin embargo, existe una serie de razones por las cuales los niños y los adolescentes son eficientes en los combates armados, y, porque, los traficantes adultos tomaron la decisión concertada de «aceptarlos» como combatientes y los arman para ese propósito. «Medio kilo», un dono famoso e importante de inicios a mediados de los años 80 fue citado por un ex traficante que trabajó con él como uno de los primeros en emplear niños y en comprender el valor de combatientes niños. Quizás estoy equivocado en pensar que fui el primero, pero ciertamente fui uno de los pioneros en utilizarlos como arma, utilizar la presencia de los niños como arma, porque vi que varias veces la policía se rehusaba a disparar porque había niños. Eso ya no ocurre ahora, porque

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los niños ya han perdido esa aura de «es sólo un niño y no le voy a disparar». [Ahora es más bien] «Voy a disparar más» porque los huesos no están bien definidos y el cuerpo es más delgado y más flexible y el metabolismo de un niño es más rápido, así es que « tengo que disparar a matar, si no disparo a matar, ese chico sobrevivirá y regresará para dispararme». Ahora disparan a matar. Como si dispararan para matarme a mí por ejemplo. Se lo dije, ¿no? Aquí tengo un disparo, en esta costilla. Ex traficante de los 80

Aparte de la reserva sobre disparar a los niños cuando comenzaron a ser usados como combatientes, y de aceptar que ahora sucede lo contrario, el hecho es que los niños además son ágiles, rápidos, pequeños, frecuentemente temerarios, pueden utilizar armas cortas, ligeras eficazmente, aunque no precisamente y es difícil mantenerlos en prisión si se los captura. 78 Incluso si no son tan eficaces en situaciones de combate como lo son los adultos o los jóvenes, los donos los perciben como un activo valioso por estas razones: [Meio-quilo] quería evitar a toda costa la pérdida de soldados y especialmente de niños. Eran valiosísimos para él. Primero, porque no quedaban presos y si lo hacían, se escapaban 79 [ ] Los niños son más rápidos, pueden correr más, son más ágiles, más pequeños, pueden meterse por lugares pequeños en la favela [ ] Los niños eran medio monos, los usaban como monitos [ ] Es una visión utilitaria de la situación. Un menor, incluso si carga un arma pesada puede correr más rápido que un adulto [ ]. Como es tan pequeño, puede meterse en los huecos y escapar con el arma y no perder el arma. Ex traficante de los años 80

78 El Sistema de Justicia Brasileño y la manera en que se ocupa de los niños arrestados por tráfico de drogas y delitos con armas, se examina en la Parte 5. 79 Los centros de detención juvenil durante este período, conocidos como FUNABEM, eran instituciones de las que era notoriamente fácil escapar. Las instalaciones «educativas» de hoy donde quedan detenidos los jóvenes delincuentes, especialmente los CRIAM, también son considerados como de fácil escape, ocurriendo frecuentemente en masa.

165


TASAS DE MORTALIDAD DE NIÑOS Y ADOLESCENTES EN RÍO DE JANEIRO Las causas externas fueron responsables del 54% de todas las muertes de niños por debajo de los dieciocho años en la ciudad de Río de Janeiro en el 2000.

Causas externas 54%

Causas naturales 46%

Fuente: DATASUS En el mismo año, la mayoría (57%) de las causas externas de muerte de los niños por debajo de los dieciocho años en Río de Janeiro fueron lesiones provocadas por balas. Otras causas externas 29%

Arma de fuego 57%

Transporte 14% Fuente: DATASUS De manera similar a la evolución de las tasas de homicidio de la población general de la ciudad de Río de Janeiro desde los años 70, la mayoría de homicidios de menores de 18 años fueron provocadas por armas de fuego. Tal como lo demuestra el Gráfico 3b a continuación, esas tasas se han elevado sustancialmente desde finales de los años 70.

166


Gráfico 3b

Tasas de homicidios y de muertes relacionadas con armas de fuego de menores de 18 años en la ciudad de Río de Janeiro 2 2,5

Tasas por 100.000 habitantes

2 0,0

1 7,5

1 5,0

1 2,5

1 0,0

7 ,5

5 ,0

2 ,5

0 ,0

1 97 9

1 98 0

1 98 1

1 98 2

H omic ídio 5,3 7 3 05 7 8 ,772 495 6,4 98 03 5 5,8 0 497 PA F

1 983

1 984

1 985

1 986

1 987

1 988

1 989

1 99 0

1 99 1

1 992

1 99 3

1 99 4

1 99 5

1 996

7,2 00 07 5 8,5 25 01 3 9,3 29 15 5 10, 99 79 7 13, 65 52 9 14,44 71 7 20, 32 90 2 1 9,9 4 955 1 8,6 6 462 1 7,5 1 511 18, 44 01 3 1 8, 87 39 5 2 0,50 4 34 2 0,47 5 39

4 ,3 69 6 55 6 ,8 22 4 55 5,1 35 71 8 4 ,40 6 772 5,4 20 58 8 6,9 43 44 9 8,4 30 62 8 9,6 02 28 7 1 2,4 7 52 13,46 29 1 18, 73 45 9 1 8,6 3 105 1 7,1 4 098 1 5,6 1 379

Fuente: DATASUS, SMS-RJ

1 997 20, 7 836

1 998

1 999

2 00 0

21, 20 48 4 1 7,9 8 639 20, 32 64 7

16,0 474 1 6,8 2 405 1 6,6 2 359 1 2, 53 24 5 14,5 1 08 2 15, 7 4 109 14,74 66 8 1 7,4 5 03

Homicidio

PAF

En 1979 hubo 92 homicidios de jóvenes de menos de 18 años en la ciudad, equivalente al 5,4 por cada 100,000 habitantes. 81 de estos homicidios (que representan 88% del total) fueron causados por armas de fuego, equivalentes a 4,4 por cada 100.000 habitantes. Los homicidios de menores alcanzaron un pico en 1998, de un total de 364 muertes, equivalentes a 21,2 por cada 100.000 habitantes. De esos un total de 276 (75,8%) de estos homicidios fueron provocados por armas de fuego, dando una tasa de 15,7 por cada 100.000 habitantes. En el año 2000, hubo352 homicidios de jóvenes por debajo de los 18 años en la ciudad, lo que equivale a 23 de cada 100.000 habitantes. En total 307 (87,2%) de estos se relacionaron con armas de fuego, lo que equivale a 17,5 por cada 100.000 habitantes. Los homicidios relacionados con armas de fuego de menores de dieciocho años tuvieron un pico en 1989 con un total de 329 muertes, y han declinado ligeramente, contándose 307 muertes en el 2000. Por lo tanto, entre 1979 y 1989, hubo un incremento de homicidios relacionados con armas de fuego de jóvenes de menos de dieciocho de 306,2% y solamente un ligero declive desde 1989 al 2000 de 6,7%. Para investigar las tasas de mortalidad relacionadas con armas de fuego de los menores y jóvenes más ampliamente, se presenta unos análisis de los siguientes grupos de edad en el Gráfico 3c a continuación: 0-12 años; 13-14 años, 15-17 años, 18-20 años, 21-24 años, y más de 24 años. 167


Gráfico 3c Tasas de muerte por armas de fuego por grupos de edad en la ciudad de Río de Janeiro Tasas por cada 100.000 habitantes

16 0 14 0 12 0 10 0 80 60 40 20 0

1 97 9 1 98 0 1 9 8 1 1 9 8 2 1 9 8 3 1 9 8 4 1 9 8 5 1 9 8 6 1 98 7 1 98 8 1 98 9 1 99 0 1 99 1 1 9 9 2 1 9 9 3 1 99 4 1 9 9 5 1 9 9 6 1 99 7 1 99 8 1 9 9 9 2 00 0

0- 9 a ñ o s 0,44 1,16 0,44 0,37 0,52 1,04 0, 6 7 0, 7 6 0, 9 9 0, 7 7 1, 8 6 1, 87 0, 86

1,1

1, 4 2

1 3 -1 4 a ñ o s

3, 94 7, 35 5,92 6,47 5,52

14

15

1 5 -17 a ñ o s

24 ,6 35 ,2 28 ,2 23,1 2 9,7 3 4,5 45, 5 54, 3 67, 1 75, 9 97, 2

10 0

92 , 8 84 ,4 84 ,8 88 ,5 92,3 68, 4 80, 6 85 ,5 79 ,7 98 ,5

1 8 -2 0 a ñ o s

44 ,4

49

12 8

10 8

10 6

2 1 -2 4 a ñ o s

50 ,9

71

1 38

12 1

25 a ños a m á s

26 ,8 33 ,6 26 ,2 23,6 3 1,1 3 6,7 41, 1 44, 2 45, 2 52, 1

0 -1 2 a ñ o s

0 -9 an o s

37

9 ,1

9, 6 8 7, 1 9 13, 5

11

35,6 4 8,9 6 2,4 74, 3 73, 3 74, 7 97, 8

52, 2 52,2 7 0,2 7 8,6 91, 1 94, 8 0-12 ano s

13 - 1 4 an o s

103

111

2 1,1 14, 3 17, 7

60

15 - 1 7 a n o s

1 06

10 0 11 4

10 2 122

1 ,9

1,11 0, 72 0, 72 1,12 1,04 0,88

13 , 6 11 ,8 102 13 0

12 0

53, 5 54 , 6 5 4 ,1 5 5 ,6 5 5 ,4 4 6, 1 18 - 2 0 a n o s

11

11, 5

13

1 2 ,6 11 , 9

97, 9 71 , 3 78 , 7 96 ,7 95 ,3 8 4 ,1 96 ,2 38

21 - 2 4 a n o s

10 1

93 , 2

1 09 121

38,7 40 ,3 4 1,1 4 1,8 2 5 an o s e m a is

F ue n te : D ATAS U S , S M S -RJ

Cuando se analiza los datos presentados en el Gráfico 3c encontramos que los cuatro grupos de edad más afectados por la mortalidad relacionada con las armas de fuego son los de 13-14 años, 15-17 años, 18-20 años y 21-24 años respectivamente. Estos cuatro grupos de edad son más afectados que cualquier otro grupo de edad, incluyendo los que están por encima de 24 años. Cuando vemos la cuestión de los menores afectados por muertes relacionadas con armas de fuego, por lo tanto, podemos decir que los de 13.14 años y los de 15-17 años tienen una mayor posibilidad de morir por armas de fuego en la ciudad de Río de Janeiro que los adultos de más de 24 años. El peor año para los menores de 13-14 años fue 1989. Las muertes por tiros, de fuego de este grupo de edad llegaron al 21,1 por cada 100.000 habitantes, con un total de 40 muertes. El grupo de edad de 15-17 años fue afectado aún más trágicamente por las muertes por arma de fuego en el mismo año. En la ciudad de Río de Janeiro en el año 1989 se registró un total de 265 muertes por heridas infligidas por armas de fuego entre los de 15-17 años, lo que le dio a este grupo de edad una tasa de mortalidad relacionada con armas de fuego de 97,2 por cada 100.000 habitantes en el mismo año. El peor año para las muertes por arma de fuego del grupo de edad de 15-17 años fue 1990, con un total de 274 muertes relacionadas con arma de fuego en la ciudad, lo que causó la elevación de una tasa de mortalidad relacionada con armas de fuego a una cifra extremadamente alta de 100,5 por cada 100.000 habitantes. 168


Los datos más recientes muestran que en el 2000, estos grupos de edad siguen siendo los terceros y cuartos más afectados, respectivamente. Un total de 29 muertes por tiros entre los de 13-14 años fue registrado en el 2000, lo que equivale al 11,9 por cada 100.000 habitantes. En la ciudad de Río de Janeiro en el año 2000 se registró un total de 267 muertes entre el grupo los de 15-17 años, lo cual le da a este grupo de edad una tasa de mortalidad relacionada con armas de fuego de 98,5 por cada 100.000 habitantes en el mismo año. El incremento sustancial en el número de muertes por bala desde el grupo de edad de 13-14 años hasta el grupo de edad de 15-17 años es notable. En el 2000, el número de menores de 15-17 años que murieron por heridas de bala fue 820,7% más alto que entre los jóvenes de 13-14 años en el mismo año. Aunque las cifras de muertes relacionadas con armas de fuego continúan creciendo en cada grupo etáreo siguiente, no hay un incremento tan brutal entre grupos etáreos que como lo hay entre los de 13-14 años a 15-17 años. Los números reflejan lo que ha sido identificado durante este estudio respecto de los patrones de trabajo de los niños en el tráfico de drogas, el número de menores empleados como soldados o trabajando en la seguridad armada del territorio de las bandas, es mayor en el grupo de edad de 15-17 años. Lo que esto demuestra es que, a medida que los niños que trabajan para las bandas de traficantes de drogas crecen, se los arma más y se los involucra más en los conflictos armados y, en consecuencia, mueren baleados en un ritmo drásticamente mayor. De manera similar a los patrones de las tasas de mortalidad por armas de fuego de la población en general, los grupos de edad de 13-14 años, 15-17 años y 18-20 años están muriendo en determinadas áreas de la ciudad. Esto se demuestra en los Mapas 3a, 3b y 3c (Anexo). Nuevamente, de manera similar a estos patrones de tasas de mortalidad de la población general, estas áreas tienden a ser aquellas en donde los conflictos de las bandas son más comunes, es decir, en donde las comunidades dominadas por bandas rivales se encuentran más próximas unas de la otras. Algunas áreas tienen tasas de mortalidad entre los menores de 13-14 años de entre 201-501 por 100.000 habitantes; para el grupo de 15-17 años, algunas áreas tienen tasas de mortalidad por arma de fuego por encima de los 501 por cada 100.000 habitantes. Además del crecimiento masivo del número de menores de 18 años muertos por armas ligeras en Río de Janeiro, también ha habido un incremento en el número de niños heridos por balas. En una entrevista de grupo llevada a cabo durante este estudio con el equipo quirúrgico en la unidad de emergencia del hospital Souza Aguiar, los médicos explicaron que la edad de los pacientes tratados por heridas de bala ha disminuido considerablemente a lo largo de los diez últimos años. 169


Estamos viendo víctimas de disparos cada vez más jóvenes que antes. Antes veíamos personas [con heridas por bala] con veinte, treinta años. Dr. Josué Kardek, Unidad de Emergencia, Hospital Souza Aguiar Aquí en el Souza Aguiar he tenido dos casos de menores de doce años que han recibido disparos. A veces he operado en Getúlio Vargas [otro hospital de Río de Janeiro] a chicos de cinco y seis años [que habían recibido disparos]. Hubo incluso un caso de una niña de seis años que había recibido un disparo a la que operé con un colega. Seis o siete meses después, ella regresó al hospital durante mi turno con otra lesión causada por herida de bala, y la operé de nuevo. Hubo una niña aquí hace poco tiempo que fue cogida en medio de una balacera en el centro de la ciudad, ella llegó con una bala en la cabeza [ ] Aquí hay una foto en el hospital de un niño de doce años al que le dispararon [y al que operamos aquí]. Es una foto que debería ser publicada. Es chocante porque la bala le sacó la mandíbula. Tenía la lengua colgando, sin barbilla, y su cara mostraba terror y pánico. Dr. Martinelli, Unidad de Emergencia, Hospital Souza Aguiar

Acompañando a su mayor involucramiento en los combates armados entre las bandas y con la policía, los niños y los adolescentes también se han convertido en blancos legitimizados para las ejecuciones policiales y los policías les disparan sin dudar en las confrontaciones. Debido al peligro que los niños constituyen por utilizar fusiles de asalto en los s conflictos armados, los policías los ven como combatientes y no como niños. En algunos casos, se los considera más peligrosos que los adultos. El Mayor Antonio Carlos Carballo Blanco, de la Policía Militar de Río de Janeiro, explicó a los investigadores. El potencial ofensivo de un niño o un adolescente con un arma de fuego es mucho mayor al de un adulto armado [ ] Se debe esto mucho al nivel de madurez del niño o adolescente [ ] la posibilidad de que un adulto dispare sobre un policía es mucho menor de que un niño o adolescente lo haga.

El Mayor Carballo también le dijo a los investigadores que un policía experimentado siempre le disparará a un niño armado, mientras que un policía no experimentado dudará antes de hacerlo. Esto ocurre porque los policías experimentados conocen el peligro que representa un niño que porta un arma, aunque los efectivos no experimentados todavía tiene que aprender eso. Debido a tal suerte de mentalidad policial, en el 2001 hubo un total de 52 niños y adolescentes menores de dieciocho años, muertos, oficialmente por balas de la policía. El número de víctimas fatales de la acción policial se muestran en el Gráfico 3d, a continuación. 170


Gráfico 3d Muertes causadas por la policía en el Estado de Río de Janeiro 60 0

Número de muertes

50 0

40 0

30 0

20 0

10 0

0 1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

Menores años M e nores de de 18 18 añ os

12

25

27

19

18

9

5

19

52

A dultos Adultos

125

170

261

164

226

250

221

406

513

Edad desconocida

41

52

138

43

56

138

63

29

5

Fuente: SSP-RJ

Menores de 18 años

Adultos

Edad desconocida

Cuando se analiza los datos presentados en el Gráfico 3d, vemos que hubo un incremento marcado en las muertes a manos de la policía en Río de Janeiro entre 1993 y 2001. Es más, aunque la evolución del número de muertes de niños y adolescentes causadas por la acción de la policía fluctuaron entre 1993 y 2001, también se elevaron considerablemente desde las 12 muertes en 1998 hasta las 52 muertes en 2001, una elevación del 333,3%. Una razón de esta fluctuación es que, en los años en los que pocos jóvenes menores de 18 años morían víctimas de las acciones policiales, el número de víctimas fatales de edad no identificada fue alto. Por ejemplo, los dos años que tienen el número más bajo de víctimas fatales registradas de niños y adolescentes por acción de la policía, 1998 con 9 víctimas menores registradas y 1999 con sólo 5 víctimas menores registradas, son también los años que tienen las cifras más altas (138) y la tercera más alta (63) de víctimas fatales de acciones policiales en donde la edad de la víctima no está identificada. En contraste, en el 2001, cuando el mayor número de bajas de niños y adolescentes causadas por la acción de la policía se registra, vemos la cifra más baja (5) de víctimas fatales de acciones policiales en donde la edad de la víctima no se identifica. Esto sugiere, por lo tanto, que algunos años entre 1993-2001, la policía no registraba la edad de las víctimas menores de dieciocho años, para que las estadísticas oficiales de menores muertos por la policía pareciera menor. 171


También se debe notar que la estadística antes notada de muertes de niños y adolescentes por acción de la policía sólo incluye a aquellas registradas por la policía. Debido a la existencia de cementerios clandestinos utilizados por policías corruptos para deshacerse de los cadáveres de las víctimas de sus ejecuciones, es posible que las cifras de niños y adolescentes muertos por la policía sea, en realidad, superior a las presentadas arriba. Para comprender plenamente el significado de las tasas de mortalidad relacionadas con armas de fuego de menores en Río de Janeiro, presentamos a continuación un breve análisis de las tasas de mortalidad en la ciudad de Río de Janeiro, en el estado Río de Janeiro, y en los estados de California (EEUU), Washington (EEUU) y Nueva York (EEUU). Estos estados norteamericanos fueron seleccionados por tener historias documentadas de pandillas y violencia con armas de fuego en sus centros urbanos. Gráfico 3e Tasas de muertes por armas de fuego de menores de 18 años (Estados de California, Nueva York, Washington, Río de Janeiro y Ciudad de Río de Janeiro) 20 ,00

Tasa por 100.000 habitantes

18 ,00

16 ,00

14 ,00

12 ,00

10 ,00

8 ,00

6 ,00

4 ,00

2 ,00

0 ,00 California

Nueva York

Washington

Ciudad de Río de Janeiro

Estado de Río de Janeiro

Fuente: DATASUS a CDG

Tal como se demuestra en el Gráfico 3e, entre 1990 y 1991, las tasas de mortalidad por armas de fuego entre de los menores de dieciocho años, tanto en el estado o como en la ciudad de Río de Janeiro, fueron considerablemente más altas que aquellas en los estados norteamericanos. La tasa en el estado de California en 1999, por ejemplo, fue 2,4 por 100.000, con 213 muertes; en el mismo año, en el estado de Río de Janeiro fue de 12,8 por 100.000, con 563 muertes; en cuanto la ciudad de Río de Janeiro registró 14,7 por 100.000, con 259 muertes. 172


También en 1999, los números en el estado de Washington eran de 1,9 por 100.000, con 28 muertes, y en el estado de Nueva York de 1,5 por 100.000, con 87 muertes. La de mortalidad por armas de fuego de menores de dieciocho años en ambos estados norteamericanos fue mucho menor que en la ciudad y el estado de Río de Janeiro. Cuando se obser va más de cerca las tasas en esos lugares seleccionados, encontramos que los grupos de edad de 13-14 y de 15-17 años aquellos más afectados por las muertes por balas son notablemente más altos en la ciudad y en el estado de Río de Janeiro que en los estados antes mencionados de los Estados Unidos. Ver Gráfico 3f y Gráfico 3g a continuación.

Gráfico 3f Tasas de muertes por armas de fuego, 13-14 años. 20,00

18,00

Tasa por 100.000 habitantes

16,00

14,00

12,00

10,00

8,00

6,00

4,00

2,00

0,00 1 99 0 California

1 99 1

1 99 2 Nueva York

1 99 3

1 99 4

Washington

1 99 5

1 99 6

1 99 7

Ciudad de Río de Janeiro

1 99 8

1 99 9 Estado de Río de Janeiro

Fuente: DATASUS - CDC

173


Gráfico 3g Tasa de muertes por ar mas de fuego, 15-17 años. 20 ,00

18 ,00

Tasa por 100.000 habitantes

16 ,00

14 ,00

12 ,00

10 ,00

8 ,00

6 ,00

4 ,00

2 ,00

0 ,00

1990

California

1991

1992

Nueva York

1993

Washington

1994

1995

1996

Ciudad de Río de Janeiro

1997

1998

1999

Estado de Río de Janeiro

Fuente: DATASUS - CDC

La tasa de mortalidad provocada por armas de fuego del grupo de edad de 13-14 años en el estado de California en 1999, por ejemplo, registró 2,9 por cada 100.000, con 29 muertes. El mismo año, el estado de Río de Janeiro registró en el mismo grupo, una tasa de mortalidad de 12,2 por 100.000, con 59 muertes, y en la ciudad de Río de Janeiro, 12,6 por 100.000, con un total de 30 muertes. También, en 1999, los números equivalentes en el estado de Washington, fueron de 1,8 por 100.000, y 3 muertes. y para el estado de Nueva York, de 1,3 por 100.000 y 6 muertes; En ambos estados los datos fueron considerablemente más bajas que aquellas en la ciudad y estado de Río de Janeiro. Las mortalidades provocadas por armas de fuego son mucho peores para el grupo de edad de 15-17 años en Río de Janeiro que aquellos estados de los EUA. La mortalidad en el estado de California en 1999, fue de 11,9 por 100.000, con 163 muertes, contra 61, 8 por 100.000, con 482 muertes en el Estado de Río de Janeiro, y 79,7 por 100.000, con 216 muertes en la ciudad de Río de Janeiro. También en 1999, siempre en el grupo de 15-17 años, los números en el estado de Washington fueron de 7,7 por cada 100.000, con 20 muertes, y de 8 por 100.000, con 56 muertes en el estado de Nueva York. 174


Como se notó anteriormente en otra parte de este capítulo las tasas extremadamente altas de muertes por tiros en el grupo de edad de 15-17 años reflejan las constataciones de este estudio sobre los patrones de trabajo de los niños en el tráfico: el número de menores empleados como soldados o que trabajan en la seguridad armada del territorio de la banda es el mayor en el grupo de edad de 15-17 años. Incluso cuando se comparan las tasas de mortalidad de este grupo de edad en el estado de Río de Janeiro con los estados norteamericanos conocidos por ciudades con una historia de drogas, pandillas y violencia con armas de fuego, fenómeno que afecta adversamente al grupo de edad de 15-17 años; encontramos tasas de mortalidad mucho más altas en Río de Janeiro que en aquellos estados. Es aún más chocante el hecho de que el número de muertes de menores de dieciocho años en el estado de Río de Janeiro sea peor que en algunas regiones del mundo que corresponden a definiciones tradicionales de «conflicto armado» o «guerra». Por ejemplo, en el conflicto entre Israel y Palestina sobre los territorios ocupados, 467 menores israelíes y palestinos fueron muertos entre diciembre de 1987 y noviembre del 2001. 80Durante el mismo período, en la ciudad de Río de Janeiro solamente, murieron 3.937 menores por herida de bala. Estadísticas más recientes muestran que en el conflicto de Israel y Palestina en los territorios ocupados, siguen muriendo más niños y adolescentes por causa de las armas cortas en la municipalidad de Río de Janeiro. El informe de Amnistía Internacional, Killing the Future: Children in the Line of Fire 81 llama la atención al Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño de que más de 250 niños palestinos y 72 niños israelíes fueron muertos como resultado del conflicto en los territorios ocupados de Palestina entre septiembre del 2000 y agosto del 2002, un período de 23 meses. Los datos más recientes sobre las tasas de mortalidad por armas de fuego en Río de Janeiro demuestran que entre noviembre de 1999 y diciembre del 2001, también un período de 23 meses, un total de 612 menores de dieciocho años murieron por armas de fuego. 82

80 Estadísticas suministradas por el Centro de Información Israelí sobre los Derechos Humanos en los territorios ocupados. 81 publicado en septiembre del 2002 82 Ministerio de Salud del Brasil DATASUS-RJ.

175


LAS PERSPECTIVAS JUVENILES: FAVELAS, BANDAS E IDENTIDAD Este capítulo investiga el efecto que tuvieron veinte años de dominio de las bandas de traficantes de drogas y de territorialización de las comunidades de la favela, sobre la visión que la juventud de la favela tiene de la violencia armada y de la comunidad. Con el fin de focalizar principalmente los jóvenes que eran niños o adolescente en los años 80 y 90, cuando el dominio de las bandas de traficantes se volvió realidad para la mayor parte de las favelas de Río de Janeiro, se entrevistó a 100 jóvenes de ambos sexos entre los 14 y 24 años. Las entrevistas fueron aplicadas verbalmente por medio de un cuestionario. Fueron realizadas igualmente dos entrevistas en grupo con un total de 30 jóvenes de otras tres favelas. Doce jóvenes que participaban en el programa educativo de Viva Rio Zeladores83, que ya se estaban entrenando para la aplicación de encuestas, fueron seleccionados para entrevistar jóvenes que viven en sus comunidades de favela. El cuestionario fue diseñado para investigar las opiniones que tienen los jóvenes de las favelas sobre los narcotraficantes y la policía, en términos de violencia, tratamiento, protección e identidad. Los jóvenes seleccionados trabajaron para realizar la recolección de los datos con los investigadores de este estudio en la finalización de su diseño y se les capacitó en su aplicación. La capacitación incluyó cómo seleccionar un grupo representativo de jóvenes en la comunidad, para que los resultados no representaran sólo los puntos de vista de un grupo social específico, que podrían tener una opinión común sobre violencia, tráfico de drogas o la policía (como miembros de una misma iglesia o miembros de una misma pandilla). Ninguno de los jóvenes que respondió al cuestionario estaba directamente involucrado con el tráfico. De 100 jóvenes entre 16 y 24 años, 55% eran hombres y 45 % eran mujeres. En el momento de la entrevista 70% estaban casados, 5% estaban solteros y 25% vivían con sus parejas. Un total de 41% tenía empleo y 59% no tenía empleo. Entre los empleados, las funciones iban desde los trabajos manuales hasta la prestación de servicios, e incluían funciones administrativas, militares y domésticas (con mayor número en trabajo manual y prestación de servicios). Más de la mitad de los entrevistados estaba estudiando, de los cuales 57% estaba completando la educación primaria y 43% la educación 83

Zeladores organiza las clases de educación primaria y coordina el trabajo voluntario basado en la comunidad para los jóvenes de 18 a 24 años en favelas o vecindarios pobres en la región metropolitana Río de Janeiro.

176


secundaria. De los que no estudiaban, 51% había abandonado la escuela sin completar la educación primaria. Del total, 2% de los entrevistados reportó que no tenía ningún ingreso familiar, 47% reportó un ingreso familiar de menos de R$350 84al mes, y 34% reportó un ingreso familiar de más de R$350 por mes. A pesar de que todos los entrevistados vivían en áreas urbanas definidas como comunidades de la favela, sólo 81% afirmaba que vivían en favelas, 19% decían que vivían en espacio asfaltado85. Esto puede reflejar estigma social ligado a vivir en una favela, con algunos residentes de favelas prefiriendo decir que viven en espacio asfaltado. O también puede significar que algunos de los entrevistados vivían en espacios fronterizos a la favela y cerca de las vías públicas urbanizadas. Cuando preguntamos sobre el mayor problema de su comunidad, un gran número (43%) respondió la violencia. (ver Gráfico 3h)

Gráfico 3h ¿Cuál es el principal problema en su comunidad? 50

Número de personas

45 40 35 30 25 20 15 10 5 0

V

84 85

en iol

cia D

m ese

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o

to ien m nea Sa

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ros

Alrededor de US$ 150 Esto es, fuera de la favela. Ver «asfalto»en el glosario al final del libro.

177


Aunque la mayoría vio la violencia como el principal problema dentro de la comunidad, un número significativo de entrevistados no consideró que su comunidad era un lugar violento. Cuando se les preguntó si pensaban que su comunidad era violenta, 52% de los entrevistados dijo que sí, 46% dijo que no y 2% no respondió. En contraste, la mayoría (68%) de los entrevistados conocía o sabía de alguien que había sido herido por bala en su comunidad, y 71% de los entrevistados conoció o sabía de alguien que había sido muerto por tiros en la comunidad. Cuando se les preguntó con qué frecuencia ocurrían las confrontaciones armadas en su comunidad, 33% dijo regularmente, 29% dijo que «a veces» y 2% dijo que sus comunidades estaban en estado de guerra entre bandas y por lo tanto las confrontaciones armadas eran constantes. 27% respondió que las confrontaciones armadas en sus comunidades eran poco frecuentes, y sólo 3% respondió que nunca ocurrían confrontaciones armadas. Además, 28% de los entrevistados afirmó que durante las confrontaciones armadas las balas perdidas habían dado en sus casas. La mayoría de los entrevistados (75%) comentó también que había personas abiertamente armadas dentro de sus comunidades. Las dos razones principales, según los entrevistados para que estas personas estuvieran visiblemente armadas en la comunidad, fueron la defensa del tráfico de drogas (36%) y la defensa del tráfico de drogas y de los residentes de la comunidad (21%). Una minoría de (12%) creía que estas personas estaban armadas para su auto defensa y 3% afirmó que era para defender a los residentes de la comunidad (ver Gráfico 3i). Gráfico 3i - ¿Por qué existen personas visiblemente armada en su comunidad? 40 35

Número de personas

30 25 20 15 10 5 0 Au

tod

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fe De

178

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a

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no

res

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e


Cuando se les preguntó contra quién se estaban defendiendo los traficantes, a los moradores de la comunidad, 12% respondió que era contra la policía, 26% respondió que era contra grupos armados de otras comunidades y 56% respondió que era tanto contra la policía como contra grupos armados de otras comunidades. Del 71% de entrevistados que observó personas abiertamente armadas en sus comunidades, la mayoría (65%) no se sentía protegida por ellos y solamente una pequeña minoría (14%) se sentía protegida (ver Diagrama 3a). Diagrama 3a ¿Se siente protegido por grupos armados en su comunidad? Sí 14%

No sabe/ no responde 21%

No 65%

Del 14% que se sentían protegidos, la mayoría consideraba que los estaban defendiendo de la policía (14%), de grupos armados de otras comunidades (29%) y de ambos (50%) (ver Diagrama 3b)

Diagrama 3b ¿De quién lo están protegiendo? Otros 7%

Policía 14%

Grupos armados 29% Ambos 50%

La gran mayoría (79%) de los entrevistados dijo que no se identificaba con ninguna banda (ver Diagrama 3c). Sin embargo, cuando se les preguntó si podían frecuentar otra favela en Río de Janeiro, la mitad de los entrevistados dijo que no podía (ver Diagrama 3d). Casi todos (92%) que dijeron que no 179


podían frecuentar otras comunidades en razón de la presencia de bandas rivales que dominan a su propia comunidad (ver Diagrama 3e). Diagrama 3c ¿Se identifica con una banda de traficantes de drogas?

Diagrama 3d ¿Puede usted frecuentar cualquier favela en Río de Janeiro? No sabe no responde 4%

No sabe/ no responde 3% Sí 18%

Sí 46%

No 50%

No 79%

Diagrama 3e Razones para no frecuentar cualquier favela Baile funk 2% No se siente seguro 2% Otros 4%

‘Otras’ bandas de traficantes de drogas 92%

La mayoría (72%) de los entrevistados, no confiaba en la policía en absoluto y la mayoría de los entrevistados remanentes (24%) sólo confiaba parcialmente en la policía. Sólo 2% confiaba mucho en la policía mucho y 2% no respondió. Las razones que se dieron para no confiar en la policía, en términos absolutos parcialmente, fueron: los policías son corruptos (30%); los policías no respetan a los residentes de las favelas (17%); los policías son criminales (10%); los policías son malandros (10%); los policías son deshonestos (7%); los policías no están preparados (7%); los policías no 180


dan ninguna seguridad (7%); los policías están involucrados en el tráfico de drogas (6%); los policías entran en la favela disparando indiscriminadamente (4%); los policías tienden emboscadas a la gente (2%). Aunque la mayoría (77%) de los entrevistados no había sido agredido por la policía, un número significativo (23%) había sido agredido por ellos. De los que reportaron haber sido agredidos por la policía, 65% habían sufrido una agresión, 22% habían sido agredidos entre dos y cinco veces y 13% habían sido agredidos más de cinco veces (ver Diagrama 3f). Diagrama 3f ¿Cuántas veces ha sido usted agredido por la policía? Más de 5 veces 13%

De 2 a 5 veces 22% Una vez 65%

El análisis de estos cuestionarios lleva a las siguientes conclusiones: 1) Casi todos los jóvenes reconocen los altos niveles de violencia armada en sus comunidades, pero una proporción importante no considera que sus comunidades sean un lugar violento. Hay dos explicaciones posibles: a) como la violencia no se dirige especialmente a ellos, sino que ocurre entre los traficantes y la policía, los jóvenes no se sienten personalmente en peligro y, no consideran la comunidad como violenta; b) la violencia armada en la comunidad se ha convertido en algo normal para una porción significativa de jóvenes de la favela. 2) Una proporción significativa de esos jóvenes cree que, además de defender el tráfico, las bandas armadas en sus comunidades, también están defendiendo a los moradores de la comunidad contra otros grupos armados y contra la policía. Algunos jóvenes creen incluso que las bandas defienden, principalmente, a los moradores de esas amenazas externas. 3) Aunque muchos jóvenes consideraron a las bandas defensoras de los moradores, la mayoría de esos jóvenes no se siente protegida por ellos, pero una minoría, más significativa tienen la sensación de protección. 181


4) Aunque la gran mayoría de jóvenes de la favela no involucrados en el tráfico de drogas dicen no identificarse con las bandas, la mitad de ellos no frecuenta comunidades controladas por «otras» bandas «rivales». 5) La amplia mayoría de jóvenes no confía en la policía debido a la corrupción, deshonestidad, violencia o incompetencia. Una porción significativa de jóvenes ha sido agredida por la policía y algunos de ellos en más de 5 oportunidades. Las entrevistas en grupo con jóvenes de las favelas no involucrados en el tráfico, de otras tres favelas, corroboraron esas conclusiones. Ellas también demostraron que la presencia de los grupos armados que dominan, «defienden» y controlan las comunidades, ha afectado negativamente la perspectiva de los niños, adolescentes y jóvenes nacidos a mediados de los 80 con respecto a las relaciones sociales, moradores de otras favelas y legitimidad del gobierno y la policía como los defensores de la ley, el orden y la justicia. Sin embargo, lo que se hizo cada vez evidente durante estos grupos de discusión fue que, aunque todos los jóvenes compartían los mismos sentimientos de miedo y desconfianza hacia la policía, cuando expresaban sus puntos de vista sobre los traficantes en términos de la violencia, el tratamiento, la protección y la identidad, los jóvenes de las favelas no se presentaban como un grupo completamente homogéneo. Por ejemplo, los adolescentes hombres tendían a identificarse mucho más que las adolescentes mujeres o los jóvenes por encima de veinte años. Durante la discusión, muchos adolescentes hombres presentaron a las bandas desde un punto de vista romantizado y positivo, considerándose así mismos como siendo del Comando Vermelho o del Terceiro Comando, aunque no estuvieran involucrados con el tráfico. Esto puede ser debido al hecho de que, probablemente, los adolescentes tienen amigos involucrados en el tráfico, ya que tantos miembros de las bandas son de este grupo de edad. También puede deberse al hecho de que la policía o incluso las bandas rivales de otras comunidades tratan a los adolescentes como traficantes, simplemente por ser de una favela controlada por una banda y sin importar su verdadero nivel de involucramiento en el tráfico. Cuando se observan las estadísticas de mortalidad en Río de Janeiro, se ve que los adolescentes y jóvenes hombres son los grupos más afectados por las muertes por arma de fuego. Sintiéndose amenazados por la violencia que ocurre alrededor de ellos, y que tanto la policía como las bandas rivales los traten como «involucrados» no sor prende que muchos adolescentes de sexo femenino se sientan más seguras 182


cuando se encuentran en su favela y protegidas por la banda local. Esto resulta en que muchos adolescentes no involucrados de las favelas sientan una identidad compartida con su banda local. Sin duda, las nociones de comunidad y de identidad de bandas locales se han entrelazado para muchos niños y adolescentes que crecieron desde los años 80 y los 90. Ya fuera que se identifiquen con su banda de traficantes de drogas local o no, los jóvenes son el grupo social más afectado por la violencia relacionada con drogas: existen áreas de la ciudad que no pueden atravesar debido a la presencia de «otras» bandas «rivales» y todos lo jóvenes enfrentan maltratos de la policía y el estigma de la sociedad, cuando están fuera de su favela, por tener una imagen asociada a las bandas, incluso si ellos mismos no están involucrados en el tráfico. Las conexiones entre la identidad, la comunidad y las bandas estuvieron también muy presentes entre los niños y adolescentes traficantes. Algunos de los niños más jóvenes que trabajaban para las bandas, no podían comprender que la comunidad existe aparte de su banda y percibían, al contrario, que la comunidad y la banda eran entidades que se representaban mutuamente. E: [¿Qué es el Comando Vermelho?] T: Es la gente en la favela. Sólo el Comando Vermelho vive aquí entonces no pueden encontrarse con Terceiro Comando. Si el Terceiro Comando viene, los hombres de Comando Vermelho los matan E: Pero ¿todos en la comunidad son de una banda de traficantes de drogas? T: En una favela de Comando Vermelho todos son partes de la banda. E: Entonces, por ejemplo, mamá, papá, hijo, hermano, primo, ¿ todos los que viven en una comunidad de Comando Ver melho son Comando Ver melho? T: Son Comando Vermelho. E: ¿Incluso si son un taxista o un ama de casa? T: Sí, pero ellos son Comando Vermelho. Olheiro, 12 años

Estos niños nacieron sobre todo después de mediados de los 80 y en consecuencia, han crecido cuando las divisiones territoriales entre las bandas ya estaban definidas y se disputaban las fronteras de las favelas. Este niño, como creció después de 1990, tenía pocas referencias aparte de los traficantes, visibles y dominantes, cuando reflexionaba sobre quién representaba a su comunidad y mantenía el control en la misma. Y en 183


consecuencia, lo que significaban miembros individuales no involucrados de la comunidad. Como se vio en las discusiones de grupo con jóvenes de las favelas, la identidad, principalmente para los adolescentes hombres jóvenes de sexo masculino en las favelas dominadas por las bandas, se define principalmente por afiliación a la banda local, incluso si se trata sólo de una ubicación geográfica.

184


Foto 1 un vapor, 16 años con dos pistolas de calibre 9 mm (Foto: Luke Dowdney)

Foto 2 un soldado, 17 años, con un fusil de asalto Colt AR-15 (Foto: Luke Dowdney) 185


Foto 3 un soldado, 17 años, con un fusil de asalto Colt AR-15 y un vapor, 16 años, con dos pistolas calibre 9mm. (Foto: Luke Dowdney)

Foto 4 un vapor/ olheiro, 12 años, con un revólver calibre 38 (Foto: Luke Dowdney)

186


Foto 5 – un gerente de boca, 16 aùos, con un fusil de asalto Kalashnikov AK-47. (Foto: Luke Dowdney)

187


Foto 6 un vapor, 16 años, con dos pistolas de 9 mm y una carga de cocaína, junto a un soldado, 15 años,con un fusil Kalashnikov AK-47. (Foto: Anja Kessler)

Foto 7 un vapor, 16 años, con una carga de cocaína y un soldado, 15 años con un fusil Kalashnikov AK-47, cerca de niños que juegan en la comunidad. (Foto: Anja Kessler) 188


CUARTA PARTE VIOLENCIA ARMADA ORGANIZADA: PERSPECTIVAS INTERNACIONALES Y DEFINICIONES PROPUESTAS DEFINICIONES TRADICIONALES Y NUEVOS CONCEPTOS: LA VIOLENCIA ARMADA ORGANIZADA Este informe trata principalmente del papel de los niños en la violencia con armas ligeras causadas por las disputas entre las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro. Sin embargo, para definir plenamente la condición de los niños en esta situación, debemos definir primero el contexto en el que actúan. En este momento, por lo tanto, parece relevante abrir el debate sobre la naturaleza de los conflictos territoriales entre las bandas de traficantes de drogas de Río; ¿estos conflictos se asemejan más a las definiciones de «guerra», de «conflicto armado» o de crimen organizado? Este capítulo examina estas definiciones, comparándolas con las realidades de los conflictos armados entre bandas rivales y la policía en Río de Janeiro. Subsecuentemente, se presenta una nueva categoría para definir los conflictos de las bandas, la Violencia Armada Organizada.

La retórica de la guerra Desde el dominio de las favelas por las bandas, del inicio a mediados de los años 80, la violencia con armas ligeras entre bandas y con la policía, los medios de prensa brasileños, las figuras públicas e incluso el superintendente de la Policía Federal de Río de Janeiro la han comparado cada vez más con la «guerra». La prensa ha usado repetidamente la palabra «guerra» en los titulares de primera plana, cuando reportaban tiroteos prolongados, o el uso de granadas o bazucas entre las bandas rivales y la policía. Las siguientes noticias aparecieron en los diarios del período en el que esta investigación se realizó. 189


LA RUTINA DE LA GUERRA: Un reporte de las Naciones Unidas confirma que la policía de Río de Janeiro mata más que en cualquier otra parte del mundo. O Globo, 11 / 04 / 01 GUERRA DE TRAFICANTES CIERRA NEGOCIOS EN CATUMBI: la muerte de un narcotraficante en la favela Mineira causa un duelo forzado en tres calles comerciales. O Dia, 25 / 10 / 01 ZONA DE GUERRA DEL TRÁFICO DE DROGAS: Bandidos matan a cuatro personas, hieren a siete y aterrorizan las calles de Estacio y Catumbi. O Globo, 11 / 03 / 02

Noticias recientes de la página web de Globo (23 / 04 / 02) mostró un reporte de guerra de una disputa armada entre bandas rivales: Lucha armada en la favela Jorge Turco: Río Los traficantes de drogas de grupos rivales están en conflicto, intercambiando disparos en la favela Jorge Turco86 en Rocha Miranda. La policía del noveno batallón está en el lugar. Los residentes se encuentran en pánico. De acuerdo con la policía en la escena, es imposible que ellos intervengan. Afirman que la lucha armada es intensa. Se está utilizando carabinas, fusiles automáticos y ametralladoras de distinto calibre.

El presidente de la Orden de Abogados de Brasil (OAB), Rubens Approbato Machado, declaró públicamente en enero del 2002 que: el gobierno debería reconocer el estado de guerra en el que se encuentra Brasil, en el que grupos criminales ligados al tráfico de drogas controlan ya extensas áreas urbanas de importantes ciudades brasileñas como Río de Janeiro y Sao Paulo. En estas áreas [ ] la población civil sigue las leyes de comportamiento establecidas por los traficantes que están mejor armados que la policía. No se puede enmascarar la realidad: estamos en estado de guerra. 87

Ese terror es compartido por el público brasileño. En una encuesta de opinión pública reciente, 84% de los brasileños están a favor de llamar al ejército para combatir la violencia criminal. 88 86 87 88

Jorge Turco fue uno de los fundadores del Comando Vermelho OAB/ Consejo Federal Noticias 22/02/2002. Instituto Datafolha, Folha-on-line. 19/03/02.

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En una entrevista, el superintendente de la Policía Federal de Río de Janeiro, Marcelo Itagiba, se refirió a las bandas de traficantes de drogas como: grupos que utilizan tácticas y armas de la guerra de guerrillas dentro de las fa velas de Río de Janeir o. La policía puede ingr esar a las favelas, per o inmediatamente ella es confrontada [por los traficantes]. No podemos mantener una ocupación [policial] permanente, y cuando salimos, la favela es nuevamente ocupada por esos grupos. 89

La terminología empleada por los traficantes y su estructura local, tal como se describió en los capítulos anteriores, es de unidades combatientes altamente organizadas como las que normalmente se encontrarían en situaciones de guerra o conflicto. Más aún, como lo demuestran los siguientes reportes de prensa, recientemente, un ex miembro del ejército brasileño fue contratado por las bandas de traficantes de drogas para entrenar a sus soldados en tácticas de guerra de guerrillas, y para defenderse contra el BOPE. 90 Hay rumores de que ex-paracaidistas están actuando como unidad de mercenaria dentro del conflicto armado de las bandas de traficantes de drogas durante el año 2002. Ex militares del ejército entrenan traficantes en Río: los cursos dados por cabos y soldados de la reserva cuestan hasta de R$ 8 mil al mes. O Globo 03 / 02 / 02 en toda la ciudad, al menos 15 ex-militares dan lecciones a 265 bandidos, en clases de hasta 20 alumnos, sobre las tácticas de guerrilla urbana, supervivencia en la selva y mantenimiento de armas pesadas. Utilizando uniformes y granadas robadas al ejército, los instructores reciben pagos de hasta R$ 3 mil por lección o R$ 8 mil por mes. 91 Jornal do Brasil 04 / 04 / 02 Traficantes cuentan con ex militares En uniformes camuflados, armados con fusiles, ametralladoras y granadas, 32 ex militares de la Brigada de Paracaidistas del Ejército, estarían activos en las calles de Río en misiones tácticas encomendadas por las bandas criminales, en guerra por el control de los puntos de venta de la droga. Conocidos como el bonde verde , el grupo no tiene lealtad hacia ninguna banda y actúa siempre como mercenario. 89 90 91

O Globo, p. 94. «Traficantes actúan con tácticas de guerrilla». 21/10/01. Batallón de Operaciones Especiales. Equivale alrededor de US$ mil por lección o US$ 2,700 por mes.

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Definiciones tradicionales: guerra, conflicto y crimen organizado A pesar de la amplia preocupación de la opinión pública, del uso constante de terminología «guerrera» y del involucramiento de exmilitares en grupos mercenarios, las definiciones existentes deben examinarse primero antes de que podamos definir con propiedad las disputas de las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro. Guerra: 1. Violencia sostenida entre grupos, en la que participan las fuerzas militares de un estado en, al menos, uno de los lados. 92 2. Conflicto armado con al menos 1.000 militares muertos en combate, en donde por lo menos una de las partes es el gobierno de un estado. 93 Conflicto Armado Importante: 1. Uso de la fuerza armada entre fuerzas militares de dos o más gobiernos, o de un gobierno y, al menos, un grupo armado organizado, que resulta en muertes relacionadas con batallas de, al menos, 1.000 personas en un único año y en el que la controversia se refiere al control del gobierno y/o el territorio. 94 Crimen Organizado: 1. Cualquier asociación o grupo de personas que participan en actividades ilegales continuas para obtener ganancias, independientemente de las fronteras nacionales. 95 2. Actividad ilícita motivada económicamente, emprendida por cualquier grupo, asociación u otro cuerpo, compuesto de dos o más individuos, organizados formal o informalmente, en donde el impacto negativo de dicha actividad podría considerarse significativo desde una perspectiva económica, social, de generación de violencia, de salud y de seguridad y/o medio ambiente. 96

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Silliman, G. Sidney, International Conflict: War and Peace. Ó 2000 California State Polytechnic University. The Nobel Foundation, Wars in the 20 th Centur y. Definitions and Categories, http:// www.nobel.se/peace/educational/conflictmap/about.html Seybolt, Taylor B. Major Armed Conflict, SIPRI Yearbook 2001: armaments, disarmament and international security, Oxford University Press: Oxford, 2001. Interpol Porteous, Samuel D. Or ganized Crime Impact Study Highlights, Porteous Consulting, Public Works and Government Services of Canada, 1998, Cat. No. JS42-83/1998, ISBN 0-662-63748-8.

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Crimen: 1. Acto cometido u omitido en violación de una ley que lo prohíbe o lo ordena y para el cual el castigo se impone por una condena. 2. Actividad fuera de la ley en general. 97 Para que las disputas territoriales armadas entre las bandas de traficantes de drogas de Río de Janeiro se puedan definir mejor, se proponen los siguientes puntos comunes relativos a su estructura y sus objetivos: 1) Las bandas están muy estructuradas en el nivel local: ellas están jerárquicamente estructuradas como una unidad armada organizada en el nivel local. 2) Las bandas están menos estructuradas en el nivel de la ciudad: a pesar de discutirse si el Comando Ver melho, el Terceir o Comando o Amigos dos Amigos son liderados por traficantes individuales, en el nivel de ciudad, las bandas no están unificadas a través de una jerarquía militar o corporativa, como se entiende tradicionalmente, existiendo como un grupo de donos independientes, unidos a través de alianzas de ayuda mutua que propagan el nombre y lealtad hacia una banda. 3) Las bandas están motivadas económicamente: Las cuatro bandas principales de Río de Janeiro no pueden distinguirse en términos de la ideología o el objetivo. Aunque los grupos diferentes pueden tener códigos de conducta, estructuras organizativas y nociones de justicia ligeramente distintos, tienen un objetivo financiero idéntico: el control de la venta de drogas ilegales en la Ciudad. Las bandas también tienen estrategias casi idénticas para alcanzar ese control: la dominación de la comunidad como base de poder. 4) Las bandas se autosostienen financieramente: Como grupo ar mado, son autosuficientes financieramente debido a su propio objetivo, el control de la venta ilegal de droga, y no dependen de otros crímenes o fuentes para armarse. 5) Adoctrinamiento de la juventud: A pesar de no haber diferencias ideológicas entre ellas, las bandas satanizan activamente a sus rivales, adoctrinando a los miembros de la comunidad, específicamente a la juventud, para que odien y teman a las bandas rivales y a las personas de las comunidades dominadas por ellas. 97

The American Heritage Dictionary of the English Language American Heritage Publishing Co., Inc. 1971.

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6) Las bandas son territoriales: las bandas se definen geográficamente a través del dominio de las favelas en las que se basan las ventas. 7) Las bandas controlan las comunidades de la favela: las bandas controlan las comunidades de la favela a través de un dominio casi político. Su control es practicado a través de reglas y castigos clandestinos. 8) Las bandas son una presencia armada constante en la comunidad: las bandas son una presencia armada constante en las comunidades que dominan, utilizando material bélico y se encuentran armadas de guerra. 9) Las bandas participan de la violencia con armas ligeras en niveles elevados: esa violencia prolongada resulta en mayores muertes por armas ligeras que en áreas tradicionalmente definidas como de «guerra» o «conflicto». 10) Las bandas emplean y utilizan a los niños en las disputas territoriales armadas: Los niños y los adolescentes han estado cada vez más involucrados en las confrontaciones armadas con bandas rivales y con la policía. Comparando las definiciones anteriores con estos puntos, que definen a las bandas en Río de Janeiro, vemos que esta ciudad no se puede considerar en estado de «guerra» o «conflicto armado», tal como se define tradicionalmente, por la simple razón de que el estado no es el objeto deliberado del ataque. Las banda están orientadas económicamente por propia definición. A pesar de su organización paramilitar local, del dominio militar y político de los espacios geográficos, del gran número de combatientes armados (incluyendo ex-militares), de una presencia armada constante en las comunidades que dominan, de las armas de uso militar y de los niveles de violencia que matan mucho más de 1.000 civiles y combatientes en cada año, las bandas no tienen interés en ocupar el lugar del estado. En Río de Janeiro, ocurrieron una serie de incidentes durante ésta investigación, en los que se acusó a los traficantes de atacar la infraestructura estatal y los órganos de poder del estado. Se ametralló la oficina del Secretario de Estado para los Derechos Humanos y dos hombres arrojaron una granada al edificio en la noche del 14 de mayo del 2002. La prensa y la policía afirmaron que el ataque era resultado de la orden de un traficante de alto nivel, que estaba 194


descontento porque no le habían dado ciertos privilegios en la prisión, aunque esto nunca se probó. En la noche del 24 de junio, las oficinas de la Alcaldía de la ciudad también fueron ametralladas por hombres no identificados y se arrojó al edificio una granada que no explotó. Nuevamente, se condenó a los traficantes de la ciudad por el ataque, lo que no ha sido probado. En ambos casos, no hubo daños personales y ninguna organización, criminal o no, asumió la responsabilidad de los ataques. La prensa de Río de Janeiro, lueg o de estos eventos, escribió repetidas veces afir mando que Río estaba en estado de guerra con las bandas, ya que el g obier no estaba siendo atacado. Sin embarg o, incluso si estos ataques fueron llevados a cabo por las bandas, 98 esto no cambia el hecho de que ellas no tienen interés en asumir el lugar del estado, como lo tendría una fuerza militar opositora en un estado de guerra definido tradicionalmente. Más aún, las bandas nunca están en verdadera oposición al estado, a pesar de la retórica en sentido contrario, pues no son grupos unificados. Aunque existe una organización interna, códigos de conducta y una cadena de comando flexible, las bandas no están estructuradas como una organización militar por la cual todos los miembros sir ven bajo el mismo jefe, independientemente de qué unidad local representen. Por esta razón, aunque tienen un objetivo económico compartido, no se los puede comparar con g rupos militares org anizados, tales como las FARC (Fuerzas Ar madas Revolucionarias de Colombia), un movimiento guerrillero que lucha contra el estado de manera unificada bajo una cadena de comando militar. Las bandas están altamente estructuradas de manera paramilitar, en el nivel local, y actúan como una presencia armada constante en la comunidad apenas para defender sus puntos de venta contra las bandas rivales igualmente bien organizadas y contra batidas policiales. Están armados con equipos de uso militar y se involucran en altos niveles de violencia con armas ligeras para proteger el comercio ilegal de drogas, su objetivo económico principal. La territorialización es una cuestión económica, en la medida en que las 98

Se debe notar que hay una serie de grupos políticamente interesados en desestabilizar al gobierno o, al menos, mostrarlo públicamente como incapaz de controlar la ola de crimen de Río . El 2002 es un año electoral y ese tipo de hechos puede ser de utilidad política para algunos partidos .

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favelas proveen bases de poder defendibles a partir de las cuales se sustentan las ventas de droga. El territorio es dominado simplemente por ganancias económicas, y no en oposición directa al estado. 99 La dominación casi política de las comunidades de la favela es, principalmente, una cuestión de seguridad para que las bandas puedan atrincherarse en las comunidades para defender sus actividades ilegales y a sí mismas. Debido a su control sobre las favelas, ha habido algunas referencias en los medios brasileños sobre las bandas como un «poder paralelo» que han tomado el lugar del gobierno del estado en de las favelas dominadas por las bandas. Si este fuera el caso, se podría ver a las bandas como en competencia directa y, en consecuencia, en conflicto con el gobierno del estado. Sin embargo, el control de la comunidad por las bandas se puede ver solamente como un control simultáneo al del estado, no suplantándolo ni concurriendo con él, ya que no existen espacios en Río donde el estado sea incapaz de ingresar u ocupar, si así lo decide. Más aún, el estado sí tiene una presencia (que se admite limitada) en de las comunidades de la favela. La aceptación del control de las bandas por los moradores de la favela no se debe a la ausencia completa del estado, sino más bien a la falta de alternativas legítimas de gobierno. El estado ha fracasado en mantener un contrato social con los moradores de las favelas, lo que las bandas hacen muy eficazmente. Las bandas llenan el espacio sociopolítico que el estado fracasó en ocupar. Sin embargo, si el estado lo decide así, es capaz de rescatar esas áreas del «control de las bandas « y así no se puede ver las bandas en concurrencia o en conflicto directo con el gobierno del estado. El adoctrinamiento de niños y jóvenes en la comunidad para que odien y teman a las bandas rivales es una medida defensiva para garantizar el apoyo de la comunidad y también para motivar a los jóvenes soldados a matar, si es necesario. Es una táctica motivacional que asegura el apoyo para promover las ganancias económicas y no representa ninguna diferencia religiosa, étnica, social o ideológica entre las comunidades o 99

Los traficantes entrevistados sostuvieron que cuando luchaban contra la invasión de bandas rivales o contra las batidas policiales, estaban defendiendo sus vidas, los puntos de venta de susbandas y a la comunidad misma. Muchos traficantes crecen en la comunidad en las que trabajan y saben que si una banda rival toma el control, o la policía domina exitosamente su área, sus amigos y sus familias se encuentran en riesgo de represalias violentas, de expulsión (en el caso de una banda rival) o incluso muerte (en ambos casos ,banda rival y policía). Aún así, a pesar de esto, la territorialización de las bandas es, en principio, una estrategia económica, y ha sido desarrollada no para oponerse al estado, sino para obtener más ganancias económicas.

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las bandas. Sin embargo, debe notarse que debido a las disputas territoriales constantes entre bandas desde mediados de los años 80 y el consiguiente gran número de muertes inocentes, las personas que han crecido en las comunidades dominadas por bandas, desde los años 80 probablemente han perdido un pariente, un amigo o un conocido como resultado de la violencia relacionada con las bandas (incluyendo la acción policial). Existe, por lo tanto, especialmente entre los niños y jóvenes, un comprensible miedo real de las comunidades dominadas por bandas rivales.

El papel «secundario» del estado Aunque el estado puede no ser el objetivo específico del ataque, es un actor en esta situación de «conflicto», debido a la confrontación ar mada continua con las bandas org anizadas. Sin embarg o, su involucramiento es secundario. los agentes del estado, como la policía militar, son blanco de ataques armados solamente como medida de defensa, cuando se persigue a traficantes importantes para arrestarlos, en los casos de ejecuciones clandestinas o cuando policías corruptos no cumplen su parte en algún trato, 100 es decir, cuando el estado interfiere con la capacidad de una banda de progresar económicamente. Como el estado no es objeto del ataque, es imposible definir las disputas territoriales de las bandas como «guerra» o como «conflicto armado importante». Si observamos las definiciones anteriores, parece que «crimen organizado» define mejor la situación. Sin embargo, debido a la escala misma, al número de muertes, la dominación casi política de las comunidades, el alto nivel de violencia armada y de armas de guerra involucradas, la situación va más allá de las nociones de «crimen» y de crimen organizado». Y, de modo más importante, las funciones armadas que los niños y adolescentes cumplen se aproximan más a la retórica de la guerra y no están verdaderamente definidas si se ponen en el contexto del crimen organizado, como se entiende tradicionalmente. Para que la seriedad de la situación en la que se encuentran involucrados niños y adolescentes se entienda plenamente, se debe buscar una nueva definición.

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Las muertes por venganza también ocurren cuando los policías son muertos como retaliación por la muerte de un traficante. Esto puede incluir matar a un efectivo en particular o, indiscriminadamente, de cualquier polcía.

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Nueva guerra Si se acepta que Río de Janeiro no está en un estado de guerra, sigue siendo útil entender las tendencias cambiantes de la guerra moderna para encontrar una definición integral para los conflictos de las bandas en la ciudad. Existe una escuela de pensamiento que ha propuesto el cambio de los métodos de guerra en los últimos cuarenta años. Los eventos recientes que han involucrado a los Estados Unidos y al Medio Oriente han mostrado nuevas tácticas y nuevos actores no estatales desempeñando un rol decisivo en los conflictos internacionales. Los analistas militares han definido esas guerras como guerras de cuarta generación. «Si observamos el desarrollo de las guerras en los tiempos modernos, encontramos tres generaciones distintas... La guerra de tercera generación fue desarrollada conceptualmente por la ofensiva alemana en la primavera de 1918 ¿Acaso no es ya tiempo de que aparezca la guerra de cuarta generación?»101

La Guerra de Cuarta Generación se distingue de sus predecesoras por trascender las fronteras nacionales y normalmente, una de las partes no es un ejército de estado, que opera bajo el control de un gobierno nacional. Aparte de que hay actores no estatales que desempeñan un papel decisivo en los conflictos internacionales, nos hemos internacionalizadas más en los últimos cuarenta años (Machel 2000 y Klare 2001). Incluso cuando los conflictos permanecen dentro de las fronteras nacionales, Machel (2000) ha identificado varias razones de conflictos internos con vínculos internacionales que han ocurrido desde el final de la Guerra Fría, tales como: Lucha por recursos naturales (diamantes, petróleo, narcóticos): Complicidad internacional por medio del mercado global como receptor de recursos naturales exportados; Perpetuación de conflictos por el comercio internacional de armas y el acceso a las armas ligeras; Debilitamiento de las economías nacionales por la deuda externa y apertura del espacio para actores nacionales no estatales en busca de ventajas. Klare (2001) también distinguió «características diferentes» de los conflictos contemporáneos. Al examinar 45 conflictos actuales, Klare 101

Lind, Nightingale, Wilson, et al., Marine Cor ps Gazette, Octubre de 1989

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mostró los siguientes puntos comunes entre ellos: Los conflictos actuales generalmente se prolongan (dura mucho tiempo) Son internos y ocurren en países pobres Involucran cuestiones de identidad (evocadoras de problemas étnicos o religiosos), actores no estatales, alguna forma de actividad económica ilegal y terrorismo - o tácticas de terror Existe un predominio de las armas cortas y ligeras Tanto Machel como Klare afirman también que dichas guerras modernas son muy perjudiciales para niños y jóvenes, que se convierten en blanco del reclutamiento en el servicio armado, especialmente cuando el estado no los atiende satisfactoriamente en sus necesidades de servicios salud, educación y capacitación vocacional. Estas características diferenciales pueden verse como «expresiones de una dinámica o sistema de conflicto comunes» (Klare, 2001: 6), que se concentra en las guerras internas y en las ganancias económicas ilegales que involucran el mercado global. «Esencialmente, asistimos a una forma de conflicto interno en el que varios componentes del tejido social luchan para controlar el estado o de espacios determinado dentro de él. Para sustentar esas operaciones, estas bandas generalmente invocan antiguas reivindicaciones étnicas y/o se dedican a actividades económicas ilegales que, a su vez, proporcionan otro motivo de violencia continua» (Klare 2001: 6). Klare cita a Kaldor (1999), del London School of Economics, cuando se refiere a la «nueva guerra». Kaldor también ve el componente económico del conflicto moderno como el más importante para su inicio y continuación, culpando principalmente al proceso de globalización. Kaldor explica que, «durante los años 80 y 90, se ha desarrollado un nuevo tipo de violencia organizada» y que esta nueva guerra es diferente porque torna indistintas las «... diferencias entre guerra (usualmente definida como violencia entre estados o grupos organizados por motivos políticos), crimen organizado (violencia realizada por grupos organizados privadamente para propósitos privados, generalmente con ganancia financiera), y violaciones en gran escala de los derechos humanos (generalmente emprendida por los estados o por grupos organizados políticamente en contra de individuos)» (Kaldor 1999: 1-2).

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El economista Paul Collier del Grupo de Investigación sobre Desarrollo en el Banco Mundial (Collier 2000) cita a las motivaciones financieras que están detrás de los conflictos internos modernos como de importancia primordial. Collier propone la teoría de la predación para determinar la verdadera causa de las guerras civiles modernas: «Es la viabilidad de la predación la que determina el riesgo de conflicto». Lo que quiere decir es que la motivación o «motivo de queja « no es importante cuando se determina si un conflicto civil ocurrirá, lo que importa es si una organización armada puede sostenerse financieramente. Sierra Leona es un buen ejemplo. Aunque las fuerzas rebeldes tenían más de 20.000 soldados y muchos «motivos de quejas» genuinos, el conflicto interno en contra del ejército del estado sólo fue posible debido a los fondos obtenidos de la exportación ilegal de diamantes. «Los rebeldes pueden estar motivados por reivindicaciones, reales o imaginarias, pero las rebeliones ocurren cuando los rebeldes pueden obtener ganancias de la guerra» (Collier 2000:4). Collier analiza 47 guerra civiles entre 1965 y 1999 y asegura que dadas las siguientes condiciones, las rebeliones predatorias son más rentables. Estas condiciones son: Fuerte dependencia de un país de las exportaciones de materias primas (por ser una fuente fácil de beneficio para las fuerzas rebeldes con el fin de garantizar ingresos en moneda fuerte). Un ingreso promedio bajo en el país. Crecimiento económico lento (2000: 9-11). Collier hace comparaciones entre crimen organizado y grupos rebeldes en las guerras civiles, refiriéndose a las organizaciones rebeldes como «agentes económicos racionales» y sugiere que son más grandes que los grupos tradicionales de la mafia solamente porque tienen que entrar en contacto con fuerzas gubernamentales para poder hacer progresar sus ganancias económicas controlando materias primas. Así, « es porque las organizaciones rebeldes necesitan ser grandes y enfrentar las fuerzas gubernamentales para funcionar como predadores que los conflictos pueden producir tasas de mortalidad acumuladas de más de 1.000 y ser empíricamente calificadas como guerras civiles» (2000:10). Cuando se observa lo que se ha definido como nueva guerra , vemos principalmente conflictos internos que dependen del comercio ilegal vinculado al mercado global y enfocamos la participación armada de niños y jóvenes. Si también aceptamos la explicación de Collier de que las reivindicaciones, legítimas o no, son secundarias en la ganancia predatoria, 200


comenzaremos a ver el objetivo económico como parte fundamental de la guerra civil moderna. En este punto, podemos comenzar a trazar semejanzas válidas con la actual situación en Río de Janeiro, las disputas territoriales de las bandas.

Apertura del debate: violencia armada organizada Las similitudes entre lo que se ha descrito como «nueva guerra» y el conflicto de bandas en Río de Janeiro son sorprendentes: Pobreza: Brasil no es un país pobre, pero la desigualdad de la riqueza en el país es una de las peores del mundo y las disputas entre bandas se concentran en las favelas muy pobres que éstas dominan. El crecimiento económico es lento, la economía está en crisis (depende de préstamos del FMI) y el rendimiento promedio es bajo, especialmente para los moradores de las favelas.102 Deuda externa: Brasil tiene un fuerte endeudamiento externo, lo cual ha resultado en un debilitamiento de la economía nacional. Actividades económicas ilegales: el objetivo principal de las bandas es el control de las ventas de droga dentro de la ciudad. Río de Janeiro también es un principal punto de exportación de cocaína; el mercado local es una de sus principales fuentes de renta, y no existen conexiones directas con el mercado global. Brasil no depende de la exportación de materias primas, pero la venta ilegal de droga hace que las disputas de las bandas sean económicamente viables, puesto que pueden permitirse el estar muy bien armadas. Uso de armas ligeras: el uso predominante de armas ligeras, y su fácil acceso perpetúan e intensifican las disputas de las bandas. Grupos armados organizados: las unidades armadas de las bandas en el nivel local son de un número suficiente como para defenderse contra las bandas rivales y contra agentes del estado (la policía). Por ello estas confrontaciones producen una tasa de mortalidad acumulada de más de 1.000 civiles y combatientes. Territorialización geográfica y dominio político de las favelas: aunque no están buscando reemplazar al estado, las bandas se definen territorialmente y controlan eficazmente comunidades enteras dentro de la ciudad. 102

El sueldo mínimo en el Estado de Río de Janeiro es R$ 220 (R$200 en el resto del país) Agosto del 2002..

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Políticas de identidad: aunque no existen diferencias ideológicas, religiosas o étnicas entre ellas, las bandas satanizan activamente a sus rivales y adoctrinan a los niños y jóvenes para que desprecien a las bandas rivales y a las «otras» comunidades, a través de la música y otros medios culturales. Involucramiento de niños y adolescentes: utilización de niños y jóvenes como combatientes armados. A pesar de que el estado continúa siendo un «jugador secundario» y no un objeto directo a ser tomado, debido a la definición de las «nuevas guerras» y, en consecuencia, de la indefinición de lo que sea «guerra» y «crimen organizado», ¿no estamos dispuestos a abrir el debate para incluir situaciones de conflicto en el que no hay señal retórica o motivación política? Esas situaciones son aquellas en las que la ganancia económica es el principio declarado, pero en la que se usa tácticas de guerra y existe una organización militar en escala similar a la de muchos conflictos armados contemporáneos, exclusivamente para ganancias económicas. Hemos visto ejemplos de guerras civiles modernas, en donde el comercio ilegal ha superado los objetivos políticos y se ha convertido en un fin en sí mismo ¿Podemos ahora abrir el debate para las situaciones de conflicto que nunca han propagado objetivos políticos, sino que siempre han sido directos en su deseo de progreso económico? Es precisa una concientización sobre la seriedad de las situaciones de conflicto en las que actores no-estatales se organizaron según un modelo militar y han adoptado niveles extremadamente altos de violencia armada, en contra del estado si es necesario, para perseguir apenas metas económicas. Estas son situaciones de conflicto que no pueden ser presentadas verdaderamente como «crimen organizado» ni como «guerra». Es un paso necesario porque las definiciones correctas nos ayudan a comprender dichos fenómenos y, consecuentemente, a sugerir soluciones, a concientizar, a compartir experiencias con conflictos similares en otras partes del mundo y a atacar el problema principal levantado por este estudio: la participación de niños y adolescentes -y su muerte- en esas situaciones de conflicto, nuevas y antes indefinidas, que llamamos aquí de Violencia Armada Organizada.

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Violencia Armada Organizada Si seguimos con este argumento, podemos ahora definir los conflictos de las bandas en Río de Janeiro. Si se acepta que las nociones tradicionales de «crimen organizado» y de «guerra» son insuficientes, tenemos confiabilidad para definir que la realidad de las disputas territoriales de las bandas se encuentra en algún punto intermedio entre esas dos nociones. La Violencia Armada Organizada se propone como una nueva categoría para definir mejor los conflictos entre las bandas. Violencia Armada Organizada: es una situación intermitente de conflicto armado que involucra más de 1.000 muertes de combatientes y civiles en un período de un año, como resultado de la acción de grupos armados no estatales, organizados o semi-organizados, sin motivación política, religiosa, étnica o ideológica, territorialmente definidos y teniendo control efectivo sobre las comunidades que dominan, utilizando armas ligeras y teniendo organización militar en el nivel local, principalmente para ganancias económicas ilegales, utilizando niños y adolescentes como combatientes armados y eventualmente confrontando al estado con el uso de la violencia armada si se amenaza su progreso económico, pero sin intención de sustituir al gobierno del estado, ni de atacar al aparato de gobierno para obtener ventajas políticas o territoriales.

Es importante reconocer que esta definición de Violencia Armada Organizada se refiere específicamente a la situación de las disputas territoriales de las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro. Luego de la presentación de este estudio a expertos internacionales en cuestiones de conflicto y de protección infantil de diversas agencias internacionales, ONG y fundaciones en el Seminario sobre Niños Afectados por la Violencia Armada Organizada, promovido por Viva Rio en Río de Janeiro el 9 y 10 de septiembre del 2002, se modificó esta definición para crear una definición de trabajo de la Violencia Armada Organizada que podría ser utilizada para incluir otras regiones del mundo donde los niños son afectados por situaciones semejantes.

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CRIMINALES O «NIÑOS SOLDADOS»: CÓMO DEFINIR A LOS NIÑOS EMPLEADOS POR LAS BANDAS DE TRAFICANTES DE DROGA EN RÍO DE JANEIRO Este capítulo tiene como objetivo describir adecuadamente a los niños empleados y armados- por las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro, estableciendo comparaciones provechosas con los «niñossoldados» definidos tradicionalmente y, finalmente, para provocar la concientización sobre la condición de los niños en la Violencia Armada Organizada.

La Comparación con los «niños-soldados» Las funciones de los niños y su participación en los niveles de violencia, tal como se describe en las Partes 2 y 3, torna irrealista presentarlos como «delincuentes juveniles» o «criminales». Si bien los niños que trabajan para las bandas de Río de Janeiro no se encuentran en una situación de «guerra», la definición como «niño-soldados» es más cercana a su realidad de trabajo que la definición de «delincuente juvenil» o «criminal». Un niño-soldado es como cualquier niño -varón o mujer- menor de dieciocho años que es reclutado de manera compulsiva, a la fuerza, por propia voluntad o utilizado de algún modo en conflictos por fuerzas armadas, paramilitares, unidades de defensa civil u otros grupos armados. Los niños-soldados son utilizados para fines sexuales, como combatientes, como «esposas» a la fuerza, mensajeros, cargadores o cocineros. 104 La lista de puntos en común típicos de niños y adolescentes empleados por las bandas en Río de Janeiro (tal como se presenta en la Parte 3) se utiliza más adelante para hacer una comparación directa entre los niños en estas bandas y las experiencias de los «niños-soldado» en situaciones bélicas definidas tradicionalmente. Es una comparación útil, pues aunque Río de Janeiro no se encuentre en situación de «guerra», los niveles de violencia armada y la participación de menores en homicidios provocados por armas ligeras y en los conflictos territoriales no se compara con las tasas de ciudades en paz, sin importar cuán serio pueda ser el problema de crimen que tengan. También se hace esta comparación para poner énfasis en la gravedad del problema que deben enfrentar esos niños y adolescentes, además de resaltar el hecho de que no deben ser considerados o tratados como «delincuentes juveniles» apenas porque Río de 104

Coalición Contra el Uso de Niños-soldados. 2000

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Janeiro no se encuentra en un estado de guerra, según las definiciones tradicionales.

1) R ECLUTAMIENTO «VOLUNTARIO» El proceso de reclutamiento de los niños en las bandas es muy similar al de tantos niños-soldados en otros lugares. Si bien algunos niños-soldados son reclutados a la fuerza o secuestrados, como en el caso de los niños de bandas de traficantes de drogas de Río de Janeiro, muchos niños entran « voluntariamente». Este hecho ha sido documentado en numerosos estudios de caso incluyendo un reporte del Human Rights Watch sobre los niñossoldados en Liberia.105 Más aún, así como se ha cuestionado aquí la noción de reclutamiento «voluntario» en el caso de los niños que entran a trabajar para las bandas, también se ha hecho mención de presiones culturales, sociales, económicas y políticas para cuestionar la naturaleza «voluntaria» del reclutamiento de los niños-soldados en zonas de guerra (Brett & McCallin 1999, Coalición 1998). Los tipos de niños reclutados en Río también guardan similitud con aquellos reclutados como niños-soldados: fundamentalmente, pobres y menos favorecidos, residentes en zonas de conflicto y niños separados de sus familias. En Río de Janeiro todos los niños empleados en funciones armadas por las bandas son de las favelas pobres dominadas por las bandas, y aunque generalmente no están separados de sus familias, en gran mayoría carecen de una unidad familiar estable: 30% de los traficantes, niños y adultos, entrevistados, había perdido uno o ambos padres durante su niñez; 60% de los traficantes, adultos y niños, vivían solos después de haber entrado al tráfico de drogas (muchos desde los doce años) y otro 30% siguió viviendo con la madre soltera.

2) E DAD «Aunque la mayoría de los niños-soldados se encuentra entre los 15 y 18 años de edad, una parte significativa del reclutamiento se inicia a los 10 años, y en algunos casos se ha registrado el uso de niños mucho menores». 106 El Human Rights Watch también documentó un estudio para edades similares en Uganda, donde el Ejército de Resistencia del Señor prefería usar 105 106

Presa Fácil: Niños-soldados en Liberia. Human Rights Watch. Nueva York, 1994. Detengamos el Uso de Niños Soldados (p.1). Coalición Contra el Uso de los Niñossoldados 1998

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combatientes entre catorce y dieciséis años de edad.107 Este hecho también ha sido documentado en El Salvador donde «... niños de 10 años se convertían en combatientes, aunque eran principalmente los niños de 14 y 15 años para arriba quienes participaban en la lucha».108 Encontramos la misma tendencia para menores armados por las bandas de traficantes de drogas. Si bien el proceso de reclutamiento puede empezar a los ocho años, la edad de los combatientes armados, en general, tienen entre 15 y 17 años. no quiere decir que no haya niños más pequeños armados y que participen en combates, sólo significa que la mayoría de menores tienen entre 15 y 17 años de edad. Esto queda ampliamente demostrado en las estadísticas de la ciudad de Río sobre muertes provocadas por tiros, las cuales muestran un incremento masivo de 820,7% del grupo entre 13 y 14 años hasta el grupo entre 15 y 17 años: en el 2000 hubo 29 homicidios por tiros en el grupo de 13 a 14 años, contra los 267 homicidios por tiros en el grupo entre 15 y 17 años.

3) L O S

NIÑOS TRABAJAN EN UNA UNIDAD JERÁRQUICAMENTE

ESTRUCTURADA , DONDE EXISTEN ÓRDENES , REGLAS Y CASTIGOS

Los niños empleados por las bandas en el nivel local trabajan en unidades jerárquicamente estructuradas, en las cuales obedecen las órdenes de sus superiores. A pesar de entrar «voluntariamente»a las bandas, ellos están sujetos a reglas y castigos que se aplican por igual a niños y adultos. Para aquellos que no obedezcan las reglas, zurras, torturas, disparos en las manos o los pies y la ejecución, son los castigos comunes de las bandas, incluso para los niños. Esto puede ser directamente comparado con los niños-soldados en actividad en organizaciones militares no estatales. Al momento de ser disciplinados o castigados, muchos niños-soldados son tratados de la misma manera que sus colegas adultos. 109 En Mozambique, se ha reportado que los niños-soldados eran «... severamente castigados si desobedecían las órdenes de sus superiores. Las sanciones variaban desde simples castigos físicos, privación de alimentos, amputación de dedos, de nariz, de las orejas, e incluso ejecución por uno de los niños más maduros».110 Las Cicatrices de la Muerte. Niños secuestrados por el Ejército de Resistencia del Señor en Uganda. Human RightsWatch, Nueva York, 1997. 108 Brett & McCallin. Niños:,Los Soldados Invisibles, Radda Barnen, 1998 109 Brett & McCallin. Niños: Los Soldados Invisibles, Radda Barnen, 1998, pp. 99-108. 110 Brett & McCallin, Niños: Los Soldados Invisibles, Radda Barnen, 1998, p.100. 107

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En las bandas de traficantes de drogas de Río, los niños también son empleados para ejecutar a los empleados de las bandas o moradores que hayan roto las reglas, como se vio en las entrevistas.

4) LOS

NIÑOS SON REMUNERADOS POR SUS SERVICIOS

Los niños de las bandas reciben pagos en efectivo por sus servicios. Los niños-soldados puedes ser pagados con efectivo proveniente de los saqueos o, si son secuestrados, sólo con alimentos y la recompensa de no ser asesinados. No obstante, lo que se puede comparar entre estos dos grupos, es que ambos son utilizados para proporcionar un servicio remunerado o forzado- dentro de grupos estructurados dirigidos por adultos. Durante el proceso de reclutamiento para los servicios armados, los niños-soldados «... pueden empezar como cargadores, mensajeros o espías, pero a menudo terminarán en la línea del frente en situación de combate armado...».111 Los niños de las bandas también crecen en la jerarquía hasta ser combatientes armados, cuando ganan la confianza y demuestran capacidad y «preparación « para usar armas. Los servicios siguientes realizados por niños-soldados fueron enumerados por Human Rights Watch en Liberia.112 Junto a cada servicio se coloca entre paréntesis la función equivalente realizada por los niños de las bandas en Río de Janeiro:

Hacer mandados (igual)

Cargar municiones (igual)

Guardaespaldas (fiel, o gerente de confianza, soldados)

Espías e informantes (olheiros)

Cubrir puntos de control (seguridad armada de la favela en el bonde)

Realizar emboscadas (invasión de territorios de bandas enemigas)

Luchar en el frente de combate (confrontaciones prolongadas con bandas rivales y la policía en condiciones defensivas y/u ofensivas) Verdugo de sospechosos de ser enemigos (ejecutar a infractores de reglas y miembros de las bandas rivales) Detengamos el Uso de Niños Soldados (p.1). Coalición para Detener el Uso de Niñossoldados, 1998. 112 Presa Fácil: Niños Soldados en Liberia. Human Rigths Watch. Nueva York, 1994. 111

207


5) L OS

NIÑOS ESTÁN DISPONIBLES LAS

24

HORAS

Una vez contratados en una función armada, se espera que los empleados de las bandas, incluyendo a los menores, defiendan su boca de fumo a cualquier hora del día o de la noche, durante los siete días de la semana. También se encuentran en constante riesgo de ataques de bandas rivales, de ejecución o arresto por parte de la policía. En comparación con los niños-soldados, el trabajo para una banda es una ocupación constante que define enteramente la situación del niño en la comunidad y en relación con las bandas rivales o la policía.

6) L OS

NIÑOS SON ARMADOS POR LAS BANDAS

Los niños empleados en las bandas reciben armas ligeras para defender el territorio de la banda. Entre las armas vistas e identificadas por los investigadores en las manos de los niños y adolescentes había: Kalashnikov AK-47 Colt AR-15 H&K G3 Pistola automática Glock 9mm Pistola automática Berreta 45 Revólver Magnum.38 Otras armas utilizadas fueron enumeradas por los niños traficantes entrevistados, como granadas de mano, bazucas, R-18, ametralladoras calibre.762, y sub-ametralladoras Uzi. Los niños-soldados también reciben armas de uso militar por parte de los grupos armados o por militares para los que trabajan. Las armas ligeras son fáciles de usar y lo suficientemente ligeras como para ser manipuladas eficazmente por los niños en situaciones de combate. Tal como se destaca en el reporte de Graça Machel para las Naciones Unidas sobre el Impacto de los Conflictos Armados sobre los Niños (1996), la proliferación y fácil acceso a armas ligeras y baratas es un factor que contribuye fuertemente para el uso más intenso de los niños-soldados. El hecho de ser funcionalmente hábiles en el combate ar mado, debido a su capacidad para usar ar mas ligeras, torna atrayente para las bandas de traficantes de drogas de Río el emplear niños. 208


7) LOS NIÑOS SE ENCUENTRAN ACTIVAMENTE INVOLUCRADOS EN LA VIOLENCIA CON ARMAS LIGERAS Y EN LOS CONFLICTOS TERRITORIALES ARMADOS

Así como en el caso de los niños-soldados en los grandes conflictos armados y en guerras, se ha documentado la participación de los niños de bandas en situaciones de conflicto, que provocan más de 1.000 muertes por armas ligeras al año (ver Partes 2 y 3).

8) I NCLUSO

LOS NIÑOS DESARMADOS SE CONVIERTEN EN BLANCO

DE LAS ARMAS LIGERAS

Como resultado del envolvimiento de niños empleados por de las bandas de traficantes de drogas en combates armados -con la policía y con bandas rivales- todos los niños de las comunidades dominadas por el tráfico se convierten en sospechosos y, por lo tanto, pasan a ser blanco de los disparos de las bandas rivales, así como de arrestos policiales, tortura y ejecución. También se puede observar esta situación en el caso de los niñossoldados «...como miembros de las fuerzas armadas, en situaciones de conflicto armado, los niños se convierten en blanco legal para el ataque»,113 y así todo niño pasa a ser sospechoso. «Cuando los niños están involucrados en el conflicto, todos los niños son víctimas potenciales y serán tratados como adultos». 114

9) L OS

NIÑOS SOBREVIVEN EN UNA REALIDAD DE MATAR O MORIR

Debido a su trabajo para las fuerzas armadas u organizaciones militares en conflicto, los niños-soldados matan y mueren. Aunque no se encuentran en situación de guerra, debido a las reglas de las bandas, y al repeler allanamientos policiales o invasiones de bandas rivales, matar es parte de la realidad laboral para la mayoría de los menores de las bandas de traficantes de drogas; todos los entrevistados habían perdido amigos y colegas por muerte violenta. Y todos los entrevistados manifestaron que matarían si reciben la orden de un superior o en defensa de su territorio. Algunos de los menores entrevistados ya habían matado. A pesar de que son utilizados para diversas funciones, debido a un cierto desdoblamiento en la división laboral de niños y adolescentes 113

p. 1-2, Detengamos el Uso de los Niños-Soldados, Coalición para Detener el Uso de Niños–Soldados, 1998. 114 p. 108, Brett & McCallin, Niños: Los Soldados Invisibles, Radda Barnen, 1998, p. 108.

209


empleados en funciones de bajo rango, ellos tienden, después de cierto periodo, a ser armados e involucrados en combates con armas ligeras. En situaciones de guerra tradicional, el término «niños-soldados» puede referirse a menores utilizados en actividades no-armadas, como mensajeros, «esposas» forzadas, cargadores o cocineros. Como la mayoría de menores en las bandas de traficantes de drogas de Río se desempeñan como combatientes armados, la probabilidad de que maten o sean muertos es mayor que en el caso de los «niños-soldados» no combatientes en situaciones «de guerra» y «de conflicto armado». Tal como se discute en la Tercera Parte, estadísticas pertinentes sobre mortalidad demuestran que, en Río de Janeiro, las tasas de muerte de niños en conflictos con armas de fuego son alarmantes. Muchas de esas muertes pueden ser consideradas resultado de castigos violentos por desobediencia de las reglas y de la intervención en confrontaciones armadas entre bandas o contra la policía.

10) LOS NIÑOS SON CADA VEZ MAS UTILIZADOS EN SITUACIONES DE COMBATE ARMADO

Mientras más dure un conflicto, mayores serán las posibilidades de reclutar niños-soldados pues «... la escasez de mano de obra, en razón de las bajas y de la escalada del conflicto, conduce a una búsqueda cada vez más desesperada por nuevos reclutas para llenar las filas».115 A pesar de haber menores trabajando en el tráfico de drogas desde los años 70, debido a la intensificación del conflicto entre bandas y la división laboral en los rangos menores, se ha utilizado cada vez más niños en situaciones de combate armado territorial desde mediados de los años 80. Así como en el caso de cualquier situación de conflicto prolongado, el uso de niños como combatientes armados también puede interpretarse como el resultado de las numerosas detenciones y muertes entre los miembros adultos de las bandas y a una consiguiente búsqueda de nuevos empleados armados. Además de las similitudes en términos de funciones y participación en intensos enfrentamientos armados, cuando se compara las tasas de mortalidad por armas de fuego de los niños en Río de Janeiro con otras situaciones, de guerra y no guerra, se encontró mayor semejanza con las situaciones bélicas que con situaciones en otros centros urbanos que tienen problemas de violencia relacionada con pandillas, pero no están en guerra. 115

p. 5, Detengamos el Uso de Niños-soldados, Coalición para Detener el Uso de NiñosSoldados, 1998, p.5.

210


Los Niños en la Violencia Armada Organizada Como vimos, existen semejanzas impresionantes entre los niños empleados por las bandas de Río de Janeiro y los «niños-soldados» en casi todos los aspectos funcionales y definitivos. Sin embargo, los niños de las bandas de Río son, fundamentalmente, trabajadores armados en grupos económicamente definidos dentro de la categoría de Violencia Armada Organizada. Ellos no son «soldados» que luchan en un «conflicto armado» o «guerra», definidos tradicionalmente. Por lo tanto, referirse a ellos como «niños-soldados», a pesar de las similitudes, es muy problemático pues eso podría: 1) Legitimar el uso de la fuerza del Estado contra ellos; ésta no parece una estrategia productiva para lidiar con el problema; 2) Tener graves consecuencias en la forma en que serían tratados por una sociedad que todavía posee un sistema judicial para jóvenes en funcionamiento. Si se acepta la definición de «niños-soldados», habría implicaciones para su situación legal en caso de ser detenidos por el estado. Por ejemplo, ¿un «niño-soldado» debería ser juzgado en una corte militar y enfrentar penas militares, o las sanciones previstas en el Estatuto del Niño y el Adolescente (1991)? Definir niños empleados por las bandas como «niños-soldados» no transmite la realidad singular de la Violencia Armada Organizada y es contraproducente cuando se diseñan estrategias y programas para ayudarlos. Así, hay problemas y peligros serios al categorizar a esos como «niñossoldados» y siendo así, como no civiles. A pesar de estos problemas, los niños empleados en bandas de traficantes de drogas sí actúan de manera muy similar a los «soldados», luchando en unidades locales organizadas y muriendo en grandes números, debido a conflictos armados que registran más muertes que muchos «conflictos armados importantes «. Por esta razón, también existen serios problemas semánticos y prácticos en su categorización como «criminales» o «delincuentes juveniles». Debido a la necesidad de reflexión sobre las semejanzas entre sus vidas y las de los «niños-soldados» en situaciones de guerra, y también debido al hecho, ya discutido, de que Río de Janeiro -aunque muy violentano se encuentra en estado de guerra, este estudio propone que los niños (menores de 18 años) que trabajen armados en las bandas de traficantes de drogas de Río sean denominados como Niños en la Violencia Armada Organizada.

211


PERSPECTIVAS INTERNACIONALES: LOS DERECHOS DEL NIÑO EN SITUACIONES DE CONFLICTO Y CÓMO OCUPARSE DE LOS NIÑOS COMBATIENTES EN LA VIOLENCIA ARMADA ORGANIZADA El derecho humanitario internacional y los derechos del niño en situaciones de conflicto Desde la publicación del informe de Graça Machel sobre el Impacto de los Conflictos Armados sobre los Niños (1996), existe una concientización cada vez mayor de los miembros de la comunidad internacional, incluyendo organizaciones nogubernamentales, fundaciones asistenciales, agencias gubernamentales y organizaciones internacionales como las Naciones Unidas y UNICEF, de la situación de los niños-soldados y de otros grupos de niños afectados por la guerra. El informe de Graça Machel ha contribuido a brindar a los niños en situaciones de conflicto mayor protección bajo la égida del Derecho Humanitario Internacional.116 Las directrices dell derecho humanitario pertinentes a los niños afectados por conflictos se enumera cronológicamente en la siguiente tabla.117 1949

1977

1989 1990 1994 1998 1999 2000

Convención de Ginebra sobre el Tratamiento de los Prisioneros de Guerra (Artículos 16, 49) Convención de Ginebra Relativa a la Protección de los Civiles en Tiempos de Guerra (Parte II, artículos 14, 16, 17, 18, 21-26, Parte III sección I art. 27, sección II artículo 38, sección III artículos 4951, 68, 76, Sección IV Artículos 81, 82, 85, 89, 91, 94, 119, 127, 132, sección V artículos 136-140) Protocolo Adicional Relativo a la Protección de las Víctimas de Conflictos Armados Internacionales (Artículos 8, 52, 70, 74-78)Protocolo Adicional Relativo a la Protección de las Víctimas de Conflictos No Internacionales (artículos 4-6) Convención sobre los Derechos del Niño (artículo 38) Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño (artículo 22) Estatuto del Tribunal Penal Internacional para la Ex-Yugoslavia (artículo 4) Estatuto del Tribunal Penal Internacional para Ruanda (artículo 2) Estatuto de Roma sobre el Tribunal Penal Internacional (artículos 6, 8)118 Convención sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil (artículos 1, 3) Protocolo Opcional sobre el Envolvimiento de Niños en Conflictos Armados (artículos 1-6)119

Derecho que gobierna la protección de las personas en los conflictos armados. Citada por la Cruz Roja Internacional. 118 Aún no entraba en vigencia al momento de la publicación. 119 Aún no entraba en vigencia al momento de la publicación. 116 117

212


Los principales objetivos de la legislación anteriormente mencionada incluyen garantizar a los niños una protección especial en tiempos de guerra, además de la amplia protección general garantizada a los civiles por las Convenciones de Ginebra. Esta legislación internacional también fija la exigencia de una edad mínima para el reclutamiento en las fuerzas armadas y la participación en conflictos. Después de la Segunda Guerra Mundial, la Convención de Ginebra estableció la edad límite en 15 años, principalmente porque esa edad coincidía con la edad hasta la cual la escolarización era entonces obligatoria en la mayoría de las naciones occidentales. El artículo 77 del Protocolo Adicional (1977) estipula además que los estados tienen la obligación de tomar «todas las medidas posibles» para impedir que los menores de 15 años participen directamente en conflictos, y que si se recluta a jóvenes entre 15 y 18 años, deben priorizar el reclutamiento de los mayores. La Convención sobre los Derechos del Niño (1989) mantuvo la edad mínima de 15 años para participar de manera activa en un conflicto armado, a pesar de que el Artículo 1° de la Convención define al niño como «todo ser humano que se encuentre por debajo de los 18 años a menos que, de acuerdo con la ley aplicable al niño, la mayoría de edad se alcance antes». La Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño (1990) fue la primera ley internacional en elevar la edad mínima para el reclutamiento en las fuerzas armadas a 18 años. El artículo 2 define todo ser humano por debajo de los 18 años como un niño, y la Carta estipula que los estados africanos deben abstenerse de reclutar niños en las fuerzas armadas y «tomar todas las medidas necesarias para asegurarse que ningún niño participe directamente de los conflictos». El Artículo 8 del Estatuto de Roma sobre el Tribunal Penal Internacional (1998), mantiene la de edad límite en 15 años, estableciendo como crimen de guerra el enrolar a niños menores de 15 años en las fuerzas armadas (en grupos armados), o utilizarlos para participar de forma activa en las hostilidades, sean conflictos armados internacionales o no-internacionales. Los Artículos 1-3 de la Convención sobre las Peores formas de Trabajo Infantil de la Organización Internacional del Trabajo (1999), establecen que las partes deben «tomar medidas inmediatas y efectivas para garantizar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, como asunto urgente, incluyendo el reclutamiento forzado u obligatorio de los niños para utilizarlos en conflictos armados». Hasta la fecha, el Protocolo Opcional sobre la Participación de los Niños en Conflictos Armados (2000) es el que va más allá en cuanto al derecho humanitario internacional para establecer una exigencia de edad mínima 213


para el reclutamiento y la participación directa en los conflictos. Este establece que las partes deben «tomar todas las medidas posibles para asegurar que las personas que no hayan alcanzado la edad de 18 años no participen directamente de las hostilidades « (Artículo 1), y de que los menores de 18 años no sean reclutados compulsivamente en las fuerzas armadas (Artículo 2). El protocolo opcional también menciona el reclutamiento por grupos armados no estatales y estipula que: «Los grupos armados distintos de las fuerzas armadas de un Estado no deben, bajo ninguna circunstancia, reclutar o utilizar en hostilidades a personas menores de 18. Las Partes Contratantes deben tomar todas las medidas posibles para prevenir dichas prácticas, incluyendo la adopción de las medidas legales necesarias para prohibirlas y criminalizarlas» (Artículo 6). Después de la creación de la Coalición para Impedir el Uso de NiñosSoldados y sus incansables esfuerzos, 92 países han firmado y 11 han ratificado el Protocolo Opcional de la Convención sobre los Derechos del Niño hasta el 24/05/02. Además de la legislación internacional que brinda protección especial a los niños en situación de guerra y el establecimiento de una edad mínima para el reclutamiento y la participación en conflictos, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha aprobado tres resoluciones sobre los niños y los conflictos armados: • La Resolución 1261 condena el reclutamiento de niños para ser utilizados durante la guerra y exhorta a los Estados Miembros a facilitar su reintegración; • La Resolución 1314 solicita que los acuerdos de paz tengan en cuenta la necesidad de desmovilizar y rehabilitar a los niñossoldados; • La Resolución 1379 solicita que las agencias de la ONU y el Banco Mundial financien la desmovilización y la rehabilitación, y exhorta a las organizaciones regionales para que eliminen el reclutamiento de niños-soldados. 120

120

Las tres resoluciones también tratan asuntos relacionados con los refugiados, los niños y niñas desplazados en la guerra.

214


Perspectivas internacionales: los Niños en la Violencia Armada Organizada A pesar del número extremadamente alto de niños que mueren de heridas provocadas por disparos en las disputas territoriales en las bandas de Río de Janeiro, y a pesar de las semejanzas funcionales y de definición entre los niños en las bandas de Río y los niños-soldados en zonas de conflicto tradicionales, las mencionadas disposiciones del derecho internacional humanitario puede tener poco o ningún efecto en la situación de la Violencia Armada Organizada en Río de Janeiro, por dos razones: 1) El Derecho Humanitario Internacional regula los conflictos armados, y por todas las razones expuestas anteriormente, Río de Janeiro no está en guerra. 2) Las bandas de traficantes de drogas no son grupos completamente unificados representados por una única estructura jerárquica de liderazgo. Por lo tanto, sería complicado determinar quién es el responsable en un nivel organizacional, por involucrar niños en situaciones de combate. Este estudio no propone que las leyes internacionales mencionadas sean aplicables al caso de Río de Janeiro y de otras áreas del mundo en las que se involucre a los niños como combatientes en situaciones no bélicas similares. Sin embargo, la legislación internacional es útil al establecer una agenda para complementar a las convenciones ya existentes, como la Convención sobre los Derechos del Niño, para tomar en cuenta la situación de los Niños en la Violencia Armada Organizada (VAO). Al momento de esta publicación, el Representante Especial para los Niños y los Conflictos Armados del Secretario General de la ONU se encontraba compilando una lista de los lugares del mundo en los que los niños-soldados son más activos y los niños se ven más afectados por los conflictos. La lista pondrá énfasis en las áreas importantes que necesiten asistencia específica tanto bajo el punto de vista de la presión del derecho internacional sobre gobiernos y grupos rebeldes armados, como por medio de un abordaje más pragmático de prevención en el terreno y de programas de rehabilitación. Debido a las restricciones impuestas por el Consejo de Seguridad, la oficina del Representante Especial no tiene la capacidad de ampliar su mandato a las áreas del mundo que no han sido oficialmente definidas como estando en guerra, a pesar de la participación de los niños como combatientes en disputas territoriales armadas, caso de las favelas de Río de Janeiro. No obstante, incluso si el Representante Especial tuviera la capacidad de incluir 215


áreas como las de Río de Janeiro en la lista, la especificidad de la situación de Río es tal que a pesar de las semejanzas entre la Violencia Armada Organizada y la guerra, tener éxito en detener el reclutamiento de niños, o desmovilizar aquellos que se encuentran activos, demanda medidas diferentes de las necesarias en un escenario de conflicto tradicionalmente definido. Se debe desarrollar medidas específicas para manejar la situación de los Niños en la Violencia Armada Organizada, ya que las estructuras legales existentes y los programas humanitarios para situaciones de guerra no son los adecuados para tratar este fenómeno tan particular. Desde una perspectiva internacional este estudio demanda: 1) El reconocimiento internacional de la gravedad de la situación de los Niños en la Violencia Armada Organizada que es similar, en términos de niveles de violencia, de la utilización armada de los niños y de las tasas de mortalidad, a la de los niños-soldados en zonas de guerra o áreas de conflicto armado tradicionalmente definidas. 2) La documentación de otras regiones del mundo en las que los niños son utilizados como combatientes armados en la Violencia Armada Organizada o situaciones similares. 3) El desarrollo de medidas económicas, sociales y de seguridad pública adecuadas para tratar con éxito el problema de los Niños en la Violencia Armada Organizada. 121 4) Protocolos adicionales para la legislación internacional, como la Convención sobre los Derechos del Niño, para responder a la situación de los Niños en la Violencia Armada Organizada, de manera que los gobiernos y la comunidad internacional puedan ser responsabilizados de implementar las medidas necesarias para resolver el problema de manera efectiva.

121

En el caso de Río de Janeiro éstas se discuten en la Parte 5.

216


QUINTA PARTE SOLUCIONES LOCALES: TRATANDO DEL PROBLEMA DE LOS NIÑOS EN EL TRÁFICO DE DROGAS EN RÍO DE JANEIRO LA SALIDA DEL PROBLEMA: PERSPECTIVAS FUTURAS DE LOS NIÑOS TRAFICANTES El mito de que una vez involucrado en el tráfico de drogas, el traficante es incapaz de dejarlo, ha sido negado por todos los que entrevistamos. Mientras que un traficante no deba dinero, él, o ella, puede hablar con el gerente general y pedir autorización para salir del tráfico de drogas. Si no hay deuda, ese permiso es invariablemente concedido. Cuando se les preguntó si querían salir del tráfico de drogas, aproximadamente la mitad de los niños traficantes entrevistados durante este estudio expresaron poco o ningún deseo de cambiar de vida y dejar de trabajar en el tráfico. La otra mitad de los niños traficantes entrevistados manifestó una preferencia por salir del tráfico de drogas. Sin embargo, cuando hablaban sobre esta preferencia, la mayoría era incapaz de decir cuándo lo dejaría, o de explicar los pasos que debería tomar para hacer que esto suceda. Más aún, les resultaba difícil imaginar las actividades específicas a las que se dedicarían después de esa decisión, y hacían declaraciones genéricas como «conseguir un trabajo» o «estudiar más». Estos niños manifestaron más un deseo vago que un plan elaborado para conseguir ese objetivo. Sin embargo, una característica común a casi todos los niños traficantes entrevistados era una visión muy negativa del tráfico como estilo de vida. Aquellos adolescentes que ya se habían convertido en padres insistieron en que no dejarían a sus hijos aproximarse al tráfico cuando crecieran. Otros niños y adolescentes entrevistados afirmaron que si tuvieran hijos, en el futuro, no querían que se vieran involucrados con drogas. En contraste con la visión negativa que tienen de su vida, los niños y adolescentes entrevistados fueron muy claros con respecto a que consideraban su vida «buena» o «mejor» que la que tenían antes. La siguiente cita es un ejemplo de una respuesta típica dada cuando se les pedía imaginar la vida ideal: 217


Una vida es correcta cuando trabajas, estudias, tienes una familia, todo eso, criar a tu hijo en la forma correcta, que estudie, que trabaje, todas esas cosas. Vapor, 16 años

A pesar de tener en claro lo que consideran como una vida buena o correcta, casi todos los niños y adolescentes entrevistados tenían una visión bastante pesimista de su futuro, y no esperaban vivir hasta la edad adulta. Mi futuro se decidirá aquí [en boca de fumo]. Si logro sobrevivir hasta llegar a los 18 años dependerá de mí no arruinar las cosas. Si no me meto en problemas, si la policía no me atrapa y me mata, entonces lo lograré. Olheiro, 14 años Duermo pensando qué sucederá mañana, qué vendrá después, si estaré vivo hoy y muerto mañana. Ese es el día a día en la vida [del tráfico ]. Soldado, 16 años ¿Mi futuro? Mi futuro, ahora estoy aquí contigo, conversando. Podría atravesar esta puerta, y usted podría verme caído, tirado en el piso. Gerente de seguridad, 17 años

Aunque el ingresar al tráfico de drogas puede ser una «elección», dejarlo sólo puede ser también una opción si se cuenta con alternativas realistas. Como ya fue discutido en el presente estudio, el tráfico surge para muchos niños y adolescentes como «la mejor alternativa entre sus opciones limitadas». Aproximadamente la mitad de los niños traficantes entrevistados no manifestó ningún deseo de abandonar esta actividad. No obstante, expresaban su visión negativa del tráfico. Conseguían claramente imaginar un mejor estilo de vida y veían una muerte prematura y violenta como un probable final para la ocupación que escogieron. Esto sugiere que para muchos niños y adolescentes no manifestar ningún deseo de «salir» se relacionaba más con una incapacidad para percibir alternativas realistas que con una afinidad con el tráfico como ocupación. Esto fue corroborado por el hecho de que aquellos que expresaron el deseo de salir no conseguían explicar cómo lo lograrían, o qué harían una vez que no estuvieran involucrados, expresando sólo un deseo muy general. Los niños y adolescentes necesitan del apoyo adecuado y de opciones alternativas para «escoger» no involucrarse en el tráfico, o, si ya lo están, para tomar la decisión de salir.

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SOLUCIONES: INVERSION SOCIAL - OPCIONES PARA LA COMUNIDAD, LOS NIÑOS Y LOS ADOLESCENTES Hay falta de personas que trabajen con proyectos en la comunidad, escuchando lo que la comunidad tiene que decir. morador de favela

Este capítulo examina soluciones posibles para el problema de los niños involucrados en el tráfico. El capítulo se basa en entrevistas con moradores de las favelas, niños traficantes, niños no involucrados de la favela y asistentes sociales que trabajan con jóvenes «en situación de riesgo». Tomando como base estas entrevistas, este capítulo tiene como objetivo poner énfasis en los temas comunes y recurrentes que aparecen cuando se discute sobre soluciones al problema de la participación de los niños en el tráfico de drogas. Los investigadores de este estudio visitaron los siguientes programas sociales relevantes coordinados por organizaciones no gubernamentales y fundaciones: Afro Reggae, Aldeias Infantis SOS Brasil, Associação Beneficente Rio Criança Cidadã ABRCC, Fundação São Martinho, Casa do Menor São Miguel Arcanjo, CRIAA- Centro Regional Integrado de Atendimento ao Adolescente, Fundação ABRAPIA, Fundação Bento Rubião, FIA Fundaçao da Infância e Adolescência, Viva Rio (Tele Salas; Zeladores; Jardineiros do Bairro; Criança Esperança; Luta pela Paz). Entre los programas sociales importantes del poder público también fueron visitados: Projeto Rio Joven (Secretaria Municipal de Desenvolvimiento Social); Vida Nova / Jovens pela Paz (Secretaria Estadual de Ação Social); Programa Acompanhamento com Pais e Responsáveis; PASF Programa de Acompanhamento Socieducativo («2ª Vara da Infância e Adolescência); Pólos de Liberdade Assistida; Centro de Tratamento para Dependentes Químicos; Centros profissionalizantes; Projeto «Nossa Casa»; Projeto Preservida (Degase); CMDCA Conselho Municipal dos Direitos da Criança e do Adolescente; Conselho Tutelar. Cuando se empezó a abordar el problema de la participación de los niños, dos temas comunes fueron identificados de inmediato: prevención y rehabilitación. Lo que también salió a relucir durante este estudio es que, a pesar del combate armado, el uso de armas ligeras de uso militar, de las altas tasas de mortalidad provocadas por armas de fuego así como de otros factores propios tanto de la Violencia Armada Organizada como de las situaciones de conflicto tradicionalmente definidas, el abordar el tema de la participación 219


infantil en las disputas entre las bandas en Río de Janeiro no es una cuestión militar o fundamentalmente de seguridad pública. Debido a que las disputas territoriales entre las bandas así como la violencia armada que se relaciona con éstas tienen un fin económico, no puede existir solución militar al problema. La demanda de drogas ilegales seguirá existiendo mientras que los miembros de la sociedad sigan propiciando un mercado para su consumo. Mientras exista un mercado, siempre habrá competencia por las ventas, y en consecuencia, disputas por el control de los territorios de microcomercialización. Más aun, las principales fuerzas de seguridad de Río de Janeiro, fundamentalmente la Policía Militar y la Policía Civil, son cómplices en la violencia relacionada con las drogas, y continúan apoyando el tráfico de drogas y de armas ligeras a través de su colaboración con los traficantes de esos dos sectores. La reforma policial y la creación de un servicio policial honesto y basado en la comunidad constituyen, sin lugar a dudas, parte de la solución. No obstante, los niños combatientes de las bandas de Río no pueden ser tratados estrictamente como criminales. Estos niños no pueden ser vistos como delincuentes juveniles o desviados, que deben ser segregados de la sociedad para que se resuelva el problema. Como lo señalaron los entrevistados, ya que el tráfico no muestra señales de desaparecer, y la policía continuamente se ve involucrada en su mantenimiento, si se tiene éxito en prevenir la participación de los niños como combatientes armados en las disputas entre las bandas de Río de Janeiro, entonces la respuesta es la inversión social en la comunidad para ofrecer alternativas al tráfico, en lugar de reforzar políticas policiales represivas, que tengan por blanco a los traficantes niños y adolescentes. Otro asunto identificado durante el presente estudio es que, al momento de tratar los problemas asociados al tráfico de drogas y la participación de los niños en éste, lo que se debe abordar es la cuestión de la violencia armada relacionada con el tráfico, más que el acto de venta de la droga, por sí solo. Las drogas ilegales son consumidas en todas las grandes ciudades del mundo. Y cada una de ellas enfrenta los problemas que se asocian con el consumo y la venta ilegal, sea la violencia o problemas médicos. Sin embargo, incluso en ciudades como Nueva York que es considerada un importante mercado de drogas ilegales, el comercio de droga en las calles ni siquiera está cerca de generar los niveles de violencia y muertes por armas de fuego provocadas por el tráfico en Río de Janeiro. Es posible comprar drogas en casi todos los centros urbanos del mundo, es un punto común en los modernos asentamientos urbanos. No obstante, la principal diferencia en 220


relación a Río de Janeiro es que la violencia generada por las disputas por el control de puntos de ventas asume proporciones similares a la guerra. Lo que se debe comprender es por qué se da esta situación en Río de Janeiro, y de manera específica en las favelas de Río de Janeiro, y no en otras áreas del mundo que también poseen un mercado ilegal de drogas floreciente y competitivo. Más aun, dentro de la propia ciudad se debe plantear la siguiente pregunta: ¿Por qué es posible comprar drogas en las calles de Copacabana, barrio de clase media de Río de Janeiro, sin encontrar, como sucede en las favelas, grupos de traficantes armados que rondan las calles e imponen reglas de comportamiento que la población local está obligada a seguir? Este estudio se centra en la participación de los niños en los enfrentamientos armados del tráfico, y no en la ilegalidad de la venta y del consumo de drogas. Para tratar de manera eficaz este problema es importante comprender que los niveles de violencia «relacionada con las drogas», específica de las favelas de Río de Janeiro están asociados con algunos factores no relacionados con las drogas, tales como: · La presencia muy limitada del estado en las favelas y el fracaso del poder público de cumplir su parte del contrato social; · Estructuras históricamente desarrolladas para el control social y el mantenimiento del orden en las favelas de Río, las cuales han sido instituidas por actores no estatales debido al fracaso del poder público a este respecto. · La pobreza y las dificultades para acceder al mercado laboral para los habitantes de las favelas, con poca educación y socialmente excluidos, lo cual significa que, para muchos de ellos, hay unas pocas alternativas a la participación en el tráfico de drogas. · Un sistema policial represivo, corrupto y violento, que ha incrementado la alienación de las poblaciones de las favelas en relación al estado como protector de los derechos de los ciudadanos, y ha fomentado la militarización de las bandas y sus tácticas cada vez más violentas. Lo que ha salido a relucir durante este estudio es que el tráfico de drogas y la violencia que se relaciona con ella en las comunidades de la favela de Río de Janeiro es un síntoma de estos problemas. Más aun, lo que lleva a los niños a escoger trabajar en el tráfico como la «mejor alternativa entre opciones limitadas», refleja las desventajas que las comunidades, en general, enfrentan. Por lo tanto, para evitar que los niños se involucren en la Violencia 221


Armada Organizada en el tráfico, lo que quedó claramente expresado por los entrevistados es que, así como se debe invertir en los niños, se debe invertir en la comunidad como un todo. Los entrevistados pusieron énfasis en la necesidad de inversiones sociales en las comunidades de favela. Esta necesidad fue identificada fundamentalmente en dos sectores: 1) La existencia de una infraestructura física y social básica en la favela para tratar la falta de saneamiento, de vivienda, de atención a la salud, educación, etc. 2) La existencia de un sistema policial preventivo, protector y honesto en la comunidad, controlado por policías no corruptos y que no estén involucrados con el tráfico u otros actos ilícitos. Un niño entrevistado sugirió que el presidente del Brasil fuese obligado a vivir una semana en una favela. Con esto, decía él, el presidente vería con sus propios ojos la agresión de la policía contra los moradores y la falta de una estructura social en la comunidad, que es la consecuencia de décadas de negligencia gubernamental. Además de centrarse en esos problemas identificados, que deben ser enfrentados por todos los moradores de la favela, los dos problemas ya resaltados, prevención y rehabilitación, se discuten a continuación. Sin embargo, cabe destacar que sin la inversión social en la comunidad como un todo, los proyectos específicos orientados a prevenir la participación infantil en el tráfico o rehabilitar a los ya involucrados, tendrán un impacto limitado. Sin una inversión sustancial del poder público en las comunidades de la favela en los dos sectores señalados anteriormente, por cada niño que abandone el tráfico gracias a proyectos exitosos de rehabilitación, habrá veinte que tomen su lugar, independientemente de la concreción de los programas de prevención.

1) PREVENCIÓN Resulta crucial comprender el significado del tráfico ofrecido como ocupación a los niños, para evitar que futuras generaciones de niños se vean involucradas como combatientes en los enfrentamientos de las bandas de Río de Janeiro. Como se demuestra en el presente estudio, el tráfico de drogas ofrece a los niños y adolescentes lo que la sociedad falló en ofrecerles: estatus, dinero, acceso a bienes de consumo y la perspectiva de ascenso social en un mundo que los niños de la favela comprenden. El tráfico 222


es emocionante, ha sido glorificado a través de la música funk y, para muchos niños, los donos locales son los héroes que tienen enamoradas bonitas, son poderosos y se niegan a aceptar la pobreza que les es concedida por la sociedad. Muchos niños también son influenciados para entrar al tráfico de drogas por el envolvimiento de padres o amigos en el tráfico de drogas, o debido a la falta de una familia estable. Además, las entrevistas con los niños traficantes mostraron que los niños más individualistas, que buscan hacerse responsables de sus vidas, tienen una mayor atracción hacia el tráfico. Ellos lo ven como un vehículo para mejorar sus vidas y «escogen ese camino» como el mejor medio para progresar y satisfacer sus necesidades. Las entrevistas con los niños traficantes también mostraron que la cólera contra la policía, provocada por abusos de autoridad o ejecuciones clandestinas, deja a muchos niños coléricos e indefensos. Uno de los medios de resolver estos sentimientos de impotencia y de injusticia es formar parte de un grupo percibido como fuerte, en este caso la banda local, y de esta manera estar en una posición en la que pueden vengarse o, por lo menos, de sentirse menos vulnerable y más protegido. Los niños «escogen « trabajar para una banda. Como el tráfico siempre existirá, mientras haya un mercado para el consumo de sustancias ilegales, los intentos por impedir que los niños trabajen en el tráfico de drogas no tendrán éxito. Como lo han señalado los entrevistados, lo que tendría éxito será brindar a los niños y adolescentes las alternativas correctas, apoyo y dirección, de tal manera que el formar parte de una banda se convierta en la peor opción, y deje de ser la mejor entre sus escasas opciones. De acuerdo con los entrevistados, los proyectos sociales implementados en las comunidades de favela que pueden tener éxito en prevenir la participación de los niños en el tráfico deben combinar los siguientes aspectos. Cada uno de los aspectos enumerados a continuación va acompañado de ejemplos de proyectos considerados exitosos. Empezar temprano: Los niños pequeños se ven influenciados por el dominio del tráfico en la comunidad y empiezan a «andar» con los traficantes desde pequeños. Los programas sociales también deben recibir a niños de muy corta edad, empezando con la implementación de guarderías y actividades para niños pequeños. La Instituição Aldeias Infantis, presente en todo el Brasil, es ejemplo de acción preventiva que ofrece educación para niños a partir de los 2 años, proporcionando actividades para el desarrollo socio-educativo para elevar la autoestima. Dichas actividades acompañan a los niños a lo largo de su participación en el programa. Otro ejemplo es la Instituição São Martinho, la 223


cual también trabaja con niños pequeños mediante actividades pedagógicas y recreativas. Alternativas culturales: El tráfico es más un estilo de vida que un simple trabajo. Se debe ofrecer a los niños alternativas culturales más atractivas que la sub-cultura de las bandas. Sin embargo, esta alternativa no debe ser presentada como una competencia directa al tráfico de drogas. Las bandas constituyen una poderosa realidad en las favelas. Ellas no pueden ser satanizadas puesto que muchos niños tienen parientes y amigos involucrados en éstas, y difamarlas sería contraproducente. En lugar de presentar a los traficantes como «malos», los niños deben comprender cuánto van a perder si se involucran, y cuánto van a ganar si escogen otro estilo de vida. Los niños necesitan alternativas culturales que sean emocionantes, con las cuales pueden identificarse, y que puedan convertirse en una opción de vida. Se puede encontrar ejemplos, la música, los deportes o la danza. Así como explicó un morador, el trabajo social debe incluir «tiempo libre, placer y cultura». Para los adolescentes, es muy importante tener un estilo de vida o identidad particular. El programa desarrollado por Afro Reggae focaliza estas necesidades poniendo en contacto a la juventud con el arte y la cultura como alternativa posible al tráfico. Autoestima: la cólera y la baja autoestima son respuestas naturales a la agresión policial y la estigmatización de los pobladores de las favelas como ciudadanos de segunda clase por la sociedad brasileña. Obviamente, los abusos de poder y la discriminación son problemas que también deben ser focalizados por separado. Pero los proyectos exitosos deben fomentar la autoestima y la autovaloración en los niños, como ciudadanos importantes que merecen ser tratados por la sociedad de la misma manera que las personas que viven fuera de la favela. Ser parte de algo valioso: formar parte de una banda quiere decir ser parte de una cosa, lo que da a los niños un sentido de identidad y de valor. Se debe ofrecer a los niños la oportunidad de ser parte de algo más, que les dé orgullo. Es importante suscitar liderazgos jóvenes que, proporcionando modelos positivos, los niños puedan respetar. Las bandas y los traficantes han sido idolatrados por los niños en muchas favelas. Los niños necesitan otros ídolos y, lo que resulta de igual importancia, contar con los medios para ser como ellos. Los entrevistados también señalaron este aspecto como un paso importante para combatir los problemas de influencias 224


negativas de los grupos de referencia de los niños, específicamente padres y amigos. Los jóvenes necesitan sentir que pertenecen a un grupo, que su identidad es reconocida, que son «alguien». Algunas instituciones y proyectos estimulan a los niños para que se conviertan en líderes juveniles, invitándolos a participar en programas en los que puedan desarrollar sus habilidades como coordinadores, monitores e incluso como profesores, compartiendo el conocimiento adquirido en el programa con otros jóvenes. Afro Reggae, Luta pela Paz (Viva Rio), IBSS y Casa do Menor son ejemplos de tales instituciones y proyectos. Apoyar e integrar a la familia: este estudio ha identificado la falta de estabilidad familiar como un factor influyente en la participación inicial de los niños en el tráfico. Las visitas a los hogares o reuniones regulares con un equipo social, así como charlas y grupos de discusión apropiados, fueron algunas de las sugerencias de los entrevistados. Muchos residentes de la comunidad pusieron énfasis en la distribución de comida a las familias como una importante medida para compensar la pérdida del ingreso familiar, cuando los niños participan en un proyecto social en lugar de trabajar. El Centro Regional Integrado de Atendimento ao Adolescente (CRIAA) trabaja con las familias de niños y adolescentes involucrados en el tráfico y en el crimen. El CRIAA brinda nuevas perspectivas y apoyo para las familias de estos jóvenes. Los trabajadores sociales del CRIAA evalúan la situación económica de las familias y tratan de identificar oportunidades de trabajo y ofrecer asistencia legal. Educación: también se consideró que era importante brindar educación primaria y secundaria, o lecciones extras. El asegurarse de que los niños asistan a la escuela y comprendan por qué es importante hacerlo, puede convertirse en responsabilidad del equipo del proyecto social. Algunos entrevistados también afirmaron que el sistema educativo formal del estado debía mejorar los procesos de desenvolvimiento del pensamiento cognitivo de los niños. Los proyectos sociales tienen la capacidad de desarrollar este aspecto fuera del currículo de la escuela formal, mediante grupos de discusión y talleres en torno de los temas que interesen a los niños y adolescentes. La Casa do Menor São Miguel Arcanjo trabaja con la educación desde el momento en que un niño ingresa a la institución. Además de proporcionar educación formal a los jóvenes matriculándolos en el sistema escolar público, la institución también les enseña nociones de auto-respeto y de respeto mutuo. Viva Rio también trabaja brindando educación formal mediante el 225


proyecto educativo Tele Salas, el cual busca dar a los jóvenes, a través de la educación básica, un fundamento para ejercer sus derechos como ciudadanos y prepararlos para su vida como adultos. Este proyecto también brinda asistencia a los jóvenes en los centros de detención y a los menores que infractores. El proyecto Luta pela Paz los incentiva para que sigan estudiando o vuelvan a la escuela, facilitando su matrícula en el sistema escolar público y brindándoles educación extra curricular. Capacitación Laboral: que consiste en implementar programas de capacitación que enseña habilidades que pueden ser utilizadas en el mercado laboral formal. Los entrevistados consideraron que era fundamental seleccionar áreas profesionales en expansión o estables, de manera que la capacitación realmente resulte en trabajo. La perspectiva de una vida mejor y medios realistas para lograrlo: el tráfico ofrece a los niños y adolescentes estatus y retribuciones por su buena participación, como dinero y ascenso social. Los proyectos sociales no deben tratar de competir con el inmediatismo de ganancias materiales y un mejor estatus, ofrecido por el tráfico de drogas. Sin embargo, los entrevistados pusieron énfasis en que era fundamental, para el éxito de cualquier programa preventivo, contar con mejoras alcanzables y claramente perceptibles, incluso si se lograban sólo después de finalizar un curso de capacitación o un programa educativo. Los miembros de la comunidad entrevistados señalaron que el mayor problema de muchos proyectos sociales radica en que no conducen directamente a las mejoras perceptibles y las mejoras a largo plazo en la calidad de vida de los participantes del proyecto. De manera más específica, no conducen a la obtención de un trabajo. Los entrevistados consideraban que el principal factor para que los niños y adolescentes no completaran los proyectos sociales, u optaran por ingresar al tráfico de drogas en el que las retribuciones eran inmediatas y claras, radicaba en el darse cuenta de que seguiría siendo extremadamente difícil tener acceso al mercado laboral formal a pesar de haber completado un curso educativo o un esquema de capacitación laboral. A menos que la participación en los proyectos preventivos efectivamente resultara en mejoras alcanzables en la calidad de vida y la capacidad de obtener ingresos, los proyectos sociales continuarán en lugar secundario, luego del tráfico de drogas para niños y adolescentes que buscan mejorar en sus vidas. Las asociaciones con empresas o con el poder público fueron vistas como una forma de lograr este objetivo. Las asociaciones pueden 226


proporcionar empleos de tiempo parcial en cuanto el adolescente aún asiste a la escuela. Obviamente, un puesto como este no sería tan bien remunerado como el tráfico de drogas. Sin embargo, a pesar del menor sueldo, muchos niños traficantes consideran que el trabajo «honesto» como más válido que el tráfico de drogas. Durante las entrevistas señalaron que el dinero ganado honestamente vale más: «el dinero limpio dura más». Sin crear falsas expectativas, el proyecto Afro Reggae muestra a la juventud que para «ganar» necesitan tener talento y fuerza de voluntad. Afro Reggae ha creado su propio mercado laboral, y las bandas de música del proyecto son el escaparate para el trabajo social que realizan. Ellas muestran a los niños y adolescentes que mediante su trabajo con la música en lugar de participar en el tráfico de drogas, es posible ganar dinero, comprar ropa y zapatillas «de marca», ganar el respeto de la comunidad. No crear víctimas ni dependencia, sino dejar que los niños y adolescentes se realicen con dignidad: Muchos entrevistados consideraron importante que el apoyo a los niños que participan en proyectos sociales a través de vales de alimentación o bolsas no debían crear dependencia. Al contrario, los proyectos sociales deben preparar a los jóvenes para participar de manera activa en el mercado laboral, en vez de darles favores temporales. Algunos jóvenes en los programas sociales del gobierno ganan R$240 al mes. Empiezan a sostener a sus familias. De un momento a otro dejan de recibir aquellos R$240 cuando dejan el proyecto porque es una bolsa auxilio. La comunidad está muy habituada al asistencialismo y termina dependiendo de los traficantes o de los políticos. morador de favela

El proyecto Casa del Menor da a los jóvenes participantes cursos de capacitación profesional, oportunidades reales de trabajo remunerado, y, por lo tanto, la capacidad de ganarse la vida de una manera digna y honesta. El proyecto también trabaja para concientizar de que esta ayuda es sólo parte del programa y que nadie debe simplemente quedarse sentado y confiar solamente en esta ayuda. El proyecto Luta pela Paz selecciona a jóvenes participantes para prácticas profesionales, que brindan asistencia financiera a cambio de 4 horas de trabajo al día, antes o después de la escuela.

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2) Programas de Rehabilitación Hay dos caminos para los niños que trabajan para las bandas de traficantes de drogas: 1) Tomar la decisión personal de salir del tráfico; 2) Detención y posterior privación de la libertad. La primera depende de no deber dinero a sus superiores en el tráfico, de la voluntad de tomar esa decisión y del apoyo adecuado de los organismos gubernamentales o de las ONG. Además de estos factores, la segunda ruta, en el caso de aquellos infractores con más de 12 años, 122 también depende de la capacidad del estado, a través del sistema judicial juvenil,123 de interesarse por la rehabilitación del infractor mediante aplicación de las medidas sociales y educativas definidas en el Estatuto del Niño y el Adolescente. Muchos de los programas de prevención visitados durante el estudio estaban logrando reintegrar con éxito a los niños trabajadores de las bandas, adaptando estrategias preventivas a las necesidades individuales de los menores que tomaron la iniciativa de salir del tráfico de drogas. Algunos ejemplos de organizaciones de la sociedad civil en las que testimoniamos este método son: Afro Reggae, Lucha por la Paz (Viva Rio), CriançasSoldados Nunca Mais (IBISS) y Casa del Menor San Miguel Arcángel. Sin embargo, existe, sin duda, una escasez de inversión financiera en programas de rehabilitación y es necesaria una mayor integración entre el sistema de justicia para menores y las organizaciones de la sociedad civil, mencionadas anteriormente, para reintegrar a los niños y adolescentes que salen de los centros de detención (establecimientos educacionales). El fracaso de esas medidas tendrá como resultado que los adolescentes seguirán saliendo de los centros de detención y volviendo a trabajar, armados, en el tráfico. Como se señala anteriormente, algunos programas sociales, aunque limitados en número, tienen éxito en la rehabilitación de niños y adolescentes traficantes que decidieron dejar el tráfico. No obstante, no se invirtió lo suficiente en el tratamiento psicológico de los En caso de arresto por alguna infracción, los menores de 12 años serán llevados al Conselho Tutelar y no se les puede mantener detenidos. Como se discute más adelante, los menores entre 12 y 18 años serán tratadas por la 2ª Vara da Infância e da Juventude. El juez responsable de evaluar el caso puede sentenciar al infractor a una detención total o parcial en un establecimiento educativo. 123 2ª Vara da Infância e da Juventude y DEGASE Departamento Geral de Ações SócioEducativas. 122

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excombatientes que habían participado en asesinatos y torturas o habían sido testigos de asesinatos y torturas. Además, compartir soluciones locales para la rehabilitación de los niños y adolescentes que habían participado en situaciones de combate, sea en situaciones de Violencia Armada Organizada o en zonas de combate tradicionales, es constituye un paso importante para la creación de canales más eficientes y exitosos para la rehabilitación y la desmovilización de los niños en la Violencia Armada Organizada y los niños-soldados, respectivamente. Como se discute en la Cuarta Parte, los enfrentamientos territoriales de las bandas en Río de Janeiro, definidos como Violencia Armada Organizada, tienen semejanzas con las nociones comunes tanto de crimen como de guerra. Si se percibe a los programas de prevención presentados anteriormente como similares a los programas de prevención y alejamiento de las pandillas existentes en regiones urbanas de los Estados Unidos, por ejemplo, entonces la rehabilitación de jóvenes y adolescentes que trabajan en los enfrentamientos entre las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro deberían parecerse más a los programas de desmovilización para los niñossoldados en situaciones de conflicto. Esta semejanza es consecuencia de: 1) Los Niños en la Violencia Armada Organizada en Río de Janeiro a menudo son combatientes que han participado en disputas armadas intensas. 2) Los Niños en la Violencia Armada Organizada en Río de Janeiro estén acostumbrados a sobrevivir en una estructura casi militar basada en reglas impuestas a través de castigos, incluyendo la muerte; 3) Los Niños en la Violencia Armada Organizada en Río de Janeiro mataron, torturaron o testimoniaron muertes y torturas. 4) Los Niños en la Violencia Armada Organizada en Río de Janeiro a menudo son estigmatizados por las comunidades donde viven, y/o por la policía por haber trabajado, armados, para una banda. Debido a esos antecedentes comunes, la rehabilitación activa de los Niños en la Violencia Armada Organizada en Río de Janeiro significa, como en el caso de los niños-soldados que fueron desmovilizados de los grupos armados, además de la implementación de las estrategias anteriormente descritas para los programas de prevención, que los programas de rehabilitación deben cumplir los siguientes requisitos: 1) Capacitación de los niños en otras profesiones que les permitan ganarse la vida sin participar en combates armados; 2) Reintegración de los niños en la sociedad y la adaptación necesaria 229


para participar en escuelas o empleos, que no se basen en estructuras casi militares, como las aprendidas mientras trabajaban para las bandas. 3) Tratamiento psicológico para encarar la participación en situaciones de combate, asesinatos o torturas o por haber presenciado los asesinatos y torturas de terceros. 4) Reintegración en la comunidad local y abordar los problemas de estigmatización por parte de la población y policía locales, después, por ejemplo, de la participación del niño o adolescente en el asesinato de moradores o en enfrentamientos armados con la policía. Los entrevistados consideraban la reintegración en la comunidad local de los Niños en la Violencia Armada Organizada que desean abandonar el tráfico de drogas, y como fundamental para el éxito de cualquier programa de rehabilitación. Los investigadores hallaron dos casos durante el presente estudio en los que dos adolescentes no habían logrado salir del tráfico de drogas debido a una incapacidad para reinsertarse con éxito en la comunidad. Un adolescente conocido por los investigadores fue asesinado por un miembro de una banda rival dos años después de haber abandonado el tráfico de drogas y de haber pasado un tiempo en un centro de detención. A pesar de que ya no trabajaba en el tráfico y mantenía un trabajo estable como personal de limpieza, la banda rival no creyó que hubiera dejado de ser un traficante y lo mató para vengar la muerte de uno de sus miembros, el cual había sido asesinado por la banda para la que dicho adolescente trabajaba. Otro adolescente conocido por los investigadores, que salió de la banda local luego de que su madre pagara el dinero que debía a sus superiores. Él era constantemente agredido y golpeado por la policía, cuando trabajaba como repartidor de comida en su favela, porque la policía se negaba a creer que ya no estuviera involucrado en el tráfico de drogas. El niño perdió algunas entregas y, temeroso de perder su trabajo, y nunca más ser aceptado como un ciudadano «normal», volvió a trabajar para la banda local.

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EL SISTEMA DE JUSTICIA JUVENIL EN EL ESTADO DE RÍO DE JANEIRO La legislación brasileña sobre los niños y adolescentes Brasil posee una larga historia de leyes sobre la situación de los niños y adolescentes y el sistema penal, que viene de 1693 y de la aplicación de la Carta Régia. Hasta 1921, los criterios para establecer la responsabilidad penal de los niños y adolescentes infractores se basaban en el criterio del juez, en lugar de una edad cronológica específica. El criterio del juez se basaba en una supuesta capacidad del niño o adolescente de comprender el carácter del acto cometido. En 1921, el Gobierno Federal unificó por primera vez el trato de los niños abandonados y a delincuentes juveniles en el mismo sistema, a través de la implementación de «medidas reeducativas». Sin embargo, no fue sino hasta 1927 que el Juez José Cândido de Albuquerque Mello Mattos 124 presentó un proyecto unificando la legislación de menores. La ley vendría a ser conocida como el Código Mello Mattos y su implementación instituyó un sistema de protección y asistencia para los menores de dieciocho años, en el que se les clasificaba en dos grupos: abandonados o delincuentes (Leal 2001). El Código Mello Mattos fue la base de toda la legislación que entonces se denominaba Derecho de Menores, hasta la introducción del Estatuto del Niño y el Adolescente en 1990. El Código Mello Mattos otorgó a cualquier juez el poder de absolver a aquellos niños o adolescentes traídos ante él, y las medidas a aplicar a los menores dependían de su edad. 125 Luego de la implementación del Código de Menores en 1979, la terminología considerada despectiva utilizada en el Código Mello Mattos fue revisada. Las categorías definidoras de situación «abandonados» y «delincuentes» fueron remplazadas por el término integrador «menores en situación irregular». El Artículo 2 del código clasificaba a los menores que se consideraba estaban en situaciones irregulares en seis grupos 124 125

Primer juez de menores en América Latina. Hasta la edad de 14 años, los niños no podían ser procesados (a menos que se les considerara «perversos « o «enfermos»). Entre los 14 y 16 años, los adolescentes recibían el trato correspondiente a su caso, acompañamiento médico o eran internados en un reformatorio. Entre los 16 y 18 años, los infractores considerados peligrosos eran recluidos en establecimientos especiales (Leal 2001).

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distintos: 1) privados de las condiciones esenciales necesarias para su subsistencia, salud e instrucción obligatoria, aunque eventualmente en razón de falta, acción u omisión de los padres o responsables; manifiesta imposibilidad de los padres o responsables para proveerlas; 2) víctima de malos tratos o castigos inmoderados impuestos por los padres o responsables; 3) en peligro mortal, debido al hecho de encontrarse, habitualmente, en ambiente contrario a las buenas costumbres; 4) privado de representación o asistencia legal, por la eventual pérdida de los padres o tutores; 5) con desvío de conducta, en virtud de grave inadaptación familiar o comunitaria; 6) autor de infracción penal. Dentro del Código de Menores, los menores que transgredían las leyes quedaban exentos de la aplicación del código penal, pero los menores estaban sujetos a las medidas prescritas en la «legislación especial». Dichas medidas se basaban en tres elementos: la persona (evaluación psicológica; escala económica y social); el acto (dividido en «actos típicamente antisociales» o «atípicamente antisociales»); la propia legislación especial. Las medidas prescritas dependían en gran medida del criterio del juez, y podían variar desde devolver al niño a sus padres o tutores legalmente responsables, hasta libertad condicional o detención en una institución con autonomía financiera y administrativa llamada FUNABEM [Fundación Nacional para el Bienestar del Menor] De no contar con espacio adecuado en la FUNABEM, los menores podrían ser recluidos en prisiones para adultos, aunque serían separados de la población de presos adultos. Esta realidad cambió sustancialmente a partir del Estatuto del Niño y el Adolescente, que fue elaborado por juristas y diversas instituciones brasileñas, y fue presentado ante el Congreso con el respaldo de 200.000 firmas de niños y adolescentes. Con su aplicación en 1990, el Estatuto del Niño y el Adolescente sustituyó completamente al Código de Menores y en la actualidad constituye la base del sistema de justicia juvenil. El Estatuto cambió nuevamente la terminología utilizada anteriormente, remplazando términos como «menor» y «situación irregular», considerados peyorativos, y se encuentra dividido en dos libros: la Parte General, que estipula los derechos fundamentales de todas las personas de menos de 18 años; y la Parte Especial, que estipula políticas para atender y asistir a los niños y adolescentes en situación de riesgo personal o social. Los menores de 18 años que infringen la ley, denominados niños o adolescentes «en conflicto con la ley», son tratados de acuerdo a su edad. Los menores de 12 años son evaluados por el Consejo Tutelar, siguiendo las medidas estipuladas en el Artículo 101, Párrafos I-VIII, y no pueden ser detenidos en un «establecimiento educativo». Aquellos entre 12 y 18 años 232


son enviados a una corte especial, la cual decide en qué medida el adolescente acusado es responsable de la ejecución de cualquier acto criminal. Si el juez lo encuentra responsable, él puede ser condenado a medidas socio-educativas, que pueden ser: 1) Advertencia verbal del juez. 2) Obligación de compensar o reparar el daño causado. 3) Servicio a la comunidad. 4) Libertad condicional. 5) Semi-detención. 6) Detención en un «establecimiento educativo» (no hay un pena fija, los casos son reevaluados cada 6 meses y el tiempo máximo de permanencia es de tres años).

2° sala civil de la infancia y de la juventud La 2° Sala Civil de la infancia y de la juventud está situada en el barrio Cais do Porto de Río de Janeiro y es responsable por la aplicación de medidas sociales y educativas para los menores de 12 a 18 años que cometieron infracciones en la municipalidad de Río de Janeiro. Durante este estudio, un investigador obtuvo autorización del Juez Guaracy 126 para seguir el proceso legal de adolescentes capturados por tráfico de drogas o delitos relacionados. Se siguió los casos desde el momento en que el adolescente era llevado al edificio de la 2° Sala, hasta que se encuentra con el juez y recibe su sentencia, denominada «medida socio-educativa». El sistema funciona de la siguiente manera: 1) El adolescente llega de la DPCA127 o del CTR128 acompañado por policías o agentes. 2) El adolescente es presentado a los funcionarios del Ministerio Público junto con un informe escrito sobre el acto por el que fue capturado, en ese momento se prepara el caso para la revisión del fiscal y el juez. 126 127 128

Juez titular de la 2° Sala Civil de la infancia y de la juventud Delegación Policial para la Protección de Niños y Adolescentes. Centro de Selección.

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3) El fiscal escucha al adolescente, en presencia de sus padres o tutores legales si es que pueden ser contactados; en ese momento el fiscal hace su recomendación al juez. 4) El adolescente es, entonces, examinado por un equipo (Plantão Interinstitucional), que hace una breve evaluación socio-sicológica, y, enseguida, redacta un informe, que es enviado al juez junto con el informe del fiscal. 5) El juez escucha al adolescente, con o sin la presencia de sus padres o tutores legales, y decide las medidas sociales y educativas que deben ser aplicadas. Si el adolescente es sentenciado a detención u otra forma de vigilancia, es enviado al DEGASE (Departamento General de Acciones Socioeducativas).

DEGASE, Departamento general de acciones socio educativas. Durante el estudio los investigadores visitaron las siguientes instituciones sostenidas por DEGASE: Polo de Liberdade Assistida da Ilha do Governador. CRIAM Centro de Recursos Integrados de Atendimento ao Menor, en Santa Cruz, Bangu, Ricardo de Albuquerque, Penha e Ilha do Governador: Educandários de Internação: Educandário Santo Expedito (ESA), y Escola João Luis Alves (JLA). El sistema de justicia juvenil tiene muchos problemas, pero algunos de los peores problemas se encuentran en los programas de semi-detención y detención. El programa de semi-detención (CRIAM) fue creado en 1986 como parte del esfuerzo para descentralizar y reformular las políticas públicas relativas a los menores infractores. De acuerdo con Sidney Telles da Silva, ex director de João Luis Alves, y actual director general de DEGASE: El CRIAM ha sido totalmente desmantelado. El proyecto fue completamente fragmentado en relación con la propuesta original, la cual fue formulada durante los años 80, en medio de un proceso de descentralización de servicios. En esa época, se construyó dieciséis nuevas unidades de CRIAM en Río de Janeiro: se añadió cuatro a las doce ya existentes, tres en Baizada Fluminense,

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y nueve en las demás regiones del Estado. ¿Qué sucedió? Durante la década del 90, los equipos del CRIAM fueron perdiendo sus elementos importantes, perdiendo así el rumbo de su proyecto original que era atender la semilibertad, la libertad asistida, atender la prestación de servicios a la comunidad y de apoyo a la comunidad, servir como un elemento de concientización y hasta de organización de la comunidad en torno del CRIAM.

Los problemas estructurales eran evidentes en la unidad de semidetención visitada por los investigadores. La infraestructura es pobre: carecen de muebles y utensilios, paredes necesitaban pintura, barras corroídas en las ventanas, etc. Además, los infractores pueden salir de la unidad cuando así lo decidieran, y las propias instituciones estaban divididas en bandas, de manera que sólo los infractores de una banda en particular eran enviados a una determinada unidad. Esto legitima la fuerza de las bandas en la mente de los infractores, y obstaculiza la integración. Las instalaciones de detención (Educandários de Internação) fueron diseñadas para separar a los jóvenes infractores de la sociedad durante un tiempo determinado, en el cual el infractor participa en los programas de corrección (medidas socio-educativas). En Río hay cuatro de estas instituciones: Santo Expedito, para adolescentes de sexo masculino de 16 a 21 años, João Luís Alves, para adolescentes de sexo masculino de 12 a 15 años; Santos Dumont, para adolescentes de sexo femenino, y el Instituto Padre Severino, para adolescentes de sexo masculino del interior del Estado u otros que esperan ser juzgados, lo que puede demorar hasta 45 días. Los investigadores tuvieron muchas dificultades para acceder al Instituto Padre Severino, y no pudieron visitar las instalaciones. El informe de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa Estatal de Río de Janeiro, en el año 2000, sugiere una situación de total abandono, incluyendo reportes de violencia y tortura (física y psicológica) por parte del personal. Otro problema observado radica en que las instalaciones albergan tanto a aquellos que ya han sido juzgados como a aquellos que esperan un juicio. El Estatuto del Niño y el Adolescente prohíbe cualquier contacto entre los dos grupos. El Educandário Santo Expedito fue construido como una unidad de prisión para jóvenes infractores entre 18 y 25 años. Cuando la fase de construcción se acercaba a su fin, hubo un enorme motín en el Educandário João Luis Alves, con varias muertes. Luego de estos eventos, el Educandário Santo Expedito se convirtió «provisionalmente» en una unidad correccional para adolescentes entre 16 y 21 años antes 235


recluidos en el Educandário João Luis Alves. Con el tiempo, la falta de recursos para la construcción de una nueva unidad y la falta de voluntad política por parte del estado, hicieron que la unidad siguiera siendo una correccional para jóvenes infractores, a pesar de sus irregularidades estructurales. La unidad fue planeada como prisión y, por lo tanto, no es adecuada como institución para aplicar medidas correctivas socioeducativas, como establece el Estatuto. También es una política del personal de Santo Expedito separar a los infractores que pertenecen a distintas bandas. Esto trae como resultado el refuerzo de la división entre estos grupos. Debido a esta falta de integración, han ocurrido numerosos conflictos. Por ejemplo, en marzo del 2002, durante un motín en la unidad, un grupo de miembros de una banda asesinó a un adolescente de una banda enemiga. De acuerdo con un informe de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa, han ocurrido frecuentes motines de este tipo en la unidad. En la medida en que les fue posible a los investigadores hacer una evaluación, el Educandário João Luis Alves es el que se encuentra más cerca de satisfacer criterios mínimos para la implementación de medidas correctivas sociales y educativas. Esta institución puede ser considerada la vitrina del sistema de justicia juvenil de Río de Janeiro, tanto en términos de estructura como de organización. El sistema de justicia juvenil es incapaz de alcanzar sus objetivos en muchas áreas. Sin duda, el sistema merece mayor estudio e investigaciones más amplias para revelar y detallar los problemas aquí señalados. Durante las entrevistas con jóvenes infractores y miembros del personal de las unidades de detención y semi-detención se puso énfasis en las siguientes necesidades: 1) Necesidad de una mejor estructura física - la mayoría de las unidades visitadas por los investigadores estaba sobrepoblada. Además, los muebles y equipos son pocos y antiguos. ... pero el mobiliario es muy viejo. El mobiliario del refectorio es de la época de FEBEM, nos conseguimos algunas donaciones, pedimos una donación de sillas, éstas aquí son las únicas que tienen... Aún estamos esperando porque no tenemos nada, ni siquiera un lugar para sentarnos. Pienso hasta comprar una silla para mí, porque tengo que quedarme aquí todo el día. Funcionario

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2) Necesidad de equipos más numerosos y mejor capacitados - el número de adolescentes en estas unidades creció considerablemente durante los últimos cinco años, sin aumento correspondiente de los equipos. Además del aumento en la demanda de tratamiento, el perfil de los jóvenes infractores también está cambiando, lo cual requiere personas mejor calificadas en los equipos. Existen varios factores que diferencian a los jóvenes de hace siete años de los de hoy en día. Principalmente, esta diferencia se relaciona con la escolaridad. En una época, la mayoría de los jóvenes eran analfabetos. Actualmente vemos hasta jóvenes de 14 años con 5°, 6° o 7° grado. De manera que el perfil de esos muchachos está cambiando y podemos afirmar que hasta su cultura ha cambiado. En el pasado la educación era una necesidad urgente. Hoy el gerente encuentra entre esos niños algunos que idolatran hasta al traficante, por el poder que tienen en las comunidades. A medida que se deterioran las condiciones económicas, también se hace más grave la falta de recursos y hasta la carencia de estructura familiar. Funcionario Ahora, otro asunto que llama mi atención desde 1998 hasta la actualidad, es que en esa época recibíamos más adolescentes por violación del artículo 157 [robo] y actualmente ha habido un cambio... ahora más jóvenes ingresan debido al artículo 12, tráfico de drogas. Generalmente, cuando se trata del artículo 12 el niño está armado, entonces también ingresa por el artículo 10 [posesión ilegal de armas de fuego]. De manera que he notado que el patrón ha cambiado, de los artículos 157 y 155 a una incidencia muy grande de los artículos 12 y 10 ya que normalmente ellos son capturados con un arma. Funcionario

3) Necesidad de proyectos coordinados y unificados que alcancen a todas las unidades del sistema. Hay pocos programas educativos y de rehabilitación dentro del sistema. Aquellos que existen son implementados esporádicamente y no existen uniformemente en todas las unidades. Son pocos los proyectos desarrollados por DEGASE para el sistema judicial juvenil, y no tenemos acceso directo a los programas de capacitación profesional, como los talleres de mecánica, cursos de «silk screen», de informática. Funcionario Hemos tenido problemas con la estructura, y nuevamente con la falta de inversión. Debido a que no podemos comprar material para hacer que las oficinas funcionen y no tenemos suficiente personal para seguridad o para orientar a los niños. También carecemos de formación para los educadores.

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La verdad es que la inversión estatal barata resulta más cara cuando los niños regresan a la comunidad y reinciden. Funcionario

4) La necesidad de integración completa de los infractores - las unidades de DEGASE distribuyen a los infractores según las bandas. Los infractores de bandas diferentes son mantenidos separados o en unidades diferentes. Los CRIAM están claramente divididos según las líneas de las bandas. Por ejemplo, la unidad de Bangu sólo recibe adolescentes del Terceiro Comando. Esto refuerza y legitima la importancia de las bandas de traficantes de drogas, en la percepción de los infractores, y no ayuda a la rehabilitación de los detenidos por infracciones relacionadas con el tráfico de drogas. En los últimos tres años, dos años y medio quizás, aunque no nos guste respetar la división según las bandas, hemos visto que es real. Existe y desintegra todo el sistema, tanto de menores como de adultos. Justo después de nuestra llegada, la mayoría de los niños pertenecía al Comando Vermelho. Ellos tenían un código de ética muy claro, es decir, podíamos percibirlo claramente, y siempre resolvían sus problemas entre ellos, la mayoría de las veces, a través de discusiones y diálogo. Siempre hubo un líder que articulaba y dominaba. Luego, hubo un momento de cambio del Comando Vermelho al Terceiro Comando, y ahora básicamente sólo tenemos miembros de este último. Lo que he podido notar, es que ellos no son capaces de desarrollar liderazgo. El código de ética es muy difuso y ellos son extremadamente violentos. Ha habido un incremento en la violencia entre ellos que es una cosa de locos. Funcionario

5) Otras necesidades:

238

Unidades más seguras (los infractores se escapan del CRIAM con relativa facilidad). Más iniciativas estatales para estimular la participación de la sociedad civil. Mayor investigación sobre los abusos de autoridad y las torturas por parte de los miembros del personal dentro del sistema. Inversión en proyectos de la sociedad civil que continúen el trabajo con niños y adolescentes, después que salgan del ámbito del sistema judicial.


CONCLUSIONES 1) E STE

ESTUDIO PROPONE QUE LAS DISPUTAS ARMADAS ENTRE LAS

BANDAS DE TRAFICANTES DE DROGAS EN RIO DE JANEIRO SEAN DENOMINADOS VIOLENCIA ARMADA ORGANIZADA

La especificidad de la microcomercialización de drogas en Río de Janeiro implica la organización paramilitar en el nivel local, y la dominación territorial y casi política de los espacios geográficos controlados por las bandas mediante un sistema de «reciprocidad forzada», unos 10.000 combatientes armados trabajando para estas bandas, una presencia armada constante de éstas en las comunidades que dominan, el uso de armas de guerra y niveles de violencia que son, en gran parte, responsables de hacer que las tasas de mortalidad por armas de fuego en Río de Janeiro sean más altas que las tasas de muertes de civiles y combatientes en muchos conflictos armados importantes de nuestro tiempo. Sin embargo, a pesar de las semejanzas, a diferencia de la denominada «nueva guerra», los enfrentamientos entre las bandas en Río de Janeiro no cumplen con un criterio fundamental que les permitiría ser definidos como de guerra o de conflicto armado importante: el gobierno del Brasil no es el blanco deliberado de ataque y las bandas de traficantes de drogas no tienen interés en tomar el lugar del estado. Las bandas de traficantes de drogas tienen una orientación económica y el uso de armamento de guerra, el control casi político de las comunidades de la favela y los enfrentamientos por el control territorial de las favelas ha ocurrido fundamentalmente para controlar y defender la venta ilegal de marihuana y cocaína en la ciudad. La participación del estado es secundaria, puesto que sus fuerzas (principalmente la policía) sólo son atacadas cuando interfieren con la capacidad de las bandas de mejorar económicamente. Aunque la ganancia económica ilegal también es objetivo del crimen organizado, los enfrentamientos entre las bandas en Río de Janeiro son responsables de las muertes de más de 1.000 civiles y combatientes al año, criterio utilizado para definir «conflicto armado importante». Además, los tipos de combate armado en los que participan las bandas, tal como se documenta en este estudio, son similares a los de los grupos armados no estatales en muchos conflictos civiles. Ciertamente, una situación como ésta va más allá de las nociones de crimen organizado tradicionalmente definidas. Es necesario categorizar adecuadamente los enfrentamientos entre las bandas de Río de Janeiro para que este fenómeno pueda ser comprendido y enfocado correctamente. Además, definiciones conceptuales y prácticas correctas son fundamentales para desarrollar estrategias adecuadas para el 239


problema enfocado en este informe: la participación y la consecuente muerte por tiros de niños y adolescentes en situaciones nuevas y antes no documentadas.

2) ESTE

ESTUDIO TAMBIÉN PROPONE QUE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES

MENORES DE DIECIOCHO AÑOS QUE TRABAJEN PARA LAS BANDAS DE TRAFICANTES DE DROGAS EN RÍO DE JANEIRO Y QUE PARTICIPAN EN DISPUTAS TERRITORIALES ARMADAS SEAN CATEGORIZADOS COMO NIÑOS DE EN LA VIOLENCIA ARMADA ORGANIZADA

Los cambios en la escala y estructura del tráfico de drogas al por menor en Río de Janeiro desde los años 80 han resultado en el incremento del empleo de niños y adolescentes en esta actividad. Además, a pesar de que las funciones jerárquicas de las bandas son específicas, es común el cruce de responsabilidades entre los miembros de menor edad y menor rango, lo cual da como resultado la participación activa de la mayoría de menores contratados por las bandas en la seguridad y defensa de las favelas contra la invasión de las bandas rivales y contra los operativos policiales. En consecuencia, los niños y adolescentes mueren a causa de heridas por armas de fuego en niveles alarmantes. Esto es más resaltante en los grupos de edad entre 15 y 17 años, para quienes las tasas comparativas de mortalidad por armas de fuego son considerablemente más altas que aquellas del mismo grupo de edad tanto en los estados de USA conocidos por sus altos niveles de violencia armada, drogas y pandillas, como en las situaciones de conflicto armado, como en los territorios palestinos ocupados. Debido a las impresionantes semejanzas entre los niños empleados por las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro y los «niños-soldados», en casi todos los aspectos funcionales e instrumentales, existen serios problemas semánticos y prácticos al categorizar a los niños trabajadores de las bandas como «criminales» o «miembros de pandillas». Pero definir esos niños como soldados, igual que aquellos en un papel específicamente centrado e le combate, es problemático y contraproducente, pues podría legitimizar el uso desastroso de las fuerzas militares del estado contra ellos, creando el problema de cómo un país que no está en guerra maneja la situación de esos menores. Además, si bien hay mucho que aprender de las soluciones diseñadas para abordar los problemas tanto de los niñossoldados en el conflicto armado como de los miembros de las pandillas en los centros urbanos, definir a los niños que trabajan en el tráfico en 240


Río de Janeiro, sea como niños-soldados, sea como miembros de pandillas, falla en calificar el trabajo ilegal y su realidad orientada al combate en una situación de Violencia Armada Organizada.

3) E STE

ESTUDIO DEMANDA MÁS INVERSIONES EN EL DESARROLLO E

I M P L E M E N TAC I Ó N D E PROGRAMAS E S P E C Í F I C O S D I S E Ñ A D O S PARA PREVENIR LA PARTICIPACIÓN DE LAS DISPUTAS ENTRE LAS BANDAS DE TRAFICANTES DE DROGAS EN RÍO DE JANEIRO Y A REHABILITAR AQUELLOS

YA INVOLUCRADOS .

Se estima que entre 5.000 y 6.000 niños armados trabajan actualmente en las comunidades de la favela para las bandas de traficantes de drogas de Río de Janeiro. A pesar de su participación en situaciones de combate a menudo intensas, debido a que los objetivos de las bandas de traficantes de drogas son de carácter económico, la participación de los niños en los enfrentamientos de estas bandas en Río de Janeiro no puede ser tratada como asunto militar o únicamente de seguridad pública. Mientras que siga existiendo un mercado para el consumo de drogas ilegales, también existirán las disputas por el control de las ventas. En la medida en que los niños «escojan» el unirse a las bandas de traficantes de drogas como la «mejor opción entre elecciones limitadas «, continuarán participando en estos enfrentamientos. La intervención de los niños como empleados de las bandas en las favelas de Río de Janeiro constituye un síntoma de los problemas relacionados, como la pobreza y la incapacidad del poder público de cumplir su parte del contrato social. Además, muchos agentes de las mayores fuerzas de seguridad pública, principalmente la policía militar y la policía civil, son cómplices de la violencia relacionada con las drogas, y siguen apoyando el comercio ilegal de drogas y de armas mediante su colaboración con los traficantes de armas y drogas. Para prevenir la participación de los niños en el comercio de drogas en Río de Janeiro, se debe invertir en la comunidad en su conjunto, fundamentalmente a través de la inversión estatal en la infraestructura social y física, así como la implementación de un sistema policial preventivo, protector y no corrupto. Sin inversiones gubernamentales sustanciales en las favelas, por cada niño que salga del tráfico de drogas gracias al éxito de un proyecto de rehabilitación, habrá muchos otros prestos a ocupar su lugar, a pesar de los programas de prevención que se creen. Además de abordar estos problemas, ya identificados, los niños que viven en las favelas necesitan contar con el apoyo adecuado y las opciones alternativas para «elegir» no 241


participar en el tráfico de drogas, o tomar la decisión de salir, si ya estuvieran involucrados. Comprender por qué los niños ingresan al tráfico de drogas es un paso fundamental para prevenir con éxito esta situación. Para lograr sus objetivos, los programas de prevención deben ofrecer una combinación de alternativas culturales y económicas reales al tráfico de drogas, educación, inclusión real en el mercado laboral formal y la perspectiva de una vida mejor, con métodos realistas para lograrla. Actualmente, en Río de Janeiro hay varios programas de la sociedad civil, que combinan con éxito estos métodos de prevención. Dichos programas deben ser respaldados y multiplicados. Si bien sólo un número limitado de los programas de prevención existentes en Río de Janeiro logra que los niños abandonen el tráfico, existe una necesidad real de crear y desarrollar programas específicos de rehabilitación en Río de Janeiro, que incluyan la capacitación de esos niños en otras profesiones, estrategias para su reintegración en la sociedad y en la comunidad local, así como tratamiento psicológico para enfrentar su participación anterior en situaciones de combate o su intervención en asesinatos y torturas. La rehabilitación de los Niños en la Violencia Armada Organizada en Río de Janeiro también debe incluir medidas específicas para reformar el sistema de justicia juvenil, de manera muy particular dentro de unidades educativas administradas por DEGASE129, en las que se recluye a los jóvenes infractores. Sin lugar a dudas, el sistema amerita un estudio más profundo e investigaciones más amplias que las que se han realizado aquí. Sin embargo, las medidas de reforma aquí resaltadas incluyen la mejoría de la estructura física, más equipos, personal más numeroso y mejor capacitado, la integración completa de los jóvenes infractores, proyectos coordinados y unificados en todas las unidades, y el desarrollo de proyectos, por la sociedad civil o por el poder público, que continúen el trabajo con los niños y los adolescentes una vez que hayan salido de las unidades de detención. Si esto no se logra, los jóvenes seguirán saliendo de las unidades de detención y regresarán a trabajar, armados, en el tráfico. Los programas de prevención y rehabilitación en Río de Janeiro tienen mucho que aprender y ofrecer, compartiendo las soluciones locales con situaciones de violencia urbana relacionada con las pandillas y con los niños-soldados en situaciones de guerra.

242


4) ESTE

ESTUDIO SOLICITA EL RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL DEL

DESTINO DE LOS NIÑOS EN LA VIOLENCIA ARMADA ORGANIZADA, ASÍ COMO LA DOCUMENTACIÓN DE OTROS LUGARES DEL MUNDO EN LAS QUE LOS NIÑOS SON UTILIZADOS COMO COMBATIENTES ARMADOS EN SITUACIONES SIMILARES NO BÉLICAS, ASÍ COMO LAS ENMIENDAS ADECUADAS A LAS CONVENCIONES

INTERNACIONALES PERTINENTES PARA ABORDAR ESTE PROBLEMA

Además de la enorme pobreza, la población de las favelas de Río de Janeiro vive en medio de las diarias confrontaciones armadas de bandas rivales entre sí y con la policía, la imposición de castigos incluyendo la expulsión de la comunidad y el asesinato por no cumplir los códigos de conducta impuestos por las bandas, el abandono casi absoluto por parte del estado y los continuos abusos de autoridades tales como torturas y ejecuciones clandestinas. Los moradores de las favelas en Río de Janeiro son víctimas de una situación por la cual no son responsables, y contra la cual reciben poca ayuda o protección por parte de las autoridades a cargo de hacerlo. Más aun, parece que estas mismas autoridades han desempeñado un rol activo en la creación de este dilema social, tanto por no haber tomado las medidas necesarias para enfocarlo, como por participar activa o indirectamente en su perpetuación. La gravedad de la situación está demostrada muy claramente por el hecho de que en la ciudad de Río de Janeiro es mayor el número de gente que muere a causa de la violencia armada que soldados y civiles en seis grandes conflictos aquí presentados, cada uno de los cuales ha recibido cobertura mundial de la prensa y la atención de la comunidad internacional. La tragedia de la situación es probablemente presentada con colores más vivos por el hecho de que las historias de asesinato, de tortura, de intensos tiroteos, y la participación de los niños -como actores y como víctimas de las pérdidas que parecen tan chocantes aquí, han pasado a ser una realidad aceptada y normal por los moradores de las favelas, quienes se ven obligados a sufrir su destino en silencio. Lo que es más trágico aun, quizás, es el hecho de que muchos niños y adolescentes de las favelas consideran que el integrar una banda de traficantes de drogas es su mejor opción, a pesar de saber que la muerte es el desenlace más probable de dicha «elección». Como los enfrentamientos entre las bandas de traficantes de drogas de Río de Janeiro no pueden ser definidos como guerra, el sufrimiento y la pérdida de vidas soportados por las poblaciones de las favelas y por los niños que participan en estos enfrentamientos no han sido reconocidos por la comunidad internacional, y el problema no es enfocado por el gobierno brasileño. El reconocimiento internacional del destino de los Niños en la 243


Violencia Armada Organizada en Río de Janeiro constituye un paso importante en el tratamiento de esta situación, tanto en términos de ayuda internacional como de presión al gobierno del Brasil para que asuma su responsabilidad por aquello que ayudó a crear. El derecho humanitario internacional actual que garantiza la protección de los niños afectados por conflictos tiene poca o ninguna relevancia con respecto a la situación de la Violencia Armada Organizada en Río de Janeiro. No obstante, dicha legislación internacional puede ofrecer importantes lineamientos para realizar las enmiendas apropiadas a las convenciones existentes, como la Convención sobre los Derechos del Niño, para tomar en cuenta la situación de los Niños en la Violencia Armada Organizada y facilitar su enfoque. Además, mediante la aceptación de la gravedad de la Violencia Armada Organizada en Río de Janeiro, la comunidad internacional puede empezar a reconocer la ocurrencia de situaciones similares en otros lugares y comenzar a elaborar una agenda internacional para su eliminación.

244


EL SEMINARIO SOBRE LOS NIÑOS AFECTADOS POR LA VIOLENCIA ARMADA ORGANIZADA Los días 9 y 10 de setiembre del 2002, Viva Rio e ISER realizaron el Seminario sobre los Niños Afectados por la Violencia Armada Organizada en Río de Janeiro, Brasil. El seminario tuvo los siguientes objetivos principales: 1) Presentar los resultados de esta investigación de Viva Rio e ISER sobre niños y adolescentes involucrados en disputas territoriales del tráfico de drogas en Río de Janeiro. 2) Abrir el debate internacional sobre la participación de los niños en violencia armada en áreas del mundo, que no se encuentran oficialmente en guerra, como en Río de Janeiro, siguiendo la propuesta de este estudio que definió esas situaciones como Violencia Armada Organizada. 3) Llegar aun consenso con representantes de organizaciones no gubernamentales internacionales y agencias de las Naciones Unidas que participan en el seminario para establecer una definición de trabajo, sobre la participación de los niños en la Violencia Armada Organizada. 4) Proponer algunos pasos necesarios para que la comunidad internacional pueda reconocer y abordar este problema. Además de la participación de diversas organizaciones no gubernamentales brasileñas y agencias del gobierno, como representantes de la justicia para el niño y el adolescente del Estado, incluyendo el Departamento General de Acciones Sociales y Educativas130 y la 2° Sala Civil de la infancia y de la juventud 131 el seminario contó con la presencia de las siguientes organizaciones no gubernamentales internacionales, fundaciones, representantes de gobiernos extranjeros y agencias de las Naciones Unidas: La Coalición para Detener el Uso de Niños-soldados (CSC), Oficina Regional y Oficina de Colombia; Human Rights Watch; Alerta Internacional; Save the Children Suecia; Save the Children Reino Unido; DFAIT y CIDA del Gobierno Canadiense; Representante Especial del Secretario General de la Oficina de las Naciones Unidas para los Niños en Conflicto Armado; Oficina de los Cuáqueros de las Naciones Unidas en Ginebra; UNESCO Brasil; UNICEF, Oficina Regional para Latinoamérica y El Caribe; UNICEF, Oficina del Brasil; Red de Acción Internacional sobre Armas ligeras (IANSA); Fundación Ford; Visión Mundial; Asociación Reconstruyendo la Esperanza, Mozambique. Las presentaciones durante el primer día del seminario incluyeron los resultados de la investigación de Viva Rio e ISER sobre la 245


participación de niños y adolescentes en los enfrentamientos territoriales de las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro, presentada por Luke Dowdney (Viva Rio), la participación de los niños en grupos armados en la ciudad de Medellín, Colombia, los cuales fueron presentados por Iván Ramírez (CSC Colombia), y las perspectivas internacionales para los niños involucrados en esa situación, a cargo de Rachel Brett (Oficina de los Cuáqueros de las Naciones Unidas) y el General Dallaire (DFAIT, gobierno canadiense). El segundo día del seminario consistió en una mesa redonda entre funcionarios de Viva Rio y participantes internacionales. El objetivo de esta reunión era dar a los participantes la oportunidad de intercambiar ideas, formular definiciones y desarrollar un trabajo conjunto, sobre el tema de la participación de los niños en la Violencia Armada Organizada. Se dividió las discusiones en los siguientes temas: 1) criterios de definición; 2) red de información y soluciones locales; 3) otras investigaciones regionales e internacionales; 4) soluciones internacionales. Después de la presentación llevada a cabo durante el primer día del seminario y la mesa redonda en el segundo día, se presentó un breve resumen del consenso y de las conclusiones a las que llegaron los participantes:

Criterios de definición Todos los participantes del seminario acordaron que no sería constructivo ni correcto referirse a los enfrentamientos territoriales entre las bandas en Río de Janeiro como «guerra» o a los niños que participan en estas disputas como «niños-soldados». Niños-soldados es una definición considerada muy problemática ya que podía servir para crear un nuevo grupo de niños que pudiesen: ser atacados legítimamente por las fuerzas militares; se beneficien por los programas sociales en lugar de otros niños; incentivar el aumento del estatus dentro de las comunidades y con otros niños. Sin embargo, los participantes también estuvieron de acuerdo en que había claros paralelos entre los niños tradicionalmente definidos como «niños-soldados» y los niños trabajando en las bandas de traficantes de drogas de Río de Janeiro, y que las categorías existentes no eran suficientes para definir correctamente los enfrentamientos territoriales de las bandas de traficantes de drogas o la participación de los niños en ellos. Si bien algunos participantes señalaron que la 246


categorización de cualquier grupo de niños podría ocasionar problemas semánticos y otros a ellos relacionados, la mayoría de los participantes concordó sobre la importancia de establecer por lo menos una definición de trabajo para los niños empleados, armados, por las bandas de traficantes de drogas de Río de Janeiro. Se consideró que una definición como esta era importante para realizar más estudios sobre la participación de niños armados en situaciones similares, que hasta ahora no había sido documentadas. En consecuencia, se alcanzó un consenso mayoritario para que la siguiente categoría actúe como definición de trabajo de los niños dentro de situaciones no bélicas de violencia armada: Niños en la Violencia Armada Organizada Cualquier persona de menos de 18 años que esté empleado o participa en la Violencia Armada Organizada, donde hay elementos de estructura de comando y poder sobre el territorio, la población local o recursos.

Compartiendo soluciones locales Los participantes señalaron que debido a ciertas semejanzas entre los Niños en la Violencia Armada Organizada y tanto los adolescentes de las pandillas urbanas como los niños-soldados en situaciones de guerra, existen amplias posibilidades para adaptar con éxito los proyectos de prevención y rehabilitación a los problemas de los Niños en la Violencia Armada Organizada en diversas culturas y países. Los participantes mencionaron proyectos que trabajan con niños en Irlanda del Norte y en Turquía como otros ejemplos de prog ramas que podrían ser reproducidos y adaptados a nivel local. Los participantes consideraban que el compartir soluciones locales para problemas semejantes de niños en violencia armada así como la implementación exitosa de dichos proyectos eran dos pasos importantes para el cambio de políticas públicas en los países afectados.

Otras investigaciones regionales e internacionales Todos los participantes concluyeron que es necesario generar más información sobre los Niños en la Violencia Armada Organizada. Los participantes estuvieron de acuerdo en la necesidad de más estudios regionales e internacionales que documenten las diferentes variaciones de este problema y, en seguida, abordarlos en un foro internacional. 247


Soluciones internacionales Los participantes discutieron si la legislación internacional y las convenciones existentes se encontraban lo suficientemente avanzadas para tratar el problema de los Niños en la Violencia Armada Organizada en un foro internacional, o si nuevas legislaciones internacionales o protocolos adicionales a las convenciones existentes necesitan ser establecidas. Los participantes no llegaron a un consenso sobre este punto, aunque hubo un acuerdo general en relación a que en la actualidad y hasta que el tema de los Niños en la Violencia Armada Organizada sea mejor definido y caracterizado, se debe utilizar las estructuras actuales dentro del foro internacional para centrarse en el problema e investigar soluciones internacionales. Los participantes sugirieron que los siguientes mecanismos internacionales podían ser útiles para proyectar el problema de los Niños en la Violencia Armada Organizada: la Convención sobre los Derechos del Niño (Artículo 19); la Comisión sobre los Derechos del Niño; convenciones 138 y 182 de la Organización Internacional del Trabajo; Comisión sobre los Derechos Humanos de las Naciones Unidas; Relator Especial de las Naciones Unidas para los Niños; y el estudio de las Naciones Unidas sobre los Niños y la Violencia. Los participantes concordaron que muchas opciones y posibilidades podrían ser investigadas dentro del foro internacional para superar los problemas de los Niños en la Violencia Armada Organizada. Sin embargo, los participantes acordaron que los dos siguientes objetivos inmediatos eran los más efectivos a corto plazo: 1) Presentar investigaciones actuales y futuras sobre los Niños en la Violencia Armada Organizada al Comité sobre los Derechos del Niño. 2) Presionar para la aceptación de los Niños en la Violencia Armada Organizada como un tema para mayor investigación en el siguiente estudio de las Naciones Unidas sobre los Niños y la Violencia a ser realizada en el año 2003. Se envió una copia de los hallazgos de la investigación de ISER y Viva Rio sobre la participación de niños y adolescentes en las disputas territoriales entre las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro así como un breve informe sobre este seminario al Comité sobre los Derechos del Niño, a través de la ministra brasileña Marília Sardenberg el 14 de septiembre del 2002.

248


RESUMEN EJECUTIVO Como Río de Janeiro no se encuentra oficialmente en estado de guerra, los niños y adolescentes que trabajan, armados, para las bandas de traficantes de drogas en la ciudad son categorizados como delincuentes juveniles, criminales o miembros de pandillas. No obstante, el rol de los niños y adolescentes que participan en los enfrentamientos territoriales de las bandas de traficantes de drogas tal vez tengan más en común con la vida de los «niños-soldados» en situaciones de guerra que con la vida de los miembros de las pandillas, tradicionalmente definidas, encontrados en otras áreas urbanas del mundo. Una categorización adecuada de los niños trabajadores de las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro resulta crucial reconocido comprendido y enfocado en el Brasil y por la comunidad internacional. La especificidad del mercado de microcomercialización de la droga ilegal en Río y los niveles de violencia armada y los niveles de mortalidad provocada por armas de fuego generada por esa violencia, es diferente a los mercados de microcomercialización de la droga documentados anteriormente en otras partes del mundo. La comprensión de estos factores se considera central para entender la participación de los niños y adolescentes en los enfrentamientos territoriales de las bandas en Río de Janeiro. Más aun, la definición correcta de esta situación, la cual parece haber sido descrita de una manera inadecuada por los conceptos tradicionales de «guerra» o «crimen organizado», es fundamental para aprehensión integral de su realidad, conocer su incidencia en otras partes del mundo, y elaborar las estrategias locales e internacionales correctas para abordar esta situación con éxito. Los cambios de escala y de estructura del tráfico de drogas en Río de Janeiro desde comienzos de los años 80, con la llegada de la cocaína, la formación y la militarización de las bandas de traficantes de drogas, su posterior fragmentación y el incremento en los enfrentamientos armados entre estas bandas, tuvieron un efecto muy negativo en las favelas. Con esos cambios, los traficantes en el interior de las comunidades pasaron a ser una presencia constante y fuertemente armada, cada vez más violenta, más joven, menos respetuosa de los miembros de la comunidad y ya no protegían a los niños. En la actualidad, el mercado de microcomercialización de drogas en Río de Janeiro es dominado por tres bandas, asentadas en las favelas, que controlan la venta de cocaína y marihuana en la ciudad. Estas bandas deben ser vistas como una red de actores independientes afiliados (donos), que se ofrecen mutuo apoyo para propósitos defensivos y ofensivos. Los donos 249


controlan la microcomercialización de drogas en las comunidades de la favela a través de los trabajadores, organizados en una estructura jerarquizada y militarizada. Los expertos en seguridad estiman que los empleados de las bandas totalizan cerca del 1% de la población de las favelas, o sea, sobre las 10.000 personas, la mayoría armada. Se calcula que entre 5.000 y 6.000 de estos trabajadores se encuentran por debajo de los dieciocho años. Basadas en las estructuras locales preexistentes de control y protección, las bandas de traficantes de drogas han desarrollado un sistema de «reciprocidad forzada» para atender sus necesidades de defensa y las necesidades de «ley» y «orden» por parte de la comunidad. La «reciprocidad forzada» es sustentada por una doble táctica de apoyo mutuo y un sistema punitivo y violento en caso de no colaboración. Las favelas no son los únicos lugares donde se venden drogas y, aunque constituyen bases logísticas esenciales y defensivas, ellas representan la muestra más pobre y menos sofisticada del tráfico de drogas. Usualmente los trabajadores de las bandas provienen de la comunidad, siendo aceptados, como una fuerza político-social semilegítima, tanto por miedo como por la falta de alguna alternativa seria. No es la ausencia total del poder público la que permite que las bandas de traficantes de drogas dominen las comunidades de la favela, sino su fracaso en establecer un contrato social con los moradores. Ese contrato social es algo que las bandas sí cumplen de manera muy efectiva. La policía en las comunidades de la favela sigue una política represiva de «invasión» y «ocupación». Las invasiones se llevan a cabo como operativos militares en los que los policías ingresan a la favela, logran su objetivo y se retiran de inmediato. La ocupación de una comunidad por los policías se produce si hay disturbios comunes en la comunidad o un conflicto particularmente violento entre las bandas. Las agresiones policiales contra los moradores son comunes y la mentalidad policial de «culpable hasta que se pruebe lo contrario» o «disparar primero» quiere decir que la matanza de moradores inocentes por la policía ocurre regularmente. La corrupción policial, también es un lugar común, sea vendiendo drogas, armas, recibiendo pagos de los traficantes, y el secuestro de traficantes por el rescate. La conducta de los policías en las favelas fomenta un comportamiento igualmente violento de las bandas y genera entre los moradores de las favelas la sensación de abandono por el poder público. Río de Janeiro se ha tornado cada vez más violento desde los años 70. Esto queda demostrado muy claramente por el incremento en el número de homicidios en la ciudad, los cuales en un 80% provocados por armas de fuego. Ese número exorbitante de mortalidad por arma de fuego es 250


encontrado en áreas de la ciudad en las que son frecuentes los enfrentamientos armados entre bandas, debido a una alta concentración de bandas rivales en espacios cercanos. El incremento señalado en la mortalidad por armas de fuego en Río de Janeiro fue acompañado de un incremento en los decomisos de armas por parte de la policía (incluyendo armas de fuego de gran potencia). Cada vez es más frecuente el uso de armas de gran potencia y armas ligeras por parte de los narcotraficantes, tales como Kalashnikov AK-47, H&K G3 y granadas de mano, desde mediados fines de los años 80, en disputas territoriales y otros crímenes relacionados, que ocasionen una serie de efectos en las comunidades de las favelas y los espacios en su entorno. Tales como el cierre de establecimientos comerciales y de las escuelas municipales durante los tiroteos o cumpliendo las órdenes dadas por los traficantes. Como se demostró por medio de un análisis comparativo de las tasas de mortalidad provocadas por armas de fuego entre 1990-1999, es mucho mayor el número de personas que muere a causa de estas armas en el estado de Río de Janeiro y la ciudad de Río de Janeiro que en los estados norteamericanos de California, Washington o Nueva York, los cuales son conocidos por la violencia relacionada con pandillas y con armas. Además, el análisis comparativo de la mortalidad relacionada con conflictos contemporáneos y las muertes por armas de fuego en Río de Janeiro ha demostrado que, durante ciertos periodos, se ha registrado más muertes por armas de fuego en Río de Janeiro que en Colombia, Sierra Leona, Yugoslavia, Afganistán, Uganda e Israel. Si bien los niños y adolescentes se han visto involucrados en el pasado en el tráfico de drogas, hoy en las favelas el envolvimiento es mayor que antes. Los niños empleados por los revendedores de droga, antes del establecimiento de las bandas en general, estaban armados y recibían «regalos» en lugar de dinero o de un salario fijo a cambio de sus servicios. El incremento en el número de niños que trabajan en el tráfico empezó a principios de los años 80, cuando las bandas comenzaron a establecerse en las favelas de Río de Janeiro, y se elevó de manera considerable a partir de 1993, cuando los enfrentamientos entre las bandas se hicieron mucho más intensos. A partir de este período, los niños y adolescentes empezaron a sustituir a los traficantes mayores en el trabajo, ya que muchos fueron encarcelados o muertos en confrontaciones con sus rivales o con la policía. Los niños están expuestos al tráfico de drogas desde muy temprano en la favela, y aquellos que se interesan por el tráfico empezarán a « andar» con los traficantes, comenzando a trabajar a tiempo completo entre los diez y quince años. Entran voluntariamente, no siendo 251


forzados o coactados por las bandas para empezar a trabajar. La «elección» del trabajo en el tráfico puede definirse como la «mejor alternativa entre opciones limitadas». Estas opciones limitadas son mostradas crudamente por un conjunto de factores preexistentes, comunes a todos los niños de las favelas de Río de Janeiro: la dominación por las bandas, la pobreza, la falta de acceso al mercado laboral formal, y el tráfico visto como forma aceptable de empleo. Esta «elección» también se ve afectada por los atractivos del tráfico y otras influencias, vistas como comunes a todos los involucrados, tales como la participación de parientes y de otros grupos de referencia. Los empleos dentro de las bandas en las favelas de Río de Janeiro, abiertos a niños y adolescentes básicamente son: olheiro / fogueteiro; vapor, gerente da boca, soldado y fiel. En los niveles más bajos de empleos, la división de tareas no siempre es específica, y el cruce de responsabilidades da como resultado la participación activa de la mayoría de los menores en la seguridad y en la defensa armada de la favela contra bandas rivales y contra operativos policiales. Algunas experiencias y funciones compartidas unifican a los niños traficantes como un grupo distinto. Por ejemplo: el proceso de reclutamiento; la edad; el trabajo en una estructura jerárquica aplicada por medio de reglas y castigos; ser remunerados por un servicio; estar disponibles las 24 horas del día; recibir armas de los superiores de la banda; participación cada vez mayor en combates armados; y la sobrevivencia en una vida de «matar o morir». Los homicidios por armas de fuego son la causa externa principal de la muerte de niños y adolescentes en Río de Janeiro. Las tasas de muerte de jóvenes menores de 18 años en Río de Janeiro se han incrementado sustancialmente desde finales de la década del 70. El grupo etario entre 15 y 17 años es el más afectado por las muertes por tiros, especialmente en las áreas de la ciudad en las que los conflictos entre las bandas son más frecuentes, y esto refleja el hecho de que el número de menores que trabajan en la seguridad armada de los territorios de las bandas es mayor en este grupo de edad. Entre 1990-1999, las tasas de mortalidad de menores en el estado y en la ciudad de Río de Janeiro fueron notablemente mayores que las de los estados norteamericanos de California, Washington y Nueva York. Además, las tasas de muertes de menores por armas de fuego en el estado de Río de Janeiro es mucho mayor que en algunos lugares del mundo en estado de conflicto armado tradicionalmente definido. Por ejemplo, murieron ocho veces más menores en Río, por tiros, entre 1987 y 2001 que los niños israelíes y 252


palestinos muertos en conflictos en los territorios ocupados en ese mismo período. De la misma manera en que defienden el tráfico de drogas, una fuerte proporción de jóvenes de las favelas que no participan en el tráfico de drogas, consideran que las bandas en sus comunidades defienden a los moradores contra otros grupos armados y contra la policía. Si bien la mayor parte de los jóvenes no envueltos en el tráfico de drogas manifiestan no sentirse identificados con las bandas, la mitad de ellos no frecuenta las comunidades controladas por otros «grupos», «rivales». Un sistema policial corrupto y violento y la presencia de las bandas, en las favelas han afectado negativamente el panorama de muchos niños y adolescentes que crecen en estas comunidades desde mediados de los años 80 sobre las relaciones sociales, los moradores de otras favelas, y la legitimidad del gobierno y la policía como defensores de la ley, del orden y de la justicia. Si comparamos las definiciones tradicionales de «guerra» con observaciones específicas de las bandas en Río de Janeiro, podemos concluir que no se puede considerar que Río se encuentre en un estado de «guerra» o de «conflicto armado», por la sencilla razón de que el estado no es blanco deliberado de ataques. Las bandas están económicamente orientadas por propia definición. A pesar de la organización paramilitar, en el nivel local, la dominación territorial y casi política de espacios geográficos, del alto número de combatientes armados (incluyendo ex militares), de una presencia armada constante en las comunidades que controlan, de las armas de uso militar y de los niveles de violencia armada que mata más de 1.000 civiles y combatientes cada año, las bandas de traficantes de drogas no tienen interés en tomar el lugar del estado. Aunque el estado no es el blanco específico de ataque, es uno de los participantes de esa situación de «conflicto», debido a los continuos enfrentamientos armados con las bandas. No obstante, su intervención es secundaria. Los representantes del Estado, como la policía militar, son blanco de ataques armados sólo como medida defensiva cuando importantes traficantes son capturados para su arresto, en razón de las ejecuciones clandestinas, o cuando el estado interfiere con la oportunidad de la banda de progresar económicamente. Aceptar que Río de Janeiro no se encuentra en estado de guerra, sigue siendo útil comprender las tendencias cambiantes de la guerra moderna para encontrar una definición comprehensiva de los conflictos de las bandas en la ciudad. Las semejanzas entre lo que Kaldor (1999) describió como «nueva guerra» y los conflictos de las bandas en Río de Janeiro son 253


sorprendentes, pero no definen por completo los enfrentamientos entre las bandas en Río de Janeiro. Es necesaria una concientización internacional de las situaciones de conflicto armado que no son representadas de una manera comprensiva por las definiciones actuales de «crimen organizado» o «guerra». Es un paso necesario, porque la definición correcta nos ayuda a comprender dichos fenómenos y, en consecuencia, proponer soluciones, concientizar, compartir experiencias con situaciones similares de conflicto en otras partes del mundo y abordar el problema principal identificado por este informe: la participación y la muerte, en consecuencia, de niños y adolescentes en situaciones de conflicto hasta ahora no definidas, y que definimos aquí como Violencia Armada Organizada. Existen grandes semejanzas entre los niños empleados por las bandas de traficantes de drogas de Río de Janeiro y los «niños-soldados» respecto a los aspectos funcionales y de definición. Pero los niños de las bandas de traficantes de drogas son fundamentalmente trabajadores armados de grupos económicamente definidos dentro de la categoría de Violencia Armada Organizada. No son «soldados» luchando en un «conflicto armado» o en una «guerra» tradicionalmente definidos. A pesar de las similitudes demostradas, la definición de los niños con empleos armados en las bandas de traficantes de drogas como «niños-soldados» falla en mostrar las realidades típicas de la Violencia Armada Organizada y es contraproducente para imaginar estrategias y programas para ayudarlos. También hay problemas semánticos y prácticos serios en la categorización de estos niños como «criminales» o como «delincuentes juveniles», y este estudio propone que los niños (toda persona menor de 18 años) que trabajan armados para las bandas de traficantes de drogas de Río sean denominados Niños en la Violencia Armada Organizada. Se deben elaborar medidas específicas para tratar a los niños combatientes en la Violencia Armada Organizada, en el nivel internacional, ya que el derecho humanitario internacional actual y los programas humanitarios para niños-soldados existentes no tratan este fenómeno tan particular de una manera adecuada. Existe la necesidad de que se reconozca internacionalmente el rol de los Niños en la Violencia Armada Organizada, y se documente otras áreas del mundo en que ellos sean utilizados en situaciones similares. Se debe identificar soluciones locales para este problema. Estas pueden variar dependiendo de cada país y los diferentes contextos culturales. Por ejemplo, el asunto de los trabajadores infantiles armados de las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro no es un asunto militar o básicamente 254


de seguridad pública ya que, mientras el mercado para el consumo de drogas ilegales siga existiendo, los enfrentamientos territoriales por el control de las ventas no desaparecerán. El tráfico de drogas así como la violencia relacionada en las favelas en Río de Janeiro, constituyen un síntoma de otros problemas como la pobreza y una presencia estatal muy limitada. Para evitar la participación de los niños en el tráfico de drogas de Río, se debe invertir en la comunidad en su conjunto. Además de abordar estos problemas identificados, existen dos temas comunes a los que se debe apuntar al momento de tratar la participación de los niños en las bandas de traficantes de drogas en Río: prevención y rehabilitación. Los niños que trabajan para estas bandas necesitan contar con apoyo real y de opciones alternativas para «escoger» no participar en el tráfico de drogas u optar por salir si ya están involucrados. En Río de Janeiro, el estado o la sociedad civil deben implementar más programas de prevención en las favelas, ofreciendo alternativas culturales y económicas reales al tráfico de drogas para los niños y adolescentes, programas que ofrezcan educación, una integración real al mercado laboral formal y la perspectiva de una vida mejor, con métodos realistas. Los programas de rehabilitación deben ser planeados específicamente para los niños y adolescentes que trabajen en el tráfico. Estos deben incluir la capacitación en otras profesiones, mecanismos para la reinserción en la sociedad y la comunidad local, así como tratamiento psicológico para lidiar con su participación previa en situaciones de combate, o su intervención en asesinatos y torturas. Se puede aprender lecciones para la rehabilitación de los niños a través de los programas de desmovilización de niños-soldados en situaciones de guerra. La rehabilitación de niños en Río de Janeiro debe incluir mejoras en el sistema de justicia juvenil y la implementación de programas oficiales y la sociedad civil para hacer un seguimiento a los jóvenes infractores después de salir de los centros de detención. Si no se tiene éxito en esta labor, los adolescentes seguirán saliendo de las instalaciones de detención y volverán al trabajo armado para el tráfico de drogas.

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CONCLUSIONES 1) Este estudio propone que las disputas territoriales de las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro sean conocidas como una situación de Violencia Armada Organizada. 2) También se propone que los niños y adolescentes menores de dieciocho años que trabajan para las bandas de traficantes de drogas en Río de Janeiro, participando de disputas territoriales armadas sean categorizados como Niños en la Violencia Armada Organizada. 3) Este estudio demanda mayores inversiones en el desarrollo e implementación de programas específicos destinados tanto para prevenir la participación de los niños combatientes en los enfrentamientos de las bandas de traficantes de drogas, como para rehabilitar a aquellos ya involucrados. 4) Este estudio exhorta el reconocimiento internacional del destino de los Niños en la Violencia Armada Organizada, la documentación de otras áreas del mundo en las que los niños sean utilizados como combatientes armados en situaciones no bélicas similares, así como realizar las enmiendas correspondientes a las convenciones internacionales pertinentes a este problema. Luego de la presentación de este estudio para especialistas en conflicto y protección infantil de agencias internacionales, ONG y fundaciones en el Seminario sobre los Niños Afectados por la Violencia Armada Organizada, que se llevó a cabo en Viva Rio, en Rio de Janeiro en los días 9 y 10 de setiembre, los participantes acordaron la siguiente definición adecuada de los Niños en la Violencia Armada Organizada para que se pueda realizar futuros estudios sobre los niños afectados por situaciones similares en otros países. Niños en la Violencia Armada Organizada: «Cualquier persona menor de 18 años que sea empleada o participe en la Violencia Armada Organizada en la que existen elementos de una estructura de comando y poder sobre el territorio, la población local o recursos».

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GLOSARIO Alemão O Amigo Os Amigo Amigos dos Amigos Asfalto Atacadista Atividade Aviãozinho Baile Funk

Boca de Fumo Bonde

Utilizado por los traficantes y moradores de la favela para referirse al «enemigo», generalmente un miembro de otra banda. Utilizado por los traficantes para referirse al titular del puesto de mayor rango de una banda en la favela. También se usa dono. Jerga, con su incorreción gramatical, utilizado para referirse a aquellos que trabajan en el tráfico en el nivel de la favela. La tercera banda de traficantes de drogas más grande de Río de Janeiro. Áreas de la ciudad que no se consideran de la favela. Mayorista de drogas o armas que vende a los donos. Tienen contactos internacionales para la importación de drogas y/o armas. Utilizado por los traficantes para referirse a las transacciones de drogas u otras actividades relacionadas con el tráfico. Persona que lleva pequeñas cantidades de drogas, o mensajes, entre traficantes y/o clientes. Por lo general niño o adolescente. Fiestas, usualmente realizadas dentro de las favelas, en las que se toca música funk. Algunas fiestas funk son patrocinadas por los donos del lugar como una manera de incrementar la venta de drogas. Punto de venta de drogas en una favela. Autos robados en el asfalto, usualmente cerca de las favelas. Con ellos se forma una caravana capaz de resistir a la policía, utilizada para transportar drogas o armas pequeñas entre las comunidades de la favela. Este término también puede referirse a una patrulla defensiva de soldados de la banda dentro de la favela.

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O Cara

Utilizado por los traficantes para referirse a la persona de rango más alto de una banda, asentada en una favela. También se dice dono. Comando Vermelho La primera, y mayor, de las bandas de traficantes de drogas de Río de Janeiro. Comando Vermelho Jovem Una escisión del Comando Vermelho que se convirtió en una banda separada e independiente durante la década del 90. Contenção Traficante asentado en una favela en servicio de vigilancia. Dono / Dono do Morro Utilizado por los traficantes para referirse a las personas de rango más alto de una banda en una favela. Dono da boca Gerente de un punto de venta (boca de fumo) en la favela. Endolador Responsable de empaquetar las drogas para su venta en la favela o en la calle. Favela Conjunto de viviendas ilegales construidas en un área urbana. Fiel Guardia personal de seguridad armado, obediente y de confianza del gerente general o de un sub-gerente Fogueteiro Vigilante que utiliza fuegos artificiales para advertir a los otros traficantes sobre una invasión por otra banda o un operativo policial. Funk de Apologia Música funk que contiene letras relacionadas con las bandas de traficantes de drogas, los enfrentamientos de estas bandas o traficantes famosos. Gerente da boca Gerente de un punto de venta (boca de fumo) dentro de la favela. Gerente geral Gerente general del dono para la venta de drogas y con otras responsabilidades en la favela. Gerente da Maconha Gerente responsable de todas las ventas de marihuana en una comunidad de la favela. También se le conoce como gerente de preto o sub-gerente. 258


Gerente de Pó

Gerente de Soldados

Otheiro

Matuto Morro Movimento Quadrilha Soldado

Sub-gerente Terceiro Comando X-9 Vapor

Gerente responsable de todas las ventas de cocaína en una comunidad. También se le conoce como gerente de branco o subgerente. Gerente responsable de toda la seguridad armada en una comunidad, incluyendo la gerencia de los soldados de la banda. También se le conoce como sub-gerente. Vigilante. Los olheiros se colocan en puntos estratégicos alrededor de la favela para advertir sobre un operativo policial o la invasión de una banda rival. Transporta grandes cantidades de droga y/ o armas de un atacadista para un dono. Usado por la población general de Río de Janeiro para designar a la favela. Durante los años 80 el tráfico de drogas en Río de Janeiro era conocido como el «movimiento» (movimento). Utilizado para referirse a una banda de traficantes. Función dentro de una banda, en el nivel de la favela, responsable de la seguridad del territorio de la banda y la invasión del territorio de una banda rival. Rango inmediato inferior al de gerentegeneral, que incluye al gerente de maconha, gerente de pó y gerente de soldados. La segunda banda más grande de Río de Janeiro. Informante de la policía. Trabaja para el gerente da boca y es responsable de vender drogas directamente a los clientes en la boca de fumo.

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Favelas dominadas por las facciones de drogas rivales en el municipio de Río de Janeiro

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Obs. CV – Comando Vermelho CVJ – Comando Vermelho Jovem TC – Terceiro Comando ADA – Amigos dos Amigos

CV + CVJ TC + ADA

ANEXO - MAPAS

Mapa 2A


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Mapa 2B Tasa de mortalidad por arma de fuego por barrio en el municipio de R铆o de Janeiro (poblaci贸n general)

Tasa de Mortalidad por 100,000 habitantes


Mapa 2c Muertes por armas de fuego en los territorios de las facciones rivales en el municipio de Río de Janeiro

CV + CVJ TC + ADA

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Obs.

CV – Comando Vermelho CVJ – Comando Vermelho Jovem TC – Terceiro Comando ADA – Amigos dos Amigos

Tasa por 100.000 hab.


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Mapa 3a Tasa de mortalidad adolescente (13-14 aĂąos) por barrio en el municipio de RĂ­o de Janeiro

Tasa de Mortalidad por 100,000 habitantes


Mapa 3b Tasa de mortalidad adolescente (15-17 aĂąos) por barrio en el municipio de RĂ­o de Janeiro

Tasa de Mortalidad por 100,000 habitantes

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270

Mapa 3c Tasa de mortalidad de jĂłvenes (18-20 aĂąos) por barrio en el municipio de RĂ­o de Janeiro

Tasa de Mortalidad por 100,000 habitantes


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